MARCELA HENRIQUEZ TORRES

La institución en la cual hemos dirigido nuestras intervenciones, es el grupo “Nuestra Voz”,

compuesto por personas con múltiples enfermedades mentales.

En cuanto a la primera reunión, tanto la directora, como los demás integrantes de la institución, se
han mostrado muy cercanos y llanos a cooperar con nuestra labor.

Al consultar sobre a qué grupo podíamos realizar las intervenciones, se nos indica el grupo de
personas con bipolaridad, ya que estas según palabras de la directora, se sienten discriminados,
poco tomados en cuenta ante cualquier posibilidad de interacción con la sociedad.

Al saber que sería la primera vez que me desenvuelva con personas con estas patologías, me
genero mucha incertidumbre y algo de temor, sentimientos que con el correr del tiempo y las
constantes atenciones y buen comportamiento hacia nosotras, fueron amainando.

Al comenzar con las experiencias, vivencias, episodios y sobre todo, su forma de narrar los
acontecimientos, llenos de desahogo, de sentirse escuchados, importantes y tomados en cuenta,
genero una conexión difícil de explicar, sentí que ellos pudieron experimentar mi empatía, me
emocione, me enternecí, me involucre en los relatos, ellos son capaces de “darse cuenta” de su
situación actual, de los episodios que han gatillado su enfermedad, pero sin embargo, sienten en
su mayoría, que son más fuertes que ellos y que la principal razón por la que se encuentran en el
grupo, es porque consideran que es una posibilidad de enfrentar la enfermedad y tratar de
combatirla a base de comunicación, terapias grupales y experiencias vividas.

Para finalizar quiero hacer énfasis en que enfermedades mentales, no son solamente un problema
de quien la sufre, ni de su familia, ni de su entorno, sino que es indelegable y exclusivo de toda la
sociedad, es un problema social, por lo tanto toda la comunidad en su conjunto, debe aprender a
convivir con sus miembros diferentes, y tratar de apoyarlos resilientemente, se les demuestre que
son aceptados y ayudados por la comunidad que los rodea.

Reflexionando sobre las patologías mentales, ninguna persona con problemas mentales puede ser
plenamente ciudadana, si no participa de la producción social.- La sociedad que no es solidaria, se
autodestruye, porque desatiende su esencia vital: “Las personas"