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PONENCIA FILOSÓFICA

POLÍTICA Y JUSTICIA EN TRES FILÓSOFOS PARADIGMÁTICOS:


ARISTÓTELES, KANT Y RAWLS1

Por: José Pablo Velásquez Escobar

Resumen
La presente es una reseña construida a partir de la lectura de textos filosóficos
como la Ética a Nicómaco, la Política y la Constitución de Atenas de Aristóteles;
la paz perpetua de Inmanuel Kant y la Justicia como equidad de John Rawls.
Los tres autores en mención desarrollan en sus obras de filosofía política con
indudable fundamento moral; apuestas que hoy hallan plena vigencia en las
actuales formas de organización política de los Estados, congragaciones,
corporaciones, asociaciones y familias, fuere cual fuere su objeto social. La
inescindibilidad de lo individual con lo colectivo, la idea de interdependencia
entre la moral y el derecho; el sentido cívico de los deberes políticos y legales;
los criterios de justicia en pos del bien común y la paz hacen parte de la riqueza
de las ideas que serán presentadas e incluso correlacionadas de manera
modesta al amable lector.

Palabras clave: constitución, moral, derecho, bien común, justicia, equidad, paz

Aristóteles, política, ética como parte del orden constitucional ateniense

Aristóteles, hombre situado en las crisis de sus tiempos2, hablaba de una justicia
distiributiva de corte naturalista que justificaría en su época las diferencias de
clase3 –traducidas en derechos, deberes y cargas- entre hombres libres con
estatus de ciudadanos, metecos, esclavos, mujeres y niños; planteamientos que
han sido adoptados por la ideología liberal clásica4. No obstante, existen otros
planteamientos del autor que entre líneas permitirían fundamentar otros posibles
constructos; habida cuenta de la contingencia del mundo y lo humano5;
contingencia que se ha reflejado entre otras cosas en las grandes revoluciones
1
Escrito basado en las obras La Política, La Ética a Nicómaco y La Constitución de Atenas de
Aristóteles; La paz perpetua de Immanuel Kant y La justicia como equidad de John Rawls.

Estudiante de segundo semestre del Doctorado en Filosofía de la Universidad Pontificia
Bolivariana y matriculado en el curso – Escuelas Éticas Modernas-. Profesor: PhD, Pbro. Sergio
Duque. 2017
2
Martín, Víctor. 1984. Lo" justo humano" y la justicia política en Aristóteles. Revista de Filosofía.
Maracibo:Universidad de Zulia. 1(2).
3
Martín, Víctor. 2011. "Ética y Economía: Una Aproximación a Partir de Aristóteles." Revista de
Estudios Interdisciplinarios, Universidad Dr. Rafael Belloso Chacín. Maracaibo:
Venezuela.
4
Aristóteles. 1982. La Constitución de Atenas. Madrid: Aguilar.
5
Aubenque, P., Belloro, L. A., & Costa, I. 2010. La prudencia en Aristóteles. Buenos Aires: Las
Cuarent.

1
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modernas y contemporáneas de todo orden con incidencia en la ampliación


cognitiva del mundo y su entorno, el reposicionamiento de la razón y la ciencia
frente al pensamiento mítico-religioso, el deslinde de la política y la religión en la
mayoría de los países del mundo, la variación en los modos de producción y por
ende en la dinámica de la economía y organización social, las luchas de clases
sociales, a las guerras mundiales, el reconocimiento de la inequidad y la pobreza
como un problema global de la humanidad, y a la presunta universalidad de
unos derechos humanos fundamentales ampliados de orden civil, político,
económico, social y cultural que abogan por igualdad y equidad.

El pensamiento de Aristóteles en torno a la idea de polis como escenario en el


que sólo es posible el desarrollo humano y por ende la búsqueda de la felicidad
como sentido de realización, exhibe mucha fuerza en la introducción del libro
primero de la Política. Allí asevera que

[T]oda comunidad se ha formado teniendo como fin un determinado bien -ya


que todas las acciones de la especie humana en su totalidad se hacen con la
vista puesta en algo que los hombres creen ser un bien-. Es por tanto evidente
que, mientras todas las comunidades tienden a algún bien, la comunidad
superior a todas que incluye en sí a todas las demás debe hacer esto en un
grado supremo por encima de todas, y aspira al más alto de todos los bienes;
y esa es la comunidad llamada Ciudad, la asociación política. (I, 1, 1252a).

