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Punción de la cavidad abdominal
La punción de la cavidad abdominal se realiza por lo general con fines diagnósticos.
Un lugar adecuado se encuentra 10 cm por detrás del apéndice xifoides, a la derecha de
la línea media, en un punto equidistante entre el arco costal y la línea media
(Fig. 101-1).
Por lo general esta maniobra no necesita anestesia, y se realiza con el animal en pie.
En ese sitio se debe introducir una aguja 40/20 perpendicular a la pared abdominal y
con jeringa se aspira el líquido para su evaluación.
Fig. 101
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Manual de anestesias y cirugías en bovinos
1. Ruminotomía
2. Laparotomía exploratoria
3. Castración de hembra
4. Cesárea en pie
Fig. 102
Ruminotomía
La mejor zona de acceso del flanco izquierdo para realizar una ruminotomía
corresponde a su parte anterior (Fig. 102-1).
Pero si luego de la laparatomía exploratoria es necesario abordar rúmen, también lo
podemos lograr habiendo accedido por la parte central del flanco (Fig. 102-2).
Ya en cavidad abdominal exteriorizamos el rumen digitalmente y con pinzas Backaus
lo fijamos a la piel en el vértice dorsal y ventral de la herida cutánea.
De esta manera el rumen nos quedará exteriorizado y fijado (Fig. 105), por lo que nos
permitirá realizar una punción a punta de bisturí para continuar la incisión con tijera
acodada. El próximo paso será tomar cada lado de la herida ruminal con una nueva
pinza de Backaus para provocar su eversión fijándola a la piel (Fig. 106). De tal manera
los contenidos ruminales vuelcan al exterior.
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Cirugías de abdomen
Previo lavado de los bordes se comienza a suturar el rúmen (Fig. 108), con una sutura
contínua de Cushing (Fig. 109) ó Connell (Fig. 110) con lino Nº 18-20 ó catgut Nº 2 y
aguja atraumática 1/3 de círculo. No es necesario una doble sutura.
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Cushing Connell
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Cirugías de abdomen
Reverdin
Fig. 115
Fig. 116
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Manual de anestesias y cirugías en bovinos
caudodorsal del rumen de tal manera de llegar a contactar la cúpula del abomaso
desviado (Fig. 125 A-1). Este se punciona con la aguja para evacuar el gas acumulado.
De esta manera reducimos su tamaño y facilitamos la posterior maniobra de tracción
hacia la derecha. Esta se realiza introduciendo la mano izquierda siguiendo la pared
abdominal derecha en dirección craneoventral tomando la región pilórica del abomaso
y/o el ligamento gastroepiploico y traccionándolo hacia arriba. El objetivo es lograr la
reubicación del abomaso en su lugar (Fig. 125 D-2).
Al omento mayor se lo atrae hacia la herida cutánea para adosarle el botón que lo fijará
a la pared abdominal derecha por encima del pliegue de la babilla. (Fig. 117).
La fijación se realiza con hilo de nylon Nº 50-60 y dos botones grandes, uno quedará en
el interior de la cavidad abdominal sobre la cara interna del omento (Fig. 118) y el otro
sobre la cara externa de los planos musculares de la pared abdominal derecha
inmediatamente por encima del ángulo inferior de la herida cutánea. El botón externo se
dejará debajo de la piel (Fig. 119).
La síntesis de los planos musculares en este caso debe iniciarse por el vértice inferior
para dejar en primer término incorporado el botón de sujeción subcutáneo. (Fig. 120).
Finaliza con antibioterapia general.
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Cirugías de abdomen
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Schmieden Lembert
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Cirugías de abdomen
Fig. 125
El animal deberá ser volteado varias veces sobre su lado izquierdo y vuelto a la posición
decúbito supino hasta lograr que el abomaso se ubique claramente en la zona
retroxifoidea derecha, detectado por auscultación-percusión combinadas, percibiendo
una sonoridad clara de características metálicas (“pink”) (Fig. 125 B-C).
Se prepara el campo quirúrgico que corresponde a una banda de 5 cm de ancho por 8
cm de largo, a un través de mano de la línea media y a 10 cm por detrás del xifoides
(Fig. 122-3).
