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Lesión en el Ligamento

Lateral Interno de la rodilla


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Por
Iván Sotelo Besada
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Índice de Contenidos [ocultar]


 1 La articulación de la rodilla
o 1.1 Nivel Óseo
o 1.2 Nivel Meniscal y Capsular
o 1.3 Nivel Músculo-tendinoso
o 1.4 Nivel Ligamentoso
 2 El ligamento lateral interno de la rodilla
o 2.1 Funcionalidad del Ligamento Lateral Interno
 3 Epidemiología de la lesión de ligamento lateral interno
o 3.1 Competición vs Entrenamiento
o 3.2 Ratio de Lesiones en el ligamento lateral interno
o 3.3 Localización corporal
o 3.4 Tipo de lesión
 4 Factores de Riesgo Intrínsecos del ligamento lateral interno de la rodilla
o 4.1 Edad
o 4.2 Género
o 4.3 La(s) Lesión(es) previa(s)
o 4.4 Condición Física
 4.4.1 La Resistencia
 4.4.2 La Fuerza
 4.4.3 La Flexibilidad
o 4.5 Aspectos Anatómicos y ligamento lateral interno
 4.5.1 La Laxitud Articular
 4.5.2 La Inestabilidad Articular
 4.5.3 Valgo Dinámico
 4.5.4 Desbalance Muscular
o 4.6 Composición Corporal y ligamento lateral interno
 5 Conclusiones sobre el Ligamento Lateral Interno
 6 Bibliografía

En este artículo analizaremos la prevalencia de lesión en el Ligamento Lateral


Interno de la rodilla dentro del fútbol.

Para empezar, la Actividad Física, y especialmente el deporte de competición, se


encuentran bajo un reflujo de incidencia lesiva difícil de disminuir, debido a la
interacción y prevalencia de los factores de riesgo neuromuscular, incitando un
estado de deterioro o lesivo (1). Por lo tanto, conocer y analizar los elementos que
rodean a las Lesiones Deportivas resulta de suma importancia.

Además, Bahr y Maehlum (2) propusieron clasificar el tipo de lesiones deportivas


en función del mecanismo de producción y comienzo de los síntomas. Por lo cual,
clasificaron las lesiones ligamentarias (producidas fundamentalmente por un
traumatismo agudo, aunque pueden darse, raramente, por uso excesivo) de la
siguiente forma:
 Leve o Grado I: se caracteriza por existir daño estructural a nivel
microscópico, sin embargo, hay escaso dolor local.
 Moderado o Grado II: produce edema visible y dolor manifiesto, pero sin
compromiso de la estabilidad articular, además, también se denominan
desgarros parciales.
 Grave o Grado III: provoca edema importante y en contraste con el Grado
II, existe inestabilidad articular.

La articulación de la rodilla
En primer lugar, la rodilla es una articulación sinovial, de tipo troclear, con gran
complejidad, constituida por huesos, meniscos, cápsula articular, músculos,
tendones y ligamentos (3).

Además, es una articulación de dos grados de libertad, por esta razón sus
movimientos corresponden a la flexo-extensión sobre el plano sagital y el eje
transversal, y la rotación (interna y externa) en posición de flexión, sobre el plano
horizontal y el eje longitudinal.

Nivel Óseo

Con respecto al sistema óseo, Góngora, Rosales, González y Pujals (4) establecen
que la rodilla está formada por tres huesos (fémur, rótula y tibia) y por 3
articulaciones más pequeñas, dos articulaciones fémoro-tibiales (entre el fémur y la
tibia) y una fémoro-rotuliana (entre fémur y rótula).

Nivel Meniscal y Capsular

Por lo general, esta articulación está formada por unas estructuras cartilaginosas
denominadas meniscos (interno y externo) (5). Por otra parte, desde la perspectiva
de la capsular articular, la rodilla está envuelta por una cápsula con forma de
manguito que recubre el extremo inferior del fémur y el extremo superior de la tibia
(5). Al mismo tiempo, este contiene en su interior líquido sinovial, el cual actúa
como lubricante (5).
Nivel Músculo-tendinoso

Por otro lado, Kapandji (6) estableció que la rodilla es cruzada por varios grupos de
músculos provenientes del muslo y de la pierna, por ello y en base a su función se
clasifican en músculos extensores (principalmente el cuádriceps), flexores
(isquiosurales, músculos de la Pata de Ganso, gastrocnemio y poplíteo) y rotadores
(el bíceps crural, el tensor de la fascia lata, el sartorio, semitendinoso,
semimembranoso, recto interno y el poplíteo).

Nivel Ligamentoso

Por último, la rodilla posee una cápsula articular con ligamentos de refuerzo, dos
ligamentos que se encuentran a los lados de la rodilla (ligamento lateral
interno y ligamento lateral externo). También consta de los ligamentos cruzados
que unen el fémur y la tibia:

 El ligamento cruzado anterior (LCA), cuya principal función es evitar que la


tibia se desplace muy por delante del fémur (6,7).
 Ligamento cruzado posterior (LCP), el cual evita que la tibia se desplace
muy por detrás del fémur (6,7).

El ligamento lateral interno de la rodilla


Hoy en día el Ligamento Lateral Interno (LLI) también puede ser
llamado Ligamento Colateral Medial (LCM) de la rodilla, o por
ejemplo, Ligamento Colateral Tibial (LCT). En cuanto a sus características, se
puede decir que es un ligamento extra-articular, largo (10-12 cm), plano y ancho
(8). Especialmente, se constituye como un engrosamiento medial estrechamente
unido a la cápsula articular y al menisco interno, con forma triangular (8, 9, 10, 11).
Funcionalidad del Ligamento Lateral Interno

Con respecto a su funcionalidad, el Ligamento Lateral Interno cobra gran


importancia para darle estabilidad a la rodilla en grados específicos de traslación y
rotación (12), por este motivo estos ligamentos se tensan cuando la rodilla está
extendida y se distienden cuando la rodilla está flexionada (10,13).

Como resultado, la resistencia a la inestabilidad del valgo de rodilla es


proporcionado primariamente por el LCM y secundariamente por el
LigamentoCruzado Anterior de la rodilla (14,15,16). Por lo tanto, esta distribución
de cargas entre ambos ligamentos (LCM y LCA) cobra gran importancia en la
lesión ligamentosa combinada (14).

Especialmente, el principal estabilizador en valgo en todos los grados de flexión de


rodilla es el LCMs en su inserción tibial proximal, mientras que la inserción tibial
distal se encarga de la estabilidad de la rotación externa a 30º y 60º de flexión de
rodilla y rotación interna (14,17).

Para acabar, Barrera (18) establece que los fascículos meniscotibial y


meniscofemoral son colaboradores en la estabilidad del valgo junto a la inserción
proximal del LCMs y ayudan en el control de la rotación interna (Fascículo
Meniscofemoral a 20º, 60º y 90º y Fascículo Meniscotibial a 30º y 90º) así como a
la rotación externa (Fascículo Meniscofemoral a 30º y 90º).
Epidemiología de la lesión de ligamento lateral
interno
Actualmente, uno de los primeros pasos a realizar para el éxito de los programas de
reducción de lesiones deportivas es el correcto análisis e interpretación de la
epidemiología lesional. Para ello, se ha optado por el modelo de intervención para
la prevención de lesiones más utilizado, el paradigma de Van Mechelen, Hlobil y
Kemper (19), el cual se basó en una secuencia de 4 pasos: en primer lugar, se debe
conocer la amplitud del problema (incidencia y prevalencia de las lesiones
deportivas), en segundo lugar, hay que identificar los factores de riesgo (intrínsecos
y extrínsecos), en tercer lugar, reconocer los mecanismos de producción de las
lesiones, y por último, introducir medidas preventivas y evaluar la eficacia de la
intervención.

