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EL CONTEXTO:

Para entender el principio de capítulo 2, debemos primero volver a capítulo 1. En


1:12-26, Pablo describe su situación. Está encarcelado, pero les asegura a los
cristianos filipenses de que su encarcelación ha servido para extender el
Evangelio, ya que ha podido rendir testimonio ante el guardia imperial (1:12-13).
Enfatiza esto para eliminar cualquier posibilidad de que los filipenses interpreten
su encarcelamiento como señal de que Dios le ha abandonado.

También, en capítulo 1, Pablo utilizó frases que describen el problema al cual se


va a dirigir en esta carta:

“Y algunos, a la verdad, predican a Cristo por envidia y porfía;


más algunos también por buena voluntad.
Los unos anuncian á Cristo por contención, no sinceramente,
pensando añadir aflicción a mis prisiones” (1:15-16).

Esta envidia, rivalidad, y porfía plagan la iglesia filipense.

En 1:27-30, Pablo ofrece una fórmula para resolver este problema. Clama a los
cristianos filipenses que lleven vidas dignas “del evangelio de Cristo” (1:27a) para
que puedan ser “firmes en un mismo espíritu, unánimes combatiendo juntamente
por la fe del evangelio” (1:27b).

FILIPENSES 2:1-4: CUMPLID MI GOZO


1Por tanto (griego: oun – entonces), si hay alguna consolación en Cristo; si algún
refrigerio de amor; si alguna comunión del Espíritu; si algunas entrañas y
misericordias, 2Cumplid mi gozo; que sintáis lo mismo, teniendo el mismo amor,
unánimes, sintiendo una misma cosa. 3Nada hagáis por
contienda (griego:eritheia) ó por vanagloria (griego: kenodoxian); antes bien en
humildad (griego: tapeinophrosyne), estimándoos
inferiores (griego: hyperechontas) los unos á los otros: 4No mirando cada uno á lo
suyo propio, sino cada cual también á lo de los otros.

“Por tanto (oun), si hay alguna consolación en Cristo; si algún refrigerio de


amor; si alguna comunión del Espíritu; si algunas entrañas y
misericordias” (v. 1). La pequeña palabra griega oun (entonces) conecta este
versículo a lo que Pablo dijo en capítulo 1 (véase el contexto arriba).

Cuando alguien empieza una declaración con la palabra “si,” debemos volver al
contexto para ver si él o ella está describiendo una condición basada en hechos o
no. El contexto de este versículo deja claro que Pablo está hablando de algo
verídico. SÍ hay “consolación en Cristo.” SÍ hay “refrigerio de amor.” SÍ hay
“comunión del espíritu.” SÍ hay “entrañas y misericordias.” La mayor parte de
cristianos ha experimentado por lo menos una de éstas y sabe que son verdad.
Cuando Pablo dice, “si,” pretende que estos cristianos filipenses asientan con la
cabeza “sí” y digan, “Pues, claro que hay consolación en Cristo – claro que hay
consolación en amor.”

Aquí Pablo está preparando la exposición de versículo 2.

“Cumplid mi gozo” (v. 2a). Una cláusula que empieza con “si,” generalmente es
seguida por otra cláusula que empieza con “entonces.” “Si A es verdad, entonces
B sigue naturalmente” – “Si X es verdad, entonces haz Y.” En este versículo, Pablo
no usa la palabra “entonces,” pero la estructura de estos versículos da a entender
este formato de “si… entonces.”

• “si hay alguna consolación en Cristo, (entonces) cumplid mi gozo.”

• “si algún refrigerio de amor, (entonces) cumplid mi gozo.”

• “si alguna comunión del Espíritu, (entonces) cumplid mi gozo.”

• “si algunas entrañas y misericordias, (entonces) cumplid mi gozo.”

“que sintáis lo mismo” (v. 2b-1) (phronete hina ho auto – del mismo
pensamiento), teniendo el mismo amor (echontes ten auten agape),
unánimes (sympsychos), sintiendo una misma cosa”(phronountes to hen –
enfocados en una sola cosa) (v. 2b). Los cristianos filipenses necesitan hacer
estas cuatro cosas para completar el gozo de Pablo. Tienen que pensar de la
misma manera. Tienen que tener el mismo amor. Tienen que ser unánimes. Tienen
que ser de una mentalidad unida.

Estas cuatro frases son solo cuatro maneras de decir la misma cosa. Pablo les
pide a estos cristianos filipenses que estén completamente unidos para ganar
fuerzas uno de otro.

“que sintáis lo mismo” (v. 2b-1) (phronete hina ho auto). La palabra


griega phroneo tiene varios significados. Puede significar “pensar” o “sentir” o
“enfocarse” o “preocuparse de.” Una traducción literal de phronete hina ho
auto sería “pensar de la misma manera.”

“teniendo el mismo amor (v. 2b-2) (echontes ten auten agape). Ágape es una de
las dos palabras que se utilizan en el Nuevo Testamento para hablar de amor – la
otra palabra es philos. Ágape (y el verbo relacionado, agapao) se usa cinco veces
más que philos.

