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El paso de las ciencias pedagógicas a las ciencias de la educación trata de una descentralización de los problemas
pedagógicos. Al inicio de la investigación refiere a la mejora de la práctica educativa centrada en el pedagogo. La
intencionalidad de las ciencias de la educación aspira a investigar sobre el hecho educativo.
El educador puede esperar de las ciencias pedagógicas una mejora del proceso de enseñanza aprendizaje tal como
se establece en las instituciones escolares. Y, de las ciencias de la educación puede esperar el replanteo de ese
mismo proceso, en el que se destaca la falta de especificidad o inconsistencia. Con esto se puede sostener que, el
proceso de enseñanza/aprendizaje institucionalizado es un suceso sociológico.
Tenemos que, la investigación pedagógica, es una investigación cerrada, ya que se encierra en el problema tal como
el pedagogo se lo plantea.
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VARIABLES DESCONOCIDAS Y PEDAGOGIA CIENTIFICA
Que la expectativa del maestro respecto al desarrollo intelectual posible de un alumno induzca su crecimiento
intelectual es un tipo de variable desconocida que estructura el campo del proceso de enseñanza/aprendizaje. Y
para resolver este tipo de problema pedagógico, la PEGAGOGIA EXPERIMENTAL trata de buscar una solución
utilizando la experimentación científica. Aquí tiene lugar la transformación de un “hacer” empírico en un “hacer”
técnico, por medio de la experimentación de procedimientos de enseñanza diferentes con una muestra de
alumnos y controlar sus efectos, y donde el investigador se halla frente al problema planteado por y en el campo
pedagógico y orientado hacia los efectos de una práctica. Aquí surge la duda si esas variables son accesibles a la
investigación delimitada. Entran en combinación los obstáculos epistemológicos y las resistencias del pedagogo para
asumirlas. La pedagogía experimental no se halla en situación de delimitarlos.
La afectividad es siempre vivida en el marco de una situación interactiva donde los sentimientos del alumno
y de maestros están en interdependencia. Esta situación es indescifrable en cuanto a su conocimiento para la
pedagogía experimental Lo importante no sería la sustitución de una psicopedagogía por una investigación
específica, o dicho de otro modo, la aplicación de la psicología de la afectividad a la acción pedagógica. Se estaría
tratando de emprender una nueva exploración compleja a partir de hipótesis surgidas del psicoanálisis o de las
psicologías de las motivaciones que debe llevar a las propias conclusiones.
La investigación pretende dejar de lado los esteorotipos sobre la autoridad del maestro al momento de buscar la
significación misma de dichos esteorotipos en el discurso de los educadores a través del análisis de los aspectos
institucionales y psicológicos de las relaciones de poder, del deseo de dependencia y contra dependencia o bien, el
dejar atrás esteorotipos que se relacionan con la simpatía o la antipatía.
Se trata de variables que intervienen a nivel de los procesos estudiados por la pedagogía experimental, sin que se
hayan tomado recaudos con ellas. Vale decir, que esto contribuyó a distorsionar la aplicación de varios resultados de
investigación pedagógica en la situación real de la clase-grupo.
Así es como las investigaciones enmarcadas en la psicología, la psicopedagogía y la sociología de la educación, en
el ámbito del proceso enseñanza-aprendizaje como centro de las investigaciones de la pedagogía científica, son
susceptibles de permitir la consideración de algunas hipótesis que una problemática de intencionalidad directamente
pedagógica sería incapaz de lograr. Se destaca entonces que, a la pedagogía como experimental y científica, le
connota la de pedagogía relacional.
En ésta falta de consideración de todas las variables relevantes, ninguna racionalidad puede definirse.
Las ciencias de la educación se relacionan con las pedagógicas, dado que ambas ayudan a la solución de problemas
ligados a la acción pero, se diferencian en la disposición a la acción. También lo hacen en cuanto los procedimientos
clínicos, al lado de procedimientos experimentales o de laboratorio.
Travers propone que el fin de la investigación consista en el desarrollo de un cuerpo organizado de
conocimientos científicos relativo a los fenómenos del proceso de educativo, del descubrimiento de las leyes
o de las generalizaciones de los comportamientos en la situación educativa. Este autor sostiene que hay que
evitar sostener sólo “un” procesó científico, ya que todos los tipos de metodología de investigación son validas y dice
que una parte de la investigación debe dedicarse a los procedimientos clínicos susceptibles de abordar hechos no
inmediatamente accesibles a otros tipos de investigación a nivel de las percepciones, representaciones, expectativas,
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demandas y deseos en la situación educativa.
