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VEN ESPÍRITU SANTO

FUENTE DE LUZ

A RENOVAR
TU DIÓCESIS DE AUTLÁN
2019
Ven
Espíritu
Santo
Fuente
De luz
A RENOVAR
TU DIÓCESIS
DE AUTLÁN
Índice

5 PRESENTACIÓN

9 INTRODUCCIÓN
11 I. MOTIVACIONES PARA EL NUEVO PLAN DE PASTORAL
12 II. ACERCAMIENTO GENERAL A LA HISTORIA DIOCESANA
14 III. UNA APROXIMACIÓN PASTORAL A LA CULTURA
• IMPORTANCIA DEL ANÁLISIS ANTROPOLÓGICO
15 • CULTURAS INDÍGENAS
16 • CULTURA CAMPESINA O MESTIZA
17 • CULTURA URBANA MODERNA

19 PRIMERA PARTE
IV. UNA MIRADA A LA REALIDAD COMO PASTORES
20 • REALIDAD SOCIAL
24 • REALIDAD RELIGIOSA
29 • REALIDAD POLÍTICA
31 • REALIDAD ECONÓMICA

35 SEGUNDA PARTE
V. UNA MIRADA HACIA DENTRO, COMO PASTORES
37 • SACERDOTES
38 • SEMINARIO
39 • LOS MOVIMIENTOS APOSTÓLICOS Y LAICALES
40 • FAMILIA: IGLESIA DOMÉSTICA
• LA JUVENTUD
41 • LA VIDA CONSAGRADA

2019
43 TERCERA PARTE
VI. PENSANDO LA REALIDAD DESDE NUESTRA FE
44 • DESDE JESÚS, OTRA REALIDAD ES POSIBLE
45 • ESPIRITUALIDAD COMO PASIÓN POR EL REINO
46 • CON JESÚS EN MEDIO DE LA COMUNIDAD SER PROFETAS
Y MÁRTIRES, ORANTES Y CON ROSTRO MARIANO
50 • CON LA TERNURA DE GUADALUPE:
EL ROSTRO MATERNO Y LIBERADOR DE DIOS
51 • CON JESÚS EN MEDIO DE LA COMUNIDAD HACEMOS LA PASCUA
52 • ALGUNAS VOCES MÁS
53 • EL MISTERIO DEL PECADO Y LA GRACIA DE LA REDENCIÓN
• LA CULPA
• LA MISERICORDIA
54 • DOLOR Y SUFRIMIENTO
• LA RESURRECCIÓN Y EL CONSUELO

55 CUARTA PARTE
ACTUANDO PROVOCADOS POR LA VOZ DE DIOS
57 VISIÓN
59 MISIÓN
61 OBJETIVO
63 LÍNEAS DE ACCIÓN
• VIDA DIGNA
66 • IGLESIA CON ROSTRO PROPIO
70 • ESTRUCTURAS DIOCESANAS
71 • EPÍLOGO y ORACIÓN

2019
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PRESENTACIÓN

1.  El Agente de Pastoral en la diócesis de


Autlán es una persona que comparte y da
su vida gratuitamente, respeta y sirve en la es-
de gracia4. No basta ver y sentir compasión,
sino acercarnos y compartir con el que más
sufre. Todo lo que somos y tenemos pertenece
plendidez para que su historia tenga horizonte al Pueblo de Dios, pues somos parte de él y
de sentido. Su anhelo es pasar por este mundo hemos venido a estar aquí para dar todo por
como uno más en kénosis1, e irse como alguien el Reino de Dios: tiempo, dinero, habilidades,
que pasó haciendo el bien. Como discípulos títulos… Todo. Todos los carismas de quienes
de Jesucristo recibimos una misión para la trabajamos en estas tierras los ponemos al
vida. Con esa mirada vemos la realidad y re- servicio de esta Iglesia Particular.
novamos el Plan Diocesano de ¡Alegría y esperanza para
Pastoral. El desafío no es sólo todos! Ellas nacen cuando se
doctrinal sino de actitud como libera la libertad sin ataduras.
pastores, ya que el ser cristiano Los apegos y los miedos nos im-
no nace de una teoría sino de un piden la alegría. Cuando nuestra
encuentro con Jesucristo2. seguridad está sólo en Dios, en-
Como agentes de pastoral, tonces recuperamos la libertad.
tres verbos resumen nuestra Bajo la mirada de nuestra Madre
acción: ver, sentir compasión, Santa María de Guadalupe, po-
actuar como pueblo de Dios. nemos el presente Plan, obra
En todo manda el amor. Sólo del Espíritu que habla desde
se aprende a ser pastor de nuestro pueblo. Detrás hay un
este pueblo estando cerca de estilo y horizonte espiritual.
las lágrimas del pobre; con su Pero nadie entiende nada si
sabiduría. Frente a los pobres, no recuerda bien. Tal memoria
Dios desprograma y reprogra- nos hace agradecidos a todas y
ma, quitándonos las sandalias todos los hermanos que pere-
para caminar los caminos de Su pueblo que grinan en estas tierras y con tantos agentes de
es sagrado3. Sólo se mira siendo Buena Nueva pastoral que han pasado por aquí: religiosas,
para nosotros mismos que nos dejamos liberar laicos entregados, presbíteros, obispos (algu-
de todo mal y para los que no tienen a nadie nos ya nos miran desde el Cielo), pero sobre
que los escuche y defienda, liberando a los todo al pueblo humilde y sufrido5.
presos. ¡Y son tantos! Dando vista a los ciegos 4 • Lucas 4 (Cfr. Isaías 42, 18).
y haciendo oír a los sordos, anunciando un año 5 • ¡Cuántas y cuántos misioneros que nos precedieron! Mártires
como San Genaro, San José María, San Rodrigo. Obispos como Don
Miguel, Don Everardo, Don Maclovio, Don Lázaro, Don Gonzalo.
1 • En la teología cristiana, la kénosis (del griego κένωσις: vaciamiento), Órdenes y Congregaciones religiosas, presbíteros ejemplares,
significa bajarse para ser receptivo a lo que Dios quiere. Catequistas, Colectoras, Movimientos apostólicos. Se cumplen las
2 • V CONFERENCIA DEL EPISCOPADO LATINOAMERICANO Y DEL palabras de Hebr. 10, 33.37; 13, 7,9, y se nos invita a recordar (Dt
CARIBE, Documento de Aparecida, n. 13. 6, 10-12). Toda una lista de rostros concretos que han caminado
3 • Éxodo 3. iluminando esta diócesis y también antes de que lo fuera.
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“Vayan y cuenten a Juan lo que oyen y ven: voluntarios del bien y no discípulos del Señor.
los ciegos ven y los cojos andan, los leprosos Porque tenemos mucho qué hacer, tenemos
quedan limpios y los sordos oyen, los muertos mucho qué orar. Desde la oración apostólica
resucitan y se anuncia a los pobres la Buena seremos impulsados a hablar menos de los
Nueva…” (Mt 11, 4-5). Este es un elemento de pobres ideológicamente y ser de verdad po-
la Carta de identidad de quien es miembro de bres estando más con ellos.
esta Iglesia particular o trabaja como agente Ante la dureza de las situaciones podemos
en la diócesis: “Soy uno que sufre y vive con perder la esperanza como aquellos discípu-
los que sufren; por eso, junto con los herma- los de Emaús que van en sentido contrario y
nos de esta Iglesia, puedo dar respuesta a los vuelven a su mundo; discuten, llevan la cara
ciegos, sanar a los cojos, vivir en el corazón triste y pierden lo que tenían; atrasados en el
de los que sufren…”. tiempo se quedaron en viernes santo. El Plan
Nos proponemos ser evangelizados por los Pastoral nos recuerda que el Señor se hace
más débiles y evangelizar sin proselitismos presente y nos recrea, camina con nosotros
sino por atracción; potenciando las semillas y nos acompaña en el camino del desánimo.
que ya existen; sirviendo para que el pueblo Él es el compañero que nos escucha y nos
de Dios crezca; insertándonos de verdad en llena. Sabemos que el “truco” pastoral con-
él para aprender de los humildes; sin clerica- siste en escuchar el grito de nuestro pueblo.
lismo, sin colonialismos ni mesianismos ideo- Queremos permitir que el Señor nos sacuda
lógicos; sintiéndonos servidores con rostro y hable fuerte; que nos explique la Palabra
propio, como expresión de la Iglesia universal. y nos reconstruya; que celebre con nosotros
Uno de los retos es fortalecer la autoridad el pasado, el presente y el futuro. Sólo con
moral tan deteriorada en nuestros tiempos, su fuerza, sintiéndonos Cenáculo, podremos
abrazando el camino de la cruz, desprendién- “sentir arder nuevamente el corazón”. A Él
donos generosamente de todo y poniéndonos le decimos: “quédate con nosotros” para le-
al servicio de los demás. No queremos comu- vantarnos, resucitar, ver las realidades con
nidades aisladas como sectas. Necesitamos la luz de la fe y correr hacia Jerusalén para
volver a creer en la cruz que redime (castidad experimentar la Resurrección. Sólo desde
y celibato por el Reino), en el desprendimien- esa “Jerusalén” podremos volver a la Galilea
to que comparte (pobreza), y en el servicio donde nos espera en su pueblo humilde. En
(obediencia). Soñamos con ser Iglesia contem- este ver, pensar y actuar, pedimos la confian-
plativa y orante, discerniendo el paso de Dios za para saber el cuándo y el cómo. En medio
en nuestra vida y en la historia con mirada de de tanta violencia, también descubrimos mu-
Dios. Todo esto nos dará libertad y nos hará chos signos de esperanza. Queremos, como
liberadores en la comunión. pueblo de Dios, ser evangelio visible donde
Ante una economía que lesiona los dere- la gente pueda leer la vida.
chos humanos, creemos en la economía de La Iglesia de Autlán no fue constituida con
la gracia donde no todo se compra y vende, medios humanos; por eso no puede conser-
sino que se comparte para dar frutos de fra- varse ni crecer sólo con ellos, sino con la mano
ternidad, verdad, solidaridad, amistad y espe- de nuestro Señor Jesucristo a quien volvemos
ranza. Ante el activismo que nos tienta, nos la mirada. Se requiere, pues, poner en Él solo
queremos cimentar en la omnipotencia de la esperanza para que la lleve adelante como
la oración, pues de otra forma seríamos sólo se dignó comenzar esta obra suya.
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Por gracia de Dios nuestro Plan Pastoral privado o individual, sino que se incorpore en
Diocesano sale a la luz poco antes del aniver- los proyectos y procesos, para construir un de-
sario 2000, en el que estaremos celebrando sarrollo humano de alcance universal, donde
los hechos de la Muerte y Resurrección de el testimonio de la caridad se dé mediante
nuestro Señor Jesucristo. De hecho, el año obras de justicia, paz y desarrollo como parte
2033 será de grande alegría para todos, ya de la evangelización.
que, al contemplar el misterio pascual nos El pueblo intuye bien lo que en la Biblia se
llenaremos de vida y esperanza. Esta es la llama cronos y kairos. El primero – cronos - (en
alegría del Evangelio que deseamos experi- griego Κρόνος), significa tiempo de activi-
mentar y comunicar, para que todos tenga- dad que se mide por el reloj; con frecuencia
mos vida para siempre. También es un don el produce activismo, presiona, enferma, gene-
hecho de las apariciones de Santa María de ra tensión. El segundo – kairos - (en griego
Guadalupe en el año 1531. Queremos cons- καιρός), signifi ca celebrar, hacer fi esta, no
truirle esa “casita” donde se manifieste el tener prisa, sanar y reponer. Con su palabra,
consuelo materno de Dios (Cfr. Is. 49, 15) y Dios forma y reforma a su pueblo. Sin un Plan
se realice el cumplimiento de la justicia y la Diocesano de Pastoral, caminaríamos sin brú-
paz de las que tanto carecemos hoy. Con el jula y sin horizontes, y seríamos presa de la
humilde Juan Diego, necesitamos pregun- confusión o de la moda. Al enviar a su Hijo,
tarnos si por ventura nos hemos hecho dig- Dios mismo entra en el tiempo y “mora” entre
nos del mensaje del cielo, si hemos hecho de nosotros el Eterno; a través de su Espíritu, vive
nuestra diócesis aquel espacio de bonanza con nosotros en nuestros corazones. “Ahora
que anhelaron nuestros ancestros. Nos pre- es el tiempo favorable” (Cfr. 2Cor 6, 2) “el día
guntamos si como Iglesia ¿somos esa casita, de la salvación” (Cfr. Lc 4, 16ss).
construida con dinámicas y alternativas más Exhortando a todos acoger el presente Plan;
humanizadoras, ajenas al sistema liberal de a no quedarse nadie fuera; y hacerlo en co-
corrupción y explotación de los más empo- munión; les bendigo con el digno embajador
brecidos? Necesitamos sentarnos a los pies de María, san Juan Diego, para que seamos
de la Virgen Madre para alentar la esperanza portadores del Evangelio de nuestro Señor
de ser un solo pueblo con nuestra nación. Jesucristo que es el “camino, la verdad y la
Ella puede ayudarnos a sentirnos pueblo y vida” (Cfr. Jn 14,6).
ser pueblo. Promulgado en el Seminario de Santa María
Frente a nosotros tenemos el reto para lo- de Guadalupe, en Autlán, Jal., a los 28 días del
grar que el amor no permanezca en el ámbito mes de mayo del Año 2019.

Rafael Sandoval Sandoval


Obispo de Autlán
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INTRODUCCIÓN

2.  La palabra introducción procede de dos


raíces latinas: dentro (intro) y conducir
(dúcere), de modo que, literalmente, significa
y gente mayor que aportan su entusiasmo y
sabiduría para mirar el hoy y el mañana con
esperanza.
“conducir dentro”, llevar al lector, en nuestro El método que seguimos es el que ya se ha
caso, al corazón del texto que tiene en sus ma- hecho tradicional: ver, sentir, iluminar y actuar.
nos para mostrar su contenido, su importancia, Es como la herencia y patrimonio de la Igle-
su razón de ser, el modo en que fue elaborado. sia Latinoamericana. En el fondo está como
El presente Plan Diocesano de Pastoral nació un eco el sentir y la voz de la gente como
desde una necesidad sentida de los agentes voz de Dios. Hemos querido que el lenguaje
de pastoral a fin de renovar y adaptar a las sea sencillo para que todos lo entendamos,
circunstancias de hoy tanto el Primer Plan pero también aparecen expresiones técnicas
como el Sínodo, para que marque el camino y teológicas que requieren ser explicadas,
a seguir en nuestra diócesis. Tres años nos profundizadas especialmente en los decana-
ha llevado su elaboración, en medio de un tos y parroquias. Son sus fuentes la Palabra
profundo diálogo con Dios, con la realidad de Dios, el Magisterio eclesiástico, el Sínodo
visible y entre nosotros, siempre tratando de diocesano, la palabra de nuestro obispo; pero,
escuchar las voces de nuestro pueblo. Por eso, sobre todo, la voz y el corazón de nosotros,
convencidos de que el Espíritu nos ha hablado, pueblo de Dios.
en adelante el Plan será la inspiración para Más de doscientas personas hemos partici-
que todos los que formamos parte de las co- pado en cada una de las diversas asambleas,
munidades diocesanas nos dejemos guiar por como representantes de las diferentes regio-
él. No es un “simple librillo”, sino la síntesis nes de la diócesis. En la primera asamblea
de una experiencia de comunión, como una (noviembre 2016) tuvimos como objetivo “que
experiencia fundante que nos ha marcado y laicos, religiosas, seminaristas y pastores, to-
que nos impulsa a caminar en un mismo sen- memos conciencia de planificar nuestra acción
tir y pensar en vistas de ser signos visibles, pastoral diocesana y optemos por emprender
fundamentados y eficaces de la presencia del este camino de comunión”. El resultado fue
Reino de Dios entre nosotros. un “Sí” al llamado de Dios. Fue emocionante
¿A quiénes se dirige este Plan? A todas las cuando lo dimos todos juntos y en grupos de-
personas de buena voluntad: laicos, ministros, lante del Señor. En la segunda asamblea (mayo
consagradas, obispo, presbíteros, movimientos 2017), nuestro objetivo fue “que laicos, consa-
apostólicos; pero, también, a los que sirven en gradas, seminaristas y pastores, respondiendo
el campo de la vida política; a los profesionis- al compromiso pastoral de nuestros días, identi-
tas que enriquecen el conocimiento para bien fiquemos en nuestra historia diocesana el paso
de la gente; a los artistas que promueven la de Dios, y en las raíces culturales, las matrices
sensibilidad por la belleza; a los campesinos, que nos dan identidad, para así poder ponernos
ganaderos y comerciantes que buscan una en perspectiva del Reino desde nuestra realidad
mejor vida para sí y para todos; a los jóvenes histórica – religiosa- cultural”. El resultado fue
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grandioso: profundizamos en nuestra dióce- pastor para ser asumida y promulgada como
sis como iglesia particular con rostro propio; expresión de lo que el Espíritu de Dios es-
caímos en cuenta sobre la necesidad de no pera de nuestra iglesia particular de Autlán.
vivir sólo copiando de otras diócesis, sino de Este texto final es el nuevo Plan Pastoral
profundizar en lo nuestro. Aquí fue cuando Diocesano que inspirará y organizará en los
ahondamos en la palabra ya tan nuestra “dio- próximos años la vida de nuestra Iglesia. En
cesaneidad”: somos y debemos actuar como él se recogen todas las realidades y voces
diócesis, es decir, como iglesia particular con de las personas que formamos la diócesis
rostro e identidad propia. La tercera asamblea de Autlán y que hemos apostado a la dioce-
(noviembre 2017) tuvo como antecedente un saneidad y a la participación más decisiva
visiteo en la diócesis donde fueron consulta- de los laicos en la iglesia y en la sociedad,
dos más de 24 mil hogares a fin de escuchar- desde la opción prioritaria por la familia y
los y así percibir mejor nuestro contexto. El los jóvenes. En consecuencia, ellos han de
objetivo: “percibir la realidad diocesana con crecer y madurar más su fe comprometida; y
una mirada de fe, y señalar los núcleos proble- los pastores hemos de disminuir hasta erra-
máticos más sobresalientes”. Ahondamos en dicar nuestro acendrado clericalismo a fin de
la problemática religiosa, social, económica y que el Señor de la historia siga conduciendo
política de la diócesis. Fuimos de sorpresa en a su pueblo hacia la plenitud de vida que su
sorpresa, al constatar cuánto nos falta conocer Hijo vino a proclamar.
con el corazón esta realidad donde vivimos. El presente Plan requiere de mucha escucha
En la cuarta asamblea nos enfocamos a buscar del sentir del pueblo, de autocrítica, de trabajo
cuál espiritualidad o estilo necesitamos para común, de agradecimiento, de festejo, y desde
afrontar pastoralmente esta realidad. luego de arrepentimiento y conversión, así
En fin, caminamos en la siguiente asam- como de nuevos programas que respondan
blea – noviembre 2018 - para adentrarnos a al Espíritu. Es una expresión de la unidad en
planificar; tuvimos momentos prolongados nuestra diócesis. Se trata de un Plan en el que
para ponernos de acuerdo sobre la “visión y queremos involucrarnos todos. No se preten-
misión”, sobre las líneas de acción pastora- de, en modo alguno, atropellar ni suplantar lo
les, el “objetivo” y la forma como se harían bueno que ya existe, queremos proporcionar
los programas que de criterios que faciliten
todo esto saldrán. Pero nuestras tareas para no
finalmente llegamos a sólo dar testimonio de
buen puerto con una comunión, sino hacer
obra elaborada colec- más efectiva la misión
tivamente, revisada que el Señor nos ha en-
minuciosamente por comendado en bien de
las instancias diocesa- todos los bautizados y
nas correspondientes personas de buena vo-
y entregada a nuestro luntad.
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I. MOTIVACIONES PARA EL NUEVO PLAN DE PASTORAL

“El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido. Él me envió a llevar la Buena
Noticia a los pobres, a anunciar la liberación a los cautivos y la vista a los ciegos, a dar la
libertad a los oprimidos y proclamar un año de gracia del Señor” (Lc 4, 16, 19).

3.  En esta Asamblea nos enfocamos en las


motivaciones (lo que nos mueve de fondo)
para hacer un nuevo Plan. El texto que más nos
Testimonios de laicos entregados, de religiosas
abnegadas, de vocaciones al sacerdocio, de
sacerdotes que dan su vida. Nos entusiasma
inspiró está citado y tiene tanta hondura que la llamada a ser instrumentos de liberación de
no se puede agotar. He aquí un resumen de lo tantas esclavitudes y tantos esclavos. Algunos
que el Espíritu nos inspiró: “Necesitamos reno- medios de comunicación, tan necesarios hoy,
var nuestra acción pastoral a 58 años de vida no dicen más que malas noticias y, faltando a
diocesana. Hoy de nuevo oímos la invitación su ética profesional, rompen la comunicación
de Dios a responder con renovados bríos a las auténtica de persona a persona, y generan con-
exigencias actuales; necesitamos unificar cri- fusión, desvirtuando la verdad. Aunque reco-
terios, latir con un mismo corazón. Tenemos la nocemos que muchos de ellos son necesarios
certeza de que el Plan de Dios es el mismo para como instrumentos de verdad y justicia. ¡Cuán-
nuestra diócesis y para cada uno de nosotros. Al tos cautivos hoy, y cuántos ciegos! Los oprimi-
igual que el Espíritu mueve a Jesús, nos mueve dos son muchos, pero de manera especial las
a nosotros, y nos lanza a que Su proyecto sea familias oprimidas por quienes deberían ser sus
el nuestro. En medio de malas noticias en la protectores, como el Estado, las Instituciones
Iglesia y el mundo, reconocemos la urgencia a nacionales e internacionales. Los pobres no
ser buena nueva para todos, pero en especial tienen acceso a su propia defensa”.
para los jóvenes; buena noticia de misericordia Compartimos cómo la planificación es un
y verdad para los que sufren y anhelan su libe- camino de conversión personal y pastoral que
ración integral. nos va llevando a un nuevo estilo de Igle-
Aunque muchos digan lo contrario, nosotros sia más diocesana: fiel al hombre y mujer de
creemos y sabemos que vivimos una prima- nuestra región, fiel a Dios que se nos ha reve-
vera eclesial, especialmente en esta diócesis. lado plenamente en Cristo, y fiel a la realidad
¡Cuántos testimonios que no salen a la luz! que exige discernimiento. Nos urge planifi-
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car la pastoral porque los desafíos actuales riegue en estas comunidades concretas. Los
requieren unidad de criterios, metas claras, laicos fueron muy precisos: “queremos vencer
evaluación constante. Vimos otras muchas nuestra apatía e indiferencia, vivimos como
razones: sociológicas, eclesiológicas, teoló- adormilados en la fe y compromiso, ensimis-
gicas, psicológicas, espirituales. Terminamos mados en el confort y consumismo, nos senti-
insistiendo que la planeación pastoral tie- mos como ignorantes en la doctrina social de la
ne una finalidad muy precisa: “para que el Iglesia, incluso hay entre nosotros laicos muy
Evangelio cale profundamente”. Otras voces problemáticos que caemos en fundamentalis-
se escucharon: “hay resistencias en algunos, mos muy dañinos. Queremos sentirnos más
como desinterés, conformismo, indiferencia parte de la Iglesia”.
religiosa, apatía en algunos, incluso pastores, Dios, desde la eternidad, ha tenido un Plan
miedos. Pero hay buen ánimo y esperanza ge- o Proyecto: nosotros somos fruto de ello. Su
neral, nos urge planificar para que ahondemos Plan para nosotros fue engendrarnos como
en la fraternidad, la perseverancia es básica, hijas e hijos suyos en su Hijo Jesús, dador de
la necesidad de dar continuidad a los proce- vida. Nos ha predestinado libremente y por
sos pastorales. Si no se planifica, los laicos amor a ser santos (Cfr. Efesios 1, 1ss), y Él ha
seguirán dependiendo de los presbíteros. Pero pensado en cada uno. Esto nos conduce a no
urge un cambio de mentalidad y de corazón; un aceptar el pesimismo, pues no le somos ex-
examen diario de conciencia pastoral; un dis- traños. Por ello, la predestinación es Buena
cernimiento comunitario para ver por dónde va Nueva que produce alegría. Nos ha diseñado
pasando el Buen espíritu y cómo nos engaña el para la relación con Él y con los demás. Nos
mal espíritu. Si no hay cambio de corazón, las ha hecho para la comunión en Cristo. Nues-
estructuras se quedan anticuadas e inútiles”. tra identidad consiste en existir de la misma
Los presbíteros insistimos en la necesidad manera que Jesús, para que nuestro destino
de construir la fraternidad efectiva y afectiva sea el mismo. Pero Dios nos ha puesto en esta
entre nosotros; ser vigilantes y humildes para “casa común” para que la cuidemos. Por ello,
hacer proyectos hacia la curación de heridas tomamos en serio todo lo que el Papa Fran-
entre nosotros. Las consagradas ahondaron cisco nos ha señalado en la Carta Encíclica
en la urgencia de inserción en la diócesis con “Laudato si” sobre el cuidado de la creación,
planes bien claros, para que cada carisma se el 24 de mayo de 2015.