Actualizando en términos geopolíticos contemporáneos la noción de Estado –


verdadera megalópolis-, este equivaldría a esa forma de asociación aludida por
el estagirita como polis o ciudad; organización política que -en principio, cuando
no son la tiranía o el desgobierno lo regente- halla su razón de ser orientando las
acciones de gobernantes y ciudadanos en pos de la supervivencia y la
convivencia.

Aristóteles Afirma que “el hombre es un ser político”6; “un animal político” que
posee la palabra para expresar, más allá de la pena y el placer, “lo conveniente
y lo nocivo y, por lo mismo, también lo justo y lo injusto” 7; un ser con una
tendencia a pertenecer a una comunidad. Esa comunidad requiere de la justicia
porque a través de ella contribuye al orden de la comunidad política
discriminando lo justo. Esa comunidad tiene razón de ser no sólo para “proveer
la vida” sino “para atender a una vida buena”; y esa comunidad ha de tener por
constitución la que conciba un sistema político “bajo el cual cualquiera pueda
obrar mejor y viva más felizmente”8.

En la Constitución de Atenas, Aristóteles da cuenta de lo importante que resulta


la organización social y el sistema jurídico y político de base democrática
expresado en la división del gobierno, la creación y provisión de cargos públicos
6
Aristóteles. Ética a Nicómaco (I, 7;10897b) Trad.Samaranch. Ed. Aguilar. Madrid. 1982
7
Aristóteles. Política (I, 2; 1253a) Trad.Samaranch. Ed. Aguilar. Madrid. 1982
8
Aristóteles. Política (Política, VII, 2; 1234a) Trad.Samaranch. Ed. Aguilar. Madrid. 1982

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en procura de cubrir las necesidades y actividades económicas, políticas,


culturales y religiosas con énfasis en la gobernabilidad, la seguridad, las finanza,
la administración de justicia y la participación. Ejemplos de grandes
reformadores citados en ese tratado de historia política constitucional son:
Solón, Clístenes y Pericles. Cuestiona además la relajación de la constitución y
las formas de gobierno oligárquicas y tiránicas; asimismo las diferentes formas
de corrupción de servidores públicos y ciudadanos por ser contrarias a la justicia
social y al bien común.

Solón (591 a C.) robusteció la Constitución y la ley ateniense al prohibir el modo


de esclavización basado en los préstamos a interés que exigía como garantía al
prestamista la propia persona y la de su familia; creó el derecho de reclamación
ante los tribunales de justicia de todo aquél que considerase haber sido
perjudicado por la acción u omisión de un tercero y en esa medida buscar su
reparación o resarcimiento de perjuicios; garantizó el derecho de apelación;
adicionalmente, amplió la base de participación política en la función pública a
los thetes y el derecho al voto. Estas manifestaciones concretas de justicia –
atendidendo el clamor del pueblo- fueron complementadas con legislaciones
específicas en materia económica como la regulación de los pesos y medidas, y
el cobro de impuestos. Además, instituyó la atimia como forma de control y
sanción política en pos de la preservación del orden público9.

Clístenes (508 a C.), tenido como el más demócrata de los gobernantes


atenienses, incrementó el número de tribus pasando de cuatro a diez con el
propósito de ampliar la participación en el gobierno. Elevó a 500 el número de
Consejeros y realizó cambios geopolíticos a partir de los demos y demarcas,
promovió la interrelaciones entre miembros de diferentes tribus –
entrecruzamiento- y eliminó nombres o gentilicios que pudieran generar tratos
discriminatorios a los nuevos ciudadanos. Con estas medidas amplió la base
electoral y el potencial de servidores públicos. Promulgó la ley del ostracismo
mediante la cual se ordenaba el destierro de aquéllos que se sospechara
pudiesen atentar contra el sistema y el gobierno mediante actos tiránicos.

Pericles, (461/429 a C.) en pos de la seguridad de Grecia en general y Atenas


en Particular, robusteció las fuerza naval para hacerse al dominio marítimo y
declaró la guerra al Peloponeso; y políticamente hizo la Constitución más
democrática. Introdujo el pago de subvenciones para quienes ocupaban
diferentes cargos públicos; verbigracia, tribunales y jueces.

