Sie sind auf Seite 1von 22

CIRUGIAS DE ABDOMEN

3
Punción de la cavidad abdominal
La punción de la cavidad abdominal se realiza por lo general con fines diagnósticos.
Un lugar adecuado se encuentra 10 cm por detrás del apéndice xifoides, a la derecha de
la línea media, en un punto equidistante entre el arco costal y la línea media
(Fig. 101-1).
Por lo general esta maniobra no necesita anestesia, y se realiza con el animal en pie.
En ese sitio se debe introducir una aguja 40/20 perpendicular a la pared abdominal y
con jeringa se aspira el líquido para su evaluación.

Fig. 101

Laparatomía exploratoria izquierda alta


Como su nombre lo indica se utiliza para explorar el abdomen por el flanco izquierdo.
Permite explorar por zona antero-izquierda: lado izquierdo del rumen, retículo, bazo y
diafragma; hacia atrás cavidad pelviana, útero, vejiga y uréteres. En dorsal riñones, y
continuando a la derecha del rumen se puede explorar parte de: abomaso, librillo,
hígado, intestino delgado, ciego y colon replegado.
Esta cirugía se realiza con el animal en pie, si es posible aprisionado a una tranquera,
alambrado, manga, etc. Los bretes de ordeño tipo ¨a la par¨ permiten buenas
condiciones de trabajo.
Anestesia: Se debe sedar el animal con xilacina o combinación xilacina-ketamina.
Se puede realizar infiltración tipo “L” invertida en el flanco o utilizar las anestesias de
conducción ya descriptas, técnicas de Magda, Farquarson o epidural lumbar
segmental.
Lavar, afeitar y desinfectar el flanco izquierdo.
La incisión cutánea de unos 20 cm de longitud se realiza de arriba abajo a un través de
mano por debajo de las apófisis transversas lumbares, y a un través de mano por detrás
de la última costilla (Fig. 102-1, 2 o 3).
Cada borde de piel puede tomarse con una pinza Backaus y replegarse sobre la misma
piel (Fig. 103), de este modo ampliamos el campo operatorio.
Los planos musculares (músculos oblicuos abdominales externos e internos) se
seccionan en la misma dirección (Fig. 104), los vasos que sangran se ligan o se les
aplica hemostasia temporaria por pinzamiento.
A continuación se divulsiona digitalmente el músculo transverso abdominal lo que
permitirá visualizar la fascia interna de este músculo adherida al peritoneo. Este se
incide con tijera acodada siguiendo la misma dirección.

37
Manual de anestesias y cirugías en bovinos

1. Ruminotomía
2. Laparotomía exploratoria
3. Castración de hembra
4. Cesárea en pie

Fig. 102

Fig. 103 Fig. 104

Ahora se procede a la exploración de la cavidad abdominal antero-izquierda


introduciendo el brazo derecho; también con este brazo se puede explorar parte del
abdomen derecho. Luego con el brazo izquierdo podemos explorar toda la sección
posterior del abdomen.

Ruminotomía
La mejor zona de acceso del flanco izquierdo para realizar una ruminotomía
corresponde a su parte anterior (Fig. 102-1).
Pero si luego de la laparatomía exploratoria es necesario abordar rúmen, también lo
podemos lograr habiendo accedido por la parte central del flanco (Fig. 102-2).
Ya en cavidad abdominal exteriorizamos el rumen digitalmente y con pinzas Backaus
lo fijamos a la piel en el vértice dorsal y ventral de la herida cutánea.
De esta manera el rumen nos quedará exteriorizado y fijado (Fig. 105), por lo que nos
permitirá realizar una punción a punta de bisturí para continuar la incisión con tijera
acodada. El próximo paso será tomar cada lado de la herida ruminal con una nueva
pinza de Backaus para provocar su eversión fijándola a la piel (Fig. 106). De tal manera
los contenidos ruminales vuelcan al exterior.

38
Cirugías de abdomen

Fig. 105 Fig. 106

Teniendo tensados y evertidos los bordes ruminales se puede introducir el brazo


derecho que nos permitirá llegar hasta retículo y gotera esofágica en busca de cuerpos
extraños, malformaciones, adherencias, etc. (Fig. 107).

Fig. 107 Fig. 108

Previo lavado de los bordes se comienza a suturar el rúmen (Fig. 108), con una sutura
contínua de Cushing (Fig. 109) ó Connell (Fig. 110) con lino Nº 18-20 ó catgut Nº 2 y
aguja atraumática 1/3 de círculo. No es necesario una doble sutura.