En consecuencia a los estudios epidemiológicos encontrados y revisados se han


obtenido los siguientes datos:

Competición vs Entrenamiento

En primer lugar, la incidencia de lesiones durante las competiciones o partidos es


más alta que durante los entrenamientos, tanto en jugadores de fútbol profesional
(20,21,22,23,24) como en jugadores de fútbol amateur (25,26,27).

Ratio de Lesiones en el ligamento lateral interno

En segundo lugar, el ratio de lesiones variará en función del nivel de participación,


tipo de registro de lesiones, temporada, liga, entre otros… Por ello, un correcto
análisis e interpretación de estos datos deberá ser de suma importancia. Aun así, se
pueden citar los siguientes datos:

 Por un lado, en la Segunda División Española el ratio de lesión competición-


entrenamiento es de 38,8 vs 3,8/1000h (20).
 Por otro lado, en la Primera División Brasileña el ratio fue de 42,84 vs
2,40/1000h (24).
 Y finalmente, en ligas amateur el ratio de lesión abarca desde 1,15-
32,2/1000h en competición, frente a 0,49-2,4/1000h en entrenamientos
(25,26).

Localización corporal

Para empezar, la mayoría de lesiones ocurren en el miembro inferior, tanto en


jugadores de fútbol profesionales (20,23,24), como en jugadores amateurs (25,26).

En concreto, las zonas corporales más prevalentes en lesionarse tanto en jugadores


de fútbol profesionales como amateurs son la parte superior de la pierna (20,23,26),
sin embargo, existen evidencias contrapuestas, como por ejemplo, el estudio
retrospectivo de Herrero et al. (25), los cuales encontraron que la rodilla es la
región corporal en jugadores de fútbol amateur que más se lesionada.

Para acabar, a la localización corporal más frecuente le siguen tanto en


profesionales como en amateurs, la rodilla y el tobillo (20,25,26), al margen del
estudio de Noya et al. (20), los cuales encontraron que la segunda región corporal
más prevalente en jugadores profesionales es la cadera/ingle, seguidas de la rodil la,
tobillo y la parte baja de la rodilla (gemelo, sóleo, flexores-extensores del tobillo,
entre otros…).

Tipo de lesión

En cuarto lugar, el tipo de lesión más prevalente en futbolistas profesionales es la


lesión muscular y tendinosa, acompañada en segundo lugar de la lesión articular y
ligamentosa (20,24), tanto en futbolistas profesionales como en amateurs (27). Sin
embargo, en el estudio de Herrero et al. (25), y Sousa et al. (26), con jugadores de
fútbol amateur, la tipología de lesión más preponderante es la lesión articular y
ligamentosa, seguida de la lesión muscular y tendinosa.

Hoy en día es necesario determinar con precisión los factores de riesgo que deben
asumirse para implementar un programa preventivo y un correcto plan
de Reeducación Funcional Deportiva. Para una mejor comprensión, y tal como
refleja Casáis (28), se suelen clasificar en factores de riesgo
intrínsecos (predisposición del atleta) y extrínsecos (exposición a factores de
riesgo). Aunque, en la realidad del proceso de entrenamiento-competición se dan de
manera compleja e interactiva (y, en muchos casos acumulativa). Por otra parte,
partiendo de la premisa establecida en el modelo de intervención para la prevención
de lesiones de Van Mechelen, Hlobil & Kemper (29), y habiendo superado la
primera etapa, conocer la amplitud del problema (incidencia y prevalencia de la
lesión del Ligamento Lateral Interno de la rodilla en el fútbol), pasaríamos por
consiguiente a la segunda etapa, identificar los factores de riesgo, concretamente,
los agentes intrínsecos.

Factores de Riesgo Intrínsecos del ligamento


lateral interno de la rodilla

Edad

Para empezar, se presenta como un factor con resultados contradictorios, ya que por
un lado existe evidencia que afirma que los jugadores de fútbol jóvenes muestran
una mayor incidencia de lesiones en la extremidad inferior (30,31) en comparación
a jugadores adultos.

Seguidamente, Moore et al. (32) encontraron en su estudio de cohorte que los


jóvenes jugadores de fútbol presentaban una alta incidencia de lesiones
de Ligamento Lateral Interno. Concretamente, el riesgo de lesión fue el doble en
futbolistas jóvenes a partir de los 14 años (32).

Finalmente, varios artículos apuntan a la edad como factor a tener en cuenta en la


producción de lesiones ligamentarias de rodilla tanto en jugadores profesionales
como amateurs (33,34), aunque Hägglund (35) mostró que la edad no es un factor
de riesgo significativo para las lesiones en general, a pesar de que en uno de sus
varios artículos a analizar encontró que los jugadores de fútbol masculinos de >30
años tenían una mayor incidencia de lesiones que los de edad intermedia (20-30
años) y baja (<20 años).
Género

Como resultado de la revisión sistemática de Llana-Belloch, Pérez-Soriano y Lledó-


Figueres (36), se observó una menor incidencia de lesiones en jugadoras
adolescentes durante los entrenamientos y durante las competiciones en
comparación a jugadores adolescentes. No obstante, en categorías senior, los
resultados se igualan, a excepción de los senior masculinos, donde durante las
competiciones la incidencia se eleva.

Por otro lado, las mujeres élite e internacional superan en incidencia lesional
durante los entrenamientos a los hombres (36). Sin embargo, durante las
competiciones de las mujeres y hombres élite e internacional los valores se
distancian en la horquilla mayor (36).

Incidencia de lesiones (Llana et al., 2010)

La(s) Lesión(es) previa(s)

Actualmente, haber tenido una lesión previa aumenta el riesgo de lesión en la


extremidad inferior (31), tanto en jugadores masculinos amateurs (34) como en
jugadores masculinos élite (37). Concretamente, haber tenido una lesión previa en
la rodilla de tipo esguince aumenta el riesgo de padecer la misma lesión en el
mismo lado (33).

En todo caso, cabe destacar que en la revisión sistemática de McCall et al. (38), la
lesión previa tenía un nivel de evidencia de 2++, y en el cual, gran parte de los
artículos tuvieron en cuenta la lesión previa como factor de riesgo en una amplia
gama de poblaciones (jugadores de fútbol de la UEFA Champions League, de la 3ª
División Griega, de la Premier League Sueca y de la 2ª División de Islandia).

Condición Física

La Resistencia

En primer lugar, Chomiak et al. (34) y Dvorak et al. (39) encontraron que una pobre
resistencia y velocidad de reacción óptica son factores de riesgo para las lesiones en
general. De esta manera, Hägglund (35) justifica los anteriores resultados
deduciendo que en los jugadores con baja condición física la fatiga aparece antes,
aunque, pocos estudios verifican eso.

