Sie sind auf Seite 1von 2

Universidad del Balamand

Instituto de Teología San Juan Damasceno


P.A.S.E. (Program for Arabic – Spanish Exchange)

SOFI 230 Introducción a la Fe de la Iglesia Ortodoxa


Lección 8 Sección 3
La Pneumatología Ortodoxa

3. El don de Pentecostés
Tres puntos especialmente impresionantes tienen relación con el don del

Paráclito el día de Pentecostés:

En primer lugar, es un don para todo el

pueblo de Dios: “Todos quedaron llenos del

Espíritu Santo” (Hch 2:4). El don o carisma del

Espíritu no es conferido únicamente a los

obispos y al clero, sino a cada uno de los

bautizados. Todos son portadores del Espíritu.

En segundo lugar, es un don de unidad:

“Estaban todos reunidos en un mismo lugar” (Hch

2:1). El Espíritu hace que todos, por numerosos

que sean, no formen más que un solo cuerpo de

Cristo. El descenso del Espíritu en Pentecostés

aniquila el efecto de la torre de Babel (Gn 11:7).

El Espíritu aporta unidad y comprensión mutua, nos permite hablar “con una

sola voz”. Transforma a los individuos en personas. La primera comunidad cristiana

de Jerusalén, inmediatamente después de Pentecostés, tenía “todo en común” y tenían

SOFI 230 Intro. Fe Iglesia Ortodoxa 8.3. © Este material es para uso personal del estudiante inscripto y
tiene derechos de autor. Queda completamente prohibida su
Para comunicarte con tu profesor:
copia parcial o total sin permiso previo de la Universidad del
E-mail: padregabrielcoronel@gmail.com
Balamand.

1
Universidad del Balamand
Instituto de Teología San Juan Damasceno
P.A.S.E. (Program for Arabic – Spanish Exchange)

“un corazón y una sola alma” (Hch 2:44; 4:32); ésta debería ser la marca de la

comunidad pentecostal de la Iglesia en cada generación.

En tercer lugar, el don del Espíritu es un don de diversidad: las lenguas de

fuego “dividiéndose, se posaban sobre cada uno de ellos” (Hch 2:3) directamente. No

solamente el Espíritu nos da un don, sino que nos hace a cada uno diferente de los

otros. En Pentecostés, no fue abolida la multiplicidad de las lenguas sino que dejó de

ser causa de separación. Antes, cada uno hablaba en su lengua, pero, de pronto, por

el poder del Espíritu, cada uno puede comprender a los demás. Para mí, ser portador

del Espíritu es realizar todas las características distintivas de mi personalidad; es

hacerme realmente libre, verdaderamente yo mismo en mi unicidad. La vida en el

Espíritu posee una variedad inagotable. El mal, y no la santidad, es aburrido, debido

a su repetición. En cambio, nuevas formas de santidad las habrá siempre.

SOFI 230 Intro. Fe Iglesia Ortodoxa 8.3. © Este material es para uso personal del estudiante inscripto y
tiene derechos de autor. Queda completamente prohibida su
Para comunicarte con tu profesor:
copia parcial o total sin permiso previo de la Universidad del
E-mail: padregabrielcoronel@gmail.com
Balamand.

Das könnte Ihnen auch gefallen