Beruflich Dokumente
Kultur Dokumente
Compartir en Facebook
Compartir en Twitter
La articulación de la rodilla
En primer lugar, la rodilla es una articulación sinovial, de tipo troclear, con gran
complejidad, constituida por huesos, meniscos, cápsula articular, músculos,
tendones y ligamentos (3).
Además, es una articulación de dos grados de libertad, por esta razón sus
movimientos corresponden a la flexo-extensión sobre el plano sagital y el eje
transversal, y la rotación (interna y externa) en posición de flexión, sobre el plano
horizontal y el eje longitudinal.
Nivel Óseo
Con respecto al sistema óseo, Góngora, Rosales, González y Pujals (4) establecen
que la rodilla está formada por tres huesos (fémur, rótula y tibia) y por 3
articulaciones más pequeñas, dos articulaciones fémoro-tibiales (entre el fémur y la
tibia) y una fémoro-rotuliana (entre fémur y rótula).
Por lo general, esta articulación está formada por unas estructuras cartilaginosas
denominadas meniscos (interno y externo) (5). Por otra parte, desde la perspectiva
de la capsular articular, la rodilla está envuelta por una cápsula con forma de
manguito que recubre el extremo inferior del fémur y el extremo superior de la tibia
(5). Al mismo tiempo, este contiene en su interior líquido sinovial, el cual actúa
como lubricante (5).
Nivel Músculo-tendinoso
Por otro lado, Kapandji (6) estableció que la rodilla es cruzada por varios grupos de
músculos provenientes del muslo y de la pierna, por ello y en base a su función se
clasifican en músculos extensores (principalmente el cuádriceps), flexores
(isquiosurales, músculos de la Pata de Ganso, gastrocnemio y poplíteo) y rotadores
(el bíceps crural, el tensor de la fascia lata, el sartorio, semitendinoso,
semimembranoso, recto interno y el poplíteo).
Nivel Ligamentoso
Por último, la rodilla posee una cápsula articular con ligamentos de refuerzo, dos
ligamentos que se encuentran a los lados de la rodilla (ligamento lateral
interno y ligamento lateral externo). También consta de los ligamentos cruzados
que unen el fémur y la tibia:
Competición vs Entrenamiento
Localización corporal
Tipo de lesión
Hoy en día es necesario determinar con precisión los factores de riesgo que deben
asumirse para implementar un programa preventivo y un correcto plan
de Reeducación Funcional Deportiva. Para una mejor comprensión, y tal como
refleja Casáis (28), se suelen clasificar en factores de riesgo
intrínsecos (predisposición del atleta) y extrínsecos (exposición a factores de
riesgo). Aunque, en la realidad del proceso de entrenamiento-competición se dan de
manera compleja e interactiva (y, en muchos casos acumulativa). Por otra parte,
partiendo de la premisa establecida en el modelo de intervención para la prevención
de lesiones de Van Mechelen, Hlobil & Kemper (29), y habiendo superado la
primera etapa, conocer la amplitud del problema (incidencia y prevalencia de la
lesión del Ligamento Lateral Interno de la rodilla en el fútbol), pasaríamos por
consiguiente a la segunda etapa, identificar los factores de riesgo, concretamente,
los agentes intrínsecos.
Edad
Para empezar, se presenta como un factor con resultados contradictorios, ya que por
un lado existe evidencia que afirma que los jugadores de fútbol jóvenes muestran
una mayor incidencia de lesiones en la extremidad inferior (30,31) en comparación
a jugadores adultos.
Por otro lado, las mujeres élite e internacional superan en incidencia lesional
durante los entrenamientos a los hombres (36). Sin embargo, durante las
competiciones de las mujeres y hombres élite e internacional los valores se
distancian en la horquilla mayor (36).
En todo caso, cabe destacar que en la revisión sistemática de McCall et al. (38), la
lesión previa tenía un nivel de evidencia de 2++, y en el cual, gran parte de los
artículos tuvieron en cuenta la lesión previa como factor de riesgo en una amplia
gama de poblaciones (jugadores de fútbol de la UEFA Champions League, de la 3ª
División Griega, de la Premier League Sueca y de la 2ª División de Islandia).
Condición Física
La Resistencia
En primer lugar, Chomiak et al. (34) y Dvorak et al. (39) encontraron que una pobre
resistencia y velocidad de reacción óptica son factores de riesgo para las lesiones en
general. De esta manera, Hägglund (35) justifica los anteriores resultados
deduciendo que en los jugadores con baja condición física la fatiga aparece antes,
aunque, pocos estudios verifican eso.
La Fuerza
Factores de riesgo
neuromuscular (Vanmeerhaeghe y Romero, 2013)
La Flexibilidad
La Laxitud Articular
Primeramente, este concepto es definido por Zlotnicki et al. (42) como “la respuesta
pasiva de la articulación a las fuerzas aplicadas externamente”. Además, este
concepto no se debe confundir con la inestabilidad, la cual constituye una medida
funcional expresada por el paciente (42).