Desde otra perspectiva, también se encontró un estudio en el que jugadores con un


bajo Consumo Máximo de Oxígeno (Vo2 máximo) estimado tenían más lesiones de
tipo esguince. Además, en otros descubrieron que los equipos con un periodo
preparatorio largo tenían pocas lesiones que un equipo que hizo un periodo
preparatorio corto (35). De lo anterior, se puede concluir que los jugadores con
mejor condición física tenían menos lesiones (35). A pesar de ello, otros estudios
evaluaron la relación del Vo2 máximo estimado y lesiones, y pico de Vo2 máximo
y lesiones, donde a fin de cuentas no se muestra asociación entre ellas (35).

La Fuerza

Para empezar, se ha teniendo como referencia inicial la revisión de Vanmeerhaeghe


y Romero (40), los cuales establecen que el correcto funcionamiento del complejo
sistema neuromuscular es un factor clave en el control de la estabilidad articular.
Por este motivo, las lesiones articulares y ligamentarias son las que más se pueden
beneficiar del entrenamiento del control neuromuscular (41). Por consiguiente,
todos los factores de riesgo citados en Vanmeerhaeghe y Romero (40) tienen un
denominador común, la alteración del patrón de movimiento, definido como la
secuencia de activación muscular utilizada para generar una acción.

Factores de riesgo
neuromuscular (Vanmeerhaeghe y Romero, 2013)

La Flexibilidad

Con respecto a la flexibilidad, no se han encontrado evidencias directas sobre las


posibles asociaciones entre la flexibilidad y las lesiones de rodilla, pero, se puede
considerar un factor importante, ya que esta cualidad está incluida dentro dos de los
programas de prevención más estudiados, como el 11+ (The 11 – Injury Prevention
Program) y el Harmoknee Program.

Aspectos Anatómicos y ligamento lateral interno

La Laxitud Articular
Primeramente, este concepto es definido por Zlotnicki et al. (42) como “la respuesta
pasiva de la articulación a las fuerzas aplicadas externamente”. Además, este
concepto no se debe confundir con la inestabilidad, la cual constituye una medida
funcional expresada por el paciente (42).

Tanto la laxitud articular como la inestabilidad podrán ser cuantificados mejor


entendiendo el stiffness muscular, ya que permite comprender como los tejidos
resisten la deformación en respuesta a las fuerzas, resultando que niveles altos o
anormales de stiffness muscular limitan y restringen respectivamente el movimiento
articular (42).

Para finalizar, el incremento de la laxitud articular es un factor d e riesgo no


modificable, que no implica inestabilidad en la rodilla (42), y el cual presentan una
asociación con el riesgo de lesiones de rodilla (31).

La Inestabilidad Articular

En otro lugar, la inestabilidad en la rodilla y su asociación con el incremento de


lesiones parece ofrecer resultados contradictorios. Por un lado existe un incremento
del riesgo para las lesiones de rodilla en jugadores con inestabilidad medial (35). Y
por otro lado, no se encontró ninguna asociación entre inestabilidad en la rodi lla y
los esguinces de rodilla (35).

Valgo Dinámico

En cuanto a la alineación dinámica del valgo, se define como el colapso medial de


la rodilla durante tareas que generen flexión de rodilla y cadera, donde
primariamente el desplazamiento ocurre en el plano frontal, con una combinación
de rotación interna de cadera, valgo de rodilla y rotación tibial externa (41).

Al mismo tiempo, un hallazgo importante ha sido que el 37,1% de los jugadores de


fútbol de alto nivel analizados realizaron el apoyo del test Drop Jump con alguna de
las rodillas en valgo, donde el 14,3% reportaron ángulos mayores a 20º, por esta
razón se considera un valor proyectado sobre el plano frontal como excesivo para
algunos autores (43).
Desbalance Muscular

Seguidamente, otro agente de riesgo es el desbalance musculares (38), considerado


como una falta de equilibrio de la fuerza aplicada entre ambas extremidades o
músculos, donde una de las 2 tiene más control dinámico. De tal manera, se la
considera la responsable de sobrecargas mecánicas y de mecanismos
compensatorios que afectan a la técnica del movimiento y a la postura (43).

Composición Corporal y ligamento lateral interno

En resumen, poca evidencia se ha encontrado entorno a este elemento y su relación


en las lesiones deportivas. Murphy et al. (31), encontró que incrementa el riesgo de
lesión en hombres futbolistas de mayor altura, pero no hay ninguna asociación en
mujeres. Tampoco se observó ninguna asociación entre altura, peso, composición
corporal (%grasa) o IMC y lesiones en general en jugadores de fútbol (35).

Conclusiones sobre el Ligamento Lateral Interno


En resumen, la rodilla es una articulación compleja debido a las múltiples
características de los componentes que la conforman a nivel óseo, meniscal,
capsular, músculo-tendinoso y ligamentoso. Por consiguiente, el ligamento
lateral interno posee un papel activo en la estabilización de la rodilla en grados
específicos de rotación y traslación.

Como resultado de los datos expuestos en los puntos comentados anteriormente, se


puede concluir que existe una mayor prevalencia de lesiones durante las
competiciones frente a los entrenamientos.

Con respecto al ratio de lesiones, variará en función del nivel de participación, tipo
de registro de lesiones, temporada, liga, entre otros.

En cuanto a la región corporal que más se lesiona, según la mayoría de autores es


la parte superior de la pierna, sin embargo, otros autores apuntan a la rodilla como
localización más prevalente. Por otra parte, la localización corporal más habitual en
lesionarse también se verá afectada por el tipo de registro de lesiones, tipo de liga,
utilización de un modelo u otro para clasificar las lesiones, entre otros.
Por último, el tipo de lesión más frecuente en futbolistas profesionales ha sido la
lesión muscular y tendinosa, y la lesión articular y ligamentosa, tanto para
futbolistas profesionales como para amateurs. No obstante, y al igual que en el
apartado de “localización corporal”, parece existir una dicotomía de evidencias.

Finalmente, se podría concretar que un programa de prevención de lesión en el


ligamento lateral interno (reducción de la incidencia lesional) será cada vez más o
menos exitoso en función de la capacidad de ejecutar de forma coordinada los pasos
especificados en los modelos de intervención para la prevención de lesiones que se
encuentran publicados, más una correcta selección, análisis e interpretación de los
datos que se encuentran expuestos en la literatura científica.

Se puede concluir que un programa de reducción del riesgo de lesiones para el


Ligamento Lateral Interno de la rodilla en el fútbol dependerá en mayor medida de
la capacidad de coordinación de una correcta búsqueda, selección y análisis de
los artículos científicos encontrados en la literatura. Además, estos mismos
elementos deberán ser valorados y aplicados de forma lógica de acuerdo
a criterios de eficacia y eficiencia.

Con respecto a la edad y al género, son dos factores de riesgo muy a tener en
cuenta en la producción de lesiones de ligamento lateral interno, aunq ue, el género
se vea influenciado por el nivel de juego.

Acerca de las lesiones previas, apuntan a ser el factor de riesgo más determinante
en la producción de lesiones deportivas, tanto en jugadores amateurs como élite. De
hecho, se le otorga un nivel de evidencia de 2++ en una de las última revisiones
del British Journal of Sports Medicine.

En lo referido a la condición física, tener bajos niveles de resistencia y de fuerza


incrementan el riesgo de lesión. Por otro lado, no se encontraron evidencias acerca
de si tener una buena o mala flexibilidad aumenta el riesgo.

