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DEPARTAMENTO DE HISTORIA
MATERIA: HISTORIA DE COLOMBIA III
VANESSA LARA CAICEDO
El segundo capítulo narra el origen de los obreros en 1920 “los años del ruido” se acuñó
con ese nombre debido al incesante sonido de muchos instrumentos de las fábricas e industrias
(como bocinas, pitos y vitrolas). El capítulo también describe cómo en un inicio los artesanos
y la clase obrera eran aliados y en muchos casos crearon grupos de estudios y clubes culturales,
en estos mismos círculos empezaron a surgir las primeras escuelas racionalistas que difundían
el pensamiento socialista y anarquista, y, a pesar de todo el proceso de proletarización, que no
fue extendido ni lineal, por a cuestiones económicas, sociales y culturales, se generó una
resistencia en virtud de que no se estaban cubriendo las necesidades básicas con el salario que
se estaba ganando en la época, por tanto, muchos tenían en mente independizarse.
El tercer capítulo tiene como objetivo describir las experiencias de vida en el trabajo y
cuáles eran esos requisitos para entrar. En la narrativa común de los entrevistados se deja entre
ver un aspecto común y es que no se pedían demasiados requisitos para poder entrar, más bien
funcionaba como una especie de “rosca” y “enganche”. Además, el ambiente laboral era
distinto de empresa a empresa, por ejemplo, lo que exponen los entrevistados de Bavaria es
que era un lugar con un entorno “familiar” y sus salarios además eran un poco más altos porque
había estudios para esa época que demostraban la baja calidad de vida que se correlacionaba
con trabajar allí. El caso del resto de las multinacionales en las narrativas era bastante curioso,
ya que se contradecía muchas veces por el efecto “años dorados”. Más adelante, el cuarto
capítulo también nos expone muchas de las experiencias de estos trabajadores, sin embargo, se
centra mucho más en lo que hacen en su tiempo libre, contrastando la opinión Estatal sobre las
horas en las que muchos obreros deberían trabajar, para la época “tiempo libre” era un término
designado a las élites que podían tener actividades para emplear su tiempo, los obreros mientras
tanto solían pasar su tiempo libre en tabernas y bares, problema que deseaba combatir Uribe
Uribe ya que el alcoholismo sumía a la clase en unas dinámicas muy acotadas y les dejaba en
una completa alienación.
El quinto capítulo comienza con un macabro hecho, y es la masacre de Marzo de 1919
que se gestó debido a una Marcha del sector asalariado para exigir mejores condiciones de
trabajo, no es extraño, que en 1926 la Internacional Comunista y el Partido Socialista
Revolucionario (PSR) tomaran bases campesinas para sus caudillos con ideas para desbancar
la hegemonía conservadora imperante de la época. El papel del socialismo para este entonces
había dado paso a significativas maneras de accionar de la naciente clase obrera, a pesar de que
el liberalismo fuese el beneficiado de aquellos conflictos.
El gobierno de López Pumarejo manifiesta las primeras bases del reformismo liberal
abogando por la creación de sindicatos que actuaran bajo la ley (una de las más importantes
fue la CTC creada en 1936), procesos de resolución de conflictos de manera más bien judicial,
sin embargo, muchos movimientos conservadores mostraban una reticencia muy marcada a la
entrada de estos modelos, siendo tachados peyorativamente de “comunistas y socialistas”, esta
marca del gobierno de López es intachable dentro de la coyuntura polarizada de las dos clases
Colombianas. Mientras tanto, la aproximación de la Internacional Comunista y el PSR al
pueblo en los sectores agrarios y urbanos sobre todo para organizarlos como sindicatos.
FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS
DEPARTAMENTO DE HISTORIA
MATERIA: HISTORIA DE COLOMBIA III
VANESSA LARA CAICEDO
La obra del Profesor Archila está organizada de una forma muy digerible, en la cual te
presenta unos tópicos socioeconómicos que desarrolla de forma cronológica, los eventos
expuestos están profundamente entrelazados con la identidad del obrero Colombiano que se
consolida en la polarización de los partidos de derecha e izquierda (acá el autor hace una ruptura
en la nueva polarización nacional, que se distancia de los viejos bandos “liberal” y
“conservador”). También, un punto muy importante es la manera en la que describe las
diferencias entre los partidos y sindicatos que crean corrientes ideológicas como el comunismo,
el socialismo y el anarquismo.
Es necesario mencionar que a pesar de que el objetivo del libro fue cumplido a
cabalidad, algunos puntos como la ampliación de historias individuales del obrero no fueron
profundizadas, la caracterización de los movimientos y sindicatos se hizo con demasiado
detalle y pudo ser una razón por la cual se dejó de lado esta descripción más individualizada
del obrero Colombiano.