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RIÑONES
Los riñones, en número de dos, uno derecho y otro izquierdo, son órganos glandulares
destinados a secretar la orina.
1. Consideraciones generales.- Están situados a los lados del raquis, a la altura de las dos
últimas dorsales y de las dos o tres primeras lumbares. El riñón derecho está colocado
algo más abajo que el izquierdo. Su eje mayor se dirige oblicuamente de arriba abajo y
de dentro afuera; están, por lo tanto, más próximos por su extremidad superior (6 ó 7
centímetros) que por su extremidad inferior (10 u 11 centímetros). Están sujetos en su
posición:
por sus vasos
por el peritoneo
por la fascia renal,
La fascia renal rodea completamente al riñón, formando el compartimiento renal, con
su hoja anterior o prerrenal y su hoja posterior o retrorrenal (fascia de Zuckerkandl).
Este compartimiento está fijo o sujeto por tractos conjuntivos a las partes vecinas y
por otro lado, el riñón está sujeto al mismo por la cápsula adiposa del riñón; de aquí su
fijeza. Hay que notar que el compartimiento renal está abierto, por dentro, del lado de
los grandes vasos, y hacia abajo, del lado de la fosa ilíaca. El riñón puede, de este
modo, salir de su cavidad y convertirse en riñón flotante. Por otra parte, el riñón
puede estar dislocado congénitamente (ectopia renal) y ocupar entonces, según los
casos, la cara anterior de la columna vertebral, el ángulo sacrovertebral, el estrecho
superior de la pelvis, etc. Los riñones son dos. Anormalmente puede existir uno solo,
como también puede darse el caso de haber uno suplementario. Desde el punto de
vista de sus dimensiones, el riñón, por término medio, mide 11 centímetros de largo
por 7 de ancho y 3 ó 4 de grueso. El izquierdo es generalmente algo más voluminoso
que el derecho. Su peso es de 115 a 155 gramos. Presenta una coloración rojoparda
tirando algo a amarillo. Es de consistencia firme, mucho más firme que la del hígado o
del bazo.
2. Conformación exterior y relaciones. — Prolongado de arriba abajo, aplanado de
delante atrás, escotado hacia dentro, el riñón ha sido comparado a una habichuela. Se
consideran. en él dos caras (anterior y posterior), dos bordes (interno y externo) y dos
extremidades (superior e inferior).
a) Cara anterior. — Mira hacia delante y algo afuera. Ligeramente abombada,
tersa y lisa, está cubierta en la mayor parte de su extensión por el
peritoneo (reforzado por la hoja de Toldt). La del riñón derecho está en
relación: i.*, con la cara inferior del hígado (con ligamento hepatorrenal o
sin él); t.*, con la terminación del colon ascendente y la porción inicial del
colon transverso; 3 A con la porción segunda del duodeno; 4*. con la vena
inferior. La del riñón izquierdo está en relación sucesivamente, de arriba
abajo: 1 *. con la cola del páncreas; «A con la tuberosidad mayor del estó-
mago; 3 A con la porción terminal del colon transverso y con la porción
superior del colon descendente.
b) Cara posterior. — Mira hacia atrás y adentro. Casi plana, tersa y lisa,
corresponde, por su parte media, a la duodécima costilla y al ligamento
arqueado del diafragma. Por debajo de la duodécima costilla está en
relación con el cuadrado de los lomos y el transverso del abdomen, del
cual está separada por una capa celulosa (masa celuloadiposa pararrenal),
por la cual discurren tres nervios: el duodécimo nervio intercostal y los
abdominogenitales mayor y menor. Por encima de la duodécima costilla, el
riñón está en relación con el diafragma (es de notar la presencia del hiato
costodiafragmálico) y, más allá del diafragma, con el fondo de saco inferior
de la pleura, el pulmón y la pared torácica. Tanto por encima como por
debajo de la duodécima costilla, cubren también la cara posterior del
riñón, además de las capas o planos ya indicados, los músculos espinales y
sus tres hojas aponeuróticas (anterior, media y posterior).
c) Borde externo. — Convexo, regularmente redondeado, re¬basa algo en su
parte inferior el borde externo del cuadrado de los lomos. Está en relación:
a la derecha, con el hígado; a la izquierda, con el bazo y el colon
descendente.
