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DERECHO CONSTITUCINAL I

Antología
Material Compilado sin fines de lucro, en beneficio de la educación. Prohibida su
reproducción o distribución sin autorización de los autores.

INTRODUCCIÓN A LA ANTOLOGÍA
La antología “Derecho Constitucional I” es una compilación sin fines de lucro de
diferentes textos, pensada para ser una herramienta de apoyo que facilite a los
estudiantes el aprendizaje y desarrollo de habilidades relacionadas al contenido
de esta asignatura y por lo tanto se alcancen los objetivos planteados en el
programa de estudios.
Para lograr este objetivo el estudiante:
Obtenga los conocimientos básicos necesarios para entender las otras materias
que se relacionan de manera directa con el Derecho Constitucional, pues para
mi esta materia es la columna vertebral del derecho en un Estado, pues como
refiere Hans Kelsen, la Constitución “es la norma fundante”, de la que surgen las
demás leyes: Además es una materia muy extensa y dentro de la curricular de
la Licenciatura en Derecho se ha dividido en dos, Derecho Constitucional I y
Derecho Constitucional II, pero esto no es suficiente para dominar el Derecho
Constitucional, habrá que estudiar después de la Licenciatura, la Maestría en
Derecho Constitucional o incluso alguna otra especialización afín.
CONTENIDO DE LA ASIGNATURA
1. Teoría de la Constitución
1.1. Concepto de Derecho Constitucional
1.2. Concepto de Constitución
1.3. Clasificación de las Constituciones.
1.3.1 Constitución material y formal
1.3.2 Constitución escrita y no escrita
1.3.3 Constitución flexible y rígida
1.3.4 Constitución Democrática y no democrática
1.3.5 Constitución originaria y derivada
1.4. Orígenes del Constitucionalismo
1.5. Contenido de la Constitución

2. Antecedentes Históricos de la Constitución Mexicana


2.1. Las Constituciones Mexicanas
2.1.1 La Constitución de Apatzingán
2.1.2 La Constitución de 1824
2.1.3 La Constitución de 1836
2.1.4 La Constitución de 1857
2.1.5 Las Leyes de Reforma
2.2. Prospectiva del Constituyente en las Constituciones Mexicanas
2.3. Poder Constituyente y Poderes Constituidos

3. La Constitución de 1917
3.1 Estructura de la Constitución de 1917
3.2. Los principios de la Constitución de 1917
3.3. Los derechos humanos en la Constitución de 1917
3.4. Supremacía e inviolabilidad de la Constitución

4. Población en el Estado Mexicano.


4.1 Concepto de Nación y nacionalidad. Cómo se adquiere y cómo se pierde la
nacionalidad.
4.2 Ciudadanía, derechos y obligaciones del ciudadano y suspensión a sus
derechos
4.3 Extranjeros y migrantes: Derechos y restricciones

5. Elementos Geográficos del Estado Mexicano


5.1 Concepto de Territorio
5.2 Características del Territorio
5.3 Islas y mar territorial
5.4 Límites efectivos
5.5 Formación histórica de los Estados de la Unión y el Distrito Federal (hoy,
Ciudad de México)

6. Estructura Política de la Federación


6.1 Historia del federalismo en México
6.1.1 Poder y órgano legislativo 6.1.2 El unicameralismo y bicameralismo
6.1.3 El Congreso de la Unión en México
6.2 Los tres poderes de la federación. Formas de elección y facultades de cada
poder
6.3 Organismos constitucionales autónomos
6.4 Constituyente Permanente.
6.5 Reformas a la Constitución

7. Medios de control Constitucional


7.1 Juicio político
7.2 Procedimiento investigatorio de la (SCJN) CNDH
7.3 Juicio de Amparo
7.4 Juicio para la protección de los Derechos político-electorales de los
ciudadanos
7.5 Juicio de revisión Constitucional electoral
1. TEORÍA DE LA CONSTITUCIÓN
Para entrar al estudio de la Teoría de la Constitución es necesario primero
mencionar qué es una teoría, pues bien, una teoría para mí es una propuesta a
la explicación de un fenómeno determinado, en el caso de la teoría de la
Constitución, es la propuesta y explicación de cómo surge una Constitución, cuál
es su origen, quienes la elaboran, que tipos de Constituciones hay, cómo se
clasifican las diferentes Constituciones, entre otros puntos importantes de lo que
se llama Constitución. Existen varios autores que nos han presentado su teoría
sobre la Constitución, uno de ellos es el jurista Mexicano Felipe Tena Ramírez,
el que en su obra Derecho Constitucional Mexicano dedica la primera parte de
su obra a la Teoría de la Constitución. De acuerdo con Alberto Pereira-Orozco/
Marcelo Pablo E. Rechter, la teoría de la Constitución tiene por objeto el estudio,
entre otros temas, de que es una Constitución, sus funciones, cuál es su
estructura ; como se clasifican; en qué consisten los poderes constituyente y
constituidos; la supremacía, imperatividad y legitimidad constitucional; la
interpretación constitucional; los medios de defensa de la Constitución; la
reforma de la Constitución; la crisis constitucional y los estados de excepción;
los tratados internacionales y la Constitución.
1.1. Concepto de Derecho Constitucional
Definición de Derecho Constitucional
Ignacio Burgoa haciendo referencia a Seydel considera que esta disciplina tiene
por objeto "la determinación de los órganos por medio de los cuales el soberano
provee a las funciones estatales", abarcando su materia la organización de la
legislación, de la administración, del ejército y de las relaciones exteriores del
Estado," el mismo jurista refiriendo a Pietro Garofalo estima que el Derecho
Constitucional es una rama del derecho público "que estudia la Constitución del
Estado, o sea el ordenamiento de los órganos constitucionales del Estado y las
relaciones fundamentales entre el Estado y los ciudadanos", así mismo el
referido autor aludiendo a Maurice Hauriou, el Derecho Constitucional "tiene por
objeto la Constitución política y social del Estado", afirmando que la ''Constitución
política" se refiere, por una parte, a la organización y al funcionamiento del
gobierno o sea del poder que dirige la vida del grupo; por otra parte, a la
organización de la libertad política, es decir, a la participación de los ciudadanos
en el gobierno". Por "Constitución social" entiende "la que se refiere al orden
social considerado como un orden individualista que reposa sobre la doble base
de las libertades individuales, comprendiendo en ella la de fundación, y de las
ideas objetivas que han formado la civilización; otro de los múltiples juristas
mencionas por Burgoa es Bielsa quien define el Derecho Constitucional "como
la rama del derecho público que regla el sistema de gobierno, la formación de
los poderes públicos, su estructura y atribuciones, y que establece o reconoce,
en principios, declaraciones o garantías, los derechos y. deberes privados y
públicos de los habitantes, como miembros de la sociedad referida al Estado y
como miembros del cuerpo político". Una vez que se definido qué es el Derecho
Constitucional, hay que saber qué estudia ésta rama del Derecho público, y en
palabras de Ignacio Burgoa que dice “Aunque parezca tautológico, debe decirse
que el Derecho Constitucional estudia la Constitución; pero no la Constitución in
abstracto como ente ideal carente de juridicidad, o sea, como un conjunto de
principios deontológicos sin consagración positivo-normativa, sino una
Constitución específica, particular de un Estado determinado”, Para Santi
Romano el Derecho Constitucional es la Constitución misma como
"ordenamiento supremo del Estado", sin el cual no puede existir," (Burgoa 1984)

El Derecho Constitucional como rama del Derecho Público


Siguiendo a Burgoa, quien haciendo referencia a Pietro Garofalo estima que el
Derecho Constitucional es una rama del derecho público "que estudia la
Constitución del Estado, o sea el ordenamiento de los órganos constitucionales
del Estado y las relaciones fundamentales entre el Estado y los ciudadanos", así
mismo nos menciona que León Duguit sostiene que el Derecho Público interno
"agrupa y comprende las reglas de derecho que se aplican al Estado
considerado en sí mismo, las que determinan las obligaciones impuestas al
mismo Estado, y las facultades o poderes de que es titular, así como su
organización", entendiendo este agrupamiento como "Derecho Constitucional"
en su sentido amplio "y no en el sentido estricto reservado para designar las
leyes constitucionales rígidas" . (Burgoa 1984)

Objeto del Derecho Constitucional


Así mismo Burgoa aludiendo a Maurice Hauriou, quien expresa, el Derecho
Constitucional "tiene por objeto la Constitución política y social del Estado",
afirmando que la ''Constitución política" se refiere, por una parte, a la
organización y al funcionamiento del gobierno o sea del poder que dirige la vida
del grupo; por otra parte, a la organización de la libertad política, es decir, a la
participación de los ciudadanos en el gobierno". Por "Constitución social"
entiende "la que se refiere al orden social considerado como un orden
individualista que reposa sobre la doble base de las libertades individuales,
comprendiendo en ella la de fundación, y de las ideas objetivas que han formado
la civilización; y Esmein atribuye al Derecho Constitucional este triple objeto
determinativo: la forma de Estado, la forma y los órganos de gobierno y los
límites de los derechos del Estado; Posada formula un concepto amplio del
objeto del Derecho Constitucional enumerando las materias de estudio que
comprende. Asienta que "El Derecho Constitucional ha de definirse de modo
esencial, jurídico, por su contenido; éste abarca todo el Derecho relativo: a), a la
determinación del soberano en el Estado; b), al ejercicio de la soberanía política
mediante la organización social que constituye el Estado no oficial y oficial o
Gobierno; e), a las relaciones del Estado, en cuanto estas relaciones aclaran por
modo indirecto el criterio práctico que preside el ejercicio de la soberanía política:
comprende esta última parte la doctrina de los derechos de la personalidad.";
Burgoa haciendo mención al eminente Constitucionalista Felipe Tena Ramírez
considera que el Derecho Constitucional "es la doctrina individual y específica
de determinado régimen de Estado", adscribiendo a nuestra disciplina un
contenido y una fuente destacadamente históricos. En expresiones elegantes
afirma que "Por cumplir una misión eminentemente social, el Derecho
Constitucional no puede desarticularse de lo histórico", agregando que "en lo
histórico no sólo tiene cabida la serie de los más o' menos importantes episodios
pretéritos, sino también y relevantemente los factores éticos e intencionales, que
se externan a su vez por la manera de reaccionar la psicología humana ante las
normas. El formalismo de las normas recoge la savia, favorable o adversa, de
los factores vitales, y de este modo el Derecho Constitucional no puede ser
nunca formalismo puro, sino vida que se acendra en la norma o que la niega. El
Derecho Constitucional es, por todo ello, el común aliento jurídico de cada
pueblo, la expresión más alta de su dignidad cívica, el complejo más íntimo de
su historia. (Burgoa 1984)
Después de proporcionarnos las definiciones y objeto de diferentes autores
Burgoa nos presenta su propia definición en la siguiente forma: definir al Derecho
Constitucional siempre entraña una aventura que las más de las veces no se
corona por el éxito; y para nosotros formular una definición sobre dicha disciplina
jurídica no es tan importante como señalar un objeto específico de estudio. Y
agrega, debe decirse que el Derecho Constitucional estudia la Constitución; pero
no la Constitución in abstracto como ente ideal carente de juridicidad, o sea,
como un conjunto de principios deontológicos sin consagración positivo-
normativa, sino una Constitución específica, particular de un Estado
determinado. En su objeto de investigación radica la diferencia entre el Derecho
Constitucional y la "Teoría Constitucional", pues en tanto que ésta fórmula y
explica los citados principios que puedan tener o no acogida en alguna
Constitución in concreto, aquél, según dijimos, analiza un cierto orden jurídico
constitucional. (Burgoa 1984)
El estudio de una Constitución obviamente comprende el de todas sus
disposiciones, agrupándolas sistematizadamente en diversas instituciones o
materias que aquélla establece o regula. Por ende, la comprensión didáctica del
Derecho Constitucional debe abarcar todas las instituciones o materias que en
la Constitución se encuentran normadas o previstas por modo fundamental o
básico, ponderándolas únicamente como contenido de las disposiciones
constitucionales respectivas. Si dichas instituciones o materias son objeto de
regulación de una variada legislación ordinaria que pormenoriza normativamente
las reglas consignadas en la Constitución, el estudio de las mismas, fuera de su
conformación preceptiva constitucional, corresponderá a otras disciplinas
jurídicas. Y agrega el Dr. Burgoa: Si el Derecho Constitucional significa el estudio
de una determinada Constitución en su totalidad normativa, o sea, el de todas
las materias que ésta comprende, su enseñanza debe abarcar todos los
aspectos preceptivos de la ley fundamental. (Burgoa 1984)

1.2. Concepto de Constitución


Pedro Salazar Ugarte en un capitulo que hace referencia sobre el concepto de
Constitución, menciona:
Entendido en su sentido más general, la Constitución es un marco normativo
orientado a la organización de los poderes de un Estado. De hecho, en su
acepción primigenia, según recuerda Michelangelo Bavero, en una analogía con
la ciencia médica, el término alude a la estructura del organismo político Estatal.
Así que la Constitución es el ordenamiento de las magistraturas y de los poderes
de un estado cualquiera. Desde esta –axiológicamente neutral- todos los
Estados tienen una Constitución. A esto es a lo que se refiere Elías Díaz cuando
sostiene que, en sentido estricto, todos los Estados son Estados jurídicos. La
organización del poder político, requiere de una estructuración que suele adquirir
expresión jurídica mediante un conjunto de normas –que pueden o no estar
escritas- y que comúnmente llamamos Constitución. (Salazar Ugarte, en la
Enciclopedia de Filosofía y Teoría del Derecho, volumen tres. UNAM)
1.3. Clasificación de las Constituciones
Para el estudio de las diferentes constituciones que ha habido a lo largo de la
historia, en concreto, de la historia de la Constitución, diferentes autores han
propuesto diferentes tipos y formas de clasificación, Ramírez Millán menciona
que los criterios que se han tomado principalmente son los que entienden a su
forma jurídica o a su origen o a su reformabilidad.

1.3.1 Constitución material y formal

Ramírez Millán expresa que para una comprensión de la Constitución, toda vez
que ésta es el objeto de estudio del Derecho Constitucional, se hace necesario
una debida definición de la misma; sin embargo, los conceptos expresados para
definirla, tal como ha sucedido con este derecho, sustentan diversos criterios.
Por lo anterior es importante definir la Constitución desde un punto de vista
formal o material:
 Desde el punto de vista formal: es definida como el Documento Solemne
en el cual se contemplan las normas fundamentales de un Estado;
 La Constitución desde el punto de vista material: se entiende como un
conjunto de normas jurídicas fundamentales que regulan la estructura y
organización del Estado, la determinación de los órganos, la relación de
estos órganos entre sí y con los particulares, la forma en que se
incorporan los particulares al ejercicio del poder público y al control del
mismo, así como los criterios programáticos que servirán de guía para la
actuación de los órganos del Estado. (Ramírez Millán 2000)

Por su parte Pedro Salazar Ugarte, haciendo referencia a Constantino Mortatí


nos menciona lo siguiente: entre una Constitución formal o normativa y otra
Constitución material que se define en clave sociológica. La Constitución
normativa es el documento Constitucional, producto de un pacto o acuerdo
político, en el que están plasmadas las normas que rigen la convivencia de una
colectividad compleja que llamamos Estado. La Constitución material, en
cambio, se compone por los actores y los comportamientos reales de los mismos
que organizan y definen efectivamente a un Estado. La Constitución material,
entonces, se define e identifica en clave sociopolítica y, en una cierta medida,
anticipa, procede y condiciona la Constitución formal. (Salazar Ugarte)

Por su parte Ramírez Millán, haciendo referencia al Constitucionalista mexicano


Ignacio Burgoa, con relación al concepto de Constitución menciona que: es el
ordenamiento fundamental del Estado que: a) establece su forma y la de su
gobierno; b) crea y estructura sus órganos primarios; c) proclama los principios
políticos y teleológicos estatales, y d) regula sustantivamente y controla
adjetivamente el poder público del estado en beneficio de los gobernados.
(Ramírez Millán, 2000)

Ramírez Millán, aludiendo a la obra de Fernando Lassalle ¿Qué es una


Constitución? Menciona que el autor hace el planteamiento siguiente:
¿Qué es una Constitución? ¿En qué consiste la verdadera esencia de una
Constitución? Por todas partes y a todas horas, tarde, mañana, noche, estamos
oyendo hablar de Constitución y problemas constitucionales y agrega que
Lassalle manifiesta que la Constitución es la Ley Fundamental, y establece la
diferencia entre Constitución y Ley, afirmando que la primera, como Ley
Fundamental, constituye el origen de todas las demás leyes a la vez que actúa
a través de estas pero, que la verdadera razón de su fundamento será
comprensible si en su contenido recoge los factores reales del poder que rigen
en el seno de cada sociedad. (Ramírez Millán, 2000)
Lassalle procede a detallar:
Se cogen esos factores reales de poder, se extienden en una hoja de papel, se
les da expresión escrita, y a partir de ese momento, incorporados en un papel,
ya no son simples factores reales de poder, sino que se han erigido en derecho,
en instituciones jurídicas y quien atente contra ellos atenta también contra la ley
y es castigado. (Ramírez Millán, 2000)

1.3.2 Constitución escrita y no escrita

En atención a su forma jurídica a su vez, surgen otras sub-clasificaciones, dando


lugar a las siguientes (Ramírez Millán, 2000):
 Constituciones escritas: son aquellas cuyas disposiciones se plasman
con claridad en un solo documento. Por ejemplo la Constitución de
Estados Unidos de 1787, considerada la primer Constitución moderna
escrita (Apuntes Jurídicos Web); y
 Constituciones consuetudinarias o no escritas: son disposiciones de
las que no existe un documento específico en el que se contengan la
totalidad de las normas básicas.

1.3.3 Constitución flexible y rígida

Constituciones atendiendo a su reformabilidad, se encuentran las siguientes:


 Constituciones flexibles: Son aquellas en las que su reforma se hace
del mismo modo que las leyes ordinarias;
 Constituciones rígidas: Son aquellas en las que para su reforma se
establece un procedimiento y un órgano especial. (Ramírez Millán, 2000)
Ejemplo de ella es la Constitución Mexicana, en la que para su reforma
de acuerdo con el artículo 135 de la misma, tales reformas deben ser
aprobadas por las dos terceras partes de los miembros presentes del
Congreso de la Unión y deben de pasar por la aprobación de la mayoría
de las legislaturas estatales. A pesar de la rigidez de la Constitución
Mexicana, actualmente es la Constitución más reformada del mundo, sin
embargo la Constitución de Estados Unidos, que también es una
Constitución rígida, sólo ha tenido 27 enmiendas, la que la hace la
Constitución menos reformada y con mayor tiempo de vigencia
Tal clasificación indica la aplicación o no de un procedimiento de creación de la
norma constitucional, por su parte en la flexible existe un procedimiento de
creación ordinario para cualquier norma, mientras que en el rígido el proceso de
creación es mayormente complejo y difícil para llevarse a cabo. En la modalidad
flexible como en el caso de Gran Bretaña y Nueva Zelanda:
“…las normas constitucionales surgen del procedimiento legislativo normal y, en
consecuencia, no requieren de algún procedimiento especial para su
modificación. Es importante señalar que en donde existen las leyes
constitucionales no escritas tampoco se hace la distinción entre Poder
Constituyente y poderes constituidos, y en virtud de que el Parlamento actúa
permanentemente con un carácter Constituyente y no aplica formalidades
especiales para modificar las normas constitucionales existentes, se dice que en
tales casos la Constitución es flexible. (Avilés Urquiza 2012)

En cuanto a las rígidas se deduce de la afirmación anterior, que las rígidas


cuentan con un proceso legislativo especial que está plasmado en la misma
constitución; también contempla la existencia de un poder constituyente; ambos
logran, como el nombre lo indica, que sea más rígida la creación y reforma de la
norma suprema. Zamudio asevera que esta clasificación puede inducir a
equívoco ya que “las constituciones flexibles no son las que más cambian, el
caso inglés lo ejemplifica, mientras que algunas constituciones rígidas han sido
modificadas mucho más veces que las flexibles como ocurre con varios textos
en la actualidad. (Avilés Urquiza 2012)

1.3.4 Constitución Democrática y no democrática

Se refiere a la existencia o no de un Estado democrático. Una primera


clasificación al respecto significaba en considerar constituciones pactadas, las
cuales eran acordadas entre el pueblo y el monarca; otorgadas, la cual era
concedida por el monarca al pueblo; y las impuestas, cuando el pueblo obligaba
al soberano a aceptarla. Carpizo menciona cuatro tipos de clasificar a la
constitución de acuerdo a su naturaleza democrática:
a) Democráticas: Aseguramiento de garantías individuales del ciudadano y el
sistema político regido por un sistema de partidos plural, ya que no se concentra
en un solo grupo o persona dicho sistema. No se agrega ejemplo, pues es el
máximo ideal de un pueblo o nación y el logro todavía es lejano.
b) Cuasi democráticas: No hay pleno aseguramiento de las libertades, existe un
partido preponderante y rige mayormente el poder ejecutivo. El caso de México
cuando regía el PRI.
c) Democracia popular: Tratan de asegurar el sustento económico por encima
de las garantías individuales y existe el monopolio de un solo partido. República
Popular de China.
d) No democrática: No reúne ningún requisito de los expuesto en el inciso a). Las
dictaduras militares. (Avilés Urquiza 2012)

Por su origen las Constituciones se clasifican en las siguientes:


 Constituciones otorgadas: Son documentos que el Rey, Monarca o
Gobernante concede un su carácter de titular de la soberanía. Como
ejemplo de este tipo de Constitución se tiene la Constitución o Estatuto
de Bayona de 1808, otorgada al pueblo español por el Rey José I
Bonaparte, (hermano de Napoleón) en dicha Constitución se reconocía
la autonomía de las provincias americanas del dominio español (Apuntes
Jurídicos Web);
 Constituciones impuestas: Son documentos que el Parlamento impone
al Rey. Como ejemplo de una Constitución de este tipo tenemos la
Constitución Española de Cádiz de 1812 y que le fue impuesta al Rey
José I, estableciéndose así una monarquía Constitucional (Apuntes
Jurídicos Web); y
 Constituciones pactadas o contractuales: Son los documentos
sustentados en la teoría del pacto social. Como ejemplo de Constitución
pactada se tiene a la Constitución de Napoleón de 1808, que fue un pacto
entre gobernantes y el pueblo. (Apuntes Jurídicos Web)
De acuerdo con Ramírez Millán, existe otro tipo de clasificación de las
Constituciones, esta es atendiendo al carácter otológico de éstas, de las que se
distinguen las siguientes:
 Constituciones normativas: son aquellos documentos cuyas normas
constitucionales están en concordancia con la realidad del proceso de
poder;
 Constituciones nominales: son aquellas cuyas disposiciones no están
acorde con las condiciones sociales actuales sino que están en espera de
convertirse en normativas; y
 Constituciones semánticas: son aquellas cuyas disposiciones no sirven
para limitar el poder sino que son instrumentos al servicio de los
detentadores del poder real, en ocasiones, aparentan ser Constituciones
normativas. Ramírez Millán, 2000
A mi entender podrían ser aquellas Constituciones de los Estados que tienen
una dictadura, ya sea de un solo individuo o de partido único, en donde el grupo
en el poder utiliza la Constitución como instrumento para su beneficio, pero, con
el pueblo, lo que establece la Constitución no se cumple. O como escribiera el
Barón de Montesquieu “donde no hay división de poderes, no hay Constitución”

1.3.5. Constitución Originaria y Derivada

Algunas constituciones son originarias, refiriéndose al respecto existir bajo la


característica de ser nueva o innovadora, como la de Estados Unidos que sigue
vigente. En cuanto a la derivada se dice que sigue un modelo vigente, ya
existente, que se adapta a las condiciones del país donde habrá de aplicarse.
No hay innovación o novedades. Zamudio cita que México es en parte originaria
y derivada, ya que se introdujeron novedades como el constitucionalismo social
y el juicio de amparo; y derivada pues proviene de varias propuestas
constitucionales como ejemplo ponemos la siguiente cita: “Hay pues, en nuestro
régimen una distinción exacta entre el poder que confiere las facultades de
mando y los poderes que ejercitan esas facultades, lo que significa que nuestra
Constitución adoptó en este punto el sistema norteamericano. (Avilés Urquiza
2012)

1.4. Orígenes del Constitucionalismo


El Dr. Jesús Ramírez Millán menciona que en la doctrina Constitucional se
entiende como Constitucionalismo al proceso histórico mediante el cual los
Estados han ido regulando el ejercicio del poder público conforme lo establece
su Constitución.
Como antecedentes remotos de éste proceso histórico, se cuentan algunas de
las antiguas Constituciones Griegas en las que se establecieron reglas para la
organización y funcionamiento del Estado y, posteriormente, en la Magna Carta
Inglesa de 1215. (Ramírez Millán 2000)
Mencionado por Ramírez Millán, Daniel Moreno con relación a los orígenes del
Constitucionalismo moderno, expresa que:
El origen del Derecho Constitucional como disciplina con sus propios caracteres
corresponde a principios del siglo XIX, y que en este fenómeno tuvieron especial
trascendencia tres acontecimientos políticos de tipo revolucionario: La
Revolución Inglesa de la segunda mitad del siglo XVII; la gran Revolución
Francesa iniciada en 1789 y la Independencia de los Estados Unidos, país donde
se expidió la primera Constitución escrita y que ha tenido una prolongada
vigencia. (Ramírez Millán 2000)
Ramírez Millán menciona lo que dice André Hauriou: El moderno proceso de
Constitucionalización, que comienza a finales del siglo XVIII, no se ha extendido
por el mundo entero de un modo progresivo y continuo. Se ha extendido de un
modo progresivo y continuo. Se ha desarrollado por olas sucesivas,
consecutivas, de movimientos revolucionarios o de guerras mundiales, de hecho,
cabe distinguir cuatro grandes periodos:
 El que sucedió a la Independencia Americana y a la Revolución Francesa
de 1789;
 El que siguió a las Revoluciones Francesas de 1830 y 1848;
 El que se produjo después de la primera guerra mundial, es decir después
de la caída de Alemania, el desmembramiento del Imperio austro-
húngaro, del Imperio otomano y del Imperio Zarista, con el fenómeno de
la Revolución Soviética y el nacimiento de la U.R.S.S.;
 Por último, el que se desarrolla desde fin de la Segunda Guerra Mundial
y que está en lo fundamental ligado con la descolonización del Tercer
Mundo. (Ramírez Millán 2000)

1.5. Contenido de la Constitución Política de los Estados Unidos


Mexicanos.
En la atención a la necesidad de analizar las disposiciones constitucionales,
también se ha sistematizado su contenido (Ramírez Millán, 2000), para lo cual
varios autores han propuesto diferentes divisiones, siendo la más común la que
la divide en parte dogmática y parte orgánica. En lo particular considero que uno
de los autores que propone una división más adecuada es el jurista mexicano
Elisur Arteaga Nava. Quien lo hace de la siguiente forma:

• 1) La parte dogmática que abarca de los artículos 1º al 29, resaltando


que a lo largo del instrumento jurídico citado, también se encuentran
derechos a favor de los individuos, así se denomina por comprender
principios que se siguen sin la necesidad de comprobarlos o demostrarlos.
• 2) La parte orgánica relativa a la estructura, el funcionamiento y las
facultades de los poderes centrales y locales, artículos 49 al 122; toma el
nombre ya que es la parte que organiza al poder público y señala las
limitaciones que ese ente tiene.
• 3) La parte programática que define la naturaleza y las características
del Estado Mexicano, artículos 39 al 41.
• 4) La parte de derechos sociales, artículos 27 y 123.
• 5) La parte de las prevenciones generales, comprende un cúmulo
extenso de materias de diferente índole, como la ciudadanía, la
extranjería, supremacía, reformas y permanencia constitucional.
• 6) Como última la parte transitoria, que hizo operante la entrada en
vigor de la constitución de 1917, dispuso la derogación de las normas de
1857 que se le opusieran y reguló la transición entre una y otra. (Arteaga
Nava. 1999)

Principios Constitucionales
Parafraseando lo que sobre este tema expone Ramírez Millán, los principios
Constitucionales son aquellas cualidades o características de la Constitución y
que le permiten a ésta diferenciarse de las demás leyes que integran el
ordenamiento jurídico.
Y agrega Ramírez Millán, entre los principios Constitucionales de mayor
trascendencia se pueden mencionar a los principios de legitimidad, de
supremacía, de reformabilidad y de inviolabilidad.
Así mismo el referido constitucionalista, haciendo referencia a José Antonio
García Becerra, manifiesta:
“La Constitución, como ordenamiento fundamental del orden jurídico, tiene una
serie de principios sobre los cuales descansa. Estos principios dan sustento a la
Constitución y la hacen diferente de cualquier otro ordenamiento jurídico. Son la
base sobre la cual se sustenta nuestra Carta Magna” (Ramírez Millán. 2000).
Por su parte Rogelio Avilés Urquiza nos dice haciendo referencia a la obra de J.
Eduardo Andrade Sánchez:
En los principios Constitucionales se distinguen dos tipos: formales y materiales.
Para ello hay que estudiar las diferencias que existen entre ellos:
“Los principios formales atienden a la estructura de la propia
Constitución y del régimen jurídico que de ella deriva, se refieren al
continente y a las bases de la construcción constitucional con
independencia de los contenidos; en cambio, los principios materiales
aluden a las ideas rectoras que se plasman en la Constitución para definir
las características del Estado regulado por ella.” (Avilés Urquiza)

Principios Formales:
1. Carácter normativo de la Constitución: Significa que todo lo
establecido en dicha norma debe ser cumplido, es decir es de orden
obligatorio.

2. Supremacía constitucional: Este principio señala que la constitución es


la norma suprema, por lo que ocupa el nivel jerárquico más alto y todas
las demás normas del sistema jurídico están por debajo, las cuales no
deben ir en contra de la misma, y si acaso sucediese lo contrario
existen procedimientos para logar su prevalencia denominados
medios de control constitucional. La supremacía se divisa en el artículo
133 constitucional, sin embargo se tiene que acudir al criterio de la
corte para visualizar o reconocer convincentemente tal circunstancia.

3. Coherencia interpretativa del orden jurídico constitucional: Indica que


el ordenamiento jurídico supeditado a la Constitución debe
interpretarse de manera tal que "siendo posibles dos distintas
interpretaciones de un precepto, una ajustada a la Constitución y la
otra no conforme a ella, debe admitirse la primera."
4. Inviolabilidad constitucional: No admisión de vulnerar a la constitución,
para ello contiene mecanismos de defensa, que como ya se dijo se
denominan medios de control constitucional. (Avilés Urquiza 2012)

Principios materiales:
1. Liberalismo: Se desprende de ideología arcaica del pensamiento
inglés y francés de los siglos XVII y XVIII, que advierte al Estado proveer
al individuo de garantías, va encaminada a proteger la esfera jurídica
individual, como es la libertad, la igualdad, la propiedad o la seguridad
jurídica.
2. Soberanía popular: Advierte el poder supremo del pueblo para decidir
el rumbo del país. Artículo 39 Constitucional. Aquí agregamos el de
democracia en el sentido de que todos los gobernantes deben ser electos
por voto popular. Artículo 41 de la ley citada. Así mismo el de
representatividad que refiere los poderes de la unión representen al
pueblo. Artículo 40 de la Carta Magna.
3. Propiedad originaria de la nación: Advierte un derecho previo a la
propiedad privada, perteneciente a la colectividad denominada nación,
que posteriormente es transmitido a los particulares. Artículo 27 del
ordenamiento supremo.
4. División de poderes: Para evitar la concentración del poder, este se
divide en tres poderes: el legislativo, el judicial y el ejecutivo. Principio que
deviene del pensamiento del Barón de Montesquieu.
5. Federalismo: El Estado se conforma de varias entidades que disponen
de su propia soberanía y que deciden organizarse en un pacto federal
para mejor logro de sus fines.
6. No reelección: Impide a funcionarios de elección popular reelegirse en
periodos inmediatos. Artículo 59 constitucional. (Avilés Urquiza 2012)
Aunque hay que hacer notar que mediante la reforma Constitucional en
materia política-electoral de febrero del 2014 se estableció que se pueden
reelegir los diputados tanto federales como locales, senadores y
miembros de ayuntamientos, limitándose la reelección únicamente el
Presidente de la República y los Gobernadores de los Estados
7. Protección grupal: Proteger a grupos específicos de la población,
como los indígenas y los trabajadores.
8. Laicismo: Establece que el Estado debe estar libre de cualquier
inclinación religiosa o intervención de la misma. (Avilés Urquiza 2012)
Sobre el laicismo me parece importante mencionar que el Estado debe
respetar el derecho humano que cada persona tiene de profesar la religión
de su agrado y no impulsar una política antirreligiosa amparándose en la
libre manifestación de la ideas, pues, si bien es cierto, en las aulas se
deben enseñar todas las corrientes filosóficas y de pensamiento, pero,
esto con el fin de que los estudiantes formen su propio criterio.
De los principios antes expuestos Ramírez Millán resalta el de la supremacía
Constitucional, haciendo mención que una jerarquización de los principios de la
Constitución éste ocuparía un primerísimo lugar por ser el sustento mediante el
cual la Constitución adquiere el rango de Ley Suprema en el orden jurídico así
como por ser base para el mecanismo con que ésta cuenta para su defensa en
actos contrarios a ella, para lo cual el referido autor hace referencia a lo
expresado por Don Felipe Tena Ramírez:
La defensa de la Constitución consiste en la nulificación de los actos que la
contrarían, la cual incumbe principalmente a la Suprema Corte de Justicia en
instancia final. Los actos de la Suprema Corte, realizados en interpretación
Constitucional, son los únicos actos de un poder constituido que escapan de la
sanción de nulidad, lo que se explica si se tiene en cuenta que la Corte obra
siempre, no sobre la Constitución, sino en su nombre. El cambio de rumbo en la
jurisprudencia de la Corte por motivos políticos o sociales, como ha acontecido
algunas veces en Estados Unidos, plantea la posibilidad de que la Corte asuma
de hecho en tales ocasiones la función de Poder Constituyente. (Ramírez Millán,
2000)

Poder Constituyente

A partir de los movimientos revolucionarios o las independencias que surgieron


para sacudirse a las monarquías absolutas, los pueblos eligieron a una asamblea
que se encargara de redactar el documento que le diera origen al nuevo Estado.
A ésta Asamblea se le ha denominado Poder Constituyente, Asamblea
Constituyente o Constituyente Revolucionario.
Ramírez Millán nos dice: Entre los argumentos empleados para explicar el origen
de la Constitución se encuentra la tesis del Poder Constituyente, entendido ésta
a partir de la unión de individuos, que constituidos en una asamblea popular,
tienen como objetivo plasmar en un documento las bases para la organización y
funcionamiento del poder público. (Ramírez Millán, 2000)

El pueblo que al luchar en la revolución contra el Rey o Monarca, le quita la


soberanía que antes éste se atribuía y ahora el pueblo es el soberano, pero ésta
soberanía el pueblo se la traslada a la Asamblea Constituyente que es electa por
el pueblo, en la que participan integrantes del pueblo que luchó en la revolución,
por lo que la Asamblea Constituyente en el uso de esa atribución de soberanía,
redacta la Constitución y por medio de ella constituye al Estado, a los poderes u
órganos necesarios para gobernar al pueblo, establece los derechos que el
pueblo ganó en la revolución para que sean respetados por los gobernantes que
se van a encargar de las funciones del Estado. Al concluir su trabajo el Poder
Constituyente originario, le trasmite la soberanía a los poderes constituidos.
Para entender de mejor manera lo anterior hay que acudir a lo que dice nuestro
Texto Constitucional:
Artículo 39. La soberanía nacional reside esencial y originariamente en el
pueblo. Todo poder público dimana del pueblo y se instituye para beneficio de
éste. El pueblo tiene en todo tiempo el inalienable derecho de alterar o modificar
la forma de su gobierno.
Artículo 40. Es voluntad del pueblo mexicano constituirse en una República,
democrática, laica y federal. Compuesta por Estados libres y soberanos en todo
lo concerniente a su régimen interior, y por la Ciudad de México, unidos en una
federación establecida según los principios de esta ley fundamental.
Artículo 41. Primer párrafo. El pueblo ejerce su soberanía por medio de los
Poderes de la Unión, en los caos de la competencia de éstos, y por los de los
Estados y de la Ciudad de México, en lo que toca a sus regímenes interiores, en
los términos respectivamente establecidos por la presente Constitución Federal
y las particulares de cada Estado y de la Ciudad de México, las que en ningún
caso podrán contravenir las estipulaciones del Pacto Federal.
Los artículos antes transcritos fueron plasmados por el Poder Constituyente de
1916-17, con las reformas realizadas por el Constituyente Permanente.
La lectura de los artículos antes mencionados me hace imaginar incluso al
Congreso Constituyente que redactó el Acta Constitutiva de la Federación, en
1823, que establece lo siguiente:
Artículo 3º. La soberanía reside radical y esencialmente en la nación, y por lo
mismo pertenece exclusivamente a ésta el derecho de adoptar y establecer por
medio de sus representantes la forma de gobierno y demás leyes fundamentales
que le parezca más conveniente para su conservación y mayor prosperidad,
modificándolas o variándolas, según crea convenirle más.
Artículo 5º. La nación adopta para su gobierno la forma de república
representativa popular federal.
Artículo 9º. El poder supremo de la federación se divide, para su ejercicio, en
legislativo, ejecutivo y judicial; y jamás podrá reunirse dos o más de éstos en una
corporación o persona, ni depositarse el legislativo en un individuo.
Por su parte Ramírez Millán nos dice lo siguiente: una valiosa referencia para
conocer el origen del Poder Constituyente y su facultad como órgano creador de
la Constitución, es la que nos ofrece Felipe Tena Ramírez, en los términos
siguientes:
Dentro del sistema americano, el único titular de la soberanía es el pueblo o
nación: Este titular originario de la soberanía hizo de tal poder cuando se
constituyó en Estado jurídicamente organizado. Para este fin el pueblo soberano
expidió su ley fundamental, llamada Constitución en la que –como materia
estrictamente Constitucional- consignó la forma de gobierno, creo los poderes
públicos con sus respectivas facultades y reservó para los individuos cierta zona
inmune a la invasión de las autoridades (los derechos públicos de la persona que
nuestra Constitución llama “garantías individuales” (hoy derechos humanos). El
acto de emitir la Constitución significa para el pueblo que la emite un acto de
autodeterminación plena y auténtica, que no está determinado por determinantes
jurídicos, extrínsecos a la voluntad del propio pueblo: En los regímenes que
como el nuestro no toleran la apelación directa del pueblo, el acto de
autodeterminación representa la única oportunidad de que el titular de la
soberanía la ejerza en toda su pureza e integridad (Ramírez Millán 2000).

