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DESIFRANDO LOS GEROGLIFOS MAYA

PARA ENTENDER EL POPOL VUH

2018
INTRODUCCIÓN

1. UBICACIÓN GEOGRÁFICA

2. LA CIVILIZACIÓN MAYA

3. ORIGEN DE LOS MAYAS

4. ASPECTOS LINGÜÍSTICOS DE LAS LENGUAS DE LA FAMILIA MAYA

5. LA ESCRITURA

5.1 HISTORIA

5.2 GLIFOS MAYAS, “UNA IMAGEN VALE POR MIL PALABRAS”.

5.3 EL DESCIFRAMIENTO DE LOS GEOGLIFOS MAYAS.

5.4 REPRESENTACIÓN DE LA ESCRITURA.

5.5 ORDEN DE LA ESCRITURA.

5.6 ESTRUCTURA.

5.7 GLIFOS QUE SIGNIFICAN PALABRAS COMPLETAS.

5.8 ESCRIBIR PALABRAS CON GLIFOS

5.9 BLOQUES DE GLIFOS

5.10 LOLOGRAMAS

6. CONCLUSIONES

7. BIBLIOGRAFÍA
Introducción

Durante milenios incluso siglos, después de 3000 años de antigüedad,


la civilización maya no ha dejado ni dejara de sorprendernos, no solo a los
historiadores sino también a los arqueológicos y público en general. Y es que
su legado, hasta la actualidad todavía continúa para el deleite de todos.

No solo fueron grandes arquitectos que demostraron el dominio de las


diferentes técnicas constructivas o el aprovechamiento del espacio, como es
el caso de los diferentes templos y adoratorios, plazas públicas y la
distribución de lo urbano. Es por ello es considerado como arquitectura
monumental con carácter urbano espacial sino también, dominaron las
matemáticas a tal grado que inventaron un sistema de numeración y no fue
necesariamente para hacer cálculos matemáticos sino más bien para medir
el tiempo y es por ello que los números Mayas tienen más que relación con
los días, meses y años a tal manera que fueron los creadores de grandes
calendarios. También descubrieron el cero.

Haciendo una paralelismo con otras grandes culturas y sobretodo en


América.nos daremos con la supresa que a diferencia de los Incas, los
Mayas desarrollaron un sistemas de códigos estampados de forma indeleble
en los vestigios materiales y que desafiaron el tiempo hasta quedar
impregnados en la memoria colectiva y sobre todo en toda la parte de Centro
América, que es sin lugar a dudas la escritura jeroglífica. Solamente cinco
civilizaciones en el mundo antiguo como Egipto, Mesopotamia, China, India y
Mesopotamia.

Ubicación Geográfica

la cultura maya se desarrollo en la parte central de América o lo que se


conoce como Mesoamérica, habitaron la península de Yucatán y los estados
de Quintana Roo, Tabasco, Campeche y Chiapas al este de México y los
países de Guatemala, Belice, El Salvador, Honduras occidental. Existen
Investigadores donde se han encontrado vestigios de esta civilización la
extendieron hasta territorios de Nicaragua y Costa Rica.

Gran parte de la área geográfica donde se asentaron, presentan una


gran variedad de montañas, pantanos, planicies, selvas tropicales, bosques
de alturas, y es por ello que el clima es totalmente húmedo acompañado de
lluvias fluviales que proviene tanto del Océano Pacifico y el atlántico.
La civilización Maya

Durante muchos años, la civilización Maya y sus descendientes han


ocupado este territorio aproximadamente hace 5000 años, pero según los
nuevos hallazgos arqueológicos podemos decir que ésta civilización se
remonta muchos años atrás.

Podríamos decir que los mayas culturalmente, tuvo una herencia de la


cultura Olmeca, ya que parte de sus costumbres culturales se ven reflejadas
en la mayoría de sus componentes o manifestaciones propiamente dichas,
como un difusionismo a nivel regional que abarcó literalmente toda la parte
de Mesoamérica.

La población maya se autodenominaron “ ixi’m winiko’b” (gente del


maíz), ya que según las creencias es un regalo de los dioses el que les dio
no sola la vida sino, el maíz mismo por el cual, se alimentaron por décadas
incluso, fue una de las bases alimenticias para al supervivencia durante toda
la historia de los Mayas.
Origen de los mayas

Desde la llegada de los primeros habitantes en América, teorizadas por


las diferente teorías poblacionales, y desde hace mas de 3500 a 3000 años,
El hombre americano se asentó en Mesoamérica , no solo domino el espacio
sino que pudo aprovechar de este, a pesar de toda lógica científica, ya que
pudieron

Para el estudio de la civilización maya, los investigadores tales como


arqueólogos e historiadores, han dividido su historia en tres períodos.

 El preclásico, que abarca desde el año 2000 a.C. hasta el 250 de la


era cristiana.
 El clásico, que se extiende desde los años 250 al 900 d.C.

