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PROYECTO DE TESIS DOCTORAL

“Dinámica de los florecimientos algales registrados en la bahía de Mazatlán


Sinaloa durante el periodo 1999-2016”

Presenta:

M. en C. Germán Vega Juárez

Directoras de tesis:

Dra. Rosalba Alonso Rodríguez

Co-directora de tesis:

Dra. Mercedes Marlenne Manzano Sarabia

Agosto de 2017
INTRODUCCIÓN.

Fitoplancton y proliferaciones algales

Las comunidades fitoplanctónicas varían en cuanto a su composición y


abundancia en función de factores abióticos como la variabilidad de la radiación
solar, la temperatura, la concentración de nutrientes, así como los procesos de
estratificación y mezcla (Smayda, 2002). Existen factores bióticos que pueden ser
importantes la variabilidad de la biomasa fitoplanctónica como el pastoreo,
interacciones intraespecíficas e interespecíficas como el parasitismo, competencia,
o la presencia de agentes patógenos o alelopáticos (Granéli & Turner, 2006). Estos
factores suelen mantener en bajas densidades celulares a las poblaciones que
integran las comunidades fitoplanctónicas, conservando las tasas de división celular
y por lo tanto regulando su abundancia (Ochoa et al., 2003). Sin embargo, cuando
las condiciones ambientales para el crecimiento del fitoplancton suelen ser
favorables, puede ocurrir que una o pocas especies aumenten su densidad
poblacional de tal manera que superen las tasas de mortandad, generando que
estas especies sean dominantes, teniendo como resultado proliferaciones algales,
que ocurren por varios días o semanas. Estos eventos también suelen denominarse
como proliferaciones algales, floraciones algales, afloramientos, hemotalasia o
mareas rojas (Ochoa et al., 2003).

Las proliferaciones algales nocivas son fenómenos naturales que ocurren en


las zonas costeras alrededor del mundo y tienen como característica el incremento
acelerado de la biomasa fitoplanctónica, así como la dominancia de algunas
especies y pueden generar importantes impactos en los ecosistemas costeros, en
las pesquerías y en la salud humana. El incremento en la concentración de las
microalgas puede ocasionar un cambio en la coloración del agua debido a los
pigmentos contenidos en las células conociéndose comúnmente como “marea roja”
(Anderson et al., 2002; Anderson, 2009; Anderson et al., 2012) . El término “marea
roja” es utilizado para describir el fenómeno oceánico de cambio en la tonalidad
superficial del mar en áreas delimitadas tanto en extensión como en profundidad,
generado por una proliferación excesiva de organismos planctónicos, llegando a
presentarse millones de células en un volumen definido de agua (106 cél L-1)
(Reguera, 2002), sin embargo, pueden presentarse efectos nocivos a bajas
concentraciones celulares (103 cél L-1) (Reguera et al., 2011). Los organismos que
generalmente producen estos incrementos en la biomasa fitoplanctónica o
“proliferaciones algales” (PA), dentro de los organismos formadores de eventos
nocivos se encuentran especies de los siguientes phyla: Bacillariophyta,
Dinoflagellata, Haptophyta, Raphidophyceae, Cyanobacteria y algunos grupos de
ciliados fotosintéticos; sin embargo, el término marea roja resulta inadecuado ya
que la coloración adquirida por el agua depende en gran medida del organismo
dominante, la cantidad en que se presentan y de los pigmentos accesorios con los
que cuentan (Ochoa et al., 2003).