La Inestabilidad Articular
Valgo Dinámico
Con respecto al ratio de lesiones, variará en función del nivel de participación, tipo
de registro de lesiones, temporada, liga, entre otros.
Con respecto a la edad y al género, son dos factores de riesgo muy a tener en
cuenta en la producción de lesiones de ligamento lateral interno, aunq ue, el género
se vea influenciado por el nivel de juego.
Acerca de las lesiones previas, apuntan a ser el factor de riesgo más determinante
en la producción de lesiones deportivas, tanto en jugadores amateurs como élite. De
hecho, se le otorga un nivel de evidencia de 2++ en una de las última revisiones
del British Journal of Sports Medicine.
Por otra parte, los aspectos anatómicos comentados anteriormente influyen más o
menos en el incremento de riesgo de lesión ligamentosa. No obstante, se pued e
señalar a la laxitud articular, el valgo dinámico y los des-balances muscular como
los más importantes.
Bibliografía
1. Vanmeerhaeghe, A. F. & Romero, D. (2013). Análisis de los factores de
riesgo neuromusculares de las lesiones deportivas. Apunts Med
l’Esport, 48(179), 109-120.
2. Bahr, R. & Maehlum, S. (2007). Lesiones Deportivas: Diagnóstico,
Tratamiento y Rehabilitación. Madrid, España: Editorial Médica
Panamericana.
3. De Leonardo, L. (2008). Diseño y construcción de prototipo de prótesis de
rodilla. Departamento de Computación, Electrónica y Mecatrónica, Escuela
de Ingeniería y Ciencias, Universidad de las Américas Puebla.
4. Góngora, L., Rosales, C., González, I. & Pujals, N. (2003). Articulación de
la rodilla y su mecánica articular. MEDISAN, 7(2), 100-109
5. Rodríguez, I., Navarro, R., Cabrera, R. & Figueroa, F. (2011). Anatomía y
biomecánica de la rodilla. Lecture, Canarias.
6. Kapandji. A. (2007). Fisiología articular: miembro inferior. España,
Madrid. Editorial Médica Panamericana.
7. Del Corral, A. (2005). Como prevenir y curar lesiones deportivas. España,
Barañ ain: Ediciones Universidad de Navarra.
8. Dufour, M., & Pillu, M. (2006). Biomecánica Funcional. MASSON
9. Llusá, M., Merí, A., & Ruano, D. (2004). Manual y Atlas Fotográfico de
Anatomía del Aparato Locomotor. España, Madrid: Editorial Médica
Panamericana.
10. Schünke et al. (2011). Prometheus: Texto y Atlas de Anatomía. Editorial
Médica Panamericana.
11. Wijdicks et al. (2010). Injuries to the Medial Collateral Ligament and
Associated Medial Structures of the Knee. JBJS, 92(5), 1266-1280.
12. Ozada, N. (2016). Biomechanical model of knee collateral ligament injury
with six degrees of freedom. MBEC, 54(5), 821-830.
13. Kapandji, A. I. (2012). Fisiología Articular. Editorial Médica Panamericana.
14. Battaglia et al. (2009). Medial collateral ligament injuries and subsequent
load on the anterior cruciate ligament. AOSSM, 37(2), 305-311.
15. Griffith et al. (2009). Force measurements on the posterior oblique ligament
and superficial medial collateral ligament proximal and distal divisions to
applied loads. AJSM, 37(1), 140-148.
16. Cael, C. (2013). Anatomía Funcional: Estructura, función y palpación del
aparato locomotor para terapeutas manuales. Editorial Médica
Panamericana.
17. Wijdicks et al. (2013). Superficial medial collateral ligament anatomic
augmented repair versus anatomic reconstruction. AJSM, 41(12), 2858-2866.
18. Barrera, F. D. (2012). Reconstrucción del Ligamento Colateral Medial y del
Ligamento posterior Oblicuo en Inestabilidad Crónica de
Rodilla. Artroscopia, 19(3), 140-148.
19. Van Mechelen, W., Hlobil, H. & Kemper, H. (1992). Incidence, severity,
etiology and prevention of sports injuries. Sports Med, 14(2), 82-99.
20. Noya-Salces et al. (2014). An examination of injuries in Spanish
Professional Soccer League. JSMPF, 54(6), 765-761.
21. Morgan, B. E. & Oberlander, M. A. (2001). An examination of injuries in
major league soccer. AMSM, 29, 426-30.
22. Hägglund, M., Waldén, M. & Ekstrand, J. (2006). Previous injury as a risk
factor for injury in elite football. BJSM, 40(9), 767-772.