39
Manual de anestesias y cirugías en bovinos

Cushing Connell

Fig. 109 Fig. 110

Surgette Sutura en “X”

Fig. 111 Fig. 112

Colocamos antibióticos locales en base oleosa, reintroducimos el órgano a la cavidad e


iniciamos la síntesis de la pared con una sutura contínua tipo Surgette (Fig. 111) del
peritoneo y la fascia profunda del transverso del abdomen desde el vértice ventral. Para
esta sutura se utiliza catgut Nº 2-3 o nylon Nº 40.
Se continúan los planos musculares con puntos separados en "X" (Fig. 112). Durante
la sutura vamos depositando antibióticos locales.
Una alternativa simplificada es obviar la sutura del peritoneo y la fascia realizando
solamente unos 5 ó 6 puntos en "X" que toman a todos los planos de la pared, excepto
la piel.
La sutura de piel nos permite elegir varias alternativas, desde la síntesis con grampas
metálicas (Fig. 113) hasta los puntos separados en “U” (Fig. 114) o suturas continuas
tipo Reverdin (Fig. 115). En ambos casos el nylon monofilamento Nº 50-60 es
considerado ideal.
Se realiza antibioterapia general. Las grampas metálicas y/o puntos se retiran a los 12
días.

40
Cirugías de abdomen

Sutura con grampas metálicas Sutura en “U”

Fig. 113 Fig. 114

Reverdin

Fig. 115

Corrección de la dislocación abomasal izquierda


Existen diferentes técnicas quirúrgicas para intentar la reposición del abomaso
desplazado hacia la izquierda y luego fijarlo para evitar recidivas.

Omentopexia caudoventral derecha


Con el animal en pie se realiza una laparatomía lateral derecha en el tercio medio del
abdomen (Fig. 116).

Fig. 116

Se introduce la mano izquierda protegiendo un trocar de pequeño calibre, conectado a


un tubo de goma largo cuyo extremo libre quedará fuera de la cavidad abdominal. Se
avanza por encima del intestino delgado, el ciego y el colon replegado hacia la región

41
Manual de anestesias y cirugías en bovinos

caudodorsal del rumen de tal manera de llegar a contactar la cúpula del abomaso
desviado (Fig. 125 A-1). Este se punciona con la aguja para evacuar el gas acumulado.
De esta manera reducimos su tamaño y facilitamos la posterior maniobra de tracción
hacia la derecha. Esta se realiza introduciendo la mano izquierda siguiendo la pared
abdominal derecha en dirección craneoventral tomando la región pilórica del abomaso
y/o el ligamento gastroepiploico y traccionándolo hacia arriba. El objetivo es lograr la
reubicación del abomaso en su lugar (Fig. 125 D-2).
Al omento mayor se lo atrae hacia la herida cutánea para adosarle el botón que lo fijará
a la pared abdominal derecha por encima del pliegue de la babilla. (Fig. 117).
La fijación se realiza con hilo de nylon Nº 50-60 y dos botones grandes, uno quedará en
el interior de la cavidad abdominal sobre la cara interna del omento (Fig. 118) y el otro
sobre la cara externa de los planos musculares de la pared abdominal derecha
inmediatamente por encima del ángulo inferior de la herida cutánea. El botón externo se
dejará debajo de la piel (Fig. 119).
La síntesis de los planos musculares en este caso debe iniciarse por el vértice inferior
para dejar en primer término incorporado el botón de sujeción subcutáneo. (Fig. 120).
Finaliza con antibioterapia general.

Fig. 117 Fig. 118

Fig. 119 Fig. 120

42
Cirugías de abdomen

Abomasopexia retroxifoidea con apertura del flanco izquierdo


Con el animal en pie se realiza una laparatomía en el flanco izquierdo en su tercio medio
(Fig. 102-1)
La curvatura mayor de abomaso aparecerá por delante de la incisión, entre la pared
abdominal izquierda y rumen (Fig. 125 A-1).
En la curvatura mayor del abomaso y tomando la seromuscular, se realizará una sutura
de fijación con nylon Nº 60, dejando los cabos largos (1 mt).
Se enhebra uno de los cabos en una aguja recta y larga. Se procede a desplazar la
aguja enhebrada, cubierta con la mano derecha, hasta llegar a la zona retroxifoidea
derecha. Se perfora totalmente la pared abdominal y un ayudante tomará, desde el
exterior, la aguja traccionando del cabo. Se procede de la misma manera con el otro
cabo.
Posteriormente con una aguja conectada a un tubo de goma se evacua el gas
acumulado en la cúpula abomasal. El cirujano continuará empujando el abomaso hacia
abajo tratando de ubicarlo en su lugar, una vez logrado, el ayudante traccionará y fijara
con un nudo los 2 cabos de nylon en la zona retroxifoidea.
Para el cierre de la pared abdominal ver ruminotomía.
Finaliza con antibioterapia general.

