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EN LAS COMUNIDADES*
Germán Zuluaga R. **
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Proyecto base para el desarrollo de Programas Comunitarios, 1994.
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MD, Director del Grupo de Estudios en Sistemas Tradicinales de Salud.
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INTRODUCCION
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JUSTIFICACION
Para conseguir el objetivo "Salud para todos en el año 2.000" con la estrategia de la
Atención Primaria, la declaración de Alma Ata dice textualmente en el numeral III:
A partir de entonces surgió un interés inusitado por las investigaciones sobre medicina
tradicional, especialmente en los países de Africa y Asia. La OMS creó en Ginebra un
grupo de trabajo para dirigir y coordinar estos estudios, con los siguientes objetivos:
- Fomentar una consideración objetiva de los problemas relacionados con los sistemas
de medicina tradicional, como medio de promover los servicios de salud y contribuir a su
eficacia;
- Examinar los aspectos positivos de los sistemas de medicina tradicional desde la
perspectiva de la ciencia moderna, como primer paso para conseguir la máxima difusión
de las prácticas útiles y eficaces y para desterrar las de efectos perjudiciales;
- Promover la integración de los conocimientos y las técnicas de utilidad demostrada
existentes en la medicina occidental y en los sistemas de medicina tradicionales.
En la ejecución de este programa se dará prioridad a las necesidades de los países en
desarrollo, principalmente en lo que respecta a los servicios primarios de salud,
teniendo en cuenta las peculiaridades nacionales en materia de estructura política, de
recursos económicos y de planes de desarrollo socio-económico.
Se estimularán así mismo las investigaciones sobre sistemas de medicina tradicional,
principalmente los trabajos de laboratorio y los ensayos clínicos orientados a la
identificación de remedios eficaces de origen vegetal, animal o mineral; también se
investigarán los aspectos psico-sociales y antropológicos de distintos sistemas
tradicionales y se estudiarán ciertas técnicas precisas de utilidad reconocida.
“Uno de los recursos más difundidos y promisorios utilizado por las culturas médicas
tradicionales y las terapéuticas alternativas, es el de las plantas medicinales. Tienen un uso
extendido entre personas de todos los estratos sociales. Algunos de estos productos han
sido estudiados de manera amplia en muchos países del mundo, pero sobre otros persisten
numerosos vacíos de conocimiento con respecto a sus propiedades, sus dosis apropiadas
y su toxicidad.
En los trópicos se encuentran dos terceras partes de las especies vegetales existentes en
el mundo, de las cuales se ha estimado que al menos el 10% tiene un valor medicinal. Esto
ha generado desde tiempo atrás un marcado interés por nuestra riqueza vegetal y botánica,
y mecanismos de todo tipo se han utilizado para extraerla con fines científicos y
comerciales. Nuestros bancos genéticos están siendo ampliamente utilizados por la
industria farmacéutica multinacional para desarrollar medicamentos que luego debemos
adquirir en el mercado internacional.
En los países de América Latina el consumo de plantas medicinales tiende a aumentar en
sectores sociales que hasta hace muy poco tiempo las habían sustituido por los
medicamentos de síntesis química. Así mismo, los países adoptan políticas y desarrollan
programas que fomentan el uso adecuado de estos recursos terapéuticos ancestrales,
porque, en tales condiciones, ha sido demostrada su efectividad y su inocuidad y porque
forman parte de nuestras tradiciones culturales. Numerosas evidencias indican que
estamos entrando en una nueva etapa para la cual tenemos que estar adecuadamente
preparados.
Es de fundamental importancia intensificar las investigaciones interdisciplinarias e
interinstitucionales para contar, en el corto plazo, con una farmacopea basado en plantas
medicinales que, además, tenga un adecuado respaldo científico de seguridad para su uso
en los programas de Atención Primaria”. (Ministerio de Salud de Colombia)
Características generales
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1. La Declaración de Chiang Mai (1988).
2. Las recomendaciones básicas de la oficina general del Programa de Medicina
Tradicional de la Organización Mundial de la Salud (Ginebra, Suiza).
