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1997
Publicado por
The Geological Society
London
LA SOCIEDAD GEOLÓGICA
La afiliación está abierta para quienes han recibido un grado con honores en
geología o una disciplina relacionada y que tengan al menos dos años de
experiencia relevante después de graduarlos o para quienes tienen más de seis
años de experiencia relevante en geología o en una disciplina relacionada. Un
miembro que tenga más de cinco años de experiencia en la práctica de la
geología después de su grado puede solicitar la validación y, pueden utilizar la
designación C Geol (Chartered Geologist).
ISBN 1-897799-38-1
TABLA DE CONTENIDO
1. Introducción
1.1. El Grupo de Trabajo
1.2. Suelos residuales tropicales
1.3. Estructura del contenido del informe
1.4. Esta edición
Glosario
Agradecimientos
Referencias
Indice analítico
1. Introducción
2.2. Corazas
2.3. Saprolito
Duchaufour (1982) distinguió tres fases del desarrollo del suelo residual
en las zonas tropicales (Tabla 2.2). Esas fases están caracterizadas por el aumento
de la meteorización de los minerales primarios, el aumento en la pérdida de sílice
y el aumento en el dominio de nuevos minerales formados a partir de los
materiales disueltos; su distribución generalizada se encuentra en la Figura 2.1.
La fase representada por el perfil del suelo en cualquier sitio en particular está
determinada por numerosos factores que incluyen: la edad de la superficie
(tiempo de formación del suelo), clima durante el período de desarrollo del suelo
(temperatura, humedad, y desecación estacional), composición del material
parental (cantidades de hierro y de minerales primarios ricos en bases, de sílice y
de alúmina total) y la topografía que controla el transporte lateral de bases, de
sílice y de hierro en solución, y el rejuvenecimiento de los perfiles por erosión en
las pendientes más empinadas. Sin embargo, muchos rasgos están relacionados
con la meteorización en períodos anteriores y con condiciones climáticas
diferentes (Butt 1987). La fábrica y otras características de los suelos formados
en cada una de las tres fases de meteorización están descritas en el capítulo 3.
Figura 2.1 Distribución global simplificada de los principales tipos de suelos residuales tropicales
(basada en el mapa de suelos del mundo de la F.A.O.) estas clases amplias de suelos se extienden
más allá de los trópicos en condiciones favorables que incluyen las costas orientales continentales,
subtropicales con alta precipitación (suelos ferralíticos), y las costas oeste/mediterránea y los
interiores continentales en las latitudes medias (suelos fersialíticos). Las áreas en los trópicos que
aparecen en gris incluyen aquellas donde los suelos residuales tropicales están cubiertos por
depósitos recientes eólicos o aluviales.
Tabla 2.2. Resumen de las fases de suelos residuales en relación con los factores
climáticos
Fase Tipo de suelo Zona Temperatura Precipitación Estación seca
media anual anual (m)
1 Fersialítico Mediterráneo 13 - 20 0.5 – 1.0 Sí
subtropical
2 Ferruginoso Subtropical 20 – 25 1.0 – 1.5 Ocasional
Ferrisoles
(transicional)
3 Ferralítico Tropical > 25 > 1.5 No
2.4.1 Fase 1: Suelos fersialíticos
2.5.5. Resumen
Figura 2.4 Ejemplos de perfiles endurecidos, que ilustran el perfil estándar (A) y las variaciones
corrientes (B) conjuntamente con las asociaciones geomorfológicas en ambientes semiáridos (C) y
tropicales húmedos (D).
Figura 2.5 Transecto de profundidades de meteorización y características del perfil en rocas
sedimentarias ilustrado con base en el caso de Sarawak, Malasia Oriental (tomado de Cook &
Younger 1986).
Figura 2.6 Perfil de meteorización típico de rocas carbonatadas. La ocurrencia de una zona de
saprolito (V) está restringido a los carbonatos impuros (arenosos/limosos), mientras que las
características de la zona IV se presentan principalmente en calizas créticas. Las arcillas blandas se
presentan frecuentemente como rellenos de cavidades y estrictamente no son materiales in situ
(adaptado de Deere & Patton 1971).
Figura 2.7 Transecto de profundidades de meteorización y características del perfil en rocas
metamórficas bandeadas (tomado de Deere & Patton 1971).
Figura 2.8 Zonas de meteorización en roca granitoides en un paisaje complejo de dos pisos
(adaptado de Ruxton & Berry 1957, 1961).
2.6.4. Profundidad total de meteorización
Figura 2.9 Ejemplos de perfiles transversales de valles que ilustran patrones comunes de variación
en las profundidades de meteorización.
2.6.5. Suelos transportados
Figura 2.10 Ejemplos de perfiles de montaña que presentan geoformas y secuencias comunes de
meteorización.
Figura 2.11 Catenas de suelos características sobre rocas ígneas en los trópicos (adaptado de
Duchaufour 1982).
Esto puede conducir a la formación de un horizonte laterítico cerca de la
base de la ladera. En un material parental único, como una roca volcánica básica,
los suelos ferralíticos en las partes superiores de las laderas frecuentemente dan
origen a ferrisoles y suelos fersialíticos en una secuencia a lo largo de la
pendiente (Figura 2.11). Similares catenas simples pueden desarrollarse en las
superficies de las mesetas con bajo relieve (de 5 a 20 m). Las catenas compuestas
producen patrones variados dependiendo del materia parental y del clima (Figura
2.3 y 2.8). Las variaciones laterales o verticales en el sustrato pueden influir en el
contenido de arcilla, en la segregación de hierro y en un amplio conjunto de otras
propiedades. Muchas catenas tropicales resultan de la disección en una superficie
profundamente meteorizada; los miembros de la catena se presentan en diferentes
zonas de la roca meteorizada (Figuras 2.12 y 2.13).
Figura 2.12 Tipos de catena formados por disección en un paisaje profundamente premeteorizado,
que ilustran las posibles ocurrencias de ferricreto en el paisaje (tomado de Ollier 1976).
Figura 2.13. Múltiples corazas de laterita formadas como bancos en las terrazas de río Níger en la
región de Kantan (tomado de Maiguien, en Glazovskaya 1984). (1) llanura terciaria con coraza
ferralítica; 2-4 sucesión de niveles de terraza a 25,7 y 3 m; piedemonte y (6) llanura aluvial; a.
horizonte laterítico; b, coraza ferralítica.
2.7.4 Resumen
3.1. Objetivo
1. Antecedentes
Propiedades definitorias
Pedogénico
Geología
Topografía
Nivel freático
Saprolito
Meteorización
Clima
Sílice sesquióxidos
Silice, alúmina, contenido de aluminio
Tamaño de partículas
Arcilla (%)
Contracción
Límites de Atterberg
Orgánica (%)
Medida equivalente
Uniformidad
Durabilidad .
Resistencia de la masa desuelo
Intercambio catiónico
CBR
Actividad
AIV Modificado
Respuesta eléctricca
Reactividad con cal
Gravedad específica
Relación de vacíos
Cohesión
MCV
Pérdida de peso por inmersión
Winterkorn & Chandrasenkharan
Survey
United States Geological
Gidgasu (1971)
Vargas (1969)
Clare (1957)
Little (1967)
Little (1968)
Highway
(1955)
2. Clasificación genética
1. Nodular
2. Concrecionario/
concéntrico
d. Colmena Texturizado calcreto duro hasta muy duro con vacíos
usualmente rellenos con suelo.
1. Colmena cementada
2. Polvo cementado
3. Recementado
4. Nódulos horizontales
coalecentes
5. Cálcico endurecido en
caja
f. Laminar Capas onduladas firmes hasta duras y finamente laminadas,
frecuentemente cubiertas por costras.
g. Cantos Varían desde bloques discretos hasta coalecentes duros y muy
duros, usualmente en una matriz de arena roja.
Yecreto a. Rosas del desierto Grupos de cristales individuales, maclados con
intercrecimientos en una matriz de arena suelta en el nivel
capilar.
b. Mesocristalino Cortezas subsuperficiales, euhedrales o lenticulares.
c. Endurecido Cortezas superficiales - microcristalinas.
1. Polvo
2. Alabastro endurecido
3. Cantos de alabastro
d. Evaporítico Láminas horizontales, ocasionalmente capas estratificadas.
1. Laminado
2. Estratificado
e. Arena de dunas rica en Suelta o ligeramente cementada, frecuentemente en forma de
yeso duna.
Ferricreto a. Corazas freáticas Se presentan en las rupturas de pendiente y en los bordes de
las cuencas. Hierro transportado por circulación lateral.
1. Local Acumulado en los bajos topográficos como goetita o
hematita. Segregación localizada.
2. Plintita Parches rojos de hematita.
3. Petroplintita Endurecida irreversiblemente por el descenso del nivel
freático.
b. Corazas de meseta Muy gruesas en las superficies de erosión. Concentrada en las
zonas climáticas con fuertes contrastes estacionales.
Engrosamiento lateral. La goetita es reemplazada por la
hematita hasta hacerse dominante.
ó
a. Pisolítico Concreciones soldadas sin bandeamiento o seudoredondeadas.
Acumulado en antiguas redes de fisuras de un horizonte
b. Escoriáceo y vesicular poliédrico o prismático.
