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.GRACIEl./.(ol MARCO.

· ¿Cómo se construyó el feminismo popular y lo que Graciela Di Marco


llama, provocativamente, el pueblo feminista? Este libro responde
estas preguntas a partir de una investigación que abarcó la primera
década del siglo. El propósito es analizar las relaciones de mujeres y
varones participantes en los movimientos sociales y las implicancias
políticas de sus discursos y prácticas. Por consiguiente, se aleja tanto
de la perspectiva universalizadora que alude en masculino a los
miembros de los colectivos, como de la que se dedica a estudiar sólo
a las mujeres.
La autora analiza los movimientos para comprender e interpretar
cómo los actores y las actoras reclaman la ciudadanía y los derechos
asociados a ella, y cómo se conforman las identidades en esos
procesos. Para lograrlo, realizó un minucioso estudio sobre las
prácticas de derechos y los discursos en torno a ellos, la construcción
de identidades y la democratización de lo público y lo privado. Las
diferencias de género marcan las transformaciones de las identidades
individuales y colectivas. Al no subsumirlas en estas últimas y al
adoptar un análisis de género, Graciela Di Marco da cuenta de los
matices que llevan a la elaboración de las categorías de feminismo
popular y de pueblo feminista, que constituyen la contribución más
importante de esta obra.
o
Graciela Di Marco. Socióloga. Doctora en Ciencias Sociales
«
.....J
(Universidad de Buenos Aires). Directora del Centro de Estudios L1J
sobre Democratización y Derechos Humanos (CEDEHU) y de la U
maestría y especialización en Derechos Humanos y Políticas c::e
Sociales en la Universidad Nacional de San Martín. Profesora o::
(.!¡
titular de Democratización, Ciudadanía y Derechos Humanos
en la misma universidad. Ha publicado MadreS'y democratización
de lafamiHa en la Argentinacontemporá.nea (en colaboración, 1997),
Democratización de lasfamilias. Estrategias'y alternativas para la
implementación de programas sociales (20 o 5), Democra~ización de las
familias (2005), Movimientos socialesen la Argentina. Asambleas.La
politiza.ción de la sociedad civil (en colaboración, 20 o 3), Construyendo
sociedad'y politica. Lospro'yectos de los movimientos sociales en acción
(en colaboración, 2004), Reflexiones sobre l~s movimientos socia.les en
la Argentina (en colaboración, 2004) YDemocratización, ciudadanía'y
derechos humanos. Teoría'y práctica (en colaboracíón.izoao).

Editorial Biblos Editorial Bmlos


SOCIEDAp SOCIEDfAD
254 Graciela Di Marco

como sujeto capaz, se construye como sujeto de derechos. El registro CAPÍTULO 7


de la capacidad constituye el reconocimiento, que es posible en la re- Los movimientos de mujeres
lación con las y los otros. Existe una conexión entre la voz activa ("yo
soy, yo puedo, yo hablo") y la pasiva (ser identificado o ~denti~cada,
ser reconocido o reconocida como capaz, esto es, como libre e Igual),
lo cual vincula el reconocimiento con la ciudadanía (Ricceur, 2006:
33, 125, 139, 250).
La trama de autorreconocimiento Y heterorreconocimiento se
juega en los contextos de discursos y p~áeticas. ~l reconoci~i~nto
mutuo en las acciones colectivasproporclOna sentido a las prácticas,
y los discursos de los sujetos confieren sentid~ al.~10vimiento:~,pun­
tan a tener por válidas las demandas de ampliación o radefinición de
derechos, legitima a las y los sujetos y los vincula con la ciudadanía.

Las mujeres populares en lucha se encontraron con el movimiento


feminista, especialmente en los Encuentros Nacionales de Mujeres,
como lo hemos descripto en los capítulos precedentes. En éste, en-
tonces, realizaremos un.' somero análisis del movimiento de mujeres
en la Argentina posdictadura, para comprender-la conformación del
feminismo popular y las articulaciones que dieron como resultado la
emergencia del pueblo feminista.
Aquí abordaremos el desarrollo del movimiento de mujeres duran-
te los 90 y el principio del siglo XXI, años en los cuales los procesos de
ajuste estructural cambiaron de manera radical la estructura social
del país. En ese período se crearon y consolidaron diversas áreas dedi-
cadas a los derechos de las mujeres en el Estado y se sancionó un im-
portante cuerpo normativo para la defensa de S1¡S derechos, mientras
su situación empeoraba y la violación de éstos se hacía más aguda.
Una vasta literatura referida a los movimientos de mujeres en
América Latina y en la Argentina -publicada entre los . ?O y fines de
los 90- da cuenta de los procesos seguidos hasta mediados de esa
década y constituye un cuerpo de conocimientos que no será repetido
en este capítulo, ya que nuestro propósito es analizar las diversas
estrategias llevadas a cabo por el movimiento feminista y el de mu-
jeres, la lucha por los derechos y la construcción de equivalencias
con otros sectores, por ejemplo, las mujeres de los movimientos so-
ciales que emergieron desde mediados de los 90. 1

1. Me refiero a los trabajos de Álvarez (1998, 1999), Álvarez, Dagnino y Escobar


(1992), Barrig (1988, 1993), Blondet (1991, 1995), Eckstein (1989), Escobar y
[255 ]
- ------, ---------------- - ---

256 Graciela Di Marco Los movimientos de mujeres 257

Para hacer el recorrido desde los tempranos 90, nuestro enfoque dos contra sus hijos (a la manera de las Madres de Plaza de Mayo) y
tiene en cuenta estos antecedentes. Se sitúa, además, en la con- de organizaciones mixtas."
sideración de las organizaciones -tanto públicas como privadas- La acción colectiva de las mujeres en la década de los 90 debe
como ámbitos en los que se construyen y negocian sentidos acerca ser enmarcada en el contexto del ajuste y de las respuestas de la
de los significados de género, y donde se hace género. También con- población' a él, ya que esto posibilitó la emergencia de movimientos
sidera que en la Argentina, lejos de la hipótesis de una sociedad ci- tanto urbanos como rurales, que tuvo como resultado una creciente
vil de espaldas al Estado, los movimientos sociales se relacionan de aparición de las mujeres populares en la esferapública.
variadísimas maneras con él. Esas relaciones entre movimientos y
Estado (en las que ambos funcionan como lugares reproductores
-y productores de discursos I de género) producen también nuevas El legado del movimiento de derechos humanos
negociaciones de sentidos (Adelantado et al., 1998; Schmukler y Di
Marco, 1997). Los mensajes' de las acciones colectivas se vinculan Es preciso, en primer término, tener en cuenta los legados de otros
con las demandas de subjetividad y de visibilidad de los actores en movimientos que están en la base de las acciones colectivas de los 90.
la intersección con otras fu~rzas sociales e interlocutores (partidos El de derechos humanos surgió como respuesta a la represión ejercida
políticos, iglesias, Estado) (Scribano, 2005a, 2005b). por el terrorismo de Estado, a partir de las demandas realizadas por
Un tercer aspecto' que consideraremos de acuerdo con nuestra familiares de los afectados; como apoyo directo a las víctimas -denun-
perspectiva de análisis es el que indica que "la política feminista debe cias, asesorías jurídicas, atención psicológica, ayuda material- y en la
ser entendida no como una forma de 'política, diseñada para la per- investigación de las metodologías utilizadas en esos tenebrosos años,
secución de-los intereses de ras mujeres como mujeres, sino más bien con el objetivo de fortalecer demandas y denuncias. Entre éstos desta-
como la persecución de las metas y aspiraciones feministas dentro camos a las Madres de Plaza de May03 y las Abuelas de Plaza de Mayo,
del contexto de una más amplia articulación de demandas" (Mouffe, cuya práctica política puede ser considerada una acción colectiva de
1992). Por lo tanto, partimos de la base de que existen muchas for- parte de las mujeres surgida a partir de un dolor individual y de una
mas de feminismos, más que de considerar a priori una forma ade- abierta rebeldía hacia el gobierno militar (Oria y Moscardi, 1987; Ba-
cuada de política feminista, y prestamos atención a la articulación de rrancos, 2007).4 Esta rebeldía se extendió luego hacia diversas formas
la política feminista y también a la de otros movimientos sociales. Si de la política de los partidos que se sucedieron en el poder durante las
se piensa en cómo las estrategias
I
seguidas van conformando la iden- últimas décadas. Los movimientos de Madres redefinieron la materni-
tidad de los actores, distintos tipos de participación de las mujeres en dad (y la condición de abuelas), al entenderla y practicarla en una for-
movimientos articulados con otros, sean o no exclusivamente de mu- ma que hemos denominado maternidad social, que se involucró para
jeres, pueden conducir a la reducción de la subordinación de género demandar al poder político por todos los hijos e hijas desaparecidos
(Álvarez, 1990: 23, citada por Molyneux, 2003: 225). Si bien los movi- (Schmukler y Di Marco, 1997). Nos referimos a la práctica política a
mientos de mujeres se han caracterizado por una relativa autonomía partir de la maternidad, y no a la maternidad como paradigma de la
en relación con otras formas organizativas (partidos, sindicatos), los
movimientos emergentes en la etapa del ajuste neoliberal en la Ax-
gentina se suman aIas diversas formas de defender los intereses de ,2. Maxine Molyneux (2003: 261) se refiere a los movimientos de mujeres; que abarca
género, sea a través de organizaciones de mujeres, de asociaciones el conjunto de distintos movimientos en los que las mujeres participan activamente,
que se agrupan para la demanda de justicia por los crímenes cometi- incluido el feminismo, que sería una especificación de .aquellos.
3. Cuando nos referimos a "Madres de Plaza de Mayo", incluimos tanto a la asociación
que tiene esta denominación como a Madres de Plaza de Mayo, Línea Fundadora,
constituida por un conjunto de madres que se separan de la anterior en enero de 1986.
Álvarez (1992), Feijoó (1998), Feíjoó. y Gogna (1985), Jaquette (1989), Jaquette y 4. El libro de Piera Oria y Alicia Moscardi De la casa a la Plaza es de los primeros
Wolchick (1998), Jelin (1985, 1987, 1990, 1997, 2003), Jelin y Herhberg (1996), Safa escritos en la Argentina sobre el tema. Fue reeditado a fines de 2008 por la Librería
(1989), Dore y Molyneux (2002), Molyneux (2002), Molyneux y Razavi (2002), Schild de Las Mujeres que la primera fundó junto con Carola Caride. Esta nota es un
(1998), Stephen (1997), Vargas Valente (2002). minúsculo homenaje a Piera.
,~ I

258 Graciela Di Marco Los movimientos de mujeres 259

participación política de las mujeres. Con los discursos y las prácticas movimiento), constituyeron una de las más importantes organiza-
de las madres en el reclamo de justicia y la lucha contra el autorita- cibnes del siglo xx en Argentina yen el mund~. Animadas por una
rismo, la maternidad adquiere otro significado: es una práctica que concepción profundamente -ética, se levantaron como un contramo-
politiza la maternidad y la aleja de la maternidad privada, recluida en delo al sistema de partidos imperante en los 90"y a una clase política
la privacidad del hogar y subordinada a la autoridad masculina dentro que agitaba el fantasma de la desestabilización y/o la hiperinflación
de él. El respeto por sus hijas e hijos desaparecidos y por las ideas que para consolidar el modelo neoliberal. Merece destacarse esta cons-
defendían llevó a estas mujeres a asumir la legitimidad de la lucha trucción que atravesó momentos de frustraciones, de aislamiento,
política que ellos habían llevado adelante. Esto les permitió realizar pero que no cejó en la lucha. Su capacidad profética y contracultural
un ejercicio reflexivo sobre las raíces del plan de ajuste estructural se mantuvo con diversas acciones y articulaciones con diferentes mo-
que se había iniciado con la dictadura. El reconocimiento de la ~ucha vimientos, lo cual permitió simultáneamente su vigencia, así como
de sus hijas e hijos condujo a las Madres a incorporar en la propia los los avances en el reconocimiento del derecho a la verdad y la justicia,
ideales de aquellos. A veintiocho años de la restauración constitucio-
eljuzgamiento de los máximos responsables por la apropiación de
nal ellas sostienen la defensa de los derechos humanos con una crítica
menores y la apertura de las causas por robo de bienes."
hacia todas las formas de opresión, incluidos los planes de ajuste de
la década del 90, la desocupación y la fragmentación de la sociedad en
sectores cada vez más diferenciados. La aceptación de sus hijos como
El movimiento de mujeres desde
militantes populares y la decisión de seguir luchando por sus mismas
el retorno de la democracia
ideas permiten percibir la transmisión generacional invertida, ya que
las madres aprendieron del ejemplo de sus hijos e hijas. En palabras
de Bebe Bonafini: "Nosotras somos las primeras madres dé la historia En América Latina, los movimientos de los 70 y los 80 se enmar-
paridas por sus hijos" (Di Marco, en Schmukler y Di Marco, 1997). can en el contexto de gobiernos autoritarios y de un empeoramien-
Se unen aquí dos elementos transgresores: el reconocimiento de la to de las condiciones de vida, y se relacionan; con la lucha por los
militancia política de los hijos y el aprendizaje del contenido de esa
militancia. Las Madres argumentan que ellas son las continuadoras
de la práctica de sus hijos, y cada problema de vivienda, salud o edu- torturadas en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA)y arrojadas vivas al mar
cación las encontrará haciendo política, pues las dificultades de acceso en uno de los vuelos de la muerte. Sus cuerpos, que aparecieron en la costa atlántica,
a esos bienes públicos configuran restricciones a la vigencia efectiva habían sido entenados como NN. La identificación fue posible' por-el trabajo del Equipo
de los derechos humanos. En este sentido, promueven una ampliación Argentino de Antropología Forense, que ha trabajado desde 1984 en la aplicación de
de la ciudadanía democrática que, como afirma Mary Dietz (1985), es las ciencias forenses en la investigación de las violaciones ~ los derechos humanos.
I
colectiva, inclusiva y generalizada (Schmukler y Di Marco, 1997). Su 6. En 1995, la madre de una desaparecida durante la dictadura, patrocinada por el
politización y consecuente lucha, junto con los demás organismos de. Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), solicitó a la Cámara Federal de Capital
derechos humanos, impulsó los "juicios por la verdad y la justicia" y la Federal que investigara el destino de su hija o de sus restos invocando el derecho a
la verdad, el duelo y el respeto por los cuerpos. Ante sucesivos rechazos, la madre
nulidad de las leyes de Punto Final y Obediencia Debida, dando fin de acudió a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, donde se concluyó con
este modo a veinte años de impunidad. un! acuerdo en el cual el gobierno se comprometió a garantizar el derecho a la verdad
Las Madres, que en el contexto inmediato de su surgimiento me- y a gestionar la normativa para que las cámaras federFles tengan competencia
recieron diversos tratamientos, por parte de los militares que. gober- exclusiva en la materia. Se suman así muchas peticiones del mismo tenor que
naban el país (recuérdese que 'se las descalificaba con la denomina- derivan en los juicios por la verdad. Los impulsan organismos de derechos humanos
en distintas ciudades del país: La Plata, Bahía Blanca, Neuquén, Rosario, Córdoba,
ción de las locas de la plaza, mientras que se buscó, por medio de la Santa Fe, Mendoza, Salta, Jujuy y Mar del Plata. Estos juicios por la verdad han
desaparición de tres de las fundadoras," desarticular el incipiente generado un enorme avance de la conciencia social y jurídica respecto de la atrocidad
de los crímenes cometidos por la dictadura. De esta manera, cumplen en la sociedad
argentina múltiples funciones: dar a muchas familias la satisfacción de llegar a la
justicia y de conocer el destino de sus familiares, promover.la representación de que
5. Azucena Villafíor de Devincenti, Esther Ballestrino de Careaga y María Ponce del el reclamo de justicia sea sostenido por sectores cada vez. más amplios y producir
Bianco fueron secuestradas entre el 8 y ellO de diciembre de 1977; posteriormente pruebas a muchos delitos que han quedado impunes (Di Marco, 2003).

