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Experimento Tuskegee

15 sobrevivientes de un experimento de los EUA, donde se piensa que murieron 100 hombres

En 1932 400 hombres negros en Alabama fueron seleccionados, ofreciéndoles un tratamiento


médico para lo que ellos llamaban “mala sangre”, que en realidad tenían sífilis, y al gobierno le
interesaba saber que pasaba cuando la sífilis no se trataba. Ellos no tenían idea de que estaban
siendo utilizados en un experimento para seguirlos hasta su muerte. La sífilis en ese entonces era
la mayor causa de muerte en neonatales, y un gran número de norteamericanos eran
diagnosticados, aumentando la cifra cada año, convirtiéndola en una emergencia nacional. El
tratamiento eran inyecciones de arsénico y bismuto, siendo muy costosas y no tan eficaces a
menos que se suministraran inyecciones una vez cada semana durante un año. El doctor Oliver
Clark, director de la división de enfermedades venéreas decidio iniciar una observación del
transcurso de la enfermedad en pacientes no tratados, con la esperanza de encontrar una cura
más efectiva. El área escogida fue el condado con mayores casos de sífilis en el país, y el objeto de
estudio fueron personas negras. La mayor incidencia de casos de sífilis era en personas negras, por
el hecho de que no tenían la suficiente educación como las personas blancas para prevenir este
mal.
En 1932 comenzaron a circular boletos en la comunidad negra invitándolos a recibir un
tratamiento totalmente gratis. En realidad, no estaban recibiendo nada, solo se tomaron muestras
de sangre, y así comienza el experimento al reclutar 400 hombres negros. Fue contratada una
enfermera de nombre Rivers con el propósito de llevar a los sujetos de experimento ante los
médicos para los chequeos, y los médicos les suministraban una medicina rosa que solo eran
aspirinas y tónicos, para el dolor mientras que estás personas pensaban que era el tratamiento.
Los sujetos de estudio transcurrían en la etapa latente de la infección, es decir, no había síntomas
aparentes y no era infecciosa, sin embargo, siendo hijos de esclavos, no tenían la suficiente
educación para saber que más adelante la enfermedad acabaría con sus órganos internos, y por la
misma razón, todas las enfermedades (o casi todas) las catalogaban como “mala sangre”. Mucho
menos sabían que eran parte de un estudio, nadie les informó que estaba pasando, así infligiendo
las leyes de la ética y la moral.
En 1993, el nuevo director de la división de las enfermedades venéreas tomó la decisión de
expandir el experimento hasta la muerte de los sujetos de estudio, puesto que él, junto con otros
doctores, encontraron minas de oro en los cuerpos de los participantes. Cuando los participantes
morían, la organización les daba una indemnización a las familias con la condición de poder
realizarles una autopsia, esto con la finalidad de descubrir el daño que dejó la enfermedad
internamente.
Entre 1937 a 1940, gran parte de los sujetos de estudio murió, concluyendo así que los negros con
sífilis llegaban a vivir 8 años menos que los negros sanos. Las autopsias eran realizadas en la
universidad más prestigiosa de la gente negra en el sur, y los permisos eran conseguidos gracias a
la enfermera Rivers, quien se convirtió en una pieza clave para el experimento, puesto que era
querida entre los 400 pacientes y sus familias.
A principios de 1940 se descubrió que grandes cantidades de arsénico suministrado en poco
tiempo de manera estudiada ayudaba a curar la sífilis, así fue como se armaron campañas gigantes
de inyecciones de arsénico principalmente en el sur del país. Los sobrevivientes de los 400 negros
no recibieron estas inyecciones.
Un milagro ocurrió, se descubrió que la penicilina era un tratamiento muy eficaz para acabar con
la espiroqueta de la sífilis, así fue como el gobierno después de la segunda guerra mundial, lanzó
una campaña masiva para acabar con la enfermedad. Sin embargo, los sobrevivientes del
experimento no recibieron la inyección de la penicilina, con la justificación de que no se sabía si la
penicilina curaría la enfermedad varios años después de infectarse. Tiempo después se comprobó
que la penicilina curaría la sífilis en cualquiera de sus etapas.
El experimento se llevó a cabo gracias a la discriminación racial de la época y lugar de ese
entonces, sin embargo, para los hombres negros, el racismo era ya un hecho aceptado.
Finalmente en 1972, el estudio de Tuskegee fue finalizado cuando este se publicó en la prensa y el
gobierno de los EUA fue demandado por las atrocidades cometidas. El gobierno llegó a un acuerdo
en el cual daban una indemnización de 10 millones de dólares que se repartirían entre las familias
de las personas fallecidas y los sobrevivientes, además de que estos últimos recibirían tratamiento
de salud de por vida.

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