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Artículo 43 Toda Instalación de Eliminación de Residuos Peligrosos deberá contar con la respectiva
autorización otorgada por la Autoridad Sanitaria, en la que se especificará el tipo de residuos que podrá
eliminar y la forma en que dicha eliminación será llevada a cabo ya sea mediante tratamiento, reciclaje y/o
disposición final. Al momento de otorgar dicha autorización se asignará un número de identificación, válido
para la aplicación del Título VII de este Reglamento.
Artículo 44 Toda Instalación de Eliminación de Residuos Peligrosos deberá contar con un proyecto
previamente aprobado por la Autoridad Sanitaria. Este proyecto de ingeniería deberá ser elaborado por un
profesional idóneo.
El proyecto deberá incluir el diseño de las unidades y equipos necesarios para el manejo de los residuos
peligrosos, indicar expresamente el tipo, características y cantidades de éstos que la Instalación estará
habilitada para recibir y manejar y determinar los perfiles profesionales y técnicos y las funciones y
responsabilidades específicas del personal directamente involucrado en el manejo de los residuos
peligrosos. Deberá así mismo describir todas las operaciones necesarias para el adecuado manejo de tales
residuos.
El proyecto deberá contar, además, con un Plan de Operación y Mantención, un Plan de Verificación, un Plan
de Contingencias, un Manual de Procedimientos y un Plan de Cierre.
Clasificación de tratamientos
Tratamiento térmico
o Incineración en hornos rotatorio
o Incineración en inyección liquida
o Incineración en arco de plasma
o Oxidación en aire húmedo
o Combustión en lecho fluidizado
Tratamiento químico
o Neutralización
o Destoxificacion
o Precipitación
o Intercambio iónico
Tratamiento físico
o Filtración
o Floculación
o Sedimentación
o Centrifugación
Evacuación
1 Tratamiento de residuos peligrosos
El tratamiento de los residuos peligrosos se lleva a cabo en una planta de tratamiento de residuos
peligrosos. Todas las plantas de tratamiento deberán realizar las siguientes actuaciones:
Recuperación y reciclado
escorias
Lixiviados
Disposición
controlada
Lixiviados
Los procesos físicos, corresponden principalmente a los procesos de separación. La separación de solidos es
llevada a cabo por: Desbaste, Sedimentación, Flotación, Filtración y Centrifugación. En el tratamiento y
reutilización de residuos líquidos los procesos más utilizados son: Evaporación, Destilación, Arrastre por aire,
Arrastre por vapor, Adsorción de aire sobre carbón activado y Adsorción sobre resinas. Además, se están
utilizando separación por membranas tales como: Microfiltración, Ultrafiltración, Nanofiltración, Osmosis
inversa, Pervaporación, Diálisis, Electrodiálisis.
Los procesos químicos se emplean para transformar los residuos peligrosos o algunos de sus componentes,
en especies de menor peligrosidad o inertes mediante la realización de alguna reacción química. En general
los tratamientos químicos suelen ir acompañados de operaciones físicas.
Neutralización: Aquellos residuos peligrosos que presentan niveles de pH extremos (ej. H 2SO4, HCl,
HNO3, NaOH) deben ser neutralizados mediante adición de álcalis o ácidos, según corresponda.
Precipitación: consiste en la transformación de las especies toxicas disueltas en forma en forma
insolubles, por adición de reactivos, seguida por la separación mediante sedimentación, filtración o
flotación de la fase solida formada. El procedimiento más común es precipitarlos en formas de
hidróxidos insolubles. El reactivo más empleado es cal apagada.
Oxidación Química: Se utiliza cuando los componentes peligrosos orgánicos e inorgánicos
presentes en el residuo son oxidables a formas inocuas o más susceptibles de ser separadas y
destruidas posteriormente. Como agente oxidante se utiliza cloro molecular, hipoclorito,
permanganato de potasio, peróxido de hidrógeno, ozono u oxígeno. Por ejemplo:
- Eliminación de cianuro, mediante la oxidación con Cl2 para formar CO2 y N2.
- Destrucción de compuestos orgánicos aromáticos mediante aplicación de ozono o
peróxido
- Precipitación de metales pesados en forma de óxidos
Reducción Química: En muchos casos, los compuestos peligrosos se pueden transformar en
moléculas inocuas mediante reducción química. Por ejemplo, el cromato (Cr+6) puede ser reducido
a Cr+3, que es mucho menos tóxico e insoluble en medio alcalino. Se debe utilizar agentes
reductores compatibles con la naturaleza del contaminante peligroso que se desea destruir. Dada
las características no selectivas de muchos agentes químicos, se debe prevenir la formación de
compuestos secundarios tóxicos.
