La civilización actual es esencialmente tecnológica.1 La industria, en todas sus vertientes,
exige el uso de maquinaria de alta potencia y la utilización de materiales muy diversos con destinos muy diferentes. Varios ejemplos de ello son: la construcción de puentes y viaductos; el diseño y construcción de edificios de grandes alturas y capacidad de poblamiento; la presencia de grúas y excavadoras para el trazado y ejecución de autopistas; la puesta en el mercado de vehículos cada vez más seguros, veloces y potentes, etc.1 Conseguir estos objetivos supone conocer qué materiales son los más idóneos para una mejor utilización, cuáles serán sus propiedades, su reacción ante las condiciones físico-químicas a las que van a ser expuestos, etc.1 A su vez, la tecnología genera residuo
o, plomo) Materiales pétreos o No aglomerantes Rocas barro y agua Arena Grava o Aglomerantes (cemento, yeso, mortero, hormigón) o Cerámicos (arcilla, barro, loza, refractario, y porcelana) o Vidrio Fibras Textiles o Vegetal (algodón, lino, esparto, papel) o Animal (lana, seda, cuero) o Mineral amianto, oro, plata, cobre o Sintéticas rayón, lycra Madera o Dura Haya, Roble, Cerezo, Caoba o Blandas Pino, Abeto, Chopo o Prefabricadas contrachapado, tablero Aglomerado, tablero de fibra de densidad media, Celulósicos (papel, cartón, cartulina), Corcho Materiales plásticos o Termoplásticos (PET, PVC, poliestireno, polietileno, meta crilato, teflón, celofán, nailon) o Termoestables (poliuretano, baquelita, melamina) o Elastómeros (látex, caucho, neopreno, goma) Materiales compuestos o Fibra de vidrio o Ablativo Tipos de materiales[editar] Material biocompatible Material fotosensible Material hereditario Materiales inteligentes Material orgánico Material de laboratorio Material parental Material peligroso