Sie sind auf Seite 1von 2

Degradacion paisajística

Siendo el paisaje un concepto integrador que aglutina las características visuales del medio físico y del medio biótico,
participa, de hecho, de los mismos riesgos de alteración y degradación de éstos.

Los factores de alteración del medio físico y biótico inciden de forma directa o indirecta en la degradación del paisaje
cuyos efectos e importancia vienen determinados por la magnitud de las intervenciones y la fragilidad y reversibilidad de
éste.

Por otra parte la concepción del paisaje como recurso ha sufrido una intensa manipulación, con graves repercusiones en
el litoral, que ha reducido su sentido a contenidos puramente estéticos, apoyados en los cuales se han llevado a cabo
intervenciones de gran magnitud, cuyas consecuencias más inmediatas han supuesto, en numerosos casos, la pérdida de
las características visuales que justificaron la intervención. En este sentido el desarrollo turístico incontrolado se ha
convertido en el principal factor de degradación del paisaje.

Los agentes antrópicos, directamente implicados en la transformación del paisaje, presentan características diferentes
según los distintos tipos paisajísticos sobre los que actúen.

Así en los paisajes serranos las modificaciones vienen inducidas principalmente por las transformaciones de la cubierta
vegetal, que pueden alcanzar notables extensiones. Entre éstas las de mayor incidencia, por el tipo de transformación y
la extensión a la que afectan, están constituidas por la introducción de cultivos maderables de pinos y eucaliptos.

Estas prácticas forestales han modificado, a veces profundamente, las características paisajísticas de las sierras mediante
la introducción de especies exóticas, mal adaptadas, que conllevan intensas operaciones previas consistentes
principalmente en desbroces y aterrazamientos, cuyos efectos se manifiestan en cambios, en numerosas ocasiones
irreversibles, de la configuración de la cubierta vegetal y la estructura del suelo. Estas operaciones suelen traer consigo la
pérdida de la capacidad del ecosistema de retorno a su situación inicial.

En otras ocasiones las labores agrícolas inadecuadas han propiciado la aparición de procesos erosivos que afectan a
extensas superficies forestales.

La excesiva carga ganadera que muchas áreas forestales soportan han promovido una sustitución, gradual, de las especies
constitutivas del bosque mediterráneo, y una simplificación del mismo.

Otro tipo de intervenciones, de gran incidencia visual en los espacios serranos, son debidas a las actividades extractivas -
minería y canteras- que, si bien afectan a extensiones puntuales, el fuerte contraste que introducen les confieren una
incidencia visual de primer orden.

En conjunto, sin embargo, los complejos serranos mantienen sus características paisajísticas en condiciones aceptables e
incluso inmejorables, lo que ha llevado a la inclusión de numerosos espacios serranos en los Catálogos Provinciales de
Espacios Naturales Protegidos.

Los paisajes agrarios no están exentos de conflictos visuales, derivados en algunos casos del abandono de las labores
agrícolas, pero fundamentalmente por la creciente incorporación de elementos sintéticos destinados al aumento de la
productividad o a la introducción de nuevas formas de cultivo.

Los territorios agrícolas están asistiendo a contínuos procesos de contaminación como consecuencia de la progresiva
sustitución del tradicional reciclado de los productos y elementos implicados en las prácticas agrícolas por el cada vez
mayor volumen de sustancias químicas utilizadas.

Otro factor de degradación de estos paisajes es la expansión de las nuevas formas de agricultura forzada que incorporan
a sus sistemas de cultivo grandes cantidades de plásticos, que están generando nuevos paisajes caracterizados por la
proliferación de estructuras artificiales, cuyos desechos contaminan visualmente estas áreas. Las grandes extensiones de
invernaderos en el Campo de Dalías almeriense o el cultivo de fresas bajo plástico onubense representan situaciones
ejemplificadoras.

Como elementos de gran impacto visual destacan los vertederos de residuos sólidos, cuyas condiciones de emplazamiento
y funcionamiento resultan inadecuadas en la mayor parte de los casos, induciendo procesos de contaminación y
degradación paisajística que, a pesar de provenir de focos puntuales, pueden afectar a extensas áreas.

Los paisajes que manifiestan un mayor nivel de degradación y presión antrópica son los definidos por los espacios litorales.

La multiplicidad de actividades que concentra el litoral andaluz, y la fragilidad paisajística que caracteriza a la fachada
costera, ha traído consigo la generación de impactos visuales de gran magnitud e importancia que, básicamente se pueden
agrupar en cuatro categorias.(1)

Los principales impactos paisajísticos corresponden a intrusiones visuales aportadas principalmente por la proliferación
de estructuras edificatorias, en altura o en pantalla, que provocan una ruptura de las líneas que configuran el relieve
introduciendo contrastes indeseables de líneas, formas, texturas y coloración. Las edificaciones en pantalla, en primera
línea de costa, muy frecuentes en el litoral andaluz, constituyen barreras visuales que ocultan y desfiguran las
características paisajísticas del interior. Los grupos paisajísticos más afectados, por los impactos derivados de las
implantaciones urbanísticas y estructuras edificatorias, son los que ocupan la fachada costera -acantilados y playas- así
como los organizados horizontalmente -sistemas dunares, zonas húmedas y llanuras litorales-.

En el litoral tienen asimismo notable incidencia diversas intervenciones que entrañan cambios en la organización de la
superficie visual, sin que afecte de manera relevante a la configuración del relieve.
En este sentido cabe citar las operaciones de desecación y relleno de zonas húmedas, fundamentalmente para su puesta
en cultivo y para el desarrollo de actuaciones edificatorias. Las explotaciones de cultivos marinos, principalmente granjas
marinas y piscifactorías, constituyen asimismo importantes alteraciones visuales al modificar sustancialmente la
organización de la superficie visual de estas áreas.

Las nivelaciones de dunas para acoger edificaciones y, principalmente, las extracciones de áridos que han provocado la
desaparición de buena parte de uno de los principales sistemas dunares andaluces, en la fachada litoral del Campo de
Dalías.

Los frentes dunares son objeto, por otra parte, de intensas modificaciones en su estructura debido al intenso tránsito y
pisoteo por parte del público que acude a las playas, y que induce la degradación de la cubierta vegetal arbustiva, con la
consiguiente puesta en marcha de procesos de dunización.

Las infraestructuras portuarias y las obras de defensa costera presentan una doble significación paisajística, derivada de
un lado de las fuertes intrusiones visuales de los puertos asi como las edificaciones y urbanizaciones asociadas, y por otro
lado, de la interferencia que suponen de la dinámica costera, que conllevan importantes variaciones en la configuración
de los frentes costeros situados a ambos lados de los puertos. Las medidas para la corrección de la erosión inducida,
consistentes en campos de espigones, usualmente sólo consiguen trasladar el proceso erosivo más allá de los espigones.

En este sentido la reciente utilización en el litoral andaluz de técnicas de regeneración costera basadas en el aporte
artificial de arenas, así como la evaluación previa de los efectos sobre la dinámica costera de las nuevas construcciones
portuarias, pueden aportar soluciones eficaces para evitar y corregir la destrucción de playas.

Pese a esta multiplicidad de impactos e intervenciones, el litoral andaluz presenta formaciones paisajísticas de gran
importancia y relevancia estética, localizándose aún amplios frentes costeros libres de actuaciones.

Das könnte Ihnen auch gefallen