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EL ESPIRITU SANTO

LA CONFIRMACION...

1. La lección de hoy es sobre el Espíritu Santo. ¿Por qué creen ustedes que vamos a hablar del Espíritu Santo en
este tiempo?

Primeramente porque nos acercamos a Pentecostés, tiempo del Espíritu Santo. Pero la razón más apremiante es
que muchos en el Colegio van a recibir el Sacramento de la Confirmación. Otros ya lo recibieron en años
anteriores. Y otros lo recibirán en años próximos por esta misma fecha.

2. ¿Y qué relación tiene el Espíritu Santo con el Sacramento de la Confirmación?

Al recibir la Confirmación, recibimos muy especialmente al Espíritu Santo. Aunque ya lo recibimos en el


Bautismo, en la Confirmación se nos regala un crecimiento de esa gracia bautismal, y recibimos al Espíritu
Santo con una nueva efusión.

3. ¿Quién creen ustedes que es el Espíritu Santo?

Es la Tercera Persona de la Santísima Trinidad. El Espíritu Santo es nada menos que el Espíritu de Dios. Es el
Espíritu de Jesús y el Espíritu del Padre. El es la presencia de Dios en el mundo, en medio de nosotros los seres
humanos.

4. Antes de irse Jesús de esta tierra, le dijo esto a sus Apóstoles: “Miren que estoy con ustedes todos los días
hasta el fin del mundo”. Vamos a leerlo en la Biblia en Mateo 28, 20. Si Jesucristo se fue de esta tierra, ¿qué
creen ustedes que significa esto que Jesús dijo de quedarse?

Esta promesa de Jesucristo de quedarse con nosotros hasta el fin del mundo es, precisamente, la presencia del
Espíritu Santo en nosotros y en medio de nosotros.

5. ¿Qué hace el Espíritu Santo?

El Espíritu Santo es Quien nos santifica.


El Espíritu Santo nos ayuda continuamente a cada uno de nosotros para que podamos hacer la Voluntad de Dios,
para que podamos obedecer a Dios.

El Espíritu Santo nos guía para que podamos llegar al Cielo, que Dios nos ofrece para vivir con El eternamente
en felicidad total.

6. Con esto que sabemos del Espíritu Santo ... ¿qué creen ustedes significa el recibir el Sacramento de la
Confirmación o el haberlo recibido ya? ¿En qué consiste este Sacramento? ¿Para qué se recibe?

Cuando recibimos el Sacramento de la Confirmación estamos diciendo varias cosas ... de hecho, nos estamos
comprometiendo con Dios y con la Iglesia a varias cosas.

Vamos a recogernos en silencio e ir pensando cada uno de los compromisos que vamos a adquirir o hemos
adquirido por ser confirmados .

(Enumerar muy pausadamente para que pueda servir de examen de conciencia y de compromiso)

. Que creemos que la Iglesia Católica es la Iglesia que Cristo fundó...

. Que creemos que sólo en la Iglesia Católica tenemos la plenitud de la Verdad y de los medios de salvación...

. Que creemos en su totalidad todo lo que enseña la Iglesia Católica...

. Que aceptamos completamente la autoridad que Jesucristo le dio a su Iglesia...

. Que obedeceremos lo que la Iglesia enseña y exige... (*)

. Que estamos haciendo un compromiso muy serio de permanecer para siempre formando parte de la Iglesia
fundada por Cristo.

. Que vamos a recibir el Espíritu Santo, y que estamos dispuestos a dejarnos santificar por El.

. Que estamos haciendo un compromiso de santidad como católicos adultos.

. Que vamos a prepararnos en oración y estudio para dar testimonio de Cristo y para defender cada vez que sea
necesario el mensaje de Cristo y las enseñanzas de la Iglesia.
. Que Dios nos va a dar las gracias necesarias para cumplir estos compromisos.

7. ¿Qué les parecen estos compromisos? ...

¿Se habían dado cuenta, los ya confirmados y los que se van a confirmar, que la Confirmación no es una
cuestión light? ¿Se han dado cuenta que es un compromiso de adultez y madurez en su pertenencia a la Iglesia
de Jesucristo?

8. Pero hay algunos puntos que podríamos llamar controversiales que la Iglesia enseña y exige. Y lo hace, pues
tiene la autoridad del mismo Dios para guiar así a los que seguimos a Cristo, a los Cristianos-Católicos. ¿Pueden
enumerar algunos?

Hemos de notar que en las enseñanzas de Cristo y de la Iglesia no podemos escoger unas cosas y dejar otras
fuera. Esto incluye también puntos controversiales que inclusive a veces negados o rechazados por algunos
católicos. Estos son algunas de esas enseñanzas que, aunque la mayoría no siga, son parte del Magisterio de la
Iglesia y debemos acatarlas:

. sólo métodos naturales para espaciar los nacimientos,

. no a un segundo matrimonio a menos que el primero haya sido declarado nulo,

. no al aborto,

. no a la inseminación in vitro y otros métodos artificiales de fertilización,

. no al uso de células estaminales embrionarias,

. no a la clonación, no a la pornografía y masturbación, a las relaciones pre-matrimoniales o extra-maritales,

. manejo respetuoso de las cenizas de los difuntos,

. necesidad de confesarse ante el Sacerdote, etc

Vamos a buscar en la Biblia una instrucción muy importante de Dios para los que les gusta seguir la corriente:

MEMORIZACION – Cita y Texto:

“No sigas a la mayoría en su error.” (Ex. 23, 2)

9. ¿Qué es eso de que el Espíritu Santo nos santifica? ¿Qué significa eso de ser santos, el cual es uno de los
compromisos que adquirimos?

