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El templo
Cuando Gaudí empezó a dirigir la construcción del templo, solo estaba construida
la cripta, en la que modificó los capiteles, que pasaron de ser de estilo corintio a otro
estilo inspirado en motivos vegetales. Gaudí evolucionó desde el primer proyecto
neogótico hacia su estilo particular naturalista, orgánico, inspirado en la naturaleza.
El arquitecto opinaba que el gótico era imperfecto, porque sus formas rectas, su
sistema de pilares y arbotantes, no reflejaba las leyes de la naturaleza, que según
él es propensa a las formas geométricas regladas, como son el paraboloide
hiperbólico, el hiperboloide, el helicoide y el conoide.
El templo tendrá 18 torres, cuatro en cada una de las tres fachadas haciendo un
total de doce por los apóstoles, en el centro la torre cimboriodedicada a Jesús, de
172,5 metros de altura, otras cuatro de los evangelistas alrededor de la torre
cimborio y, sobre el ábside, otro cimborio dedicado a la Virgen. Tienen perfil
parabólico y disponen de unas escaleras helicoidales que dejan la parte central
hueca para situar allí unas campanas tubulares dispuestas como carillón.
La cripta
El ábside ocupa la cabecera del templo, entre las fachadas del Nacimiento y la
Pasión. En el centro del claustro que lo circunda se situará la capilla de
la Asunción y tendrá dos sacristías en los laterales, de las que de momento se ha
construido una. Gaudí dedicó el conjunto del ábside a la Virgen María, de la que era
gran devoto. El proyecto contiene siete capillas absidiales dedicadas a los
siete dolores y gozos de San José, según deseos del fundador Bocabella.103 Estas
capillas están separadas en el exterior por ocho contrafuertes con agujas, que llegan
a los 50 m de altura. Cada capilla contiene en su parte superior tres vitrales,
delimitados por otros dos contrafuertes con agujas de menor altura. 104 De
inspiración gótica, al encontrarse sobre la cripta sigue su misma estructura. Su
construcción se realizó de 1890 a 1893, aunque las bóvedas de las capillas y
el deambulatorio no se finalizaron hasta inicios del siglo XXI
El ábside contiene una profusa decoración escultórica donde destacan las estatuas
dedicadas a santos fundadores de órdenes religiosas: en los contrafuertes se sitúan
(de Nacimiento a Pasión) santa Clara, san Bruno, san Bernardo de Claraval, san
Benito de Nursia, santa Escolástica y san Antonio Abad; en el ventanal de la
fachada del transepto se encuentran san Francisco de Asís y santa Teresa de
Jesús (Nacimiento y Pasión respectivamente).nota 7 También se encuentran
los anagramas de Jesús (la inicial de su nombre rodeada por una corona de
espinas), de la Virgen (su inicial con la corona de Reina de los Cielos y la Tierra) y
san José (su inicial acompañada de narcisos, flores que evocan la pureza y
castidad). Los pináculos de los contrafuertes están rematados con esculturas de
espigas y capullos de flora del entorno (cuando se construyó era campo), dispuestos
como un ramo de flores de ofrenda a la Virgen. Además, en la parte superior de los
contrafuertes hay unas gárgolas con forma de animales
(serpiente, camaleón, caracol, lagarto, lagartija, rana, salamandra), 113 obra
de Llorenç Matamala.
Fachada del Nacimiento
Es el mayor de los tres, y está dedicado a Jesús. Está formado por muros en esviaje
que van de las puertas a las columnas situadas entre las arquivoltas, que nacen en
los capiteles de las mismas; esta arquivolta central está estructurada alrededor de
un arco pentalobulado que le sirve de directriz y se remata en el ventanal
del tímpano central. Los muros son acanalados, con seis aristas que surgen de un
banco terrero y quedan interrumpidas por unas peanas decoradas con motivos
escultóricos de plantas y aves domésticas, sobre las que se sitúan unas hornacinas
con las esculturas de las adoraciones y el Nacimiento coronando el parteluz
Portal de la Esperanza
Dedicado a San José, tiene una forma similar al pórtico central, con muros en esviaje
de dos canales que siguen la forma pentalobulada de la arquivolta. Aquí
encontramos las escenas de los Esponsales de la Virgen María y San José,
la Familia de Jesús (con San Joaquín y Santa Ana), El sabio y el Niño Jesús,
la Muerte de los Santos Inocentes, La huida a Egipto y La barca de San José, en
que José es el timonel que conduce a la Iglesia católica. También podemos observar
la colocación de diversas herramientas: una sierra, una maza, un cincel, una
escuadra, un destornillador, un martillo y un hacha. En alusión a la huida a Egipto —
y simbolizando la esperanza de la vida— se hallan animales domésticos
como ocas, gansos o patos en representación de la fauna del Nilo, así como flora
de Egipto. El pórtico está rematado por un gran pináculo semejante a los peñascos
de Montserrat (concretamente el Cavall Bernat), con la inscripción latina Salva nos
Portal de la fe
En el exterior destaca el claustro, que rodea casi todo el perímetro del templo, solo
interrumpido en la fachada principal, la de la Gloria, por lo que tiene forma de U.
Esta solución original ideada por Gaudí se contrapone a la disposición tradicional
del claustro en atrio de las basílicas paleocristianas o situado a un lado de la iglesia
en los monasterios y catedrales medievales. Lo hizo así para aislar el templo del
exterior —tanto a nivel acústico como climático— y favorecer el tránsito en
procesión. Como el resto del proyecto, se encuentra a cuatro metros sobre el nivel
del suelo, y su longitud total será de 240 metros.