d) Borde interno. — El borde interno descansa sobre el psoas. Saliente por
arriba y por abajo, presenta en su parte media una fuerte escotadura, con
hendidura longitudinal, que constituye el hilio del ri¬ñón. Esta hendidura,
alta de 3 a 4 centímetros (con labio anterior y labio posterior), nos conduce
a una excavación profunda, el seno del nñón. Las paredes del seno
presentan dos clases de prominencias: unas, dispuestas en forma de cono,
que son las papilas del riñón; otras, situadas entre las precedentes, que
son las eminencias inter papilares.
e) Extremidad superior. — La extremidad superior (o polo su¬perior),
redondeada y roma, está en relación con la cara interna de la undécima
costilla: está coronada por la cápsula suprarrenal.
f) Extremidad inferior. — La extremidad inferior (o polo in¬ferior) descansa
sobre cl psoas y el cuadrado de los lomos. Está en relación ordinariamente
con un plano horizontal que pasa por la apófisis transversa de la tercera
vértebra lumbar. El intersalo que la separa de la cresta ilíaca es de 5
centímetros a la izquierda y de 3 a 4 centímetros a la derecha.
g) 3/ Constitución anatómica. — El riñón se compone esencial¬mente: i.*, de
una cubierta fibrosa; »•, de un tejido propio; 3.*. de una estroma.
h) CUBIERTA FIBROSA. — Reviste irTegularmente toda la super¬ficie exterior
del órgano. A nivel del hilio, se introduce en el seno, al cual tapiza
igualmente en toda su extensión. Su coloración es blan¬quecina. Es
delgada (100 a 200 /*), pero muy resistente.
i) TEJIDO PROPIO. — El riñón, incidido paralelamente en sus dos caras,
presenta dos substancias: una substancia central o me¬dular y una
substancia periférica o cortical.
j) Substancia medular. — La substancia medular, muy firme o resistente, de
un color rojo más o menos obscuro, se presenta a pri¬mera vista como
formada por cierto número de pequeñas superficies triangulares, que se
designan con el nombre de pirámides de Malpi¬ghi. Estas pirámides, en
número de diez o doce (unas simples, otras compuestas) para todo el
riñón, presentan cada una de ellas: i.*, una superficie exterior, que está en
relación con las columnas de Bertin (véase el siguiente párrafo); i.*, una
base, que está en relación con la substancia cortical; 3.*, un vértice
(simple, bífido o trífido), que forma una papila y posee en su cúspide una
serie de pequeños orifi¬cios, los poros urinarios (que forman, en conjunto,
el área cribosa de la papila).
k) Substancia cortical. — La substancia cortical, menos dura de una
colaboración más o menos amarillenta, está colocada alre¬dedor de la
substancia medular. La substancia cortical envía a esta última, en el
intervalo de las pirámides, unas prolongaciones que van hasta el seno: son
las columnas de Bertin. Desde el punto de vista de su estructura. Ja
substancia cortical comprende dos órdenes de formaciones: 1.*, las
pirámides de Ferrein, continuación de las pirámides de Malpighi (en
número de 400 a 500 para cada pirámide de Malpighi); 1*, el laberinto,
substancia blanda que llena el espa¬cio comprendido entre las pirámides
de Ferrein y comprende, ade¬mas de numerosos vasos, los corpúsculos de
Malpighi y la porción inicial de los tubos uriníferos.
l) Lóbulos del riñón. — Al igual que el pulmón y el hígado, el riñón se
descompone, en algunos animales (cetáceos), en cierto núme¬ro de
lóbulos. En el hombre, esta lobulación no es aparente al exterior, pero no
por esto deja de existir, y cada lóbulo está representado por una pirámide
de Malpighi, con toda la substancia cortical que está en relación con ella.