23. Pfirrmann, D., Herbst, M., Ingelfinger, P., Simon, P. & Tug, S. (2016).
Analysis of Injury Incidences in Male Professional Adult and Elite Youth
Soccer Players: A Systematic Review. JAT, 51(5), 410-424.
24. Reis et al. (2015). Sports injuries profile of a first division Brazilian soccer
team: a descriptive cohort study. BJPT, 19(5), 390-397.
25. Herrero, H., Salinero, J. J. & Del Coso, J. (2014). Injuries among Spanish
male amateur soccer players. AJSM, 42(1), 78-85.
26. Sousa, P., Rebelo, A. & Brito, J. (2013). Injuries in amateur soccer players
on artificial turf: one-season prospective study. PTS, 14(3), 146-151.
27. Van Beijsterveldt et al. (2015). Differences in injury risk and characteristics
between Dutch amateur and professional soccer players. JSMS, 18(2), 145-
149.
28. Casáis, L. (2008). Revisión de las estrategias para la prevención de las
lesiones en el deporte desde la actividad física. Apunt Med Sport, 43, 30-40.
29. Van Mechelen, W., Hlobil, H. & Kemper, H. (1992). Incidence, severity,
etiology and prevention of sports injuries. Sports Medicine, 14(2), 82-99.
30. Pfirrmann, D., Herbst, M., Ingelfinger, P. Simon, P. & Tug, S. (2016).
Analysis of Injury Incidences in Male Professional Adult and Elite Youth
Soccer Players: A Systematic Review. JAT, 51(5), 410-424.
31. Murphy, D., Connolly, D. & Beynnon, B. (2003). Risk factors for lower
extremity injury: a review of the literature. BJSM, 37(1), 13-29.
32. Moore et al. (2011). English Premiership Academy knee injuries: lessons
from a 5 year study. JSS, 29(14), 1535-1544.
33. Arnason et al. (2004). Risk factors for injuries in football. AJSM, 32(1), 5-16
34. Chomiak, J., Junge, A., Peterson, L. & Dvorak, J. (2000). Severe injuries in
football players. Influencing factors. AJSM, 28(5), 58–68
35. Hägglund, M. (2007). Epidemiology and prevention of football injuries.
36. Llana-Belloch, S., Pérez-Soriano, P. & Lledó-Figueres, E. (2010). La
epidemiología del fútbol. Revista Internacional de Medicina y Ciencias de
la Actividad Física y el Deporte, 10(37), 22-40.
37. Hägglund, M., Waldén, M. & Ekstrand, J. (2006). Previous injury as a risk
factor for injury in elite football. BJSM, 40(9), 767-772
38. McCall et al. (2015). Injury risk factors, screening tests and preventative
strategies. BJSM, 49(9), 583-589.
39. Dvorak et al. (2000). Risk factor analysis for injuries in football
players. AJSM, 28(5), 69-74.
40. Vanmeerhaeghe, A. F. & Romero, D. (2013). Análisis de los factores de
riesgo neuromusculares de las lesiones deportivas. Apunts. Med de
L’Esport, 48(179), 109-120
41. Read, P. J., Oliver, J. L., De Ste Croix, M. B., Myer, G. D. & Lloyd, R. S.
(2016). Neuromuscular Risk Factors for Knee and Ankle Ligament Injuries
in Male Youth Soccer Players. Sports Medicine, 46(8), 1059-1066.
42. Zlotnicki, J. P., Naendrup, J. H., Ferrer, G. A. & Debski, R. E. (2016). Basic
biomechanic principles of knee instability. CRMM, 9(2), 114-122.
43. Ferrer-Roca, V., Balius, X., Domínguez-Castrillo, O., Linde, F. J. & Turmo-
Garuz, A. (2014). Evaluación de factores de riesgo de lesión del ligamento
cruzado anterior en jugadores de fútbol de alto nivel. Apunts. Med de
L’Esport, 49(181), 5-10.
Rodilla de saltador o
tendinopatía rotuliana
(2 Votos. Puntuación media: 5,00 de 5)
Por
Facultat de Ciències de l'Esport Blanquerna (Universitat Ramon Llull)
0
Compartir en Facebook
Compartir en Twitter
Impacto en el deporte
La tendinopatia rotuliana o rodilla de saltador es una lesión que aparece en los
deportes caracterizados por la velocidad y las demandas de alta potencia de los
extensores de la rodilla, con un gran número de saltos repetitivos (7). Las lesiones
por uso excesivo del salto han aumentado en los últimos años. (12) hablan de una
gama de 10% en deportistas universitarios a 32% en deportistas de elite en el
baloncesto. El número se dispara en jugadores de voleibol en un estudio sobre 40 -
50%. En el fútbol crece a 17% de profesionales (4).
La prevalencia general en los deportes es que 4 de cada 5 atletas se sufrir lesiones
durante su carrera deportiva, o tener algunos de sus síntomas; que es especialmente
preocupante para los implicados (12)(4).