Santo es el que llega al Cielo. Pero todos estamos llamados a ser santos. Ser santo es posible para todos
nosotros.
Porque ser santos es hacer la Voluntad de Dios en esta vida, para poder llegar al Cielo que Dios ha prometido a
los que le aman. Y amar a Dios es hacer su Voluntad.

10. Decíamos al comienzo que ya hemos recibido al Espíritu Santo en el Bautismo. La Confirmación es un
complemento del Bautismo. ¿A alguien se le ocurre cómo puede ser la Confirmación un complemento del
Bautismo? Veamos ...

. El Bautismo nos hace hijos de Dios.

. La Confirmación nos hace defensores de Dios y de la Iglesia.

. El Bautismo nos hace miembros de la Iglesia.

. La Confirmación nos mete más de lleno en la Iglesia.

. El Bautismo nos hace cristianos.

. La Confirmación nos exige defender la fe cristiana.

11. Pero antes de confirmarnos hemos estado recibiendo otro Sacramento muy importante: la Comunión. ¿Qué
gracias recibimos de la Comunión?

El Sacramento del Cuerpo y la Sangre de Cristo es el alimento de nuestra vida espiritual. Es lo que nos nutre en
el camino hacia el Cielo.

12. ¿Qué relación habrá entre la Comunión y la Confirmación?

El Sacramento de la Confirmación exige un compromiso de madurez del cristiano-católico que ya es adulto en


la fe. Es un paso más adelante en nuestro camino hacia Dios. La Comunión nos nutre en ese camino. La
Confirmación nos fortalece muy especialmente para seguir en el camino y para ser buenos cristianos y para
defender a Cristo y su Iglesia.

13. Vamos a ver en qué consiste la gracia especial que recibimos en la Confirmación:

La acción del Espíritu Santo en el confirmado se caracteriza por:

. fuerza

. vigor

. valentía

. coraje
. esfuerzo

. aguante

. perseverancia

. tenacidad

Y estas gracias son para nuestra vida espiritual personal: todo eso nos ayuda a ser perceptivos y dóciles a las
inspiraciones del Espíritu Santo. Pero también nos ayudan en nuestro compromiso para con los demás: nos da la
claridad y fuerza necesarias para mostrar con obras y palabras lo que Cristo nos pide.

14. ¿Por qué se dice que la Confirmación nos hace testigos de Cristo y de su Evangelio?

Justamente por eso que decíamos, porque un testigo es quien asevera la verdad de algo, y se le cree porque es
convincente con lo que dice y con lo que hace.

San Pedro, el primer Papa, nos exhorta a esto en una de sus Cartas: “Sigan adorando interiormente al Señor, a
Cristo; y siempre estén dispuestos para dar una respuesta acertada al que les pregunta acerca de sus
convicciones” (1 Pe. 3, 15).

Notemos que para poder dar una respuesta acertada; es decir, para defender la fe, San Pedro nos da una
indicación importantísima: “Sigan adorando interiormente al Señor, a Cristo”. El Espíritu Santo nos capacita
sobre todo en la oración, en la adoración.

15. ¿Por qué decimos que la Confirmación imprime “carácter”?

Significa que imprime una marca en el alma que es indeleble. Significa, entre otras cosas, que ese Sacramento
puede recibirse sólo una vez. El Bautismo también imprime carácter.

16. ¿Para qué sirve el carácter?

Esto nos dice el Catecismo de la Iglesia Católica al respecto:

La Confirmación imprime en el alma una marca espiritual indeleble, el ‘carácter’, que es el signo de que
Jesucristo ha marcado al cristiano con el sello de su Espíritu revistiéndolo de la fuerza de lo alto para que sea su
testigo’” (cf. Lucas 24, 48-49)(CIC #1304)

Nos sirve precisamente para ser testigos de Cristo.

15. El Espíritu Santo nos va santificando. ¿Cómo lo hace?


Con sus inspiraciones y con la fuerza y deseo que nos da para seguirlas.

16. ¿Cómo creen ustedes que se conocen o se sienten las inspiraciones del Espíritu Santo?

* Son esas ideas que nos vienen para ser buenos y para hacer el bien. Es lo que a veces llamamos la voz de la
conciencia.

* También son los impulsos que nos vienen para ser buenos y para hacer el bien, porque el Espíritu Santo nos da
la fortaleza para ser buenos.

17. Vamos a ver otra cita en la Biblia sobre el Espíritu Santo: Juan 3, 8. Aquí Jesús compara al Espíritu Santo
con el viento. ¿Qué aplicación práctica pueden tener estas palabras de Jesús para nosotros?

Si Jesús nos dice que el Espíritu Santo es como el viento, nosotros debemos ser como las velas de una barca,
siempre en posición de ser movidos por esa brisa.

18. ¿Qué puede significar esto de tener las velas abiertas?

Significa que debemos estar pendientes de las inspiraciones del Espíritu Santo. Pero también tenemos que seguir
esas inspiraciones.

No basta, entonces, recibir y aceptar las inspiraciones del Espíritu Santo, pues nada ganamos con saberlas, si no
las seguimos.

Así que también tenemos que ser dóciles a estas inspiraciones; es decir, tenemos que seguir al Espíritu Santo
cuando nos ilumina.

De esa manera podremos navegar por esta vida guiados por el Espíritu Santo hacia nuestra meta definitiva, que
es el Cielo.

19. ¿Alguien sabe cuándo vino el Espíritu Santo a los Apóstoles? ¿Cómo fue esa primera venida del Espíritu
Santo?

Jesús se había ido al Cielo, después de resucitar. Y les había prometido a sus Apóstoles que les enviaría el
Espíritu Santo.
Y los Apóstoles estaban tristes y se sentían solos. Jesucristo les había ordenado llevar su mensaje a toda la
tierra. Y ellos no sabían bien cómo iban a hacer eso. Y tenían mucho miedo.