II. ACERCAMIENTO GENERAL A LA HISTORIA DIOCESANA

4.  En este universo que conocemos, diseña-


do con sabiduría y amor por el Creador de
todo, en las dimensiones de tiempo y espacio,
con mucha frecuencia nos hemos desviado
(pecado), la fe nos asegura que Dios ha en-
trado en ella y se ha hecho historia en Jesús
aparecemos como verdadero milagro los seres para salvar. A ello le llamamos “Historia de
humanos, libres y capaces de amar. Llamados Salvación”. Nuestro Dios sale de Sí mismo, nos
y potenciados para el bien y la verdad, aunque busca y se nos revela; es un Dios preocupado
muchas veces hemos optado por el mal y la por nosotros; quiere nuestra identidad, nues-
mentira. Somos un drama que puede terminar tra libertad y unidad. La tierra es el espacio
bien o mal. En esta historia humana, donde obvio para que podamos ser libres. Todas las
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instituciones existen para facilitar que seamos de Zapotlán –hoy ciudad Guzmán-. Gracias a
nosotros mismos, alcancemos la libertad, es- su actividad apostólica desde 1533, llegó el
temos unidos y tengamos tierra como lugar tiempo en que los caciques y principales de
necesario para cuidarla y sentirnos más libres. las Provincias de Tenamaxtlán y Autlán fueron
También en la diócesis de Autlán ha esta- para ser bautizados en Zapotlán el año 1538.
do Dios presente desde antes de que fuera El celo por el Reino de Dios los condujo a la
constituida en año 1961 por el Papa San Juan fundación de los conventos: “curato-doctrina”,
XXIII. Ahora somos alrededor de 350,000 los de Autlán (1545); Tecolotlán (1599); Chacala
que la habitamos, casi el doble de cuando ini- (1608), y Tenamaxtlán (1662). En ellos y desde
ció: 165,397 habitantes. La belleza natural y estos conventos hacia todas las comunidades
el corazón humano de su gente son nuestra pertenecientes se evangelizaba, se adminis-
principal riqueza; sus aguas marinas, sus ríos, traban los Sacramentos, se catequizaba, pero
presas, lagunas y arroyos; las impo- sobre todo la atención esmerada a
nentes montañas, la fertilidad de la los pobres y enfermos. Sólo en Vi-
tierra y las diferentes especies de lla de Purificación desde sus inicios
flora y fauna nos siguen impresio- de evangelización fueron asistidos
nando. Si aún ahora nos sorpren- por sacerdotes diocesanos: Villa de
demos, ¿cuánto más conmovería Purificación y la parroquia nacieron
tanto misterio a nuestros padres al mismo tiempo. En el año 1799
indígenas, quienes se pasmaban habiendo cumplido su misión, los
ante tanta grandiosidad, y cuidaban frailes entregaron al obispo de Gua-
estas tierras que les daban alimen- dalajara, Juan Cruz Ruíz de Cabañas
to, vestido y habitación? y Crespo, la responsabilidad de las
La vastedad de nuestra dióce- comunidades cristianas.
sis contiene 13,494 kilómetros En el siglo XX, el año 1926, se
cuadrados que abarcan los muni- inició la guerra cristera como res-
cipios de Atengo, Autlán, Ayutla, puesta a la “Ley Calles”, en la que
Cabo Corrientes, Casimiro Castillo, murieron valerosos laicos, religiosas
Cihuatlán, Cuautitlán, Cuautla, El y buenos sacerdotes. Tres de esos
Grullo, Ejutla, El Limón, Juchitlán, La Huerta, sacerdotes ejercían el ministerio en lo que
Tecolotlán, Tenamaxtlán, Tomatlán, Unión de hoy es nuestro territorio diocesano entrega-
Tula y Villa de Purificación6. dos en la vida pastoral propagando la paz y la
En el siglo XVI llegaron los frailes francisca- vida, y animando a sus fieles a mantener su fe
nos, de la Orden de los Frailes Menores para ante situación tan difícil, fueron martirizados
anunciar el Evangelio. Los primeros: Fray Juan en el año 1927: Jenaro Sánchez Delgadillo en
de Padilla y Fray Miguel de Bolonia vinieron Tecolotlán (17 de enero); José María Robles
a nuestras tierras procedentes del convento Hurtado, en Quila el Grande (26 de junio), y
Rodrigo Aguilar Alemán, en Ejutla (28 de oc-
6 • BIBLIOGRAFÍA: Bordes Villaseñor, Autlán, Ed. Gobierno del Es-
tado de Jalisco, Guadalajara 1988, págs. 45-48. Brambila Crescen-
tubre). Fueron canonizados el 21 de mayo del
ciano, El Nuevo de Autlán, Guadalajara 1962, Colima, Col., págs. año 2000 por Su Santidad San Juan Pablo II.
11-83.
Martínez Zepeda Jorge, Tenamaxtlán, Jalisco, 450 años de historia
La diócesis de Autlán fue fundada el 21 de
1538-1988, págs. 100-122. enero de 1961, tomando 16 parroquias de la
Primer Plan Orgánico de Pastoral 1987-1989, Autlán 1986, págs.
3-46.
antigua Arquidiócesis de Guadalajara, y de
Regalado Piñedo Aristarco, La Villa de la Purificación, Iglesia y vida la diócesis de Colima. Había 14 Vicarías fijas
parroquial en épocas tridentinas, Ed. Página Seis Guadalajara, Jal.
2013, págs. 19-75.
y tres Capellanías. Sus obispos han sido los
Sínodo Diocesano de Autlán, Mayo 2009, págs. 3-18. 163-169. siguientes: MIGUEL GONZÁLEZ IBARRA (+) del
14

28 de mayo de 1961 al 15 de julio de 1967; de Pastoral el 28 de mayo de 1986, con motivo


EVERARDO LÓPEZ ALCOCER (+) del 29 de sep- de los 25 años de fundación de la Diócesis.
tiembre de 1967 al 19 de diciembre 1968; Posteriormente la clausura solemne del Primer
JOSE MACLOVIO VÁZQUEZ SILOS (+) del 18 de Sínodo Diocesano el 26 de mayo del 2009, y
mayo de 1969 al 23 de julio de 1990; LÁZARO actualmente los trabajos del Segundo Plan
PÉREZ JÍMENEZ (+) del 29 de junio de 1991 al Orgánico de Pastoral, que es promulgado el
9 de septiembre de 2003; GONZALO GALVÁN 28 de mayo del presente año 2019.
CASTILLO, del 14 de diciembre de 2004 al 25 Tiempos de gracia y pecado, de gloria y de-
de junio de 2015; RAFAEL SANDOVAL SANDO- cadencia, de alegrías y tristezas, de esperanza
VAL M.N.M. del 21 de enero de 2016 hasta la y desesperanza. Así es nuestra historia, así es
fecha. Innumerables y ejemplares laicos (aquí la Iglesia, así es nuestra diócesis: historia de
incluimos a los seminaristas), muchos conoci- fe donde buscamos y encontramos la salva-
dos, la mayor parte desconocidos, han pasa- ción que Jesús da. Ahí nos encontramos con
do haciendo el bien; numerosas consagradas nuestras cualidades y pecados; con gente que
de vida activa y contemplativa han dejado su busca sinceramente la santidad, y con algunos
huella con su carisma que nos edifica y ani- que buscan su prestigio; con los que tienen
ma; presbíteros y diáconos con su entrega de poco, pero lo poco que tienen lo dan, y con
pastores, nos impulsan a seguir caminando los que tienen mucho, pero se lo reservan;
entregando la vida por el Señor en su Pueblo. con los de iniciativas y los sin ellas. La dióce-
Hemos tenido etapas de trabajo pastoral sis ha recogido toda clase de peces. Historia
trabajando en comunión y unidad como ha que todos los días empieza y se desarrolla, se
sido la promulgación del Primer Plan Orgánico purifica y santifica.

III. UNA APROXIMACIÓN PASTORAL A LA CULTURA

las líneas de pensamiento, las fuentes inspira-


IMPORTANCIA DEL ANÁLISIS doras y los modelos de vida de la humanidad,
ANTROPOLÓGICO que están en contraste con la Palabra de Dios
y con el designio de salvación” 7.

5.  Consideramos de gran importancia, para


los fines de nuestro Plan Pastoral, no
quedarnos sólo en el análisis sociológico de
Sin pretender ser especialistas en la mate-
ria, los pastores reconocemos que toda cultura
refleja la personalidad de un pueblo, esto es,
la realidad que nos envuelve, sino llegar a la el conjunto de elementos que dan sentido
comprensión efectiva y afectiva de las culturas y orientación a su vida y le hacen tener un
que en ella intervienen, ya que en las culturas estilo particular de entender y relacionarse
es donde se manifiesta el ser profundo de las con el mundo y la naturaleza, de entenderse
personas, dentro de una colectividad que les dentro de este mundo y relacionarse con los
da pertenencia e identidad. Y es también en demás seres humanos; así como entender y
las culturas donde toma carne nuestra pro- relacionarse con la divinidad y todo lo que nos
puesta misionera y pastoral y se lleva a cabo la trasciende. La cultura recoge y viabiliza en lo
conversión profunda de “los criterios de juicio, 7 • Pablo VI, Exhort. ap. Evangelii nuntiandi (8 diciembre 1975),
los valores determinantes, los puntos de interés, 19: AAS 68 (1976), 75.
15

concreto de todos los días verdades


o ideas con las que el grupo humano
explica su realidad y se plantea un
horizonte de ideales o valores que
tensionan su práctica cotidiana ha-
cia el deber ser de las cosas y de las
personas. Con este marco de ideas,
de cualidades humanas y de valo-
res predominantes, los discípulos
y misioneros de Jesucristo debe-
mos dialogar, para que acontezca y
se muestre aquí y ahora la inculturación del las culturas indígenas de nuestra región. Nos
Evangelio y el Reinado de Dios. referimos tanto a la cultura náhuatl de Telcruz
Por eso, a partir de la información antropo- y sus alrededores, donde se conserva aún la
lógica de la que disponemos, podemos afirmar lengua, los trajes típicos, las danzas, el sistema
que en nuestra iglesia particular convergen tres tradicional de cargos y servicios, su cosmovi-
grandes culturas o matrices culturales que se sión - cosmovivencia propia; como también
desarrollan con sus propios mecanismos, que a la cultura kora y huichola o wirárika, cuya
se relacionan entre sí y mutuamente se influen- presencia o influencia se percibe en varios
cian, a veces de manera más o menos armonio- lugares de la diócesis. Por ejemplo, en la zona
sa y a veces de modo bastante violento; pero de Tenamaxtlán, que recuerda a Temaztle, gran
todas se hallan desafiadas por las presiones de líder kora, que marcó la vida de su pueblo en
los intereses económicos dominantes a escala los comienzos de la primera evangelización,
mundial y de la modernidad actual. ya que encabezó una delegación indígena que
Sin duda, podemos aplicarnos lo que el Papa fue a gestionar ante el rey de España el re-
Francisco dijo a todo el pueblo mexicano en conocimiento de los territorios de su pueblo
su visita a nuestra patria en 2016: “Su privile- y ahí conoció y se unió a la causa de Fr. Bar-
giada ubicación geográfica lo convierte en un tolomé de las Casas para crear las bases del
referente de América; y sus culturas indígenas, Derecho Internacional.
mestizas y criollas, le dan una identidad propia, Estos indígenas son los nativos de nues-
que le posibilita una riqueza cultural no siempre tra diócesis, pero también hay que contar a
fácil de encontrar y especialmente valorar. La los que, por el turismo y, últimamente, por la
sabiduría ancestral que porta su multicultura- producción agrícola moderna, están migrando
lidad es, por lejos, uno de sus mayores recursos a esta zona con todo su bagaje de culturas
biográficos. Una identidad que fue aprendiendo de Oaxaca, Guerrero y otros estados. Todas
a gestarse en la diversidad y, sin lugar a dudas, estas culturas se caracterizan por su amor a
constituye un patrimonio rico a valorar, estimu- la madre tierra, por su sentido comunitario y
lar y cuidar” 8. su religiosidad profunda, aún en medio de la
precariedad a que han sido empujadas por la
CULTURAS INDÍGENAS discriminación y la explotación inmisericorde
de sus bienes naturales, de su fuerza laboral,

6. En primer lugar, por ser la más antigua,


pues está aquí desde hace más de tres mil
años se encuentra la cultura o, mejor dicho,
de sus personas mismas y por la manipulación
y folclorización de sus tradiciones. Todos estos
grupos humanos, pero especialmente los que
han inmigrado recientemente, aunque resis-
8 • Papa Francisco, discurso en el Palacio Nacional,
13 de febrero 2016.
ten de múltiples formas, están expuestos a
16

un repentino cambio cultural que bien puede áreas de mayor desarrollo de México, tuvieron
reflejarse en: una pérdida total de la cultura un impacto sobresaliente en el resto del país,
propia (aculturación) o una pérdida parcial ya que de esta zona comenzó la migración más
de la formas de expresión cultural (transcul- significativa de los Teochichimecas o Aztecas
turización) o a una incoherencia donde ya no que hicieron posible el resurgimiento de la
corresponde la expresión cultural con el modo civilización del Anáhuac en los quinientos años
de vivir actual (anomía cultural); y, en conse- anteriores a la conquista y la colonia. La sabi-
cuencia, todos necesitan de un apoyo pastoral duría y la experiencia acumulada en nuestra
urgente para la defensa de sus personas, sus región inspiró el segundo desarrollo civilizato-
derechos humanos y culturales. rio de esos tiempos; desarrollo que alcanzaron
En la época prehispánica estas culturas y a conocer los europeos y algunos a admirar
pueblos, aunque estaban en la periferia de las cuando llegaron al altiplano mexicano en 1519.

CULTURA CAMPESINA O MESTIZA

7.  Los campesinos de agricultura tradicional, es decir, de producción de consumo y de comer-


cio cercano entre pueblos, fueron hasta hace pocos años el grupo mayoritario en nuestra
diócesis y su cultura mestiza prevalecía y marcaba incluso la personalidad nacional que se
expresaba en el arte, las películas y novelas mexicanistas. Es en nuestra región donde se fue
gestando la llamada cultura nacional, pues, como dice la canción, ”de Cocula es el Mariachi y
de Tecalitlán los sones; de Tequila su mezcal y los machos de Jalisco que son valentones, por eso
traen pantalones”. Estos elementos contenidos en la canción se hicieron parte del imaginario
que impregnaba la cultura mayoritaria, caracterizándola por lo ranchero, la vida campirana
llena de cantos de mariachi al amor deseado y, a menudo, no correspondido o perdido; y en
torno al cariño a la madre y a la familia extensa que abarcaba a la comunidad donde todos se
conocían y se apoyaban, pero que a veces explotaba también en actos de violencia extrema
como describe Juan Rulfo en su libro “Llano en llamas”.

El mestizaje mexicano tiene los valores renunciar a la propia identidad, «descubrir la


ya señalados, pero es bastante complejo y profunda verdad de la nueva humanidad, en la
genera una personalidad no reconciliada cual todos están llamados a ser hijos de Dios»
suficientemente como señala Octavio paz Reclínense pues, hermanos, con delicadeza y
en el Laberinto de la Soledad, ya que, por un respeto, sobre el alma profunda de su gente, des-
lado, hereda -aunque no valora ni asume-, la ciendan con atención y descifren su misterioso
riqueza de las culturas ancestrales indígenas rostro. El presente, frecuentemente disuelto en
del lugar, y por otro busca -sin lograrlo- asi- dispersión y fiesta, ¿acaso no es también pro-
milarse al modelo que vino de fuera. pedéutico a Dios que es sólo y pleno presente?
Ante este mestizaje complejo y desafiante ¿La familiaridad con el dolor y la muerte no son
debemos tomar en cuenta lo que el Papa Fran- formas de coraje y caminos hacia la esperanza?
cisco pedía a los pastores de nuestra nación: ”El La percepción de que el mundo sea siempre y
regazo de la fe cristiana es capaz de reconciliar el solamente para redimir, ¿no es antídoto a la au-
pasado, frecuentemente marcado por la soledad, tosuficiencia prepotente de cuantos creen poder
el aislamiento y la marginación, con el futuro prescindir de Dios?” 9.
continuamente relegado a un mañana que se
escabulle. Sólo en aquel regazo se puede, sin 9 • Papa Francisco, Discurso en la catedral de México, febrero 2016.
17

CULTURA URBANA MODERNA

8.  En los últimos veinte años, la globalización moderna, ese exigente modo de vivir depen-
diendo de lo que acontece a escala mundial, llegó a la diócesis de Autlán con sus valores y
antivalores, y está cambiando rápidamente nuestros esquemas de pensamiento y de sentido de
la vida. Lo ancestral y lo campesino tradicional está siendo transformado por la mayor valora-
ción de la persona y sus derechos individuales, por el deseo de dominio de los conocimientos
científicos para sacar el máximo provecho de los recursos naturales y de las oportunidades del
mercado, por la educación para la competitividad con el deseo de acceder a niveles mejores
de vida. Evidentemente son valores importantes, pero ante ellos el bien común y los valores
familiares y comunitarios ceden lugar a la lucha individual por subir de status social, con fre-
cuencia, sin importar los medios y las consecuencias; lo que lleva a pensar a algunos que el fin
justifica los medios así sean éstos la explotación y el descarte de los opositores o de los pobres
y más débiles. La ausencia de ética conduce al hecho bastante generalizado de la corrupción
de quienes usan de modo irresponsable los bienes públicos sin rendición de cuentas unida a
la aceptación o indiferencia por parte de los demás ciudadanos al asumir que robar no es malo,
sino que te descubran haciéndolo. Y la peor manifestación de este deterioro moral es el nar-
cotráfico que está llegando y contaminando todo con el deseo de un rápido enriquecimiento
a costa de lo que sea, incluso de matar a los que se oponen.