Landing jump
Una revisión sistemática de las causas de la tendinopatia rotuliana o rodilla de
saltador (11) llega a la conclusión de que no tienes que hablar sobre la rodilla del
puente, pero la rodilla del aterrizaje. La mayoría de los músculos y las diferencias
técnicas se encontraron durante el aterrizaje después de un avance de aceleración
horizontal. Una síntesis de la literatura sugiere que el aterrizaje horizontal plantea
la mayor amenaza para el desarrollo de la TP (Tendinopatia patel·lar). Un patrón de
movimiento rígido con un aterrizaje corto tiempo está asociado con la aparición de
TP Por lo tanto, usando un patrón de aterrizaje flexible parece ser una estrategia
para reducir el riesgo de lesiones. Estos resultados indican que mejorar el
funcionamiento de la cadena cinética en ejercicio excéntrico y cambio de patrones
de aterrizaje es herramientas potenciales para la prevención o para fines
terapéuticos.
Otro estudio hizo una comparación entre dos grupos donde fue probaron la técnica
de aterrizaje de un salto vertical y otro respecto a la horizontal. Participantes con
PTA (tendinopatia patel·lar asintomática) crea una carga en el tendón rotulià
similar a los controles, pero con la secuencia de activación muscular alterada, con
una flexión de la rodilla considerablemente más grande y con una extensión de
aterrizaje caderas. Mientras que los sujetos de control flexionaven la cadera a la
tierra, mostrando una orden de activación muscular diferente en comparación con el
grupo experimental (12). La siguiente tabla muestra los resultados de los diferentes
grupos estudiados (tabla 1):
Tabla 1. Orden de activación muscular durante el aterrizaje en el salto horizontal y
vertical de un stop-jump
En cuanto a los métodos para hacer frente a esta patología, (12) encontró mejorías
significativas en el dolor sufrido por la tendinopatia rotuliana o rodilla de
saltadorgracias a un trabajo de fuerza excéntrica mediante sentadilla unilateral.
(Esparza et al. 2011) llegó a la conclusión de que realizar más de 3 días a la semana
que el protocolo allí era diferencias significativas. Por esta razón, el protocolo fue
de 3 días a la semana. Lo mismo ocurrió con el estiramiento. No ve beneficios
hacer estiramientos en el protocolo. En términos de volumen de la sesión y los
ejercicios de todos los estudios se ponen de acuerdo.
Bibliografía
1. Backman, L. J., & Danielson, P. (2011). Low range of ankle dorsiflexion
predisposes for patellar tendinopathy in junior elite basketball players: A 1-
year prospective study. American Journal of Sports Medicine, 39(12), 2626–
2633. https://doi.org/10.1177/0363546511420552
2. Cook, J. L., & Purdam, C. R. (2009). Is tendon pathology a continuum? A
pathology model to explain the clinical presentation of load-induced
tendinopathy. British Journal of Sports Medicine, 43(6), 409–416.
https://doi.org/10.1136/bjsm.2008.051193
3. Cumps, E., Verhagen, E., & Meeusen, R. (2007). Prospective
epidemiological study of basketball injuries during one competitive season:
Ankle sprains and overuse knee injuries. Journal of Sports Science and
Medicine, 6(2), 204–211.
4. Edwards, S., Steele, J. R., McGhee, D. E., Beattie, S., Purdam, C., & Cook,
J. L. (2010). Landing strategies of athletes with an asymptomatic patellar
tendon abnormality. Medicine and Science in Sports and Exercise, 42(11),
2072–2080. https://doi.org/10.1249/MSS.0b013e3181e0550b
5. Hernández Sánchez, S., Poveda Pagán, E., Moreno Pérez, V., & Gómez
Conesa, A. (2009). Mitos y realidades en la tendinopatía rotuliana del
deportista. Abordaje desde la evidencia científica. Fisioterapia, 31(6), 255–
261. https://doi.org/10.1016/j.ft.2009.04.002
6. Khan, K. M., Maffulli, N., Coleman, B. D., Cook, J. L., & Taunton, J. E.
(1998). Patellar tendinopathy: some aspects of basic science and clinical
management. British Journal of Sports Medicine, 32(4), 346–355.
https://doi.org/10.1136/bjsm.32.4.346
7. Lian, Ø. B., Engebretsen, L., & Bahr, R. (2005). Prevalence of Jumper’s
Knee among Elite Athletes from Different Sports: A Cross-sectional
Study. The American Journal of Sports Medicine, 33(4), 561–567.
https://doi.org/10.1177/0363546504270454
8. Mann, K., Eric, S., Drinkwater, J. E., & Bird, S. (2013). Una herramienta de
evaluación de las extremidades inferiores para los atletas en riesgo de
desarrollar tendinopatía rotuliana, 45, 527–533.