Vamos a buscar cómo fue la Venida del Espíritu Santo en la Biblia: Hechos 1, 12-14 y 2, 1-4. Discurso de San
Pedro: Hech. 2, 14-16 y 22-24.

20. ¿Cómo cambiaron los Apóstoles después de recibir el Espíritu Santo?

Cambiaron totalmente. Se les quitó el miedo para predicar. Lo que antes no entendían, ni sabían explicar, ahora
lo entendían y podían explicarlo bien claro y sin ningún temor.

21. ¿Qué les llamó la atención sobre lo que hacían los Apóstoles y la Santísima Virgen antes de la Venida del
Espíritu Santo?

MEMORIZAR texto y cita:

“Todos ellos perseveraban juntos en la oración ... en compañía de María, la Madre de Jesús ” (Hech. 1, 14).

Esto confirma lo que nos indicaba San Pedro como condición para poder defender nuestra fe.

22. ¿Qué enseñanza podemos sacar para nosotros si queremos recibir el Espíritu Santo?

Que lo más importante para recibir el Espíritu Santo,

para poder sentir sus inspiraciones y para recibir su fuerza

es la ORACION.

ORACION

Ven, Espíritu Santo.

Quiero recibirte en el Sacramento de la Confirmación

Gracias por haber recibido ya el Sacramento de la Confirmación.

Quiero sentir tus inspiraciones.

Quiero recibir tu fortaleza.


Porque quiero ser bueno (a).

Porque quiero hacer la Voluntad de Dios.

Porque quiero ser santo (a).

Y quiero llegar al Cielo.

Y mientras esté aquí en la tierra,

quiero ser tu testigo:

defender a Cristo y su Iglesia,

saber explicar las verdades de la fe cristiana,

y perseverar hasta el final.

NOTA: En el siguiente TEMARIO BIBLICO hay que detenerse suficientemente para que los alumnos
entiendan el significado de estas Parábolas y –más importante aún- puedan aplicarlo a su vida espiritual.

TEMARIO BIBLICO

(BAUTISMO)

PARABOLAS:

El Sembrador

El Trigo y la Cizaña

El Tesoro y la Perla

La Vid y los Sarmientos

MEMORIZACION – Cita y Texto:

“Yo soy la Vid y ustedes las ramas. El que permanece en Mí y Yo en él, ése da mucho fruto; porque, separados
de Mí, nada pueden hacer.”

(Jn. 15, 5)

AMBIENTACION
HORA DE LA DIVINA MISERICORDIA

A las 3 pm, hora de la muerte del Señor,

recordar su Pasión y Muerte

aunque sea por unos momentos.

Puede solicitarse alguna gracia,

que –si está de acuerdo a su Voluntad-

será concedida.

EL PADRINO O LA MADRINA

DE CONFIRMACION

El Padrino o la Madrina no pueden escogerse por compromiso social o de amistad o de conveniencia. A la


persona que se escoge se le está convocando a una responsabilidad muy seria.

Esto dice el Código de Derecho Canónico al respecto:

Al Padrino o la Madrina le corresponde

“procurar que (su ahijado)

se comporte como verdadero testigo de Cristo

y cumpla fielmente las obligaciones inherentes al Sacramento”

(CDC #872)

Resulta claro que no puede ser Padrino o Madrino quien no lleva una vida cristiana correcta y no es capaz de
apoyar espiritualmente al ahijado.

Esto podría llegar al punto de verse en la situación de tener que intervenir porque el ahijado regrese al la vida
cristiana, si eventualmente llegara a abandonarla.

CONDICIONES PARA SER

PADRINO O MADRINA:

(se aplican igual al Bautismo que a la Confirmación)

1. Ser Católico, haber recibido la Confirmación y la Eucaristía.

2. Llevar una vida coherente con la fe cristiana y con la misión que se va a asumir.

3. Haber cumplido 16 años.


4. No estar afectado por una pena canónica (ex–comunión u otra).

5. No ser padre o madre del confirmado.

REGALOS ESPIRITU SANTO I

Gracias-gracias – Virtudes - Dones

1. El Espíritu Santo nos da muchos regalos. ¿Qué es un “regalo? ¿Qué significa la palabra “regalo?

“Regalo”, según el Diccionario, es “cosa que se da gratuitamente en obsequio”. El Espíritu Santo actúa así en
nosotros: obsequiándonos cosas gratuitas. Y cosas gratuitas, de gratis, son cosas que, ni hemos pagado ni
merecemos.

2. ¿Y esos “Regalos” que da el Espíritu Santo, son dados sólo a título personal a cada uno?

Esos “Regalos” los va derramando el Espíritu Santo sobre la Iglesia a lo largo de la historia y sobre cada uno de
nosotros en particular durante nuestra vida aquí en la tierra.

3. ¿Y cuáles son esos “Regalos”?

Son muchísimos, muchísimos, muchísimos. Unos los conocemos, otros no los conocemos, y otros, ni siquiera
podemos llegar a imaginarlos. Necesitaríamos toda nuestra otra vida en la tierra y además nuestra vida futura e
inmortal, para poder agradecerlos a Dios nuestro Señor.

Esos “Regalos” han sido clasificados por Teólogos y Exégetas en varios renglones:

. la Gracia Santificante y

. las gracias sacramentales, gracias actuales y gracias de estado,


. las Virtudes Teologales y las Virtudes Morales,

. los llamados Siete Dones del Espíritu Santo,

. los Frutos del Espíritu Santo,

. las Bienaventuranzas,

. los Carismas.

4. ¿Cómo se relacionan estos Regalos del Espíritu Santo entre si?

Así como cada uno de nosotros los seres humanos poseemos un organismo creado por Dios para el
funcionamiento de nuestra vida física, los “Regalos” del Espíritu Santo constituyen todo un organismo para el
funcionamiento de nuestra vida espiritual.