J:
260 -l. Graciela Di Marco Los movimientos de mujeres 261
1,

derechos Irumarios] los de las mujeres, los de los indígenas. Algu- se encuentran localizadas en la capital del país y en la provincia
nos de los más relevantes fueron los ya mencionados de derechos de Buenos Aires. Una mayoría de ellas aborda temas que incluyen,
humanos (en la Argentina y Chile), organizaciones indígenas (en además de las mujeres, la niñez, la juventud y la ancianidad. Muy
Guatemala, y más tarde en Ecuador y Bolivia), las CEB y posterior- pocas declaran que trabajan por la equidad de género." Estas cifras
mente el movimiento de los Sin Tierra (en Brasil), el movimiento hablan de una progresiva y tardía ongeizacián de las organizacio-
zapatista (en México) y el movimiento de mujeres en todo el con- nes feministas en nuestro país, comparado con Brasil y México por
tinente, que trajo -a la arena pública los derechos de las mujeres ejemplo, donde este proceso comenzó en los 80 (Álvarez, 1999; Le-
al denunciar la violencia de género, la doble y triple jornada de bon, 1997: 7, citada por Álvarez, 1999). Igualmente, cabe señalar
trabajo, la falta de pclíticas de salud reproductiva, la discrimina- la emergencia de organizaciones no gubérnamentales surgidas al
ción laboral, etc. El movimiento de mujeres en la Argentina y en -calor de la cooperación internacional que, al promover proyectos con
la mayor parte de los países latinoamericanos ha sido categorizado objetivos vinculados a la ciudadanía, la participación, el empodsra-
en tres vertientes: la participación en los movimientos de derechos miento, fomentaron que muchos grupos se organizaran para conse-
humanos (Madres y Abuelas), las acciones colectivas de las muje- guir financiamiento, aunque no tuvieran una orientación feminista
res de los sectores populares (que se organizaron para enfrentar y reprodujeran en sus organizaciones las mismas áreas que tiene el
las duras condiciones de vida, especialmente durante el ajuste) y Estado para la atención de los problemas sociales.
las mujeres del movimiento feminista, con lID fuerte componente
en sus orígenes y desarrollo de mujeres de sectores medios (J ac-
quete, 1989; Molyneux, 2003). Avances en la legislación
En Iós 80 se comienza ~ instalar el debate acerca de la ciudadanía
de las mujeres para exigir reformas legales y programas estatales. La posición institucional de las mujeres en los organismos legis-
Diversas asociaciones de mujeres habían sido el punto de apoyo para lativos es crucial para incidir en las legislaciones que tienen más
la reflexión crítica que permitiría lá desnaturalización de -Ia subor- peso en la regulación y el cambio de las relaciones de género, espe-
dinación de las violencias! ejercidas contra ellas. Consecuentemente, cialmente en países como la Argentina, donde, subsisten patrones
se comenzaron a demandar medidas para ampliar los derechos. Las autoritarios que se expresan especialmente en los temas vincula-
conferencias de Naciones Unidas, la Cuarta Conferencia Mundial so- dos con las mujeres, los niños y las niñas; las familias y la sexuali-
bre la Mujer en Beijing (1~95), las conferencias regionales (como la de dad. En la medida en que el número de legisladoras se acrecienta
la Comisión Económica para América Latina -CEPAL-, en 1994) y las y simultáneamente van adquiriendo más experiencia en los temas
directivas de las organizaciones de crédito, que en los 90 comenzaron vinculados con los intereses de género, crece la capacidad como cuer-
a plantear requisitos acerca de la equidad de género en las políticas de po legislativo para proponer y sostener leyes que los defiendan. El
combate a la pobreza, condujeron a casi todos los países de la región a activismo y la organización del movimiento de mujeres tienen su
la adopción de distintas posturas favorables a incorporar a las muje- correlato en la presencia feminista en el Estado, tanto en los poderes
res en las políticas de desarrollo (Molyneux, 2003). Ejecutivo como Legislativo, lo que posibilita plantear una agenda de
El paulatino aumentode la presencia femenina en las institucio- género (Schmukler y Di Marco, 1997).
nes del Estado (en los poderes Ejecutivo y Legislativo), que analiza-
remos más adelante, y l~ constitución de agendas de género son el
producto del entrelazamiento del activismo del movimiento de mu-
7. Información extraída de la base de datos nacional del Centro Nacional
jeres (constituido en organizaciones, redes y alianzas diversas) y de Organizaciones de la Comunidad (CENOC), del Consejo Coordinador de Políticas
la nueva agendadelos E~tados de la región para aceptar la presión Sociales de la Presidencia de la N ación (2005) y del Repertorio de Organizaciones
internacional y presentar un cierto liderazgo en los temas de dere- No Gubernamentales del Centro de Información de-Organizaciones de la ciudad de
chos Ciudadanos (Molyneux, 2003: 305). Buenos Aires (2003). El Centro Nacional de Organizaciones de la Comunidad es,
En los 90 surgieron más de la mitad de las organizaciones de mu- desde 2001, responsable del Registro Nacional Obligatorio de Organizaciones No
Gubernamentales. En este registro deben inscribirse aquellas organizaciones de la
jeres registradas en las bases de datos consultadas. La mitad de éstas sociedad civil que reciban o pretendan recibir fondos del Estado nacional.
262 Graciela Di Marco Los f0vimientos de mujeres s 263
y,
. .~:

Las cuestiones vinculadas a la sexualidad y a la reproducción, en el aparato del Estado de políticas tendientes :;a la igualdad, que
con sus implicaciones en la vida cotidiana, son levantadas en primer ampliaran la ciudadanía femenina. A partir de es~ año, la conducción
lugar por las mujeres. Pero para' que esta legislación pueda tener del 'Consejo giró hacia un perfil más tradicional (Schmukler y Di
éxito se requiere un conjunto de legisladoras con poder personal e Mateo, 1997; Barrancos, 2008). '. :.,
institucional, con poder en las comisiones legislativas respectivas, y ~l gobierno argentino, como otrosen la región, fue incorporando
que cuente con el soporte de diversos actores sociales. los tratados internacionales, y simultáneamentefue creciendo el nú-
La sanción de algunas leyes sustantivas para los derechos de las mero de organizaciones de mujeres y la valoraci6ÍJ. del Estado como
mujeres, especialmente las vinculadas a la sexualidad, la reproduc- un lugar de intervención feminista, aunque no sin conflictos acerca
ción, las familias, el matrimonio y las relaciones laborales, fue posi- de l~ conveniencia o no de hacer política desde', el Estado para la
ble por la interacción entre los diversos actores sociales ligada a las ampliación de la ciudadanía de las mujeres (Molyneux, 2003: 305).
demandas por mayor equidad e igualdad y respeto a los derechos La relación con el Estado resulta problemática para el feminismo
humanos." pero es cierto que, por una parte, muchos objetivos feministas sólo
En los últimos veinte años se estableció el área Mujer, tanto en se logran a partir del poder de aquél. Por otra parte, las estrategias
el gobierno nacional como en los gobiernos provinciales. A fines de que se articulen dependen de la historia y las características propias
los 90 se instituyen las áreas de Igualdad de Oportunidades entre del movimiento de mujeres de cada país, de las estructuras políticas
mujeres y varones. El Consejo N acional de la Mujer es el actual or- que lo conforman, y de la teoría y la práctica predominantes que se
ganismo gubernamental de nivel nacional responsable de las polí- siga en él.
ticas públicas de igualdad de oportunidades y trato entre varones Hester Eisenstein (1991) identifica diferentcis clases de inter-
y mujeres. Este organismo, liderado hasta 1995 por mujeres cerca- venciones feministas en la burocracia: a) la bur6crático-individual:
nas al feminismo, se caracterizó por la inclusión de feministas en sus cuando las mujeres entran a la burocracia del Estado en un nivel
equipos, y también. por su objetivo: introducir la transversalización de torna de decisiones políticas y se identifican t~ sí mismas como
feministas; b) la burocrático-estructural: cuando ~tran a nuevas es-
tructuras creadas dentro d~ los gobiernos especialmente designadas
para beneficiar a las mujeres (como programas.Jconsejos o secreta-
8. Para Mala Htun (2003: 115) las redes de feministas y abogados en la Argentina rías 'de la mujer); e) las intervenciones políticas e~'reformas legales,
fueron las más exitosas para las reformas legales de la familia, si se las compara con
las de Brasil y Chile. Si bien alega que esto se vincula con la ausencia de l..ID legado
participación política en roles de liderazgo, en partidos políticos no
autoritario, como en el caso de Chile, o con no haberse planteado en esos años la feministas, y d) en estructuras alternativas, en las cuales las femi-
reforma de la Constitución, como en el caso de Brasil, y por la convergencia de las nistas crean organizaciones independientesfuera' de las estructuras
propuestas de estas redes, el compromiso del Ejecutivo y los intereses de los partidos existentes. Las dos primeras implican trabajar eh el Estado; la ter-
políticos, considera además, que mientras las Madres de Plaza de Mayo dominaban la cera, a través del Estado, la cuarta, a pesar del, 'Estado {Savage y
escena pública con una ideología de.género tradicional, feministas y juristas varones
Witi, 1992). '. .
progresistas trabajaban detrás de la escena para producir los cambios en el derecho
de familia. Despliega una visión sin matices de la maternidad política de las Madres Las feministas que ocupan posiciones en la administración del
y su impacto en el discurso ético de la democracia, y separa en dos planos procesos Estado (a las que Eisentein denomina [emocratas) han debido tra-
que en realidad están profundamente vinculados. En realidad, se estaban gestando bajar dentro de los límites de una cultura administrativa mascu-
equivalencias entre varias luchas democratizadoras (Laclau y Mouffe, 1985; Laclau,
2005). La memoria del terrorismo de Estado, de las desapariciones y la tortura, y el
lina; pero simultáneamente han intentado contestar el carácter
pedido de juicio y castigo están en la base de una sociedad que no quería más esos mas~uÚno del Estado y tratan de realizar cambios que beneficien
horrores y defendía sus instituciones democráticas recién estrenadas; UJI sector de la a las mujeres. Algunas críticas se han presentado, en el sentido de
sociedad expresó un deseo de liberalización de las normas y los valores que fue bien preguntarse si trabajar allí no conlleva el riesgo de que las mujeres
interpretado por el Ejecutivo (nótese que hubo una fuerte resistencia al tema del sean cooptadas por los intereses masculinos y ~·ápidamente pier-
divorcio vincular .desde los sectores conservadores), Esto es central: en un país con
una fuerte tradición presidencialista, la decisión política del Ejecutivo es decisiva a dan cercanía con aquellas a las que dicen representar. Si bien esta
la hora de impulsar cambios sobre cuestiones muy tradicionalmente enraizadas en limitación puede ser cierta, su presencia en los puestos de decisión
una sociedad autoritaria. puede tener como consecuencia la difusión de 10,8 derechos de las
.l
Graciela Di Marco Los movimientos de mujeres 265
264
'~

mujeres, puede abrir la di~cusióljl. acerca del poder y la sexualidad Familiar (1994), Y b) las leyes que permitieron democratizar el acceso
y cambiar los términos de~debat~, siempre y cuando no se abdique de las mujeres en la representación política, como la de Cuota Míni-
de tener como meta la ampliación del poder de otras mujeres para ma de Participación de Mujeres o Ley de Cupo, que determina que el
construir una sociedad qlle reúria en la mayor medida posible la 30% de los puestos en las listas partidarias para los cargos de repre-
igualdad y la diferencia. :: sentación deben ser ocupados por mujeres (1991). '
Las dos primeras administraciones de la democracia crearon or- Las militantes de los partidos políticos, las que ejercen fun-
ganismos de la mujer en1la burocracia estatal (la vía burocrático- ciones en ONG, las legisladoras, académicas y Juristas, se movili-
estructural) a los cuales aes imprimieron diferentes modalidades, zaron tanto para la aprobación de la Ley de Cupos como para la
relacionadas con las propias caracterfsticas de sus definiciones ideo- introducción de cláusulas que reconocieran Iós derechos de las
lógíco-partidarias.? Estos organismos, liderados por mujeres cercanas mujeres en la nueva Constitución (1994). El Consejo Nacional de
al feminismo, tuvieron dos, denominadores comunes: uno de ellos, la la Mujer (1989-1995) acompañó la movilización, el lobby y la difu-
inclusión de.feministas en sus equipos; y el otro, el objetivo de in- sión en todo el país. La nueva Constitución incorpora los tratados
troducir estratégicamente cuestiones que enfrentaran el sexismo y la y las convenciones sobre derechos humanos y, dentro de éstos, la
discriminación y que permitieran la ampliación de las posibilidades CEDAW.

para la ciudadanía femenina. , La sanción de la Ley de Cuota Mínima de Participación de Mu-


Aunque las reformas no conducen linealmente a un cambio en la jeres (Ley de-Cupos 24.012/90) fue el resultado de la presión de or-
identidad de las mujeres" abren.un camino posible para el recono- ganizaciones feministas y de las mujeres de los' partidos políticos,
cimiento de sus.derechos.ssobre todo los vinculados a la sexualidad; reunidas en una multisectorial, la Red de Feministas Políticas
al aborto, la violencia, el acoso sexual. El derecho a votar puede ser (Barrancos, 2007: 295-301). Tuvo el efecto de despejar el camino
otorgado sin que se modifiquen las concepciones tradicionales acerca hacia la participación de mujeres en la Convención Constituyente
de las mujeres esposas y rnadresítfdolyneux, 2003: 265). En cambio, de 1994, en la Cámara de Diputados y más tardeen el Senado,
la politización de lo privado produce cambios, al instalar el debate lo que permitió la ampliación de la participación femenina en los
acerca de la democratización de valores, normas e instituciones (Co- cargos de representación. El debate en la sociedad fue posterior:
hen, 1985; Di Marco, 2005). en el momento de su primera aplicación, para Ias elecciones nacio-
Algunos de los logros de los 8p y primera mitad de los 90 fueron, nales del 3 de octubre de 1993, los varones de los partidos políticos
además de la aprobación de la Oonvención sobre la Eliminación de comenzaron a mostrar resistencias a la aplicación de la medida.
Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW) en Al mismo tiempo, muchos recibieron con ironía o burla esta ley,
1985: a) las leyes para democratízar las familias, como la de Patria considerando que el reclamo por el 30% era una prueba de la in-
Potestad Compartida (198,5), la de Matrimonio Civil, que introduce el ferioridad de las mujeres para hacer carrera política, "lo que no
divorcio vincular, que establece ~oluciones específicas para las situa- pueden conseguir por capacidad, lo quieren conseguir con una ley
ciones de concubinatos (1~87) y la de Protección contra la Violencia que las ampara".
En 1994, participaron de la Asamblea Constituyente ochenta
, I

mujeres, que representaban un 26,2% del total de convencionales


sobre un total de 3·05. La mayoría de las convencionales cumplió un
9. El primer gobierno democrático posdictadura creó el Programa de Promoción de papelactivo para impedir que la penalización del aborto adquiriera
la Mujer y la Familia, en el Ministerio ide Salud y Acción Social. En 1987 subió su
rango constitucional, tal como lo demandaba un proyecto del Poder
rango en la administración pública, conl la creación de la Subsecretaria de la Mujer.
Existen algunos antecedentesvccomo la: creación en 1944 del primer organismo en Ejecutivo. La ampliación de la aplicación de la Ley de Cupo, con el
el país diseñado para la mujer, la Dirección de Trabajo y Asistencia de la Mujer, decreto reglamentario 1.246/2000, instauró la incorporación de can-
cuando Juan Domingo Perón se'desempéñaba como secretario de Trabajo y Previsión, didatas mujeres al Senado de la N ación.
entre 1943 y 1946. Gobiernos ciWes y militares crearon áreas para la atención de las
mujeres como madres y/o como trabaiadoras. El gobierno de Arturo Frondizi creó, en
1958, la Dirección Nacional de$egurid~dy Protección de la Mujer en el Ministerio de
Trabajo y Seguridad Social (Ba~Tancos,i2008: 159; Novick, 1993: 22, 71).
I
266 Graciela Di Marco Los movimientos de mujeres 267

Cuadro 1
Mujeres en la Cámara de Diputados en el Congreso Nacfonal
otorga a las mujeres amparo jurídico en el memento de denunciar
después de cada elección (%) una violación y permite solicitar a aquel fU:ero la interrupción de
un embarazo, ante un tribunal internaciona;l, sin necesidad de pa-
Precuota 1995 1997 1999 2001 2003 2005 2007 sar previamente por la Justicia local. A pesar del consenso que
1991
el documento avalado por Naciones Unidas :tiene en la mayoría
Diputadas 14 35 70 72 70 78 103 de los países de América Latina, en la Argentina, legisladores del
% 5,4 14,4 28,'0 28,4 28,6 34,3 35,4 40% Partido Justicialista y de la UCR se pronunciaron en contra de la
Total competencia del comité que controla la aplicación de la convención
257 257 257 257 257 257 257 256
bancas para recibir denuncias. lO Las principales resistencias estaban rela-
Fuente: basado en Nélida Archenti y María Inés Tula (2008: 43). cionadas con la deaplegada por grupos religiosos y antiabortistas
que realizaron un fuerte 'lobby en contra del Brotocol.o. Finalmente:
Como ya hemos mencionado, en el Senado, la aplicación de la Ley éste fue ratificado en noviembre de 2006. \
de Cupos s'e hizo efectiva diez años después. Antes de eso, sólo Ca- . Entre las leyes y los decretos sancionados 'a partir de la segunda
pital Federal, Catamarca, Córdoba, Formosa, Mendoza, San Luis, mitad de los 90, figura la ley que derogó el. delito de adulterio en
Santa Cruz, Santa Fe y Tucumán tenían representantes mujeres. el Código Penal (1995) y las modificaciones.,teferidas a los delitos
En 2001, las senadoras alcanzaron un 36% de las bancas. contra la integridad sexual (1999) y, ya en este siglo, la Ley de Ma-
trimonio Igualitario (2010). En el plano de lasrelacionas de trabajo,
Cuadro 2 _ se dictó en 1997 el decreto para la igualdad de trato entre agentes
Mujeres en la Cámara de Senadores en el Congreso Nacional de la administración pública nacional y, en 14,98, el que estableció
después de cada elección (%)
el Plan para la Igualdad de Oportunidades eriti-e varones y mujeres
Precuota
en el mundo laboral. En la reforma laboral se'{,ntrodujo la figura de
1999 2001 2003 2005 2007 despido discriminatorio por razón de raza, sexo o religión (1998).
Senadoras 4 4 26 30 28 El acoso sexual en el puesto de trabajo fue incluido en 1993 en la
reglamentación de la Administración Públic~:' Central; en 1994 lo
Porcentaje 4,1 36,1 36,1 43,1 38,9%
hizo el gobierno de la Ciudad Autónoma de Biienos Aires. En 2001
Fuente: basado en Nélida Archenti y María Inés Tula (2008: 44). la provincia de Santa Fe incorporó esta figur~y en 2005, lo hizo la
provincia de Buenos Aires. En 2002 se aprobóla norma que estable-
La CEDAW, junto con otros tratados internacionales, quedó incor- ce un cupo para las mujeres en el acceso a cargos de representación
porada a la nueva Constitución por la acción conjunta de legislado- sindical (30%). En ese mismo año se aprobó la ley que establece la
ras, algunos legisladores varones y el movimiento de mujeres. Se participación proporcional de mujeres delegadas para las negocia-
reconoció, de esa manera, no sólo la necesidad de condenar cual- ciones colectivas de las condiciones laborales, ,de acuerdo con la can-
quier tipo de discriminación contra la mujer sino también el deber tidad de trabajadoras de la rama o actividad. l
del Estado de instrumentar políticas encaminadas a eliminar las Ya iniciado este siglo, después del fracasado intento de 1995,11 -
consecuencias generadas por ~sas situaciones discriminatorias. El la Ley de Creación del Programa Nacional de, Salud Sexual y Pro-
Protocolo Facultativo, reglamentación de la Convención aprobado crea~ión Responsable fue sancionada en 2002: y el Congreso Nacio-
por la Asamblea General de Naciones Unidas en octubre de 1999, nal otorgó jerarquía constitucional a la Convención Interamericana
es un instrumento eficaz para garantizar que se cumplan los com-
promisos asumidos para lograr una real igualdad. La ratificación
del protocolo les permite a todas las mujeres recurrir a tribunales
la. Los diputados nacionales peronistas y radicales, en abril de 2002 obedecieron
internacionales en forma individual ante la violación de cualquie- la directiva del entonces presidente, Eduardo Duhalds, y rechaearor, aprobar el
ra de los derechos reconocidos por la Convención. Este mecanismo proyecto de ley por considerarlo una amenaza a la soberanía nacional.
11. Más adelante se explica b r e v e m e n t e . : i "
Graciela Di Marco Los movimientos de mujeres 269
268

