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Cultura para la Paz y Derechos Humanos

Lic. Mónica Beatriz Simons Rossi. Ciencia Política-UBA

MARCO TEORICO CONCEPTUAL

La desigualdad entre hombres y mujeres junto con la opresión de género se han apoyado
en mitos e ideologías que afirman la superioridad masculina frente al ser femenino. Esta
desigualdad a simple vista biológica, ha dado la pauta principal para establecer diferencias entre
los sexos y en ellas, las condiciones para la desigualdad. La referencia a la naturaleza femenina
es un mito que ha allanado el crecimiento de las mujeres durante mucho tiempo dentro de la
esfera pública: las mujeres por su naturaleza, están orientadas a la vida doméstica, recluidas en
el ámbito privado de la procreación y la maternidad mientras que los hombres, se dedican a la
producción, al trabajo, al pensamiento y a la política en el mundo público 1 .
La concepción sobre derechos humanos, no ha logrado instalarse del todo dentro de la
cultura. Alterna en sinonimia con los derechos del hombre y ha concluido en reconocer que las
mujeres, vivimos bajo una forma particular de opresión. Algunas formas de organización de la
vida social tienen su eje fundamental en la opresión de las mujeres dentro de las sociedades,
independientemente de su voluntad y conciencia.
El sin fin de formas en que son construidos los hombres y las mujeres a través de
valores o estereotipos asignados a la masculinidad y a la feminidad en cuanto a la conformación
de los sexos, muestra la relación de poder que establece el género como construcción cultural y
por ende de dominación, que viola los derechos humanos de las mujeres.
Junto con la sexualidad que lleva asignada, la mujer es un-cuerpo-de-otros. Erótico o
procreador, como afirma Lagarde 2 en donde ya sea en la domesticidad de la vida cotidiana y en
las esferas inmediatas públicas, se caracteriza por su falta de voz. El problema que ha
representado históricamente el tema central de la cuestión femenina es el cuerpo con el cual la
mujer, la hembra humana, ha sido identificada. Su cuerpo natural ha sido estructurado dentro de
las sociedades, en una prisión cultural. Subordinado a los estereotipos sociales de maternidad y
feminidad, la constitución del eterno femenino ha construido servidumbre. La opresión de la
mujer, la sumisión al principio de dominación patriarcal, es ante todo histórica. Es la historia la

1 Marcela Lagarde: Identidad de Género y Derechos Humanos. La construcción de las Humanas. Serie:
estudio Básico de Derechos Humanos. Instituto Interamericano de Derechos Humanos. Tomo IV. Costa
Rica, 1995: 92
2 Op. cit: 93
que construye nuestra feminidad social, y este hecho es fundamental pues hace posible la
transformación de las condiciones de dicha opresión.
La mujer ha sido siempre destinada a una representación por el hombre que construyó el
ser femenino. La sexualidad de la mujer ha sido edificada para servir a priori a un poder
identificado con el cuerpo del hombre. Hombre y poder son términos que se corresponden
históricamente, como históricamente se le ha asignado a la mujer el lugar de pasividad y
debilidad, no por eso menos exigido en cuanto a sus roles sociales 3
La diversidad natural convertida en desigualdad social, ha subodinado la función natural
de la mujer, ser procreadoras, en donde el cuerpo termina siendo su prisión final. Es en este
hecho específico de la naturaleza femenina, en esta capacidad de gestación de las hembras
humanas que se ha fundamentado la opresión secular de la mujer, instituyendo la violencia de
género.
Desde el mundo de la naturaleza las valoraciones de superioridad y de inferioridad
atribuidas a los sexos, carecen de sentido. La explicación a tales valoraciones es dada por la
cultura. Es en éste ámbito de formación del sujeto y de construcción de identidad en donde se
hallan los indicadores de la opresión, pero también del cambio y de la liberación. En éste orden
cultural se han construido los fundamentos ideológicos de la mujer y la violencia de género, en
las asignaciones funcionales 'status-rol' respecto de todas las dimensiones del orden social.
A los elementos propios de cada género se le integran componentes míticos, culturales e
ideológicos, transformando el sexo biológico. Este mecanismo funciona en todas las culturas
proyectando ideales de comportamientos propios para cada sexo. A la mujer se la socializa
para inducirla a pensar que carece de valor por sí misma, que es inferior al hombre. Esto habla
de una relación asimétrica entre varones y mujeres, avalada socialmente y que responde al
modelo de familia patriarcal. En efecto, mientras que al hombre se le otorga un papel activo en
el mundo público y privado, la mujer en cambio, es reservada al hogar, al ámbito privado.
Podemos postular entonces que las conductas aprendidas en la familia de origen, sirven de
soporte a la aceptación de un vínculo de sometimiento, que repiten esquemas familiares de
supremacía masculina.
La Declaración sobre la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer fue
aprobada por unanimidad en 1967, en la Asamblea General de la ONU. En 1975, en México,
la ONU patrocina el Año Internacional de la Mujer que aprueba un " Plan Mundial de Acción "
. Tras una labor de consulta de varios años, en 1979 se aprueba la Convención sobre la
Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer.