Por otra parte, los aspectos anatómicos comentados anteriormente influyen más o
menos en el incremento de riesgo de lesión ligamentosa. No obstante, se pued e
señalar a la laxitud articular, el valgo dinámico y los des-balances muscular como
los más importantes.

Finalmente, poca evidencia y baja relación se halla en torno a la composición


corporal y el riesgo de lesión del ligamento lateral interno.

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L’Esport, 49(181), 5-10.
Rodilla de saltador o
tendinopatía rotuliana
(2 Votos. Puntuación media: 5,00 de 5)

Por
Facultat de Ciències de l'Esport Blanquerna (Universitat Ramon Llull)
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Índice de Contenidos [ocultar]


 1 ¿Qué es la tendinopatia rotuliana o rodilla de saltador?
 2 Bioquímica de la lesión de rodilla de saltador o tendinopatía rotuliana
 3 Proceso de sobrecarga o ruptura del tendón
 4 Impacto en el deporte
 5 Landing jump
o 5.1 Factores intrínsecos del aterrizaje del salto
o 5.2 Entrenamiento excéntrico y rodilla de saltador
 6 Conclusión sobre rodilla de saltador o rendinopatía rotuliana
 7 Bibliografía

En el presente artículo analizamos la lesión conocida como rodilla de saltador o


tendinopatía rotuliana

El término tendinitis ha estado asociado siempre a un proceso inflamatorio. A partir


del estudio (14) se empieza a pensar que una patología en el tendón no hay ninguna
inflamación por ausencia de células inflamatoria, pero hay áreas de degeneración de
colágeno, asociada a un fracaso en el proceso de reparación del tendón. Hay un
aparente incremento de los tenocitos con actividad fibrolástica y no se observan las
clásicas células inflamatorias (5) (6). Por lo tanto, el término “tendinitis” ha estado
substituido por el de “tendinosis” o “tendinopathy”.

¿Qué es la tendinopatia rotuliana o rodilla de


saltador?
La tendinopatia es una lesión por uso excesivo de un tendón que puede ocurrir tanto
en la parte inferior como la parte superior (2). Un tendón es la conexión entre
el músculo y hueso. El tendón rotuliano es diferente de la mayoría de los tendones
ya que conecta dos estructuras óseas: la rótula y la tibia. Por lo tanto, el tendón
también puede ser decir “tendón rotuliano”. El tendón rotuliano debe ser capaz de
soportar altas cargas para hacer movimientos explosivos, como saltos.

La tendinopatia rotuliana o rodilla de saltador se caracteriza por dolor focal


relacionado con la carga al borde del ápice de la rótula (6).
Imagen 1:
Articulación de la rodilla

Bioquímica de la lesión de rodilla de saltador o


tendinopatía rotuliana
(Cook & Purdam, 2009) realiza una propuesta del funcionamiento del tendón
delante un impacte. Habla de un patrón continuo del tendón que tiene tres etapas :
reactive tendinopathy, tendon dysrepair (failed healing) and degenerative
tendinopathy. Aumentar o disminuir la carga es el estímulo principal que conduce
el tendón en el sentido hacia delante o hacia atrás en la figura 1. Dentro de les
pautes de recuperación propuestas, reduciendo la carga puede permitir que el
tendón vuelva a un nivel de estructura anterior.
Figura 1 Modelo que
explica un tendón normal a un tendón con tendinopatia pasando por las tres etapas
de (Cook & Purdam, 2009): reactive tendinopathy, tendon dysrepair (failed healing)
and degenerative tendinopathy.

Proceso de sobrecarga o ruptura del tendón


El tendón presenta una característica stress- strain en la curva ( figura 2). La
configuración clásica enrollable de fibras i fibrilos de colágeno en reposo
desaparece cuando el tendón se estira alrededor de un 2%. Con más estiramiento,
cerca del 5% de elongación provoca que las fibras estén más en paralelo y el tendón
tiene una respuesta lineal relativa al estrés. Más allá de este elongamiento, las
microfibras del tendón hay colágeno y las fibras llisquen entre ellas a medida que
fallan los enlaces cruzados. Con una tensión aún más grande, el fallo de tracción de
les propias fibras, combinadas con fallos de cizalla, causa un daño macroscópico
(Khan et al., 1998).
Figura 2
Corva Stress – strain para el tendón
En la figura 3 resume cuál es el ciclo para que pase el ciclo de tendinosis. Si
dejamos recuperar al tendón no entrará en área peligrosa. En cambio, si realizamos
estímulos repetitivos sin un margen de tiempo suficiente para que el tendón se
recupere, entraremos en una fase que acabará generando una tendinopatía
rotuliana o rodilla de saltador. Como más avanzado estás en este ciclo, más
difícil volver atrás (6).
Figura 3. Ciclo
de tendinosis

Impacto en el deporte
La tendinopatia rotuliana o rodilla de saltador es una lesión que aparece en los
deportes caracterizados por la velocidad y las demandas de alta potencia de los
extensores de la rodilla, con un gran número de saltos repetitivos (7). Las lesiones
por uso excesivo del salto han aumentado en los últimos años. (12) hablan de una
gama de 10% en deportistas universitarios a 32% en deportistas de elite en el
baloncesto. El número se dispara en jugadores de voleibol en un estudio sobre 40 -
50%. En el fútbol crece a 17% de profesionales (4).
La prevalencia general en los deportes es que 4 de cada 5 atletas se sufrir lesiones
durante su carrera deportiva, o tener algunos de sus síntomas; que es especialmente
preocupante para los implicados (12)(4).

Landing jump
Una revisión sistemática de las causas de la tendinopatia rotuliana o rodilla de
saltador (11) llega a la conclusión de que no tienes que hablar sobre la rodilla del
puente, pero la rodilla del aterrizaje. La mayoría de los músculos y las diferencias
técnicas se encontraron durante el aterrizaje después de un avance de aceleración
horizontal. Una síntesis de la literatura sugiere que el aterrizaje horizontal plantea
la mayor amenaza para el desarrollo de la TP (Tendinopatia patel·lar). Un patrón de
movimiento rígido con un aterrizaje corto tiempo está asociado con la aparición de
TP Por lo tanto, usando un patrón de aterrizaje flexible parece ser una estrategia
para reducir el riesgo de lesiones. Estos resultados indican que mejorar el
funcionamiento de la cadena cinética en ejercicio excéntrico y cambio de patrones
de aterrizaje es herramientas potenciales para la prevención o para fines
terapéuticos.

Otro estudio hizo una comparación entre dos grupos donde fue probaron la técnica
de aterrizaje de un salto vertical y otro respecto a la horizontal. Participantes con
PTA (tendinopatia patel·lar asintomática) crea una carga en el tendón rotulià
similar a los controles, pero con la secuencia de activación muscular alterada, con
una flexión de la rodilla considerablemente más grande y con una extensión de
aterrizaje caderas. Mientras que los sujetos de control flexionaven la cadera a la
tierra, mostrando una orden de activación muscular diferente en comparación con el
grupo experimental (12). La siguiente tabla muestra los resultados de los diferentes
grupos estudiados (tabla 1):
Tabla 1. Orden de activación muscular durante el aterrizaje en el salto horizontal y
vertical de un stop-jump

Factores intrínsecos del aterrizaje del salto

 Un rango de tobillo inferior de 36,5 ° es el límite para determinar como


factor de riesgo para sufrir la tendinopatia rotuliana o rodilla de
saltador. (1) (9)
 Articulación de la cadera ROM y la flexibilidad de cuádricepscausa
alteración en el salto del aterrizaje. (11) (3) (4) (8)
 Aumento de tejido adiposo (11) (4).

