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Ensayo: Regionalización e integración de América Latina, el camino de la globalización.

Licenciatura en Economía

Turno Vespertino.

PROFESORA:

Aura Adriana López Velarde

ALUMNOS:

García Lupian José Carlos

Valencia Castañeda Karla Paola

Carrillo Santillán Osiris

** La globalización es un mito adecuado a un mundo sin ilusiones, pero es también un mito que
nos despoja de la esperanza.

HIRST y THOMPSON, Globalization in question.


Introducción:
El presente ensayo pretende dar cuenta del proceso de integración y transformación
económica que se ha venido expresando y constituyendo a mediados del siglo pasado. Con
el fin de la Segunda Guerra Mundial comienza un periodo de reconstrucción y auge para los
países involucrados, así como un proceso de desarrollo industrial para las economías
emergentes dentro de América Latina y el Caribe.
Los cambios durante el periodo pos-bélico fueron significativos para los países centrales y
los países periféricos, empezaba una etapa de cambios políticos, sociales y económicos que
impactaría a la mayoría de países, los gobiernos comenzarían a formar alianzas económicas,
regionales y bloques económicos. Los países ya industrializados tenían el objetivo de
controlar parte del mercado de los países latinoamericanos, la inversión extranjera directa
aumentaba constantemente, de su parte, las economías emergentes veían en esta situación
una opción para integrarse a la nueva economía internacional que iniciaba.
Sin embargo, la industrialización latinoamericana no llegaría como se esperaba,
prontamente surgieron problemas en la integración de economías regionales, los aranceles
de los lugares destino excluían los productos que venían de la periferia, la intervención del
Estado en forma de subsidios u cuotas eran necesarias, comenzarían las primeras crisis
petroleras en todo el mundo, el crecimiento del PIB en países de Latinoamérica comenzaría
a entorpecerse. Surgen entonces nuevas críticas a la teoría clásica del comercio
internacional, organismos como la CEPAL creados después de la guerra comenzaron a
visualizar los efectos negativos de este proceso.
Los tratados y acuerdos internacionales empiezan a aumentar con el fin de proteger sus
economías y hacerlas mayormente competitivas, se pondera la importancia de eliminar las
barreras comerciales para así poder formar un nuevo mercado mundial.
Las crisis petroleras y financieras comienzan a hacerse presente con mayor frecuencia, para
lo década de los 80s países como México comienzan a sentir los estragos del modelo
perseguido, el FMI apertura un nuevo sistema crediticio para aquellos países que son
incapaces de cumplir con sus obligaciones en lo referente al pago de deuda.
Comienza la era del neoliberalismo, que viene acompañado del fenómeno denominado
globalización, el cual tiene como elementos de descripción la progresiva integración
mundial de las economías y, en general, las sociedades, intensificación y ampliación de
despliegues empresariales y financiero-especulativos en búsqueda del máximo beneficio
definidos sobre horizontes estratégicos y operativos mundiales, progresiva liberalización y
desregulación de la actividad productiva, desdibujamiento de los perfiles culturales
nacionales acompañado de progresiva formación de una nueva cultura global. De esta
forma, la globalización podemos entenderla como un proceso histórico en donde las
economías diferenciadas de países, se enlazan para convertirse en una economía mundial.
Regionalización e integración de América Latina, el camino de la globalización.
El proceso de globalización en América Latina y en particular México, se dio después del
transcurso de un periodo de integración económica en diferentes regiones y países, con el
objetivo de lograr el desarrollo industrial que países centrales como EUA, Alemania y Japón
tenían. La regionalización económica hace referencia al método de vinculación de países,
sea que éstos formen parte de una región propiamente dicha o pertenezcan a regiones
diferentes. Dicha regionalización puede ser inducida por decisiones políticas, sus principales
objetivos es remover las barreras del comercio y promover la inversión entre un conjunto
de países.
El concepto regionalización económica ha venido transformándose continuamente a partir
de los años 50s, donde institutos y círculos académicos se han pronunciado en contra y a
favor del nuevo ámbito de integración y regionalización económica.
La regionalización en América Latina y el Caribe se dio en tres etapas, las cuales comenzaron
al terminar la Segunda Guerra Mundial.
La primera etapa, de 1950-1980 transcurrió en el marco del modo de acumulación fordista,