 El posclásico, del 900 al 1500 d.C., el período de mayor auge cultural;


y coincidente con la llegada de los españoles a América.
En el pre-clásico, se comienza a estructurar las características de la
cultura Maya ya que la agricultura se convierte en la base de la subsistencia,
comienza a surgir las primeras aldeas y centros ceremoniales, el
sedentarismo se hace más notable y las actividades religiosas comienzan a
tomar un sentido más amplio, no solo en los entierros sino, en cada una de
las actividades culturales y vida cotidiana. Para el periodo clásico ya la
agricultura comienza a tener la importancia, empieza lo que diría según
Gordon Chile en el origen de las civilizaciones, lo que daría el mayor
surgimiento cultural en base a la agricultura, comenzaron, un desarrollo en
cada uno de los campos como; la agricultura, La política, la economía, la
arquitectura, económico religioso militar y lo social. Y es que en este periodo,
comienzan las grandes contracciones monumentales de los templos y
ciudades. El en periodo pos –clásico, comienza un estancamiento de las
actividades políticas, la crisis económica que de alguna manera no llego a la
subsistencia debido a aumento de la población crisis política que repercutió
en una lucha interna el cual con la llegada de los españoles termina.
Aspectos lingüísticos de las lenguas de la familia maya

Las lenguas mayenses son derivan del proto-maya (a veces llamado


Nab'ee Maya' Tzij 'la antigua lengua maya'). Se cree que el idioma proto-
maya pudo haber sido hablado en las montañas Cuchumatanes de
Guatemala central, en un área que se corresponde aproximadamente con la
que actualmente ocupa el kanjobalano. La primera división ocurrió alrededor
del 2200 a. C. cuando el grupo huastecano empezó a diverger del maya
común, después de que los hablantes huastecanos emigrasen al noreste a lo
largo de la costa del Golfo de México. Los hablantes de proto-yucateco y de
proto-cholano se separaron posteriormente del grupo principal y emigraron al
norte hacia la península de Yucatán, hacia el 1600 a. C. Los hablantes de la
rama occidental se trasladaron hacia el sur, a la región ahora habitada por la
gente mameana y quicheana. Cuando los hablantes del proto-tzeltalano se
separaron más tarde del grupo cholano y se movieron hacia el sur, a los altos
de Chiapas, entraron en contacto con los hablantes de las lenguas mixe-
zoqueanas.

Las lenguas indígenas mayas, relacionadas genéticamente entre sí, se


encuentran distribuidas por todos los países que actualmente constituyen
Mesoamérica. En México, en los estados sureños de Tabasco, Chiapas y
Campeche y en los estados peninsulares de Yucatán y Quintana Roo, se
hablan nueve de las lenguas de la familia maya. Sólo en la península de
Yucatán se encuentran alrededor de seis millones de hablantes mayas. En
Belice, un 10% de sus 228.000 habitantes hablan la lengua maya– quiché,
principalmente en la zona fronteriza con Guatemala. En Honduras, la etnia
Chortí que habita los departamentos de Copán y Ocotepeque, mantiene su
lengua maya, con un total de 2.000 indígenas. Esta etnia se ubica también
en Guatemala, en los departamentos de Chiquimula y Zacapa, fronterizos
con Honduras, con una población aproximada de 60.000. En Guatemala,
según Ajú (1990), el 65% de sus doce millones de habitantes es maya, y
habla uno de los 21 idiomas mayas reconocidos, con sus respectivas
diferencias dialectales. De estos idiomas reconocidos, las cuatro lenguas
mayoritarias son el Quiché, con 10 variantes dialectales, hablado por
alrededor del millón de personas; el Man hablado por unas setecientas mil
personas, posee cuatro dialectos; el Cachiquel con siete dialectos, es la
lengua de unas cuatrocientas mil personas; y el Queqchí, hablado por
alrededor de unas trescientas cincuenta mil personas.

La escritura maya

como se dijo con anterioridad, solamente cinco civilizaciones


desarrollaron lo} que podríamos llamar o considerar escritura, aunque en
otras partes también se han encontrado manifestaciones de escritura también
de antiguas pero son las que se han podido descifrar hasta la fecha. Y que
por ello tienen una mayor connotación o relevancia a comparación de las
mencionas, la escritura en Mesopotamia como la cuneiforme, en China con

sus pictogramas llamados hànzì (汉字/漢字; pinyin: hànzì, literalmente:

«caracteres Han, en la India, en Egipto con sus jeroglíficos y por último la de


Mesoamérica denominada glifos. Apartir de ahí de ha dado como una suerte
de difusionismo en la mayoría del centro nuclear donde se han desarrollado
la escritura.

El sistema de escritura jeroglífica maya consta de más de mil signos


diferentes. Sin embargo, muchos de ellos son variaciones del mismo signo
(alógrafos), elementos distintos pero con la misma lectura (homófonos), o
bien variantes que fueron empleadas en un cierto periodo o en un área
determinada. Por tanto, el número total de jeroglíficos empleados en un
momento dado no excedió del medio millar.

El sistema de escritura maya puede describirse lingüísticamente como


un sistema logosilábico, compuesto por signos que representan palabras
completas (logogramas) y sílabas (signos silábicos –silabogramas– que
pueden funcionar de forma silábica o vocálica). Hay aproximadamente 200
signos silábico-fonéticos diferentes, de los cuales cerca de un 60 por ciento
son homófonos. Por tanto, hay cerca de 80 sílabas fonéticas en la lengua
maya clásica y más de 200 grafemas silábicos en la escritura. Si se compara
con otros sistemas de escritura mesoamericanos, parece claro que el
empleado por los mayas era capaz de registrar estructuras lingüísticas tan
complejas como la sintaxis presente en las manifestaciones orales de sus
lenguas. En la práctica, en cambio, el sistema de escritura es el resultado de
la abreviación grafémica de estructuras sintácticas altamente complejas, de
manera que se requiere que los elementos que han sido omitidos se
reconstruyan por los lectores familiarizados con el idioma de las
inscripciones.

Historia

Los mayas no fueron los primeros ni los últimos en desarrollar un


sistema de escritura en Mesoamérica. Con anterioridad a la aparición de los
primeros signos glíficos de los que se tiene conocimiento (en el siglo III a.C.)
ya existían sistemas de escritura en al menos, cuatro áreas culturales del
ámbito mesoamericano: la zona interior del área olmeca en la región
meridional del Golfo de México, en el Valle de Oaxaca y en los valles de Alta
Verapaz en las Tierras Altas del sur de Guatemala.