Limitaciones al Poder Constituyente


Ramírez Millán menciona que el Poder Constituyente tiene ciertos límites y
menciona los siguientes:
a) Debe circunscribir sus disposiciones al ámbito espacial de su territorio;
b) Debe considerar las disposiciones establecidas en los tratados
internacionales celebrados por regímenes anteriores; y
c) Los factores de orden histórico, político y factores reales de poder, que
influyen en su decisión. (Ramírez Millán)

Poder Constituyente y Poderes Constituidos


El Poder Constituyente, una vez que ha concluido su tarea al hacer la
Constitución, estableciendo en la misma los órganos de hacer valer sus
disposiciones, la asamblea se disuelve dando lugar al ejercicio de la facultades
establecidas en la Constitución para los órganos que creó. (Parafraseando a
Ramírez Millán)
A los órganos creados por el Constituyente se les ha denominado Poderes
Constituidos, entre ellos se divide el poder y de acuerdo a las facultades que
cada uno de ellos tiene se les ha dado el nombre de Poder Legislativo, Poder
Ejecutivo y Poder Judicial. De esta manera se aplica la doctrina de la división de
poderes y se cumple lo que establece el artículo 41 de nuestra Carta Magna: “El
pueblo ejerce su soberanía por medio de los poderes de la Unión…”

El poder Constituyente Permanente


El Constituyente también dejó establecido en la Constitución un órgano para que
de manera pacífica actualice la Constitución. Éste órgano se encarga de recoger
las demandas de la sociedad, que en ocasiones reclama que se le reconozcan
derechos que las necesidades actuales plantean o crean otros organismos para
limitar el exceso del poder del Ejecutivo o para que se encarguen de atribuciones
que para una mejor convivencia de la sociedad, no deben estar bajo el control
de alguno de los tres podres y para garantizar su actuación independiente. Como
ejemplo tenemos a los organismos constitucionalmente autónomos que no
dependen de ninguno de los poderes.
El fundamento constitucional del Constituyente Permanente se encuentra
establecido en el artículo 135 de nuestra norma fundamental y lo integran el
Congreso de la Unión (Cámara de Diputados y Cámara de Senadores) y las
legislaturas de los Estados y la de la Ciudad de México. Dicho artículo establece:
La presente Constitución puede ser adicionada o reformada. Para que las
adiciones o reformas lleguen a ser parte de la misma, se requiere que el
Congreso de la Unión, por el voto de las dos terceras partes de los individuos
presentes, acuerden las reformas y adiciones, y que éstas sean aprobadas por
la mayoría de las legislaturas de los Estados y de la Ciudad de México.

2. ANTECEDENTES HISTÓRICOS DE LA CONSTITUCIÓN


MEXICANA
Introducción
Estudiar los antecedentes históricos de la Constitución Mexicana nos lleva a
meternos a la historia de nuestro país, la situación que el pueblo vivió en la época
de colonial, las causas que el dieron origen al movimiento de independencia y el
contexto histórico que la Corona Española vivía en la época en que inicia el
movimiento libertario de México, la Constitución de Cádiz y las causas que le
dieron origen, revisando de paso los Constituyentes de la Colonia que
participaron en dichas cortes, la consumación de la Independencia, los
documentos que se escribieron en plena lucha independentista, el Imperio de
Iturbide, el Acta Constitutiva de la Federación, la Constitución de 1824 y sus
Constituyentes, la Constitución Centralista de 1836 y la dictadura de Antonio
López de Santana, las constantes luchas entre conservadores y liberales, los
planes que dieron origen a las revoluciones, como lo fue el Plan de Ayutla y la
Revolución a que dicho plan convocó, el Congreso liberal y la Constitución que
de tal revolución surge (Constitución de 1857), la intervención francesa, el
imperio de Maximiliano, El triunfo liberal y las Leyes de Reforma, la dictadura de
Porfirio Díaz, las luchas de los obreros y campesinos l final del porfiriato, la
Revolución Mexicana iniciada en 1910, El triunfo electoral de Francisco I. Madero
y su corto periodo de gobierno, el Asesinato del Presidente Madero con su
vicepresidente Pino Suárez, la usurpación de Victoriano Huerta, la Revolución
Constitucionalista convocada por Venustiano Carranza, el Constituyente de
Querétaro de 1916-1917, el proyecto de Constitución presentada por Carranza
a dicho Congreso Constituyentes, los debates del Constituyente y la
promulgación de la Constitución de 1917. Toda esa parte de la historia y mucho
más se tendría que estudiar para entender lo que actualmente contiene la
Constitución que actualmente nos rige, pues cada palabra, cada frase, cada
derecho en ella establecido tiene que ver con una lucha, con una revolución, con
vidas perdidas de mexicanos y mexicanas que las ofrendaron para que hoy
gocemos de los derechos que reconoce nuestra Constitución.

Constitución de Cádiz de 1812


Contexto histórico de la Constitución de Cádiz

La época de Carlos IV (1788-1808) fue un periodo de crisis económica y política


que afectó al prestigio de la monarquía.
Con el desarrollo de la Revolución Francesa la monarquía española se vio
inmersa en un ciclo de guerras contra Francia y Gran Bretaña.
La incorporación de España a la estrategia napoleónica del “bloqueo continental”
contra Inglaterra, llevará al gobierno del Carlos IV y a su principal representante.
Godoy, a aceptar las propuestas de Napoleón, concertadas en una serie de
acuerdos comerciales y estratégicos, como el Tratado de Fontainebleu (27 de
octubre de 1807), que favorecían los intereses de Francia.
El 17 de marzo de 1808, tras correr por las calles de Aranjuez el rumor del viaje
de los reyes, una pequeña multitud dirigida por miembros del partido fernandino,
se agolpan frente al Palacio Real y asaltan el palacio de Godoy. El día 19 por la
mañana, Godoy es encontrado escondido en su palacio. Ante esta situación y el
temor de un linchamiento, interviene el príncipe Fernando, verdadero dueño de
la situación, en el que abdica su padre al medio día, convirtiéndolo en Fernando
VII.
El 2 de mayo de 1808, en Madrid, la población civil trató de evitar la salida hacia
Francia de los últimos miembros de la familia real. Estos sucesos tuvieron una
dimensión popular que se generalizó en una cadena de levantamientos contra
los franceses que recorrió todo el país dando inicio a la guerra de la
Independencia.
La guerra fue algo más que una lucha armada entre franceses y españoles. Por
una parte, fue un conflicto civil interno de afrancesados contra patriotas. Por otra,
un conflicto internacional, pues los sublevados se aliaron con Inglaterra.
Tras ña abdicación de Carlos IV, el príncipe Fernando para reinar esperaba
contar con el apoyo de Napoleón. Las abdicaciones de Bayona, que tuvieron
lugar el 5 de mayo de 1808 en la Ciudad francesa de Bayona, es el nombre por
el que se conoce a las renuncias sucesivas de los reyes Carlos IV y su hijo
Fernando VII al trono de España en favor de Napoleón Bonaparte, quien a
continuación cedería los derechos a su hermano José Bonaparte, quien reinaría
con el nombre de José I (1808-18013).
Las juntas que surgieron a partir de mayo de 1808 se sentían encargadas de la
soberanía nacional al considerar que las abdicaciones de Bayona habían sido
un acto ilegal que había roto el pacto entre rey y pueblo y, por lo tanto, la
soberanía revertía en el pueblo.
La Junta Central convocó a Cortes, que se hicieron en Cádiz a partir de 1810,
debido a la ocupación del resto del país.
Las Cortes se platearon dos objetivos: constituir un nuevo régimen político, para
lo que se redactó la Constitución de 1812, y promover la transformación de la
sociedad, para lo que dispusieron la publicación de un conjunto de leyes.
La labor legislativa de las Cortes de Cádiz fue trascendental para desmantelar el
entramado social y económico del Antiguo Régimen.
El Tratado de Valençay (11 de diciembre de 1813) fue un acuerdo firmado en la
localidad francesa del mismo nombre, por lo que el emperador Napoleón I ofrecía
la paz y reconocía a Fernando VII como rey de España, como consecuencia de
las derrotas sufridas en la Guerra de Independencia y, especialmente, del
deterioro progresivo del ejército francés y de la moral de los soldados por el
continuo acoso de la guerrilla.
En 1814, Fernando VII regresó a España encontrando apoyos sobrados para
imponerse como monarca absoluto, declarando nulos y de ningún valor ni efecto,
la Constitución y los derechos emanados de las Cortes de Cádiz.
Después se produjo la vuelta al régimen liberal (1820-1823), debido a la debilidad
del régimen absolutista derivado de la crisis económica interior y de la
emancipación de las colonias. Los liberales moderados prosiguieron la obra
comenzada en Cádiz.
En 1820, Riego proclamó inmediatamente la restauración de la Constitución de
Cádiz y en esa fecha se publicó un manifiesto de Fernando VII acatando la
misma, que el 8 de marzo había jurado en Madrid. (Artículo publicado por el
Cardenal Cisneros en: http://1812lapepa.blogspot.com/2011/11/contexto-
historico.html)

Hemos leído con asombro el contexto histórico en el que surge la Constitución


de Cádiz, la narrativa antes citada es de un español de la época actual, por el
leguaje que emplea se advierte su amplio conocimiento de la historia de España,
narra hechos que en la Colonia de la Nueva España fueron noticias que causaron
diferentes reacciones al grupo que el Rey Carlos IV había nombrado para
gobernar la Colonia, sobre estas noticias nos habla Felipe Tena Ramírez en su
obra Leyes Fundamentales de México. En la Nueva España al ser Colonia
española tuvo vigencia la Constitución de Cádiz, en las Cortes de Cádiz
participaron varios diputados novohispanos de ellos destacan Miguel Ramos
Arizpe y José Miguel Guridi y Alcocer, éste último, según datos históricos, fue
originario de San Felipe Ixtacuixtla, Tlaxcala. Una de las cuestiones importantes
que estableció la Constitución de Cádiz fueron los derechos que se concedieron
para los americanos, como el derecho de votar, que incluso desde que se
convocó a las Cortes, se eligieron diputados de las provincias novohispanas. La
Constitución de Cádiz viene a ser de suma importancia para el
Constitucionalismo Mexicano, no solo porque dicha Constitución tuvo vigencia
en nuestro territorio, sino porque sienta las bases del Estado moderno, como lo
describe José Barragán de la siguiente manera:
Otro gran decreto, importantísimo, porque creó las bases absolutamente
necesarias del Estado moderno, de España y de cada uno de los nacientes
Estados americanos, fue el de supresión de los señoríos, aprobado en 1811. Por
este decreto se produjo la primera gran nacionalización de los señoríos de la
Corona, que eran de gran importancia en tierras americanas, y se consuma el
proceso del cambio de la sede de la soberanía mediante la nacionalización del
poder político. (….) Pues bien, gracias a este decreto, efectivamente el poder
político se nacionaliza, permitiendo el triunfo de la soberanía de la nación;
entendiendo por nación, como decía Guridi y Alcocer, a los habitantes
establemente asentados en un territorio. Y se nacionaliza también el poder
económico al pasar los señoríos territoriales de la Corona a formar parte del
patrimonio de la nación, de la nación mexicana, por ejemplo, al alcanzar su
libertad e independencia. (…)Por ello, el rey don Fernando VII, cuando pisa tierra
en Valencia, después de su cautiverio, no dudó un momento en declarar abolida,
en su totalidad, la obra realizada por aquellas Cortes, porque lo habían
despojado de todos sus bienes y de todo su poder, dice el rey. (Barragán)
Otro de los grandes logros de la Constitución de Cádiz, fue el establecimiento de
libertades y las bases para el Estado Moderno y entre otras cosas, la supresión
de la santa inquisición, sobre estos temas José Barragán escribe: …, del debate
se obtuvo la aprobación de una lista muy extensa de libertades y derechos, así
como reformas trascendentales en materia de impartición de justicia, lo mismo
que en materia de organización y funcionamiento de los mismos ayuntamientos,
produciéndose una total liberalización de la vida social y económica, que hasta
entonces venía “estancada”…, el debate contribuyó a fincar las bases del Estado
moderno: la soberanía nacional, y la concepción de un Estado fuerte, mediante
la nacionalización del poder económico y del poder político a favor de la nación.
Un Estado al que se obliga a reconocer los derechos y libertades imprescriptibles
del ser humano y a garantizar su efectivo ejercicio; un Estado con una adecuada
división territorial y una excelente organización política interna; un Estado, por
último, al que se le desprende el lastre del Tribunal de la Sagrada Inquisición,
por ser incompatible con el texto constitucional. Principios todos recogidos o
incorporados al texto constitucional del 18 de marzo de 1812, que es sin duda la
obra más importante de aquellas Cortes. (Barragán)
Los diputados novohispanos participantes defendieron el establecimiento de las
libertades en ésta Constitución, incluso defendieron con fuerza que se
reconocieran otras que no se aceptaron por la mayoría de los Constituyentes de
Cádiz, tal y como lo narra Guridi y Alcocer: “nosotros contribuimos a su formación
y porque era una buena Constitución, salvo en dos puntos, que nosotros (los
diputados americanos) rechazamos siempre, la no abolición de la esclavitud y el
no reconocimiento del derecho de ciudadanía a favor de las castas”. (Barragán
2013)
El movimiento de Independencia y la Constitución de 1824 recibieron una gran
influencia de la Constitución de Cádiz de 1812, como lo fue también la influencia
de la Revolución Francesa, la Independencia de Estados Unidos y su
Constitución.
Es importante conocer los nombres de los diputados novohispanos, cuál fue su
formación y a qué provincia o ciudad representaron. Sobre esto José Barragán
escribe:
Pues bien, de conformidad con dichos libros de Actas y salvo error mío, el
número total de diputados, propietarios y suplentes, que acudieron en
representación de lo que ahora es México a las Cortes de Cádiz fue de 21
diputados. De ellos, 15 acreditaron haber sido electos diputados propietarios, y
6 más llegaron como suplentes.
Entre los diputados acreditados, catorce eran eclesiásticos, y de entre ellos cinco
hicieron la carrera de leyes; dos militares; otros dos eran comerciantes; dos más
eran funcionarios, y uno era abogado. He aquí sus nombres:
1. Beye Cisneros Prado, José Ignacio. electo propietario por la ciudad
de México. Eclesiástico. (…) Fue seminarista, Doctor en Cánones y
en Leyes Por la Universidad de México de la que Rector. Mientras
se desempeñaba como diputado, formó parte de la Comisión de
Reglamento de las Guerrillas; participó activamente ante las Cortes,
defendiendo los movimientos autonomistas de la insurgencia
mexicana y americana, diciendo que los levantamientos tenían el
propósito de evitar la caída de América en manos de Napoleón, e
insistía en que debían de formarse juntas, dependientes de las
propias Cortes, para que, en caso de que la Península sucumbiera,
se pudiera mantener la independencia de los dominios de Ultramar;
2. Cárdenas y Romero, José Eduardo, electo propietario por
Villahermosa. Eclesiástico. Estudió Filosofía en la Real y Pontificia
Universidad de México, fue Doctor en Teología por la Real y Pontificia
Universidad de Guatemala. (…)No estuvo en ninguna comisión y su
participación activa fue escasa. Con todo, sabemos que defendía y
justificaba los movimientos de independencia, como consta en una
exposición que entregó a las Cortes y que publicó en Cádiz.
Igualmente entregó una memoria a las Cortes sobre el estado en que
se encontraba la provincia de Tabasco ;
3. Couto e Ibea, José María, electo suplente. Eclesiástico. Estudión en
el Seminario Palafoxiano de Puebla, luego en la Real y Pontificia
Universidad de México. Licenciado y Doctor en Teología, Licenciado
y Maestría en Artes, impartió la cátedra de Retórica. (…)No tuvo gran
participación activa en los debates de aquellas Cortes, aunque sí se
desempeñó como diputado secretario (24 de septiembre de 1812) y
como vicepresidente de las Cortes (24 de abril de 1813). Formó parte
de varias comisiones: de la Comisión de Libertad de Imprenta; de la
Comisión de Hacienda; de la Comisión Negocios de Ultramar y de
una comisión especial;
4. Fernández Munilla, Francisco, electo suplente. Militar. Capitán de
Infantería, ya retirado. (…) Formó parte de las comisiones de
Comercio, de Marina y de la Comisión de Honor;
5. Foncerrada y Ulibarri, José Cayetano, electo propietario por
Valladolid. Estudió en el Colegio de San Idelfonso de la Ciudad de
México, se tituló en Leyes, luego inició la carrera eclesiástica. (…)
En sus votaciones acompañó siempre al grupo de los diputados
americanos en la defensa de los intereses de Ultramar. Con todo, se
oponía, junto con don Joaquín Pérez, a la desaparición de la
Inquisición. Junto con don Joaquín Pérez firmó el famoso Manifiesto
de los persas, expresando a don Fernando VII las razones por las
cuales se debía estimar sin valor la Constitución de 1812;
6. González Lastiri, Miguel Mariano, electo propietario por Yucatán.
Estudió en la Real y Pontificia Universidad de México, obteniendo el
grado de Doctor en Leyes, siguió la carrera eclesiástica. (…) Pidió
que la provincia de Yucatán formara parte de los denominados
territorios de la Monarquía española en el artículo de lo que era en
ese momento proyecto de Constitución, durante la sesión del 3 de
septiembre de 1811. En la sesión del 29 de febrero de 1812 presentó,
junto con José Ignacio Beye Cisneros, representante de la ciudad de
México; José Eduardo Cárdenas, de Tabasco, y Mariano Mendiola,
de Querétaro, una exposición en torno a los bienes de mayorazgos,
para que el Estado pudiera enajenar las grandes haciendas y
venderlas de manera tal que se allegara recursos, pero ésta no fue
admitida para su discusión;
7. Gordoa y Barrios, José Miguel, electo propietario por Zacatecas.
Eclesiástico, Licenciado en Filosofía y Teología por la Real y
Pontificia Universidad de México y Doctor en Teología por la
Universidad de Guadalajara, de la que fue Rector.(…) Formó parte
de varias comisiones, como la de Arreglo de Tribunales, y ocupó la
vicepresidencia de aquellas Cortes a partir del 24 de agosto de 1812.
Finalmente, ocupó también la Presidencia a partir del 24 de agosto
de 1813 y tuvo una intensa participación en sus labores;
8. Guereña y Garayo, Juan José Ignacio, electo propietario por
Durango. Siguió la carrera eclesiástica y de leyes. Fue Rector de la
Real y Pontificia Universidad de México. (…) Fue un diputado
sumamente activo. Sólo en una ocasión formó parte de los órganos
de gobierno de las Cortes, pero lo hizo como presidente, cargo para
el que fue electo por 71 votos el 24 de julio de 1811, y en el que
permaneció hasta el 23 de agosto del mismo año, justo cuando se
inició la discusión sobre la Constitución (…) Formó parte de varias
comisiones. Se le nombró para la de Justicia el 29 de junio de 1811.
El 26 de agosto del mismo año se integró a la comisión de Negocios
Ultramarinos, de la que se separó el 17 de octubre. El 4 de ese mismo
mes se le incluyó en la de Prebendas Eclesiásticas. El 29 de
septiembre de 1812 formó parte de la Comisión de Honor, encargada
de recibir a la Regencia del Reino para la toma de juramento como
regente de Juan Pérez Villamil. El 21 de octubre de ese mismo año,
Guereña fue nombrado de nuevo para la Comisión de Justicia. Era
partidario de promover el autogobierno en los territorios de la América
española, sobre todo con la finalidad de agilizar el despacho de los
negocios. Propuso el establecimiento de Secretarías separadas de
Gracia y Justicia, Gobernación y Hacienda para las Américas, tal
como se proponía para la Península;
9. Guridi y Alcocer, José Miguel, electo propietario por Tlaxcala.
Nació en San Felipe Ixtacuixtla, Tlaxcala, el 26 de diciembre de 1763
y murió en la ciudad de México el 4 de octubre de 1828. Hizo sus
primeros estudios en el Seminario Palafoxiano de la Ciudad de
Puebla. Licenciado y doctor en Teología en la Real y Pontificia
Universidad de México (1791) y más tarde también obtuvo el grado
de doctor en Cánones (1802) y el de abogado de la Real Audiencia.
(…)Participó en varias comisiones, como la de Hacienda, la de
Comercio, y de una Comisión para la creación de una Audiencia.
Llegó a ser presidente de dichas Cortes. Su participación en aquellas
Cortes suele ser calificada como sobresaliente, por la intensidad y
extensión de sus participaciones, y por los vastos conocimientos de
que da prueba, siempre dispuesto para salir a defender los derechos
de los americanos: “los americanos, así españoles como indios, y los
hijos de ambas clases, tienen igual opción que los españoles
europeos para toda clase de empleos y destinos”. Llegó a proponer
la conveniencia de transformar la organización de aquel Imperio en
una gran Federación. Al consumarse la independencia de México en
1821, Guridi y Alcocer jugó un papel relevante, siendo invitado a
formar parte de la Junta Provisional Gubernativa. Firmó el Acta de
Independencia el 28 de septiembre de 1821. Y luego fue elegido
diputado al primer Congreso Constituyente Mexicano de 1822, así
como al segundo Congreso Constituyente Mexicano de 1823-1824,
firmando no sólo el Acta Constitutiva de los Estados Unidos
Mexicanos del 31 de enero de 1824, sino también la primera
Constitución, del 4 de octubre de 1824.
10. Gutiérrez Terán, José María, electo suplente. Fue Teniente en el
Regimiento provincial de Toluca. Fue electo como diputado suplente
para las Cortes ordinarias de 1813, permaneciendo en su cargo hasta
la disolución de estas Cortes por Fernando VII en mayo de 1814, así
como a las Cortes de 1820. Se desempeñó, primeramente, como
secretario; luego fue electo vicepresidente de aquellas Cortes y
finalmente como presidente. Formó parte de varias comisiones: de la
Comisión de Honor, de la Comisión de Ultramar, de la Comisión de
Poderes y de la Comisión de Guerra.
11. Maldonado López, José Máximo, electo suplente. Siguió la carrera
eclesiástica y de Leyes por el Seminario Tridentino de Guadalajara.
Se encontraba en Cádiz cuando se recibió la noticia de haber sido
nombrado diputado suplente por la Nueva España el 20 de
septiembre; jura su cargo y en él permanece hasta su muerte el 20
de junio de 1813. No se distinguió por tener una gran actividad
parlamentaria, sin embargo lo encontramos siempre defendiendo la
causa de los americanos.
12. Maniau Torquemada, Joaquín, electo propietario. Fue elegido como
diputado propietario por Veracruz el 3 de julio de 1810. El 1o. de
marzo de 1811 jura su cargo. Fue vicepresidente y presidente de
aquellas Cortes. Formó parte de varias comisiones: de la Comisión
de Negocios Ultramarinos, de la Comisión de Comercio, así como de
la Comisión de Hacienda. Más tarde fue elegido diputado suplente a
las Cortes Ordinarias de 1813, así como a las de 1820.
13. Mendiola, Mariano, electo propietario por Querétaro. Licenciado en
Leyes y Doctor en Cánones por la Universidad de Guadalajara. Tuvo
una activa participación parlamentaria, ya desempeñándose como
vicepresidente de aquellas Cortes, ya siendo miembro de varias
comisiones, como de la Comisión de Hacienda, de la Comisión de
Constitución, de la Comisión de Honor y de la Comisión de Ultramar.
14. Moreno, Manuel María, electo propietario. Siguió la carrera
eclesiástica. Es elegido diputado propietario por Sonora y Sinaloa.
Tuvo escasa participación en los debates parlamentarios.
15. Obregón y Gómez, Octaviano, electo propietario. Estudió latín,
retórica y 3 años de Filosofía, se graduó como Bachiller en el
Seminario de Guadalajara. Se encuentra en Cádiz cuando es
nombrado diputado suplente el 20 de septiembre de 1810 y luego es
nombrado diputado propietario por Guanajuato. Fue miembro de
varias comisiones, como de la Comisión de Reglamentos, de la
Comisión de empleos y pensiones, de la Comisión de Comercio, de
la Comisión de la Biblioteca de las Cortes, así como de la Comisión
de Honor.
16. Pérez Martínez, Antonio Joaquín. fue electo diputado por la ciudad
de Puebla. Estudió dos años de latín en el Colegio de San Luis Rey,
luego estudió Filosofía en el Colegio Real de San Ignacio y Doctorado
en Teología en el Colegio Carolino. Fue el primer presidente
americano de las Cortes (del 24 de enero al 23 de febrero de 1811),
y fue miembro de varias comisiones: la de Constitución, la de Bellas
Artes, la de Honor, de la Comisión para uniformar la Moneda, así
como de la Comisión de Inquisición. De regreso a México, apoyó el
plan independentista de don Agustín de Iturbide, fechado en Iguala
el 24 de febrero de 1821. Signó el Acta de Independencia en
septiembre de ese año y fue nombrado presidente de la Soberana
Junta Provisional Gubernativa; un mes después integró la Regencia
del naciente imperio mexicano.
17. Pino, Pedro Bautista, electo propietario por Nuevo México. Fue
elegido diputado propietario por aquella provincia el 11 de junio de
1810. Con todo, sus poderes fueron aprobados por aquellas Cortes
durante la sesión del 3 de agosto de 1812.
18. Ramos Arizpe, José Miguel, electo propietario por Coahuila.
Estudió en los seminarios de Monterrey, Guadalajara y Nueva Galicia
(México) fue Bachiller en Filosofía y Cánones y Leyes. Se ordenó
como sacerdote. Fue electo diputado propietario el 24 de julio de
1810; Tuvo una intensa y extraordinaria actividad parlamentaria. Fue
miembro de varias comisiones, como de la Comisión de Justicia, de
la Comisión de la Biblioteca de las Cortes, de la Comisión de Honor
y de la Comisión de Hacienda. Sus participaciones más destacadas
tuvieron que ver con la defensa de la autonomía de las provincias
internas y el derecho a un gobierno representativo; para ello, durante
la sesión del 7 de noviembre de 1811 dio a conocer una Memoria
presentada a las Cortes sobre la situación de las provincias internas
de Oriente. Su intervención redundó en el establecimiento de las
diputaciones provinciales. También intervino con motivo de la
aprobación de los artículos 22 y 29 del Proyecto de Constitución, el
primero relativo a la exclusión de las castas del derecho de
ciudadanía, y el segundo relativo a la población que sería tomada en
cuenta para la elección de los diputados a Cortes. Su defensa fue
decidida y hasta airada, si bien infructuosa. Al regreso de Fernando
VII, Ramos Arizpe, al igual que otros diputados novohispanos, fue
encarcelado durante los años del absolutismo; primero incomunicado
en una mazmorra, después en la Cartuja en Valencia, España. Al
regreso de Fernando VII, Ramos Arizpe, al igual que otros diputados
novohispanos, fue encarcelado durante los años del absolutismo;
primero incomunicado en una mazmorra, después en la Cartuja en
Valencia, España. A su regreso a México fue electo para integrar el
llamado segundo Congreso Constituyente Mexicano de 1823-1824,
en el que tuvo una participación muy destacada como miembro de la
Comisión de Constitución y en los esfuerzos por la aprobación del
Acta Constitutiva de los Estados Unidos Mexicanos del 31 de enero
de 1824, así como en la posterior Constitución del 4 de octubre del
mismo año de 1824.
19. San Martín y Cuevas, Salvador, electo suplente. Se encontraba en
España cuando fue electo diputado suplente el 20 de septiembre de
1810 por Chiapas. Doctor en Teología por la Universidad de la isla
de Cuba. Tuvo una escasa participación en las labores de aquellas
Cortes. Fue uno de los tres diputados novohispanos que firmaron el
famoso Manifiesto de los Persas, publicado en abril de 1814, siendo
los otros dos José Cayetano Foncerrada y Antonio Joaquín Pérez. Lo
cual le trajo el nombramiento de obispo de Chiapas el 24 de
septiembre de 1816.
20. Savariego y Colonia, Andrés, electo suplente. Se graduó en
jurisprudencia. Fue electo en Cádiz como diputado suplente por la
Nueva España el 20 de septiembre de 1810. Tomó posesión de su
cargo cuatro días después. A pesar de participar en los tres periodos
de sesiones de las Cortes, primero como suplente en 1810, después
como suplente en el legislativo de 1813-1814, y más tarde también lo
haría en las Cortes del Trienio Liberal, en realidad su participación
fue muy discreta y escasa.
21. Uría y Berrueco, José Simeón de, electo diputado propietario.
Canónigo penitenciario de la Catedral de Guadalajara, fue Doctor en
Teología. Fue designado diputado a Cortes por 13 electores el 2 de
julio de 1810. Fue elegido vicepresidente de aquellas Cortes y formó
parte de varias comisiones, como de la Comisión de Honor de la
Comisión de Prebendas Eclesiásticas. Una de las principales
exposiciones de Uría tuvo que ver con el asunto de la exclusión de
las castas y la redacción original del artículo 22 del Proyecto de
Constitución; la aprobación de dicho artículo decía: “sería bastante
para deslucir la grande obra de la Constitución que V. M. pretende
dar a la nación”. Otra gran participación tuvo lugar al impugnar el
artículo 250 de la Constitución, que preveía que para ser nombrado
magistrado o juez era necesario haber nacido en territorio español y
ser mayor de 25 años. (Datos tomados del documento: Diputados
Novohispanos en las Cortes de Cádiz, por José Barragán 2013)

2.1. Las Constituciones Mexicanas

2.1.1. La Constitución de Apatzingán

El Decreto Constitucional para la Libertad de la América Mexicana, mejor


conocido como Constitución de Apatzingán, es un documento clave en la
historia del constitucionalismo mexicano que emergió en plena guerra de
Independencia como sustento ideológico e institucional de la lucha
armada insurgente. Obra del Congreso de Chilpancingo, debe su
designación a la villa de Apatzingán, en el actual estado de Michoacán.
(Museo de las Constituciones)
Organizado por iniciativa de José María Morelos y Pavón, el Congreso de
Chilpancingo trabajó para cimentar las bases políticas e ideológicas sobre
las que se construiría la nueva nación. Su interés era diáfano: romper
todos los vínculos existentes con el Imperio español, sustentar el
reconocimiento de los derechos humanos de los habitantes de estas
tierras y establecer un nuevo orden jurídico. Esta Constitución proponía la
creación de una estructura estatal fundamentada en la libertad e
independencia de la América Septentrional, los derechos del hombre, la
división de poderes y el beneficio de todos como fin de gobierno. (Gamas
Torruco UNAM. Museo de la Constituciones)

Antecedentes de la Constitución de Apatzingán


Suprema Junta Nacional Americana
El 15 de septiembre de 1810 el cura Miguel Hidalgo y Costilla dio inicio a
la guerra de Independencia con el llamado “grito de Dolores”,
acontecimiento que instó al levantamiento en armas el 16 de septiembre
de Ignacio Allende, Juan Aldama y Mariano Abasolo. (Gamas Torruco)
En ese primer momento del movimiento insurgente aún se reconocía la
figura de Fernando VII como autoridad, pero se rechazaba el mal gobierno
que se ejercía en la Nueva España, dado que el monopolio del poder
recaía solo en los españoles peninsulares, y prevalecía una situación de
desigualdad y opresión. Para los insurgentes era evidente que el
movimiento que encabezaban requería un soporte de carácter político que
le proporcionara estabilidad, funcionalidad y continuidad a la lucha
armada que había estallado. Al ser capturados, juzgados y ejecutados los
iniciadores del movimiento armado, la lucha encontró nuevos jefes y un
desarrollo ideológico e institucional. Ignacio López Rayón, tras obtener el
triunfo de la batalla en Zitácuaro, el 19 de agosto de 1811 emitió el acta
que establecía la Suprema Junta Nacional Americana, mejor conocida
como Junta de Zitácuaro, en la que aún se reconocía la autoridad de
Fernando VII. La Junta estaba conformada por Ignacio López Rayón
como presidente, así como por José María Liceaga y José Sixto Berduzco
como vocales. Esta Junta logró reunir a 16 jefes de la insurgencia, entre
ellos a Morelos, quien se unió poco tiempo después de su instalación. El
30 de abril de 1812 Rayón envió a Morelos un borrador de Elementos de
nuestra Constitución, propuesta de la nueva organización política, que
aún contemplaba la soberanía en la persona de Fernando VII y planteaba
la creación de un Supremo Congreso Americano. José María Morelos y
Pavón encabezó la lucha insurgente luego de la muerte de Hidalgo.
Morelos tenía la firme convicción de luchar por una independencia que,
con verdadero celo nacionalista, rompiera por completo el vínculo que
ataba a la América Septentrional —como él comenzó a designar a nuestra
Nación— con España, ya que consideró que ése era el único camino que
permitiría afianzar los cimientos para la construcción de un nuevo Estado.
Rechazó tajantemente seguir reconociendo al rey español. Para él, no
había más soberano que la Nación, a la que calificó de mexicana. El 16
de junio de 1812, asentada en Sultepec, la Junta de Zitácuaro se disolvió
a causa de disidencias políticas entre sus miembros originarios.
Congreso de Chilpancingo
Tras la disolución de la Suprema Junta Nacional Americana, el
movimiento insurgente se vio sin un liderazgo que legitimara la lucha
armada. El 28 de junio de 1813 Morelos convocó desde Acapulco a la
instalación de un congreso nacional en Chilpancingo. En ése, los
diputados electos representaron a la Nación; fueron elegidos en las
provincias que controlaba el ejército insurgente y nombrados en el resto
del territorio. Los demás serían electos a medida que se extendiera el
control insurgente. El 11 de septiembre Morelos expidió el Reglamento
para los trabajos del Supremo Congreso Nacional Americano, cuyos 59
artículos constituyeron una iniciativa expresa de Constitución.
El Congreso de Chilpancingo se instaló el 13 de septiembre de 1813 y se
inauguró formalmente un día después. En la sesión inicial Juan
Nepomuceno Rosains leyó el reconocido texto titulado Sentimientos de la
Nación, obra de Morelos. Este documento es de enorme significación
porque es el punto de rompimiento de la idea de una lucha autonomista
por la de una independencia total, ya que en él se desconoce la autoridad
de Fernando VII. El Congreso quedó conformado por el sector insurgente.
Todos ellos tenían estudios en Derecho y conocían a fondo las nuevas
corrientes de pensamiento político y las constituciones de la época, en
particular la de los Estados Unidos de América, la de Cádiz y las
emanadas de la Revolución francesa, fundamentalmente las de 1793 y
1795.
El 6 de noviembre el Congreso promulgó el Acta Solemne de la
Declaración de Independencia de la América Septentrional, y el 22 de
enero de 1814 se vio obligado a abandonar Chilpancingo e iniciar un
recorrido por diversos territorios que estuvo sujeto, junto con Morelos, a
los vaivenes de la guerra.
Por último, el 22 de octubre de ese mismo año, en Apatzingán,
Michoacán, el Congreso expidió el Decreto Constitucional para la Libertad
de la América Mexicana, mejor conocido como Constitución de
Apatzingán, donde se expresa ya en forma rotunda el nombre de México
como nación organizada e independiente.
Tras la captura de Morelos y las detenciones de los diputados por
Francisco Pizarro en la hacienda de San Francisco en Tehuacán, el
Congreso fue disuelto el 15 de diciembre de 1815.