Entrenamiento excéntrico y rodilla de saltador

En cuanto a los métodos para hacer frente a esta patología, (12) encontró mejorías
significativas en el dolor sufrido por la tendinopatia rotuliana o rodilla de
saltadorgracias a un trabajo de fuerza excéntrica mediante sentadilla unilateral.

(Esparza et al. 2011) llegó a la conclusión de que realizar más de 3 días a la semana
que el protocolo allí era diferencias significativas. Por esta razón, el protocolo fue
de 3 días a la semana. Lo mismo ocurrió con el estiramiento. No ve beneficios
hacer estiramientos en el protocolo. En términos de volumen de la sesión y los
ejercicios de todos los estudios se ponen de acuerdo.

Tabla 1. Orden de activación muscular durante el aterrizaje en el salto horizontal y


vertical de un stop-jump

Conclusión sobre rodilla de saltador o


rendinopatía rotuliana
Si queremos reducir el nombre de lesiones de la tendinopatía rotuliana hemos de
tener en cuenta lo siguiente:

 Respetar el tiempo de recuperación entre sesiones. Evitar entrar en el ciclo


de tendinosis de (6), figura 1.
 Dedicarle el tiempo a la técnica de aterrizaje para reducir el máximo posible
el impacto a la articulación (Landing jump).
 Paralelamente con la técnica de aterrizaje, realizar un plan de entrenamiento
para reducir los factores intrínsecos que conllevan a un mal aterrizaje:
o Mejorar el rango de dorsiflexión de tobillo
o Movilidad de cadera
o Disminución del tejido adiposo.
 Realizar un protocolo de entrenamiento excéntrico para fortalecer el tendón
y evitar que se degenere más rápidamente. Seguir protocolo de (12) en la
tabla 2.

Bibliografía
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https://doi.org/10.1177/0363546504270454
8. Mann, K., Eric, S., Drinkwater, J. E., & Bird, S. (2013). Una herramienta de
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9. Sinsurin, K., Vachalathiti, R., Jalayondeja, W., & Limroongreungrat, W.
(2013). Different Sagittal Angles and Moments of Lower Extremity Joints
during Single-leg Jump Landing among Various Directions in Basketball
and Volleyball Athletes. Journal of Physical Therapy Science.
https://doi.org/10.1589/jpts.25.1109
10. Van Der Worp, H., De Poel, H. J., Diercks, R. L., Van Den Akker-Scheek,
I., & Zwerver, J. (2014). Jumper’s knee or lander’s knee? A systematic
review of the relation between jump biomechanics and patellar
tendinopathy. International Journal of Sports Medicine, 35(8), 714–
722. https://doi.org/10.1055/s-0033-1358674
11. Van der Worp, H., van Ark, M., Roerink, S., Pepping, G.-J., van den Akker-
Scheek, I., & Zwerver, J. (2011). Risk factors for patellar tendinopathy: a
systematic review of the literature. British Journal of Sports
Medicine, 45(5), 446–452. https://doi.org/10.1136/bjsm.2011.084079
12. Young, M. A., Cook, J. L., Purdam, C. R., Kiss, Z. S., & Alfredson, H.
(2005). Eccentric decline squat protocol offers superior results at 12 months
compared with traditional eccentric protocol for patellar tendinopathy in
volleyball players. British Journal of Sports Medicine, 39(2), 102–105.
https://doi.org/10.1136/bjsm.2003.010587.
13. Esparza, F. et al. (2011). Prevención de la tendinopatía rotuliana con
ejercicios excéntricos en deportistas. Trauma Fund MAPFRE. 20(4):241-
247.
14. Maffulli, Khan i Puddu, (1998). Overuse tendon conditions: time to change a
confusing terminology. Arthroscopy 14(8): 840-9.

AUTOR | Óscar López Alcántara. Estudiante del Máster en Entrenamiento


Deportivo, Actividad Física y Salud. Facultad de Psicología, Ciencias de la
Educación y del Deporte Blanquerna-URL.

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FACULTAT DE CIÈNCIES DE L'ESPORT BLANQUERNA (UNIVERSITAT RAMON LLULL)

http://blogs.blanquerna.edu/cafe/es/

Publicación redactada por un alumno del Máster Universitario en Entrenamiento Deportivo,


Actividad Física y Salud, de la facultad de Blanquerna (Universitat Ramón Llul).
Dorsiflexión: Su gran
importancia
(1 Votos. Puntuación media: 5,00 de 5)

Por
David Bautista Moreno
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Índice de Contenidos [ocultar]


 1 ¿Qué es la flexión dorsal o dorsiflexión?
 2 ¿Cómo saber si la tenemos reducida?
 3 Dorsiflexión y sentadillas. ¿Puede o tiene que pasar la rodilla la punta del pie?
 4 ¿Cómo la mejoro?
 5 Conclusiones sobre la dorsiflexión
 6 Bibliografía

¿Puede afectar la falta de movilidad de tobillo a la salud articular de la rodilla,


cadera y columna vertebral? ¿Sabes los riesgos que tiene una limitación
de dorsiflexión? ¿Debe pasar la rodilla la punta del pie durante
una sentadilla? Pues te lo cuentamos en este artículo.

¿Qué es la flexión dorsal o dorsiflexión?


Es el movimiento que reduce el ángulo entre el pie y la pierna, es decir, los dedos
del pie se acercan a la espinilla. Al ser la primera articulación que apoyamos
durante acciones cotidianas o deportivas como andar, correr, saltar… una
restricción de esta movilidad afectará a las otras articulaciones responsables de la
flexo-extensión, como son rodillas, caderas y la columna vertebral.

Imagen 1. Dorsiflexión y flexión plantar.


Se ha visto en la literatura científica como una limitación de dorsiflexión de tobillo
aumenta el riesgo de sufrir una lesión en el miembro inferior:

 Síndrome del dolor femoropatelar. [5,6]


 Rotura del ligamento cruzado anterior (LCA), debido a que los flexores
plantares amortiguarían bien las fuerzas de impacto contra el suelo durante
el aterrizaje de acciones como correr o saltar, además de aumentar el valgo
de rodilla el cual vimos en entradas anteriores que tiene una gran incidencia
sobre lesiones de la articulación de la rodilla. [2,4,5,6,7,8]
 Tendinopatía rotuliana. Relacionado con lo anterior, durante la fase
excéntrica del aterrizaje es cuando mayor estrés se produce en el tendón
rotuliano, si a eso le sumamos un valgo de rodilla y una mala absorción de
las fuerzas de impacto, el riesgo de lesión aumenta considerablemente
además de producirse compensaciones biomecánicas por esa dorsiflexión
limitada.[10,11,12]
 Fascitis plantar. [13]
Imagen 2. Mala y buena
amortiguación del pie contra el suelo.

¿Cómo saber si la tenemos reducida?