El método “clínico” consiste en una exploración en profundidad de las muestras delimitadas al comienzo y a
procedimientos de análisis de contenido que dan un lugar importante a interpretaciones teóricas estrechamente
ligadas al cuerpo de conocimientos psicológicos, tratando de obtener “generalizaciones”. Es decir, en la medida en
que la exploración clínica aborda actitudes que pueden ser constantes por profundas, alcanza entonces, el
nivel de la generalización.
Las situaciones educativas ponen en juego a la totalidad de las personas y, a ésta en su totalidad, en el juego
interactivo de las comunicaciones, por lo que su investigación requiere de los métodos clínicos de la psicología y de
la sociología clínica sin perjuicio que, cuando se obtuvieron las hipótesis, esos métodos se combinen con
procedimientos experimentales.
Así es como sociólogos y psicólogos de equipos clínicos y experimentalistas, contribuyen a la delimitación del
fenómeno educativo manifestado como un fenómeno total.
Podemos concluir que, la investigación situada puede transformarse en factor de cambio a nivel del objeto situado,
sin que por ello abandone su status intrínseco de investigación fundamental, lo cual evidencia una dimensión original
en relación a la acción, la cual puede ser sistematizada.
En caso que la investigación participe de una voluntad inicial de intervención mediante la re-introducción de sus
resultados a nivel de la organización o del grupo objeto de investigación, se convierte en una investigación que no es
aplicada, sino que es acción: podría llamarse INVESTIGACION ACTIVA o investigación-intervención porque el
investigador es también un consultor al momento de hacer posible el auto análisis del objeto de la investigación.
Es así como se llega a que la situación pedagógica total es cuestionada por la investigación, en sus finalidades,
postulados e hipótesis. Aquí el investigador es un agente del proceso por el cual los actores sociales,
(administradores, profesores, alumnos de la escuela) al tomar consciencia de sus propios problemas se pueden
plantear claramente y en sus propios términos la cuestiones de actitudes, de método y de relación. La investigación
se convierte en INNOVACION al introducir en el ámbito de la acción, la posibilidad de conocer, comprender o
transformar, controlando los procesos de transformación social relacionados a procesos decisorios
Se puede decir, que toda investigación fundamental del fenómeno educativo habrá de tener en cuenta la totalidad de
lo que se ofrece a la observación, tanto la innovación como la tradición, tal como éstas se presentan en un
determinado sistema social.
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(PEDAGOGIA DE ADULTOS) o de reciclaje de educadores (reformulación de la formación docente). Permite
preguntar sobre las nuevas variables que intervienen en éste campo educacional.
La formación de educadores es ejercida en un tipo de sociedad cambiante donde no se puede cambiar el hecho
“formación” de las contradicciones institucionales y culturales donde ella está inserta. Se podrían tomar en cuenta
investigaciones que tengan que ver con las representaciones que unos y otros se hacen sobre las instituciones, de
las necesidades de cambio, de las salidas laborales, de la sociedad en perspectiva. Así se podría situar las
necesidades sociales y la representación individual de dichas necesidades y su relación con las demandas
personales.
El investigador funciona como un agente de investigación que deja en su objeto investigado, su propia impronta. Al
ser formado lo ha sido orientado hacia métodos, técnicas y actitudes de investigación y explicitación operatoria del
deseo de saber.
Cuando el investigador se encuentra frente a una investigación-intervención, está inscripto en un movimiento en el
que el feedback es un facilitador de un cambio en el objeto. La esencia de su accionar está en la constitución del
saber que será materia de ese feedback. Es decir que, el investigador que lleva a cabo una investigación en un
establecimiento escolar es, diferente de cualquiera de los actores sociales comprendidos (educadores,
administradores, alumnos).
Es importante distinguir en las ciencias de la educación, aquello que en la escolástica llamaban “quidditas” del
practicante y la del investigador, es decir, establecer la esencia del investigador de la del practicante. Pues dicha
diferencia se encuentra en el nivel del deseo del saber, puesto que el pedagogo posee un deseo diferente del
investigador, dado que para éste no se trata de asegurar la apropiación de un saber sino, de constituir ese saber.
Esto no excluye que un educador no pueda realizar investigación, pero no podrá ser ambas cosas al mismo tiempo.
Esto es así porque investigar no quiere decir desarrollar una investigación, ya que éste da comienzo cuando la
innovación, la experiencia, es analizada y observada por un agente de investigación definido como tal, que deja su
marca sobre el contenido de lo investigado que, por su mediación se constituye en saber. En conclusión, un docente
no puede ser a la vez, investigador de su propia enseñanza.