La distinción típica entre ágape y philos es que ágape tiene que ver con una
preocupación por el bienestar de otra persona mientras que philos tiene que ver
con amor fraterno – entre amigos –compañerismo – el tipo de amor en que una
persona recibe y da. Aunque se cuestiona el grado de esta distinción, eruditos
suelen concordar que “philos contiene una mutualidad que no se encuentra
en ágape” (Melick). Es decir,philos tiene que ver ambos con dar y recibir, mientras
que ágape solo tiene que ver con dar – con una preocupación pura y directa por el
bienestar de otra persona.

Ágape es una palabra de “hacer” más que de “sentir.” No requiere que aprobemos
de las acciones de los que amamos – ni siquiera que disfrutemos de su compañía.
Sí requiere que actuemos por el bien de esa persona – que mostremos nuestro
amor de alguna manera práctica. Una persona ágape hará todo lo posible para
alimentar al hambriento – y dar de beber al sediento – y darle la bienvenida a un
extraño – y vestir al desnudo – y visitar al enfermo y a la persona en la cárcel
(Mateo 25:31-46). La persona ágapetiene poco o nada que ganar al ayudar a
estas personas marginalizadas. El impulso de su amor ágape es dar, no recibir.

“unánimes” (v. 2b-3) (sympsychos). La palabra griega sympsychos es una


combinación de dos palabras griegas – sun o syn, que significa “con” y psyche,
que significa “aliento” o “vida” o “el aliento de la vida” o “alma.” Pablo les pide a
estos cristianos filipenses que vivan unidos de manera que puedan compartir vida
y alma uno con otro.

“sintiendo una misma cosa” (v. 2b-4) (phronountes to hen). Como se anota
arriba, phroneo puede significar “enfocar los pensamientos.”

La pequeña palabra griega hen (derivada de heis) indica un tipo de singularidad o


unidad. Por ejemplo, puede indicar el número cardinal “uno” – un número que
especifica cantidad en lugar de orden. Es decir, en este versículo hen significa,
“uno,” como en “una cosa” – no “uno” como en “el primero de muchos.”

Entonces, una traducción válida para esta frase sería “enfocarse en un hen” –
“enfocarse en una cosa o en una meta” – ser “del mismo pensamiento” – o aún
“mirar juntos en una misma dirección.”

Pero eso no es lo que Pablo les pide considerar. Quiere que se enfoquen en
amarse y servirse uno a otro – igual que Cristo vivió para servir a otros (véase
versículo 5ff).

“Nada hagáis por contienda” (eritheia) (v. 3a). La palabra eritheia se usaba para
hablar de elecciones partidarias y sin principios. La persona culpable
de eritheia no solo es egoísta, sino que seguramente no siente ninguna
preocupación por los que lastima para lograr su meta. La persona eriheia no
dudaría en romper rodillas o cabezas. Eritheia describe una fealdad de espíritu
que produce conflicto y daño. Claro, la persona que desea enfocar su vida en
Cristo evitará eritheia.

“ó por vanagloria” (kenodoxian) (v. 3b). La palabra griega kenodoxian viene de


dos palabras: Kenossignifica vano o vacío o desprovisto de la
verdad. Doxa significa gloria o esplendor. Doxa se utiliza más para referirse a la
gloria del Señor, pero se puede usar para referirse a la gloria del logro humano o
al honor que acompaña tales hazañas.

La palabra kenodoxian, entonces, significa gloria vacía – vanagloria – gloria que


no tiene ningún hecho para apoyarla.

• A veces decimos que gente está “inflada de sí misma” o “llena de aire.” Estas
personas tienenkenodoxian.

• Usamos la frase “trajes vacíos” para hablar de personas que se visten con
autoridad, pero que no tienen substancia. Estas personas tenían kenodoxian.

• Jesús habló de escribas y fariseos como “sepulcros blanqueados, que de


fuera, á la verdad, se muestran hermosos, mas de dentro están llenos de
huesos de muertos y de toda suciedad” (Mateo 23:27). Estas personas
eran kenodoxian.

“antes bien en humildad” (tapeinophrosyne) (v. 3c). La palabra


griega tapeinophrosyne se deriva de la palabra tapeinos, que significa pobre o
humilde o de un grado más bajo. Pablo les pide a los cristianos filipenses que
adopten una opinión humilde de sí mismos – que acepten, de su propia voluntad,
un puesto más bajo.

Alto y bajo son palabras relativas – dependen de la manera en que medimos las
cosas. Siete pies es significante al hablar de un salto de altura, pero es una
distancia muy corta para un corredor. De la misma manera, podemos parecer
bastante competitivos si medimos nuestra conducta y nuestros logros contra un
estándar establecido por otros en nuestra comunidad. Sin embargo, si nos
medimos contra el estándar que Cristo nos dio, nuestra conducta y nuestros logros
quedarán cortos.

La llamada de Pablo hacia la humildad va contracorriente a todos los consejos que


tanto se oyen hoy: “¡estate orgulloso!” “¡Se asertivo!” “¡No seas felpudo!”