Para los ventanales de los muros exteriores Gaudí ideó tres tipologías distintas,
para conseguir una transición del neogótico original a la nueva estructura naturalista
aplicada en sus últimos años: el primer nivel, bajo la cantoría, es neogótico; el
segundo, sobre las cantorías, presenta un hiperboloide elíptico rodeado de cuatro
circulares, sobre un friso de aberturas alargadas; el tercero, que corresponde a la
nave central, tiene igualmente un hiperboloide elíptico rodeado de dos hiperboloides
de revolución, también sobre cuatro aberturas alargadas, figurando en el centro la
inscripción Gloriam.
Entre los ventanales de las naves laterales se sitúan unas columnas
salomónicas con las inscripciones aurum, thus, myrrham (en
latín oro, incienso y mirra) y oració, sacrifici, almoina (en catalán oración, sacrificio
y limosna), y rematadas por las letras griegas α (alfa) y ω (omega). También se
alternan en los muros exteriores otras inscripciones como: Jesus, Maria,
Joseph; Sursum corda; Gratia plena; Ora pro nobis.
Los ventanales terminan en un frontón, el vértice del cual está coronado por una
cesta de frutas
(manzanas, higos, naranjas, melocotones, almendras, ciruelas, granadas, cerezas,
peras, caquis, castañas y nísperos), que simbolizan la lluvia de frutos del Espíritu
Santo que cae sobre los hombres.229 Son obra de Etsuro Sotoo. En el parteluz sobre
cada ventanal hay Santos Fundadores (de Nacimiento a Pasión): san Jerónimo, san
Ignacio de Loyola, san José de Calasanz, san Vicente de Paúl, san Felipe
Neri, santa Juana de Lestonnac, san José Manyanet, san José Oriol, san Juan
Bosco, santa Joaquina de Vedruna, san Antonio María Claret y san Pedro Nolasco
En las intersecciones del claustro con las fachadas Gaudí proyectó unos portales
dedicados a la Virgen: a ambos lados de la fachada del Nacimiento, la Virgen del
Rosario y la de Montserrat; en la fachada de la Pasión, la Virgen de la Merced y la
de los Dolores. Especialmente destacada es la del Rosario, que Gaudí eligió para
hacer una demostración de cómo tenía que ser la decoración del resto del templo.
El portal está presidido por la Virgen con el Niño, flanqueada por Santo
Domingo y Santa Catalina. Otras escenas reproducen: la Muerte del Justo, con la
Virgen mostrando a un moribundo al Niño Jesús, para proporcionarle alivio;
la Tentación de la Mujer, representada por un monstruo en forma de pez que ofrece
a una mujer una bolsa de dinero; y la Tentación del Hombre, simbolizada por un
diablo que ofrece a un obrero una bomba Orsini, empleada por los anarquistasen
aquella época. A cada lado de la puerta figuran los reyes David y Salomón y los
profetas Isaac y Jacob. Asimismo, hay gran profusión de rosas que adornan todo el
pórtico, y frases como las últimas palabras del Ave María: Et in hora mortis nostrae,
Amen. Las esculturas del portal, obra de Llorenç Matamala, sufrieron graves daños
durante la Guerra Civil Española y fueron restauradas entre 1982 y 1983 por Etsuro
Sotoo. En el exterior, este portal está rematado por una linterna cuyo pináculo tiene
forma de capullo de aloe (Aloe arborescens).
En las cuatro esquinas del templo figurarán tres obeliscos por cada una,
representando los puntos cardinales, las cuatro estaciones, los ayunos cristianos
(Témporas), relacionados a su vez con las órdenes sacerdotales, las virtudes
cardinales representadas simbólicamente, así como símbolos de San José (lirio), la
Virgen María (corona) y Jesús (variando en cada grupo). Por último, cada obelisco
central llevará tres de las doce estrofas del himno de Daniel de los niños
de Babilonia (Trium puerorum), uno de los laterales Sancte Joseph, Ora pro nobis,
y el otro Sancta Dei Genitrix, Ora pro nobis, Deo gratias. Tienen forma de
hiperboloide en su parte central, mientras que la superior es un tronco de pirámide
triangular con tres semiconos finales.
El interior
Altar central.
Para las bóvedas —con forma de hiperboloides— Gaudí utilizó la técnica
constructiva de la bóveda catalana o «bóveda tabicada», que consiste en la
superposición de varias capas de ladrillos con argamasa. Las cubiertas son de
forma piramidal, coronadas por una linterna. Los ventanales están pensados para
distribuir una iluminación suave y armónica, creando un efecto de recogimiento, y
tienen forma geométrica abstracta. Gaudí realizó profundos estudios acústicos y
lumínicos para conseguir una perfecta sonoridad e iluminación en el interior del
templo. Asimismo, diseñó las lámparas, mobiliario y objetos litúrgicos de la Sagrada
Familia: armarios de sacristía, bancos de los
oficiantes, faldistorios, púlpitos, confesonarios, tenebrarios, atriles, soportes
de cirios pascuales, etc.
Al igual que el exterior, el interior tiene un gran significado religioso, con tres vías
que representan diversos conceptos: de la fachada de la Gloria al ábside simboliza
la Vía de la Humanidad (Via Humanitatis); de la fachada del Nacimiento a la de la
Pasión, la Vía de Jesucristo (Via Christi); y el claustro representa la Vía de la Iglesia
(Via Ecclesiae). A su vez, las naves del templo representan a la Iglesia militante, la
cripta a la penitente y el altar central a la triunfante. Por otro lado, la Sagrada Familia
representa la Nueva Jerusalén, la Jerusalén Celestial, para lo que Gaudí se basó
en el libro del Apocalipsis (versículos 21 y 22): así como en el texto bíblico la Nueva
Jerusalén baja del cielo y habita entre la humanidad, la Sagrada Familia se sitúa
en Barcelona, que simboliza el conjunto de todos los pueblos del planeta.