para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer estatal como privada de las jurisdicciones na9ional, provincial, de la
Ciudad Autónoma de Buenos Aires y municipal. La ley fue fuerte-
en 2004. mente cuestionada por la Iglesia Católica.
En la reunión del T~igésimo Período de Sesiones de la CEPAL, rea-
lizada en San Juan de: Puerto Rico en 2004, la Argentina, como el La Argentina presentó ante la Asamblea General de Naciones
resto de los países, firmó sin 'reservas el consenso latinoamericano Unidas (ONU) en diciembre de 2008 una declaración porla cual se
conocido como El Caü:b + 10; que afirma el derecho a la salud se- condena la violación de los derechos humanos que se cometen en
12
xual y reproductiva corno un i asunto de ciudadanía. Esta posición muchos países con ejecuciones, violencia, sanciones penales, tor-
se diferencia de la as~¡nida en El Cairo y El Cairo + 5. En la Con- turas, detenciones o arrestos arbitrarios, debidas a la orientación
ferencia Mundial sobre Población en .El·Cairo (1994), 179 países se sexual o identidad de género. La declaración, firmada por sesenta
comprometieron a corregir los rumbos del desarrollo hacia uno más y seis países de todos los continentes, hacerun llamado para que
humano. El consensoglobal alcanzado entonces ponía el eje en los se tomen medidas administrativas y legislativas para que no haya
derechos a la salud sexual y reproductiva como un asunto de ciuda- acciones penales ni detenciones por orientación sexual o identidad
danía, a los que se debía resp,onder con servicios públicos. Junto con de género".
el Vaticano, Egipto, Pakistén, Irán, Malasia, Guatemala, El Salva-
dor, Ecuador y Malta-entre otros, la Argentina se pronunció en con-
tra del aborto y la defensa d~l derecho a la vida desde la concepción. Los Encuentros Nacionales de Mujeres .
En la CEPAL se presentó una resolución del Mercosur por la cual el
país se compromete aofrecer servicios de aborto en los casos en que ,?na de las más importantes demostraciones del activismo de las
la ley lo autoriza (200~). Sin embargo, en esa oportunidad se dejó es- mujeres en la Argentina lo constituyen los encuentros nacionales, que
tablecido que e1 gobierno nacional no interpretaba que defender los tienen lugar una vez al año en una provinciaelegida por las partici-
derechos sexuales y reproductivos fuera igual a pronunciarse a favor pantes y es organizado por una comisión ad hoc. Comenzaron en 1986
de la legalización del aborto, iy señaló que se avanzaba para que en el por iniciativa de un grupo de mujeres feministas argentinas que había
tratamiento posaborto hubiera menos casos de muerte materna, ya participado en la Tercera Conferencia Internacional de la Mujer en
que aquel, junto con loa bajacalidad de los servicios, son dos de sus Nairobi convocada por Naciones Unidas (198'5). A estos encuentros
que se desarrollan desde hace más de veint~ años concurren tanto
principales causas." 1. . mujeres de sectores populares como de secto;~s medios, feministas y
En 2006 se promulgó la ley 26.150 por medio de la cual se creó el
Programa N acional d,~ Educkción Sexual Integral, que establece que no feministas. Son autónomos, autoconvocados, pluralistas, masivos,
todos los educandos tienen derecho a recibir educación sexual inte- no institucionalizados, y funcionan como interpeladores del sistema.
gral en los estableci~ientok educativos públicos, tanto de gestión Las mujeres, organizadas en talleres temáticos, reflexionan, deba-
lo ten, discuten, crean redes que se vinculan con una gran variedad de
,'\
temas-problema: anticoncepción, aborto condicionesde vida salud
educación, desocupación, consecuencias' del ajuste. La conc~rrenci~
de
12. Consenso de Santiago Chile, de seguimiento de El Cairo,previamente elaborado fue creciendo desde las dos mil mujeres del primer encuentro, para
en el marco de la Comisión de Población y Desarrollo de ese organismo, que reafirma llegar a una cifra de alrededor de veinte mil en los últimos.
\8.
el Programa de Acción de Conferencia Mundial de Población y Desarrollo. oLos partidos políticos intentaron en cada encuentro promover sus
13. Las complicaciones e~'el aborto explican el 31,8% de las muertes maternas; las propias consignas, incluso facilitaron medios de locomoción y otros
causas obstétricas, directas e indirectas, el 68% restante, según el Ministerio de Salud recursos a las mujeres de algunos municipios y provincias, pero no
(2004). Debe aclararse que' los especialistas coinciden en las grandes desigualdades
regionales y en la existen~ia de suhregístro. Según el estudio del Centro de Estudios lograron cooptar a este inmenso colectivo que se siguió autoconvo-
de Estado y Sociedad (CEI¡ES, 2006!), la tasa más alta se encuentra en Jujuy y la más cando cada año. A partir de 1997 comienzan a aparecer en los en-
la
baja, en ciudad de Buenos Aires (mueren 165 mujeres por afecciones vinculadas al cuentros mujeres de las incipientes organizaciones de trabajadores
embarazo, parto y puerperio cada cien mil nacidos vivos en la primera y sólo diecioc~o desocupados, así como las de diferentes provincias, que relataban
cada cien mil en la segunda). La investigación fue realizada entre 2002 y 2003 en seis
las penurias que estaban atravesando, y ot~as que formaban parte
provincias argentinas.
Graciela Di Marco Los movimientos de mujeres 271
270

Porque sonaban palabras nuevas,~~~chos nuevos, y hasta


de diversas organizaciones, que surgieron en el segundo ciclo de pro-
consignas renovadas como aquella que-decía "Vamos a hacer
testas (Schuster et ai., 2006).14 la patria socialista, la vamos a hacer.piquetera y feminista".
Al mismo tiempo, los sncuentros comenzaron a recibir cada v,:z (Dauness, 2002) .
mayor atención de los sectores más conservadores. No es extrano
¡

que el realizado en San Jtian, en 1997, despertara el interés de la En respuesta a estas presiones se organizó un grupo ad hoc deno-
Iglesia Católica, uno de los sectores tradiciona~e.sm~~ fuertes. de esa i :
minado Feministas en el Encuentro. Según Marta Vasallo:
provincia, la cual organizó, a través de la~artIcIpaCIOn de feligresas
de diferentes parroquias preparadas especIalmente para ello, ~ en- Los talleres dedicados a la "cuestió!n social" mostraron una
cuentro paralelo para enfatizar su posición respecto de cuestIO.~es muy escasa preocupación por articular las generales de la ley
vinculadas a la sexualidad, la anticoncepción, el aborto, la familia, de la grave emergencia social con la especificidad de la opre-
la educación, y también' acerca de la preservación y reificación de lo.s sión sexista que padecen las mujeres; Las palabras trabajo-,
roles tradicionales de las mujeres. En el encuentro de La Plata, capi- samente halladas de las mujeres contando sus historias, sus
tal de la provincia de Buenos Aires (2001), estos sectores ej~rcieron aspiraciones, sus logros, su doble resistencia contra las auto-
presiones antes de su inicio y lograron que la comisión orgamzadora, ridades y a menudo contra sus propios maridos, resultaron
demasiado a menudo subsumidas en: consignas partidarias.
que había desplazado a sectores del feminismo, cambiara el nombre De talleres sobre salud sexual y reproductiva salían conclusio-
_y por lo tanto el sentido- de una de las m~sas .centrales, la de an- nes contra el pago de la deuda externa (pero nunca de talleres
ticoncepción y aborto, que pasó a llamarse MUjer y salud sexual y de desocupación o trabajo saldría una: defensa del derecho al
reproductiva". El arzobispo de La Plata denunció el encuentro, aun aborto). (http://www.rimaweb.com.ai/encuentros / nac_sal-
antes de su realización, como un sitio de promoción del' aborto y la ta_daunes.html, 25 de agosto de 2002} ,
homosexualidad y de desi~tegración de la familia tradicional. A esa i.

convocatoria concurrieron doce mil mujeres, entre las cuales h~bo En este encuentro fue más evidente ~E{injerencia de la Iglesia y
una fuerte presencia de jóvenes y de representantes de organiza- de las autoridades de la provincia, así cotrio de los partidos políticos
ciones de desocupados (de la CTA, de la ccc y del Polo ~brero) y ~la de izquierda vinculados a algunas orgañizaciones piqueteras, cada
menor presencia de mujeres pertenecientes a los partidos tr~~cIO­ uno con diferentes intereses: los primeros, impedir que se debatiera
nales. Desde varios sectores se instaló la oposición entre feminismo acerca de la anticoncepción y el aborto y\s~ cuestionara a la familia
y crisis social, con el argumento de que el ~ebate por .los intereses y los valores tradicionales del sistema de-género. Los otros, en poner
estratégicos de género postergaba o restaba importancia a los gran- el énfasis en las luchas sociales y políticas; pero sin necesariamente
des problemas sociales del p a í s . . .' vincularlas a las luchas delas mujeres pór'sus derechos. En 2003, el
En el encuentro realizado en Salta en 2002, la presencia de pique- encuentro de Rosario marca el punto de i:i1:P.exión preanunciado en el
teras, asambleístas, sindicalistas, militantes de diversos movi~ien­ de Salta. La concurrencia de doce mil mhjeres mostró que cada vez
tos de mujeres, de diversas edades (con una importante presencI~ ~e eran más las de sectores populares que asistían, especialmente mi-
jóvenes), mostró la consolidación de nuevas expresiones de~ activis- litantes de los movimientos sociales, piqüeteras, obreras de fábricas
mo de las mujeres, portadoras de' nuevas luchas y protagonismos. recuperadas, indígenas, campesinas, en\grupos de hasta cincuenta
personas. Los derechos relacionados con la salud sexual y reproduc-
, tiva estuvieron entre los más reclamados': Como otras veces, estuvie-
14, Como indicamos en el capítulo 1, de un total de 5.268 protesta~ entre 1989 y.z0?3, ron presentes Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora; el uso de
un promedio de 376 por año, en 1997 se registró un pico de 534, en diferentes provmcl~s pañuelos de color verde para identificarse a favor de la legalización
argentinas, cuyos objetivos estaban vinculados con el re,clamo de puest~s de tr~?aJo del aborto se inspiró enlos pañuelos blancos de éstas.
y subsidios y la demanda por incremento del gasto SOCIal en salud, ~hmen~aclOn y Una de las organizadoras, de Católicas por el Derecho a Decidir,
educación, junto con peticiones de ayuda del gobierno nacional para evitar el cierre de
fuentes de trabajo y exigir el pago de salarios atrasados. Los autores tomaron todos
afirmó:
los eventos de protesta publicados por el diario Clarín entre enero de 1989 y el 25 de
mayo de 2003.
272 Graciela Di Marco Los movimientos de mujeres
273

Queríamos que fu era TI; más visibles y los colores más visi-
de mujeres sindicalistas, encuentros de mujeres .aborigenes,
bles, como sabemos, están-asociados a símbolos partidarios, al etc. Mientras que este movimiento de mujeres convoca a las
Vaticano, obispos, etc. (rojo, atruirillo, púrpura) y entonces op- sindicalistas, las profesionales, las campesinas, las piqueteras,
tamos por el verde, que si bien es!un color ligado a la ecología, etc. Pero éste es un espacio que respeta la diversidad. Somos
consideramos que no afectaba. lii se nos ocurrió el blanco que mujeres que defendemos ideas diferentes pero que podemos es-
pertenece a las Madres: Pero debernos reconocer que la idea
tar juntas debatiendo y compartiendo. Éste es un espacio masi-
de lograr impacto con pañuelos ta hemos tomado del impacto vo, horizontal, democrático. Es el único en el país que es auto-
que significaron. los pañuelos bláncos de las Madres de Plaza
convocado. Somos plenas personas que nos reunimos a discutir
de Mayo. :
temas que tienen que ver con la vida cotidiana, con la mirada
política que queremos hacia el país. También vemos nuestras
El impacto en las mujeres de lo~ movimientos fue inmenso, y se prácticas de trabajo. (Red de Mujeres de La Matanza, en uruno:
convirtió en el impulso para que comenzaran a reclamar en ellos por nuevatierra.org.ar / noticias_septiembre_03)
sus derechos. .Una de las mujeres que participó de la organización
del espacio de 'mujeres en Ul} movimiento lo narra así: Según las observaciones de una activista feminista al referirse a
f las conclusiones de los talleres sobre estrategias pata el acceso a un
y bueno, qué podernos hacer:' entonces el 26 de septiembre aborto legal y seguro: ~
de 2003 se nos ocurrió cbnvocari a una asamblea general. Re- )
, 1
cién habían vuelto alglll~as compañeras que por su cuenta ha- Creo que marcan muy claramente el surgim.:i!ento de un
bían ido al [... ] de Rcsario y habían venido, claro ... [risas]. sujeto político que no sólo se practica el aborto, SIDO que está
Una vino con. una bandera uioleta, una vino con el pañuelo dispuesto a defender esa identidad de "mujer que recurre al
verde, la otra vino con: la bandera del movimiento de gays, aborto", como una identidad posible de ser defendida en el
lesbianas, travestis, bu~no, una cosa que ... cargó las pilas. campo de los derechos, ante la sociedad. (Rosenberg, 2004: 59)
Bueno, cómo juntamos {o do esto, qué hacemos con todo esto,
la experiencia [ ... ] Bueno, hicimos la primera asamblea [de
mujeres] y dijimos: hageunos una cosa, hagamos un volante La presencia de las mujeres de los movimientos sociales que, jun-
cuestionando determinadas cosas o preguntándonos algunas to con los varones, participaban de marchas y corte¿ de ruta o toma-
cosas que convocaran mds compañeras. Los repartimos; el 6 de ban fábricas, y no sólo atendían comedores, sumada a la avanzada
octubre los repartimos JI hagamos una asamblea de mujeres, católica para boicotear el encuentro, están en la b~se de la radica-
[... ] con un cartel que d1a "Asamblea". lización de la propuesta de la lucha para la legalización del aborto
que, alIado de las reivindicaciones vinculadas a la 'violencia contra
Según consideró una organizadora, comparado con los anteriores las mujeres o la desocupación, son los tres derechos fundamentales
encuentros, en los .que si bien había mujeres de estos sectores predo- que demandan las mujeres populares.
minaban las de sectores medios, el de Rosario se caracterizó por el En el encuentro que se realizó en la provincia de'Mendosa (2004)
incremento en la participación de las mujeres populares: "Las orga- fueron más de quince millas participantes y la marcha convocó a
nizaciones surgidas en la ultima época aportaron para que quienes veinte mil mujeres. Se acentuó la convergencia de mujeres rurales
eran sólo madres y esposas.inauguren nuevas experiencias" .15 indígenas, urbanas, de barrios pobres, docentes, mujeres en lucha
En palabras de mujereslde organizaciones de base: contra la impunidad, desocupadas, feministas, lesbianas, etc. Se
\ presentaron las conclusiones de cincuenta talleres temáticos. Los
No es la misma mujer la que va al encuentro que la que más concurridos fueron los de trabajo, microemprendimientos, abor-
vuelve.Hemos participado de bastantes encuentros en otros lu- to, anticoncepción de emergencia, estrategias para la despenaliza-
gares pero eran encuentros de mujeres campesinas, encuentros ción del aborto, mujeres de pueblos originarios, derechos humanos
y violencia. N o sólo se presentó la postura 'a favor de la legalización
del aborto y del acceso gratuito a él, sino también a los métodos an-
15. El Ciudadano, Rosario, 18 de~gosto d~ 2003. ticonceptivos y a la incorporación de la educación sexual al sistema
274 Graciela Di Marco tos movimientos de mujeres 275
'~ :
educativo. En relación con los derechos laborales, se exigió igual- y una alianza de mujeres de diferentes sectores sociales, urbanos y
dad de trato para mujeres y varones, la reducción de la edad de rurales. ,1

jubilación de las mujeres y la promulgación de leyes comunes para Pero ¿qué peso tiene la Iglesia Católica argentina sobre las con-
todo el país al respecto. También se reclamaron políticas activas de cepciones acerca de la sexualidad, la procreación; la familia, la edu-
protección a la mujer contra la violencia en el ámbito privado y la- cación' la política y el trabajo? Nos referiremos a :~llo a continuación.
boral. La Campaña N acional por el Derecho al Aborto, la primera de
alcance federal en la Argentina, surgióde los talleres de estrategias
para la despenalización. Se propuso realizar una campaña durante La hegemonía del catolicismo integral
cuatro meses -desde el 28 de mayo, día de acción por la salud de , ~
las mujeres, hasta el 28 de septiembre, día por la despenalización En la Argentina -como en casi todos los países latinoamerica-
del aborto en América Latina y el Caribe- con la finalidad de sen- nos-las orientaciones del Va:ticano son modeladoias de políticas pú-
sibilizar e informar sobre el tema, respetando las estrategias de las blicas. Para encaminar este punto, citaremos brevemente algunos
organizaciones de mujeres de cada ciudad y provincia. Como dice antecedentes que permiten ubicar el papel de la J~lesia Católica en .
Virginia Vargas Valente (2002), la lucha por el reconocimiento de los nuestro país." Su influencia encontrará un cauceen los años 30, a
derechos sexuales y reproductivos se convierte en parte constitutiva partir de los golpes de Estado. Las Fuerzas Armadas y la Iglesia se
de la construcción de la ciudadanía de las mujeres. convirtieron en los actores que impulsaron el proyecto de catolizar y
En los siguientes encuentros (Mar del Plata, 2005; Jujuy, 2006; nacionalizar la sociedad, argentinizar integralmerita el catolicismo,
Córdoba, 2007; Neuquén, 2008; Tucumán, 2009; Paraná, 2010), se catolizar íntegramente a la Argentina, consolidando un nuevo orden
continuó con esas demandas, que se fueron radicalizando cada vez nacional (Mallimaci, 2006: 8; 2007b: 2-4). ':~.i.:
más. Las mujeres populares siguieron asistiendo, y esta. participa- Este orden católico nacional es entendido entonces como totalidad.
ción acentuó las articulaciones con las feministas. De este modo, se El movimiento católico integral se caracteriza pof 'identificar lo "na-
fueron alejando cada vez más de las posiciones tradicionales a las cional" con lo "católico", de ahí que el catolicismo tu'tiera presencia en
que habían estado sujetas por años, especialmente de las sustenta- lo estatal y también se conformara como sociedad civil. Esto hizo que
das y propagadas por la Iglesia Católica, de las ONG que las represen- fuera mucho más que una religión a la que adhería la mayor parte
tan y que operan en los barrios, y de la misma concepción católica. de la población. Debe tenerse en cuenta, además.iqua la mayoría de
que impregna la vida de los argentinos. Aunque la mayoría de éstos los inmigrantes que llegaron al país entre 1870 y 1929 y entre 1948 y
no sea practicante, como veremos más adelante, la Iglesia tiene po- 1952 pertenecía a la religión católica.
der sobre las decisiones, los cuerpos y los sentimientos de muchas Desde la década del 30 hasta el presente la Iglesia Católica man-
mujeres, al ensalzarlas, por un lado y, por otro, controlarlas a través tuvo una presencia activa en el Estado, el gobierno y la sociedad
de los mandatos referidos a la reproducción. Como nunca antes, la civil, e impregnó tanto a ésta como a su cultura, su política, sus
situación se tensó entre las mujeres que luchan en el espacio público organismos de gobierno, sus actores políticos y S}1.,S organizaciones.
por sus derechos y la Iglesia Católica. Mientras el feminismo era De ahí que no se hiciera necesario organizar un partido católico, ya
visualizado como portador de demandas de Ull pequeño grupo de que el catolicismo estaba presente en todas y cada.una de las dimen-
mujeres de clase media urbana, estos sectores no se habían sentido siones de la vida privada y pública de la Argentina. La formación en
amenazados. Su evaluación fue correcta: las mujeres populares, por instituciones católicas de la mayoría de la elite 'contribuyó a estos
años cautivas en los barrios pobres bajo los mandatos patriarcales, propósitos (Mallimacci, 2006: 217; 2006a: 45; 20Q7b: 5),17 Asimis-
comenzaron a levantar banderas más radicalizadas, en especial las
ligadas a la anticoncepción y al aborto. El proceso que hemos anali-
zado da cuenta de la emergencia de nuevas prácticas feministas. A ';

