Lucas Sorribes Fenomenología de la religión

Unidad 2 2019

Actividad 1

Texto 1: Religión y magia

La complejidad misma de los fenómenos humanos y la diversidad de tendencias de estudio

demuestran que las líneas que separan la magia de la religión son difusas. Al menos mucho más difusas de lo
que se creyeron en un principio investigadores como Frazer, Marett o Hubert. La tendencia tradicional ha sido
estudiar ambas en cuanto a sus diferencias, pero debemos recordar que tales diferencias están establecidas por
el espíritu de la época y el lugar desde que fueron hechas; así, se adivina un sesgo positivista comtiano, un
sesgo etnocéntrico propio del s. XIX, etc. También ha habido distinciones entre una magia positiva o blanca,
natural, y otra negra, demónica y dañina. Intentemos sintetizar dichas tendencias:

 La tendencia intelectualista: representada por los clásicos Tylor o Frazer, mantiene el espíritu
evolucionista y decimonónico; se les podría achacar que olvidan la dimensión afectiva e intuitiva de la
magia, cuya esencia confunde con sus formas.
Según estos autores, la magia:
 es propia de fases primitivas
 procede mediante una lógica subjetiva
 funcionan en base a la ley de semejanza (afinidad de semejantes, tipo pars
pro toto) y la ley de contagio (el contacto establece vínculos sobrenaturales)
 precede a actitudes científicas sí racionales
Como podemos ver, se supone una cosmovisión mecanicista de la naturaleza heredada del
Renacimiento.

 La tendencia anti intelectualista: sus adalides son Bergson, Otto y Wundt. La magia para estos autores
sería:
 poseedora de la lógica del deseo y la vida afectiva, extra racional
 depende del deseo de omnipotencia
 el resultado es secundario, prima la expresión satisfactoria del deseo de
influir en el mundo

 La tendencia sociológica, propia de Mauss y Hubert, la magia:

 se diferencia de la religión según el tipo de relación social establecida.
 Posee una estructura extraoficial, mistérica, clandestina.
 Si la religión está polarizada hacia el sacrificio, la magia lo está al hechizo.
 En común se encuentra el poder del sacerdote y del brujo o mago.
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 La teoría funcionalista, centrada en Malinowski, sostiene que lo esencial a la cuestión no es su

mecánica sino la afirmación y consecución de sus fines; es decir, que lo que las distingue es su objeto:
la religión se refiere a las cuestiones existenciales básicas como la muerte, y la magia reina sobre el
dominio del hecho concreto, cotidiano.
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Texto 2: Geo WIDENGREN. Fenomenología de la Religión. Cristiandad. Madrid. 1976. Cap.I. Religión y
Magia (pp.1-16).

El texto comienza haciendo la útil distinción entre la disciplina de la fenomenología de las religiones y
la de su historia: la primera trataría de describir y analizar cómo el hecho religioso se ha manifestado y se
manifiesta; la segunda trataría de exponer las formas de lo religioso en un contexto ordenado y temporal, es
decir, en la historia. Como es obvio, no es que ambas sean complementarias: es que su complementación es
necesaria para una visión de conjunto adecuada. Un ejemplo de ello es que en un trabajo clásico como la
Historia de las creencias y las ideas religiosas de M. Eliade se haga uso paralelo de ambas para crear una
obra excelente.

Es muy interesante que Windengren busque una definición que sea amplia pero exacta mencionando
el caso del budismo, que no ha dejado de ser un verso libre para muchísimos intentos de definición de la
religión.

Al leer sobre la perspectiva intelectualista, representada por Frazer, y su contestación emotivista,

representada por Delacroix, no dejan de venirme a la cabeza dos pensamientos muy recurrentes: recuerdo
mucho a Kierkegaard y su teoría de los tres hombres,1 y cómo esta se opondría en cierto modo a la visión
positivista; la vida religiosa no sería sino la meta del hombre al que por fin su edad ha hecho sabio. La
segunda cosa en la que suelo pensar es en el estatus que tenía la magia durante el Renacimiento2. En el siglo
XVI y XVII el concepto de magia y ciencia no era demasiado fácil de distinguir: y no sólo eso, pues la una
estaba tan estrechamente ligada con la otra que se ha llegado a decir que la ciencia es la hermana dogmática, y
no hija, de la magia. No creo que a favor esto falten argumentos. Además todos los que practicaban la una
practicaban a su vez la otra, y eran todos firmes cristianos y devotos.