Ante esta realidad terrible, el Papa Fran- las cuales lamentablemente se ahogan tantas
cisco nos señala: “Les ruego no minusvalorar vidas, sea la vida de quien muere como víctima,
el desafío ético y anticívico que el narcotráfico sea la de quien delante de Dios tendrá siempre
representa para la juventud y para la entera las manos manchadas de sangre, aunque tenga
sociedad mexicana, comprendida la Iglesia. La los bolsillos llenos de dinero sórdido y la con-
proporción del fenómeno, la complejidad de sus ciencia anestesiada”11.
causas, la inmensidad de su extensión, como
metástasis[10] que devora, la gravedad de la vio-
lencia que disgrega y sus trastornadas conexio-
nes, no nos consienten a nosotros, Pastores de
la Iglesia, refugiarnos en condenas genéricas
–formas de nominalismo– sino que exigen un
coraje profético y un serio y cualificado proyec-
to pastoral para contribuir, gradualmente, a
entretejer aquella delicada red humana, sin la
cual todos seríamos desde el inicio derrotados
por tal insidiosa amenaza. Sólo comenzando
por las familias; acercándonos y abrazando a la
periferia humana y existencial de los territorios
desolados de nuestras ciudades; involucrando
las comunidades parroquiales, las escuelas, las
instituciones comunitarias, las comunidades
políticas, las estructuras de seguridad; sólo así
se podrá liberar totalmente de las aguas en
10 • Proceso de expansión a partir de una enfermedad.
(Cfr https://www.cancer.gov/espanol/publicaciones/diccionario/def/metastasis) 11 • Ibid.
19

PRIMERA PARTE

IV. UNA MIRADA A LA REALIDAD


COMO PASTORES
20

UNA MIRADA A LA REALIDAD COMO PASTORES

A
l contemplar la realidad, en esta amada diócesis, lo queremos hacer situándonos bajo la
mirada de Dios. Él ve, oye y mira el desorden. Su deseo y decisión es redimir y salvar de
cualquier situación. Nos acercamos con ojos de pastores porque en la realidad se encuen-
tran las alegrías y las esperanzas, pero también los dolores, las luchas y los sufrimientos más
sentidos. Nos aproximamos con ojos y oídos bien abiertos para escuchar los gritos de nuestro
pueblo y así disponer nuestro corazón para acoger con fe y amor la palabra del Señor que se
manifiesta a través de esas voces.

está pasando de la autoridad sabia y pruden-


REALIDAD SOCIAL te, al ejercicio del poder sin ética alguna. Hay
Vemos, con dolor, el sufrimiento de nuestro daños, también, al valor de la tierra (ya no se
pueblo: asesinatos, extorsiones, desapareci- quiere sembrar maíz); a los valores perennes,
dos… La paz que teníamos se ha ido perdien- ahora lo que vale es la fuerza, la violencia y
do. Nuestra diócesis se ha convertido en un ostentación, aunque sea sólo momentánea;
verdadero hospital de heridos en todos los se vive en un círculo nefasto: “si me mataron
aspectos: espiritual, psicológico, emocional y a un familiar, yo hago lo mismo con otro de
físico. Incluso, nos alarma que una anticultura ellos”. En fin, daños a la integridad familiar;
de muerte se ha ido instalando y aumentan- aumenta la agresividad, y ya no se confía en
do. Aún no tenemos, ni en la diócesis ni en el nadie.
gobierno, instituciones estables que animen,
asistan y acompañen a tantas víctimas de la - ¿POR QUÉ ESTA SITUACIÓN? No tenemos
violencia. Si no hemos acompañado a las vícti- respuesta fácil. Las instituciones civiles han
mas, menos aún hemos ahondado en las raíces abandonado el campo. Los campesinos pien-
más profundas de esta triste realidad. san que tener dinero y armas da seguridad. Se
absolutiza la familia como si fuera una mafia
(se dice: “por la familia mato”, “le entré porque
El Narcotráfico y la violencia me invitó mi primo”); es la “solidaridad” fami-
liar mal entendida. Los que están metidos ya

9.  - ACTORES Y DAÑOS. Los actores del nar-


cotráfico son muchos y en diferentes ni-
veles: el dueño de la tierra; el que siembra,
no consiguen salir de ese ambiente, y quien
lo logra, es amenazado o asesinado. Es grave
que no exista una cultura de denuncia porque
cosecha y cuida; los brazos armados que vigi- se tiene miedo. El miedo es tanto causa como
lan el tráfico; quienes negocian con algunos efecto. En el fondo se cree que el capital o
del mismo ejército; los cárteles organizados; el dinero son lo que importa, no la persona
los que lavan el dinero; algunos funcionarios humana. Muchos medios de comunicación y
públicos inmiscuidos; familias involucradas redes sociales a diario hablan y dan noticias
Los daños son inmensos: daños a la salud; a la de violencia, y con escándalo. La violencia se
cultura (se está perdiendo el amor a la tierra, va viendo como normal, y se le va quitando la
a las tradiciones, a la familia ); a la visión del moralidad. Se dice que “es problema de nar-
trabajo legítimo y honrado (el dinero fácil, cos”, como si ellos no merecieran vivir. Cons-
rápido y sin esfuerzo se va haciendo ley). Se tatamos que en la base está un ídolo, es decir,
21

una creación humana que se absolutiza y a la pastorales adecuadas según el querer de Dios
que se somete todo. El “narco” es un ídolo que en bien de todos.
se presenta como omnipotente e invencible;
como dador de vida y muerte. Por eso, hay que - SOMBRAS. Nos duele hondamente, lo diji-
desenmascararlo de manera radical para ver mos antes, ver cómo nuestra diócesis va per-
su falacia. Los discípulos de Jesús sabemos diendo la tranquilidad paso a paso; la paz se
que el Padre no puede matar a nadie. Él sólo diluye ante la incidencia delictiva que se hace
quiere la vida. Dios, al mirar esta realidad, la presente en extorsiones, fraudes, homicidios
mira con compasión. Afirmamos que nadie dolosos, amenazas, desapariciones, violen-
tiene derecho a quitar la vida. Por eso, nuestra cia intrafamiliar, violaciones, abuso sexual
visión es la misma que la de Dios: respetar, a menores, feminicidio… Una cultura de la
servir y dar vida. muerte ha comenzado a desatarse en nuestra
diócesis. Esto nos alarma y nos lleva nece-
- ¿QUÉ HACER? Aunque tal situación nos sariamente a reconocer que también, como
duele muy hondo, reconocemos que, como iglesia, hemos fallado al no poder responder
pastores, no hemos respondido con proyec- ágilmente con proyectos puntuales que bus-
tos puntuales a tan grave situación. Nos la- quen acompañar a las víctimas de esta espi-
mentamos, pero no tenemos procesos bien ral de violencia y atropellos de los derechos
definidos. No hemos sabido vincularnos con humanos y apunten hacia la construcción de
otras instituciones (magisteriales, guber- la paz verdadera. Es verdad que han surgido
namentales y otras) para sumar esfuerzos pequeñas iniciativas, pero humildemente
ante tan grande mal. Tenemos esperanza aceptamos que no hemos podido sacudirnos
que, de este Plan Diocesano, se despren- de una práctica puramente asistencialista,
dan proyectos y estructuras que respondan además no hemos sabido vincularnos con
esta situación problemática de manera seria otras instituciones gubernamentales o no
y profunda. gubernamentales para sumar esfuerzos en
orden a apoyar la necesidad social imperante.
El presente Plan Diocesano de Pastoral busca
Los Derechos Humanos despertar en todos nosotros el compromiso
mediante programas que desencadenen ac-

10. - LUCES. El aprecio de nuestros pue-


blos a la vida, su sensibilidad ante
el dolor, y su solidaridad con el necesitado,
ciones inmediatas que favorezcan a los más
necesitados. Lamentamos que en nuestra
Diócesis aún no hemos logrado pasar a una
sigue siendo una reserva moral en nuestras fe más comprometida con los derechos del
comunidades. El ambiente de pueblo, esa ser humano. Ante los embates de esta nueva
cordialidad al saludarnos, la familiaridad con época que mutila, distorsiona, cambia y en-
la que nos vemos, son fuerzas que nos abren sombrece la imagen del ser humano; necesi-
la posibilidad de generar proyectos para pro- tamos proclamar, con el ejemplo y la acción,
mover, valorar y optar por el cuidado de la que toda persona, independientemente de
dignidad humana. Este aspecto solidario de su condición social, económica, política o
nuestra gente nos da esperanza y nos impulsa religiosa, tiene valor en sí misma; que por
a actuar más decididamente por la defensa naturaleza es libre, trascendente, y tiene la
de los derechos humanos. Sólo falta encauzar capacidad para relacionarse dignamente con
esa buena voluntad que se conmueve ante Dios, consigo misma, con los demás y con
el sufrimiento y lleve a nuestra diócesis a la naturaleza. La vida es más fuerte que la
acompañar a muchos y muchas con acciones muerte.
22

Los indígenas

11. - LUCES. El territorio de lo que ahora es la diócesis de Autlán estaba ocupado desde
tiempos remotos por nativos de habla náhuatl que eran sedentarios agricultores; y tam-
bién por indígenas nómadas del pueblo kora y wirárika o huichol, que se dedicaba a la caza y la
recolección. Poco después de la conquista, llegaron también campesinos pobres a cultivar caña
de azúcar y otros productos de consumo interno. La unión de estos grupos humanos dio origen
a los mestizos, que son actualmente la población mayoritaria. La predominancia de los mestizos
hizo que los indígenas fueran relegados a pequeños reductos en la Sierra Madre Occidental;
pero expresiones de sus culturas se perciben todavía en buena parte de la población campe-
sina, incluso en la citadina de nuestra diócesis. Hay que señalar que, a causa de la migración
reciente, indígenas de Oaxaca, Guerrero y de otros estados están llegando para emplearse en las
empresas agrícolas modernas de exportación y
para vender artesanías al turismo de nuestras
costas. Este sector humano es el que más ex-
puesto está a la explotación, a las enfermeda-
des y a la discriminación. Sin embargo, desde
nuestra visión de pastores descubrimos que
los indígenas nativos del lugar y los migrados
a estas tierras constituyen una riqueza por los
valores humanos y espirituales que portan sus
culturas ancestrales y, en ese sentido, son una
reserva de humanidad que sigue inspirando el
caminar también de nuestra población mestiza
e incluso de quienes ya viven en las ciudades.

- SOMBRAS. Reconocemos que, como dió- salud como el ISSSTE. Existen hospitales de
cesis, no hemos tenido una pastoral especí- atención primaria. El sector privado cuenta
fica para estos hermanos nuestros, aunque con hospitales, clínicas y laboratorios. Hay
ciertamente contamos con algunos agentes municipios que tienen atención médica, pero
de pastoral comprometidos con su causa y por la precariedad de los recursos, recurren a
también con vocaciones indígenas para el la Ciudad para mejor atención. Existen asilos
ministerio sacerdotal y la vida consagrada. en Autlán, Tecolotlán y El Grullo a cargo de
Nos faltan, en el Seminario, no sólo cursos congregaciones religiosas donde se recibe la
bien estructurados sobre la historia y cultu- atención sanitaria. En ese sector salud, nues-
ra de los pueblos originarios, sino, también, tra diócesis ha avanzado notablemente. Sin
ahondar en un amor profundo a estos pueblos embargo, la demanda es cada vez mayor. Ha
de donde procedemos. habido promesas de gobierno para construir
un hospital de especialidades tan urgente
hoy, pero no se han cumplido.
La Salud
- SOMBRAS. A pesar de los avances tanto

12. - LUCES. La Ciudad de Autlán concentra


la atención médica más importante
de la región sanitaria VII (Autlán - Costa Sur)
gubernamentales como privados, la atención
es muy limitada. Como Iglesia requerimos
tomar más consciencia en este campo para
a través de un hospital regional y centros de atender especialmente a los más necesitados
23

y brindarles una atención más personalizada en el área educativa. Incluso, antes que el sis-
y compasiva. Muchos enfermos requieren ser tema educativo gubernamental se estructura-
trasladados a las metrópolis porque no existen ra, algunas parroquias sirvieron como escuelas
aquí los medios necesarios para atender ciertas para el nivel primario y secundario. Posterior-
enfermedades. Las instalaciones que hay, no mente, los colegios de inspiración católica
son suficientes para curar a tantos. Además, la ofrecieron su servicio a las comunidades me-
gente pobre no puede pagar ni el traslado ni diante una formación humanista y con valores
médicos y medicinas, etc. Apreciamos el esfuer- evangélicos. Existen instituciones educativas
zo del Sector Salud para dar atención básica con más de cien años de fundación y otras más
como vacunas y nutrición. Pero es tan limitado recientes, que gozan de un reconocimiento
el material y el personal, que la desnutrición social por su obra no lucrativa y de calidad
y otras enfermedades curables provocan mor- humana. En el aspecto público, nuestra región
tandad, especialmente en las poblaciones más tiene una aceptable atención educativa; de
marginadas. En el área de salud sexual y repro- ahí que el analfabetismo tenga niveles de los
ductiva, la población carece de más bajos del País.
una información adecuada y
es una práctica común la anti- - SOMBRAS. Pero nos preocu-
concepción forzada o enmas- pa que los centros de educación
carada de verdad. Hay intere- diocesanos se encuentren sin la
ses ideológicos por parte del articulación necesaria. Carece-
Sector Salud en la propagación mos de un proyecto común. Nos
de métodos anticonceptivos. importa más lo que dice el go-
Desde hace tiempo, lleva- bierno, con sus modelos, que el
mos una preocupación por la ponernos de acuerdo para que
salud de los sacerdotes. Mu- estos centros sean más huma-
chos de ellos, cuando ya son nos y proféticos. Requerimos
mayores o están en situación que se ponga a la persona en
de enfermedad grave, psicoló- el centro, y no la técnica o el
gica o corporalmente, no tie- dinero; nos falta más unidad
nen a donde ir para recuperar- en criterios y acciones para ser
se. Lo dejaron todo para servir. testimonio de humanización.
No es para recluirles, sino proporcionarles un
espacio de recuperación y así puedan seguir
sirviendo. Sus familiares, muchas veces, no La Juventud
están en condiciones de atenderlos. Necesita-
mos emprender un sencillo proyecto que res-
ponda a esta urgente necesidad. Requerimos
que tanto laicos como los mismos ministros
14. - LUCES. La juventud de cada época
ha representado para la iglesia dioce-
sana de Autlán un reto. Vienen a la memoria
nos unamos para elaborar un proyecto más recuerdos de pascuas juveniles, efervescen-
eficiente a tan humanitario propósito. tes grupos juveniles, marchas diocesanas de
la juventud, pastores y jóvenes líderes. En
nuestra diócesis se ha tenido un acompaña-
La Educación miento a la juventud de nuestros pueblos.
El reconocimiento que nos merece el papel

13. - LUCES. Históricamente, nuestra dió-


cesis se ha distinguido por la atención
efectivo de nuestros jóvenes se desprende
de la facilidad con la que se han adaptado a
24

la digitalización y a los nuevos retos tecnoló- jóvenes la vida espiritual está perdido impor-
gicos, ellos entienden mejor y saben moverse tancia y más cuando se trata de la vida sacra-
en este mundo actual. Reconocemos su arrojo mental. Gran parte de la juventud no sólo vive
en buscar nuevas formas de expresión cul- alejada, sino ausente de la vivencia de su fe
tural sin menospreciar las tradiciones de los y desencantada de la jerarquía de la Iglesia.
mayores. Ellos nos muestran el camino para Duele verlos a merced de ideologías del mo-
saber vivir el momento actual sin nostalgias mento, sin un sentido de vida, indiferentes a
de un pasado. las exigencias ambientales, pero, sobre todo,
duele verlos siendo carne de cañón para el
- SOMBRAS. Manifestamos nuestro dolor crimen organizado. Reconocemos como iglesia
al contemplar que para una gran mayoría de diocesana que no hemos podido adecuar nues-
tro estilo de acompañamiento a la juventud;
nos hemos quedado con viejos esquemas que
funcionaban antaño. Los pocos jóvenes que se
comprometen en la acción evangelizadora son
la esperanza para rediseñar la pastoral juvenil,
pero antes debemos conciliar el choque gene-
racional en el que nos encontramos. Escuchar
más a nuestros jóvenes y darles su lugar como
actores en la pastoral será el mejor comienzo.
Aunque, si nos fijamos bien, los jóvenes no
han perdido la fe. Ellos buscan la verdad y el
amor con sinceridad. Tal vez faltan pastoras
y pastores que se enamoren de esta pastoral
juvenil y le dediquen todo su tiempo y sus
fuerzas. Ahí está el reto, como dice el dicho:
“¿quién se lanza?”.

REALIDAD RELIGIOSA

15. - LUCES. Nuestro pueblo es profun-


damente religioso tanto en su mani-
festación oficialmente católica como en su
piedad popular. Su música, fiestas patronales,
romerías llenas de colorido, cohetes, flores,
danzas, altares, son guardadas celosamente y,
sin duda, constituyen una reserva moral que
nos alegra. El amor a la Virgen de Guadalupe,
a la Virgen de Talpa, a la Virgen del Rosario,
a la Virgen de Atengo, son expresión viva de
amor y unidad. No hay rincón de la diócesis
donde no se celebre al santo patrón, los sacra-
mentos... Existen mandas, romerías, consagra-
ciones a la Virgen, amor al Señor de la miseri-
cordia, al Cristo del Ciclón... Aún se conserva
25

la asistencia a la Eucaristía, la
recepción de la Reconciliación,
la fiesta de las Confirmaciones,
las oraciones del pueblo al San-
tísimo Sacramento...
En el mundo indígena, tanto
los pueblos originarios de la
diócesis como los que están
llegando de otros Estados, si-
guen conservando su identidad
religiosa que nos ayuda a vivir
alegres y compartir nuestras
riquezas en medio de la aus-
teridad.
La religiosidad es la fuerza Telcruz: visita pastoral del Obispo
que tenemos como pueblo;
heredada por laicos y pastores
ejemplares, por mártires y gente santa que nos dor y dialogante en el centro, callado y sincero
han precedido. La solidaridad sigue vigente en la sierra.
en los pueblos, sobre todo en momentos de Como pueblo de Dios, aún valoramos el
desgracias. En esta diócesis creemos que el mundo sacramental. La gente aún se maravilla
Evangelio tiene una fuerza capaz de cambiar y ve la presencia de Dios en la naturaleza y en
el corazón y hacernos más humanos. Creemos la vida; sobre todo en los acontecimientos. Por
que el hombre y la mujer somos imagen e hijos eso, goza con el nacimiento de un niño, con
de Dios y redimidos por Cristo. En los trabajos el paso a la adolescencia, en el matrimonio,
de Renovación del Plan Pastoral Diocesano mi- y hasta en la muerte como paso a la vida de-
ramos nuestra realidad tanto aquí como desde finitiva. Se celebra y se hace fiesta; se consa-
lo universal. Buscamos lo que Dios quiere, y gran las personas; se bendicen las casas… El
sabemos que quien busca encuentra. Por ahí pueblo goza en las primeras comuniones, en
vamos; puede que nos equivoquemos mucho, las quinceañeras, en los matrimonios. La par-
pero más vale equivocarnos habiendo salido ticipación en los sacramentos es viva. Aunque
a buscar, que no equivocarnos, pero quedán- lamentamos que muchos, poco a poco, se van
donos sin salir. Nos alienta mucho el “kairos” quedando alejados de ellos.
de Dios a través del Papa Francisco.
Nacen nuevos cantos a Dios y a la vida, car- - SOMBRAS. Aún existe un desprecio hacia
gados de alegría y esperanza en un pueblo las culturas originarias que fueron descartadas
que conoce el dolor provocado por la pobreza. en otros tiempos pero que conservan su cora-
He ahí la paradoja: en medio del sufrimiento, zón indígena, aunque muchos ya no hablen su
nuestro pueblo sabe cantar, festejar y celebrar idioma. Esta historia de desprecio de muchos
la vida. Este pueblo nos evangeliza con su años, puede ser también una pista que nos
espiritualidad sencilla y sólida, y nos impulsa ayude a aprender de nuestros fracasos para
a recuperar la alegría y la esperanza que algu- descubrirnos juntos como seres humanos, que
nos agentes de pastoral estamos perdiendo. podemos enriquecernos unos de otros y así
Nuestro pueblo tiene talante gozoso que ha complementar nuestras visiones de la vida,
aprendido al saberse amado por Dios. Pueblo como elementos que nos den más armonía y
saludador y bullanguero en la Costa, trabaja- seguridad.
26

Sentimos que se va per- Romería de Atengo.


diendo la práctica antigua
del compartir. El libre mer-
cado tiene reglas estrictas
de competitividad, eficien-
tismo y productividad. Todo
se mide bajo el nivel comer-
cial. El resultado son los “so-
brantes y desechables” de la
sociedad. Tenemos una des-
integración familiar fuerte;
existen familias funcionales,
pero solamente de nombre,
pues se vive de manera dis-
funcional: hay promiscuidad,
degradación o discrimina-
ción de la mujer, maltrato a
los hijos, distanciamiento
entre familiares por interés. Nos duele perci- somos tan solidarios con los demás; hemos
bir que, por ejemplo, en Autlán, se está dando aprendido a negar la ayuda cuando otro ne-
una descarada trata de blancas sin que nadie cesita de lo que tenemos y guardamos sólo
diga o haga algo. para nuestro beneficio individual o familiar
Las sectas protestantes y sus diversas de- lo que cosechamos u obtenemos.
nominaciones han creado divisiones entre Vemos, además, que la rica religiosidad se
nuestras familias y pueblos, no sólo porque va vaciando de sentido y en muchos casos
ofrecen ayudas de distintos tipos y se hacen quedando en puro folclore. Nos duele que no
presentes en situaciones difíciles que vivimos, existan procesos de evangelización que lleven
sino porque lo hacen por motivos proselitistas a una religiosidad más comprometida en lo
que rompen la identidad y unidad de los pue- familiar y social. Falta un kerigma vivo que
blos. Nos gustaría interactuar con ellos, pero haga posible una catequesis más vivencial y
en base a condiciones para un diálogo sincero. un proceso hacia la madurez cristiana. Nos pa-
La tecnología se ha hecho presente para rece que, como pueblo, vamos viviendo una re-
bien y para mal, pues cambia nuestra manera ligiosidad de costumbre, de sólo sentimiento,
de vivir. Hay más medios de comunicación: de obligación más que de opción y convicción.
electricidad, televisiones, internet, celulares, La religiosidad es hermosa y evangelizadora,
que nos ayudan a saber lo que pasa en otros pero falta avanzar hacia una fe más ilustrada
lugares, a conocer otras maneras de vivir, a y una espiritualidad más profunda. Como que
mirar nuestro mundo como unidad en la di- nos hemos quedado en una espiritualidad bá-
versidad de culturas y lenguas; pero esto a la sica del sobrevivir solamente.
vez nos lleva a ser más individualistas, indife- Nuestra gente se ha acostumbrado a depen-
rentes, competitivos, ambiciosos del dinero, der mucho de los sacerdotes y esto hace que
a buscar el confort y evitarnos el esfuerzo en los laicos no desarrollen el protagonismo que
todos los planos de la vida. En resumen: más les corresponde en la Iglesia. Círculo vicioso
que medios de comunicación, con frecuencia, que nos ha llevado a un clericalismo paterna-
lo son de incomunicación. lista, con su contraparte de infantilismo laical.
Ya no compartimos al estilo de antes y no Nos hemos quedado en una pastoral de man-
27

tenimiento, sin procesos de acompañamiento entusiasmo evangélico que contagie.


y sin dimensión comprometedora de la fe. Ante nuestro pueblo tan religioso, pero no
En gran medida nos hemos quedado año- siempre bien preparado, la llegada de nuevos
rando glorias pasadas; como que se siente credos lo hacen presa fácil de su proselitismo.
nostalgia de un pasado que, se dice, fue mejor. Nos preocupa que existan sectas que atacan
Nos duele, como agentes de pastoral, que es- la identidad de este pueblo, y lo grave es que
temos perdiendo oportunidades valiosas para con tales sectas fundamentalistas no se puede
emprender procesos serios de una evangeliza- dialogar. Queremos, como agentes de pasto-
ción más transformadora ante los retos nuevos ral, poner nuestro empeño en buscar cauces
que la época nos presenta. Muchos pastores para un diálogo serio con otras propuestas
seguimos hundidos en nuestras zonas de se- religiosas hacia una colaboración por el bien
guridad. Nos falta audacia evangelizadora y de todos.

La Religiosidad Popular

16. –LUCES. La sabiduría de nuestro pueblo es grandiosa y nos evangeliza a los que nos creemos
sabios; la realidad del sufrimiento no silencia su canto ni le hace callar, al contrario, nacen
nuevos cantos cargados de alegría porque se nutren de la esperanza de un pueblo que conoce el
dolor; sin cantos a Dios, sin acción de gracias por su amor, sin oración, no hay vida cristiana. Sin
tanta teología elaborada, la gente expresa su fe a su modo, y es tan viva y peculiar como en mu-
chos otros lugares de la República. Siempre están en fiesta, música, colorido, tradiciones donde
celebran su historia de vida, y donde participan todos y comparten lo que tienen.