En tiempos de Aristóteles (394-322 a C) la Constitución vigente para tal época


fue tenida como la más democrática por el estagirita; ello incluso, pese a la
decadencia en el liderazgo político de quienes ostentaron el poder de gobernar.
Aspectos como la inscripción de ciudadanos –varones de 18 años de edad-
nacidos de padre y madre ciudadanos y su reclutamiento para la formación

9
Aristóteles. 1982. La Constitución de Atenas. Madrid: Aguilar. pp. 1013-1018

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militar; el mantenimiento de las magistraturas con fines económicos


(administrador/tesorero) y de seguridad (militar con polemarcas y estrategas),
del Consejo de los 500, de las pritanías, de los encargados de las obras de
salud pública, saneamiento básico, infraestructura vial y mantenimiento de las
diferentes locaciones de la polis; la creación de magistraturas públicas con fines
de beneficencia y recreación con expresiones de justicia y equidad social como
medidas de previsión social como la subvención por invalidez a quien no estaba
en capacidad de trabajar. Un sistema judicial con claras instituciones jurídico
procesales tendientes a garantizar el debido proceso en los juicios, distribuyendo
competencia y tarifando las penas según la materia o la cuantía del asunto
litigioso; responsabilidad asumida por estancias entre los thesmothetes, árbitros,
tribunales y el Consejo; hacía parte de este complejo judicial una especie de
sistema acusatorio para la denuncia de pleitos. La existencia de un sistema de
registro de instrumentos púbicos mediante el cual se inscribía en tablillas bienes
y deudores del Estado. Un fuerte y organizado sistema de recaudo de
impuestos y la consecuente obligación de rendición de cuentas de los
administradores. Acciones tendientes al cuidado de los animales domésticos
principalmente los caballos. Sistema penitenciario con carceleros y verdugos;
inspectores de puertos y de calidad de las mercaderías; control sobre pesos y
medidas. Las simientes del principio de colaboración armónica entre diferentes
manifestaciones del poder político “El Consejo, en la mayoría de los asuntos,
gobierna en colaboración con las demás magistraturas”10.

Puede afirmarse que la Constitución de Atenas desarrollaba el principio de


estricta legalidad, habida cuenta de que no había cargo al interior del Estado en
el que la forma de provisión, el período de permanencia y las funciones no
estuvieran predefinidas en la ley.

La Constitución Ateniense centrada en las leyes y las buenas costumbres se


convierte en un derecho vivo, que más allá de ser un cuerpo jurídico escrito es
un código deontológico cívico transmitido consuetudinariamente a cada miembro
de la comunidad política, a cada ciudadano comprometido con luchar por la
defensa de la vida individual y colectiva de agresores externos y más allá de ello
por propender por la vida buena y feliz. Esa cultura cívica deontológica que
hace viva la Constitución hace que esta sea formal y materialmente válida, y
socialmente eficaz; que sea acatada por los habitantes de los territorios
helénicos y con mayor razón y exigibilidad por parte de los gobernantes y
servidores públicos. Ese espíritu cívico-constitucional dista mucho de lo que
acaece en nuestros tiempos.Hoysobreabunda la polución legislativa, el exceso
de leyes que los ciudadanos no alcanzan siquiera a conocer o conociéndola
buscan incumplirla para sacar provecho o ventaja particular con poco sentido de
lo colectivo, del bien común. La latinoamericana es reconocida mundialmente
como una sociedad anómica, incumplidora de las leyes, en la que el derecho –
empezando por la Constitución- es política y socialmente ineficaz.

10
Aristóteles. 1982. La Constitución de Atenas. Madrid: Aguilar. p. 1056

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Kant y su legado a la paz perpetua entre naciones en perspectiva de


prudencia política y jurídica

La paz perpetua11 es un ensayo de filosofía política escrito por Kant hacia el año
de 1775 pero que goza de plena vigencia en el marco de los derechos humanos
y el derecho internacional en favor de la gobernanza, la convivencia y la paz.
Las fórmulas planteadas por Kant a través de principios de moral política son
argumentos altamente persuasivos de la voluntad de gobernantes y gobernados
para contener la natural tendencia humana al mal y a la guerra mediante el
desarrollo filosófico, jurisprudencial y político -en el seno de estados
republicanos-de un derecho de gentes tendiente a lograr la paz frente a
conflictos intestinos de los Estados y la paz perpetua entre los Estados. Es un
derecho con pretensión universal y cosmopolita.