La Constitución de Apatzingán
Sus principios:
La Constitución de Apatzingán es en gran medida un texto original
pensado y dirigido a la Nación mexicana donde se manifiesta el deseo de
justicia, igualdad social y gobierno regido por principios y equilibrador de
las inequidades existentes. Recibió la influencia de las Constituciones de
la Revolución Francesa y del pensamiento del Siglo de las Luces, en
particular de las ideas de Rousseau y Montesquieu.
Este Decreto constitucional está compuesto por 242 artículos contenidos
en dos apartados. El primer apartado, denominado “Principios o
elementos constitucionales”, cuenta con seis capítulos, y el segundo,
llamado “Forma de gobierno”, con veintidós. La estructura de la
Constitución de Apatzingán se sustenta en cuatro principios rectores, a
saber: soberanía, división de poderes, supremacía de la ley y democracia.
1) La soberanía queda establecida en el Capítulo II. Se determina que
ésta se basa en la facultad de dictar leyes y establecer la forma de
gobierno que más convenga a la sociedad, y que por su naturaleza
será imprescriptible, indivisible y no se podrá enajenar La soberanía
reside originariamente en el pueblo, que será representado por
diputados, los cuales serán elegidos de acuerdo con las reglas
establecidas en la propia Constitución. En el mismo sentido, la
soberanía de carácter externo, es decir entre naciones, queda
establecida también en el texto constitucional al determinar que
ninguna nación tiene derecho a impedir a otra el uso libre de su
soberanía.
Conforme a lo establecido en la Constitución de Apatzingán, la soberanía
contaba con tres atribuciones: la facultad de dictar leyes, la facultad de
hacerlas ejecutar y la facultad de aplicarlas a los casos particulares. Esto
se materializaba a través de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial.
2) La división de poderes quedó consagrada como un principio
fundamental para hacer viable la materialización de la soberanía, así
como para evitar abusos en el ejercicio del poder. De este modo se
delimitaban las atribuciones y facultades de cada uno de los poderes
constituidos.
El Poder Ejecutivo se conformaba por el Supremo Gobierno, el Poder
Legislativo por el Supremo Congreso Mexicano y el Poder Judicial por el
Supremo Tribunal de Justicia y por el Tribunal de Residencia. Tres
individuos iguales en autoridad integrarían el Supremo Gobierno, y se
alternarían en la presidencia por cuatrimestres. Como es sabido, el
contexto en el que se promulgó la Constitución de Apatzingán era de
conflicto armado, razón por la cual al Supremo Gobierno se le confirieron
importantes atribuciones en materia de guerra y milicia, principalmente.
Por su parte, al Supremo Congreso lo integrarían diputados iguales en
autoridad y contaría con un presidente y un vicepresidente. Entre sus
facultades más importantes estaba la de designar a los miembros del
Supremo Gobierno y del Supremo Tribunal de Justicia, así como la de
examinar y discutir los proyectos de ley que se le propusieran. El Supremo
Tribunal de Justica estaba constituido por cinco individuos que debían
renovarse cada tres años. Cabe mencionar la existencia de otros
tribunales inferiores y un Tribunal de Residencia, cuya función sería
específicamente la de conocer sobre las causas acerca de los miembros
del Supremo Congreso, el Supremo Gobierno y el Supremo Tribunal de
Justicia.
3) La supremacía de la ley quedó plasmada en cuanto se estableció en
la Constitución que “La ley es la expresión de la voluntad general en
orden a la felicidad común”, es decir que tiene un fin social señalado
en los artículos 21 a 23 y sólo debe decretar penas muy necesarias y
proporcionadas a los delitos. Debe reprimir todo rigor que no se
contraiga precisamente a asegurar a los acusados de delitos. Además,
se señala que “La sumisión de un ciudadano a la ley que no aprueba
no es un comprometimiento de su razón ni de su libertad: es un
sacrificio de la inteligencia particular a la voluntad general”.
4) Por lo que se refiere a la democracia, la Constitución establece que
el derecho de sufragio para la elección de diputados pertenece sin
distinción de origen étnico a todos los ciudadanos en quienes
concurrieran los requisitos que previniera la ley, con lo que se otorgó
el derecho al voto tanto a los indígenas, tradicionalmente marginados,
a los africanos sometidos a la esclavitud y a las castas sujetas al
ostracismo social.
5) Derechos humanos. Uno de los elementos más relevantes del texto
de la Constitución de Apatzingán es el capítulo V, titulado “De la
igualdad, seguridad, propiedad y libertad de los ciudadanos”, lo que
hoy conocemos como derechos humanos. Hay que destacar que el
documento en cuestión no sólo se configuró como la primera
constitución elaborada en territorio nacional que estuvo vigente en
México, aunque en un territorio limitado, sino también como la primera
en incorporar un capitulado exclusivo sobre derechos humanos.
En el artículo 24 establece que la felicidad del pueblo y de cada uno
de los ciudadanos consiste en el goce de los derechos que son objeto
de la institución de los gobiernos y el único fin de las asociaciones
políticas.
En su texto quedaron estipulados los derechos a la igualdad, la
libertad, la propiedad y la seguridad. La igualdad se establece en el
artículo 13 de la Constitución, que dice: “se reputan ciudadanos de
esta América todos los nacidos en ella”; más adelante, el artículo 25
prescribe que “ningún ciudadano podrá obtener más ventajas que las
que haya merecido por servicios hechos al Estado”.
La libertad se garantiza en las categorías de libertades personales,
libertad de trabajo y libertad de expresión. Ejemplo de ello son el
artículo 21, el cual señala que “Sólo las leyes pueden determinar los
casos en que debe ser acusado, preso o detenido algún ciudadano”;
el 38: “Ningún género de cultura, industria o comercio puede ser
prohibido a los ciudadanos, excepto los que forman la subsistencia
pública”, y el 40, al determinar que “libertad de hablar, de discurrir y de
manifestar opiniones por medio de la imprenta, no debe prohibirse a
ningún ciudadano…”.
El derecho de propiedad se observa en los artículos 34 y 35, los
cuales establecen que “Todos los individuos de la sociedad tienen
derecho a adquirir propiedades y disponer de ellas a su arbitrio con tal
de que no contravengan a la ley” y “ninguno debe ser privado de la
menor porción de las que posea, sino cuando lo exija la pública
necesidad; pero en este caso tiene derecho a la justa compensación”,
respectivamente.
La seguridad se garantiza en el artículo 27, cuando señala que deben
existir límites al poder, así como determinarse la responsabilidad de
los funcionarios públicos. Cabe mencionar que principios como la
presunción de inocencia y las garantías de carácter judicial también se
incorporan formalmente en el texto de la Constitución.

Vigencia de la Constitución de Apatzingán


Algunos especialistas han cuestionado la vigencia que habría tenido
la Constitución de Apatzingán, ya que ese texto fundamental fue
promulgado en plena lucha armada y cuando aún no se lograba la
independencia, situación que debió impedir su plena vigencia. Lo
cierto es que el texto constitucional se aplicó en aquellos territorios en
poder del ejército insurgente. Ejemplo de ello es la conformación del
Supremo Gobierno estructurado a manera de triunvirato y del cual
fueron miembros José María Liceaga, José María Morelos y José
María Cos.

El legado de la Constitución de Apatzingán


El legado de la Constitución de Apatzingán es de la mayor importancia
para el constitucionalismo mexicano, ya que, como quedó asentado,
ahí quedaron establecidas instituciones jurídicas que persisten hasta
nuestros días. Principios incluidos en la Constitución de Apatzingán,
como soberanía, democracia, división de poderes y supremacía de la
ley, además de los derechos a la igualdad, la libertad, la seguridad y
la propiedad son nociones que se han ido robusteciendo a lo largo de
la historia y que hoy han adquido matices e interpretaciones diferentes.
En la actualidad, cada una de las instituciones mencionadas ha
evolucionado, pero conservan, en esencia, el mismo trasfondo
ideológico y de contenido social. Por ello, la Constitución de
Apatzingán se debe considerar el primer texto constitucional elaborado
en nuestro país y que fue el que proveyó las bases fundamentales del
Estado mexicano contenidas en su Constitución. (José Gamas
Torruco. Museo. UNAM. Museo de las Constituciones)

2.1.2. La Constitución de 1824


Antecedentes de la Constitución de 1824
Después de consumada la Independencia, mediante el Plan de Iguala
presentado por Iturbide. En el aspecto político el Plan de Iguala adoptaba
como forma de estado la Monarquía Constitucional y se ofrecía para ser
regentado por el rey español Finando VII o en su defecto por otro príncipe
europeo. Mientras llegaba el nuevo rey se creaba una Junta de Gobierno para
gobernar la nación y llamó a unas cortes constituyentes para redactar la nueva
constitución. Le confirió al antiguo virreinato de Nueva España su primer nombre
como nación independiente: Imperio Mejicano. (Historia del Nuevo Mundo)
En dicho plan se establece lo siguiente:
1. ª La religión católica, apostólica, romana, sin tolerancia de otra alguna.
2. ª Absoluta independencia de este reino.
3. ª Gobierno monárquico templado por una Constitución análoga al país.
4. ª Fernando VII, y en sus casos los de su dinastía ó de otra reinante, serán los
emperadores, para hallarnos con un monarca ya hecho y precaver los atentados
funestos de la ambición.
5. ª Habrá una Junta ínterin se reúnen Cortes que hagan efectivo este plan.
6. ª Esta se nombrará gubernativa y se compondrá de los vocales ya propuestos
al señor Virrey.
7.ª Gobernará en virtud del juramento que tiene prestado al Rey, interin éste se
presenta en México y lo presta, y hasta entonces se suspenderán todas ulteriores
órdenes.
8. ª Si Fernando VII no se resolviera á venir á México, la Junta ó la Regencia
mandará á nombre de la nación, mientras se resuelve la testa que debe
coronarse.
9. ª Será sostenido este Gobierno por el ejército de las Tres Garantías.
10. Las Cortes resolverán si ha de continuar esta Junta ó sustituirse una
Regencia mientras llega el emperador.
11. Trabajarán, luego que se unan, la Constitución del imperio mexicano.

Mediante los Tratados Córdoba firmados por Agustín de Iturbide y Juan O’Donojú
se confirma lo que el Plan de iguala propone. Los primeros puntos de dicho plan
establecen lo siguiente:
I. Esta América se reconocerá por Nación soberana é independiente, y se
llamará en lo sucesivo Imperio Mejicano.
2. El Gobierno del Imperio será monárquico constitucional moderado.
3. Será llamado á reinar en el Imperio Mejicano (previo el juramento que designa
el artículo 4. del Plan) en primer lugar el Sr. D. Fernando Séptimo Rey Católico
de España, y por su renuncia ó no admisión, su hermano el Serenísimo Señor
infante D. Carlos; por su renuncia ó no admisión el Serenísimo Señor Infante D.
Francisco de Paula; por su renuncia ó no admisión, el Serenísimo Señor D.
Carlos Luis Infante de España antes heredero de Etrúria, hoy de Luca, y por
renuncia ó no admisión de este, el que las Córtes del Imperio designaren.
4. El Emperador fijará su Corte en Méjico que será la Capital del Imperio.
6. Se nombrará inmediatamente conforme al espíritu del plan de Iguala, una junta
compuesta de los primeros hombres del Imperio por sus virtudes, por sus
destinos, por sus fortunas, representación y concepto, de aquellos que están
designados por la opinión general, cuyo número sea bastante considerable para
que la reunión de luces asegure el acierto en sus determinaciones, que serán
emanaciones de la autoridad, y facultades que les concedan los artículos
siguientes.
7. La junta de que trata el artículo anterior se llamará junta provisional
gubernativa.

Instauración del Imperio de Iturbide


Desde la proclamación del Plan de Iguala, el 24 de febrero de 1821, Iturbide
proponía una forma de gobierno monárquica constitucional, como era usual en
las naciones europeas. El plan contemplaba que el trono de México se ofreciera
al monarca español Fernando VII o, en caso de no aceptar, a uno de sus
hermanos.
En los Tratados de Córdoba, firmados entre AGUSTÍN DE Iturbide y Juan
O’Donojú, último virrey de la Nueva España, se incluyó una cláusula que
establecía que el trono de México podría ser ofrecido a alguien ajeno a cualquier
casa imperial europea. Esto sería en el caso de que ningún miembro de la familia
de los Borbones aceptara la corona mexicana.
Después de entrar en la Ciudad de México, al frente del ejército de las “Tres
Garantías”, el 27 de septiembre de 1821, Iturbide procedió a cumplir con los
compromisos contraídos en el Plan de Iguala y los Tratados de Córdoba. Se
nombró la Junta Provisional Gubernativa, que a su vez designo una Regencia
que se encargaría del poder ejecutivo hasta en tanto se designara a un monarca.
El camino para que Iturbide se convirtiera en emperador quedó abierto cuando,
desde España llegó la noticia de que se declaraban nulos los Tratados de
Córdoba. España no reconocía la independencia de México y por consecuencia,
no aceptaba la corona. Esta Noticia llegó unos días antes de la instauración del
Congreso Constituyente.
Iturbide fue respectivamente Presidente de la Junta Provisional Gubernativa y de
la Regencia. Por su prestigio entre la milicia, y su popularidad entre las masas,
era un candidato a gobernar el país, por lo que al recibirse la negativa española
lo natural era su ascenso al trono del naciente imperio.
El 18 de mayo de 1822 –al parecer un acto concertado- el sargento Pio Marcha
exaltó a la tropa a proclamar monarca a Agustín de Iturbide, la acción fue
secundada por el pueblo.
En una sesión del Congreso abarrotada por una exaltada multitud, los diputados
ratificaron la proclamación y el 21 de mayo, Agustín I fue coronado emperador
del Imperio Mexicano. (Episodios de México)

La caída de Iturbide y fin del primer Imperio.

La oposición a Iturbide
Antes de ser emperador, Iturbide gobernaba como Regente, por lo que estaba
consciente de los graves problemas económicos que padecía el país, las
finanzas públicas estaban exhaustas, no se recaudaban suficientes impuestos y
muchos capitales españoles habían emigrado.
En lo político las cosas no estaban mejor, aunque el Plan de Iguala unió a las
clases altas criollas, a los jefes realistas e insurgentes, al alto clero y a los
propietarios, no pugnó por realizar ningún cambio importante respecto al régimen
colonial. Al contrario, apoyaba la tradición ante los cambios que pretendían
imponer miembros de la clase media que se estaban impregnando de ideas
liberales y republicanas a través de la acción de las logias masónicas.
Esta situación favoreció el surgimiento de una fuerte oposición contra Iturbide.
Dese antes de la instauración del Congreso ya existían varias facciones políticas
que se hicieron evidentes al entrar éste en funciones el 24 de febrero de 1822.
Los congresistas se dividieron en tres facciones: los partidarios de Iturbide o
Iturbidistas, los borbonistas, partidarios de la casa real española aun cuando ésta
había rechazado enviar un monarca, y los republicanos, que tenían la esperanza
de implantar un régimen republicano.

Caída del Imperio


Entre noviembre de 1821 y marzo de 1823 hubo varios movimientos en contra
de Agustín de Iturbide. A principios de 1822 ocurrió un intento de
contrarrevolución. José Dávila, gobernador de los españoles refugiados en San
Juan de Ulúa se reveló, aunque fue derrotado por el general Anastasio
Bustamante.
El Congreso también entró en conflicto con el régimen imperial. Temeroso de
una conspiración de diputados borbonistas y republicanos. Iturbide encarceló a
varios representantes y el 31 de octubre de 1822 emitió el decreto de disolución
de la representación popular.
El golpe decisivo al imperio lo inició Antonio López de Santa Anna el 2 de
diciembre de 1822. Se levantó en armas solicitando la reinstalación del Congreso
y, además, desconociendo al emperador. El mariscal Echavarri, que fue enviado
al frente de 3000 soldados imperiales para reducir a Santa Anna, pactó con los
alzados y proclamó el Plan de Casa Mata el 1 de febrero de 1823.
El emperador fue perdiendo el apoyo de las provincias y, con la balanza a favor
de la causa republicana, el Congreso fue reinstalado. En marzo de 1823 Iturbide
se vio obligado a abdicar, el Congreso invalidó el nombramiento de emperador y
derogó el Plan de Iguala y los Tratados de Córdoba, terminando así el breve
periodo imperial. (Episodios de México)
Acta Constitutiva de la Federación Mexicana
Reinstalado el Congreso disuelto por Iturbide, al abdicar éste, el Congreso
reinicia sus trabajos siguiendo con el Plan de hacer una Constitución que rigiera
a la Nación Mexicana. Se convoca a un Congreso que constituyera la Federación
Mexicana. Don Felipe Tena Ramírez en su monumental Obra Leyes
Fundamentales de México, nos muestra lo que titula “Voto por la Forma de
República Federada”:
El Soberano Congreso constituyente en sesión extraordinaria de esta noche, ha
tenido a bien acordar que el gobierno puede proceder a decir a las provincias
estar el voto de su soberanía por el sistema de república federada, y que no lo
ha declarado en virtud de haber decretado se forme convocatoria para nuevo
Congreso que constituya a la nación. –Junio de 1823. (Tena Ramírez 1957)
Sobre el Acta Constitutiva de la Federación Mexicana Don Felipe Tena Ramírez,
en la obra antes mencionada escribe:
El nuevo Congreso, que remplazaba al anterior en su frustrado intento de expedir
la Constitución, se reunió el 5 de noviembre de 23 y dos días después celebró
su instalación solemne. “Los diputados de los nuevos Estados –dice Zabala-
vinieron llenos de entusiasmo por el sistema federal y su manual era la
constitución de los Estados Unidos del Norte, de la que corría una mala tradición
impresa en Puebla de los Ángeles, que servía de texto y de modelo a los nuevos
legisladores. D. Miguel Ramos Arizpe, de quien he hablado, se puso a la cabeza
del partido federal, y fue nombrado presidente de la comisión de Constitución.
Ya no Había partido monárquico: el de los centralistas lo componían como
principales, los diputados Becerra, Jiménez, Mangino, Cabrera, Espinoza, doctor
Mier, Ibarra y Paz: el de los federalistas Ramos Arizpe, Rejón, Vélez, Gómez
Farías, García Godoy y otros”.
El 20 de noviembre la Comisión presentó el Acta Constitucional, anticipo de la
Constitución para asegurar el sistema federal, “punto cierto de unión a las
provincias”, “norte seguro al gobierno general”, “garantía natural” para los
pueblos, según la exposición que la acompañaba.

EL SUPREMO PODER Ejecutivo, nombrado provisionalmente por el Soberano


Congreso Mexicano, á todos los que las presentes vieren y entendieren, SABED:
Que el Soberano Congreso Constituyente ha decretado lo que sigue. El
Soberano Congreso Constituyente Mexicano ha tenido á bien decretar la
siguiente
ACTA CONSTITUTIVA DE LA FEDERACIÓN.
FORMA DE GOBIERNO Y RELIGION.
Artículo 1. ° La nación mexicana se compone de las provincias comprendidas en
el territorio del virreinato llamado antes Nueva España, en el que se decía
capitanía general de Yucatán, y en el de las comandancias generales de
provincias internas de oriente y occidente.
Art. 2. º La nación mexicana es libre é independiente para siempre de España y
de cualquiera otra potencia; y no es ni puede ser patrimonio de ninguna familia
ni persona. Art. 3. º La soberanía reside radical y esencialmente en la nación, y
por lo mismo pertenece exclusivamente á está el derecho de adoptar y
establecer por medio de sus representantes la forma de gobierno, y demás leyes
fundamentales que le parezca más conveniente para su conservación y mayor
prosperidad, modificándolas ó variándolas, según crea convenirle más.
Art. 4. º La Religión de la nación mexicana es y será perpetuamente la católica,
apostólica, romana. La nación la protege por leyes sabias y justas, y prohíbe el
ejercicio de cualquiera otra.
Art. 5. º La nación adopta para su gobierno la forma de republica representativa
popular federal.
Art. 6. º Sus partes integrantes son estados independientes, libres, y soberanos,
en lo que exclusivamente toque á su administración y gobierno interior, según se
detalla en esta acta y en la constitución general.
Art. 7. º Los estados de la federación son por ahora los siguientes: el de
Guanajuato; el interno de occidente, compuesto de las provincias de Sonora y
Sinaloa; el interno de oriente, compuesto de las provincias Coahuila, nuevo León,
y los Tejas; el interno del norte, compuesto de las provincias Chihuahua,
Durango y nuevo México; el de México, el de Michoacán, el de Oajaca, el de
Puebla de los Ángeles, el de Querétaro; el de San Luis Potosí, el del nuevo
Santander que se llamará de las Tamaulipas, el de Tabasco, el de Tlaxcala, el
de Veracruz, el de Jalisco, el de Yucatán, el de los Zacatecas, Las Californias y
el partido de Colima (sin el pueblo de Tonila, que seguirá unido á Jalisco) serán
por ahora territorios de la federación, sujetos inmediatamente á los supremos
poderes de ella. Los partidos y pueblos que componían la provincia del itsmo de
Guazacualco, volverán á las que antes han pertenecido. La laguna de términos
corresponderá al estado de Yucatán.
Art. 8. º En la constitución se podrá aumentar el número de los estados
comprendidos en el artículo anterior, y modificarlos según se conozca ser más
conforme á la felicidad de los pueblos.
DIVISIÓN DE PODERES.
Art. 9. º El poder supremo de la federación se divide, para su ejercicio, en
legislativo, ejecutivo y judicial: y jamás podrán reunirse dos ó más de estos en
una corporación ó persona, ni depositarse el legislativo en un individuo.
PODER LEGISLATIVO.
Art. 10. El poder legislativo de la federación residirá en una cámara de diputados
y en un senado, que compondrán el congreso general.
(…)
Art. 15. ° El supremo poder ejecutivo se depositará por la constitución en el
individuo ó individuos que ésta señale: serán residentes y naturales de
cualquiera de los estados ó territorios de la federación.
(…)
GOBIERNO PARTICULAR DE LOS ESTADOS.
Art. 20. ° El gobierno de cada estado se dividirá para su ejercicio, en los tres
poderes, legislativo, ejecutivo y judicial; y nunca podrán reunirse dos ó más de
ellos en una corporación ó persona, ni el legislativo depositarse en un individuo.
PODER LEGISLATIVO.
Art. 21. ° El poder legislativo de cada estado residirá en un congreso compuesto
del número de individuos, que determinarán sus constituciones particulares,
electos popularmente y amovibles en el tiempo y modo que ellas dispongan.
PODER EJECUTIVO.
Art. 22. ° El ejercicio del poder ejecutivo de cada estado no se confiará sino por
determinado tiempo, que fijará su respectiva constitución.
PODER JUDICIAL.
Art. 23. ° El poder judicial de cada estado se ejercerá por los tribunales que
establezca su constitución.
PREVENCIONES GENERALES.
Art. 24. Las constituciones de los estados no podrán oponerse á esta acta ni á lo
que establezca la constitución general: por tanto, no podrán sancionarse hasta
la publicación de esta última.
Art. 25. Sin embargo, las legislaturas de los estados podrán organizar
provisionalmente su gobierno.
(…)
Art. 28. Ningún estado sin consentimiento del congreso general, impondrá
contribuciones ó derechos sobre importaciones ó exportaciones, mientras la ley
no regule como deban hacerlo.
Art. 29. Ningún estado entrará en transacción ó contrato con otro, ó con potencia
extranjera, ni se empeñará en guerra, sino en caso de actual invasión, ó en tan
inminente peligro que no admita dilaciones.
Art. 30. La nación está obligada á proteger por leyes sabias y justas los derechos
del hombre y del ciudadano.
Art. 31. Todo habitante de la federación tiene libertad de escribir, imprimir y
publicar sus ideas políticas, sin necesidad de licencia, revisión ó aprobación
anterior, á la publicación, bajo las restricciones y responsabilidad de las leyes.
(…)
Art. 33.- Todas las deudas contraídas antes de la adopción de esta acta se
reconocen por la federación, á reserva de su liquidación y clasificación, según
las reglas que el Congreso general establezca.
Art. 34.- La Constitución general y esta acta garantizan á los estados de la
federación la forma de gobierno adoptada en la presente ley; y cada Estado
queda también comprometido á sostener á toda costa la unión federal.
Art. 35.- Esta acta sólo podrá variarse en el tiempo y términos que prescriba la
Constitución general.
Art. 36.- La ejecución de esta acta se somete bajo la más estrecha
responsabilidad al supremo poder ejecutivo, quien desde su publicación se
arreglará á ella en todo. México, á 31 de enero de 1824, 4º y 3º.
José Miguel Gordoa, diputado por Zacatecas, presidente. -Juan Bautista
Morales, diputado por Guanajuato -Juan Cayetano Portugal, diputado por Jalisco
-José Miguel Guridi y Alcocer, diputado por Tlascala -Tomas Vargas, diputado
por San Luis Potosi, -Epigmenio de la Piedra, diputado por México -Antonio de
Gama y Córdova, diputado por México -José Ignacio González Caralmuro,
diputado por México -Mariano Barbosa, diputado por Puebla -José Francisco de
Barreda, diputado por México -José María Gerónimo Arzac, diputado por Colima
-Miguel Ramos Arispe, diputado por Coahuila, -Manuel Ambrosio Martínez de
Vea, diputado por Sinaloa -José de San Martin, diputado por Puebla -Felipe
Sierra, diputado por México -Manuel Solórzano, diputado por Michoacán -José
María Covarrubias, diputado por Jalisco -José María de Izazaga, diputado por
Michoacán -Francisco de Larrazábal y Torres, diputado por Oaxaca -Juan
Antonio Gutiérrez, diputado por el Sur -Manuel Arguelles, diputado por Veracruz
-José Miguel Ramírez, diputado por Jalisco -Carlos María de Bustamante,
diputado por México -José María de la Llave, diputado por Puebla -Lorenzo de
Zavala, diputado por Yucatán -Víctor Márquez, diputado por Guanajuato -
Fernando Valle, diputado por Yucatán -Félix Osores, diputado por Querétaro -
José de Jesús Huerta, diputado por Jalisco -José María Fernández de Herrera,
diputado por Guanajuato -José Hernández Chico Condarco, diputado por México
-José Ignacio Espinosa, diputado por México -Juan José Romero, diputado por
Jalisco -José Agustín Paz, diputado por México -Erasmo Seguin, diputado por
Tejas -Rafael Aldrete, diputado por Jalisco -Juan de Dios Cañedo, diputado por
Jalisco, José María Uribe, diputado por Guanajuato, Juan Ignacio Godoy,
diputado por Guanajuato -José Felipe Vásquez, diputado por Guanajuato -
Joaquín Guerra, diputado por Querétaro -Luis Cortázar, diputado por México -
Juan de Dios Moreno, diputado por Puebla -José Miguel Llorente, diputado por
Guanajuato -José Ángel de la Sierra, diputado por Jalisco -José María Anaya,
diputado por Guanajuato -Demetrio del Castillo, diputado por Oaxaca -Vicente
Manero Embides, diputado por Oaxaca -José Ignacio Gutiérrez, diputado por
Chihuahua -Luciano Castorena, diputado por México -Francisco Patiño y
Domínguez, diputado por México -Valentín Gómez Farías, diputado por
Zacatecas -José María Castro, diputado por Jalisco -Juan Manuel Assorrey,
diputado por México -Joaquín de Miura y Bustamante, diputado por Oajaca -José
Mariano Castillero, diputado por Puebla -Bernardo Copca, diputado por Puebla -
Francisco María Lombardo, diputado por México -Pedro Ahumada, diputado por
Durango -Ignacio Rayón, diputado por Michoacán -Francisco Estévez, diputado
por Oajaca -Tomas Arriaga, diputado por Michoacán -Mariano Tirado, diputado
por Puebla -José María Sánchez, diputado por Yucatán -Rafael Mangino,
diputado por Puebla -Antonio Juille y Moreno, diputado por Veracruz -José Cirilo
Gómez Anaya, diputado por México -José María Becerra, diputado por Veracruz
-José Vicente Robles, diputado por Puebla -José María Cabrera, diputado por
Michoacán -Luis Gonzaga Gordoa, diputado por san Luis Potosí -José Rafael
Berruecos, diputado por Puebla -Bernardo González Angulo, diputado por
México -José María de Bustamante, diputado por México -Pedro Tarrazo,
diputado por Yucatán -Manuel Crescencio Rejón, diputado por Yucatán -Miguel
Wenceslao Gasca, diputado por Puebla -Florentino Martínez, diputado por
Chihuahua -Pedro Paredes, diputado por Tamaulipas -Cayetano Ibarra, diputado
por México -Francisco Antonio Elorriaga, diputado por Durango -José María
Jiménez, diputado por Puebla -Alejandro Carpio, diputado por Puebla -Francisco
García, diputado por Zacatecas -José Guadalupe de los Reyes, diputado por san
Luis Potosí -Juan Bautista Escalante, diputado por Sonora -Ignacio de Mora y
Villamil, diputado por México -Servando Teresa de Mier, diputado por el nuevo
León -José María Ruiz de la Peña, diputado por Tabasco -Manuel López de
Ecala, diputado por Querétaro -José Mariano Marín, diputado por Puebla,
secretario -José Basilio Guerra, diputado por México, secretario -Santos Vélez,
diputado por Zacatecas, secretario -Juan Rodríguez, diputado por México,
secretario. Por tanto, mandamos á todos los tribunales, justicias, jefes y demás
autoridades, así civiles como militares y eclesiásticas, de cualquiera clase y
dignidad, que guarden y hagan guardar, cumplir y ejecutar el presente decreto
en todas sus partes. Tendreislo entendido para su cumplimiento y dispondréis
se imprima, publique y circule. Dado en México, á 31 de enero de 1824, 4° y 3°.
José Mariano Michelena, presidente.= Miguel Domínguez.= Vicente Guerrero =
Al ministro de Relaciones interiores y exteriores. De orden de S. A. lo comunico
á V. para su inteligencia y cumplimiento. Dios y libertad. México, 31 de enero de
1824, 4º = 3º. Juan Guzmán.

La Constitución de 1824
La Constitución de 1824 es la primer Constitución que tiene vigencia en todo el
territorio nacional, en plena lucha independentista se fueron creando
documentos que fueron antecedentes de una Constitución, como lo fue “los
Sentimientos de la Nación” de José María Morelos y Pavón, o los “Elementos de
Rayón” de Ignacio López Rayón, estos dos documentos fueron de importancia
para la Constitución de Apatzingán, la que sólo tuvo vigencia por un corto tiempo
y sólo en los territorios que controlaban los insurgentes. Para la Constitución de
1824, todos estos antecedentes les sirven de base a los constituyentes, pero
también reciben la influencia de la Constitución de Cádiz, de la Constitución
Francesa y de la Constitución de los Estados Unidos, pero también se nota una
influencia muy fuerte de la Iglesia Católica, sobre todo porque muchos de los
Constituyentes eran clérigos, de ellos, los que tenían estudios superiores, los
realizaron en Universidades católicas, pues en esa época sólo la iglesia impartía
educación, no había escuelas fuera de la iglesia, aunque ya había grupos
influenciado por las logias masónicas, quienes le van dando fuerza a la corriente
liberal, y que posteriormente se organizarían como partido liberal.

Principales características de la Constitución de 1824 (Pantoja Morán)


 La constitución de 1824 consuma para siempre la libertad e
independencia de México; mantiene su pertenencia absoluta al
catolicismo apostólico y romano.
 Divide el supremo poder en legislativo, ejecutivo y judicial, los organiza de
manera amplia y detallada; deposita el poder legislativo en dos cámaras,
una de diputados y otra de senadores.
 Otorga una mayor importancia al poder legislativo, en ese sentido, en el
título tercero denominado Del Poder Legislativo, se compone de siete
secciones y 76 artículos
 Se implantó el sistema de federalismo en una república representativa
popular, la cual estaba integrada por diecinueve estados, cuatro territorios
dependientes del centro y el distrito federal.
 La constitución de 1824 no contempló expresamente los derechos
ciudadanos. El derecho de igualdad de los ciudadanos quedó restringido
por la permanencia del fuero militar y eclesiástico
Los Artículos más relevantes Fueron:
1. La nación mexicana es soberana y libre del gobierno español y de cualquier
otra nación.
2. La religión de la nación es la católica Apostólica y Romana, es protegida por
las leyes y se prohíbe cualquier otra.
4. La nación mexicana adopta un gobierno de forma de república representativa
popular federal.
6. El Supremo poder de la federación se divide en Poder Legislativo, Poder
Ejecutivo y Poder Judicial.
7. El Poder Legislativo es depositado en un Congreso constituido por dos
cámaras, una de diputados y otra de senadores.
50. Libertad política de imprenta en la federación y en los estados
74. El Poder Ejecutivo reside en una persona denominada presidente de los
Estados Unidos mexicanos.
75. Se establece la figura del vicepresidente, quien en caso de imposibilidad
física o moral del presidente, ejercerá las facultades y prerrogativas del mismo.
95. El período del presidente y vicepresidente será de cuatro años.
123. El Poder Judicial reside en una Corte Suprema de Justicia, en los Tribunales
de Circuito y en los Juzgados de Distrito.
124. La Corte Suprema se compone de once ministros distribuidos en tres salas
y un fiscal.
157. El gobierno individual de los estados se conforma por tres poderes.

La Constitución de 1824 comienza con la frase “En el nombre de Dios


todopoderoso autor y supremo legislador de la sociedad, el Congreso general
constituyente de la nación mexicana, en desempeño que le han impuesto sus
comitentes, para fijar su independencia política, establecer y afirmar su libertad,
y promover su prosperidad y gloria…”
La Constitución mexicana de 1824 entro en vigor el 4 de octubre del mismo, en
ésta la república tomo el nombre por primera vez de Estados Unidos Mexicanos.
Otra de las características importantes de esta Constitución, es que establece la
religión católica como única en el país, establece que la nación protege esta
religión por razones “sabias y justas” añadiendo que se prohíbe practicar
cualquier otra. Uno de los posibles motivos por los que quizá se decidió abolir
cualquier otro tipo de religión, podría ser que durante el periodo de gobierno de
Guadalupe Victoria, primer presidente de México; se combatió la masonería
escocesa y yorquina.