- SOMBRAS. Sin embargo, preocupa que con la comunidad; dan identidad y congregan al
tales expresiones estén perdiendo el sentido pueblo. Pero faltan procesos de evangelización
original, y vayan siendo folclorizadas e ideolo- pre sacramental para conocer y experimentar
gizadas. Muchas veces nosotros – agentes de a fondo el significado de cada sacramento y el
pastoral - hemos sido culpables de ello y hasta compromiso que de ahí se desprende.
hemos despreciado algunas veces su forma
de expresarse. A los pastores nos urge entrar - SOMBRAS. El peligro de la sacramenta-
en el corazón de esa sabiduría sin juzgarla, y lización es grande. Cuando los sacramentos
aprender de ella para ayudar a purificarla de se vuelven meros actos sociales o prácticas
aquello que no va con el evangelio, apreciando rituales, llevan al divorcio entre fe y vida, en-
los valores que contiene. tre liturgia y compromiso con la caridad. Con
frecuencia se cae intimismos o ritualismos,
haciendo de los sacramentos objetos y no en-
Mundo sacramental cuentros con el Señor de la vida. Confesamos
que como pastores también hemos propiciado

17. - LUCES. El bautismo, la primera comu-


nión, la confirmación, el matrimonio, la
misa dominical, siguen teniendo, en la vida de
estos vicios por el afán de protagonismo o
por el interés económico. Faltan proyectos
de evangelización y catequesis pre sacramen-
nuestras familias, gran importancia; ya que re- tal, no sólo para evitar, por ejemplo, tantas
únen, alegran, confortan, llenan de esperanza, y declaraciones de nulidad matrimonial, sino
unen. Los sacramentos siguen siendo signos visi- para que se viva a fondo toda la riqueza de
bles que contienen la gracia y marcan la relación los sacramentos.
28

El amor a María y a Jesucristo de estar con ella para ser más sacerdotes al
estilo de su Hijo; la acogemos; la imitamos y

18. - LUCES. El amor desbordante a la Santí-


sima Virgen María es evidente en nues-
tra diócesis. No hay rincón de la misma donde
la amamos. Ella nos da el sentido verdadero
de iglesia; nos hace ser padres con corazón
materno; nos impulsa a la fraternidad en el
no se le ame y celebre con fervor. Santa María presbiterio; nos lleva a perseverar alegres en
de Guadalupe, la Virgen del Rosario, la de Talpa la vocación.
y Nuestra Señora de la Natividad de Atengo
son las advocaciones que más desencadenan - SOMBRAS. No podemos negar que, en tales
expresiones de amor y reverencia. Peregrina- manifestaciones de amor, el sentimiento sea
ciones, fiestas patronales, mandas, romerías, importante, aunque lleve el peligro de redu-
consagraciones..., son experiencias diarias. El cirse a un mero sentimentalismo y a una bús-
el rezo del rosario, las novenas, son ya evange- queda de lo puramente sensible, quedando
lizadoras por sí mismos. La gente sabe atrapado en ese aspecto, sin ir a más
d e l a N ativid
bien lo que significa el ”a Jesús por ra ad allá, a lo más profundo del ser, ahí
ño de
María”, como indicándonos por Se A donde Dios habita. Nos preo-
ra
dónde ha de ir el camino. cupa, pues, que tal experien-
t

te
es

También el amor a nues- cia religiosa tan importan-

ng
Nu

o
tro Señor Jesucristo se vive te, quede empequeñecida
con hondura: procesiones, por el puro sentimiento, sin
fiestas, altares, adoración tener en cuenta las demás
nocturna; el centro de la dimensiones del ser: cora-
mirada al Sagrado Cora- zón, alma, espíritu, cuerpo.
zón y al Señor de la Mise- La preocupación pastoral
ricordia, pero, sobre todo, consiste en que tan honda
al Santísimo Sacramento. religiosidad se quede sin re-
Para nuestra gente, María percusión en la transformación
está presente como madre pro- personal y social.
tectora que cobija y transforma.
Los sufridos, ante ella, se sienten dignos
como Juan Diego y alentados en su esperanza. La descris�anización
Nunca la separan de Cristo. La ven cercana, y secularización de la sociedad
caminante; les habla en su propio idioma. Al
celebrar a María, celebran la vida de Dios y el
mensaje liberador de Jesús.
En relación a los presbíteros, percibimos
19. - LUCES. En este momento la cultura
cristiana tradicional que se ha forjado
a lo largo de siglos se encuentra seriamen-
un dato esperanzador: Vemos a María como te desafiada por la posmodernidad, por esta
madre que nos sigue formando hasta alcanzar época de cambios acelerados. No deja de ser
la estatura de Cristo Buen Pastor; la sentimos un valor reconocer que la cultura que nos da
presente en la Eucaristía y en la vida pastoral; identidad sigue siendo la cultura cristiana ca-
la predicamos con entusiasmo; la experimen- tólica. El hecho de que provengamos de gene-
tamos, sobre todo, en los momentos de difi- raciones con esa inspiración, en ninguna ma-
cultad; la acogemos como el tesoro que nos nera es un defecto, como si haberlo heredado
ha dejado el Señor desde la cruz; le confiamos fuera malo; ciertamente necesita ser asumida
nuestra caridad pastoral; la queremos imitar como un gran valor, porque nos da cohesión y
en su disponibilidad y obediencia; tratamos forma. Tenemos historia y un estilo de vida que
29

nos ha ayudado a hacer frente a los desafíos hermanado al anterior, consiste en querer vivir
que esta época nos ha presentado. esta época de cambios pensando que no hay
Aunado a la descristianización avanza la nada de qué alarmarse, que todo es cuestión
secularización de la sociedad, que nos obliga de modas pasajeras y que pronto volverá a ser
como iglesia a repensar nuestra propuesta todo como antes. De esa manera vivimos como
evangelizadora, más allá del ámbito pura- soportando los embates o haciendo pequeñas
mente religioso, es decir, como compromiso modificaciones de mantenimiento a las raspa-
integral de construir el Reino de Dios en la duras. Tal modo de actuar sólo nos ciega a una
historia civil y secular, donde los cristianos realidad que demanda cambios sustanciales:
vivimos y actuamos con fe. ser y actuar diferentes, sin perder lo esencial
del Evangelio de Jesús. En resumen, lo que nos
- SOMBRAS. El primer problema, al que no duele es que como agentes y pastores esta-
hemos querido o no hemos podido hacer frente, mos perdiendo oportunidades valiosas para
es el tradicionalismo religioso; querer seguir emprender procesos de evangelización que
viviendo y añorando las glorias pasadas; a esa respondan a los nuevos retos de la posmoder-
estéril nostalgia de que todo lo de antes era nidad; seguimos hundidos en el miedo, como
mejor; apegados a querer repetir fielmente Pedro, al ser invitados por Jesús a salir de la
lo pasado. Eso nos impide hacerles frente a seguridad de la barca y caminar sobre las aguas
los nuevos retos. El segundo problema, y muy del mundo secular y civil.

REALIDAD POLÍTICA

20. Recogemos algunos comentarios sobre una encuesta que hicimos en la diócesis en un
visiteo sobre la política, hecho en la diócesis: ”Hay un desencanto de nuestras comunida-
des sobre la política. Se tolera como un mal necesario. Hablar de política y políticos es sinónimo
de impunidad, inmoralidad, injusticia y corrupción. En algunos existe la indignación, en otros la
indiferencia y en otros más el rechazo. La gente no ve la relación entre fe y política, como si fueran
el agua y el aceite. La lógica del dinero y poder son los criterios de hoy. Los mismos pastores como
que ya no somos la otra alternativa que dé sentido a la vida. Las instituciones están en crisis, pero
más la institución política. Los cristianos no se involucran porque ven la política demasiado sucia.
No ven que es una obligación, y que la política es una de las formas más altas de la caridad, porque
busca el bien común”. Tales comentarios son indicadores de cómo vemos esta realidad.

La Fe relegada del ámbito privado giones e ideas se puedan expresar libremente


y puedan aportar al conjunto de la sociedad

21. Por desgracia existe una postura en


nuestra Patria que se ha extendido
también en nuestra diócesis, de un laicismo
lo que ellas piensen que es bueno para todos,
regulando solamente aquello que se refiera a
la pacífica convivencia entre los ciudadanos,
mal entendido. Hemos reafirmado, y lo hace- e impidiendo que se incurra en la violación
mos ahora, nuestra aceptación de un Estado de los derechos humanos en nombre de una
laico, en el que el Estado no profesa, ni impo- pretendida razón religiosa.
ne, ni privilegia ninguna religión. Al Estado le Nuestra misión no es de índole política y
corresponde el derecho y el deber de crear las no tiene intención de alcanzar el poder para
condiciones sociales para que todas las reli- imponer a todos los ciudadanos una especie
30

de teocracia en la que las leyes religiosas se ción y el perdón no tuviesen relevancia”, es


apliquen por igual a todos los ciudadanos. decir, como si esas actividades humanas no
Si algo le debe el mundo a la Iglesia en este tuvieran nada que ver con la ética y con la
campo es precisamente el haber distinguido dignidad humana.
y separado, siguiendo las enseñanzas de Cris- El hecho religioso no se debe reducir a la
to, el poder político del régimen espiritual, esfera privada, ni se puede orientar el men-
el Estado de la Iglesia: “Den al César lo que saje cristiano hacia una salvación puramente
es del César y a Dios lo que es de Dios” (Mt ultraterrena incapaz de iluminar su presencia
22, 21). Afirmamos, pues, nuestro respeto aquí en la tierra, como lo pretenden algunos
a la legítima autonomía de las realidades legisladores que impulsan un laicismo injusto
temporales como son la política y la cien- y antidemocrático que lleva prácticamente a
cia. Pero existe una autonomía ilegítima y la violación del principio de la libertad reli-
abusiva que consiste en pretender que “la giosa. De hecho, nuestra gesta misionera en la
realidad creada es independiente de Dios y diócesis y en la Patria está lleno de ejemplos
que los hombres pueden usarla sin referencia de una evangelización que no se ocupaba so-
al Creador”. Por eso no aceptamos la postura lamente de anunciar el mensaje “espiritual”,
de “quienes tienden a reducir el espacio de sino de la promoción integral del hombre,
la fe a la vida personal o familiar, excluyen- incluyendo la defensa de los derechos huma-
do el orden profesional, económico, social y nos, cosa que también hoy tenemos que hacer
político, como si el pecado, el amor, la ora- como Iglesia en nuestra sociedad.

La alternancia polí�ca

22. - LUCES. De una década para acá el mapa político en nuestra diócesis ha sufrido una
faceta que los analistas llaman la ”alternancia política”; esto quiere decir que los últimos
comicios han favorecido que democrática y pacíficamente los partidos políticos han alternado
su liderazgo político. No es ya uno o ni dos partidos o ideologías partidistas las que predominan;
hoy nos encontramos con una pluralidad de partidos, y en últimas fechas hasta con candidatos
independientes. Tal alternancia favorece en la medida que despierta en los votantes la mayor
reflexión y consciencia de las plataformas partidistas que propician la construcción del bien
común. Esto, traducido en términos comerciales, significa que a mayor competencia el cliente
sale ganando, es decir, cuando los partidos hacen sus propuestas serias la ciudadanía se bene-
ficia porque puede optar por las propuestas que considera mejores.

- SOMBRAS. La sombra de esta realidad de- tos, mas no las necesidades comunes de los
mocrática en nuestra diócesis es la falta de votantes. El populismo político se puede re-
proyectos sociales estables que trasciendan ducir a una estrategia que sólo busca asegurar
los gobiernos concretos. Al ser continuo el una permanencia en el poder: “al votante lo
cambio de liderazgos en cada trienio o sexe- que pida”; dejando a un lado el bien común.
nio, se hace difícil continuar un proyecto, es un Cuando la verdadera democracia es la sobera-
volver a comenzar, es culpar una y otra vez las nía del pueblo para dirigir su vida y nombrar
fallas de los anteriores. Sin esta estabilidad no a sus autoridades, controlando el ejercicio de
habrá crecimiento continuo y sistemático. Lo su poder para el bien común; esto supone un
más preocupante es que la alternancia política pueblo informado, consciente y organizado,
es entendida por algunos partidos como la que puede actuar no sólo en los momentos
necesidad desenfrenada de cumplir los gus- electorales sino siempre.
31

REALIDAD ECONÓMICA

23. Lo que se vive en la diócesis es un reflejo de lo que se vive en el mundo: La economía


crece continuamente y hay familias que disfrutan de sus beneficios; también las co-
munidades han experimentado la llegada de importantes provechos para ellas. Sabemos, sin
embargo, que siendo la economía uno de los pilares más visibles de este proceso globalizador,
es también el que más hondos sufrimientos ha traído a muchas personas. Las cifras que arrojan
cada día los mercados no son sólo números o gráficas, son muchas historias humanas de dolor
y desesperación que viven a diario en el mundo por falta de salud, educación, viviendas dignas
y los más elementales derechos para una vida decorosa. Este modelo neoliberal es un capataz
cruel, generador de inequidades e injusticias que marcan tristemente la vida de muchos países
pobres, provocando una concentración de poder y riqueza en pocas manos y manteniendo en
la pobreza a un gran número de personas. La crisis financiera que atravesamos nos hace olvi-
dar que en su origen hay una profunda crisis antropológica Hemos creado nuevos ídolos. Es la
adoración del antiguo becerro de oro. (cfr. Ex 32.1-35) (EG 55).

Hoy, por desgracia, se estimula al que com- la humanidad –, son los verdaderos poderes
pite; no al que comparte. Lo que importa es lo reales o fácticos que se ponen por encima de
lucrativo. Se ve al dinero, al éxito y la eficien- otros poderes políticos, sociales, culturales
cia como la medida de la felicidad. Se ignora o religiosos que existen, sometiendo al con-
la identidad de quienes dirigen la economía junto de la humanidad a los intereses de este
mundial porque se esconden. En ese modelo pequeño grupo. Los Estados nacionales, con
aterrador no pueden entrar los derechos hu- sus estructuras políticas (partidos y mecanis-
manos. Es noticia que caiga la bolsa de valores, mos democráticos) se han tenido que plegar
pero no el que tanta gente muera de hambre a las decisiones de los dueños de esas em-
o de frío. Antes, el gobierno era rector de la presas trasnacionales, ajustando las leyes e
economía; ahora no. Lo que importa es la bue- instituciones de sus países a las exigencias
na imagen del País, como parte del mercado de esta globalización. Las anteriores reformas
mundial. legislativas que se hicieron en México van en
La globalización del mercado libre - que ese sentido. La peor cara de este modelo de
parece que es la única alternativa según mu- desarrollo es la economía de las armas y de
chos-, se ha hecho más inhumana, cínica y la guerra; así como la economía criminal del
violenta, abandonando los valores humanos narcotráfico y de la delincuencia organizada
y éticos. Ahora sus únicos valores son el lucro para la violencia y la trata de personas.
y las ganancias: al mismo tiempo que pone las
exigencias del mercado como el único criterio
de desarrollo y de ética humana. Esto explica La agricultura
la voracidad y la impunidad de las empresas
mineras, energéticas, madereras, petroleras,
agroindustriales y demás, que vienen a lle-
varse los bienes naturales, culturales y espi-
24. - LUCES. Nuestra diócesis es netamen-
te rural; la agricultura sigue siendo el
motor económico principal. Y, dicho sea de
rituales de los pueblos, porque ese “mercado paso, nuestras tierras son fértiles. La gran va-
libre” los necesita. Y están dispuestos a lle- riedad de cereales, hortalizas y demás produc-
várselos pasando por encima de derechos de tos revelan la grandeza de nuestros campos.
los pueblos y naciones pobres. Los dueños de Somos privilegiados al contar con tal riqueza;
empresas – que sólo representan el 1% de nuestro campo es el medio por el cual Dios
32

nos alimenta y nos proporciona el sustento rivados. Esto nos mantiene alejados de los
diario. Y qué decir de los manantiales, arro- grandes problemas de otras regiones donde
yos, ríos y pozos; de ahí que a nuestra dió- la ganadería es a gran escala y requiere, por
cesis, desde su creación en el año de 1961, lo tanto, de la intervención humana con ex-
se ganó acertadamente, en razón de ellos, el plotación para lograr la alta productividad; lo
título de “rivoriense”, es decir, entre ríos. Las que repercute en la calidad del producto. Por
bendiciones son tales que nuestros pueblos el momento, de eso estamos medianamente a
gozan de manantiales naturales y sistemas salvo. Hay signos de esperanza, ya que nues-
artificiales que riegan nuestros campos y dan tros gobiernos se inclinan a poner los ojos
vida a nuestras comunidades. En verdad somos nuevamente en la potencialidad del campo,
tan bendecidos. que incluye también la ganadería.

- SOMBRAS. Existen, sin embargo, proble- - SOMBRAS. Nos duele es ver cómo los gana-
máticas que oscurecen la realidad de nuestros deros de nuestros pueblos se hallan seriamen-
campos, uno de ellos es lo que co- te afectados con los efectos de una
múnmente llamamos el “coyotaje” o economía global. Para explicar esta
el intermediarismo, esa práctica don- situación ejemplifiquemos la situa-
de el intermediario orilla al campesi- ción desde la realidad que estamos
no a conformarse en vender su pro- viviendo. Hoy es más barato comprar
ducto a un bajo costo, quedándose el carne en los supermercados, produc-
intermediario con la mayor ganancia, tos que proceden de otras regiones
situación que no favorece a nuestras de nuestro México o incluso de otros
familias a resolver su precaria situa- países; alimento, dicho sea de paso,
ción económica. A todo esto, hay cuya elaboración requirió de muchas
que agregarle la sombría situación sustancias artificiales para conser-
informal del jornalero y campesino, varla en buen estado durante largo
quienes laboran sin las seguridades tiempo de congelación. Es carne más
sociales de salud y prestaciones de barata debido a que es comprada a
ley y, lo que es mucho más grave, trabajan- gran escala, pero nutricional y saludablemente
do bajo situaciones que ponen en riesgo su hablando es de muy baja calidad. Esto afecta a
vida. Todo esto nos duele y nos preocupa; la nuestros ganaderos porque deben vender muy
necesidad económica obliga a nuestras fa- por debajo de su valor la carne que producen
milias a trabajar en condiciones poco o nada para poder competir. Nos preocupa que esta
favorables. forma de competencia desfavorezca a nuestras
familias, las cuales intervienen y arriesgan todo
La ganadería para recibir casi nada.

25. - LUCES. Otro motor económico signifi-


cativo en nuestra diócesis lo compren-
de el ramo de la ganadería en sus diferentes
La pesca
vertientes de animales domésticos (vacas,
cerdos, chivas-ovejas ), donde predomina la
práctica tradicional de crianza y alimentación
26. - LUCES. Esta actividad se ha mante-
nido en nuestra diócesis en un nivel
de pequeñas cooperativas, lo que nos habla
de estos animales en su gran mayoría, aunque de una producción a baja escala. que asegura
existen sus excepciones; lo que nos habla de que su explotación es moderada sin llegar ser
una riqueza en la calidad de la carne y de- voraz y que los principales beneficiados son
33

los miembros de nuestras comunidades y no favoreciendo a los más pudientes. El turismo


las grandes empresas extranjeras. se ensombrece porque no abona a una econo-
mía de compartir; sino que alimenta actitudes
- SOMBRAS. Lo que ensombrece esta reali- de competencia a favor de quienes tienen más.
dad es la amenaza continua de querer priva-
tizar la pesca, con el pretexto de hacerla más
productiva; es amenaza porque esta acción
busca beneficiar a unos y no a todos; parece
ser que se busca vendernos la idea de que el
único camino para mejorar la pesca es que uno
o varios empresarios se enriquezcan a costa
de quitar el beneficio igualitario en nuestras
comunidades. Nos preocupa que el coopera-
tivismo pierda terreno ante la privatización
que privilegia a los más poderosos.

La inmigración y la emigración
El turismo

27. - LUCES. La zona costera de nuestra


diócesis es la que concentra la mayor
28. - LUCES. La riqueza en nuestros cam-
pos, en nuestros manantiales y en
nuestras playas, nos coloca como una zona
derrama económica en el campo del turismo. vasta y fértil que se vuelve atractiva para
Nuestras playas cuentan con una belleza natu- un buen número de personas que hacen de
ral, paisajes que resultan muy atractivos para nuestra diócesis, temporal o definitivamente,
visitantes nacionales e internacionales; de su hogar. Este hecho ha enriquecido nuestro
ahí que se vean favorecidos buen número de mapa cultural; nos hemos visto favorecidos
familias que encuentran en la prestación de con los aportes de muchos hermanos nues-
servicios a los turistas una fuente de trabajo tros que nos comparten su forma de vivir y
importante. Pero no sólo se benefician por dar sentido a la vida. Su música, sus comidas
encontrar trabajos en los contados hoteles, típicas, sus bailables, sus devociones, sus va-
sino que además provoca en varias familias la lores, adornan muchos de nuestros pueblos,
iniciativa de crear sus propias micro-empre- junto con ellos hemos aprendido a convivir
sas: modestos restaurantes, renta de cuartos, fraternamente en la diversidad humana. Pero
elaboración y venta de artesanía... también existe el fenómeno de la emigración
de nuestra gente a otras regiones de México
- SOMBRAS. Vemos con preocupación cómo y Estados Unidos de América que salen con
la privatización ha alcanzado ya algunas playas el deseo de mejorar su situación económica
de nuestra diócesis, donde empresarios, polí- o en búsqueda de mayor seguridad personal
ticos y extranjeros, poseen la riqueza natural o de su familia.
para uso particular o para hacer negocios pri-
vados. Duele esta situación porque en algunos - SOMBRAS. Pero la inmigración y la emi-
casos se ha dado mediante la violencia o por gración tienen su lado oscuro. Los emigrantes
las facilidades que da la aplicación de la ley, de nuestros pueblos, los hijos ausentes de
34

nuestras familias, son cada día más; algunos nes de vida para sus familias y han encontrado
de nuestros pueblos se han vuelto pueblos explotación laboral, discriminación y un trato
abandonados, incluso hay rancherías que han inhumano. Ellos nos preocupan sobre mane-
desaparecido. Por ejemplo, hay colonias in- ra, porque el trato que les estamos dando no
mensas en los Estados Unidos de nuestros pai- corresponde a nuestro modo de ser. Ya hemos
sanos, en ciertos casos son más los que viven tenido avisos de esta situación, accidentes
allá que los que viven en el pueblo de origen. carreteros donde han perdido la vida personas
Pero quienes tristemente viven una situación que son el reflejo sombrío de la inmigración,
más dolorosa son los inmigrantes, aquellos ¿cuántos avisos más requeriremos para abrir
que llegan a nuestras tierras, venidos de otras los ojos ante esta realidad que demanda más
partes de México, buscando mejores condicio- de nosotros?

La Casa Común

29. - LUCES. La diócesis de Autlán debemos entenderla como nuestra ”Casa Común”;
casa que debemos salvaguardar. La riqueza natural de la que tanto hemos hecho re-
ferencia en los anteriores apartados nos reafirma que Dios nos ha favorecido grandemente.
Existen varias áreas naturales protegidas muy importantes en nuestra diócesis: La Sierra de
Manantlán, Sierra de Quila, Chamela-Cuixmala y Playa el Tecuán, mismas que nos recuerdan
la urgencia de asumir una responsabilidad ambiental para proteger toda la ”Casa Común”,
pero con mayor esmero estas porciones de territorio que son claves en el equilibrio ecológico
de nuestra región y de nuestro País.