16. No haremos lo mismo con el proceso seguido en otros países Iatincamericanos.


partir del surgimiento de los movimientos que hemos descripto, con-
sideramos un nuevo momento histórico en las mujeres, que puede 17. Ejemplo de esta educación la podemos observar en .~las declaraciones del
vicepresidente de la Confederación Rural Argentina, al ref~~irse al conflicto que
constituir la consolidación de un feminismo popular en la Argentina
sectores del campo mantuvieron con el gobierno durante 20Q~,. Afirmó lo siguiente:
----- - -----,- ------- ----------'---------- -

Graciela Di Marco Los movimientos de mujeres 277


276

mo, los miembros de la j~rarquí¡a eclesiástica interactúan e influyen do de 1930, y que se hacen más estrechas entre 1943 y 1955. Cabe
en los discursos y las prácticas i de las fuerzas políticas y sindicales recordar que la identidad peronista se conformó gracias a la sobre-
tradicionales y en la sociedad civil a través de organizaciones como determinación de los elementos de la ética católica." Así como el eje
Acción Católica y Caritas. Penetrar el Estado y la sociedad exigió de la política del justicialismo fueron los trabajadores, la Iglesia se
asegurar la formación en los discursos eclesiales. Por lo tanto, se afirmó en su discurso respecto del trabajo corno uno de los compo-
insistirá en la educación católica en las escuelas públicas y en el nentes centrales de la ética cristiana (Mallimacci, 2007b: 3). No es
reconocimiento y la financiación de colegios, institutos y universi- de extrañar, por lo tanto, que el gobierno justicialista de Carlos Me-
dades católicas, que finalmente se logra durante el gobierno de Ar- nem y la Iglesia Católica coincidieran en posturas fundamentalistas
turo Frondizi (1958-186~). Ya C10n el golpe militar de 1943 se había acerca de las mujeres y la sexualidad. Sostenemos que no se trató de
experimentado la implantación de la enseñanza religiosa católica una alianza entre ellos sino que, en realidad.: ambos comparten un
obligatoria en las escuelas estatales (entre 1943 y 1955).18 mismo discurso. - '
Las encíclicas papales Syllabu« (1864) y Rerum. Nouarum. (1891) Fortunato Mallimacci (2006) se refiere a "~na intersección rela-
constituyeron el inicio del desarrollo de la doctrina social de la Igle- cional en 'la cual las fronteras no sólo se tornan difusas sino que
sia, presentada como opuesta al Iiberalismc y' al marxismo. El dis- implican la convivencia de opciones religioso-políticas consagradas
positivo católico integral. está conformado por dos ejes: el discurso en los discursos sociales" (2), no como campos separados que en al-
acerca de la- sexualidady el que se refiere al trabajo y a las y los tra- gunos momentos se alían o se enfrentan. En~:'el caso de la reforma
bajadores. Y también p.oiun modo de llevarlo a cabo: un orden asen- constitucional y la reacción a las demandasde los movimientos de
tado en las fuerzas cOU-f5ervadbras, representadas por las Fuerzas mujeres, las autoridades del gobierno justicialista y las de la Iglesia
Armadas, los sindicatos; y el dontrol de áreas específicas del Poder no hicieron más que poner en funcionamiento los dispositivos de la
Ejecutivo, como las políticas educativas y de salud, y las decisiones Nación católica para evitar que fuera cuestionada la hegemonía de
que sobre ellas -se tornan en lps poderes Legislativo y Judicial. El la Iglesia en temas vinculados con, la sexualidad,
I
la familia, la edu-
catolicismo integral, en.su defensa de la sexualidad sujeta a la pro- cación y el trabajo. Obviamente, nos referimos a estas instituciones
creación, de la maternidad tr~dicional como base de la identidad ya sus.jerarquías, no a las personas que practican la religión cató-
femenina, de la negaci¿~ a las i diferentes formas de vivir la sexuali- lica, que pueden no haber estado de acuerdo con tales estrategias.
dad, se basa en, y al m~iimo tiempo refuerza, el patriarcado." El gobierno necesitaba, además, que la Iglesia no avanzara en sus
incipientes críticas a la situación de social del país, que comenzaba
Catolicismo y peronismo. N o es nuestro propósito abundar en su camino descendente, hasta desembocar en la crisis de 2001. En
detalles acerca de las re~acion~s entre el peronismo recién surgido y los años 90 acompañó al Vaticano en la reunión de El Cairo, en 1994,
el catolicismo que ya sé.había' instalado después del golpe de Esta- junto con los países musulmanes y Guatemala, El Salvador, Ecua-
dor y Malta, entre otros.
Esta posición conservadora se fue acentuando hasta llegar a una
de mayor confrontación, como sucedió a partir del encuentro de San
"Mi maestra de Historia decía que tres instituciones hicieron grande la Argentina: la
Iglesia, el Ejército y el campo. Ojalá 8ue de nuevo activemos esto, porque con estas Juan. No es ajeno a este hecho que la Iglesia. que se denomina a sí
tres instituciones y el resto de la sociedad la Argentina tiene que ser realmente un misma "experta en humanidad", vea dislocarse su hegemonía en un
país grande, como se merece, no un país chico como lo es ahora", La Capital, 15 de país en el cual, aun cuando la mayoría de la población, se define como
octubre de 2008. católica, proclama cada vez más sus derechos a vivir su ''humanidad''
18. A fines de 2008 el Senado.de la provincia de Salta sancionó la ley que establece la
enseñanza obligatoria religiosa en la~ escuelas públicas. Se espera su promulgación
por parte del gobernador, sÜ: impulsor. Si bien se alega que será sin distinción de
credos, existen sospechas deque de este modo se legitime la enseñanza de la religión 20. Para un análisis de esta relación, Fortunato Mallimacci, Humberto Cucchetti y
católica que, desde 1978, int~gJ.·a los planes de estudio de la escuela primaria. Luis Donatello (2006) seii.alan: "No obstante, existieron numerosas trayectorias que
19. En el capítulo '2 analizamos con ¡más detalle la concepción sobre el trabajo y la procedentes del mundo católico desembarcaron en el peronismo, como así hubo otras
cultura del trabajo, que también retomamos en las Conclusiones. que su "ser católico" era un factor de oposición al mismo"; (8).
.:~ ,

Graciela Di Marco Los movimientos de mujeres 279


278

fuera del escrutinio religioso. Según los resultados de una encuesta conceptivo (7 Y 29% respectivamente). Es notable la diferencia de
publicada en 2008, 76% de las personas encuestadas se define como porcentajes entre de acuerdo yen desacuerdo si l~ vida o la salud fí-
católica, 9% como evangélica y 11,3% dice ser atea, agnóstica o no te- sica de la mujer están en peligro, si se la compara con las respuestas
ner ninguna religión. Afirma concurrir poco o nunca a lugares de ~ul­ referidas a su salud mental. Y también en las dos. últimas opciones,
to el 76%; Y sólo el 23% participa frecuentemente de las ceremoruas. vinculadas con la capacidad de decidir no continuar un embarazo
Está de acuerdo con el aborto en algunas circunstancias un 63,9%, aunque no estén presentes los anteriores causales, o porque falló el
mientras que el 92,4% apoya la educación sexual en las escuelas." No método anticonceptivo y la mujer quedó embarazada.
\ I
obstante estos valores, esta sociedad está impregnada del sentido ca- , 1

tólico, a tal punto que, si se comparan estos resultados (la a.probación


del aborto en algunas circunstancias) con los datos de una encuesta La cuestión del aborto
realizada por el CEDES (2006), aquellas situaciones en las que la deci- '\ 1

sión de abortar sólo se respalda en el deseo de las mujeres son apoya- Cómo se avanza o no en esta cuestión constituye un predietor
das por ID1. p01~centaje mucho menor que aquellas en las cuales existe inestimable sobre el estado de la ciudadanía de l~s mujeres. Desde
un peligro para la salud o para la vida, como se puede observar en los el retorno a la democracia, la cuestión del aborto atravesó las luchas
feministas con diferentes estrategias y resultados, en un marco de
datos que mostramos a continuación.
Según el estudio, un 62% se manifiesta de ac~erdo C?r:- la des?~­ soledad con respecto a otras fuerzas sociales. 1;-"
nalización del aborto y un 70% con que la Iglesia Católica fiexibi- Er: la Argentina, nacen anualmente 745.336.~ños y niñas y se
lice su posición (entre acuerdo y muy de acuerdo).22 La posibilidad practican unos 460.000 abortos inducidos, lo cual.significa que por
de la interrupción voluntaria del . embarazo en diferentes situacio- cada dos nacimientos hay un aborto.P La principal causa de muerte
nes muestra un alto porcentaje de opiniones de acuerdo y muy de de mujeres embarazadas y la principal causa de ó~tipación de camas
acuerdo en lo que se refiere a situaciones de,discapacidad (55 y 33% hospitalarias por mujeres en la Argentina desd·~; hace veinticinco
respectivamente); embarazos de menores de quince años o mayores años, es el aborto. Un tercio de las muertes maternas en la Argenti-
n~ es táa re Iaci
aciona d o con 1as consecuencias de abortos
1-- inseguros, de-
por violación (en el primer caso, 48 y 35% respectivamente; en el
segundo, 47 Y36% respectivamente); si el feto presenta un~ malfor- bido a las dificultades de aplicación de las leyes específicas ya men-
mación que hace imposible que -llegado a término- sobreVlv~ (43 Y cionadas, el desigual acceso a métodos' anticonceptivos y la escasez
40% respectivamente); si, debido al embarazo o al parto, la VIda de de garantías en el acceso a los abortos no punibles La información
la mujer corre peligro (43 Y 40% respectivamente) o su salud física sobre la tasa de mortalidad materna del Ministef.i~ de Salud señala
(38 y 41 % respectivamente). El porcentaje de quienes están muy de que en 2009 fue de 5,5 decesos por cada diez mil r1~cidos vivos."
acuerdo decrece, mientras que el de acuerdo se mantiene alto en las Con el fin de evitar las dificultades de acceso a l;~~ abortos no puni-
situaciones que se vinculan con la opción del aborto en las que la sa- bles, debido a las interpretaciones restrictivas tanto del sector médico
lud mental de una mujer es afectada por el embarazo o el parto (21 como de la Justicia, existe una Guía técnica para la -atenciári integral
y 49% respectivamente). y son más bajos si la mujer Y su familia ca- de los abortos no punibles, publicada en 2007 por ~t: Programa de Sa-
.:'
recen de recursos económicos para criar a un hijo (11 y 33% respec-
tivamente); si la mujer, sea por el motivo que fuere, no quiere tener
un hijo en ese momento de su vida (9 y 28% respectivamente) y, por 23. Fuentes: "Natalidad, mortalidad general, infantil y materna por lugar de
último, si la mujer quedó embarazada porque falló el método anti- residencia. Argentina, 2009", Sistema Estadístico de Salud-Dirección de Estadísticas
e Información en Salud, Ministerio de Salud, y Estudio sobre morbilidad materna
severa, elaborado por el CEDES y CENEP a pedido del Ministerio de Salud de la Nación
que incluyó la estimación de la cantidad de abortos inducidos que se llevan a cabo
21. Estudio del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) en nuestro país, estudios basados en dos metodologías internacionales que sólo se
y cuatro l.Uliversidades nacionales. No contamos con la información desagregada por aplican en países donde el aborto no está legalizado.);:

sexo. 24. Indicadores de natalidad y mortalidad. Sistema Estadístico Be Salud-Dirección de


Estadísticas e Información en Salud. Ministerio de Salud. . .,
22. No contamos con la información desagregada por sexo.
280 - I Graciela Di Marco Los movimientos de mujeres
281

lud Sexual y Procreación It~ú)ponsable dependiente de la Secretaría Siempre hemos sostenido que tales encuentros han sido
de Programas Sanitarios d~*\:Mini$terio de Salud de la Nación." Ese el espacio de difusión y reafirmación de nuestra lucha por el
protocolo presenta una interpretación amplia del Código Penal que derecho al aborto. CColedesky, 2004) .
establece la no punibilidadde abortos en embarazos derivados de vio-
lación en cualquier caso, síndístíncíón en que la misma sea "cometida Organizaron. un taller autoconvocado en el de Mendoza.En el
sea sobre mujer sana o sobre idiota o demente", y señala los pasos a IV Encuentro Nacional de Mujeres realizado en Rosario en 1989 se
seguir frente a estos casos.w. instaló un taller sobre "Anticoncepción y aborto"] que fue luego in-
En marzo de 2010 se presentó el proyecto de ley de interrupción corporado en forma permanente en los siguientes\encuentros, salvo
voluntaria del embarazo, ta~bién'denominado"Dora" en memoria de en el d~ La Plata, como ya hemos mencionado. Impusieron allí la
la abogada y activista femirfista Dora Coledesky, pionera en la lucha consigna que aún hoyes distintiva del movimiento de mujeres: "An-
por la legalización del aborto, fallecida en agosto del 2009. El proyecto ticonceptivos para no abortar, aborto legal para nó morir".
fue presentado por primera.vez en 2008 por veintidós legisladoras y La Comisión por el Derecho al Aborto fue pionera en la discusión
legisladores, pero no llegó a:~tratar?e, y el1 de marzo de 2010 perdió y difusión de información y ciarificaciones conceptuales acerca de la
estado parlamentario. Esta ~ez lo presentaron más de treinta y cinco anticoncepción, el aborto, la despenalización y la':'legalización. Sus
diputadas y diputados de once bloques, acompañados por las más de integrantes difundieron su postura acerca de la supuesta existencia
250 organizaciones que integran laCampaña Nacional por el Derecho d.e u.n trauma psicológico luego del aborto, al cua~ desmitificaron y
al Aborto Legal, Seguro y Gtatuito. sigrrificaron como resultado de la imposición cultural y normativa
l
de la maternidad como último destino de.las muieres.v Una de las
El derecho alaborto. En' 1987, algunas organizaciones propusie- contribuciones más importantes ha sido considerar que el aborto no
ron la creación de una comisión que se dedicara exclusivamente al e~ un derecho rep~oductivo, puesto que es un procedimiento que im-
tema del aborto. E18 de marzo del 1988, diferentes grupos de muje- pide la reproducción, En esta controversia, sobre si está enmarcado
res fundaron la Comisión por el D~recho al Aborto. Estos grupos han o no en los derechos reproductivos, otras y otros autores hablan de
tenido una importante participación en los Encuent:ro~ de Mujeres. autodeterminación reproductiva CPetchesky y Judd, 2006).
Entre sus principales actividades figura la organización de un
tall~r en el v Encuentro Feminista Latinoameric~no y del Caribe,
'(

25. Efímeramente, enjulio de 20ib, el Ministerio de Salud de la Nación dio carácter real.izado en San Bernardo en 1990, donde se resolvió declarar el
de resolución -con el número 1.'184- a la mencionada Guía. Pocos días después, 28 de septiembre como día de lucha por la legalización del aborto
ante las presiones recibidas de los' sectores conservadores, el ministro Juan Manzur en América Latina y el Caribe, y se acordó impulsar una campaña
desmintió haberla firmado.
por el ~erecho al aborto en el marco de los derechos humanos, que
26. En septiembre de 2010, los integrantes de la Asociación Argentina ele Profesores se realiza desde 1993 en dieciocho países, con coordinaciones acor-
de Derecho Penal emitieron un dictamen itécnico para clarificar los alcances de las
justificaciones vigentes para abortar: "Los abortos justificados en el Código Penal dadas por las organizaciones. En 1992, presentaron un proyecto de
Argentino desde 1922, que no necésitan a~torización de jueces ni de comités médicos ley de anticoncepción y aborto, y posteriormente intervinieron en la
para su realización, son: a) el realli~ado con el consentimiento de la mujer y practicado re~a~ción de tres proyectos. Fueron autoras en 1992 de la primera
por un médico cuando no existe :otro medio para evitar un peligro para la vida o solicitada sobre aborto en el país. Se refería al 28 de septiembre
la salud -fisica o psíquica- de 'l~ madre; b) cuando el embarazo fue causado por
una violación respecto de una m~¡jer sana mentalmente; e) cuando el embarazo es
como "día de lucha por la despenalización del aborto en América
producto de un acceso carnal corijmujer menor de trece años; d) cuando el embarazo Latina". La segunda fue publicada e18 dé marzo de 1994, víspera de
es producto de un acceso carnal don mujer que por alguna otra razón (por ejemplo, la Convención Constituyente, para denunciar que la Iglesia Católica
deficiencias mentales) no pudo consentir el acto sexual, y e) cuando el embarazo no
es producto de acceso carnal, sin~:,de cualquier acción no consentida contra cualquier
mujer, como una inseminación.'; artificial" (http://www.pagina12.com.ar/diario /
27. En esta parte se~mos el informe presentado por Dora Coledesky (2004) y
sociedad/3.152777-2010-09-08.ht:'ml). Tan:\.bién aclaran que en los casos de violación
rescat~nos algunos parrafos de una historia redactada por Mabel Bellucci.Ambas
no es legal exigir la denuncia p·~i).al ni probar quién fue su auto!" para realizar la
fueron mtegrantes durante un período de la Comisión por el Derecho al Aborto.
intervención. f:\\ic http://www.abortolegal.com.ar. .
¡ •