Aunque separemos cada uno de estos Regalos para poder detallarlos, en la práctica, no están separados, sino que
constituyen un sistema en que se entrelazan, se inter-penetran, se sostienen mutuamente, tal como los órganos
del cuerpo humano, que funcionan interdependientes unos de otros.

La Gracia Santificante es el fundamento básico de esa vida sobrenatural. Los Dones y la Virtudes son ayudas
que nos capacitan para percibir las gracias, los impulsos y las inspiraciones del Espíritu Santo y para poder
responder dócilmente a ellos.

La clasificación y el funcionamiento de este organismo espiritual de los “Regalos” del Espíritu Santo que hemos
enunciado brevemente, es complicado y hasta ha sido motivo de diferencias entre los estudiosos.

Sin embargo, lo importante es conocer el para qué nos son dados estos “Regalos” y aprovecharlos bien.

5. ¿Para qué son todos esos Regalos del Espíritu Santo?

Siendo el Espíritu Santo Quien obra la santificación en la Iglesia y en cada uno de nosotros , estos “Regalos”
nos son dados para nuestra santificación, para ayudarnos en nuestro camino al Cielo, la meta hacia la cual
vamos guiados y ayudados por el Espíritu Santo (cfr. Fil.3,12-14).

Al ser perceptivos y dóciles a estos “Regalos” del Espíritu Santo, podremos ir creciendo en santidad, podremos
ir creciendo en los Frutos del Espíritu, que son otros de estos tantos “Regalos”.

Gracias, Virtudes, Dones, Carismas, Frutos, etc. son “Regalos” del Espíritu Santo que, si aprovechamos bien,
nos van santificando y nos acercan cada vez más a nuestra patria definitiva que es el Cielo.
6. ¿Cómo podemos aprehender o asir los Regalos que el Espíritu Santo nos da continuamente?

La oración es medio necesarísimo para ir aprovechar lo que el Espíritu Santo nos da, pues en la oración
-especialmente en la oración de adoración y de recogimiento- el Espíritu Santo nos va haciendo perceptivos y
dóciles a sus inspiraciones.

Al seguir esas inspiraciones, vamos siendo santificados por el Espíritu Santo.

Vamos a ver cada uno de estos Regalos de Espíritu Santo:

7. ¿Qué es la GRACIA SANTIFICANTE

La palabra “Gracia” recuerda nuevamente lo de la gratuidad. Eso significa gracias: que recibimos algo de gratis,
sin merecerlo.

La Gracia Santificante es la vida de Dios en nosotros de que nos habla el Evangelio al decirnos que Dios mora
en nosotros. (ver Jn. 14, 23).

La Gracia Santificante es una cualidad sobrenatural, que Dios nos regala, sin la cual no podemos ser
santificados. Por lo tanto, es algo indispensable para nuestra salvación. Por medio de la Gracia Santificante,
somos justificados (hechos “justos”, hechos santos).

8. ¿Cuándo recibimos la Gracia Santificante por primera vez?

En el Bautismo.

9. ¿Cómo se pierde y cómo se recupera?

La Gracia Santificante se pierde por el pecado mortal. Se recupera con el arrepentimiento y la Confesión
Sacramental.

10. ¿Cómo se aumenta la Gracia Santificante?


. con los Sacramentos (especialmente la Comunión)

. mediante la oración

. con las buenas obras realizadas por nosotros.

Pero con una condición: que esas buenas obras las hagamos con pureza de corazón, sin dobleces ni intenciones
pecaminosas. (Por ejemplo: hacer apostolado por deseo de poder y figuración; hacer una “caridad” para obtener
un favor posterior, etc.).

11. ¿Qué son las GRACIAS ACTUALES?

“Actual” se refiere a “acto”. Es la gracia que nos es dada para cada acto de nuestra vida. Son gracias que el
Espíritu Santo va derramando en todo momento de nuestra vida.

Es un don sobrenatural que Dios nos regala y que actúa sobre nuestro entendimiento y nuestra voluntad para
hacer lo que es bueno a lo largo de nuestra vida.

Es una moción interior del Espíritu Santo que nos hace desear hacer el bien y a la vez es un impulso que nos
lleva a realizarlo.

Aprovechando las gracias actuales, se aumenta la Gracia Santificante.

12. ¿Qué son las GRACIAS SACRAMENTALES?

Como su nombre lo indica, son las gracias que recibimos en cada Sacramento. Si bien el Bautismo y la
Confesión nos dan la Gracias Santificante, cada Sacramento tiene gracias específicas. Por ejemplo, la
Confirmación nos capacita para ser testigos de Cristo. (Ver Sacramentos en Lección #10).

13. ¿Qué son las GRACIAS DE ESTADO?

Son las gracias que Dios nos regala para ejercer las funciones a las que nos ha llamado.
A los Obispos, para ejercer el Episcopado; a los Sacerdotes, para su sacerdocio; a los esposos y padres de
familia para cumplir su compromiso matrimonial y la educación de los hijos; a los Jefes de países, para la
búsqueda del bien común de los habitantes del país; a los apóstoles seglares, para ejercer el servicio al cual han
sido llamados, etc.

14. ¿Qué son las VIRTUDES TELOLOGALES, las VIRTUDES CARDINALES y las VIRTUDES
MORALES?

Virtud es un hábito que perfecciona las potencias del alma (inteligencia y voluntad) para hacer lo que es bueno.

Las Teologales tienen a Dios como objeto: Fe, Esperanza y Caridad. Nos disponen a vivir en relación con Dios.
Se aumentan con el crecimiento de la Gracia Santificante.