3. Los principios de la Convención de Biodiversidad de Río de Janeiro (1993).
4. Los lineamientos generales de la Declaración de Helsinki para las Investigaciones
Biomédicas.
5. Las recomendaciones de Traffic International (1993).
6. Las Guías para la Conservación de plantas medicinales (OMS, WWF, IUCN, 1993).
1. Recuperación y promoción del recurso vegetal como una estrategia ambiental, lo que
significa la conservación, recuperación y propagación de plantas medicinales, en
especial para especies en vías de extinción incluyendo el desarrollo de:
Esto implica utilizar un grupo de plantas medicinales específicas escogidas bajo los
siguientes criterios:
Las plantas son los únicos organismos vivos capaces de obtener directamente la energía
del sol y transformarla para su supervivencia y para la supervivencia de los animales y los
seres humanos. Esto ocurre gracias a la fotosíntesis, una reacción química que ocurre en
forma exclusiva en las hojas de los vegetales, en la cual el agua y el dióxido de carbono,
con la energía del sol, se transforman en glucosa y oxígeno; el oxígeno es liberado por las
plantas a la atmósfera y es utilizado por los animales y el hombre para la respiración. La
glucosa es aprovechada por las plantas de diferentes maneras para producir madera,
alimentos, fibras y sustancias medicinales, entre otros.
De esta manera vemos que la naturaleza ofrece todo lo que necesitamos para vivir y
mejor aún para vivir bien; además, los vegetales también son los encargados de producir
el manto de suelo fértil para la siembra, los encargados de la regulación del agua y el
clima en el planeta y, como ya vimos, de producir el oxígeno y limpiar el aire que
respiramos. Si alguna de estas cosas nos faltara inmediatamente enfermaríamos. Por eso
resulta importante reconocer que el reino vegetal es una gran planta medicinal.
Por otra parte, encontramos que la utilización de las plantas medicinales puede traer
muchos beneficios:
a. Nos evitamos en gran parte el alto costo de las drogas y los remedios de farmacia.
b. Las plantas medicinales en su mayoría y bien usadas son menos tóxicas que las
drogas.
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c. Con las plantas frecuentemente sí podemos mejorar muchas enfermedades que
con las drogas no mejoran o sólo se calman.
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Una vez surgida la inquietud para adelantar el proyecto se deben reunir los actores
interesados y/o invitados para elegir un comité coordinador que se encargará de dirigir las
actividades siguientes. En este comité es recomendable la presencia de un representante
de cada sector, ojalá con características reconocidas de liderazgo; si las condiciones
presupuestales lo permiten, conviene nombrar un coordinador ejecutivo como responsable
general con dedicación de tiempo, pagado para esta actividad.
Las encuestas pueden hacerse a distintos grupos generales de la población; sin embargo,
por experiencia conocemos que los ancianos y las madres de familia son quien sostienen
en alguna medida la tradición de los remedios vegetales, por lo que ellos se consideran la
población más indicada para elaborar las encuestas. Pero también puede encuestarse a
población joven escolar con el fin de evaluar el grado de pérdida del conocimiento
tradicional.
Las entrevistas requieren una dedicación de tiempo mayor para cada uno de los
entrevistados y no puede tenerse un esquema básico puesto que la información a obtener
es distinta en cada caso y debe dejarse un amplio margen de libertad para no sesgar o
coartar el discurso del entrevistado. Aquí se pueden seleccionar personas que sean
reconocidas en la comunidad como los conocedores de plantas medicinales, entre los que
sin duda figuran curanderos, ancianos y comadronas, principalmente.
En tercer lugar se adelantarán las salidas de campo para reconocimiento del recurso
vegetal; los guías de campo deben ser escogidos entre los entrevistados, teniendo
presente a los que hayan mostrado más conocimientos, más autenticidad y mejor
disposición para colaborar en la información. Idealmente en estas salidas de campo ha de
participar un especialista o técnico botánico para la adecuada recolección de material
vegetal, su posterior procesamiento, clasificación e identificación taxonómica. En caso
contrario puede hacerse esta recolección de manera empírica, tomando las muestras más
representativas y recogiendo "mini-herbarios" en cuadernos. Siempre, en cualquier caso,
debe llevarse un registro de notas de campo muy exacto que será llevado siquiera por uno
de los miembros del comité coordinador del proyecto. También puede considerarse la
recolección de material fotográfico, si el presupuesto lo permite, de manera especial para
diapositivas que servirán más adelante en los talleres de educación y divulgación.