9. Sinsurin, K., Vachalathiti, R., Jalayondeja, W., & Limroongreungrat, W.
(2013). Different Sagittal Angles and Moments of Lower Extremity Joints
during Single-leg Jump Landing among Various Directions in Basketball
and Volleyball Athletes. Journal of Physical Therapy Science.
https://doi.org/10.1589/jpts.25.1109
10. Van Der Worp, H., De Poel, H. J., Diercks, R. L., Van Den Akker-Scheek,
I., & Zwerver, J. (2014). Jumper’s knee or lander’s knee? A systematic
review of the relation between jump biomechanics and patellar
tendinopathy. International Journal of Sports Medicine, 35(8), 714–
722. https://doi.org/10.1055/s-0033-1358674
11. Van der Worp, H., van Ark, M., Roerink, S., Pepping, G.-J., van den Akker-
Scheek, I., & Zwerver, J. (2011). Risk factors for patellar tendinopathy: a
systematic review of the literature. British Journal of Sports
Medicine, 45(5), 446–452. https://doi.org/10.1136/bjsm.2011.084079
12. Young, M. A., Cook, J. L., Purdam, C. R., Kiss, Z. S., & Alfredson, H.
(2005). Eccentric decline squat protocol offers superior results at 12 months
compared with traditional eccentric protocol for patellar tendinopathy in
volleyball players. British Journal of Sports Medicine, 39(2), 102–105.
https://doi.org/10.1136/bjsm.2003.010587.
13. Esparza, F. et al. (2011). Prevención de la tendinopatía rotuliana con
ejercicios excéntricos en deportistas. Trauma Fund MAPFRE. 20(4):241-
247.
14. Maffulli, Khan i Puddu, (1998). Overuse tendon conditions: time to change a
confusing terminology. Arthroscopy 14(8): 840-9.
Compartir
Facebook
Twitter
http://blogs.blanquerna.edu/cafe/es/
Por
David Bautista Moreno
0
Compartir en Facebook
Compartir en Twitter
Imagen 4. Sentadilla
sin y con restricción de dorsiflexión.
¿Cómo la mejoro?
Según diferentes autores ejercicios de liberación miofascial y estiramientos son
las intervenciones que mayores mejoras generan en la dorsiflexión.
Imagen 7.
Estiramiento dinámico para mejorar la dorsiflexión.
3. Ejercicios de movilidad de tobillo.
Imagen 8. Ejercicio de movilidad de tobillo
con ayuda de una resistencia externa.
Imagen 9.
Ejercicio de movilidad con ayuda de banda de resistencia/cuerda para mejorar ese
posible bloqueo del astrágalo con la tibia.
En muchas ocasiones, el haber sufrido un esguince previo puede originar
un bloqueo de la tibia con el astrágalo limitando la dorsiflexión de tobillo. En este
tipo de ocasiones, deberemos acudir al fisioterapeuta para mejorar esa restricción.
Bibliografía
1. Weerasekara, I., Osmotherly, P., Snodgrass, S., Marquez, J., de Zoete, R., &
Rivett, D. A. (2017). Clinical benefits of joint mobilisation on ankle sprains:
a systematic review and meta-analysis. Archives of Physical Medicine and
Rehabilitation.
2. Lima, Y. L., Ferreira, V. M. L. M., de Paula Lima, P. O., Bezerra, M. A., de
Oliveira, R. R., & Almeida, G. P. L. (2017). The association of ankle
dorsiflexion range of motion and dynamic knee valgus: A systematic review
and meta-analysis. Physical Therapy in Sport.
3. Fong, C. M., Blackburn, J. T., Norcross, M. F., McGrath, M., & Padua, D.
A. (2011). Ankle-dorsiflexion range of motion and landing biomechanics.
Journal of athletic training, 46(1), 5-10.
4. Lopes, T. J. A., Simic, M., Myer, G. D., Ford, K. R., Hewett, T. E., &
Pappas, E. (2017). The effects of injury prevention programs on the
biomechanics of landing tasks: a systematic review with meta-analysis. The
American Journal of Sports Medicine, 0363546517716930.
5. Park, J., Denning, W. M., Pitt, J. D., Francom, D., Hopkins, J. T., & Seeley,
M. K. (2017). Effects of Experimental Anterior Knee Pain on Muscle
Activation During Landing and Jumping Performed at Various
Intensities. Journal of sport rehabilitation, 26(1), 78-93.
6. Hewett, T. E., Myer, G. D., Ford, K. R., Heidt, R. S., Colosimo, A. J.,
McLean, S. G., … & Succop, P. (2005). Biomechanical measures of
neuromuscular control and valgus loading of the knee predict anterior
cruciate ligament injury risk in female athletes. The American journal of
sports medicine, 33(4), 492-501.
