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2. Diversas soluciones
2.1 Solución psicológica
2.2 Solución clásica
2.3 Solución moderna
2.4 Otras soluciones contemporáneas
2.5 Solución de inspiración aristotélico-tomista
Bibliografía:
existentes.
-No hace falta suponer que el grado de uniformidad para los x que son A y B valga
para todos los x que son A, porque puede haber diversos modos de pertenecer al
conjunto (genérico) A, ya que esta pertenencia es algo analógico. Por lo tanto,
según avance el proceso se especificará, ante eventuales discontinuidades, el
dominio de la primera función, que de este modo será válida siempre y en todas
partes, mientras que para otros modos de ser A (e.c. AC), habrá otros grados de
uniformidad.
-No hay que perder nunca de vista que cuando nos referimos a verdades
universales y necesarias no pretendemos decir que son absolutas o imposibles de
perfeccionar. La universalidad consiste en que siempre y en todas partes que se
aplique el mismo método en las mismas condiciones, se llegará a los mismos
resultados.
3. Algunos aspectos de la solución tomista al problema de la inducción
-Santo Tomás era consciente de que si se entiende la inducción como una
enumeración, para que fuera algo demostrativo tendría que recorrer todos los
casos:
«Hay que prestar mucha atención al hecho de que Aristóteles compare de manera del
todo adecuada los procedimientos demostrativos por división y por inducción. En
ambos casos es necesario suponer que, como premisa, sea puesto todo lo que está
contenido en alguna cosa común. De lo contrario, ni el que procede por inducción
podría, puestos los casos singulares, obtener algo universal, ni el que procede por
división podría, al excluir algunas alternativas, concluir con la alternativa que queda.
Es evidente, por tanto, que habiendo hecho inducción de que Sócrates corre, como
Platón y Cicerón, no puede concluir de esto, de manera necesitante que todo hombre
corre, si no admite que, dentro de la clase de los hombres sólo están los individuos
inducidos. De manera semejante, tampoco el que procede por división, si ha probado
que este objeto coloreado no es ni blanco ni gris, puede concluir de manera necesaria
que es negro, a menos que admita que entre las cosas coloreadas no existen otras que
las que ha puesto como alternativa en las premisas» (THOMAS AQUINAS, In Post.An.
II,iv,446.)
-Sin embargo santo Tomás no se limitaba a ese empleo de la inducción, pues en
otros textos afirma con claridad que para alcanzar la ciencia hace falta tanto la
deducción como la inducción: es evidente que la inducción tiene un papel en la
constitución de los enunciados.
«Existe un doble modo de adquirir la ciencia: uno, mediante la demostración, otro,
por inducción, como se ha dicho al comienzo de este libro. Estos dos modos, sin
embargo, son diversos, porque la demostración procede de los universales, en cambio
la inducción procede de los particulares. Si los universales desde los cuales procede
la demostración se pudieran conocer sin la inducción, se seguiría que el hombre
podría adquirir directamente la ciencia de ellos, de los cuales no puede tener
sensación. Pero es imposible especular de los universales sin la inducción»
(S.THOMAS AQUINAS, In Post.An. I,xxx,252).
-El problema de la inducción es el mismo que el de pasar de enunciados
singulares, sea sobre individuos (“Este objeto es un triángulo”) o sobre especies
(“La nieve es blanca”) a enunciados universales. No es necesario haber establecido
a priori el dominio de todos los casos de un universal, como si todos los casos
tuvieran que estar contenidos ya en acto en el universal y perfectamente
especificados. No es preciso, para llegar al universal triángulo, conocer todos y
cada uno de los triángulos, ni para hablar de la blancura, conocer todas y cada una
de las clases de blancura.
-Como se puede advertir fácilmente nos estamos refiriendo a la abstracción, pero
ahora se trata de considerarla no desde un punto de vista de psicología filosófica,
Sesión 21: La inducción constitutiva y la noción de ser5
S1:P1=S2:P2 S1:S2=P1:P2
SP S/P =constante
+Con un ejemplo esto se puede entender mejor: supongamos alguien que vive
en el desierto y que no conoce más blancura que el blanco de una flor, de una
tela y de la luna. Ha formado el universal “blanco” porque en cada uno de esos
casos ese predicado era proporcional a su sujeto. Si se le presenta un poco de
nieve, tendrá que volver a definir la noción de blanco, para que incluya este
nuevo caso, pues de nuevo se da la proporcionalidad entre el sujeto y el
predicado. La noción de blanco es universal, pero no hace falta que esté
determinada a priori, sino que su dominio se va construyendo poco a poco. Es
un dominio actualmente finito, pero virtualmente infinito.