Es posible clasificar a las proliferaciones algales en nocivas, tóxicas e


inocuas (Reguera, 2002). Las proliferaciones nocivas son ocasionadas por
microalgas que no generan toxinas como productos metabólicos, sin embargo,
pueden generar problemas en la dinámica de las poblaciones o comunidades
locales de invertebrados, peces, mamíferos o aves, al ocasionar cambios
importantes en las condiciones fisicoquímicas de los sistemas acuáticos, suscitando
condiciones de anoxia por alta biomasa o al decaer la abundancia, la alteración del
pH o formando especies reactivas al oxigeno que pueden dañar los tejidos que
integran los sistemas respiratorios en peces (Hallegraeff, 2010). Las proliferaciones
algales que producen eventos tóxicos son generadas por microalgas capaces de
producir toxinas que pueden ocasionar trastornos a la salud humana al consumir
moluscos bivalvos filtradores, que actúan como vector para la transferencia de las
toxinas que son bioacumuladas en sus tejidos. Las especies tóxicas pueden ser
causantes de intoxicación paralizante por consumo de mariscos (PSP), ocasionada
por las toxinas del grupo de las saxitoxinas (STX), la intoxicación neurotóxica por
consumo de mariscos (NSP) ocasionada por brevetoxinas (BTX), intoxicación
diarreica por consumo de mariscos (DSP) debida al ácido ocadaico (AO) y
dinofisistoxina (DTX), intoxicación amnésica por consumo de mariscos (ASP),
ocasionada por el ácido domoico (AD) y la ciguatera (CTX) causada por las
ciguatoxinas. Las proliferaciones inocuas son aquellas en las cuales no se producen
toxinas, o no presentan algún efecto nocivo en la dinámica del ecosistema.

Las “Proliferaciones Algales Nocivas” (PAN) se constituyen de una pequeña fracción


de las especies algales, que han sido estimadas entre 30,000 a más de 1,000,000
(Guiry, 2012) cabe resaltar que inicialmente se estimaban 5,000 especies de
fitoplancton (Sournia et al.,1991), de las cuales aproximadamente 300 especies,
pueden ocasionar cambio en la coloración del agua (Hallegraeff, 2003), de las
cuales 175 especies se han reportado como nocivas ya sea por la producción de
toxinas o por sus efectos sobre el ecosistema (Moestrup et al., 2009).

Sensores remotos

Los sensores remotos son herramientas que permiten caracterizar grandes


áreas con una alta resolución espacio-temporal a través de imágenes que brindan
información acerca de variables geofísicas y oceanográficas, tales como la
concentración de la clorofila-a presente en la capa superficial del mar dentro de la
región eufótica (Balch & Byrne, 1994), abarcando el 22% de la zona eufótica
superior (Kirk, 1994). La clorofila-a además de ser un indicador de la biomasa
fitoplanctónica puede ser usada en la modelación de la producción primaria, rastreo
de corrientes y plumas oceanográficas (Quezada-García et al., 2011)

El color del océano puede indicar la presencia de pigmentos fotosintéticos u


otras partículas suspendidas en la columna de agua, esto se debe a que cada uno
de los componentes que encuentran en el mar ya sea el fitoplancton, la materia
inorgánica, sustancias amarillas y el efecto de fondo, poseen un intervalo de
absorción de la luz que es específico dentro del espectro de luz visible
(Compagnucci, 2012). El término de “agua pura” se refiere a un medio en el que
solo se encuentran moléculas de agua y minerales disueltos, el agua pura suele
verse influenciada por las propiedades ópticas de los componentes anteriormente
mencionados. En el fitoplancton, además de los organismos propios dentro de este
grupo se puede incluir a otros organismos como los ciliados, al menos desde el
punto de vista de los sensores remotos. En cuanto al material inorgánico
suspendido, incluye aquellas partículas que no están incluidas dentro del
componente fitoplanctónico. Estas partículas están presentes en zonas costeras
poco profundas debido a los sedimentos que pueden suspenderse debido al oleaje
o las corrientes, regiones con influencia de ríos y estuarios, modificando las
propiedades ópticas del océano. Las sustancias amarillas corresponden a materia
orgánica disuelta que puede sufrir fotodegradación, están formadas por ácidos
húmicos y fúlvicos, los cuales pueden formarse por la degradación de fitoplancton
local o pueden ser transportadas a una localidad desde una fuente de origen
distante. El efecto de fondo hace referencia a la luz reflectada en el fondo de un
cuerpo de agua, cuando este es poco profundo y se presenta una elevada
transparencia, este efecto se ve influenciado por el tipo de sustancias presentes en
él agua y la composición del fondo (IOCCG, 2000).