282 Graciela Di Marco Los movimientos de mujeres ¡ 283


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/.
proponía incorporar en la nueva Constitución la defensa de la vida yentes no tenían mandato de la ciudadanía: para tomar deci-
desde la concepción. siones en la materia. Segundo, dado que el aborto es un de.
Con la incorporación de mujeres de organizaciones políticas, fe- licado y complejo temá que reviste muitiplicidad de aristas,
ministas, lesbianas y de varios grupos estudiantiles, pasaron a de- era necesario abrir un debate amplio, inclusivo y pluralista
nominarse Coordinadora porelDerecho al Aborto. Publicaron una al conjunto de la sociedad. Tercero, la importancia de hacer
solicitada, "El aborto clandestinb: un pacto de silencio"; en 2000 en- visible la realidad del aborto inducido en J.ia\Argentina y de
problematizarlo como una cuestión de saludpública y de de-
viaron una carta a las y los legisladores: "Las mujeres reclamamos
recho de.mujeres en materia de autodeterm~lf,ación, y cuarto,
nuestro derecho a decidir y nuestros derechos laborales"; realizaron la necesidad de respetar el pluralismo y Iamultiplicidad de
debates en los colegios de abogados de Morón, ciudad de Buenos Ai- opiniones intentando legislar para el conjunto de la ciudada'.
res y San Martín, y en la Facultad de Derecho. Fueron autoras de nía y no sólo para las convicciones éticas o:.teligiosas de un
un proyecto de ley de reglamentación para asegurar que se aplica- grupo. (Gutiérrez, 1998: 4)
ran las excepciones legales establecidas en el artículo 86 del Código ~,,\..
Penal. ' Durante 1995, MADEL prosiguió con sus a~tividades vinculadas
En 1991 se constituyó el Foro. por los Derechos Reproductivos. En a la sanción de la llamada en ese momentéLay de Procreación
1994, se organizó Mujeres Autoqonvocadas para Decidir en Libertad Responsable,. aprobada finalmente en la Cámara de Diputados con
(MADEL), formada por cien organizaciones políticas y sociales. Ellas ciento veinticuatro votos a favor y nueve en c9~tra. Fue promulga-
se organizaron para enfrentar el propósito de introducir una cláusu- da recién ocho años después como Ley Nacional de Salud Sexual
la sobre el derecho a la vida desde la concepción en la reforma de la y Procreación Responsable 25.673/03. Su primer artículo estatuye
Constitución Nacional, que fue sostenida por la Iglesia Católica y el la creación del Programa Nacional de Salud Sexual y Procreación
gobierno justicialista. Cumplieron un importantísimo papel en tres Responsable. ..
instancias cruciales para el avance de los derechos de las mujeres: la MADEL también participó activamente en ocasión de la. Conven-
Convención Constituyente para.la Reforma Constitucional, el deba- ción Estatuyente de la ciudad de Buenos Airesrén 1996. Con la mis-
te acerca del proyecto de Ley de Salud Reproductiva y la Convención ma metodología -lobby sobre los constituyentes] actividades calleje-
Estatuyente de la ciudad de Buenos Aires." ras y solicitadas en los diarios-, presentaron l~é mismas demandas
lVIADEL desarrolló varias estrategias, entre ellas, el lobby sobre los que en 1995, pero con la omisión de la despenalízacíon del aborto,
constituyentes, actividades callejeras y la publicación de solicitadas aunque se abogaba por la atención en los hospitales públicos de ma-
en los diarios (Gutiérrez, 1998). Su acción se basó en una triple de- nera rápida y efectiva de los abortos no punibles contemplados en
manda: los derechos sexuales y reproductivos' como problemas de el artículo 86 del Código Penal. El Estatuto de¡¡¡~ Ciudad Autónoma
salud pública, de equidad social y de construcción democrática de la de Buenos Aires, el más progresista del país, 'incluyó varias de las
sociedad. En 1994, por decisión: del presidente Carlos S. Menem se exigencias de esta agrupación. -¡ ;¡ .•
propone en la Convención Constituyente para la Reforma de la Cons- ~ -:

titución la inclusión de una cláusula constitucional que planteaba "el La acción de MADEL permitió darle estatuto y reconoci-
derecho a la vida desde la concepción hasta la muerte natural" (Gu- miento público a una temática que era, hasta: ese momento,
tiérrez, 1998). MADEL articuló sus acciones sobre los siguientes ejes: una problemática restringida a las mujeres. 'La instalación
en el discurso político y los medios masivos-de comunicación
La "ilegitimidad" de la representación política de la Cons- amplificó sus posibilidades de acción y con ello un nuevo
tituyente para tratar esa temática, dado que no aparecía en campo donde desarrollar las diversas estrategias, Al interior
la plataforma de ningún partido; por lo tanto, los constitu- del propio movimiento, la existencia de la diversidad impli-
có un ejercicio de convivencia, debate, confrontación y final-
mente consenso para desarrollar las estrategias, (Gutiérrez,
1998: 18) ..'
'1¡
28. La Comisión se retiró, pues sólo se quería sostener el derecho a la anticoncepción
y no al aborto.

:.¡
Graciela Di Marco Los movimientos de mujeres 285
284

1.
La Ley de Salud Reproductdva y Procreación salud reproductivas en las provincias, el papel de' la Iglesia Católi-
Responsable de la ciudad de Buenos Aires ca fue de obstrucción permanente. Además, se trataba de poner un
" marco legal a un programa que, en silencio, existía ya en los hospi-
El caso de los debates sobre esta ley es un buen elemento de aná- tales públicos. El sistema de salud de la ciudad de~Buenos Aires de-
lisis de cómo se fueron conformando diferentes estrategias para en- . sarrollaba el Programa de Procreación Responsable desde 1987, que
frentar a los sectores conservadores. Haremos especial referencia a había sido implementado en los hospitales públicos con el esfuerzo
la emergencia pública de colectivos de religiosos y religiosas vincu- de los profesionales, hasta que en 1994 se le asignó una partida en
lados con las confesiones que son minoría en la Argentina pero que el presupuesto de la Secretaría de Salud. ~
en los últimos veinticinco años han crecido en cantidad de iglesias y Se estaban recogiendo, además, los resultados d~ los debates rea-
de fieles, lo que les permitió.constituirse en uno de los factores que lizados en las conferencias mundiales: la CEDAW, ratificada por ley
incidieron en la sanción de la ley. Estos colectivos, según veremos, 23.179, y la Conferencia de Población y Desarrollórealizada en El
en el proceso de incluirse en los debates en torno a la ley atravesaron Cairo (1994). En la Conferencia Beijing + 5 en N~eva York, la Ar-
procesos de constitución de TIna nueva identidad en lo público. gentina reconoce pOI' primera vez en un ámbito internacional los de-
El proyecto presentado por varías diputadas es otro ejemplo del rechos sexuales y reproductivos como derechos humanos básicos. Al
impacto de la Ley de Cupo Femenino: Esta normativa es producto de no peder ser escindidos de ellos, se separan de la visión demografista
las luchas del movimiento dé mujeres y del feminismo, que en estas o controlacionista de la natalidad.

instancias consideraban que.en la constitución de las agencias públi-
cas se hacía necesaria la capacidadde lobby, especialmente en aque- La estrategia para enfrentar a las fuerzas '6onservadoras.
llos asuntos o problemas cargados con intensidad afectiva, como los El conjunto de legisladoras y las mujeres políticas-y de las ONG que
relacionados con la sexualidad, q\lle pueden quedar presos de las propiciaban la sanción de esta ley partían de los consensos que ya
fuerzas conservadoras y que son los que tienen mayor capacidad de hemos mencionado, a sabiendas de la dificultad que entrañaba una
influenciar en las 'políticas, especialmente en las relacionadas con la situación compleja, en la que se jugaban elementos .políticcs, religio-
educación, la salud y la sexualidad. sos, económicos pero, básicamente, cuestiones de poder, tanto des-
de el Estado como desde los saberes médicos y religiosos acerca del
Antecedentes. La constitución de una agenda acerca de los dere- control de la sexualidad no reproductiva de lamujer." Contaban con
chos reproductivos y sexuales en el Poder Legislativo de la ciudad el apoyo de las organizaciones de mujeres: Católicas por el Derecho
de Buenos Aires es el fruto de la interacción de los diversos actores a Decidir, Asociación de Abogados de la ciudad de Buenos Aires,
en un proceso complejo y difiámico que tuvo los siguientes antece- algunos rabinos y también algunos medios de comunicación y profe-
dentes: la derogación de lo~' decretos de 1974 (gobierno de María sionales médicos y médicas.
Estela Martínez de Perón) y-de 1978 (de la dictadura) que limitaban La Iglesia se oponía a los artículos referidos a los métodos (abor-
la venta de anticonceptivoscy prohibían actividades de control de tivos o no) y al derecho de los y las adolescentes para ir por su cuenta
la natalidad; la reforma de la Constitución Nacional, en 1994, que al médico. En realidad, defendía implícitamente un modelo de fa-
incorporó los tratados internacionales de derechos humanos, entre milia autoritaria frente a otras formas de familia más democrática.
ellos, la CEDAW (1985), la Constitución de la Ciudad Autónoma de También reivindicaba la objeción de conciencia de los profesionales
Buenos Aires (1996), que declara garantizar el derecho a la salud de la salud vinculada con la prescripción de anticonceptivos. Esta
integral y promueve la maternidad y la paternidad responsables, argumentación también escondía la idea de hacer fracasar los alcan-
el proyecto de ley de salud reproductiva, que tenía en ese entonces ces de la ley, al deja! en manos de la discrecionalidad de la ideología
media sanción en el Congreso N acional (1991).
Este proyecto estaba respaldado por la legislación sobre salud
reproductiva en las provincias, que comenzó a desarrollarse a par-
29. Constituían el dictamen por la mayoría, expresión en sí misma de los cambios
tir de 1996, aunque cada una de las legislaciones provinciales tiene operados en los actores políticos con respecto a las cuestiones de género, impulsadas,
características propias. En ~6s casos de las sanciones de las leyes de como se reconoce en el diario de sesiones, por legisladoras y apoy~;d.as por legisladores.
":.i'

286 Graciela Di Marco Los movimientos de mujeres .o·l.


\'
287

particular de cada profesional la decisión de qué tipo de anticoncep- Estábamos aprendiendo rápidamente a hacer presión po-
tivos aconsejar, lo cual suponía no; tener en cuenta el proyecto como lítica. Para muchos ésta fue la primera experiencia política
un asunto de política pública, que debe resguardar el derecho para de esta naturaleza. Por supuesto nos dio muc:h~ fuerza como
la ciudadanía en igualdad de condiciones. Era apoyada por miem- para continuar [...]. "' ,
bros de un partido político que, según la opinión de muchos analis- Vestidos de pastores éramos el centro de ~t'ención de los
tas, estaba vinculado al Opus Dei, organización católica de derecha, medios. De hecho tuvo mucho impacto la presencía de una
y por los medios de comunicación que expresan esa orientación. Las mujer, religiosa, pastora y apoyando el dictamen. Eso visuali-
militantes políticas feministas decidieron que era necesario ampliar zaba el pluralismo escondido de nuestra sociedad. Estábamos
haciendo visible una realidad que los medios Y'los discursos
las bases de su sustentación institucional y mostraron que la Iglesia
esconden [...]. El momento culminante para las, Iglesias pro-
que se oponía no era la única Iglesia sino que en la ciudad coexisten r
testantes fue cuando una diputada reconocidk agradeció el
varias, cristianas y no cristianas, en lo que constituyó un mensaje apoyobrindado por las Iglesias y leyó un párrafód« la declara-
pluralista frente al del sector cristiano católico más reaccionario. La ción. Creo que es la primera vez que un documento de las Igle-
presencia activa de estos nuevos actores políticos, como los pastores sias protestantes es leído en el recinto y figurará en el diario
y pastoras de las Iglesias evangélicas, se desplegó semanas antes de sesiones de la Legislatura. En ese momento sentimos que
por medio del envío de e-mails a los legisladores y legisladoras, las estábamos haciendo historia. Los diarios y los imedios incor-
visitas a sus despachos y, finalmente, haciendo presencia en el mo- poraron la voz alternativa de nuestras comunidades. Algunos
mento de la discusión de la ley. con muy buena voluntad y otros viendo esto com»una guerra
de religiones [oo.]. Estuvimos sentados en el recinto más de
La ley fue sancionada con 39 votos a favor y 13 en contra, en un
diez horas sin podernos tomar el más mínimo d~'~callso. Todos
contexto de expresiones de violencia tanto verbal como física pro- los ojos estaban sobre los pastores y pastoras. Cúalquier gesto
venientes de los manifestantes católicos. No se aceptó el cuestiona- se podría interpretar equivocadamente. Sin comer ni levan-
miento de la Iglesia en torno a la cláusula que proponía la accesibi- tarnos permanecimos firmes durante toda la se~ü5n hasta que
lidad de los jóvenes a la información sobre sexualidad y reproduc- se aprobó en general la ley a las diez de la noche [v.,'], Los le-
ción pero se aceptó, en la redacción final, incluir la promoción de gisladores y las legisladoras nos visualizan como, Un grupo que
la reflexión conjunta entre padres y adolescentes." Se insistió en pueden tener en cuenta para sus trabajos. Éste ~§ el comienzo
el dictamen de mayoría para que, apareciera la enumeración de los porque' a nivel de la ciudad de Buenos Aires tenemos ya los
métodos anticonceptivos, con el objetivo de evitar la discrecionalidad proyectos de ley de sida y a nivel de la provínciads Buenos Ai-
res y de la Nación proyectos similares de saludreproductíva,
del profesional de salud en el momento de prescribirlos,
Es una primera batalla de una larga lucha ...31 '\'
Este logro tuvo un gran peso, no sólo por lo 'que significó la in-
tervención de las Iglesias evangélicas a favor del dictamen por la
La nota más sobresaliente en esta comunicación está dada por la
mayoría respecto del creciente poder de las legisladoras, del apoyo
característica de inicio de una nueva forma de hacer política' de pasto-
y sostén de las organizaciones de mujeres, de profesionales, etc.,
ras y pastores. Este caso es un ejemplo de la capacidad para larealiza-
sino que también mostró otra cara posible de los mandatos reli-
ción del lobby sobre las y los legisladores, por interacción entre los ac-
giosos, más ligados al respeto por las decisiones autónomas de los
tores sociales, en este caso las ONG y las Iglesias evai:tgélicas. Pero, más
sujetos. Una comunicación interna de un pastor luterano destaca
que esto, es la emergencia de una nueva identidad colectiva política:
la importancia de la participación en los términos que se citan a
continuación. Desde el Evangelio queremos ser esa voz que habla de la li-
bertad de conciencia, del pluralismo social, de la independen-
cia del Estado y de la autonomía de la Iglesia, en definitiva, de
. IDl proyecto de una sociedad más justa y más solidaria,

30. La Convención Internacional de los Derechos del Niño, con rango constitucional
en la Argentina, supera a los artículos del Código Civil que consideran a los niños,
~J:
adolescentes y mujeres como objetos pasivos del derecho y de la tutela del Estado. ' 31. Comunicado del Consejo Latinoamericano de Iglesias, 2006:;
Graciela Di Marco Los movimientos de mujeres 289
288

Las nuevas Incl'usjories e:n la arena política y social muestran, También Marta Rosenberg hace referencia al nuevo contexto
como diría uno de los pastores, "el pluralismo escondido en la so- en el cual, además de las militantes feministas y/o las investigado-
ciedad argentina", lo-que permite, además, la democratización de ras sobre los derechos de las mujeres, aparecieron nuevas actoras:
nuevos espacios de lucha de intereses. Estos nuevos actores sociales asambleístas, piqueteras, obreras de empresas recuperadas:
se incorporan portando otra lógica: la de los derechos de las mujeres
como derechos humanos, Lbs intereses, las estrategias y el poder La movilización popular que caracterizó el período si-
de los sectores más r~'accio~arios fueron derrotados por una estra- guiente a la crisis de diciembre de 2001 creó un clima en el
que las mujeres movilizadas por su supervivencia y por sus
tegia que articuló actores existentes: el movimiento de mujeres y el reivindicaciones económicas (transclase: tanto asalariadas
feminista, las legisla~oras eón creciente poder en el Legislativo, los como. pequeñas empresarias, profesionales pauperizadas,
legisladores que adoptaron ~l dictamen de mayoría y la aparición en ahornstas despojadas, etc.) se hicieron; sensibles al reclamo
escena de estos nuevos actores políticos, como pastores y pastoras de del derecho al aborto que venía siendo levantado exclusiva-
otros credos no católicos. mente por el movimiento feminista desde hace muchos años.
Tanto en el caso d,g'lf MADEL como en el descripto faltaba todavía un 'En ese contexto de movilización social y, en particular, en
paso más: la participación de las mujeres populares. algunas asambleas barriales en las que participaban femi-
1,
nistas, surgió en Buenos Aires la Asamblea por el Derecho al
I
Aborto, que se reunió semanalmente durante todo 2002, con
,r a.sistencia d~ fe~inistas, asambleístas, ~iqueteras, organiza-
2001: el cambio de '~scenario
~ l . cienes estudiantiles, partidos políticos 'e independientes sin
(,.
organización. (RIMAweb, septiembre de 2005)
La Comisión por:el Derecho al Aborto y otras organizaciones
propiciaron que el debate sobre el tema entrara en las discusiones De ~a Asamblea por el Derecho al Aborto surgió la propuesta
de las asambleas que surgieron después del 19 y el 20 de diciembre de re~hzar una al comienzo del Encuentro Nacional de Mujeres de
de 2001. Se constituyó entOlices la Asamblea por el Derecho al Abor- Rosario, en agosto de 2003. Allí se organizó, por primera vez, un
to, que comenzó a funcionar en el local de una asamblea barrial. taller sobre estrategias para el derecho al aborto, que implicó un
Sus integrantes supieron captar el cambio de época que se avizoraba paso superador de los talleres. sobre el tema. Lo que se debatía ya
luego de los sucesos de diciembre de 2001 y participaron activamente no era la legalización sino cómo llevarla a cabo. Esta iniciativa fue
en los espacios asampleariopportando las demandas de los derechos propuesta también para desmantelar la ofensiva católica, ya que en
de las mujeres. 'I'rabajarorrsobre la incorporación de las demandas los ~alleres ~e anticoncepción y aborto era donde se congregaban las
vinculadas a la anticoncepción, la educación sexual y la legalización
mujeres enviadas por la Iglesia Católica para boicotear los debates
del aborto en una organización que reunía las distintas comisiones
e imponer sus ideas. Fue un punto de inflexión en dos sentidos: 1)
de salud de las asambleas. Ilamada Intersalud; participaron en la el feminismo, que en anteriores luchas había basado su accionar en
Interbarrial N acional de las Asambleas para que se apoyara el 28 de la alianza con l~s mujeres políticas, con campañas de divulgación y
septiembre como díalatinoamericano de lucha por el derecho al abor-
con lobby, se articulaba ahora con las mujeres populares, y 2) pasó a
to, realizaron un taller en el Foro Social realizado en Buenos Aires,
una f~se ~ropositiva, con la plataforma delas luchas anteriores y la
intervinieron con volantes y verbalmente en la asamblea que cerraba experiencia ganada por las militantes feministas.
el Foro Social de la Salud en la Facultad doMedicína.P Algunas feministas consideraban que se estaba en presencia de un
contexto fav.orable por las siguientes razones: a) en el nivel regional,
Fue un intento de acercarse a la sociedad, de romper el cer-
co, para que és~a asumiera nuestra lucha. (Coledesky, 2004) por la c~~acI~n de una comisión intergubernamental para promover
-'y una política Integrada de salud sexual y reproductiva en el ámbito
i del Mercosur a la que se sumaron Bolivia y Chile; la sanción en Bra-
sil de una ley de despenalización del aborto en caso de violación sin
; obligación para las víctimas de hacer la denuncia penal; la aproba-
32. Dora Coledesky (jmup de 2003). Publicado en RIMA-lista. Diciembre de 2004.