Abomasopexia por laparatomía retroxifoidea derecha


Se realiza la sedación con xilacina.
Se procede al volteo del animal colocándolo en decúbito lateral izquierdo con sus
miembros extendidos y fijados hacia arriba (Fig. 121).
Se realiza la anestesia por infiltración con anestésico de uso local en una franja paralela
al borde retrocostal derecho de 10 cm de ancho por 25 cm de largo, comenzando desde
la zona retroxifoidea hácia atrás o puede recurrirse a la anestesia epidural lumbo-sacra.
Se ingresa a la cavidad abdominal por una incisión paramediana derecha de 20 cm de
longitud que se inicia en el ángulo costal-retroxifoideo a 10 cm del apéndice xifoideo, se
dirije hacia atrás en dirección caudo-lateral formando un ángulo de 35 grados con la
línea media (Fig. 122-2).
Al ingresar a la cavidad abdominal nos encontraremos con parte del abomaso, se
realiza una incisión de 5 cm y se extrae todo el líquido y aire que fuera posible.
La síntesis la realizamos con una sutura de Schmieden (Fig. 123) - Lembert (Fig. 124).
Se reacomoda el abomaso llevándolo a su posición derecha y lo fijamos con nylon
monofilamento Nº 40-50 incluyéndolo a la síntesis de la pared abdominal (Fig.122-3)
con puntos en “X “ (Fig. 112) o puntos reforzados.
La síntesis de la piel se puede realizar con nylon monofilamento Nº 40-50 o lino Nº 18
con puntos en “U” (Fig. 114) o por medio de una sutura contínua de Reverdin (Fig. 115).
Finaliza con antibioterapia general.

43
Manual de anestesias y cirugías en bovinos

Fig. 121 Fig. 122

Schmieden Lembert

Fig. 123 Fig. 124

Abomasopexia percutánea retroxifoidea


Se realiza sedación con xilacina-ketamina e infiltración local de Xilocaína o similar.
La técnica consiste en fijar el abomaso a la pared abdominal a la altura de la zona
retroxifoidea derecha (Fig. 122-3).
Efectuado el diagnóstico (Fig. 125 A), se procede al volteo del animal y a la sujeción de
los miembros anteriores y posteriores con cuerdas. Se dejan largos los dos cabos de
las cuerdas en manos de dos ayudantes, uno de cada lado.
Se procede a colocar al animal en decúbito supino.

44
Cirugías de abdomen

Fig. 125

El animal deberá ser volteado varias veces sobre su lado izquierdo y vuelto a la posición
decúbito supino hasta lograr que el abomaso se ubique claramente en la zona
retroxifoidea derecha, detectado por auscultación-percusión combinadas, percibiendo
una sonoridad clara de características metálicas (“pink”) (Fig. 125 B-C).
Se prepara el campo quirúrgico que corresponde a una banda de 5 cm de ancho por 8
cm de largo, a un través de mano de la línea media y a 10 cm por detrás del xifoides
(Fig. 122-3).
Se infiltra localmente con anestésico y se procede a realizar un punto de fijación con una
aguja especial de medio círculo, de 18-20 cm de longitud y ojal grande, tipo “de
colchonero” (Fig. 126).

Fig. 126

Esta aguja permite enhebrar un trozo de 30 cm de “cinta hilera” esterilizada. Tomando


con toda la mano la mitad posterior de la aguja se introduce con fuerte presión en
dirección perpendicular a la pared abdominal atravesando la piel, la fuerte túnica flava y
el peritoneo en un punto equidistante entre la línea media y el cartílago xifoide, a un
través de mano de cada referencia. Se mantiene la dirección de la aguja para asegurar
el ingreso al abomaso.
En este momento comienza a corregirse la dirección de la aguja para hacerla emerger a
7-8 cm hacia caudal y paralela a la línea media.
Dado el tamaño de la aguja y su característica de “medio círculo”, comenzará a emerger
nuevamente por la piel antes de que ingrese el ojal enhebrado con la cinta.
Finaliza el punto anudando los cabos con nudo de cirujano y dejando los cabos largos.

45
Manual de anestesias y cirugías en bovinos

Se puede repetir un segundo punto a unos 4 cm en lateral y más hacia caudal para
asegurar aún mas la fijación del abomaso.
En definitiva, el objetivo de esta técnica es provocar una peritonitis circunscripta
controlada, que provoque un plastrón peritoneal adherencial entre el cuarto estómago,
peritoneo y pared abdominal.
La técnica es muy sencilla y genera buenos resultados. Los puntos se retiran sin
dificultad a los pocos días ya que parte del material de sutura es digerido por el jugo
gástrico en su pasaje por el interior del abomaso.

Corrección de la desviación abomasal derecha con y sin torsión


Con el animal en pie se realiza una laparatomía por el flanco derecho en su tercio medio
(Fig. 116).
Luego del ingreso a la cavidad abdominal, por palpación se trata de determinar la
posición del abomaso. La posición normal se puede observar en la figura 127.
Las tres alteraciones posibles serán:
1-Desviación abomasal derecha: encontraremos el abomaso muy dilatado con gas
y líquido ubicado entre el colon y la pared abdominal derecha (Fig. 128).