Finalmente, el comité coordinador del proyecto con la información recogida deberá hacer
un documento a manera de resumen que contendrá los siguientes puntos: a) Información
general: nombre del proyecto, nombre de la comunidad, nombre del coordinador
ejecutivo, integrantes del comité coordinador, entidades vinculadas al proyecto, nombre de
cada informante, nombre del botánico o técnico agrícola que haya realizado la clasificación
taxonómica, período de ejecución de la investigación y fecha de elaboración del
documento, b) Las características del proyecto: relación de la forma como se gestionó
la idea de adelantar el proyecto, grado de compromiso de las entidades vinculadas, apoyo
presupuestal, descripción del área geográfica, descripción de la comunidad, población
general y características políticas y culturales, objetivos del proyecto y cronograma de
trabajo, c) Plantas medicinales: listado general de las plantas investigadas, su nombre
científico (según la identificación taxonómica) y posibles usos, presentadas en orden
alfabético según el nombre vulgar; luego se tendrá para cada planta una hoja o ficha con
los siguientes elementos: nombre o nombres comunes, clasificación botánica, descripción
de la planta, sitio de recolección o áreas donde se encuentra, usos conocidos, forma de
preparación, nombre de los informantes y dibujo o muestra fotográfica si la hay, d)
Encuestas: en caso de que se hallan realizado las encuestas deberá presentarse el
formato de cada una de ellas y un análisis estadístico básico de los resultados, e) Listado
de enfermedades y categorías del uso de plantas: con los datos encontrados en cada
una de las plantas es posible hacer una lista de las plantas utilizadas para cada
enfermedad y, según la claridad de la información recogida, establecer una clasificación
de las categorías de uso.
Este documento básico servirá como principal punto de referencia para los siguientes
trabajos. Sin embargo, es importante en etapas siguientes del proyecto completar la
información recogida sea para nuevas plantas, para nuevos usos de las ya anotadas o
para otros datos reconocidos; además, un paso importante será hacer una investigación
bibliográfica minuciosa de cada planta comparando la información y anotando el contenido
químico, la farmacología y la referencia bibliográfica en cada caso.
Además de los talleres, cada comunidad deberá realizar a mediano plazo una cartilla
básica de plantas medicinales con dos capítulos: 1) las principales plantas para uso diario,
y 2) las enfermedades que pueden tratarse con remedios vegetales.
Sin embargo, la mejor manera de adelantar una verdadera educación es promover este
tema desde la etapa escolar: por una parte, crear la materia de botánica médica dentro del
pénzun académico oficial de la primaria y el bachillerato y, por otra, construir los jardines
satélites escolares de plantas medicinales, procurando asignar a cada alumno una planta
particular que debe cuidar e investigar durante el año académico, incluyendo revisiones
bibliográficas sobre la planta misma y entrevistas a mayores y familiares.
Por último, una herramienta útil para la educación consiste en realizar senderos
educativos, que pueden ofrecerse como paseo, para enseñar las plantas medicinales en el
propio terreno, procurando, además, que cada persona lleve su propio cuaderno de notas
y adelante su mini-herbario, recurso útil para facilitar la memoria y la apropiación de cada
planta.
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5 Aplicación en la atención de salud: Una consecuencia lógica de un buen programa de
promoción popular de plantas medicinales es conseguir que la comunidad realmente
comience a utilizarlas en la medicina casera y en el nivel de atención primaria en salud.
Pero, por otra parte, también se deberá llegar a la incorporación de este recurso
terapéutico en los servicios formales de salud; otras experiencias señalan la posibilidad de
usar las plantas en el puesto o centro local de salud, bien sea por un médico debidamente
preparado (lo cual resulta difícil, por ahora) o por promotores de salud entrenados para
este propósito.