Konor et al. (2012) mostraron la fiabilidad de tres mediciones para analizar la
dorsiflexión: a través de un goniómetro, un inclinómetro digital o midiendo la
máxima distancia de la punta del pie a la pared. Por tanto, usaremos esta última
por ser la más sencilla. [14,15,16]

Este test consiste en colocarnos a unos 10 cm de la pared e intentar tocarla,


teniendo en cuenta estos aspectos:

 Hacerlo preferiblemente descalzo o con zapatillas con una suela mínima.


 Que durante el movimiento el talón no se levante.
 Que la rodilla vaya recta y no en otros planos (es decir, que no se vaya ni
hacia dentro ni hacia fuera).
Imagen 3. Test para medir la dorsiflexión de tobillo.
Si no somos capaces de tocar la pared, tendremos una restricción de la movilidad de
tobillo, por tanto deberemos mejorarla para adquirir un óptimo patrón de
movimiento y para reducir el número de lesiones.
Dorsiflexión y sentadillas. ¿Puede o tiene que
pasar la rodilla la punta del pie?
Son ya muchas las ocasiones en las que escucho que la rodilla no debe pasar la
punta del pie para que no sufra la rodilla… ¿Pero esto es correcto?

Es verdad que aumenta un poco el estrés en la articulación pero es que si no pasa la


rodilla la punta del pie, el estrés irá en mayor medida hacia la zona
lumbar (protagonista de la mayoría de dolores en la actualidad), aumentando la
fuerza compresiva sobre los discos intervertebrales [17,18,19]. Pero ahí no queda
eso, además afectará a la técnica correcta de la sentadilla, perdiendo verticalidad.

Veamos un ejemplo, con y sin restricción de dorsiflexión:

Imagen 4. Sentadilla
sin y con restricción de dorsiflexión.

¿Cómo la mejoro?
Según diferentes autores ejercicios de liberación miofascial y estiramientos son
las intervenciones que mayores mejoras generan en la dorsiflexión.

1. Comenzando por auto-masajes con rodillo o pelota para mejorar la


tensión/rigidez de la musculatura.
Imagen 5. Auto-masaje de la fascia plantar.
Imagen 6. Auto-masaje con foam roller del gastrocnemio y sóleo.
2. Estiramientos dinámicos.

Imagen 7.
Estiramiento dinámico para mejorar la dorsiflexión.
3. Ejercicios de movilidad de tobillo.
Imagen 8. Ejercicio de movilidad de tobillo
con ayuda de una resistencia externa.

Imagen 9.
Ejercicio de movilidad con ayuda de banda de resistencia/cuerda para mejorar ese
posible bloqueo del astrágalo con la tibia.
En muchas ocasiones, el haber sufrido un esguince previo puede originar
un bloqueo de la tibia con el astrágalo limitando la dorsiflexión de tobillo. En este
tipo de ocasiones, deberemos acudir al fisioterapeuta para mejorar esa restricción.

Conclusiones sobre la dorsiflexión


 Tener una buena movilidad de tobillo es clave para la prevención de
lesiones como la ruptura del ligamento cruzado anterior (LCA).
 Tener una buena dorsiflexión nos permitirá absorber las fuerzas de impacto
contra el suelo durante la carrera y durante los aterrizajes de manera
eficiente.
 La rodilla debe superar la punta del pie durante una sentadilla para reducir el
estrés en la columna vertebral.
 Incluir trabajos de movilidad de tobillo en el calentamiento y si fuese
necesario en sesiones específicas.

Bibliografía
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22. Prilutsky, B. I., & Zatsiorsky, V. M. (1994). Tendon action of two-joint
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landing, and running. Journal of biomechanics, 27(1), 25-34.

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DAVID BAUTISTA MORENO

https://baumop.wordpress.com/

Estudiante de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte. (CCAFD) Apasionado del


entrenamiento de fuerza y del acondicionamiento físico. Strength & Science
Modelos de Planificación para
la recuperación de lesiones
(13 Votos. Puntuación media: 4,54 de 5)

Por
Iván Sotelo Besada
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o 0.1 Modelos de planificación de Tratamiento de las Lesiones Deportivas
 0.1.1 Modelos de Planificación “Integral”
 0.1.2 Modelos de Planificación “Fases”
 0.1.3 Modelos de Planificación “Semanas” y “Días”
o 0.2 Reeducación Funcional Deportiva
 1 Conclusiones
 2 Bibliografía

Para empezar, las Lesiones Deportivas se han definido de forma consensuada como
cualquier problema físico sufrido por un jugador acaecido en el transcurso de un
partido o de un entrenamiento, independientemente de la necesidad de atención
médica o del tiempo perdido en la práctica del deporte (1). Este concepto está muy
a la Reeducación Funcional Deportiva (RFD) el cual se basa en el desarrollo de
estrategias de intervención profesional que supongan una reducción de la incidencia
lesional (por medio del análisis de la Epidemiología, Factores de
Riesgo y Mecanismos de Lesión), la disminución del tiempo en el que el deportista
se encuentra lesionado y la incorporación de forma segura, rápida y completa al
entrenamiento normalizado con el grupo y la competición, también llamado Return
to Play (2,3). Dentro de este contexto es importante mencionar los modelos de
planificación precedentes en la rehabilitación de lesiones mencionados en Casáis y
Fernández (4), los ámbitos funcionales de la readaptación lesional (2,3), el
conjuntos de sistemas que integran el entrenamiento coadyuvante (5) y la
secuenciación y estructuración del programa reeducativo (6).

Modelos de planificación de Tratamiento de las


Lesiones Deportivas

Modelos de Planificación “Integral”

En primer lugar, esta tipología de trabajo se refiere a aquellos modelos de


planificación formados por varios niveles de aproximación, fases, etapas, periodos,
tareas, sub-niveles, sub-fases, sub-períodos, sub-tareas y derivados (7). Se ha
observado que este modelo solo se aplica al miembro inferior (concretamente a la
rodilla), en lesiones articulares (no óseas), ligamentosas y fracturas y estrés óseo,
donde todas las lesiones son de severidad grave.

Modelos de Planificación “Fases”

Por otra parte nos encontramos con aquel modelo de organización basado en dividir
el proceso de recuperación en diferentes fases (8). Por lo general, parece que la
mayoría de las propuestas de recuperación utilizan este modelo. En resumen
destacan las lesiones en el miembro inferior, de tipo articular, ligamentosa, de
severidad grave y moderada.
Modelos de Planificación “Semanas” y “Días”

Por último, este modelo se fundamenta en la segmentación de la recuperación en


semanas o rango de semanas (9). De una forma más concreta, se fracciona el trabajo
en días o rango de días (10). Además, cabría destacar su incidencia den lesiones del
miembro inferior, concretamente, lesiones musculares, tendinosas, articulares (no
óseas) y ligamentosas, de severidad moderada y leve.