Aunque tiene sentido que este tipo de consejo pertenezca al reino de este mundo
en lugar de al reino de Dios, hay otro sentido en el que esto es válido. Parte del
problema está en la manera que definimos nuestros términos. Si con “orgullo”
queremos decir arrogancia o engreimiento, entonces el orgullo es un valor de este
mundo – pecaminoso. Pero si por “orgullo” nos referimos al respeto propio, eso es
diferente. Las escrituras dicen que fuimos creados en la imagen de Dios (Génesis
1:27) – poco por debajo de los ángeles (Hebreos 2:5). Dicen que Dios nos ama
(Lucas 15:11ff; Juan 3:16; Hebreos 12:6; 1 Juan 4:8, 16b; Apocalipsis 1:5),
dándonos razón por tratarnos con respeto. En lo que la arrogancia es un valor de
este mundo, el respeto propio bien puede ser un valor del reino de Dios. El Apóstol
Pablo, autor del libro de Filipenses, ciertamente demostraba respeto propio. No
era felpudo de nadie. Era asertivo en su predicar y en su testimonio de Cristo –
comportamiento que a menudo ofendía a la gente y que a veces resultó en su
encarcelación.

Pero, como veremos en versículos 5-8, Pablo les pide a los filipenses (y nos pide a
nosotros) que imitemos la humildad de Cristo, que llevaba el poder supremo
“siendo en forma de Dios” (v. 6), pero que se vació – tomando la forma de esclavo
“hecho semejante á los hombres” (v. 7) – hasta morir en una cruz (v. 8). ¿Fue
masoquismo? ¡No, definitivamente no! Cristo murió obedeciendo a su Padre (v. 8)
para salvar al mundo y a su gente (Juan 3:16-17). Ese tipo sacrificio en servicio a
los demás no es masoquista.

Cuando Pablo nos pide ser humildes, nos pide imitar a Cristo, que tenía toda
razón para ser orgulloso, pero que, en vez, siguió el camino de la humildad –
humildad con propósito.

“estimándoos inferiores (hyperechontas) los unos á los otros” (v. 3d). La


palabra griegahyperechontas combina hyper (sobre) y echo(ser), y significa
excelente o superior – algo o alguien que se sitúa sobre los demás – un ganador.

Debo confesar que a veces categorizo a personas como “ganadores” o


“perdedores.” No es muy difícil entrar en la columna de “ganadores,” pero pienso
de drogadictos como “perdedores” – igual que gente que se pasa el día sentada
frente al centro comercial con señales que dicen, “Sin hogar. Trabajaré.” Claro que
trabajarán.

Pero Pablo me dice que no haga eso. Las personas que yo puedo considerar
“vagabundos” o “perdedores” también fueron creadas en la imagen de Dios, y Dios
les ama tanto como me ama a mí. Cristo me enseña a llamar a los demás
“vecinos” en lugar de “perdedores” – y a amarles como me amo a mi mismo
(Mateo 5:43; 19:19; Lucas 10:27).

Pero la verdadera fuerza detrás de este versículo, como veremos en versículos 5-


8, es que debemos imitar a Cristo, que a pesar de ser en forma de Dios estuvo
dispuesto a vaciarse a sí mismo y venir a la Tierra para traer salvación a personas
como tú y yo – personas que no merecen su sacrificio. No lo merecíamos, pero
Cristo nos puso a nosotros y a nuestra condición sobre la suya. Ahora, Pablo nos
pide obedecer la voluntad de Dios en nuestras relaciones con nuestros vecinos.

Imagine cómo sería el mundo si todos nos tratáramos como si los demás son
iguales o mejores que nosotros mismos. La hostilidad se difundiría.

“No mirando cada uno á lo suyo propio, sino cada cual también á lo de los
otros” (v. 4). No lo merecíamos, pero Cristo nos puso a nosotros y a nuestra
condición por encima de su propio bienestar. Ahora Pablo nos pide hacer lo mismo
con los demás.
Cuando vemos esta virtud en práctica se nos alegra el corazón y llamamos
heroica a la persona virtuosa. Por ejemplo, un bombero que arriesga su vida para
entrar en un edificio ardiendo y rescatar a un niño. O un misionero – alguien que
podía haber tenido un buen puesto como pastor de una iglesia, pero que, en vez,
respondió a la llamada de servir en un país lejano.

FILIPENSES 2:5-8: HAYA, PUES, EN VOSOTROS LO QUE HUBO


EN CRISTO JESÚS
5Haya, pues, en vosotros (griego: phroneite) este sentir que hubo también en
Cristo Jesús: 6El cual, siendo en forma de Dios, no tuvo por
usurpación (griego: harpagmos) ser igual (griego: isos) á Dios: 7Sin embargo, se
anonadó (griego: ekenosen – de kenoo) á sí mismo, tomando
forma (griego: morphe) de siervo (griego: doulos), hecho semejante á los
hombres (griego: homoiomati anthropon); 8Y hallado en la condición como
hombre, se humilló á sí mismo, hecho obediente hasta la muerte, y muerte de
cruz.

Muchos eruditos han llamado versículos 5-11 un antiguo himno cristiano. No


tenemos manera de saber si los primeros cristianos los usaban como himno, pero
podemos ver su belleza y entender porque se usarían de esa manera.

“Haya, pues, en vosotros (phroneite – de phroneo) este sentir que hubo


también en Cristo Jesús”(v. 5). Este versículo conecta versículos 1-4 y
versículos 6-8 – lo que pensamos nosotros con lo que pensaba Cristo.