Las Cardinales y Morales tienen como objeto las criaturas creadas por Dios. Estas Virtudes crecen con el
ejercicio de actos virtuosos y también con el aumento de la Gracia Santificante.

Las Virtudes Cardinales son la prudencia, justicia, fortaleza, templanza.

Las Virtudes Morales son las siete virtudes contrapuestas a los siete pecados capitales. Son: Humildad
(soberbia), generosidad (avaricia), castidad (lujuria), paciencia (ira), templanza (gula), caridad fraterna
(envidia), diligencia (pereza). La humildad es la base de todas las demás virtudes.

15. ¿Qué son los SIETE DONES DEL ESPIRITU SANTO?

Son principios sobrenaturales que nos capacitan para recibir los auxilios del Espíritu Santo y para percibir sus
inspiraciones e impulsos y para actuar de acuerdo a ellos.

Dicho en palabras similares: los Dones del Espíritu Santo son capacidades que Dios nos concede para que
estemos en la mejor disposición para acoger las inspiraciones y los impulsos que El mismo nos da.

Haciendo una comparación con las cosas materiales, Santo Tomás de Aquino usa la siguiente imagen: la Gracia
y los impulsos del Señor pueden representarse por el viento; los Dones del Espíritu Santo como las velas de una
embarcación. Nosotros la nave que avanza con el viento llegando a las velas.
Los Dones del Espíritu Santo se pierden con el pecado mortal, se recuperan –junto con la Gracia Santificante-
con el arrepentimiento y la Confesión Sacramental. Asimismo, aumentan según se vaya creciendo en santidad.
El Sacramento de la Confirmación aumenta estos Siete Dones.

16. ¿Cuáles son los Siete Dones del Espíritu Santo?

Temor de Dios, Fortaleza, Piedad, Consejo, Ciencia, Entendimiento, Sabiduría.

17. ¿Cuál es el fundamento bíblico de los Dones del Espíritu Santo?

Son enunciados en Isaías 11,2, al referirse proféticamente al Mesías sobre el cual reposará el “Espíritu de
Yavé”.

18. ¿Qué es el Don de Temor de Dios?

El Temor de Dios, don del Espíritu Santo, no es miedo a Dios, un miedo que perturba, sino más bien el
sentimiento de respeto ante la inmensa majestad de Dios. Y la majestad de Dios abruma, pero no da temor.

Puede haber un Temor de Dios imperfecto que teme al castigo. Y éste puede servir para ayudarnos a evitar el
pecado. Pero ese temor debe ir cediendo al Temor filial. Es el temor del hijo que no desea ofender a Dios, su
Padre.

El Temor de Dios es indispensable para la práctica de las virtudes, porque, en su enfoque correcto, el Temor de
Dios es el deseo de corresponder al Amor infinito que Dios nos da. Y le correspondemos al ser fieles a Dios y
no ofendiéndolo.

19. ¿Qué es el Don de Fortaleza?

Robustece al alma para hacerla cada vez mas dispuesta y animada a hacer la Voluntad de Dios en todos los
aspectos. Es la fuerza para responder a las inspiraciones del Espíritu Santo.

El Don de Fortaleza nos da empeño, perseverancia, valentía, aguante, paciencia, firmeza ... en el seguimiento al
Señor.
Este don es el que nos capacita para soportar los sufrimientos que haya que aceptar en nuestra vida por amar a
Dios, sean burlas, críticas, persecuciones y –de ser necesario- el martirio.

El Don de Fortaleza, junto con la virtud del mismo nombre, nos ayudan de manera palpable a soportar el
martirio de cada día: la lucha por defender y vivir de acuerdo a lo que Dios nos pide, la perseverancia ante las
tentaciones y las presiones para “no seguir a las mayorías en su error” (ver Ex. 23, 2), el soportar las
incomprensiones, la crítica (¡qué fanático estás!), y hasta el aislamiento y la soledad (no encontrarse a gusto con
los amigos de antes), etc.

20. ¿Qué es el Don de Piedad?

Distinto a lo que pueda parecer que significa el Don de Piedad, no es el don de oración. Es el Don que nos
capacita para sentirnos hijos de Dios y hermanos de todos. Así que el término piedad en este don se refiere más
bien a la piedad que podamos tener hacia nuestros hermanos.

Se trata entonces de la capacidad de ser misericordiosos, como Dios es Misericordioso.

El don de la piedad extingue en el corazón aquellos focos de tensión y de división como son la amargura, la
cólera, la impaciencia, y lo alimenta con sentimientos de comprensión, de tolerancia, de perdón, y hasta de
ternura.

El cristiano que se deja influir por este don, sabe ponerse en el lugar del hermano, no sólo para tratarlo como
quisiera él ser tratado, sino para comprenderlo y tener compasión del hermano en sus dificultades.

21. ¿Qué es el Don de Consejo?

No significa, al menos de manera prioritaria, el dar consejo a los demás, aunque incluye esto también.

Es el Don que hace efectiva la promesa que Jesús hizo a los Apóstoles: “El Espíritu Santo será Quien les enseñe
todas las cosas y les vaya recordando todo lo que Yo les he dicho”(Jn. 14, 26).

Es el don que capacita nuestra alma para oír y entender la voz íntima y silenciosa del Espíritu Santo, la cual nos
da a conocer la Voluntad de Dios y cómo seguirla.

El Don de Consejo nos capacita para juzgar qué es más conveniente hacer o dejar de hacer ante circunstancias
complejas, en las que hay que considerar muchos aspectos, a veces compatibles entre sí, a veces no.
El Don de Consejo nos capacita para la Obra de Misericordia: dar buen consejo al que lo necesita, sobre todo
para su vida espiritual.

22. ¿Qué es el Don de Ciencia?

