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Es importante rescatar una frase de Griffin, quien nos dice que “el desarrollo
humano también cuestiona el supuesto comúnmente aceptado según el cual el
medio para alcanzar el desarrollo es la acumulación de capital físico, es decir, la
inversión de instalaciones industriales y bienes de equipo”. Pero ¿Qué pasa en
países con otro tipo de problemáticas como el nuestro? indagando un poco más
sobre este tema me encontré con el último informe del Banco Mundial (2018) .Quien
afirma que “El conocimiento es fundamental para el desarrollo”, Todos los años, el
Informe sobre el desarrollo mundial presenta un tema de crucial importancia para el
desarrollo. La edición de 2018 —la 40.a de esta serie— fue la primera dedicada
completamente al tema de la educación. Este informe cuenta que a pesar de los
formidables adelantos logrados en el acceso a la educación, las recientes
evaluaciones del aprendizaje muestran que muchos niños de todo el mundo salen
de la escuela sin contar siquiera con las habilidades básicas de alfabetismo y
aritmética, y menos aún con las habilidades más complejas necesarias en el siglo
XXI. En muchos países de ingreso bajo e ingreso mediano, las habilidades están
muy por debajo de los niveles esperados. En el informe se utilizan nuevos datos
para diagnosticar las causas de esta crisis de aprendizaje y cómo afrontarla. Se
propone comenzar con indicadores de aprendizaje y programas basados en la
evidencia para lograr que las escuelas estén al servicio de los estudiantes, y se
exhorta a los países a superar los obstáculos técnicos y políticos que impiden el
aprendizaje.
Cabe resaltar la importancia de la educación y como desde las aulas de clase se
puede ayudar en la preparación del ser humano para la vida, ya que no se trata de
implantar conocimientos en los educandos. Por el contrario es potencializar los
saberes previos y transformarlos en nuevas oportunidades de desarrollo.
En conclusión denoto que el objetivo real del “Desarrollo Humano” debe ser el
mejoramiento, acompañamiento y fortalecimiento de las capacidades de cada ser
humano desde las comunidades educativas y familiares. Todo esto bajo un trabajo
en equipos, en procura de satisfacer las necesidades tanto biológicas, como
cognitivas y psicológicas. Parafraseo una oración citada por la PhD Laura M.
Pineda, quien en medio de su discurso dijo: “Los pobrecitos se niegan a reconocer
su valía”. Entonces, la pobreza si puede estar en nuestro espíritu, en nuestras sed
de conocimiento, en la responsabilidad de ser humanos, en tener miedo y negarnos
nuevas posibilidades. Hay cosas que no tienen valor monetario como: visitar la
biblioteca y leer un libro, escuchar las narraciones de nuestros abuelos, enseñar
valores a nuestro hijos , cuidar la naturaleza, trabajar en comunidad ,respetar las
tradiciones, ser humildes y sobre todo sensibles ante las necesidades del otro.
Cuando nos demos cuenta que podemos tener estos elementos en nuestra vida
sabremos qué es la verdadera riqueza, y como en algún momento me dijo mi abuela
“Lo cortés nunca te quitara lo valiente, trata con amor y respeto a los demás que el
resto vendrá por añadidura”.