Fig. 127 Fig. 128

2-Desviación abomasal derecha con torsión a la derecha: encontraremos el mismo


cuadro, pero al seguir la pared abomasal, se percibirá en la unión omaso-abomasal la
torsión a la derecha. Nos daremos cuenta de esta alteración ya que los pliegues de la
torsión se disponen de izquierda a derecha, en el sentido de las agujas del reloj (Fig.
129).
3-Desviación abomasal derecha con torsión a la izquierda: corresponde a la misma
descripción anterior con la diferencia de que los pliegues de la torsión se disponen de
derecha a izquierda en el sentido inverso a las agujas del reloj (Fig. 130).

Fig. 129 Fig. 130

46
Cirugías de abdomen

En las opciones 2 y 3 se debe evaluar la presencia de necrosis en la zona de torsión lo


que obviamente agravaría el pronóstico (Fig. 131).

Fig. 131

Para continuar con la cirugía en cualquiera de las tres opciones se debe realizar el
vaciado del abomaso. Existen diferentes técnicas para esta maniobra, pero la que nos
ha dado mejores resultados fue la apertura mediante una pequeña incisión de 5 cm, se
toman ambos extremos de la incisión con pinzas Backaus ó mejor aún con pinzas de
órganos, se exterioriza el abomaso y se inicia el vaciado del órgano. Al principio el
vaciado se producirá espontáneamente, luego se lo debe ayudar introduciendo la mano
izquierda en el abdomen y dando masajes a la pared abomasal. Se pueden extraer
cantidades importantes, 50 ó más lts de líquido.
Una excelente ayuda para completar el vaciado del abomaso (también de rumen y
líquidos peritoneales) consiste en utilizar el vacio de la maquina de ordeñar, mediante la
conexión de un tubo plástico grueso a un tacho para leche (50 lts) a través de una tapa
de doble ingreso. El extremo libre del tubo se lleva en el interior de la mano para evitar la
succión de la pared abomasal.
Luego del vaciado se realiza una sutura doble de Schmieden (Fig. 123)-Lembert (Fig.
124).
Si existe torsión se acomoda el órgano girándolo en sentido inverso a la misma.
Luego de estas maniobras el abomaso se ubicará espontáneamente en su lugar.
Se sutura la apertura quirúrgica del flanco según las técnicas descriptas en
laparatomías (ver ruminotomía).
Finaliza con antibioterapia general.

Abomasotomía
Esta indicada para la extracción de cuerpos extraños del abomaso (arena, pelos,
egagrópilos, fitobezoarios, etc.) o para resolver úlceras sangrantes.
Se debe colocar el animal en posición de decúbito lateral izquierdo, con sus miembros
extendidos y fijados hacia arriba (Fig. 121).
Se realiza la anestesia por infiltración con anestésico de uso local en una franja paralela
al borde retrocostal derecho de 10 cm de ancho por 25 cm de largo, comenzando desde
la zona retroxifoidea hácia atrás o puede recurrirse a la anestesia epidural lumbo-sacra.
Se ingresa a la cavidad abdominal por una incisión paramediana derecha de 20 cm de
longitud que se inicia en el ángulo costal-retroxifoideo a 10 cm del apéndice xifoideo, se
dirije hácia atrás en dirección caudo-lateral formando un ángulo de 35 grados con la
línea media (Fig. 122-2).

47
Manual de anestesias y cirugías en bovinos

Al ingresar a la cavidad abdominal nos encontraremos con el abomaso, el que se debe


extraer para realizar la abomasotomía en su curvatura mayor. Se extrae el contenido y
luego cerramos con catgut Nº 2-3 ó nylon monofilamento Nº 30 realizando una sutura
doble de Schmieden (Fig. 123) - Lembert (Fig. 124).
La síntesis abdominal se logra con nylon Nº 40-50, incluyendo todos los planos en “X”
(Fig. 112) o “U” (Fig. 114).
La piel puede suturarse con nylon Nº 40-50 o lino Nº 18 realizando puntos en “U” o
en forma contínua tipo Reverdin (Fig. 115).
Finaliza con antibioterapia general.

Enterectomía
Es una cirugía poco frecuente en el bovino. En los casos en que debimos realizarla, la
causa fue incarceración, intususcepción o vólvulo intestinal.
La incarceración intestinal puede provocar una aguda obstrucción intestinal o
constricción y arresto de la circulación sanguínea de la cavidad abdominal, o fuera de
ella a través de una abertura natural o adquirida (Ejemplo: hernia estrangulada,
adherencias provenientes del útero, ovario, retículo, etc.).
La intususcepción consiste en la invaginación de un segmento proximal de intestino
dentro de un segmento adyacente distal, llevando a un cuadro de obstrucción intestinal
aguda con arresto circulatorio (Fig. 132).
El vólvulo consiste en una torsión del intestino sobre su eje, provocando un cuadro
semejante al descripto anteriormente (Fig. 133).

