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Intentar definir la literatura es uno de los trabajos que ha motivado las más variadas
posiciones, Aristóteles en su poética buscaba ver los rasgos relevantes que posee el
discurso literario frente a otros discursos, posteriormente en el siglo XX los formalistas
rusos inician la búsqueda por construir una ciencia de la literatura, luego, gracias a los
adelantos hechos en el estudio de la lengua por Desaussure aparece el estructuralismo
como paradigma a seguir, en la década de los sesenta, la semiótica es la encargada de
realizar valiosos aportes que hicieron posible un mejor acercamiento al fenómeno
literario, así mismo la teoría de la recepción aportó notables estudios al tema. Es
innegable el aporte realizado por cada una de estas corrientes, sin embargo, se debe
anotar que el mayor inconveniente en el que incurrieron fue considerar cada uno de los
estudios por separado, ya que los estudios se centraban ya fuera en el autor, el texto, o
el lector, desconociendo que un acercamiento al hecho literario debe englobar los
agentes de la comunicación inmersos en un espacio más amplio que posibilite ver los
nexos entre ellos.
Todos los ensayos buscan superar algunos aspectos del inmanestismo en el estudio del
texto literario que caracterizó a los trabajos de los años 60, los teóricos están de
acuerdo en afirmar que la literatura es un uso parásito del lenguaje, así mismo, todos
ven en el acto literario una realización ´´especial´´ de la lengua, que debe ser vista y
estudiada dentro de un marco global que involucre los diversos agentes inmersos en su
producción: autor, texto, lector y contexto. Los textos no buscan tanto una definición de
literatura sino la comprensión de como opera ese mecanismo que clasificamos como
literatura.
Los adelantos de la pragmática han hecho posible aclarar, los elementos que hacen del
discurso un texto literario, los diversos autores coinciden en afirmar que el rasgo particular
que distingue la literatura de las demás formas esta en que ella, como práctica
semiótica particular, ofrece la ventaja de colocar de manifiesto mejor que otros discursos
la problemática de la producción de sentido.
La pragmática definida como ´´ rama de la semiótica trata del uso de los mensajes en
relación con los factores comunicativos, con la situación, con las necesidades y miras de
los participantes, con los papeles, con las presuposiciones´´ esta definición ofrece la
posibilidad de acercarse de mejor manera al hecho literario, ya que se puede ver la
interrelación de todos los elementos que intervienen en el mismo.
Los estudiosos observan que al aplicar la teoría de los actos de habla al hecho literario
se observan ciertos cambios: al pasar de lo oral a lo escrito el acto ilocutivo se
transforma, el acto locutivo se altera de manera evidente, y el perlocutivo se ve más o
menos aplazado. Además los autores evidencian la mayor dificultad, en el hecho de
que el discurso literario lo que busca no esta muy determinado, puesto que el autor de
un texto no busca decir verdades, ni persuadir, en el sentido en que lo hacen otros
discursos. ´´ Una obra literaria es un discurso cuyas oraciones carecen de las
fuerzas ilocutivas que le corresponderían en condiciones normales, su fuerza
ilocutiva es mimética´´. Él término mimesis es entendido no solo como imitación de la
acción, sino como una localización imaginaria, vagamente especializada.
En el primer ensayo Los actos de habla y la definición de literatura el autor analiza las
diversas formas en que se ha pretendido definir el hecho literario, y muestra como no se
puede lograr una definición que englobe todas las obras. El texto establece como punto
de partida el de considerar la obra literaria, como una cosa hecha de lenguaje, un
discurso en el amplio sentido de los estudios semioticos, posición esta que clarifica y
desmiente posiciones ´´románticas´´ que veían en el hecho literario algo inefable e
inescrutable, posteriormente se plantea que las palabras poseen la capacidad de referir,
de denotar, y de significar, punto en el cual se han centrado algunos estudiosos queriendo
ver en la predominancia de uno de ellos lo que caracteriza a lo literario. Por ejemplo al
afirmar que lo literario estaría en aquellas palabras que no denotan algo ``real´´,
posición que es desmentida enseguida, con ejemplos del lenguaje corriente.
Tras haber demostrado como los tres aspectos del discurso no son útiles para definir la
literatura, el autor examina el aspecto en el cual se han centrado los estudiosos al
afirmar y definir la literatura por su estructura como algo especial y salido de la norma, sin
embargo esta afirmación se desmonta rápidamente, puesto que lo literario de un texto se
escapa a la estructura,este rasgo se construye en contacto con el contexto, con la
situación y con los lectores.
Caparrós hace un recuento de los autores que han aplicado los actos del lenguaje al
trabajo literario, en cada autor establece los puntos relevantes que le permiten al lector
conocer lo esencial de la obra. Dentro de los principales esta Mary Louise Pratt para
quien si queremos tener una ´´ ciencia de la literatura´´, como reclamaban los
Formalistas Rusos, deberíamos comprender desde el principio que esta ciencia
será una ciencia social, no una ciencia matemática´´