La escritura en Mesoamérica se desarrolló en las últimas etapas de la


cultura olmeca, alrededor de (900-500, a.c). Es probable que se originase a
partir de la propia iconografía de esta cultura, inmediata predecesora de las
primeras manifestaciones escritas, para luego derivar en un sistema
escriturario mediante un proceso gradual de abstracción. Este sistema
primigenio parece haber dado lugar a dos tradiciones escriturarias en otras
tantas áreas distintas: la altiplanicie de México por un lado y las Tierras Altas
de Guatemala y Chiapas, junto con una región cercana en la costa
guatemalteca del Pacífico, por otro.

Esta última zona se encontraba poblada por mayas pero, con toda
probabilidad, bajo la influencia de grupos étnicos, culturas y lenguas
procedentes de lo que antes había sido el área olmeca. Durante el siglo I
a.C. las Tierras Altas influyeron culturalmente sobre las Tierras Bajas, donde
aparecen las primeras manifestaciones que indican la existencia de un
sistema de escritura.

Los signos más tempranos que se han identificado como parte del
sistema de escritura jeroglífica se encuentran en San Bartolo, localizado al
noreste de Guatemala. En la Estructura 1 de este sitio, en el grupo
denominado “Las Pinturas”.
Glifos mayas, “una imagen vale por mil palabras”.

La escritura maya está compuesta por una gran cantidad de códigos,


signos y símbolos llamados “jeroglíficos”, o también simplemente
“glifos”, Los glifos representan no cosas, animales, o ideas, sino,
frases completas, pensamientos completos, oraciones. Por ello se
dice que los mayas eran básicamente logográficos, es decir, cada
símbolo representaba un ente o concepto, como "pescado" o
"jaguar". También podríamos decir que los glifos mayas tienen una
forma muy particular, están esculpidos en bajo relieve, son de base
cuadrada, y tienen sus esquinas redondeadas, siendo su disposición
en columna o en renglones. En general, los glifos utilizados como
elementos fonéticos fueron en su origen logogramas
correspondientes a palabras que en lenguaje hablado eran
monosílabos, monosílabos que o bien terminaban en una vocal, o
bien en una consonante débil como y, w, h o una oclusiva
glotal (sonido parecido al de la h en las interjecciones ¡uh!, ¡ah!, ¡eh!
del castellano).
El desciframiento de los geoglifos mayas

Durante años, y como código indecifrado, los glifos mayas han dado
más que un dolor de cabeza a la mayoría de estudiosos que han
tratado de descifrar cada uno de los códigos encontrado en o
esculpido en cada una de las manifestaciones donde se han
impregnado estos códigos, y es pues que durante todo este tiempo,
han aparecido numerosos estudiosos, no solo de la cultura maya sino,
en romper cada uno de los códigos y que en algunos caso de manera
casual, otros de forma en que fue parte de toda una vida empelada en
hacerlo. Pero no solamente fueron personas del siglo XX o
contemporáneos a nuestra época, hay que tener en cuenta que
durante el proceso que dura la invasión en las tierras mesoamericanas
por parte de los españoles, las primeras ordenen religiosas se han
tomado también la molestia de tratar de descifrar los glifos mayas pero
con la diferencia es que a principio se trato de exterminar esa forma
tratando de remplazar con el nuevo idioma y su escritura del viejo
mundo, tratando así de borrar con todo escriba de ese tiempo que
pudiera escribir con la forma glífico maya.

En la ciudad de Maní, En Yucatán, en 1562 el inquisidor Diego de


Landa y como sucedió en muchas de las zonas donde los españoles
conquistaron, puesto que en Perú se llamo la extirpación de idolatrías
a cargo del padre Pablo Joseph de Arriaga, en la zona y como un acto
de fe, se mando a quemar la mayoría de los textos mayas, y que más
adelante, Diego de Landa fue convocado a un juicio por tal acto, y
contra la cultura, pero fue exonerado ya que en ese momento no había
inquisidor. Cuatro años después, como un modo de reivindicar, su
acto, y con la ayuda de los escribas mayas, hizo todo un estudio
antropológico de las costumbres y escritos de los mayas en un texto
llamado “relaciones de las cosas de Yucatán” ya que podría decir que
fue uno de los primeros estuios de la escritura maya. Lo que en un
principio fue como un acto de desaparecer dicho códigos termino
siendo uno de los libros de referencia para entender los códigos de los
mayas, recopilando así un silabario.

Los Peninsulares invadieron Yucatán cuando los mayas se


encontraban en decadencia y el maya yucateco era lengua franca.
Consumada la invasión, algunos mayas aprendieron a escribir con
caracteres latinos y nos legaron sus historias, profecías, mitos y
leyendas.

En algunas ciudades como Maní, Tizimín, Tusik, Kaua, Ixil y Chumayel


se escribieron los libros que en su conjunto se conocen como “Los
Libros del Chilam Balam”, su contenido plantea la naturaleza cíclica de
la Historia y “La Cuenta de los Katunes”.

El Popol Vuh (“Libro de la Estera”) nos comparte la mitología y la


historia tradicional de los poderosos mayas quiché de las tierras altas
de Guatemala y es considerado una de las obras maestras de la
Literatura Mesoamericana, resulta ser la transcripción de un
desaparecido códice precolombino, el manuscrito se escribió
originalmente en la ciudad de Utatlán en algún momento del siglo XVI
y fue copiado en varias ocasiones, la versión más antigua se conserva
en la Biblioteca Newberry de Chicago.