",:
290 Graciela Di Marco Los movimientos de mujeres
291
.j
ción en Uruguay de normas para la atención humanitaria del pre y el En mayo de 2005 se organizó la Campañ~~Nacional por el Dere-
posaborto; b) las militantes reconocían también un cambio favorable cho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito. Para llevar adelante el man-
en el contexto nacional, como la articulación de ONG para producir dato de los Encuentros Nacionales de Mujeres que se organizaron
documentos en ocasión de El Cairo + 10 y Beijing + 10, y con el nuevo en Rosario (2003) y en Mendoza (2004), se ieunieron en Córdoba,
gobierno, a partir de 2003, algunos cambios en la política en las reu- cbnvocadas por Católicas por el Derecho a Decidir, representantes
niones internacionales y una alineación con Brasil, Venezuela, Chile, de más de setenta organizaciones de Jujuy, Catamarca, Santiago del
Uruguay y otros países de América latina. El abandono de la alinea- Estero, Entre Ríos, Santa Fe, Rosario Mendoza Córdoba Buenos
ción automática con el Vaticano (Rosenberg, RIMAweb, septiembre de Aires, Neuquén y Río Negro. La camp;ña con~istió en la re~olección
2005), las iniciativas que surgieron del Ministerio de Salud vincula- de firmas a favor de despenalizar y legalizar él aborto. En todas las
das al enfoque de género de las políticas de salud y las declaraciones provincias, la campaña se inició el 28 de mayo.Día Internacional de
del ministro Ginés González García a favor de la despenalización del Acción por la Salud de lá Mujer, y finalizó coh una marcha federal
aborto, la aprobación de la Ley Nacional de Salud Reproductiva, la hacía el Congreso de la N ación el 25 de noviembre, día internacional
firma del Consejo Federal de Salud en octubre de 2004 de un com- de la no violencia contra las mujeres. El lema fue: "Educación sexual
promiso para la reducción de la muerte materna' en Argentina, en el 'pera .decidir, anticonceptivos para no abortar, ::aborto legal para no
que se establecía, entre otros, el objetivo de "garantizar el acceso a la morir". -, ,¡. .
atención del aborto no punible en los hospitales públicos, dando cum-
plimiento a lo estipulado en el Código Penal";c) de parte de la socie-
dad, el debilitamiento de los argumentos religiosos en contra del uso Las demandas de la Campaña Nacion~i.por el Derecho al
de anticonceptivos, que genera Ul1. efecto cascada sobre la discusión Aborto Legal, Seguro y Gratuito. Decía e~ documento divulgado
del aborto; el paulatino crecimiento de la reivindicación de un Estado durante la campaña: .~ .
laico por parte de diversos sectores, incluso .religiosos progresistas;

el crecimiento de la adhesión a la propuesta de legalización del abor- Queremos que los derechos sexuales y lQs derechos repro-
to por parte de las mujeres de sectores populares en los encuentros ductivos sean reconocidos como derechos básicos de todas las
nacionales; el aumento de la adhesión a la legalización por parte de personas. Para eso, es necesario g'arantizarcsl acceso univer-
mujeres y varones jóvenes (Gabarra, 2005). En suma: sala los servicios públicos de salud y educación que los sos-
tienen. Nuestro lema -así como'nuestro ttabajo de años- es
Hay una concientizaciónsobre el tema sexualidad, derechos integral: ''Educación sexual para decidir, anticonceptivos para
reproductivos y sexuales a mujeres de movimientos de base que no abortar, aborto legal para no morir". Estoimplica realizar
no se planteaban esta problemática como parte de sus progra- modificacionesen los sistemas de educación, isálud y justicia, y
mas políticos. (Rosenberg,RIMAweb, septiembre de 2005) también, por supuesto, profundos cambios cWturales.
Proponemos despenalizar y legalizar el aborto para que las
Según afirma Rosenberg (2004), se observa la unión de la reivindica- mujeres que decidan interrumpir un embarazo tengan aten-
ción del aborto con la lucha por los derechos humanos. Con ello habían ción segura y gratuita en los hospitales públicos y obras socia-
les de todo el país. .
colaborado las mencionadas declaraciones del Ministro de Salud a favor
de la despenalización del aborto y de la distribución de anticonceptivos,
; Además de la legalización y despenalización del aborto, se exige
y el resultante enfrentamiento del gobierno contra el obispo castrense
la inmediata reglamentación de la atención humanizada del posa-
Antonio Baseotto, quien en marzo de 2005 lo había criticado con su "me-
borto, y la atención en los servicios públicos 'de salud a mujeres y
rece que le cuelguen una piedra de molino al cuello y lo tiren al mar" .33
niñas que deciden abortar en los casos en quepeligra su vida y su
salud o ante situaciones de violación -a las gue el artículo 86 del
Código Penal Nacional ya exime de pena-; la ;;aplicación efectiva en
33. El obispo es también defensor de las violaciones a los derechos humanos durante y:
todo el país de la ley 25.673 de Salud Sexual Procreación Respon-
la dictadura. sable; el cumplimiento del Compromiso parala Disminución de la
292 '1' Graciela Di Marco Los movimientos de mujeres
293

Mortalidad Materna y el Protocolo de Asistencia Humanitaria del Por su parte, monseñor Héctor Aguer, obispo dE! La Plata, en octubre
Posaborto (uiunu.abortolegai.com.ar). del mismo año afirmó:
Los fundamentos de lasl'demaridas refieren a cuestiones de de-
mocracia, de respeto de los, derechos humanos de las mujeres, de Para la Iglesia no basta que se excluya a l~s escuelas cató-
equidad y justicia social, yr¡ se basan en el reconocimiento de que licas de la obligación de dictar planes oficiales que suponemos
son las mujeres pobres quienes sufren o mueren por la práctica del la orientación que van a tener sin necesidad de ser malicio-
aborto clandestino. .L sos. También nos preocupa la multitud de chicos, la mayoría
.\. bautizados en la Iglesia Católica, que siguen su educación en
,t;.
las escuelas oficiales. L..] y esto dicho para leque a nosotros,
La contraofensiva católi~a pastores, nos corresponde: tendríamos que ~blver a predicar
y a catequizar seriamente acerca del sexto mandamiento y de
sus implicancias y de la virtud de la castídadEeto es más sa-
Frente a ID1.a sociedad qúe presenta avances democráticos impor-
I
ludable y más digno que repartir preservativos el día del estu-
tantes, la.jerarquía de la Iglesia qatólica monopoliza la defensa del diante, como se hizo con una frivolidad inconJebible. (http: / /
patriarcado, como quedó de~ostra40 en los 90 con la exclusión del vo- www.ser-creyente.com.ar/ppaCaborto.htm)
cablo género de los contenidos de la reforma educativa, con los debates
previos a las redacciones d~; la Constitución Nacional y de la ciudad En 2006 se promulgó la ley 26.150 que estabÍece el Programa Na-
de Buenos Aires, con la alineación] de la Argentina al Vaticano en la cional de Educación Sexual Integral. El Secretariado Nacional para
reunión de El Cairo, en 1994-. Al désaparecer el mu,ndo del Estado de la Familia de la Conferencia Episcopal Argentina, en ocasión de la
bienestar, la Iglesia Católic~ adopta el tema de la pobreza y su asis- aprobación por unanimidad en la Comisión de Educación de Diputa-
tencia como ID1. eje prioritario, y a la vez que denuncia esta situación dos del proyecto de ley sobre educación sexual (que fue promulgada
recibe la ayuda del Estado para la más fabulosa red de asistencia
I

en 2006), emitió un documento en el que consideraba que vulneraba


como lo es Cáritas. Así como en los 90 los obispos clamaban por la "los derechos y obligaciones de la familia, la patria potestad y la
situación de pobreza, símultáneamente estaban muy cerca del gobier- libertad de enseñanza".
no, y consiguieron que éste adoptara las posturas del Vaticano y de los A fines de 2007, miembros de la Iglesia atacaron la presentación
países musulmanes en contra de los derechos sexuales de las mujeres desde el Ministerio de Salud del Pr.otocolo para la Atención de los
enlas conferencias inten1.acionale~ y en la legislación nacional. Abortos no Punibles, contemplados en el Código Penal, pero recha-
Veamos algunos ejemplos de esta contraofensiva, que se suman zados y/o ignorados por muchos médicos en los servicios de salud así
a aquellos a los que nos hemos referido en este. capítulo. Los nom- como por las asociaciones al estilo de Pro Vida y algunos miembros
bramientos de Eugenio Zaffaroni, [ElenaHighton y Carmen Argibay del Poder Judicial. En diciembre de 2007, el gobernador de La Pam-
en la Corte Suprema fueron considerados indicios de que se estaba pa vetó una ley que regulaba los abortos no punibles -aprobada por
tendiendo a políticas de Estado favorables al aborto. Estos nuevos
miembros de la Corte Suprema no sólo son desatacados juristas sino
la Cámara de Diputados provincial- al considerar que se
trataba de
una norma "anticonstitucional". El obispo de Santa Rosa había es-
también reconocidos por 'sil espítiitu garantista y democrático. Los tado a la cabeza de una manifestación frente a la Casa de Gobierno
tres presentan un perfil d~ independencia del poder político y una provincial para exigir el veto de la ley. En la sesión, de la Cámara
impecable trayectoria profesional. Carmen Argibay es, además, de- de Diputados del Congreso de la provincia, en "la cual se aprobó la
fensora de los derechos de las mujeres. ley que crea un protocolo para los médicos que trabajan en hospita-
La declaración de la Cónferencia
.v I
Episcopal Argentina realizada les públicos, hubo manifestaciones a favor de la ONG Mujeres por la
en Buenos Aires en febrero'de 2004, al referirse a los debates acerca Solidaridad y de miembros de la diócesis de la Iglesia Católica de la
del aborto también se insc~jbe en esta línea: "Proponer una eventual capital provincial. El vocero del Obispado afirmó:
legalización d~l aborto contradice' el espíritu y la letra de la Consti-
, tución Nacional y el sentir-de la irmensa mayoría de nuestro pueblo Esta leyes una barbaridad y por supuesto que rechaza-
que cree en la vida como mi;'don dé Dios confiado al cuidado de todos". mos totalmente que se legalice el aborto. La;:mentamos que


\
Graciela Di Marco Los movimientos de mujeres 295
294
• -'¡

1\,

este período de gobierno termine de esta manera. Nosotros considerado la distancia que media entre las nOl.-mativas y la reali-
somos la voz de los que no pueden hablar. Jesús también fue zación concreta de la igualdad de género, y señalamos la importan-
un ambrión.P' cia de los Encuentros Nacionales de Mujeres enla emergencia del
feminismo popular en la Argentina. Como ya lb hemos discutido,
La Iglesia Católica había ejercido presiones desde hacía meses tanto la participación de las mujeres de los movimientos sociales en
sobre la Legislatura de la provincia de Buenos Aires p:ra qu~ se los encuentros nacionales como las estrategias de'la Iglesia Católica
retirara un proyecto por el cual se impulsaba una campana de difu- desde 1997 para boicotearlos aparecen en la ba~e de la radicaliza-
sión e información sobre la ley que permite la práctica de ligadura ción del propuesta de la lucha para la legalización del aborto que,
de trompas y vasectomías en forma gratuita en todos los hospitales al lado de las reivindicaciones vinculadas a la Violencia contra las
del país, aprobada en 2006 por el Congreso de la N ació~., , . mujeres y la demanda por trabajo digno, son los ·:tres derechos fun-
En junio de 2008, la Comisión Episcopal de Educación C~~olIca damentales que demandan las mujeres populares. La emergencia
rechazó mediante un documento los contenidos sobre aducación se- de un feminismo popular surgió de tales articulaciones, con nuevas
xual que deben impartirse en todas las escuelas y,que fueron cor:- actoras: las mujeres populares en lucha.
sensuados por los ministros del área de todo el país en el Consejo Ernesto Laclau denomina "demandas democráticas" a las rea-
Federal de Educación, a partir de un informe de especialistas con- Iizadas al sistema para la solución de alguna exclusión, y las dis-
vocados por el Ministerio de Educación. Para esto s~ tuvieron en tingue de las demandas populares, que intenta~1: crear una nueva
cuenta las recomendaciones de un comité de expertos integrado por, hegemonía. Si ]as primeras son satisfechas, se inscriben en la lógi-
entre otros, dos representantes de la Iglesia. En el documento se ca de la diferencia. Es lo que J acques Ranciare (1996) expresa con
critica que "se enfatice el uso único y obligatorio de elementos de otras palabras: "Las políticas se ocupan de agregar las partes" (43).
prevención (preservativos y pastillas anticonceptivas, entre otros) En cambio, cuando no son satisfechas y se articulan con otras exi-
para evitar el contagio del V1H sida que, ad8]:~lás de. ser m?ralmen- gencias, pueden entrar en una relación equivalericial con otras de-
te objetables, han producido resultados negatlvo~ ~ insuficientes .<:n mandas. Cuando el lenguaje de las demandas ppr necesidades se
todo el mundo. Además, cuestionaron que se omitiera la educación escapa de los discursos hegemónicos, de lo privado y de la economía
en la abstinencia y en la fidelidad mutua como conductas preventi- de mercado, puede aparecer un momento de demandas: las fugitivas
vas del contagio del VIH sida". politizadas. También hicimos referencia a que, si son satisfechas por
De esta rápida revisión se desprende el énfasis puesto por l~ el sistema institucional, se inscriben en la lógica-de la diferencia y
Iglesia Católica (también por las alas conservadoras de otras reli- quedan aisladas de la relación equivalencial con otras. En cambio,
giones) en el control sobre el cuerpo de las mujeres y sobre la sexua- si no son absorbidas, puede darse una articulación,' en una cadena de
lidad. e~0a~nciM. ~,
Las demandas de los movimientos fueron res~ondida~ general-
mente desde lo institucional y con el discurso de los expertos, al es-
Del feminismo poputar al pueblo feminista, . tilo de programas sociales (transferencias condicionadas de dinero,
de las demandas materiales a la demanda por el laicismo subsidios para poner en marcha pequeños emprerídimientos), encu-
bierto en un nuevo y vacío discurso de derechos: Los movimientos
El recorrido realizado hasta aquí se centró en el análisis del de desocupados usaron esos planes para satisfacer las demandas,
movimiento de mujeres, comenzando por el legado de las Madres y aumentar el número de miembros y profundizar la movilización, se-
Abuelas de Plaza de Mayo, a las que hemos caracterizado como un gún el tipo de organización. Algunos dirigentes entraron a formar
ejemplo de maternidad social. Hemos descripto los avanc:e~ en la parte del gobierno de Néstor Kirchner, mientras Jos movimientos,
legislación argentina que contemplan los derechos de las mujeres, y al no poder generarse una cadena de equivalencias, comenzaban a
fracturarse, a desmovilizarse, y sus alianzas, a tI,ansformarse. Fi-
nalmente se impuso la lógica de la diferencia. Es'¡3,s, demandas fue-
34. Para un análisis más detallado, véase María Herminia Di Liscia (2007). ron absorbidas en parte por el Estado, y perdieron su potencial de
Oraciela Di Marco Los movimientos de mujeres 297
296