Aunque resulta difícil que en principio tengamos un manual básico para el empleo de las
plantas medicinales en la comunidad puesto que depende del tipo de plantas encontradas,
de las enfermedades más frecuentes allí presentes y de la tradición vigente en esa
localidad, ofrecemos a continuación unas pautas fundamentales, comunes y claves para
cualquier proyecto:
• Tener una alimentación sana y balanceada, con un alto contenido de frutas, verduras,
leguminosas, cereales y todos aquellos productos de origen vegetal, ya que muchos
de estos productos además de su propiedad nutritiva ofrecen un efecto terapéutico o
preventivo de enfermedades.
• Acostumbrar con cierta frecuencia el uso de purgantes de origen vegetal, bien sea
para limpiar el hígado y el tubo digestivo o bien para eliminar los parásitos. Un cuerpo
"purgado" es más resistente a las enfermedades.
• En todos los casos es preferible usar plantas frescas, recogidas en un sitio conocido,
que no contengan contaminantes químicos, abonadas con material orgánico y regadas
con agua lluvia o agua potable.
• También conviene que nosotros mismos aprendamos a preparar los remedios como
tinturas, jarabes, cocimientos, infusiones, cataplasmas, emplastos, vapores, baños,
sahumerios, colirios, gotas nasales, ungüentos, etc. para conseguir una mayor eficacia
y economía.
Con algunas variaciones propias de cada región, podemos encontrar seis grupos de
plantas medicinales para la recuperación en los huertos medicinales caseros:
Plantas alimenticias: Como vimos antes, los alimentos de origen vegetal resultan ser las
primeras plantas medicinales y las más fáciles de conseguir; además, resulta obvio
suponer que si las consumimos por alimento no producen ningún tipo de toxicidad por lo
que tampoco afectarán al ser usadas como medicinales. En este caso la huerta casera
clásica de verduras se puede convertir al mismo tiempo en huerta medicinal, con los
mismos productos.
Plantas ornamentales: Es difícil encontrar una buena ama de casa que no guste tener su
propio jardín de flores, para adornar así el exterior de las viviendas y recoger las flores
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para ser colocadas en las zonas sociales de la vivienda o para ornar alguna imagen
religiosa. Muchas de las plantas medicinales tienen hermoso florecimiento y pueden
entonces al mismo tiempo servir con fines ornamentales.
Arboles: Por todos es ya conocido la importancia de sembrar árboles en todas partes; con
ellos conseguimos sombra, madera, frutas, cercas vivas, control de la erosión, regulación
de los cauces de agua, entre otros beneficios. También muchos árboles son medicinales,
usando sus hojas, su corteza o sus frutos, según el caso.
"Malezas": Esta palabra no debería ser empleada para ninguna planta; hoy sabemos que
cada planta puede tener una función o una utilidad que quizás no conocemos; muchas de
estas hierbas tienen un efecto medicinal importante que podemos aprovechar.
Espontáneas: Por último, sabemos que en forma espontánea crecen cerca a los andenes,
en las orillas de los caminos y los ríos, en los potreros y en todas partes numerosas
plantas que la gente ha dado en llamar malezas o monte con criterio despectivo; también
muchas de estas plantas espontáneas tienen gran propiedad medicinal y al descuidarlas
nos exponemos a que desaparezcan para siempre.
En todos los casos los proyectos deben contar con asesoría externa que se puede
encontrar en algunas organizaciones dedicadas a la promoción de las plantas medicinales
en la salud y en la ecología; esta asesoría debe ser transitoria y ajustada a aquellos
aspectos que la comunidad o el comité coordinador consideren más difíciles. Tarde o
temprano esta asesoría deberá ser prestada por el Ministerio de Salud y las universidades,
contando además con un equipo de salud que esté debidamente adiestrado en la materia
de plantas medicinales.
Son muchos los indicadores que podremos utilizar para la evaluación del proyecto; en el
presente manual proponemos los siguientes: 1) % de disminución de medicamentos en el
botiquín doméstico, 2) % de aumento de plantas en el jardín o la parcela vecina a la
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vivienda, 3) disminución de gastos (en pesos) por consumo de medicinas y asistencia
sanitaria en la canasta familiar, y 4) disminución de los índices de morbilidad general para
cierto grupo de enfermedades.
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