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ORGANOS URINARIOS

El aparato urinario se compone esencialmente: 1° el riñón; 2° los uréteres 3° la vejiga; 4°, la


uretra.

RIÑONES

Los riñones, en número de dos, uno derecho y otro izquierdo, son órganos glandulares
destinados a secretar la orina.

1. Consideraciones generales.- Están situados a los lados del raquis, a la altura de las dos
últimas dorsales y de las dos o tres primeras lumbares. El riñón derecho está colocado
algo más abajo que el izquierdo. Su eje mayor se dirige oblicuamente de arriba abajo y
de dentro afuera; están, por lo tanto, más próximos por su extremidad superior (6 ó 7
centímetros) que por su extremidad inferior (10 u 11 centímetros). Están sujetos en su
posición:
 por sus vasos
 por el peritoneo
 por la fascia renal,
La fascia renal rodea completamente al riñón, formando el compartimiento renal, con
su hoja anterior o prerrenal y su hoja posterior o retrorrenal (fascia de Zuckerkandl).
Este compartimiento está fijo o sujeto por tractos conjuntivos a las partes vecinas y
por otro lado, el riñón está sujeto al mismo por la cápsula adiposa del riñón; de aquí su
fijeza. Hay que notar que el compartimiento renal está abierto, por dentro, del lado de
los grandes vasos, y hacia abajo, del lado de la fosa ilíaca. El riñón puede, de este
modo, salir de su cavidad y convertirse en riñón flotante. Por otra parte, el riñón
puede estar dislocado congénitamente (ectopia renal) y ocupar entonces, según los
casos, la cara anterior de la columna vertebral, el ángulo sacrovertebral, el estrecho
superior de la pelvis, etc. Los riñones son dos. Anormalmente puede existir uno solo,
como también puede darse el caso de haber uno suplementario. Desde el punto de
vista de sus dimensiones, el riñón, por término medio, mide 11 centímetros de largo
por 7 de ancho y 3 ó 4 de grueso. El izquierdo es generalmente algo más voluminoso
que el derecho. Su peso es de 115 a 155 gramos. Presenta una coloración rojoparda
tirando algo a amarillo. Es de consistencia firme, mucho más firme que la del hígado o
del bazo.
2. Conformación exterior y relaciones. — Prolongado de arriba abajo, aplanado de
delante atrás, escotado hacia dentro, el riñón ha sido comparado a una habichuela. Se
consideran. en él dos caras (anterior y posterior), dos bordes (interno y externo) y dos
extremidades (superior e inferior).
a) Cara anterior. — Mira hacia delante y algo afuera. Ligeramente abombada,
tersa y lisa, está cubierta en la mayor parte de su extensión por el
peritoneo (reforzado por la hoja de Toldt). La del riñón derecho está en
relación: i.*, con la cara inferior del hígado (con ligamento hepatorrenal o
sin él); t.*, con la terminación del colon ascendente y la porción inicial del
colon transverso; 3 A con la porción segunda del duodeno; 4*. con la vena
inferior. La del riñón izquierdo está en relación sucesivamente, de arriba
abajo: 1 *. con la cola del páncreas; «A con la tuberosidad mayor del estó-
mago; 3 A con la porción terminal del colon transverso y con la porción
superior del colon descendente.
b) Cara posterior. — Mira hacia atrás y adentro. Casi plana, tersa y lisa,
corresponde, por su parte media, a la duodécima costilla y al ligamento
arqueado del diafragma. Por debajo de la duodécima costilla está en
relación con el cuadrado de los lomos y el transverso del abdomen, del
cual está separada por una capa celulosa (masa celuloadiposa pararrenal),
por la cual discurren tres nervios: el duodécimo nervio intercostal y los
abdominogenitales mayor y menor. Por encima de la duodécima costilla, el
riñón está en relación con el diafragma (es de notar la presencia del hiato
costodiafragmálico) y, más allá del diafragma, con el fondo de saco inferior
de la pleura, el pulmón y la pared torácica. Tanto por encima como por
debajo de la duodécima costilla, cubren también la cara posterior del
riñón, además de las capas o planos ya indicados, los músculos espinales y
sus tres hojas aponeuróticas (anterior, media y posterior).
c) Borde externo. — Convexo, regularmente redondeado, re¬basa algo en su
parte inferior el borde externo del cuadrado de los lomos. Está en relación:
a la derecha, con el hígado; a la izquierda, con el bazo y el colon
descendente.
d) Borde interno. — El borde interno descansa sobre el psoas. Saliente por
arriba y por abajo, presenta en su parte media una fuerte escotadura, con
hendidura longitudinal, que constituye el hilio del ri¬ñón. Esta hendidura,
alta de 3 a 4 centímetros (con labio anterior y labio posterior), nos conduce
a una excavación profunda, el seno del nñón. Las paredes del seno
presentan dos clases de prominencias: unas, dispuestas en forma de cono,
que son las papilas del riñón; otras, situadas entre las precedentes, que
son las eminencias inter papilares.
e) Extremidad superior. — La extremidad superior (o polo su¬perior),
redondeada y roma, está en relación con la cara interna de la undécima
costilla: está coronada por la cápsula suprarrenal.
f) Extremidad inferior. — La extremidad inferior (o polo in¬ferior) descansa
sobre cl psoas y el cuadrado de los lomos. Está en relación ordinariamente
con un plano horizontal que pasa por la apófisis transversa de la tercera
vértebra lumbar. El intersalo que la separa de la cresta ilíaca es de 5
centímetros a la izquierda y de 3 a 4 centímetros a la derecha.
g) 3/ Constitución anatómica. — El riñón se compone esencial¬mente: i.*, de
una cubierta fibrosa; »•, de un tejido propio; 3.*. de una estroma.
h) CUBIERTA FIBROSA. — Reviste irTegularmente toda la super¬ficie exterior
del órgano. A nivel del hilio, se introduce en el seno, al cual tapiza
igualmente en toda su extensión. Su coloración es blan¬quecina. Es
delgada (100 a 200 /*), pero muy resistente.