Endurecimiento de plintitas frecuentemente vesiculares.
c. Petroplintita
Alcreto
Alucreto a. Pisolítico en plintitas Las mismas variedades que en los ferricretos.
b. Escoriáceo y vesicular
c. Petroplintita
B. Suelos
maduros
Vertisoles a. Vertisoles (sensu stricto) Abundante arcilla expansiva.
b. Ferrisoles
(horizonte Bt no esencial)
1. Ferrisol, Bt débil Acumulación difusa de arcilla.
2. Ferrisol, Bt meteorizado Sin acumulación difusa de arcilla.
3. Hidromórfico Con segregación de hierro
4. Húmico Puede contener gibbsita en alturas elevadas
Ferralítico a. Ferralítico Los perfiles retienen la mayor parte del hierro y del aluminio.
(sensu stricto) La sílice y algunas bases son removidas. El perfil se acidifica
rápidamente. Lar arcillas de neoformación son caolinitas.
Presencia de gibbsita. Usualmente se reduce a cuarzo,
caolinita, gibbsita y óxidos de hierro.
Gibbsita ausente.
1. Ferralítico caolinítico Gibbsita dominante.
2. Ferralítico gibbsítico
b. Ferralitas
1. Ferritas En rocas ultrabásicas. Aluminio escaso. Sílice y magnesio
removidos. Hierro como goetita.
2. Allitas Ferralitas hidromórficas, bien drenadas, permeables pero
húmedas. Hierro movilizado por reducción y removido. Sólo
permanece la gibbsita - uniformemente blanca.
Esta clasificación está basada en (Summerfield (1978m 1983), Goudie (1973m 1983),
Vaketib (1983), Duchaufour (1982).
3.3.1 Definiciones
Nota general: Esta figura se ofrece para dar pautas generales que ayuden en la predicción de los
grupos de suelos que pueden encontrarse más probablemente bajo cualquier combinación de
material parental y condiciones ambientales. Existen muchos materiales parentales y condiciones
ambientales como fases intermedias o gradacionales entre las mostradas aquí. En tales condiciones
pueden aplicarse los criterios implícitos en la figura.
Nota 1: estos términos deben ser utilizados como calificativos para apoyar una
descripción del suelo detallada y completa (Capítulo 4) p.e. Arcilla limosa dura, parda grisácea
oscura, con algunas raicillas y nódulos calcáreos de tamaño de grava fina (VERTISOL).
Nota 2: las notas de la última columna se presentan como una indicación provisional de
las características de comportamiento típico asociado con ciertos grupos de suelo. La discusión
detallada de los procedimientos de ensayos de laboratorio y del comportamiento geotécnico se
encuentran en los Capítulos 5 y 6.
Nota 3: la ruta indicada se relaciona con la caliza pura que sale en solución y deja un
paisaje cársico residual. En el caso de arcillas impuras (p,.e. arcillosas margas) el lector debe
referirse a las rutas de los minerales primarios pertinentes.
Nota 4: los vidrios volcánicos pueden incluir minerales oscuros como olivino, augita,
hornblenda y biotita.
Nota 5: otras rocas volcánicas se incluyen bajo las categorías de rocas ácidas, intermedias o
básicas, según sea el caso.
Nota 3: la ruta indicada se relaciona con la caliza pura que sale en solución y deja un
paisaje cársico residual. En el caso de arcillas impuras (p,.e. arcillosas margas) el lector debe
referirse a las rutas de los minerales primarios pertinentes.
Nota 4: los vidrios volcánicos pueden incluir minerales oscuros como olivino, augita,
hornblenda y biotita.
Nota 5: otras rocas volcánicas se incluyen bajo las categorías de rocas ácidas, intermedias
o básicas, según sea el caso.
Las evaporitas se disuelven rápidamente y liberan los sulfatos solubles
que pueden dar origen al desarrollo de yecreto.
Las calizas y otras ricas en carbonato se disuelven rápidamente par
producir aguas subterráneas ricas en carbonatos que, en ciertas condiciones,
pueden dar lugar al desarrollo de corazas de calcreto o dolocreto (Netterberg
1969, 1971, 1983).
(ii) Condiciones ambientales. La información disponible en mapas
geológicos debe ser complementada con una evaluación del medio ambiente en
el proceso de meteorización. Los mapas topográficos, las fotografías aéreas y las
imágenes de sensores remotos proporcionan información sobre las pendientes
actuales, la altura del terreno, las condiciones de drenaje y la historia
morfológica. Se recomienda un reconocimiento del terreno para estimar si el sitio
específico está afectado por erosión, de modo que pueda esperarse que los
perfiles de meteorización sean de espesor limitado. Por el contrario, un sitio
estable puede tener su perfil profundamente meteorizado.
También son importantes los datos climatológicos que comprenden
precipitación media anual, temperatura media anual y duración de la estación
seca. Debe hacerse todos los esfuerzos para describir el área en términos de tres
grupos climáticos básicos: tropical húmedo, tropical (seco) estacionario o tropical
frío en altura. En el caso de las corazas, es importante notar que las condiciones
de sequía estacional es un elemento esencial para su completo desarrollo.
En los sitios donde el drenaje del perfil está bloqueado, dominan las
condiciones reductoras y los productos iniciales de meteorización como
esmectitas y cloritas son dominantes en los perfiles de vertisoles. Donde
prevalecen las condiciones oxidantes generalmente en pendientes entre 10 y 30º,
y donde se presenta un flujo de agua adecuado, las esmectitas que se originan de
la meteorización de rocas básicas se transforman en minerales del grupo de la
caolinita y se liberan los óxidos hidratados de hierro y aluminio. Estos minerales
dominan los perfiles de suelos ferruginosos que se desarrollan en condiciones
más fuertes de meteorización a ferrisoles y finalmente a suelos ferralíticos. La
meteorización más fuerte da lugar progresivamente a cantidades mayores de
óxidos hidratados de hierro y aluminio. El proceso es estimulado por una fuerte
lixiviación en áreas de alta precipitación. Donde los períodos de alta
precipitación están separados por una estación seca se puede desarrollar
concentraciones de óxidos hidratados en forma de capas dentro de los perfiles de
suelo ferralítico.
(iii) Información pedogenética. También debe referenciarse los datos de
levantamientos pedológicos disponibles. El sistema de Duchaufour tiende a ser
limitado en su cubrimiento geográfico a las áreas del mundo desarrolladas bajo la
influencia francesa. Existen al menos otras dos clasificaciones ampliamente
utilizadas, las del US Soil Conservation Service y del sistema FAO/UNESCO.
Para permitir el uso de datos basados en estos sistemas, se ofrece un resumen de
su terminología general relacionada con la clasificación adoptada en este Informe
debidamente destacada en la Figura 3.2.
(iv) Terminología geotécnica: La literatura geotécnica frecuentemente
describe los suelos tropicales bajo dos categorías generales: los suelos tropicales
negros y los suelos tropicales rojos. Aunque ésta puede ser una aproximación
útil, puede haber un solapamiento en detalle y es recomendable que el ingeniero
se refiera a los indicadores dados en el diagrama de flujo de la Figura 3.2.
Los suelos tropicales negros encontrados en perfiles de vertisoles son
descritos generalmente en la literatura geotécnica como suelos algodoneros
negros, arcillas expansivas negras o arcillas negras tropicales. También pueden
usarse los términos locales como negur, mbuga, adobe o vlei.
Hay bastante confusión en la ingeniería geotécnica sobre el uso de
términos para los llamados suelos tropicales rojos , i.e. los suelos de coloración
roja en el interior de los perfiles ferruginoso, ferrisol y ferralítico. Una pequeña
proporción de sesquióxidos puede dar una coloración roja y se tiende a llamar
laterita a cualquier suelo rojo. Debe evitarse tal uso generalizado. Es
particularmente importante reconocer diferentes tipos de suelos rojos en términos
geotécnicos debido a que contienen diferentes cantidades de óxidos de hierro y
aluminio que poseen propiedades poco comunes y tienen efectos importantes en
las propiedades geotécnicas de los suelos en los cuales constituye componentes
mayores.
Nogami (1985) describe el grupo de suelos tropicales rojos (sin
diferenciar) como suelos lateríticos en lugar de laterita y propone que,
estrictamente, este término debe ser aplicado sólo a aquellos suelos que se
comportan regularmente en ensayos estándar de laboratorio. Sin embargo, a
medida que se concentran los óxidos hidratados tienen un efecto creciente en las
propiedades geotécnicas. Donde estos minerales se concentran en horizontes
discretos como capas han sido llamados plintita y probablemente coinciden con
la laterita original definida por Buchanam (1807) como un suelo tropical rojo que
se endurece al ser expuesto al aire. Tales horizontes pueden endurecerse hasta
convertirse en corazas de ferricreto o alucreto en condiciones gneranadas por
cambios de largo plazo en el clima de drenaje o la topografía. Estas capas
concrecionales también han sido llamadas laterita.
Charman (1988) intentó introducir claridad en la confusión sobre el
término laterita al reconocer un ciclo de desarrollo concrecional a partir de una
capa original de plintita hasta una laterita endurecida madura. Lo que, permite
reconocer formas de corteza intermedia de laterita nodular y laterita en colmena.
En vista de esta confusión, el Informe recomienda que se adopte la
clasificación formal presentada en la Tabla 3.2, para lo cual debe ayudar el
paralelismo general con los términos geotécnicos de uso común.
(v) Clasificación y comportamiento geotécnico: El comportamiento
geotécnico de los suelos residuales tropicales está descrito en el Capítulo 6. Cada
uno de los grupos principales presentan ciertas características de comportamiento
que son citadas para demostrar la utilidad de la clasificación propuesta.
En el grupo de vertisoles, el comportamiento está dominado por los
cambios de volumen que presentan los minerales de arcilla del grupo de la
esmectita cuando ocurren cambios del contenido de humedad natural. Este
comportamiento está descrito en detalle en el Capítulo 6. Existen varios métodos
de predicción del potencial de expansión, basados en los resultados de los
ensayos índice, que son descritos en el Capítulo 5.
