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ANTROPOLOGÍA

TALLER ANTROPOLÓGICO :
EL HOMBRE COMO SER
NATURAL Y SER ESPIRITUAL”

LECTURA N° O1: “El Hombre como ser natural y como ser espiritual”

Visto desde la perspectiva de las ciencias naturales, el hombre es un ser


constituido de acuerdo a las leyes que rigen en el conjunto entero de la
naturaleza. Las ciencias biológicas lo consideran como una especie incluida
dentro del orden zoológico de los primates. Ningún biólogo pone en duda la
hipótesis de la evolución, según la cual unas especies han surgido de las otras,
siguiendo un proceso de desenvolvimiento que se remonta a la aparición de la
vida sobre la tierra hace no menos de mil millones de años. Ningún biólogo
duda tampoco en incluir al hombre en este proceso de la evolución de la vida y
en reconocerlo como una especie zoológica surgida por una mutación iniciada
hace un millón de años. El hombre actual, el homo sapiens, al que
antecedieron otros tipos de prehumanos y humanoide (por ejemplo, el
Pithecanthropus, el Australopitecus, el Sinanthropus u hombre de Pekín, el
homo Neanderthalis, etc.) es para el científico la última forma surgida en el
árbol de la vida ,la más compleja y rica seguramente ,pero que al fin y al cabo
una especie zoológica Las investigaciones particulares de la paleontología , la
bioquímica, la genética ,la anatomía, la fisiología y la psicología animal
convergen con sus valiosísimos aportes a la formación de esta imagen natural
del hombre que la ciencia actual perfecciona día a día.

Pero decir que las ciencias naturales incluyen al hombre dentro del cuadro
general de la vida no implica afirmar que dichas ciencias sean ciegas para los
rasgos originales del hombre considerado biológicamente. Por el contrario, el
riguroso punto de vista de la ciencia natural permite diferencias suficientemente
al hombre respecto de cualquier otro ser real. ¿En qué consiste la originalidad
biológica humana? Ella puede determinarse teniendo en cuenta los siguientes
rasgos: posición vertical erecta constitución y uso de la mano como órgano de
aprehensión; cara pequeña en relación con el volumen del cráneo, un cerebro
excepcionalmente grande y órganos de fonación especiales. Estos rasgos son
particularmente importante tomados en conjuntos y considerando en su
funcionamiento correlacionado. En sus unidades dinámicas la que da el
hombre originalidad biológica. Cada uno de ellos está vinculado con los otros
en sus surgimientos evolutivos. En efecto, a la posición vertical ha permitido la
liberación de las manos y sus especializaciones como órgano prensor, lo cual
ha permitido a su vez la liberación de las mandíbulas y sus orientaciones hacia
los usos de la fonación. El aligeramiento de las mandíbulas ha hecho ´posible

LIC. CLAIRE JANNELLE ROSEMARIE BARDÁLEZ REÁTEGUI


el crecimiento del cráneo en la medida necesaria para permitir una gran
expansión del cerebro, Por sus partes, el cerebro así desarrollado ha
determinado el desenvolvimiento del lenguaje articulado y este, a su vez, por el
paso de la expresión oral a la escritura, una aceptación del uso instrumental de
la mano. Es preciso hacer notar también que el cerebro del hombre es notable
no solo por su tamaño, es decir, por el número de células que lo componen
(catorce mil millones), sino además y sobre todo por la complejidad y variedad
delas relaciones nerviosas que ese gran número de células permite, o sea, por
su enorme riqueza funcional. Considerando todo estos caracteres y sus
interconexiones se puede pues decir que el tipo humano es una nueva
estructura biológica en movimiento.