i) TEJIDO PROPIO. — El riñón, incidido paralelamente en sus dos caras,
presenta dos substancias: una substancia central o me¬dular y una
substancia periférica o cortical.
j) Substancia medular. — La substancia medular, muy firme o resistente, de
un color rojo más o menos obscuro, se presenta a pri¬mera vista como
formada por cierto número de pequeñas superficies triangulares, que se
designan con el nombre de pirámides de Malpi¬ghi. Estas pirámides, en
número de diez o doce (unas simples, otras compuestas) para todo el
riñón, presentan cada una de ellas: i.*, una superficie exterior, que está en
relación con las columnas de Bertin (véase el siguiente párrafo); i.*, una
base, que está en relación con la substancia cortical; 3.*, un vértice
(simple, bífido o trífido), que forma una papila y posee en su cúspide una
serie de pequeños orifi¬cios, los poros urinarios (que forman, en conjunto,
el área cribosa de la papila).
k) Substancia cortical. — La substancia cortical, menos dura de una
colaboración más o menos amarillenta, está colocada alre¬dedor de la
substancia medular. La substancia cortical envía a esta última, en el
intervalo de las pirámides, unas prolongaciones que van hasta el seno: son
las columnas de Bertin. Desde el punto de vista de su estructura. Ja
substancia cortical comprende dos órdenes de formaciones: 1.*, las
pirámides de Ferrein, continuación de las pirámides de Malpighi (en
número de 400 a 500 para cada pirámide de Malpighi); 1*, el laberinto,
substancia blanda que llena el espa¬cio comprendido entre las pirámides
de Ferrein y comprende, ade¬mas de numerosos vasos, los corpúsculos de
Malpighi y la porción inicial de los tubos uriníferos.
l) Lóbulos del riñón. — Al igual que el pulmón y el hígado, el riñón se
descompone, en algunos animales (cetáceos), en cierto núme¬ro de
lóbulos. En el hombre, esta lobulación no es aparente al exterior, pero no
por esto deja de existir, y cada lóbulo está representado por una pirámide
de Malpighi, con toda la substancia cortical que está en relación con ella.
Los lóbulos, a su vez, se dividen en lobuli- líos: cada lobulillo (hay 400 o 500
para cada lóbulo) está represen¬tado por una pirámide de Ferrein, con
toda la substancia cortical que la rodea. Finalmente, cada lobulillo se
puede descomponer en cieno número de elementos más pequeños, de
forma tubular, elementos primordiales del riñón, que son los tubos
uriniferos.
m) Tubo urinífero considerado aisladamente. — Cada tubo uri- nífero, que
tiene de largo 6 a 8 centímetros, se extiende de un cor¬púsculo de
Malpighi o uno de los orificios del área cribosa. Al prin¬cipio, al salir de un
corpúsculo, presenta una parte estrechada llamada cuello. Luego se
ensancha y se hace fuertemente flexuoso (tubuli contorti). Después
describe una curva en forma de asa, el asa de Hen¬le, con una rama
descendente estrecha y una rama ascendente ancha. El tubo urinífero se
hace de nuevo flexuoso (tubo intermedio); des-pués, por un tubo más
estrecho llamado conducto de unión, se intro¬duce en un largo tubo
rectilíneo, el conducto colector, que desciende sucesivamente a la
pirámide de Ferrein y a la pirámide de Malpighi, para terminar (después de
haberse reunido con cierto número de conductos similares) en el área
cribosa. (Para la estructura de los corpúsculos de Malpighi y del tubo
urinífero, véanse los tratados de Histología.)
n) ESTROMA DEL RIÑÓN. — Los elementos propios del riñón están
sumergidos en una especie de ganga, en parte conjuntiva, en parte
muscular, que se designa con el nombre de estroma del riñón. Las fibras
musculares (fibras lisas) se encuentran: i.*, en el borde de la base de la
papila (músculo anular); i.*, en la cara externa de las pirá¬mides; s*, en la
superficie exterior del riñón.
o) 4* Vasos y nervios. — El riñón es una de las visceras más ricas en vasos
arteriales y venosos.
p) • A, ARTERIAS. — Conviene examinarlas separadamente en el ri¬ñón
propiamente dicho y en su cápsula adiposa.
q) Arterias del riñón propiamente dicho. — Proceden de la re¬nal. La renal, al
llegar al hilio, se divide en tres o cuatro ramas (gene¬ralmente tres, de las
cuales una es superior, otra posterior y otra infe¬rior). que, penetrando en
el seno, se dividen y subdividen allí en nu¬merosas ramas secundarias. Las
últimas divisiones penetran en las eminencias.interpapilares y casi
inmediatamente después cada una de ellas se divide en dos ramas
divergentes, que se dirigen aisladamente a los Jados de las dos pirámides
de Malpighi más próximas.
r) Cada pirámide de Malpighi recibe de este modo, de diferentes orígenes,
cierto número de ramas, que tienen Ja significación de arte¬rías lobulares;
estas arterias se dirigen hacia la base de la pirámide, donde se dividen y
subdividen en numerosas ramas que se flexionan sobre la base de la
pirámide y forman las arterias arciformes. Estas arterias arciformes, que.
según los autores antiguos, se anastomosan en red (bóveda arterial), se
considera hoy que son terminales, y, por con¬siguiente, no se
anastomosan. Las arterias arciformes no dan ninguna colateral
descendente (que vaya al hilio). Del Jado de la periferia, por el contrario,
emiten numerosas ramas ascendentes, arterias inter¬lobulillares, de
donde emergen (con algunos ramos destinados a la cápsula) los vasos
aferentes del glomérulo.
s) El vaso aferente penetra en el corpúsculo de Malpighi y se re¬suelve
inmediatamente formando un paquete de capilares (cuyo con¬junto
constituye el glomérulo). Después se reconstituye de nuevo y bajo el
nombre de vaso eferente del glomérulo (que es más bien una arteria que
una vena) sale del corpúsculo de Malpighi y va a ramifi carse por los tubos
uriníferos.
t) Arterias de la cápsula adiposa. — Las arterias destinadas a la cápsula
adiposa del riñón proceden de diversos orígenes: t.a, de las arterias