Dependiendo del componente que presenta una mayor influencia en las


propiedades ópticas del agua se han generado dos divisiones para su estudio, agua
caso 1 y caso 2( Morel & Prieur, 1977; Gordon & Morel, 1983;). Las aguas caso 1
son aquellas en las que el fitoplancton tiene un papel principal en la variación óptica
del agua, mientras que las aguas caso 2 se refieren a aquellas que muestran una
influencia no solo dada por el fitoplancton, sino también de otras sustancias como
las partículas disueltas y las sustancias amarillas. Esta clasificación es importante
ya que permite tomar un punto de vista para la modelación y la interpretación de
datos ópticos ya que en las aguas caso 1 se puede modelar directamente como una
función de la concentración de clorofila-a en una relación entre las propiedades
ópticas, la longitud de onda y la concentración de pigmento las cuales representan
solo una pequeña fracción de los posibles casos, mientras que en las aguas caso 2
es necesario considerar los cuatro componentes, el fitoplancton, las sustancias
suspendidas, las sustancias amarillas y el efecto del fondo, esto aplicaría para todo
caso en el cual el factor dominante de la óptica oceánica y no solo la concentración
de clorofila-a. Las zonas costeras, son un ejemplo de aguas caso 2, ya que existe
una fuerte influencia de las actividades humanas que pueden contribuir con
sustancias a través de los ríos pudiendo estimular la productividad de una región
(Compagnucci, 2012).
La composición de pigmentos que están presentes en el agua puede cambiar de
acuerdo con la estructura de una comunidad fitoplanctónica y del estado fisiológico
de las células. Comparando con el agua pura, las proliferaciones algales tienen
características espectrales que son distintivas, con bandas de absorción entre los
500 y 675 nm, con picos de reflectancia entre 550 y 770 nm y un pico de
fluorescencia a los 683 nm (Shen et al., 2012). Las diferentes especies que son
formadoras de proliferaciones algales tienen diferentes firmas espectrales que son
distintivas, de acuerdo con Zhao et al. (2010). Existen tres tipos de firmas
espectrales para la mayoría de las especies formadoras de PAN, un máximo único
que se caracteriza por un valor elevado de reflectancia entre los 680-750 nm, en
proliferaciones formadas por Heterosigma akashiwo y Tripos furca. El segundo tipo
que se constituye por máximos dobles alcanzan un valor de reflectancia próxima a
los 700 nm y un máximo menor a los 800 nm, tales como las proliferaciones
formadas por especies del género Gymnodinium spp. y Pyramimonas spp. Estos
autores identifican un tercer tipo espectral con un solo máximo que abarca desde
los 680 a los 900 nm, e.g. Platymonas spp., Cylindrotheca closterium y Chlorella
spp.

ANTECEDENTES

En las últimas dos décadas, se ha observado un aumento en el registro de


proliferaciones algales tanto en el Pacífico mexicano, Golfo de México y Caribe, lo
cual puede deberse al incremento de los investigadores interesados en el tema en
las diferentes regiones del país; sin embargo, este incremento también puede
deberse a un aumento en la descarga de nutrientes que pueden propiciar
condiciones eutróficas relacionadas con las actividades antropogénicas, lo cual
puede generar las condiciones óptimas para el desarrollo de ciertos grupos
fitoplanctónicos que pueden ocasionar proliferaciones algales nocivas (Band-
Schmidt et al., 2011)

En la bahía de Mazatlán el primer registro de una proliferación algal nociva


fue realizado por Mee et al. (1986), el cual fue un evento relacionado a un proceso
de surgencia, el organismo responsable del evento fue el dinoflagelado atecado
Gymnodinium catenatum en abril de 1979, este evento causó la muerte de 3
personas y muerte masiva de peces

