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ASIGNATURA:
ANDRAGOGÍA PEDAGÓGICA
EDUCACIÓN INICIAL
CICLO: VII
MODULO: 11
COMO DESARROLLAR COMPETENCIAS EN LOS
ADULTOS
DOCENTE RESPONSABLE:
Mgr. Félix Manuel Manchego Maita
1) Aprender a conocer, que incluye capacidades para aprender durante toda la vida
como el manejo de estrategias cognitivas para procesar la información y resolver
problemas, estrategias metacognitivas para el conocimiento y el manejo de
mecanismos internos como memoria y atención en la adquisición de aprendizajes.
2) Aprender a hacer. Encierra formas de actuar, usar y aplicar correcta y
eficazmente,
de manera práctica, los conocimientos adquiridos para crear productos
pertinentes a las necesidades sociales.
3) Aprender a vivir juntos, aprender a vivir con los demás. Consiste en la
capacidad de liderazgo e integración y participación en grupos cooperativos y la
aceptación de la diversidad.
4) Aprender a ser. Comprende autonomía y capacidad de juicio, fortalecimiento de
la responsabilidad personal en la realización del destino colectivo; encierra
talentos
como la memoria, el raciocinio, la imaginación, las aptitudes físicas, el sentido de
la estética, la facilidad para comunicarse con los demás y el carisma natural del
líder. Estos talentos como tesoros dentro del ser confirman la necesidad de
comprenderse mejor a uno mismo para servir a otros.
La educación basada en competencias (EBC) prepara a los alumnos, en este caso a los
adultos, para ser capaz de desempeñarse en su vida cotidiana en forma eficaz y eficiente
aplicando los conocimientos adquiridos desde su ámbito escolar familiar y social, de
manera práctica
Por otro lado la propia terminología que el profesor use debe ubicar al adulto en aquello
que realiza; así pues los términos, clasificar, analizar, predecir, crear, inferir, deducir,
estimar, elaborar, pensar, son sólo algunas de las palabras que permitirán al adulto
ubicarse en la nueva lógica que representa para él el estudio. También es muy importante
que el asesor conozca y comprenda por adelantado las situaciones en las que el adulto
puede estar involucrado, es decir, los problemas que les aquejan, la forma cómo poder
resolverlos, la situación del entorno comunitario que viven de tal suerte que la propia
participación de los alumnos en un círculo donde se pueda guiar su comprensión del
entorno les ayude a tomar conciencia de las ventajas que les puede dar el entender
aquello que sucede a su alrededor y conocer las diferentes posibilidades que existen para
enfrentar o solucionar sus problemas.
La EBC es una orientación educativa que para aplicarse en los adultos, requiere de
ciertas consideraciones que atiendan a la edad y a los problemas que afecta a esta
población. Los conocimientos, habilidades y los valores relacionados con una disciplina
son algunos de los aspectos que se deben tomarse en cuenta. El constructivismo está
presente en todas las acciones del nuevo modelo que pretende la apropiación de
aprendizajes logrando aprendizajes significativos a partir de las propias experiencias y
conocimientos que los adultos hayan tenido en el transcurso de su vida e incluso de la
propia situación que enfrenten en el momento, lo que les permite armar nuevos
aprendizajes a partir de utilizar operaciones mentales y de conocimientos previos.
Para una acción efectiva desde el punto de vista del enfoque constructivista, el asesor
debe partir del nivel de desarrollo del educando, considerando siempre sus experiencias
previas y debe hacer que el educando investigue, descubra, compare y comparta sus
ideas.
La educación basada en competencias, prepara a los educandos, para ser más hábile s
y competentes, utilizando de manera práctica el bagaje de conocimientos adquiridos para
una orientación más eficiente en el desempeño de las tareas y problemas de su vida
cotidiana. Es de vital importancia que dentro del círculo de estudio el asesor rea lice
la aplicación de evaluaciones cotidianas para que tanto él como los adultos, se den
cuenta y tomen conciencia de los logros adquiridos a fin de incrementar en forma
constante su seguridad y confianza, manteniendo de así su interés y permanencia en él
circulo de estudio.