7. Mann, K., Edwards, S., Drinkwater, E. J., & Bird, S. (2013). A lower limb
assessment tool for athletes at risk of developing patellar tendinopathy.
8. Fukuda, Y., Woo, S. L. Y., Loh, J. C., Tsuda, E., Tang, P., McMahon, P. J.,
& Debski, R. E. (2003). A quantitative analysis of valgus torque on the ACL:
a human cadaveric study. Journal of Orthopaedic Research, 21(6), 1107-
1112.
9. Macrum, E., Bell, D. R., Boling, M., Lewek, M., & Padua, D. (2012). Effect
of limiting ankle-dorsiflexion range of motion on lower extremity
kinematics and muscle-activation patterns during a squat. Journal of sport
rehabilitation, 21(2), 144-150.
10. Piva, S. R., Goodnite, E. A., & Childs, J. D. (2005). Strength around the hip
and flexibility of soft tissues in individuals with and without patellofemoral
pain syndrome. Journal of orthopaedic & sports physical therapy, 35(12),
793-801.
11. Powers, C. M. (2003). The influence of altered lower-extremity kinematics
on patellofemoral joint dysfunction: a theoretical perspective. Journal of
Orthopaedic & Sports Physical Therapy, 33(11), 639-646.
12. Malliaras, P., Cook, J. L., & Kent, P. (2006). Reduced ankle dorsiflexion
range may increase the risk of patellar tendon injury among volleyball
players. Journal of science and medicine in sport, 9(4), 304-309.
13. 9. Riddle, D. L., Pulisic, M., Pidcoe, P., & Johnson, R. E. (2003). Risk
factors for plantar fasciitis: a matched case-control study. J Bone Joint Surg
Am, 85(5), 872-877.
14. Bennell, K., Talbot, R., Wajswelner, H., Techovanich, W., Kelly, D., &
Hall, A. J. (1998). Intra-rater and inter-rater reliability of a weight-bearing
lunge measure of ankle dorsiflexion.Australian Journal of physiotherapy,
44(3), 175-180.
15. Hankemeier, D. A., & Thrasher, A. B. (2014). Relationship Between the
Weight-Bearing Lunge and Nonweight-Bearing Dorsiflexion Range of
Motion Measures. Athletic Training and Sports Health Care, 6(3), 128-134.
16. Konor et al. (2012). Reliability of three measures of ankle dorsiflexion range
of motion. The International Journal of Sports Physical Therapy. 7 (3), 279
17. Gullett, J. C., Tillman, M. D., Gutierrez, G. M., & Chow, J. W. (2009). A
biomechanical comparison of back and front squats in healthy trained
individuals. The Journal of Strength & Conditioning Research, 23(1), 284-
292.
18. Fuglsang, E. I., Telling, A. S., & Sørensen, H. (2017). Effect Of Ankle
Mobility And Segment Ratios On Trunk Lean In The Barbell Back
Squat. The Journal of Strength & Conditioning Research, 31(11), 3024-
3033.
19. List, R., Gülay, T., Stoop, M., & Lorenzetti, S. (2013). Kinematics of the
trunk and the lower extremities during restricted and unrestricted squats. The
Journal of Strength & Conditioning Research, 27(6), 1529-1538.
20. Fry, A. C., Smith, J. C., & Schilling, B. K. (2003). Effect of knee position
on hip and knee torques during the barbell squat. The Journal of Strength &
Conditioning Research, 17(4), 629-633.
21. Backman, L. J., & Danielson, P. (2011). Low range of ankle dorsiflexion
predisposes for Patellar Tendinopathy in Junior Elite Basketball Players a 1-
Year prospective study. TheAmerican journal of sports medicine, 39(12),
2626-2633.
22. Prilutsky, B. I., & Zatsiorsky, V. M. (1994). Tendon action of two-joint
muscles: transfer of mechanical energy between joints during jumping,
landing, and running. Journal of biomechanics, 27(1), 25-34.
Compartir
https://baumop.wordpress.com/
Por
Iván Sotelo Besada
0
Compartir en Facebook
Compartir en Twitter
Para empezar, las Lesiones Deportivas se han definido de forma consensuada como
cualquier problema físico sufrido por un jugador acaecido en el transcurso de un
partido o de un entrenamiento, independientemente de la necesidad de atención
médica o del tiempo perdido en la práctica del deporte (1). Este concepto está muy
a la Reeducación Funcional Deportiva (RFD) el cual se basa en el desarrollo de
estrategias de intervención profesional que supongan una reducción de la incidencia
lesional (por medio del análisis de la Epidemiología, Factores de
Riesgo y Mecanismos de Lesión), la disminución del tiempo en el que el deportista
se encuentra lesionado y la incorporación de forma segura, rápida y completa al
entrenamiento normalizado con el grupo y la competición, también llamado Return
to Play (2,3). Dentro de este contexto es importante mencionar los modelos de
planificación precedentes en la rehabilitación de lesiones mencionados en Casáis y
Fernández (4), los ámbitos funcionales de la readaptación lesional (2,3), el
conjuntos de sistemas que integran el entrenamiento coadyuvante (5) y la
secuenciación y estructuración del programa reeducativo (6).