Pero hay otro rasgo biológico especialmente notable en el hombre; su lento


proceso de maduración. El hombre es un animal de niñez más larga y más
general, pues su maduración dura mucho y se extiende a todas las funciones
orgánicas del individuo. Al nacer el vástago humano no puede hacer nada;
comparando con cualquier otro animal; es completamente desvalido y tendrá
que esperar mucho tiempo para hacer valer su capacidad. Esta condición está
estrechamente vinculada con la elección biológica que representa el tipo
orgánico humano. Biológicamente el hombre no ha seguido el camino del
sistema muscular sino del nervioso; no ha elegido el poder por el musculo sino
por el nervio. El tipo animal se presenta siempre con alguna especialización
muscular bien desarrollada, el hombre con ninguna. De allí la debilidad e
impotencia del recién nacido. La única especialidad del organismo humano, la
cual absorbe toda su energía, es el cerebro, y ella necesita un largo proceso
para ponerse en vigor. Esta inmadurez y debilidad inicial condiciona caracteres
tan esenciales del hombre como la agrupación, o sea, la vida en un conjunto
social estable, sin el cual el niño no podrá sobrevivir; y la educación, gracias a
la cual alcanza su maduración y su desarrollo cabales. Pero la importancia
inicial, la necesaria espera que demanda el cultivo del cerebro, va ser la gran
carta del triunfo del hombre. Porque la especialización en el cerebro le permite
un gran desarrollo de la inteligencia y le abre la puerta a todo tipo de actividad.
En cambio, el animal que se especializa en otras funciones y es apto para
cumplir prontamente, queda estancado y canalizado en ellas.

La universal aptitud biología del hombre tiene un signo característico en la


capacidad del lenguaje, gracias a las cuales posible combinar y formular
símbolos universales y desarrollar de manera ilimitada las funciones del
pensamiento no intuitivo. Al ser el hombre de este modo capaz de significar y
aprehender todas las cosas sin necesidad de estar en contacto físico con ellas,
ha asegurado sus hegemonía y su expansión en el mundo con una gran
celeridad, coordinando con el uso de la mano , este poder simbolizado del
lenguaje hace al hombre apto para crear objetos nuevos(herramientas,
utensilios, casas, etc.),combinarlos y establecer entre ellos conexiones según

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su finalidad y sentido, y afianzar enriqueciendo los lazos entre los individuos de
la especie. Dicho de otro con otras palabras, por el lenguaje el hombre funda la
cultura y la sociedad.

El conjunto de todos estos rasgos de su estructura y sus actividades


conforman, según hemos dicho, la originalidad del hombre como especie
biológica. Quienes estudian al hombre estrictamente desde el punto de vista de
la ciencia natural incorporan generalmente todos estos rasgos dentro de una
idea natural del ser humano. Con ello, no afirman ni descartan sin embargo la
posibilidad de que haya otros rasgos que no sean comprensibles desde el
mismo punto de vista. En cambio, quien sostiene que todos estos rasgos y
además cualesquiera otros caracteres distintivos del hombre pertenecen
necesariamente al origen físico-biológico y pueden ser explicados
completamente según los conceptos dela ciencia natural, esta adopta una
posición filosófica naturalista (o materialista).

Consideramos ahora otro punto de vista sobre el ser del hombre. Al adoptar este
punto de vista, no dirigimos ya nuestra atención a hechos como la evolución
biológica, la formación del organismo, la posición vertical, el cerebro, etc., sino
que nos interesamos más bien por la interioridad del hombre, por su capacidad
consciente y reflexiva, por la racionalidad y por el lenguaje, entendiendo ahora
como manifestación de tal racionalidad. Ponemos de relato las funciones
psíquicas del individuo , su vida mental, la experiencia moral como manifestación
de un ser personal libre, la experiencia estética como revelación del poder
creador del espíritu, la vida valorativa, sobre todo en sus más altas expresiones ,
como muestra dela capacidad del hombre para superar los límites de la realidad
material .El conocimiento intelectual de sus formas más ricas y depuradas ofrece
una prueba crucial de esta capacidad, Pues gracias a la conceptuación abstracta
de la ciencia y la filosofía, el hombre sobrepasa largamente la realidad espacio-
temporal que lo rodea. Mientras que el animal vive sujeto a su ambiente
inmediato, esclavo de el en sus reacciones y su conducta, el hombre vive por el
pensamiento en todos los mundos posibles. La sociedad y la cultura, en fin,
adquieren un nuevo sentido en este enfoque: La sociedad humana es una
relación de personas, con normas, ideales, valores e instituciones que tienen
una significación espiritual, y la cultura es una novedad en el mundo una
creación total, no natural, qué el hombre ha sobrepuesto a la naturaleza.
(Salazar Bondy, Augusto.1982: Introducción a la filosofía. Lima, Universidad de
Lima pp.14-17)

LIC. CLAIRE JANNELLE ROSEMARIE BARDÁLEZ REÁTEGUI

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