Europa y Japón habían concluido su reconstrucción en un lapso corto de tiempo, en EUA se
gozaba de tiempos de bienestar y apogeo, América Latina el Caribe y México tenían un
impulso productivo enfocado a las exportaciones, las cuales se veían limitadas por elevados
aranceles, lo cual impedía su acceso al mercado mundial y requerían de una amplia
intervención del Estado, en forma de subsidios, cuotas de importación, entre otros, con el
fin de proteger el flujo de exportaciones y seguir promoviendo la competitividad. Gran parte
de la inversión extranjera se realizó sin preocupación por su eficiencia, el propósito de la
inversión transnacional fue el dominio del mercado interno de los países grandes y del
regional de los países centroamericanos y andinos, la inversión internacional crecía a tasas
anuales elevadas. Durante los años 60s se establece un sistema internacional
profundamente discriminatorio de los países en desarrollo.
Al contexto internacional del periodo correspondió un modelo de integración regional
orientado hacia adentro, pues se tenía la idea de que la industrialización era el núcleo
dinamizador del desarrollo económico.
La regionalización económica tomaba cuerpo en tratados internacionales que perseguían el
objetivo de garantizar un desarrollo industrial equilibrado entre los países, al fin de evitar
la concentración de la capacidad productiva moderna en unos pocos de ellos solamente,
objetivo que la CEPAL había subrayado al sentar las bases del primer acuerdo
latinoamericano de integración, el Mercado Común Centroamericano.
En poco tiempo, los distintos esquemas de integración latinoamericana y del Caribe más
unos que otros, chocaron a los pocos años con la realidad, muchos acuerdos y tratados
fracasaron en su intento por lograr un desarrollo equilibrado. Aquellos países que estaban
dispuestos a integrarse económicamente, no contaban con la información necesaria acerca
de los recursos que contaban y sus capacidades de producción.
En el transcurso de estos 30 años, América Latina conoció grandes transformaciones
económicas y sociales, sin embargo, organismos como la CEPAL1 tenían propuestas
bastante controvertidas, acerca del modelo de integración y regionalización económica que
se tenía en marcha desde los años 50s.
Dada la estructura de las relaciones económicas internacionales, el progreso técnico siguió
la tendencia a concentrarse en los países industrializados, con lo cual se ampliaba la
desigualdad de la productividad y los salarios en la periferia, dando origen al deterioro
histórico de la relación factorial de intercambio. La CEPAL había descubierto las
consecuencias del modelo perseguido, era indispensable cerrar o impedir que se siguiera
profundizando la brecha de ingresos entre el centro, que concentraba el progreso técnico,
y la periferia explotadora de bienes primarios. En palabras de la CEPAL...
“El problema fundamental de América Latina reside en lograr una tasa satisfactoria de
crecimiento económico que le permita estrechar progresivamente las diferencias de ingreso
con los grandes centros industriales”2
Para llegar a este fin era necesario avanzar en el proceso de transformaciones económicas
y sociales creando una industria moderna que produjera para el mercado nacional y para
las exportaciones latinoamericanas incorporándoles productos industriales de creciente
contenido tecnológico.
La crítica de la teoría clásica del comercio internacional, fue sin duda una de las
contribuciones más importantes de la CEPAL.
La segunda etapa comenzó en 1980-1990, justo cuando se cerraba el ciclo de crecimiento
de la segunda posguerra, la cita con la globalización había comenzado en momentos de
inestabilidad política, económica y social. Este momento en la historia fue precedido por la
primera crisis económica de 1974 y 1975, América Latina se vio abocada a la necesidad de
realizar los ajustes necesarios para enfrentar la crisis, sin contraer la producción, el empleo
y los salarios gracias al alto grado de liquidez internacional y el moderado nivel de
endeudamiento de América Latina.
Los bancos facilitaron créditos sin preocuparse por el destino que se les daba ni la capacidad
de los deudores para amortizarla, la deuda externa de América Latina crecía
aceleradamente y en 1979 tuvo lugar la segunda crisis petrolera. En los países centrales la
inflación se había disparado, la aplicación intensiva de los instrumentos monetarios para
estabilizar la economía de Estados Unidos llevó las tasas de interés a un nivel sin precedente
histórico, la deuda para los países en desarrollo ya era impagable en la mayoría de casos. La