- SOMBRAS. Nos preocupa la actual situa- tes, plaguicidas, insecticidas…). También nos
ción de nuestros pueblos, que, alcanzados preocupa cómo en ciertas zonas de nuestra
por la dinámica de una economía de com- diócesis - muy concretamente aquellas que
petencia, caen en la sobre explotación de son puntos de conflictos entre los estados
los recursos naturales. De igual de Jalisco y Colima como Peña Colorada e
manera nos alerta que tal situa- Isla Navidad - se dejan entrever situaciones
ción favorezca la ambición del de violencia e impunidad y donde los
crimen organizado y la incons- verdaderamente afectados son las
ciencia de un buen número de familias humildes que quedan a
campesinos en la quema y uso merced de intereses de los po-
de insumos agrícolas (fertilizan- derosos.
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SEGUNDA PARTE

V. UNA MIRADA HACIA DENTRO,


COMO PASTORES
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UNA MIRADA HACIA DENTRO, COMO PASTORES

¡S omos la Iglesia que Cristo fundó y a nosotros nos fundó en ella; en esta Iglesia real, de
carne y hueso; en toda su realidad kenótica!12 Tenemos diferentes carismas, la jerarquía
también lo es, y tiene la función de mantener la unidad. Tensiones las hubo, las hay,
y las habrá. Sin jerarquía no hay unidad; sin carisma o profecía no hay interpelación. En ella
hemos conocido y seguido a Jesús: “gracias a ti, Iglesia, hemos creído y hemos visto” (Ignacio
de Loyola). La amamos, pero a veces también la criticamos desde dentro; desde el amor. La
queremos, así como es; confiamos en ella, oramos con ella y sufrimos con ella. Todos estamos
en la misma barca, y pedimos lo que el pueblo sencillo pide: “morir en la Iglesia”.

Con realismo y humildad, con la verdad y sin siones divinas; sin símbolos de salvación; sin
agresividades hacia nada ni hacia nadie; con resurrección; sin Eucaristía y sin comunidad.
serenidad, pero con entusiasmo; presentamos En último término, la Iglesia terrena, con todos
su hermosura humana y divina. Cuando de sus defectos – que son precisamente los que
manera injusta, apasionada y sistemática se nosotros le ponemos – es la única que quiere
le denigra, se le caricaturiza y se le insulta, no y puede seguir hablándonos de Jesucristo y
podemos permanecer en silencio, por fideli- hacérnoslo presente a más de veinte siglos
dad a Jesucristo y a la comunidad que nos lo de distancia.
ha dado a conocer y nos sirve de mediación. Existimos pecadores en ella, pero también
Muchos que se han ido alejando de la Iglesia, muchos santos suyos en la vida de nuestras
progresivamente han ido haciéndolo también parroquias y comunidades. Sin la euforia de
de Jesucristo, y, finalmente, del mismo Dios. David que cuantificaba y planificaba para ver
Además, aunque muchos digan reconocer la la fecundidad de su reino (2 Sam 24), pero
figura de Jesús, se trata de una realidad muy sin el escepticismo de Sara que sonrió ante la
recortada, idealista y sin compromisos mora- promesa de un hijo (Gén 18, 9-12); queremos
les; sin el sermón de la montaña y sin dimen- ahora mirarnos hacia dentro con humildad y
verdad; con una mirada lo más limpia posible.
12 • ”Kenótica”, viene de “kénosis” que en griego significa
“abajamiento”.
Al fin de la vida seremos juzgados por el amor.
37

SACERDOTES

30. Vemos con gratitud que el pueblo valora nuestro trabajo y nuestras personas. Somos
colaboradores del obispo en su misión de enseñar, santificar y guiar a la Iglesia. Queremos
seguir siendo testimonios lejos de los reflectores para ejercer de manera callada, generosa y fiel,
nuestro ministerio. Son muchos los presbíteros que en nuestra diócesis han sido significativos
por su entrega gratuita, por su respeto al otro y por su servicio, en los campos de la cultura, el
desarrollo humano, la educación, pero especialmente en el conocimiento y vivencia de su fe.
Sabemos que hoy el ambiente no es propicio para vivir el cristianismo, incluso es contrario.
Por ello, estamos conscientes que el reto es ser capaces de afianzar nuestra fe en un ambiente
de secularismo, materialismo, sensualismo y relativismo moral y hasta teológico. Pero también
somos conscientes, aunque parezca paradójico, que existe un anhelo de fe, pues sólo Dios
puede saciar el hambre de infinito que llevamos dentro. El tesoro más grande es nuestra fe
en Jesucristo, y no podemos dejar de irradiarlo. Pero ya no debemos vivir de éxitos pasados:
o tenemos ese encuentro personal con Él, o sólo seremos humanistas.

Otro reto es expresar nuestra fe en fra- Apasionados de Cristo, de su Iglesia y de nues-


ternidad. Tal vez nuestra formación, tanto tro pueblo.
en la familia como en el Seminario, no fue Junto a los Obispos de nuestra patria, asu-
lo suficientemente fuerte para formarnos mimos, con dolor, y “reconocemos que los efec-
para la comunión. Queremos que nuestra tos de esta nueva época han llegado y dañado
comunión sea fuente de preguntas para los también la vida de algunos presbíteros. Fenó-
demás: ¿Quiénes son éstos que tienen tanta menos señalados en esta nueva época como el
libertad? ¿Por qué se les ve tan contentos y individualismo, el hedonismo, la superficialidad
agradecidos que comunican esta buena noti- y la mundanidad, se han instalado en la vida de
cia sin presunción ni proselitismos? La misma algunos. Vivimos con mucho dolor y tristeza el
comunión ya es evangelización, y sufrimiento de las víctimas de abuso
conduce hasta el martirio diario.
La fe no puede ser arrinconada,
“NUNCA MÁS sexual de menores y de sus familia-
res por parte de algunos presbíteros.
sino comunicada; aunque traiga UN ABUSO La Iglesia es la primera institución
problemas y hasta martirio. A MENORES”. que ha de promover el respeto por
Nos proponemos poner en el la ley y, en estas situaciones tan de-
centro la Eucaristía, para celebrar- plorables, que las personas que han
la en profunda relación con la vida; recuperar cometido estas transgresiones sean llevadas
el mundo de los símbolos sacramentales que hasta las autoridades correspondientes”13. Nos
están siendo vaciados por un ambiente cien- comprometemos cada vez más para vigilar
tificista. Sin símbolos nos desvanecemos. Sin y erradicar este mal: atendiendo los daños
Eucaristía no hay vida cristiana. De ahí brota de los afectados y de sus familiares en todos
nuestro compromiso con los pobres, pues Eu- los aspectos; fortaleciendo la cultura de la
caristía y pobres se entrelazan. En momentos denuncia de estos delitos; siendo más cui-
de tantas dificultades para la transmisión de la dadosos en la idoneidad y la formación para
fe, vivimos un momento privilegiado. Es tiem- los candidatos al sacerdocio y trabajando en
po de testimonio y anuncio. Sin experiencia nuestra formación permanente. Queremos de-
de Cristo, sin fraternidad, y sin compromiso cir con toda el alma: “NUNCA MÁS UN ABUSO
con el pobre en todas sus formas, no hay vida A MENORES”.
cristiana. Hoy se nos pide experiencia de Dios. 13 • CEM, Proyecto Global de Pastoral, n. 73
38

Con humildad reconocemos que en nuestro seguirle más de cerca, entregándole nuestra
modo de ser pastores en algunos momentos vida y sirviéndole en su pueblo. Agradecemos
parecemos más jueces, dueños o líderes de el don de la vocación para dejarnos formar
una estructura humana, que agentes dóciles al como pastores de un pueblo, ante el cual nos
Proyecto del Reino de Dios. No hemos compar- quitamos las sandalias porque es sagrado.
tido con generosidad el reto de la comunión Dispuestos a perder todo para no perder a
entre nosotros, tanto en lo económico como Jesucristo y su proyecto. Anhelamos y nos
en lo espiritual. Muchas veces nos criticamos formamos para ser buena nueva para la gen-
a espaldas, hacemos nuestros grupitos de te que nos espera para estar con ellos; para
amigos y no nos decimos la verdad de frente. estar con los que no tienen quien los escuche y
Nuestro pueblo reclama de nosotros mayor defienda; para dar esperanza a tantos presos y
acompañamiento espiritual y un especial valor esclavos de poderes políticos, económicos, de
profético frente a las circunstancias actuales, prepotencia, etc.; para testimoniar la verdad,
basado en el testimonio humilde, la vida sen- aunque nos cueste persecuciones y cruz; para
cilla, la cercanía habitual a la gente. Nos falta sentir compasión…
tener más “olor a oveja” como expresión de Reconocemos que hemos crecido como
que nuestro anhelo no es vacacionar sino estar privilegiados, olvidando a veces nuestros
ahí con la gente. orígenes y la sabiduría del pueblo de donde
salimos. Nos cuesta la obediencia a la autori-
dad de Jesucristo en sus mediaciones, aunque
SEMINARIO sabemos que tal obediencia nos hace libres
para amar y servir. Queremos adquirir la cali-

31. El Seminario es la ocupación y preocu-


pación más honda, no sólo del obispo,
sino de los laicos, consagradas y presbíteros.
dad humana suficiente para tratar a la gente
a la que nos debemos. Nos cuesta crecer en
la castidad, en una sociedad que nada en una
De ahí dependen en gran parte la continuidad cultura “pansexualista”; pero vemos la casti-
y la fecundidad del ministerio sacerdotal en dad como un regalo de Dios, que nos impulsa
la Iglesia. los mismos seminaristas testifican: a entregar la vida con más alegría. Nos alienta
“Procedemos de familias humildes y religio- formarnos y dejarnos formar en una vida de
sas desde donde nos ha sacado el Señor para comunión, compartiendo y no compitiendo.
39

Reconocemos tantas luces recibidas: el tra- ponsables con la oración, respeto y atención a
bajo de nuestros formadores que nos acompa- ellos. Requerimos que existan proyectos más
ñan hasta alcanzar la estatura de Cristo Buen efectivos en cada comunidad parroquial para
Pastor; colectoras que nos sostienen con su suscitar una cultura vocacional y un acom-
oración y apoyo económico; maestros que nos pañamiento de los seminaristas en familia.
ayudan en las diferentes dimensiones de la Es necesario fortalecer la convicción de que
formación, y en la consciencia social de la fe; toda la Iglesia es responsable de sus sacer-
el presbiterio que nos edifica con su ejemplo; dotes y de las vocaciones y que es necesario
y tantas personas más”. A todas y todos, nues- recordemos, como Pueblo de Dios, que la mies
tro agradecimiento”. es mucha y los obreros pocos. “Rogad, pues,
Nos alegra lo que dicen los mismos semina- al Dueño de la mies que envíe obreros a sus
ristas, pero necesitamos sentirnos todos res- campos” (Lc 10, 2).

LOS MOVIMIENTOS APOSTÓLICOS Y LAICALES

32. Los Movimientos son un verdadero don de Dios para la evangelización en nuestra dió-
cesis, y deben ser acogidos cordialmente por obispo y sacerdotes. Ahí experimentamos
el ímpetu y entusiasmo que da el Espíritu que tanto necesitamos hoy. Sin embargo, con la
ayuda del discernimiento, hay que realizar una valoración teológica y espiritual ahora urgente
para ver los valores y los límites de los modernos movimientos espirituales. Nos compete no
apagar el Espíritu, sino examinar todo y quedarnos con lo bueno (1Tes 5, 19-21). Algunos han
florecido, otros están floreciendo.

Para evitar confusiones que se han dado y proceso que tiene sus etapas de purificación,
para aprovechar estos dones de Dios, es nece- iluminación y fecundidad para servicio de la
sario poner algunos criterios ya tradicionales. comunión. El fin último de un movimiento es
El primero es “sentir con la Iglesia”, que sig- la apostolicidad fecunda de entrega silenciosa
nifica estar en conformidad con el depósito al bien de la comunidad. Un cuarto criterio
de la fe y la aprobación explícita e implíci- es no radicalizar la propia experiencia como
ta de parte de la jerarquía local, a quien le si fuera la única. La rivalidad y los prejuicios
compete el discernimiento de la validez de han de excluirse entre los grupos eclesiales.
un carisma. Tal actitud no sucede sin diálogo Urge ver la riqueza y la variedad de los dones
y sin esfuerzos y pruebas que al final se reve- sembrados por Dios en la Iglesia, en el mu-
la providencial y fecunda. Hay que evitar los tuo respeto, en la comunión de ayuda mutua.
entusiasmos desmesurados y los intimismos Lo importante es que todos los movimientos
e integrismos que muchas veces se han dado. participen en la unidad.
El segundo es el criterio “por sus frutos los co- Hay personas en nuestra diócesis que andan
noceréis” (Cfr. Mt 7, 20), pues signo evidente de movimiento en movimiento. Otros que se
de validez de un nuevo carisma son los fru- creen iluminados y hasta con visiones, pero no
tos genuinos y duraderos de vida espiritual y se comprometen. Al párroco le corresponde
de caridad apostólica. La mejor apología de aprender de estos movimientos, pero también
un movimiento son los testimonios de una acompañarlos para unirlos a la comunión dio-
conversión duradera que va teniendo etapas cesana (diocesaneidad). Pero se debe evitar la
de interioridad y de compromiso con los más enfermedad del clericalismo, para no absorber
débiles. El tercer criterio consiste en seguir un ni monopolizar todo en una actitud enferma
40

de no saber acoger los valores de los laicos. chas redes sociales y medios masivos que
Todos los movimientos han de tener su fuente hacen mofa de los ancianos, y los han hecho
y culmen en la Eucaristía, y aquí el sacerdote como los “descartados” y “sobrantes”, como
tiene un rol indispensable para que aparezca si fueran una carga; queremos mostrar a la
con claridad el “Cuerpo de Cristo” que es la sociedad que nuestros mayores son dignos de
Iglesia para el servicio del mundo. respeto y no de lástima; dignos de veneración
y no sólo de consideración. Nos corresponde,
FAMILIA: IGLESIA DOMÉSTICA como iglesia particular, valorar la riqueza de
su sabiduría y aprender de ellos. La vejez es

33. La familia, fundada en el matrimo-


nio, constituye un ”patrimonio de
la humanidad”, una institución social fun-
un bien y no una desgracia. Nos proponemos
acompañarlos en esta etapa de su vida.
También constatamos como una tarea, que
damental; es la célula vital y permanece, el desafío pastoral de
el pilar de la sociedad, y esto acompañar a las personas homo-
afecta tanto a creyentes como sexuales con una actitud verda-
a no creyentes. Es un regalo de deramente evangélica, eclesial y
Dios a la humanidad, y el futu- en conformidad con las valiosas
ro de ésta se fragua en la fa- indicaciones del Magisterio de la
milia 14. En nuestra diócesis la Iglesia a este respecto15.
valoramos y la ponemos como Cuidar la vida desde su gesta-
prioridad pastoral. ¡Cuántos ción hasta la muerte natural es
signos positivos que se dan en nuestro deber como seres hu-
estas iglesias domésticas!: es- manos y cristianos. Decimos un
fuerzos de numerosos padres rotundo “no” al aborto, pues la
y madres para sacar adelante a vida siempre debe ser tutelada y
sus hijos; grupos y asociaciones amada desde la concepción hasta
que trabajan en la pastoral fa- su fin natural.
miliar; movimientos que, con su
ejemplo y palabra, son signos
para el mundo de que el amor entre hombre LA JUVENTUD
y mujer es posible.
Afirmamos, pues, que en la fuerza familiar
se encuentra el camino más seguro para salir
de muchas situaciones que nos angustian, y
34. La situación de los adolescentes y
jóvenes —mujeres y hombres— en
nuestra diócesis nos preocupa hasta las lá-
que es necesario conocer e interiorizar toda grimas. Su realidad dolorosa tiene muchos
la bellísima enseñanza que el Papa Francisco matices: el desenfreno sexual, la droga y el
nos regala en la Exhortación Apostólica Amo- tráfico de armas que se ha convertido en una
ris Laetitia. Vemos que es preciso manifestar trilogía que se extiende día a día. El suicidio
la misericordia de Dios a los matrimonios en y la violencia son maneras concretas en que
crisis o conflicto; atender a tantos seres huma- opera el sindicato de la muerte. Los jóvenes
nos heridos por la fractura de su matrimonio, se han alejado de la vida de la Iglesia y de
especialmente a los hijos; además de otras los valores cristianos; y nosotros no hemos
situaciones familiares complejas que hoy se sido capaces de presentarles la figura viva y
han suscitado.
Ante la mala costumbre; apoyada por mu- 15 • Carta a los Obispos de la Iglesia Católica sobre la Atención
Pastoral a las Personas homosexuales, Congregación para la
14 • Familiaris consortio, n. 86. Doctrina de la Fe, 1 Feb. 1986.
41

fascinante de Jesús que ha seducido a tantos jóvenes con ellos, sin importar nuestra edad,
a lo largo de los siglos. En nuestro contexto pues todo lo que Cristo toca, se vuelve joven,
diocesano, muchos de ellos emigran, sepa- se hace nuevo, se llena de vida16.
rándose de su propio ambiente de origen, y Nuestros jóvenes, más que sólo temas y
con frecuencia viven un desarraigo cultural y dinámicas, necesitan procesos vivenciales de
religioso. Ellos —los jóvenes— pasan mucho acompañamiento y discernimiento. Requieren
tiempo en las redes sociales como una nueva conocer internamente cómo se comunica el
manera de comunicarse y vincularse. No he- buen espíritu y cómo el malo. Dios siempre
mos sabido aprovechar estos medios para el deja claridad, luz, gozo; pacifica, da esperanza,
diálogo y acercamiento hacia ellos. Es terrible aquieta y consuela. El Demonio, en cambio,
cómo también en el mundo digital están en genera oscuridad, desánimo, división, confu-
juego intereses económicos, capaces de rea- sión y muerte. Elaborar tales procesos es un
lizar formas de control tan sutiles como inva- verdadero reto pastoral, y nos determinamos
sivas, creando mecanismos de manipulación a hacerlo en sus diferentes fases.
de las conciencias. Muchas veces, ante tanta
información, los jóvenes no saben qué hacer
con ella, y se ponen en peligro de confusión LA VIDA CONSAGRADA
al no digerirla y al no tener puntos referentes
para discernir entre el bien y el mal.
“¿Qué me falta?” (Cfr. Mt 19, 16-22). Es la
pregunta de tantos jóvenes que no se sienten
35. En la diócesis se nota un aprecio since-
ro hacia la vida consagrada. Es verdad
que todos estamos llamados a la santidad,
satisfechos porque intuyen que el ser huma- pero las consagradas son llamadas a ser signo
no es un deseo de infinito. Los jóvenes saben clarísimo, visible, fundamentado y eficaz que
preguntar, sorprenderse, dialogar y soñar. Ellos anticipa el Reino en plenitud, donde el vivir
ya no creen en grandes sermones de pastores sea convivir y la donación sea total y en radica-
ni en discursos de políticos; intuyen que Dios lidad. Esperamos que los ríos de nuestro Plan
está en el corazón y en el testimonio de los se- Pastoral sean su inspiración, especialmente
guidores de Jesucristo. Hoy exigen verdaderos el río de la comunión, pues ahí se juega todo.
testigos que vivan lo que predican; que hablen Cristo es la norma primera, última y suprema;
menos del amor y que en realidad se amen; que y el Espíritu da el carisma para el bien común
sean signos de la unidad y la verdad; quieren a través de los auténticos fundadores. A los
pastores cercanos que los acompañen en sus pastores les corresponde recibir, conservar, in-
sueños de realizar el sueño de Jesús: el Reino terpretar, aprobar y garantizar la autenticidad
donde exista la fraternidad en la verdad y el del carisma. Las queremos muy de Dios y muy
amor. Calladamente, ellos desean encontrar la del pueblo. Dios no aniquila a la persona, sino
riqueza del tesoro en el campo (Mt 13, 44-46) que la invita para alabar, respetar, dialogar y
y la perla preciosa que es Jesucristo. servir; todo para la gloria de Dios, y Su gloria
Por estas y tantísimas otras razones, asu- es que las personas vivan plenamente.
mimos a los jóvenes como nuestra prioridad Apreciamos y valoramos la presencia de la
pastoral. Queremos salir a buscarlos donde vida consagrada “activa”, tanto laical como re-
están, escucharlos y aprender de ellos, elaborar ligiosa. Con su entrega a los más necesitados,
programas desde y con ellos mismos, darles su en los hospitales, escuelas, asilos, parroquias,
lugar de protagonistas en la iglesia y sociedad, santuarios y otros apostolados; expresan su
dejarlos ser en nuestras comunidades parro- madurez humana y espiritual, y reflejan el ros-
quiales, proponerles el programa de las bien-
16 • Exhortación Apostólica Postsinodal, CHRISTUS VIVIT, del
aventuranzas. Pero, sobre todo, queremos ser Santo Padre Francisco, n. 1.
42

tro femenino y la ternura de Dios en nuestra


diócesis. Sabemos que tal madurez requiere
un proceso serio y programado de encuen-
tro personal con Cristo, relación viva con él,
conocimiento interno de su corazón, opción
fundante y compromiso con los más débiles,
en los que se encarna la persona de Jesús.
Las animamos a hacer siempre tal opción
y compromiso por el Reino, que es el valor
absoluto; que nos animen para que hagamos
todos esa decisión que implica renunciar a
“otras joyas” frente a la “Joya de gran valor”.
La adhesión cordial a la persona de Cristo
no se define por lo que uno deja, sino por
lo que uno elige con preferencia. Pero las
queremos muy humanas: con sentido crítico
para discernir; con convicciones firmes que
abarquen todas las dimensiones de la perso-
na; con responsabilidad y motivos nobles; con
equilibrio y sensatez; libres para liberar, sa-
nas para sanar, alegres para alegrar, amantes
para amar, verdaderas para buscar la verdad.
Amar es querer y procurar el bien mejor de
la otra persona. Lo mejor para el otro es que
exista y sea libre. Con un amor que va más
allá del eros y filía y se transforma en ágape,
es decir, en pan partido y compartido. Todo
esto lleva a quitar los celos, las envidias, las “Queremos vivir nuestra consagración y ca-
tristezas; lleva a la corrección fraterna, aun- risma eucarístico, tratando de transmitirlo e
que el amor duela. irradiarlo a todos; aportar nuestra vida a través
Valoramos la vida contemplativa en nuestra de la oración constante en favor de la diócesis
diócesis porque son parte del corazón orante y la iglesia universal. Con nuestro testimonio
de la iglesia; grito de silencio en un ambiente diario de entrega silenciosa, mostramos al Se-
de tanto ruido. Su vida monástica contempla- ñor amado. Anhelamos ser raíz oculta, pero no
tiva, configurada según su propio estilo, es seccionada; comunicando la sabia a todos los
profecía y signo que atrae eficazmente a todos proyectos pastorales de esta iglesia; ser monjas
los miembros de la iglesia a vivir sin desfa- contemplativas en serio, para dar a conocer en la
llecimiento los deberes de la vida cristiana. paradoja del ocultamiento el rostro de Dios; ser
En su vida contemplativa de monjas, me- presencia y faro que ilumine el caminar a la mo-
rece una particular atención su separación rada eterna, hacia donde todos nos dirigimos”.
del mundo manifestado por la clausura, por- Gracias por su vida entregada, por su alegría
que, a la luz de su especial vocación y misión que nos contagia, por su pasión por el Señor y
eclesial, responde a la exigencia, considerada su proyecto; pero, sobre todo, porque llevan
prioritaria de estar con el Señor, que es signo hacia Él, toda la realidad de este mundo lleno
de la unión exclusiva de la iglesia-esposa con de esperanza y dolor. En ustedes, queremos
su Señor, sumamente amado. seguir experimentando la sonrisa de Dios.
43

TERCERA PARTE

VI. PENSANDO LA REALIDAD


DESDE NUESTRA FE
44

DESDE JESÚS, OTRA REALIDAD ES POSIBLE

36. La vida de Jesús fue una vida desde abajo. Desde Nazaret llevó una vida sobria y simple.
Nada qué admirar. Fue dándose en lo ordinario y compartiendo la suerte de su gente
porque es su pueblo. Ahí nació y vivió, se hizo del pueblo y éste lo fue haciendo a él. Durante
treinta años pasó como un ”don nadie”. Vivió en el anonimato, en la irrelevancia. No destacó
en nada extraordinario. Vivió pobre —no indigente— entre los pobres. A los treinta años salió
a predicar algo muy concreto: El Reinado de Dios. Para entender el Reino habría que ver sobre
todo las parábolas, los milagros y su misma persona. Su vida fue una ”kénosis”: nada de fama.
Como hombre marginado vio y sintió el dolor, la pobreza y la dominación.

