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Las protestas sociales en nuestro país durante los últimos años han evidenciado
una activación de la participación política de los jóvenes, reflejada en el interés
por la política sin adscripción partidaria. Este fenómeno expresa la profunda
desconfianza respecto a los partidos políticos «tradicionales» (Fernández-
Maldonado, 2015). Este proceso no ocurre solo en el Perú; por ejemplo, en
Europa se señala la disminución y el «envejecimiento» de los padrones de los
partidos políticos como un reflejo de la crisis del modelo de partidos de masas.
Conclusiones
Los hallazgos de la investigación confirman que aún en un contexto de
desafección política y crisis de los partidos políticos, se encuentran jóvenes que
deciden ejercer la política de forma activa, desde un partido político tradicional.
Aunque los partidos políticos peruanos se encuentran en crisis severas, no han
logrado expulsar la militancia juvenil: aún son un espacio de formación y
construcción de identidad entre los jóvenes que pretenden realizar una acción
política. A continuación, se presentan algunas conclusiones:
Un reto crucial para los partidos políticos es cómo afrontar estos cambios en sus
militancias juveniles y cómo seguir promoviendo el acceso de nuevas
generaciones a espacios de formación y pensamiento (ideología) y de decisión
(poder). El reto es mayor en un escenario marcado por el uso permanente de las
redes sociales digitales, donde el espacio es tan amplio e ingresan
cotidianamente muchos y variados temas que la política se diluye, se deja de
producir una deliberación racional al ser la agenda tan amplia (Trejo, 2015). La
política adquiere un carácter efímero, y la deliberación racional y constructiva
sobre los asuntos públicos da paso a otras formas de deliberación y
confrontación donde los ciudadanos colocan sus propias interpretaciones, sus
propias opiniones.
(*) Este artículo fue publicado en la edición Nº 269 de la Revista Ideele, del
Instituto de Defensa Legal (IDL).
(04.05.2017)
[2]La marcha denominada «No a la repartija», surgió como protesta frente a las
negociaciones realizadas en el Congreso de la República para la elección del
Defensor del Pueblo y los miembros del Tribunal Constitucional (2013); y la
marcha contra «La Ley Pulpín» frente al proyecto de ley 3942/2014-PE (2014).