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Intervención en Farmacodependientes
Seminario
Enfoque Cognitivo-Conductual
Integrantes:
Marta Cantillo
Carlos Fuentes
Antonio Marchena
Gisell Mojica
Cristina Peinado
Heiner Tordecilla
Whitney Thomas
Karen Vargas
Fundamentación teórica
La Terapia Cognitivo-Conductual posee cuatro pilares teóricos básicos. El primero de
ellos, surge a fines del siglo pasado a partir de las investigaciones del fisiólogo ruso
Ivan Pavlov, quien accidentalmente descubre un proceso básico de aprendizaje que
luego llamará Condicionamiento Clásico. Muy sucintamente dicho, se trata de un
proceso por el cual los organismos aprenden relaciones predictivas entre estímulos del
ambiente. En el experimento típico de Pavlov, un perro aprendía a salivar ante el sonido
de un metrónomo cuando éste había sido presentado sucesivas veces antes de la
administración de comida. De esta manera, el sonido juega el papel de una señal que
anticipa la aparición de un fenómeno relevante para la vida del organismo, el cual
responde en consecuencia.
Sobre los trabajos de Pavlov es que se inspira uno de los autores más conocidos y más
asociados con la Terapia Cognitivo-Conductual, justamente, John B. Watson, quien
aplicando los principios del condicionamiento clásico para remitir la fobia de un niño,
funda las bases de lo que luego se conoce como el conductismo. Y con respecto a esto
vale la pena realizar algunas aclaraciones. El conductismo watsoniano representa
actualmente más las bases metodológicas del modelo que un cuerpo teórico de
principios explicativos de los cuales se deriven técnicas de intervención.
Hacia la década de 1960 los trabajos encabezados por Albert Bandura comienzan a
conformar un nuevo conjunto de hipótesis, cuyo énfasis recae en el papel que la
imitación juega en el aprendizaje. Las investigaciones llevadas a cabo en esta línea
cobran cuerpo en la "Teoría del aprendizaje social", desde la cual se afirma que el
aprendizaje no sólo se produce por medio de la experiencia directa y personal sino que,
fundamentalmente en los seres humanos, la observación de otras personas así como la
información recibida por medio de símbolos verbales o visuales constituyen variables
críticas. Y sólo a manera de comentario, agreguemos que Bandura se halla también muy
involucrado en la formulación de modelos cognitivos. De hecho, hacia la misma época,
un movimiento quizás algo reaccionario al conductismo radical, comienza a estudiar los
inicialmente denominados "eventos privados", vale decir, pensamientos, diálogos e
imágenes internas, creencias, supuestos, por sólo nombrar algunos de los tópicos
cubiertos por los así llamados "modelos cognoscitivos".
Mencionemos a Aaron Beck y Albert Ellis como dos de los representantes principales
en lo que a la clínica se refiere. Aunque desarrollados de manera relativamente
independiente, sus dos modelos de intervención terapéutica denominados,
respectivamente, Terapia Cognitiva y Terapia Racional Emotiva; en lo esencial,
coinciden. En efecto, ambos hacen hincapié en las influencias que el pensamiento ejerce
sobre las emociones, aunque, desde el inicio, admiten que no toda la vida emocional
puede explicarse por el pensamiento.
PRINCIPALES AUTORES
Son múltiples las ventajas de los enfoques basados en las teorías del comportamiento.
Entre las técnicas cognitivo conductuales aplicadas a los problemas asociados al abuso
de sustancia se incluyen (Quirke, 2001):
Este grupo de técnicas, basadas en la teoría del aprendizaje social, tienen por objetivo
aumentar y reforzar las habilidades del paciente para enfrentar situaciones de alto riesgo
(ambientales e individuales) que inician y mantienen las conductas de consumo. Las
más extendidas en la práctica clínica son: entrenamiento en prevención de recaídas,
entrenamiento en habilidades sociales, entrenamiento en manejo del craving y
entrenamiento en manejo de los estados de ánimo. Pueden desarrollarse en contexto
individual o grupal y ser utilizadas por separado o, lo que es más común, en
combinación dentro de un mismo tratamiento.