De acuerdo con Cortés-Altamirano et al. (2014) el ciliado mixótrofo obligado


Mesodinium rubrum (Kim et al., 2017) es un organismo que ha tenido una alta
frecuencia como causante de la mayoría de las proliferaciones algales registradas
en Mazatlán desde 1979. Cabe mencionar que los eventos ocasionados por este
ciliado se consideran benéficos debido a su contribución de carbono al sistema, así
como su papel de indicador ecológico de áreas altamente productivas (Gárate-
Lizarraga et al., 2002). De igual manera Cortés-Altamirano et al. (2014) mencionan
que el segundo organismo productor de proliferaciones algales en la región de
Mazatlán de acuerdo a su frecuencia es Gymnodinium catenatum el cual puede
producir saxitoxina y neosaxitoxina, que son toxinas responsables de PSP
(Hernández-Sandoval et al., 2009), se ha reportado que esta especie ha causado
mortandad de camarón en su fase larvaria y adulta tanto en sistemas de cultivo
como en condiciones silvestres en el noroeste de México (Alonso-Rodríguez &
Páez-Osuna, 2003)

En la bahía de Mazatlán se han presentado varias especies con una alta


frecuencia de presencia en eventos de proliferaciones algales de acuerdo con las
observaciones realizadas en el área desde 1979 hasta la fecha por parte de
investigadores pertenecientes al Instituto de Ciencias del Mar y Limnología (ICMyL)
de la UNAM ( Cortés-Altamirano & Núñez-Pastén, 1992; Cortés-Altamirano et al.,
1995; Cortés-Altamirano et al., 2002; Alonso-Rodríguez & Páez-Osuna, 2003;
Alonso-Rodríguez, 2004; Alonso-Rodríguez et al., 2004; Cortés-Altamirano &
Sierra-Beltran, 2008; Cortés-Lara et al., 2012; Cortés-Altamirano et al., 2014;),
dentro de las cuales destacan las siguientes especies:

Akashiwo sanguinea. Es una especie perteneciente al grupo de los dinoflagelado, y


cuyas proliferaciones han ocasionado disminución de oxígeno y daño a especies de
importancia pesquera en algunas regiones de la costa norte del Pacífico mexicano
(Gárate-Lizárraga et al., 2008; Núñez-Vázquez et al., 2011).
Tripos balechii o Tripos dens .- Se han registrado proliferaciones de esta especie
en la zona costera de la región sur de Sinaloa, siendo registrada durante eventos
relacionados con la mortandad masiva de nauplios y postlarvas de camarón
(Alonso-Rodríguez & Páez-Osuna, 2003).

Tripos furca.- Este dinoflagelado ha sido relacionado con proliferaciones algales en


las cuales se ha registrado mortandad de peces en sistemas de cultivo debido a la
presencia de altas concentraciones de amonio (Orellana-Cepeda et al., 2004).

Cochlodinium polykrikoides.- Ha formado proliferaciones en la costa de Nayarit,


Jalisco, Baja California Sur y Guerrero, provocando mortandad de peces, debido a
que produce ictiotoxinas que generan un exceso en la producción de mucus, el cual
puede obstruir las branquias de los peces, además de producir compuestos
químicos que se consideran especies reactivas al oxígeno, las cuales generan
radicales que afectan la capacidad de asimilación del oxígeno por parte de los
tejidos de los organismos (Dorantes-Aranda et al., 2010; Gárate Lizárraga et al.,
2011; Núñez-Vázquez et al., 2011).

Noctiluca scintillans.- Esta especie ha generado proliferaciones algales que han sido
relacionadas con la muerte de nudibranquios en algunas regiones de Baja California
Sur, lo cual puede relacionarse con las altas concentraciones de amonio que se
acumula en sus vacuolas; sin embargo, este organismo no ha presentado efectos
sobre otros organismos (Gárate-Lizárraga et al., 2001; Núñez-Vázquez et al., 2011).

Peridinium quinquecorne.- Las proliferaciones causadas por este organismo han


sido registradas en algunas regiones del Pacifico mexicano como en Mazatlán,
Sinaloa (Cortés-Altamirano et al., 2002) y en Ensenada de la Paz, en el Golfo de
California (Gárate-Lizárraga & Muñetón-Gómez, 2008) donde han sido reportadas
como inocuas.