En los grupos de suelos ferruginoso, ferrisol y ferralítico las cantidades
variables de sesquióxidos afectan los resultados de los ensayos convencionales de
laboratorio en varias formas descritas en el Capítulo 5.
Agregación de partículas de tamaño arcilla. Los sesquióxidos de la
fracción fina de los suelos tropicales cubren la superficie de las partículas
individuales de suelo debido a los enlaces eléctricos entre la caolinita cargada
negativamente y los óxidos hidratados cargados positivamente. El recubrimiento
reduce la capacidad de los minerales de arcilla para absorver agua y también
pueden cementar físicamente granos adyacentes, dando lugar a agregados de
mayor tamaño. Ambos factores reducen la plasticidad pero un amasado intensivo
del suelo rompe los agregados y las cubiertas de los sesquióxidos y aumentan la
plasticidad. Esto es importante cuando se relaciona los procedimientos de ensayo
de laboratorio con las operaciones de construcción. No es probable que las
operaciones de excavación, transporte y colocación del suelo rompan los
agregados finos al punto que se afecte la plasticidad. La intensidad del amasado
requerido para preparar los especimenes de laboratorio para la determinación de
los límites de Atterberg es, comparativamente, mucho mayor. La plasticidad del
material de construcción puede ser así menor que los resultados de los ensayos
convencionales de límites de Atterberg o de otros ensayos de laboratorio sobre
muestras amasadas.
Cambios irreversibles de la plasticidad por secado. Algunos suelos que
contienen óxidos hidratados de hierro y aluminio pueden llegar a ser menos
plásticos al secarse, i.e. pueden exhibir menores valores de límites de Atterberg.
Esto ocurre en parte debido a que la deshidratación de los sesquióxidos genera un
enlace más fuerte entre las partículas que resiste su penetración por agua. El
proceso no puede ser revertido por rehumedecimiento. El efecto se observa por
secado al aire pero es más pronunciado por secado al horno a mayores
temperaturas.
La pérdida de agua y de hidratación por secado. El agua de hidratación
de los sesquióxidos de hierro y aluminio puede ser retirada por secado en el
horno a 105ºC que es la temperatura estándar de ensayo para los suelos en las
regiones templadas. Esta agua normalmente no incide en el comportamiento
geotécnico del material pero se refleja en los resultados de los ensayos ejecutados
con un contenido mayor de humedad. de acuerdo con las normas establecidas en
países de la zona templada.
Características de colapso o disminución de volumen por adición de
agua sin incremento de carga. Los suelos colapsables tienen altas relaciones de
vacíos pero un contenido de humedad relativamente bajo y, en consecuencia,
pueden ser identificados determinando si la relación de vacíos natural es mayor
que la relación de vacíos en su limite liquido. Esto indica un suelo que es
susceptible a cambios en su estructura al ser saturado. Otro método, usado por
Jennings (1965) hace uso del ensayo de consolidación. Estas cuestiones se
describen más completamente en los Capítulos 5 y 6.
Los andosoles fersialíticos contienen alofanas conjuntamente con
halloysitas y metahalloysitas del grupo de las caolinitas. Estos minerales también
tienen influencia en el comportamiento geotécnico.
Los suelos que contienen metahalloysita tienen agregados de partículas
de arcillas que pueden ser dispersados por manipulación durante los ensayos. Los
agregados pueden ser reconstituidos a menos que el suelo se seque en el horno a
105ºC, con lo que se remueve toda el agua entre las partículas y colapsa la
estructura de agregados.
Los suelos que contienen halloysita hidratada pierden agua de
hidratación al secarse. Esto ocurre cuando la humedad relativa disminuye a
menos del 50%, o cuando la temperatura sube por encima de 50º. La pérdida de
agua de hidratación en una halloysita pura es igual al 14% del peso del suelo
seco. El secado da lugar a la formación de agregados y el suelo se comporta
entonces como la metahalloysita descrita anteriormente.
Los suelos que contienen alofana amorfa forman agregados al secarse.
Este es un proceso irreversible causado por la pérdida del agua entre las
partículas y el agua de los minerales de arcilla amorfa, y está acompañada por
reducciones grandes de la porosidad. El efecto puede ser de tal magnitud que el
suelo cambia de una granulometría arcillosa a una granulometría arenosa.
Las propiedades descritas anteriormente muestran claramente cómo el
comportamiento del suelo es susceptible a los métodos utilizados para preparar
los especimenes para los ensayos de laboratorio. Es necesario reconocer el
potencial de tal comportamiento en las primeras etapas de la exploración y la
ejecución de un programa piloto de ensayos para determinar la necesidad de
modificación de los procedimientos de ensayos normalizados de laboratorio.
Las corazas presentan un problema único para el ingeniero debido a que
no necesariamente constituyen un material que se comporta como roca en el
sentido geotécnico del término. Esencialmente consisten en concreciones en un
suelo huésped, un material estructurado de concreciones coalescentes o un
horizonte endurecido. En todo caso exhiben propiedades geotécnicas variables en
el interior de un depósito y exigen una descripción detallada (ver Capítulo 4), su
evaluación y control de calidad. Debe tenerse un particular cuidado en la
evaluación de la resistencia de las partículas; a menos que estén completamente
maduras las corazas pueden ser relativamente débiles y, en consecuencia, pueden
cambiar considerablemente por manipulación y procesamiento.
4. Identificación y descripción de campo
4.1. Introducción
4.2.1. Localización
4.2.2. Geomorfología
4.2.3. Geología
4.2.6. Vegetación
La vegetación debe ser descrita en términos del tipo natural y cultivada, y de
porcentaje cubierto.
Figura 4.3. Relieve, precipitación y suelos en Dominica (Tomado de Rouse et al. 1986).
4.3.1. Generalidades
4.3.3. Color
4.3.5. Fábrica
4.3.6. Textura
Tabla 4.21. Descripción de gradación de suelos granulares para utilizar con las
mallas de campo
División mayor Nombre típico Descripción Símbolos
Gravas: más del 50% de Gravas limpias Gravas bien gradadas y mezclas de arena GW
la fracción gruesa es y grava con poca cantidad de finos.
retenida en la malla de 2 Gravas mal gradadas y mezclas de arena GP
mm. y grava con poca cantidad de finos.
Gravas con Gravas limosas, mezclas de grava, arena y GM
finos limo. GC
Arenas: más del 50% de Arenas limpias Arenas bien gradadas, mezclas de arena y SW
la fracción gruesa pasa grava con poca cantidad de finos.
por malla de 2 mm. Arenas con Arenas mal gradadas, arenas con grava. SP
finos Arenas limosas, mezclas de arena y limo. SM
Arenas arcillosas, mezclas de arena y SC
arcilla.
Notas: Adaptada de la clasificación unificada de suelos para el uso de campo en materiales de
suelos tropicales. Vea los comentarios del Capítulo 5 sobre la determinación de la granulometría en
el laboratorio.
4.3.8. Comportamiento
4.3.9. Mineralogía
4.4.4. Comportamiento
4.4.5. Nomenclatura
4.5.1. Procedimiento
5.1. Introducción
Figura 5.1. Efectos del secado en la plasticidad en algunos suelos residuales tropicales.
Como regla general debe suponerse que todos los suelos residuales
tropicales son afectados en alguna manera por el secado. En consecuencia, los
ensayos de clasificación deben aplicarse a los suelos con su humedad natural, al
menos que pueda establecerse, a partir de ensayos comparativos, que el secado
no tiene efectos significativos sobre los resultados de los ensayos, y debe
registrarse siempre el método de preparación. En las siguientes secciones de este
capítulo se sugiere procedimientos de preparación.
Desagregación: La desagregación de los suelos residuales tropicales
debe hacerse con cuidado, tomando en consideración el significado de partículas
individuales. El objeto debe ser separar las partículas individuales sin triturarlas o
partirlas. En los suelos cuyas partículas están unidas por cemento la
desagregación debe limitarse a la que se consiga con la presión de los dedos. En
algunos suelos puede ser preferible empaparlos en agua durante la noche, con un
dispersante si se considera apropiado, no aplicar fuerza mecánica adicional.
Tabla 5.1. Algunos ejemplos de los efectos de secado en las propiedades índice
Límites de Atterberg Porcentaje menor que 2
Tipo y localización del suelo m
Natural Seco al Seco al Natural Seco al Seco al
aire horno aire horno
LL:LP LL:LP LL:LP
Costa Rica
Laterita 81:29 56:19
Andosol 92:67 66:47
Dominica
Alofánicos 101:69 56:43
Latosólicos 93:56 71:43
Esmectíticos 68:25 47:21
Hawai
Latosol húmico 164:162 93:89 9 0.6
Hidrolatosol 206:192 61:NP 30 5
Java
Andosol 184:146 80:74
Kenya
Arcilla roja, Sassumua 101:70 77:61 65:47 79 47
Malasia
Lutita meteorizada 56:24 48:24 47:23 25 36 34
Granito meteorizado 77:42 71:42 68:37 20 17 18
Basalto meteorizado 115:50 91:49 69:49 80 82 63
Nueva Guinea
Andosol 145:75 NP
Vanuatu
Ceniza volcánica,
Pentecostés 261:184 192:121 NP 92 57 6
5.2.5. Granulometría
Preparación del suelo. Debe evitarse el secado del suelo. Para ello, se
determina la masa del suelo y se toma un espécimen para la determinación del
contenido de humedad, de tal manera, que pueda calcularse la masa seca inicial.