Se infiltra localmente con anestésico y se procede a realizar un punto de fijación con una
aguja especial de medio círculo, de 18-20 cm de longitud y ojal grande, tipo “de
colchonero” (Fig. 126).
Fig. 126
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Se puede repetir un segundo punto a unos 4 cm en lateral y más hacia caudal para
asegurar aún mas la fijación del abomaso.
En definitiva, el objetivo de esta técnica es provocar una peritonitis circunscripta
controlada, que provoque un plastrón peritoneal adherencial entre el cuarto estómago,
peritoneo y pared abdominal.
La técnica es muy sencilla y genera buenos resultados. Los puntos se retiran sin
dificultad a los pocos días ya que parte del material de sutura es digerido por el jugo
gástrico en su pasaje por el interior del abomaso.
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Cirugías de abdomen
Fig. 131
Para continuar con la cirugía en cualquiera de las tres opciones se debe realizar el
vaciado del abomaso. Existen diferentes técnicas para esta maniobra, pero la que nos
ha dado mejores resultados fue la apertura mediante una pequeña incisión de 5 cm, se
toman ambos extremos de la incisión con pinzas Backaus ó mejor aún con pinzas de
órganos, se exterioriza el abomaso y se inicia el vaciado del órgano. Al principio el
vaciado se producirá espontáneamente, luego se lo debe ayudar introduciendo la mano
izquierda en el abdomen y dando masajes a la pared abomasal. Se pueden extraer
cantidades importantes, 50 ó más lts de líquido.
Una excelente ayuda para completar el vaciado del abomaso (también de rumen y
líquidos peritoneales) consiste en utilizar el vacio de la maquina de ordeñar, mediante la
conexión de un tubo plástico grueso a un tacho para leche (50 lts) a través de una tapa
de doble ingreso. El extremo libre del tubo se lleva en el interior de la mano para evitar la
succión de la pared abomasal.
Luego del vaciado se realiza una sutura doble de Schmieden (Fig. 123)-Lembert (Fig.
124).
Si existe torsión se acomoda el órgano girándolo en sentido inverso a la misma.
Luego de estas maniobras el abomaso se ubicará espontáneamente en su lugar.
Se sutura la apertura quirúrgica del flanco según las técnicas descriptas en
laparatomías (ver ruminotomía).
Finaliza con antibioterapia general.
Abomasotomía
Esta indicada para la extracción de cuerpos extraños del abomaso (arena, pelos,
egagrópilos, fitobezoarios, etc.) o para resolver úlceras sangrantes.
Se debe colocar el animal en posición de decúbito lateral izquierdo, con sus miembros
extendidos y fijados hacia arriba (Fig. 121).
Se realiza la anestesia por infiltración con anestésico de uso local en una franja paralela
al borde retrocostal derecho de 10 cm de ancho por 25 cm de largo, comenzando desde
la zona retroxifoidea hácia atrás o puede recurrirse a la anestesia epidural lumbo-sacra.
Se ingresa a la cavidad abdominal por una incisión paramediana derecha de 20 cm de
longitud que se inicia en el ángulo costal-retroxifoideo a 10 cm del apéndice xifoideo, se
dirije hácia atrás en dirección caudo-lateral formando un ángulo de 35 grados con la
línea media (Fig. 122-2).
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Enterectomía
Es una cirugía poco frecuente en el bovino. En los casos en que debimos realizarla, la
causa fue incarceración, intususcepción o vólvulo intestinal.
La incarceración intestinal puede provocar una aguda obstrucción intestinal o
constricción y arresto de la circulación sanguínea de la cavidad abdominal, o fuera de
ella a través de una abertura natural o adquirida (Ejemplo: hernia estrangulada,
adherencias provenientes del útero, ovario, retículo, etc.).
La intususcepción consiste en la invaginación de un segmento proximal de intestino
dentro de un segmento adyacente distal, llevando a un cuadro de obstrucción intestinal
aguda con arresto circulatorio (Fig. 132).
El vólvulo consiste en una torsión del intestino sobre su eje, provocando un cuadro
semejante al descripto anteriormente (Fig. 133).
