Beruflich Dokumente
Kultur Dokumente
PRIMERA ESTACIÓN
JESÚS ES CONDENADO INJUSTAMENTE
(Lc. 23, 13-25)
ORACIÓN
Que al recordar Señor la condena injusta que Tú sufriste, yo me cuide en
no condenar a los demás.
SEGUNDA ESTACIÓN
LA CRUZ ES COLOCADA SOBRE LOS HOMBROS
DE CRISTO Y EL DEBE LLEVARLA HASTA EL
CALVARIO (Juan 19, 17)
V. Te adoramos Cristo y te bendecimos
R. Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo
ORACIÓN
Para hacerme digno de ti, concédeme Señor el saber aceptar mi Cruz de
cada día, con amor.
TERCERA ESTACIÓN
AGOTADO POR LA DEBILIDAD Y POR EL
SUFRIMIENTO, JESÚS CAE. (Isaías 50, 6)
V. Te adoramos Cristo y te bendecimos
R. Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo
Jesús cae. Muchos brazos se extienden hacia él, pero ninguno para
ayudarlo. Sin manos de hierro, manos pesadas prontas a golpear.
Muchas veces a lo largo de mi camino me encuentro con personas que
sufren, están desalentadas, abatidas por la pobreza y otros sufrimientos.
¿Cuál es mi actitud frente a estos seres que sufren? ¿Los levanto
tendiéndoles una mano o soy una piedra más pronta a aplastarlos?
¿Qué haré hoy para levantar al Cristo caído en la persona de aquel que
sufre o se encuentra solo?
CUARTA ESTACIÓN
EN EL CAMINO HACIA EL CALVARIO CRISTO SE
ENCUENTRA CON SU MADRE. (Lc. 2, 35)
V. Te adoramos Cristo y te bendecimos
R. Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo
QUINTA ESTACIÓN
JESÚS SE SIENTE CANSADO Y ES AYUDADO POR UN
HOMBRE TAMBIÉN CANSADO (LUCAS 23, 26)
V. Te adoramos Cristo y te bendecimos
R. Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo
Si esa ayuda hubiera partido de un corazón sincero y que lo amaba,
Cristo hubiera sentido algo más que una ayuda física. Hubiera sentido un
apoyo moral que vale más que un gesto material.
Y esto pasa diariamente. Muchas personas, sin hablar, me están pidiendo
ayuda, un consuelo, una palabra. Y a veces obro como el Cirineo, un
poco forzado por las circunstancias. Y así Cristo puede sufrir una vez
más sin recibir el consuelo de mi amor.
En mi familia, en mi comunidad parroquial, en el vecindario, ¿soy capaz
de regalar un poco de mi tiempo y de mi amor?
Quiero recordar hoy las palabras del Evangelio: “Tratad a los hombres
como queréis que ellos os traten a vosotros. Si amáis a los que os aman,
¿Qué meritos tendréis? (Lucas 6, 27)
ORACIÓN
Señor, que yo sepa donar un poco de mi tiempo y de mi amor a aquellos
que lo necesitan.
SEXTA ESTACIÓN
VERÓNICA, LIMPIA EL ROSTRO ENSANGRENTADO
DE CRISTO.
V. Te adoramos Cristo y te bendecimos
R. Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo
ORACIÓN
Señor, ayúdame a ser también yo como una Verónica o un Buen
Samaritano para quienes me necesitan.
V.- Pequé Señor
R.- ten misericordia de mí.
SÉPTIMA ESTACIÓN
CRISTO CAE NUEVAMENTE BAJO EL PESADO MADERO DE
LA CRUZ (ISAÍAS 53, 4 – 5)
ORACIÓN
Señor que no desaliente frente a los fracasos o debilidades, sino que sepa
levantarme y siga caminando.
OCTAVA ESTACIÓN
EN SU CAMINO HACIA EL CALVARIO, JESÚS ENCUENTRA
ALGUNAS MUJERES QUE LLORAN POR ÉL. (LUCAS 23, 27- 28)
Pero Jesús no pide compasión y por eso les dice: “Hijas de Jerusalén, no
lloréis por mí, llorad más bien por vosotras y por vuestros hijos”.