La significación de la óptica de las ciencias de la educación sobre el hecho educativo en relación a las ciencias
pedagógicas tradicionales, se pone de manifiesto a nivel de la investigación relativa al proceso de enseñanza-
aprendizaje, donde las ciencias pedagógicas toman como objeto de investigación lo mismo que las ciencias de la
educación investigan: el pedagogo en problemas.
En las ciencias de la educación, la exploración del proceso enseñanza-aprendizaje, se hace verdadero el abordaje de
lo económico, lo antropológico y psicológico de los sistemas educativos, y, de la administración escolar. Las ciencias
de la educación se presentan contra las motivaciones de seguridad propias de docentes y pedagogos investigadores
ya que permiten interrogar las posiciones habituales de los problemas pedagógicos y del propio fin de la educación.
Las ciencias de la educación deben construir su objeto como cualquier otra ciencia, dado sería erróneo pretender
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poner límites en su campo a saberes elaborados por otras disciplinas.
Las metodologías de investigación tienen la reputación de científicas, no deben limitarse a los modelos
experimentales. Existen metodologías clínicas importantes para la realización de la comprensión de la relación
enseñanza-aprendizaje y, a su vez, los resultados de la investigación abren interrogantes en los investigadores
practicantes. No es lo mismo estar en investigación que conducir una, por ello, las quidditas del practicante y la del
investigador, no pueden reducirse a una sola investigación.
1- No obstante, la resistencia sigue siendo considerable en los pedagogos, pues, por largo tiempo, la investigación
científica atenta más sobre las razones que sobre las significaciones, dejando sin dilucidar fenómenos
esenciales de la inteligencia del acto educativo y sus procesos. Al momento de ser planteada la cuestión del sentido y
las significaciones, el enfoque clínico se hace indispensable pero, sin llegar a acceder a un estatus científico, sino por
medio del rigor, lo cual lleva a un cuestionamiento epistemológico.
2- En otro punto, la epistemología de las ciencias de la educación remite a las de las ciencia humanas en general, por
lo que, hay problemas de ética que se encuentran ligados a los epistemológicos. Granger sostiene que la
ciencia elabora modelos de representaciones cada vez más abstractos para objetivar algo vivido o un dato de
percepciones más concretas. En ese trabajo de objetivación y de construcción, las ciencias duras, en que las ciencias
humanas siempre quisieron inspirarse, participan de una epistemología clásica, canónica, caracterizada por las
afirmaciones siguientes:
A-Los resultados científicos tienen objetividad total.
B-La ciencia sola alcanza la verdad.
C-Los procesos de descubrimiento concluyen en reglas metodológicas estrictas, puesto hay una metodología del
descubrimiento.
Mediante éstos enunciados, se destaca un DOBLE NIVEL IDEOLOGICO, donde el primero se corresponde a la
naturaleza del conocimiento mientras el segundo tiene que ver lo implícito de cualquier metodología. La rigidez
metodológica del rigor, ha de dar lugar a la imaginación metodológica que se traducirá en la creación de técnicas
nuevas, imprevistas, a través de la utilización de hipótesis que respondan a criterios de la aceptación de lo que
Foucault llama “extravío de aquel que conoce”. En las ciencias duras, la estrecha relación entre el sujeto que observa
y la realidad observada sigue siendo inmediata. No es mediatizada. Pues, el modo no es exterior al sujeto que sabe,
porque éste último está en el mundo.
Actualmente, los especialistas de las ciencias exactas se cuestionan la noción de objetividad, ya sea por abandono
de la creencia en una verdad total o por el fin de la ciencia misma. Por su parte, la psicología y la psicopedagogía
intentan eliminar o reducir la subjetividad del investigador y así, la objetivación de los datos vividos por actores
sociales, hará el intento de traducirse en modelos cuantificables.
Al parecer, la epistemología actual de las ciencias humanas, estaría aún detrás de una epistemología con respecto de
las ciencias de la materia.
Tomando el punto de vista de las ciencias específicas del sujeto individual y colectivo, ésta interesa tanto a los
procedimientos de investigación y a los dispositivos como a la actitud de investigación, la posición del investigador. Es
decir, es necesario admitir la subjetividad y necesidad de la implicación del investigador.
El conocimiento clínico no sólo consiste en utilizar entrevistas en una investigación (ya sean directivas,
semidirectivas o no directivas), cuestionarios de observación de individuos o grupos, sino en la implicación del
investigador en todo esto. La investigación clínica comprende el control de éstas, la constitución del espacio
o distancia que se tome de la experiencia y su regulación que, contrariamente al proceso experimental,
reacciona a la angustia propia del investigador y exige tener consideración de aquellas resistencias propias
de quien investiga.
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Las ciencias de la educación están en crisis como la totalidad de las ciencias humanas por lo que se hallan en
búsqueda de renovación y desarrollo.