Prorocentrum balticum, P. donghaiense y P. triestinum.- Las proliferaciones de estos


organismos han sido inocuas en la bahía de Mazatlán, sin embargo, varias especies
de Prorocentrum han estado relacionadas con intoxicación humana, mortandad de
peces y tortugas marinas en el Pacífico mexicano (Okolodkov & Garate-Lizárraga,
2006; Núñez-Vázquez et al., 2011).

Pentapharsodinium trachodium.- Ha sido registrado como Scrippsiella trochoidea


formando proliferaciones en la región, sin embargo no ha presentado algún efecto
adverso sobre la salud o el ecosistema (Cortés-Altamirano et al., 2014).

Pseudonitzschia pseudodelicatissima.- Es una especie de diatomea que ha sido


registrada formando proliferaciones algales en Mazatlán. Varias especies
pertenecientes al género Pseudonitzschia spp. han generado proliferaciones en
Baja California Sur, así como en el Alto Golfo de California. Estos eventos se han
asociado a mortandad de aves, peces y mamíferos marinos. Las especies de este
género pueden producir ácido domoico, responsable de la intoxicación amnésica
por consumo de mariscos ASP (Sierra-Beltrán et al., 2005; García-Mendoza et al.,
2009).

Chattonella marina y C. ovata.- Estas especies han sido relacionadas a eventos de


proliferaciones algales nocivas en Sinaloa, en los cuales se ha registrado mortandad
de peces debido a ictiotoxinas (Cortés-Altamirano et al., 2006).

El estudio de las proliferaciones algales mediante el uso de sensores remotos


inicia con las investigaciones de Murphy et al. (1975), quienes documentaron una
proliferación algal producida por el dinoflagelado Gymnodinium breve (Karenia
brevis) en la costa suroeste de Florida.

El primer sensor remoto con aplicaciones de color del océano fue el


denominado Coastal Zone Color Scanner (CZCS), el cual inició operaciones en
1978 y estuvo activo hasta 1986. Este sensor contaba con seis bandas espectrales
(443 nm, 520 nm, 550 nm, 670 nm, 750 nm y 11.5 μm) de las cuales cinco se
encontraban en el espectro característico de las PAN para la cuantificación de la
concentración de pigmentos fitoplanctónicos (Steidinger & Haddad, 1981; Stumpf et
al., 2003).
El sensor denominado radiómetro avanzado de muy alta resolución o AVHRR
fue lanzado inicialmente en 1978 en el satélite de TIROS, con cuatro bandas, en
1981 se relanzo el sensor AVHRR / 2 a bordo del satélite NOAA-7 con cinco bandas
(0.6, 0.9, 3.5, 11 y 12 µm ) (Jensen, 2000). Los datos de la serie AVHRR se han
explorado para el estudio de grandes áreas donde se registraron proliferaciones
algales, así como para el análisis de las variaciones en la temperatura superficial
del mar, permitiendo investigar la dinámica de las masas de agua asociadas a las
PAN. El sensor AVHRR puede utilizarse para la detección de PAN a gran escala,
sin embargo, es incapaz de discriminar especies fitoplanctónicas específicas dentro
de las PAN (Stumpf & Tyler, 1988; Stumpf et al., 2003).

Posteriormente, se lanza el sensor SeaWiFS en 1997, estando activo hasta


el 2010 con una rutina más poderosa para la investigación de la dinámica espacio-
temporal de la clorofila-a mediante cuatro bandas espectrales adicionales (412 nm,
490 nm, 765 nm y 865 nm). Este sensor fue considerado eficiente para la
identificación de PAN, al generar imágenes diarias que permitieron la detección en
tiempo real de PAN de vida corta (Jensen, 2000). SeaWiFS fue una herramienta
importante para el monitoreo de Karenia brevis en la región norte del Golfo de
México, mientras que en otras regiones del mundo se ha explorado el potencial de
este sensor para el estudio de proliferaciones causadas por Gymnodinium
catenatum (Shen et al., 2012).