interlobulillares; 1.a, del propio tronco de la renal o de sus primeras ramas;
3.*, de las arterias capsulares, y principal¬mente de la cápsula inferior.
u) VENAS. — También aquí examinaremos separadamente las venas del riñón
y Jas de la cápsula celuloadiposa.
v) Venas del riñón propiamente dicho. — Presentan aproxima damente igual
disposición que las arterias. Desde luego, existe, junto a la bóveda arterial
suprapiramidal, una bóveda venosa suprapirami dal. A esta bóveda
concurren: 1 •, por arriba, venas descendentes, las venas interlobulillares,
las cuales nacen a nivel de la cápsula por pe¬queños grupos convergentes,
dispuestos en forma de estrellas, las estre¬llas de Verheyen; 1.a. venas
ascendentes (vence recta), que avanzan de abajo arriba en el espesor de la
pirámide. De la bóveda venosa suprapiramidal parten venas voluminosas
que, descendiendo a la su¬perficie de la pirámide, llegan al seno y allí se
unen entre sí de modo que vienen a condensarse en un solo tronco, la
vena renal, la cual desemboca en la vena cava inferior. Venas de la cápsula
adiposa. — Muy numerosas y muy des¬arrolladas. forman en toda la
extensión de la cápsula una vasta red, que se condensa en el borde
externo del riñón formando un extenso arco, el arco venoso exorrenal.
Esta red está en conexión: i.°, con la vena renal; 2.°, con la red venosa
intrarrenal (por medio de venas que perforan la cápsula); 3.0, con todas las
redes venosas próximas (red de la cápsula suprarrenal, red del colon, red
diafragmática, red del uréter, red de la pared abdominal posterior, venas
espermáti- cas, etc.). De ahí la facilidad de las circulaciones suplementarias
en caso de obliteración de una o varias venas.
w) LINFÁTICOS. — Los linfáticos se dividen en superficiales y profundos: los
linfáticos profundos llegan al seno adosados a los va¬sos sanguíneos
(cuatro o cinco ordinariamente); los linfáticos super ficiales recorren la
superficie del órgano, dirigiéndose hacia el hilio. Unos y otros van a los
ganglios yuxtaaórticos derechos e izquierdos.
x) NERVIOS. — Los nervios emanan del plexo solar, del esplác- nico menor y
del cordón del gran simpático. Se dirigen al riñón adosa¬dos a las arterias.
En el trayecto de estos nervios existen numerosos ganglios.
y) ARTÍCULO 11
z) CONDUCTO EXCRETORIO DEL RIÑON
aa) La orina, a su salida del riñón, es recibida en un sistema de conductos
excretorios que la conducen a la vejiga.
bb) ° Conformación exterior y relaciones. — El conducto ex¬cretorio de la
orina comprende, de arriba abajo: i.°, los cálices; 2.0, la pelvis; 3.0, el
uréter.
cc) CÁLICES. — Los cálices, que siguen a las papilas del riñón, presentan la
forma de pequeños tubos membranosos, de 1 centímetro de largo y de 6 a
12 milímetros de ancho: existen nueve de ellos por término medio. Cada
uno presenta, con una superficie exterior y una superficie interior, dos
extremidades: una extremidad superior, que abraza la base de la papila
correspondiente; una extremidad inferior, que se abre en la pelvis. Hay
que observar, sin embargo, que los cáli¬ces, en lugar de abrirse
aisladamente en la pelvis renal, se reúnen primeramente entre sí. para
formar conductos colectores más volu¬minosos, llamados cálices grandes
o brazos de la pelvis. Existen, o común, tres cálices grandes: i el cáliz
grande superior, oblicuo hacia abajo y adentro, que recoge los tres o
cuatro cálices más eleva¬dos; i*, el cáliz grande inferior, oblicuo hada
arriba y adentro, que recoge los tres o cuatro cálices inferiores; 3.*, el cáliz
grande medio, horizontal, continuación de los dos cálices medios.
dd) PELVIS RENAL. — Receptáculo infundibuliforme, aplanado de delante
atrás, que tiene de 20 a 30 milímetros de alto por 14 a 20 mi¬límetros de
ancho, y se halla situado inmediatamente detrás de la arteria renal.
ee) Conformación exterior. — Se consideran en ella: i.*, una base que mira
hada el fondo del seno y recibe los tres cálices grandes;
ff) *, un vértice, que se continúa con el uréter (a veces entre la base y el
vértice hay un estrechamiento llamado cuello); 3.*, dos caras, una
anterior, otra posterior, planas cuando la pelvis está vada, abomba¬das
cuando está llena; 4*, dos bordes, uno superior, otro inferior, el primero
muy oblicuo y el segundo casi horizontal.
gg) Relaciones. — La pelvis está situada, parte en el seno (por¬ción intrarrenal)
y parte fuera del mismo (porción extrarrenal). En su porción intrarrenal
está en relación: i.*, por delante, con las ramifica- dones de los vasos
renales; 2.*, por detrás, con la pared posterior del seno, de la cual está
separada por la rama posterior de la arteria renal. En su porción
extrarrenal está en relación: 1.*, por delante, con la fascia prerrenal y el
peritoneo, y además, a la derecha, con el duo¬deno; 2.*, por detrás, con la
fasda retrorrenal y el músculo psoas.
hh) URÉTER. — Largo conducto dlindroide (26 a 30 centímetros de iargo por 5
ó 6 milímetros de diámetro) que se extiende del vér¬tice de la pelvis renal
a la vejiga.
ii) Trayecto y división. — El uréter se dirige primero vertical¬mente hacia
abajo, hacia el ángulo de bifurcación de la arteria iliaca primitiva. De allí
desciende a la pelvis. Después, dirigiéndose oblicua¬mente hacia fuera,
alcanza la parte inferior de la vejiga, atraviesa oblicuamente su pared y se
abre en su concavidad. El uréter com¬prende, por lo tanto, por razón de
las cuatro regiones que atraviesa, las cuatro porciones siguientes: porción
abdominal o lumbar, porción iliaca, porción pelviana y porción vesical.
jj) Forma y calibre. — Tiene la forma de un tubo cilindroide, algo aplanado de
delante atrás y mal calibrado. Presenta sucesiva¬mente de abajo arriba: i.\
el infundibulo; 2.*, el cuello o istmo;
kk) *, el huso principal; 4*, el estrechamiento marginal (a nivel de los ilíacos);
5.*, el huso pelviano.