Un espécimen sin secar se sumerge en una solución dispersante, (solución diluida
alcalina de hexametafosfato de sodio) para ejecutar la parte correspondiente del
ensayo por vía húmeda. Después de lavar el material retenido sobre la malla de
63 m puede ser secada en el horno antes del tamizado en seco.
Tamizado. Los procedimientos detallados de ensayos de granulometría
deben ser evaluados cuidadosamente a la luz de la experiencia. Debe tenerse
cuidado en cada etapa, especialmente para evitar la rotura de las partículas.
La estructura de algunos suelos es tal que una parte importante de la
fracción arcillosa se encuentra en los intersticios de partículas mayores. Después
de separar las partículas mas gruesas (i.e. las retenidas en una malla de 20 mm)
por tamizado por vía húmeda, deben ser lavadas en una solución dispersante
(hexametafosfato de sodio), en lugar de secarlas y pesarlas inmediatamente.
Cuando el material se encuentra completamente desagregado se lava sobre el
conjunto convencional de mallas y el material que pasa la malla de 63 m se
agrega al recogido del tamizado inicialmente por vía húmeda.
Pretratamiento químico. Debe evitarse siempre que sea posible el
pretratamiento químico. El tratamiento con ácido clorhídrico es necesario cuando
debe eliminarse carbonatos o sesquióxidos. La cantidad de sesquióxidos puede
ser determinada por medio del análisis químico del filtrado de tratamiento con
ácido clorhídrico El tratamiento por peróxido de hidrógeno es necesario solo
cuando se encuentra materia orgánica. Si debe determinarse la proporción de
óxido de hierro libre es apropiado un tratamiento alterno con una solución de
hidrosulfito de sodio y ácido clorhídrico muy diluido seguido por centrifugación.
Sedimentación. Antes de ejecutar el ensayo de sedimentación es
necesario la dispersión apropiada de las partículas finas. Se ha encontrado que el
hexametafosfato alcalino de sodio es apropiado para un amplio conjunto de
suelos incluyendo muchos suelos residuales, pero en algunas ocasiones puede
necesitarse una concentración más fuerte de dispersante (p.e. el doble de la
concentración usual). Ocasionalmente, puede ser más efectivo otro dispersante
como el fosfato trisódico. En cada caso debe hacerse ensayos de prueba
comparativos para establecer el procedimiento más apropiado. La solución
dispersante debe ser preparada poco tiempo antes de usarla.
El efecto del secado en la fracción arcillosa medida de algunos suelos
residuales típicos se encuentran en la Tabla 5.1. Usualmente se define como
fracción arcillosa la proporción de la masa de partículas menores que 2 m. Sin
embargo, las partículas de filosilicatos frecuentemente tienen dimensiones
mayores que 2 m y puede ser más apropiado el uso de una definición de
fracción arcillosa basada en la mineralogía para la correlación con las
propiedades geotécnicas. La forma de las partículas de arcilla también puede ser
importante.
El uso de un dispersante puede afectar la estructura de algunos suelos y
los resultados del ensayo no se relacionan entonces con sus características in situ.
Los datos del ensayo y la naturaleza del suelo deben ser evaluados
cuidadosamente para evitar una clasificación errónea.
Figura 5.4. Representación de las relaciones entre succión en el suelo (pF) y contenido de humedad.
Debe suponerse que las partículas más gruesas de los suelos tropicales
son susceptibles de trituración y, en consecuencia, se necesita un espécimen
separado de suelo para la compactación con cada contenido de humedad con el
objeto de evitar la degradación sucesiva. Esto también se aplica a la trituración de
la fracción menor que 425m, a la que se refiere la Sección 5.2.3.
En los suelos sensibles al secado pueden resultar problemas en el control de la
compactación en el campo. El suelo no debe secarse antes del ensayo en el
laboratorio. Cuando es necesario compactar especímenes con contenidos de
humedad menores que el contenido de humedad natural, estos deben ser
secados parcialmente a la temperatura ambiente hasta que se alcance cada
contenido de humedad deseado. Debe evitarse el secado excesivo, que haga
necesario el rehumedecimiento. Se ha encontrado en general que para un
determinado grado de compactación el secado aumenta la máxima densidad
seca y reduce el contenido óptimo de humedad. Algunos datos obtenidos de
ensayos sobre suelos secados no son aplicables al comportamiento en el
campo y pueden dar lugar a que se aplique criterios inadecuados a las
condiciones de campo.
Los suelos de las regiones áridas deben ser humedecidos en tandas, a medida
que se requiera, y almacenados durante un mínimo de cuarenta y ocho horas
antes de su utilización en ensayos de compactación. Pueden ser más
apropiados períodos de curado más prolongados par asimilar los
procedimientos o los procesos de humedecimiento in situ. Puede ser deseable
un conjunto de ensayos comparativos con diferentes períodos de curado.
5.3.2. Compactación
Las muestras para los ensayos de CBR en el laboratorio deben ser tomadas
con mucho cuidado para evitar la alteración de la estructura del suelo (véase
la Sección 5.10.5).
El valor del CBR en condición saturada es crítica en áreas de alta
precipitación y debe medirse la cantidad de expansión durante la saturación.
En algunos suelos se han obtenido valores muy bajos de CBR saturado que
son independientes del contenido de agua con el que fueron compactadas los
especímenes. Debe tenerse en cuenta las variaciones estacionales cuando se
escogen los valores de compactación en el laboratorio para los diseños, que
deben estar basadas en la condición más húmeda. Los valores de CBR
derivados de los ensayos sobre especímenes compactados en el laboratorio
dependen en gran medida de la densidad que, para fines de control de
construcción, normalmente están relacionadas con la densidad seca máxima y
el contenido de humedad óptimo. Cualquier variación en estos valores de
referencia, debida al secado del suelo antes del ensayo, puede tener efectos
importantes sobre los resultados. Los ensayos de CBR también pueden
ejecutarse in situ sobre el suelo natural o sobre suelo que ha sido compactado
de una manera particular. En muchas ocasiones el ensayo con penetrómetro de
cono dinámico (DCP) es una alternativa preferible y menos costosa que los
ensayos de CBR in situ.
En los suelos que tienen una estructura granular inestable asociada con una
relación de vacíos alta debe tenerse cuidado de evitar la aplicación de una
velocidad de carga excesiva. La velocidad convencional de deformación
aplicada en un ensayo de compresión, derivada de criterios de drenaje, puede
dar lugar a una velocidad de incremento de esfuerzo muy alta a bajas
deformaciones. Para evitar esto debe sustituirse alguna forma de control de
esfuerzos en lugar del acostumbrado control de deformaciones.
Los ensayos de compresión triaxial escalonados deben ser usados con cuidado
en suelos residuales tropicales, especialmente en aquellos que tienen una
estructura inestable susceptible al colapso, en los suelos frágiles y en suelos
que muestren características dilatantes.
Los suelos colapsables tienen una fábrica de textura abierta que pueden
resistir esfuerzos razonablemente grandes cuando se encuentran parcialmente
saturados pero que presentan una disminución en volumen debido al colapso
de la estructura al ser saturados, aún bajo presiones relativamente bajas. Los
suelos residuales tropicales parcialmente saturados frecuentemente son de este
tipo. Los asentamientos por colapso usualmente resultan de la pérdida o
reducción de la cementación entre partículas del suelo debido a la presencia
de agua y frecuentemente ocurren en suelos residuales intensamente
lixiviados formados a partir de rocas ricas en cuarzo. Otros mecanismos de
colapso incluyen la pérdida de la influencia estabilizante de la tensión
superficial en los meniscos de agua en los contactos entre partículas en suelos
parcialmente saturados y la pérdida de resistencia de las partículas mismas
cuando están saturados.
Las características de colapso pueden ser investigadas en el laboratorio
mediante un ensayo especial de consolidación en el edómetro. El espécimen
para el ensayo se carga primero con su contenido natural de humedad, sin
agregar agua a la celda, hasta una presión típicamente igual al esfuerzo in situ
estimado. Cuando se alcance el equilibrio, se agrega agua a la celda y el suelo
colapsable se asienta inmediatamente bajo la misma carga aplicada. Luego se
aplica carga adicional en la forma corriente con los suelos saturados. En la
Figura 5.7 se muestra una curva típica e/log p de un suelo colapsable.
Kr = (%SiO2/60)/(%A12O3/102) + (%Fe2O3/160)
Tabla 5.6. Tipos de información que puede obtenerse con varios modos de
microscopía electrónica de barrido
Tipos de información Modos
Estructural y Dispersión reversa, absorción reflectiva, luminiscencia
topográfica conductiva.
Composición química Rayos X, electrones Auger, luminiscencia reflectiva, absorción.
Cristalográfica Rayos X (líneas de patrones de Kossel) transmisión, patrones de
canalización de electrones.
Eléctrica y magnética Dispersión reversa, reflexión, conducción.
5.10.1. Introducción
5.10.3. Muestreo
Las muestras pueden ser tomadas para el reconocimiento del terreno, para la
investigación del suelo in situ, o para la evaluación del suelo como material de
lleno; también pueden necesitarse para análisis del contenido de agua y la
determinación de la densidad o para los ensayos de resistencia y rigidez en el
laboratorio. Las muestras pueden ser consideradas como alteradas, cuando la
estructura original ha sido destruida durante el muestreo, o intactas cuando se
conserva la estructura original, aunque puedan haber sufrido alguna
alteración. Las muestras intactas pueden ser tomadas en tubos, por perforación
rotatoria o cortándolos manualmente de apiques y excavaciones.
