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TEMA CÉLULA PAÍS JUNIO 2019

AMANDO LA PALABRA

Pídales a sus discípulos que armen el rompecabezas que reciben (anexo)

Luego de armar el rompecabezas, pedirle a uno que le explique el cuadro.

Hemos aprendido que nos consagramos al Padre como hijos para


depender de Él, disfrutar de su paternidad y honrarle; nos consagramos al
Señor Jesucristo como siervos para, con temor, agradarle en todo y así
cumplir aquello por lo que nos escogió y nos envió; nos consagramos a su
Palabra
como amigos de Dios, porque el Señor Jesús nos dijo que ya no nos llamaría siervos sino
amigos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor. Nos ha llamado amigos para
darnos a conocer todas las cosas del Padre y esto lo hace en su Palabra a través de su
Santo Espíritu, es su poder el que hace que ella sea viva y eficaz en nuestra vida y a
través de ella, por ello nos consagramos a la palabra de Dios en el poder del Espíritu
Santo, como amigos de Dios. Honramos al Padre, le servimos con temor agradándole y
disfrutando con alegría su presencia, su Santo Espíritu y la Bienaventuranza de su
Palabra en nuestra vida (Juan 15:15).

CUANDO AMAMOS LA PALABRA DE DIOS Y NOS CONSAGRAMOS A


ELLA:

1. Amamos los dichos de su boca, la Palabra que sale de Él. Inspiración


significa “Dios respiró”, la Palabra es su aliento que da vida y vivifica,
por eso la amamos (Salmo 119:25).

2. Nos regocijamos en sus mandamientos, los amamos más que cualquier otra cosa
valiosa, más que el oro puro (Salmo 119:47,127).

3. Meditamos en ella, pues a ella nos hemos consagrado. Meditamos en lo que


amamos. Cuando disfrutamos del amor (Dios es nuestro amor), pensamos y
meditamos todo el tiempo en Él y todo lo que es suyo.

4. Disfrutamos de paz (Salmo 119:165,168).

5. Nunca renunciamos a Ella, pues nos hemos consagrado al Padre, al Hijo y a su


Palabra (Salmo 119:157).

6. Es nuestro único punto de referencia, por eso la oímos, leemos, estudiamos,


memorizamos y meditamos (Salmo 119:2). Siempre cuidaremos lo que leemos y
cómo lo hacemos. En nuestra labor formativa debemos cultivar el hábito de la lectura
para poder enseñar. La Biblia es suficiente en sí misma, la palabra de Dios es
completa y sacia totalmente.
7. Profundizamos en el conocimiento de la Palabra, estudiamos fuentes serías y
confiables que nos ayudarán al estudio de la palabra de Dios, pero al momento de
enseñarla cuidamos de no añadir o quitar a lo que ya está escrito, pues es la voz de
Dios, por eso no nos dejamos deslumbrar por cualquier tipo de fábula disfrazada en
teorías supuestamente innovadoras.

APLICACIÓN TEOTERÁPICA

Nos consagramos a Dios y a su causa, la consagración es una: nos consagramos a Dios


y su Palabra, a nuestro cónyuge y familia, y al servicio del tabernáculo. La Palabra es
parte de nuestra consagración, por eso la amamos, la conocemos y la vivimos, ella es
viva y eficaz en nosotros y a través de nosotros (Hebreos 4:12).

Entregue a sus discípulos el siguiente cuadro, para que con base en las 5
vías de alimentación de la palabra de Dios reflexionen y tomen decisiones:

VÍA DE ALIMENTACIÓN REALIDAD PERSONAL ACCIONES PARA


DE LA PALABRA DE MEJORAR
DIOS
La oigo

La leo

La estudio

La memorizo

La medito

Con base a lo estudiado y el ejercicio realizado en la determinación, llevar a


los discípulos a un reencuentro con la palabra de Dios y delante de Dios
disponerse a cada día consagrarse a ella (Tomar como guía el Salmo
119:4-8).

Ejercitarse en la consagración a la palabra de Dios y en la próxima célula


contar lo que ha sido esta experiencia.
ANEXO:
Imprimir el gráfico y recortarlo como un rompecabezas, para que sea armado por sus
discípulos.

A mí A mí A su palabra en el poder del


Padre Señor Espíritu Santo

Me Como Como Como


consagro hijo siervo Amigo

Para Con temor servirle


Para disfrutarle
Honrarle (agradándole)

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