c) Relaciones. — Conviene examinarlas separadamente en cada una de


las cuatro porciones:

a) En su porción abdominal (9 a 11 centímetros), el uréter está en


relación: i.°, por detrás, con el psoas, del cual está separado por el tejido
celuloadiposo retrouretérico; s.°, por dentro, con la aorta a la izquierda y la
vena cava inferior a la derecha, con el gran simpá tico y con los ganglios
lumbares; 3.®, por fuera, primero con el riñón, después con la porción vertical
del colon; 4.®, por delante, con el peritoneo, del cual está separado a trechos
por el duodeno y por los vasos espermáticos.

P) En su porción iliaca (3 a 4 centímetros) está en relación:

1.®, por detrás, con los vasos ilíacos, a los cuales cruza y rodea; 2.®, por dentro,
con la parte inferior de la columna lumbar, de la cual está separado por un
espacio de 20 a 25 milímetros; 3.®, por fuera, con los vasos espermáticos o
uteroováricos; 4.®, por delante, con el perito-neo (es de notar que está
cruzado: a la izquierda, por el colon ilio-pélvico y su meso; a la derecha, por el
segmento terminal del íleon y la porción inferior del mesenterio).
y) En su porción pelviana (13 a 14 centímetros), el uréter se subdivide en dos
porciones, una descendente y otra transversal. Las relaciones son diferentes
según se trate del hombre o de la mujer. En el hombre, la porción descendente
descansa sobre Ja arteria ilíaca interna, siguiendo su cara anterior a la derecha
y su cara interna a la izquierda; la porción transversal se desliza primero sobre
la cara anterior umbilicoprevesical, cruza por detrás del conducto deferente y
la arteria deferencial, pasa entre la base de la vesícula seminal y la pared
vesical y se introduce en el espesor de esta pared. En la mujer, la porción
descendente se parece bastante a la del hombre (recorre la parte posterior de
la fosa ovárica); la porción transversal avanza al principio por la base del
ligamento ancho, alcanza luego el borde de la vagina, algo por debajo del
fondo de saco lateral, pasa entonces sobre la pared vaginal anterior y,
finalmente, desaparece en la pared vesical (nótese que, en la base del
ligamento ancho, el uréter está cruzado hacia delante por la arteria uterina, a
15 milímetros del cuello). A este nivel, por fuera del entrecruzamiento, la
uterina emite la arteria vaginal larga, y en cambio, por dentro del
entrecruzamiento, la arteria cervicovaginal.

3) En su porción vesical (10 a 15 milímetros), el uréter atraviesa oblicuamente


la túnica muscular, luego se desliza entre esta última y la mucosa, y se abre
finalmente en el fondo de la vejiga por un orificio redondeado o bien en forma
de hendidura.

D. Constitución anatómica del conducto excretorio — Se compone de tres


túnicas concéntricas, que son. de fuera adentro: túnica conjuntiva, túnica
muscular y túnica mucosa.

a) Túnica conjuntiva. — Llamada también túnica adventicia, se continúa,


por arriba, con la cubierta del riñón, y por abajo, con la cubierta celulosa que
rodea la vejiga.

b) Túnica muscular. — Dos planos de fibras: i.*, un plano superficial,


formado por fibras circulares; t.*, un plano profundo, formado por fibras
longitudinales. En la parte inferior del conducto existe. además, por fuera de
las fibras circulares, un nuevo plano de fibras longitudinales.

c) Túnica mucosa. — Tersa y lisa, de coloración grisácea, se continúa, por


arriba, con la mucosa que cubre las papilas renales, y por abajo, con la mucosa
de la vejiga.
«• Vasos y nervios. — Las arterias proceden: i.*, para los cálices y la pelvis del
riñón, de la renal; i.*, para las porciones abdominales e ilíaca del uréter, de la
renal y de la espermática; 5.*. para la porción pelviana, de las ramas de la
hipogástrica; 4?. para la porción vesical, de las arterias vesicales. Las venas
forman, detrás de la pelvis del riñón, un plexo venoso retropiélico, en relación
con la renal y las venas de la cápsula adiposa. Las venas de la porción
abdominal terminan en las espermáticas o en las uteroováricas; las de la
porción pelviana van a la ilíaca interna o ilíaca primitiva. Los linfáticos (poco
conocidos todavía) terminan: los de la pelvis, en un ganglio retropiélico; los del
uréter, en los ganglios yuxtaaórticos e hipo-gástricos. Los nervios emanan del
plexo renal, de) plexo espermático y del plexo hipogástrico.

ARTÍCULO 111

VEJIGA

La vejiga es un receptáculo musculomcmbranoso, destinado a recoger la orina


que llega por el uréter y expulsarla luego al exterior.

i.* Consideraciones generales. — La vejiga está situada en la excavación


pelviana, detrás del pubis. En el feto, su parte superior se remonta al
abdomen, pero después del nacimiento la vejiga desciende poco a poco (o.
mejor dicho, aparenta descender) y va a cobijarse por entero, por lo menos
cuando está vacia, detrás de la sínfisis pubiana.

a) Medios de fijación. — La vejiga está mantenida en posición: i •, por su


continuidad con la uretra y por la inserción de cierto número de sus fibras en la
próstata (órganos fijos); f.*, por el uraco y los cordones fibrosos de las arterias
umbilicales, que, desde su vértice, van al ombligo (ligamentos superiores); $.•,
por los ligamentos anteriores o ligamentos pubovesicales, que desde su parte
amero-inferior van a la cara posterior del pubis; 4?, por el peritoneo, que la
cubre a modo de casquete y se refleja luego sobre las formaciones próximas

b) Forma y dirección. — La vejiga tiene una forma prolongada en el feto y


una forma globulosa u ovoide en el adulto.

Esta forma varía, por lo demás, en el adulto, según que esté la vejiga llena o
vacía. En estado de vacuidad, la vejiga se presenta bajo dos aspectos
principales, constituyendo o bien el tipo esférico (poco frecuente) o el tipo
aplanado (mucho más frecuente). En estado de plenitud, tiene la forma de un
ovoide, cuya extremidad gruesa es pos-teroinferior, y la pequeña mira hacia
arriba y adelante. Su eje mayor se dirige oblicuamente de arriba abajo y de
delante atrás.

c) Dimensiones. — La vejiga, estando medianamente dilatada, presenta


Jas siguientes dimensiones: diámetro vertical, 11 ó 1» centímetros; diámetro
transversal, 8 ó 9 centímetros; diámetro anteroposterior. 6 ó 7 centímetros.
Come puede verse, el diámetro vertical es el mayor de los tres. Sin embargo,
algunas veces, sobre todo en la mujer, el diámetro transversal es el más largo
(tipo transversal). La capacidad media de la vejiga está representada por la
cantidad de orina que contiene cuando sentimos necesidad de orinar; esta
cantidad varía de 150 a 250 gramos. La capacidad fisiológica máxima es la
cantidad que contiene cuando su esfínter no puede ya luchar contra la
reacción de las paredes que tienden a expulsarla; esta cantidad es de 500 a
350 gramos. Por lo demás, esta capacidad es muy variable según los
individuos: en el cadáver, la vejiga está medianamente dilatada con 500 ó 550
gramos de líquido, pero púede, sin romperse, recibir 800. 900 y 1000 gramos;
la rotura se produce generalmente entre 1.200 y 1.500 gramos; en estado
patológico, se han visto vejigas que contenían 5 y 6 litros y aún más (10 a 20
litros). 2.® Conformación exterior y relaciones. — La vejiga, que tiene la forma
de un ovoide, ofrece a nuestra consideración: i.®, la base; 2.®, el vértice; 3.®, el
cuerpo, con cuatro caras (anterior, posterior y laterales).

a) Cara anterior. — Se extiende, en altura, desde los ligamentos


pubovesicales hasta el vértice de la vejiga. Corresponde a la pared anterior de
la pelvis cuando la vejiga está vacía; y cuando está llena corresponde, además,
a la pared anterior del abdomen.