En 1851 León de Rosny encontró un paquete que indicaba “Perez”


entre un montón de papeles que estaban arrumbados junto a una
chimenea, contenía un fragmento de un códice maya que había
perdido su capa de cal y se había desdibujado parte de su contenido,
sin embargo, aún son visibles las representaciones zodiacales de 7 de
los trece animales míticos del cielo maya. Actualmente se le conoce
como Códice París. En 1860 apareció la mitad del que llaman Códice
Madrid, es un libro de horóscopos, ritos propiciatorios, adivinaciones y
otros elementos vitales en la liturgia de los sacerdotes mayas.

En 1869 el abate flamenco Charles Brasseur de Bourbourg ejercía su


oficio en la parroquia de Rabinal localizada en la zona maya-quiché de
Guatemala. El abate se aficionó al estudio de los manuscritos mayas y
recopiló el Popol Vuh, el Diccionario de Motul, la Relación de las cosas
de Yucatán y la otra mitad -llamada Tro-, del Códice Madrid.

Con toda esta información de primera mano, Brasseur identificó los


signos de día y de mes, así como el sistema numérico donde un punto
equivale a una unidad y una barra al número cinco, Tropezó
amargamente cuando aplicó el “abecedario de Landa” para intentar
traducir los jeroglíficos mayas de los códices que estudiaba.

Nunca es tarde para iniciar una búsqueda eterna, así que a los 58
años, Ernst Förstemann decidió estudiar la iconografía de los códices
mayas, al cabo de unos años, descubrió que los mayas usaron un
sistema de cómputo de base vigesimal, conocieron el ciclo sinódico de
584 días del planeta Venus y la célebre “Cuenta Larga” que es el
cómputo de los días transcurridos desde el 13 de agosto de 1314
hasta la fecha en la que los mayas databan sus eventos en las estelas.

Nuestro tiempo aún transita en la “Cuenta Larga Maya” porque la suma


total de los días que la constituyen es de 1 872 000 lo que equivale a
un poco más de 5 128 años solares… lo fantástico de la historia de “La
Cuenta Larga” es que somos afortunados ya que concluirá en
diciembre de 2012 y seremos testigos de un evento que ocurrirá
nuevamente dentro de 5 128 años solares.

A mediados del siglo pasado, J. Eric S. Thompson publicó “A Catalog


of Maya Hieroglyphs”, asumiendo el cetro de la autoridad entre los
primeros mayistas, al clasificar 856 jeroglíficos. Desafortunadamente,
su soberbia lo cegó y sus argumentos frenaron el estudio jeroglífico
maya durante varias décadas.

Heinrich Berlin realizó el extraordinario descubrimiento de los glifos


emblemas de cada Ciudad Estado Maya, evidenciando alianzas,
matrimonios, guerras y sacrificios entre los nobles de distintas
dinastías. La extraordinaria dibujante ruso-norteamericana, Tatiana
Proskouriakoff, reconoció que el tiempo transcurrido en las
inscripciones de cada estela de Yaxchilán no excede un periodo de 60
años, propuso entonces que los textos narraban la vida, las guerras y
las obras de dignatarios. Rastreó la historia de las dinastías de Tikal y
en esa misma ciudad interpretó la estela 31 donde quedó grabada la
vida del famoso Ahau (rey maya) Siyaj Chan K´ahuiil II conocido
también como Cielo Tormentoso, Tatiana trabajó intensamente en la
clasificación y lectura de los jeroglíficos mayas escritos en las estelas
de Piedras Negras y Quiriguá.

Yuri Valentinovich Knorosov era soldado del ejército ruso cuando al


final de la Segunda Guerra Mundial los rusos tomaron la ciudad de
Berlín… más tarde nació la leyenda de que cuando la Biblioteca
Nacional se incendiaba, Knorosov tuvo la osadía de introducirse entre
las llamas para rescatar algunos documentos y milagrosamente logró
recuperar un libro con las copias de los códices Dresden y Madrid,
impresos en 1933 por los guatemaltecos Antonio y Carlos Villacorta.

El maestro Knorosov comentó que en realidad, el ejemplar de los


hermanos Villacorta lo encontró en unos estantes dispuestos en la
calle y que con toda calma lo colocó bajo el brazo. Yuri era políglota y
conocedor de escrituras antiguas, los estudios que realizó años
después sobre las copias guatemaltecas de los códices Dresden y
Madrid, nos dieron la pauta para realmente leer y comprender los
jeroglíficos mayas.

Hubo un tiempo en que Thompson -por envidioso- hacía berrinche y


lanzaba la aplanadora en contra de Knorosov, quien sencillamente se
refugiaba en los estudios de los mayas, Thompson y Knorosov fueron
víctimas y cómplices de los intereses de las superpotencias por el
copyright de la interpretación de la historia, pero en la lucha idea
contra idea, ganó siempre Knorosov.

Sostuvo el ilustre ruso que los signos que recopiló Landa no son
alfabéticos sino silábicos, con sus necesarias excepciones cada signo
representa una combinación de una consonante-vocal como la
escritura japonesa Kana. Knorosov propuso:

1) Los signos pueden tener más de una función, en ocasiones fonético


a veces un morfema.

2) los signos que representaban morfemas podían incorporar otros


signos fonéticos

3) el orden de la escritura no es rígido y puede invertirse con fines


caligráficos o estéticos.

El maestro Knorosov descubrió también que en la página 41 del códice


Madrid, los dioses vienen acompañados de signos silábicos y se
pronuncian eliminando la última vocal, por ejemplo: la palabra pavo se
compone de los signos cu y tzu pronunciándose cu-tz (u).

