Bueno antes de empezar a narrar mi experiencia del juego, primero voy a
presentarme, mi nombre es Angie Lizbeth Ramirez Mendoza, curso el VII ciclo de la carrera de Educación Inicial. Ahora comenzare narrando mi experiencia, antes del juego, yo me sentía un poco cansada y preocupada tenía muchas cosas por realizar, y no sentía ánimos de realizar el juego, pero bueno de alguna u otra manera tenía que participar, a medida que las chicas que prepararon este juego, nos motivaban con las canciones, para poder empezar movernos y soltarnos un poco, yo lo hacía, pero mi mente no estaba ahí en esos momentos, ya durante el juego, nos explicaron en qué consistía y lo que teníamos que hacer, ya empezaba un poco a tener ánimos, entonces cuando fue mi turno, y lo pude vivenciar en mí, todo cambio, me sentí mejor, empezaba a disfrutarlo, tenía que hacerlo rápido, pasar la liga por todo mi cuerpo, para que así salga mi otra compañera, me divertí mucho, me olvide de mis preocupaciones y del cansancio, me sentí muy bien, en esos momentos, ya después que termino el juego, yo no quería que termine, quería continuar otro turno más, pero no se pudo, luego pasamos al momento de relajación, las chicas nos pidieron que nos echemos en el piso, que cerremos los ojos, que nos relajemos, es decir que volvamos por un momento a la calma y tranquilidad, ya que después del juego, es importante volver a nuestro estado real, las chicas fueron pasando encima de nosotras móviles de plumas, colocaron música relajante y ahí terminamos, luego la profesora nos preguntó cómo nos sentimos al experimentar el juego, cada una de las chicas fuimos participando y opinando. Ahora me pongo a pensar de cómo es que el juego pudo cambiar mi estado de ánimo y hacerme olvidar todo por un momento, reflexiono y me doy cuenta de cuán importante es vivenciar el juego en cada una de nosotras, y aún más en los niños, ya que como sabemos el juego es una actividad innata en el niño libre y espontánea, según Díaz (1993) lo caracteriza como una actividad pura, donde no existe interés alguno; simplemente el jugar es espontáneo, es algo que nace y se exterioriza. Es placentero; hace que la persona se sienta bien. Por ello es importante que nosotras como futuras docentes demos oportunidades a los niños de vivenciar el juego y de darle la debida importancia. Gracias a esta experiencia que tuve del juego, me ha ayudado a poder vivenciar y a sentir lo que siente el niño cada vez que juega, ese disfrute, placer y el de sentirse bien cada vez que jugamos.