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Este documento ofrece consejos para aprender a valorarse a uno mismo. Explica que es importante mantener un equilibrio entre las diferentes dimensiones de la vida como la salud física, las relaciones y el trabajo. Sin embargo, muchas personas se enfocan demasiado en los logros externos y descuidan su valor interno. Entre las claves para aprender a valorarse se encuentran ser uno mismo, agradecer lo que se tiene, aceptar los fracasos, ordenar la vida, descansar, hacer ejercicio, ayudar a otros y pasar tiempo en la naturaleza
Este documento ofrece consejos para aprender a valorarse a uno mismo. Explica que es importante mantener un equilibrio entre las diferentes dimensiones de la vida como la salud física, las relaciones y el trabajo. Sin embargo, muchas personas se enfocan demasiado en los logros externos y descuidan su valor interno. Entre las claves para aprender a valorarse se encuentran ser uno mismo, agradecer lo que se tiene, aceptar los fracasos, ordenar la vida, descansar, hacer ejercicio, ayudar a otros y pasar tiempo en la naturaleza
Este documento ofrece consejos para aprender a valorarse a uno mismo. Explica que es importante mantener un equilibrio entre las diferentes dimensiones de la vida como la salud física, las relaciones y el trabajo. Sin embargo, muchas personas se enfocan demasiado en los logros externos y descuidan su valor interno. Entre las claves para aprender a valorarse se encuentran ser uno mismo, agradecer lo que se tiene, aceptar los fracasos, ordenar la vida, descansar, hacer ejercicio, ayudar a otros y pasar tiempo en la naturaleza
Publicado a las 09:00h en Juan Canyellas por Parentepsis-2 0 Comentarios
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Todo ser humano está compuesto por multitud de dimensiones (relacional,
física, intelectual, laboral, ocupacional ) etcétera. Para poder mantener un equilibrio entre todas y cada una de las dimensiones que existen, es importantísimo que todas sean escuchadas, atendidas y cuidadas con mesura, sin embargo…¿cuántas veces nos paramos a pensar en cómo podemos equilibrarnos y prestar una atención equitativa a cada uno de nuestros estados? A día de hoy, la inmensa mayoría de las personas ponen un gran énfasis en lo físico, en mejorar y albergar el mayor número de logros y éxitos a nivel laboral, así como también mantener unas exquisitas relaciones sociales.
Tanta deseabilidad, tanta atención en lo externo, nos aleja de nuestro núcleo, de
nuestro centro, centro dónde albergamos sin lugar a dudas la fuerza necesaria para realizarnos y mejorar en el resto de aspectos de nuestra vida.
Cuando focalizamos tanta atención, tan desmesurada a ciertas áreas, dejamos de
cultivar nuestra personalidad, nuestro valor como personas. Transitar conscientemente entre dimensiones no es nada fácil, para ser honestos, es más bien complicado. Siempre existirán ciertos momentos donde podamos rompernos y en los que obviamente, el autocontrol escapará de nuestras manos, ya que siempre pueden aparecer eventos o agentes externos que perturben este transitar; sin embargo, aunque no tengamos el control personal sobre estos factores externos, estos, siempre podrán ser susceptibles de ser trabajados y mejorados, por lo que conseguir un equilibrio y aprender a valorarnos, está al fin y al cabo, al alcance de nuestras manos, eso sí, nos harán falta fuertes dosis de esfuerzo, paciencia y aceptación del paso del tiempo.
Entonces ¿Cómo podemos valorarnos?
Claves para aprender a valorarse con plenitud.
Principalmente, se trata de desdramatizar, ampliar nuestra visión de túnel y de reparar algunos aspectos para que la falta de autovaloración no entorpezca nuestra vida. Ser uno mismo: Una de las claves para ser uno mismo, es dejarse ser, dejar de pensar en exceso sobre el qué dirán y hacer lo contrario, actuar. Dedicar momentos a ser agradecidos: dejar de fijarnos por un momento en lo que no tenemos por lo que sí tenemos es un buen principio. Enfrentarse al fracaso: Dejar de tener miedo al fracaso es una batalla y una guerra ganada ya que habremos entendido que el fracaso bien gestionado forja una personalidad madura y segura de si misma. Poner en orden nuestra vida: Llevar en orden las tareas de nuestra vida nos otorgará una sensación de control y de equilibro, antídotos esenciales ante el estrés y las ansiedades del día a día. Descansar: Para ello tan solo debemos prestar atención a nuestro cuerpo, contenedor somático de nuestro estrés y nuestros estragos. Cuidarnos significa en muchos momentos parar para así recuperarnos. Mejorar la alimentación y realizar ejercicio: Mantenernos activos mejorará nuestro sistema inmunológico al igual que puede hacerlo la alimentación si esta es sana y equilibrada. Hacer algo por otra persona: Aunque en primera instancia pensemos que en el acto de ayuda siempre pueda haber un acto de egoísmo positivo, este siempre deberá ser entendido desde la perspectiva del “ win – win “ tu ganas yo gano, así nuestros niveles de felicidad y satisfacción personal se equilibrarán. Estar en contacto con la naturaleza: El contacto con la naturaleza tiene un impacto positivo, ya que la quietud y el propio ritmo de la naturaleza se sincronizan con nuestro organismo otorgándonos una sensación de bienestar físico y mental.
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