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URBANÍSTICO
Ing. Enrique Gajardo
Introducción
Las normas de diseño sismorresistente constituyen un elemento clave para el diseño estructural y
la seguridad de las edificaciones en los países afectados por los sismos, sin embargo, éstas sólo
constituyen una solución parcial al problema del riesgo sísmico. Las regulaciones nacionales de
diseño sismorresistente toman en cuenta el impacto de la amenaza sísmica, a una escala macro,
mediante mapas nacionales de zonificación y estipulan las medidas restrictivas aplicables a las
construcciones. Sin embargo, desde el punto de vista de la planificación urbanística, estas
regulaciones no toman en cuenta los efectos locales que son inducidos por los sismos y no
estipulan medidas preventivas.
Frente a estas deficiencias, se hace indispensable ir a mayores detalles y desarrollar una
“microzonificación sísmica”, que tome en cuenta los factores locales y permita un desarrollo
urbanístico compatible con los niveles de riesgo de cada sitio. Las condiciones locales o de sitio,
juegan un importante rol en el potencial destructor de las ondas sísmicas. Las condiciones de
sitio, en este contexto, incluyen el perfil de los suelos, sus propiedades, la geología local y el
relieve topográfico.
Los estudios de microzonificación sísmica constituyen una excelente herramienta
multidisciplinaria de ayuda, dentro de las medidas de mitigación del riesgo sísmico, ya que
permite identificar, detalladamente, la característica de la respuesta sísmica de cada lugar. Al
incorporar esta información dentro del proceso de planificación del desarrollo urbano, es posible
definir las estructuras más apropiadas para cada sitio, así como disponer de los parámetros
básicos para el diseño sismorresistente.
El objetivo de una microzonificación sísmica es establecer, a una escala adecuada para los fines
de la planificación urbanística, las características básicas que definen las propiedades dinámicas y
comportamiento de los suelos ante el efecto sísmico. Luego, es posible definir la distribución
espacial de estas propiedades y establecer zonas para transferirlas a un mapa y lograr una
“microzonificación” de la respuesta sísmica de ellas. Con esta información espacial, el
planificador urbanístico puede definir áreas donde pueden ubicarse instalaciones críticas, como
hospitales, escuelas, cuarteles de bomberos, policía, etc. Por otra parte, podrían definirse como
espacios abiertos o zonas de parques aquellas áreas de mayor riesgo. También, es posible definir
restricciones de altura de las edificaciones o condiciones especiales de diseño, que sean
compatibles con los niveles de riesgo de cada área.
Los estudios de microzonificación sísmica son de vital importancia, ya que constituyen una
herramienta de decisión, tanto para zonas urbanizadas, como por urbanizar. Si la zona está
urbanizada, permitirá realizar estudios de vulnerabilidad a diferente escala, bien sea de un área o
de estructuras especiales o críticas, como lo son hospitales y todos los servicios para la
comunidad. Posteriormente, los estudios de riesgo y de costo, permitirán decidir, para diferentes
niveles de riesgo, qué tipo de acción se debe emprender. Esta acción puede llegar a la demolición,
a la recomendación de realizar adecuación estructural (retrofiting) o a la implementación de
aislamiento sísmico.
Antecedentes históricos.
La geología y condiciones geotécnicas locales, así como los efectos topográficos, controlan la
distribución de los efectos y los daños de los sismos. La amplificación del movimiento sísmico
del terreno, derivada de las condiciones locales, tiene una importancia fundamental en la
planificación y desarrollo urbanístico. En áreas caracterizadas por sedimentos blandos, la
amplificación del movimiento del suelo es bastante común y lleva a aumentar la amenaza y el
riesgo sísmico.
Para determinar los modelos ingenieriles de los suelos (Relación de Poisson, módulo de Young,
módulo de corte, densidad y densidad relativa, resistencia al corte, características de
consolidación, distribución granulométrica, etc.) es necesario establecer la estratigrafía y la
información de la estructura de los suelos, los espesores, profundidades y sus propiedades
estáticas y dinámicas de los diferentes estratos. Para este fin se requerirán estudios geológicos y
geotécnicos, utilizando sondajes o excavaciones de prueba (incluyendo mediciones in situ),
métodos geofísicos y ensayos de laboratorio.
Para la definición de las propiedades físicas y químicas, así como el comportamiento regular
(recarga, trasmisividad) de todos los acuíferos del área de estudio, es necesario realizar
investigaciones hidrológicas utilizando pozos de sondajes y otras técnicas, con énfasis en la
determinación de las interacciones con las fundaciones.
Fig. 1.- Ejemplo de un perfil de suelos obtenido por sísmica de refracción, mostrando estructura
y distribución de las velocidades de las ondas sísmicas
Las investigaciones geofísicas, utilizando métodos sísmicos (Fig. 1), geoeléctricos y otros,
proporcionan la información básica para los geólogos e hidrogeólogos sobre las características de
los suelos, permitiendo, además, obtener las velocidades de propagación de las ondas
longitudinales P (Vp) y transversales S (Vs), coeficientes de amortiguamiento, relaciones de
impedancia entre suelo y roca, coeficientes de absorción, etc. Con base en los datos disponibles,
las estudios recientes muestran una marcada correlación entre la velocidad de las ondas
transversales y el valor promedio de la amplificación espectral horizontal, obtenida de
movimientos débiles. Borcherdt et al.19 publicó una muy buena correlación entre incrementos de
intensidad y los valores locales de las ondas transversales (donde la velocidad de las ondas de
corte Vs es el valor promedio de cada estrato hasta una profundidad de 30 m). Esto significa que
es necesario conocer los tipos de suelos en el perfil geológico de la zona, hasta profundidades de
Para realizar la microzonificación sísmica de una zona se requiere realizar los siguientes pasos:
Fig. 2.- Mediciones en campo para determinar perfiles dinámicos de suelos, mediante la
metodología de “down-hole”. Mediante golpes al bloque de madera se generan ondas de corte,
que son registradas a distintas profundidades en una perforación. - (Fotografía de E. Gajardo).