La Constitución de 1824, compuesta por siete títulos y 171 artículos, establecía


la forma de República Federal similar a la de los EEUU.
 Se basó en la Constitución de Cádiz para la cuestión americana.
 Se basó en la Constitución de Estados Unidos para la organización
federal y en el decreto constitucional para la libertad de la América
Mexicana
Otro hecho importante, es cómo se relaciona la Constitución con el Presidente
Guadalupe Victoria. (Constitución de 1824 y Guadalupe Victoria)

Los Constituyentes de 1824

Para entender la historia de la Constitución mexicana y los principios en ella


establecidos es importante conocer las diferentes posturas ideológicas de los
Constituyentes, sobre todo porque en ese momento histórico se tomaron
decisiones que establecieron principios que hasta hoy son vigentes, un ejemplo
de ello es el federalismo, sobre dicho tema hubo diferentes posturas en las
discusiones de los Constituyentes, de acuerdo con Pantoja Morán, la postura
centralista estuvo representada por José María Becerra, diputado por Veracruz,
Carlos María Bustamante, diputado por México, o José Miguel Guridi y Alcocer,
diputado por Tlaxcala, frente a quien parece representar el federalismo más
radical, Juan Cayetano Gómez de Portugal, diputado por Jalisco, como
conciliador y moderado, Miguel Ramos Arizpe, diputado por Coahuila, presidente
de la Comisión Redactora de la Constitución, el temperado federalista doctor
Servando Teresa de Mier. (Pantoja Moran)
Sobre el federalismo no hay que dejar de tomar en cuenta que fueron los
Norteamericanos los que aportaron esta doctrina, inicialmente cundo las trece
colonias inglesas logran su independencia y adoptan la figura de la
Confederación, mediante el documento constitucional “Confederación y Unión
Perpetua” sometido para su aprobación en 1776, por las trece colonias al
independizarse de Inglaterra, éste documento no era sino un especie de tratado
entre los Estados independientes mediante el cual delegaban ciertas
competencias para su defensa y asistencia, aun Congreso en el cada entidad
contaba con un voto, pero, sin que existiera un poder ejecutivo y un poder
judicial. (Pantoja Morán).
El federalismo adoptado por los Constituyentes mexicanos fue creado por los
Constituyentes de los Estados Unidos, que al convocar al Congreso de la
Confederación para realizar reformas a la misma, terminaron haciendo una
Constitución en la que establecieron la Unión de Estados mediante una
Federación, Constitución que en un principio varios Estados no querían aprobar
porque ya casi todos los Estados tenían su organización política con su
Constitución y sus órganos, por lo que tres de los partidarios de federalismo
escribieron varios artículos en un periódico de Nueva York, James Madison,
Alexander Hamilton y John Jay, en los que manifestaron sus argumentos y los
beneficios que traería la Federación, varios años después, la colección de éstas
publicaciones se editó con el nombre de “El Federalista”.

Los nombres de los Diputados Constituyentes de 1823-24:

Lorenzo de Zavala
Diputado por Yucatán
Presidente

Florentino Martínez
Diputado por el estado de Chihuahua
Vicepresidente

Por el estado de Chihuahua


José Ignacio Gutiérrez

Por el estado de Coahuila y Tejas


Miguel Ramos Arizpe y Erasmo Seguín

Por el Estado de Durango


Francisco Antonio Elorriaga y Pedro de Ahumada

Por el Estado de Guanajuato


Juan Ignacio Godoy, Víctor Márquez, José Felipe Vázquez, José María Anaya,
Juan Bautista Morales, José María Uribe y José Miguel Llorente

Por el Estado de México


Juan Rodríguez, Juan Manuel Assorrey, José Francisco de Barreda, José Basilio
Guerra, Carlos María Bustamante, Ignacio de Mora y Villamil, José Ignacio
González Caralmuro, José Hernández Chico Condarco, José Ignacio Espinosa,
Luciano Castorena, Luis de Cortázar, José Agustín Paz, José María de
Bustamante. Francisco María Lombardo, Felipe Sierra, José Cirilo Gómez y
Anaya, Cayetano Ibarra, Antonio de Gama y Córdoba, Bernardo González Pérez
de Angulo, y Francisco Patiño y Domínguez.

Por el Estado de Michoacán


José María de Izazaga, Manuel Solórzano, José María de Cabrera, Ignacio
Rayón y Tomas Arriaga

Por el Estado de Nuevo León


Servando Teresa de Mier

Por el Estado de Oaxaca


Nicolás Fernández del Campo, Víctores de Manero, Demetrio del Castillo,
Joaquín de Miura y Bustamante, Vicente Manero Embides, Manuel José Robles,
Francisco de Larrazábal y Torre, Francisco Estévez y José Vicente Rodríguez.

Por el Estado de Puebla


Mariano Barbosa, José María de la Llave, José de San Martin, Rafael Mangino,
José María Jiménez, José Mariano Marín, José Vicente de Robles, José Rafael
Berruecos, José Mariano Castillero, José María Pérez Dunslaguer, Alejandro
Carpio, Mariano Tirado Gutiérrez, Ignacio Zaldívar, Juan de Dios Moreno, Juan
Manuel Irrizarri, Miguel Wenceslao Gasca, y Bernardo Copca

Por el Estado de Querétaro


Félix Osores y Joaquín Guerra

Por el Estado de San Luis Potosí


Tomas Vargas, Luis Gonzaga Gordoa y José Guadalupe de los Reyes

Por el Estado de Sonora y Sinaloa


Manuel Fernández Rojo, Manuel Ambrosio Martínez de Vea, José Santiago
Escobosa, Juan Bautista Escalante y Peralta.

Por el Estado de Tamaulipas


Pedro Paredes

Por el Estado de Tlaxcala


José Miguel Guridi y Alcocer
Por el Estado de Veracruz
Manuel Arguelles y José María Becerra

Por el Estado de Jalisco


José María Covarrubias, José de Jesús Huerta, Juan de Dios Cañedo, Rafael
Aldrete y Juan Cayetano Portugal.

Por el Estado de Yucatán


Manuel Crescencio Rejón, José María Sánchez, Fernando Valle, Pedro Tarrazo
y Joaquín Casares y Armas.
Por el estado de Zacatecas
Valentín Gómez Farías, Santos Vélez, Francisco García y José Miguel Gordoa.

Por el territorio de baja California


Manuel Ortiz de la Torre

Por el territorio de Colima


José María Jerónimo Arzac

Por el territorio de nuevo México


José Rafael Alarid

Manuel de Vega y Cosío


Por el estado de Veracruz
Secretario

Epigmenio de la Piedra
Por México
Secretario

José María Castro


Por el estado de Jalisco
Secretario

Juan José Romero


Por el estado de Jalisco
Secretario

Constitución que se ordena se imprima, publique y circule


México, a 4 de octubre de 1824, por Guadalupe Victoria, Presidente, Nicolás
Bravo y Miguel Domínguez a don Juan Guzmán.

2.1.3. Constitución de 1836


Desde los primeros años de la vigencia de la Constitución de 1624, los liberales
empezaron a tomar fuerza y proponían que se le redujeran privilegios a la Iglesia.
José Francisco Paoli Bolio menciona que Antonio López de Santa Anna fue el
responsable político del viraje que llevó al país del federalismo al centralismo. La
iglesia al ver amenazado sus intereses fomentó la insurrección que condujo a
que se convocara a un Constituyente que decidió regresar a la forma de gobierno
unitaria y central (Paoli Bolio).
Antonio López de Santa Anna llega a la Presidencia por primera vez en 1833,
teniendo como Vicepresidente a Valentín Gómez Farías, recordemos que el
sistema electoral que estableció la Constitución de 1824, para la elección del
Presidente de la República, de acuerdo con el artículo 79 la legislatura de cada
Estado elegirá, a mayoría absoluta de votos, dos individuos, de los cuales de
acuerdo con el artículo 84 el que reuniere la mayoría absoluta de los votos de
las legislaturas será el presidente, y el otro quedando como vicepresidente. Por
lo que de acuerdo con esta forma de elección era común que el Presidente fuera
de un partido y el vicepresidente de otro partido, como es el caso de la elección
de 1833, en la que Santa Anna obtiene la mayoría de votos y Valentín Gómez
Farías, quedando en segundo lugar, por lo que Santa Anna resulta ser el
Presidente de las República, cargo que no ocupa por estar enfermo, asumiendo
la presidencia Valentín Gómez Farías, candidato del partido liberal.
El vicepresidente Valentín Gómez Farías, como encargado de la Presidencia,
hizo algunas reformas de tipo liberal que levantaron mucha polvareda entre los
conservadores: reducir el ejército, quitar fueros a los militares y al clero, creación
de escuelas y libertad de enseñanza; creó la dirección General de Instrucción
Pública -con lo que rompía el monopolio que en este ámbito tenía la iglesia-;
liberación de pago de diezmos. También toma medidas económicas para permitir
mayor circulación de capital y mejorar la capacidad productiva de la población;
nacionalización de bienes de manos muertas y otras medidas para la
consolidación y amortización de la Deuda Pública. Trabajó sobre un proyecto de
colonización para poblar la frontera. Emitió decretos sobre la libertad de opinión,
la supresión de leyes represivas a la prensa; el mejoramiento de la vida de los
indígenas, etc. Estas reformas iban encaminadas a buscar que la sociedad fuera
más igualitaria y civil; además, creía que el Estado debía estar separado de la
iglesia. Los afectados por las reformas, -la iglesia, el ejército y la aristocracia,-
iniciaron una intensa y sistemática campaña en su contra, sirviéndose de la
prensa. (Memoria política de México)
….Santa Anna regresó el 27 de octubre y volvió a pedir permiso al Congreso el
15 de diciembre de 1833, para retirarse a su hacienda de Manga de Clavo a
restablecer su salud; dejó nuevamente al vicepresidente Gómez Farías en el
poder para que éste consumara sus reformas y según las reacciones que
hubiera, prepararía la forma de su regreso.
Surge una epidemia de cólera en la que se calcula hubo 15,000 muertos, el
gobierno de Gómez Farías dispone la construcción de cuatro cementerios y salas
de depósito, medida sanitaria considerada anticlerical, (pues en esa época la
iglesia administraba los cementerios) ya que las iglesias dejaron de percibir los
ingresos por entierros y la gente recurría directa y civilmente a los cementerios-.
El clero culpó al gobierno de los desastres.
La epidemia impidió llevar a cabo las reformas de Gómez Farías, y sobre todo,
dio un pretexto más a clero que comenzó a atacarlo directamente, la prensa que
destacaba el cambio de tono en la correspondencia entre Farías y Santa Anna,
hasta que le pidió que regresara.
Así, Santa Anna llega el 24 de abril de 1834 y Gómez Farías deja el poder (el 24
de mayo fue desconocido como vicepresidente por el Plan de Cuernavaca).
Santa Anna, en su primera proclama, dice: “Ni vuestra religión, ni vuestra
libertad, ni vuestra seguridad, ni ninguno de los bienes que afianza y consagra
la Constitución, serán impunemente atropellados.” Posteriormente, derogará las
leyes emitidas por la administración de Gómez Farías.
Como los liberales empiezan a ser vistos como agentes de inestabilidad y el
federalismo y a la Constitución de 1824, con suspicacia, el centralismo cobra
fuerza como sistema político. Hay movimientos populares en contra de Gómez
Farías “causante del malestar social” desde junio de 1834, la prensa lo ataca
rudamente y aunque se defiende de las acusaciones, debe alejarse
temporalmente de la política y partir al exilio.
... A principios de 1835 será renovado el Congreso que se declarará
constituyente para así poder sentar las bases de la República centralista; Santa
Anna, con su característica versatilidad política, lo apoyará; es entonces cuando
se dispondrá la destitución legal de Gómez Farías el 27 de enero: “El Congreso
General declara que la nación mexicana ha desconocido la autoridad del
vicepresidente de la República en la persona de D. Valentín Gómez Farías y en
consecuencia cesa éste en las funciones propias de tal encargo

…El 23 de octubre siguiente, el Congreso formulará las Bases Constitucionales


y el 15 de diciembre se promulgará la primera de las llamadas Siete Leyes, que
establecerán constitucionalmente la centralización del régimen político
mexicano.

A pesar de todo, la obra de gobierno de Gómez Farías sentará las bases de lo


que serán las futuras Leyes de Reforma. (Doralicia Carmona: MEMORIA
POLÍTICA DE MÉXICO.)

Paoli Bolio menciona que la primera Constitución conservadora de 1836,


conocida como Las Siete Leyes Constitucionales, además de modificar la forma
de gobierno, adoptada después de la Independencia en la Constitución de 1824,
mantiene la forma republicana.

La primera de la Leyes Constitucionales establece “los derechos y


obligaciones de los habitantes de la República, consta de 15 artículos en los que
se define quienes son mexicanos en el artículo 1., los derechos del mexicano se
establecen en el artículo 2.: I. No poder ser preso sino por mandamiento de juez
competente dado por escrito… II. No poder ser detenido más de tres días por
autoridad ninguna política, sin ser entregado al fin de ellos, con los datos para
su detención, a la autoridad judicial, ni por ésta más de diez días, sin proveer el
auto motivado de prisión… III. No poder ser privado de su propiedad… IV. No
poder catearse sus casas y sus papeles, si no es en los casos y con los requisitos
literalmente prevenidos en las leyes… V. No poder ser juzgado ni sentenciado
por comisión ni por otros tribunales que los establecidos en virtud de la
Constitución… VI. No podérsele impedir la traslación de sus personas y bienes
a otro país… VII. Poder imprimir y circular, sin necesidad de previa censura, sus
ideas políticas… En el artículo 3 se establecen las obligaciones I. Profesar la
religión de su patria, observar la Constitución y las leyes, obedecer a las
autoridades.. II. Cooperar con los gastos del Estado.. III. Defender a la patria..
En el artículo 5. La cualidad de mexicano se pierde: I. Por ausentarse del
territorio mexicano más de dos años, sin ocurrir durante ellos por el pasaporte
del gobierno., III. Por alistarse en banderas extranjeras., IV. Por aceptar empleos
de otro gobierno. V. Por aceptar condecoraciones de otro gobierno, sin permiso
del mexicano. VI. Por los crímenes de alta traición contra la independencia de la
patria.. 6. El que pierde la cualidad de mexicano puede obtener rehabilitación del
congreso…8. Son derechos del ciudadano.. I. Votar por todos los cargos de
elección directa. II. Poder ser votado para los mismo.. 9. Son obligaciones
particulares del ciudadano mexicano: I. Adcribirse en el padrón de su
municipalidad, II. Concurrir a las elecciones populares.. 10. Los derechos
particulares del ciudadano se suspenden: I. Durante la minoridad. II. Por el
estado de sirviente doméstico. III. Por causa criminal. IV. Por no saber leer ni
escribir desde el año de 1846 en adelante. 11. Los derechos del ciudadano se
pierden totalmente: I. En los casos en que se pierde la cualidad de mexicano.
Por sentencia judicial que imponga pena infamante. III. Por quiebra fraudulenta
calificada. IV. Por ser deudor calificado en la administración y manejo de
cualquiera de los fondos públicos. V. Por ser vago, mal entretenido o no tener
industria o modo honesto de vivir….
Segunda Ley Constitucional
Organización del supremo poder conservador
Art. 1. Habrá un supremo poder conservador que se deposita en cinco individuos,
de los que se renovará uno cada dos años..

9. Los individuos del supremo poder conservador, prestarán juramento ante el
congreso general, reunidas las dos cámaras, bajo la fórmula siguiente: “¿Juráis
guardar y hacer guardar la Constitución de la República sosteniendo el equilibrio
constitucional entre los poderes sociales, manteniendo o restableciendo el orden
constitucional en los caso en que fuere turbado, valiéndose para ello del poder y
medios que la Constitución pone en vuestras manos?” Después de la respuesta
afirmativa del otorgante, añadirá el secretario la fórmula ordinaria: “Si así lo
hiciereis, Dios os lo premie, y si no, os lo demande.” …
12. Las atribuciones de este supremo poder, son las siguientes:
I. Declarar la nulidad de una ley o decreto, dentro de dos meses después de su
sanción, cuando sean contrarios a artículo expreso de la Constitución, y le exijan
dicha declaración, o el supremo poder Ejecutivo, o la alta Corte de Justicia, o
parte de los miembros del poder legislativo, en representación que firmen
dieciocho por lo menos.
II. Declarar, excitado por el poder legislativo o por la Suprema Corte de Justicia,
la nulidad de los actos del poder Ejecutivo cunado sean contrarios a la
Constitución o a las leyes, haciendo esta declaración dentro de cuatro meses
contados desde que se comuniquen esos actos a las autoridades respectivas.
III. Declara en el mismo término la nulidad de los actos de la Suprema Corte de
Justicia, excitado por alguno de los otros dos poderes, y sólo en el caso de
usurpación de funciones..
IV. Declarar, por excitación del Congreso general, la incapacidad física o moral
del presidente de la República, cuando le sobrevenga.
V. Suspender a la alta Corte de Justicia, excitado por alguno de los otros dos
poderes supremos, cunado desconozca alguno de ellos, o trate de trastornar el
orden público.
La tercera Ley Constitucional
Del poder legislativo, de sus miembro y de cuanto dice relación a la formación
de la leyes
Art. 1. El ejercicio del poder legislativo se deposita en el congreso general de la
nación, el cual se compondrá de dos cámaras.

Cuarta Ley
Organización del Poder Ejecutivo
Art. 1. El ejercicio del Poder Ejecutivo se deposita un supremo magistrado, que
se denominará Presidente de la República; durará ocho años. Y se elegirá de la
manera siguiente
2. El día 16 de agosto del año anterior a la renovación, elegirá el Presidente de
la República en junta del Consejo y ministros, el Senado y la alta Corte de
Justicia, cada uno una terna de individuos, y en el mismo día las pasará
directamente a la Cámara de Diputados.
Esta, en el día siguiente, escogerá tres individuos de los especificados en dichas
ternas, y remitirá la terna resultante a todas las juntas departamentales.
Estas elegirán un individuo de los tres contenidos en la terna que se les remita,

Quinta Ley
Del Poder Judicial de la República Mexicana
Art. 1. El Poder Judicial de la República se ejercerá por una Corte Suprema de
Justicia, por los tribunales superiores de los departamentos, por los de Hacienda
que establecerá la Ley de la materia y por los juzgados de primera instancia.
2. La Corte Suprema de Justicia se compondrá de once ministros y un Fiscal.

Sexta Ley
División del territorio de la República y gobierno interior de sus pueblos
Art. 1. La República se dividirá en departamentos, conforme a la octava de las
bases orgánicas. Los Departamentos se dividirán en distritos y en partidos.

5. El gobierno interior de los departamentos estará a cargo de los
gobernadores, con sujeción al gobierno general.
6. Los gobernadores serán nombrados por éste a propuesta en terna de
las juntas departamentales, sin obligación de sujetarse a ella en los
departamentos fronterizos, y pudiendo devolverla una vez en los
demás. Los gobernadores durarán ocho años, pudiendo ser reelectos.

Séptima Ley
Art. 1. En seis años, contados desde la publicación de esta Constitución. No se
podrá hacer alteración a ninguno de sus artículos

La Constitución centralista generó muchas inconformidades en los gobiernos de


los Estados, pues les quitó facultades y los sometió al poder central, lo que
ocasionó que varios Estados busquen su independencia de la República, entre
ellos el Estado de Yucatán que inclusos Hizo su propia Constitución, así mismo
el Estado de Texas, que declaró su independencia, para posteriormente
adherirse a los Estados Unidos.
Sin embargo una de las instituciones que establece dicha Constitución es el
Supremo Poder Conservador, órgano que ha sido motivo de estudio porque se
le dotaron de facultades para hacer valer la Constitución contra actos de los
Poderes, cuando éstos fueran contrarios a la Constitución incluso de la Suprema
Corte de Justicia, Pero dicho poder gozaba de facultades excesivas por lo que
podía someter a los demás poderes, sin embargo creo que en la designación de
los miembros de dicho poder estaba la mano del Dictador Santa Anna, por lo que
pudiera haber sido utilizado de acuerdo a sus intereses para someter a los otros
dos poderes.

2.1.4.La Constitución de 1857


Las Constituciones mexicanas fueron el resultado de procesos revolucionarios.
De acuerdo con la teoría de la Constitución, una de las formas por las que surge
una Constitución es una revolución. Por ejemplo, en el caso de México, la primer
Constitución, la 1824, surge del movimiento de independencia, la Constitución
de 1857 es el resultado de la Revolución de Ayutla que se levanta en contra de
la Dictadura de Antonio López de Santa Anna, y la Constitución de 1917 fue el
resultado de la Revolución de 1810 en contra de la dictadura de Porfirio Díaz y
la Revolución Constitucionalista encabezada por Don Venustiano Carranza en
contra del usurpador Victoriano Huerta.
La Revolución de Ayutla
De acuerdo con Horacio Labastida, la muerte de (Lucas) Alamán, en junio de
1853, y el desmedido abuso de la arbitrariedad y violenta tiranía de Santa Anna,
su imposibilidad para resolver los graves problemas del país, provocaron el
levantamiento popular de Ayutla. Juan Álvarez, antiguo compañero de Morelos
y patrocinador del Estatuto Orgánico Provisión de 1856, e Ignacio Comonfort,
hombre de ideas moderadas, encabezan el movimiento contra la dictadura.
Los autores del Plan de Ayutla y sus reformas de Acapulco expresaron con toda
claridad los motivos que los llevaron a la rebelión. En un documento, publicado
el 1º de marzo de 1854, expresan lo siguiente:
Que la permanencia de don Antonio López de Santa Anna en el poder es
un amago constante para las libertades públicas, puesto que con el mayor
escándalo bajo su gobierno, se han hollando las garantías individuales que se
respetan aún en los países menos civilizados; que los mexicanos tan celosos de
sus libertades se hayan en peligro inminente de ser subyugados por la fuerza,
de un poder absoluto ejercido por un hombre a quien tan generosa como
deplorablemente confiaron los destinos de la patria; que bien distante de
corresponder a tan honroso llamamiento, sólo ha venido a oprimir y vejar a los
pueblos, recargándose de contribuciones onerosas, sin consideración a la
pobreza general, empleándose su producto en gastos superfluos, y formar la
fortuna, como en otra época, de unos cuantos favoritos; que el plan proclamado
en Jalisco, y que le abrió las puertas de la República, ha sido falseado en su
espíritu y objeto, contrariando el torrente de la opinión, sofocada por la arbitraria
restricción de la imprenta; que ha faltado al solemne compromiso que contrajo
con la nación al pisar el suelo patrio, habiendo ofrecido que olvidaría
resentimientos personales, y jamás de entregaría en los brazos de ningún
partido; que debiendo conservar la integridad del territorio de la República, ha
vendido una parte considerable de ella (La Mesilla), sacrificando a nuestros
hermanos de la frontera del Norte, que en adelante serán extranjeros en su
propia patria para ser lanzados después como les sucedió a los californianos;
que la nación no puede continuar por más tiempo si constituirse de un modo
estable y duradero, ni dependiendo su existencia política de la voluntad
caprichosa de un solo hombre; y, por último, que atendiendo a que la
independencia nacional se halla amagada, bajo otro aspecto no menos
peligroso, por el general Santa Anna: usando de los mismos derechos que
usaron nuestros padres en 1821 para conquistar la libertad, los que suscriben
proclaman y protestan hasta morir, si fuere necesario, el siguiente Plan…
(Horacio Labastida)
En el contexto del Plan e Ayutla, resumido en nueve puntos, se mantienen, en
términos generales, cuatro fundamentales resoluciones: a) La supresión de la
dictadura santanista. b) La instalación de un Congreso extraordinario para
constituir a la nación bajo la forma de una República representativa y popular. c)
La derogación de la gabela impuesta con el nombre de capitación, d) La
transformación del ejército en un instrumento del gobierno para apoyar el orden
y las garantías sociales. (Horacio Labastida)

Las injusticias vividas durante la dictadura de Santa Anna, el centralismo,


suprimiendo el federalismo, llevaron a los liberales a convocar a la revolución, la
que fue apoyada por un amplio sector del pueblo. Horacio Labastida escribe
sobre esto de la siguiente manera:
Fue unánime el apoyo del pueblo al llamado de Ayutla. La respuesta significó…
… cual ninguna otra en México, un verdadero levantamiento popular… los
oprimidos, los tiranizados por la larga dominación de los privilegiados
conservadores, estaban sedientos de sacudir aquel yugo de tantos años, y
cuando el extremo de la opresión hizo saltar en el sur la revolución, todos esos
oprimidos, todos esos tiranizados la secundaron de un modo espontáneo: y tanto
fue así que muchos pueblos de los más se apresuraron a pronunciarse, no
conocían, bien a bien, el Plan de Ayutla y le seguían sólo porque se les decía
que era un plan liberal. (De Horacio Labastida haciendo referencia a Enrique
Olivarría y Ferrari)
Horacio Labastida, haciendo referencia a Ignacio Burgoa escribe:
El Plan de Ayutla, dijo Burgoa, propendió a derrocar violentamente la dictadura
santanista, tuvo como propósito establecer la “igualdad republicana” mediante la
abolición de “ordenes, tratamientos y privilegios” arbitrariamente opuestos a ella,
pugnó por la organización “estable y duradera” del país mediante un orden
constitucional republicano, representativo, popular y respetuoso de las garantías
individuales, e hizo surgir con perfiles ideológicos perfectamente marcados al
partido liberal que sostuvo con las armas la Constitución de 1857 y las Leyes de Commented [U1]:
Reforma.
Antonio López de Santa Anna estuvo 11 veces en el poder, su último periodo fue
del 20 de abril de 1853 al 9 de agosto de 1855. Al respecto, Horacio Labastida
escribe: el 4 de octubre del mismo año, después de los reajustes discutidos en
la reunión de Cuernavaca, fue nombrado Presidente interino de la República el
general Juan Álvarez, el modesto caudillo del Sur. Unos meses después por
razones muy conocidas y con base en las facultades que le otorgaba el Plan de
Ayutla, Álvarez renunció a la Presidencia y designó como sustituto al general
Ignacio Comonfort, quien tomó posesión el 11 de diciembre de 1855. (Horacio
Labastida)
El Constituyente de 1856-1857
La formación de la Constitución de 1857 comienza con la expedición del Plan de
Ayutla. Proclamado por Ignacio Comonfort y Florencio Villarreal el 1º de marzo
de 1854, el Plan tenía esencialmente la función de crear una Constitución que
restaurara el federalismo.
Las limitaciones jurídicas de las funciones del Constituyente del 57 fueron
establecidas por el Plan de Ayutla en los términos del artículo 5º Atendiendo a
esta misma disposición, Juan Álvarez, presidente interino, expidió la
convocatoria para reunir al que sería el octavo Congreso Constituyente de la
historia independiente de México. (Uribe Arzate, Piña Libien y Morales Reynoso
2009)
La elección de los diputados constituyentes fue de dos formas: directa e
indirecta.
El Congreso estuvo integrado por diputados que al efecto nombró cada Estado
o territorio…el 17 de febrero de 1856 se reúnen 78 diputados que juran cumplir
leal y patrióticamente su encargo, y el 18 del mismo se verifica la solemne
apertura del Congreso Constituyente. Se eligieron por el sistema indirecto 155
diputados, con, el propósito de que en el Congreso estuvieran representadas
todas las tendencias que configuraban el espectro político de la época. En
términos del Plan de Ayutla, el pueblo, en su calidad de elector primario,
designaba electores secundarios o de partido que tenían la función de elegir a
los diputados. (Uribe Arzate 2009)
Las sesiones del Congreso comenzaron el 18 de febrero de 1856 y pronto fue
dominado por los diputados liberales. El proyecto presentado por el presidente
de la Comisión de Constitución e116 de junio, Ponciano Arriaga, era el de una
Constitución liberal y no sólo de corte federalista. Entre los que participaron en
la elaboración de la Carta Constitucional se encontraban Ocampo, Olvera,
Ramírez, Mata y Castillo Velasco, entre otros. (Uribe Arzate 2009)
La discusión del proyecto fue probablemente la más enriquecedora de nuestra
historia constitucional. Se prolongó hasta el 5 de febrero de 1857, cuando fue
aprobada la nueva Carta Magna. (Uribe Arzate 2009)
Sobre el Constituyente de 1856-57 Francisco José Paoli Bolio nos comenta lo
siguiente: Siete años después de terminada la guerra con los vecinos del norte,
se convoca a un Constituyente, que fue electo el 11 de enero de 1856 y fue
integrado por 110 diputados propietarios y sus suplentes, entre los cuales había
una pléyade de juristas y políticos reformadores de gran estatura: Menciono
algunos de los más destacados: Francisco Zarco, que nos regaló una crónica
magnifica de los debates del Constituyente, Ponciano Arriaga, propuesto por
varios estados; Ignacio Vallarta, propuesto por Jalisco; Ignacio Ramírez,
propuesto por varios estados;; Valentín Gómez Farías, propuesto por varios
estados; León Guzmán, del Estado de México; Melchor Ocampo; Guillermo
Prieto; Santos Degollado; Ignacio Mariscal; José María Lafragua; Miguel
Barbachano y Justo Sierra O’Reilly, propuestos por Yucatán. (Paoli Bolio)
El mismo autor referido anteriormente nos comenta sobre algunos artículos
relevantes de esta Constitución claramente liberal, democrática y federalista. El
emblemático Título I, Sección I, “De los derechos del hombre”, el artículo 1º
empezó a debatirse en la sesión del 10 de julio de 1856. Éste Primer Título,
Sección I, está tomado de la Declaración de los Derechos del Hombre y del
Ciudadano hecha por los revolucionarios franceses en 1789. Por otra parte, esta
Constitución mexicana sigue los cánones de ordenaciones muy parecidas a las
de la Constitución estadounidense, dividiendo en secciones y artículos, que la
de nuestros vecinos plantea como numerales. (Paoli Bolio)

Características de la Constitución de 1857


En la Constitución de 1857 predominó el espíritu liberal, pues en ella se
establecieron numerosas libertades para los mexicanos, sin embargo, trastocó
los intereses de la Iglesia católica y de los sectores conservadores de la
sociedad. Desde hace varios años atrás los liberales habían intentado hacer
cambios, por ejemplo, cuando Valentín Gómez Farías en 1833 siendo
vicepresidente y ante la ausencia de Santa Anna ocupó la presidencia, estableció
cambios liberales, pero al regreso de Santa Anna los hecho para abajo. Desde
el triunfo de los liberales en la Revolución de Ayutla se iniciaron cambios y se
emitieron varias leyes que afectaron los intereses de la Iglesia, los trabajos del
Constituyente de 1856 y esa legislación fueron condenados incluso por el Papa
Pio IX como se puede ver en la llamada Alocución del Papa N. S. P. IX,
pronunciado en Consitorio secreto el 15 de diciembre de 1856:

Nunca hubiéramos pensado, venerables hermanos, que nos veríamos forzados,


con enorme dolor de nuestra alma, a deplorar y lamentar las cosas que afligen y
humillan a la Iglesia Católica también en la República Mexicana. (…)Tan pronto
se impuso el nuevo gobierno, de inmediato declaró la guerra feroz a la Iglesia, a
sus sagrados intereses, a sus derechos y a sus ministros. Después de privar al
clero de ambos sufragios en las elecciones populares, expidió el 23 de
noviembre del año pasado (1855) una ley por la que se abolió el fuero
eclesiástico que siempre había estado en vigor en toda la República Mexicana.
Y si bien es cierto que nuestro venerable hermano Lázaro, arzobispo de la
Ciudad de México, no ha dejado de protestar contra esta ley, tanto en su nombre
como en nombre de todos los obispos y el clero de la República, sin embargo,
tal reclamación no tuvo éxito, y el gobierno no temió en declarar que nunca
sometería sus acciones a la suprema autoridad de la Sede Apostólica. Este
mismo gobierno, enfurecido al ver la indignación que el pueblo fiel de Puebla de
los Ángeles había mostrado especialmente con respecto a esta ley, promulgó
dos decretos: el primero adjudicó todos los bienes de la Iglesia angelopolitana al
poder y arbitrio de la autoridad civil, el otro prescribió cómo estos bienes deberían
ser administrados. Y como nuestro venerable hermano Pelagio, obispo de
Puebla, desempeñando en modo egregio los deberes de su cargo, elevó su voz
episcopal contra tales decretos injustos e igualmente sacrílegos, el gobierno no
vaciló en amenazar al obispo, vejarlo, perseguirlo, apresarlo con la fuerza
armada y enviarlo al exilio. (…,) dio el 25 de junio (1856) de ese año un decreto
publicado el 28 del mismo mes, por el cual no temió despojar a la Iglesia de todos
los bienes y propiedades que poseía en la república, atreviéndose, temerario y
sacrílego, a querer vindicarlos para sí. (…)Pero el gobierno mexicano,
despedazados los bienes de la Iglesia, emitió otros decretos de los cuales uno
deroga una ley sobre cierta congregación religiosa que debía revocarse; por un
segundo, el gobierno declaró que brindaría todo tipo de ayuda y apoyo a todos
los miembros de las comunidades regulares de ambos sexos que desearan
librarse de la vida religiosa que habían abrazado, dejar su claustro y evadirse de
la obediencia a sus superiores. Y ni esto bastó, pues el Congreso
Constituyente, formado por la unión de los diputados, en medio de insultos
y ultrajes en contra de nuestra santa religión, contra sus ministros
sagrados y contra el Vicario de Cristo en la Tierra, propuso una nueva
Constitución incendiaria con un gran número de artículos; entre ellos,
varios atacan abiertamente la religión, la salvífica doctrina, sus instituciones y
sus sagrados derechos. De hecho, entre otras disposiciones contenidas en
el nuevo proyecto de Constitución, es abolido todo privilegio del fuero
eclesiástico; se decide que nadie absolutamente puede disfrutar emolumentos
que sean una carga para la sociedad; se prohíbe a cualquier persona vincularse
por una obligación derivada de un contrato, una promesa o un voto religioso, y
para más fácilmente corromper la moral y las mentes de la gente, y para difundir
la horrible y desastrosa peste de la indiferencia y completar la destrucción de
nuestra santa religión, acepta el libre ejercicio de todas las religiones y
otorga a todos el pleno derecho de manifestar abierta y públicamente
cualquier tipo de opiniones y pensamientos. (…)Porque, para que los fieles
que allí viven lo sepan, y para que las multitudes del universo católico lo
conozcan, se reprueba por nosotros todo aquello que fue hecho por los
gobernantes de la República Mexicana contra la religión católica, contra la
Iglesia y sus sagrados ministros, pastores, leyes, derechos, propiedades y contra
la autoridad de su Santa Sede; elevamos nuestra voz pontificia con apostólica
libertad y con este vuestro consentimiento unánime, y condenamos,
reprobamos y declaramos inválidos y nulos todos los anteriormente
mencionados decretos, y lo demás, que allí por el poder civil ha cometido
con tanto desprecio a la autoridad eclesiástica y a su apostólica sede, y lo
que se sancionó con tanto perjuicio y detrimento de la religión y sobre todo de
los hombres, de los sagrados obispos y de los eclesiásticos. Particularmente, a
todos aquellos que por obra, por deliberación o por orden, realizaron aquello,
advertimos muy severamente para que consideren seriamente las penas y
censuras que fueron establecidas por las constituciones apostólicas y por los
sagrados cánones de los concilios contra los violadores, profanadores y
usurpadores de la libertad y la potestad eclesiástica, de las personas
consagradas y de las cosas… (J. L. Soberanes y H. Heredia: La Alocución de
Pio IX a la condena a la legislación liberal)

La Constitución de 1857 en muchas ocasiones ha sido tachada de antirreligiosa,


pero lo que los reformadores buscaron fue separar la Iglesia del Estado, pues
como lo dijera el propio Jesucristo, “mi reino no es de este mundo”, pero a la
Iglesia Católica si quería tener el dominio del poder para obtener privilegios,
como lo menciona Don francisco I. Madero en un pasaje de su libro “La Sucesión
Presidencial”, y que se muestra en seguida:
“ Por tales razones, la Constitución de 57, debía ser en lo sucesivo la bandera
que seguirían todos los buenos hijos de México, y esa bandera era llevada muy
alto dignamente por el gran Juárez, que al fin logró vencer á los reaccionarios, á
los militares ambiciosos que encubrían su ambición bajo la sombra de la religión,
á la parte maleada del clero, la ignorante de "que su reino no es de este mundo"
y de su deber en limitarse á ejercer saludable influencia sobre las conciencias,
sin temor á la luz del liberalismo, porque éste no ha venido sino á poner en
práctica las enseñanzas de Jesús: á levantar al oprimido, á castigar al orgulloso”.
(Francisco I. Madero)
Estructura de la Constitución de 1857 (Tomada de: 10 características de la
Constitución Mexicana de 1857)

La nueva constitución se estructuró en base a ocho títulos y 128 artículos. Los


títulos contemplaban los siguientes temas:

Título I: De los derechos del hombre; De los mexicanos; De los extranjeros; De


los ciudadanos mexicanos.
Título II: De la soberanía nacional y de la forma de gobierno; De las partes
integrantes de la federación y del territorio nacional.
Título III: De la división de poderes.
Título IV: De la responsabilidad de los funcionarios públicos.
Título V: De los Estados de la Federación.
Título VI: Prevenciones generales.
Título VII: De la reforma a la Constitución.
Título VIII: De la inviolabilidad de la Constitución.

