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Autopsia zombi

En este ensayo se da una búsqueda de posibilidades en la premisa de una pandemia zombi, con la
razón de saber que los criterios enfocados en la neurofisiología y los procesos neuronales y
biológicos asociados que puedan dar una posibilidad real o que todo quede en un relato de ciencia
ficción que no tiene cabida en la realidad.

En primera instancia se abordarán las fases de infección y la sintomatología. La fase I consta en


fiebre y alteraciones en la respiración y un incremento en el hambre extrema. A grandes rasgo las
fiebre presentada a que el sistema inmune del cuerpo ataca al virus del DANS y como sistema de
seguridad el sistema autónomo incrementa la temperatura esto debido a que cuando hay un agente
extraño en el cuerpo los leucocitos, macrófagos y los linfocitos granulosos citolíticos se los comen,
después de esta acción liberan citocinas y de estas la que más se caracteriza por apoyar el
incremento de la temperatura es la interleucina que al llegar al hipotálamo activa de una manera
efectiva los procesos de la fiebre (Hall, E.).

En cuanto al hambre extrema nos hace saber que quizás haya un deterioro intestinal como una
fistula que no hace llegar la comida o los procesos de saciedad en la persona infectada, puede
también ser ocasionada por una enfermedad autoinmune que da como resultado hipertiroidismo
que es un exceso de secreción de hormonas tiroideas endógenas (Chueca, M.) que propician la
pérdida de peso más allá de un proceso neurológico.

En la segunda fase los síntomas empeoran en un lapso de doce horas, incrementando el hambre y
una temperatura registrada de 40,5 grados centígrados, así que podemos deducir que el virus
enseguida ataca al hipotálamo desestabilizando su proceso regulador de la temperatura, este tipo
de fiebres no son para nada adecuadas y podrían “fundir” el cerebro, por lo tanto si se mantienen
estas temperaturas afectaran todos los procesos cognitivos a causa de una hipertermia (Mate, M.),
en esta fase esta la característica de caminar con pérdida de equilibrio y los sujetos mantienen los
brazos extendidos y esto se puede deber a que la temperatura ha afectado el líquido endolinfático
presentando los síntomas referencian a la enfermedad de Méniére (departamento de salud y
servicios humanos de los EE. UU.), veamos que los sujetos se enfocan en presas de dimensiones
mayores que no es más que un síntoma de los delirios provocados por la fiebre tan alta en los
sujetos.

Para la tercera fase los síntomas se vuelven más interesantes pues los individuos hacen notar una
carencia de comportamientos consientes, los movimientos son más erráticos, los sujetos se caen
con frecuencia, no pueden comunicarse y eso impide que hayan más pistas en las investigaciones
para la cura, hay un incremento en los comportamientos violentos y en algunas de las autopsias
que se han realizado con anterioridad muestran que hay un gran daño en los órganos
gastrointestinales afectando la absorción de nutrientes y procesar la comida que es un punto que
ya había tocado en cuanto a el hambre extrema, los procesos cognitivos y el deterioro en el cerebro
imposibilitan la expresión del lenguaje y la comunicación (González, r.) puesto que hay una
inflamación en el cerebro que causan sus efectos en el área de Broca y de Wernicke imposibilitando
que los sujetos transmitan su sentir ya que sus procesos cerebrales superiores están menguando,
y este proceso se da después de cuatro horas terminando la segunda fase.

Cuarta fase: Es caracterizado por que los individuos han perdido todo rasgo característico de un
ser humano y se han confirmado como zombis, no entienden ordenes o palabra alguna, no
reconocen a otras personas, su cuerpo se haya en estado de descomposición y solo se les caracteriza
por ser hiperviolentos y de un hambre insaciable, la violencia que se puede tomar por acertada en
la disminución de la amígdala y la corteza orbitofrontal (Hurtado, C.)

El autor hace referencia a que el virus del DANS tiene los mismos mecanismos de virulencia con
la gripe y comparten sus semejanzas en cono se desarrolla en el sistema biológico de las personas
y esto puede verse en las variedades factoriales del huésped y que podrían mencionarse como: la
cantidad de partículas víricas presentes en una porción de gérmenes, en la forma que estos se
introducen al huésped, la rapidez con la que se reproducen los viriones, la respuesta del huésped
ya sea inmunológica o no inmunológica, la edad con la que cuente el huésped, el estado de
nutrición y de hormonas, la raza y el medio ambiente.

La interacción que tenga el virus con el huésped que nos lleven al resultado de desarrollo de
infecciones graves o crónicas y hasta en dado caso a la oncogénesis (proceso por el cual se produce
el cáncer), el grado de intensidad del virus depende en la cantidad de virus que afecte a
determinado tejido. Los reservorios mas frecuentes son los niños quienes son primoinfecciosos y
estos dan paso a que adolescentes y adultos sean infectados subsecuentemente. Así cuando un
virus encuentra su puerta de entrada esta se aloja en una célula y la alisa para poder infectar más
y así destruir un tejido o cierto órgano, esto será limitado por los mecanismos de defensa del
huésped y todos los daños dependerán del número de células destruidas y de la capacidad del
organismo de reponerlas. La célula será como una fábrica donde se reproducirá el virus para dar
muerte a la célula huésped, esto es muy propio del virus de la influenza y es denominada como
infección lítica (Canepa, E.)

Bibliografía:

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https://www.thyroid.org/wp-content/uploads/patients/brochures/espanol/hipertiroidismo.pdf

Chueca, M. (s.f.). Hipertiroidismo. Recuperado 18 julio, 2019, de


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Hall, E. (2016). Guyton y Hall. Tratado de fisiología médica (13ª ed.). Barcelona, España: Elsevier.
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http://www.medynet.com/usuarios/jraguilar/Manual%20de%20urgencias%20y%20Emergenci
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