4. Medición de microvibraciones.-
En cualquier lugar de la tierra existe un movimiento del suelo que es permanente y persistente,
pero de muy baja amplitud. Este ruido de fondo, o ruido ambiental, es, principalmente, generado
por la rompiente de las olas del mar, cambios en la presión atmosférica, acción del viento y el
ruido “cultural” (tráfico, maquinaria pesada, etc.). Excepto por el ruido cultural de alta
frecuencia, que se atenúa rápidamente con la distancia, las microvibraciones (“microtremors”), en
una extensa zona, son fundamentalmente constantes en su amplitud y frecuencia característica. El
estudio detallado, de estas microvibraciones, ha demostrado que están principalmente compuestas
por ondas superficiales. El rango de períodos de interés para las aplicaciones de ingeniería
sísmica es, normalmente, de 0,2 a 3 o 4 segundos, Por lo tanto, el ruido cultural no afecta
mayormente la información requerida, porque su contenido de frecuencia está, generalmente, por
debajo de estos períodos. En muchos casos, cuando se comparan mediciones de movimientos
muy débiles, como las microvibraciones, con las de movimientos fuertes del terreno, estas
comparaciones son hechas en un intervalo más amplio de frecuencias. Pero para los propósitos de
ingeniería sísmica es necesario enfocarse sólo en el intervalo de interés.
ZS
SM
ZB
Donde Zs= Hs/Vs y ZB = HB/VB (H y V son las componentes horizontales y verticales del
movimiento del suelo), bajo los supuestos ya indicados, la componente vertical no es amplificada
por la capa superficial, entonces:
VS
1
VB
De donde se obtiene:
HS
SM
VS
La componente vertical, de las microvibraciones en la superficie, mantiene las características de
la componente horizontal de la roca dura.
En algunos países en desarrollo, las excesivas regulaciones y las débiles restricciones legales
asociadas al uso de la tierra y la planificación urbanística, son los principales factores que han
conducido a que se ocupen áreas de alto riesgo sísmico. En muchos países, aún no existen los
códigos adecuados de diseño sismorresistente, así como tampoco cuentan con todos los
profesionales requeridos para la construcción segura en áreas de riesgo y, menos, para la
preparación de planes de desarrollo urbanístico compatibles con los niveles de riesgos.
Incluso, en aquellos casos que las autoridades locales han diseñado regulaciones apropiadas a los
niveles de riesgo, su implementación y obligatoriedad se hace difícil 54 . Por ejemplo, en Izmir
(Turquía), después del sismo de 1999, los planificadores y las autoridades han desarrollado una
normativa que incorpora las amenazas naturales (sísmicas, fallas de taludes, inundaciones, etc.) al
proceso de planificación urbanística 55. Para algunas zonas de alto riesgo sísmico se establecen
restricciones para la construcción de edificios comerciales o de alta densidad poblacional. Otras,
bajo la amenaza de fallas de taludes, tienen prohibición para construir y deben ser dejadas como
espacios abiertos. Existen, además, normas de diseño sismorresistente totalmente actualizadas,
pero no existe ninguna regulación para verificar (al otorgar los permisos) y obligar que se
cumplan estas normativas.
En otros lugares, también, existen regulaciones prohibiendo o regulando las construcciones en
zonas de alto riesgo, pero las ciudades no cuentan con los medios para contratar a los inspectores
necesarios para verificar el cumplimiento de las normas. Además, cuando existen, ocurre que, son
Fig. 7 - Falla de un talud provocado por la descomposición de los materiales del suelo, por
flujos de aguas servidas (Fotografía: E. Gajardo).
Por último, son muy pocos los países que, como una acción prioritaria, han establecido políticas y
regulaciones sobre el uso de las áreas urbanas, tomando en consideración el riesgo sísmico. A
pesar de que se han realizado varios intentos de planificación urbanística, generalmente se han
hecho sin tomar en consideración la amenaza sísmica y las condiciones geotécnicas y geológicas,
además de la equidad, la eficiencia y la adaptabilidad. En muchos casos, estas regulaciones
provienen de adaptaciones de normas de otros países y, tampoco, se realiza la necesaria consulta
Conclusiones.
Bibliografía.
1. GUTIÉRREZ, C., y S. K. SINGH, "A Site Effect Study in Acapulco, Guerrero, Mexico:
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Seismological Society of America, 82, Nº 2, 642-659, 1992, EE UU.
2. LERMO, J. y F. J. CHAVEZ-GARCIA, "Are Microtremors Useful in Site Response Evaluation?",
en Bulletin of the Seismological Society of America, 84, Nº 5, 1350-1364, 1994, EE UU.
3. KANAI, K., TANAKA, T. y OSADA, K., "Measurement of the Microtremor", en Bull Earthquake
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4. KANAI K. y TANAKA, T., "On Microtremors. VIII", en Bull. Earthquake Res. Inst., Tokio Univ.,
39, 97-114, 1961, Japón.