Sie sind auf Seite 1von 5

EL PAPEL DE LA MUJER EN LAS HISTORIAS BÍBLICAS

SHADDY GÓMEZ RUBIANO

GRADO: 6-B

Tarea escrita número dos presentada a la docente Bertha Marinez,

En el área de Religión

CORPORACIÓN EDUCATIVA POPULAR

LICEO DE LA AMISTAD

CALI VALLE

2016
EL PAPEL DE LA MUJER EN LAS HISTORIAS BÍBLICAS

Ana (una madre excelente)

Esposa de Elcana, Ana fue conocida como la madre del gran profeta y juez de
Israel; Samuel.

Desde su juventud Ana servía devotamente a Dios, tanto así que subía año tras
año, junto con su esposo, al lugar alto donde se ofrecía sacrificio a Jehová Dios de
Israel. Ella como no podía tener hijos, rogaba a Dios que la bendijera con la
oportunidad de ser madre, y que si así fuese, ella entregaría su hijo en
consagración para que sirviera a Dios en el tabernáculo de reunión.

Leemos claramente que Samuel llegó a ser un gran profeta, que nunca defraudo a
Dios ni a su familia y que llevo al pueblo a muchas victorias, pero esto fue a que
su madre Ana desde muy pequeño le enseño y le recalco el respeto y el amor a
Dios, sin contar además que también le enseño a ser un hombre íntegro, imparcial
y justo por eso Samuel llegó a ser el mejor juez de Israel, pero todo esto gracias a
las buenas enseñanzas de su madre.

Ester (La reina sin miedo)

Ester era una joven judía que desde su juventud mostró ser una mujer intachable,
tanto así que el rey de Persia la escogió para que fuese su reina.

Estando el pueblo judío en cautiverio, un gran ministro del imperio llamado Amán,
decidió por decreto que todos los judíos fuesen muertos. La reina Ester al ser judía
era la única que podía interceder por el bienestar de su pueblo pero esto le podía
costar la vida, ya que según el protocolo, bajo pena de muerte ninguna persona
podía entrar en la presencia del rey si este no la había solicitado previamente.
Ester al ver que su pueblo se dirigía a la extinción, valientemente entró a la
presencia del rey, sin ser invitada, e intercedió por su pueblo para que nos los
mataran, el rey al ver la valentía de Ester y el gran amor que ella le tenía a sus
compatriotas, notó que ella era una mujer de grandes virtudes, sin miedo y
dispuesta a todo para evitar una injusticia y la extinción de su pueblo.
Rut (una mujer obediente)

Rut nuera de Noemí. Aunque ella no era del pueblo judío pero su suegra si lo era,
Rut tras la muerte de su esposo y con el derecho de regresar a su pueblo natal
(idolatras), ella toma la decisión de quedarse con su anciana suegra y velar por su
manutención para que no muriese de hambre. Fue tanto la obediencia de Rut, que
se vio obligada a trabajar arduamente bajo el inclemente sol para llevar comida a
la casa de su suegra. Rut siguió al pie de la letra todos los consejos que su suegra
le dio y Dios le brindo el privilegio de ser la abuela del gran rey de Israel; David.

María madre de Jesús (La sierva de Dios)

La vida de María es intachable, desde muy niña mostro obediencia a Dios a sus
padres y a la sociedad. Esta mujer desde muy joven entrego su vida al servicio a
Dios en oración y obediencia, tanto así que Dios la escogió para que por medio de
ella naciera Jesús el Salvador de todos los hombres. A pesar de que Jesús es el
Hijo de Dios, la virgen María le enseñó a Jesús desde muy niño el respeto y la
sumisión a Dios, a ser un buen siervo para que se cumpla siempre en él la
voluntad de Dios.

Además María toda su vida estuvo al servicio de Dios predicando el evangelio en


las regiones de Asia Menor hasta sus casi cien años y fue reconocida dentro de la
iglesia como una excelente madre, una buena sierva de Dios y una excelente
cristiana que siempre estaba al servicio de los más necesitados.

Dorcas (la filántropa)

Una cristiana de la ciudad de Jope que siempre estaba dispuesta a ayudar


desinteresadamente a los más necesitados (Hechos 9:36). Dorcas era una mujer
que estaba al pendiente de las necesidades de los personas ayudaba a cuidar a
los enfermos, alimentaba a los hambrientos, visitaba a los presos en la cárcel y
muchas otras cosas más.

Dorcas se interesaba tanto por ayudar a los demás, que de su propio dinero
gastaba todo para suplir las necesidades de las personas. Cuando ella muere, la
iglesia llora su perdida y Dios a través del apóstol Pedro hace que ella recobre la
vida para que siga ayudando a los más necesitados.
Febe (La Diacona que ayuda)

Febe una mujer de la iglesia de Cencrea que ostentaba dentro de la congregación


un cargo de mucha importancia; era diaconisa (Romanos 16:1). Pero su cargo no
era un impedimento para que ella sirviera a los hermanos de la iglesia. Según el
testimonio del apóstol Pablo, Dorcas acogía en su casa a los misioneros
brindándoles alojamiento y comida sin contar además que dentro de su ciudad
ayudaba a los pobres, enfermos y necesitados. Está diacona siempre estaba al
pendiente de los demás para brindarles ayuda en lo que fuera necesario.

María Magdalena (La seguidora de Jesús)

El Señor Jesucristo ayudo a María Magdalena rescatándola del pecado y ella en


retribución decidió colocar su vida al servicio de su Maestro, acompañándolo en
sus viajes misioneros, procuraba su alimentación, y vivía en pos de Jesús.

Fue tanto la devoción de María Magdalena por Jesús, que ella lo acompaño hasta
la muerte y creyó tanto en las palabras de su Maestro, que fue hasta su tumba y
Dios le dio el privilegio de que ella fuera la primera que lo viera resucitado y le
encargo la misión de que le contara esto a los apóstoles.

María Magdalena dedicó toda su vida al servicio del evangelio, predicó y ayudó a
los apóstoles y a los más necesitados en lo que ella sabía hacer; ser seguidora
genuina de Jesús.

Das könnte Ihnen auch gefallen