El ornitorrinco es quizá el animal más raro del mundo.
Es mamífero, pero sus hembras
carecen de mamas: las crías lamen la leche que emana a través de unas glándulas en el abdomen de sus madres y que sale de una manera parecida al sudor. Tampoco paren las ornitorrincas: ponen huevos. Este curioso animal es uno de los cinco mamíferos monotremas (ovíparos) del mundo. Hay más extrañas particularidades de esta especie menuda (mide entre 40 y 60 centímetros y pesa entre uno y dos kilos) que vive en Australia y del que los aborígenes creen que es el fruto del romance entre una rata de agua y un pato.
El ornitorrinco (Ornithorhynchus anatinus) es nocturno, acuático (vive en ríos), carnívoro
(se alimenta de renacuajos, crustáceos…), venenoso y porta un eficaz radar en su pico de pato. Además, es antiquísimo: su pariente más cercano es el Monotrematum sudamericanum, del que se han encontrado en Patagonia fósiles de hace 61 millones de años. Estos días preocupa el ornitorrinco porque podría desaparecer. Un estudio reciente del International Union for Conservation of Nature alerta de la grave reducción de ejemplares debido a la pérdida de su hábitat, la invasión del plástico en los ríos y el cambio climático. Ahora habitan en el este de Australia y Tasmania solamente entre 30.000 y 50.000 ejemplares adultos.