Pueden existir otras causas que requieran de una anastomosis intestinal, tales como
cuerpos extraños, estenosis congénita, perforaciones intestinales, etc.
La preocupación del cirujano ante la necesidad de realizar una anastomosis será
siempre la peritonitis por filtración o la estenosis. En ambos casos las causas
principales serán los defectos de sutura, por lo que pondremos énfasis en la descripción
de técnicas sencillas, que pueden ser realizadas en condiciones de campo y que han
demostrado ser eficientes.
El éxito de la cirugía depende en gran medida de la precocidad del diagnóstico, la
asepsia, la elección del material y la técnica de sutura.
Se indica la laparatomía lateral derecha alta, y si el animal lo permite se realiza con
sedación para trabajar con el animal en pie (Fig. 116).
Las alternativas anestésicas son varias: epidural lumbar segmental, infiltración del
flanco en “L” invertida, anestesias de conducción, etc.
En todos los casos es aconsejable complementar con la anestesia del bloqueo
suprapleural de los nervios esplácnicos y del tronco simpático, que facilita la tarea por
la relajación y analgesia de los órganos abdominales.
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Cirugías de abdomen
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Manual de anestesias y cirugías en bovinos
De esta manera al anudar la primer lazada se notará que los tejidos incluidos en el punto
se tornan pálidos lo que significa que la microcirculación ha sido comprimida.
En este momento se procede a traccionar levemente de los cabos hasta lograr que el
hilo corte los tejidos más débiles como la mucosa y la muscular manteniendo la fuerte
estructura de las fibras colágenas.
En este momento los tejidos vuelven a su color normal y la lazada queda incluida en los
tejidos, lo que indica el restablecimiento de la microcirculación. Se continúan con dos
lazadas más de fijación y se cortan los cabos.
Los puntos se repiten cada 4 mm. Normalmente se ven dificultados los dos puntos
finales que pueden hacerse simples y lo más cercanos posible.
Se retiran los clamps y se verifican las posibles filtraciones (Fig. 142). De existir, se
agregarán puntos simples intermedios.
Fig. 142
Se continúa con la sutura del mesenterio a puntos separados con el mismo material
utilizado en la luz intestinal (Fig. 140).
Se lava con solución fisiológica y se lubrica el sector suturado con soluciones
antibióticas oleosas. Esta técnica se considera ideal en intestinos de luz reducida
(terneros).
La otra alternativa, algo más simple y que no tiene riesgos de estenosis en animales
mayores es la utilización de las conocidas técnicas de suturas continuas para vísceras
huecas de Schmieden (Fig. 123) y por sobre ella, las invaginantes de Lembert (Fig.
124) o de Cushing (Fig. 109).
La síntesis de la pared abdominal se hará según técnicas ya descriptas (ver
ruminotomía).
Finaliza con ayuno y dieta líquida por 24 horas más la antibioterapia correspondiente.
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Cirugías de abdomen
Fig. 145
Una maniobra que favorece la cirugía es la de colocar un tubo rígido lubricado con
crema anestésica dentro del recto.
Se procede a la sección circular del recto a 1 cm de los puntos guías. A continuación se
toman con una pinza los hilos que se cruzan en la luz del recto amputado, se los atrae
hacia el operador y cortan. Ahora disponemos el anudado de cada uno de los cuatro
puntos equidistantes sin cortar los cabos largos para mantener el recto fijado y evitar su
ingreso a la cavidad pelviana (Fig. 145).
Se continúa con la hemostasia correspondiente y finaliza la sutura con puntos
entrecortados cada 0.5 cm hasta cubrir la totalidad de la herida.
Se cortan los cabos largos de los puntos guías y sé reintroduce el recto a su posición
correspondiente.
Finaliza con antibioterapia y embrocación diaria con pomadas antibióticas y
anestésicas.
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Manual de anestesias y cirugías en bovinos
En las siguientes figuras se aprecian las distintas presentaciones que puede adoptar el
ciego dilatado y en torsión.
En la figura 146 se presenta el vértice cecal hácia arriba y afuera del gran omento.
En la figura 147 el vértice cecal esta hácia arriba y adentro del gran omento y en la
figura 148 se presenta el vértice hácia abajo y afuera del gran omento.