Los suelos residuales generalmente están cementados y se comportan como
suelos cohesivos durante el muestreo y, en consecuencia, son apropiados los
métodos de muestreo de arcillas. Sin embargo, hay una diferencia importante
entre el muestreo de arcillas saturadas y de suelos residuales. Una arcilla
saturada generalmente puede conservar una succión capilar importante sin
desaturarse. Así, cuando se toma una muestra del terreno y se encuentra a una
presión de confinamiento nula puede permanecer saturada con una succión de
agua intersticial grande en su interior. Si durante el muestreo no ha tenido
acceso al agua que la hace expandir permanecerá con el mismo contenido de
agua que tiene en el terreno y no presentará deformación volumétrica durante
el muestreo. Esto no se aplica al suelo parcialmente saturado, como es el caso
de los suelos residuales. En tales materiales, la expansión volumétrica es
inevitable durante el muestreo. Aún si un suelo residual se encuentra saturado,
su estructura contiene generalmente vacíos relativamente grandes que no
permiten que mantenga una succión grande de agua intersticial sin
desaturarse. Así los suelos residuales saturados pueden presentar también
expansión volumétrica durante el muestreo, aún si el muestreo se hace con un
contenido de agua constante.
Los suelos residuales por lo general tienen una estructura frágil y pueden
sufrir un daño irreversible debido a la expansión volumétrica aún en el caso
de ser tomadas muy cuidadosamente. Esta afirmación está apoyada en la
comparación entre los resultados de ensayos de laboratorio, ensayos in situ y
carga a escala real. (Sandroni 1985a,b; Vaughan et al. 1988). Hasta qué punto
persisten las discrepancias entre los ensayos de laboratorio y las
observaciones de campo cuando las deformaciones son medidas
correctamente en los ensayos de laboratorio, es una cuestión no resuelta
(Vaughan 1985).
Por las razones expuestas anteriormente, es probable que se presente algún
deterioro de la estructura de los suelos residuales aún si las muestras son
cortadas manualmente con mucho cuidado. El daño es más probable en las
muestras tomadas en profundidad debido a que los cambios en el estado de
esfuerzos del material durante el muestreo son grandes. Los resultados de los
ensayos sobre dichas muestras puede subestimar, en consecuencia, la
verdadera rigidez y resistencia del material in situ. Alrededor de los sondeos y
de los pozos de inspección pueden ocurrir efectos similares, que influyen en
los resultados de os ensayos in situ.
Los ensayos deben hacerse tan pronto como sea posible después de que la
relajación de esfuerzos ha ocurrido in situ y en el laboratorio (Vaughan et al.
1988).
El muestreo con tubos hincados o introducidos por presión produce esfuerzos
de cortante adicionalmente al esfuerzo volumétrico descrito anteriormente.
Tales esfuerzos son inevitables aún cuando se utilicen muestreadores de pared
delgada y de diámetro grande, y de ahí resulta un daño adicional a la
estructura del suelo.
5.10.4. Muestreo para la medición de la densidad, contenido de agua y tamaño
de partículas
rigidez
Los ensayos sobre material alterado son generalmente aceptables para suelos
residuales que van a ser utilizados como material de lleno, en el supuesto que
sean tomadas en cuenta la influencia del contenido de agua en la zona de
préstamo potencial y su posible variación estacional. Sin embargo, puede
presentarse algunas diferencias en la estructura entre los especímenes
compactadas en el laboratorio y en el campo (de Mello 1980) y en los trabajos
de envergadura se prefiere muestras tomadas de un lleno de prueba.
La determinación de la resistencia y rigidez en el laboratorio requieren
especímenes de alta calidad. Generalmente se utilizan muestras labradas a
mano de apiques y pozos de inspección. Las muestras de tubo generalmente
no son adecuadas para este objeto, excepto, tal vez, cuando el suelo tiene un
alto contenido de arcilla (Richards 1985). Los núcleos de perforación rotatoria
pueden ser adecuados siempre y cuando se tomen núcleos de diámetro grande.
El fluido de perforación utilizado es importante. El agua o el lodo causa la
expansión del núcleo y agrava el problema de alteración de la muestra
descrito anteriormente. El uso de aire como fluido de perforación permite
evitar este problema, al menos por encima del nivel freático, pero no es
recomendable en suelos secos donde se requiere la determinación de la
succión, debido a que causa cambios en la succión en el suelo y en el esfuerzo
efectivo por secado, (Richards 1985). El uso de espuma de perforación en la
perforación rotatoria es un desarrollo relativamente reciente (Phillipson &
Chipp 1982; Brand & Phillipson 1984; Phillipson & Brand 1985).
Las muestras intactas de mejor calidad son las muestras de bloque tomadas de
los apiques, trincheras y pozos de inspección. La construcción escalonada del
apique o de la trinchera facilita las operaciones de corte y labrado de las
muestras.
En la Figura 5.8 se ilustra un procedimiento para preparar y remover muestras
de bloque labradas a mano. En el caso de los suelos con una estructura
sensible el bloque puede ser puesto en su caja inmediatamente después de
labrado y las caras expuestas pueden ser cubiertas antes de intentar excavar
por debajo para removerla. La caja debe ser empacada con aserrín húmedo o
espuma plástica para amortiguar la espécimen durante el transporte (Dearman
& Turk 1985).
Las muestras de bloque deben ser por lo menos seis veces más grandes que la
mayor partícula presente en ellas. Sin embargo, una muestra que sea
demasiado pesada para levantarla cómodamente puede sufrir daño más
probablemente que una que pueda ser manejada con facilidad. En
consecuencia, a menos que sea indispensable contar con muestras de mayor
tamaño, los bloques no deben exceder 0.2 m de arista, con una longitud doble
del diámetro probable de ensayo con el objeto de contar con un especímenes
apropiados para el ensayo triaxial.
Un método alternativo para tomar muestras intactas de los suelos libres de
partículas de tamaño grava es utilizar el procedimiento con el anillo de corte
descrito en la Norma BS 1377: Parte 9: 1990: Cláusula 2.4. Este puede ser
usado también para los suelos friables con poca cohesión o para suelos con
una estructura granular sensible. El cortador no debe ser hincado en el terreno.
En lugar de ello debe labrarse burdamente en el terreno un bloque cilíndrico,
dejando 10 mm aproximadamente en el perímetro para ser recortado a medida
que el anillo de corte se empuja hacia abajo uniformemente. La técnica está
ilustrada en la Figura 5.9. Con este mismo método puede tomarse una muestra
intacta en un molde de CBR si se le ajusta una zapata de corte adecuada.
Figura 5.8. Etapas en la recuperación y protección de una muestra de bloque.
5.11.1. Introducción
Los ensayos in situ son utilizados ampliamente en los suelos residuales y con
frecuencia son más son convenientes pues permiten evaluar las propiedades
de volúmenes relativamente grandes de suelo, lo que ayuda a tener en cuenta
la heterogeneidad local común en los suelos residuales, y pueden ser
ejecutados en suelos que han sido menos alterados que una muestra llevada al
laboratorio.
Los ensayos in situ pueden se considerados en dos categorías. Primero, se
encuentran los ensayos simples de exploración como los de penetración
estática y dinámica con base en los cuales se estima la dureza o resistencia del
suelo, pero que sólo pueden ser utilizados para estimar parámetros
geotécnicos mediante correlaciones empíricas. Segundo, están los ensayos de
los cuales pueden derivarse directamente parámetros geotécnicos como los de
placa y de presiómetro. De los diferentes ensayos que pueden ser empleados,
aquí sólo se considera los utilizados más frecuentemente.
El uso exitoso de la primera categoría de ensayos para estimar parámetros
geotécnicos depende del reconocimiento y de la clasificación del tipo de suelo
en el que se hace el ensayo, debido a que las correlaciones empíricas no
pueden trasladarse de un tipo de suelo al otro. También depende de la
cantidad y calidad de los datos de los cuales se ha derivado la correlación
empírica utilizada para interpretar el ensayo. El éxito del segundo tipo de
ensayos depende de los errores experimentales intrínsecos del método, del
grado en que haya sido alterado el terreno por perforación o por excavación,
del grado en que los parámetros medidos sean relevantes para el problema, y
de la corrección de la teoría utilizada para interpretar los resultados.
Como se discute en el Capítulo 6, los suelos residuales tienen propiedades
esencialmente diferentes en muchos aspectos de los suelos tropicales. Las
interpretaciones de los ensayos in situ frecuentemente están basadas en suelos
sedimentarios y su aplicación a los suelos residuales exige cuidado, a menos
que estén validadas por una experiencia de campo muy amplia. Es muy
probable que las interpretaciones basadas en los suelos granulares
sedimentarios sean conservadoras cuando se aplican a suelos residuales de
alta densidad e inseguras si se aplican a suelos residuales de baja densidad.
6.1. Generalidades
6.1.1. Mineralogía
Figura 6.1. Microfotografía electrónica de barrido de granito coreano meteorizado (Lee & Coop
1995).
1.- feldespato de potasio; 2.- mica; 3.- cuarzo; 4.-ilmenita;5.- minerales de arcilla,
predominantemente caolinita, y algo de clorita,; 6.- cuarzo; 7.- anfíbol u otro mineral
ferromagnesiano; 8.- feldespato.
Al recibir la primera carga tales suelos presentan una compresibilidad
alta y una baja expansión de descarga, y son prácticamente incompresibles al ser
recargados hasta que se alcanza la máxima presión que fue aplicada inicialmente.