Por otra parte nos encontramos con aquel modelo de organización basado en dividir
el proceso de recuperación en diferentes fases (8). Por lo general, parece que la
mayoría de las propuestas de recuperación utilizan este modelo. En resumen
destacan las lesiones en el miembro inferior, de tipo articular, ligamentosa, de
severidad grave y moderada.
Modelos de Planificación “Semanas” y “Días”
Para finalizar, la RFD debe estar contextualizada y legitimada bajo los procesos de
reparación biológica de cada tejido (12). Es decir, la recuperación funcional debe
ir paralela a la cicatrización tisular. Al mismo tiempo, se deben establecer un
conjunto de criterios y procedimientos de reincorporación (4) a la vida diaria o
competición (Alta Médica, Alta Deportiva y Alta Competitiva).
Conclusiones
En conclusión, existen una heterogénea y amplia variedad de modelos de
planificación para el tratamiento de lesiones deportivas, donde el modelo en
“Fases” es el más utilizado por parte de los profesionales de la salud y del deporte
para desarrollar una óptima reeducación funcional deportiva, sobre todo en lesiones
localizadas en el miembro inferior, de tipo articular (no ósea) y ligamentosas,
catalogadas de severidad grave.
Por consiguiente, se presencia una dificultad por determinar cuáles son los mejores
modelos de planificación para las lesiones deportivas debido a su dificultad para
comparar programas motivados por interpretaciones erróneas de la definición de
lesión deportiva, severidad de la lesión, recaída o recidiva de la lesión, uso de
distintas clasificaciones de las lesiones, dispares poblaciones, materiales y métodos.
Bibliografía
1. Fuller, C. W., Ekstrand, J., Junge, A., Andersen, T. E., Bahr, R., Dvorak, J.,
Hägglund, M., McCrory, P. y Meeuwisse, W. H. (2006). Consensus
statement on injury definitions and data collection procedures in studies of
football injuries. British Journal of SportMedicine, 40(3), 193-201.
2. Lalín, C. (2008a). La readaptación lesional (I parte): fundamentación y
contextualización. RED, 2(22), 27-35
3. Lalín, C. (2008b). La readaptación lesional (II parte): reentrenamiento físico
deportivo del deportista lesionado. RED, 3(22), 29-37
4. Casáis, L. y Fernández, F. (2012). Propuesta de Abordaje de la Readaptación
Deportiva en Función de las Exigencias Futbolísticas. Fútbolpf, 14
5. Seirul-lo F. (1990). Entrenamiento de la fuerza en Balonmano. RED, 4, 30-
34
6. Piqueras, P. G., Jiménez, J. O. y de Baranda-Andújar, P. S. (2013).
Herramienta de seguimiento funcional y superación de interfase durante la
reeducación del futbolista lesionado. Sportk, 2, 51-57
7. García, P. (2013). Propuesta de Reeducación Funcional Deportiva en una
Fractura Tipo Conminuta del Peroné. Fútbolpf, 35-46
8. Campos, M. A. (2012). Propuesta de readaptación tras meniscectomía
parcial en futbolistas. Apunts Medicine de Esport, 47, 105-112
9. Jayaseelan, D. y Magrum, E. (2012). Eccentric training for the rehabilitation
of a high level wrestler with distal biceps tendinosis: a case
report. International Journal Sports Physical Therapy, 7, 413-424
10. Shamus, J. y Shamus, E. (2015). The Management of Iliotibial Band
Syndrome with a Multifaceted Approach: A Double Case
Report. International Journal Sports Physical Therapy, 10, 378-390
11. Lalín, C. (2016a). Módulo de Readaptación: “Fundamentos de Readaptación
Físico-Deportiva y Reentrenamiento al Esfuerzo de las Lesiones de la
Rodilla”. Máster Prevención y Readaptación de Lesiones Físico-Deportivas
en el Fútbol. Madrid: REFF
12. Cota, J. J. (2016). Módulo Médico-Terapéutico: “Diagnóstico y tratamiento
de la lesión deportiva. Máster Prevención y Readaptación de Lesiones
Físico-Deportivas en el Fútbol. Madrid: REFF
Compartir
Por
Pablo Sánchez
0
Compartir en Facebook
Compartir en Twitter
El entrenamiento de la fuerza
La fuerza es una componente esencial para el rendimiento de cualquier persona y
deportista (8). Así pues, un bajo nivel de fuerza muscular, y en consecuencia la
debilidad muscular, es uno de los factores de riesgo que puede contribuir a la
lesionabilidad los deportistas (4).