Los lóbulos, a su vez, se dividen en lobuli- líos: cada lobulillo (hay 400 o 500
para cada lóbulo) está represen¬tado por una pirámide de Ferrein, con
toda la substancia cortical que la rodea. Finalmente, cada lobulillo se
puede descomponer en cieno número de elementos más pequeños, de
forma tubular, elementos primordiales del riñón, que son los tubos
uriniferos.
m) Tubo urinífero considerado aisladamente. — Cada tubo uri- nífero, que
tiene de largo 6 a 8 centímetros, se extiende de un cor¬púsculo de
Malpighi o uno de los orificios del área cribosa. Al prin¬cipio, al salir de un
corpúsculo, presenta una parte estrechada llamada cuello. Luego se
ensancha y se hace fuertemente flexuoso (tubuli contorti). Después
describe una curva en forma de asa, el asa de Hen¬le, con una rama
descendente estrecha y una rama ascendente ancha. El tubo urinífero se
hace de nuevo flexuoso (tubo intermedio); des-pués, por un tubo más
estrecho llamado conducto de unión, se intro¬duce en un largo tubo
rectilíneo, el conducto colector, que desciende sucesivamente a la
pirámide de Ferrein y a la pirámide de Malpighi, para terminar (después de
haberse reunido con cierto número de conductos similares) en el área
cribosa. (Para la estructura de los corpúsculos de Malpighi y del tubo
urinífero, véanse los tratados de Histología.)
n) ESTROMA DEL RIÑÓN. — Los elementos propios del riñón están
sumergidos en una especie de ganga, en parte conjuntiva, en parte
muscular, que se designa con el nombre de estroma del riñón. Las fibras
musculares (fibras lisas) se encuentran: i.*, en el borde de la base de la
papila (músculo anular); i.*, en la cara externa de las pirá¬mides; s*, en la
superficie exterior del riñón.
o) 4* Vasos y nervios. — El riñón es una de las visceras más ricas en vasos
arteriales y venosos.
p) • A, ARTERIAS. — Conviene examinarlas separadamente en el ri¬ñón
propiamente dicho y en su cápsula adiposa.
q) Arterias del riñón propiamente dicho. — Proceden de la re¬nal. La renal, al
llegar al hilio, se divide en tres o cuatro ramas (gene¬ralmente tres, de las
cuales una es superior, otra posterior y otra infe¬rior). que, penetrando en
el seno, se dividen y subdividen allí en nu¬merosas ramas secundarias. Las
últimas divisiones penetran en las eminencias.interpapilares y casi
inmediatamente después cada una de ellas se divide en dos ramas
divergentes, que se dirigen aisladamente a los Jados de las dos pirámides
de Malpighi más próximas.
r) Cada pirámide de Malpighi recibe de este modo, de diferentes orígenes,
cierto número de ramas, que tienen Ja significación de arte¬rías lobulares;
estas arterias se dirigen hacia la base de la pirámide, donde se dividen y
subdividen en numerosas ramas que se flexionan sobre la base de la
pirámide y forman las arterias arciformes. Estas arterias arciformes, que.
según los autores antiguos, se anastomosan en red (bóveda arterial), se
considera hoy que son terminales, y, por con¬siguiente, no se
anastomosan. Las arterias arciformes no dan ninguna colateral
descendente (que vaya al hilio). Del Jado de la periferia, por el contrario,
emiten numerosas ramas ascendentes, arterias inter¬lobulillares, de
donde emergen (con algunos ramos destinados a la cápsula) los vasos
aferentes del glomérulo.
s) El vaso aferente penetra en el corpúsculo de Malpighi y se re¬suelve
inmediatamente formando un paquete de capilares (cuyo con¬junto
constituye el glomérulo). Después se reconstituye de nuevo y bajo el
nombre de vaso eferente del glomérulo (que es más bien una arteria que
una vena) sale del corpúsculo de Malpighi y va a ramifi carse por los tubos
uriníferos.
t) Arterias de la cápsula adiposa. — Las arterias destinadas a la cápsula
adiposa del riñón proceden de diversos orígenes: t.a, de las arterias
interlobulillares; 1.a, del propio tronco de la renal o de sus primeras ramas;
3.*, de las arterias capsulares, y principal¬mente de la cápsula inferior.
u) VENAS. — También aquí examinaremos separadamente las venas del riñón
y Jas de la cápsula celuloadiposa.