En la primera carga ocurren grandes deformaciones volumétricas plásticas a
medida que se presentan fracturas en los contactos de partículas y las partículas
menores se mueven a los espacios vacíos; al descargar y recargar las partículas
no recobran su estado original y muestran sólo pequeños cambios de volumen a
menos que sean predominantemente arcillosas. La Figura 6.2 muestra los
resultados de la compresión isotrópica y la expansión de muestras saturadas de
granito descompuesto preparadas con diferentes volúmenes específicos iniciales
y las flechas indican la dirección de la carga y descarga (Coop & Lee 1993).
Figura 6.2. Compresión y expansión de granito coreano meteorizado saturado (tomado de Coop &
Lee 1993).
Figura 6.3. Rotura de partículas en granito coreano, meteorizado y saturado. (tomado de Coop &
Lee 1992).
Figura 6.5. Compresión isotrópica de granito coreano meteorizado seco (tomado de Lee 1991).
Figura 6.6. Relación esfuerzo/deformación de granito coreano meteorizado seco y saturado
(tomado de Lee 1991).
En la Figura 6.6 la rigidez, la resistencia máxima y la tasa de dilatancia
de loa especímenes secos son todas mayores que las de los especímenes
saturados, lo que indica que en los suelos secos los granos son más resistentes.
Esto está confirmado por la menor cantidad de rotura observada en las partículas
secas. Al inundarlos, el estado de los especímenes inicialmente secos se mueve
hacia un estado correspondiente al de los especímenes saturados bajo el mismo
esfuerzo o deformación. Estas diferencias entre el comportamiento de las
muestras secas y saturadas puede ser atribuido a cambios en la resistencia de los
granos y son adicionales a cualquier efecto debido al incremento del esfuerzo
efectivo causado por la succión en los suelos parcialmente saturados.
Figura 6.11. Estado de la relación de vacíos-esfuerzo de un suelo residual asociado a los estados
posibles de un suelo deestructurado. Note que el gradiente Ccs es una función de E0 y del esfuerzo
de cedencia, y no una propiedad intrínseca del material como Cc .
Figura 6.12. Relación entre el índice de compresión, Ccs,, y la relación inicial de vacíos, Co (tomado
de Wallace 1973; Lacerda et al. 1985).
6.3.3. Expansión
La expansión es el resultado de una reducción del esfuerzo efectivo (una
disminución en el esfuerzo total o un incremento en las presiones intersticiales).
Puede ocurrir en suelos saturados o parcialmente saturados.
La magnitud de la expansión depende de la magnitud del cambio del
esfuerzo efectivo y del módulo de expansión del suelo ((δV/V)/δ´). El módulo
de expansión aumenta con la proporción de arcilla en el suelo y con la
expansividad de los minerales de arcilla. Las esmectitas normalmente son muy
expansivas, las illitas y caolinitas lo son menos. Los óxidos de hierro y aluminio,
las alofanas y las halloysitas se expanden poco. La expansión generalmente es
severa en vertisoles (black cotton soil). También puede ser muy alta en arcillas
plásticas sedimentarias y transportadas. Los suelos secos que contienen minerales
de arcilla activa se expanden cuando están sometidos a una disminución en la
succión de agua intersticial.
La expansión de arcillas plásticas secas pueden causar daños severos a
los pavimentos de carretera y a las edificaciones livianas. Los daños en los
canales de irrigación pueden ser particularmente severos.
El riesgo de la ocurrencia de la expansión puede ser evaluado a partir de
ecuaciones empíricas relacionadas con la plasticidad y la gradación del suelo, etc.
Sin embargo, dichas relaciones no están bien establecidas y frecuentemente están
basadas en un conjunto inadecuado de suelos o en ensayos válidos sólo en el
ámbito local (Schreiner 1987a,b). Es recomendable hacer ensayos de expansión
directa en el edómetro de laboratorio si los efectos de la expansión pueden ser
críticos para el funcionamiento de las estructuras. Puede utilizarse varios tipos de
ensayos como se discutió en la Sección 5.5. En general estos ensayos no predicen
la misma magnitud de expansión en el mismo suelo. Schreiner (1987c,d),
demostró que la variación es debida a las diferentes trayectorias de esfuerzos
seguidas en los ensayos; en particular al desarrollo de esfuerzos horizontales
diferentes. En general es recomendable simular las condiciones de campo tan
aproximadamente como sea posible. Probablemente las mejores predicciones se
consiguen en un ensayo en el que el espécimen de suelo seco es sometido
primero al esfuerzo de trabajo y luego es inundado.
La expansión en el campo es difícil de predecir correctamente aún si los
ensayos de laboratorio son adecuados. Los ensayos típicos de laboratorio
comprenden el cambio de presión del agua intersticial desde el valor de succión
en el campo (en el supuesto de que la muestra sea tomada con un contenido de
humedad constante) hasta la presión atmósférica. La presión intersticial final en
el terreno puede ser menor que la atmosférica, y la succión inicial en el terreno
puede ser diferente a la succión en la muestra en el espécimen de laboratorio,
dependiendo de la época del año en la que se tome la muestra, etc.
Es de la mayor importancia anotar que el mismo suelo puede ocurrir
expansión o colapso partiendo de las mismas condiciones iniciales, dependiendo
del nivel de esfuerzo en el que ocurra la disminución de esfuerzo efectivo, lo que
hace posible que una predicción esté errada tanto en signo como en magnitud (El
Sohby & Elleboudy 1987).
La expansión puede evitarse presaturando el suelo seco, aunque esto
pueda dar lugar al asentamiento por consolidación convencional con un
incremento de carga. También es posible que se induzca la contracción si las
presiones intersticiales se incrementan por saturación hasta valores mayores que
los de equilibrio último. Este es un riesgo particular de áreas áridas.
La Tabla A4 resume los ensayos de laboratorio que deben ser ejecutados. Esta
tabla también tiene en cuenta los aspectos geotécnicos y las ilustraciones del Capítulo 6.
Aunque en este informe se ha tratado en gran medida sobre las masas y
materiales de suelo, debe enfatizarse que la meteorización tropical generalmente da lugar
a la formación de un continuo químico, y consecuentemente geotécnico, de transición
gradual desde la roca madre hasta el suelo residual. Debe recordarse, en consecuencia,
que las aplicaciones prácticas indicadas anteriormente pueden requerir que se tenga en
cuenta los perfiles completos de roca y desuelo.
GLOSARIO
Saturación: condición en la que todos los vacíos del suelo están completamente
llenos con agua con una presión igual o superior a la atmosférica.
Saturación parcial: 1. Condición en la que el agua en el suelo se encuentra a una
presión inferior a la atmosférica. 2. Condición en la que los vacíos del suelo no
están completamente llenos con agua.
Segregación hidromórfica: separación de materiales en un medio saturado en
razón del comportamiento diferencial de los iones presentes en dicho medio.
Sensibilidad: 1. El mínimo cambio de una cantidad que puede medir un
instrumento. 2. Relación entre (a) la resistencia al cortante del suelo intacto y (b)
la resistencia al cortante del suelo amasado.
Silcreto: categoría de clasificación de suelo tropical residual; depósito
endurecido formado por acumulación de sílice en el interior del perfil del suelo.
Sílice: 1. Óxido de silicio, SiO2. Se presenta en diferentes formas cristalinas, la
más común de las cuales es el cuarzo. La forma criptocristalina, calcedonia, es
parte esencial de la lidita o chert. 2. Unidad básica de los minerales de la arcilla
formada por cuatro átomos de oxigeno que rodean un átomo de sílice.
Silicinato: cemento silíceo de las rocas sedimentarias.
Succión: capacidad de un suelo de retener agua capilar. Cuantitativamente se
expresa como el trabajo necesario para retirar una unidad de masa de agua de una
unidad de masa de suelo independientemente de la presión osmótica y de otras
influencias. (Normas ASTM D2325 y D3152, D3404 y D5298). Cf. Potencial
matricial
Suelo activo: el que presenta cambios considerables de volumen y de
comportamiento mecánico en respuesta a los cambios de contenido de humedad.
Los suelos activos presentan valores elevados de capacidad de intercambio
catiónico, de límite líquido e índice de plasticidad, y de potencial de expansión.
Cf. Actividad.
Suelo acrecional: manto grueso de suelo formado por un proceso simultáneo de
depósito lento de sedimentos y pedogénesis que ocurre frecuentemente en la
parte baja de las laderas donde se acumulan los depósitos coluviales.sensu stricto
Suelo cohesivo: suelo que presenta una resistencia a la cizalladura con una
presión de confinamiento nula. A diferencia de los suelos granulares, los
fragmentos de suelos cohesivos, mantiene su forma al ser sumergidos en un
líquido.
Suelo colapsable: suelos arenosos o limosos con una alta relación de vacíos que
pueden experimentar una súbita perdida de resistencia al corte y disminución de
la relación de vacíos al ser saturados bajo una carga dada. (Norma ASTM
D5333)
Suelo dispersable: suelo arcilloso que se disgrega fácil y rápidamente en agua de
baja concentración de sal con poca o ninguna manipulación mecánica. Tales
suelos normalmente tienen una alta proporción de su capacidad de adsorción
saturada con cationes de sodio y presentan alto potencial expansivo, alta
susceptibilidad a la erosión y baja permeabilidad. (Norma ASTM D4647).
Suelo expansivo: suelo que puede presentar cambios apreciables de volumen al
variar su contenido de humedad. Cf. Suelo activo
Suelo ferralítico: categoría de clasificación de suelo residual tropical,
formado por procesos de hidrólisis de minerales primarios que dejan el hierro y
el aluminio como residuos. La sílice y los elementos alcalinos y alcalinotérreos
son removidos en solución y los óxidos de hierro y aluminio quedan retenidos en
los perfiles. Predomina la caolinita, la gibsita puede llegar a ser dominante y el
hierro puede quedar como goethita o hematita. Normanlmente falta el horizonte
argílico.