3 Marcela Lagarde: Identidad de Género y Derechos Humanos. La construcción de las Humanas. Serie:
estudio Básico de Derechos Humanos. Instituto Interamericano de Derechos Humanos. Tomo IV. Costa
Rica, 1995:89
La Convención entró en vigor en 1981 y casi cien países han consentido aceptar
obligatoriamente sus disposiciones mediante ratificación o adhesión. Las mujeres siguen siendo
hasta el día de hoy " objeto de importantes discriminaciones".
La Década de las Naciones Unidas para la Mujer ayudó a que se tomara en
consideración el valor decisivo que las actividades de las mujeres poseen respecto del
desarrollo económico y social. Empero, luego de 20 años por lograr que la mujer se incorpore
al desarrollo, se siguen reuniendo pruebas de que las mujeres aún se favorecen tan sólo
marginalmente de los programas y de los objetivos que perseguían las medidas puestas en
ejecución. Las mujeres siguen ocupando una inferior posición en el terreno del empleo, la
educación, la salud, etc.; es decir no gozan de igualdad en ninguna esfera que se considere de
importancia.
En 1985 se realizó la Conferencia Mundial sobre la Mujer en Nairobi, donde se aprueba
un documento llamado " Estrategias orientadas hacia el Futuro para el Adelanto de la Mujer" .
En el año 1990, las Estrategias de Nairobi fueron evaluadas por un tribunal: la Comisión de la
Condición Jurídica y Social de la Mujer de la ONU en donde se concluyó que la velocidad de
aplicación era deficiente para los resultados que deseaban obtener. El tema debía ser abordado a
nivel internacional.
En 1991 Amnistía Internacional contribuyó al abordaje del problema de fiscalización del
tema de violencia contra la mujer con la publicación " Mujeres en Primera Línea. Violaciones
de Derechos Humanos contra las Mujeres. "En este documento, se reconocen las situaciones en
las que las mujeres son objeto de violación de sus derechos humanos únicamente o
fundamentalmente, por ser mujeres. Se insta a los gobiernos que apliquen medidas dentro de
sus regímenes para que se proteja a la mujer de todo tipo de violencia y que se les reconozcan
como parte de los demás tipos de derechos (derechos humanos de primera generación o civiles
y políticos; de segunda generación o derechos económicos, sociales y culturales; de tercera
generación o derechos globales como la paz, el medio ambiente y desarrollo; derechos de cuarta
generación o derecho de los pueblos, derechos de los indígenas o etnias) " El gran desafío
consiste en transformar el concepto de derechos humanos desde una perspectiva feminista " 4
Cambiar las bases sobre las que se asienta la exclusión de la mujer en los ámbitos de
decisión, significa algo más que cambiar algunas leyes o sancionar otras, aún cuando esto sea
necesario. La concepción y el ejercicio del poder únicamente podrán mejorar en la medida en
que nos atrevamos a cuestionar el tejido tradicional de nuestra cultura, especialmente en lo que
se refiere a discriminaciones e injusticias "naturalmente aceptadas".
La sociedad necesita terminar con los estereotipos y evaluar a las mujeres sin prejuicios.
Podemos decir que si bien hay una conciencia cada vez mayor, incluso entre los hombres de las

