COMPONENTE TRANSFORMACION DEL CAMPO Y CRECIMIENTO VERDE
De acuerdo con el plan de desarrollo departamental del periodo 2016 – 2019, la
zona rural sigue en un atraso enorme en comparación con el resto del país, debido a que los campesinos siguen siendo el grupo poblacional con menos oportunidades en relación en material de acceso a la tierra, créditos, asistencia técnica y educación. Aunque se espera una realidad más cruda para el campo, los datos van más allá y ponen sobre el tapete riesgos que inclusive se relacionan con la disponibilidad de alimentos, toda vez que la población de esta zona del país es cada vez más vieja, lo que reduce la posibilidad de mano de obra para desarrollar los cultivos. En consecuencia de acuerdo con lo hallado por el censo agropecuario, aunque al 40,6% de la tierra es usada por el sector agropecuario, la mayor parte está enfocada en la siembra de pasto para ganadería de ceba. Entre tanto, solo el 19,1% del territorio agropecuario es para uso agrícola y de este el área cultivada es escasa: solo 6,3% del área censada, lo que equivale a 7,1 millones de hectáreas, de esta baja siembra el 74,8% corresponde a cultivos permanentes y 15% a transitorios. Ante la posibilidad de un acuerdo de paz, es indispensable que se incorporen entre los ejes estratégicos de desarrollo la trasformación del campo, acogiendo las recomendaciones de la misión para la trasformación del campo del DNP, avanzando en dirección hacia una reforma rural integral del campo. Por lo tanto, la zona rural del Caquetá contiene enormes riquezas naturales, incluidos buenos recursos hídricos, bosques nativos todavía extensos y mega diversidad. Sin embrago, en el territorio una gran parte de la actividad agrícola se realiza en terreno de ladera o cordillera, debido a que el territorio cuenta con menos zonas planas en relación con otros departamentos donde el suelo es más apropiado para la agricultura. Sin embrago el uso del suelo no corresponde siempre a su vocación y en particular hay todavía muchos terrenos planos con vocación agrícola que son usados para la ganadería extensiva, en tanto que la agricultura con vocación agrícola se tiende a localizar en las laderas, en condiciones que presentan desafíos para su desarrollo y sostenibilidad económica y ambiental. En este sentido, se destaca la participación de aproximadamente 13.336 familias en el sector de la ganadería mayor y menor, con una producción de 144 mil toneladas de carne y 459 millones de litros de leche al año, siguen en orden descendente por aporte a la economía y participación de familias las cadenas productivas: plátano con 68 mil toneladas anuales, yuca con 43 mil entre otros. Otras alternativas productivas del sector primario de la economía como caucho, café, cacao, plátano, yuca, maíz y piña entre otros, representan la seguridad alimentaria del departamento, con reducidas areas sembradas y cosechas bajo rendimientos de producción y poca capacidad instalada para la trasformación y generación de valor agregado.