Reeducación Funcional Deportiva


La intervención con el deportista lesionado se desarrolla desde un punto de vista
global e interdisciplinar donde todos los profesionales que rodean al deportista
tienen un objetivo en común: facilitar las condiciones para que el deportista exprese
su máximo rendimiento en competición. Todo esto implica un modelo de
intervención centrado en el proceso de Prevención y Readaptación, por lo tanto, las
lesiones deportivas con su correspondiente proceso de recuperación tienen cabida
dentro del proceso de entrenamiento-competición, por ello y al igual que el
entrenamiento deportivo, deberá ser correctamente planificado, programado,
periodizado y prescrito de acuerdo a criterios científicos (4).
Durante el proceso de Readaptación Deportiva, el deportista lesionado deberá
superar las etapas y fases que lo conforman. Al mismo tiempo, es obligatorio tener
en consideración 2 principios generales de intervención (11); la Seguridad
Deportiva, definida como “el conjunto de actuaciones y consejos físico-deportivos
orientados a prevenir los riesgos asociados a la práctica deportiva” y la Salud
Deportiva, establecida como “el grado de bienestar y de competencia deportiva
que permite al deportista expresar, a un nivel adecuado, los presupuestos de
realización en su entrenamiento y competición, así como la disminución del riesgo
lesión lo máximo posible”

Para finalizar, la RFD debe estar contextualizada y legitimada bajo los procesos de
reparación biológica de cada tejido (12). Es decir, la recuperación funcional debe
ir paralela a la cicatrización tisular. Al mismo tiempo, se deben establecer un
conjunto de criterios y procedimientos de reincorporación (4) a la vida diaria o
competición (Alta Médica, Alta Deportiva y Alta Competitiva).

Conclusiones
En conclusión, existen una heterogénea y amplia variedad de modelos de
planificación para el tratamiento de lesiones deportivas, donde el modelo en
“Fases” es el más utilizado por parte de los profesionales de la salud y del deporte
para desarrollar una óptima reeducación funcional deportiva, sobre todo en lesiones
localizadas en el miembro inferior, de tipo articular (no ósea) y ligamentosas,
catalogadas de severidad grave.

Por consiguiente, se presencia una dificultad por determinar cuáles son los mejores
modelos de planificación para las lesiones deportivas debido a su dificultad para
comparar programas motivados por interpretaciones erróneas de la definición de
lesión deportiva, severidad de la lesión, recaída o recidiva de la lesión, uso de
distintas clasificaciones de las lesiones, dispares poblaciones, materiales y métodos.

En resumen, los mejores modelos de planificación para las lesiones deportivas


serán aquellos que independientemente de dividirse en fases, semanas, días o un
conjunto integrado de todos ellos, desarrolle una progresión lógica de los
contenidos, objetivos, medios, métodos del entrenamiento, criterios y
procedimientos de reincorporación a la competición o a las actividades de la vida
diaria. Además, los procesos de cicatrización tisular será una variable determinante
durante la planificación, programación, periodización y prescripción del
entrenamiento, al igual que la epidemiología, factores de riesgo (intrínsecos y
extrínsecos) y mecanismos de lesión. A su vez, conocer y aplicar de forma lógica
los factores de rendimiento del deporte o las necesidades saludables del deportista
junto a los principios del entrenamiento maximizará las posibilidades de éxito en la
recuperación y en la evitación de recidivas.

Bibliografía
1. Fuller, C. W., Ekstrand, J., Junge, A., Andersen, T. E., Bahr, R., Dvorak, J.,
Hägglund, M., McCrory, P. y Meeuwisse, W. H. (2006). Consensus
statement on injury definitions and data collection procedures in studies of
football injuries. British Journal of SportMedicine, 40(3), 193-201.
2. Lalín, C. (2008a). La readaptación lesional (I parte): fundamentación y
contextualización. RED, 2(22), 27-35
3. Lalín, C. (2008b). La readaptación lesional (II parte): reentrenamiento físico
deportivo del deportista lesionado. RED, 3(22), 29-37
4. Casáis, L. y Fernández, F. (2012). Propuesta de Abordaje de la Readaptación
Deportiva en Función de las Exigencias Futbolísticas. Fútbolpf, 14
5. Seirul-lo F. (1990). Entrenamiento de la fuerza en Balonmano. RED, 4, 30-
34
6. Piqueras, P. G., Jiménez, J. O. y de Baranda-Andújar, P. S. (2013).
Herramienta de seguimiento funcional y superación de interfase durante la
reeducación del futbolista lesionado. Sportk, 2, 51-57
7. García, P. (2013). Propuesta de Reeducación Funcional Deportiva en una
Fractura Tipo Conminuta del Peroné. Fútbolpf, 35-46
8. Campos, M. A. (2012). Propuesta de readaptación tras meniscectomía
parcial en futbolistas. Apunts Medicine de Esport, 47, 105-112
9. Jayaseelan, D. y Magrum, E. (2012). Eccentric training for the rehabilitation
of a high level wrestler with distal biceps tendinosis: a case
report. International Journal Sports Physical Therapy, 7, 413-424
10. Shamus, J. y Shamus, E. (2015). The Management of Iliotibial Band
Syndrome with a Multifaceted Approach: A Double Case
Report. International Journal Sports Physical Therapy, 10, 378-390
11. Lalín, C. (2016a). Módulo de Readaptación: “Fundamentos de Readaptación
Físico-Deportiva y Reentrenamiento al Esfuerzo de las Lesiones de la
Rodilla”. Máster Prevención y Readaptación de Lesiones Físico-Deportivas
en el Fútbol. Madrid: REFF
12. Cota, J. J. (2016). Módulo Médico-Terapéutico: “Diagnóstico y tratamiento
de la lesión deportiva. Máster Prevención y Readaptación de Lesiones
Físico-Deportivas en el Fútbol. Madrid: REFF

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IVÁN SOTELO BESADA

Graduado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte (Uvigo). Especialista en


Prevención y Readaptación Físico-Deportiva de Lesiones (UCLM-RFEF).
Tirante musculador y
entrenamiento de fuerza
(6 Votos. Puntuación media: 4,00 de 5)

Por
Pablo Sánchez
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Índice de Contenidos [ocultar]


 1 El entrenamiento de la fuerza
 2 La contracción excéntrica
 3 Características del trabajo excéntrico
 4 El Tirante Musculador
o 4.1 Estudio tirante musculador
 4.1.1 El centro de gravedad y la línea de aplicación de fuerza
 5 Consideraciones finales entrenamiento excéntrico y tirante musculador
 6 Referencias bibliográficas
Este artículo tiene como objetivo explicar brevemente la importancia del
entrenamiento de fuerza, todo centrándonos en las contracciones excéntricas y por
tanto el entrenamiento de régimen excéntrico. Además de aportar información sobre
el tirante musculador.

El entrenamiento de la fuerza
La fuerza es una componente esencial para el rendimiento de cualquier persona y
deportista (8). Así pues, un bajo nivel de fuerza muscular, y en consecuencia la
debilidad muscular, es uno de los factores de riesgo que puede contribuir a la
lesionabilidad los deportistas (4).

De ahí la importancia de estar presente en todos los programas de entrenamientoen


las diversas manifestaciones que puede presentar.

La contracción excéntrica
Normalmente cuando hablamos de contracción muscular hacemos referencia a las
de tipo isométrico, concéntrico y excéntrico (Figura 1).

Verhoshansky & Siff (8) describe las contracciones excéntricas como aquellas
acciones musculares en las que la fuerza muscular cede ante una carga y el
complejo muscular se alarga. Por tanto, la entendemos como aquel trabajo muscular
en que mientras existe la contracción, el músculo se está estirando, por lo que la
fuerza contraria a la contracción es la que vencerá.
Figura 1: Contracciones musculares
concéntrica y excéntrica. Fuente: Officialteamlift (2017). Recuperado de
officialteamlift.

Características del trabajo excéntrico


En primer lugar, hay que destacar que las contracciones excéntricas son capaces de
generar fuerzas superiores y ser metabólicamente más eficientes en comparación
con las concéntricas (8, 6). Es decir, requieren menos energía por unidad de trabajo
(2).