la demanda por trabajo digno, son los tres dere~.hos fundamentales


construcción de un pueblo.ien el sentido que Laclau (2005) le otorga
que deman~anla~ mujeres populares. El feminismo popular surgió
a esta categoría: ~i .
de tales articulaciones, con nuevas actoras: las-mujeres populares
En una sociedad que' postula el Estado benefactor como su
en lucha. ,:-
horizonte último, sólo la lógica ~e la diferencia sería aceptada La articulación de la política feminista y la:i;de otros movimien-
como un modo legítimo, de con~trucción de lo social. En esta tos sociales ~articulacióncontingente de elementos heterogéneos, de
sociedad, concebida como un sistema en constante expansión, demandas diversas como las que constituyen la multiplícidad de los
cualquier necesidad sodal serí~ satisfecha diferencialmente; Y movimientos (piqueteras, obreras de empresas tecuperadas asam-
no habría una base para crear una frontera externa [... ] Y por bleístas, campesinas, indígenas y feministas)- dio lugar a uda cade-
lo tanto no podría totalizarse y crear un "pueblo". (104) n.~ de 'equivalencias, representada hegemónicamente en la legaliza-
: cien del aborto que, obviamente, no reduce el particularismo de cada
Así como los reclamos per trabajo y en contra de la violencia ha- demanda individual: por trabajo, por la tierra, por los derechos de
cia las mujeres se dirigen a ~as instituciones y pueden ser satisfechos los puebl?s ori.ginarios, etc. Esta cadena de equivalencias posibilitó
diferencialmente, el reclamó por la legalización del aborto, como sig- qu~ una identidad heterogénea, las mujeres, con todas las particu-
nificante de la ciudadanía :plena ele las mujeres Y del laicismo y el laridades dentro de esa categoría, construyera discursivamente al
pluralismo de la sociedad;'constr'\-1.Ye una frontera, y sobrepasa los adversario -que en nuestro análisis está conformado por las fuerzas
discursos de la hegemonía patriarcal representada hegemónicamen- portadoras de valores tradicionales y patriarcale:~- y que apareciera
te por la jerarquía de la Iglesia Católica. como una identidad política, un pueblo. 0, en palabras de Ranciare,
Las relaciones de género operan en los sistemas simbólicos, las las no contadas demandan ser integradas plenamente a la cuenta de
instituciones YorganizaciOlies y el}los procesos de construcción de la la democracia. Surgió una demanda que significa-a todas las deman-
identidad (Scott, 1993: 47}, Entre ellas, las instituciones religiosas das y se articularon ellas en movimiento y otros\actores sociales en
, ocupan un lugar importante y, como hemos. señalado, el integrismo l~ pugna por la ~egalización del aborto, para que fas mujeres puedan
católico es el actor clave er.F,torno a la contraofensiva sobre los dere- ejercer la capacidad de decidir sobre sus propios-cuerpos, y que con-
chos de las mujeres. Frente a éste, la articulación de las demandas densa la lucha por el laicismo, la pluralidad y la Ciudadanía.
de distintos movimientosde mujeres y de otros actores construyó Antes de la emergencia de estos movimientos, el particularismo
el pueblo feminista, que n~ es lo [mismo que el feminismo popular de la demanda por la legalización del aborto no podía ser articulado
ni es lo mismo que las muj~res, aunque su núcleo fundamental esté co~ ~tras demandas, relacionadas con la necesidad de trabajo o con
conformado por las mujeres en lucha por las demandas en tOTI10 a su pol íticas contra la violencia hacia las mujeres, porque era considera-
ciudadanía plena. La carrip'aña por el aborto es el significante vacío d~ o?~esta a los objetivos particulares de éstas. Es en tal situación
que articula las dernandasipor el :laicismo y el pluralismo de varios histórica cuando se produce esta relación equivalencial, que da como
movimientos y sectores de'!la soc~edad argentina, y está compuesta resultado la emergencia del pueblo feminista, que articula diversas
por mujeres y varones, frente al vetusto y poderoso integrismo cató- luchas. par.~ la ampliación de los derechos de las~ mujeres y para la
lico. Se enfrentan de este. modo d6s proyectos antagónicos, impensa- consolidación de una democracia pluralista. El feminismo popular
bles antes de 2001, uno como campo de lucha y de posibilidades de- va a ser parte central del pueblo feminista.
mocráticas -a la ofensiva-;y el otro, que se resiste a la consolidación Los. consensos conservadores, que ya hemos mencionado inten-
de nuevos derechos, a la contraofensiva. tan dejan fuera lo que es, en el fondo -ya pesar de todos los avances
Como ya lo hemos discutido, ;tanto la participación de las mu- que ~emos descripto en este capítulo-, revulsivo para el discurso
jeres de los movimientos"'\sociales en los Encuentros Nacionales patriarcal: los d~rechos de las mujeres, mientras que la respuesta de
de Mujeres como las estrategias de la Iglesia Católica desde 1997 parte de las mujeres fue el piquetero tiene cara de mujer. Ellas forza- .
para boicotear'Ios aparecerr en Ia' base de la radicalización del pro- ron el esencialismo para marcar la resistencia y 'para defender sus
puesta de la lucha para l~ legalización del aborto que, al lado de derechos. Pusiera?, en.ra esfera pública las identidades de mujeres
las reivindicaciones vinculadas él. la violencia contra las mujeres y populares que se inscriben en la demanda por ciudadanía,
298 Graciela Di Marco Los movimientos de mujeres
299

El nosotras dentro del nosotros; se articuló con otras demandas y do, lo cual es parte de las estrategias de esta nueva identidad popular.
actores." Mediante esta articulación se constituyó un pueblo. Recor- Para Laclau (2005: 127-130), la unidad del. grupo tiene lugar
demos que pueblo, para la teoría de la hegemonía, es un actor his- en el nombre del líder, el investimiento afectivoclave. No podemos
tórico potencial, una construcción que constituye agentes sociales y afirmar que es el nombre del líder el que representa la cadena de
"no constituye una expresión ideológica, sino una relación real entre equivalencias, pues la conformación del pueblo' feminista es hori-
agentes sociales" (Laclau, 2005: 96-99, 151). Este pueblo, en pala- zontal y no presenta autoridades delimitadas sirio situacionales. Las
bras de Ranciare (1996), es la cuenta de los no contables, la parte de demandas que se articularon en la cadena de eqcivalencias favore-
esos que no tienen parte. Para este autor, "la política es el proceso cieron la emergencia de identidades colectivas diversas, pluralistas
de contar la parte de los que no tienen parte" (25). La definición de y democráticas, y se generaron desde multiplicidad de locaciones e
quién será considerado o considerada en la cuenta de la democracia identidades particulares. Encontraron su con~ción de posibilidad
es conflictiva, contingente y no está predeterminada. en el feminismo popular que se constituyó en la relación de las muje-
Como muchas feministas lo reconocen, mientras las alianzas fue- res de los movimientos con el movimiento de mujeres y el feminista,
ron básicame{lte entre las mismas feministas, no se podía avanzar que tiene su punto nodal en los Encuentros Nacíonales de Mujeres.
en la ampliación de las demandas, aunque no fueron pocos los logros Tal multiplicidad tiene su razón de ser en la estructura horizontal y
obtenidos desde la restauración democrática. Era necesaria la ar- rizomática de los movimientos de mujeres, sus redes y sus articula-
ticulación de las feministas con otras demandas e identidades. El ciones locales, globales, cara a cara y por el ciberespacio.
campo contrahegemónico se conformó a partir de varios factores: la . ¿Es esto un obstáculo para la constitución d~¡ pueblo feminista?
articulación de feministas y mujeres populares que venía intensi- Creemos que no. El mismo Laclau presenta alternativas que ofrece
ficándose desde 1997, la coyuntura histórica poscrisis de 2001, un Freud, al transcribir una cita de este último en Ialcual se pregunta si
gobierno que no levantó abiertamente las demandas de las mujeres el líder puede ser sustituido por algo diferente: "Una tendencia com-
pero sí las de los derechos humanos y que. tomó varias decisiones partida, un deseo del que una miilbitud pudiera.partícípar'' (Laclau,
políticas a favor de los derechos de las mujeres (destrabó la aproba- 2005: 85). Al referirse al nuevo internacionalismq y a la posibilidad
ción del Protocolo de la CEDAW, designó a personas reconocidas por su de crear cadenas de equivalencias mediante un ~enguaje en común,
laicidad y hasta por su ateísmo como jueces del Tribunal Supremo Laclau alude a la obsolescencia de las formas institucionales tradi-
de la Nación, nombró a un reconocido sanitarista favorable a la des- cionales de mediación política. Nos indinamos ~pensar que nuevas
penalización del aborto como ministro de Salud). formas de articulación y nuevas identidades populares guardan un
Como dijimos, la legalización del aborto es un significante vacío, potencial de alternativas que nos permiten reflexionar acerca de al-
la demanda va a adquirir una centralidad que la excede. La catexia gunos elementos ignorados de la constitución de ~ pueblo. Se trata,
de este elemento singular (Laclau, 2Q05: 153) condensa las demandas en todo caso, de no forzar el análisis para que "entre" en una teoría,
pOI" un Estado verdaderamente laico, y se opone a la influencia de la y de dejar abiertas las preguntas y la reflexión pata futuros estudios.
Iglesia Católica en casi todos los aspectos de la vida social, política y .:,;
cultural del país, especialmente su oposición a la plena realización de
los derechos de las mujeres. Para una sociedad y una cultura como
la argentina, esto es contrahegemónico. Es posible que la cadena de
equivalencias requiera de tU1 líder que pueda constituir la plenitud
del pueblo. En la lucha que se viene desarrollando se encuentra la
búsqueda para que la dimensión horizontal de estas equivalencias
se complemente con la absorción vertical dentro del sistema político,
-,1-\
esto es, con una influencia institucionalizada en los poderes del Esta-

'.:.:''¡'

35. Agradezco a Osear Grillo por esta observación. 1-


)'.
Conclusiones

Losmovimíentos sociales de la Ultima década del siglo :xx y de la


primera del siglo XXI contribuyeron a modificar el discurso social
y político legitimado, ya. colocar en la agenda pública nuevos temas y
problemas surgidos a partir de la reelaboración de las necesidades,
que se presentaban cristalizadas en explicaciones técnico-políticas
cada vez más alejadas de la propia experiencia de los colectivos su-
bordinados, o confinadas a los ámbitos privados. El discurso de los
movimientos inició un proceso de desplazamiento de las explicacio-
nes que prevalecían,casi como sentido común, para la justificación
de los planes de ajuste y la implementación de políticas sociales fo-
calizadas para combatir la pobreza. El lenguaje de las necesidades,
que se tradujo en demandas en torno a derechos, alcanzó a politi-
zarlas mediante la "política de interpretación de las necesidades"
(Fraser, 1989) que se fue instalando "desde abajo". La modificación
del discurso fue posible porque una voz, la de las bases, se levantó
para hablar públicamente de ellas y para demandar al Estado por
su satisfacción. En el caso de las mujeres, por la articulación que
su voz realizó con la del movimiento de mujeres y la de las feminis-
tas, que proveyeron marcos interpretativos para darle sentido al
descontento que las mujeres de las bases de aquellos movimientos
comenzaban a enunciar.
La comprensión ,e interpretación de los discursos y las prácticas
de varones y mujeres, las diferencias en las .construcciones identi-
tarias y en los discursos de derechos, constituyen una parte de los
aportes de los resultados de esta investigación, La otra parte está

[301 ]
jo¡

302 Graciela Di Marco Conclusiones


303

dada por la conclusión acerca de la articulación de las demandas de ,emergencia del pueblo feminista. Por otra parte, y no menos impor-
las mujeres en movimiento y el movimiento de mujeres.' I
tante, provee de insights para pensar constru~~ciones futuras en las
La primera parte de los aportes se refiere al análisis de las dife- organizaciones. El nudo central parece residiren la persistencia del
rencias de género, los conflictos que se presentan y los impactos de activismo de las mujeres en los Encuentros Na~ionales de Mujeres y
las acciones colectivas en las demandas, en las relaciones de géne- la red de conexiones globales. Para muchas mujeres la participación
ro, en las identidades y en la construcción de ciudadanía. También, en los Encuentros fue la condición de posibilidad del replanteo de las
a los procesos democratizadores en las relaciones de género en las relaciones de género en sus propias vidas personales de la cual no se
organizaciones y en los grupos familiares. Hemos podido distinguir excluye la militancia en diversas organizacionqs mirlas. A partir de
condiciones y modalidades de la acción colectiva que favorecen prác- la incorporación de las mujeres de los 'movimientos conformados por
ticas más autónomas que permiten un mayor desarrollo de los dis- varones y mujeres, comenzó a tomar fuerza el f~minismo popular en
cursos y la práctica de los derechos. Y finalmente, hemos analizado la Argentina. ,
las articulaciones entre estas construcciones identitarias y otras
identidades colectivas.
Esto nos llevó a una comprensión de orden macrosocial referida a Los movimientos
las demandas y a la construcción de las identidades colectivas y, en
consecuencia, siguiendo la teoría de la hegemonía, distinguimos dos Si bien nuestro foco de estudio fueron las bases y la dirigencia
tipos de procesos seguidos por las demandas: aquellas que fueron intermedia de los movimientos de desocupados' y de las ERA, hemos
en parte absorbidas por el Estado, y aquellas vinculadas con la más prestado atención también a los otros movimieiitos propios de fines
radical demanda de las mujeres en los movimientos, sus derechos del siglo y principios del siglo XXI, como generadores de preguntas
sexuales, representados en el derecho al aborto, que condensa la lu- y de comparaciones muy fructíferas para nuestro propósito teórico,
cha por su ciudadanía, esto es, ejercer la libertad sobre sus propios -que se refiere al estudio de los discursos y las p:(:ácticas de' derechos,
cuerpos. Como hemos observado,.la articulación del feminismo po- la construcción de la ciudadanía y los, procesos/de democratización
pular que emergió de las demandas de las mujeres en movimiento
que se prod~c~n tanto en el ámbito público com~. : en el privado.
con la política feminista y las de otros movimientos sociales dio lu- Los movimientos a los que nos hemos refettdo no surgieron de
gar a una cadena de equivalencias, representada hegemónicamente ningún vacío social, pero tampoco podemos est'é.blecer, como ya lo
en los derechos sexuales, en especial el de la legalización del aborto. hemos dicho varias veces, una relación necesaria, ni con el contexto
Sostenemos que esta articulación dio como resultado la emergencia socioeconómico ni con los legados de otros movíjníentos. Es esta in-
delpueblo feminista, que conjuga diversas luchas para la ampliación determinación y contingencia la que los sitúa e:bi;~,un campo político.
de los derechos de las mujeres y para la consolidación de una demo-
Los discursos de los movimientos inscriptosjan una matriz ciu-
cracia pluralista que antagoniza con las .,fuerzas conservadoras, en dadana y de derechos (Scribano y Schuster, 20é)) exploraron e in-
especial con el integrismo católico y sus defensores. corporaron' aunque en forma necesariamente c'ón.flietiva y muchas
El análisis de la conformación del Espacio de Mujeres .del Frente veces parcial, los derechos fundamentales y ldq-,de las mujeres, el
Darío Santillán y del Colectivo de Varones Antipatriarcales permite
reconocimiento de las diferencias, la construcqJ:ón de interdepen-
ejemplificar la extensión de la influencia feminista en las organiza- dencias entre actores y organizaciones, que colaboran con el replan-
ciones sociales mixtas. Nos provee, además, de una lente fecunda teo de.la política. La democracia pluralista se basa en este proceso
para observar las cadenas de equivalencias que' dieron lugar. a la conflictivo. Este, como hemos visto, adquirió ylmostró una nueva
dinámica -que no había tenido precedentes- el 19 y 20 de diciem-
bre de 2001, cuando en la Argentina estalló un proceso de búsqueda
1. Como se mencionó en el capítulo 7, las mujeres en movimiento son aquellas que actúan de nuevas relaciones sociales y políticas, nuevossujetos colectivos y
conjuntamente para alcanzar objetivos comunes, sean o no feministas, y que constituyen nuevas ciudadanías, con el no al estado de sitio y~con el que se vayan
una parte importante de los colectivos femeninos, en el mundo, aunque no sean todos. Este lema condensó el rechazo de la ciudadanía hacia una for-
estrictamente considerados movimientos de mujeres (Alvarez, 1999; Molyneux, 2003). ma de hacer política caracterizada por la corrupción y la indifaren-
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Conclusiones 305
304 \
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Graciela Di Marco