1
Comisión Económica para América Latina y el Caribe (1948)
2
Informe de la Secretaria Ejecutiva, en CEPAL, El Mercado Común Latinoamericano, Naciones Unidas, 1959.
banca internacional se lavó las manos y decidió por su cuenta que la situación era resultado
del comportamiento equivocado de los deudores. Se inaugura un nuevo régimen crediticio
impuesto por el FMI para la renegociación de deudas extranjeras. En el momento en que
América Latina se encuentra con la globalización el panorama lucía desalentador, existía
una creciente brecha comercial, tecnológica y financiera entre países desarrollados y sub-
desarrollados, se ahondo en la heterogeneidad productiva, y los frutos del progreso se
concentraron en países centrales.
El FMI emprendió en 1986 la tarea de reestructurar a aquellos países en banca rota
mediante una nueva modalidad crediticia: los préstamos de ajuste estructural. Su objetivo
era ajustar a los países a los imperativos del nuevo modo de acumulación del capitalismo.
En el corto plazo el fin perseguido era reducir el déficit fiscal y reducir el gasto público,
aplicar una estricta política monetaria antiinflacionaria, una tasa real de interés positiva y
un tipo de cambio real adecuado, en el mediano plazo era convertir a las exportaciones en
el motor de crecimiento económico; liberalizar el comercio exterior; promover el máximo
el uso del mercado con el fin de llegar a contar con una estructura de precios sin
distorsiones, con el fin de llegar a contar con una estructura de precios sin distorsiones, con
el mismo fin de reducir las regulaciones del Estado, en general el papel de éste en la
economía.
En el corto y mediano plazo, comienzan a exhibirse las deficiencias de estas políticas, las
estructuras productivas comienzan a desarticularse, no existe una perspectiva del largo
plazo, y se aplica estas medidas a todos los países. El FMI mantiene en pie su confianza en
que la ciencia económica es una sola, por lo cual en su aplicación no hace un reconocimiento
de las características heterogéneas de cada país.
El crecimiento económico fue notablemente inestable, coexistiendo la mala distribución del
ingreso, la criminalidad en aumento, la disminución del ingreso real en comparación con
años pasados y el aumento de la deuda externa son parte de las consecuencias del modelo
implementado.
La CEPAL ha visto con asombro la debilidad de sus resultados positivos, la glorificación de la
estabilidad macroeconómica ha pasado a un penumbroso segundo plano la deuda externa
latinoamericana, pero el interrogante sigue siendo la misma: América Latina sigue
transfiriendo a los países desarrollados para la prosperidad opulenta de éstos, recursos que
necesita para salir de su precariedad. Esta transferencia no tiene plazo, es indefinida
sencillamente porque la mayoría de deudas externas son impagables. América Latina entra
a la globalización y a la nueva etapa de integración mundial con un pasado lleno de
incertidumbre, los aspectos positivos, son minimizados por la desigualdad en el ingreso y
las reformas estructurales llegan a extremos socialmente desastrosos.3

3
Guerra Borges, Alfredo. Globalización e Integración Latinoamericana. Universidad Rafael Landívar. Siglo
XXI. Primera edición 2002.
La globalización ha llegado a ser una especie de atmósfera envolvente, la percepción de que
ésta existe responde a ciertos hechos que intuitivamente se perciben como elementos que
la constituyen, como la comunicación instantánea. La idea de que ya estamos en un mundo
interconectado tiene la sensación de hacernos pensar que las barreras geográficas dejaron
de existir.
Las facilidades de información han creado una creciente conciencia de que vivimos en un
mundo donde no será eternamente habitado, las acciones irresponsables en el
mantenimiento del medio ambiente y las pocas regulaciones eficaces a la actividad
económica que exprime los recursos, está amenazando al mundo entero, y no solo a los
países subdesarrollados, sino también a los países en pleno desarrollo industrial.
Para Cox y Gordon, “la globalización refleja menos el establecimiento de un nuevo régimen
internacional estable de la acumulación del capital que un aspecto de la decadencia de la
vieja estructura social de la acumulación”4
Se ha estudiado el fenómeno de la globalización a partir de sus efectos tanto en economías
emergentes como en economías desarrolladas. Pero para este año, las perspectivas son
distintas ya que se ven mayormente acompañadas de incertidumbre, en gran parte por el
proteccionismo por el que ha optado el gobierno estadounidense. La economía
desarrollada estadounidense, tiene un gran impacto en el comercio internacional.

De acuerdo con el informe de la CEPAL fundamentada con datos duros en su informe


“Estudio Económico de América Latina y el Caribe 2018”, prevé dinamismo en la economía
estadounidense y en economías emergentes mientras que las economías desarrolladas
experimentaran desaceleración.