De ahí partió el maestro Valentinovich para deshilachar la intrincada


escritura jeroglífica maya argumentando que “la construcción de las
oraciones se basan en un verbo-sujeto o verbo-complemento directo-
sujeto, dedujo también que los adjetivos se anteponen al concepto que
se refieren y que los adverbios se anteponen al verbo. Las expresiones
de tiempo van antes o después de la frase o de la palabra que las
acompañan”.

Yuri fue un gran hombre y, a pesar de que las amenazas y las bombas
lo persiguieron hasta en su visita a Guatemala, en el invierno de su
vida, pudo visitar las ciudades mayas que tanto había estudiado.

El 14 de diciembre de 1973 se inauguró la Primera Mesa Redonda de


Palenque, y en ella participaron; Gillett Griffin, director de Arte
Precolombino del Museo de Arte de Princeton, Linda Schele, Moisés
Morales, Jeff Miller, Larry Bardawil y David Joralemon.

Doctos y oportunistas se propusieron -y lograron- condensar sus


estudios técnicos y sus intuiciones mágicas para iniciar en Palenque,
Chiapas “El primer intercambio organizado de conocimiento sobre los
jeroglíficos mayas” en la primera Mesa Redonda de Palenque. Durante
la segunda Mesa Redonda hubo una feroz batalla de ideas… se
trenzaron en una esquina, Alberto Ruz Lhuillier (descubridor de la
tumba del Ahau K´inich Janaab´ Pakal K´in también conocido como
Pakal en el interior del Templo de las Inscripciones, Palenque,
Chiapas) y en la otra esquina, la juvenil Linda Shele. El momento
climático de la reunión lo protagonizó la futura reina de Austin, quien
se atrevió a compartir la intuición de que un glifo que estaban
analizando, era un verbo…

¿Y cómo puede demostrarlo? preguntó Alberto Ruz. Linda se sentó en


silencio y juró para sus interiores demostrar porqué era un verbo,
pasaron los años, Alberto ya no pudo testimoniarlo pero en 1993,
Linda Shele apareció en el marco de un encuentro de reflexión sobre
tópicos de la historia mexicana conducido por Octavio Paz. Aquélla
noche, Linda Shele mostró seguridad ante las cámaras e hizo gala de
un sobrado dominio del chol y del mexicano; ante nuestro asombro,
leyó de corrido el tablero completo de los 96 glifos de Palenque…
Recordemos un poco de lo que tradujo la maestra Shele: Los mayas
escribieron con metáforas y por ejemplo, para expresar la frase “Fue
entonces” escribieron “Así como el viento está opuesto al agua…” o
también “Así como Venus está opuesto a la Luna…”.

Hoy sabemos que los jeroglíficos son agrupaciones fonéticas de


prefijos, superfijos, sufijos y posfijos que rodean a los signos
principales que regularmente significan emblemas, capturas, fechas,
muerte, nacimiento, naguales, ascensión al trono, títulos y también los
nombres de los artistas que recreaban el conocimiento en la piedra
calcárea.

En Austin, San Petesburgo, Berlín, Tokio, en el INAH y en la UNAM


existen centros de estudios mayas donde se recopila e interpreta la
iconografía de la Civilización Maya. Los textos de la Escritura
Jeroglífica Maya resaltan los valores militares y sagrados de las
dinastías que gobernaron a los hombres con la venia de los dioses,
Existen connotados epigrafistas como Alfonso Arellano, Nikolai Grube,
Erick Velázquez, Harri Kettunen, Simon Martin, Christophe Helmke,
David Freidel o Alfonso Lacadena, pero el campeón de campeones es
David Stuart, quien desde los ocho años dibujaba las piedras de Cobá,
y actualmente dirige las traducciones de los últimos textos encontrados
en el templo XIX de Palenque. En ellos, ubicamos una serie inicial con
la fecha del 10 de marzo de 3309 que conmemora la ascensión al
trono del dios GI, el más viejo, el Primer Padre Sol y probablemente se
refieran a “Itamanaj” (Dios tutelar del Panteón Maya), El hecho de que
esta fecha difiera 195 años gregorianos del origen de la Cuenta Larga
(13 de agosto 3114) nos indica que antes de la “Creación de Nuestro
Tiempo” hubo otro tiempo, el de los dioses.

La palabra jeroglífica maya puede ser interpretada gracias a los


esfuerzos de ejemplares investigadores, quienes a partir de Knorosov,
lograron conocer el sentido y la forma de las voces suspendidas en
piedra durante cientos de años, hoy, además de pronunciarlas,
conocemos sus significantes.

Representación de la escritura

La escritura aparece de múltiples formas en monumentos de piedra


aislados (estelas y altares), en escalones, dinteles e intradoses de las
puertas, en tableros de piedra, estuco o madera, en pinturas murales y
códices, así como, en la cerámica funeraria, en pequeños utensilios y
adornos.
Las piezas más relevantes para los investigadores son, sin duda,
el millar de monumentos de piedra, a menudo bastante bien
conservados, y, en menor medida, debido a la densidad y complejidad
de su información, los cuatro libros manuscritos (códices de Dresde,
de París, de Madrid y Grolier), así como la abundante cerámica
policroma, descubierta sobre todo con los saqueos modernos de
tumbas.