v) Venas del riñón propiamente dicho. — Presentan aproxima damente igual
disposición que las arterias. Desde luego, existe, junto a la bóveda arterial
suprapiramidal, una bóveda venosa suprapirami dal. A esta bóveda
concurren: 1 •, por arriba, venas descendentes, las venas interlobulillares,
las cuales nacen a nivel de la cápsula por pe¬queños grupos convergentes,
dispuestos en forma de estrellas, las estre¬llas de Verheyen; 1.a. venas
ascendentes (vence recta), que avanzan de abajo arriba en el espesor de la
pirámide. De la bóveda venosa suprapiramidal parten venas voluminosas
que, descendiendo a la su¬perficie de la pirámide, llegan al seno y allí se
unen entre sí de modo que vienen a condensarse en un solo tronco, la
vena renal, la cual desemboca en la vena cava inferior. Venas de la cápsula
adiposa. — Muy numerosas y muy des¬arrolladas. forman en toda la
extensión de la cápsula una vasta red, que se condensa en el borde
externo del riñón formando un extenso arco, el arco venoso exorrenal.
Esta red está en conexión: i.°, con la vena renal; 2.°, con la red venosa
intrarrenal (por medio de venas que perforan la cápsula); 3.0, con todas las
redes venosas próximas (red de la cápsula suprarrenal, red del colon, red
diafragmática, red del uréter, red de la pared abdominal posterior, venas
espermáti- cas, etc.). De ahí la facilidad de las circulaciones suplementarias
en caso de obliteración de una o varias venas.
w) LINFÁTICOS. — Los linfáticos se dividen en superficiales y profundos: los
linfáticos profundos llegan al seno adosados a los va¬sos sanguíneos
(cuatro o cinco ordinariamente); los linfáticos super ficiales recorren la
superficie del órgano, dirigiéndose hacia el hilio. Unos y otros van a los
ganglios yuxtaaórticos derechos e izquierdos.
x) NERVIOS. — Los nervios emanan del plexo solar, del esplác- nico menor y
del cordón del gran simpático. Se dirigen al riñón adosa¬dos a las arterias.
En el trayecto de estos nervios existen numerosos ganglios.
y) ARTÍCULO 11
z) CONDUCTO EXCRETORIO DEL RIÑON
aa) La orina, a su salida del riñón, es recibida en un sistema de conductos
excretorios que la conducen a la vejiga.
bb) ° Conformación exterior y relaciones. — El conducto ex¬cretorio de la
orina comprende, de arriba abajo: i.°, los cálices; 2.0, la pelvis; 3.0, el
uréter.
cc) CÁLICES. — Los cálices, que siguen a las papilas del riñón, presentan la
forma de pequeños tubos membranosos, de 1 centímetro de largo y de 6 a
12 milímetros de ancho: existen nueve de ellos por término medio. Cada
uno presenta, con una superficie exterior y una superficie interior, dos
extremidades: una extremidad superior, que abraza la base de la papila
correspondiente; una extremidad inferior, que se abre en la pelvis. Hay
que observar, sin embargo, que los cáli¬ces, en lugar de abrirse
aisladamente en la pelvis renal, se reúnen primeramente entre sí. para
formar conductos colectores más volu¬minosos, llamados cálices grandes
o brazos de la pelvis. Existen, o común, tres cálices grandes: i el cáliz
grande superior, oblicuo hacia abajo y adentro, que recoge los tres o
cuatro cálices más eleva¬dos; i*, el cáliz grande inferior, oblicuo hada
arriba y adentro, que recoge los tres o cuatro cálices inferiores; 3.*, el cáliz
grande medio, horizontal, continuación de los dos cálices medios.
dd) PELVIS RENAL. — Receptáculo infundibuliforme, aplanado de delante
atrás, que tiene de 20 a 30 milímetros de alto por 14 a 20 mi¬límetros de
ancho, y se halla situado inmediatamente detrás de la arteria renal.
ee) Conformación exterior. — Se consideran en ella: i.*, una base que mira
hada el fondo del seno y recibe los tres cálices grandes;
ff) *, un vértice, que se continúa con el uréter (a veces entre la base y el
vértice hay un estrechamiento llamado cuello); 3.*, dos caras, una
anterior, otra posterior, planas cuando la pelvis está vada, abomba¬das
cuando está llena; 4*, dos bordes, uno superior, otro inferior, el primero
muy oblicuo y el segundo casi horizontal.