Es el Don que nos da una luz especial para dar a las cosas y a las creaturas de este mundo, incluidos nosotros
mismos, su justo valor: el valor que tienen a los ojos de Dios.

Es el don que nos ayuda a estar en el mundo sin ser del mundo (Jn. 15, 19).

Si nos dejamos iluminar por el Don de Ciencia descubrimos la infinita distancia que hay entre el Creador y la
creatura, nuestra insuficiencia y nuestra total dependencia de El. Es el don que nos lleva a adorar a Dios.

23. ¿Qué es el Don de Entendimiento?

Es el don que nos lleva a profundizar en los misterios divinos. La Virtud Teologal de la Fe nos lleva a
aceptarlos, aunque a veces creamos sin ver (Jn. 20, 29b). Pero el Don de Entendimiento nos hace penetrar el
sentido íntimo de las verdades reveladas.

Este don nos hace comprender de tal forma la Sagrada Escritura que convierte la Palabra de Dios, no sólo en una
luz para nuestros pasos, sino en un impulso de vida y de acción.

El Don de Entendimiento nos hace reconocer la Iglesia que dejó Cristo fundada, y nos muestra la plenitud de la
verdad y de los medios de salvación que tenemos en la Iglesia Católica.

24. ¿Qué es el Don de Sabiduría?

Este don está muy relacionado con el de Entendimiento, pero va mucho más allá, pues es una participación
especial en ese conocimiento misterioso y sumo, que es propio de Dios.

El Don de Sabiduría nos capacita para ver las cosas, las circunstancias, los sucesos, propios y de otros, cercanos
y lejanos, como lo ve Dios.
El Don de la Sabiduría nos capacita para tener familiaridad con las cosas de Dios, para sentirnos cómodos en
Dios. Es el don que nos hacer gustar y ver qué bueno es el Señor (Salmo 33, 9)

Nos da un conocimiento de Dios que se impregna en nuestro corazón, y este conocimiento profundo se apodera
del alma de tal forma, que la hace saber que Dios tiene primacía ante cualquier gozo terreno.

AMBIENTACION

Fomentar la devoción del Santo Rosario en el Mes de Mayo

EL PODER DEL ROSARIO

El Rosario es la oración del Evangelio.

El cuerpo del Rosario son los Padre Nuestros y Ave Marías, oraciones que vienen de la Biblia.

La animación del Rosario son los Misterios que se meditan en cada decena, los cuales son momentos de la vida
de Jesús y de la Santísima Virgen María.

Ahora bien, el Evangelio es la Palabra de Dios. Y la Palabra de Dios es una Persona: es Jesucristo mismo.

Así que, al meditar los Misterios del Rosario, repitiendo Padre Nuestros y Ave Marías, poco a poco vamos
siendo transformados en lo que el Rosario es: Jesucristo mismo. Invocando al Padre Eterno y acompañados de
su Madre, vamos imitando a Cristo en sus Misterios.

ORACION

Santísima Virgen María:

Que al rezar y meditar el Rosario

podamos obtener lo que promete,

imitar lo que contiene,

y ser transformados en lo que es:

Jesucristo, tu Hijo, nuestro Señor.

Amén.
REGALOS ESPIRITU SANTO II

Frutos - Bienaventuranzas - Carismas.

25. ¿Qué son los FRUTOS DEL ESPIRITU SANTO?

Algunos frutos están listados por San Pablo:

MEMORIZACION – Cita y Texto: (Gal. 5, 22))

“El fruto del Espíritu es:

amor, gozo y paz; paciencia, comprensión de los demás,

bondad y fidelidad; mansedumbre y dominio de sí.

(Gal. 5, 22)

Como su nombre lo indica, Frutos es el resultado de nuestra percepción y docilidad a todo los que nos regala el
Espíritu Santo. Es decir: daremos frutos del Espíritu en la medida en que seamos perceptivos a las inspiraciones
del Espíritu Santo, y en la medida en que seamos dóciles a esas inspiraciones.

Una buena evaluación de nuestro progreso espiritual es ir viendo si vamos creciendo en los frutos del Espíritu
Santo.

26. ¿Y las BIENAVENTURANZAS?

Las Bienaventuranzas son también frutos producidos por la acción del Espíritu Santo en nosotros y por nuestra
docilidad a El. Pero son más avanzadas y perfectas que los llamados Frutos del Espíritu.

Como indica el Señor en el Evangelio, las recompensas de las Bienaventuranzas son tan elevadas, que son un
anticipo de la bienaventuranza eterna.

La lista de la Bienaventuranzas nos la dio Jesús en el Sermón de la Montaña (Mt.5, 3-10).

* “Dichosos, felices, bienaventurados, los pobres de espíritu”. Esta pobreza de que nos habla el Señor no se trata
principalmente de la pobreza material, sino de una pobreza “de espíritu”, la cual consiste en poner nuestra
confianza en Dios y no en nosotros mismos. Así que “ricos”, según éste y otros pasajes del Evangelio, significan
los que se creen capaces sin Dios. Y “pobres” son los que se sienten nada sin Dios, los que se saben que nada
pueden sin Dios.
La pobreza espiritual es lo contrario a la auto-suficiencia, al orgullo, al creer que todo se puede lograr, sólo
proponiéndoselo uno. También significa no poner la confianza en el dinero, en los bienes materiales, sino sólo
en Dios.

Así que no es la pobreza material lo que -necesariamente- nos lleva a la bienaventuranza, sino la correcta actitud
de corazón ante lo que Dios es y ante lo poco o nada que somos ante Dios.

La pobreza material es causa de bienaventuranza sólo en la medida en que nos lleva a esa actitud interior de
pobreza de espíritu.

