c LIBROS
comunicativa, capaz de influir en
RESENAS
Tao Te King
Lao Tse: Tao Te King. Libro del
Tao y de su Virtud. Versión
castellana y comentarios de
Gastón Soublette. Ed. Cuatro
Vientos y Cía Ltda., Santiago,
1990, 246 pp.
Esta versión y comentario a
Ios81 epigramasdelTaoTeKing,
de Lao Tse (s. VI a.c), no pasará
inadvertida a quienes auscultan
nuestra vida cultural. Su formato
sobrio es- ya tácita incitación a
leer, en una era que relega la
lectura a sub-producto de ecua-
ciones matemáticas instantáneas.
Cristalizan aquí "treinta y más
años" dedicados al estudio del
Taoísmo. Gastón Soublette ha co-
tejado todas las fuentes a su al-
cance, en un serio esluerzo por
"entregar al lector una versión
confiable del texto original y un
comentario igualmente confiable"
( p.19); aclara lejano a su "propó-
sito básico"entregar erudición. Su
trabajo no es producto mecánico
del haz de informaciones ordena-
das en segundos por cualquier
computador.
Soublette da su clave en las
primeras líneas de la Introduc-
ción. Guía al lector hacia lafuente
olvidada, cuya savia nutre los
manidos nombres "historia", "es-
píritu", "cultura", "lectura": "El Tao
Te King de Lao Tse es parte de mi
historia personal" (p.1). Propone
al lector un desafío deportivo: medir
hasta su límite último el nervio
eficaz, vivo tras nombres, que hoy
parecen piezas de esos museos
que ayudó a difundir el invento de
Gutemberg , y llamamos bibliote-
cas.
Su afirmación inicial, suscítala
pregunta inquietante: ¿Hay otra
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TAO
TE
KING
UBRO
DEL TAO
Y DE SU
VIRTUD
LAO TSE
posibilidad de lectura auténtica,
que la insinuada ahí, con simplici-
dad aparente? Kant inició una
respuesta en tres Criticas y su
Opus Posthumum inconcluso:
dejó en claro que el mero modelo
científico-matemático no basta
para dar sentido a la historia per-
sonal. Hegel logró ver en Viena
una versión del Tao Te King;
Schopenhauer lee la versión de
Stanislas Julien (París, Impr.
Royale 1842). Y aunque nolienen
oportunidad de estudiar más a
fondo la obra, su biblioteca y es-
cuetos comentarios, dejan cons-
tancia de su gesto incompleto de
acogida en su historia personal.
Para ellos, historia, espíritu, cultu-
ra, lectura, más que técnica, o
ropaje solemne, son vida abierta a
posibilidades siempre nuevas de
historia personal. En ese predica-
mento acogen el hablar de un saber
quefecundó un sendero histórico-
personal. Es efecto específico del
trato viviente humano, y de la lec-
tura: que en lo individual ajeno, si
tan sólo es auténtico y sincero, lo
individual propio obtiene estímulo
y dirección en su camino.
El espectro acumulativo de
ingredientes esbozados corres-
ponde a una zona, donde el mo-
derno modelo matemático carece
de su habitual eficacia: nada pue-
de comenzarcon la individualidad
desnuda de lo histórico, de lo cul-
tural, de los secretos senderos del
espíritu enfrascado en esa forma
la propia historia personal, a 26
siglos de distancia; además, el
modelo tecnológico mira desde
fuera con recelo, esa manantial
apertura al todo, de donde la liber-
tad humana extrae su fuerza unif i-
cadora: considera impostergable
limitar, o anular, ese peligroso
obstáculo a su tarea. La técnica
sólo funciona por circunscripción
de metas precisas, división de
tareas, y suma de pasos minúscu-
los, pero combinados en el tiem-
po. ¿Para qué "perder tiempo" en
dísfuncional ensoñación, inútil
atención a pequeñas o grandes
individualidades históricas? Ali-
mentaresealburesfuentedetodas
las iallas humanas": más vale
ganar hoy sólido dinero con técni-
ca, que ser un ¡nfe!Í2 Van Gogh,
para que otros gasten millones,
atesorando un habla desadapta-
da y a! margen del sendero fructí-
fero de nuestra tecnología.
Alguna experiencia me con-
vence del valor de un trabajo se-
rio, hecho con toda el alma, y me
pone cauto frente a quienes no
leen las grandes obras de la
humanidad, a la espera de la "tra-
ducción decisiva". Las más de las
veces es pose vacía, pereza en-
cubierta, síntoma de no saber
leer. Algo en los subl¡mes<eptgra-
mas de Lao Tse, nos devolverá
eso olvidado, y quizá desde su
lectura meditada, miremos con
nuevos ojos los tesoros de saber
sapiencial, latentes en nuestra li-
teratura hispana. Faltan dos ver-
sos en el epigrama V, que parece
aludir a la "magnanimidad". Ca-
rezco de la competencia sinológi-
ca de Soublette, pero me resisto a
ver en la obra de Lao Tse mera
réplica a la civilización impulsada
por la dinastía Tschu. Réplica,
protesta, nace dependiente de su
opuesto, y muere con él.