Entre la vejiga y la pared abdominopclviana hay un espacio ocupado por una


capa de tejido celular laxo: es el espacio prevesical. Este espacio, de forma
triangular, presenta: i.®, un vértice, que está en relación con el ombligo; 2.®,
una base, que descansa sobre el suelo de la pelvis; 3.®, una pared anterior,
representada por la pared anterior del abdomen y de la pelvis, desde el
ombligo hasta el suelo pelviano; 4.®, una pared posterior, representada por
una lámina fibrosa (a la cual podríamos llamar aponeurosis umbilicoprevesical)
que, partiendo del ombligo, desciende por delante del uraco y de la vejiga,
para terminar, hacia abajo, por una base muy ancha, en los ligamentos
pubovesicales y en el suelo pelviano, entre ambas escotaduras ciáticas; 5.®,
dos bordes laterales, que se dirigen oblicuamente del ombligo a la escotadura
ciática, siguiendo poco más o menos el trayecto de la arteria umbilical (o del
cordón fibroso que la reemplaza en el adulto).
Es digno de observar que el peritoneo, que tapiza la pared anterior del
abdomen, se porta de un modo diferente a nivel de la vejiga, según ésta se
halle vacía o llena: en el primer caso, el peritoneo, al llegar a la sínfisis, se
refleja hada arriba (fondo de saco prevesical), para alcanzar primero el vértice
de la vejiga, y luego, desde allí, su cara posterior. Se admite teóricamente que
el fondo de saco se eleva al propio tiempo que la vejiga se llena, y que está
situado a 3 ó 4 centímetros por encima de la sínfisis, después de una inyección
intra vesical de 600 a 700 gramos. Pero siempre será preciso tener en cuenta
las variaciones individuales, que son muy frecuentes.

b) Cara posterior. — De dimensiones variables, según esté la vejiga llena


o vacía, está en reladón: i.®, en el hombre, con el recto;

2.®, en la mujer, con el útero y los ligamentos anchos. Está separada de estos
órganos por un fondo de saco peritoneal, al cual descienden asas intestinales.

c) Caras laterales. — Las caras laterales, cubiertas por arriba por el


peritoneo y libres por abajo, están en relación: 1.®, en su porción peritoneal,
con las asas intestinales; 2.®, en su porción infraperitoneal,

con las paredes laterales de la pelvis (elevador del ano y obturador interno).
Sobre estas caras laterales avanzan oblicuamente, cruzándose en X, el
conducto deferente y la arteria umbilical. (Nótese que, en el punto de cruce, la
arteria es interna.)

d) Vértice (o polo vesical). — Situado más o menos alto, según el estado


de distensión de Ja vejiga, da origen al uraco, que lo continúa hacia arriba.

e) Base. — Se extiende desde el orificio posterior de la uretra hasta el


fondo de saco vesicorrectal en el hombre, y hasta el fondo de saco
vesicouterino en la mujer. Está en relación: i.*, en el hombre, con la próstata,
las vesículas seminales, los dos conductos deferentes íque limitan o separan el
triángulo interdeferencial) y el recto, del cual está separada por la aponeurosis
prostatoperitoneal; s.*, en la mujer, con el cuello uterino, con la pared anterior
de la vagina, que le está íntimamente adherida (tabique vesicovaginal).

3.° Conformación interior. — Igual conformación general e iguales divisiones


topográficas que en la superficie exterior.

q) Las paredes, tersas y lisas en el feto, se hacen más tarde re-ticuladas y


areoladas (vejigas de columnas y vejigas de células de Jos viejos).
/9) La base de la vejiga presenta: i.« el triángulo de Lieutaud, región uniforme y
lisa, triangular, de base posterior (midiendo cada uno de sus lados n milímetros
cuando la vejiga está vacía, 45 milímetros cuando está llena), cuyos tres
ángulos están marcados por tres orificios (en los dos ángulos posteriores, los
orificios inferiores de los uréteres; en el ángulo anterior, el orificio posterior de
la uretra); 1.*, el fondo o bajo fondo de la vejiga, depresión elipsoide, situada
detrás del trígono y separada de este último por el rodete interuretral (que
corresponde a la vagina en la mujer, y en el hombre al triángulo
interdeferencial, a los conductos deferentes y a las vesículas seminales;.

y) El vértice nos presenta una pequeña depresión en embudo, en cuyo fondo


se ve un diminuto orificio que conduce al conducto del uraco.

<-• Constitución anatómica. — La pared vesical se compone de tres túnicas:


1.% túnica externa, serosa; 1 •, túnica media, muscular; 3?, túnica interna,
mucosa.

a) Túnica serosa. — La túnica serosa, dependencia del peritoneo. reviste


únicamente la cara posterior y la parte más elevada de

sus caras laterales. Desde la vejiga, el peritoneo se refleja: i.®, hacia delante,
sobre la pared abdominal anterior; 2.®, a derecha e izquierda, sobre las
paredes laterales de la pelvis; 3.®, hacia atrás, sobre el útero en la mujer, sobre
el recto en el hombre (fondo de saco vesicouterino, fondo de saco
vesicorrectal). Es de notar que el peritoneo está íntimamente adherido a la
pared vesical subyacente.

b) Túnica muscular. — Está formada por fibras musculares lisas (músculo


vesical), dispuestas en tres capas concéntricas.

a) La capa exterior está constituida por fibras longitudinales, esto es,


dispuestas paralelamente al eje de la vejiga; las fibras anteriores van a
insertarse en el pubis por dos manojos aplanados, los ligamentos anteriores de
la vejiga; las fibras posteriores se fijan en la base de la próstata, en el hombre,
y en el tejido celular que une la vejiga a la vagina, en la mujer; las fibras
laterales se insertan en parte en la próstata, y en parte en la aponeurosis
perineal media.
/?) La capa media está formada por fibras circulares. Alrededor del cuello y en
la porción inicial de la uretra, forman el esfínter vesical, o mejor dicho, esfínter
interno de la uretra (véase Uretra).

y) La capa interior está formada por fibras longitudinales, fuertemente


anastomosadas entre sí (capa plexiforme). A la hipertrofia de estos manojos se
deben las vejigas de columnas y las vejigas de células. Hay que notar que, a
nivel del trígono, la capa interna está formada por fibras finas, transversal men
te dirigidas, formando un plano regular y homogéneo.

c) Túnica mucosa. — Tapiza en toda su extensión la superficie interior de


Ja vejiga; se continúa por una parte con la mucosa del uréter y por otra con la
mucosa de la uretra. De un grosor de un tercio de milímetro, es blanquecina en
el niño, cenicienta en el adulto, rosada y aun tal vez rojiza en los individuos
viejos. Su superficie externa se amolda exactamente sobre todas las
desigualdades de su túnica muscular, a la cual está unida por una capa de
tejido conjuntivo laxo. Su superficie interna, en contacto con Ja orina,
presenta, cuando Ja ve-jiga está vacía, numerosos pliegues, que se borran a
medida que el receptáculo se va llenando. Histológicamente considerada,
consta: 1.®, del corion; 2.®, de un epitelio mixto estratificado 3.®, de glándulas
escasas y rudimentarias (véanse los tratados de Histología).