En este título, tras presentar la estructura de la obra, se pretende centrar la


reflexión en las ideas fuerza planteadas por Kant en materia de política estatal e
Interestatal y cómo -de alguna manera- la moral teórica y práctica deben y
pueden orientar la actividad política de gobernantes y súbditos hacia ideales de
justicia y paz social… una paz perpetua inscrita en la visión de una ciudadanía
mundial.

El documento se compone de un preámbulo dedicado “a la paz perpetua” en el


que motiva su ejercicio escritural como pensamiento reaccionario a la guerra.
Allí mismo se presenta suspicazmente como filósofo teórico dispuesto a
aportarle a los gobernantes “opiniones” que sirvan a su práctica política. 12

La sección primera recoge seis artículos preliminares que a manera de reglas


morales con vocación normativa, son insumos básicos en favor de “una paz
perpetua entre los estados”: “1)No debe considerarse como válido un tratado de
paz que se haya ajustado con la reserva mental de ciertos motivos capaces de
provocar en el porvenir otra guerra; 2) Ningún Estado independiente -pequeño o
grande, lo mismo da- podrá ser adquiridopor otro Estado mediante herencia,
cambio, compra o donación...; 3) Los ejércitos permanentes -miles perpetuus-
deben desaparecer por completo con el tiempo; 4) No debe el Estado contraer
deudas que tengan por objeto sostener su política exterior; 5) Ningún Estado
debe inmiscuirse por la fuerza en la constitución y el gobierno de otro
Estado;6)Ningún Estado que esté en guerra con otro debe permitirse el uso de
hostilidades que imposibiliten la recíproca confianza en la paz futura; tales son,

11
Kant, Immanuel. (1.775). La paz perpetua. Editorial desconocida. Disponible en: https://www.u-
cursos.cl/filosofia/2008/1/FHCEE-005/1/material_docente/bajar?id_material=464764
12
Kant, Inmanuel. (1.775). La paz perpetua. Editorial desconocida. p.3 Disponible en:
https://www.u-cursos.cl/filosofia/2008/1/FHCEE-
005/1/material_docente/bajar?id_material=464764

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PONENCIA FILOSÓFICA

por ejemplo, el empleo en el Estado enemigo de asesinos, envenenadores, el


quebrantamiento de capitulaciones, la excitación a la traición, etc”.13

La sección segunda desarrolla tres (3) artículos definitivos de la paz perpetua: 1)


La constitución política debe ser en todo Estado republicana, 2)El derecho de
gentes debe fundarse en una federación de Estados libres, 3) El derecho de
ciudadanía mundial debe limitarse a las condiciones de una universal
Hospitalidad.14

Termina el escrito con dos suplementos y un apéndice. El primer suplemento


versa sobre la garantía de la paz perpetua y en este razona sobre cómo la
Naturaleza – entendida como destino- ha puesto al hombre en su devenir sea
habitar todas partes del mundo, entrar en confrontaciones bélicas y buscar
fórmulas negociadas de acuerdos o pactos a favor de la paz;15 el segundo
suplemento lo denomina irónicamente “artículo secreto de la paz perpetua” por
cuanto está dedicado a la publicidad del marco de derechos y garantías para los
ciudadanos y los Estados.16 Finalmente, en el apéndice, Kant reflexiona frente a
las convergencias y divergencias entre la moral y la política; y cómo la armonía
entre estas posibilitará el desarrollo del derecho público que se requiere como
marco jurídico para la paz; marco en el que los filósofos han de ser consultores
permanentes del rey en la formación y consolidación de los Estados y orden
constitucional y legal, haciendo de ello una apología de subordinación de la
política al deber hecho derecho.17

Kant concibe que el modelo ideal de Estado en la prosecución de la paz –interna


y externa- es el que se constituye como República en contraposición a la forma
de gobierno despótica y espeta que “para ello es necesaria una constitución
interior… adecuada a los principios del derecho, y además un estatuto que junte
a las naciones próximas y aun remotas en una unión semejante a la del Estado,
y cuya misión sea resolver los conflictos internacionales”.18 Descarta la