Phroneo tiene que ver con la comprensión – nuestras actitudes – nuestra manera
de pensar.

Este es el punto al que Pablo se ha estado dirigiendo en versículos 1-4. Nos llama
a imitar a Jesucristo, que se comprometió a servir a los que no lo merecían, a gran
precio personal. Sin adoptar la actitud de Cristo, nunca cumpliríamos lo que Cristo
quiere para nosotros – estar unidos en pensamiento, amor, y voluntad (v. 2).
Nunca podríamos revocar la ley de interés propio y poner el bienestar de otra
persona primero (vv. 3-4).

Pero hacer estas cosas se hace posible cuando tenemos un ejemplo – una vez
que lo vemos hacer. Esto es lo que Cristo Jesús ha hecho por nosotros. Nos ha
dado un ejemplo visible de lo que es una vida de amor puro – de servicio puro.
Nos ha enseñado lo que pasa cuando alguien deja a un lado sus propios intereses
para hacer algo por los demás. Aún con su ejemplo siempre ante de nosotros,
nunca lo haremos perfectamente – pero con la ayuda de Dios podemos mejorar y
acercar nuestras vidas a una congruencia con la vida de Cristo – que nuestras
actitudes concuerden con las suyas.
“El cual, siendo en forma de Dios” (v. 6a). Esto presenta la idea de la
preexistencia de Cristo. La referencia más clara a la preexistencia de Cristo se
encuentra en el Prólogo del Evangelio de Juan. “En el principio era el Verbo, y el
Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Este era en el principio con Dios. Todas
las cosas por él fueron hechas; y sin él nada de lo que es hecho, fue hecho… Y
aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria
como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad” (Juan 1:1-3, 14; véase
también 1 Juan 4:6).

Cristo tenía forma de Dios desde el principio – antes de la creación del mundo. El
propósito de Pablo al mencionar la preexistencia de Cristo es enseñarnos lo
mucho que Cristo tuvo que renunciar para vivir entre nosotros. Renunció ser Dios
para convertirse en un bebé humano. Renunció el cielo para nacer en un establo.

Considere esto por un momento. ¿No hay momentos en los que daría un ojo por
poseer el poder que tiene Dios? Pues, Jesús tenía el poder y el esplendor de Dios.
Renunció todo eso para venir al mundo y morir en una cruz por nuestra salvación.

“no tuvo por usurpación (harpagmos) ser igual (isos) á Dios” (v. 6b). Esta
palabra griega, isos, también se encuentra en Juan 5:18, cuando los judíos
estaban tratando de matar a Jesús porque llamaba a Dios su padre – y por lo
tanto, “haciéndose un igual (ison) a Dios” – es decir, declarándose tener el mismo
estatus y autoridad de Dios. Su error, claro, fue asumir que esta declaración de
Jesús acerca de su estatus y autoridad era falsa.

Cristo no consideraba su estatus y autoridad de Dios algo para explotar


(harpagmos). Los griegos usaban la palabra harpagmos para hablar de ganar un
premio – o un tesoro – o algo de valor.

El punto de este versículo es que Cristo no consideraba su estatus y autoridad de


Dios algo que podía usar para beneficio personal. Entendía su valor, pero estaba
dispuesto a sacrificarlo todo para servir un propósito de aún más valor – la
salvación de la humanidad.

“Sin embargo, se anonadó (ekenosen – de kenoo) á sí mismo” (v. 7a). La


palabra griega kenoosignifica vaciar – o quedar nulo – anular o incapacitar.

Sabemos lo que es vaciar algo. Para vaciar una jarra, primero necesitamos una
jarra llena – o una que por lo menos contiene algo. Entonces, debemos echar el
contenido hasta que la jarra quede vacía.

Claro, hay científicos que dirán que la jarra aún contiene aire y en la mayoría de
los casos tendrían razón. Al principio, pensé que esto era un punto académico que
no tenía ninguna conexión al vacío al que se sometió Cristo. Sin embargo, al
pensarlo de nuevo, se me ocurrió que Cristo – aún en forma humana y
plenamente humano – seguía llevando la fuerza divina dentro de él. Pudo parar
una tormenta de inmediato (Marcos 4:39). Sanó gente – y hasta la resucitó (Lucas
8:40-41, 49-56; Juan 11:1-44). Es por esto que hablamos de Cristo como
completamente humano y completamente divino al mismo tiempo. Entonces, hay
un sentido en el que Cristo se vació a sí mismo, pero retuvo el poder de Dios.

Para entender plenamente la importancia de “se anonadó a sí mismo,” debemos


empezar con lo que Cristo era antes – era “en forma de Dios” (v. 6a) – igual a Dios
(v. 6b). Entonces, debemos mirar lo que hizo como resultado de su vaciar – tomó
forma de siervo – tomó la apariencia de un hombre común y corriente (v. 7b) –
nació de una mujer normal y corriente en un lugar ordinario en unas circunstancias
menos que ordinarias. ¿Quién esperaría que el Hijo de Dios naciera en un establo
y que fuera acurrucado en un pesebre? Es más, ¿quién esperaría que el Hijo de
Dios muriese en una cruz?