5.® Vasos y nervios. — a) Las arterias, muy numerosas, se dividen (según la


región por la cual se distribuyen) en: 1.®, superiores, suministradas por la parte
que quedó permeable de la umbilical;

i*, inferiores, procedentes de la hipogástrica; 3.*. posteriores, procedentes de


la hemorroidal media; 4.*. anteriores, todas ellas pequeñas, suministradas por
la pudenda interna c Ja obturatriz. Estas diferen tes arterias forman una red
perivesical, una red submucosa y una red mucosa.

Las venas forman igualmente tres redes: 1.% una red mucosa, de mallas
poligonales; 1.*. una red intramuscular, cuyas venas están dispuestas, en su
mayor parte, paralelamente a Jos manojos musculares; 3.*, una red perivesical
o superficial. Las venas de esta última red se dividen en: anteriores, que
descienden al plexo de Santorini; posteroinferiores, que van a parar al plexo
seminal; laterales, que descienden al plexo vesicoprostático. Finalmente, todas
estas venas terminan en la hipogástrica.

y) Los linfáticos forman una red mucosa y una red muscular. Los troncos que
emanan de ellas se dirigen hacia la superficie exterior de la vejiga (red
perivesical) y vuelven a descender hada la base, para terminar: i*. los
anteriores, en los ganglios per ¿vesicular es; >.*, los laterales, en los ganglios
laterovesicales, y de allí, en los ganglios iliacos externos y los ganglios hipo
gástricos; 3.*, los posteriores, en los ganglios hipogdstricos y en los ganglios
del promontorio.

6) Los nervios emanan de los ganglios hipogástricos, que a su vez se


anastomosan con las ramas anteriores de los tercero y cuarto nervios sacros.
Se anastomosan entre sí de tal modo, que vienen a formar, en el espesor de la
pared vesical, un vasto plexo (con numerosos ganglios pluri o unicelulares).
Terminan en la mucosa (filetes sensitivos), en los músculos (filetes motores) y
en los vasos (filetes vasculares).

ARTÍCULO iv

URETRA

La uretra es un conducto por el cual la orina, después de una permanencia más


o menos prolongada en la vejiga, es expulsada al exterior. La estudiaremos
separadamente en cada uno de los dos sexos.

1. La uretra en el hombre

En el hombre, la uretra es un largo conducto que se extiende desde el cuello


de la vejiga hasta la extremidad libre del pene; sirve a la vez para la evacuación
de la orina y de la esperma. i.* Consideraciones generales. — La uretra está
situada parte en ¡a pelvis y parte fuera de la misma.

a) Dirección. — Al abandonar la vejiga, se dirige oblicuamente hacia abajo


y adelante. Al llegar debajo de la sínfisis, se dobla hacia delante y arriba hasta
el nivel de la raíz del pene. Una vez allí, se dobla de nuevo (ángulo
prepubiano), para hacerse luego verticalmen te descendente. Describe, por lo
tanto, dos curvas: una curva posterior, de concavidad dirigida hacia abajo y
adelante, y una curva anterior, de concavidad dirigida hacia abajo y atrás. £sta
segunda curvatura es sabido que desaparece en el momento de la erección.

b) Divisiones. — Desde el punto de vista de su situación, la uretra se


divide en uretra superior o intrapélvica y uretra inferior o extrapólvica,
constituyendo el limite de separación entre estas dos porciones la aponeurosis
perineal media. Según sus relaciones periféricas, se divide en tres porciones:
i.% uretra prostética, contenida en la próstata; i.“, uretra membranosa, situada
entre la próstata y el bulbo; 3.% uretra esponjosa, situada en el centro del
cuerpo esponjoso. Finalmente, desde el punto de vista de su movilidad,
distinguiremos la uretra fija y la uretra móvil, extendiéndose la primera de la
vejiga al ángulo prepubiano y correspondiendo la segunda a la porción libre del
pene.

c) Longitud. — La uretra, en el adulto, mide por término medio 16


centímetros (se pueden observar uretras de 14 y de so), de los cuales 30
milímetros corresponden a la porción prostática, 10 milímetros a la porción
membranosa y is centímetros a la porción esponjosa. Nótese que, en el viejo,
la longitud de la uretra aumenta en 1 ó j centímetros.

d) Topografía de la uretra fija. — La uretra está representada por una


curva de concavidad anterointerna, que empieza en el cuello de la vejiga y
termina en el ángulo prepubiano. Mide, por término medio, de 65 a 70
milímetros de largo: la recta que une sus dos extremidades (cuerda del arco) es
de 55 milímetros. La uretra es al principio descendente, después ligeramente
ascendente; desciende a 5» milímetros por debajo de su punto de origen y
luego remonta 6 mi-lime tros solamente. El punto más declive está situado
delante de la aponeurosis perineal media, a 18 milímetros por debajo de la
sínfisis. Por lo que toca al cuello y al ángulo prepubiano, están colocados, el
primero a >5 milímetros del ángulo de la sínfisis (detrás y encima), el segundo
a 31 milímetros de este mismo ángulo (delante y debajo). Considerada según
su forma general, la uretra fija se compone de un segmento inicial,
aproximadamente rectilíneo, y de un segmento terminal, igualmente
rectilíneo, reunidos entre sí por una curva de unión. Trazando dos tangentes
por el Jado externo de estos dos segmentos y prolongándolas una hacia otra,
se las ve reunirse detrás del conducto de la uretra, formando un ángulo que
podríamos llamar ángulo de curvatura de la uretra fija. Este ángulo, muy
variable, es, por término medio, de 6j*.