Puntos importantes:
Entre los cambios más trascendentales que incluyó la nueva constitución se
destacan la consagración de la libertad de expresión, la libertad de asamblea, la
libertad del porte de armas y otras libertades individuales para los ciudadanos
mexicanos.
Asimismo, confirmó la abolición de la esclavitud, eliminó la posibilidad de ir a
prisión por deudas civiles, así como las formas de tortura y la pena de muerte.
También eliminó las alcabalas y aduanas internas, prohibió los títulos nobiliarios,
monopolios y honores hereditarios, promulgó la educación laica y enajenó los
bienes raíces de la Iglesia Católica, otorgándole al Estado un rol preponderante
en los asuntos antes regidos por la religión.

Federalización
Otro de los grandes cambios introducidos por esta constitución tuvo que ver con
el carácter federal que le otorgaba al país, compuesto a partir de entonces por
23 estados y un territorio federal, superando los 20 consagrados en la
Constitución de 1824.
Estos estados eran: México, Guanajuato, Oaxaca, Puebla, Michoacán, San Luis
Potosí, Veracruz, Yucatán, Jalisco, Zacatecas, Querétaro, Sonora, Tabasco,
Tamaulipas, Nuevo León, Coahuila, Durango, Chihuahua, Chiapas, Sinaloa, y
los estados recién creados de Guerrero, Tlaxcala, Colima y Aguascalientes.
Promulgación
La constitución de 1857 fue juramentada el 5 de febrero de 1857, por el
Presidente de la República y el presidente del Congreso, en ese momento
Valentín Gómez Farías.

Reacciones
Luego de que el Papa Pío IX se pronunciara en contra del nuevo ordenamiento
jurídico y el Arzobispo Lázaro de la Garza Ballesteros anunciara que ningún
católico debía suscribirlo, muchos sectores conservadores iniciaron un
movimiento contrarrevolucionario.
Hubo un primer alzamiento en Zacapoaxtla y Puebla, que fue rápidamente
sofocado por el ejército, pero sería apenas un anuncio de la guerra que vendría.
Detractores de la Carta Magna como Félix María Zuloaga incitaron a un golpe de
Estado, llamando por escrito al desconocimiento de la nueva constitución. En
1857 se proclamó el Plan de Tacubaya que aspiraba a derogar la Constitución y
convocar a un nuevo Congreso Constituyente.
Muchos funcionarios públicos fueron apresados por las tropas conservadoras y
otros renunciaron a sus cargos, sumiendo el país en un caos del que saldría la
Guerra de Reforma.

Importancia
A pesar de lo turbulenta de su historia, la Constitución de 1857 es fundamental
en la historia liberal de México ya que supuso un salto adelante en materia de
reconocimiento de libertades individuales y derechos humanos, quizá incluso
demasiado adelantada para su época (y de allí muchos de sus inconvenientes).

Vigencia y derogación
La Constitución no se aplicó hasta 1861, cuando culminó la Guerra de Reforma.
Y a pesar de que los liberales la ganaron, el resentimiento conservador
permaneció y condujo a su colaboración con los franceses durante la Segunda
Intervención Francesa en México.
Así se produjo el derrocamiento temporal de los liberales en 1862 y la
declaración del Segundo Imperio Mexicano, que cayó en 1867 y devolvió el
poder a los liberales. La constitución de 1857 permaneció en vigencia desde
entonces hasta 1917, cuando se promulgó una nueva Carta Magna durante la
Revolución Mexicana. (10 características de la Constitución Mexicana de 1857)

En la Constitución de 1857 se hace una división por títulos y sección, que estos
fueron cambiados en capítulos en la Constitución de 1917, en la Sección I de los
Derechos del hombre, se plasman lo que hoy se conoce como derechos
humanos y sus garantías, ésta sección sigue una concepción ius-positivista de
los derechos, ya que es la Constitución la que los otorga. Por otro lado se
observa que los derechos los pone en ésta primera sección del Título 1º, al
respecto opino que si el pueblo fue el que lucho en la revolución, lo justo es que
los derechos del hombre vayan en primerísimo lugar, pues deben ser respetados
por los poderes, los órganos y autoridades que surjan de la Constitución y
cuando alguna autoridad viole algún derecho del gobernado, esta violación sea
una violación a la misma Constitución y tal violación debe ser reparada por los
medios y órganos que la propia Constitución establece. He pensado que el
Constituyente al iniciar la redacción de Constitución hubiera puesto como inicio
lo que establece el artículo 40: “Es voluntad del pueblo mexicano constituirse en
una república democrática federal, compuesta de estados libres y soberanos en
todo lo concerniente a su régimen interior, pero unidos en una federación
establecida según los principios de ésta ley fundamental”. Sin embargo el
Constituyente decidió poner primero los derechos del hombre, por la importancia
que éstos revisten en un estado de derecho. También es importante comentar
que es el establecimiento de la libre manifestación de ideas y pensamientos fue
un derecho que condenó el propio Papa Pio IX, ya que la Iglesia Católica durante
siglos ejerció un control sobre las ideas y pensamientos, pues aquel que osara
contradecir lo que la Iglesia establecía podría ser juzgado por hereje.
Aquí los artículos más relevantes de la Constitución de 1857:
Título 1º
Sección I
De los Derechos del hombre

ARTICULO 1. El pueblo mexicano reconoce que los derechos del hombre son la
base y el objeto de las instituciones sociales. En consecuencia declara que todas
las leyes y todas las autoridades del país deben respetar y sostener las garantías
que otorga la presente Constitución.
ART. 2. En la república todos nacen libres. Los esclavos que pisen el territorio
nacional recobran por ese solo hecho su libertad y tienen derecho á la protección
de las leyes.
ART. 3. La enseñanza es libre. La ley determinará qué profesiones necesitan
título para su ejercicio, y con qué requisitos se deben expedir.
El artículo 4º se refiere a la libertad de las personas para escoger libremente el
trabajo o profesión que les acomode.
ART. 5. Nadie puede ser obligado á prestar trabajos personales, sin la justa
retribución y sin su pleno consentimiento. La ley no puede autorizar ningún
contrato que tenga por objeto la pérdida, ó el irrevocable sacrificio de la libertad
del hombre, ya sea por causa de trabajo, de educación, ó de voto religioso.
Tampoco puede autorizar convenios en que el hombre pacte su proscripción ó
destierro.
ART. 6. La manifestación de las ideas no puede ser objeto de ninguna inquisición
judicial ó administrativa, sino en el caso de que ataque la moral, los derechos de
tercero, provoque á algún crimen ó delito, ó perturbe el orden público.
ART. 7. Es inviolable la libertad de escribir y publicar escritos sobre cualquiera
materia. Ninguna ley ni autoridad puede establecer la previa censura, ni exigir
fianza á los autores ó impresores, ni coartar la libertad de imprenta, que no tiene
más límites que el respeto á la vida privada, á la moral y á la paz pública. Los
delitos de imprenta serán juzgados por un jurado que califique el hecho, y por
otro que aplique la ley y designe la pena.
(…)
ART. 16. Nadie puede ser molestado en su persona, familia, domicilio, papeles
y posesiones, sino en virtud de mandamiento escrito de la autoridad competente,
que funde y motive la causa legal del procedimiento…
ART. 17. Nadie puede ser preso por deudas de un caracter puramente civil.
Nadie puede ejercer violencia para recobrar su derecho. Los tribunales estarán
siempre espeditos para administrar justicia. Esta será gratuita, quedando en
consecuencia abolidas las costas judiciales.
(…)
ART. 21. La aplicacion de las penas, propiamente tales, es esclusiva de la
autoridad judicial. La política ó administrativa solo podrá imponer, como
correccion, hasta quinientos pesos de multa, ó hasta un mes de reclusion,
en los casos y modo que espresamente determine la ley.
ART. 22. Quedan para siempre prohibidas las penas de mutilacion y de infamia,
la marca, los azotes, los palos, el tormento de cualquiera especie, la multa
escesiva, la confiscacion de bienes y cualesquiera otras penas inusitadas ó
trascendentales.
ART. 23. Para la abolicion de la pena de muerte, queda á cargo del poder
administrativo el establecer, á la mayor brevedad, el régimen penitenciario.
Entre tanto, queda abolida para los delitos políticos, y no podrá estenderse á
otros casos mas que al traidor á la patria en guerra estrangera, al salteador
de caminos, al incendíario, al parricida, al homicida con alevosía,
premeditacion ó ventaja, á los delitos graves del órden militar y á los de
piratería que definiere la ley.
(…)
ART. 27. La propiedad de las personas no puede ser ocupada sin su
consentimiento, sino por causa de utilidad pública y previa indemnizacion. La ley
determinará la autoridad que deba hacer la espropiacion, y los requisitos con que
ésta haya de verificarse.
Ninguna corporacion civil ó eclesiástica, cualquiera que sea su caracter,
denominacion ú objeto, tendrá capacidad legal para adquirir en propiedad
ó administrar por sí bienes raíces, con la única escepcion de los edificios
destinados inmedíata y directamente al servicio ú objeto de la institucion.
(…)
ART. 29. En los casos de invasion, perturbacion grave de la paz pública, ó
cualesquiera otros que pongan á la sociedad en grande peligro ó conflicto,
solamente el Presidente de la República, de acuerdo con el consejo de Ministros
y con aprobacion del Congreso de la Union, y en los recesos de éste, de la
diputacion permanente, puede suspender las garantías otorgadas en esta
Constitucion, con escepcion de las que aseguran la vida del hombre; pero
deberá hacerlo por un tiempo limitado, por medio de prevenciones generales y
sin que la supresion pueda contraerse á determinado individuo. …

SECCIÓN II
De los mexicanos
ART. 30. Son Mexicanos:
I.
II.
III. los extrangeros que adquieran bienes raices en la república ó tengan hijos
mexicanos, siempre que no manifiesten la resolucion de conservar su
nacionalidad.
ART. 31. Es obligacion de todo mexicano:
I. defender la independencia, el territorio, el honor, los derechos é intereses de
su patria. ..
ART. 32. Los mexicanos serán preferidos á los estrangeros, en igualdad de
circunstancias, para todos los empleos, cargos ó comisiones de nombramiento
de las autoridades en que no sea indispensable la calidad de ciudadano. Se
espedirán leyes para mejorar la condicion de los mexicanos laboriosos,
premiando á los que se distingan en cualquier ciencia ó arte, estimulando al
trabajo, y fundando colegios y escuelas prácticas de artes y oficios.
(…)
TITULO 2º
SECCION I.
De la soberanía nacional y de la forma de gobierno.
ART. 39. La soberanía nacional reside esencial y originariamente en el pueblo.
Todo poder público dimana del pueblo y se instituye para su beneficio. El pueblo
tiene en todo tiempo el inalienable derecho de alterar ó modificar la forma de su
gobierno.
ART. 40. Es voluntad del pueblo mexicano constituirse en una república
representativa democrática federal, compuesta de estados libres y soberanos en
todo lo concerniente á su régimen interior, pero unidos en una federacion
establecida segun los principios de esta ley fundamental.
ART. 41. El pueblo ejerce su soberanía por medio de los poderes de la Union en
los casos de su competencia, y por los de los Estados para lo que toca á su
régimen interior, en los términos respectivamente establecidos por esta
constitucion federal y las particulares de los Estados, las que en ningun caso
podrán contravenir á las estipulaciones del pacto federal.

SECCION II.
De las partes integrantes de la Federacion y del territorio nacional.
ART. 42. El territorio nacional comprende el de las partes integrantes de la
federacion, y ademas el de las islas adyacentes en ambos mares.
ART. 43. Las partes integrantes de la federacion son: los estados de
Aguascalientes, Colima, Chiapas, Chihuahua, Durango, Guanajuato, Guerrero,
Jalisco, México, Michoacan, Nuevo Leon y Coahuila, Oaxaca, Puebla,
Querétaro, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora, Tabasco, Tamaulipas, Tlaxcala,
Valle de México, Veracruz, Yucatan, Zacatecas y el Territorio de la Baja
California.
(…)
TITULO 3º
De la division de poderes.
ART. 50. El Supremo poder de la federacion se divide para su ejercicio, en
legislativo, Ejecutivo y judicial. Nunca podrán reunirse dos ó mas de estos
poderes en una persona ó corporacion, ni depositarse el legislativo en un
individuo.
SECCION I.
Del poder legislativo.
ART. 51. Se deposita el ejercicio del supremo poder legislativo en una asamblea
que se denominará Congreso de la Union.

Párrafo 1º.
De la eleccion é instalacion del Congreso.
ART. 52. El Congreso de la Union se compondrá de representantes, elegidos
en su totalidad cada dos años por los ciudadanos mexicanos.
(…)
ART. 55. La eleccion para diputados será indirecta en primer grado, y en
escrutinio secreto, en los términos que disponga la ley electoral.
(…)
ART. 59. Los diputados son inviolables por sus opiniones manifestadas en el
desempeño de su encargo, y jamas podrán ser reconvenidos por ellas.
(…)
ART. 63. A la apertura de sesiones del Congreso asistirá el presidente de la
Union y pronunciará un discurso en que manifieste el estado que guarda el pais.
El Presidente del Congreso contestará en términos generales.
ART. 64. Toda resolucion del Congreso no tendrá otro caracter que el de ley ó
acuerdo económico. Las leyes se comunicarán al Ejecutivo firmadas por el
presidente y dos secretarios, y los acuerdos económicos por solo dos
secretarios.
Párrafo 2º
De la iniciativa y formacion de las leyes.
ART. 65. El derecho de iniciar leyes compete:
I. al presidente de la Union:
II. á los diputados al Congreso federal:
III. á las legislaturas de los Estados.

Párrafo 3º
De las facultades del Congreso.
ART. 72. El Congreso tiene facultad:
I. Para admitir nuevos Estados ó Territorios á la Union federal,
incorporándolos á la nacion.
II. (…)
XXX. Para espedir todas las leyes que sean necesarias y propias para hacer
efectivas las facultades antecedentes y todas las otras concedidas por esta
Constitucion á los poderes de la Union.

Párrafo 4º
De la diputacion permanente.
ART. 73. Durante los recesos del Congreso de la Union, habrá una diputacion
permanente, compuesta de un diputado por cada Estado y Territorio, que
nombrará el Congreso la víspera de la clausura de sus sesiones.

SECCION II
Del poder ejecutivo.
ART. 75. Se deposita el ejercicio del supremo poder ejecutivo de la Union en
un solo individuo que se denominará Presidente de los Estados Unidos
Mexicanos.
ART. 76. La eleccion de presidente será indirecta en primer grado y en
escrutinio secreto, en los términos que disponga la ley electoral.
(…)
ART. 78. El presidente entrará á ejercer sus funciones el 1º de Diciembre y
durará en su encargo cuatro años.
ART. 79. En las faltas temporales del presidente de la república, y en la
absoluta, mientras se presenta el nuevamente electo, entrará á ejercer el
poder el presidente de la suprema corte de justicia.
(…)
ART. 83. El presidente al tomar posesion de su encargo, jurará ante el
Congreso, y en su receso ante la diputacion permanente, bajo la fórmula
siguiente: “Juro desempeñar leal y patrioticamente el encargo de
Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, conforme á la
constitucion, y mirando en todo por el bien y prosperidad de la Union.”
(…)
ART. 85. Las facultades y obligaciones del Presidente son las siguientes:
I. Promulgar y ejecutar las leyes que espida el Congreso de la Union,
proveyendo en la esfera administrativa á su ecsacta observancia.
(…)

SECCION III.
Del poder judicial.
ART. 90. Se deposita el ejercicio del poder judicial de la federacion en una Corte
suprema de Justicia y en los tribunales de Distrito y de Circuito.
ART. 91. La Suprema Corte de justicia se compondrá de once ministros
propietarios, cuatro supernumerarios, un fiscal y un procurador general.
ART. 92. Cada uno de los individuos de la Suprema Corte de Justicia durará en
su encargo seis años, y su eleccion será indirecta en primer grado, en los
términos que disponga la ley electoral.
(…)
ART. 97. Corresponde á los tribunales de la federacion conocer:
I. De todas las controversias que se susciten sobre el cumplimiento y
aplicacion de las leyes federales.
II. De las que versen sobre derecho marítimo.
(…)

ART. 98. Corresponde á la Suprema Corte de Justicia desde la primera


instancia, el conocimiento de las controversias que se susciten de un Estado con
otro y de aquellas en que la Union fuere parte.
ART. 99. Corresponde también á la Suprema Corte de Justicia dirimir las
competencias que se susciten entre los tribunales de la federacion, entre estos
y los de los Estados, ó entre los de un Estado y los de otro.
ART. 100. En los demás casos comprendidos en el art. 97, la Suprema Corte de
Justicia será tribunal de apelacion, ó bien de última instancia, conforme á la
graduacion que haga la ley de las atribuciones de los tribunales de Circuito y de
Distrito.
ART. 101. Los tribunales de la federacion resolverán toda controversia que
se suscite:
I. Por leyes ó actos de cualquiera autoridad que violen las garantías
individuales.
(…)
ART. 102. Todos los juicios de que habla el artículo anterior se seguirán á
peticion de la parte agraviada por medio de procedimientos y formas del órden
jurídico, que determinará una ley. La sentencia será siempre tal, que solo se
ocupe de individuos particulares limitándose á protegerlos y ampararlos
en el caso especial sobre que verse el proceso, sin hacer ninguna
declaracion general respecto de la ley ó acto que la motivare.

TITULO 4º
De la responsabilidad de los funcionarios públicos.
ART. 103. Los diputados al Congreso de la Union, los individuos de la
Suprema Corte de Justicia y los Secretarios del Despacho son
responsables por los delitos comunes que cometan durante el tiempo de
su encargo y por los delitos, faltas ú omisiones en que incurran en el
ejercicio de ese mismo encargo. Los gobernadores de los Estados lo son
igualmente por la infraccion de la Constitucion y leyes federales. Lo es
también el Presidente de la república; pero durante el tiempo de su encargo
solo podrá ser acusado por los delitos de traicion á la patria, violacion
espresa de la Constitucion, ataque á la libertad electoral y delitos graves
del órden común.
TITULO 5º
De los Estados de la federacion.
ART. 109. Los Estados adoptarán para su régimen interior la forma de gobierno
republicano representativo popular.
(…)
ART. 111. Los Estados no pueden en ningun caso:
I. Celebrar alianza, tratado ó coalicion con otro Estado, ni con potencias
estrangeras. Escceptúase la coalicion que pueden celebrar los Estados
fronterizos para la guerra ofensiva ó defensiva contra los bárbaros.
II. Expedir patentes de corso ni de represalias.
III. Acuñar moneda, emitir papel moneda ni papel sellado.
(…)
ART. 113. Cada Estado tiene obligacion de entregar sin demora los criminales
de otros Estados á la autoridad que los reclame.
ART. 114. Los gobernadores de los Estados están obligados á publicar y hacer
cumplir las leyes federales.

TITULO 6º
Prevenciones generales.
ART. 117. Las facultades que no están espresamente concedidas por esta
Constitucion á los funcionarios federales, se entienden reservadas á los
Estados.
ART. 118. Ningún individuo puede desempeñar, á la vez, dos cargos de la Union
de eleccion popular; pero el nombrado puede elegir entre ambos el que quiera
desempeñar.
ART. 119. Ningún pago podrá hacerse que no esté comprendido en el
presupuesto, ó determinado por ley posterior.
(…)
ART. 121. Todo funcionario público, sin escepcion alguna, antes de tomar
posesion de su encargo prestará juramento de guardar y hacer guardar
esta Constitucion y las leyes que de ella emanen.
(…)
ART. 126. Esta Constitucion, las leyes del Congreso de la Union que emanen
de ella y todos los tratados hechos ó que se hicieren por el Presidente de la
República, con aprobacion del Congreso, serán la ley suprema de toda la Union.
Los jueces de cada Estado se arreglarán á dicha Constitucion, leyes y tratados,
á pesar de las disposiciones en contrario que pueda haber en las Constituciones
ó leyes de los Estados.

TITULO 7º
De la reforma de la Constitucion.
ART. 127. La presente Constitucion puede ser adicionada ó reformada. Para
que las adiciones ó reformas lleguen á ser parte de la Constitucion, se requiere
que el Congreso de la Union, por el voto de las dos terceras partes de sus
individuos presentes, acuerde las reformas ó adiciones y que estas sean
aprobadas por la mayoría de las legislaturas de los Estados. El Congreso de la
Union hará el cómputo de los votos de las legislaturas y la declaracion de haber
sido aprobadas las adiciones ó reformas.

TITULO 8º
De la inviolabilidad de la Constitucion.
ART. 128. Esta Constitucion no perderá su fuerza y vigor, aun cuando por alguna
rebelion se interrumpa su observancia. En caso de que por un trastorno público
se establezca un gobierno contrario á los principios que ella sanciona, tan luego
como el pueblo recobre su libertad, se restablecerá su observancia, y con arreglo
á ella y á las leyes que en su virtud se hubieren espedido, serán juzgados, así
los que hubieren figurado en el gobierno emanado de la rebelion, como los
hubieren cooperado á ésta.

ARTICULO TRANSITORIO.
Esta Constitucion se publicará desde luego y será jurada con la mayor
solemnidad en toda la República; pero, con escepcion de las disposiciones
relativas á las elecciones de los supremos poderes federales y de los de los
Estados, no comenzará á regir hasta el día diez y seis de Setiembre prócsimo
venidero en que debe instalarse el primer congreso constitucional. Desde
entonces el Presidente de la República y la Suprema Corte de Justicia, que
deben continuar en ejercicio hasta que tomen posesion los individuos electos
constitucionalmente, se arreglarán, en el desempeño de sus obligaciones y
facultades, á los preceptos de la Constitucion.
Dada
en el salon de sesiones del Congreso en México á cinco de Febrero de mil
ochocientos cincuenta y siete, trigésimo séptimo de la Independencia.

Valentín Gómez Farías Diputado por el Estado de Jalisco, Presidente.


Leon Guzmán Diputado por el Estado de México, Vice-presidente.
Por el Estado de Aguas Calientes Manuel Buenrostro
Por el Estado de Chiapas
Francisco Robles, Matías Castellanos

Por el Estado de Chihuahua


José Eligio Muñoz, Pedro Ignacio Irigoyen

Por el Estado de Coahuila


Simón de la Garza y Melo

Por el Estado de Durango


Marcelino Castañeda, Francisco Zarco

Por el Distrito Federal


Francisco de Paula Cendejas, José María del Río, Ponciano Arriaga, J. M. del
Castillo Velasco, Manuel Morales Puente

Por el Estado de Guanajuato


Ignacio Sierra Antonio Lemus, José de la Luz Rosas, Juan Morales, Francisco
Guerrero, Antonio Aguado, Francisco P. Montáñez, Blas Balcárcel

Por el Estado de Guerrero


Francisco Ibarra

Por el Estado de Jalisco


Espiridión Moreno, Mariano Torres Aranda, Jesús Anaya í Hermosillo, Albino
Aranda, Ignacio Luis Vallarta, Benito Gómez Farías, Jesús D. Rojas, Guillermo
Langlois, Ignacio Ochoa Sánchez, Joaquín M. Degollado

Por el Estado de México


Antonio Escudero, José L. Revilla, Julián Estrada, I. de la Peña y Barragán,
Estevan Páez, Rafael María Villagrán, Francisco Fernández de Alfaro, Justino
Fernández, Eulogio Barrera, Manuel Romero Rubio, Manuel de la Peña y
Ramírez, Manuel Fernando Soto

Por el Estado de Michoacan


Santos Degollado, Sabas Itúrbide, Francisco G. Anaya, Ramón I. Alcaraz,
Francisco Díaz Barriga, Luis Gutiérrez Correa, Mariano Ramírez, Mateo Echaiz

Por el Estado de Nuevo Leon


Manuel P. de Llano

Por el Estado de Oaxaca


Mariano Zavala, G. Larrazábal, Ignacio Mariscal, Juan Nepomuceno Cequeda,
Félix Romero, Manuel E. Goytia

Por el Estado de Puebla


Miguel María Arrioja, Fernando María Ortega, Guillermo Prieto, J. Mariano
Viadas, Francisco Banuet, Manuel M. Vargas, Francisco Lazo Estrada. Juan N.
Ibarra, Juan N. de la Parra

Por el Estado de Querétaro


Ignacio Reyes

Por el Estado de San Luis Potosí


Francisco J. Villalobos, Pablo Téllez

Por el Estado de Sinaloa


Ignacio Ramírez

Por el Estado de Sonora


Benito Quintana

Por el Estado de Tabasco


Gregorio Payró

Por el Estado de Tamaulipas


Luis García de Arellano

Por el Estado de Tlaxcala


José Mariano Sánchez

Por el Estado de Veracruz


José de Empáran, José María Mata, Rafael González Páez, Mariano Vega
Por el Estado de Yucatan
Benito Quijano Francisco Iniestra, Pedro de Baranda, Pedro Contreras Elizalde

Por el Territorio de Tehuantepec


Joaquín García Granados

Por el Estado de Zacatecas


Miguel Auza, Agustín López de Nava, Basilio Pérez Gallardo

Por el Territorio de la Baja California


Mateo Ramírez, José María Cortés y Esparza

Por el Estado de Guanajuato, diputado secretario Isidoro Olvera

Por el Estado de México, diputado secretario Juan de Dios Arias

Por el Estado de Puebla, diputado secretario J. A. Gamboa Por el Estado de


Oajaca, diputado secretario

2.1.5. LAS LEYES DE REFORMA


LA GUERRA DE REFORMA Y LAS LEYES DE REFORMA
La Guerra de Reforma fue un conflicto armado que ocurrió en México entre 1857
y 1861 en el que se enfrentaron los dos bandos políticos en los que se
encontraba dividida la sociedad mexicana: liberales y conservadores; y como tal
se trató de una guerra eminentemente civil.
La Guerra de Reforma, o Guerra de los Tres Años, fue una guerra civil que
ocurrió en México entre 1857 y 1860 en la que se enfrentaron por un lado los
liberales, quienes habían tomado el poder en 1854 con el Plan de Ayutla, y por
otro lado los conservadores quienes rechazaban la legitimidad del gobierno y se
oponían a las reformas radicales de las leyes mexicanas (La Reforma). El
detonante del conflicto fue la promulgación de las Leyes de Reforma, con las que
se establecía finalmente la separación entre la Iglesia y el Estado, limitando los
privilegios del clero y nacionalizando los bienes eclesiásticos. También se
buscaba limitar los privilegios en el ámbito militar. La Guerra de Reforma fue uno
de los muchos episodios en los que se enfrentaron liberales y conservadores por
la pugna política en México durante el siglo XIX.
En 1855 un grupo de liberales liderados por Benito Juárez e Ignacio Comonfort,
derrocaron la dictadura de Antonio López de Santa Anna (quien había
gobernado a México intermitentemente en un período de 22 años) en el marco
de lo que denominaron el Plan de Ayutla. Una vez que los liberales tomaron el
poder iniciaron reformas radicales de corte liberal que fueron plasmadas en una
serie de leyes y luego en la Constitución de 1857. Esto se conoció como La
Reforma. Las reformas liberales encontraron una feroz resistencia por parte de
los grupos conservadores, la iglesia y el ejército, ante la pérdida de sus
privilegios.
La Guerra de Reforma se inició en diciembre de 1858 cuando el entonces
presidente electo de México, Ignacio Comonfort, se hizo parte de un autogolpe
de Estado al suscribirse al Plan de Tacubaya que había sido pronunciado por el
general conservador Félix Zuloaga, en el cual se desconocía la recién
promulgada Constitución de 1857, establecía que Comonfort permanecería en
la presidencia, y que éste convocaría en tres meses a un Congreso
constituyente que se encargaría de elaborar otro código constitucional. Los
estados de México se dividieron entre los que apoyaban el Plan de Tacubaya y
los que defendían la Constitución.
La Guerra de Reforma culminó el 22 de diciembre de 1860 con la victoria de los
liberales en la Batalla de Calpulalpan, y la entrada de Benito Juárez a México
D.F. el 1 de enero de 1861. Sin embargo, el último intento de los conservadores,
la iglesia Católica y el ejército por establecer un gobierno monárquico y mantener
el antiguo régimen de privilegios los impulsa a buscar la intervención extranjera,
que junto a la crisis financiera causada por la guerra y la suspensión de pagos
de la deuda externa, fueron detonantes de la Segunda intervención francesa en
México (1862–1867). México se encontró inmersa en dos guerras internas por
casi una década. --Fuente: http://www.lhistoria.com/mexico/guerra-de-reforma
Las Leyes de Reforma es el nombre con el que se conoce al conjunto de leyes
expedidas entre 1855 y 1863, durante los gobiernos de Juan Álvarez, Ignacio
Comonfort y Benito Juárez.
El objetivo fundamental de estas leyes fue la separación de la Iglesia y el
Estado.
Varias de estas leyes se elevaron a nivel constitucional por el Congreso
Constituyente que redactó la Constitución Federal de los Estados Unidos
Mexicanos de 1857.
La Ley Juárez es considerada la primera promulgada de las Leyes de
Reforma. Esta ley fue promulgada el 23 de noviembre de 1855 y se le conoce
oficialmente como La Ley de Administración de Justicia y Orgánica de los
Tribunales de la Nación del Distrito y Territorios.
La ley Juárez suprimió los tribunales especiales aboliendo los
fueros militares y religiosos declarando a todos los ciudadanos iguales ante la
ley.
Ley Iglesias por la cual se prohibió el cobro de derechos y obvenciones
parroquiales, el diezmo.
Ley Lafragua o Ley de libertad de imprenta es la ley que garantiza la libertad
de expresión en los medios impresos, y entró en vigor el 28 de diciembre de
1855.
Ley del Registro Civil también conocida como La Ley Lafragua estableció
el Registro del Estado Civil. Fue expedida el 27 de enero de 1857.
Ley Orgánica de Registro Civil es aquella en que se establecía que el registro
del estado civil de las personas quedaba a cargo de empleados de
gobierno y no de la Iglesia. Fue expedida en Veracruz el 28 de julio de 1859.
Ley de Nacionalización de Bienes Eclesiásticos: esta ley complementa
la Ley Lerdo de desamortización de los bienes de la Iglesia, es decir la venta de
los bienes de la Iglesia.
Ley de Matrimonio Civil: fue expedida en Veracruz el 23 de julio de 1859, por
medio de esta ley se estableció que el matrimonio religioso no tenía validez
oficial. El Matrimonio Civil sería entonces el que tendría valor oficial.