En 1999 se lanzó la tercera generación de sensores para observaciones


oceánicas con el sensor MODIS (Moderate-Resolution Imaging Spectroradiometer)
a bordo del satélite Terra en 1999 y el satélite Aqua en 2002. MODIS provee
imágenes diarias de 36 bandas a tres resoluciones espaciales. Estos sensores
poseen una banda de fluorescencia especialmente diseñada (676 nm) para la
detección de proliferaciones algales (Jensen, 2000). El sensor MODIS permite
estimar la producción primaria para proliferaciones algales incluyendo parámetros
como la concentración de clorofila, temperatura superficial del mar, la radiación
fotosintéticamente activa y el coeficiente diario de difusión y atenuación (Shen et al.,
2012).
El sensor OCM (Ocean Color Monitor) fue lanzado en el satélite IRS-P4
(Oceansat) en 1999, completando su misión en 2000. Se diseñó específicamente
para la observación oceánica incluyendo distribución de clorofila y PAN, contando
con ocho canales espectrales (404-882 nm). Por otra parte, en 2009 se lanzó el
sensor OCM-2 en el satélite Oceansat-2 en 2009 (ISRO, 2017). Las imágenes de
OCM pueden aplicarse a la detección general de HAB. El sensor OCM ha sido
usado para la detección de PAN causadas por dinoflagelados en las aguas costeras
de la India explorando imágenes OCM basadas en el algoritmo OC2, mostrando
una buena correlación con los datos in situ. La resolución espacial de las imágenes
del sensor OCM es superior a SeaWiFS y MODIS, sin embargo, no tiene la
capacidad de identificación exacta de la especie formadora de la PAN debido a la
falta de una banda de fluorescencia específica (Sarangi & Mohammed, 2011).

En 2002 se lanzó el sensor MERIS a bordo del satélite Envisat-1 por la


Agencia Espacial Europea (ESA). Este sensor posee 15 bandas espectrales (350-
1040 nm) con 300 metros de resolución de pixel. En comparación con el sensor
MODIS, las bandas de fluorescencia de MERIS (681 nm y 709 nm) son más
cercanas a los máximos de clorofila, por lo tanto es más adecuado para la detección
de PAN, ya que permite extraer 78% de la información de fluorescencia, mientras
que MODIS puede extraer el 57% (Gower et al., 2004). Este sensor ha sido probado
para la identificación de proliferaciones causadas por cianobacterias y otros géneros
como Dicrateria zhanjiangensis, Pyramimonas sp. y Cylindrotheca closterium. La
resolución del sensor MERIS es superior a los sensores SeaWiFS y MODIS lo que
permite una detección más precisa de PAN en un área menor a 1.000 km 2 (Koponen
et al., 2007).

Dentro de los trabajos realizados con sensores remotos en la región norte del
Pacífico mexicano, estos se han enfocado principalmente al Golfo de California y el
noroeste del Pacífico. Cervantes-Duarte et al. (2000) estimaron la profundidad de la
zona eufótica mediante un algoritmo que usa el coeficiente de atenuación difusa
considerando la concentración de células fitoplanctónicas. Cervantes-Duarte et al.
(2004) evaluaron mediante sensores remotos los valores de clorofila y material
suspendido en Bahía de la Paz encontrando que altas correlaciones entre las
mediciones radiométricas y las concentraciones de clorofila y material suspendido.
Millán-Núñez & Millán-Núñez (2010) presentaron datos de variabilidad espacio
temporal de la absorción de la luz por parte del fitoplancton en la región sur de la
corriente de california. Sosa-Ávalos et al. (2005) evaluaron el efecto de los vientos
en Baja California y su relación con los coeficientes de absorción del fitoplancton,
detritos y material particulado. Macías-Carballo (2010) determinó el coeficiente de
absorción por parte del fitoplancton, observando un gradiente de absorción del
océano hacia la zona costera, caracterizando cinco provincias fitogeográficas.