Suelo fersialitico: categoría de clasificación de suelo residual tropical,
normalmente de color rojizo en el que la meteorización no afecta el cuarzo los
feldespatos y la moscovita. Predominan minerales del grupo de la esmectita,
producto de transformación y neoformación; la caolinita se desarrolla en áreas
bien drenadas. Capacidad de intercambio catiónico mayor que 25 meq/100 g.
Donde el desarrollo vertical es incompleto forman suelos pardos fersialíticos;
donde es completo se forman suelos rojos saturados
Suelo ferruginoso: categoría de clasificación de suelo residual residual,
intermedio entre los formados en las etapas de fersialitización y ferralitización.
La meteorización de minerales primarios es más fuerte que en los suelos
fersialíticos pero menos que en los suelos ferralíticos. Hay remoción de sílice
soluble por drenaje. La mayor parte de las arcillas son de neoformación. En los
minerales de neoformación predomina la caolinita, los minerales del grupo de la
esmectita son subordinados y no se encuentra gibsita, salvo en terrenos a gran
altitud. Los horizontes tienen el aspecto de un saprolito caolinítico y el desarrollo
está fuertemente influenciado por la edad.
Suelo gley: suelo desarrollado en condiciones de drenaje insuficiente que dan
lugar a la reducción de los óxidos de hierro y de otros elementos; éstos suelos
tienen como característica su color gris o moteado de gris y pardo amarillento.
Cf. Horizonte G, horizonte gley
Suelo granular: suelo que presenta una resistencia al corte nula o muy baja, bajo
un esfuerzo de confinamiento nulo, cuando se encuentra seco al aire o sumergido
bajo el agua.
Suelo hidromorfo: tipo de suelo formado en medio con exceso de agua. Véase
horizonte gley, suelo gley.
Suelo intacto: véase muestra intacta.
Suelo no cohesivo: véase suelo granular.
Suelo orgánico: mezcla de arena, limo o arcilla, o una combinación de estas con
materia orgánica. Término genérico aplicado a un suelo que tiene abundante
materia orgánica.
Suelo reconstituido: veáse muestra reconstituída.
Suelo residual: suelo formado por la meteorización in situ del material parental.
Suelo formado in situ por la descomposición de un material preexistente y la
lixiviación de los componentes solubles, dejando los materiales insolubles que no
son transportados a distancias significativas. Comprende los grados de
meteorización IV, V y VI.
Suelo volcánico: el que han sido formado por la acumulación de piroclastos,
seguida o no de procesos de meteorización.
Superficie basal de meteorización: superficie imaginaria en el interior del
terreno que constituye el techo de la roca no meteorizada. Límite inferior hasta
donde alcanza a producirse el proceso de meteorización.
Textura: característica del suelo definida por la proporción de arena, limo y
arcilla que contenga. La textura se define por la fracción, o combinación de
fracciones, de suelo predominante. En caso de que haya cantidades
aproximadamente iguales de las tres fracciones la textura se califica como franca.
Toposecuencia: Conjunto ordenado de perfiles de suelo que han sido formados a
partir de materiales parentales similares, en condiciones ambientales similares
(clima, vegetación, etc.) y durante períodos similares de tiempo, pero en
diferentes zonas de la pendiente.
Trayectoria de esfuerzos: expresión simplificada que se utiliza en lugar de
“trayectoria de esfuerzos máximos de cizalladura”. Línea que une los puntos que
representan los esfuerzos máximos de cizalladura, y los correspondientes
esfuerzos normales, a que es sometido una muestra durante un ensayo de
compresión triaxial; los pares de valores que definen la trayectoria de esfuerzos
están dados en un plano cartesiano de coordenadas (p, q) definidos en función de
los esfuerzos principales por los valores [(1+3)/2, (1-3)/2] (Holtz & Kovacs,
1981).
Trellis: Ptrón de drenaje controlado por las estructuras geológicas, caracterizado
por un marcado paralelismo de las corrientes principales que interceptan las
corrientes secundarias aproximadamente en ángulo recto.
Tubificación: formación de canales subterráneos debido a la remoción
progresiva de partículas de suelo de una masa por el agua de percolación.
Ultisol: categoría de suelos propio de regiones húmedas de zonas tropicales y
subtropicales; se caracteriza por un horizonte arcilloso con un contenido bajo de
bases intercambiables y un horizonte iluvial rico en arcilla, su estado de
meteorización es menor que el de los oxisoles formados por arcilla caolinítica e
hidróxidos de hierro y aluminio, y equivalente en forma aproximada a los suelos
ferruginosos y ferrisoles.
NOTAS
(p-98). Además del agua libre cuya evaporación total se ha supuesto que
ocurre a 105ºC, y del agua de mineralización que en algunas especies
minerales puede ser liberada a temperaturas menores que 100ºC, es
necesario considerar el agua adsorbida que liberada entre 100 y 300 ºC. El
agua adsorbida está ligada a las redes cristalinas por enlaces
electroquímicos, solo se presenta en las arcillas y limos, y puede constituir
un indicador de la actividad del suelo.
ÍNDICE ANALÍTICO
AASHO
ácidos orgánicos
acrisol
acumulación de hierro
adiciones eólicas
adobe
aerofotografía
África Occidental
agregación
agregados
agua
de cristalización
de hidratación
agua subterránea
aire como fluido de perforación
alisol
allita
alofana
alofánico
alteración
alteración en el muestreo
alteración hidrotermal
alucreto
aluminio, inmovilidad de
aluminosilicato
ambientes áridos
ambientes húmedos
ambientes semiáridos
análisis de gas desprendido
análisis mineralógico
análisis químicos
de rutina
análisis térmicos
análisis termodiferencial
andosol húmico
anfíbol
ángulo de fricción y discontinuidades heredadas
ángulo de fricción y mineralogía de la arcilla
anisotropía
apiques
arcilla de neoformación
arcilla iluvial
arcilla residual
arcillas activas
arcillas expansivas
arcillas negras tropicales
arcillas rojas tropicales
arcillas alofánicas
areniscas
argílico
ASTM
base
bases de datos
bauxita
bicarbonatos
biostasia
Biotita
bioturbación
bióxido de carbono
black cotton soils
Brasil
bromuro de potasio
BS1377 (1990)
BS5930
cadenas compuestas
calcreto
calidad de muestras
calorimetría de barrido diferencial
calorimetría de barrido diferencial
cambisol
capacidad de expansión
capacidad de infiltración
capacidad de intercambio catiónico
características de expansión de arcillas activas
características de la masa del suelo
características del material del suelo
características del terreno
características geotécnicas
características geotécnicas, guía
características geotécnicas, reconocimiento
caracterización de microfábrica
carbonato
carbonato de calcio
cartografía general
cartografía geomorfológica
catena
catión
CBR
cedencia
cementación de partículas
cementación de partículas de suelo
cementación entre partículas
reducción por humedecimiento
y falla en suelos residuales
ciclo de desarrollo concrecional
clasificación
clasificación americana
clasificación de Duchaufour
clasificación de suelos
clasificación de suelos HRB
clasificación de suelos tropicales
clasificación de suelos tropicales FAO - UNESCO
clasificación de suelos USCS
clasificación del terrreno
clasificación francesa
clasificación geotécnica de suelos
clasificación IAEG
clasificación pedológica
clasificación por plasticidad y fracción arcillosa
clasificación por relación de vacíos
clasificación por tamaño de partículas
clima
clima y formación de corazas
clima y formación de suelos ferralíticos
clima y formación de suelos ferruginosos
clima y formación de suelos fersialíticos
clorita
colapso de fábrica
colapso en arenas meteorizadas
colapso por adición de agua
colapso y saturación parcial
color
coluvión
compactación
comportamiento de la masa del suelo
comportamiento metaestable
composición de la masa del suelo
compresibilidad
condiciones ambientales y características geotécnicas
condiciones hidromórficas
condiciones oxidantes
condiciones reductoras
conductividad hidráulica
contacto
contenido de agua
contenido de humedad
contracción lineal
coraza
corazas
como fuentes de agregados
en ambientes extratropicales
en el interior de catenas
lateríticas múltiples
y movilidad de cationes
cratón
criterios ambientales de clasificación de suelos residuales
criterios pedológicos
cuarzo
Cuaternario
curva e/log p
deestructurar, deestructurado
defloculación
deformación
deformación y rotura de cementación
densidad
densidad de partículas
densidad de partículas, cambio con el secado
densidad del suelo compactado
densidad relativa
desagregación
desaturar, desaturación
descalcificación
descripción de campo
descripción de gradación con tamices de campo
descripción de gradación, suelos gruesogranulares
deshidratación parcial
diaclasa
diagénesis, diagenético
dificultades prácticas con suelos residuales
difracción de rayo X
dilatómetro
discontinuidades
discontinuidades con baja resistencia
discontinuidades en llenos
discontinuidades heredadas
dispersante, uso en el ensayo de sedimentación
dolocreto
dolomita
efecto del secado
en la plasticidad
en las propiedades índice
en la estructura
irreversible
eluviación
empaques, sellado en suelos residuales
enlaces eléctricos
Ensayo de absorción rápida
ensayo de aguja
ensayo de arenosidad de feldespatos
ensayo de compresión triaxial escalonado aluminosilicatos