La reacción de los conservadores contra la Reforma y la Constitución de


1857
Ya hablamos anteriormente de la condena que hizo el Papa Pio IX a la legislación
liberal, por su parte los conservadores y la jerarquía católica mexicana no se iban
a quedar con los brazos cruzados, por lo que buscaron aliarse con potencias
extranjeras para derrotar a los liberales y quitarlos del poder, sobre esto nos
habla Francisco I. Madero en su obra “La Sucesión Presidencial”, en la siguiente
forma:
Volvamos á la vituperable acción cometida por los elementos del partido
conservador aliados con los militares que no veían su ambición satisfecha con el
régimen dominante Por medio de emisarios mandados á Europa, que trabajaron
sordamente pero con constancia, lograron esos malos mexicanos seducir la
aventurera imaginación de Napoleón II1, y éste, enmascaran do sus propósitos
de establecer una monarquía en México, invitó á Inglaterra, España y Estados
Unidos de América, para unirse, con el fin de hacer á México las reclamaciones
por perjuicios que pretendían haber recibido sus nacionales Los Estados Unidos
no aceptaron la invitación, pero sí Inglaterra y España, celebrando un convenio
con el Emperador de los franceses, para mandar sus escuadras á Veracruz, con
algunas fuerzas de desembarque. Llevaron adelante lo pactado, y ocuparon el
puerto de Veracruz los ejércitos de las potencias unidas. El gobierno de Juárez
entabló desde luego negociaciones diplomáticas y observando un lenguaje
correcto, pero enérgico, digno y prudente, logró disolver en parte la tempestad
que amenazaba nuestra patria, obteniendo que las fuerzas de Inglaterra y
España evacuaran el territorio nacional. Tan brillante triunfo diplomático se debió
también en gran parte á la buena fe de los representantes de Inglaterra y España,
quienes no quisieron precipitar á sus países en una guerra injusta, y á la
hidalguía, caballerosidad y patriotismo del General Prim, cuyo noble
comportamiento tanto ha influido para estrechar los lazos que nos unían á
nuestra madre patria, después de haber estado largo tiempo á punto de
romperse. La hábil, digna y sincera diplomacia del gabinete de Juárez, no podía
convencer al representante de Francia, porque traía instrucciones terminantes,
aunque reservadas, en abierta pugna con los convenios de Londres,
consistentes en no admitir ningún arreglo con el gobierno de Juárez, sino de
penetrar hasta la Capital, procurar la pacificación del país y coronar Emperador
de México al Archiduque Maximiliano, de la casa reinante de Austria. Por tal
motivo fué imposible todo arreglo con los representantes de Napoleón III, y
principiaron las hostilidades, dando desde luego pruebas de su mala fe con el
hecho de no haber respetado los tratados de la Soledad, según los cuales, al
romperse las hostilidades, las fuerzas invasoras debían retirarse á ocupar los
puestos que tenían antes de firmar dichos tratados. En esta guerra, la suerte
corrida por las armas nacionales fué diversa, y lo que indudablemente nos dió el
triunfo, fué la inquebrantable firmeza de Juárez, que tremolaba en su mano la
bandera de 57, unida á la de independencia patria, porque él, electo legalmente
Presidente de la República, era su representante legítimo y con este carácter lo
re conocían los jefes militares. Al principio de la guerra, las armas nacionales
lograron cubrirse de gloria en la memorable batalla del 5 de Mayo, en la cual el
modesto y valiente General Zaragoza rechazó con fuerzas inferiores en número,
á las aguerridas huestes napoleónicas.
En esa batalla se distinguieron todos los jefes mexicanos, contándose entre ellos
el General Porfirio Díaz, actual Presidente de la República. El resultado de ese
triunfo fué inmenso desde el punto de vista moral, porque demostró al mundo
que la fuerza de México era de tenerse en consideración y no se le podía humillar
impunemente Por desgracia, á tan brillante triunfo sucedieron una serie de
desastres, principiando en Orizaba, donde nuestras fuerzas se derrotaron casi
solas debido á un golpe audacísimo de los franceses, quienes atacaron con
fuerzas insignificantes el cerro del Borrego, siendo ayudados eficazmente por la
oscuridad de la noche y por la confusión que el inesperado ataque llevó á las
fuerzas mexicanas. Más tarde, cuando el ejército francés fué considerablemente
reforzado y volvió á tomar la ofensiva, las fuerzas mexicanas se encerraron en
Puebla, é hicieron una defensa heroica, considerada como una de las páginas
más brillantes de nuestra historia militar; pero de consecuencias fatales para la
República. Efectivamente, al tomar el enemigo la plaza, la nación perdió casi
todos sus elementos de guerra, sus ejércitos más bien organizados y muchos de
sus jefes más hábiles. El Gobierno de Juárez hizo cuanto pudo por auxiliar la
plaza, mandando un convoy sostenido por fuerte columna al mando del General
Comonfort; pero fué derrotado completamente y no pudo prestar el auxilio tan
necesario para la plaza sitiada. Descalabros tan funestos para las armas
nacionales, abrieron las puertas de la Capital de la Republica á las fuerzas
invasoras, y Juárez, acompañado de su Gabinete, evacuó la Capital y fué á
establecer su gobierno en los Estados que se encontraban libres, viéndose
obligado á cambiar frecuentemente de residencia, y llevó á cabo esa famosa
,peregrinación hasta los límites de la República, en la que dió nuevas pruebas
de su inquebrantable fe en el triunfo final de las armas nacionales, porque con
su rara clarividencia, sabía cuán grande es la fuerza del derecho, y estaba
consciente del que le amparaba. Juárez, en su peregrinación, tremolando
constante mente la bandera de la independencia; representante siempre digno
de la patria; imperturbable, sereno, incorruptible, servía de centro de unión á
todos los buenos mexicanos que fieles militaron bajo las banderas republicanas
hasta obtener el triunfo definitivo de la República. En esa guerra volvió á darse
el mismo caso que en la de Reforma: los que defendían á la patria en aquellos
momentos, no tenían más ambición que salvarla, y comprendiendo cuán funesta
hubiera sido cualquiera división, y subyugados por el prestigio de Juárez,
pelearon en unión perfecta, ayudándose mutuamente los jefes militares en sus
respectivas operaciones, sin que estos movimientos fueran en ningún caso
entorpecidos por celos ó por envidia. ¡No cabe duda que los grandes peligros
despiertan las grandes virtudes, así como los placeres y la molicie, enervan las
más nobles facultades del alma! Una vez disuelto en Puebla el principal cuerpo
de ejército, y ocupado el centro de la República por las fuerzas invasoras, la
defensa tomó un carácter parecido al de nuestra guerra de independencia, pues
ocupado el país en su mayor parte por los ejércitos franceses, tan aguerridos,
bien equipados y rápidos en sus movimientos, era muy difícil para los
republicanos organizar grandes ejércitos con los pocos elementos de que podían
disponer, y se limitaron á la organización de guerrillas, las cuales, pudiendo
siempre esquivar el combate cuando comprendían que la suerte les sería
adversa, podían emprenderlo tan pronto como juzgaban la victoria segura,
debido á la gran movilidad que les proporcionaba la falta de pesada artillería y
de voluminosos bagajes. En esta clase de guerra sobresalen nuestros
compatriotas, eficazmente ayudados por la configuración del territorio nacional.
A pesar de las numerosas defecciones en las filas republicanas ocasionadas por
los continuos triunfos de los invasores, y á pesar de 'que éstos tenían como
aliadas á numerosas fuerzas de mexicanos traidores y conocedores del terreno,
la causa de la independencia fué defendida sin descanso por muchos jefes
republicanos, á quienes nunca abatieron las derrotas ni los mayores desastres.
Jefes tan dignos de la veneración nacional por su constancia, nunca desmayaron
en sus esfuerzos para atacar los puestos del enemigo, que no era dueño sino
del terreno que pisaba, y estaba obligado á marchar siempre en gruesas
columnas, porque las pequeñas eran atacadas y frecuentemente destrozadas
por los incansables jefes republicanos. Evacuación del Territorio Nacional por las
fuerzas francesas. Resistencia tan heroica, hizo gastar á Francia enormes
sumas de dinero, perder en combates estériles sus mejores soldados, y disipar
las esperanzas abrigadas por Napoleón III, de llegar á consolidar el Imperio
Mexicano y obligado á retirar sus huestes para llevarlas á su país, á pagar muy
caro el atentado cometido en nuestra patria. ¡Pobre pueblo francés, tan
duramente castigado por haber inclinado la cabeza ante el descendiente del gran
Napoleón!
Ese hombre nefasto para su patria y también para la nuestra, es el único
responsable de tanta sangre derramada. ¡Otro ejemplo del tremendo castigo que
reciben los pueblos que abdican de su libertad; del peligro de dejar el poder en
manos de un solo hombre! Una vez retiradas las fuerzas francesas del territorio
nacional, se desplomó el llamado imperio de Maximiliano, porque las fuerzas
traidoras que lo sostenían, ni eran suficientemente numerosas, ni tenían ese
entusiasmo, esa fe, que hacían invencibles á los republicanos. El golpe de gracia
lo recibió el Imperio con la toma de Querétaro, en donde el llamado Emperador
y sus principales generales fueron hechos prisioneros, juzgados y condenados
según las leyes del país. Acontecimiento de tal importancia, permitió al General
en jefe de las fuerzas sitiadoras de Querétaro, don Mariano Escobedo,
desprender parte de sus fuerzas para estrechar el sitio de México, iniciado por el
General Díaz con buen éxito. La plaza tenía que rendirse tarde ó temprano; las
fuerzas sitiadas estaban desmoralizadas y nunca podrían hacer una salida con
éxito. Por estas razones procedió el General Díaz con gran cordura al no atacar
la ciudad, para evitar derramamientos inútiles de sangre.
Reflexiones sobre la guerra de Intervención. En esa larga guerra muchos fueron
los jefes republicanos que se distinguieron por su inquebrantable constancia, su
incansable actividad y su lealtad á la causa republicana. De esos héroes
descuellan tres: Escobedo, Corona y Díaz. Todos ellos combatieron con
constancia y obtuvieron frecuentes victorias sobre las' fuerzas francesas. A los
tres debía la patria grandes servicios, y aunque la adulación ha querido atribuir
al actual Presidente de la República la mayor parte del mérito en aquella gloriosa
guerra, allí está la historia, imparcial para pesar las acciones de cada quien, y si
bien es cierto que las batallas de Miahuatlan y la Carbonera, las tomas de Puebla
y México, son timbres de gloria muy legítimos para el General Díaz, también lo
es que Escobedo obtuvo victorias mucho más importantes por el número de
combatientes y por los resultados obtenidos, como la de Santa Gertrudis, y que
la toma de Querétaro fué de resultados más trascendentales que las de Puebla
y México. Además, las fuerzas de caballería que destacó Escobedo en
observación de Márquez, le estorbaron el paso á Puebla y permitieron al General
Díaz tornar por asalto aquella ciudad el 2 de Abril, A esta toma de Puebla se le
ha querido dar una importancia exagerada, al grado de celebrar como fiesta
nacional el aniversario de ese hecho de armas. Sólo la adulación, que pocos
escrúpulos tiene, puede haber concebido tal idea, pues en nuestras guerras
civiles y extranjeras contarnos hechos más gloriosos y de mayor trascendencia.
Las fuerzas que defendían á Puebla estaban completamente abatidas y eran
muy inferiores en número á las de los asaltantes, como lo demuestra el hecho
de que en muy pocas horas se apoderaron éstas últimas de la plaza, No es
nuestro ánimo menoscabar la gloria del General Díaz y de su ejército por el éxito
obtenido en aquella jornada; pero sí nos parece injusto querer darle una
importancia exagerada para opacar la gloria de otros caudillos que tuvieron aun
mayor mérito que él; pues no solamente el General Escobedo obtuvo victorias
de más trascendencia que el General Díaz, sino también la campaña de Sinaloa
por el General Corona fué mucho más activa, más brillante y de resultados muy
superiores á la verificada por el General Díaz en Oaxaca durante la intervención;
las batallas de Miahuatlán y la Carbonera, no pueden pesar más que la campaña
de Sinaloa, puesto que fueron dadas cuando los franceses estaban evacuando
el territorio nacional, mientras que el General Corona tuvo constantemente en
jaque á los franceses y no les permitió salir de Mazatlán y Guaymas, sino para
hacerles sufrir derrotas tras derrotas, habiendo logrado que las capitales de
aquellos dos Estados y todo su territorio, á excepción de los dos puertos
mencionados, estuvieran siempre ocupados por las fuerzas republicanas. En
cuanto á la toma de Puebla, la acción fué dada contra fuerzas mexicanas, puesto
que eran muy pocos los austriacos que se encontraban en la ciudad, y por las
razones ya expresadas, no puede considerarse esa jornada la más gloriosa de
la guerra de Intervención, ni mucho menos al grado de celebrar su aniversario
como día de fiesta nacional En ningún país del mundo se celebra copio fiesta
nacional el aniversario de alguna victoria, y menos aún cuando ha sido obtenida
en alguna guerra civil Sólo á la camarilla de aduladores de nuestro actual
gobernante le ha ocurrido tal cosa. El General Díaz en cuanto á gloria militar,
puede estar satisfecho con la suya, indisputable y meritísima, y no necesita que
sus aduladores revistan con falso brillo sus acciones de armas, porque éste,
dada su mala ley, siempre resultara pálido al lado de la verdad.
Ningún país como Francia cuenta en su historia páginas más brillantes escritas
por sus ejércitos victoriosos; ninguna nación ha obtenido triunfos más
portentosos, victorias más gloriosas y trascendentales, y sin embargo, el único
día que se celebra en Francia como fiesta nacional, es el 14 de Julio, aniversario
de la toma de la Bastilla, primer paso dado por el pueblo francés para conquistar
su libertad. Hemos insistido sobre lo anterior, porque escribimos en una época
en que la adulación intenta hacer del General Díaz un semidios, pretendiendo
que no hay otro hombre capaz de igualarle en sus dotes extraordinarias. Todos
sabemos que lo comparan con Napoleón y Washington, que le declaran más
grande que Bolívar, y deducen que la Nación tiene para él una deuda de gratitud
que nunca le podrá pagar, y precisamente por ese motivo, queremos aquilatar
sus méritos, para saber igualmente cuanto le debe aún la patria. (Francisco I.
Madero)
2.2. Prospectiva del Constituyente en las Constituciones Mexicanas
Cuando un pueblo que has estado sometido por un rey o emperador y que se
cansa de la injusticia, no le queda otro camino que luchar para lograr su libertad:
en el caso del pueblo mexicano, primero lucho por su independencia, y en plena
guerra independentista esos luchadores pensaron que para constituirse la
nación primero se tenía que elegir una Asamblea o Poder Constituyente que se
encargara de constituir al Estado, a través de la Constitución. En nuestra historia
ha habido una guerra de independencia, de la que surge nuestra primera
Constitución, luego surgieron otros movimientos armados y otras revoluciones,
también de ellas, surgieron constituciones. Para ello se han elegido Congresos
Constituyentes o Poderes Constituyentes para que redactar las Constituciones
que has tenido vigencia a lo largo de nuestra historia.
El estudio del Poder Constituyente en sus denominaciones comúnmente
aceptadas de originario y permanente, ha sido objeto de constante interés en la
obra de la mayoría de los constitucionalistas mexicanos. (Uribe Arzate 2009)
En México han tenido vigencia la Constitución de Cádiz de 1812, la de
Apatzingán de 1814, la primera por su corta vida y por- que fue aplicada
parcialmente por las autoridades virreinales y la segunda porque se emitió en el
fragor de la lucha independentista-, además de las Constituciones de 1824,
1836, 1857 y la que actualmente nos rige, la de 1917. (Uribe Arzate 2009)
Podemos decir que cada una de esas constituciones fue creada por un Poder
Constituyentes y además de crear los poderes para gobernar a la nación
mexicana, también establecieron un Constituyente Permanente para realizar las
reformas a dichas constituciones.
En los primeros años del siglo XIX la corana Española estaba en declive. El
avance imparable de Napoleón sobre España sólo precipitó una decadencia
anunciada, aunque políticamente fuese el momento histórico que determinó el
fin del control de España sobre su imperio. (Uribe Arzate 2009)
El despotismo de los Borbones había causado había causado tenciones en la
península Ibérica y en sus colonias. En un principio se pensó que la invasión de
Napoleón a España sería bien recibida por el pueblo oprimido, pero pudo más el
orgullo nacional que los sentimientos de animadversión hacia Carlos IV.
En este contexto fue expedida la Constitución de Cádiz de 1812. El
nombramiento de José Bonaparte como rey de ese país y la suplantación del rey
Carlos IV fueron los detonantes para que los españoles, en nombre del rey,
defendieran su soberanía, la que el mismo monarca había cedido al imperio
francés al abdicar vergonzosamente en Bayona. El texto constitucional gaditano
también tuvo el afán de limitar el poder absolutista que fue característico de los
Borbones desde Carlos III. (Uribe Arzate 2009)
La abdicación y renuncia a los derechos dinásticos que efectuaron Carlos IV y
Fernando VII respectivamente, no fue reconocida ni en la península ni en las
colonias, pero si genero acciones para la defensas de la monarquía frente al
invasor francés. Paradójicamente, estos debates fueron los que fortalecieron el
proyecto de separación de las provincias americanas, al propiciar la posibilidad
de actuar sin las directrices de la Corona. (Uribe Arzate 2009)

Integración del Constituyente


Durante la guerra de independencia española, el poder fue asumido por la Junta
Suprema Central y Gubernativa del Reino. Ésta fue desplazándose a través del
territorio español conforme avanzaban los ejércitos napoleónicos, hasta que en
1810 situó su sede en el puerto de Cádiz. (Uribe Arzate 2009)
Inicialmente no se consideró la posibilidad de que participaran en las Cortes
Constituyentes representantes de la Nueva España, se cambió de opinión por
las ya evidentes muestras de descontento y separatismo que se presentaban en
el continente americano. Con el afán de conservar la integridad del territorio
español, la Junta no limitó la participación en el Congreso a los españoles
peninsulares. Se invitó a nueve representantes de las tierras americanas y a un
representante filipino. (Uribe Arzate 2009)
La convocatoria que llamó a elecciones para integrar las Cortes Constituyentes
correspondió a la Junta Suprema Central y una vez disuelta ésta, a la regencia.
Estipulaba la elección de 15 diputados para la Nueva España. En los siguientes
términos se fundamentó el derecho a participar en las Cortes que darían
nacimiento a la Constitución de Cádiz:
El rey nuestro Sr. D. Fernando VII, y en su real nombre la junta suprema central
gubernativa del reino, considerando que los vastos y preciosos dominios que
España posee en las Indias, no son propiamente colonias o factorías como los
de otras naciones sino una parte esencial e integrante de la monarquía española,
y deseando estrechar de un modo insoluble los sagrados vínculos que unen unos
y otros dominios, como así mismo corresponder a la heroica lealtad y patriotismo
de que acaban de dar tan decisiva prueba a la España en la coyuntura más
crítica que se ha visto hasta ahora nación alguna; se ha servido S.M. declarar,
teniendo presente la consulta del consejo de indias, de 21 de noviembre último,
que los reinos, provincias e islas que forman los referidos dominios, deben tener
representación inmediata a su real persona y constituir parte de la junta central
gubernativa del reino por medio de sus correspondientes diputados. Para que
tenga efecto esta real resolución, han de nombrar los virreinatos de Nueva
España, el Perú, Nuevo reino de Granada y Buenos Aires, y las capitanías
generales independientes de la isla de Cuba, Puerto Rico, Guatemala, Chile,
provincias de Venezuela y Filipinas, un individuo cada cual que represente su
respectivo distrito.
Se ha tachado de conservadores a los representantes americanos en las Cortes
de Cádiz, no solo porque la mayoría eran clérigos, abogados o miembros de la
Corte Virreinal, sino porque fueron mal vistos por los padres de la Constitución
de Apatzingán, al haber aceptado acudir al llamado de las Cortes, pero para los
americanos era la primera vez que se les tomaba en cuenta y el llamado se hacía
en el marco de una auténtica revolución liberal en contra de la ocupación
napoleónica al reino español. (Uribe Arzate 2009)
De acuerdo con Quití Casals Bergés los diputados de la Nueva España a las
Cortes de Cádiz de 1810-1813, fueron 21 diputados.
La participación de los diputados americanos enriqueció el texto de la
Constitución de Cádiz, reforzando el programa liberal de sus promotores. (Uribe
Arzate 2009)

El Constituyente Permanente en la Constitución de Cádiz


No hay en la Constitución de Cádiz un órgano designado explícitamente como
Constituyente Permanente, aunque establece un procedimiento especial para
modificar la carta constitucional.
El procedimiento citado se contempla en el capítulo único del título décimo "De
la observancia de la Constitución, y modo de proceder para hacer variaciones en
ella", en los artículos 376 a 384. Dicen los citados artículos:
Artículo 376. Para hacer cualquier alteración, adición ó reforma en la
Constitución, será necesario que la diputación que haya de decretarla
definitivamente, venga autorizada con poderes especiales para este objeto.
Artículo 377. Cualquier proposición de reforma en algún artículo de la
Constitución, deberá hacerse por escrito y ser apoyada y firmada á lo menos por
veinte diputados.
Artículo 378. La proposición de reforma se leerá por tres veces, con el intervalo
de seis días de una á otra lectura; y después de la tercera se deliberará si ha
lugar á admitirla á discusión.
Artículo 379. Admitida á discusión, se procederá en ella bajo las mismas
formalidades y trámites que se prescriben para la formación de las leyes,
después de los cuales se propondrá á la votación se ha lugar á tratarse de nuevo
en la siguiente diputación general; y para que así quede declarado, deberán
convenir las dos terceras partes de los votos. Artículo 380. La diputación general
siguiente, previas las mismas formalidades en todas sus partes, podrá declarar
en cualquiera de los dos años de sus sesiones, conviniendo en ello las dos
terceras partes de votos, que ha lugar al otorgamiento de poderes especiales
para hacer la reforma.
Artículo 381. Hecha esta declaración, se publicará y comunicará á todas las
provincias; y según el tiempo en que se hubiere hecho, determinarán las cortes
si ha de ser la diputación prócsimamente inmediata ó la siguiente á ésta, la que
ha de traer los poderes especiales.
Artículo 382. Estos serán otorgados por las juntas electorales de provincia,
añadiendo á los poderes ordinarios la cláusula siguiente: Asimismo les otorgan
poder especial para hacer en la Constitución la reforma de que trata el decreto
de las cortes, cuyo tenor es el siguiente: (aquí el decreto literal). Todo con arreglo
á lo prevenido por la misma Constitución. y se obligan á reconocer y tener por
constitucional lo que en su virtud establecieren.
Artículo 383. La reforma propuesta se discutirá de nuevo, y si fuere aprobada por
las dos terceras partes de diputados, pasará á ser ley constitucional, y como tal
se publicará en las cortes.
Artículo 384. Una diputación presentará el decreto de reforma al rey, para que le
haga publicar y circular á todas las autoridades y pueblos de la monarquía.
Cádiz, diez y ocho de Marzo del año de mil ochocientos y doce.
La Constitución de Cádiz, expedida el 18 de marzo de 1812 tuvo una vida
sumamente corta, si bien su influencia simbólica se extendió por mucho tiempo.
Cuando Fernando VII recuperó el trono en 1814, abolió la Constitución de Cádiz
e instaló nuevamente un estado absolutista, aunque tuvo que reconocer su
vigencia seis años más tarde. (Uribe Arzate 2009)

La Constitución de Apatzingán
La Constitución de Apatzingán se expidió casi en el mismo contexto histórico que
la Constitución de Cádiz. Sólo dos años separan a las dos cartas
constitucionales, si bien sus propuestas y planteamientos son, en algunas
partes, opuestos. (Uribe Arzate 2009)
La Constitución de Cádiz no fue en lo absoluto suficiente para contener el
impulso independentista de aquellos años. Antes bien lo alimentó, al aplicarse
parcialmente la Constitución en la Nueva España. Si bien hubo numerosas
conspiraciones a finales del siglo XVIII y principios del XIX, fue la de Querétaro
la que tuvo mayor continuidad y que finalmente culminaría en la independencia
mexicana en 1821. Hidalgo, Aldama, Allende, Galeana y Morelos, entre muchos
otros, se mantuvieron el tiempo suficiente para que otros grupos
independentistas dieran continuidad al proyecto inicial. Además de Hidalgo,
destaca en esta gesta la figura de Morelos, siendo uno de los participantes, el 21
de agosto de 1811, en plena lucha insurgente, de la Suprema Junta Nacional
Americana, con sede en Zitácuaro, que sentó las bases de lo que sería después
el Supremo Congreso Mexicano. En el Congreso participaron destacadamente,
Quintana Roo y López Rayón. Se destaca este último porque trató de tener una
actitud moderada frente a las intenciones separatistas del grupo de Morelos.
López Rayón creía precipitado y peligroso proclamar la independencia de
España, y prefería seguir la tesis de los constituyentes gaditanos que afirmaban
actuar en nombre del Rey Fernando VII. Rayón era, además, el presidente de la
Junta. Fue la actitud de Rayón en lo referente a la soberanía lo que ha generado
el olvido de sus "Elementos constitucionales". Este documento es uno de los
pilares de la Constitución de Apatzingán, junto con los "Sentimientos de la
Nación" de Morelos. Estos últimos fueron presentados en la primera sesión del
Congreso de Chilpancingo y marcaron su tónica. (Uribe Arzate 2009)

Integración del Constituyente


El 14 de septiembre de 1813 Morelos dio a conocer ante el Congreso de
Anáhuac sus "Sentimientos de la nación". Sus 23 puntos fueron la base de la
Constitución de Apatzingán. El nuevo Congreso que sustituyó a la Junta,
integrando diputados de las regiones que los insurgentes controlaban.
Se ha discutido mucho sobre las intenciones de Morelos en el Congreso. Algunos
historiadores afirman que no era su intención crear ninguna carta constitucional.
No obstante, como atinadamente señala Alfonso Noriega Cantú, parece ser que
al menos era la impresión dominante, citando para justificar esta afirmación la
causa instruida por el Santo Oficio en contra de Morelos, cuyos puntos
principales, según este autor, son:
1. En el proceso que le siguió la jurisdicción unida, al responder Morelos a
la pregunta relativa a las causas que le movieron a convocar el Congreso
de Chilpancingo manifestó: "Que el principal punto que trató el Congreso
fue el de que se hiciera una Constitución provisional de independencia
para la cual comisionó a Quintana, a Bustamante y a Herrera, quienes
formaron la que han dado a luz el día 23 o 24 de octubre de 1814 en el
pueblo de Apatzingán agregando en otra parte de su declaración que
aunque no concurrió a su formación, sino es a los últimos artículos de ella,
pero que habiéndola leído en un día la pesó.
2. En la causa instruida a Morelos por la Inquisición de México, declaró haber
concurrido a la formación del Decreto Constitucional dando "algunos
números de El espectador Sevillano y de la Constitución Española y
también firmándola como vocal del gobierno.
3. El Santo Oficio formó expedientes sobre el Decreto Constitucional y con
intervención de cuatro calificadores lo condenó con la nota de herético y
otras muchas, por edicto de 8 de julio de 1815, por cuyo motivo fue
acusado ante ese Tribunal Morelos. En un capítulo de la acusación a
Morelos, se calificó de 'abominable código" el decreto constitucional y el
héroe contestó: "que creía que era en orden al bien común, tomados sus
capítulos de la Constitución española de las Cortes y de la Constitución
de los Estados Unidos, como se le han asegurado sus principales
autores". (Uribe Arzate 2009)

Es notorio que la Constitución de Apatzingán fue producto de la mente de unos


cuantos hombres de leyes, independientemente de la participación de los
diputados que pudieron o quisieron acudir. Si bien la autoría de la estructura
jurídica y los artículos de la Constitución de Apatzingán no corresponde
mayoritariamente a Morelos, podemos afirmar que sí es su obra. Los
"Sentimientos de la Nación" se impusieron, por el impulso de Morelos y sus
seguidores, a otras formas de lucha contra el absolutismo, como las propuestas
de López Rayón. Entre los juristas que participaron directamente en el proyecto
se distinguieron Carlos María Bustamante, Andrés Quintana Roo, José María
Cos, José María Liceaga. El Congreso de Anáhuac no sólo expidió la
Constitución, sino numerosos documentos entre los que destaca el Acta solemne
de la Declaración de Independencia de la América Septentrional, el 6 de
noviembre de 1813. La asistencia de los diputados fue más bien accidental, ya
que sólo pudieron participar aquéllos cuyos territorios eran dominados por los
insurgentes. La Constitución de Apatzingán fue producto de la participación de
16 diputados elegidos entre las provincias de la que aún era la Nueva España.
Los trabajos se extendieron de septiembre de 1813, hasta octubre de 1814. ".
(Uribe Arzate 2009)

El Constituyente permanente en la Constitución de Apatzingán


La Constitución de Apatzingán no prevé ningún procedimiento para modificar su
articulado. Ello se debe a que, aunque se tuvo la intención de que este
documento se instituyera como carta constitucional, en el momento de su
expedición, faltaban siete años para que la in- dependencia se consumara. Sólo
se podía aspirar a aplicarlo en los territorios que los insurgentes controlaban y,
por ese motivo, no hubo una convocatoria nacional para su integración. En las
circunstancias descritas, difícilmente podía siquiera con- templarse la posibilidad
de incluir en el articulado mecanismos para conservar la integridad del texto
constitucional. De hecho, el propio texto prohíbe cualquier modificación, como se
consignó explícita- mente en el capítulo XXI, "De la observancia de este decreto",
artículo 237, que se reproduce a continuación:
Artículo 237. Entretanto que la representación nacional de que trata el capítulo
antecedente, no fuere convocada, y siéndolo, no dictare y sancionare la
Constitución permanente de la Nación, se observará inviolablemente el tenor de
este decreto, y no podrá proponerse alteración, adición ni supresión de ninguno
de los artículos en que consiste esencialmente la forma de gobierno que
prescribe. Cualquier ciudadano tendrá derecho para reclamar las infracciones
que notare. (Uribe Arzate 2009)

La representación nacional a la que alude el precepto anterior, es una de las


principales diferencias entre la Constitución de Apatzingán y la Constitución de
Cádiz. La Constitución de Apatzingán es uno de los textos emblemáticos del
movimiento insurgente. Quizá por ello se le ha otorgado una importancia
desmedida para la historia constitucional de nuestro país.
No cabe duda que se trata de un texto simbólicamente muy pode- roso, al
constituirse en la primera Constitución (aun y cuando fuese provisional y no se
aplicase) que pretendía reconocer a la Nueva España como una nación
independiente de la metrópoli. La Constitución de Apatzingán ha sido para
muchos juristas el antecedente de la de 1824. Si bien lo es en el tiempo, la
Constitución de 1824 y las que le siguieron recogen más bien la estructura de la
Constitución gaditana. Esto no opera en detrimento de la de Apatzingán, ya que
fue un documento provisional, un documento de futuro, como afirma María del
Refugio González, mientras que la Constitución de Cádiz respondía mejor a los
problemas de organización jurídica y política que enfrentaba el nuevo país.
(Uribe Arzate 2009)

La Constitución de 1824
La Constitución de 1824 es considerada la primer Constitución Mexicana, si bien,
le antecedió el llamado primer imperio encabezado por Agustín de Iturbide, con
el Reglamento Provisional Político del Imperio Mexicano de 1822. La
Constitución de 1824 sigue el modelo norteamericano en lo referente a la
adopción del modelo federal, pero adoptó la línea de la Constitución de Cádiz al
señalar que la soberanía residía en la nación. Consigna, asimismo, el principio
de división de poderes y la forma republicana de gobierno.
La influencia de la Constitución norteamericana fue decisiva, ya que los
progresistas encontraron elementos para fundar la adopción de un régimen
federal. Las constituciones mexicanas, al igual que la mayoría de las que
surgieron en la primera mitad del siglo XIX, no fueron producto de la evolución
jurídica del sistema, sino principalmente de la imitación de las cartas europeas y
norteamericana. Ello fue especialmente notorio en el congreso constituyente que
dio origen a la Constitución de 1824. (Uribe Arzate 2009)
El Plan de Iguala y los Tratados de Córdoba tenían un programa inaceptable
para muchos insurgentes.

Integración del Constituyente


Una vez firmados los Tratados de Córdoba y consumada la independencia de
México, Iturbide se apresuró a integrar la Junta Provisional que regiría los
primeros pasos de México como nación independiente. Uno de los primeros
deberes de la junta era sentar las bases para convocar a un Congreso
Constituyente. Lejos del espíritu liberal de la Constitución de Cádiz, la junta se
declaró soberana y regente del imperio. El presidente de la Junta era Iturbide
mismo. En noviembre de 1821, comenzaron los trabajos para elegir a los que
integrarían el Primer Congreso Constituyente. Yolanda Higareda Loyden
describe lo complejo de la situación:
Durante la vigencia de la Regencia, se dio inicio al proceso electoral que
establecería el Congreso Constituyente. El 10 de noviembre la Junta convocó a
elecciones siguiendo el modelo de la Constitución de 1812; el 21 de diciembre
los ciudadanos de todas las clases y castas, incluyendo a los extranjeros
mayores de 18 años, deberían elegir a los electores que el 24 nombrarían a los
alcaldes, regidores y síndicos; los ayuntamientos ya constituidos, tenían que
elegir el 27 de diciembre a un individuo de su seno para ser elector de partido,
quien junto con los otros de los demás cabildos, reunidos en la cabecera de esa
jurisdicción, nombrarían el 24 de enero al elector de provincia. Éste y los
miembros del ayuntamiento de la capital provincial, designarían, a su vez, el 28
de enero a los diputados, debiéndolos escoger según las clases: un eclesiástico,
un militar y un abogado necesariamente, y los demás, considerando las
circunstancias particulares: Así, en México, un título y un mayorazgo, y en otros
sitios, un minero, un artesano o un comerciante. En total serían 162 diputados
con 29 suplentes en la proporción de 2 por cada 3 partidos y entendiéndose por
éstos las subdelegaciones, mientras se hacía la división del territorio.
No había criterios definidos para establecer la proporcionalidad numérica entre
los diputados y los habitantes de las distintas provincias. Por ello, la
representación se estableció tomando en cuenta la extensión de los territorios,
con independencia de su población. Si bien el Congreso Constituyente se instaló
formalmente el 24 de febrero de 1822, el proyecto constitucional que cristalizaría
en 1824, fue encargado en un inicio a una junta, instalada el 2 de noviembre de
1822, después de la disolución del Primer Congreso Constituyente el 31 de
octubre de ese mismo año. La anarquía producto de la lucha entre facciones
obstaculizó los trabajos del Congreso, el cual ignoró el Plan de Iguala y se
instituyó como soberano, en franca oposición a Iturbide; éste fue disuelto y sus
funciones fueron asumidas por la Junta. El resultado final fue la integración de
un nuevo Congreso. El Congreso fue reinstalado el 7 de marzo de 1823; no
obstante, hubo de formarse una vez más. En la conformación del nuevo
Congreso participaron representantes de las 24 provincias. Las bases para la
elección de los diputados se publicaron el 17 de junio de 1823 y el Congreso
quedó instalado definitivamente el 5 de noviembre del mismo año. El presidente
de la Comisión de Constitución fue Miguel Ramos Arizpe. El primer paso
consistió en expedir el Acta Constitutiva de la Federación, que pretendía ganar
la partida a los centralistas y monárquicos. Fue aprobada el 31 de enero de 1824.
El Constituyente Originario se integró con representantes de todas las provincias
mexicanas, cuyo número era proporcional a su población, lo que determinó que
las provincias más cercanas a la capital contaran con siete veces los diputados
de las provincias del norte. Las provincias del México central tuvieron, en virtud
del método para integrar el congreso, el control de las decisiones que hubieron
de tomarse, algunas de ellas muy delicadas y que habrían de impactar la forma
en que se distribuyeron las facultades y atribuciones entre los estados y la
Federación. El debate constitucional se extendió del 10 de abril de ese mismo
año hasta el 3 de octubre, cuando fue aprobada la Constitución Federal de los
Estados Unidos Mexicanos. Ambos documentos constituyen la Constitución de
1824, causando esta división numerosos problemas en el futuro, pues resultaron
ser un pretexto para que en 1836 se impusiera un régimen centralista. En México
no existían, como en Estados Unidos, colonias independientes y diferenciadas
(que comerciaban entre ellas, por ejemplo) territorialmente. El proceso de
federalización de México fue inverso al de Estados Unidos. En este caso, la
Federación fue originada por un movimiento de centralización política, donde
diversos estados se unían para constituir una sola entidad. En México, el proceso
se llevó a cabo mediante un esquema de descentralización política, puesto que,
aunque existían provincias definidas histórica y culturalmente, la. mayoría de la
extensión de los estados fue fijada en la mesa, atendiendo más a la geografía
natural que a la política o cultural. La debilidad de los estados frente a la
Federación encuentra en este hecho su más remoto origen, Josefina Zoraida
Vázquez esboza .acertadamente el panorama político de la época, lejos del
entusiasmo que se presume existía en las provincias sobre las bondades del
sistema federal:
El Congreso había ordenado al supremo poder ejecutivo evitar el establecimiento
de gobiernos provinciales, al tiempo que trató de tranquilizar a las diputaciones
provinciales ampliándoles sus facultades... De todas formas la situación de
rebeldía regional subsistió... Lo que tal vez llegó a convencer a los estados fue
la amenaza de que España emprendiera la reconquista con la ayuda de la Santa
Alianza, al fortalecer el sentido de unidad. El ejército se había reducido a exigir
la convocatoria a un nuevo congreso. Como los estados no tenían fuerzas
armadas para defenderlos de la amenaza de la ex metrópoli, tan tangible en
1823, se llegó a un acuerdo: se mantendría la unidad, pero en un sistema federal.
La ausencia de un poder central fuerte a la caída de Iturbide fue una de las
razones por las que fue posible la participación activa de las provincias en la
redacción y espíritu de la Constitución de 1824. Pese a los numerosos
pronunciamientos locales, no se reconoció la existencia de estados libres y
soberanos. La Constitución no les reconoció ese estatus a las provincias cuando
consignó, en sus primeros artículos, lo siguiente:
Artículo 1. La nación mexicana es para siempre libre e independiente del
gobierno español y de cualquiera otra potencia... Artículo 2. Su territorio
comprende el que fuera el virreinato llamado antes Nueva España, el que se
decía capitanía general de Yucatán, el de las comandancias llamadas antes de
provincias internas de Oriente y Occidente, y el de la Baja y Alta California, con
los terrenos anexos e islas adyacentes en ambos mares. Por una ley
constitucional, se hará una demarcación de los límites de la federación luego que
las circunstancias lo permitan. (Uribe Arzate 2009)
En ninguna parte se aprecia el reconocimiento de los estados como entidades
capaces de emitir acuerdos que proclamaban su soberanía. (Uribe Arzate 2009)

El Constituyente permanente en la Constitución de 1824


La posibilidad de introducir modificaciones a la Constitución de 1824 se
contemplaba en el Título VII, sección única, "De la observancia, interpretación y
reforma de la Constitución y acta constitutiva", cuyo articulado es el siguiente:
Artículo 166. Las legislaturas de los estados podrán hacer observaciones, según
les parezca conveniente, sobre determinados artículos de esta Constitución y de
la acta constitutiva; pero el congreso general no las tomará en consideración sino
precisamente el año de 1830. Artículo 167. El congreso en este año se limitará
á calificar las observaciones que merezcan sujetarse á la deliberación del
congreso siguiente, y esta declaración se comunicará al presidente, quien la
publicará y circulará sin poder hacer observaciones. Artículo 168. El congreso
siguiente, en el primer año de sus sesiones ordinarias, se ocupará de las
observaciones sujetas á su deliberación, para hacer las reformas que crea
convenientes; pues nunca deberá ser uno mismo el congreso que haga la
calificación prevenida en el artículo anterior, y el que decrete las reformas.
Artículo 169, Las reformas ó adiciones que se propongan en los años siguientes
al de treinta, se tomarán en consideración por el congreso en el segundo año de
cada bienio, y si se calificaren necesarias, según lo prevenido en el artículo
anterior, se publicará esta resolución para que el congreso siguiente se ocupe
de ellas,
Artículo 170, Para reformar ó adicionar ésta Constitución ó la acta constitutiva,
se observarán además de las reglas prescritas en los artículos anteriores, todos
los requisitos prevenidos para la formación de las leyes, á escepción del derecho
de hacer observaciones, concedido al presidente eh el artículo 106, Artículo 106,
El presidente puede por una sola vez, dentro de diez días útiles, hacer
observaciones sobre las leyes y decretos que le pase el congreso general,
suspendiendo su publicación hasta la resolución del mismo congreso, menos en
los casos esceptuados en esta Constitución, Artículo 171. Jamás se podrán
reformar los artículos de esta Constitución y de la acta constitutiva que
establecen la libertad é independencia de la nación mexicana, su religión, forma
de gobierno, libertad de imprenta, y división de poderes supremos de la
federación y de los Estados. (Uribe Arzate 2009)
La Constitución de 1824 contempla un proceso especial de reforma a la
Constitución, aunque advierte que no podrá funcionar sino hasta el Congreso de
1830, cuando las observaciones de las legislaturas puedan ser discutidas. El
principio fundamental consiste en que no pueden hacerse en el mismo Congreso
las modificaciones que sean propuestas en el mismo. Si bien no se estipula,
como en la Constitución de Cádiz y en la posterior del 57 un procedimiento de
integración específico, es indudable que nos encontramos frente a un
procedimiento legislativo especial y no ordinario.
Las limitaciones para reformar algunos principios constitucionales, dieron rigidez
a la Constitución de 1824, pese a lo cual la forma de gobierno fue modificada
años más tarde, al acceder al poder el partido conservador.
La Constitución de 1824, al ser la primera Carta Magna independiente, sentó las
bases de lo que posteriormente sería el constitucionalismo mexicano. Aunque
parte de su ideario no se conservó con el tiempo, como las disposiciones
relativas a la religión, por ejemplo, sentó las bases para la discusión
constitucional en los siguientes 25 años y la idea de que el federalismo era el
destino del Estado mexicano. (Uribe Arzate 2009)