Conformación exterior y relaciones. — Prescindiendo de los dos engrosa míen


tos, el glande y el bulbo, que pertenecen al cuerpo esponjoso, la uretra tiene
una forma bastante regularmente cilindrica. Sus relaciones varían según las
porciones que se consideren.

a) Uretra prostática.— Atraviesa la próstata desde la base del vértice. Si


bien ocupa el plano medio, no se confunde con el eje de la glándula: en su
porción superior y en Ja mayor parte de su extensión, está siempre situada por
delante de dicho eje; lo cruza en X algo por encima del vértice (formando un
ángulo de 15 a so°) y entonces se hace posterior con respecto al mismo. Es de
notai que en el tercio superior de la próstata la uretra corre por el punto de
unión del quinto anterior con los cuatro quintos posteriores de la glándula.
Como relaciones lejanas de la uretra prostática, debemos señalar Jas mismas
que las de la próstata.

b) Uretra membranosa. — Se extiende desde el vértice de la próstata a la


parte posterosuperior del bulbo. Atraviesa la aponeuro sis perineal media y se
halla de este modo subdividida en tres segmentos: i.°, un segmento superior,
situado encima de la aponeurosis (rodeado por el esfínter estriado), en
relación con ej músculo de Wilson, el plexo de Santorini, el elevador del ano y
la aponeurosis pr osla toper i ton eal; 1 .• un segmento medio, comprendido
entre las dos hojas de la aponeurosis peritoneal media, en relación con el
músculo de Guthrie (que lo rodea) y las glándulas de Cowper (situadas debajo
de él); 3 •, un segmento inferior, debajo de las aponeurosis, en relación con el
bulbo (en el cual penetra muy oblicuamente por su parte posterosuperior).

c) Uretra esponjosa. — Corre por debajo del pene, a lo largo del canal
anguloso que forman, al adosarse entre sí, los dos cuerpos cavernosos.
Corresponde, por arriba, con los cuerpos cavernosos; por abajo, con la fascia
penis. Termina en el vértice del glande por un orificio en forma de hendidura
vertical de 6 a 8 milímetros de alto, el meato urinario. 3 * Calibre. — Es
conveniente, bajo este concepto, estudiar el conducto: 1.a, en estado de
reposo; t.*, en el momento de la micción.

a) En estado de reposo. — La cavidad uretral, puramente virtual, se


presenta entonces, observada en cortes transversales, bajo la forma de una
hendidura. Esta hendidura, variable según los diferentes niveles, es: 1.a,
vertical, a nivel del glande; i.*, en forma de T invertida CL), en la base del
glande y detrás del mismo; 3.a, después (por la desaparición gradual del palo
vertical de la T) se hace transversal; 4*, curva de concavidaa posterior, a nivel
del verumontánum;

5.a, de nuevo transversal, detrás del mismo; 6.a, circular, más o menos
estrellada, a nivel del cuello. (Nótese que, en el viejo, el orificio del cuello está
elevado por el lóbulo medio de la próstata, convirtiéndose en la úvula vesical
de Lieutaud.)

b) En el momento de la micción. — La cavidad uretral es entonces real y


tiene su calibre fisiológico. Presenta la forma de un cilindro. pero de un cilindro
muy mal calibrado; de delante atrás encontramos: 1.a, cuatro segmentos
estrechados, el meato, la parte media de la uretra esponjosa, el cuello del
bulbo y el orificio del cuello;
1.a, en el intervalo de eso? cuatro segmentos estrechados, tres segmentos
dilatados, la fosa navicular, el fondo de saco del bulbo y la porción prostática
entera. Nótese que el punto más estrecho (aparte el meato y la porción
membranosa) está situado en la porción penia-na, a 9 ó ío centímetros del
meato, y mide por lo menos 7 milímetros. Nótese también que las paredes de
la uretra son muy extensible! y que el conducto, artificialmente dilaudo, puede
llegar hasta 9 milímetros de diámetro, o sea tener una circunferencia de 28
milímetros.

4 a Conformación interior. — Es sencilla. Unicamente ofrece a nuestra


consideración un corto número de detalles, que examinare mos en cada una
de las tres porciones.

a) Uretra prostática. — Presenta el verumontánum, los orificios de las


glándulas prostáticas y el utrículo prostático. El verumontánum es una
prominencia oblonga (is a 14 milímetros de largo por un milímetro de ancho y
1 ó 1 milímetros de altura), situada en la parte media de la pared posterior de
la uretra prostática. Se distinguen en ella: i •, una extremidad superior,
redondeada, de la cual parten los frenillos del veru; t.a, una extremidad
inferior que va aplanándose gradualmente y cuya continuación forma la cresta
uretral; 3.a, una base, formando cuerpo con la pared uretral; 4.a, un vértice,
que presenta en la línea media el orificio del utrículo prostático, y a los lados,
los dos orificios de los conductos eyaculadores. A la derecha e izquierda del
veru. los dos canales laterales. £1 utrículo prostático, que se abre en el vértice
del veru, es un conducto impar y situado en la linea media, de unos 10 a ir
milímetros de largo, que en plena próstata se dirige hacia la base de este
órgano, alcanzándola algunas veces. Es una formación rudimentaria,
homóloga, no del útero, sino de la vagina (vagina masculina). Los orificios de
las glándulas prostéticas ocupan todo el contorno de la uretra; pero los más
voluminosos de ellos se ven en los canales laterales y encima de la extremidad
superior del verumontánum.

b) Uretra membranosa.— Pliegues longitudinales, continuación de la


(resta uretral. Numerosos orificios de las glándulas de Littré, principalmente en
la pared superior del conducto.

c) Uretra esponjosa. — Encontramos en ella: i.*, en la parte anterior del


fondo de saco del bulbo, los dos orificios de las glándulas de Cowper; í.°, las
lagunas de Morgagni, depresiones en fondo de saco de abertura anterior,
limitadas hacia la luz del conducto por un pequeño repliegue semilunar: se las
divide en grandes lagunas o fo-rámina (que ocupan la pared superior en
número de doce o catorce) y pequeñas lagunas o foraminula (situadas por
fuera de las precedentes y dispuestas en series lineales longitudinales); j*. la
válvula de Guérin, situada en la pared superior, a i ó 2 centímetros del meato,
limitando debajo de ella un fondo de saco de 6 a 1» milímetros de
profundidad, el seno de Guérin.

rt.° Constitución anatómica. — Las paredes de la uretra están constituidas por


tres túnicas concéntricas, que son. de dentro afuera: túnica mucosa, túnica
vascular y túnica muscular.

A. Túnica mucosa. —Cubre el conducto en toda su extensión; se continúa


hacia atrás con la mucosa vesical, hacia delante con la mucosa del glande, y a
nivel del verumontánum con la mucosa de los conductos eyaculadores. Es
blancoamarillcnta en las dos porciones prostática y membranosa, rosada en la
porción esponjosa, gruesa de 5 milímetros, de consistencia floja, muy
extensible y muy clástica. Su cara externa se adhiere íntimamente a la túnica
vascular. Su cara interna, libre, presenta pliegues longitudinales (pliegues de
vacuidad). que desaparecen cuando el conjunto pasa del estado de vacuidad al
estado de distensión. Histológicamente considerada, la mucosa uretral se
compone: 1 •, de un cor ion: i*. de un epitelio estratificado, j.®, de glándulas,
que sc presentan bajo dos formas: folículos y glándulas arracimadas.