* “Dichosos los que lloran”. Se refiere esta bienaventuranza a los que sufren, pero a los que sufren como el
Señor desea: no rechazando el sufrimiento que más tarde o más temprano, más fuerte o menos fuerte, nos llega a
cada uno. No hay que rechazar la cruz que el Señor nos presenta para seguirlo a El, como El nos pide: “El que
quiera seguirme, que renuncie a sí mismo, cargue con su cruz y me siga”. (Mt 16, 24)

l sufrimiento dándole valor redentor para nosotros mismos y para los demás. Consiste esta actitud en imitar a
Cristo en su sufrimiento. Todo lo que vivimos en sufrimiento aceptado en Cristo, es la cruz que el Señor nos
regala para poder imitarlo y para poder “ser consolados”, como nos promete esta bienaventuranza.

* “Dichosos los mansos”. En la traducción actual se habla de sufridos, pero más exacto, para no confundir esta
bienaventuranza con la anterior, es referirse a los mansos, a “los mansos y humildes de corazón”, como nos
indica el Señor en otro pasaje. La humildad y la mansedumbre son requerimientos esenciales para “heredar la
tierra”, la tierra prometida, la bienaventuranza del Cielo.

* “Dichosos los que tienen hambre y sed de justicia”. Justicia en el contexto bíblico significa “santidad”. Se
habla de hombres “justos”, como hombres “santos. Así que el Señor nos está hablando del deseo de ser santos,
de tener hambre y sed de “santidad”.

¿Y qué es desear ser santos? Es desear cumplir la voluntad de Dios en todo. Así que el buscar la voluntad de
Dios y no la nuestra, nos lleva a la verdadera felicidad de las Bienaventuranzas.

* “Dichosos los que tienen hambre y sed de justicia”. Justicia en el contexto bíblico significa “santidad”. Se
habla de hombres “justos”, como hombres “santos. Así que el Señor nos está hablando del deseo de ser santos,
de tener hambre y sed de “santidad”.
¿Y qué es desear ser santos? Es desear cumplir la voluntad de Dios en todo. Así que el buscar la voluntad de
Dios y no la nuestra, nos lleva a la verdadera felicidad de las Bienaventuranzas.

* “Dichosos los misericordiosos”. Ser misericordioso es saber perdonar y excusar a los demás y -sobre todo-
sabernos necesitados de la misericordia divina, porque somos pecadores y le fallamos a Dios continuamente.
Así, siendo tolerantes y sabiendo perdonar a los demás, podremos ser objeto de la Misericordia infinita de Dios.

* “Dichosos los limpios de corazón”. La limpieza o pureza de corazón consiste en buscar a Dios por lo que El
es, tener rectitud de intención, honestidad interior. Significa esto, no tener dobleces en ninguna circunstancia, no
tener hipocresía interior, y esto muy especialmente en la vida espiritual, en nuestra relación con Dios.

La limpieza de corazón es también no tener el espíritu sucio por el apego al pecado, a los vicios, a las pasiones,
por el apego a los criterios del mundo. Y esta pureza de corazón nos dispone para comprender las cosas de Dios.
Así podremos ver las cosas de Dios como El las ve, no como las ve el mundo. Así podremos “ver a Dios” en
cada circunstancia de nuestra vida, como nos promete esta Bienaventuranza.

* “Dichosos los que trabajan por la paz”. Y ¿quiénes trabajan por la paz? Los que son pacíficos, los que no
responden mal por mal, los que no son vengativos, los que no buscan el desquite y la retaliación. Son los que
llevan la Paz de Cristo en su corazón. Así van llevando esa Paz por todas partes y a todas las personas.

* “Dichosos los perseguidos por causa de la justicia”. No se refiere esto a todos los presos o perseguidos por
cualquier causa, o porque hayan cometido un delito. Aquí “justicia” se refiere también a “santidad”. Fijémonos
que el Señor explica esta última Bienaventuranza en la siguiente frase: “Dichosos serán ustedes cuando los
injurien, los persigan y digan cosas falsas de ustedes por causa mía”.

Es claro que el Señor está llamando bienaventurados a los que son perseguidos por seguir a Cristo, por tratar de
ser santos. Y esto va desde las persecuciones que llevan al martirio, como la de los primeros cristianos, a la de
los católicos que por mucho tiempo estuvieron sometidos a practicar su fe en la clandestinidad en los países
comunistas, a los cristianos asesinados y agredidos en los países islámicos.

Se refiere también a las críticas que reciben los cristianos practicantes que ponen a Dios por encima de otra
cosa. Y esta crítica puede venir de amigos o enemigos ... y puede tener lugar hasta dentro de la propia familia.

Las Bienaventuranzas

son los nuevos mandamientos,

dice el Papa Francisco


27. ¿Qué son los CARISMAS o DONES CARISMATICOS?

Son dones extraordinarios que el Espíritu Santo derrama en la Iglesia, para el bien de la Iglesia y de las
personas, y para reavivar la fe en medio de las diferentes comunidades eclesiales.

Nos dice el Concilio Vaticano II que hay Carismas institucionales (LG 2,12) y extraordinarios- que son
“Regalos” de servicio dado a algunos para su ejercicio en bien de la humanidad, para despertar la fe entre los
hombres y para la edificación y el funcionamiento de la Iglesia (AA 1-3).

28. ¿Cuántos y cuáles son los Carismas?

San Pablo listas carismas en cuatro puntos diferentes en sus Cartas:

Rom 12, 6-8; 1 Cor 12,8-10; 1 Cor 12, 28-30; Ef 4, 11

Las listas contienen un total de 18 carismas diferentes, algunos –como la Profecía y la enseñanza- repetidos en
varios textos. Las listas de San Pablo no pretenden ser exhaustivas. Hay muchos más carismas. Inclusive
algunos de éstos tienen muchas formas de manifestación, como en el caso del carisma de milagros.