La escritura maya presenta destacados contrastes, incluso


externamente, respecto a las otras escrituras mesoamericanas. Los
jeroglíficos mayas consiguieron un alto grado de estandarización y
abstracción. Los textos jeroglíficos mayas están escritos de modo muy
compacto en líneas y columnas exactas y, a menudo, sin ningún tipo
de representación gráfica aclaratoria. De este hecho pueden sacarse
dos conclusiones: por una parte, que después de su creación a partir
de una base postolmeca, la escritura maya se desarrolló con rapidez e
independientemente de otras escrituras mesoamericanas; por otra,
que ya a partir de alrededor del 400 d de C era una escritura
totalmente funcional que no necesitaba el apoyo de comentarios orales
ni gráficos. Este proceso se desarrolló en un período de
aproximadamente 500 años.
En vista de la larga tradición y estabilidad de nuestro sistema de
escritura actual, este lapso puede parecemos inverosímilmente corto,
pero está demostrado también para el desarrollo de la escritura
sumeria, con lo cual hasta cierto punto podría considerarse un período
sistemático inmanente
Orden de la escritura

Por norma general los textos mayas se leen de izquierda a derecha y


de arriba abajo, a doble columna (y en caso que se presente una última
columna, ésta se lee de arriba abajo) pero hay bastantes excepciones,
especialmente en objetos portátiles de tamaño pequeño, vasijas
cerámicas, dinteles, grafiti y textos pintados en las paredes de cuevas. Hay
también casos de textos escritos especularmente (como imagen de espejo)
pero son extremadamente raros. En este tipo de textos el orden de lectura
se suele determinar entendiendo la estructura de los distintos pasajes o
por comparación con cláusulas paralelas (oraciones que son idénticas o
similares en su contenido y estructura sintáctica)

El orden de lectura dentro de un bloque glífico determinado sigue, por


norma general, el del texto entero, es decir, de izquierda a derecha y de
arriba abajo. No obstante, se conocen numerosos ejemplos en donde el
escriba opta por redistribuir los glifos dentro del bloque siguiendo
consideraciones estéticas.
Estructura

Los sonidos del antiguo idioma maya eran más o menos iguales a
los sonidos que tenemos en castellano. Ellos usaban también las vocales
a, e, i, o, u. Los antiguos mayas tenían símbolos para la mayoría de las
consonantes acompañadas por una vocal. Por lo tanto, tenían sílabas para
cha, che, chi, cho, chu; la, le, li, lo, lu; ma, me, mi, mo, mu; ta, te, ti, to, tu;

Quiere decir que los mayas inventaron los glifos para las sílabas que
terminaban en vocal. Cuando necesitaban una sílaba que terminara con
una consonante, juntaban dos glifos. Por ejemplo, si querían escribir un
sonido como la sílaba tab , usaban las sílabas ta + ba y no pronunciaban la
última a. Una manera fácil de escribir esto es: ta-b(a)

En este ejemplo, los paréntesis indican que la última a es muda.


Aunque la última vocal a es muda, por lo general en escritura maya la
última vocal y la vocal anterior son idénticas, a esto se le llama la regla de
la armonía.
Por ejemplo, normalmente no escribirían tab,como ta-b(e) porque la vocal
muda y la vocal anterior no son idénticas.

Los antiguos mayas tenían algunos sonidos que no existen en castellano,


pero que sí son comunes a los idiomas mayas modernos. A estos sonidos
se les llama ‘oclusiones glotales,’ o simplemente, ‘oclusiones.’ Las
oclusiones son combinaciones de una consonante y una vocal que se oyen
de una forma explosiva cuando se pronuncian juntas. Por lo general, los
mayas tenían más de una manera de escribir una sílaba, lo cual es
diferente en la mayoría de las lenguas modernas. Nosotros siempre
escribimos el sonido ma como m+a; sin embargo, los mayas tenían muchos
modos de escribir el sonido ma. Por eso, dos personas que se
llamaban María podían deletrear sus nombres usando diferentes glifos
mayas.

A esta tabla se le llama ‘silabario’ (una forma de alfabeto, salvo que contiene
sílabas además de vocales).

Escribir ma así , así también , o así ,

o así .

Podemos escribir palabras completas con estas sílabas. Siempre


que escribimos una palabra usando las sílabas que componen la palabra,
decimos que escribimos la palabra ‘fonéticamente,’ lo cual simplemente
quiere decir que escribimos la palabra con sonidos. Hay cuadrados donde
no hay glifos. Esto es porque no todos los glifos de la escritura de los
mayas se conocen.

Al traducir textos mayas se debe tener en cuenta que existen


diferentes formas de interpretar algunas palabras y oraciones. El proceso de
traducción literal puede dividirse en diferentes etapas con diferentes
versiones de la traducción, que pueden ser más o menos estrictas. Teniendo
en cuenta que el significado literal de una palabra o de una oración puede ser
diferente en las dos lenguas, el concepto original debería estar presente en al
menos una de las etapas del proceso de traducción.
Para formar “silabogramas” se utilizan los “silabarios” (una forma de alfabeto,
salvo que contiene sílabas además de vocales), estos serian un ejemplo:
GLIFOS QUE SIGNIFICAN PALABRAS COMPLETAS
Ahora más que nunca nos daremos cuenta, que la escritura maya es
una combinación de glifos que significan sílabas, llamados “silabogramas,”
y glifos que significan palabras enteras, llamados ”logos,” (o “logogramas”).
Se han descifrado al momento más o menos 250 silabogramas y unos 500
logos que se usaban en la escritura maya antigua, siendo la más
importante la conocida como “época clásica”.
los glifos que significan sílabas con los glifos que significan logos,
escribiremos los nombres de los glifos que significan logos en mayúsculas.