Fue un hombre religioso, y tal religiosidad cambiar. En muchos, Jesús produjo simpa-
la vivió compartiendo la vida de su pueblo en tía por su persona, su actitud y sus palabras,
las fiestas de Jerusalén (Lc 2, 41ss), en la boda aunque sabían que seguirlo implicaba riesgo
de Canaán (Jn 2, 1-13). Fue descubriendo que y conversión. Pero algunos se sintieron ame-
Dios, su Padre, quiere la vida y la alegría de nazados por aquellas palabras en la sinagoga;
su pueblo. No le agradan las situaciones de y otros lo juzgaron de pueblerino, insignifi-
enfermedad, marginación y muerte. Dios está cante hijo de María y de José. Y este origen
decidido a que esta realidad cambie, porque, les dio desconfianza y desprecio hacia él.
desde su visión, otra realidad es Eran gentes que no querían un
posible. Pero a mucha gente le cambio; querían que las cosas
fueron indiferentes las acciones
Para entender el siguieran igual, por eso inten-
de Jesús, pues tenían en mente Reino habría que taron matar a Jesús.
mesianismos meramente políti- ver sobre todo Jesús vivió en esa realidad
cos, sociales, o extremadamente dura y difícil, pero le dio sen-
milagreros. Otros se opusieron las parábolas, tido. Nuestra fe nos dice que él
hasta hacer planes para matarlo. los milagros y su sigue vivo en nosotros, inspi-
Desde el contacto con su misma persona. rándonos a enfrentar la realidad
“Abbá” y desde la realidad que que nos toca vivir hoy. Durante
vivió, Jesús fue descubriendo la elaboración del Plan Pasto-
poco a poco quién era él y cuál era su misión. ral, de nuestros grupos parroquiales y de los
Desde su oración le va abriendo espacios a agentes de pastoral salieron varios elementos
la acción de Dios y va leyendo la realidad para poder discernir la voluntad del Padre. Los
que ve. Cuando toma consciencia de que ha estados de ánimo nos parecen importantes,
llegado la hora de poner en práctica el plan y por eso los capturamos enseguida para de-
o designio de Dios, lleno de gracia y del Es- jarlos en la memoria y en el documento para
píritu de Dios es enviado para anunciar la que nos inspiren. He aquí algunos:
Buena Nueva, haciendo eco y memoria de la “Como cristianos, nos sentimos afectados
tradición espiritual y profética de su pueblo: por el dolor y sufrimiento de nuestros pueblos.
“Dios escucha el clamor de los oprimidos” Ante el malestar de tantos que sienten como
(Lc 4, 13ss; Ex 3, 7ss). En Nazaret presentó si les hubieran robado la vida y esperanza, los
su proyecto que causó alegría en los pobres, agentes de pastoral no sabemos cómo mo-
ciegos, cojos, quienes sintieron que Dios los vernos. Nos movemos en una sociedad que
tomaba en cuenta y que su suerte estaba por funciona con la lógica del mercado. Hay, por
45

ejemplo, indígenas como descartados, pero cia. A pesar de todo, sólo en Dios encontramos
están ahí. Nos sentimos como sin aliento y nuestra fuerza.
hasta cansados. No hemos aprendido a dar y Ante todo esto, necesitamos trabajar en el
compartir. Los laicos aparecen poco en nues- Plan Diocesano de Pastoral, aunque a algunos
tras asambleas; como que no les hemos dado no les interese. Lo que ya trabajamos en el Sí-
su lugar. Ellos, los laicos, siguen siendo una nodo hay que retomarlo y adaptarlo al hoy.
voz silenciada en nuestros esquemas cleri- Estamos resaltando lo profético y lo martirial.
cales. Pareciera que no hay interés ni de los Nos falta preguntarnos qué tipo de profetas
laicos ni de los consagrados por su formación. somos o queremos ser. Nos falta ser profetas
Existe mucho activismo, cansancio, falta de desde la periferia. Pensamos que el Proyecto
creatividad y entusiasmo; demasiado ritualismo de Jesús es posible, no sin tropiezos, de ma-
y sacramentalismo en los pastores. Estamos nera sencilla y vivida en lo cotidiano. Aún no
cautivos y seguimos oprimidos por el miedo. No sabemos cómo, pero tenemos fe y esperanza de
valoramos ni acompañamos suficientemente al que un día la realidad cambie porque sabemos
laicado ni a los movimientos espirituales. La que Dios no nos abandona. El Proyecto de Jesús
consecuencia es un laicado débil que no incide es posible si convertimos nuestro corazón, si
en la sociedad ni en la política. Nos sentimos vamos uniendo fuerzas y viviendo lo profético
como impotentes ante situaciones de violencia y martirial en las cosas pequeñas”.
que superan nuestras fuerzas y capacidades. A
los pastores nos falta congruencia y testimonio.
Percibimos que algunas de las consagradas no ESPIRITUALIDAD COMO PASIÓN
han tomado en serio el Plan Diocesano de Pas-
toral; como que les importa más su vida hacia
POR EL REINO
dentro. Esperamos que otros se comprometan,
y esto nos paraliza. Reflejamos poco interés
vocacional y poca entrega. Nuestra li-
37. Por ”espiritualidad” entendemos la
pasión que anima a una persona. ¿Cuál
era el ”espíritu” de Jesús; qué espíritu
turgia se ha vuelto monótona y abu- modelaba su vida? Lo primero que
rrida. Hay algunos que se entregan, constatamos es la centralidad del
pero aislados. Nos fal- Reino de Dios y su justicia. Jesús
ta trabajar en equipo no es un hombre disperso, sino
y eclesialmente. profundamente unificado. El Rei-
Comentamos con no de Dios ocupa toda su vida, y
miedo lo que pasa, el centro está en su experiencia
pero no nos atrevemos a de ”Abbá”. Todo lo hace desde ahí.
hacer más. Vemos que se va Dios no es una teoría o idea, sino
perdiendo el sentido de la una experiencia; una Presencia
vida. Vemos con dolor la si- buena que envuelve su vida y le
tuación generada por el nar- empuja a trabajar por una vida
cotráfico sobre todo cuando mejor para todos. Por eso, él
ha tocado a personas cercanas, no se pierde en exposiciones
y no sabemos ni tenemos accio- doctrinales, sino que asocia a
nes para dar respuesta evangé- Dios con la vida de las personas.
lica. El proyecto neoliberal nos Mientras que los dirigentes reli-
está deshumanizando y nos hace giosos unen a Dios con el sába-
parte de un sistema donde cada do, con las primicias del tem-
persona no tiene rostro ni presen- plo, con las exterioridades
46

rituales; Jesús asocia a Dios con la vida digna,


justa y sana. En Nazaret expone el programa
de su espiritualidad: ”El Espíritu del Señor está
sobre mí..., me ha enviado a anunciar a los po-
bres la Buena nueva...” (Lc 4, 16-19). No habla
de convertirse a Dios, sino que pide entrar en
el Reino de Dios para dejarse transformar y
para transformar el mundo. Jesús tiene una
confianza total en Dios; se fía. No se apoya en
nada sino sólo en el Padre que tiene entrañas estilo es tan humilde que nos espanta, pero nos
de Madre. Eso le hace libre de los esquemas encanta. Su Dios es amigo de la vida, y quiere la
rígidos. Va al templo, pero no está atado a vida aquí y en el más allá. Es enemigo del mal;
nada, sino sólo a la voluntad del Padre. Para por eso se enfrenta a los ídolos de la muerte
él, la voluntad del Padre es que todos tengan porque hacen daño. Dios es como una fuerza
vida, empezando por los últimos. Ese Padre curadora que no permite la resignación; cura
es bueno y cercano; nos abraza a los oprimidos, a los reprimidos
y envuelve. Por eso Jesús bende- ”El Espíritu del y a los suprimidos. Jesús pasó la
cía a todos, abrazaba a los niños, Señor está sobre vida haciendo el bien (Hechos
acariciaba a los leprosos a quie- 10, 38). Es el Dios de los últimos,
nes nadie acariciaba, se sentaba mí..., me ha enviado y le encanta estar con ellos, de-
a la mesa con un pecador o una a anunciar fender a los que andan perdidos.
mujer prostituta. Continuamente Nunca habla con autoritarismos;
iba diciendo que Dios está cerca,
a los pobres la libera de todos los miedos; cons-
y que no está atado a ninguna Buena nueva...” truye la libertad…
religión, pues no es propiedad En la diócesis confesamos,
de nadie, y es más grande que cualquier cate- con fe gozosa, que ese hombre Jesús, que mu-
dral o templo. Nadie es insignificante para Él; rió crucificado en Jerusalén hacia el año treinta,
nadie está perdido, pues Dios hace salir el sol es el Cristo de Dios, el Hijo de Dios, el Hijo, el
sobre buenos y malos. No discrimina a nadie ni centro de la historia humana, el Redentor del
es propiedad de los ”buenos” y practicantes, hombre, el único Señor. El hombre Jesús es el
sino de los que están cansados y agobiados Hijo de Dios, y el Hijo de Dios es el hombre
por la carga del pecado, de las leyes religiosas Jesús. Esta confesión de fe no es teoría, sino
o civiles, de le la Ley. que le da sentido a nuestra existencia. Él es el
Para Jesús, la espiritualidad es vivida con Amigo cercano, verdadero Dios y verdadero
alegría y no desde el castigo o el poder. Dios hombre. Jesús es Dios, y Dios es Jesús. En Jesús,
no se impone nunca por la fuerza de la ley. Dios nos dio su sonrisa y cariño, su mensaje y
Su Padre no aplasta ni oprime. Es Creador po- su vida. Es el Viviente que nos da vida aquí y
deroso, pero bueno, cercano y compasivo. Su nos promete la “vida eterna”.

CON JESÚS EN MEDIO DE LA COMUNIDAD SER PROFETAS Y MÁRTIRES,


ORANTES Y CON ROSTRO MARIANO
Nos da la impresión de que vamos sobreviviendo. Le hemos hecho frente a la realidad, pero
con una espiritualidad no profunda. Cada uno tiene “su modo”, y lo absolutiza. Pero sabemos
que la Realidad Inmutable y Eterna (Dios) está dentro de mí, pero también más allá de mí; no
47

lo agoto. Vivo en Él, pero no lo puedo atrapar. Es duro saberlo, pero no agotamos la Realidad
(con mayúscula), ni la realidad (con minúscula). Necesitamos desenmascarar lo encubierto para
que aflore la verdad en el amor. “Iglesia de Comunión – Profética – Martirial- Orante- Mariana”
son cinco ríos de nuestra espiritualidad diocesana.

• IGLESIA COMUNIÓN Dios. Ora, busca y anhela lo que Dios quiere.


Es persona de discernimiento. Por eso anun-

38. La Diócesis es fruto del Corazón de


Dios, donde Cristo está al centro; de
otra forma sería sólo una asociación. Ahí esta-
cia con gozo el bien y denuncia con valentía
el mal. Su anuncio y denuncia los hace con
sus palabras, gestos y actitudes. Le va de por
mos los laicos, las consagradas, los presbíte- medio la vida. Casi todos los profetas mueren
ros con el obispo. Somos en y para el pueblo trágicamente. Nunca hacen alianza con los po-
de Dios. Disfrutamos unidos, nos enfrentamos derosos. En la diócesis necesitamos profetas
seguido, nos perdonamos, nos aguantamos y especialmente en las áreas sociales, políti-
nos sanamos. Somos diferentes, pero quere- cas, económicas y religiosas. Generalmente el
mos trabajar por la unidad en la diversidad. profeta no es milagrero, sino hombre o mujer
Cada hermana y hermano es un regalo y una lleno de tribulaciones, dudas y angustias. Es
carga. Como Cristo en el Cenáculo, el magis una persona de discusión ”Ay de mí, madre
(maestro) se hace minus (servidor). Es la lógi- mía, porque me diste a luz, varón discutido y
ca divina que, para la mentalidad del mundo debatido por todo el país” (Jer 15, 10). Pero no
parece ilógica. Queremos reinar sirviendo. es el profeta quien dispone de Dios, sino que
Sin esa actitud de fondo nuestra diócesis no es Dios quien libremente dispone del profeta,
tiene futuro. Es cierto, lo expresamos en las sin tener que rendir cuentas de ello. “Me has
asambleas, que con frecuencia nos comporta- seducido, Yahveh, y me dejé seducir... Y decía:
mos muy individualistas, y en lugar del dar y no volveré a recordarlo ni hablaré en su nom-
recibir, llevamos la lógica del competir. Pero, bre, pero había en mi corazón algo así como
desde el Sínodo, remarcamos la comunión. un fuego ardiente, prendido en mis huesos, y
Las leyes civiles nos definen como asociación aunque yo trabajaba por ahogarlo, no podía”
religiosa, pero somos más que eso. Somos (Jer 20, 7-9).
convocados por Cristo: ”Llamó a los que él Algunos elementos del profeta son: a) una
quiso Creó a los doce” (Cfr. Mc 3, 13-16). Él llamada divina, b) una consagración, c) la mi-
nos ha regalado sus secretos. Por eso, unidos, sión concreta ante un futuro desconocido, d) el
trabajamos gratis y sin horarios. Por aquí va confortamiento “no temas, porque estoy a tu
nuestra espiritualidad. La iglesia se constru- lado”, e) la reacción del que ha sido llamado. El
ye en la comunión; en la diocesaneidad. ”El profeta no sólo pertenece a Yahveh sino tam-
camino de la comunión es el camino que Dios bién a su pueblo. Nunca cae en el victimismo,
espera de la Iglesia del tercer milenio”17. siempre vive en la esperanza. Retro-versión
(volver al primer amor), in-versión (vuelta a
Dios), a-versión (apartamiento de todo ídolo).
ESPIRITUALIDAD PROFÉTICA Tampoco es sólo predecir el futuro, sino poner
toda la vida en el asador. Necesitamos tres

39. Ser profeta nunca ha sido fácil ni lo


es hoy. El verdadero profeta ama pro-
fundamente el mundo, y tiene experiencia de
verbos: ver, compadecer, actuar. “He visto el
sufrimiento…, me compadezco…, actúo” (Cfr.
Ex 3, 7-10). ¿Quién manda al profeta? El amor.
Dios nos enseña a ser profetas misioneros.
17 • Papa Francisco, Discurso en la Conmemoración del L Aniversario de
la institución del Sínodo de los obispos, Roma 17 de octubre de 2015.
Nosotros nos programamos, pero Dios nos
48

desprograma. Lo importante es entrar en su


• IGLESIA MARTIRIAL
programa. En eso se nos va la vida.
Comentamos algunas frases que fueron
saliendo sobre el profetismo: “interesarse y
sentir las lágrimas de los que lloran, forma-
40. ¡Somos hijos de mártires! También hoy,
en medio de nuestros errores, necesi-
tamos enfrentar el mal sin miedo. Los santos
ción de seminaristas y presbíteros cerca del mártires San Jenaro, San José María, San Ro-
pueblo, dejar la comodidad para vivir con el drigo y tantos más, nos invitan a recuperar la
pueblo, no desanimarse ante la incompren- memoria como diócesis, memoria de pueblo.
sión de la gente, no traicionar nuestra cultura ”Acuérdense de sus guías, que les anunciaron
y origen familiar, saber vivir a la la palabra de Dios; consideren el
intemperie, “saber que no nos per- buen desenlace de su vida e imiten
“Si es posible
tenecemos, quitarnos las sandalias su fe. Jesucristo es el mismo, ayer,
ante los pobres porque el pueblo es pase de mí hoy y por los siglos” (Hebr 13, 7-9).
sagrado, estar dispuestos a perder- este cáliz, pero La memoria de los pueblos no es
lo todo”. Brotó la pregunta: ¿Qué computadora sino corazón. Porque
tipo de profeta somos hoy y aquí?
no se haga mi la diócesis que no se ha instituido
Jesús es el Profeta, y más que un voluntad sino con medios humanos, no puede
profeta. “Los laicos hablan poco, la tuya” conservarse ni aumentarse con
pero dicen tanto con su silencio, ellos, sino con la mano del Señor.
Jesús es profeta desde la perife- Queremos contemplar la Cruz don-
ria; eso necesitamos en la dióce- de Cristo fue ungido. Ese madero
sis, antes de actuar hay que orar, se ha convertido en parámetro del
vivir el profetismo con alegría, con seguimiento. Ahí se estrellan nues-
autenticidad, en comunión entre tros falsos mesianismos y egoísmos
nosotros, aceptamos que somos disfrazados de celo apostólico: ”Por
débiles y con fallas, pero sin dejar eso vivo contento en mi debilidad,
de ser profetas, ayudarnos a salir en las injurias, en las necesidades,
del mal, decir la verdad sin miedo, en las persecuciones y las angustias
pero sabiendo qué hablar, cómo y San Jenaro Sánchez sufridas por Cristo; pues cuando soy
cuándo hacerlo, defender los de- Delgadillo débil, entonces es cuando soy fuer-
rechos humanos, pero con amor y te” (2Cor 12, 10). Hay personas que
verdad, ser personas de esperan- han sufrido mucho y han madurado,
za, reconocer los signos de vida otras, en cambio, han quedado des-
que tenemos, nunca pactar con el hechas. Pedimos afrontar el dolor.
enemigo, no aceptar donativos de Queremos ser curados de tantas
narcos y políticos, ser profeta en heridas que nos vienen desde den-
una Iglesia en salida, creer en una tro y desde fuera. Sabemos que el
Iglesia más horizontal, evangelizar San Rodrigo San José dolor más grande es no superarlo.
desde la misma realidad, incorpo- Aguilar María Pero no sacralizamos el dolor como
rar más a los jóvenes, escuchando Alemán Robles si a Dios le agradara. Al dolor hay
el mundo en que viven, no tener Hurtado que encontrarle sentido, aliviando
miedo de entrar a los nuevos areópagos como el dolor de los demás. Nos faltan
escenarios para la Buena Nueva, estamos muy programas de curación al interior de la diócesis.
alejados de las universidades, nos falta com- El martirio de la vida diaria por seguir a Cristo
prometemos más a acompañar las vocaciones es un reto en nuestro Plan Pastoral. Acompa-
a la vida consagrada y a la vida sacerdotal”… ñar a Jesús desde nuestras carencias, conduce
49

a encontrarle sentido. Jesús no se derrumba, quien ora, entra en la economía de la gratuidad,


manifiesta que la vida vale la pena si se parte pues la oración es lo más gratuito; nos falta un
y comparte (Eucaristía). Nace por mí, crece por programa diario sobre la Lectio divina para orar
mí, muere por mí. Toda su vida fue redentora. en nuestras parroquias; la oración sana nuestra
Necesitamos trabajar en procesos de reconci- sensibilidad herida; la sanación es para amar y
liación y de paz en el contexto del Aniversario servir mejor al pueblo; necesitamos sentirnos
de la Redención. sanados contemplando a Jesús en su pueblo, a
Pero, además, el martirio, en su sentido más fuerza de relacionarnos con Cristo, se va gene-
profundo, es dar testimonio del proyecto de rando un vínculo de confianza y afecto”.
vida que viene de Dios. Es comprometerse También hicimos examen. “Cuando ores,
hasta las últimas consecuencias con su Rei- entra en tu cuarto…, cierra la puerta…, no di-
no o Reinado de amor, de verdad, de justicia gas muchas palabras…” (Cfr. Mt 6, 6). El cuarto
y de paz. No buscamos el dolor y la muerte (“tameion”) era una pequeña bodega donde
por sí mismos; los aceptamos como prueba o estaban los frutos del campo (vida). Es el lugar
consecuencia inevitable de nuestra entrega más privado del corazón. Ahí se revelan los
a la causa del Reino: “si es posible pase de mí secretos. ¿Qué espacios le damos a Dios en la
este cáliz, pero no se haga mi voluntad sino la vida personal y pastoral? Si Dios no es el nú-
tuya” (Lc. 22,39-44) oraba Jesús en el Monte mero uno, no hay Dios en nuestra vida. Cerrar
de los Olivos cuando estaba a punto de ser la puerta es ver la vida desde otra dimensión.
prendido y llevado al matadero. Los agentes de pastoral traemos muchos rui-
También hoy existe el martirio, y existen los dos. Pastores con ruidos son pastores enfer-
mártires concretos y más numerosos que en mos. Nuestro pueblo nos necesita cristificados.
los primeros tiempos. Mártires por la verdad, la Cristo enseña a ser humanos, a hablar menos
paz, la vida y la justicia. Pero hoy los mártires de los pobres y estar más con ellos. “No digas
no son noticia. La Iglesia crece con la sangre muchas palabras”. El enamorado no dice mu-
de esos mártires, hombres y mujeres que dan chas cosas; se pone en sintonía con Dios y con
su vida por Jesús y su Evangelio. El martirio el pueblo. Aprender de la gente sencilla que,
escondido de hacer el bien y con amor nues- en las peregrinaciones y en su religiosidad,
tros deberes de cada día. Cuando el cristiano ora con su tradición y con su corazón. La sabi-
está decidido a vivir su fe con congruencia, duría se aprende mirando a Dios y al pueblo
debe tener en cuenta la advertencia del Señor: o mirando a Dios en el pueblo. La oración del
habrá persecuciones. pueblo nos enseña más que los libros. Tene-
mos muchos signos de esperanza entre tanta
violencia. Nuestro pueblo ora, pero exige más
• IGLESIA ORANTE formación en la oración para la vida. El Señor
nos quiere consolados para consolar. Mucha

41. Recogemos algunas expresiones en


grupos y Asambleas: “La oración es la
fuerza de nuestra acción pastoral; el apostolado
gente no conoce la Biblia, pero nosotros somos
su Biblia y su evangelio visible. La oración nos
ayudará a estar de corazón con los débiles. La
se hace de rodillas; la oración siempre será poca gente sabe bien cuando habla un experto y
para un agente de pastoral; queremos ser perso- cuando habla un santo; quien ora tratará poco
nas de oración; contemplar es descubrir el paso a poco mejor a la gente. Deseamos que las
de Dios en nuestra vida, en nuestra historia, en madres contemplativas oren desde las pro-
el mundo, para mirar con la mirada de Dios; so- blemáticas pastorales de la diócesis; que se
mos más humanos cuando más tocamos a Dios; preocupen más de lo que nos pasa para que
sin oración caemos en la herejía de la acción; sigan orando desde la realidad de la diócesis.
50

CON LA TERNURA DE GUADALUPE: EL ROSTRO MATERNO Y LIBERADOR DE DIOS

42. En el 2031 estaremos celebrando los 500 años del Acontecimiento Guadalupano. La
consolidación e integración de la patria no se pueden entender sino a la luz de la cer-
canía de la maternidad de Santa María de Guadalupe. En ella los mexicanos encontramos una
Madre amorosa, rostro materno de Dios.