“tomando forma (morphe) de siervo” (doulos) (v. 7b). Tomar la forma (morphe)
de siervo significa tomar la esencia natural de un siervo. Él que era en forma de
Dios tomó forma de siervo.

La palabra griega doulos significa siervo o esclavo. Una palabra griega más
gentil, diakonos, significa siervo pero no esclavo. Diakonos es de donde viene la
palabra diacono. Pablo se describió a sí mismo y a Apollos como diakonoi –
“Ministros por los cuales habéis creído” (1 Corintios 3:5). El punto es
quediakonos (siervo) conllevaba un estatus considerablemente más alto que
un doulos(sirviente o esclavo).

Cristo no se despojó a sí mismo de su divinidad para hacerse diakonos (siervo),


sino doulos (esclavo). Bajó de lo más alto a lo más bajo. Esto no fue una
democión impuesta sobre él desde arriba. Tomó esta forma voluntariamente por
las necesidades de la humanidad.

“hecho semejante á los hombres” (homoiomati antrhropon – semejanza al


hombre o la humanidad) (v. 7b). La idea que transmite homoiomati es que Cristo
nació como un bebé normal y corriente – parecido a otro cualquiera. Pero tal como
la iglesia después determinará, Cristo era ambos plenamente humano y
plenamente divino – Dios en forma humana. Su parecido a un hombre normal no
significaba que era corriente.

Pablo usa la palabra, homoiomati, en Romanos 8:3, donde dice que Dios envió, “á
su Hijo en semejanza de carne de pecado.” En ese versículo, Pablo no dice que
Cristo fuera pecador – sino que se parecía a un hombre normal y pecador.

“Y hallado en la condición como hombre, se humilló (etapeinosen –


de tapeinoo) á sí mismo” (v. 7c-8a). Véanse los comentarios de versículo 3c
acerca del sustantivo “humildad.” Ahora, en versículo 8a tenemos el verbo
“humillarse” (tapeinoo). En este contexto significa que Cristo mismo se rebajó a
estas circunstancias – tomó un lugar más bajo del que debía ocupar.
“hecho obediente hasta (mechri) la muerte, y muerte de cruz” (v. 8b). Cristo
fue a su propia muerte voluntariamente, pero en obediencia – el texto no
especifica a quién. Aunque pudiera ser obediencia a sus impulsos más fuertes,
ciertamente fue obediencia a Dios Padre (Mateo 26:39; Juan 5:19; 8:28; Romanos
5:19; Hebreos 5:8; 10:7).

Este es el “escándalo (griego: scandalon) de la cruz” (Gálatas 5:11; véanse


también Romanos 9:30-33; 11:9) – que Dios entrase al mundo en forma humana y
tomase sobre sí mismo las consecuencias de los pecados del mundo – que Cristo
nos redimiera “de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición; porque está
escrito: Maldito cualquiera que es colgado en madero” (Gálatas 3:13, una
referencia a Deuteronomio 21:22-23).

Eso era difícil creer para muchos, ambos judíos y gentiles de la temprana iglesia, y
aún sigue siendo difícil de aceptar para mucha gente. Se convirtió en el escándalo
sobre el cual muchos tropezaron en camino a la cruz.

Esto sería particularmente difícil para los cristianos filipenses. Eran ciudadanos
romanos y, por lo tanto, estaban exentos de la crucifixión – castigo que solo se
podía impartir sobre aquéllos que no eran ciudadanos.

FILIPENSES 2:9-11: POR LO CUAL DIOS LE ENSALZÓ A JESÚS


A LO SUMO
9Por lo cual Dios también le ensalzó (hyperupsosen) á lo sumo, y dióle un nombre
que es sobre todo nombre; 10Para que en el nombre de Jesús se doble toda
rodilla de los que están en los cielos, y de los que en la tierra, y de los que debajo
de la tierra; 11Y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor(griego: kyrios), á
la gloria de Dios Padre.

“Por lo cual Dios también le ensalzó (hyperupsosen– de hyperupsoo) á lo


sumo” (v. 9a). La palabrahyperupsoo combina dos palabras griegas, hyper (sumo)
y hupsoo (ensalzar). Entonces, las dos palabras en inglés “sumamente ensalzado”
se traducen a una sola palabra griega, hyperupsosen.

Ser ensalzado es ser exaltado – elevado – alabado.

La exaltación de Cristo empezó con su resurrección, la cual mostró su fuerza


sobre la muerte. Eso fue seguido por la ascensión (su regreso al cielo y a su trono
celestial). Su exaltación culminará con su Segunda Venida, durante la cual estará
sentado en su trono juzgando a todas las gentes del mundo – separará las ovejas
(aquéllos dignos del reino de Dios) de las cabras (aquéllas que no lo son) (Mateo
25:31-46; véase también 2 Tesalónicos 1:5-10; Apocalipsis 20:11-15).

“y dióle un nombre que es sobre todo nombre” (v. 9b). En esa cultura, la gente
consideraba el nombre de una persona algo más que una simple etiqueta con la
que identificar a una persona. Creían que parte de la identidad de esa persona
existía dentro del nombre – que el nombre expresaba algo de la esencia del
carácter de la persona. Como se puede ver en este versículo, también pensaban
que un nombre – por los menos algunos – poseía algo del poder del que antes lo
llevó.