En la región de Sinaloa existen pocos trabajos relacionados con el


fitoplancton estudiado mediante sensores remotos. Aguirre Gómez et al. (2012)
evalúan la evolución de una PAN ocurrida en la bahía de Mazatlán en 1996,
mediante la temperatura superficial del mar obtenida por sensores remotos. Alonso-
Rodríguez (2004) presenta datos de la temperatura superficial del mar como parte
del análisis de las condiciones ambientales que determinan la proliferación de
dinoflagelados en la bahía de Mazatlán. Valencia-Martínez (2013) usa imágenes de
satélite de clorofila y la temperatura superficial del mar caracterizando la ocurrencia
de surgencias costeras.

JUSTIFICACIÓN

La ocurrencia de los eventos de proliferaciones algales nocivas ha


incrementado su frecuencia en los últimos años y debido la importancia que éstos
tienen en función de sus efectos sobre la productividad primaria, los ecosistemas,
las actividades económicas y la salud humana, es que resulta importante el análisis
de su variabilidad espacial y temporal, mediante técnicas de percepción remota, a
través de las cuales es posible monitorear su dinámica espacio-temporal. Es posible
evaluar sus efectos mediante la biomasa fitoplanctónica generada durante los
eventos de PAN, la cual puede modificar la coloración superficial del mar facilitando
su detección permitiendo evaluar mediante sensores remotos este fenómeno tanto
en zonas costeras como en oceánicas.
El estudio de la temperatura superficial del mar mediante sensores remotos
permitirá identificar la ocurrencia y duración de procesos como corrientes o
surgencias, relacionadas con los eventos de PAN registrados durante 17 años en la
bahía de Mazatlán, esto aunado al análisis de la clorofila y productividad primaria
permitirá complementar los datos obtenidos in situ enriqueciendo el monitoreo que
ha sido realizado manera constante de la región.

El conocer la evolución histórica y dinámica de la ocurrencia de PAN a través de


sensores remotos permitirá coadyuvar en la toma de decisiones por parte de las
autoridades sanitarias responsables de la extracción y consumo de productos que
puedan estar contaminados con toxinas, particularmente sobre la veda oportuna,
mientras que en el caso de los productores, conocer la tendencia de la ocurrencia
de la proliferaciones para tomar las medidas precautorias necesarias en las zonas
de extracción del recurso susceptibles a efectos nocivos.

PREGUNTAS DE INVESTIGACIÓN E HIPÓTESIS

Preguntas de Investigación

¿Cómo es la variabilidad de la temperatura satelital y la clorofila previamente,


durante y después del registro de las proliferaciones algales en la bahía de Mazatlán
entre los años 1999 a 2016?

¿Cuáles son las condiciones oceanográficas que explican la dinámica de las


proliferaciones algales en la bahía de Mazatlán?

¿Es posible que en función de los datos obtenidos mediante sensores remotos se
pueda observar una tendencia que permita explicar, la ocurrencia, duración y área
de influencia de las proliferaciones algales, y usar esta tendencia como una
herramienta predictiva para futuras proliferaciones?

Hipótesis
A través del conocimiento sobre la variabilidad de la clorofila y la temperatura
superficial del mar, antes, durante y después de cada evento de proliferación algal,
será posible definir su dinámica en la bahía de Mazatlán, Sinaloa

OBJETIVOS

Objetivo general

Caracterizar la dinámica espacio-temporal de las proliferaciones algales nocivas


registradas en la Bahía de Mazatlán durante un periodo de 18 años (1999 a 2016)
mediante el análisis de los datos de temperatura y fluorescencia obtenidos a partir
del análisis de imágenes generadas por sensores remotos.

Objetivos específicos

1. Determinar la variabilidad de la temperatura y clorofila superficial del mar en


fechas previas, durante y posteriores a eventos de proliferaciones algales, así como
su extensión en la bahía de Mazatlán a partir de la información obtenida de sensores
remotos.

2. Comparar la información obtenida de los sensores remotos con la medición de la


concentración de clorofila a en laboratorio y la temperatura in situ durante el período
de estudio.