Fig. 132 Fig. 133

Pueden existir otras causas que requieran de una anastomosis intestinal, tales como
cuerpos extraños, estenosis congénita, perforaciones intestinales, etc.
La preocupación del cirujano ante la necesidad de realizar una anastomosis será
siempre la peritonitis por filtración o la estenosis. En ambos casos las causas
principales serán los defectos de sutura, por lo que pondremos énfasis en la descripción
de técnicas sencillas, que pueden ser realizadas en condiciones de campo y que han
demostrado ser eficientes.
El éxito de la cirugía depende en gran medida de la precocidad del diagnóstico, la
asepsia, la elección del material y la técnica de sutura.
Se indica la laparatomía lateral derecha alta, y si el animal lo permite se realiza con
sedación para trabajar con el animal en pie (Fig. 116).
Las alternativas anestésicas son varias: epidural lumbar segmental, infiltración del
flanco en “L” invertida, anestesias de conducción, etc.
En todos los casos es aconsejable complementar con la anestesia del bloqueo
suprapleural de los nervios esplácnicos y del tronco simpático, que facilita la tarea por
la relajación y analgesia de los órganos abdominales.

48
Cirugías de abdomen

Ubicado el sector intestinal problema (Fig. 134 y 136) se procede a desplazar el


contenido hacia ambos lados por compresión digital externa del intestino (Fig. 137). En
el caso de la figura 135 se observa la intususcepción producida en dicho intestino.

Fig 134. Fig. 135

Inmediatamente se colocan dos clamps intestinales que delimitan la porción a


seccionar. Digitalmente se desplaza hacia fuera el poco contenido intestinal que
pudiera quedar y se colocan los otros dos clamps intestinales a 3 cm de distancia (Fig.
138).
Se procede a ligar los vasos mesentéricos que irrigan el sector a extirpar (Fig. 138) y se
seccionan a tijera, el mesenterio y el intestino entre ambos clamps (Fig. 139).

Fig. 136 Fig. 137 Fig. 138

Con solución fisiológica estéril se procede al lavado de ambos cabos intestinales.


Puede recurrirse a la colocación de apósitos embebidos en solución fisiológica tibia
para mantener la humedad de los tejidos.
Las alternativas de síntesis son varias, describiremos dos de las técnicas de sutura. En
todos los casos es aconsejable el uso de materiales persistentes o de lenta absorción,
y que permitan un buen anudado como el Dexon Nº 0, lino Nº 120, Terylene, etc.
La primera es la técnica término-terminal de Poth y Cold, que consiste en realizar
puntos separados iniciándolos en el lado mesentérico y con la siguiente secuencia:
ingreso por serosa a 5 mm del borde libre de un lado atravesando hasta mucosa,
ingreso a 1 mm de la mucosa y hasta la subserosa del mismo lado.
Del lado contrario se inicia el punto inverso, es decir se inicia en subserosa y se sale por
mucosa a 1 mm del borde, se reingresa en la mucosa a 5 mm y se sale por serosa (Fig.
140 y 141).

49
Manual de anestesias y cirugías en bovinos

Fig. 139 Fig. 140 Fig. 141

De esta manera al anudar la primer lazada se notará que los tejidos incluidos en el punto
se tornan pálidos lo que significa que la microcirculación ha sido comprimida.
En este momento se procede a traccionar levemente de los cabos hasta lograr que el
hilo corte los tejidos más débiles como la mucosa y la muscular manteniendo la fuerte
estructura de las fibras colágenas.
En este momento los tejidos vuelven a su color normal y la lazada queda incluida en los
tejidos, lo que indica el restablecimiento de la microcirculación. Se continúan con dos
lazadas más de fijación y se cortan los cabos.
Los puntos se repiten cada 4 mm. Normalmente se ven dificultados los dos puntos
finales que pueden hacerse simples y lo más cercanos posible.
Se retiran los clamps y se verifican las posibles filtraciones (Fig. 142). De existir, se
agregarán puntos simples intermedios.

Fig. 142

Se continúa con la sutura del mesenterio a puntos separados con el mismo material
utilizado en la luz intestinal (Fig. 140).
Se lava con solución fisiológica y se lubrica el sector suturado con soluciones
antibióticas oleosas. Esta técnica se considera ideal en intestinos de luz reducida
(terneros).
La otra alternativa, algo más simple y que no tiene riesgos de estenosis en animales
mayores es la utilización de las conocidas técnicas de suturas continuas para vísceras
huecas de Schmieden (Fig. 123) y por sobre ella, las invaginantes de Lembert (Fig.
124) o de Cushing (Fig. 109).
La síntesis de la pared abdominal se hará según técnicas ya descriptas (ver
ruminotomía).
Finaliza con ayuno y dieta líquida por 24 horas más la antibioterapia correspondiente.

50
Cirugías de abdomen

Amputación del recto prolapsado


Es una cirugía poco frecuente en el bovino. La técnica consiste en realizar la sedación
con xilacina y anestesia epidural baja para trabajar con el animal en pie (Fig. 143).
Efectuada la higiene y antisepsia correspondiente se procede a realizar a 3 cm del ano,
dos puntos con hilo de lino Nº 20-22 en forma de cruz dejando los cabos largos, éstos
puntos sirven como guías y evitan el reingreso del recto a la cavidad pelviana (Fig. 144 y
145).

