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Semana 18: El Tiempo Eterno y El Nuestro

Versículo para Memorizar: Juan 7:6


“Entonces Jesús les dijo: Mi tiempo aún no ha llegado, mas vuestro tiempo siempre está presto.”

Probablemente has escuchado la expresión: “El tiempo lo es todo”. Piensa en situaciones de tu vida
diaria en que el tiempo es crucial. El tiempo es verdaderamente importante en casos de vida o muerte, o
hasta para llegar a clases. El tiempo puede construir o terminar con una relación. Para un atleta,
inclusive unos segundos pueden determinar que gane o pierda.

DÍA 1: El tiempo eterno y el nuestro. (Juan 7:1-13)


El tiempo de Jesús siempre es perfecto. Mientras lees Juan 7:1-13, descubre la manera en que Jesús
planeó el tiempo de su llegada a Jerusalén para la fiesta. ¿Por qué Jesús se había quedado en Galilea?
¿Qué reto le presentaron sus hermanos? ¿Hacían su sugerencia con buena intención? ¿Cuál era la
razón de Jesús para permanecer oculto? ¿Cómo y cuándo llegó Jesús a la fiesta? ¿Cuáles eran los
rumores respecto a él?

No siempre podemos ver o saber lo que Dios está haciendo en nuestras vidas. ¿En qué ocasión él ha
trabajado en secreto en tu propia vida? ¿Has sido sorprendido al ver el resultado final? ¿En qué ocasión
contestó Dios una petición a la que ya habías renunciado? ¿Cuando no puedes ver a Dios trabajando en
alguna situación, te sientes frustrado (a)? ¿Tienes que ver a Dios actuando en forma espectacular en tu
vida, para creer que está haciendo algo? ¿Cuáles son tus expectativas para sus respuestas a tus
oraciones y preocupaciones?

Jesús estimó el tiempo de su aparición en Jerusalén a fin de tener la mayor oportunidad. ¿Cuáles
pudieron ser las ventajas de que Jesús llegara más tarde? ¿Qué peligros podría haber corrido si llega
demasiado pronto? Jesús también está buscando tener las mejores oportunidades en tu vida. ¿De qué
forma, podría estar preparándote para su respuesta a tu petición?

Desafío: ¿Qué situación en tu vida está requiriendo que pongas tu confianza en el tiempo de Dios? No
malinterpretes como inactividad o falta de interés, el que el tiempo de Dios no se ajuste al tuyo. ¿Cómo
podrías utilizar los periodos de espera como oportunidades para estar más cerca de Dios y escuchar su
voz? Pide a Dios que abra tus ojos para ver cómo trabaja a tu alrededor. Pide perdón, si en tu ceguera
te ha faltado fe en el amor de Dios, al desconocer el tiempo que Dios ha estimado para trabajar en tu
entorno y pide sabiduría para usar el tiempo de espera, para aprender y crecer.

DÍA 2: ¡Haz algo! (Juan 7:1-5)


Hasta la familia de Jesús estaba buscando una señal que proclamara lo que Jesús decía ser. ¿Por
qué? Ve de nuevo Juan 7:1-5. ¿En que forma, su sugerencia muestra que ellos creían saber mejor que
Jesús lo que era necesario hacer? ¿En qué forma tú eres como ellos? ¿En qué áreas de tu vida piensas
que Dios no está trabajando? ¿En qué situaciones de tu vida crees que sabes mejor que Jesús lo que es
necesario hacer? Abandona la necesidad de controlar esas situaciones, y deja el control total a Dios.
Ahora mismo en oración, reconoce el trabajo de Dios en tu vida y en esas situaciones en particular.
DÍA 3: ¡Haz algo ahora! (Juan 7:6-9)
La familia de Jesús se estaba poniendo impaciente con lo que parecían sólo palabras y nada de acción.
La impaciencia lleva a frustración, que pronto es seguida por la duda. ¿Por qué Jesús no respondió a su
desafío? Él no permitió que lo presionaran. ¿Cuándo has tratado de forzar el tiempo de respuesta a una
oración? Aprender a esperar es una de las lecciones más difíciles del discipulado. ¿En qué momento has
aprendido esto en tu propia vida? Sus respuestas vendrán en el tiempo perfecto. El esperar nos enseña
a ser pacientes. Recuerda que Jesús está pendiente de lo que te preocupa. ¿Qué podría Él realizar en tu
corazón mientras esperas?

DÍA 4: ¡Hazlo a mi manera! (Juan 7:10-13)


Lee Juan 7:10-13. ¿Quiénes están buscando a Jesús en la fiesta? ¿Qué estaba haciendo él? ¿Cómo
estaba trabajando Jesús? Lee Juan 7:14-15, ¿Qué fue lo que finalmente hizo Jesús, y cuál fue la
reacción? Jesús está presente en tu vida y trabajando todo el tiempo. Con frecuencia el trabajo que está
haciendo no se ve, pero a la larga, Su presencia se muestra de forma inequívoca, aun para quienes
dudaban. En tu oración de hoy, dale gracias a Dios porque siempre está trabajando en tu vida y en el
mundo que te rodea.

DÍA 5: ¿De verdad confío en ti, Señor? (Juan 7:1-13; Salmo 37:5-7)
Todo es cosa de confiar, confiar en Dios para hoy y mañana, confiarle tu vida y la de aquellos a los que
amas. ¿En qué áreas luchas para confiar verdaderamente en Él? ¿Tienes miedo de lo que Dios pudiera
hacer con tu vida, si la dejas completamente en sus manos? ¿Estás totalmente rendido a lo que Él
quiera hacer con tu vida? Busca descubrir dónde está Dios trabajando en tu vida y únete a Él en ese
trabajo. Lee el Salmo 37:5-7 y considera que un acto de adoración es tener paciencia, esperando el
tiempo de Dios.

Estudio en Grupos Pequeños

Enfoque en Relaciones: Cuando eras más joven, ¿te retó alguno de tus hermanos o amigos a hacer
algo peligroso? ¿Qué ocurrió? Comparte alguna ocasión en que esperaste a que fuera el tiempo perfecto
de Dios, en lugar de tomar la iniciativa para establecer el tiempo de respuesta. ¿De qué forma creció tu
fe con esa experiencia?

Enfoque en la Biblia: ¿Qué te impresionó más de esta historia?

Enfoque en mi vida: Comparte alguna experiencia en que continuaste esperando el tiempo perfecto de
Dios, aun y cuando el Señor parecía “escondido”. ¿De qué forma se fortaleció tu fe con esa experiencia?
¿Cuáles son algunas de las cosas que individualmente, o como comunidad cristiana, pueden lograr un
crecimiento en el terreno espiritual, cuando esperamos por largos periodos de tiempo?

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