Fig. 148
En color rojo de las siguientes figuras se marcan las zonas del ciego que se pueden
palpar por tacto rectal, para su diagnóstico. Se presenta el ciego en su posición normal
(Fig. 149), en la figura 150 se observa dilatado y en el comienzo de la torsión. En la
figura 151 se observa el ciego con torsión a la derecha y en la figura 152 la torsión a la
izquierda.
El objetivo es exteriorizar el extremo del ciego; si ésto no fuera posible por estar muy
timpanizado se debe realizar la evacuación del gas mediante una aguja conectada a un
tubo de goma.
Exteriorizado el fondo cecal se realiza una pequeña incisión por donde se lo evacua
(Fig. 153 y 154).
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Cirugías de abdomen
Fig. 155
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Manual de anestesias y cirugías en bovinos
Fig. 156
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Cirugías de abdomen
Se complementa con anestesia epidural lumbo-sacra. Esta produce una muy buena
analgesia, miorrelajación abdominal e inmovilidad de los miembros posteriores que
favorecen la actitud postural necesaria para la cirugía. De lo contrario puede recurrirse
a la infiltración anestésica local.
El animal es colocado en decúbito supino; esta posición se ve favorecida en una mesa
“tipo catre” de lona. En condiciones de campo, se puede lograr una posición favorable
sobre una mesa improvisada con fardos de heno.
Lograda la anestesia se procede a la preparación del campo quirúrgico con limpieza y
antisepsia amplia.
Se inicia luego una incisión a bisturí de forma elíptica con los ángulos hacia craneal y
caudal que incluye solamente la piel, tratando de respetar la cantidad suficiente para
que luego nos permita cubrir sin inconvenientes la herida.
Se continúa con divulsión roma a tijera o digitalmente. Puede recurrirse a la ayuda de
una gasa montada sobre el dedo pulgar, liberando el colgajo de piel que será eliminado
del saco herniario interno.
La divulsión continúa hacia la base del anillo herniario para liberarlo y facilitar la futura
sutura. Lograda esta divulsión y efectuada la hemostasia necesaria, se procede a
retorcer el saco herniario interno en 360 grados, asegurándose previamente que no
existe contenido alguno y menos aún adherencias.
Se lo mantiene girado por medio de una pinza tipo clamps y se procede a iniciar la sutura
del anillo herniario (Fig. 159).
Fig. 159
Se inicia un punto con aguja traumática de medio círculo enhebrada con lino Nº 14-16 ó
nylon monofilamento Nº 50-60. El ingreso se hace a unos 7 mm del borde del anillo
herniario de un lado, atravesándolo sin ingresar al abdomen. Se atraviesa el saco
herniario interno y se continúa con el lado contrario del anillo atravesando su pared
desde la cara interna. Se deja sin anudar.
La operación se repite las veces que sea necesario tomando los cabos de cada punto
con una pinza tipo Kotcher. Colocados todos los puntos se comienza con el anudado
correspondiente a cada uno de ellos.
De esta manera logramos invaginar el saco herniario interno y acercar los bordes del
anillo herniario provocando un cuadro adherencial que evitará las recidivas.
En algunos casos el tamaño del saco herniario interno es tan exagerado, que se recurre
a su torsión y ligadura en su base, eliminando el remanente externo.
En este caso la síntesis del anillo se puede realizar con puntos recurrentes en ”U”
horizontales invaginando manualmente el saco herniario resecado hacia la cavidad
antes de anudar todos los puntos.
La piel se puede suturar con puntos en “U” (Fig. 114).
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Manual de anestesias y cirugías en bovinos
Puntos en “U”
Fig. 160 Fig. 161
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Cirugías de abdomen
Fig. 162
Biopsia hepática
La biopsia hepática puede ser necesaria para estudios diagnósticos y de investigación.
Si la muestra que necesitamos es pequeña, por ejemplo para histopatología, la
podemos obtener por un método incruento mediante trocares especiales; si en cambio
la muestra a obtener necesita mayor tamaño (5gr) como la necesaria para investigar
residuos de compuestos organosfosforados, etc., se debe realizar un laparatomía
retrocostal derecha baja.
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Fig. 163
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