La contracción excéntrica
Normalmente cuando hablamos de contracción muscular hacemos referencia a las
de tipo isométrico, concéntrico y excéntrico (Figura 1).
Verhoshansky & Siff (8) describe las contracciones excéntricas como aquellas
acciones musculares en las que la fuerza muscular cede ante una carga y el
complejo muscular se alarga. Por tanto, la entendemos como aquel trabajo muscular
en que mientras existe la contracción, el músculo se está estirando, por lo que la
fuerza contraria a la contracción es la que vencerá.
Figura 1: Contracciones musculares
concéntrica y excéntrica. Fuente: Officialteamlift (2017). Recuperado de
officialteamlift.
Las tareas de régimen excéntrico también las encontramos dentro de los ejercicios
de prevención de la tendinopatía patelar en deportes de equipo de (5).
Asimismo, los ejercicios excéntricos a grandes velocidades, aplicados de forma
progresiva y con sobrecargas pueden hacer que el tejido conectivo, sobre todo el de
la unión músculo tendinosa, resista fuerzas de impacto altas, como por ejemplo las
carreras, saltos y otras acciones que conlleven impulso (8). Aspecto que es de vital
importancia en todos aquellos deportes colectivos en los que la componente
impacto articular es importante (baloncesto, voleibol, fútbol, balonmano, entre
otros).
El Tirante Musculador
También conocido como Cinturón Ruso (Russian Belt) o Spanish Squat, durante los
últimos años ha despertado interés en el mundo del entrenamiento deportivo debido
a su acción excéntrica. Además del efecto mediático que ha tenido su utilización
para equipos de fútbol profesional entre otros.
Figura 2: El
tirante musculador. Fuente: TMR-WORLD, (2017). Recuperado de tmr-world
En el estudio de Edir et al., (3) se hizo una comparativa entre el ejercicio de medio
squat y el ejercicio de flexión extensión con el tirante musculador realizando una
electromiografía de superficie y percepción del esfuerzo.
Tabla 1:
Comparativa Tirante Musculador y medio Squat. Fuente: Elaboración propia
adaptada de Edir et al., (2005).
De modo que se concluyó que el tirante musculador era un buen método para
desarrollar la fuerza muscular del vasto externo del cuádriceps, utilizando menos
carga externa.
De modo que parece ser una buena herramienta a utilizar para evitar el uso de
cargas externas excesivamente elevadas, y más en aquellos sujetos en que exista
riesgo de lesión en la columna vertebral, ya que se evita la sobrecarga en esa zona
(3).
Referencias bibliográficas
1. Casáis, L. (2008). Revisión de las estrategias para la prevención de lesiones
en el deporte desde la actividad física. Apunts Medicina de l’Esport,
43(157), 30-40.
2. Douglas, J., Pearson, S., Ross, A., Mcguigan, M., & Douglas, J. (2016).
Chronic Adaptations to Eccentric Training : A Systematic Review. Sports
Medicine.
3. Douglas, J., Pearson, S., Ross, A., Mcguigan, M., & Douglas, J. (2017).
Eccentric Exercise : Physiological Characteristics and Acute
Responses. Sports Medicine, 47(4), 663-675.
4. Edir, M., Silva, D., Padullés, J. M., Álvarez, V. N., Luis, J., & Alonso, L.
(2005). Análisis electromiográfico y de percepción de esfuerzo del tirante
musculador con respecto al ejercicio de medio squat. Apunts Educación
Física y Deportes, 82, 45-52.
5. Parkkari, J., Kujala, U. M., & Kannus, P. (2001). Is it Possible to Prevent
Sports Injuries ? Review of Controlled Clinical Trials and Recommendations
for Future Work, 31(14), 985-995.
6. Peña, J., Moreno-doutres, D., Borràs, X., Altarriba, A., Baiget, E., Caparrós,
A., & Buscà, B. (2017). Patellar Tendinopathy in Team Sports : Preventive
Exercises. Strenght and Conditioning Journal, 0.
7. Roig, M., Brien, K. O., Kirk, G., Murray, R., Mckinnon, P., Shadgan, B., &
Reid, W. D. (2009). The effects of eccentric versus concentric resistance
training on muscle strength and mass in healthy adults : a systematic review
with meta-analysis. Journal Sports Med, 43, 556-568.
8. Thacker, S. B., Gilchrist, J., Stroup, D. F., & Kimsey, C. D. (2003). The
Impact of Stretching on Sports Injury Risk : A Systematic Review of the
Literature. American College of Sports Medicine, (1), 371-378.
9. Verkhoshansky, Y., & Siff, M. C. (2004). Super entrenamiento. (2a ed.).
Barcelona:Paidotribo.
Compartir
PABLO SÁNCHEZ