Por ejemplo, el color blanco (SAK, en lenguas mayas, tanto antiguas

como modernas), puede ser representado por el glifo . La palabra cielo


(CHAN, en el idioma maya antiguo) puede

ser escrita con el glifo . Debido a que estos glifos significan

palabras completas y no son formadas con sílabas, decimos que son logos.

A veces una logo se parece a lo que significa. Por ejemplo, el glifo

quiere decir jaguar, y en realidad este glifo se parece a un jaguar.


Cuando una logo se parece a lo que significa, se llama ‘retratograma’.
Como a los mayas les gustaba mucha la variedad y divertirse cuando
escribían, ellos usaban una combinación de logos y silabogramas para
crear, inclusive, palabras sencillas. Por lo tanto, cada escriba se daba el
lujo de escoger combinaciones distintas para escribir la misma palabra. Y
como normalmente los escribas eran artistas, ellos usaban su creatividad al
máximo, y tallaban o dibujaban el mismo glifo de maneras diferentes. En
consecuencia, mientras que algunos aspectos de la escritura maya siguen
reglas exactas, otros aspectos varían dependiendo del escriba. Mientras tú
seas un estudiante principiante en la escritura con glifos mayas, es
preferible que primero sigas las reglas, pero cuando te conviertas en un o
una escriba hábil, como los antiguos mayas, podrás usar toda tu
creatividad también. Así que, adelante.

ESCRIBIR PALABRAS CON GLIFOS

Si queremos escribir la palabra jaguar en glifos mayas. La palabra


que usaban los antiguos mayas para jaguar era b’alam (o escrita más
técnicamente correcto, b’ahlam).
Los cinco grupos de glifos que aparecen a continuación, son modos
correctos de escribir la palabra b’alam, o jaguar.

B’ALAM

ba’ la
ma

b’a B’ALAM B’ALAM b’a B’ALAM


ma ma

Básicamente, el glifo superior no es más que un retrato de un


jaguar. Esto es el retratograma (y el logo) de B’ALAM.

El siguiente glifo para b’alam representa los sonidos que componen la


palabra. Es decir, que la palabra está escrita fonéticamente. Recuerda que
para escribir una palabra fonéticamente, la dividimos en sílabas. Por lo tanto,
b’alam está escrito como b’a-la-m(a). Los paréntesis en que se encierra la
última a indican que esa a es muda o silenciosa (no se pronuncia). Entonces,
si miramos el silabario podemos observas que los cuadrados de b’a, la, y ma,
y los pones juntos, consigues el glifo para b’alam, que se muestra en la
segunda fila de la ilustración. Como te explicaremos después, cuando los
glifos están colocados juntos y forman un grupo, se leen siguiendo un orden,
más o menos, de izquierda a derecha y de arriba hacia abajo.

Los tres glifos inferiores de la ilustración son combinaciones del


retratograma de B’ALAM, y de los sonidos que componen la palabra. El
retratograma de b’alam está incluido en estos glifos, pero también están
incluidas una, o más, de las sílabas que componen la palabra. Cuando una
palabra está escrita de esta manera, es normal incluir la primera y/o la
última sílaba, pero las sílabas de en medio, no. Puedes pensar que estas
sílabas extras son como ‘sílabas de ayuda’ para el logo o para el
retratograma. (El nombre técnico es ‘complemento fonético.’)

Otro ejemplo es el glifo para cielo, que vimos antes.

Podemos escribir cielo como . Pero, una forma más común es como

. Este contiene el glifo de cielo, más la sílaba de ayuda na, abajo. Esta
sílaba de ayuda nos sirve para reconocer y pronunciar el glifo. El segundo
glifo está escrito en sílabas mayas, como CHAN-n(a), en donde la a final es
silenciosa.
Aparte de que los mayas eran muy creativos, no está claro por qué
ellos incluían las sílabas de una palabra cuando no era necesario.

Puede ayudarnos a aclarar esto el siguiente ejemplo en que


escribimos como los mayas. Todo el mundo sabe que una señal roja grande
en las calles, en forma octagonal, significa ALTO. Pero, a menudo dentro del
octógono grande está escrita la palabra ALTO.

A veces, nosotros tomamos atajos al escribir igual como lo hacían


los mayas. Acortamos unas palabras y las abreviamos. Por ejemplo, Sra.
en lugar de señora, o Dr. en lugar de la palabra doctor, Lic. o Licda. en
lugar de licenciado/da. Además, escribimos siglas, o sea, escribimos las
primeras letras de una serie de palabras para significar el grupo entero (por
ejemplo: ONU quiere decir Organización de Naciones Unidas). También, a
menudo, usamos los sonidos destacados de una palabra o frase (por
ejemplo, “XXX Grande” significa “eXtra eXtra eXtra grande”). Los mayas
usaban sílabas en vez de letras, pero la idea es la misma.
BLOQUES DE GLIFOS

El glifo para b’alam demuestra que una palabra maya, en la


antigüedad, era a menudo una combinación o bloque de otros glifos. El
término se conoce técnicamente como ‘colocación de glifos”. Normalmente,
el escriba ponía un signo o glifo principal junto con otros glifos que servían
como prefijos, sufijos, superíndices y subíndices. Tenemos casos similares
en nuestro idioma. Por ejemplo, piensa en una palabra sencilla como
conocer. Si decimos desconocer, conocer es la palabra principal (similar al
signo principal), y des es el prefijo. Si decimos la palabra conocible,
conocer es la palabra principal e ible es el sufijo. También podemos decir
desconocible, lo cual tiene un prefijo y un sufijo junto a la palabra principal:
conocer.
También, al igual que los antiguos mayas, usamos superíndices y
subíndices, aunque los usamos más en las matemáticas y en las ciencias,
que en el habla común. Por ejemplo, 32 (tres elevado al cuadrado) tiene el
número principal 3, y el superíndice 2. El signo de agua, H2O, utiliza el
subíndice 2.
Podemos hacer lo mismo con las señales y los retratogramas en
lugar de las palabras y los números. Por ejemplo:

Arriba tenemos el signo principal (una logo y una retratograma) de un


cigarrillo encendido.
Y aquí tenemos el signo secundario (una logo) que quiere decir ‘NO’ o
‘Está Prohibido.’ Cuando los pongamos juntos, conseguimos el mensaje:
‘No Fumar’.