BASES CONSTITUCIONALES DE 1836


Aún no se cumplían 12 años de la Constitución de 1824, cuando los
conservadores contrarios al federalismo triunfaron y trataron mediante la
expedición de las bases constitucionales, establecer un Estado Unitario.
En los periodos presidenciales de Antonio López de Santa Anna ya se había
vislumbrado una posible tendencia centralista y, peor aún, la posibilidad de que
se sustituyera la Constitución de 1824 por una de corte centralista. Según cuenta
Emilio O. Rabasa, Santa Anna había hecho un uso indebido de las atribuciones
que la Constitución le confería, como la suspensión de leyes y decretos del
Congreso de la Unión. (Uribe Arzate 2009)
Las siete leyes se expidieron el 15 de diciembre de 1836, en pleno proceso de
separación del estado de Texas.
Se expidieron leyes que permitían modificar la Constitución, independientemente
de las previsiones del artículo 171:
El2 de mayo [de 1835] se expidió una ley en la que se expresó que en el
"Congreso General residen, por voluntad de la nación, todas las facultades
extraconstitucionales necesarias para hacer en la Constitución de 1824 cuantas
alteraciones crea convenientes al bien de la misma nación sin las trabas y
moratorias que aquellas prescribe". Señaló, además, que "el congreso se prefija
por límites de dichas facultades, las que detalla el artículo 171 de la mencionada
Constitución". (Uribe Arzate 2009)

Integración de Constituyente de 1835


El Congreso General fue convocado el 23 de junio de 1835 a sesiones
extraordinarias en las que se discutiría el cambio en la forma de gobierno. Esto
con referencia a la ley del 2 de mayo citada en párrafos anteriores y en franca
violación del artículo 171 de la Constitución de 1824. El Congreso estaba
integrado no sólo por partidarios de un régimen centralizado, sino también se
encontraban entre sus filas federalistas moderados, santannistas y moderados
del partido del orden, que daban un total de 81 diputados y 33 senadores. (Uribe
Arzate 2009)
El Congreso funcionó hasta mayo de forma ordinaria. Al expedirse la ley del 2 de
mayo, se abrieron las posibilidades de que se transformara en Constituyente y
comenzaron los trabajos deliberativos para justificar esta transformación. El
talante del Congreso se adivinaba en las acciones que había, hasta ese
momento, emprendido. Así, el Congreso sustituyó a Gómez Farías en la
vicepresidencia, allanando uno de los obstáculos para el proyecto centralista.
Asimismo, se encargó de cancelar la legislación que pudiera apoyar la legalidad
de las prohibiciones estipuladas en la Constitución de 1824. Hay dos etapas
identificables en el proceso de formación del constituyente de 1836. La primera,
es la que abarca las deliberaciones sobre las facultades del Congreso para
modificar la forma de gobierno; la segunda, la que comienza con la ley que le
erige en Congreso Constituyente. La primera etapa abarca el periodo
comprendido entre el 23 de junio y el 9 de septiembre de 1835. Esta etapa incluye
las deliberaciones al interior del Congreso sobre la viabilidad de que se
convirtiera en Constituyente, aunque desde el 2 de mayo esa posibilidad era
evidente. (Uribe Arzate 2009)
Se utilizaron múltiples argumentos para justificar la desaparición de la
Federación. (Sistema federal)
La segunda etapa abarca el periodo comprendido entre el 9 de septiembre y el
15 de diciembre de 1835. El Congreso General determinó que tenía facultades
para erigirse en Constituyente y, por mayoría de votos, se arrogó el derecho de
modificar la Constitución en su totalidad. El 14 de septiembre desapareció el
sistema bicameral, actuando ambas cámaras como si fuese una sola. El fin del
sistema federal llegó el 23 de octubre, al expedirse las bases de reorganización
de la nación mexicana. Las bases estipulaban un sistema centralista que sería
retomado por las Leyes constitucionales Las legislaturas de los estados, al no
tener existencia legalmente reconocida, se disolvieron una vez expedidas las
leyes. Los estados retornaron a su antigua calidad de provincias, denominadas
ahora departamentos. (Uribe Arzate 2009)

El Constituyente permanente en las Bases Constitucionales de 1836


Lo relativo a las alteraciones al texto constitucional se estipularon en la Séptima
ley, bajo el título de "Variaciones de las leyes constitucionales", cuyo contenido
es el siguiente:
Artículo 1. En seis años, contados desde la publicación de esta Constitución; no
se podrá hacer alteración en ninguno de sus artículos.
Artículo 2. En las variaciones que, pasado ese periodo, se intenten hacer en
ellos, se observarán, indispensablemente los requisitos prevenidos en el artículo
12, párrafo 100. de la segunda ley constitucional, en el artículo 26, párrafos 10.
y 30., en los 28, 29 Y38 de la tercera ley constitucional, y en el 17, párrafo 20. de
la cuarta.
Artículo 3. En las iniciativas de variación, lo mismo que en las de todas las otras
leyes, puede la Cámara de Diputados no sólo alterar la redacción, sino aun
añadir y modificar, para darle perfección al proyecto.
Artículo 4. Los proyectos de variación que estuvieren en el caso del artículo 38
de la tercera ley constitucional, se sujetarán á lo que él previene.
Artículo 5. Sólo al Congreso general toca resolver las dudas de artículos
constitucionales.
Artículo 6. Todo funcionario público, al tomar posesión, prestará juramento de
guardar y hacer guardar, según le corresponda, las leyes constitucionales, y será
responsable por las infracciones que cometa ó no impida.
La séptima ley constitucional consideraba un periodo de seis años (al igual que
la de 1824) en la que no podría hacerse modificación alguna de los preceptos
contenidos en las siete Leyes. Establecía requisitos especiales para hacer
alteraciones, si bien no fueron tan rigurosos como los de la Constitución de 1824.
(Uribe Arzate 2009)

Ninguna de las constituciones que ha tenido México ha sufrido tantas vejaciones


como las Siete Leyes del gobierno centralista Su influencia es más bien negativa,
puesto que constituyen referencia obligada de lo que el constitucionalismo
mexicano no es, ni debe ser. Ello se debe más al hecho de que finalmente en
México se impuso el sistema federal, que a un análisis detallado de las mismas
que procure elementos para calificarlas de deficientes. Si bien contaba con
elementos extraños (como el Supremo Poder Conservador), no fue sino un
reflejo de las luchas que entre los partidarios del federalismo y del Estado unitario
se mantuvieron en México. Muchas de las antiguas provincias novohispanas ya
tenían una identidad regional definida. Ello fue evidente desde los debates de la
Constitución de 1824, cuando las provincias pretendieron que se les reconociera
el carácter de estados, emitiendo varias declaraciones al respecto y en favor de
la forma de gobierno federal. Las provincias no aceptaron la disolución de sus
legislaturas y por ello el centralismo no prosperó. (Uribe Arzate 2009)
LA CONSTITUCIÓN DE 1857
Las luchas que llevaron al exilio definitivo a Antonio López de Santa Anna y que pusieron
fin a la etapa centralista, culminaron con la expedición de la segunda Constitución
federalista en 1847. No la hemos tratado en forma independiente, porque la llamada
Acta constitutiva y de reformas tuvo el fin de servir de puente entre la Constitución de
1824 y la que surgiría después, en 1857. Con la expedición del acta se pretendía poner
fin al centralismo y a la vigencia de las Siete Le- yes Constitucionales, restableciendo la
Constitución de 1824. Aunque Santa Anna volvió a ser Presidente de la República
desconociendo el acta, ésta constituyó el punto de partida para el retorno del
federalismo y del régimen de corte liberal. (Uribe Arzate 2009)
El congreso de 1846 contó entre sus filas con la presencia de distinguidos juristas
como Mariano Otero y Manuel Crescencio Rejón. En el marco de este Congreso,
Mariano Otero pronunció su famoso voto particular, insistiendo en la necesidad
de reformar la Constitución del 24. El acta es famosa, independientemente de su
papel precursor de la Constitución del 57, porque en ella se encuentra el
antecedente de nuestro moderno juicio de amparo.
La formación de la Constitución de 1857 comienza con la expedición del Plan de
Ayutla. Proclamado por Ignacio Comonfort y Florencio Villarreal el 1o. de marzo
de 1854, el Plan tenía esencialmente la función de crear una Constitución que
restaurara el federalismo. Las limitaciones jurídicas de las funciones del
Constituyente del 57 fueron establecidas por el Plan de Ayutla en los términos
del artículo 50. Atendiendo a esta misma disposición, Juan Álvarez, presidente
interino, expidió la convocatoria para reunir al que sería el octavo Congreso
Constituyente de la historia independiente de México. (Uribe Arzate 2009)

Integración del Constituyente


La integración del Constituyente que elaboraría la Constitución de 1857 fue
polémica, porque incluyó diputados que no habían sido elegidos directamente
por el pueblo. (Uribe Arzate 2009)
Se combinaron dos sistemas, uno de elección directa y otro de elección indirecta:
...el 17 de febrero de 1856 se reúnen 78 diputados que juran cumplir leal y
patrióticamente su encargo, y el 18 del mismo se verifica la solemne apertura del
Congreso Constituyente. Este Congreso estuvo compuesto de los diputados que
al efecto nombró cada estado o territorio, de acuerdo con su población. (Uribe
Arzate 2009)
Además se eligieron por el sistema indirecto 155 diputados, con, el propósito de
que en el Congreso estuvieran representadas todas las tendencias que
configuraban el espectro político de la época. (Uribe Arzate 2009)
La elección directa operaba para elegir a los que habían de elegir a los diputados.
De hecho, la polémica sobre el sistema de elección del Constituyente surgió
posteriormente, siendo el sistema de elección indirecta muy común en la época.
(Uribe Arzate 2009)
Estos eran los términos que establecía el Plan de Ayutla. No era un sistema
desconocido, además, en nuestro país. El pueblo, en su calidad de elector
primario, designaba electores secundarios o de partido que tenían la función de
elegir a los diputados. En todo caso, parecía un mejor sistema que los
experimentados para los primeros congresos constituyentes. (Uribe Arzate 2009)
Las sesiones del Congreso comenzaron el 18 de febrero de 1856 y pronto fue
dominado por los diputados liberales. El proyecto presentado por el presidente
de la Comisión de Constitución e116 de junio, Ponciano Arriaga, era el de una
Constitución liberal y no sólo de corte federalista. Entre los que participaron en
la elaboración de la Carta Constitucional se encontraban Ocampo, Olvera,
Ramírez, Mata y Castillo Velasco, entre otros. (Uribe Arzate 2009)
La discusión del proyecto fue probablemente la más enriquece- dora de nuestra
historia constitucional. Se prolongó hasta el 5 de febrero de 1857, cuando fue
aprobada la nueva Carta Magna. (Uribe Arzate 2009)

El Constituyente Permanente en la Constitución de 1857


La Constitución de 1857 fue obra de destacados juristas que incorporaron
nuevas técnicas de control de la Constitución, que no fueron posibles en las
anteriores cartas constitucionales. De hecho, la Constitución de 1857 sentó la
forma en que operaria el Constituyente Permanente como un órgano diferente al
Congreso de la Unión, fórmula que fue retomada por la Constitución de 1917.
(Uribe Arzate 2009)
El procedimiento para realizar cambios constitucionales se incluyó en el título
séptimo "De la reforma de la Constitución", cuyo texto es el siguiente:
Artículo 127. La presente Constitución puede ser adicionada ó reformada. Para
que las adiciones ó reformas lleguen á ser parte de la Constitución, se requiere
que el Congreso de la Unión, por el voto de las dos terceras partes de sus
individuos presentes, acuerde las reformas ó adiciones, y que éstas sean
aprobadas por la mayoría de las legislaturas de los Estados. El Congreso de la
Unión hará el cómputo de los votos de las legislaturas y la declaración de haber
sido aprobadas las adiciones ó reformas.
La fórmula prácticamente ha quedado inalterada en la Constitución vigente en
nuestro país. (Uribe Arzate 2009)
La Constitución de 1857 es la que mayor influencia ha tenido en la vida jurídica
nacional. No sólo se mantuvo vigente mucho más tiempo que sus predecesoras,
sino que constituye el espíritu de nuestra actual Constitución. Reconoció los
derechos del hombre, sentó las bases del juicio de amparo y definió el debate
entre federalismo y centralismo, entre otras muchas aportaciones.
Desafortunadamente, no respondía a la realidad mexicana que debía regular, lo
que ocasionó consecuencias contraproducentes, entre las cuales no es la menor
la idea de que el ordenamiento constitucional es más un ideal que un instrumento
de estructuración y control del Estado. (Uribe Arzate 2009)

LA CONSTITUCIÓN DE 1917
La Constitución de 1917 no puede desligarse del fenómeno revolucionario. La
Constitución nace por la imposibilidad de que la Constitución del 57 resuelva
todos los problemas y expectativas que planteaba la lucha armada. En ella se
reflejan los distintos movimientos que alimentaron la revolución: el maderismo,
el zapatismo, el villismo y el carrancismo entre otros varios. La Constitución de
1917 es el corolario de una lucha que tuvo múltiples motivos que se fueron
sucediendo conforme obtenían el poder uno u otro grupo y la mayo- ría de sus
planteamientos encontraron cobijo en ésta. (Uribe Arzate 2009)
El movimiento constitucionalista tuvo su origen en la usurpación de la
Presidencia por Victoriano Huerta. Venustiano Carranza posibilitó la elaboración
de una nueva Carta Constitucional, a pesar de que formalmente se pretendía
restaurar la vigencia de la de 1857, al consignar en el Plan de Guadalupe
exigencias que prácticamente planteaban una reforma profunda a la
Constitución. Estos son los puntos del Plan de Guadalupe:
1o. Se desconoce al general Victoriano Huerta como Presidente de la República.
2o. Se desconocen también a los poderes Legislativo y Judicial de la Federación.
3o Se desconocen a los Gobiernos de los Estados que aún reconozcan a los
Poderes Federales que forman la actual administración, 30 días después de la
publicación de este Plan.
4o. Para la organización del ejército encargado de hacer cumplir nuestros
propósitos, nombramos como Primer Jefe del Ejército que se denominará
"Constitucionalista" al ciudadano Venustiano Carranza, Gobernador
Constitucional del Estado de Coahuila.
5o. Al ocupar el Ejército Constitucionalista la ciudad de México se encargará
interinamente del Poder Ejecutivo el ciudadano Venustiano Carranza, o quien lo
hubiera sustituido en el mando.
6o. El presidente interino de la República convocará a elecciones generales, tan
luego como se haya consolidado la paz, entregando el Poder al ciudadano que
hubiere sido electo.
7o. El ciudadano que funja como Primer Jefe del Ejército Constitucionalista en
los estados cuyos gobiernos hubieren reconocido al de Huerta asumirá el cargo
de gobernador provisional y convocará a elecciones locales, después que hayan
tomado posesión de sus cargos los ciudadanos que hubiesen sido electos para
desempeñar los altos poderes de la Federación como lo previene la base
anterior. (Uribe Arzate 2019)
Estos puntos evidencian el principal problema al que se enfrentó posteriormente
el Constituyente de 1917: el de su legitimidad. No sólo era dudoso para otros
grupos revolucionarios el derecho de Carranza a fungir como jefe del Ejército y
Presidente interino. Los propios constitucionalistas parecieron traicionarse
cuando, en lugar de restaurar la vigencia de la Constitución del 57, crearon un
nuevo ordenamiento constitucional. Ello generó el clima propicio asimismo, para
el surgimiento de una de las diferencias más significativas entre la Constitución
del 57 y la del 17: la supremacía de hecho del Ejecutivo sobre el Legislativo.22
La disolución del Legislativo, inevitable por encontrarse vinculado al gobierno
usurpador de Huerta, favoreció la implantación 'de un régimen presidencial.
(Uribe Arzate 2019)
Independientemente de los motivos que pudiesen haber tenido los carrancistas,
lo cierto es que el texto constitucional de 1857 resultaba inadecuado para dar
cabida a todos los planteamientos que sobre la mesa había puesto la revolución.
Se conservó, no obstante, el talante liberal de la Constitución, adecuándolo a las
necesidades de la comunidad. Muchos de los artículos de la Constitución de
1857 son reconocibles en la del 17, incluido el que contiene las disposiciones
relativas al Constituyente Permanente. (Uribe Arzate 2019)

Integración del Constituyente 1916-1917


Carranza reformó el Plan de Guadalupe mediante decreto expedido el 14 de
septiembre de 1916. La reforma tenía un solo propósito: posibilitar la
organización de un nuevo Congreso Constituyente. El decreto convocaba a
elecciones para el órgano que habría de reformar la Constitución de 1857, en
consonancia con las exigencias de los grupos revolucionarios triunfantes.

La convocatoria para Congreso Constituyente se verificó conforme a las


siguientes bases:
Habiendo triunfado la causa constitucionalista y estando hechas las elecciones
de ayuntamientos en toda la República, el Primer Jefe del Ejército
Constitucionalista, encargado del Poder Ejecutivo de la Unión, convocará a
elecciones para un Congreso Constituyente, fijando en la convocatoria la fecha
y los términos en que habrá de celebrarse y el lugar en que el Congreso habrá
de reunirse. (Uribe Arzate 2019)
Para formar el Congreso constituyente, el Distrito Federal y cada Estado o
Territorio nombrarán un diputado propietario y un suplente por cada 60 mil
habitantes o fracción que pase de 20 mil, teniendo en cuenta el censo general
de la República de 1910. La población del Estado o Territorio que fuere menor
de la cifra que se ha fijado en esta disposición elegirá, sin embargo, un diputado
propietario y un suplente. Para ser electo diputado al Congreso Constituyente,
se necesitan los mismos requisitos exigidos por la Constitución de 1857 para ser
diputado al Congreso de la Unión; pero no podrán ser electos, además de los
individuos que tuvieren los impedimentos que establece la expresada
Constitución, los que hubieren ayudado con las armas o sirviendo empleos
públicos a los gobiernos, o facciones hostiles a la causa constitucionalista. (Uribe
Arzate 2019)
La propia convocatoria determinó que los diputados fueran partidarios del
régimen, situación inédita si se revisa la conformación de los ocho congresos
anteriores, en los cuales la pluralidad de ideologías era más evidente.
El Congreso fue instalado el 1o. de diciembre de 1916, de acuerdo con el decreto
convocatorio del 19 de septiembre del mismo año. Las limitaciones del Congreso
eran las derivadas de su vocación liberal: federalismo, república y representación
popular. (Uribe Arzate 2019)
La nueva Carta Constitucional se terminó en sólo dos meses. Se trabajó
conforme al Proyecto de Constitución Reformada que Carranza presentó al
Congreso el 1o. de diciembre de 1916. El presidencialismo mexicano del siglo
xx ha encontrado sustento en las tesis de Carranza. Héctor Fix-Zamudio relata
que se consideraron ante todo las ideas de Emilio Rabasa, quien sostenía la
tesis de que la prevalencia del Congreso de la Unión sobre los otros poderes
había sido una de las causas de la dictadura porfirista.
Después de sesiones y debates interminables que obedecieron a la necesidad
de contar cuanto antes con el texto constitucional, el 5 de febrero de 1917 se
aprobó la Constitución que hasta hoy nos rige. (Uribe Arzate 2009)

El Constituyente Permanente en la Constitución de 1917


Dado que este trabajo de investigación versa sobre el Poder Constituyente, no
abundaremos en comentarios sobre los mecanismos de reforma constitucional
de la Constitución de 1917. Baste conocer los términos conforme a los cuales se
plasmó en el Título octavo, "De las reformas de la Constitución":
Artículo 135. La presente Constitución puede ser adicionada o reformada. Para
que las adiciones o reformas lleguen a ser parte de la misma, se requiere que el
Congreso de la Unión, por el voto de las dos terceras partes de los individuos
presentes, acuerde las reformas o adiciones y que éstas sean aprobadas por la
mayoría de las legislaturas dejos Estados. El Congreso de la Unión hará el
cómputo de los votos de las legislaturas y la declaración de haber sido aprobadas
las adiciones o reformas. (Uribe Arzate 2019)
El texto, muy similar al de la Constitución de 1857, es práctica- mente igual en
su contenido al actual. (Uribe Arzate 2019)

No es exagerado decir que el estudio de lo constitucional en México parte de la


expedición de esta Constitución. Se presentó, sin embargo, durante los años
siguientes a su expedición, un periodo de silencio sobre los problemas técnico-
jurídicos que presenta nuestra Carta Magna. La revolución sacralizó la
Constitución, por lo que prácticamente hasta los años 30 comenzaron a
discutirse los problemas que generaba, especialmente en lo referente a su
vocación programática. (Uribe Arzate 2019)

2.3. PODER CONSTITUYENTE Y PODERES CONSTITUIDOS

El Poder Constituyente, como hemos visto es la Asamblea que después de la


revolución elige el pueblo, para que ésta redacté la constitución y a través de
ella constituya al Estado y establezca los Poderes que habrán de gobernar al
pueblo. Así podemos hablar de Poder Constituyente y Poderes constituidos. Al
respecto Felipe Tena Ramírez expresa lo siguiente: …los órganos de poder
reciben su investidura y sus facultades de una fuente superior a ellos mismos,
como es la Constitución, eso quiere decir que el autor de la Constitución debe
ser distinto y estar por encima de la voluntad particular de los órganos. (Tena
Ramírez 1998)
Una vez que el Poder Constituyente redacta la Constitución por medio de la cual
crea al Estado, establece a los poderes constituidos, terminado su trabajo,
¡desaparece! Para que los poderes creados se encarguen de cumplir lo que el
Constituyente dejó establecido en la Constitución. Es decir el poder
constituyente no aplica actos de gobernabilidad, sólo expide la ley en la que
tienen base los actos de los poderes constituidos. (Avilés Urquiza 2012)
Esos Poderes son: Ejecutivo, Legislativo y Judicial.
Respecto a los tres poderes Tena Ramírez comenta: La teoría de la reparación
de los tres poderes de Montesquieu (que también tuvo su primera aplicación
práctica en el suelo de Norteamérica), además de platear ya de por sí la división
del poder público, presuponía lógicamente la necesidad de un poder más alto
que marcara a cada uno de los tres órganos su respectiva competencia. (Tena
Ramírez 1998)
Avilés Urquiza citando a Tena Ramírez, quien nos dice: Los órganos de poder
reciben su investidura y sus facultades de una fuente superior a ellos mismos,
como es la Constitución, eso quiere decir que el autor de la Constitución debe
de ser distinto y estar por encima de la voluntad particular de los órganos. La
doctrina designa al primero con el nombre de poder constituyente y a los
segundos los llama poderes constituidos. (Avilés Urquiza 2012)
De acuerdo con Avilés Urquiza, en la Constitución Mexicana se destaca
interpretativamente la existencia y reconocimiento del poder constituyente en el
artículo 39, que a la letra establece:

Artículo 39.- La soberanía nacional reside esencial y originariamente en el


pueblo. Todo poder público dimana del pueblo y se instituye para beneficio de
éste. El pueblo tiene en todo tiempo el inalienable derecho de alterar o modificar
la forma de su gobierno.
Con respecto al término soberanía Tena destaca que se hace referencia a una
supremacía, a un poder que está por encima de todos, y no admite otras
limitaciones jurídicas. Es la facultad de auto determinarse ¿cómo? Mediante la
expedición de una Constitución. Hay que agregar que tal soberanía es
originariamente del pueblo. (Avilés Urquiza 2012)
Cabe hacer una última diferencia o clasificación. El poder Constituyente es el
creador, o llamado “…poder constituyente originario, también llamado
fundacional, es el que crea la Constitución, una vez realizada su tarea
desaparece, pero como su obra precisa continuidad, deja un órgano que se
encargue de suplir sus deficiencias y de encarar los nuevos problemas que se
presenten, a este órgano se le denomina poder revisor o reformador de la
Constitución.” (Avilés Urquiza 2012)
Entonces tenemos un poder Constituyente originario, el que crea; un poder
Constituyente reformador, que modifica la norma Constitucional mediante
reformas; y un último, poder o poderes Constituidos que gobiernan al margen
de la Constitución. (Avilés Urquiza 2012)
Entonces el poder Constituyente se clasifica en dos, uno que es el encargado
de crear la Ley Suprema por decisión del pueblo y a través de un órgano creado
por éste mismo, el cual desaparece después de expedida la Constitución;
dejando a un segundo poder derivado o llamado reformador quien perfecciona
a la Constitución cuando así se requiera, este subsiste conjuntamente con los
poderes constituidos que son los que gobiernan, Poder Legislativo, Judicial y
Ejecutivo. (Avilés Urquiza 2012)
Poder constituido
Avilés Urquiza citando a tena Ramírez nos dice:
“Los poderes constituidos; (…) no hacen otra cosa que gobernar en los términos
y límites señalados por la ley emanada del constituyente, sin que puedan en su
carácter de poderes constituidos alterar en forma alguna la ley que los creó y los
dotó de competencia.
El mismo autor refiriendo a Fix- Zamudio sobre las diferencias entre el Poder
Constituyente y los poderes constituidos, menciona: “a) de naturaleza; el Poder
Constituyente es en cuanto a su naturaleza creador y los poderes constituidos
son creados; b) cronológica; el poder constituyente es anterior y los constituidos
posteriores; c) funcional; el poder constituyente tiene por tarca hacer la
Constitución y los poderes constituidos gobernar. (Avilés Urquiza 2012)
De acuerdo con Avilés Urquiza un claro ejemplo de explicación para hacer la
diferencia entre los poderes se desprende de la siguiente redacción:
Para hacer más claro el asunto hablemos de la Constitución de 1917. Nuestra
actual carta magna surge como consecuencia de un movimiento revolucionario
comenzado en 1910. Cuando la sociedad mexicana se queda sin derecho surge
la necesidad de una Constitución, el pueblo ejercita el poder constituyente y lo
delega en el órgano constituyente que fue la asamblea de Querétaro, donde se
discutió y aprobó nuestro texto fundamental, que al publicarse marca el término
de actividad del poder constituyente y el inicio de funciones de los poderes
constituidos, que son principalmente los órganos Legislativo, Ejecutivo y Judicial
que nos han gobernado hasta la fecha. Ahora bien, como nuestro texto
fundamental ha tenido que ir adecuándose a nuevas necesidades, el poder
revisor prescrito en el artículo 135 ha efectuado múltiples reformas
constitucionales para satisfacer dicho objetivo. (Avilés Urquiza 2012)

3 LA CONSTITUCIÓN DE 1917
Para entender la Constitución que actualmente nos rige, tenemos que estudiar a
fondo nuestra historia, ya que en la actual Constitución se plasman principios e
instituciones que se crearon desde los inicios del México independiente, además
el proyecto de Constitución presentado por Venustiano Carranza al Congreso
Constituyente de Querétaro recoge las aspiraciones del pueblo que luchó en la
Revolución y que el propio Constituyente en los debates que de cada artículo
discute, hace cambios a la propuesta de Carranza, ya que varios de los
Constituyentes fueron participes en la Revolución y conocían las causas de la
lucha y las demandas que dieron origen a la Revolución. De la obra de éste
Constituyente surge un nuevo proyecto de nación, como se lee en la obra que
con motivo del Bicentenario de la Independencia y el Centenario de la Revolución
Mexicana, de “La Sucesión Presidencial” de Francisco I Madero editó la LXI
Legislatura de la Cámara de Diputados:
Del movimiento armado de 1910 emanó un nuevo proyecto de Nación, el cual
recogió la herencia liberal del siglo xix y las demandas de las masas y de los
distintos grupos armados revolucionarios, enmarcándolas en un nuevo pacto
social de gran riqueza doctrinal, que se plasmó en la Constitución de 1917.
Nuestro compromiso ante la historia es comprender ese proceso y a todos los
que intervinieron en él. México ha sido muchas voces y rostros en su historia.
México son muchas voces y rostros en el presente. La diversidad fue un rasgo
de nuestro pasado y la pluralidad un elemento de nuestra actual democracia.
(LXI Legislatura. Cámara de Diputados)
El porfiriato y la Revolución Mexicana
Se llama el porfiriato al periodo comprendido entre los años 1876 y 1911,
tiempo durante el cual Porfirio Díaz fue presidente de México.
Este periodo largo de gobierno se interrumpió sólo por cuatro años comprendidos
de 1880 y hasta 1884, cuando ejerció la presidencia Manuel González. Con
nuevas elecciones presidenciales, y ganando Porfirio Díaz las mismas, el 1 de
diciembre 1884 regresaría al poder.

Si bien es cierto que durante el largo mandato presidencial del general Díaz,
consecuencia de sus sucesivas reelecciones, México logró un importante
desarrollo económico, el beneficio fue sólo para unos cuantos, en su mayoría
empresarios extranjeros y familias acomodadas simpatizantes de las ideas
políticas del gobierno de Díaz.
La clase trabajadora, a pesar del auge económico, nunca vio una mejora en su
calidad de vida, muy al contrario, fueron explotados en los trabajos que
realizaban en fábricas o haciendas, y remunerados con sueldos
extremadamente bajos, que no satisfacían ni siquiera las necesidades más
esenciales para vivir.
Los indígenas serían otro sector poblacional que durante el porfiriato vería
afectados sus derechos, siendo despojados de tierras comunales mediante
decretos que beneficiaban el latifundismo. Así los capitales nacionales y
extranjeros se hicieron de grandes extensiones de tierra en las que irónicamente
muchos indígenas trabajaban.
El porfiriato fue un periodo de claroscuro, o en palabras sencillas, desigualdades
extremadamente marcadas entre las clases sociales vulnerables y la clase
acomodada.
Si bien ya se ha mencionado el lado negativo de este periodo en la historia
mexicana, es necesario igualmente mencionar los aspectos positivos del
régimen porfirista en el desarrollo de México.
Cuando Porfirio Díaz asumió su primer periodo presidencial, las finanzas del país
estaban quebradas, y fue durante su segundo mandato que México comenzó a
despegar económicamente gracias a una seria de leyes que beneficiaban la
entrada de inversión extranjera y la inversión de capital privado mexicano.

Otro aspecto que detonó el crecimiento económico fue el de la pacificación del


país, hecho logrado mediante la persecución sin tregua de bandoleros, además
de reprimir cualquier descontento social mediante el uso de la fuerza. A este
periodo de estabilidad social en México se le dio el nombre de paz porfiriana, y
permitió al país estabilidad política y progreso económico.

Otro motor del crecimiento fue la ampliación de la red ferroviaria que comunicó
a poblaciones muy importantes por su producción minera y agropecuaria.
Las principales naciones que invirtieron en México durante el gobierno de Porfirio
Díaz fueron Inglaterra, Francia y los Estados Unidos de América. Todo este
progreso se vio frenado por la recesión económica que afectó al mundo entre
1907 y 1908, provocando un aumento en el ya existente descontento social.

La entrevista concedida a James Creelman, periodista estadounidense, en la


cual Porfirio Díaz veía con agrado una sucesión presidencial, aumentó el deseo
de terminar con el régimen porfirista. Porfirio Díaz volvió a correr para el
periodo de gobierno que abarcaba de 1910 a 1916, encarceló a Francisco I
Madero antes de las elecciones a efectuarse en junio de 1910, elecciones en las
cuales se le declara triunfador.
Una serie de sucesos, como el escape de Madero de prisión y la posterior
proclamación por parte de éste del Plan de San Luis, que desconocía a Porfirio
Díaz como presidente de México, e incitaba a comenzar una revolución el 20 de
noviembre de 1910, hacen que el 25 de mayo de 1911 Porfirio Díaz renuncie a
la presidencia de México, terminando el porfiriato y comenzando una etapa de
convulsión social y política conocida como Revolución Mexicana.
(https://www.historiademexicobreve.com/2015/02/el-porfiriato.html)

Como se lee líneas arriba, el porfiriato se caracterizó por ser una época de
progreso económico pero en materia de derechos, éstos fueron seriamente
afectados y no se diga en lo político, se cerraron todos los canales de
participación, tanto en el gobierno de la República como en para los estados.
Quien nos explica de manera muy clara la situación política que se vivía en los
años del porfiriato es Don Francisco I. Madero, en su libro “La Sucesión
Presidencial”:
Ese indiferentismo criminal, hijo de la época, vino á recibir un rudo choque con
los acontecimientos de Monterrey el 2 de Abril de 1903. Hasta aquella época
permanecí casi indiferente á la marcha de los asuntos políticos, y casi casi á la
campaña política que sostenían los neoleonenses, cuando me llegaron noticias
del infame atentado de que fueron víctimas los oposicionistas al verificar una
demostración pacífica, que resultó grandiosa por el inmenso concurso de gente
y que tuvo un fin trágico debido á la emboscada en que cayó. Ese
acontecimiento, presenciado por algunos parientes y amigos míos que
concurrieron á la manifestación, me impresionó honda y dolorosamente. Con
este motivo, el problema se presentaba aun más difícil, pues claro se veía que
el gobierno del Centro estaba resuelto á reprimir con mano de hierro y aun
ahogar en sangre cualquier movimiento democrático, Y digo el "gobierno del
centro," porque éste supo todo lo que pasó en Monterrey, quizás se hizo con su
acuerdo previo, y por último, absolvió á aquel á quien acusaba la vindicta pública
de tan horrendo crimen. Sin embargo, si el problema se presentaba cada vez
más difícil, empezaba á sentirse la falta de esas garantías que nos otorga la
Constitución. Algunos amigos míos y yo, llenos de noble indignación, pudimos
percibir distintamente los fulgores siniestros de aquel atentado, que con su luz,
tinta en sangre, alumbraba nuestras llagas, y comprendimos que el sutil veneno
invadía lentamente nuestro organismo y que si no nos esforzábamos en ponerle
remedio enérgico y eficaz, pronto nuestro mal sería incurable, y debilitados por
él, no tendríamos fuerzas para luchar contra alguna de las huracanadas
tempestades que nos amenaza y estaríamos expuestos á sucumbir al primer
soplo del vendaval, peligrando hasta nuestra nacionalidad. (Francisco I. Madero)
Porfirio Díaz había estado en el poder por más de 30 años, reprimiendo cualquier
intento democrático en algún Estado y en el país, Madero creía que Díaz podría
reflexionar y permitir la alternancia, la oposición de la época tubo cierta
esperanza de apertura democrática con la entrevista concedida por Díaz al
periodista norteamericano James J. Cleelman, a mediados de noviembre de
1907, la que fue publicada 6 meses después por el diario “El Imparcial” de la
Ciudad de México, he aquí dicha entrevista:

“Es un error creer que los sentimientos democráticos de la República se hayan


debilitado por mi larga permanencia en la Presidencia, decía tranquilamente.
Puedo sinceramente afirmar que el continuado ejercicio del poder no ha
menguado mis ideales políticos y creo, por el contrario, que la democracia trae
consigo los verdaderos y únicos principios de un buen Gobierno aunque en
realidad sólo sean practicables en los pueblos que han llegado a su pleno
desarrollo... Aquí en México las condiciones son muy distintas. Yo recibí el
Gobierno de las victoriosas manos de un ejército, en un tiempo en que este
pueblo estaba dividido y muy poco preparado para el supremo ejercicio de las
prácticas democráticas. Haber dejado sobre las masas la completa
responsabilidad del Gobierno, desde un principio, hubiera sido lo mismo que
crear tales condiciones que hubieran traído el descrédito de la causa para un
gobierno liberal.
Es cierto también que una vez que se me confió el poder supremo, por el ejército,
se convocó a elecciones, y refrendado su voto para mí, el poder me fue conferido
directamente esta vez, por el pueblo.
He tratado de dejar muchas veces el poder; pero siempre que lo he intentado se
me ha hecho desistir de mi propósito, y he permanecido en su ejercicio, creyendo
complacer a la Nación que confiaba en mí. El hecho de que el precio de los
valores mexicanos descendieron once puntos cuando estuve enfermo en
Cuernavaca, tenía tal evidencia para mí, que me persuadió, al fin, a desistir de
mi personal inclinación a retirarme a la vida privada.
He procurado, con el concurso de las personas que me rodean, conservar
incólume la práctica del Gobierno democrático. Hemos mantenido intactos sus
principios y al mismo tiempo hemos adoptado una política que bien pudiera
llamarse patriarcal, en la actual administración de los negocios de la Nación;
guiando y restringiendo a la vez las tendencias populares, con plena fe en que
los beneficios de la paz traerían como resultados la educación, la industria y el
comercio, desarrollando, al mismo tiempo, elementos de estabilidad y unión en
un pueblo naturalmente inteligente, afectuoso y caballeresco.
He aguardado durante muchos años pacientemente, a que el pueblo de la
República estuviera preparado para elegir y cambiar el personal de su
Gobierno, en cada período electoral, sin peligro ni temor de revolución
armada y sin riesgo de deprimir el crédito nacional o perjudicar en algo el
progreso de la Nación, y hoy presumo que ese tiempo ha llegado ya.
—¿Cree usted exacta, señor Presidente, la aserción de que exista la verdadera
democracia, ahí donde no existe la clase media?— pregunté.
El Presidente respondió con su benévola sonrisa y moviendo ligeramente su
cabeza.
—La creo exacta —me dijo—. México tiene hoy una clase media que nunca
había tenido antes, y la clase media, es bien sabido que aquí, como en todas
partes, forma los elementos activos de la sociedad.
Los ricos están demasiado preocupados con sus riquezas y con sus dignidades,
para ocuparse en algo del bienestar general; los hijos de ellos no procuran con
ahínco ni mejorar su instrucción ni formar su carácter.
Por la otra parte, los individuos de la clase del pueblo son, por desgracia,
bastante ignorantes para aspirar al poder.
En la clase media, que viene en alguna proporción, de la clase pobre y a su vez,
con pocos elementos de la rica, se forman los mejores y más saneados
elementos que anhelan su propia elevación y mejoramiento; es la clase
entregada con ardor al trabajo más activo en todas sus fases, y de ella extrae la
democracia a sus propagadores y a sus adeptos. Es la clase media la que
interviene en la política y de la que depende el progreso en general.
En tiempos anteriores no contábamos en México con la clase media porque ella,
lo mismo que el pueblo en general gastaban todas sus energías en la política
tumultuosa y en las sangrientas revueltas. La tiranía española y nuestro mal
gobierno habían por completo desorganizado esta sociedad. Las actividades
productoras de la Nación morían en las continuas luchas. Había, por
consecuencia una confusión terrible. Ni la vida ni la propiedad, estaban a salvo,
y una clase media era entonces imposible...
... El futuro de México está asegurado —dijo con voz firme y clara—. Los
principios democráticos no han adquirido aún profundas raíces, es cierto, pero la
Nación se ha fortalecido y ama la Libertad. Nuestras dificultades han sido, porque
el pueblo no se preocupa mucho de los negocios públicos y de las prácticas
democráticas. El mexicano como regla general piensa mucho en sus derechos
privados y está siempre muy atento a defenderlos, pero no hace lo mismo con
los derechos colectivos. Reclama, sí, sus privilegios, pero le preocupan poco sus
obligaciones. La facultad de dominarse a sí mismo es la base de la democracia,
y esa propia restricción sólo es posible en aquellos que reconocen el derecho de
los demás.
Los indios, que forman la mitad de nuestra total población, están en tinieblas aún
respecto a sus derechos y obligaciones políticas; están acostumbrados a delegar
en sus autoridades sus destinos en lugar de pensar por sí mismos. Esta fue una
fatal tendencia que provino de los conquistadores, quienes siempre les
impidieron mezclarse en los asuntos públicos, dejando a sus mandatarios que
arreglasen todos sus asuntos...
Y, sin embargo de esto, creo firmemente que los principios democráticos existen
en México, y que seguirán creciendo más.” (Doralicia Carmona: MEMORIA
POLÍTICA DE MÉXICO.)