El país que representa a las economías desarrolladas en este caso es Estados Unidos, en el
cual se aprobó un paquete fiscal en diciembre pasado con la intención de reducir su déficit
en la balanza comercial. Sin embargo, 2019 se espera que la tasa de crecimiento de los
Estados Unidos se modere debido al menor impacto del estímulo fiscal y a los efectos del
aumento esperado de las tasas de interés que se han experimentado durante el mandato
actual.

Se puede decir que la perspectiva para 2019 las economías desarrolladas se desacelerarían.
Con esto, a pesar de que en promedio las economías en desarrollo podrían crecer de forma
similar a este año (4,8%), el mundo en su conjunto crecería a una tasa más baja. En términos
de comercio mundial, la CEPAL indica que las economías asiáticas fueron las que más
contribuyeron seguidas de las economías europeas. Las economías latinoamericanas
también tienen un papel importante en este rubro aportando al crecimiento del comercio
durante el año 2017. No obstante, a partir de los primeros meses de 2018 se mostró un
decrecimiento, esto podría conllevar al final del año a un crecimiento menor al del año

4
Robert Cox y David Gordon, citados por Leo Panitch, Globalization and the State, México, Centro de
investigaciones interdisciplinarias en Humanidad, UNAM 1994. PP 20.
anterior en parte debiéndose por las fuertes tensiones arancelarias que se presentan en
este año. La incertidumbre que se señalaba toma lugar debido a que las reacciones de los
países ante los aranceles fijados son distintas en un panorama como el que se experimenta
en este momento.

Los países latinoamericanos que también se ven afectados debido a este proteccionismo
estadounidense son principalmente Brasil y Argentina cuando se habla de acero y de
aluminio, mientras que México gravó productos como el acero, el whisky y la carne de
cerdo. México es el país que más incertidumbre experimenta en torno al comercio ya que
las negociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) aún no
presentan desenlace alguno.

En términos de precios, los productos básicos son de vital importancia ya que dan lugar a
ajustes necesarios en la oferta y la demanda. En las perspectivas se prevé un aumento de
los precios de los minerales y de los energéticos, mismo aumento que comenzó a ser visible
desde el año 2017, el incremento de los precios en el petróleo se espera que sea de 30% a
finales del año 2018, mismo que se pronostica continúe acrecentándose. En el caso de los
metales y minerales, se espera un aumento promedio del 6% con respecto al precio
promedio de 2017.

Este proteccionismo que da lugar a efectos en el comercio mundial, también afecta


directamente a la volatilidad de los mercados financieros debido a temores de posibles
conflictos comerciales, esto conllevó a caídas en los mercados accionarios. También el
aumento de las tasas de interés en Estados Unidos provocó, inclusive, para el año 2019 se
tienen planeados tres aumentos más a las tasas de interés, lo que conllevaría a un
encarecimiento de los flujos financieros disponibles para las economías emergentes. Si esto
se acompañara de un aumento de la aversión al riesgo, podrían observarse limitaciones al
financiamiento disponible para los mercados emergentes, entre ellos los de América Latina,
a raíz de la potencial fuga hacia inversiones de alta calidad5.

Hacia un desarrollo sostenible en América Latina

La globalización ofrece oportunidades extraordinarias. Sin embargo, la marginación, la


pobreza agobiante y el daño ambiental generan peligros. Los más afectados son aquéllos
que tienen menos con qué empezar: los pueblos indígenas, las mujeres de países en vías de
desarrollo, los pobres de las zonas rurales, etc. (Robert B. Zoellick, 2017).

La visión del Grupo del Banco de México consiste en contribuir a una globalización
incluyente y sostenible, para superar la pobreza y aumentar el crecimiento cuidando el
medio ambiente. A partir de esta visión, surge la necesidad de crear la Agenda 2030 y los
Objetivos de Desarrollo Sostenible para América Latina y el Caribe, la cual establece una
transformación hacia la sostenibilidad económica, social y ambiental de los 193 países que

5
Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) 2018.
la conforman. Esta agenda incluye temas prioritarios para la región; como la erradicación
de la pobreza extrema, la reducción de la desigualdad en todas sus dimensiones, un
crecimiento económico inclusivo con trabajo decente para todos, ciudades sostenibles y
cambio climático, entre otros. Este gran acuerdo internacional, es un plan para alcanzar 17
objetivos globales a partir de 169 metas medibles con 231 indicadores.

Objetivos de Desarrollo Sostenible


Los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible son una herramienta de planificación y
seguimiento para los países, tanto a nivel nacional como local (CEPAL, 2016).