A diez años de ser conquistada Tenochtit- nos invita a todos para su misión, que es la
lán el país estaba destrozado, sus gentes apa- misión de su Hijo, la misión del Reino. Que-
churradas y enojadas, con muchos conflictos, remos confiar más en ella. Nos llama para
sometidos porque habían sido invadidos y dar nuestro tiempo y amor a los demás, para
habían perdido su esperanza. En esta situación colaborar con los otros a fin de que se quiten
la Virgen de Guadalupe se pone del lado del las causas de la injusticia y de la violencia y
pueblo vencido, se acerca a Juan Diego con que haya paz; para afirmar nuestra fe, liberar
mucha ternura, con delicadeza, amor, respeto, a los oprimidos y ayudarnos entre nosotros.
con palabras dulces, con flores y cantos de mu- El relato Guadalupano desconcierta, pues
chos pájaros del monte, diciendo quién es ella. la Virgen se fija en una persona pobre y hu-
Llama a Juan Diego porque era pobre y además milde para llevar su mensaje, lo anima a no
hombre de fe, humilde, sencillo, trabajador. Lo rendirse. Juan Diego se sentía menos, por eso
ve digno de confianza y comprometido con el la Virgen lo anima porque todos valemos ante
deseo de un cambio profundo de la realidad Dios. El Obispo no le dio crédito a la palabra
de su pueblo. de Juanito porque vio a una persona humilde,
Hoy nos encontramos con violencia, envi- a un pobre campesino de por ahí. Estaba muy
dias, pobreza, narcotráfico, sin seguridad, di- ocupado en la construcción de templos para
vididos, en soledad, con deseos de esperanza, adoctrinar y manejar a los indígenas mediante
entre odio y marginación, sin fe, con mucho la doctrina cristiana y así facilitar la conquista
individualismo y atropellados, interesados plena de México. ¡Qué difícil es para la gente
por lo material y poco por lo espiritual, con- acercarse a nosotros! Confesamos que tam-
fundidos… Como a Juan Diego hoy la Virgen bién hoy nos cuesta evangelizar y ser evange-
51

lizados por los pobres. Vemos a los indígenas protegidos por ella. Estas cosas que nos curan
y les despreciamos. Aún tenemos actitudes son señales de la presencia de la Madre del
racistas ante ellos. No comprendemos que su cielo en medio de nosotros.
cultura es diferente. Nos falta creer más en En el rostro de la Virgen de Guadalupe ve-
ellos y vivir cerca de ellos. mos la propuesta de un mensaje de comunión.
Ante el fracaso, Juan Diego regresa triste, Es posible el compartir nuestra vida. Ser in-
defraudado, desconsolado, se siente menos. dígena o mestizo, campesino o comerciante,
Llega y se postra al suelo pidiendo perdón por citadino o de rancho no es algo humillante,
no haber cumplido su misión. Y pide que vaya sino una riqueza. Pero la mayor riqueza que
alguien más importante. La Virgen lo levanta, lo ella nos ha traído es su hijo Jesucristo. La Vir-
reconforta, le confirma su misión y lo reconoce gen no busca la salvación en Cristo recordando
como su mensajero digno de toda su confianza; derrotas pasadas ni suscitando violencias o
le dice que todo lo bueno cuesta trabajo, y que predicando el odio y la división, sino curan-
por eso él debe cumplir su misión. do las heridas que nos hemos causado unos
Este es un reto para todos, especialmente con otros. Por ello, los agentes de pastoral
para los agentes de pastoral. A veces pensa- estamos llamados a trabajar por la unidad,
mos que Dios sólo escucha a los sacerdotes y a superar las diferencias que nos lastiman y
religiosas, y no somos capaces de saber que Él entristecen; a proponer proyectos de vida que
también habla a los laicos y nos habla a través incluyan a todos, pero especialmente a los
de ellos. Todo esto nos muestra que en las más desprotegidos.
cosas de Dios debemos tomar más aprecio por
las personas sencillas y pobres, a ser nosotros
más humildes, para no menospreciarnos ni CON JESÚS EN MEDIO DE LA
menospreciar a los demás. Debemos descubrir
a los “Juan Diegos” en la vida de hoy, hombres COMUNIDAD HACEMOS LA PASCUA
y mujeres que en la sencillez de su vida nos
ayudan a descubrir la misión de ser hermanos
y amigos en la misma familia del Señor.
Hoy la Virgen, como a Juan Diego, nos sale
43. Los discípulos de Emaús eran de la es-
cuela de Jesús. Tres años habían con-
vivido con él, pero ahora bastan 3 días para
al encuentro con amor, alegría, cariño, llena de perderlo todo. Así de frágil es nuestra vida.
luz y corazón humilde, contenta y con ganas Perdemos el entusiasmo. No se quedan en
de ayudarnos. En la diócesis tenemos otras Jerusalén, sino que van en sentido contrario.
advocaciones que revelan el mismo rostro de Regresan sin meta, y abandonan lo que habían
la Virgen cercana: la religiosidad de nuestro vivido. El hecho de haber visto al Señor cruci-
pueblo muestra que ama mucho a la Virgen ficado les hizo perder la esperanza. Las expec-
del Rosario, de la Natividad, de Talpa… Es im- tativas de liberación que Jesús anunció, para
presionante cómo Ella atrae y nos lleva a su ellos no se habían cumplido. No entendieron
Hijo. Escucha nuestras peticiones en momen- su proyecto pues hasta buscaban un puesto de
tos de tristeza y de infelicidad. Nos consuela poder. Esperaban que Jesús siguiera haciendo
para que podamos consolar. Nos regala las milagros y así supliera la impotencia que ellos
flores del perdón redentor de Jesús. Son las experimentaban, se sintieron solos, desorien-
flores de la unidad, de la bendición, de ver a tados y divididos, y esto les impulsó a dejar la
los hijos crecer y estar sanos. Las imágenes de comunidad de los discípulos. Experimentaron
la Virgen están en las casas de nuestra gente, el aparente abandono de Dios y la fuerza de
en los caminos y capillas. Cuando nos reuni- dominio del imperio (Lc 24, 19). Llevan la cara
mos para celebrarla, nos sentimos hermanos y triste, discuten, sienten que están perdiendo
52

todo. No tienen esperanza. Andan atrasados y por qué no hace algo. Al ver los noticieros y
en el tiempo, pues se quedan en el Viernes comentarios de los medios ante lo que pasa
Santo, siendo que ya es domingo. Están per- en la Iglesia, nos sentimos desalentados. Co-
didos, se sienten engañados y fracasados. De rremos el riesgo de caminar cada quien por
pronto, el Señor se hace presente, pero ellos su lado resolviendo nuestros problemas de
no lo reconocen. Él se pone a caminar con ellos manera individualista y hasta echándonos
y los acompaña en el camino del desánimo. culpas unos a otros. Nos hace falta levantar
Los escucha y los recrea. Les habla fuerte y la mirada y darnos cuenta que Jesús va con
sacude. Les renueva la confianza. nosotros en el camino. Calladamente vamos
Recordar, explicando las Escrituras y el des- sintiéndonos decepcionados de la Iglesia y
tino de los profetas, les ayuda a recuperar la vamos perdiendo la capacidad de asombro
verdad sobre Jesús. Esta memoria les hace ante lo que Dios nos da cada día. Esperamos
continuar las luchas de los antepasados de que alguien resuelva los conflictos al mis-
su pueblo y el destino salvador de Dios. Al mo tiempo que desconfiamos que alguien lo
compartir y bendecir el pan descubren que pueda hacer. Son pocos los que disponen sus
no están solos. Sienten como compañero y manos al servicio para marcar la diferencia.
cercano a Jesús. El volver la vista atrás les hace Queremos dejarnos acompañar en el camino
recordar que la vida se da desde la entrega de difícil de nuestra realidad por el Señor resuci-
la propia vida. Esta expe- tado, que se nos hace pre-
riencia de encuentro con sente en quienes caminan
el resucitado, “pues su a nuestro lado, devolvién-
corazón ardía”, les hace donos la esperanza de se-
sentirse amados y supe- guir luchando en la obra
rar el desconcierto de lo de Dios que va adelante
acontecido (Lc 24, 25). en medio de contrarieda-
Escuchar y compartir el camino con el resu- des y tribulaciones. El gozo de saber que el
citado les fortalece para superar la tristeza y Resucitado está a nuestro lado nos da la certeza
el miedo, y recuperar lo que se creía perdi- de que “cielo y tierra pasarán, pero mis palabras
do. Se abren a la realidad de que la muerte no pasarán” (Lc 21,33), las promesas del Reino
y el mal no es la última palabra ni de Dios se cumplirán a cabalidad.
ni de la historia. La crucifixión no acabó con
los sueños, fue el inicio de ellos. Caminar al
lado de Jesús resucitado les ayuda a sentirse ALGUNAS VOCES MÁS
acompañados y con necesidad de volver a la
comunidad (Lc 24, 45). Jesús celebra con ellos Hubo también otras voces que se escucharon
el pasado, el presente y el futuro, y los vuelve como las siguientes: “Queremos que nuestra
a ser comunidad. Ellos se levantan (resucitan), acción sea más pastoral que administrativa.
y ya pueden ver con la luz de la fe. Ahora co- Queremos pensar más en la maternidad de la
rren hacia Jerusalén con algo que anunciar. Al Iglesia que cura las heridas. Nos proponemos
que se encuentra con el Señor, nadie lo para. hacer partícipes de la Misión a los fieles laicos.
También nosotros, ante lo que nos pasa Nuestros consejos diocesanos y parroquiales
dentro y lo que viven nuestros pueblos, ca- deben tener en cuenta a los laicos. Buscamos
minamos con desaliento y desánimo, con dolor que la Iglesia diocesana se abra más a los nue-
e incertidumbre, con miedo y hasta con peleas vos areópagos, especialmente a los jóvenes. Nos
entre nosotros. Nos desanimamos y nos se- preocupa el clericalismo porque así el laico no
paramos. Nos preguntamos dónde está Dios madura ni se siente pueblo. Dios se manifiesta
53

en el hoy: en el pasado Dios dejó su huella; en el tiene una presencia y una lógica. Su lógica de
futuro está la promesa; pero en el hoy se juega muerte se va contagiando no sólo en los co-
la vida. Para que la diócesis no se haga auto- razones sino en las estructuras. Es un proceso
referencial, necesita estar tensionada hacia la de degeneración o corrupción; un alejarse del
periferia. Queremos una diócesis de cercanía y proyecto de Dios. Es un mal oscuro. La Biblia
encuentro, donde brille la ternura y el diálogo nos da imágenes como “no alcanzar el fin para
entre nosotros y con otras instancias”. el que fuimos creados”, “no caminar derecho”,
“ser contrario a lo que deberíamos ser”. Sin
embargo, lo más dramático es que se trata de
EL MISTERIO DEL PECADO decisión voluntaria, una rebelión a Dios y su
Y LA GRACIA DE LA REDENCIÓN Proyecto. No es sólo una mancha moral, sino
algo que embrutece al hombre y lo hace irre-

44. Nos unimos a los Obispos y al pueblo


mexicano para celebrar los aconte-
cimientos de la Muerte y Resurrección de
conocible en su esencia de libertad. El pecado
no es un concepto, pues pecar es no acoger la
persona de Cristo. Por eso, es muerte (hamar-
Nuestro Señor Jesucristo y anunciar la re- tía) que toma posesión del hombre y lo hace
dención con nuestro pueblo de la diócesis. esclavo. Con el pecado, el hombre pierde su
Como ya lo expresamos, el año 2033 será de horizonte de sentido. Cuando dejamos que
gran gozo para todos. el pecado actué, nos sentimos superiores a
El ser humano es un ser relacional: con los demás, les maltratamos; fracturamos la
Dios, consigo mismo, con los demás, con la fraternidad. Así se generan los conflictos que
naturaleza. La experiencia nos dice que el mal provocan dinámicas de muerte.

LA CULPA

45. Sólo en esta situación de pecado personal, social y estructural, viene el sentido de
culpa. Pero tal culpa hay que saberla situar para que no se instale en nuestro narci-
sismo y no quede sólo en vergüenza de ver nuestra imagen rota. Dos ejemplos ayudan: Judas
puso los reflectores en sí mismo; no soportó mirarse como traidor; cayó en el perfeccionis-
mo. Su ”ego” se endureció; se cerró y se suicidó. Pedro, en cambio, se fijó en Jesús, lloró
su pecado y se insertó en la comunidad. La miseria compartida hermana. Ahí supo que la
mirada de Jesús no está centrada en la traición sino en la persona. La debilidad compartida
nos hermana; la competencia nos aleja.

la comunión. ¿Dónde resplandece la centra-


LA MISERICORDIA lidad de Cristo? En el misterio de la Cruz (Ef.

46. El pecado no puede dominar el Plan de


Dos. No hay dos principios eternos en
pugna: el Bueno y el Malo. El mal es histórico,
2, 10-19), pues ahí está la obra por excelen-
cia del Padre. Dios ha decidido aceptarnos. A
nosotros nos corresponde aceptar que somos
el Bien es eterno. Por ello, no hay pecado que aceptados.
Dios no pueda perdonar. La fe nos dice que Aquí radica nuestro gozo: el deseo de Dios es
Dios nos justifica, nos santifica y nos glorifica redimir. Su modo es la Encarnación. Nace en una
por su gran misericordia. En Cristo, Dios nos gruta. Dios desciende (Fil 2,6-11). Se hace uno
da el perdón, nos rehabilita y nos devuelve a de nosotros; uno de tantos. Se hace presente
54

desde abajo. Nace en un lugar de exclusión y tierra buscando vida digna; ancianos que no
marginación. Por eso despierta nuestra com- tienen a donde ir; familias a las que le han
pasión y solidaridad. Se hace accesible; está a secuestrado a un familiar o amigo...
la mano. Ese es su modo de andar por la vida.
Zaqueo, el leproso, la mujer pecadora…, pueden
acercarse. Jesús va a permanecer accesible a LA RESURRECCIÓN Y EL CONSUELO
los que van por la vida abajo: enfermos, en-
demoniados, pecadores… Todos pueden tener
acceso a él. No puedo quedarme fuera de este
mensaje de salvación. Reconocernos pecadores,
48. A Jesús lo mataron. Fue consecuencia
de una vida que se entregó y encontró
oposición. Él no quería su muerte; quería el
y acercarnos a él, es redención. Reino. Su misión era que experimentáramos
a su Padre como nuestro. Pero asumió con lu-
“Es propio de Dios usar cidez y amor el ser enjuiciado y crucificado.
Vivió y murió amándonos. En la Eucaristía se
misericordia y especialmente condensa todo el sentido redentor de su vida.
en esto se manifiesta su No se derrumba. Manifiesta que la vida vale
omnipotencia” . La misericordia
18
la pena vivirse si se parte y se comparte. Él
muere “por nuestros pecados”. Nace por mí,
no es debilidad, sino más bien crece por mí, muerte por mí. Pero la muerte no
la cualidad de la omnipotencia tuvo la última palabra. Él resucita. ¿Qué hace el
de Dios. Al ahondar, con el Papa Resucitado? Va resucitando a los muertos que
va encontrando. Resucita a Magdalena de su
Francisco, en estas palabras, sentimiento de abandono. Resucita a Pedro de
tenemos una mina inagotable su vergüenza y culpa. Resucita a los discípulos
de Emaús de su tristeza. Resucita a Tomás de su
para nuestro presente Plan incredulidad Va resucitando y transformando
Pastoral. toda situación en vida y consolación. ¡Esa es
nuestra misión! El agente de pastoral es un
consolado y pacificado que transmite consuelo
DOLOR Y SUFRIMIENTO y paz. Por eso pedimos la gracia del gozo in-

47. Hemos insistido que en nuestra dió-


cesis hay mucho dolor y sufrimiento.
Dolor es la experiencia de un golpe, una he-
tenso. Nuestro oficio es consolar.
“La resurrección autentifica la fuerza del
amor sobre la muerte. Confirma la fidelidad de
rida, una carencia, un desencanto, un fracaso. Dios, por eso es también redentora. Para Dios
Sufrimiento es un dolor que no ha sido proce- no hay causas perdidas, no se da por vencido
sado, asumido y superado. ¡Cuántas lágrimas donde los hombres podemos ver sólo oscuri-
de nuestra gente! ¡Cuánta culpa en personas dad y vacío. El Resucitado es el Crucificado,
que no han conocido el Amor! ¡Cuánta necesi- su historia humana no quedó anulada con la
dad de encontrarle sentido al dolor! Nuestro resurrección, al contrario, la humanidad de Je-
Plan Diocesano de Pastoral tiene dimensión sucristo ha quedado incorporada en el abrazo
de aliviar el dolor. Pero hay dolores salvado- eterno de la comunidad de amor trinitario. En
res: madres capaces de estar en el lecho de la humanidad glorificada de Jesucristo Resu-
su hijo enfermo; personas solas sin quien les citado está también la nuestra. Esta es la raíz
consuele; migrantes que pasan por nuestra de nuestra esperanza; celebrar su Pascua es
vibrar con el misterio de su resurrección”19.
18 • SANTO TOMÁS DE AQUINO, Summa Theologiae, II-II, q. 30, a.4.
Cfr Bula Misericordiae vultus, PAPA FRANCISCO. 19 • CEM, Proyecto Global de Pastoral, n. 126.
55

CUARTA PARTE

ACTUANDO PROVOCADOS
POR LA VOZ DE DIOS
56

ACTUANDO PROVOCADOS POR LA VOZ DE DIOS

Q
ueriendo responder a las voces de Dios, nos proponemos tener
una Visión de la iglesia que queremos de aquí a 15 años, aunque
su redacción se hace en presente, como si ya tuviésemos lo que
queremos. La Misión se deriva de la Visión; son los retos para que esa
iglesia soñada sea una realidad. Sabemos que la Iglesia es de Cristo, y
no una empresa nuestra; pero él nos invita a colaborar con su Espíritu
para que se haga realidad lo que él soñó. No somos adivinos para hacer
pronósticos de un futuro; además, el Espíritu es impredecible, sin embar-
go, el Señor nos invita a soñar como él soñó, y nos ha dejado una misión
que necesitamos concretizarla en el hoy, y dejarnos impulsar hacia el
mañana.20
El Objetivo del Plan Pastoral es como el corazón que nos empuja a
la acción. De él se desprenden las líneas de acción que no son aún pro-
yectos, sino como carriles o vías por donde camina un tren. Tales líneas
generarán proyectos que en cada comunidad se concretizan, y brotan
del análisis de la realidad y de la espiritualidad. La conversión pastoral
requiere una conversión personal a Jesucristo en la Iglesia diocesana.
20 • Nos unimos a la visión del Papa emérito Benedicto XVI sobre la Iglesia del Futuro: “De la crisis de hoy
surgirá una iglesia pequeña; perderá adeptos y privilegios; reconocerá, en la fe y oración, su verdadero rostro;
será iglesia de los pequeños; le aguardan tiempos difíciles, pero florecerá de nuevo, y se hará visible a los
seres humanos como patria que les da vida y esperanza más allá de la muerte”. Cfr. FE Y FUTURO, Benedicto
XVI, Descleé De Brouwer, pp 103-106.
57

49. VISIÓN
Somos una Iglesia que descubre y experimenta al Dios
de la vida presente en su pueblo sencillo.

Iglesia con identidad propia, martirial y profética


que anuncia el Reino de Dios y denuncia el mal.

Iglesia en comunión, signo e instrumento


de reconciliación; ministerial y alegre; con agentes
de pastoral orantes, en continua formación,
enamorados de Dios y del pueblo, fraternos, que
reconocen la riqueza de la unidad en la diversidad.