Mientras unos son dones para ejercer ciertos oficios dentro el funcionamiento de la Iglesia, hay otros que
capacitan para ejercer ciertas actividades espirituales, y otros son definitivamente extraordinarios. Pero todos
son obra del Espíritu Santo.

Carismas Institucionales: Diaconado, Administración de la Iglesia, Asistencia material.

Carismas Ordinarios: Enseñanza, Apostolado, Exhortación, Fe, Evangelización, Pastoreo.

Carismas Extraordinarios: Profecía, Sanación, Discernimiento de espíritus, hablar con Sabiduría, Mensaje en
lenguas, Interpretación de lenguas, Milagros, Caridad.

29. ¿Cuál es la relación entre los Carismas y la santidad?

Los Carismas son dones espirituales, que Dios da como un regalo y que no dependen del mérito ni de la
santidad de la persona.
Tampoco son indicativos de santidad, ni mucho menos necesarios para llegar a la santidad. Sin embargo, al
usarlos como un servicio al prójimo, de hecho, se produce progreso en la vida espiritual, pero no por el Carisma
en sí, sino por el acto de servicio.

Son gracias, es decir, dones dados gratis, que no tienen relación con la santidad.

Bien nos advierte el Señor de esto cuando los 72 discípulos regresaron muy contentos porque sometían a los
demonios. Y le dice que aunque les dio poder para pisotear a las serpientes, a los escorpiones y a todas las
fuerzas de enemigo y nada podrá dañarles, “sin embargo, no se alegren porque someten a los demonios,
alégrense más bien porque sus nombres están escritos en el Cielo”. (Lc. 10, 20)

30. ¿Dónde se manifiestan los Carismas?

Hoy en día el Espíritu Santo derrama carismas o gracias extraordinarias carismáticas sobre todo en los grupos de
oración, o en los grupos de fieles en los cuales se ora. Y Dios, que es libérrimo en todas sus acciones,
“distribuye a cada uno sus dones, según su voluntad” (1 Cor. 12, 11).

Es así como, para ayudar en el servicio al prójimo y sobre todo en la difusión del mensaje divino de salvación,
pueden surgir en algunos orantes -como un auxilio especialísimo del Señor- los carismas o dones carismáticos,
llamados por los Místicos “gracias extraordinarias” y por el Concilio “dones peculiares”.

31. ¿Cuál es la finalidad de los Carismas?

Los Carismas son dados para utilidad de la comunidad, pues su manifestación está dirigida hacia la edificación
de la fe, como auxilio a la evangelización y como un servicio a los demás, tal como lo indica San Pablo y como
nos lo recuerda el Concilio.

32. ¿Cómo actuar ante los Carismas del Espíritu Santo?

Debemos recordar que, respecto de los carismas, nos dice el Concilio Vaticano II que para realizar la
evangelización “el Espíritu Santo da a los fieles (cf. 1a. Cor 12,7) dones peculiares, distribuyéndolos a cada uno
según su voluntad (1a. Cor. 12,11)” (AA 1-3).

Entonces, en cuanto a los Carismas, hay que tener muy presente no caer en actitudes equivocadas:
1. Desecharlos por incredulidad o falta de sencillez espiritual, o ahogarlos por temor. A tal efecto nos dice San
Pablo: “No apaguen el Espíritu, no desprecien lo que dicen los profetas. Examínenlo todo y quédense con lo
bueno” (1a. Tes. 5,19-21).

Nos dice el Concilio que es a los Pastores a quienes “toca juzgar la genuina naturaleza de tales carismas y su
ordenado ejercicio, no, por cierto, para que apaguen el Espíritu, sino con el fin de que todo lo prueben y
retengan lo que es bueno (cr. 1a. Tes. 5, 12-19-21)” (AA 1-3).

2. Considerarlos lo más importante en la oración o en la evangelización. Los Carismas son sólo auxilios en la
evangelización, para despertar y fortalecer la fe de aquéllos en medio de los cuales se manifiestan estos dones
extraordinarios del Espíritu de Dios.

3. Considerarlos como propios de la persona a través de la cual se manifiestan. Los carismas no se poseen. Ni
tampoco puede decirse que éstos poseen a la persona. Como todo don de Dios, son de Dios. Es Dios actuando a
través de la persona que se deja poseer por el Señor, que es Quien actúa a través de esa persona. La persona
viene a ser instrumento de Dios. Y así como no puede decirse que la música es del instrumento a través del cual
esa música suena, tampoco puede decirse que el carisma es de la persona a través de la cual se manifiesta.

4. El buscarlos ávidamente por orgullo, deseo de poder y de fama, envidia o competencia con otros, o hasta por
interés lucrativo.

AMBIENTACION

Fomentar la devoción del Santo Rosario en el Mes de Mayo

EL PODER DEL ROSARIO

El Rosario es la oración del Evangelio.

El cuerpo del Rosario son los Padre Nuestros y Ave Marías, oraciones que vienen de la Biblia.

La animación del Rosario son los Misterios que se meditan en cada decena, los cuales son momentos de la vida
de Jesús y de la Santísima Virgen María.

Ahora bien, el Evangelio es la Palabra de Dios. Y la Palabra de Dios es una Persona: es Jesucristo mismo.

Así que, al meditar los Misterios del Rosario, repitiendo Padre Nuestros y Ave Marías, poco a poco vamos
siendo transformados en lo que el Rosario es: Jesucristo mismo. Invocando al Padre Eterno y acompañados de
su Madre, vamos imitando a Cristo en sus Misterios.

ORACION

Santísima Virgen María:


Que al rezar y meditar el Rosario

podamos obtener lo que promete,

imitar lo que contiene,

y ser transformados en lo que es:

Jesucristo, tu Hijo, nuestro Señor.

Amén.

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