Aunque esto nos parezca extraño hoy día, no lo es. Cuando hablamos de la
reputación de una persona, hablamos de algo que expresa la esencia de esa
persona. La reputación de una persona también transmite cierto nivel de poder o
la falta de él.

Eruditos han debatido si el nombre sobre todos los nombres es el nombre Jesús o
Señor:

• Versículo 10 apoya que el nombre sobre todos los nombres sea Jesús, “que en el
nombre de Jesús se doble toda rodilla…”

• Versículo 11 apoya que el nombre sobre todos los nombres sea Señor, “toda
lengua confiese que Jesucristo es el Señor…”

En ese debate, la preponderancia de escolaridad parece favorecer “Señor.” Una


razón es que Pablo, en versículos 10-11, utiliza las palabras de Isaías 45:23, “á mí
se doblará toda rodilla, jurará toda lengua,” palabras cuyo propósito era describir la
respuesta de Yahvé, también conocido como Señor. Al aplicar este lenguaje de
Yahvé a Jesucristo, Pablo sitúa el nombre de Jesús a la misma altura que Yahvé.

Pero no hay razón por que tengamos que escoger entre Jesús y Señor. Piense
como es que hoy los himnos de alabanza a Jesús se cantan alrededor del mundo.
Considere los muchos otros tributos que se le hacen a Jesús – y a Jesucristo – y
al Señor Jesús. Estas tres expresiones, como otras, señalan a un hombre terrenal
cuyo nombre era Jesús – y cuyo título mesiánico era Mesías o Cristo – y que, en
su propio día, era conocido como Señor (Marcos 1:3; 2:28; 11:3; 12:36-37; 16:19-
20), y hoy es aún conocido como Señor.

“Para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla” (v. 10a). Como se
anota arriba, las palabras de versículos 10-11 vienen de Isaías 45:23, que dice,
“Que á mí se doblará toda rodilla, jurará toda lengua.” Pablo se refiere a este texto
de Isaías 45 en Romanos 14:11.

El oráculo de Isaías contrasta Yahvé “que crió los cielos, él es Dios, el que formó
la tierra, el que la hizo y la compuso” (Isaías 45:18) – con los ídolos babilónicos,
dioses hechos de madera que no podían salvar (Isaías 45:20). Yahvé dijo, “Mirad á
mí, y sed salvos, todos los términos de la tierra: porque yo soy Dios, y no hay más.
Por mí hice juramento, de mi boca salió palabra en justicia, y no será revocada.
Que á mí se doblará toda rodilla, jurará toda lengua” (Isaías 45:22-23).
Como se anota arriba, al aplicar esta adscripción a Jesús, Pablo le sitúa al mismo
nivel que Yahvé. El Prólogo del Evangelio de Juan apoya esta interpretación
diciendo, “En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios.
Este era en el principio con Dios. Todas las cosas por él fueron hechas; y sin él
nada de lo que es hecho, fue hecho. En él estaba la vida, y la vida era la luz de los
hombres. Y la luz en las tinieblas resplandece; mas las tinieblas no la
comprendieron… Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos
su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad” (Juan
1:1-14, 14; véase también 1 Corintios 15:24-28).

El doblar de la rodilla, claro, es señal de reverencia – deferencia – homenaje. Es la


persona menor reconociendo a la mayor – el reconocimiento humano de lo divino
– la creación reconociendo al creador. Muestra sumisión a un poder más alto.

“de los que están en los cielos, y de los que en la tierra, y de los que debajo
de la tierra” (v. 10b). La rodilla doblada reconoce la divinidad de Cristo en el
orden creado – en los cielos, la tierra, y bajo la tierra.

• Los ángeles celestiales cantarán su gloria en el cielo.

• Gente (y posiblemente todo ser viviente) doblará la rodilla en la tierra. Esto


incluirá a los que no le reconocieron durante su vida (o antes de la Segunda
Venida) pero que le verán sentado en su trono divino pronunciando sentencia.

• “los que debajo de la tierra” se puede referir a los que han muerto y están
enterrados.

“Y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor” (kyrios) (v. 11a). En el


Antiguo Testamento, el nombre de Dios era YHWH – Yahvé. El pueblo judío, para
no violar el mandamiento en contra de usar el nombre de Dios en vano (Éxodo
20:7), usó en su lugar la palabra Adonai (hebreo: adonay), que significa “el Señor.”
Cuando el pueblo judío tradujo sus Escrituras Hebreas al griego (traducción
conocida como Septuagésimo o LXX), se tradujo la palabra hebrea, adonay, a la
palabra griega, kyrios. Entonces, el pueblo judío estaba acostumbrado a usar esta
palabra griega, kyrios, para hablar de Dios, aunque kyriostambién se puede usar
para hablar de autoridades humanas.