Que la religión y la magia corren a la par es una observación también interesante y que confirma lo
que he dicho antes. Otro argumento a favor de que el hombre religioso tenga a un potencial mago dentro, y
viceversa, es la oración. En mi opinión, en la práctica puede ser muy difícil distinguir el pensamiento religioso
del mágico en la oración de petición, da igual al dios o dioses que sean, y esto también podría ser verdad en
muchos ritos religiosos, por ejemplo en los sacramentos.

Para acabar, y a propósito a las menciones del concepto de mana, acuñado por Codrington y
contestado por Lehmann, y a las teorías de Tylor y Marett, querría añadir algo: probablemente esto haya sido
estudiado en tiempos recientes por expertos que no conozco todavía, pero es importante confrontar todas estas
teorías y análisis con cierto pensamiento actual. Me refiero a aquel pensamiento tan heterogéneo que es capaz
de aunar nuevas religiosidades de la nueva era (panteísmos de la Madre Tierra, las energías, vueltas
rousseaunianas a lo primitivo, etc.) con una especie de culto neopositivista a la ciencia materializado en todo

1
Véase, por ejemplo, Copleston, Historia de la filosofía occidental (vol. VII)
2
Para esto, yo recomendaría uno de mis libros favoritos: Yates, Giordano Bruno y la tradición hermética, en Ariel.
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este súper intereses generalizado por las cuerdas, la teoría cuántica o la astrofísica de estar por casa. ¿Estamos
evolucionando hacia esa religión de la humanidad de la que habla J. Prades?3 ¿Es un retroceso en las edades
comtianas? ¿Siguen siendo válidas tales teorías para analizar estas nuevas religiosidades?

3
Ver apuntes de la unidad anterior.
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Texto 3: A propósito de magia y demonología. Nota pastoral de la Conferencia Episcopal Toscana. 1 de

octubre de 1994.

Según la comisión, informar sobre la magia a la comunidad de los fieles es no sólo pertinente sino de
urgencia. El texto comienza llamándonos la atención sobre el auge de una industria de la magia, de una serie
de mercachifles vendedores de humo natural y sobrenatural que han llegado a incluso colarse en el interior de
la Iglesia y del cristianismo, en mayor parte por la falta de formación teológica, la ingenuidad y la
desesperación de las gentes. Nos da además el alarmante y, en mi opinión, excesivo, número de usuarios de la
magia en Italia de doce millones. ¿Cómo puede haberse producido este auge en nuestra era, la era de la ciencia
y la técnica? Parece ser que la magia es una constante universal a lo largo de toda la historia humana, como si
esta fuera una actitud innata, más que una mera colección de prácticas, quizás ya ejemplificada en la
desobediencia de Adán y Eva. Se añade además una cita de Dt 18 prohibiendo toda práctica mágica y
adivinatoria, lo que también fundamentaría según las Escrituras esta comisión, y de Ratzinger, que sostiene
que si estas prácticas van en alza es en gran medida a consecuencia del abandono de la luz de Cristo.

Sin entrar en los detalles de la oratoria, el texto argumenta a favor de:

 una religión bien fundamentada, asentada en sólidos y verdaderos cimientos, que se traduce siempre en:
o un sentido religioso profundo,
o la búsqueda de Dios como fin en sí mismo, digamos, contemplativa y no operativamente,
o una vida sacramental bien entendida
o y el compromiso ético del creyente.

Según la comisión la principal diferencia de la magia con la religión sería su carácter operativo, es
decir, que implicaría la existencia de unas fuerzas naturales y sobrenaturales que uno puede dominar mediante
ciertas prácticas con el objetivo de conseguir unos fines concretos. Esto la alejaría de la religión. La comisión
también va más allá de las interpretaciones intelectualistas de la magia, otorgándole las lógicas del deseo y del
sentimiento. Siguen la vieja clasificación de magia blanca y negra, pero enfatizando que una llamada magia
basada en remedios naturales no entraría en su definición4: la magia va más allá de las leyes físicas. Existiría
la magia de tipo imitativo, contagioso y embrujador, y describen con cierto grado de precisión las ciencias
ocultas clásicas y las adivinatorias, como la astrología, el tarot o el espiritismo: todas participan del
pensamiento mágico y son igualmente execrables y peligrosas.
Pero religión y magia no son compartimentos estancos, y no siempre pueden distinguirse, aún dentro
de cada creyente. Por ejemplo, es una tentación utilizar5 a Dios, o esperar por ejemplo que Él o las fuerzas que