gg) Relaciones. — La pelvis está situada, parte en el seno (por¬ción intrarrenal)
y parte fuera del mismo (porción extrarrenal). En su porción intrarrenal
está en relación: i.*, por delante, con las ramifica- dones de los vasos
renales; 2.*, por detrás, con la pared posterior del seno, de la cual está
separada por la rama posterior de la arteria renal. En su porción
extrarrenal está en relación: 1.*, por delante, con la fascia prerrenal y el
peritoneo, y además, a la derecha, con el duo¬deno; 2.*, por detrás, con la
fasda retrorrenal y el músculo psoas.
hh) URÉTER. — Largo conducto dlindroide (26 a 30 centímetros de iargo por 5
ó 6 milímetros de diámetro) que se extiende del vér¬tice de la pelvis renal
a la vejiga.
ii) Trayecto y división. — El uréter se dirige primero vertical¬mente hacia
abajo, hacia el ángulo de bifurcación de la arteria iliaca primitiva. De allí
desciende a la pelvis. Después, dirigiéndose oblicua¬mente hacia fuera,
alcanza la parte inferior de la vejiga, atraviesa oblicuamente su pared y se
abre en su concavidad. El uréter com¬prende, por lo tanto, por razón de
las cuatro regiones que atraviesa, las cuatro porciones siguientes: porción
abdominal o lumbar, porción iliaca, porción pelviana y porción vesical.
jj) Forma y calibre. — Tiene la forma de un tubo cilindroide, algo aplanado de
delante atrás y mal calibrado. Presenta sucesiva¬mente de abajo arriba: i.\
el infundibulo; 2.*, el cuello o istmo;
kk) *, el huso principal; 4*, el estrechamiento marginal (a nivel de los ilíacos);
5.*, el huso pelviano.
1.®, por detrás, con los vasos ilíacos, a los cuales cruza y rodea; 2.®, por dentro,
con la parte inferior de la columna lumbar, de la cual está separado por un
espacio de 20 a 25 milímetros; 3.®, por fuera, con los vasos espermáticos o
uteroováricos; 4.®, por delante, con el perito-neo (es de notar que está
cruzado: a la izquierda, por el colon ilio-pélvico y su meso; a la derecha, por el
segmento terminal del íleon y la porción inferior del mesenterio).
y) En su porción pelviana (13 a 14 centímetros), el uréter se subdivide en dos
porciones, una descendente y otra transversal. Las relaciones son diferentes
según se trate del hombre o de la mujer. En el hombre, la porción descendente
descansa sobre Ja arteria ilíaca interna, siguiendo su cara anterior a la derecha
y su cara interna a la izquierda; la porción transversal se desliza primero sobre
la cara anterior umbilicoprevesical, cruza por detrás del conducto deferente y
la arteria deferencial, pasa entre la base de la vesícula seminal y la pared
vesical y se introduce en el espesor de esta pared. En la mujer, la porción
descendente se parece bastante a la del hombre (recorre la parte posterior de
la fosa ovárica); la porción transversal avanza al principio por la base del
ligamento ancho, alcanza luego el borde de la vagina, algo por debajo del
fondo de saco lateral, pasa entonces sobre la pared vaginal anterior y,
finalmente, desaparece en la pared vesical (nótese que, en la base del
ligamento ancho, el uréter está cruzado hacia delante por la arteria uterina, a
15 milímetros del cuello). A este nivel, por fuera del entrecruzamiento, la
uterina emite la arteria vaginal larga, y en cambio, por dentro del
entrecruzamiento, la arteria cervicovaginal.
ARTÍCULO 111
VEJIGA
Esta forma varía, por lo demás, en el adulto, según que esté la vejiga llena o
vacía. En estado de vacuidad, la vejiga se presenta bajo dos aspectos
principales, constituyendo o bien el tipo esférico (poco frecuente) o el tipo
aplanado (mucho más frecuente). En estado de plenitud, tiene la forma de un
ovoide, cuya extremidad gruesa es pos-teroinferior, y la pequeña mira hacia
arriba y adelante. Su eje mayor se dirige oblicuamente de arriba abajo y de
delante atrás.