13
Kant, Inmanuel. (1.775). La paz perpetua. Editorial desconocida. pp.3-7 Disponible en:
https://www.u-cursos.cl/filosofia/2008/1/FHCEE-
005/1/material_docente/bajar?id_material=464764
14
Kant, Inmanuel. (1.775). La paz perpetua. Editorial desconocida. pp.7-13 Disponible en:
https://www.u-cursos.cl/filosofia/2008/1/FHCEE-
005/1/material_docente/bajar?id_material=464764
15
Kant, Inmanuel. (1.775). La paz perpetua. Editorial desconocida. p.14 Disponible en:
https://www.u-cursos.cl/filosofia/2008/1/FHCEE-
005/1/material_docente/bajar?id_material=464764
16
Kant, Inmanuel. (1.775). La paz perpetua. Editorial desconocida. p. 17 Disponible en:
https://www.u-cursos.cl/filosofia/2008/1/FHCEE-
005/1/material_docente/bajar?id_material=464764
17
Kant, Inmanuel. (1.775). La paz perpetua. Editorial desconocida. pp.18-28 Disponible en:
https://www.u-cursos.cl/filosofia/2008/1/FHCEE-
005/1/material_docente/bajar?id_material=464764
18
Kant, Inmanuel. (1.775). La paz perpetua. Editorial desconocida. p. 23 Disponible en:
https://www.u-cursos.cl/filosofia/2008/1/FHCEE-
005/1/material_docente/bajar?id_material=464764

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PONENCIA FILOSÓFICA

democracia -seguramente entendiendo por tal a la directa- como una opción


válida por cuanto la concibe así misma como despótica “porque funda un poder
ejecutivo en el que todos deciden sobre uno y hasta a veces contra uno -si no da
su consentimiento-; todos, por tanto, deciden, sin ser en realidad todos”.19 No
obstante, reconoce que el despotismo de la democracia “es el más tolerable de
todos”.20
Ante la posibilidad de la paz perpetua global y utilizando la filosofía política de
Hobbes, alude a que cada Estado independiente se asume como un individuo en
estado de naturaleza, libre de la influencia de leyes externas; pero que, en pos
de su seguridad, debería ser parte de una “sociedad de naciones”21 –que no
necesariamente una “república universal”22 que conciba una Constitución
Política regida por una racionalidad en la cual los estados poderosos –sujetos
también por ese derecho internacional público- deberán cuidar de los intereses y
derechos de los estado pequeños y de los suyos propios; evitando -unos y otros-
la guerra como forma vindicativa de derechos. Esa tal “federación de paz -
fæduspacificus-”23(11) tendrá el objeto de “mantener y asegurar la libertad de un
Estado en sí mismo, y también la de los demás Estados federados, sin que
éstos hayan de someterse por ello -como los individuos en el estado de
naturaleza- a leyes políticas y a una coacción legal” (11). Un sistema
supranacional regido por la razón y en el que el derecho de gentes no ha de ser
el derecho a la guerra sino el “derecho público de la humanidad” –en una
concepción de ciudadanía mundial- a que cualquier extranjero tendría de ser
tratado hospitalariamente en cualquier lugar del orbe que no fuere su patria.
Para ello es necesario pensar en una especie de “constitución cosmopolita”
presupuesto de la paz perpetua24 y la abolición de los ejércitos permanentes
como “incesante amenaza de guerra”25.

19
Kant, Inmanuel. (1.775). La paz perpetua. Editorial desconocida. p. 8 Disponible en:
https://www.u-cursos.cl/filosofia/2008/1/FHCEE-
005/1/material_docente/bajar?id_material=464764
20
Kant, Inmanuel. (1.775). La paz perpetua. Editorial desconocida. p. 8 Disponible en:
https://www.u-cursos.cl/filosofia/2008/1/FHCEE-
005/1/material_docente/bajar?id_material=464764
21
Kant, Inmanuel. (1.775). La paz perpetua. Editorial desconocida p. 9. Disponible en:
https://www.u-cursos.cl/filosofia/2008/1/FHCEE-
005/1/material_docente/bajar?id_material=464764
22
Kant, Inmanuel. (1.775). La paz perpetua. Editorial desconocida. p.11 Disponible en:
https://www.u-cursos.cl/filosofia/2008/1/FHCEE-
005/1/material_docente/bajar?id_material=464764
23
Kant, Inmanuel. (1.775). La paz perpetua. Editorial desconocida. p.11 Disponible en:
https://www.u-cursos.cl/filosofia/2008/1/FHCEE-
005/1/material_docente/bajar?id_material=464764
24
Kant, Inmanuel. (1.775). La paz perpetua. Editorial desconocida. pp.11-13 Disponible en:
https://www.u-cursos.cl/filosofia/2008/1/FHCEE-
005/1/material_docente/bajar?id_material=464764
25
Kant, Inmanuel. (1.775). La paz perpetua. Editorial desconocida. p. 4 Disponible en:
https://www.u-cursos.cl/filosofia/2008/1/FHCEE-
005/1/material_docente/bajar?id_material=464764