De nada sirve lamentarse por los sufrimientos de otros si no hacemos
por ellos algo concreto. Cristo no se sometió a los sufrimientos para
aparentar o pedir compasión. Cristo aceptó el dolor y lo amó para
enseñarnos que por la cruz y el dolor se llega a la resurrección.
Frente al dolor, lo importante es asumirlo y ayudar a los demás a superar
los malos momentos, para que la alegría y el consuelo vuelvan a quienes
lo necesitan.
Cristo frente a la viuda de Naim, no se limitó sólo a decirle. “No llores”,
sino que hizo algo muy concreto por ella, devolviéndole la vida al hijo
(Lucas 7, 11)
ORACIÓN
Señor, que yo sepa asumir una actitud de fé, amor y esperanza frente a
mi dolor y al sufrimiento de los demás.
NOVENA ESTACIÓN
POR TERCERA VEZ JESÚS CAE BAJO EL PESO DE LA
CRUZ
(1 JUAN 4, 10)
DÉCIMA ESTACIÓN
JESÚS LLEGA AL CALVARIO Y ALLÍ ES DEPOJADO DE
SUS VESTIDURAS (MATEO 27, 35)
V. Te adoramos Cristo y te bendecimos
R. Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo
ORACIÓN
Señor, cuando el dolor me despoje de mi egoísmo y orgullo, que sepa yo
llenarme de tu amor.
UNDÉCIMA ESTACIÓN
CRISTO ES CLAVADO EN LA CRUZ Y ESTE ACTO DE
CRUELDAD LO APAGA DEJÁNDONOS SU MADRE COMO
MADRE NUESTRA (JUAN 19, 25)
ORACIÓN
Señor, que yo tango el coraje de la verdad para que sepa perdonar.
DUODÉCIMA ESTACIÓN
CUMPLIDA SU MISIÓN, JESÚS ENTREGA SU ESPIRITU
AL PADRE, MUERE. (Lucas 23, 44)
V. Te adoramos Cristo y te bendecimos
R. Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo
ORACIÓN
Señor, ayúdame a comprender que morir no es quedar muerto, sino vivir
plenamente.
DECIMOTERCERA ESTACIÓN
JESÚS ES BAJADO DE LA CRUZ Y PUESTO EN LOS
BRAZOS DE SU MADRE (JUAN 19, 30)
V. Te adoramos Cristo y te bendecimos
R. Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo
Sería una osadía querer medir el dolor de María. Cualquier Madre frente
a un hijo muerto, sufre. María sufre por la muerte de su Hijo y de otra
parte se alegra porque la muerte de su hijo da vida a la nueva humanidad
redimida. El hijo inocente muere para dar vida y salvar al hijo que estaba
perdido. Cristo nos salva muriendo por nosotros. María acepta el dolor
de recibir muerto a su hijo. Y en su Hijo nacemos y volvemos a vivir
todos nosotros.
ORACIÓN
Señor, que el dolor por quienes amo me lleve a comprender y amar a
aquellos que están lejos de mí.
DECIMOCUARTA ESTACIÓN
EL CUERPO DE JESÚS ES ENTERRADO EN UNA
SEPULCRO PRESTADO POR SUS AMIGOS (JUAN 19, 38).
ORACIÓN
Señor, que no tenga miedo de morir porque la muerte es un paso a la
Vida que eres Tú.
ORACIÓN FINAL
Señor,
he llegado al final de este camino doloroso que Tú recorriste.
No sé, Señor, si admirar más tus dolores
o el grande amor que has tenido con nosotros los hombre.
Sería ridículo que dijera GRACIAS.
Casi no tengo palabras, Señor…
y no sé como expresarte lo pequeño
que me siento frente a tu amor.
Tú me conoces. Sabes como soy.
Tú conoces el camino que llevo recorrido.
Tú ves mi esfuerzo por querer hacer el bien a pesar de mi debilidad.
Sólo quiero decirte una cosa:
En mi Vía Crucis necesito contar contigo.
Quiero alegrías y la Cruz que me ofreces,
pero bien sabes que sólo nada puedo.
Señor quiero que tú cuentes conmigo.
Pero sobre todas las cosas, yo quiero contar contigo Señor.
Y quiero recordar las palabras de tu Evangelio: “No busques entre los
muertos al que está vivo” (Lucas 24, 5). No busques en el pasado lo que
debes construir para el futuro.
AMEN.