Cabe destacar que a medida que aumenta la velocidad de contracción, también


aumenta la fuerza excéntrica máxima, y disminuye la concéntrica máxima (8).

En una revisión sistemática realizada por (6), concluyeron que el entrenamiento


excéntrico parece ser más eficaz para obtener mayores ganancias musculares en
comparación con el concéntrico. Atribuyendo este hecho al mayor grado de fuerza
demandado durante las acciones excéntricas.
Por otra parte, se entiende como de gran utilidad en la prevención de lesiones de
tipo muscular (1). Teniendo en cuenta que muchas de las lesiones musculares se
dan en acciones con gran demanda excéntrica (7).

Las tareas de régimen excéntrico también las encontramos dentro de los ejercicios
de prevención de la tendinopatía patelar en deportes de equipo de (5).
Asimismo, los ejercicios excéntricos a grandes velocidades, aplicados de forma
progresiva y con sobrecargas pueden hacer que el tejido conectivo, sobre todo el de
la unión músculo tendinosa, resista fuerzas de impacto altas, como por ejemplo las
carreras, saltos y otras acciones que conlleven impulso (8). Aspecto que es de vital
importancia en todos aquellos deportes colectivos en los que la componente
impacto articular es importante (baloncesto, voleibol, fútbol, balonmano, entre
otros).

Concluyendo, en una publicación en formato revisión nos aporta que el


entrenamiento excéntrico nos puede proporcionar mejoras en la fuerza muscular,
velocidad, potencia asimismo como en el ciclo de acortamiento estiramiento (2).

El Tirante Musculador
También conocido como Cinturón Ruso (Russian Belt) o Spanish Squat, durante los
últimos años ha despertado interés en el mundo del entrenamiento deportivo debido
a su acción excéntrica. Además del efecto mediático que ha tenido su utilización
para equipos de fútbol profesional entre otros.

Una de sus características principales es el bajo riesgo de lesión que presenta y la


seguridad con la que permite desarrollar una mejora del sistema músculo-tendinoso
(3).
Cabe destacar que es una herramienta de entrenamiento fácil de transportar y
utilizar en varios escenarios deportivos.

Figura 2: El
tirante musculador. Fuente: TMR-WORLD, (2017). Recuperado de tmr-world

Estudio tirante musculador

En el estudio de Edir et al., (3) se hizo una comparativa entre el ejercicio de medio
squat y el ejercicio de flexión extensión con el tirante musculador realizando una
electromiografía de superficie y percepción del esfuerzo.

Los resultados que se obtuvieron indicaron que:

Tabla 1:
Comparativa Tirante Musculador y medio Squat. Fuente: Elaboración propia
adaptada de Edir et al., (2005).
De modo que se concluyó que el tirante musculador era un buen método para
desarrollar la fuerza muscular del vasto externo del cuádriceps, utilizando menos
carga externa.

El centro de gravedad y la línea de aplicación de fuerza

Se observó como la distancia entre la línea de aplicación de la fuerza, peso corporal


en el tirante musculador, y peso corporal más sobrecarga en medio squat, y el eje
de las rodillas eran diferentes (3).
En el tirante musculador la distancia de aplicación de fuerza respecto la rodilla
era mucho mayor, por lo tanto, el momento de fuerza por una misma fuerza es
superior cuanto mayor es su distancia.

En cambio, en el medio squat para conseguir el mismo momento de fuerza que en


el tirante musculador, al tener menor distancia, deberá aumentar la fuerza
aumentando el peso.

De modo que parece ser una buena herramienta a utilizar para evitar el uso de
cargas externas excesivamente elevadas, y más en aquellos sujetos en que exista
riesgo de lesión en la columna vertebral, ya que se evita la sobrecarga en esa zona
(3).

Figura 3: Análisis del centro de


gravedad en el medio squat y el tirante musculador.

Consideraciones finales entrenamiento excéntrico


y tirante musculador
Una vez descritas las características y los beneficios de las contracciones
excéntricas, podemos concluir que se deben tener en cuenta dentro de nuestros
programas de entrenamiento, y más en aquellos deportes de equipo con altas
demandas de desaceleraciones y aceleraciones, sin olvidar los otros regímenes de
contracción.
Por otra parte, creemos que el tirante musculador es una buena herramienta a
considerar a pesar de los pocos estudios que se han encontrar al respecto.

Sin embargo, creemos que se debe incluir en los programas de entrenamiento,


debido a su fácil utilidad y entre otros con el fin de responder al principio de la
variabilidad en el entrenamiento deportivo.

Referencias bibliográficas
1. Casáis, L. (2008). Revisión de las estrategias para la prevención de lesiones
en el deporte desde la actividad física. Apunts Medicina de l’Esport,
43(157), 30-40.
2. Douglas, J., Pearson, S., Ross, A., Mcguigan, M., & Douglas, J. (2016).
Chronic Adaptations to Eccentric Training : A Systematic Review. Sports
Medicine.
3. Douglas, J., Pearson, S., Ross, A., Mcguigan, M., & Douglas, J. (2017).
Eccentric Exercise : Physiological Characteristics and Acute
Responses. Sports Medicine, 47(4), 663-675.
4. Edir, M., Silva, D., Padullés, J. M., Álvarez, V. N., Luis, J., & Alonso, L.
(2005). Análisis electromiográfico y de percepción de esfuerzo del tirante
musculador con respecto al ejercicio de medio squat. Apunts Educación
Física y Deportes, 82, 45-52.
5. Parkkari, J., Kujala, U. M., & Kannus, P. (2001). Is it Possible to Prevent
Sports Injuries ? Review of Controlled Clinical Trials and Recommendations
for Future Work, 31(14), 985-995.
6. Peña, J., Moreno-doutres, D., Borràs, X., Altarriba, A., Baiget, E., Caparrós,
A., & Buscà, B. (2017). Patellar Tendinopathy in Team Sports : Preventive
Exercises. Strenght and Conditioning Journal, 0.
7. Roig, M., Brien, K. O., Kirk, G., Murray, R., Mckinnon, P., Shadgan, B., &
Reid, W. D. (2009). The effects of eccentric versus concentric resistance
training on muscle strength and mass in healthy adults : a systematic review
with meta-analysis. Journal Sports Med, 43, 556-568.
8. Thacker, S. B., Gilchrist, J., Stroup, D. F., & Kimsey, C. D. (2003). The
Impact of Stretching on Sports Injury Risk : A Systematic Review of the
Literature. American College of Sports Medicine, (1), 371-378.
9. Verkhoshansky, Y., & Siff, M. C. (2004). Super entrenamiento. (2a ed.).
Barcelona:Paidotribo.

AUTOR | ELOI SADURNÍ RÀFOLS. Estudiante de Master en Entrenamiento


Deportivo, Actividad Física y Salud. Facultad de Psicología, Ciencias de la
Educación y del Deporte. Blanquerna-URL.

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PABLO SÁNCHEZ

Profesor de Educación Física. Graduado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte


(UDC). Colegiado: 54066. Graduado en Educación Primaria, mención Educación Física
(UEM). Máster en Profesorado de Educación Secundaria (UDC). Socorrista Acuático
Profesional y Entrenador Superior de Natación (RFEN).

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