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PONENCIA FILOSÓFICA

Kant, cuestiona, al igual que lo hiciera siglos antes Aristóteles, el despotismo, la


fuerza y las vías de hecho; critica fuertemente el papel que asumen en la
sociedad los políticos moralizante (especie de sofistas corruptos) ya que
movidos por intereses egoístas –diríase que maquiavélicos- para ostentar el
poder por el poder, distorsionan los medios que puedan llevar a la paz, ya que
“perpetúan la injuria a la justicia y hacen imposible toda mejora y progreso” 26.
Contrario a lo anterior, Kant ensalzará a los políticos que actúan conforme a la
moral ya que encarnan el ideal de líder virtuoso, abnegado y comprometido con
las causas comunes; ellos tienen la capacidad de obrar tanto con prudencia
política como con prudencia legal – sabiduría política-.27

Es claro en Kant que el orden político y justo se logra mediante el desarrollo de


leyes justas y publicitadas para que sean del conocimiento de todo: “Las
acciones referentes al derecho de otros hombres son injustas, si su máxima no
admite publicidad”.28 Dentro de tal orden, el filósofo tiene un papel relevante en
lo atinente a asesorar al “rey” y a los juristas en lo relativo a la elaboración,
mantenimiento y modificación de las leyes con miras a la consecución de un
derecho pensado para la paz, válido formal y sustancialmente, y que goce de
legitimidad, para que de esta manera sea acatable29. Ello necesariamente exige
trabajar fuertemente en la formación de ciudadanos con capacidades morales
que potencien el sentido del deber “imperiosamente exigido por la conciencia
moral”30 y que a su vez coadyuven a contener la natural tendencia humana a
quebrantar la ley “de tal manera que todos los individuos se sientan obligados
por fuerza a someterse a las leyes y tengan que vivir por fuerza en pacíficas
relaciones, obedeciendo a las leyes. Un orden constitucional y legal justo son la
base para el logro de la paz”.31

26
Kant, Inmanuel. (1.775). La paz perpetua. Editorial desconocida. p.20 Disponible en:
https://www.u-cursos.cl/filosofia/2008/1/FHCEE-
005/1/material_docente/bajar?id_material=464764
27
Kant, Inmanuel. (1.775). La paz perpetua. Editorial desconocida. p.23 Disponible en:
https://www.u-cursos.cl/filosofia/2008/1/FHCEE-
005/1/material_docente/bajar?id_material=464764
28
Kant, Inmanuel. (1.775). La paz perpetua. Editorial desconocida. p.25 Disponible en:
https://www.u-cursos.cl/filosofia/2008/1/FHCEE-
005/1/material_docente/bajar?id_material=464764
29
Kant, Inmanuel. (1.775). La paz perpetua. Editorial desconocida. pp.17-18
Disponible en: https://www.u-cursos.cl/filosofia/2008/1/FHCEE-
005/1/material_docente/bajar?id_material=464764
30
Kant, Inmanuel. (1.775). La paz perpetua. Editorial desconocida. p.11 Disponible en:
https://www.u-cursos.cl/filosofia/2008/1/FHCEE-
005/1/material_docente/bajar?id_material=464764
31
Kant, Inmanuel. (1.775). La paz perpetua. Editorial desconocida. p.16 Disponible en:
https://www.u-cursos.cl/filosofia/2008/1/FHCEE-
005/1/material_docente/bajar?id_material=464764

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PONENCIA FILOSÓFICA

John Rawls, organización social, prácticas comunes y justicia como


equidad

En 1957, Rawls presentó ante la Asociación Americana de Filosofía su ponencia


sobre Justicia como equidad;32ensayo que posteriormente iría refinando durante
la década de los 90.