Poner fin a la pobreza en todas sus formas


Los índices de pobreza extrema se han reducido a la mitad desde 1990. Si bien se trata de
un logro notable, 1 de cada 5 personas de las regiones en desarrollo aún vive con menos de
1,25 dólares al día. Entre sus manifestaciones se incluyen el hambre y la malnutrición, el
acceso limitado a la educación y a otros servicios básicos, la discriminación y la falta de
participación en la adopción de decisiones.

Poner fin al hambre, mejorar la nutrición y promover la agricultura sostenible


Poner fin a todas las formas de malnutrición y abordar las necesidades de nutrición de las
adolescentes, las mujeres embarazadas y lactantes y las personas de edad.
Duplicar la productividad agrícola y los ingresos de los productores de alimentos en
pequeña escala.

Garantizar una vida sana y promover el bienestar de todos a todas las edades
Reducir la tasa mundial de mortalidad materna a menos de 70 por cada 100.000 nacidos
vivos

Garantizar una educación


Una educación de calidad es la base para mejorar la vida de las personas y el desarrollo
sostenible. Aumentar considerablemente la oferta de docentes calificados.

Lograr la igualdad de género


Las mujeres y las niñas siguen sufriendo discriminación y violencia en todos los lugares del
mundo. La igualdad entre los géneros no es solo un derecho humano fundamental, sino la
base necesaria para conseguir un mundo pacífico, próspero y sostenible.

Agua Limpia
Lograr el acceso universal y equitativo al agua potable a un precio asequible para todos.

Garantizar el acceso a una energía asequible


La energía sostenible es una oportunidad —que transforma vidas, economías y el planeta.

Promover el crecimiento económico sostenido, inclusivo y el empleo pleno


Crear las condiciones necesarias para que las personas accedan a empleos de calidad,
estimulando la economía sin dañar el medio ambiente.
Mantener el crecimiento del producto interno bruto de al menos el 7% anual en los países
menos adelantados.

Construir infraestructuras resilientes


Desarrollar infraestructuras fiables, sostenibles, resilientes y de calidad. Aumentar la
investigación científica y mejorar la capacidad tecnológica.

Conclusiones:

La evolución hacia una economía mundial integrada no ha sido lineal, ha conocido periodos
de integración y desintegración, ello encaminado por diversos factores, principalmente de
naturaleza económica. Sin embargo, siempre que la economía mundial se reestructura en
el sentido de su integración, los cambios han sido resultado de un proceso que involucra a
mercados, empresas y estados.

Después de lo escrito y estudiado hasta ahora, en nuestra opinión creemos que es posible
moderar el ritmo actual de la globalización, teniendo en cuenta intereses en lo económico,
social y cultural de los pueblos y naciones. Para conseguir un sesgo significativo del proceso
de globalización es preciso tener una clara idea de los objetivos en el mediano y largo plazo.

Necesitamos recordar que la idea de una sociedad superior, humana, justa y equitativa ha
estado presente en la utopía mundial por mucho tiempo, la mundialización a pesar de, está
dando origen a un sentimiento de solidaridad global y a la conciencia de que este planeta
está sufriendo las consecuencias de un sistema de reproducción del capital salvaje y voraz,
que está teniendo efectos claros en el cambio climático actual.

En los próximos años, podríamos ver que la acción de la sociedad civil puede influir sobre
las conductas gubernativas provocando cambios parciales en ellas, una condición
determinante de los cambios será el grado de organización y de motivación de la sociedad
civil. Estos cambios a nivel mundial podrían arrojar mejores expectativas y reformular
acuerdos que puedan inferir en las políticas macroeconómicas implementadas.
Bibliografía:

 Banco Mundial, Una globalización incluyente y sostenible, 2007, Robert B. Zoellick

 Comisión Económica para América Latina (CEPAL), Agenda 2030 y los Objetivos de
Desarrollo Sostenible, Una oportunidad para América Latina y el Caribe, 2016

 Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) 2018.

 Guerra Borges, Alfredo. Globalización e Integración Latinoamericana. Universidad


Rafael Landívar. Siglo XXI. Primera edición 2002.

 Informe de la Secretaria Ejecutiva, en CEPAL, El Mercado Común Latinoamericano,


Naciones Unidas, 1959.

 Robert Cox y David Gordon, citados por Leo Panitch, Globalization and the State,
México, Centro de investigaciones interdisciplinarias en Humanidad, UNAM 1994.
PP 20.

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