B. Túnica vascular. — Es una submucosa modificada, caracterizada: i.*,


por su riqueza en fibras elásticas; 2.®, por la presenda de numerosas cavidades
venosas, profundamente anastomosadas entre sí. En las dos porciones
prostática y membranosa, esta capa es poco gruesa (tejido cavernoso
rudimentario). En la porción esponjosa, por el contrario, presenta un
desarrollo considerable, y adquiere al propio tiempo todos los caracteres de
las formadones eréctiles: éste es el cuerpo esponjoso de la uretra.

C. Túnica muscular. — Fibras musculares lisas, dispuestas en dos planos:


i.®, plano interno, formado por fibras longitudinales;

2.®, plano externo, formado por fibras circulares.

a) Fibras longitudinales. — Son continuación de las fibras de la capa


plexiforme de la vejiga. Muy desarrolladas en la porción prostática, van
atenuándose en la porción membranosa, y en la pordón esponjosa se
confunden con los elementos musculares del cuerpo esponjoso.

b) Fibras circulares. — Continúan las fibras circulares de la vejiga. Atrás,


en el cuarto superior de la uretra prostática, forman en su conjunto un ancho
anillo, el esfínter liso de la uretra (10 a 12 milímetros de largo por 6 ó 7 de
grueso), que preside la oclusión del orificio que pone en comunicación la vejiga
con la uretra. En los tres cuartos inferiores de la uretra prostática, las fibras
circulares son raras y poco visibles. En la uretra membranosa, la capa de las
fibras circulares se reconstituye, gruesa y compacta. Finalmente, en la uretra
esponjosa, sus elementos, profundamente disociados, se confunden con los
del cuerpo esponjoso.

6.® Vasos y nervios. — Las arterias proceden: i.®, las de la uretra prostática, de
las arterias de la próstata; 2.®. Jas de la uretra membranosa, de la hemorroidal
inferior y de la vesical inferior; 3.®, las de la uretra esponjosa, de la
bulbouretral, de la cavernosa y de la dorsal del pene. Las venas van, según las
regiones, a la vena dorsal profunda, al plexo de Santorini, al plexo
vesicoprostático y a la vena pudenda interna. Los linfáticos forman una rica red
en toda la exten. sión del corion mucoso. Los pequeños troncos que de allí
parten se mezclan, los de la uretra prostática con los linfáticos de Ja próstata;
los de la uretra membranosa, así como los de la porción bulbar, atra vesando la
aponeurosis perineal media, van a los ganglios ilíacos ex temos y a todos los
ganglios vecinos de la pudenda interna; los del resto de la uretra esponjosa van
a los vasos de la base del glande y luego, desde allí, a los ganglios superficiales
de la ingle. Los nervios proceden: i.*, los de la uretra prostática y la uretra
membranosa, del plexo hipogástrico; >•, los de la uretra esponjosa, del nervio
perineal superficial y del nervio dorsal del pene, ramas de) pudendo interno.

2. La uretra en mujer

La uretra de la mujer, muy corta, representa únicamente las porciones


prostática y membranosa de la uretra del hombre.

i.* Consideraciones generales.— Mide 35 milímetros de lar go por 7 u 8


milímetros de diámetro (muy dilatable, admite fácil* mente sondas de 10 a 12
milímetros). Se dirige oblicuamente hacia abajo y adelante (como la vagina),
describiendo una ligera curva de concavidad anterosuperior.

>.• Conformación exterior y relaciones. — Ofrece el aspecto de un cordón


bastante regularmente cilindrico, con un cuerpo y dos extremidades,
representada cada una de ellas por un orificio. El cuerpo atraviesa la
aponeurosis perineal media y de ahí su división en dos porciones, porción
intrapelviana y porción extrapelviana. Está en relación: 1 por detrás, con la
pared anterior de la vagina, a la cual está íntimamente adherida en sus tres
cuartos inferiores (tabique urelrovaginal); 2.0, por delante, con el plexo de
Santorini y el constrictor de la vagina; 3.*, hacia los lados, con el plexo de
Santorini, el músculo de Wilson y el músculo de Guthrie, el constrictor de la
vagina y la raíz de los cuerpos cavernosos del clitoris. El orificio su-perior o
cuello, redondeado o irregularmente estrellado, está situado a 2 ó 3
centímetros por detrás de la sínfisis del pubis, en el trayecto de una horizontal
que pasara por su parte media. El orificio inferior o meato está situado en la
parte posterior del vestíbulo, delante del tubérculo vaginal. Su forma es
variable: tan pronto dispuesto en forma de hendidura longitudinal, tan pronto
redondeado o más o menos estrellado; ya superficial, ya más o menos hundido
o profundo.

$.• Conformación interior. — Vista en cortes transversales, la uretra tiene la


forma de una hendidura (transversal en su pane superior, longitudinal en su
parte inferior, estrellada en su parte media).

Vista anteriormente, después de incidida su pared, presenta: i.®, pliegues


longitudinales, que se borran por la distensión; 2.®, en la pared posterior, una
pequeña cresta media; 3.®, lagunas de Morgagni; 4/, orificios glandulares.

4. ® Constitución anatómica. — Dos túnicas: una interna, mucosa; otra


externa, muscular.

a) Túnica mucosa. — Delgada, elástica, blanquecina o rosada, unida a la


túnica muscular por una capa de tejido conjuntivo laxo. Histológicamente, se
compone: 1.®, de un corion; 2.®, de un epitelio;

3.®, de glándulas (dos formas: folículos y glándulas arracimadas).

b) Túnica muscular. — Fibras lisas, dispuestas en dos planos: plano


interno, de fibras longitudinales; plano externo, de fibras ctrcu-lares. Las fibras
longitudinales se continúan hacia arriba con la capa plexiforme de la vejiga. Las
fibras circulares continúan igualmente las fibras circulares vesicales, y forman,
en su parte superior, el esfínter liso de la uretra. Nótese que a los elementos
musculares se juntan numerosas fibras elásticas y gruesos conductos venosos
anastomosados entre sí.

5. ® Vasos y nervios. — Las arterias proceden de la pudenda in-terna, de


la vesical inferior y de la vaginal. Las venas van a los plexos de Santorini,
vaginal y vulvar. Los linfáticos terminan en loe ganglios laterales de la
excavación pelviana. Los nervios emanan del pudendo interno y del plexo
hipogástrico.

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