Justicia como equidad es un tratado que hace parte de una obra de mayor
extensión dentro de la copiosa producción de Rawl en torno a lo que será su
teoría de la justicia. El capítulo que se analizará fue publicado en 1.999 en su
versión en español. Se compone de siete partes a través de las cuales se va
conceptualizando a su vez que ejemplificando cómo –a partir de ciertos
principios- es que la justicia y la equidad tienen una relación necesaria de
complementariedad.

Para Rawls sólo es concebible la justicia al interior de una organización social


que cuente con instituciones, reglas y principios que regulen en los diferentes
niveles –familiar, comunitario, estatal y supraestatal- prácticas comunes,
distribuyendo poderes, responsabilidades, derechos, deberes y cargas. Dentro
de esta idea institucional de justicia, la igualdad participa de la dación de sentido
recto a aquélla; en el que debe evitarse toda forma de distribución arbitraria de
posiciones o cargos entre practicantes rivales.33

Varios son los principios y virtudes que podrían –según Rawls- asociarse a la
justicia; no obstante, la novedad de su propuesta es el énfasis que hace en dos
principios particulares que gravitan en torno a tres ideas: la libertad, la igualdad y
la recompensa. Los dos principios son: i) “Cada persona que participa en una
práctica , o que se ve afectada por ella, tiene un igual derecho a la más amplia
libertad compatible con una similar libertad entre todos” y ii) las desigualdades
son arbitrarias, a no ser que pueda razonablemente esperarse que redundarán
en provecho de todos, y siempre que las posiciones y cargos a los que están
adscritas, o desde los que pueden conseguirse, sean accesibles a todos”34.

El término persona es explicado por Rawls como polisémico en el entendido de


que puede aludir a persona natural o jurídica de naturaleza pública (Estado) o
privada (empresas, organizaciones, asociaciones).

Cuando institucionalmente se tienen claras las reglas que rigen las prácticas
comunes, habrá de buscarse tratar igual lo semejante –algo muy arsitótélico en
lo atinente a justicia distributiva y conmutativa- en tanto no se infrinja –y este es
el sello Rawlsiano- la libertad original e igual de las personas que participan de
tales prácticas; ya que el primer principio exige para que haya justicia la mayor

32
Rawls, John. (2003). Justicia como equidad. Revista española de control externo, 5(13), 129-
158.
33
Rawls, John. (2003). Justicia como equidad. Revista española de control externo, 5(13), p.130
34
Rawls, John. (2003). Justicia como equidad. Revista española de control externo, 5(13), 131

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PONENCIA FILOSÓFICA

libertad igual posible. Subsidiariamente, el segundo principio –modificatorio del


clásico principio utilitarista de la economía del bienestar centrado en el rol
protagónico de la administración-, entrará a operar cuando deban aceptarse
desigualdades permisibles en cuanto a beneficios y cargas vinculadas a cargos
o posiciones, solo porque tales desigualdades obrarán en provecho de todas las
partes a manera de juego que conlleva a un “ganar-ganar” de los participantes;
es decir, que las pretensiones asumidas como autointereses propios de la
naturaleza egoísta del hombre -desde una perspectiva Kantiana del deber por
sobre el instinto- ceden en virtud de la razón ante lo que resultaría más
adecuado para la práctica común; en suma, ante el juego reglado fuere cual
fuere este -económico, social, político o religioso-35 por cuanto se tiene claro que
una ventaja común termina siendo una ventaja para sí y viceversa36.

La justicia y la aplicación de los principios mencionados tienen basamentos


morales como el altruismo, la servicialidad, la beneficencia y las acciones
cooperativas37; además del deber de reconocer al otro como persona con
necesidades e intereses semejantes y comunes38; punto de convergencia entre
lo que para Aristóteles sería una economía del bienestar y en Kant el
reconocimiento de las particularidades de los estados y en el que la igualdad, la
dependencia y la libertad son presupuestos infaltables.