Por supuesto, también podemos usar signos de muchas otras


maneras. Todos sabemos lo que significa un gesto de ‘adiós’ con la mano,
tocarse el codo para tacaño, o el encogerse de los hombros para indicar
‘no sé’ o ‘no me importa’. Las palabras no son necesarias.

Así como en la computadora usamos muchos signos (o “iconos”) los


cuales no son nada más que retratogramas que usamos en vez de
palabras. Para guardar un archivo en el disco de la computadora, hacemos
un clic sobre un icono del disco; para imprimir hacemos otro clic sobre el
retrato de la impresora, y para abrir una carpeta, hacemos clic sobre el
icono de una carpeta abierta.

De manera similar, las compañías tienen sus logos, los países tienen
sus banderas y las religiones tienen sus propios signos (la cruz, la estrella
de David y la media luna). Por lo tanto, es fácil darse cuenta de que, al
igual que los mayas, a menudo usamos signos. La única diferencia es que
nosotros no usamos tantos signos cuando escribimos.

Ahora lo que necesitas saber es cómo los mayas ponían juntos todos
sus signos, símbolos y glifos para que pudiera comprenderse un texto. Aquí
tienes un diagrama de las partes de un bloque de glifos sencillo.

Como se puede ver, el signo principal del centro normalmente es el


signo mayor del grupo. En el idioma de los antiguos mayas, como en
castellano, sólo unos pocos de los prefijos, sufijos, superíndices y subíndices
disponibles se usan en una palabra.

Tenemos que saber el orden de las partes para entender una


palabra. Por ejemplo, la palabra ‘desconocible’ tiene sentido, pero
‘ibleconocerdes’ o ‘conocerdesible’ no tienen ningún sentido. Entonces, es
importante saber, que en la escritura maya, el orden común de los partes
en los bloques de glifos es normalmente de izquierda a derecha, y de arriba
hacia abajo.

El problema es que los bloques de glifos pueden ser mucho más


complicados que lo te mostramos arriba. Aquí tienes una guía para leer los
bloques de glifos más complicados.

Para finalizar, a veces los antiguos mayas combinaban dos glifos en


uno solo. A esto se le llama “refundición de glifos”.
Por ejemplo, piensa en las sílabas mo y lo. Los glifos de estas sílabas son:

mo y lo

Para escribir mo-l(o) los mayas combinarían los dos glifos para conseguir:

mo-l(o) = mol

Bueno, ahora, aunque tú no lo creas, ya tienes los conocimientos


necesarios para empezar a escribir con glifos mayas. En el próximo
capítulo, te enseñaremos a formar tu nombre en glifos mayas, y luego
también el nombre de tu pueblo. ¡Aprende las reglas, pero usa tu
creatividad! Adelante. ¡Que te diviertas!

LOGOGRAMAS

El sistema de escritura maya es un sistema mixto, o logosilábico, que


emplea tanto logogramas como signos fonéticos. Los logogramas son
signos que representan fonemas y contienen el significado de palabras
completas. En los siguientes dos ejemplos, el término para “montaña”, witz,
aparece escrito de dos formas distintas, aunque en ambos casos la lectura
es witz. El glifo de la izquierda es un logograma (en su variante en forma
de cabeza), mientras que el de la derecha es un logograma junto con un
complemento fonético (ver los capítulos siguientes).

Por otro lado la homofoía es la cualidad que tiene los signos distintos de
representar el mismo valor fonético, como ocurre con las Silabas y algunas
palabras. En el sistema de escrituyra maya los vocablos para serpiente,
cuatro y cielo se pronuncian de la misma manera (chan o kam, en función de
la lengua), pero se escriben empelando distintos signos.
LA ESTRUCTURA COMÚN Y EL CONTENIDO DE LOS
TEXTOS

LAS INSCRIPCIONES EN MONUMENTOS


Hoy en día se sabe con claridad que las inscripciones que
aparecen en los monumentos contienen básicamente información
histórica. El enfoque de estos textos de carácter público se centra casi
de manera exclusiva en eventos importantes de dinastías concretas.
Las menciones más frecuentes que aparecen en las inscripciones
hacen referencia a diversas actividades asociadas con la realeza tales
como entronizaciones, guerras, capturas, diferentes actividades rituales,
nacimientos, muerte, transmisión de poder y visitas reales, entre otras.
A menudo, los acontecimientos representados en el arte público se
limitaban a eventos sucedidos en un momento específico dentro de la
vida de la élite y vinculados con seres poderosos ya sea de carácter
histórico o sobrenatural.
Las inscripciones en la mayoría de los monumentos públicos,
como las estelas y los altares, se relacionan básicamente con hechos
históricos y asuntos que se consideraban apropiados para ser
expuestos a la opinión pública. Las inscripciones ubicadas en áreas
más restringidas, como las contenidas en dinteles y paneles
localizados en el interior de los templos, por lo regular tratan
cuestiones más controladas que se reservaban a una audiencia
específica.
Conclusiones

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