Fig. 143 Fig. 144

Fig. 145

Una maniobra que favorece la cirugía es la de colocar un tubo rígido lubricado con
crema anestésica dentro del recto.
Se procede a la sección circular del recto a 1 cm de los puntos guías. A continuación se
toman con una pinza los hilos que se cruzan en la luz del recto amputado, se los atrae
hacia el operador y cortan. Ahora disponemos el anudado de cada uno de los cuatro
puntos equidistantes sin cortar los cabos largos para mantener el recto fijado y evitar su
ingreso a la cavidad pelviana (Fig. 145).
Se continúa con la hemostasia correspondiente y finaliza la sutura con puntos
entrecortados cada 0.5 cm hasta cubrir la totalidad de la herida.
Se cortan los cabos largos de los puntos guías y sé reintroduce el recto a su posición
correspondiente.
Finaliza con antibioterapia y embrocación diaria con pomadas antibióticas y
anestésicas.

Corrección de la dilatación cecal con o sin torsión


Con el animal en pie se realiza una laparatomía por el flanco derecho en su tercio medio
(Fig. 116).
Se introduce la mano en la cavidad abdominal para evaluar la dilatación cecal y si existe
o no, torsión en la base del mismo.

51
Manual de anestesias y cirugías en bovinos

En las siguientes figuras se aprecian las distintas presentaciones que puede adoptar el
ciego dilatado y en torsión.
En la figura 146 se presenta el vértice cecal hácia arriba y afuera del gran omento.
En la figura 147 el vértice cecal esta hácia arriba y adentro del gran omento y en la
figura 148 se presenta el vértice hácia abajo y afuera del gran omento.

Fig. 146 Fig. 147

Fig. 148

En color rojo de las siguientes figuras se marcan las zonas del ciego que se pueden
palpar por tacto rectal, para su diagnóstico. Se presenta el ciego en su posición normal
(Fig. 149), en la figura 150 se observa dilatado y en el comienzo de la torsión. En la
figura 151 se observa el ciego con torsión a la derecha y en la figura 152 la torsión a la
izquierda.

Fig. 149 Fig.150 Fig. 151 Fig.152

El objetivo es exteriorizar el extremo del ciego; si ésto no fuera posible por estar muy
timpanizado se debe realizar la evacuación del gas mediante una aguja conectada a un
tubo de goma.
Exteriorizado el fondo cecal se realiza una pequeña incisión por donde se lo evacua
(Fig. 153 y 154).

52
Cirugías de abdomen

La torsión, si existe, suele autocorregirse al momento de producirse el vaciamiento del


órgano, de lo contrario se la corrige manualmente.
Se sutura con nylon Nº 30 y técnica doble de Schmieden (Fig. 123) - Lembert (Fig.
124) o también se puede realizar una sutura en “bolsa de tabaco” (Fig. 155).
La síntesis de la pared del flanco se realiza según las técnicas ya descriptas (ver
ruminotomía).
Finaliza con antibioterapia general.

Fig. 153 Fig. 154

Fig. 155

Corrección de las hernias umbilicales


Las hernias umbilicales (Fig. 156) pueden ser adquiridas o de origen hereditario. No es
aconsejable usar para la reproducción, a los machos y a las hembras que hayan
padecido estas hernias.
Las particularidades anatómicas de las hernias son muy variadas por lo que los
procedimientos operatorios suelen cambiar en cada caso. El contenido de epiplón,
intestino, cuajar, incarceraciones, abscesos del cordón umbilical, fístulas, etc. y sus
posibles adherencias, con el agregado del tamaño del anillo herniario pueden exigirnos
la utilización de diferentes técnicas.
Cuando no están complicadas resultan de fácil corrección.

53
Manual de anestesias y cirugías en bovinos

Fig. 156

Corrección de la hernia umbilical por la técnica percutánea


En los casos de hernias pequeñas y no complicadas, se puede intentar la corrección
por la sutura percutánea del anillo herniario interno.
Para ello se debe disponer de una aguja de medio círculo de 18-20 cm de longitud, la
misma que se utiliza para la abomasopexia percutánea retroxifoidea (Fig. 126).
Es conveniente que el animal este con ayuno previo de 24 horas.
Previa sedación y anestesia local infiltrativa o epidural lumbo-sacra, colocamos al
animal en decúbito supino, reponemos el contenido herniario y el saco herniario interno
y realizamos con nylon Nº 50 y capitones o con cinta hilera, un punto en ¨U¨ (Fig. 63)
tomando piel y bordes del anillo herniario (Fig. 157 y 158).
Finaliza con antibioterapia general.
La eficiencia de la técnica suele ser del 50 %, pero por su sencillez, justifica intentarla.

