¿Quién es el puto?

Iván Alejandro Ruiz Mijangos

Introducción a la economía
15 de agosto de 2018
CIDE
Puto el que lo lea, eres el puto jefe, desde chico eras un putito, ¡eeeh puto! son
expresiones usadas comúnmente por la sociedad mexicana. Durante mucho tiempo la
palabra puto ha tenido diferentes connotaciones. Esta palabra es expresada para diferentes
contextos, situaciones o lugares. En el lenguaje ordinario de los mexicanos puede tener
muchos significados, pero el que predomina es asociar la palabra con los homosexuales. La
significación es demasiado amplia, por este motivo, este ensayo se concentrará en evaluar
solo un uso de esta palabra, por consecuencia, el escrito analizará el alcance de la expresión
¡eeeh puto! Gritada en los estadios del balompié mexicano.
Este ensayo evaluará la toponimia de la expresión anteriormente mencionada, de
manera que, el escrito la analizará con el mismo método que utiliza Judith Butler en su
libro Lenguaje, poder e identidad, por tanto, este análisis utilizará los pensamientos del
filósofo inglés John Langshaw Austin, declaraciones de jugadores, aficionados y directivos
de la Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA) , asimismo, los argumentos
construidos por la FIFA para castigar a quienes hagan uso de esta expresión. Por
consiguiente, el texto formula la siguiente pregunta: ¿Por qué la FIFA quiere erradicar el
grito eh puto? Como resultado, este ensayo defenderá que la Federación de Fútbol quiere
eliminar la expresión porque no quiere que las personas asocien a los jugadores del
balompié con personas homosexuales.
En primera instancia, la palabra puto es utilizada como sinónimo de homosexual
según la FIFA. De este modo, cuando las porras gritan la palabra puto en los estadios las
personas relacionan al jugador con una persona homosexual, ya que el contexto en el que la
palabra es dicha causa un efecto perlocusionario de relación entre la palabra y el sujeto, en
este caso, el jugador de fútbol, así que, si el efecto perlocusionario recae en los
pensamientos de las personas causará esta relación. También, cuando el grito es repetido
constantemente reúne fuerza y lo vuelven realidad, esto es porque la práctica será una
práctica ritualizada, por lo tanto, si la práctica se vuelve un rito las personas lo creerán
como cierto. Asimismo, la tribuna es considerada como una autoridad para dictaminar
cómo es el jugador, por tanto, cuando la barra grita la expresión esta es vinculante. Lo
anterior, es expresado en la visión de Austin cuando supone a un soberano que tenga esta
autoridad ya que si no es así tendrá mero efecto descriptivo “Si se trata de personas sin
jerarquía oficial las cosas no son tan claras; la expresión puede ser meramente descriptiva
de una actitud mental.” No obstante, la FIFA es auto-nominada como autoridad en el
balompié, así que lo que ellos dijeran debería ser vinculante; la sentencia acatada, sin
embargo, no tiene una legitimidad en las tribunas, y esto tiene una consecuencia negativa
ya que las porras son ofendidas y hacen lo contrario a la sentencia de la Federación.
En segunda instancia, la FIFA no quiere que las personas asocien a los jugadores
con personas homosexuales, ya que la imagen de los jugadores es de “masculinidad”, —
este texto hace referencia a masculinidad como un hombre con muchas mujeres, fuerte,
valiente y agresivo, aunque podría tener alguna otra connotación — así que si las personas
asocian a los atletas con personas homosexuales perderían las características de la
masculinidad. Lo anterior, es reflejado con las imágenes de marca de los jugadores
Cristiano Ronaldo (CR7) y Beckham quiénes representan los estereotipos de los atletas del
fútbol actual. En una entrevista Brian McKinley, director senior de alianzas mundiales para
HerbalLife, explicó que el atractivo de CR7 es escencial para la venta de su imagen "En
términos de su atractivo para nosotros, el atletismo fue una parte clave de esto […] Es
alguien que encarna ese lado atlético y eso es sin duda una gran ventaja". También, la poca
tolerancia de los directivos y de los mismos compañeros de equipo es una razón, así que si
algún jugador fuese asociado con una persona homosexual sería rechazado por directivos y
compañeros. De igual forma, en todo el planeta ningún jugador profesional es
abiertamente gay por el rechazo de la afición, así que si las personas empiezan a asociar a
los jugadores con los homosexuales habría repercusiones negativas en la venta de la imagen
de los jugadores, tal como lo muestra Jonathan de
"Siempre me he sentido atraído por los hombres, pero nadie notaba nada. Ahora me siento mucho
mejor en mi cuerpo. Si en el fútbol hubieran conocido mi orientación, hubiera tenido problemas. El mundo
del fútbol no está dispuesto a aceptar jugadores abiertamente gays: todavía hay demasiados prejuicios y muy
poca tolerancia"
Sin embargo, un argumento en contra es que la sociedad de hoy en día es más
abierta a aceptar a las personas con distintas preferencias sexuales, no obstante, la
universidad de Staffordshire realizó una encuesta a tres mil aficionados, jugadores y
árbitros en 2010, los resultados fueron que como los clubes de fútbol como los agentes de
los jugadores presionan a los homosexuales para que mantengan en silencio sus
preferencias sexuales.
En conclusión, querer quitar el grito de los mexicanos no es una estrategia para
erradicar la homofobia sino es una táctica de excluir a la comunidad homosexual del
balompié. Aunque la FIFA en su discurso condene el grito homofóbico, sus acciones son
contradictorias. La Federación está en contra de los homosexuales en el fútbol, ya que la
Copa Mundial de la FIFA 2018 tuvo como sede la Federación de Rusia, un Estado dónde el
gobierno castiga la propaganda homosexual, así que el mensaje que manda la FIFA con
este acto es de rechazo a los homosexuales, en el mismo sentido, la próxima Copa Mundial
de la FIFA en 2022 será disputada en Qatar, una sede con poca tolerancia a la comunidad
de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales (LGBT).