Ruptura de emulsiones: el tratamiento de separación de la emulsión se basa en la desestabilización
de la misma mediante la utilización de compuestos químicos (sales y ácidos) que, añadidos al
sistema a tratar, modifica el campo de fuerzas electrostática creado por los emulgentes y provoca
una ruptura de la emulsión, separando la fase orgánica de la acuosa. El método más empleado para
en la ruptura de emulsiones es la adición de un ácido, porque a bajo pH se consigue neutralizar la
carga de las partículas de la fase dispersa. Esta neutralización también puede conseguirse con la
adición de cationes polivalentes. La mayor parte de las emulsiones se produce en la industria del
petróleo, en el procesado y limpieza de metales y en algunas industrias de procesado de alimentos.
El método más utilizado para realizar la separación se basa en la centrifugación en caliente, bien
directamente o bien por adición previa de reactivos desemulsionantes.
En algunos casos, se genera un residuo sólido secundario que debe ser manejado adecuadamente (ej.
precipitación de óxidos metálicos).
Es importante también establecer la proporción de cenizas, por su relación con el volumen final de residuos
generado tras la incineración, y la proporción de volátiles y carbono fijo por su influencia sobre el proceso de
combustión. En relación a la materia orgánica debe analizarse el contenido de metales pesados , ya que
estos pueden quedar en las cenizas fijas del proceso o pasar al estado gaseoso como tales, en el caso de
metales volátiles de baja temperatura de ebullición, o formando compuestos tóxicos volátiles.
Zona de recepción
Zona de almacenamiento
Instalaciones de Pretratamiento
Horno
o Horno rotatorio
Ashing
Slagging
o Horno de inyección líquida
o Horno de lecho fluidizado
o Incineradores de hogar fijo
o Horno de parrilla móvil
o Horno de pisos
Tratamiento de gases
Tratamiento de aguas residuales
Tratamiento de los residuos solidos
La estabilización engloba todos los procesos de tratamientos previos a la solidificación que sirven para
reducir el riesgo de un residuo peligroso mediante la inmovilización, insolubilización o detoxificacion de los
contaminantes contenidos en el mismo. Consiste en mezclar el residuo con distintos aditivos para obtener
un producto más estable física y químicamente, sin que tenga que cambiar necesariamente su estado físico.
La solidificación consiste en el encapsulamiento del residuo dentro de una matriz sólida para aumentar su
resistencia y disminuir su compresibilidad y permeabilidad. El proceso implica uniones con el aditivo que
hacen cambiar el estado físico del residuo, transformándolo en un sólido.
Estabilización: Se utiliza aditivos para reducir la movilidad y la toxicidad del residuo. Existe una
amplia variedad de métodos para estabilizar los componentes tóxicos y/o con mayor capacidad
migratoria, dependiendo de la naturaleza física y química de dichos compuestos. En muchos casos,
se utiliza aditivos para reducir la solubilidad o la volatilidad de los compuestos tóxicos.
Solidificación: Se utiliza agentes solidificantes que se mezclan con el residuo sólido peligrosos en
cantidades suficientes como para formar una matriz sólida estable e inerte, que reduce la
permeabilidad del residuo. Las matrices sólidas más utilizadas son: cemento, asfalto, vidrio y
polímeros plásticos. La inmovilización permite incrementar los niveles de seguridad ya que reduce
sustancialmente la capacidad de transporte de los contaminantes fuera del lugar de
confinamiento.
o Precipitación: se aplica fundamentalmente a residuos inorgánicos obteniéndose
precipitados de hidróxidos, sulfuros, silicatos, carbonatos y fosfatos metálicos.
o Sorción: se basa en la utilización de sorbentes (tierras, cementos, cenizas, etc.) que
adsorben líquidos contenidos en el residuo para mejorar su manejo.
o Macroencapsulación: se utiliza para retener los constituyentes peligrosos del residuo en
medio poroso huecos dentro de una matriz estructural grande estabilizada.
o Microencapsulación: consiste en que los constituyentes peligrosos del residuo son
atrapados en la estructura cristaliza de la matriz solidificada a nivel microscópico.
o Detoxificación: se basa en someter al residuo peligroso a una serie de reacciones químicas
para disminuir La toxicidad de algunos constituyentes del mismo.
Vitrificación: alternativa muy parecida a la solidificación. por medio de este proceso, los residuos se
mezclan con vidrio borosilicatado y se aplican temperaturas muy elevadas (1200 ºC) con el fin de
fundir la matriz.
Este sistema de gestión no incide sobre la prevención de residuos y no los aprovecha como recursos, por lo
que no constituye una eliminación dicha, ni del material ni de sus características nocivas. Deberá formar
parte de un sistema global en el que previamente se deberá evaluar toda posibilidad de tratamiento
anterior al vertido, lo que permitirá reducir su volumen y la nocividad potencial de los mismos.
El emplazamiento idóneo exige un estudio de las características del terreno mediante estudios geológicos e
hidrogeológicos, y debe cumplir los siguientes requisitos:
Instalaciones:
Accesos y viales
Zona de recepción y servicios
Instalación de tratamiento de lixiviados
Instalación de gestión de biogás
Cerramiento
Sistema contra incendios
Piezómetros