4 Perspectivas feministas en teoría política Compiladora Carmen Castells . Ed. Paidós, 1996.; Sección:
Estado y Sociedad . Nª 43. Parte 1, Capítulo 4: " De los derechos humanos a los derechos de las humanas ",
por Diana Helena Maffía. Pág. 73.
cuestiones de género y de la lucha por la igualdad de las mujeres, es necesario generar acciones
que faciliten un pensamiento estratégico a corto plazo: generar conciencia social, discusión y
construcción de una visión universal y común, recuperar sus posibilidades y a la vez considerar
todas las interrelaciones entre ambos sexos, y con las estructuras de poder en sus entornos
inmediatos.
Esta tarea no es un asunto sólo de las mujeres y las ONG ´s que trabajan con ellas, sino
de la sociedad toda. Necesitamos comprometer a otros movimientos e instituciones, a mujeres
y hombres, en la ardua pero urgente labor de incluir una perspectiva de género en todas las
acciones de desarrollo. Por eso el compromiso con el mejoramiento de las condiciones de vida
concretas de las mujeres debe ser tomado desde una perspectiva integral, con acciones
simultáneas y diversas, con políticas y programas que incorporen lo social, económico, cultural
y político.
En este sentido, la defensa de los derechos de las mujeres, se mancomuna con la de
muchos otros sectores negados en sus demandas de identidad: de raza, origen social, edad,
religión y elección sexual.
La democracia, como forma de vida y organización social, es el único espacio capaz de
dar respuesta a estas múltiples identidades, en un proceso inclusivo y un orden plural, ético y
solidario, donde cada persona, mujeres y varones, pueda desarrollarse con dignidad.
Las ONG 's presentes en Viena en junio de 1993, realizaron una campaña en la cual el
slogan era " WOMAN'S RIGHT ´s are HUMAN RIGTHS (DERECHOS DE LAS MUJERES
SON DERECHOS HUMANOS) " Lograron que casi todas las propuestas fueran incluidas en la
Declaración Final.
El gran desafío de Beijing preparó a las mujeres hacia 1995 donde se discutió la
propuesta de una reelaboración de la Declaración Universal de los Derechos Humanos desde
una perspectiva de género. No se pretende hacer una declaración de y para las mujeres, sino una
declaración para la humanidad: "... mientras la mujer no sea humana, el significado de humano
seguirá siendo parcial. " 5
En la República Argentina la Constitución Nacional establece en su art. 16 que: " ...
todos los habitantes son iguales ante la ley " , pero la igualdad formal no siempre garantiza una
igualdad real. Se sabe que existen importantes diferencias con respecto a la "igualdad". Dentro
de la ley 24309/94, los organismos intervinientes: Corriente 8 de Marzo, Encuentro Nacional
Mendoza, INDESO-Mujer y CLADEM Argentina formularon la siguiente propuesta:
a) se criticó el lenguaje del" androcentrismo " en el lenguaje de redacción; el mismo
consideró a lo masculino como el paradigma de de lo humano y al varón como modelo,
tratando a lo femenino como particular o especial ;

5 Perspectivas feministas en teoría política Compiladora Carmen Castells. Ed. Paidós, 1996.; Sección:
Estado y Sociedad. Nª 43. Parte 1, Capítulo 4: " De los derechos humanos a los derechos de las humanas ",
por Diana Helena Maffía. Pág. 75.
b) el "principio de no discriminación" ya que las mujeres han entrado en el paquete de
los sectores marginados y discriminados socialmente "... detrás de esta supuesta
democratización de derechos lo que realmente ha existido es un maquillaje igualador, que jamás
pretendió poner en cuestión los paradigmas del Derecho Occidental " 6 y burgués;
c) en materia de salud, se propuso el derecho de la mujer a conocer y decidir sobre su
propio cuerpo como así mismo, la promoción de servicios de regulación de la fecundidad y el
derecho a decidir sobre el número y espaciamiento de los hijos;
d) se determinó el hecho de hacer más hincapié, y de prestar más atención a la violencia
contra la mujer. Se deberá formular una legislación con las debidas sanciones penales y civiles
para sancionar el agravio ejercido contra la mujer. Los medios de comunicación elaborarán
pautas de difusión que contribuyan a erradicar la violencia contra la mujer a través de políticas
adecuadas. La violencia de género constituye por su persistencia y gravedad, un importante y
relevante atentado contra los derechos humanos. El Estado debe tomar las medidas adecuadas
para su erradicación, aunque sea habitual dentro del ámbito de lo doméstico;
e) en cuanto a la sección 'desarrollo', se propuso que las entidades públicas y privadas,
nacionales e internacionales que impulsen el desarrollo del país, deberán incorporar la
perspectiva de género en la elaboración de diagnósticos, estadísticas, programas y evaluaciones;
f) asegurar que el Estado promueva la modificación de los patrones socio-culturales de
los hombres y las mujeres para alcanzar la eliminación de los prejuicios y las prácticas
consuetudinarias, basados en la idea de superioridad e inferioridad de cualquiera de los sexos, o
en funciones estereotipadas de hombre y mujeres. Reconocerá a la maternidad y a la paternidad
como valores sociales fundamentales, debiendo asegurar mecanismos para su desempeño en
condiciones adecuadas, promoviendo la responsabilidad común de hombres y mujeres en la
educación y desarrollo de los hijos;
g) que los tratados internacionales que promueven la garantía de los derechos de los/las
ciudadanos/as, una vez ratificados, serán considerados como leyes Suprema de la Nación y
tendrán el carácter de operativas, entre ellas: la Convención para la Eliminación de toda forma
de Discriminación contra la Mujer, los Convenios OIT ( igual remuneración, no discriminación
en lo laboral y trabajadores con responsabilidades familiares).

