Beruflich Dokumente
Kultur Dokumente
Entre 1940 y 1942, la escuela asciende al rango de “Escuela Quinta N°29”, porque
se incorpora al plan de estudio la enseñanza de la agricultura. En el año 1981, la
escuela pasa a llamarse Gabriel Benavente. Durante el año 2000 se reconstruye
este establecimiento en un terreno comprado por el MINEDUC. Ubicado al frente de
la Plaza de la comunidad.
El grupo de personas que se trabajara serán; director, jefa técnica, coordinador PIE,
docentes y asistentes de la educación del establecimiento, estos presentan edades
entre los 25 años y los 62 años. El 20 % son hombres y 80% mujeres.
Las personas a cargo de la intervención serán destinadas por la ATE. Que fue
contratada con recursos SEP.
Fundamentación de la intervención:
Por lo que es relevante esta intervención tanto para mejorar los resultados del
proyecto educativo como el clima del equipo, para no perder los objetivos.
El Liderazgo en la Escuela
Para Leilhwood los lideres efectivos “son aquellos que logran movilizar las
condiciones de los docentes e impactar en los aprendizajes”. Por lo que estos
líderes serian exitosos aquellos que a través de sus habilidades ya sean innatas o
aprendidas son capaces de motivar, persuadir y lograr llevar a cabo un proyecto
educativo efectivo.
Michael Fullan (2005) señala que; en una organización caracterizada por un
desempeño efectivo, hay un aprendizaje continuo de los miembros. Este
aprendizaje puede consistir en identificar y corregir errores que se cometen
habitualmente o en descubrir nuevas maneras de hacer el trabajo.
El rol del líder consiste más en prácticas que faciliten la formación continua y
contextualizada de los docentes para potenciar aquellas capacidades y habilidades
de los docentes de la escuela que son necesarias para movilizar de una manera
productiva hacia la realización de las metas comunes que son los aprendizajes de
los alumnos(as).
El liderazgo pedagógico, desempeña un liderazgo con un rol altamente significativo
en el desarrollo de cambios en las prácticas docentes, en la calidad de estas, y en
el impacto que presentan sobre la calidad del aprendizaje de los alumnos.
Por lo tanto, un buen liderazgo educativo es el ejercicio a través de la interacción
con los actores educativos, como consecuencia entre la visión, el poder y el saber
el director y el docente demostraran su buen liderazgo a medida que logren
soluciones efectivas y equitativas a los problemas propios de su quehacer.
Por otro lado, como dicen Stoll y Temperley (2009): Los líderes escolares sólo
pueden influir en los resultados de los estudiantes si cuentan con autonomía
suficiente para tomar decisiones importantes acerca del currículum y la selección y
formación de maestros; además, sus principales áreas de responsabilidad deberán
concentrarse en mejorar el aprendizaje de los alumnos. Los países optan cada vez
más por la toma de decisiones descentralizada y por equilibrar ésta con una mayor
centralización de los regímenes de rendición de cuentas, como las pruebas
estandarizadas (p. 13).
Asimismo, los líderes deben actuar con autonomía tanto para modificar el
currículum, la selección del personal con el cual desea desarrollar su proyecto
educativo, que este cumpla con el perfil y las competencias requeridas. Ya que en
la mayoría de los casos los lideres educativos no tienen ninguna inferencia en el
capital humano con el cual deben lograr aprendizajes significativos.
Liderazgo Afiliativo:
Por otro lado, según Piqueras, 2016 señala que “las personas son lo primero”,
valorando a los individuos y a sus emociones, dejando de lado las metas. Este tipo
de líder prefiere mantener contento a sus empleados, creando armonía,
construyendo vínculos afectivos, también las personas que se agradan más hablan
entre ellas y comparten ideas, promoviendo la flexibilidad, teniendo más confianza,
aumentándoles libertades para hacer que el líder pueda hacer su trabajo de una
manera más eficaz. Además, este líder le entrega sentido al reconocimiento y la
recompensa por un trabajo bien hecho, ofreciendo un amplio feedback positivo.
El texto es una excelente guía, cuyo contenido intenta formar una especie de perfil
general del directivo, el cual debe contar con competencias y practicas necesarias
para ser parte de la dirección del establecimiento, donde dicho director debe ser un
ente integral con capacidad de decisión, ya que es en esas circunstancias donde el
liderazgo se pone a prueba sobre todo en un establecimiento educativo, donde
existen diversidad de situaciones y personalidades, por lo tanto, el liderazgo debe
poseer una adaptabilidad, de modo que sea eficiente y eficaz en diversos contextos
educativos. Las dimensiones y los recursos mencionados en el MBD& LE
representan una perfecta síntesis de este texto, abarcando la dirección como un
todo, sin dejar de lado ninguno de los saberes (el saber, saber hacer y saber ser),
pretendiendo que el directivo sea un individuo integral dentro del cargo.
Para que este liderazgo se lleve a cabo el líder debe cumplir con una serie de
características según Cifuentes 2006; La primera es la capacidad para explicar la
visión a los otros. El líder necesita poner en claro la visión en términos de las
acciones y objetivos requeridos mediante una clara comunicación oral y escrita. La
mejor visión probablemente será poco eficaz si el líder no es tan fuerte comunicador.
La segunda habilidad necesaria consiste en ser capaz de expresar la visión no solo
verbalmente sino a través del comportamiento del líder. Esto requiere comportarse
en formas que continuamente transmitan y refuercen la visión. La tercera habilidad
es ser capaz de extender la visión a diferentes contextos de liderazgo. Ésta es la
capacidad de secuenciar las actividades para que la visión pueda ser aplicada en
una variedad de situaciones, es decir la visión tiene que ser tan significativa para un
departamento como para otro.
Robert Fritz (1996) dice que las organizaciones avanzan cuando una visión clara,
comprendida ampliamente, crea una tensión entre lo real y lo ideal, empujando a
las personas a trabajar juntas para reducir la distancia entre ambos.
Siguiendo las visiones expuestas con anterioridad es que se deja en claro que el
liderazgo visionario genera un clima optimista y comprometido.
El Objetivo General de la intervención:
Objetivos Específicos:
Queremos lograr:
Trabajo en equipo.
Actividades extra programáticas laborales (mateadas, risoterapia, baile
entretenido, karaoke, etc.).
Análisis protocolos del establecimiento:( Permisos, licencias, atrasos, etc.).
Seguimiento de psicóloga. (si se requiere).
Reorganización de actividades laborales.
Creación de metas
Estructura de la intervención:
respeto, etc.
• Trabajos en equipos.
• Actividades extra programáticas laborales (mateadas, risoterapia, baile
entretenido, karaoke, etc.).
• Análisis protocolos del establecimiento:( Permisos, licencias, atrasos, etc ).
• Seguimiento de psicóloga. (si se requiere).
• Reorganización de actividades laborales.
• Creación de metas.
• Tiempo duración: 6 meses.
Método de evaluación: