El APRA: Alan Gracia

Decir que el APRA fue el partido político más importante del siglo veinte peruanos es repetir
un lugar común. Así lo admiten sus seguidores más acérrimos y sus más enconados críticos.
Para sustentar dicha afirmación, se suele apelar a una serie de elementos bastante bien
establecidos tanto en el imaginario colectivo peruano como en la tradición historiográfica sobre
el APRA: fue el primer partido moderno y de masas del Perú; adoptó una ideología propia que
pretendía repensar el país desde una óptica marxista latinoamericana; se dotó de una
organización, una mística y una disciplina férreas que le permitieron sobrevivir duras épocas
de represión así como cambios drásticos en su línea político-doctrinaria; protagonizó algunos
de los momentos más importantes de la historia política peruana de las últimas ocho décadas;
y resultó ganador en las elecciones para la Asamblea Constituyente en 1978 y las elecciones
presidenciales de 1985 y 2006.

Alan Gabriel Ludwin García Pérez que en paz descanse fue uno de los líderes más prominentes
del partido. Ejerció el cargo de la presidencia en dos oportunidades, en los años ya mencionados
anteriormente, su primer gobierno se caracterizó por ser de una corriente nacionalista llevando
al Perú a una inflación como todos sabemos, su segundo mandato al contrario fue más
neoliberal y caracterizándose como uno de los más corruptos, aquí la empresa brasileña
odebrech toma protagonismo en la vida de los últimos 4 dignatarios de estado peruano. Alan
Gracia tuvo el apoyo de muchos peruanos a raíz de los muchos beneficios que recibieron en su
primer mandato desde profesores con quinto año de secundaria hasta los beneficiarios del
banco agrario, gracias a ello obtiene la presidencia por segunda vez. Pero lamentablemente el
ex dignatario de estado puso fin a su vida recientemente a sus 69 años, en el marco de las
investigaciones a la constructora brasileña odebrech, muchos calificaron el acto de cobardía,
así como también algunos de heroísmo. En lo personal este fue un acto de cobardía sí. Pero
influenciado por muchos factores uno de ellos es un cuadro depresivo que tenía.