3. Determinar qué condiciones oceanográficas explican la dinámica de las


proliferaciones algales en la bahía de Mazatlán.

4. Determinar la tendencia que permita explicar, la ocurrencia, duración y extensión


de las proliferaciones algales, para ser usada como una herramienta predictiva de
futuros eventos.

Área de estudio

La bahía de Mazatlán se encuentra en la región noroeste de México, en la


zona costera del Pacífico tropical mexicano correspondiente al Estado de Sinaloa.
Se encuentra ubicada entre 106°29’24’’ y 106°23’36’’ de longitud oeste y 23°08’48’’
y 23°16’00’’ de latitud norte, en el margen sureste del Golfo de California. Las
dimensiones de la bahía tomando como referencia la isobata de 18 m muestra que
posee una profundidad media de 12 m, un área de 35 km2 y una longitud de 17 km
desde Isla Pájaros hasta el Cerro del Crestón (Alonso-Rodríguez, 2004).

La bahía de Mazatlán es un ecosistema abierto, somero, con características


subtropicales con una predominancia de condiciones eutróficas (Alonso-Rodríguez
et al., 2000). Presenta una circulación dominada por diferentes procesos
oceanográficos convirtiéndola en una zona altamente dinámica, y que muestra
influencia de las corrientes de California, corriente del Golfo de California y corriente
del Pacífico (Aguirre Gómez et al., 2012), lo que le confiere una compleja estructura
termohalina. Durante el periodo invernal la región presenta influencia de vientos que
tienen efecto en la formación de procesos de surgencia (Santamaría-del-Angel et
al., 1994).

MATERIALES Y MÉTODOS

Los datos acerca de las proliferaciones algales nocivas ocurridas en la bahía


de Mazatlán, respecto a las fechas de registro, duración, dominancia o codominacia
de las especies, así como su abundancia, serán obtenidos de los proyectos
institucionales de la Universidad Nacional Autónoma de México (Unidad Académica
Mazatlán) “Mareas rojas en la bahía de Mazatlán y áreas aledañas” y “Biotoxinas
marinas y sus efectos sobre organismos” los cuales han mantenido un monitoreo
constante en la bahía de manera mensual desde 1979 hasta la fecha, de acuerdo
con Cortés-Altamirano et al. (2014) y Alonso-Rodríguez (comunicación personal),
quien indica que dichos muestreos se realizaron a 1 metro de profundidad, donde
la densidad de la población ocasionaba discoloracíon superficial del mar debido a
los pigmentos contenidos en las células fitoplanctónicas, identificando
posteriormente las especies presentes mediante la literatura especializada.

Las imágenes de clorofila y temperatura superficial satelital para las zonas de


estudio serán obtenidas a través del sitio web de la NASA
http://oceancolor.gsfc.nasa.gov/cgi/browse.pl?sen=am. Se obtendrán imágenes de
la fecha en que se registraron las proliferaciones algales, compuestos diarios,
semanales y mensuales próximos a la fecha del registro de las PAN en la bahía de
Mazatlán, principalmente a través de los sensores MODIS-Aqua y MODIS-Terra,
así como por el sensor MERIS-RR (Medium Resolution Imaging Spectrometer) para
la obtención de datos que permitan determinar la concentración de clorofila, y la
temperatura superficial del mar. El procesamiento de imágenes nivel L2, se llevará
a cabo mediante el software SEADAS 7.2 y Windows Image Manager. El
procesamiento dentro del software incluirá la visualización de datos, el cálculo de la
concentración de clorofila y la temperatura superficial del mar, así como el análisis
estadístico para la evaluación de la serie de tiempo de 18 años propuesta en este
proyecto. Se propone emplear algoritmos que permitan obtener una mayor
información acerca de las imágenes adquiridas, por lo que se propone la
comparación entre diferentes algoritmos probados por diferentes autores, los
algoritmos sujetos a análisis serán: Red Tide Index (RI) (Ahn & Shanmugam, 2006),
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