- Prevención de recaídas:
La recaída se produce cuando el sujeto se expone a una situación de riesgo y no es
capaz de responder con las estrategias de afrontamiento adecuadas para garantizar el
mantenimiento de su abstinencia. Si ante una situación de riesgo el sujeto puede emitir
una respuesta de afrontamiento adecuada, la probabilidad de recaída disminuirá
significativamente, ya que el afrontamiento satisfactorio a la situación de riesgo se
percibe por el sujeto como una sensación de control que incrementa la autoeficacia
percibida. A medida que aumente la duración de la abstinencia y el individuo pueda
afrontar eficazmente cada vez más situaciones de riesgo, la percepción de control se
incrementará de forma acumulativa y la probabilidad de recaída disminuirá. Pero, si por
el contrario, el sujeto no es capaz de afrontar con éxito una situación de alto riesgo, la
probabilidad de recaer en posteriores situaciones aumentará, por una parte porque
disminuirá su percepción de autoeficacia y, por otra, porque le será mucho más sencillo,
por su experiencia previa y por su patrón de conducta habitual, anticipar la expectativa
positiva derivada del consumo de la sustancia que el anticipar las consecuencias
negativas derivadas de la conducta de consumo.
En líneas generales en la prevención de recaídas se combina:
1. El entrenamiento en habilidades de afrontamiento (cognitivas y conductuales).
2. La reestructuración cognitiva.
3. El reequilibrio del estilo de vida.
- Manejo de contingencias:
Este tipo de tratamientos se fundamentan en un cuerpo extenso de datos de la
investigación en laboratorio y clínica que demuestran que el uso de drogas es una
conducta operante que es mantenida y puede ser modificada por sus consecuencias. El
manejo de contingencias se basa en la aplicación sistemática de reforzadores o castigos
contingentes a la ocurrencia de la conducta objetivo o a la ausencia de la misma, que
compiten con los efectos reforzantes de las drogas. Este tipo de intervenciones
requieren, por tanto, seleccionar y monitorizar frecuentemente y de forma muy precisa,
la conducta objetivo. Los programas de manejo de contingencias han sido empleados
sobre todo para reforzar la abstinencia, pero también, otros objetivos terapéuticos, como
por ejemplo, la retención y la asistencia a las sesiones de tratamiento o el incremento de
la adherencia a la medicación.
PREMISA
Este enfoque se basa en la premisa que la función cognitiva y el pensamiento
influencian los afectos y el comportamiento, se cree que los cambios de pensamiento
son el resultado o la causa de comportamientos específicos, como desarrollar un
autoconocimiento básico para la solución de problemas y los procesos cognoscitivos y
el autocontrol como la capacidad de influenciar el propio crecimiento y desarrollo y no
atribuirlo a causas externas.
REFERENCIAS
Becoña. E y Cortes. M. (2008). Guía clínica de intervención psicológica en
adicciones. Recuperado de
file:///C:/Users/karen.KYC/Downloads/ES03_GuiaClinicaIntPsicologica.pdf
Gratacos. M. (S.F). terapia cognitivo conductual, características y 5 técnicas.
Recuperado de https://www.lifeder.com/terapia-cognitivo-conductual//
Ibáñez. C y Manzanera. R. (2012). Técnicas cognitivo-conductuales de fácil
aplicación en atención primaria. Recuperado de
file:///C:/Users/karen.KYC/Downloads/S113835931200069X_S300_es.pdf
Pinto. C. (2008). Terapia cognitivo conductual (TCC). Recuperado de
http://www.sepsiq.org/file/Royal/LA%20TERAPIA%20COGNITIVO-
CONDUCTUAL.pdf
Ramírez. M. (2009). Terapia cognitivo conductual. Recuperado de
https://psicoenfoque.wikispaces.com/Terapia+Cognitivo+Conductual