DESARROLLO DEL CASO MARIA

Tomando el caso dado por la cátedra, asumimos la posición del Estado respecto a la
defensa de María y sostenemos la premisa de la "no figura jurídica para la violación" dentro de
la hipotética comunidad indígena laku. El delito cometido por Juan es un delito penal, y el

6 CLADEM . (Comité Latinoaméricano y del Caribe para la Defensa de los Derechos de la Mujer) Nº5 "
Los derechos de las humanas . " (parte II) . Bolletin CLADEM Argentina Nº4- junio de 1994. B. Pag. 2
Estado ha tenido conocimiento del mismo porque la víctima, María, ha tenido que ser
hospitalizada por las heridas infligidas. El hospital público que recibe a María da parte a las
autoridades, esto es, obligado por su calidad de institución pública o ente intergubernamental,
actúa de oficio o sea que debe denunciar el hecho como si la víctima lo hubiera hecho por
medio propio.
Juan ya ha sido juzgado por la justicia de la comunidad pero el Estado considera que ha
cometido un delito de índole penal y si bien respeta los derechos de los pueblos indígenas, debe
ser juzgado como ciudadano del Estado.
En el caso específico de María, estaría en juego el debate que sostienen los defensores
del relativismo cultural y el universalismo. Los que adhieren a la versión del relativismo
cultural sostienen que la cultura es la única fuente de validez de un derecho moral o de una
norma mientras que aquellos que adhieren al universalismo, mantienen que la cultura es
irrelevante cuando se trata de juzgar hechos de connotaciones morales y contrarios a las normas
universalmente válidas.
Pero citando a Chipoco 6 si se admitiera que "todos los derechos dependen de la cultura
y de los roles que ella define, entonces comenta el autor, se pondría en cuestión la existencia
misma de los Derechos Humanos, derechos que los hombres y mujeres tienen por su condición
de humanos". Y arremete que hoy en día, la postura que sostiene el relativismo es totalmente
indefendible desde el punto de vista moral. Los Derechos Humanos son universales, expresa
Chipoco, y constituyen no sólo parte de la tradición política de Occidente sino que han pasado a
formar parte de una herencia de la humanidad.
El Estado en cuestión ha ratificado la Convención Americana sobre los Derechos
Humanos, la Convención para la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la
Mujer y el Convenio 169 OIT, sobre pueblos indígenas y tribales en países independientes
(1989), pero se ve obligado a hacer valer su derecho como Estado y su validez penal por sobre
las del pueblo indígena laku y juzga a Juan bajo las leyes penales del Estado ya que "un acto
delictivo tan grave no puede quedar impune como lo sería a la luz de la respectiva ley
indígena".
Por la otra parte, Juan ha sido juzgado por las leyes de su pueblo y ha obtenido el
castigo que el Consejo de Ancianos le ha proporcionado de acuerdo a la magnitud del delito.
Pero nada se dice acerca de la condición de la mujer dentro de ese colectivo social. Como bien
enuncia Marcela Lagarde 7 , hay un sin fin de formas en que mujeres y hombres somos
construidos en cuanto a estereotipos sociales, educados y disciplinados de manera permanente
para ser como se debe. En la comunidad laku, la mujer aparecería como un valor de