ensayo de cono estático
ensayo de contracción
ensayo de doble edómetro
ensayo de doble hidrómetro SCS
ensayo de durabilidad
ensayo de expansión
ensayo de expansión en edómetro
ensayo de límite líquido
ensayo de morona
ensayo de penetración estándar
ensayo de placa
ensayo de placa in situ
ensayo en edómetro, subestima el esfuerzo de cedencia
ensayo in situ
ensayos de carga, efectos de la succión en el suelo
ensayos de clasificación de suelos
ensayos de penetración dinámica
ensayos de permeabilidad
ensayos de placa
ensayos de plasticidad
ensayos de presiómetro
ensayos índice en el campo
erosión interna en suelos dispersables
esfuerzo de cedencia
esfuerzo de cedencia, determinación
esfuerzo de cedencia, determinación in situ
esfuerzo de cedencia, en ensayos de placa
esfuerzo de cedencia, en estructura cementada
esfuerzo de cedencia, en suelos deestructurados
esfuerzo de cedencia, en suelos residuales
esfuerzo efectivo
esfuerzo efectivo y saturación parcial
esfuerzos in situ y relación de vacíos
esmectita
esmectitas en vertisoles
espaciamiento de discontinuidades
espécimen
espectroscopia de fluorescencia de rayos X
espectroscopia infrarroja
espectroscopia infrarroja
estabilización
estaciones seca y desarrollo de corazas
estado contractivo
estado de humedad
estado deestructurado
estado estable dilatante
estado metaestable
estereopares
estimación en el campo
estructura anisotrópica, en suelos residuales in situ
estructura cementada
estructura cementada, esfuerzo de cedencia
estructura cementada, resistencia máxima al cortante
estructura de partículas y relación de vacíos
estructura del suelo
estructura y cementación entre partículas
estructural
estructuras heredadas
evaluación de terreno
evaporitas
expansión
fábrica del suelo
factores climáticos
factores pedogenéticos
factores pedogenéticos
falla en suelos residuales cementados
fases de suelos residuales
feldespato
feldespato alcalino
ferralíticos
ferralitización
ferralsol
ferricreto
ferrisoles transicionales
ferritas
ferruginización
fersialitización
filosilicato
filosilicatos
filosilicatos
fluidos de perforación
flujo de agua
foliación
forma de granos
fotografía aérea
fracturamiento y resistencia de partículas
gel
geofísica
gley
Gondwana
gradación y resistencia de partículas
grados de meteorización
granito
granito coreano
granitoides
granulometría
granulometría por sedimentación
Guyana
halloysita
halloysita hidratada
hematita
hidrólisis
hidrología
hidromórfico
hidroxilos
hierro ferroso, transporte
hierro libre
historia tectónica
historia tectónica y profundidad de suelos residuales
horizonte moteado
horizonte pedológico
hornblenda
húmico
humus
illita
iluviación
imágenes de satélite
imágenes de sensores remotos
imogolita
índice de actividad
índice de compresión
índice de recuperación total
índices climáticos
índices de registro de núcleos
Indonesia
información pedogenética
Interfluvio
inversión de relieve
iones
JCPDS Powder Diffraction Index
Joint Committee on Powder Diffraction Standars (JCPDS)
Kalimantán
laterita convencional
laterita de Buchanan
laterita freática
laterita, perfiles de meteorización en clima frío
lavado
lesivación
l y formación de horizontes con bajos contenidos de arcilla
límite líquido, penetración con cono
límites de Atterberg
influencia de la microestructura
efecto del secado
litosecuencia
lixisol
lixiviación
llenos
localización del terreno
localización y profundidad de suelos residuales
lodolita
loess
luvisol
macizo rocoso
manto de meteorización
mapa
martillo de Schmidt
material parental
mbuga
mecánico
medición de esfuerzos totales y sensibilidad
metahalloysita
metahalloysíticos
meteorización
meteorización tropical
meteorización tropical, términos geotécnicos
meteorización, control topográfico
meteorización, grados
meteorización, minerales primarios
meteorización, minerales secundarios
meteorización, perfil
meteorización, profundidad
meteorización, tipos
meteorización, tropical
métodos de perforación
mica
microscopía electrónica de barrido
microscopía electrónica de transmisión
microscopía óptica
minerales de arcilla
en suelos dispersables
minerales de neoformación
minerales ferromagnesianos
minerales laminares, orientación en la superficie de cizalladura
minerales primarios, meteorización e hidrólisis
minerales primarios, minerales secundarios
mineralogía
mineralogía y microestructura
módulo de expansión
moscovita
moscovita
muestra
muestras en bloque
muestreador de doble tubo
muestreadores de triple tubo
muestreo
muestreo con anillo de corte
muestreo con tubo hincado
muestreo de bloques, nailing
muestreo de tubo con gato
muestreo para medición de tamaño de partículas
muestreo y ensayos
negur
neis
Nigeria
nitosol
Niuguini
nomenclatura de la masa del suelo
número de clase de Emerson
oligotrófico
olivino
ópalo
orientación de fábrica
origen de rasgos de fábrica
ortoclasa
Owen Stanle
oxianiones
óxidos hidratados
oxihidróxidos
par estereográfico
partículas porosas, pérdida de resistencia
patrón de drenaje
pavimento de grava
pavimentos
pedocreto
pedogenético
pedología, pedológico
pendiente de las laderas
penetración con cono
penetrómetro
penetrómetro de cono dinámico
perfil de meteorización
perfiles de coraza
perfiles de vertisoles
perforación
manual
rotatoria
por percusión con cable
permeabilidad
permeabilidad hidráulica
petroplintita
pF
piezómetro de tubo abierto
pila
pilote
piroxeno
pisolito
Plagioclasa
plasticidad
plintita
plintosol
podzol
podzolización
porcelanita
porcentaje de sodio intercambiable en suelos dispersables
porosidad
potasio
potencial de colapso
potencial de expansión, límites de consistencia
preparación de muestras
presaturación y expansión
presiómetro
presiómetro de Menard
presión aparente de preconsolidación
pretratamiento químico, granulometría
problemas de tránsito
procedimientos de investigación del terreno
proceso isovolumétrico
procesos de formación
procesos de meteorización
procesos pedogenéticos
productos de concreción
profundidad de manto de suelo residual
profundidad de meteorización
profundidad de suelo residual
factores ambientales
factores geomorfológicos
meteorización y erosión
propiedades geotécnicas
propiedades geotécnicas in situ
propiedades hidráulicas
propiedades índice, efectos de secado
protección de muestras cortadas a mano
quelación
reacción endotérmica
reacción exotérmica
recementación
de llenos
recristalización
reemplazamiento seudomórfico
regolito
rejuvenecimiento
relación de absorción de sodio
relación de sesquióxidos
relación de sílice/sesquióxidos
relación de vacíos
como clasificador
como índice
efecto sobre la resistencia en condición drenada
y esfuerzos in situ
y estructura granular
in situ y valores de SPT
relativa
relación de vacíos/esfuerzos en suelos destructurados
relación numérica entre minerales primarios y minerales secundarios
resistencia
resistencia al cortante
resistencia de agregados
resistencia de partículas y fracturamiento
resistencia del suelo
resistencia en condición drenada
resistencia máxima al cortante
resistencia residual
resistencia y sensibilidad
resistencia, suelo cohesivo
resistencia, suelo no cohesivo
riesgo, de asociado a discontinuidades heredadas
rocas básicas
rocas carbonatadas
rocas cristalinas
rocas cristalinas ácidas
rocas cristalinas intermedias
rocas cuarzofeldespáticas
rocas félsicas cristalinas
rocas granitoides
rocas ultramáficas
rosas del desierto
rotura de cementación
rotura de partículas
RQD
sabana
saprolito
saprolito, capacidad de retención de agua
saprolito, formación
saprolito, transición a roca fresca
saturación parcial
secado
en el horno
efecto en la plasticidad
efecto en la estructura
sedimentos arcósicos
sedimentos cuarcíticos
sensibilidad
sensores remotos
sesquióxidos
seudogley
seudomórfico
sialítico
Sierra Leona
silcreto
sílice
sistema de posicionamiento global
sistema FAO - UNESCO
sistemas de clasificación de suelos
SOIL SURVEY. USA
sonda GCO
sonda JKR
sondeo
Standards Association of Australia
subsidencia
succión
succión en el suelo
suelo
alofánico
anisotrópico
arcilloso
cohesivo
granular
residual
suelos
afectados por secado
algodoneros negros
alofánicos amorfos
ándicos
anisotrópicos
cohesivos
colapsables
débilmente cementados, relación de vacíos y resistencia en
condición drenada
débilmente estructurados dispersables
erosionables
esmectíticos
eutróficos
ferruginosos
fersialítico
fersialíticos
gruesogranulares
hidromórficos
hidromórficos endurecidos
hidromórficos ferralíticos
hidromórficos plintíticos
maduros negros tropicales
oligotróficos
orígenes y distribución residuales tropicales
rojos subtropicales
rojos tropicales
sedimentarios
tixotrópicos
transportados
volcánicos
sulfatos
superficie de cizalladura
tamizado
terminología geotécnica
terminología pedológica
termitas y permeabilidad
termogravimetría
termogravimetría
textura
texturas heredadas seudomórficas
tipos de suelos residuales
topografía, topográfico
toposecuencia
trayectorias de esfuerzos y rotura de partículas
tubificación
ultisoles
valor de condición de humedad
valor de impacto de agregados
valor de pF
valor de trituración de agregados
valor modificado de trituración de agregados
variabilidad lateral
variabilidad lateral, patrón local
variabilidad lateral, patrón regional
variaciones aleatorias
vegetación
veleta de mano
vertisoles
Vitrisoles
vlei
yecreto
yeso
Zambia Oriental
zona de cizalladura