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Unidad 1

¿EN QUÉ NOS AMASTE?


Introducción:
En un contexto en el cual el pueblo de Israel estaba alejado de Dios, lo primero que Dios tiene que hacer
es recordarles su AMOR para con ellos. Para hacerlo, vuelve a los orígenes de la nación, y muestra como su
destino fue decidido por Dios, quien en Su gracia y misericordia escogió a Jacob, pasando por alto a su hermano
Esaú.

Desarrollemos estos puntos.

a. La Afirmación del Amor de Dios (v.2a)

El mensaje de Dios a Su pueblo, por medio de ‘Malaquías’, comienza con una afirmación contundente:
“Yo os he amado, dice Jehová”. Dios tiene muchas cosas que reclamar a Israel, pero comienza con una palabra
de afirmación. ¡Esta es una buena estrategia!. Ahora, La afirmación del amor de Dios debería haber llevado a los
oyentes a recordar los pasajes en Deuteronomio en los cual Dios afirmó Su amor para con Israel (ver Deut 4:37;
7:6-8; 10:15).

b. La Comprobación del Amor de Dios (v.2b)

Lamentablemente, frente a la afirmación de Dios, el pueblo responde con cierto cinismo. ‘Malaquías’ expresa el
sentimiento de Israel, cuando comenta: “y dijisteis: ¿En qué nos amaste?” ¿Por qué el cinismo en cuanto al
amor de Dios? Una razón era las dificultades por las cuales atravesaban los judíos en ese tiempo. Otra era,
quizá, la carencia de amor entre la población. Cuando el amor entre seres humanos disminuye, se pierde la
confianza en el amor de Dios – ver Mateo 24:12.

Dios contesta la interrogante del pueblo, con Su propia pregunta y respuesta: “¿No era Esaú hermano de Jacob?
dice Jehová. Y amé a Jacob”. Esaú era el hermano mayor de Jacob, y por ende tenía el derecho de los
privilegios de ser el primogénito. Sin embargo, Dios lo pasó por alto, y decidió bendecir a Jacob, a pesar de que
él tenía poco que recomendarle – siendo un suplantador, un mentiroso, y un engañador. Si Jacob tenía tan mal
carácter, ¿por qué lo amó Dios? Pablo responde en Rom 9:11. Dios lo hizo para demostrar, en una forma clara
y contundente, que la elección de Dios no depende de algo bueno en la persona elegida, sino simplemente del
propósito de Dios para con esa persona.

El amor de Dios fue demostrad en varias maneras. En primer lugar, Dios disciplinó a Israel por su
pecaminosidad y desobediencia. Muchas veces, cuando un niño es corregido por sus padres, él siente que sus
padres no lo aman. Sin embargo, la verdad es totalmente lo opuesto. Como Salomón reconoce, en Proverbios
3:12, “Jehová al que ama castiga” (o “disciplina”, como traduce el autor de Hebreos, en Heb 12:6). Pero en
segundo lugar, el amor de Dios se manifestó en el retorno del exilio. En otras palabras, Dios, en Su amor, no
permitió que el exilio destruyera totalmente a Israel. Más bien, luego de un tiempo de corrección, Dios restauró
a Su pueblo a la tierra de Canaan.

Aplicación:
a. APRECIAR EL AMOR DE DIOS ( Ml. 1:2- 4b). Cuando no apreciamos el amor de Dios, nuestra vida espiritual
corre serio peligro. Al nacer en una familia cristiana, se corre este riesgo, asimismo quienes tenemos muchos
años de cristianos. El pueblo de Israel, pasaba por alto que HABIAN SIDO ELEGIDO -Esaú y Jacob-. En segundo
término HABIAN SIDO ESTABLECIDOS (Edom trata de establecerse pero Dios no lo permite v. 4). Leemos en Lc.
7: 47: Por lo cual te digo que sus muchos pecados le son perdonados, porque amó mucho; más aquel a quien se
le perdona poco, poco ama. Como aquella mujer debemos apreciar el amor de Dios al perdonar nuestros
pecados.

COMPILADO Y ADAPTADO POR EL MINISTERIO DE EDUCACIÓN CRISTIANO DE LA IGLESIA EFESO

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