6 Carlos Chipoco: La protección universal de los Derechos Humanos. Una aproximación crítica.
Introducción. Estudios de derechos Humanos. Tomo 1. IIDH. Costa Rica, 1994:178
7 Marcela Lagarde: Identidad de Género y Derechos Humanos. La construcción de las Humanas. Serie:
estudio Básico de Derechos Humanos. Instituto Interamericano de Derechos Humanos. Tomo IV. Costa
Rica, 1995:93
intercambio, es otro bien material dentro de la tribu y de sus relaciones sociales, por cuanto la
restitución del hecho es hecha a la familia y no a ella personalmente. Nada sabemos acerca de
su restitución moral dentro de la misma, pero hemos de suponer que según el castigo aplicado a
Juan por los Ancianos de la tribu, el de mantenimiento de la familia según duren las secuelas
físicas, el pedir perdón públicamente a los ofendidos (María y la familia) y a la comunidad y el
no tener acceso a cargos públicos dentro de la misma por período de dos años, nada nos dice del
crimen cometido a la identidad de María como mujer y su libre determinación que Juan, ha
avasallado con su acto delictivo.
La violencia en contra de la mujer ha sido parte integrante de nuestras sociedades. Se les
pega, se las viola, se las mutila y sin embargo, este tipo de violaciones a los derechos de las
humanas no ha sido percibido como hecho de violación de los Derechos Humanos. Cuando el
crimen privado contra la mujer se transforma en crimen público, recién es percibido como una
violación a los Derechos Humanos.
Invocando la Declaración sobre la eliminación de violencia contra la mujer 8 de
Naciones Unidas en su Resolución de la Asamblea General 48/104 del 20 de diciembre de
1993, el Estado considera que violencia ejercida sobre el cuerpo de María constituye una
violación de los derechos humanos y de las libertades fundamentales, impidiendo total o
parcialmente el gozar de dichos derechos y libertades en casos de violencia contra la mujer; que
la violencia sobre su cuerpo constituye una manifestación de relaciones de poder históricamente
desiguales, que han conducido a la dominación de la mujer y a la discriminación en su contra
por parte del hombre y ha impedido el adelanto pleno de la mujer, y que la violencia ejercida
contra ella, es uno de los mecanismos sociales fundamentales por los que se fuerza a la mujer a
una situación de subordinación respecto del hombre; que la violencia contra la mujer en la
familia y en la sociedad se ha generalizado y trasciende las diferencias de ingresos, clases
sociales y culturas, y debe contrarrestarse con medidas urgentes y eficaces para eliminar su
incidencia (conclusión en el párrafo 23 del anexo a la resolución 1990/15 del Consejo
Económico y Social, mayo 24 de 1990).
Apelando el Estado a la Conferencia Mundial para el Examen y la Evaluación de los
Logros del Decenio de Naciones Unidas para la Mujer; Igualdad, Desarrollo y Paz, Nairobi,
15 al 26 de julio de 1985 (publicación de Naciones Unidas, No. de venta: S.85.IV.10) cap. I,
secc. A., sostiene en defensa de María, que Juan ha infringido con su acto delictivo, el art. 1 que
entiende por violencia contra la mujer a "todo acto de violencia basado en la pertenencia al
sexo femenino que tenga o pueda tener como resultado un daño físico, sexual o psicológico
para la mujer, así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la
liberta, tanto si se producen en la vida pública como en la vida privada". La violación entra
dentro de estos parámetros ya que es daño físico, sexual y psicológico, estando la mujer privada
momentáneamente de su libertad de acción;