4
Ficino sería un ejemplo de esta clase de magia ingenua en mi opinión. Cf. Yates, capítulo II y siguientes.
5
Recomiendo el cómic de Will Eisner, Contrato con Dios, en el que un viejo judío pacta con Dios en una oración, como
ejemplo de actitud mágica en un creyente honrado y ortodoxo.
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dependen de Él nos ayuden a conseguir fines mundanos con independencia de nuestra vida moral, etc. Es alto
el riesgo de que estas prácticas y actitudes se introduzcan en la vida del cristiano. Y aún más las referencias a
demonios u otros seres espirituales. ¿Cómo puede evitarse entonces que pensamientos y actitudes mágicas y
supersticiosas puedan contaminar una religiosidad bien llevada? Los remedios propuestos serían:

o Una adecuada formación teológica

o Una vida moral buena, asentada en una fe madurada
o Práctica de la oración y de los sacramentos
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Cuadro sinóptico de las principales y generales diferencias entre magia y religión

Magia Religión
 Carácter oculto, poco democrático  Estructura abierta, abierto proselitismo y
 Carácter de dominación y potencia frente a propaganda
fuerzas naturales o sobrenaturales  Carácter contemplativo, por ejemplo frente a la
 Prácticas difíciles de llevar a cabo, ritos Belleza.
elaborados con ingredientes muchas veces  Ritos fáciles basados en la memorización de
exóticos. fórmulas y textos breves
 Leyes internas que siguen una lógica particular,  Corpus filosófico elaborado y racional,
ajena a otras disciplinas humanas. profundidad teológica
 Referencias abiertas a seres sobrenaturales  Insistencia en la moralidad
subdivinos  Participación política e institucional abierta
 Es ajena a las instituciones y a la política,
oficialmente.
 Humanismo: se acentúa el papel del ser humano
 Es necesaria la madurez, sólo adultos muy
formados pueden practicarla
 Sincretismo de muchas tradiciones y culturas,
varias religiones contradictorias entre sí se hacen
compatibles.
 Insistencia en el poder y la capacidad

Me gustaría añadir que, aparte de la ya comentada complejidad y de lo difuso de ciertas líneas de

separación entre una y otra, los grandes personajes magos del Renacimiento como Ficino, Pico della
Mirandola, Bruno o Dee romperían con muchas si no todas estas diferencias6. Todos ellos fueron a la vez
grandes magos, artistas, científicos y devotos, y no vieron incompatibilidad alguna entre su religión y la
magia, el arte y la ciencia, aún aparte de que las practicasen al margen de ciertas instituciones oficiales. Casi
todos los gobernantes de aquellos años contaban con un asesor astrólogo y mago, y el progreso de las ciencias
se hizo muchas veces en base a la magia y las ciencias ocultas. Podríamos citar también a Newton, al que estas
le ocuparon considerablemente más tiempo que las matemáticas o la física.

6
Cf. Yates, capítulo XXXV
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Actividad 2: Bronislaw MALINOWSKI, Los argonautas del Pacífico Occidental.

El autor hace un importantísimo trabajo etnográfico que no es puramente descriptivo; la síntesis que
lleva a cabo sirve como modelo tipo para el estudio de, no sólo para la concepción de la magia en los
habitantes de tierras lejanas y exóticas sino para las distintas concepciones de la magia en todos los pueblos
del mundo.

La magia está presente en todos los ámbitos; es un modo humano de estar en el mundo pues es
esencial a él: es la afirmación y confirmación plena de sus capacidades, aún potenciales, y su descubrimiento,
que no creación, es un hecho fundacional en la historia de los hombres. En este sentido, la magia representa su
poder de dominar las fuerzas de la naturaleza7, y a la vez, es la acompañante obligada en todos los
acontecimientos y fases más fundamentales como el nacimiento, la llegada de la edad adulta y la madurez
sexual, y la muerte; también es su compañía esencial a la agricultura o a las labores más importantes para la
supervivencia, como la caza o la construcción de canoas. De este modo, la magia funciona como factor de
cohesión social. Hay dos conceptos importantes: el de megwa, vocablo reservado únicamente para el ámbito
de lo mágico; y bomala, lo prohibido, lo tabú, algo que no puede hacerse en ninguna circunstancia.