En Rawls predomina la idea de un acuerdo social primigenio –del contrato social


no meramente histórico ficcional sino real y operante- en el que las partes que
acometerán las acciones propias de las prácticas comunes reconocen –en un
estado original del orden institucional- que esos dos principios: el de igualdad y
el de diferencia, constituirán las bases morales y jurídicas para la regulación
social y para establecer el debido proceso en orden a dirimir las controversias de
manera justa39; y que en suma operan como medios de continencia a la voluntad
de dominación y como medios garantes de la paz y la seguridad. 40 De allí la
afirmación del autor de que la justicia termina siendo “un pacto entre egoístas
racionales, cuya estabilidad depende de un equilibrio de poder y una similitud
de circunstancias”41, un consentimiento colectivo derivado de un proceso
participativo42; y la equidad es la manera en que las prácticas se llevan a cabo
proscribiendo ventajas o pretensiones ilegítimas entre quienes participan de las
mismas, para lo cual es necesario el reconocimiento de los principios por parte
de personas libres y el reconocer que carecen de autoridad unas sobre las

35
Rawls, John. (2003). Justicia como equidad. Revista española de control externo, 5(13). pp.
132-136
36
Rawls, John. (2003). Justicia como equidad. Revista española de control externo, 5(13). pp.
138, 144
37
Rawls, John. (2003). Justicia como equidad. Revista española de control externo, 5(13). P. 136
38
Rawls, John. (2003). Justicia como equidad. Revista española de control externo, 5(13). P. 147
39
Rawls, John. (2003). Justicia como equidad. Revista española de control externo, 5(13). pp.
137-139
40
Rawls, John. (2003). Justicia como equidad. Revista española de control externo, 5(13). p. 140
41
Rawls, John. (2003). Justicia como equidad. Revista española de control externo, 5(13). P. 140
42
Rawls, John. (2003). Justicia como equidad. Revista española de control externo, 5(13). p. 145

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PONENCIA FILOSÓFICA

otras43; personas conscientes de que integran una verdadera comunidad y que


voluntariamente aceptan tomar parte de las prácticas comunes que les vinculan
jugando limpiamente44; punto de convergencia entre Rawls con el zoon
logon/zoon politikón de Aristóteles y con la idea de comunidad de Naciones de
Kant y que hará posible el que cada persona se realice de conformidad con sus
intereses y capacidades45.

CONCLUSIÓN

Puede afirmarse que las tesis de los tres autores llevan a inferir que la justicia
social se concreta sobre la base de un orden político soportado en valores y
principios morales de una fuerte supeditación del interés particular al interés
colectivo en sus diferentes niveles –micro, meso y macro-; que demanda
conciencia situacional sobre la realidad histórica, económica y social del sujeto,
la familia, los colectivos, el Estado y los Estados; orden que no se debe dejar
librado al azar –pathos- sino que debe ser fruto de una reflexión y acción ético-
política y jurídica permanente, que apele a las capacidades participativas,
dialógicas, negociales o de prácticas comunes de la especie humana y que
habrán de traducirse en conductas deontológica y teleológicamente orientadas –
ethos- en el mundo concreto a lograr la justicia social que posibilite el buen vivir
y la paz perpetua entre ciudadanos y naciones en reconocimiento de la libertad,
la igualdad, la solidaridad y la fraternidad.

43
Rawls, John. (2003). Justicia como equidad. Revista española de control externo, 5(13). pp.
143-146
44
Rawls, John. (2003). Justicia como equidad. Revista española de control externo, 5(13). pp.
144-146
45
Rawls, John. (2003). Justicia como equidad. Revista española de control externo, 5(13). P. 147

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PONENCIA FILOSÓFICA

REFERENCIAS
Aristóteles. Ética a Nicómaco (I, 7;10897b) Trad.Samaranch. Ed. Aguilar. Madrid. 1982

Aristóteles. 1982. La Constitución de Atenas. Madrid: Aguilar.

Aristóteles. Política (I, 2; 1253a) Trad.Samaranch. Ed. Aguilar. Madrid. 1982

Aubenque, P., Belloro, L. A., & Costa, I. 2010. La prudencia en Aristóteles. Buenos Aires: Las
Cuarent.

Kant, Immanuel. (1.775). La paz perpetua. Editorial desconocida. Disponible en: https://www.u-
cursos.cl/filosofia/2008/1/FHCEE-005/1/material_docente/bajar?id_material=464764

Martín, Víctor. 1984. Lo" justo humano" y la justicia política en Aristóteles. Revista de Filosofía.
Maracibo:Universidad de Zulia. 1(2).

Martin, Víctor. 2011. "Ética y Economía: Una Aproximación a Partir de Aristóteles." Revista de
Estudios Interdisciplinarios, Universidad Dr. Rafael Belloso Chacín. Maracaibo:
Venezuela.

Rawls, John. (2003). Justicia como equidad. Revista española de control externo, 5(13), 129-
158.

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