Es necesario orientar cada competencia, hacia “competencias para la vida”, por lo tanto
el aprendizaje debe orientarse bajo el contexto de ejercicios claros, sencillos y aplicables
a la solución de problemas enmarcados a cubrir las necesidades del ámbito social y
laboral de vida de la persona, consecuentemente se requiere tener en cuenta, cuál es el
referente cultural y experiencial del alumnado, para que partir de él se desarrollen las
distintas competencias, bajo una gama de actividades interactivas, esto posibilitaría así,
desde esta diversidad de formas, la integración de diferentes saberes y el pensamiento
creativo y divergente ante la búsqueda de soluciones.
DESARROLLO DE COMPETENCIAS
No pocas veces nos hemos puesto a la tarea de imaginar un directivo del siglo XXI, de
esos que se han sumado al desarrollo de competencias profesionales en la era digital,
viajando en una máquina del tiempo y llegando a la coyuntura que precedió la aparición
de las nuevas tecnologías e Internet.
¿Habría explotado al máximo sus competencias? ¿O, por el contrario, las circunstancias
habrían reducido su margen de acción? Eso nunca llegaremos a saberlo.
Todo lo anterior no es más que una excusa para seguir insistiendo en la importancia del
desarrollo de competencias profesionales del siglo XXI. Pero ojo, no sólo se trata de
adquirir competencias técnicas o propias de cada área de desempeño, sino también —y
sobre todo— de otras de carácter transversal.
¿Por qué? Los enfoques humanos de los nuevos modelos de empresa han obligado a
que la gestión cambie de prioridades. Si antes importaban los beneficios económicos, el
nivel de producción y los resultados aun a costa de la calidad de los procesos, ahora el
asunto se resume en dos palabras: bienestar y satisfacción.
Esto implica que los nuevos directivos —y también los que provienen de modelos de
gestión tradicional— amplíen su visión de las cosas y adquieran nuevas competencias
para afrontar los retos del nuevo contexto.
En algunos casos son las mismas competencias requeridas que hace dos o tres décadas,
como la productividad personal, aunque potenciadas por las exigencias del contexto. En
otras, son competencias de las que no conocíamos absolutamente nada y que sólo en un
contexto como el de ahora tienen cabida. Aquí te damos algunos ejemplos de las más
destacadas:
En la Revolución Industrial era necesario estar al tanto del dominio de maquinaria. Ahora
pasa un poco lo mismo, pero con las nuevas tecnologías. Es uno de los rasgos más
distintivos de la gerencia del siglo XXI.
TRABAJO EN EQUIPO:
Sí, de acuerdo, no es una competencia nada nueva. Sin embargo, sí que es distinta. El
contexto digital ha derrumbado muchas barreras, obstáculos y jerarquías que
centralizaban la gestión en unas pocas manos. Ahora, en cambio, los espacios son
amplios y en ellos la
información fluye de forma más natural, con lo cual el trabajo en equipo es una
herramienta absolutamente necesaria.
¡Se acabó el gerente que hacía las veces de policía! El líder del siglo XXI sabe que el
compromiso, más que imponerse, se cultiva. Por tanto, no le preocupa delegar en sus
colaboradores varias tareas a la vez, pues sabe que responden con autonomía y eficacia.
Como mucho, asesora y monitoriza con atención.
INNOVACIÓN:
Tampoco es una competencia que nos resulte nueva, pero ocurre que en el actual con
texto se ha convertido en toda una exigencia. Internet ha abierto la puerta a cientos de
miles de ideas que surgen cada día y que evolucionan casi tan rápido como la velocidad
de la luz. La máxima es una sola: innovar o morir.
LA CAPACITACIÓN Y EL DESARROLLO DE
COMPETENCIAS
Esto significa que la competencia de una persona define su capacidad productiva medida
en términos de desempeño real y demostrado en un determinado contexto de trabajo.
Esto no resulta únicamente de la capacitación, sino también de la experiencia adquirida
en situaciones concretas de ejercicio ocupacional.
En otras palabras: pongámonos a pensar a qué nos referimos cuando decimos que una
persona es competente y nos traerá a la mente las ideas antes desarrolladas.
Luego viene el proceso que permite establecer cuáles son las necesidades específicas
de capacitación para los empleados, las que pueden ser identificadas mediante la
evaluación del desempeño. Y esta evaluación debe ser continua, al menos cada año, de
manera que se pueda establecer la evolución que muestra cada trabajador.
CAPACITACIÓN BASADA EN
COMPETENCIAS
AUTOEVALUACIÓN N° 11
01.- ¿Qué nos dice el informe de Jaques Delors (UNESCO)
02.- ¿Cuál es el desarrollo de competencias del siglo XXI?