La magia no se ha inventado, es preexistente; de algún modo, la magia estaba ya, y es el hombre

primordial, en un pasado mítico, el que la encuentra, la asimila y la transmite a sus hijos para que forme parte
de toda la especie. No es una fuerza, sin embargo, es más bien un descubrimiento: una afirmación de la
potencialidad humana; el ser humano se encuentra en las profundidades, se afirma a sí mismo, y se coloca en
un puesto privilegiado de la Naturaleza. Sería, por mediación de la magia, como la edad mítica entronca con la
edad actual, la magia es el hilo conductor entre ambas, único rastro de los dioses que ya no caminan por la
tierra. Se repite pues el mito originario tan habitual de las edades degenerativas de la humanidad.

Presenta en todas sus formas y lugares tres aspectos principales, cuya importancia y prioridad varía:

 La fórmula
 El rito
 El estado del celebrante

De todos modos es el conjuro el elemento central y más importante. En éste se halla la fuerza, es
expresión de la fuerza: el brujo es mediador entre el conjuro y el objeto, al conjuro está subordinado el rito. Y
la relación del mito, de esa edad mítica de primer contacto del hombre con la magia, con el conjuro, es
fundamental. Los conjuros no pueden manipular o mejorar; las formulaciones del conjuro cumplen así dos
funciones: la de servir como recordatorio del hecho fundacional de obtención de la magia, por él se hace

7
Se reitera el carácter operativo de la magia, y su relación con el desarrollo de la ciencia en Occidente.
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presente el pasado, el mito, y la de asegurar que el brujo está capacitado para usarla mediante alusiones a los
antepasados, una línea sucesoria directa, etc.

Es importante el estado del celebrante: debe cumplir ciertas condiciones que suelen referirse a la dieta
(alimentos prohibidos, ayunos y mortificaciones), a la cosmética, e incluso a la abstinencia sexual.

El corpus total de la magia está delimitado en grandes demarcaciones según sea el campo de acción:
fuerzas de la naturaleza, como el viento, el tiempo o la fertilidad, actividades humanas, virtudes individuales,
maldiciones, etc. El autor divide dos grandes grupos:

 La magia no sistemática, de la que forman parte ritos y conjuros que pueden usarse
aislados, como terapias contra el dolor, fertilidad de huertos privados, etc.
 La magia sistemática, un conjunto ordenado y conectado de conjuros que deben realizarse
en un orden determinado y con una precisión y exactitud máximas. A esta pertenecen los
conjuros asociados a la construcción de canoas y viajes largos.

La magia forma parte de la vida de la comunidad en el sentido de estar presente en todas las acciones
y hechos que la requieren, pero ella pertenece a una esfera diferente de realidad. La magia no tiene porqué
modificar las condiciones físicas per se, pues es sobrenatural: más bien corresponde a una plusvalía, un
añadido que otorga un estatus especial a un objeto, una canoa, o sanciona un determinado rito de paso. Implica
también cierta forma de alquimia; las alusiones al mito y a sus narraciones y protagonistas crean una brecha en
el tiempo, en las diferentes realidades para que confluyan, es decir: que mediante la magia y las alusiones al
mito, se imita la edad mítica: la canoa es la canoa mítica de la edad dorada, el miembro de la comunidad es el
héroe mítico, lo ordinario se hace oro.

En tanto que representa una esfera diferente de realidad, hay ciertas condiciones que se dan que
aseguran la presencia de la magia:

 Una fuerte reacción emocional de temor y asombro (en inglés awe)

 La magia está asociada a portentos y hechos especiales (kariyala)
 La magia siempre lleva consigo espíritus (baloma) relacionados con ella de un modo u
otro, incluso que participan de ella también como asistentes o consejeros.
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Bibliografía

EISNER W., Contrato con Dios, Barcelona: Norma, 2017

ELIADE M., Historia de las creencias y de las ideas religiosas, Barcelona: RBA, 2005

YATES F. A., Giordano Bruno y la tradición hermética, Barcelona: Ariel, 1983