El Nuevo Testamento a menudo utiliza kyrios para hablar de Yahvé (Mateo 1:20,
22, 24; 2:13, 15; Marcos 13:20; Lucas 1:6; Romanos 11:34, etcétera). También
utiliza kyrios para aplicarle a Jesús varias referencias a Yahvé del Antiguo
Testamento (Marcos 1:2-3; Hechos 2:21; Romanos 10:13; 1 Corintios 1:8; 2
Corintios 3:15-18). Pablo une el señorío de Yahvé y el de Jesús con las palabras,
“Jesucristo es el Señor.”

Los primeros cristianos vivían en un ambiente en que la gente debía decir, “César
es Señor.” Aunque la intención de esto era designar a César como regidor sobre el
ámbito romano, también adquiría connotaciones espirituales – que César era
Señor en algún sentido espiritual. Creyendo que Jesús es el único Señor, los
primeros cristianos se negaban a decir, “César es Señor” – y como resultado a
menudo morían violentamente en manos de los romanos. En aquel tiempo y lugar,
decir, “Jesucristo es el Señor,” requería fe y valor. Recuerde que, al escribir estas
palabras, Pablo se encuentra en una cárcel romana, esperando la oportunidad de
aparecer ante el emperador para defenderse de los cargos que le pusieron allí. Sin
embargo, escribe palabras que se podrían considerar subversivas – que
Jesucristo es el Señor.

“á la gloria de Dios Padre” (v. 11b). La palabra “gloria” se usa en la Biblia para
hablar de varias cosas – en particular, para hablar de la gloria de Dios – un aura
asociada con la apariencia de Dios que revela su majestad a los humanos.

Pablo dice aquí que confesar el señorío de Cristo honra a Dios Padre. Jesucristo
es la manifestación de Dios. Dios Padre y Dios Hijo están tan inextricablemente
unidos que podemos decir (junto con el Espíritu Santo) que son uno. Entonces,
honrar a Jesucristo es una manera de honrar a Dios Padre.

FILIPENSES 2:12-13: OCUPAOS EN VUESTRA SALVACIÓN


12Por tanto (griego: hoste), amados míos (griego: agapetoi), como siempre habéis
obedecido, no como en mi presencia solamente, sino mucho más ahora en mi
ausencia, ocupaos (griego: katergazomai) en vuestra salvación con temor y
temblor; 13Porque Dios es el que en vosotros obra así el querer como el hacer,
por su buena voluntad (griego: eudokia).

“Por tanto” (hoste) (v. 12a). La pequeña palabra griega hoste (por lo tanto,
entonces) conecta lo que pasó antes con lo que sigue:

• LO QUE PASÓ ANTES fue la apelación de Pablo a los cristianos filipenses para
que “converséis como es digno del evangelio de Cristo; para que, ó sea que vaya
á veros, ó que esté ausente, oiga de vosotros que estáis firmes en un mismo
espíritu, unánimes combatiendo juntamente por la fe del evangelio” (1:27).

Entonces Pablo les apeló no ser interesados, sino que sean un ejemplo de vivir
según Jesucristo, que, “siendo en forma de Dios… se anonadó á sí mismo…
hecho obediente hasta la muerte, y muerte de cruz” (2:6-7a, 8).

“amados míos” (agapetoi) (v. 12b). Fíjese en lo mucho que la


palabra agapetoi (amados) se parece aagape (amor).

• Pablo usará la palabra “amados” (agapetoi) dos veces más en versículo 4:1.

• Antes habló de su gratitud y alegría por su “comunión en el evangelio, desde el


primer día hasta ahora” (1:5).
• Regocija en sus oraciones (1:9).

• Cuenta a los cristianos filipenses como “hermanos míos amados y deseados,


gozo y corona mía” (4:1).

• Les recuerda que, no como otras iglesias, la iglesia filipense “me enviasteis lo
necesario una y dos veces” (4:16).

Hace un gran esfuerzo para recordarles a los cristianos filipenses el afecto que
tiene por ellos y el afecto que ellos le han mostrado a él.

Anote que la NRSV utiliza la palabra “amados” para traducir adelphoi (que significa
hermanos en lugar de amados) en 1:12; 3:13; y 4:8.

“como siempre habéis obedecido, no como en mi presencia solamente, sino


mucho más ahora en mi ausencia” (v. 12c). Anote la similitud a 1:27, donde
Pablo dice, “ó sea que vaya á veros, ó que esté ausente, oiga de vosotros que
estáis firmes en un mismo espíritu.”

Pero el verdadero énfasis de este versículo está en la obediencia, que Pablo


conecta a la necesidad de ocuparse de su salvación (v. 12d) – “como siempre
habéis obedecido, ocupaos en vuestra salvación.”

En este versículo, Pablo menciona la obediencia que le rinden a él – pero la


obediencia que de verdad cuenta es la obediencia a Dios. De todos modos, la
obediencia que le muestran a Pablo es significante, ya que siempre les ha llamado
hacia un discipulado fiel – la obediencia a Dios.

“ocupaos (katergazomai) en vuestra salvación” (v. 12d). La palabra


griega katergazomai es una combinación de kata (bajo de, según)
y ergazomai (trabajar, hacer). Hoy, científicos usan la palabra erg(unidad de
trabajo), palabra derivada de otra palabra parecida, también griega.