Fig. 157 Fig. 158

Corrección de la hernia umbilical con apertura del saco herniario externo


La corrección quirúrgica con apertura del saco herniario externo es una cirugía
frecuente en los bovinos jóvenes y en general de fácil resolución, siempre que el anillo
herniario no sea exageradamente grande y merezca la complementación con una
prótesis.
Es conveniente que el animal este con ayuno previo de 24 horas.
Se procede a la sedación usando las drogas conocidas, siendo aconsejable el uso de
la combinación xilacina-ketamina.

54
Cirugías de abdomen

Se complementa con anestesia epidural lumbo-sacra. Esta produce una muy buena
analgesia, miorrelajación abdominal e inmovilidad de los miembros posteriores que
favorecen la actitud postural necesaria para la cirugía. De lo contrario puede recurrirse
a la infiltración anestésica local.
El animal es colocado en decúbito supino; esta posición se ve favorecida en una mesa
“tipo catre” de lona. En condiciones de campo, se puede lograr una posición favorable
sobre una mesa improvisada con fardos de heno.
Lograda la anestesia se procede a la preparación del campo quirúrgico con limpieza y
antisepsia amplia.
Se inicia luego una incisión a bisturí de forma elíptica con los ángulos hacia craneal y
caudal que incluye solamente la piel, tratando de respetar la cantidad suficiente para
que luego nos permita cubrir sin inconvenientes la herida.
Se continúa con divulsión roma a tijera o digitalmente. Puede recurrirse a la ayuda de
una gasa montada sobre el dedo pulgar, liberando el colgajo de piel que será eliminado
del saco herniario interno.
La divulsión continúa hacia la base del anillo herniario para liberarlo y facilitar la futura
sutura. Lograda esta divulsión y efectuada la hemostasia necesaria, se procede a
retorcer el saco herniario interno en 360 grados, asegurándose previamente que no
existe contenido alguno y menos aún adherencias.
Se lo mantiene girado por medio de una pinza tipo clamps y se procede a iniciar la sutura
del anillo herniario (Fig. 159).

Fig. 159

Se inicia un punto con aguja traumática de medio círculo enhebrada con lino Nº 14-16 ó
nylon monofilamento Nº 50-60. El ingreso se hace a unos 7 mm del borde del anillo
herniario de un lado, atravesándolo sin ingresar al abdomen. Se atraviesa el saco
herniario interno y se continúa con el lado contrario del anillo atravesando su pared
desde la cara interna. Se deja sin anudar.
La operación se repite las veces que sea necesario tomando los cabos de cada punto
con una pinza tipo Kotcher. Colocados todos los puntos se comienza con el anudado
correspondiente a cada uno de ellos.
De esta manera logramos invaginar el saco herniario interno y acercar los bordes del
anillo herniario provocando un cuadro adherencial que evitará las recidivas.
En algunos casos el tamaño del saco herniario interno es tan exagerado, que se recurre
a su torsión y ligadura en su base, eliminando el remanente externo.
En este caso la síntesis del anillo se puede realizar con puntos recurrentes en ”U”
horizontales invaginando manualmente el saco herniario resecado hacia la cavidad
antes de anudar todos los puntos.
La piel se puede suturar con puntos en “U” (Fig. 114).

55
Manual de anestesias y cirugías en bovinos

Finaliza con antibioterapia general y dieta líquida por 24 horas.

Corrección de la hernia umbilical con prótesis obtenida de fascia abdominal


Esta técnica es útil cuando el orificio herniario es excesivamente grande.
Como prótesis se puede utilizar la malla de punto ondeado de polipropileno o un trozo
de fascia abdominal (túnica flava) que se puede conseguir en matadero o
directamente en “carnicerías” del corte conocido como “vacío”.
La fascia debe prepararse con anticipación eliminando cuidadosamente los restos de
tejido conectivo, grasa o músculo. Es aconsejable mantenerla sumergida en yodo
povidona o amonios cuaternarios diluidos en agua durante las 24 horas anteriores a
su utilización.
Se procede con la anestesia y posición del paciente en la misma forma descripta para
la técnica anterior. Una vez divulsionado el saco herniario interno (eliminada la piel) se
procede a separar el anillo herniario del peritoneo, unos dos centímetros alrededor del
anillo. De esta manera preparamos mejor el campo quirúrgico para el implante de la
prótesis que deberá ubicarse entre ambos planos.
El saco herniario interno debe ser respetado salvo que se constaten adherencias o
procesos inflamatorios palpables en su interior.
En este momento se presenta el trozo de fascia y se recorta en forma circular,
semejante al anillo herniario pero unos dos centímetros más grande que éste (Fig.160).
La sutura de la prótesis se realiza con nylon monofilamento Nº 40 o lino Nº 20.
Es conveniente colocar previamente en la prótesis 2 puntos en “U” cuyos cabos
quedarán sueltos para facilitar la finalización de la sutura (Fig. 161).
Se comienza a colocar el implante de tal modo que el borde exterior de la fascia
contacte con la cara interna del borde del anillo herniario. Para ésto, con aguja de medio
círculo, se realizan puntos en “U” horizontales. Entrando por el lado exterior del borde
del anillo herniario, se atraviesa la prótesis, se gira o retira la aguja para iniciar el
recorrido contrario. De esta manera se evita el ingreso a la cavidad abdominal.
De este modo con los puntos en “U” separados se va colocando el implante hasta llegar
al final (Fig. 161 y 162) en que tendremos que enhebrar los cabos de los dos puntos que
habíamos colocado inicialmente en la prótesis y que ahora solamente atravesarán el
anillo herniario desde adentro hacia fuera.
Para la síntesis de piel tenemos varias alternativas, desde puntos simples, en “U”
separados (Fig. 63) hasta la sutura contínua tipo Reverdín (Fig. 115).
Finaliza con antibioterapia general y dieta líquida por 24 horas.