Iglesia que impulsa a la participación de todos


y consolida la responsabilidad madura de los laicos;
que opta por acompañar especialmente a la familia
y a los jóvenes en su proyecto de vida.
58
promoviendo el acompañamiento a las víctimas
EXPLICACIÓN DE TÉRMINOS de toda clase de abusos; favoreciendo iniciativas
que abracen a todos, especialmente a los excluidos
“Somos una Iglesia que descubre y
y desechados; dialogando y trabajando conjunta-
experimenta al Dios de la vida presente en
mente con quienes buscan el bien común. La mis-
su pueblo sencillo”.
ma vida de comunión ya es sanadora y misionera.
La experiencia del Espíritu tiene lugar ahí donde
“Ministerial y alegre, como agentes de
se vive la vida normal. Dios está presente entre
pastoral orantes, en continua formación
nosotros, caminando por las calles, visitando nues-
y comprometidos, enamorados de Dios y del
tros barrios, trabajando en nuestros campos. Está
Pueblo, fraternos, que reconocen la riqueza de
donde alguien perdona silenciosamente; donde
nuestra diversidad. Una Iglesia que impulsa
un padre o una madre de familia se dan al hijo
la participación de todos y consolida la
sin esperar recompensa; donde una persona calla
responsabilidad madura de los laicos”
pudiendo defenderse; donde otro obedece mo-
vido por la voluntad misteriosa de Dios; cuando
Nos vemos como Pueblo de Dios que sirve ale-
alguien se priva de algo sin esperar recompensa;
gremente a Dios y a los hermanos; donde supe-
cuando otro asume y acepta las tinieblas de la
ramos el clericalismo y los laicos toman su lugar
muerte como el comienzo de una promesa que
hacia fuera y hacia dentro de la diócesis; donde las
no entiende… Tales experiencias no son sólo para
consagradas ponen su carisma al bien de toda la
los místicos cualificados, sino para tantos que se
diócesis; así, la ministerialidad resalta la belleza de
entregan dando vida silenciosamente. Tal vez sin
ser Pueblo en el que existe colaboración fraterna,
saberlo, nuestra gente va experimentando y ge-
unidad en la diversidad, armonía en los miembros.
nerando la vida contra la muerte. Para que tales
Es la belleza de ser iglesia particular en medio de
experiencias se hagan conscientes, requerimos
nuestras limitaciones y pecados.
de procesos de discernimiento para ir viendo por
dónde y cómo pasa Dios dando vida.
“Que opta por acompañar a la familia y los
jóvenes en su proyecto de vida”
“Una Iglesia con identidad propia,
martirial y profética que anuncia el Reino
Ante la familia cada vez más atacada, recono-
de Dios y denuncia el mal”.
cemos su importancia como germen de la vida
humana y de la vida de la fe, como célula vital de
Tenemos rostro propio en el contexto de la ca-
nuestras comunidades diocesanas donde se gestan
tolicidad. Asumimos nuestra identidad martirial
los pilares de la sana convivencia y el bien común.
y profética para anunciar el Reino y denunciar el
La vemos, en medio de su vulnerabilidad, muy
anti Reino. Así salimos de nuestras zonas de segu-
fuerte. Ella, la familia, ha sido muy cuidada por
ridad, arriesgando incluso la misma vida. Libres de
los pastores, y lo sigue siendo hoy. En la diócesis,
compromisos con los poderosos de este mundo, y
la familia es nuestra prioridad y nuestra opción.
actuando sin otro interés que no sean los valores
Los jóvenes y adolescentes son nuestra otra
del Reino de Dios.
opción. Están en el centro de la atención pastoral.
Soñamos ser una diócesis joven en el espíritu,
“Una Iglesia en comunión, signo e
sin importar la edad; jóvenes que no sentimos
instrumento de reconciliación”
nostalgia por el pasado, sino que buscamos un
mañana mejor. Optamos por los jóvenes, y nos
En la comunión nos jugamos la suerte de la dió-
comprometemos aprender de ellos y acompañarlos
cesis, pues divididos no sólo no podemos, sino que
en esta época de cambio.
nos convertimos en anti-signos del Reino. Ante
tantas heridas generadas por la violencia, nuestros
pueblos con frecuencia se sienten abandonados
por las autoridades civiles y eclesiásticas. Soña-
mos ser signos e instrumentos de reconciliación:
59

50. mISIÓN
Ser discípulos misioneros de Jesucristo
en comunión e insertados en la realidad
de nuestra diócesis al modo de María
que muestra el rostro materno de Dios.

Testigos alegres del Dios de la vida.

Orantes, en actitud de discernimiento,


corresponsables del caminar de nuestra Iglesia
particular en sus diversos procesos,
defensores de la vida y de la verdad.

Promoviendo la paz, justicia y amor.

Comprometidos en la extensión del Reino


para lograr que brote aquí una Iglesia
con rostro propio, articulada y unida,
que asume estrategias y acciones eficaces
en perspectiva del Reino de Dios.
60

EXPLICACIÓN DE TÉRMINOS entendida, según Pablo, como “justificación


por la fe”. No basta la mera justicia humana,
“Ser discípulos misioneros de Jesucristo pues nos llevaría a ley que mata; sino que se
en comunión e insertados en la realidad requiere ir más allá: dejar que Dios vaya acon-
de nuestra Diócesis al modo de María, que teciendo en el corazón hasta cambiarlo. Una
muestra el rostro materno de Dios”. justicia sin amor no sería justicia, y un amor
sin justicia se quedaría en lo puramente sen-
Asumimos el reto de ser iglesia al modo de timental. Así nos convertimos en promotores
Jesús; discípulos misioneros que saben salir de la paz, como fruto del Espíritu Santo.
a las periferias y encarnarse en la realidad;
que ven con compasión las preocupaciones “Comprometidos en lograr que brote
y los males que nos aquejan; misioneros que aquí una Iglesia con rostro propio,
trabajan en comunión, rechazando la como- articulada y unida, que asume estrategias
didad, el individualismo y los protagonismos. y acciones eficaces en perspectiva del Reino
Inspirados en la Virgen María, como discípula de Dios”.
misionera, actuamos desde el amor mater-
nal de Dios, y miramos la realidad como un El Reino es el valor absoluto que se nos
“hospital de campaña” para atender a tantos ofrece, pero requiere nuestra colaboración y
heridos. Nadie puede quedarse fuera de esta compromiso como respuesta radical. Convo-
preocupación pastoral; mirando con ojos ma- cados a acoger y construir ese Reino de Dios,
ternales las los gozos y angustias. va apareciendo una iglesia articulada y unida,
Pueblo de Dios y Cuerpo de Cristo, Sacramento
“Testigos alegres del Dios de la Vida. de salvación. Poco a poco, la Iglesia univer-
Orantes, en actitud de discernimiento, sal va tomando rostro propio en esta iglesia
corresponsables del caminar de nuestra diocesana, con estrategias y acciones efica-
Iglesia particular en sus diversos procesos, ces que responden a los anhelos profundos
defensores de la vida y de la verdad”. del corazón humano y a las problemáticas de
nuestro entorno.
La realidad nos desafía a ser testigos, es
decir, hombres y mujeres de experiencia de
Dios, que llevan la alegría del Evangelio desde
dentro. Testigos pacientes que saben impul-
sar y esperar los procesos de conversión de
las personas y las estructuras pastorales. El
respeto a la vida y el amor a la verdad han de
ser los indicadores de que tomamos en serio
el reto que hoy se nos pide. El discernimiento
espiritual como actitud de vida irá marcando
nuestro caminar.

“Promoviendo la paz, justicia y amor”.

La paz es fruto de la justicia y el amor. Por


ello, el Reino de Dios se hará visible cuando
partamos del amor cristiano y de la justicia
61

51. Objetivo

RENOVAR
CON LA FUERZA DEL ESPÍRITU SANTO
EL SER Y LA ACCIÓN PASTORAL
DE NUESTRA IGLESIA DIOCESANA,
CON ACENTO REDENTOR Y MARIANO;
PROMOVIENDO LA COMUNIÓN
Y PARTICIPACIÓN DE TODOS,
DESDE LA FAMILIA Y LOS JÓVENES,
PARA SEGUIR CONSTRUYENDO
EL REINO DE DIOS.
62

habitando en nosotros mismos, y creando a su


EXPLICACIÓN DE TÉRMINOS
criatura hasta hacerla nueva. Pero Dios perdona
a través de seres humanos. El Crucificado está
RENOVAR con la fuerza del Espíritu Santo
vivo y va transformando gratuitamente, aunque
requiere nuestra aceptación. Somos mediación
Con el verbo “renovar”, entendemos redes-
del perdón de Dios. El acento mariano le da a la
cubrir lo esencial e imperecedero; volver al
diócesis la maternidad que cura las heridas de
Evangelio a ejemplo de la Iglesia primitiva. Tal
sus hijos. María nos inspira para acoger a tantos
renovación es efecto del Espíritu que hace nue-
heridos en todas sus formas.
vas todas las cosas. No se opone a la adaptación
de las estructuras que requieren formas actuales
promoviendo la comunión y participación
que sirven para el hoy, ni significa comenzar
de todos…”
desde cero rechazando los valores perennes
que nos legaron nuestros antepasados, sino un
El camino pastoral es de comunión y partici-
volver a la experiencia original de Jesús: su amor
pación, donde se vinculan las distintas pasto-
al Padre y a los hombres. Consiste, además, en
rales parroquiales, decanatos, movimientos…
un desapego de lo que nos estorba, como el
El objetivo del Plan nos unifica hacia el mismo
barro que se deja modelar por el alfarero. Es
un implorar un nuevo Pentecostés para nuestra fin. La participación de todos como pueblo de
diócesis que provoque un cambio de actitudes Dios nos da un estilo que impide el que cada
y la valentía de “a vino nuevo, odres nuevos”. uno trabaje a su modo, y que trabajemos como
Laicos, religiosas, presbíteros y obispo dando equipo.
testimonio de apertura al Espíritu para estos
tiempos. “…desde la familia y los jóvenes para
seguir construyendo el Reino de Dios”
el ser y la acción pastoral de nuestra
iglesia diocesana La familia y los jóvenes son nuestra opción
preferencial, no exclusiva, en la diócesis. El ma-
Fidelidad - fecundidad – felicidad contra in- trimonio precede al Estado, y es la base de la
fidelidad – esterilidad- infelicidad. El objetivo familia; es anterior a toda legislación, incluso
nos marca el sueño de llegar reflejar la vida anterior a la misma iglesia. Por ello, tanto el
con el rostro alegre y un seguimiento, no por Estado como la Iglesia son servidores del ma-
obligación sino por convicción. Sólo así somos trimonio constituido por hombre y mujer como
portadores de esperanza para una humanidad camino natural para la procreación y acompaña-
nueva para el aquí y para el más allá (Apoc. 21, miento de la vida desde la concepción hasta la
1). Le tiramos a que nuestra acción pastoral ten- muerte natural. El joven es un don para el país
ga fuerza renovadora y transformadora del ser y la Iglesia; calla más que lo que dice; se vuelve
y actuar de nuestra iglesia. misterioso al ver tanto enigma. Jesús fue joven
una vez para siempre. Los santos nunca pierden
con acento redentor y mariano su juventud. En un mundo desencantado, la pa-
labra joven es frecuentemente incomprendida
Confesamos a Jesucristo como nuestro Re- y rechazada. Valorar, aprender de los jóvenes,
dentor. Dios revela su omnipotencia sobre todo acompañarlos en este cambio de época es nues-
cuando perdona. Tal afirmación es sorprendente tra prioridad. Con estas opciones construimos el
y consoladora porque Él aparece infinitamen- Reino que ocupa el corazón del evangelio. Rei-
te perdonador, incluso antes que le pidamos no presente en la persona y obra de Jesucristo,
perdón. En lo jurídico, perdonar, sería quitar un pero también futuro porque impulsa hacia la
castigo merecido. Pablo usa la palabra “justifica- plenitud en la eternidad. Toda acción pastoral
ción”, indicando así una transformación del hom- en nuestra iglesia particular tendrá presente
bre desde dentro que lo hace justo. Dios perdona estas dos opciones.
63

52. Líneas de Acción


Las Líneas de acción son como las vías por donde avanza un tren o como los cauces
por donde corre el agua de los manantiales; llevando la riqueza espiritual
de nuestro plan, nos impulsan a generar proyectos que respondan a las
situaciones concretas de nuestra realidad.
A cada familia parroquial, movimiento apostólico, comunidad religiosa…
le corresponderá elaborar sus proyectos inspirados en las Líneas de acción.
Las hemos agrupado en dos grandes dimensiones:
Vida digna e Iglesia con rostro propio.

Vida Digna e Iglesia con rostro propio

A - VIDA DIGNA
IGLESIA COMUNIÓN

a Acentuar en todos, pero especialmente en las familias y en los jóvenes, el


sentido de pertenencia a la comunidad eclesial a través de proyectos
y acciones adecuadas que nos ayuden a crecer en la comunión.

b Tomar en cuenta a los más alejados y excluidos de la sociedad


y de la Iglesia para que a ejemplo del Señor Jesús los abracemos
para que se sientan hermanos nuestros.

c Elaborar con las comunidades proyectos bien organizados que permitan


una economía sustentable donde todos sean actores y responsables,
respetando el medio ambiente.

d Valorar y promover el carisma de la vida consagrada a través de programas


respetuosos y eficaces para que, fieles a su vocación y misión en la diócesis,
sean verdadero testimonio de compromiso que ayude a la transformación
de nuestra realidad.
64

IGLESIA PROFÉTICA

a Promover y acrecentar una cultura de la vida contra la anticultura de


muerte a través acciones inspiradas en el Evangelio a fin de que todo ser
humano, particularmente las familias y los jóvenes, viva plenamente.

b Fortalecer la familia como escuela de valores humanos y cristianos a través


de proyectos que ayuden a que viva su vocación y misión en el mundo y
contribuya a una sociedad con más justicia y paz.

c Acompañar a las comunidades indígenas y mestizas que luchan por sus


derechos humanos, su territorio y el cuidado del medio ambiente, a través
de proyectos que ellas mismas elaboren y así se contribuya a hacer un
mundo más digno para todos.

IGLESIA MARTIRIAL

a Sensibilizarnos y comprometernos ante el sufrimiento de tanta gente


debido a la violencia, a través de actitudes y acciones concretas que ayuden
eficaz y duraderamente a sanar a las personas y al tejido social.

b Emprender acciones concretas en favor de los niños, adolescentes,


jóvenes y ancianos, a través de proyectos bien definidos de protección o
recuperación para que su vida tenga sentido.
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IGLESIA MARIANA – GUADALUPANA

a Cuidar y acompañar la vida y la dignidad humana, con inspiración


femenina, maternal y mariana, desde la concepción hasta su término
natural a través de programas y con medios humanos y valores cristianos.

b Reconocer y valorar y promover la vocación y misión de la mujer en la


diócesis a fin de promover su protagonismo en la Iglesia y la sociedad.

IGLESIA ORANTE – CONTEMPLATIVA

a Conocer, apreciar y respetar el carisma de la Vida Contemplativa,


aportando la colaboración necesaria sobre todo en la promoción
vocacional en vista de que nuestra diócesis sea transformada por la fuerza
de su entrega y oración.

b Fomentar espacios de encuentros con Dios entre nosotros


y con los que más necesiten a través de cursos de discernimiento y oración
de los que se desprendan acciones comprometidas con la comunidad
eclesial y social.
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B - IGLESIA CON ROSTRO PROPIO

IGLESIA COMUNIÓN

a Conocer y valorar las expresiones culturales y la memoria histórica


del pueblo, insertándonos en su caminar a fin fortalecernos en nuestra
identidad y apoyar como nuestras sus luchas y esperanzas.

b Celebrar la vida sacramental como encuentro con Cristo y compromiso


con los hermanos a través de liturgias vivas y participadas que incidan
en la conversión y en la realidad personal y social.

c Propiciar la cercanía y diálogo entre jerarquía y fieles laicos, especialmente


los más desprotegidos como los indígenas, a través de espacios
y programas de participación y promoción de ministerios laicales
que enriquezcan la vida eclesial.

d Llegar a acuerdos de pastoral en los decanatos donde participen


los laicos, unificando así criterios que conduzcan
a la eficacia evangélica.

e Involucrar a laicos y pastores en la cultura y acompañamiento vocacional


que nos lleve a despertar las semillas vocacionales que Dios siembra
en su pueblo.
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IGLESIA PROFÉTICA

a Promover con sentido profético y crítico la formación integral de laicos


y presbíteros a fin de poder responder a los desafíos de esta época
con criterios de madurez evangélica en vista de la instauración
del Reino de Dios en el mundo, siendo una iglesia particular
con identidad propia.

b Fortalecer los procesos de evangelización que ya se tienen,


partiendo de un encuentro y conocimiento vivo de Jesucristo.

c Practicar como programa de vida la corrección fraterna entre nosotros


laicos, religiosas y presbíteros a través de proyectos inspirados en el
evangelio y en las ciencias humanas que buscan el bien de la persona
humana y la construcción del Reino.

d Favorecer en el seminario proyectos de formación inculturada


que respondan a los escenarios de hoy y que estén abiertos al diálogo
con el mundo y con las diversas culturas que existen en la diócesis.
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IGLESIA MARTIRIAL

a Testimoniar con una vida congruente nuestro ser cristiano ayudados


de proyectos y programas que nos lleven a responder con madurez
a las problemáticas actuales con los valores del Reino de Dios.

b Conocer, valorar y amar nuestros santos mártires de la diócesis a fin


de imitarlos y difundir el tesoro espiritual que el Señor les ha dado
para bien de todos.

IGLESIA MARIANA - GUADALUPANA

a Profundizar el acontecimiento guadalupano y la espiritualidad de San Juan


Diego como fundamento del compromiso eclesial para la inculturación
del Evangelio y de la iglesia en favor de la justicia y la paz en nuestra Patria
y en nuestra diócesis.

b Asumir con discernimiento la religiosidad de nuestros pueblos


para dejarnos formar desde esa fe inculturada, mariana y materna,
encilla y liberadora que nos lleve a proyectos definidos hacia
los más necesitados.
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IGLESIA ORANTE – CONTEMPLATIVA

a Fortalecernos con y como pueblo a través de la lectura orante


de la Palabra de Dios a fin de fortalecernos en una fe madura
y comprometida.

b Crear comunidades o fortalecer las que existen con acciones pastorales


que promuevan la contemplación del Señor en el Sacramento a través de
espacios de silencio y programas de discernimiento sobre todo
en ambientes de ruido.

c Atender la formación continua de niños, adolescentes y jóvenes


dentro de la familia en su camino de oración para a fin de que distingan
lo que viene de Dios y lo que viene del mal espíritu.
70

53. ESTRUCTURAS DIOCESANAS


El gas es importante, pero requiere del tanque que lo contiene;
el primero sería como el espíritu del Plan, el segundo serían las estructuras.
Éstas las resumimos en dos grupos: estructuras canónicas y estructuras de servicio.
Las primeras ya existen; las segundas hay que crearlas.
Las canónicas ya están establecidas por el Derecho, y responden a las necesidades pastorales
de la Iglesia. Por ejemplo: El Tribunal eclesiástico, el Colegio de consultores,
las parroquias, el seminario… Las de servicio son aquellas que van surgiendo
en el tiempo y que responden a las exigencias pastorales presentes.
Éstas han de crearse en la diócesis, parroquias y comunidades desde el espíritu del Plan.
71

54. epílogo y oración

L
os agentes de pastoral, con la mirada Para la Iglesia, no son buenos momentos los
puesta en Jesucristo y en la Virgen, hemos que vivimos, pero son una oportunidad para
querido mirar la realidad; y acercarnos, servir. Son tiempos en que la barca es embes-
con amor y respeto, a las llagas de nuestro tida por vientos contrarios y violentos. Por
pueblo; desde donde el Espíritu nos ha habla- eso, se nos pide más credibilidad y autoridad
do. Las angustias, tan abundantes: violencia, moral, en medio de una crisis antropológica y
inseguridad deterioro ambiental, desigualdad cultural, donde el ser humano es quien sufre
social…, en lugar de desalentarnos o abrumar- las consecuencias de tanta inestabilidad. Los
nos, nos animan a trabajar más unidos para jóvenes y la familia serán nuestra prioridad
convertirnos, desde el corazón, y trabajar pastoral. Pero no podemos olvidar las heridas
para que las estructuras pastorales res- de otras diócesis y países, por ejemplo,
pondan al Evangelio en las situaciones migraciones de tantos hermanos nues-
de hoy. tros que pasan por nuestras tierras en
Los desafíos, muchos e imposter- busca de sueños para una vida más
gables, los vemos como signos humana, que muchas veces se les
del grito de Dios que nos llama, han hecho pesadillas. Por ello,
como Su pueblo, a la conver- queremos ser más sensibles, no
sión. Por ello, nos hemos de- sólo a los hermanos de la dió-
cidido a ser más una iglesia en cesis, sino acompañar y atender,
comunión, martirial, ministerial, en la caridad, a los hermanos mi-
orante, mariana, profética y servi- grantes que transitan en el País.
dora en esta nueva época que nos toca Queremos que el amor y empeño que
vivir, y que exige renovar nuestros lenguajes, hemos puesto en esta sencilla elaboración
nuestros símbolos y nuestros métodos. “Si del presente Plan Diocesano de Pastoral, no
continuamos haciendo lo mismo que se hacía se queden en puro sentimiento pasajero, sino
algunas décadas atrás, volveremos a recaer en que nos lleven a vivir con audacia y valentía
los problemas que necesitamos superar. Reque- para que el Proyecto de Dios se realice y se
rimos seguir el método que el mismo Dios esco- haga historia en nuestra diócesis y así se re-
gió para acercarse a nosotros: la Encarnación. fleje hacia fuera de ella. Programar, evaluar y
Asumiendo todo lo humano- menos el pecado- hasta modificar el presente Plan, será nuestra
Jesucristo nos anuncia la liberación que anhela tarea. Seremos juzgados por el amor hecho
nuestro corazón y nuestros pueblos”. (Cfr. Papa obras para el bien de los que formamos el
Francisco, 4 marzo 2019). pueblo de Dios.
72

ORACIÓN PARA PEDIR LA FUERZA DE DIOS


EN LA EJECUCIÓN DEL PLAN PASTORAL DIOCESANO

Oh Dios, que eres Padre de toda creatura y de todo pueblo, raza y na-
ción; que nos amas con entrañas maternas; que te nos has revelado en tu
Hijo Jesús y has enviado tu Espíritu para manifestarnos tu Plan Universal
de Salvación; escucha nuestra humilde plegaria ahora que en tu amada
Diócesis de Autlán, como buenos discípulos y misioneros de Jesús, que-
remos poner en práctica, con la eficacia evangélica que esperas, nuestro
Segundo Plan Diocesano de Pastoral en medio de la realidad de hoy y para
el futuro que queremos construir.
Haz que seamos aquí y ahora Buena Nueva para aquellos a quienes na-
die escucha y defiende, para todos los pobres en sus diferentes pobrezas
y para quienes están esclavizados por el mal en cualquiera de las formas
en que se manifiesta. Y que asumamos, ante quienes destruyen tu obra en
el mundo y en la sociedad, la audacia profética y martirial de tu Hijo, que
dio su vida para todos tengamos vida.
Envíanos tu Espíritu, a fin de que podamos ser, al modo de María, verda-
deramente tu Iglesia orante, humilde, eucarística, martirial y comprometida
con los gozos y esperanzas, las tristezas y angustias de todos tus hijos, pero
especialmente de quienes están oprimidos o descartados de la sociedad.
A los Laicos, Consagradas, Presbíteros y Obispo, únenos como tu pueblo
santo que somos por tu gracia, como el cuerpo místico de tu Hijo; y da-
nos tu sabiduría y fuerza a fin de trabajar articuladamente, de modo que
podamos dar, en este tiempo de renovación, el testimonio de unidad, de
comunión y de eficacia evangélica que Tú quieres y que espera el mundo
para superar sus crisis.
Todo esto te lo pedimos por intercesión de Nuestra Señora de Guada-
lupe, de San Rodrigo, San Jenaro, San José María y de todos los mártires
de estas tierras, por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.

Impreso en:
Creator Comunicaciones, S. de R.L. de C.V.
Isla Flores N.º 3344, Col. Jardines de San José,
Tlaquepaque, Jalisco. C.P. 45085
Tel.: (01 33) 3002 6470

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