A primera vista, esto parece una apelación al individuo cristiano y filipense para
que trabaje por su salvación personal. No obstante, eso iría en contra de la
anterior apelación de Pablo, en que les pidió considerar a otros más que a sí
mismos, “No mirando cada uno á lo suyo propio, sino cada cual también á lo de
los otros” (2:3b-4).

Esto, entonces, será una apelación a la congregación entera, para que trabaje
unida hacia una solución a los problemas que la plagan – envidia, rivalidad, y
ambición egoísta (1:15-17) – desunión y egoísmo (2:2-3) – y vulnerabilidad a los
“malhechores” que insisten en una “falsa circuncisión” (3:2).

“con temor y temblor” (v. 12e). Las palabras, “temor y temblor,” vienen de
Jeremías 33:9 y Salmo 55:5, y también se encuentran en el Nuevo Testamento
(Marcos 5:33; 2 Corintios 7:15; y Efesios 6:5). Aunque Pablo usa aquí estas
palabras, él no las inventó.

El temor es una reacción normal al peligro, y el temblor es una reacción común al


temor. La frase “temor y temblor,” puede significar temor a Dios. Hay algo
apropiado en eso, igual que hay algo apropiado en temer un cable de alto voltaje.
Ambos son poderosos, y puede ser peligroso acercarse a cualquiera de ellos de
manera incorrecta.

Pero la mayor parte de nosotros no vivimos temiendo a Dios – o temiendo cables


de alto voltaje. Sabemos que necesitamos los dos – que ambos pueden ser
buenos – que ambos dan vida en lugar de amenazarla, siempre que nos
acerquemos a ellos con respeto.

A veces personas temen a Dios porque han hecho algo malo y temen retribución,
pero “temer a Dios” a menudo significa algo totalmente diferente – reverencia y fe
que llevan a la obediencia. Temer al Señor significa servirle al Señor y solo al
Señor (Deuteronomio 6:13). Es la observación de los mandamientos de Dios
(Deuteronomio 28:58). Temer al Señor es “el principio de la sabiduría,” en el
sentido que la persona que teme a Dios estará dispuesta a aceptar la enseñanza
de Dios (Proverbios 1:7). El temor es “la ciencia de los santos” que permite tomar
buenas decisiones y evitar malas consecuencias (Proverbios 9:10). A menudo es
el resultado de ver el poder de Dios en acción (Éxodo 14:31). Temer al Señor
requiere rectitud (Hechos 10:20), servicio fiel a Dios, y el rechazo de dioses falsos
(Josué 24:14). Temer al Señor asegura la merced de Dios (Lucas 1:50), y resulta
en prosperidad espiritual (Hechos 9:31). “He aquí, el ojo de Jehová sobre los que
le temen, Sobre los que esperan en su misericordia” (Salmo 33:18), entonces, los
que temen al Señor pueden cantar:

“Nuestra alma esperó á Jehová;


Nuestra ayuda y nuestro escudo es él.
Por tanto en él se alegrará nuestro corazón,
porque en su santo nombre hemos confiado.
Sea tu misericordia, oh Jehová, sobre nosotros,
como esperamos en ti” (Salmo 33:20-22).

“Porque Dios es el que en vosotros obra así el querer como el hacer, por su
buena voluntad” (v. 13). Antes, Pablo expresó confianza que “que el que
comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo”
(1:6). Ahora vuelve a retomar esta idea.

Existe aquí un juego de palabras. En versículo 12, Pablo dijo, “ocupaos.” Ahora
dice que Dios “en vosotros obra.” Estas dos frases están relacionadas. En
versículo 12, Pablo llamó a los cristianos filipenses para que se ocuparan de
arreglar los problemas que les plagaban. En versículo 13, les asegura de que Dios
obra en ellos – que les da la capacidad de hacer lo que necesitan hacer.
“así el querer como el hacer” (v. 13b). En esta frase, como en la vida, nuestra
voluntad precede a nuestro trabajo. Buenos supervisores entienden esto y tratan
de motivar a sus empleados para que quieran hacer un buen trabajo. Si los
empleados apoyan la misión, lo que antes no se lograba se logra.

De la misma manera en el ámbito espiritual, la voluntad viene primero. Si


queremos hacer la voluntad de Dios y trabajar por su buena voluntad, lo podemos
hacer. Sin embargo, si nos acercamos al trabajo de Dios con reticencia, no se
logrará mucho que valga (aunque sí existen excepciones como Jonás y los
Ninivitas).

“por su buena voluntad” (eudokia) (v. 13c). La palabra


griega eudokia combina eu (bueno) y dokeo(que tiene una variedad de
significados, entre los cuales está “lo que parece bueno” o “lo que da placer”).

¿Qué es la buena voluntad de Dios? La buena voluntad de Dios es bendecir a su


pueblo. La idea de este versículo no es que Dios nos capacita para seguir una lista
de reglas onerosas, sino que Dios nos capacita para entrar en congruencia con su
buena voluntad en nuestras vidas, para que lleguemos a ser lo que nos ha creado
para ser.

TEXTO CITADO DE LAS SAGRADAS ESCRITURAS procede de Spanish Reina Valera,


situada enhttp://www.ccel.org/ccel/bible/esrv.html. Utilizamos esta versión de la Biblia porque
consta de dominio público (no bajo protección de derechos de propiedad).

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