Puntos en “U”
Fig. 160 Fig. 161

56
Cirugías de abdomen

Fig. 162

Biopsia hepática
La biopsia hepática puede ser necesaria para estudios diagnósticos y de investigación.
Si la muestra que necesitamos es pequeña, por ejemplo para histopatología, la
podemos obtener por un método incruento mediante trocares especiales; si en cambio
la muestra a obtener necesita mayor tamaño (5gr) como la necesaria para investigar
residuos de compuestos organosfosforados, etc., se debe realizar un laparatomía
retrocostal derecha baja.

Biopsia hepática mediante trocar


Para esta técnica se pueden utilizar distintos instrumentos.
En la figura 163 se muestra la Aguja de Jhamshidi. La misma está compuesta de cuatro
piezas que se acoplan entre sí, además en su extremo proximal presenta un cono para
acoplar una jeringa con la cual se realiza vacio que facilitará la obtención de la muestra.
El lugar de ingreso corresponde al 11º espacio intercostal derecho en su tercio superior
(a la altura del centro de la fosa paralumbar).
Previa sedación e infiltración con anestesia local, se realiza en piel una pequeña
incisión a punta de bisturí e introducimos la aguja en dirección craneoventral,
apuntando al codo izquierdo.
Atravesados los músculos intercostales, retiramos el mandril, y continuamos
penetrando con movimientos circulares para que el extremo afilado de la aguja corte el
tejido hepático. Ya penetrada totalmente, acoplamos en la aguja una jeringa de 50 ml y
mientras aspiramos iniciamos el retiro lento de la aguja.
Se completa con antibioterapia parenteral.

57
Manual de anestesias y cirugías en bovinos

Fig. 163

Biopsia hepática mediante laparatomía retrocostal derecha baja


Como se menciona en la introducción, esta técnica se utiliza cuando la muestra
hepática a obtener deber ser grande (5 gr). La hemos utilizado para medir residuos en el
hígado de ciertas drogas en su etapa de experimentación. Con ésto se evita el sacrificio
del animal tornando menos onerosa la experiencia.
Se realiza la sedación con xilacina y luego la anestesia por infiltración con anestésico
de uso local en una franja paralela al borde retrocostal derecho de 10 cm de ancho por
25 cm de largo, comenzando desde la zona retroxifoidea hácia atrás o puede recurrirse
a la anestesia epidural lumbo-sacra.
También es conveniente realizar la anestesia suprapleural de los nervios esplácnicos y
del tronco simpático.
Se coloca el animal en un catre de cirugía en una posición intermedia entre decúbito
lateral izquierdo y decúbito supino.
Una vez preparado el campo quirúrgico, se inicia con bisturí una incisión de la piel
paralela al arco costal derecho, comenzando a unos 10 cm de la apófisis xifoide y
extendiéndose hacia caudodorsal (Fig. 122-2).
Se profundiza la incisión a tijera divulsionando los planos musculares y peritoneo
hasta acceder a la cavidad abdominal.
Identificado el hígado se lo toma en su lóbulo derecho con dos pinzas de anillas de
goma (pinzas de órganos), se lo presenta en la abertura quirúrgica y se obtiene,
mediante dos cortes con tijera, la muestra de forma triangular (2cm de lado), cuya base
está en el borde libre del hígado.
A la herida quirúrgica del hígado se le puede aplicar un trozo de malla estéril Surgicel
para evitar hemorragias.
Se debe aplicar antibiótico de base oleosa en el interior de la cavidad abdominal.
La sutura peritoneal y abdominal se puede realizar con hilo de nylon Nº 40 tomando
todas las capas juntas con puntos separados en "X" (Fig. 112).
La síntesis de la piel se puede realizar con nylon monofilamento Nº 40-50 o lino Nº 18
con puntos en “U” (Fig. 114) o por medio de una sutura contínua de Reverdin (Fig. 115).
Se termina con antibioterapia general por dos días.

58

Das könnte Ihnen auch gefallen