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cia frente a los derechos socíales y políticos. El borramiento de las cuerpo-, en este sentido, entendemos que las diferentes formas de
propuestas políticas que se había acentuado en los 90 no permitió violencia contra las mujeres son prácticas que pueden desanimarlas
construir un adversario, sino. competidores sin proyectos diferentes y alejarlas de la posibilidad de ejercer sus derechos libremente; li-
(Mouffe, 1999: 17). En el análisis de la crisis de representatividad y bertad económica, ya que las restricciones al acceso y la utilización
de la consigna "Que se vayan todos" se afirma que ésta pudo haber de los recursos económicos dificultan la integración ciudadana e im-
marcado tanto el pedido de renuncia o autoexc1usión de la dirigen- piden la autonomía. Por último, se requiere hablar desde la propia
cia política, como la necesidad de impedir que esa misma dirigencia voz y elaborar discursos de derechos, esto es, constituir una voz y
invadiera un espacio real y 'simbólico en el que la sociedad buscaba una práctica propias que recuperen el mundo de la vida cotidiana
resolver sus problemas (De Ípola, 2004). La crisis de representati- en un movimiento que permita incluirlo como ámbito de lo político.
vidad como construcción social y corno consecuencia de una expec- La mayor parte de las y los que conformaron los MTD y las ERA no
tativa democrática por otro tipo de representación y el legado del tenía experiencia militante, ni en partidos políticos ni en sindicatos.
movimiento' de derechos humanos de los últimos veinte años, "que Las prácticas sostenidas en el tiempo, especialmente la salida al es-
creó las condiciones de posibilidad i para la construcción simbólica pacio público con sus demandas y las acciones que realizaron, les
de una crítica a toda forma de díscrecionalidad en 'el ejercicio de la dieron herramientas para transformar sus necesidades individuales
autoridad política", son las bases q'P-e encuentran las nuevas prác- en demandas colectivas. Si bien al principio la necesidad fue el mo-
ticas ciudadanas (Torre, 200{: 76). La politización de la cultura y la tor de la inscripción en los movimientos, y la incorporación puede
sociedad se refiere a la lucha \por la~ransforinación de las relaciones considerarse parte de una estrategia de supervivencia familiar, la
de desigualdad y por una nueva cultura de derechos, que incluyen aparición en el ámbito público mediante su participación en mar-
las relaciones en 10 privado tanto como en lo público, de una manera chas y acampes, en el caso de los MTD, yen la toma, recuperación y
que permita redefinir y ampliar la relación con el Estado (Escobar y autogestión de las empresas, en las ERA, habilitó variadísimas inte-
Álvarez, 1992). Al instalarse-nuevos intereses en la agenda pública, racciones que contribuyeron al replanteo de las relaciones de género.
a través de los movimientos .sociales que hemos analizado, se posi- En las asambleas que se conformaron a fines 4e 2001, varones
bilitó la exploración de caminos para la ampliación de la ciudadanía y mujeres participaron en la misma proporción, tanto en número
como en frecuencia y calidad de intervenciones. Más de la tercera
(Di Marco y Palomino, 2003, ~004).
parte tenía una historia de militancia previa. En lbs proyectos que
llevaron adelante, las mujeres no se plantearon ':\;mayormente un
La participación de las mujeres len los movimientos trabajo asistencial ni percibieron sus acciones corrió una extensión
del altruismo materno sino como parte de la lucha por la justicia
Para abordar la práctica colectiva de las mujeres, nos hemos inte- social. Este posicionamiento se aleja de la construcción ideológica
rrogado acerca de los discursos que desarrollan y hemos considerado patriarcal maternalista. En cuanto a las obreras de las empresas re-
también su diversidad lo cual nos ha permitido observar matices, cuperadas, han desarrollado capacidades de liderazgo y negociación
fragmentos, conflictos 'y al~k~~gü.edades presentes en cada uno de ganadas en las diferentes instancias de la recuperación, al defender
ellos. ',,' sus derechos en tanto trabajadoras, frente a las amenazas de des-
El primer paso para la construcción de ciudadanía se vincula con alojo, en la organización de las cooperativas y en su trato con jueces,
la posibilidad de romper las barreras de lo privado para involucrarse abogados, legisladores y funcionarios de gobierno. Como les sucedió
en algún tipo de actividad colectiva, y se relaciona -como lo hemos a otras mujeres, la participación en la acción colectiva permitió mo-
comprendido en anteriores i:Q.vestig?-ciones y pudimos confirmar en dificar la percepción de las propias capacidades en un ámbito dife-
la presente- con las posibilidades me transformación de las repre- rente del privado familiar o dentro de la fábrica. :Esta pasó de ser
sentaciones de género y con lis d: desplegar proce~os de a~pliación sólo un lugar de trabajo para convertirse en territorio de lucha de
de derechos. Para ejercer la c~:mdlclqn de ci.udad.anía, especlficamen- reconocimiento social y de nuevas demandas, como las vinculadas a
te para las mujeres, es preciso disfrutar de varias libertades simul- los derechos de las mujeres. Muchas de las obreras 'han tenido cier-
táneamente: libertad física ~sto es, la libre disposición del propio to protagonismo público, que es la contracara del ánteríor trabajo
Graciela Di Marco Conclusiones 307
306 f,'
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rutinario, y alternaron la casa Y la fábrica (Di Marco y Moro, 2004). ca habríamos podido elaborar los conceptos de feráínismo popular ni
También, muchas participan de los Encuentros Nacionales de Muje- de pueblo feminista, que constituyen, a nuestro ¿htender, la contri-
res y forman parte del feminismo popular. bución teórica más importante de esta obra. 'f :
Afirmamos entonces que la presencia pública qua partes de un Asimismo, la decisión metodológica de incluiriun grupo de com-
movimiento permitió visibilizar a las mujeres como sujetos en lucha paración, las y los beneficiarios del PJJHD que ncparticipan en ac-
por sus derechos ante otros sectores sociales y se convirtió en el modo ciones colectivas, nos permitió observar con mál~rofundidad estos
de expresar sus identidades y de conformar, desde estas posiciones procesos y no subsumirlos en una visión movimierdista ingenua. N os
de sujetos, una identidad política, el feminismo popular, central en referimos con esto a un discurso al que denominamos "mujerista", ya
la constitución de lo que hemos denominado pueblo feminista. que enfatiza el lenguaje y las prácticas de la lucha de las mujeres en
El movimiento de mujeres, en cambio, tiene detrás una larga his- tanto piqueteras o trabajadoras de algunas empresas, presentándo-
toria y muchos logros. En el capítulo 7 nos limitamos a presentar un las como el paradigma del protagonismo femeninoy dejando bajo un
panorama desde los 90, en el cual se pueden observar con claridad manto de invisibilidad las complejas relaciones de género en el in-
las relaciones con el Estado y con los dos primeros gobiernos demo- terior de estos movimientos. Es más frecuente este enfoque cuando
cráticos. Se destacan los límites que el gobierno de Carlos Menem se toman muy pocas unidades de análisis y, además, se estudia sólo
impuso en tomo de los derechos de las mujeres, por dos vías: por a las mujeres. La perspectiva "mujerista" corre el riego de quedar
las políticas de ajuste que golpearon en forma extraordinaria a las inmersa en un discurso épico, sin matices, que iinpide profundizar
mujeres pobres y por su postura reaccionaria frente a los derechos en torno al análisis de la existencia o no de una construcción de dis-
sexuales y reproductivos. También hemos descripto algunas de las cursos de derechos a partir de las demandas.
estrategias del feminismo para lograr la concreción de los derechos El discurso de las mujeres se construyó con suspropios lenguajes
políticos, como ha sido la Ley de Cupos, y para la ampliación de la y con sus propias posibilidades de elaboración, desde la experiencia
ciudadanía sexual. Hemos considerado también las expresiones de cotidiana de la subordinación de género. Las prácticas (ganar la ca-
algunas de las feministas más reconocidas por sus luchas. lle, poner el cuerpo frente a la represión y los erícarcelamientos) y
el discurso que muchas construyeron para poder ~cirlas, mientras
que al decirlas ya las estaban transformando, i:Qipactaron fuerte-
Discursos de derechos, transformaciones mente y en forma especial en la subjetividad delas mujeres, dado
y democratización el contraste entre sus vidas de antes y durante laparticipación en
estos movimientos. La narrativa de las mujeres, á: través de un dis-
Las transformaciones se han ido eonstruyendo- desde las denun- curso basado en la construcción hegemónica de lo femenino, muestra
cias de injusticias y las demandas en torno a derechos vulnerados, la transformación que se opera en él y el pasaje .a un discurso de
de recuento de capacidades propias muchas veces ignoradas o desca- demandas de derechos, que es político. ;.,'
lificadas, de prácticas de ganar poder y autoridad frente a los hom- Detengámonos un momento para retomar lo que hemos conside-
bres en el movimiento y frente a sus familiares en la casa. Aun con rado en el capítulo 2 con respecto al trabajo y la cultura del trabajo.
las diferencias mencionadas, para muchas mujeres -asambleístas, Como resultado de un minucioso análisis de los discursos y las prác-
piqueteras y obreras de empresas recuperad.as-, el proceso seguido ticas de los actores entrevistados, y siguiendo los pasos de la teoría
a partir de su involucramiento en la acción colectiva puede indicar fundamentada (Glaser y Strauss, 1967; Strauss.. 1987; Strauss y
un camino sin retomo para la transformación de sus identidades, Corbin, 1991; Denzin, 1978), emergió una nueva categoría, que nos
que se ve favorecida por la interacción entre la participación y el hizo resignificar lo que se conceptualiza como trabajo, Esa catego-
desarrollo de la conciencia social (Di Marco, 2003, 2004). ría es la de cultura del trabajo, que aparece en algunas referencias
Las diferencias de género marcan las transformaciones de las acerca de estos mismos actores velada por el diseurso a la Castel
identidades individuales. Si las hubiéramos subsumido en las iden- sobre la crisis de la sociedad salarial. Veamos las c~paracionesque
tidades colectivas y, además, no hubiéramos considerado un análisis hemos realizado en varias oportunidades entre l~s' prácticas y los
de género, no habríamos sido capaces de ver estos matices ni tampo- discursos de los miembros de los movimiento de desocupados y los de
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- - _.._-------------~~---_...~--_._- ._---_..~----- - - - - --- - - ------ ---- --- - - - - -

Graciela Di Marco Conclusiones 309


sos

las ERA. En los primeros, lo~ Iíderes tienen un rol central, aunque en se produjeran transformaciones entre las mujeres que participaban
algunos se realicen asambleas en las que participan los miembros de en procesos generados por ellas mismas. Y advertíamos que entre
base. Sus integrantes reciben reconocimiento, pero con una limitada las mujeres que participan en asociaciones con Una fuerte impronta
autonomía para tomar decisiones en la propia organización, salvo en de jerarquías masculinas es más difícil observar cambios sustanti-
las tareas comunitarias barbales. En los aspectos más importantes; vos respecto de los discursos, las prácticas. de género y las relaciones
tienen voz, pero las dacisiones corresponden a la dirigencia. El dis- de poder-autoridad. Consideramos que, para las que se autoorga-
curso acerca .del trabajo sigue la misma lógica: para la mayoría de nizan -sea solas o en asociaciones con varones-, la acción colectiva
los piqueteros, el derecho al jrabajoiestá definido por la relaciónde de- puede implicar un camino hacia discursos y prácticas de derechos,
pendencia.P En cambio, los Q;breros: y las obreras de las ERA producen, mediados por la historia personal, la identidady los propios tiem-
organizan, deciden, en es:p~dos horizontales. El derecho al trabajo pos subjetivos. Hemos analizado cómo las mujeres de algunos mo-
consagrado en la Constitución no .es el mismo derecho que enarbo- vimientos, al tener la condición de posibilidad de autoorganizarse
lan, que es el de controlar lqs medios de producción y el de romper la (por su vinculación con el movimiento de mujeres y el feminista), la
figura patrón~obreros. Predominan los discursos de autodetermina- aprovecharon y desafiaron los liderazgos masculinos.
ción y autonomía, y eljuegc¡>'prag.ffiático con el Estado. En las ERA se Hemos descripto las demandas de las mujeres, centralmente las
..pusieron en crisis la propiedad privada, las formas de gestión y las vinculadas con los derechos sexuales y reproductivos y las creativas
"' escalas salariales y, de se~'neces~rio, las formas de hacer alianzas estrategias con las que se enfrentan a la violencia en los barrios.
con el Estado. La forma de;b60perativa y el retiro igualitario aseguran Observamos cómo la experiencia en lo público produjo cambios sub-
mayor democratización de;ll3.~ relaciones laborales. jetivos en las identidades de muchas, transformaciones en los modos
Al analizar el concepto-de cultura del trabajo, en el caso del mo- de pensarse, de reflexionar y actuar con sus parejas y con sus hijos
vimiento de desocupados~h.dimo~s encontrar una notable homoge- e hijas, cambios que significaron la elaboración ~e discursos de de-
neidad en los discursos eft:los cuales se la. reivindicaba como algo rechos en las relaciones familiares, así como en las organizaciones,
valioso pero perdido, y qUE)1 era nrcesarlO
' . recuperar. E n cambi10, en con la salvedad de que, por supuesto, esto depe~dió de los tiempos
los discursos vertidos porIps obreros de las empresas recuperadas, propios y de los procesos singulares de cada mujE~r.
ese no era un elemento importante ya que no debían mostrarse como Un punto de ruptura importante, referido a laconstrucción social
trabajadores aplicados ni é~mo obreros que cumplían con un patrón, de lo maternal, es que en las mujeres que había:b. iniciado procesos
figura que, además de extraerles la plusvalía, los había abandonado. democratizadores las referencias a los hijos no aparecían destaca-
En el primer caso, las refe~'encia~ a esa cultura del trabajo perdida das. En cambio, entre las que no pertenecían aninguna organiza-
estaban presentes tanto e11 la dirigencia cono en las bases. Lo inte- ción, esas referencias atravesaban todas las entrevistas. Nos hemos
resante es que no se observaron' cuestionamientos, salvo quizá en referido a una dislocación de la identidad femenina popular en va-
algunos de los más radicalizados. . rios niveles) lo que condujo a la constitución del feminismo popular.
Una de nuestras hipótesis se .refería a las potenciales transfor- Estas mujeres que hablan de sí mismas -y no sólo de sus hijos-, que
maciones de las identidades de mujeres y varones, considerando que manifiestan placer en participar en marchas, qJe deciden pasar a
son más significativas en el caso de las primeras, sobre todo por las cumplir tareas de seguridad, que regresan tardeo se ausentan por
nuevas relaciones que establecieron fuera de los ámbitos privados algunos días de sus casas por primera vez en sus vidas o que llegan
familiares. Conjeturábamos que habría más probabilidades de que a armar sus propias comisiones y a activar en la campaña por el
aborto legal, ya no son las mujeres pasivas de la asistencia estatal
o de las ÜNG.
Debido a la escasa o nula formación política de los miembros de
2. Salvo en los grupos de MTD, ,en los cuales se sostenía un discurso autonomista, base entre los desocupados, al principio eran, en general) dependien-
no obstante en la práctica 'recibían y admírdstraban los subsidios que otorgaba el tes de la dirigencia. Cuando emergieron los desacuerdos, el proce-
Estado. Las actividades comunítarias, [fuera de la sspectacularidad de algunos
samiento dependió justamente del grado de politización alcanzado.
eventos puntuales, no cüferían:'~emasia9.o en cuanto a su organización con las de
otros movimientos con conduccíóc centralizada.
En aquellos casos en que hubo conflictos serios, y en éstos estaban

r.;
310 Graciela Di Marco Conclusiones
311

involucrados los más politizados, la rebeli6n condujo a rupturas y cual hubiera estado ampliamente justificado, ¡Ya que este nivel de
a la organización de nuevos grupos. Cuando el nivel de politización
análisis es de por sí una cantera de insights acerca de la construccio-
fue bajo, la rebelión fue silenciosa e individual y terminaba con la nes de discursos e identidades. Nos interesam.Os desde el principio
migración a otro movimiento. Las mujeres que iniciaron procesos por permanecer atentas en el estudio de las demandas respecto de
de democratización se alejaron de aquella dependencia y lucharon
la posibilidad o no de articulaciones en lo macro! lo global. Entonces,
por espacios más autónomos; hasta en algunos casos claramente
también nosotras, como muchas de las mujeres entrevistadas, pasa-
confrontativos con la dirigencia masculina. Sin embargo, sólo en un mos de lo micro a lo macro.
caso una experimentada militante (una "señora de nadie") rompi~
Consideramos cómo emergió el feminismo popular, que articula
con la dirigencia y armó otra organización. 3
las demandas de mujeres populares que quizá .nunca se considera-
En general, y más allá de las contradicciones, en este proc~s.o ron feministas y que las van definiendo de acuerdo con sus prácticas:
seguido por los movimientos se han conformado identidades no czuz- toman y reconstruyen lo que sus compañeras feministas comparten
lizadas, en el sentido de no domesticadas: especialmente las de mu-
con ellas desde diferentes concepciones y posiciones subjetivas. Este
chas mujeres que resisten el poder y el policiamiento de sus cuerpos feminismo se inscribe en nuestra aseveración acerca de que no hay
y de sus emociones. Son identidades políticamente incorrectas, ba-
un solo .modo de afirmar qué es el feminismo y qli~ éste lo es si lucha
sadas en las diferencias con lo que está instituido. Conocen las leyes contra la opresión de las mujeres. ! '
y las instituciones, pero no confían en ellas o bien desean empujarlas
También nos hemos detenido a analizar cJ:rno se construyó el
más allá de sus límites o, directamente, cambiarlas, Para los OJos
pueblo feminista, noción que hace referencia a~ la cadena de equi-
de la sociedad civil organizada, y de los políticos, en estos discursos
valencias que permitió la emergencia de un p-ttéblo que excede al
políticamente incorrectos hay algo de salvaje, de no civilizado',Como feminismo anteriormente citado, del cual éste elb punto nodal. El
hemos analizado, entre la ley y la vida se elige la vida, definida en
pueblo feminista es una construcciÓn que antagoinza con el catolicis-
sus propios términos y en su propio contexto económico, cultural y
mo integral. La campaña por el aborto -sin desebnocer la urgencia
relacional, que se inserta en el contexto político más genera~. Nos re-
de esta demanda en particular- significa a otrasdemandas, las de la
ferimos en especial a las prácticas y los discursos de las mujeres que
búsqueda de un laicismo más profundo y de mas.democracía.
han iniciado procesos de transfor~ación referidos a la violencia y al
Hemos hecho referencia al integrismo catóÚb~ para poder com-
control de sus cuerpos, mediante los cuales critican la legislación y
prender la posición de la Iglesia Católica institticional con respecto
las instituciones que deberían ser garantes de sus derechos. Se con-
a los derechos de las mujeres, destacando su pe~iJiar conformación
frontan además las nociones de propiedad privada y emerge una
categorfa impen~able años atrás: las empresas sin patrón. EI~.tr~ el
en la Argentina, sin desconocer la dominación Aiue ejerce sobre el
Estado, las sociedades y la cultura en la mayoría, de los países lati-
derecho a trabajar y la propiedad privada, se desafiaron los lmutes
noamericanos, ni las características del Vaticanoi.qus se han vuelto
de esta última. En el caso de las obreras, confrontaron las visiones
cada vez más rígidas, acompañadas por la dírigéncia de la derecha
tradicionales, constituyéndose muchas de ellas en líderes en las ERA.
conservadora de los 80 y 90 en casi todos los países, con algunos
matices que se pudieron observar en las cumbres-de población. Tam-
poco desconocemos o desvalorizamos las múltipl~~: formas en las que
El pueblo feminista
católicos y católicas viven su fe. En nuestro análisis político nos re-
ferimos a la posición de las jerarquías, en las cuales las disidencias
N o fue nuestra decisión quedarnos sólo en el nivel microsocial
son escasas y, cuando existen, son ocultadas o tefminan en diversas
-"los microespacios sectoriales en donde las nuevas fuerzas histó- sanciones. .
ricas se constituyen", según Laclau (en Di Marco y Goren, e/p)-, lo
Nos hemos referido a la posición la Iglesia datólica en torno al
cuerpo y la sexualidad, y a las prácticas de la jerarquía católica para
frenar avances que tuvieran que ver con la libre; decisión de la ciu-
3. A diferencia de las mujeres que se hicieron conocidas por ser las parejas de los dadanía en este terreno. Hemos mencionado las ~aracterísticas más
líderes.
importantes del integrismo católico y su importancia en la misma
r
.~, ~

),
Graciela Di Marco
312

definición del trabajo en la Agentiha. Mientras el discurso so~re el Bibliografía


trabajo no aparece contestado, el deila sexualidad sí, en una sOC1e~ad
que se declara mayoritariamente católica pero que desea pr~ctlcar
su libertad de conciencia y de expresión fuera de todo dogmatismo.
Estas conclusiones configftan un conjunto de hi~ótesis que abren
el camino para futuras índagacíones, para profundizarlas o refutar-
las. Para nosotras, el desarrollo de.la investigación que las susten-
ta significó hacer jugar lasp~"eguntas con las que terminamos cada
uno de los trabajos que heráos realizado en nuestra carrera como
investigadoras, en la cual el compromiso activo con las luchas de
las mujeres y con los derechps ~~anos es un componente. central.
Las y los actores de los mov¡.mlent?S no fueron .nunca consld~r~dos
meros objetos de nuestras iri~agaciones, sino sujetos cuyas pra:tlcas AA.VV. (2002), Sociedad y sociabilidad en la Argentina de l~s 90, Buenos Aires,
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