Materia: Historia y Política de la República Argentina y Latinoamérica
Profesora: Diana Argüello y Blanca Tarnowski
Ciclo: Primer año
Trabajo Práctico
Pedagogía y Revolución
Morel, Jonatan Alberto
Puerto Iguazú – 08 de Abril de 2019
Cuestionario:
1) ¿Cuál fue el papel del sujeto criollo en la gesta de la Revolución de Mayo?
2) ¿Por qué Belgrano se interesó por la educación?¿Por qué prevalecía la enseñanza del Espíritu Nacional? 3) Elaborar un esquema conceptual en función a los siguientes términos: Pedagogía y Revolución.
Desarrollo:
1. Los criollos porteños que cuestionaban la autoridad virreinal y abrió al mismo
tiempo, con el peso de la convicción política, de los intereses locales y de las armas, un nuevo rumbo en la historia del Río de la Plata. En pocas palabras, los criollos protagonizaron la Revolución desde su inicio, ya que fueron a las calles defendiendo su hogar de invasores, y pidiendo libertad a sus líderes de la Corona Española. 2. Manuel Belgrano ha sido uno de nuestros próceres que más se ha ocupado por fomentar la educación. Para lograr un bienestar, no sólo material sino también a nivel humano, es necesario fomentar la educación, en los diferentes niveles. En la primera Memoria de mediados de 1796, propicia la creación de una Escuela Práctica de Agricultores y otra de Comercio. Su profundo idealismo, hace que se sensibilice frente a la situación de los habitantes de la campaña:“…Esos miserables ranchos donde se ven multitud de criaturas, que llegan a la edad de la pubertad, sin haberse ejercitado en otra cosa que la ociosidad, deben ser atendidos hasta el último punto. Uno de los principales medios que se deben adoptar a este fin son las escuelas gratuitas, a donde puedan los infelices mandar sus hijos, sin tener que pagar cosa alguna por su instrucción; allí se les podrán dictar buenas máximas, e inspirarles amor al trabajo, pues en un pueblo donde reine la ociosidad, decae el comercio y toma su lugar la miseria”. Belgrano propone que los niños aprendan las primeras letras, conocimientos matemáticos básicos junto con el catecismo, para luego ser admitidos por los Maestros menestrales, quienes les enseñarían su oficio, teniendo éstos la obligación de mandarlos a la Escuela de dibujo. El cuidado de las escuelas gratuitas debía confiarse “a aquellos hombres y mujeres que, por oposición, hubiesen mostrado su habilidad y cuya conducta fuese de público y notorio irreprensible”. El Consulado debía velar sobre “las operaciones de maestros y maestras”, comisionando a tal efecto a dos consiliarios, y siendo Belgrano profundamente católico promovía el estudio del catecismo en las escuelas. El Maestro procurará con su conducta y en toda sus expresiones y modos inspirar á sus Alumnos, amor al orden, respeto a la Religión, moderación y dulzura en el trato, sentimientos de honor, amor á la verdad y á las Ciencias, horror al vicio, inclinación al trabajo, despego del interés, desprecio de todo lo que diga á profusión, y luxo en el comer, vestir y demás necesidades de la vida, y un espíritu nacional, que les haga preferir el bien público al privado, y estimar en más la calidad de Americano, que la de Extranjero.