8 http:www.unhchr/huridoca.nsf/(symbol)/A.RES.48.104Sp?Opendocument
Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (1976), la postura del Estado frente
a la Corte, es defender los derechos de María como ser humano y considera que los derechos
violados por Juan respecto a ella han sido los siguientes: como parte integrante de la Asamblea
General de Naciones Unidas debe garantizar que:"todos los individuos sujetos a su jurisdicción,
les sean respetados sus derechos sin distinción de raza, color, sexo, religión, idioma, opinión
política o de otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier
otra condición social" (art. 2); " el derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona;
nadie podrá ser privado de la libertad salvo en causas fijadas por la ley "(art. 9); el haber sido
"nadie será sometido a tortura y tratos crueles, inhumanos y degradantes"(art. 7); "fue objeto de
detención arbitraria en su vida privada y atacada en su honra y reputación" (art. 12)
La intromisión del Estado desde la perspectiva indígena es que el mismo viola la
siguientes secciones que establecen sus derechos, según la Declaración Universal de los
Derechos de los Pueblos emitida en julio de 1976. La violación que denuncian frente a la Corte,
es que no se los respeta como identidad nacional y cultural (Sección I, art.2); no se le respeta
su derecho a la cultura (Sección IV, art. 13, 14 y 15) ni como minoría (Sección VI, art.
En todas partes, dentro de todos los tipos de organización social y económica, e
independientemente del grado de complejidad de la sociedad, las mujeres son consideradas
inferiores a los hombres; en las sociedades orientales y occidentales, la vida social ha sido
dominada por los hombres. Con éste indicador se puede afirmar que el status social de la mujer
en referencia al hombre, es que ella está por debajo de él. Y esto es universal.
Las mujeres han sido asociadas a la naturaleza en tanto que los varones han sido
identificados con la cultura y la labor de la cultura es controlar a la naturaleza. El proyecto de la
cultura es el de trascender la naturaleza y, ante éste hecho, el varón se ha asignado el derecho
"lógico" de controlar a la mujer, ya que ella se encuentra estrechamente relacionada con la
"naturaleza" misma. La mujer está más inmiscuida en los aspectos que han sido considerados
como los más prosaicos de la existencia social, pariendo hijos, con dolor y sangre, llorando
abiertamente a sus muertos, cocinando y fregando después. De la misma manera, la mujer ha
sido definida en término de sus funciones sexuales y/o roles sociales como madre y esposa,
amante o prostituta, concubina del Diablo o desposada con Dios, e identificada menos con sus
roles sociales o profesionales. Pero, ¿por qué se considera a la mujer más próxima a la
naturaleza?
El discurso masculino ha sido estructurado desde una lógica binaria, organizando todo
en oposiciones. Asociado al falo-centrismo, las oposiciones binarias y asimétricas se relacionan
siempre con el par hombre-mujer, pero esta lógica interna del logocentrismo masculino no
puede dar cuenta de la diferencia porque el otro está reducido a ser el otro femenino, su inferior
definido siempre por el primero. Una auto-representación del sujeto masculino como monopolio
que ordena la vida sexual, social y cultural de los otros. No se habla de nuestra no-historicidad
sino de nuestra ausencia en el mercado de lo simbólico. No hemos creado símbolos que nos
representen sino que hemos sido representadas desde símbolos de poder masculinos, desde la
historicidad del sujeto actuante de la historia. Desde la visión masculina, el saber que se
construyó en torno a las mujeres fue el de suponer que la psicología femenina reflejaba las
cualidades de sus cuerpos y de las actividades propias de su sexo, mientras que ellos, como
arquetipos culturales, se situaron como amos de la naturaleza, de la razón y de los cuerpos.
Argumenta DuBois que el "lograr una igualdad de géneros es técnicamente imposible: las
mujeres somos diferentes a los varones. La Naturaleza nos ha creado diferentes para ser
complementarios, no para ser excluidas por las diferencias" 9

BIBLIOGRAFIA GENERAL

Lagarde, Marcela: Identidad de Género y Derechos Humanos. La construcción de las


Humanas. Serie: estudio Básico de Derechos Humanos. Instituto Interamericano de Derechos
Humanos. Tomo IV. Costa Rica, 1995

Perspectivas feministas en teoría política Compiladora Carmen Castells . Ed. Paidós, 1996.;
Sección: Estado y Sociedad. Nª 43. Parte 1, Capítulo 4: " De los derechos humanos a los
derechos de las humanas ", por Diana Helena Maffía.

CLADEM. (Comité Latinoaméricano y del Caribe para la Defensa de los Derechos de la


Mujer) Nº5 " Los derechos de las humanas . " (parte II) . Bolletin CLADEM Argentina Nº4-
junio de 1994. B. Pag. 2

Chipoco, Carlos: La protección universal de los Derechos Humanos. Una aproximación crítica.
Introducción. Estudios de derechos Humanos. Tomo 1. IIDH. Costa Rica, 1994

DuBois, La imposibilidad en la igualdad del Género, en Las mujeres cuentan su historia.


Cátedra: Chejter. Carrera de Sociología. UBA 1998

9 DuBois, La imposibilidad en la igualdad del Género, en Las mujeres cuentan su historia. Cátedra: Chejter. Carrera de
Sociología. UBA 1998

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