2.®, en la mujer, con el útero y los ligamentos anchos. Está separada de estos
órganos por un fondo de saco peritoneal, al cual descienden asas intestinales.
con las paredes laterales de la pelvis (elevador del ano y obturador interno).
Sobre estas caras laterales avanzan oblicuamente, cruzándose en X, el
conducto deferente y la arteria umbilical. (Nótese que, en el punto de cruce, la
arteria es interna.)
sus caras laterales. Desde la vejiga, el peritoneo se refleja: i.®, hacia delante,
sobre la pared abdominal anterior; 2.®, a derecha e izquierda, sobre las
paredes laterales de la pelvis; 3.®, hacia atrás, sobre el útero en la mujer, sobre
el recto en el hombre (fondo de saco vesicouterino, fondo de saco
vesicorrectal). Es de notar que el peritoneo está íntimamente adherido a la
pared vesical subyacente.
Las venas forman igualmente tres redes: 1.% una red mucosa, de mallas
poligonales; 1.*. una red intramuscular, cuyas venas están dispuestas, en su
mayor parte, paralelamente a Jos manojos musculares; 3.*, una red perivesical
o superficial. Las venas de esta última red se dividen en: anteriores, que
descienden al plexo de Santorini; posteroinferiores, que van a parar al plexo
seminal; laterales, que descienden al plexo vesicoprostático. Finalmente, todas
estas venas terminan en la hipogástrica.
y) Los linfáticos forman una red mucosa y una red muscular. Los troncos que
emanan de ellas se dirigen hacia la superficie exterior de la vejiga (red
perivesical) y vuelven a descender hada la base, para terminar: i*. los
anteriores, en los ganglios per ¿vesicular es; >.*, los laterales, en los ganglios
laterovesicales, y de allí, en los ganglios iliacos externos y los ganglios hipo
gástricos; 3.*, los posteriores, en los ganglios hipogdstricos y en los ganglios
del promontorio.
ARTÍCULO iv
URETRA
1. La uretra en el hombre
c) Uretra esponjosa. — Corre por debajo del pene, a lo largo del canal
anguloso que forman, al adosarse entre sí, los dos cuerpos cavernosos.
Corresponde, por arriba, con los cuerpos cavernosos; por abajo, con la fascia
penis. Termina en el vértice del glande por un orificio en forma de hendidura
vertical de 6 a 8 milímetros de alto, el meato urinario. 3 * Calibre. — Es
conveniente, bajo este concepto, estudiar el conducto: 1.a, en estado de
reposo; t.*, en el momento de la micción.
5.a, de nuevo transversal, detrás del mismo; 6.a, circular, más o menos
estrellada, a nivel del cuello. (Nótese que, en el viejo, el orificio del cuello está
elevado por el lóbulo medio de la próstata, convirtiéndose en la úvula vesical
de Lieutaud.)
6.® Vasos y nervios. — Las arterias proceden: i.®, las de la uretra prostática, de
las arterias de la próstata; 2.®. Jas de la uretra membranosa, de la hemorroidal
inferior y de la vesical inferior; 3.®, las de la uretra esponjosa, de la
bulbouretral, de la cavernosa y de la dorsal del pene. Las venas van, según las
regiones, a la vena dorsal profunda, al plexo de Santorini, al plexo
vesicoprostático y a la vena pudenda interna. Los linfáticos forman una rica red
en toda la exten. sión del corion mucoso. Los pequeños troncos que de allí
parten se mezclan, los de la uretra prostática con los linfáticos de Ja próstata;
los de la uretra membranosa, así como los de la porción bulbar, atra vesando la
aponeurosis perineal media, van a los ganglios ilíacos ex temos y a todos los
ganglios vecinos de la pudenda interna; los del resto de la uretra esponjosa van
a los vasos de la base del glande y luego, desde allí, a los ganglios superficiales
de la ingle. Los nervios proceden: i.*, los de la uretra prostática y la uretra
membranosa, del plexo hipogástrico; >•, los de la uretra esponjosa, del nervio
perineal superficial y del nervio dorsal del pene, ramas de) pudendo interno.
2. La uretra en mujer