Keyserling ve en el Taoísmo
casi solo "reacción" contra la cul-
tura china. Puede que sea así; el
propio Soublette no identifica a
Lao Tse con el Taoísmo, pero quizá
acentúacon Schopenhauereltono
del no-querer, aproximándolo al
budismo.
La recepción de este trabajo
MENSAJE f\l»392,SEPTIEMBREi990
c LIBROS
indicará mejor que un "scanner"
inventado para medir cultura, el
vigor saludable de nuestra atmós-
fera cultural: en qué medidas
somos capaces de entablar rela-
ción humana con una gran nación
en la otra ribera del pacífico; en
qué medida valoramos su amistad
sólo por tractores, termos y otros
productos de intercambio, medi-
óles por ernómisma", o más por el
habla que expresa rumbos de
historia persona!, medibte por la
"virtud" del hombre bueno, sabio,
como decía Aristóteles.
Esto último es Lao Tse, y la
edición de Soubiette da un primer
paso en una tarea inmensa, pero
muy chilena en su escala de valo-
res acerca de los lazos de amistad
humana con otras naciones.
Aníbal Edwards, S.J.
Una ciudad
escindida
Hardy, Clarisa: La Ciudad Es-
cindida PET. Santiago, 1989.
El libro de Clarisa Hardy tiene
un propósito definido: mostrar los
desequilibrios sociales del proce-
so de urbanización. Para ello re-
copila y ordena información dispo-
nible para el caso de Santiago,
modelo de una "ciudad escindi-
MENSAJE N°392, SEPTIEMBRE 1990
da", esto es, cruzada por profun-
das desigualdades sociales. En
La Ciudad como Espacio Habi-
table se consideran las desigual-
dades socioespaciales. Dos son
las evidencias cruciales: la políti-
ca de erradicaciones y la consi-
guiente segregación de la pobre-
za urbanay la distribución delgasto
municipal (v.gr. sólo tres comu-
nas, Santiago, Providencia y las
Condes, absorben el 42%del gasto
municipal metropolitano). Segundo Galilea
En la Ciudad como Espacio
Vital se pasa revista a las desi- Los católicos
gualdades económicas, habitacio-
nales, educacionales y sanitarias y las sectas
de Santiago. Aquí, la ciudad tiene
particularmente dos indicadores
negativos, que definen los pará-
metros clásicos de la pobreza
urbana: en empleo, por concen-
tración de la desocupación y del
empleo informal; y en vivienda,
por la acumulación metropolitana
del déficit habitacional, del haci-
namiento y del problema de los Los católicos
"allegados". En educación y salud
puede objetarse, en cambio, el y las sectas
acceso desigual a tales servicios,
pese a su mayor disponibilidad
relativa en la ciudad metropolita- Galilea, Segundo: Los católicos
na. y las sectas, Ediciones Pau-
En La Ciudad como Espacio linas, Santiago, 1980, 34 pp.
Social se ofrece un diagnóstico
bastante completo de la red de Este pequeño escrito respon-
organizaciones populares existen- de en forma sencilla y ordenada a
te en Santiago, desde aquellas numerosas preguntas que se
tradicionales, territoriales y sindi- hacen los católicos a diario. ¿Qué
cales, hasta las organizaciones es una secta y en qué se diferen-
de nuevo tipo surgidas bajo el cia de una iglesia? ¿Por qué el
régimen militar (donde se echa de proselitismoes negativoy el apos-
menos una referencia a la activi- tolado es positivo? ¿Qué diferen-
dad de la Iglesia en este campo). cia hay entre sectas e Iglesia
El libro se completa con un Católica en cuanto al uso de la
anexo estadístico de gran utilidad. biblia? ¿Por qué hay católicos que
Clarisa Hardy nos ofrece, pues, se van hacia otros grupos religio-
una suerte de "mapa de la extre- sos? ¿Cómo actúan frente a los
ma desigualdad" con esta impor- creyentes de otros grupos? Es una
tante novedad: los desequilibrios obra escrita desde la perspectiva
sociales extremos no se ubican ya católica y para católicos con altura
en la relación campo-ciudad, jus- y respeto. Puede ser m uy útil para
tamente la más dinámica del país. los miembros de comunidades
El libro es, en efecto, una denun- cristianas de base que a menudo
cia del carácter excluyente del se interrogan sobre estos temas y
proceso de modernización em- que leyéndola pueden crecer en la
prendido en las últimas décadas. comprensión católica de la Iglesia
y de la Escritura.
Eduardo Valenzuela
Josó Arteaga
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