La entrevista concedida a Cleelman alentó las aspiraciones democráticas de


Madero y muchos otros, sin embargo, Díaz majaba otro lenguaje con los
periodistas mexicanos, como lo podemos apreciar en lo que escribe Madero en
su obra:
Esas son las causas porque quiere seguir al frente de los destinos del país el
General Díaz, y lo dijo en una entrevista que se publicó en casi todos los
periódicos y según la cual, contestando á las insinuaciones que le había hecho
un pariente ó amigo suyo para que volviera á aceptar otra reelección había dicho:
"por mi patria y por los míos, todo." Como esta versión no fué desmentida
oficialmente, debemos creerla cierta y no solo cierta, sino más sincera que la
famosa entrevista con Creelman, pues está más de acuerdo con el lenguaje y
sobre todo, con la política que ha observado el General Díaz. (I)
(1) Ya escrito lo anterior y para mandar los originales á la prensa, dió á luz el
"Diario del Hogar" una importante carta del General Díaz, de la cual
claramente se desprenden dos hechos principales: primero, que negó al
señor Mata, que se dirigía á él en nombre de varios periodistas de la
República, la entrevista que solicitaba para un escritor mexicano, con
objeto de tratar sobre la cuestión presidencial, habiendo observado una
conducta diametralmente opuesta con un periodista
norteamericano; y en segundo lugar, insinuaba que sí aceptará otra
reelección; así es que viene á corroborar lo que afirmo: que el General
Díaz desea seguir ocupando la silla presidencial.
También, la Nación está ya acostumbrada á obedecer sin discutir las órdenes
que recibe de su actual mandatario. El General Díaz, acostumbrado á mandar,
difícilmente se resolverá á dejar de hacerlo. La Nación, acostumbrada á
obedecer, tropezará aún con mayores dificultades para sacudir su servilismo.
Todo es, pues, cuestión de costumbres; pero costumbres que han echado tan
hondas raíces en el suelo nacional, que no podrán desarraigarse sin causar en
él profundas alteraciones; sin demandar esfuerzos gigantescos; sin necesitar la
abnegada cooperación de todos los buenos mexicanos. No por esto perdamos
las esperanzas. Si la Nación llega á conmoverse en la próxima campaña
electoral, si los partidarios de la democracia se unen fuertemente y forman un
partido poderoso, es posible que se efectúe un cambio aún en el ánimo del
General Díaz, pues el rudo acento de la patria agitada podrá conmover al caudillo
de la Intervención y quizá logre que predominando en él el más puro patriotismo,
siga la vía que éste le señala y haga á un lado las pequeñeces, las miserias que
podrían desviarlo de prestar á su patria el servicio más grande que nunca le ha
prestado: el de dejarla libre para que se dé un gobierno según sus
aspiraciones y según sus necesidades. Hay otras razones de gran peso y que
el General Díaz ha de tomar en consideración El que ha gobernado á la
República Mexicana por más de treinta años y enlazado toda su vida á sus
más importantes acontecimientos, y que se acerca á los ochenta años, pertenece
más á la historia que á sus contemporáneos, y debe preocuparse más del fallo
de aquélla, que de satisfacer la insaciable avaricia de los que sólo persiguen el
medro personal en la adulación que le prodigan, de los que sólo piensan en ellos
mismos, sin preocuparse no solamente por la patria, pero ni siquiera por el
prestigio de su administración. (Francisco I. Madero)

La Constitución Mexicana de 1917 fue la primera en establecer los llamados


derechos sociales, el Constituyente de Querétaro recoge las demandas de los
obreros y campesinos que desde el profiriato exigían que se les reconocieran
derechos. Aunque en el porfiriato hubo progreso económico, pero las
condiciones de los obreros y campesinos fue de explotación, tanto en la
haciendas como en las fábricas se establecieron las llamadas tiendas de raya,
en donde se les vendía a los trabajadores los productos de consumo, pero los
salarios no eran suficientes para pagar y terminaban endeudados con el patrón
pues los salarios eran muy bajos, esas condiciones de trabajo fueron generando
movimientos obreros que reclamaban mejores salarios y mejores condiciones de
trabajo, por ejemplo en 1906 estalla una huelga en la minera de Cananea
Sonora, los mineros liderados por Manuel Dieguez, exigían iguales condiciones
de trabajo que los obreros estadounidenses que trabajaban en la mina. El
general Rafael Izábal reprimió a los huelguistas, utilizando policías rurales,
soldados y rangers estadounidenses, los líderes del movimiento minero fueron
enviados a la cárcel de San Juan de Ulúa.
En 1906 Ricardo Flores Magón funda el Partido Liberal Mexicano, el que recoge
las demandas del pueblo y se convierte en el principal opositor al gobierno de
Porfirio Díaz.
En abril de 1906 se formó la organización “Gran Circulo de Obreros Libres”, los
fundadores de esta organización son José Neira Gómez y Juan Olivar, miembros
del Partido Liberal Mexicano.
El 4 de diciembre de 1906 obreros textiles de Puebla y Tlaxcala inician una
huelga exigiendo mejores condiciones laborales, piden la intervención de
Presidente Díaz como mediador del conflicto, pero el 4 de enero del 1907 el
gobierno emite una resolución que favorece a los empresarios y el día 7 del
mismo mes ordena que los trabajadores regresen a sus labores.
El 7 de enero de 1907 los obreros de la empresa textil de Rio Blanco Veracruz
se declaran en huelga, por las condiciones laborales y salariales con que
trabajaban, En Río Blanco había empleados cerca de 1700 obreros textiles, con
unas condiciones casi esclavistas. La jornada diaria era de 15 horas,
prácticamente de sol a sol, los sueldos eran ridículos: solo 35 centavos diarios,
si alguna máquina se estropeaba, el arreglo se descontaba del salario del
trabajador, las compras debían hacerse obligatoriamente en las tiendas
relacionadas con la compañía. Se empleaba a menores de edad, incluso
menores de 7 años, sin derecho a días festivos y no podían protestar por ese
trato tan injusto.
La huelga fue reprimida por el gobierno, se calcula que como resultado de la
represión hubo entre 400 a 800 muertos, varios líderes fueron fusilados y otros
huyeron a las montañas para salvar su vida.
Después de sofocado el movimiento, Porfirio Díaz ofreció un banquete a los
propietarios de las empresas, todos extranjeros, como una forma de compensar
las molestias causadas por la rebelión obrera. (lifeder.com)

Antes del inicio de la Revolución de 1910 ya había en el país una rebelión obrera
por las injusticias en que vivía la clase trabajadora. Toda esta inconformidad se
sumaría a la Revolución convocada por Madero.

Francisco I. Madero pensaba que los problemas que aquejaban a la nación


mexicana se resolverían con la apertura democrática, por lo que decide competir
contra Porfirio Díaz en la elección presidencial de 1910.

Convoca a la formación de un partido independiente al que en el primer tiraje de


La sucesión presidencial, llamó Partido Nacional Democrático, y que unos meses
después sería denominado Partido Antirreeleccionista, centro organizativo
nacional que propició la colaboración con otras agrupaciones políticas que
compartieran los objetivos del antirreleccionismo maderista. Esto dio resultado
para generar un gran movimiento. (María Teresa Franco en estudio Introductorio
de: “La Sucesión Presidencial” Francisco I. Madero. LXI Legislatura Cámara de
Diputados. 2010)
Enfrenta a un dictador en una elección es una de las más grades osadías de
Madero, en 1910 había mucha inconformidad contra el dictador, muchos habían
esperado que alguien prendiera la chispa, ese fue Madero. Decidió competir en
las elecciones presidenciales teniendo como compañero de fórmula a la
vicepresidencia a Francisco Vázquez Gómez, por el Partido Antireelecionista y
por el Partido Reelecionista Porfirio Días ara Presidente y Ramón Corral y
Teodoro Dehesa para vicepresidente. Antes del día de la elección Madero fue
encarcelado. El resultado oficial de la elección daba como triunfador a Díaz.
Entonces Madero se dio cuenta que solo había una salida: “La Revolución”. Un
demócrata y pacifista convocando a una revolución. Don Francisco I. Madero
lanzó el Plan de San Luis, el 5 de octubre de 1910, documento que convocaba
al pueblo mexicano a levantarse en armas. Los principales puntos de dicho plan
fueron la nulidad de las elecciones efectuadas en 1910, para presidente y
vicepresidente de la República, y el desconocimiento del gobierno del General
Díaz, así como el de todas las autoridades cuyo poder dimanaba del voto
ilegítimo. (sedena.gob)
El pueblo mexicano, al llamado de Don Francisco I. Madero, se lanzó a la lucha
armada el 20 de noviembre de 1910. Estas fuerzas fueron compuestas por
campesinos que reclamaban su derecho a la propiedad de tierras, por obreros
que reclamaban justicia social y por las clases medias que pedían libertad
política. Estos grupos fueron dirigidos por caudillos regionales, quienes
sobresalieron por su carisma. Entre los más destacados se encuentran, Emiliano
Zapata, que operó en la zona sur del país, y Pascual Orozco y Francisco Villa,
quienes combatieron en las regiones del norte. Es así como el 20 de noviembre
de 1910, da inicio el movimiento armado, con carácter esencialmente popular y
social, convirtiéndose en la primera gran revolución del siglo XX. (sedena.gob)
El gobierno desbarató las principales conspiraciones para el 20 de noviembre.
Francisco Madero se retiró a Texas, y el día 1 de diciembre Díaz comenzó un
nuevo mandato. Pero en enero de 1911 los maderistas de las montañas de
Chihuahua ya habían reclutado unos 2.000 guerrilleros. Los anarquistas
magonistas volvieron a dar señales de vida en la Baja California y capturaron la
población fronteriza de Mexicali. En febrero, Francisco Madero se reunió con los
maderistas en Chihuahua, donde en lugar de agentes antirreeleccionistas dignos
de confianza encontró cabecillas desconocidos y levantiscos, el principal de los
cuales era un transportista local, Pascual Orozco, y entre cuyos lugartenientes
se contaba un notable bandido llamado Francisco Villa. (Historia de América
Latina. La Revolución Mexicana)

En un artículo publicado por el CCH UNAM. Historia de México II, escrito por
Humberto Domínguez Chávez y Rafael Alonso Camarillo, nos narran el inicio de
la revolución maderista de la siguiente manera:
Con el fraude electoral todo parecía resuelto y el país se preparó en septiembre
para la celebración del centenario de la independencia, mientras Madero hacía
planes para la insurrección; que, sin ser convocada y en forma espontánea se
había iniciado en Tlaxcala, Morelos, Sinaloa y Yucatán. El 27 de septiembre el
Congreso declaraba Presidente y Vicepresidente a Díaz y Corral, y Madero huía
hacia los EUA el 5 de octubre, emitiendo el Plan de San Luis Potosí, donde
declaraba nulas las elecciones y se autonombraba Presidente provisional,
haciendo un llamado a la insurrección el 20 de noviembre, a las 6 de la tarde y
con distintivos tricolores como distintivo.
Sin embargo, esta sublevación planeada para las ciudades fue contenida por la
represión porfirista, que tenía identificados a los dirigentes urbanos; así, en
Puebla el 18 de noviembre los hermanos Aquiles y Máximo Serdán fueron
denunciados y asesinados, antes de poder iniciar la revuelta; mientras que en la
sierra de Chihuahua se levantaron en armas Pascual Orozco y Francisco Villa;
en Coahuila lo hacían Luis y Eulalio Gutiérrez; en Sonora José María Maytorena;
en Zacatecas Luis Moya; en Guerrero Rómulo, Ambrosio y Francisco Figueroa
Mata y en Morelos Emiliano Zapata. La sublevación aún no trascendía a nivel
nacional, mientras que los EUA movilizaron 20 mil soldados en la frontera y
pusieron en alerta a su flota de guerra, mientras dejaban que los maderistas
actuaran libremente a lo largo de la frontera, sin interferencia del Departamento
de Estado norteamericano. Madero se internó en México el 19 de noviembre,
pero se encontró con una aparente pobre respuesta; la revolución se había
desarrollado en forma espontánea y popular, sin control de los cuadros políticos
urbanos del maderismo.
Mientras tanto los rebeldes aparecieron en diversas regiones del país, sin
organización ni control de las fuerzas maderistas; pronto se multiplicaron
autonombrados capitanes, mayores, coroneles y generales; todos contra Díaz
pero sin coordinación ni mando, lo que era un problema para Madero que ni
siquiera sabía de su existencia, ni obedecían sus órdenes, pero que dañaron
más que sus propias fuerzas al ejército federal, que no sabía combatirlos, ni
podía enfrentarlos, ya que eran múltiples movimientos sin una organización
nacional que los coordinara y a quien perseguir. Pascual Orozco, un ranchero
acomodado y enemigo de los políticos porfiristas chihuahuenses se lanzó a la
lucha con sus seguidores; lo mismo hizo Pancho Villa, antiguo bandido de la
sierra, incorporado a la lucha por Abraham González un dirigente maderista
serrano; mientras que Emiliano Zapata defendía las tierras comunales de
Anenecuilco, Morelos, que habían sido despojadas por hacendados azucareros.
La insurrección se había iniciado, pero cada quien entendía, y defendía, sus
propios objetivos y metas.
Madero planeo la toma de una ciudad fronteriza, con el propósito de llamar la
atención de los EUA; para ello entró nuevamente a México el 13 de febrero de
1911, mientras que Díaz intentaba calmar a las buenas conciencias citadinas
con anuncios de terminar el reeleccionismo, e incluso repartir las propiedades
rurales; sin embargo, la insurrección estaba en el campo. El 6 de marzo la tropa
de Madero intentó apoderarse de Casas Grandes, Chihuahua, en donde fue
derrotado por el ejército porfirista; se retiró a las afueras de Ciudad Juárez, donde
se le unieron las fuerzas armadas organizadas por Villa y Orozco. Ambos líderes
decidieron, el 10 de mayo y sin autorización de Madero, capturar Ciudad Juárez.
Esto causó un escándalo internacional y la presión norteamericana obligó a Díaz
a firmar un armisticio el 22, acompañándolo de su renuncia y destierro. Los
Tratados de Ciudad Juárez, que fueron firmados entre los maderistas y el
gobierno federal, establecían la renuncia de Díaz y de Madero como presidentes,
la disolución de las fuerzas rebeldes y la sucesión presidencial en el Ministro de
Relaciones Exteriores de Díaz, Francisco León de la Barra; quien debería
convocar a nuevas elecciones federales para Presidente de la República, y de
Gobernadores en Sonora, Chihuahua, Coahuila y Yucatán.
Con el licenciamiento de las fuerzas maderistas, salvo los grupos irregulares de
Maytorena, Orozco y Zapata, en Sonora, Chihuahua y Morelos, que quedarían
como fuerzas revolucionarias mientras se realizaban las elecciones estatales, se
indicaba que los cambios se darían por la vía democrática y únicamente para
cambiar gobernantes, sin atender ningún reclamo social o laboral y sin tocar al
latifundismo. Toda reforma posible quedaba en manos de un Congreso en
funciones hasta 1913, y un poder Judicial en manos porfiristas, sin la presencia
del dictador.
La Presidencia de Madero
Integró una nueva organización política para contender en las elecciones
extraordinarias de 1911, el Partido Constitucional Progresista, con el que se
separó de sus seguidores reyistas y de los revolucionarios más radicales, con
excepción de Villa. Inició una nueva campaña electoral que lo condujo a la
Presidencia, el 6 de noviembre, con el único apoyo de la Constitución y el voto
del electorado; para él las reclamaciones se deberían hacer por los canales
legales, en la barandilla del Ministerio Público o con empleados en oficinas de
gobierno, mientras que los cambios legales que fueran necesarios
correspondería realizarlos al Congreso de la Unión, integrado por porfiristas.
Aclaró su posición personal en la prensa: nunca prometió repartir la tierra que no
era suya, ni modificar las relaciones obrero-patronales al margen de la ley; lo que
si prometió, y cumplió, fue el gobernar impulsando la democracia de la sociedad,
considerando que con ello generaría las condiciones para que se cumpliera la
voluntad popular, permitiendo la existencia de organizaciones obreras, como la
Casa del Obrero Mundial y la formación de un Partido Católico, para felicidad de
la Iglesia.
La presidencia de Madero duró 16 meses y estuvo marcada por la inestabilidad
política que acompañaron las insurrecciones de diversos porfiristas, y de sus
antiguos seguidores; acompañó su gobierno la incomprensión de una sociedad
acostumbrada a la mano dura de la dictadura, que había olvidado el sentido de
la democracia; el terror urbano ante la emergencia política de las clases bajas y
del campesinado, “los pelados”; la ambición 2 desmedida de los militares
porfiristas y de todas las clases acomodadas y, en especial, el terror de los
inversionistas extranjeros que veían en peligro sus inversiones y riquezas, ante
la emergencia de un fuerte nacionalismo en toda la sociedad.
Los hermanos Vázquez Gómez, antiguos reyistas, le recriminaban su
moderación; los zapatistas no aceptaban el licenciamiento de sus tropas y
exigían la devolución de tierras comunales que habían sido despojadas por los
hacendados azucareros morelenses; los anarcosindicalistas del Partido Liberal
Mexicano trataron de radicalizar la revuelta al escindir al país, creando una
efímera república anarquista en Baja California, que fue combatida por fuerzas
federales con el apoyo de tropas irregulares de antiguos maderistas. Mientras
que, en general, los campesinos insurrectos hacían una lectura propia del Plan
de San Luis Potosí, en su artículo 3º, que señalaba la posibilidad de solicitar la
devolución de tierras por quienes consideraran que hubieran sido despojados;
para estos campesinos esto significaba la realización de un reparto agrario,
mientras que para Madero y su gobierno significaba el seguimiento, ante los
tribunales, de las demandas que fueran justificadas. Los tiempos de la
administración de la justicia, si es que se aplicara con tribunales porfiristas, eran
muy diferentes de los tiempos de la siembra y de las necesidades cotidianas de
los campesinos.
A menos de veinte días de que Madero tomara el poder, el 25 de noviembre de
1911, se reinició la guerra con la insurrección de Zapata en Morelos bajo el Plan
de Ayala; mientras que Orozco hacía lo propio en Chihuahua, el 3 de marzo de
1912, con el Pacto de la Empacadora. Estos movimientos revolucionarios
demandaban la aplicación inmediata de reformas sociales y laborales, y el
reparto agrario y de la riqueza del país. Las rebeliones serían controladas por el
ejército porfirista: Aureliano Blanquet y Felipe Ángeles en Morelos, y Manuel
Mondragón y Victoriano Huerta en Chihuahua.
El descrédito era total, tanto para los insurrectos exmaderistas, como para los
porfiristas que habían mantenido la estabilidad por tres décadas, después de dos
elecciones presidenciales y de insurrecciones fracasadas de antiguos
maderistas; de revueltas secesionistas del Partido Liberal Mexicano; de
insurrecciones de prominentes políticos porfiristas como el sobrino del dictador,
Félix Díaz, y del ex ministro de Guerra y exgobernador Bernardo Reyes.
El ejército federal se convertía en la única institución que podía, aparentemente,
ofrecer estabilidad al país; sobre todo si se consideraba que en la medida que
avanzaba la inestabilidad política, el bajo pueblo, “los pelados”, tenían cada vez
más mayor participación en la sociedad y la vida diaria, después de treinta años
de vida bajo las “buenas conciencias”.
El golpe militar de 1913 y sus consecuencias

En febrero de 1913 se realizó el golpe de Estado del ejército federal que


desconoció al gobierno de Madero, con la insurrección del personal de la Escuela
de Aspirantes, que por necesidades de los levantamientos había sido creada
para formar oficiales.
Los líderes del movimiento fueron Félix Díaz y Bernardo Reyes, que fueron
liberados de la prisión de Santiago Tlatelolco, donde se encontraban presos por
sublevaciones anteriores. Mientras el Presidente se encontraba en la residencia
presidencial, en el Castillo de Chapultepec, los insurrectos trataron de tomar el
Palacio Nacional; fueron rechazados y las tropas golpistas se refugiaron en un
cuartel conocido como La Ciudadela. Reyes murió en el ataque y el
levantamiento quedó en manos de Félix Díaz. Las tropas que permanecían
leales a Madero se encontraban combatiendo a los zapatistas y no se contaba
en la ciudad de México con fuerzas suficientes para derrotar a los insurrectos,
que contaban con artillería. Se nombró a Victoriano Huerta como jefe de las
tropas que permanecían leales al gobierno, que sin ningún entusiasmo evitaron
el combate, mientras su jefe llegaba a acuerdos con los insurrectos; el problema
consistía en el nombramiento de un presidente interino. El acuerdo se formalizó
con el Pacto de la Ciudadela, de la embajada norteamericana en México para
algunos, que daba el interinato presidencial a Huerta y dejaba a Díaz en libertad
para ser electo presidente en nuevas elecciones. Madero y Pino Suárez fueron
apresados y posteriormente asesinados, lo mismo había sucedido antes con
Gustavo Madero.
Sólo bastaba tener el control del resto del país, del Congreso y de los
gobernadores, que por escrito dieron su aprobación; mientras que el gobernador
Maytorena abandonó Sonora, el gobernador Abraham González fue asesinado
en Chihuahua y el gobernador Venustiano Carranza se levantó en armas en
Coahuila, iniciando la insurrección contra el gobierno golpista, dirigido por el
ejército federal, para regresar al país al orden constitucional, de ahí el nombre
del movimiento, constitucionalista. El hecho de que se tratara de un gobernador
democráticamente electo en 1911, que contara con la autorización del Congreso
de Coahuila y que fuera una prominente figura del maderismo, todo ello invistió
a Carranza con todos los requisitos legales y el prestigio nacional para enfrentar
a la ilegalidad de los militares golpistas, la complicidad del Congreso de la Unión
y de un Poder Judicial corrupto. (Domínguez Chávez-Camarillo Aguilar 2009)

Al tratar de entender el Constitucionalismo social del que la Constitución de 1917


toma la vanguardia a nivel mundial, no podemos dejar de estudiar las causas
que le dieron origen, durante el porfiriato se fueron gestando demandas de los
obreros y campesinos, éstos grupos pusieron en Madero sus esperanzas y se
adhirieron de inmediato a la revolución convocada por él, sin embargo Madero
no pudo cumplir sus demandas y pronto se rebelaron contra él, lo que
aprovecharon los antiguos porfiristas para dale cuartelazo al gobierno de
Madero. Haciéndose del poder Victoriano Huerta con el apoyo norteamericano,
sin embargo, un hombre leal a los ideales de Madero y originario del mismo
Estado que él, decidió convocar a la Revolución Constitucionalista para luchar
contra el usurpador Victoriano Huerta. Éste hombre fue Venustiano Carranza.
Para el estudio de la Constitución de 1917 es de vital importancia estudiar las
aportaciones realizadas por Don Venustiano Carranza.
Hay que consideran que Carranza convoca a la Revolución Constitucionalista
por medio del Plan de Guadalupe, siendo Gobernador del Estado de Coahuila,
logrando en el Norte la adhesión al movimiento de Álvaro Obregón , Pablo
Gonzáles y Francisco Villa. Por su parte en el Sur Emiliano Zapata desarrollaba
su propia lucha contra Huerta. Tras la invasión al territorio nacional por parte de
los norteamericanos y los triunfos del Ejército Constitucionalista Huerta renunció
el 15 de julio de 1914. (100 Aniversario de la Constitución de 1917 PJF)
En octubre de 1916, Carranza convocó a un Congreso Constituyente en
Querétaro, iniciando sus trabajos para la nueva Constitución el 1ro. de diciembre
del mismo año, día en que Carranza presenta ante dicho congreso el proyecto
de Constitución y pronuncia un discurso. Considero muy importante analizar el
discurso de Carranza ante el Constituyente de Querétaro: Carranza se siente
emocionado al presentar el Proyecto de Constitución reformada, es la
culminación de la lucha que inicio contra el usurpador, dice que viene a cumplir
una promesa que en nombre de la revolución hizo en la Heroica Ciudad de
Veracruz al pueblo mexicano: el proyecto de Constitución reformada, proyecto
en el que están contenidas todas las reformas políticas que la experiencia de
varios años, y una observación atenta y detenida, me han sugerido como
indispensables para cimentar, sobre las bases sólidas, las instituciones, al
amparo de las que deba y pueda la nación laborar últimamente por su
prosperidad, encauzando su marcha hacia el progreso por la senda de la libertad
y del derecho; porque si el derecho es el que regulariza la función de todos los
elementos sociales, fijando a cada uno su esfera de acción, ésta no puede ser
en manera alguna provechosa, si en el campo que debe ejercitarse y
desarrollarse, no tiene la espontaneidad y la seguridad, sin las que carecerían
del elemento que, coordinando las aspiraciones y las esperanzas de todos los
miembros de la sociedad, los lleva a buscar en el bien de todos la prosperidad
de cada uno, estableciendo y realizando el gran principio de la solidaridad, sobre
el que deben descansar todas las instituciones que tienden a buscar y realizar el
perfeccionamiento humano. Carranza dice “los legisladores de 1857 se
conformaron con la proclamación de principios generales que no procuraron
llevar a la práctica”, y más adelante agrega “Lo mismo ha pasado exactamente
con los otros principios fundamentales que informan la misma Constitución de
1857, los que no han pasado, hasta ahora, de ser una bella esperanza, cuya
realización se ha burlado de una manera constante”. Y agrega “Y, en efecto; la
soberanía nacional, que reside en el pueblo, no expresa ni ha significado en
México una realidad, sino en poquísimas ocasiones, pues si no siempre, sí casi
de una manera rara vez interrumpida, el Poder público se ha ejercido, no por el
mandato libremente conferido por la voluntad de la nación, manifestada en la
forma que la ley señala, sino por imposiciones de los que han tenido en sus
manos la fuerza pública para investirse a sí mismos o investir a personas
designadas por ellos, con el carácter de representantes del pueblo”.
En lo referente a la división de poderes Carranza reconoce que es un principio
reconocido en la Constitución de 1857 pero que en la realidad todos los poderes
han estado ejercidos por una sola persona “todos los poderes han estado
ejercidos por una sola persona, habiéndose llegado hasta el grado de manifestar,
por una serie de hechos constantemente repetidos, el desprecio a la ley
suprema, dándose sin el menor obstáculo al jefe del Poder Ejecutivo la facultad
de legislar sobre toda clase de asuntos, habiéndose reducido a esto la función
del Poder Legislativo, el que de hecho quedó reducido a delegar facultades y
aprobar después lo ejecutado por virtud de ellas,..”
Así mismo Carranza en lo que se refiere a la soberanía de los Estados, dice que
la soberanía solo ha sido nominal “...porque ha sido el Poder central el que
siempre ha impuesto su voluntad, limitándose las autoridades de cada Estado a
ser los instrumentos ejecutores de las órdenes emanadas de aquél.” Y agrega
“Finalmente, ha sido también vana la promesa de la Constitución de 1857,
relativa a asegurar a los Estados la forma republicana, representativa y popular,
pues a la sombra de este principio, que también es fundamental en el sistema
de gobierno federal adoptado para la nación entera, los poderes del centro se
han ingerido en la administración interior de un Estado cuando sus gobernantes
no han sido dóciles a las órdenes de aquéllos, o sólo se ha dejado que en cada
Entidad federativa se entronice un verdadero cacicazgo, que no otra cosa ha
sido, casi invariablemente, la llamada administración de los gobernadores que
ha vista la nación desfilar en aquéllas.” (Diario de Debates 1916-1917)
También Carranza menciona que las reformas a las Constitución de 1857 que
prometió mediante las adiciones al Plan de Guadalupe, la Constitución
conservaría el espíritu liberal “…dichas reformas sólo se reducirían a quitarle lo
que la hace inaplicable, a suplir sus deficiencias, a disipar la obscuridad de
algunos de sus preceptos, y a limpiarla de todas las reformas que no hayan sido
inspiradas más que en la idea de poderse servir de ella para entronizar la
dictadura.”
Siempre me ha surgido la duda de quienes colaboraron con Carranza en la
preparación del proyecto de reformas a la Constitución de 1857 y que presenta
al Constituyente de Querétaro, sin duda hubo personas que aportaron ideas,
aunque Carranza no los menciona, pero veamos lo que Carranza dice respecto
a esto: “No podré deciros que el proyecto que os presento sea una obra perfecta,
ya que ninguna que sea hija de la inteligencia humana puede aspirar a tanto;
pero creedme, señores diputados, que las reformas que propongo son hijas
de una convicción sincera, son el fruto de mi personal experiencia y la
expresión de mis deseos hondos y vehementes porque el pueblo mexicano
alcance el goce de todas las libertades, la ilustración y progreso que le den lustre
y respeto en el extranjero, y paz y bienestar en todos los asuntos domésticos.”
Posteriormente Carranza hace una síntesis de las reformas que propone, pero
antes de entrar al estudio de estas propuestas me parece importante necesario
mencionar que Carranza no cambia el orden de los Títulos y secciones de la
Constitución de 1857, sino que sigue el mismo orden, proponiendo la misma
estructura de aquella Constitución y que puso en primer lugar los Derechos del
Hombre, pues tanto la Constitución de 1857 y la de 1917 tienen un origen
revolucionario, en las que se involucró a toda la nación, entonces lo justo es que
los derechos del hombre deban ir en primerísimo lugar, para que los poderes
establecidos y las autoridades que de acuerdo a la Constitución se establezcan
deben de respetar esos derechos del hombre, o como los llamó el Constituyente
de Querétaro “Garantías Individuales” y que actualmente son “Los derechos
humanos y sus garantías”. Continuando con el estudio de las reformas
propuestas por Carranza, en primer lugar menciona los derechos del hombre:
“…es incuestionable que el primer requisito que debe llenar la Constitución
Política, tiene que ser la protección otorgada, con cuanta precisión y claridad sea
dable, a la libertad humana…” “…La Constitución de un pueblo no debe procurar,
si es que ha de tener vitalidad que le asegure larga duración, poner límites
artificiales entre el Estado y el individuo…” y m{as adelante agrega …”debe
buscar que la autoridad que el pueblo concede a sus representantes, dado que
a él no le es posible ejercerla directamente, no pueda convertirse en contra de la
sociedad que la establece, cuyos derechos deben quedar fuera de su alcance,
supuesto que ni por un momento hay que perder de vista que el gobierno tiene
que ser forzosa y necesariamente el medio de realizar todas las condiciones sin
las cuales el derecho no puede existir y desarrollarse.” “…Ya antes dije que el
deber primordial del gobierno es facilitar las condiciones necesarias para la
organización del derecho o, lo que es lo mismo, cuidar de que se mantengan
intactas todas las manifestaciones de libertad individual, para que,
desarrollándose el elemento social, pueda, a la vez que conseguirse la
coexistencia pacífica de todas las actividades, realizarse la unidad de esfuerzos
y tendencias en orden a la prosecución del fin común: la felicidad de todos los
asociados.” Y lo que mencioné anteriormente respecto a que los derechos del
hombre están en la Constitución en primerísimo lugar, respecto a esto Carranza
menciona lo siguiente: “Por esta razón, lo primero que debe hacer la
Constitución política de un pueblo, es garantizar, de la manera más amplia
y completa posible, la libertad humana, para evitar que el Gobierno, a pretexto
del orden o de la paz, motivos que siempre alegan los tiranos para justificar sus
atentados, tenga alguna vez de limitar el derecho y no respetar su uso íntegro,
atribuyéndose la facultad exclusiva de dirigir la iniciativa individual y la actividad
social, esclavizando al hombre y a la sociedad bajo su voluntad omnipotente.”
Carranza menciona que la Constitución de 1857 estableció que: “…los derechos
del hombre son la base y objeto de todas las instituciones sociales; pero, con
pocas excepciones, no otorgó a esos derechos las garantías debidas, lo que
tampoco hicieron las leyes secundarias, que no llegaron a castigar severamente
la violación de aquéllas,…” y Agrega “El número de atentados contra la libertad
y sus diversas manifestaciones, durante el período en que la Constitución de
1857 ha estado en vigor, es sorprendente; todos los días ha habido quejas contra
los abusos y excesos de la autoridad, de uno a otro extremo de la República;”
Carranza dice que la Constitución de 1857 estableció los derechos del hombre
pero estableció la forma en que éstos deben de garantizarse, por lo que propone:
“el Gobierno de mi cargo propone, respecto a la sección primera del título primero
de la Constitución de 1857, y abrigo la esperanza de que con ellas y con los
castigos severos que el Código Penal imponga a la conculcación de las garantías
individuales, se conseguirá que los agentes del poder público sean lo que deben
ser: instrumentos de seguridad social, en vez de ser lo que han sido, los
opresores de los pueblos que han tenido la desgracia de caer en sus manos.”
Por lo que se refiere a la justicia ordinaria a cargo de los jueces locales, Carranza
dice que éstos se han puesto como instrumentos ciegos de los gobernadores,
que descaradamente se inmiscuían en asuntos que estaban por completo fuera
del alcance de sus atribuciones, se hacía preciso tener un recurso, acudiendo a
la autoridad judicial federal para reprimir tantos excesos. Esto a través del
Amparo. Y sobre éste medio de defensa Carranza dice: El pueblo mexicano está
ya tan acostumbrado al amparo en los juicios civiles, para librarse de las
arbitrariedades de los jueces, que el Gobierno de mi cargo ha creído que sería
no sólo injusto, sino impolítico, privarlo ahora de tal recurso, estimando que
bastará limitarlo únicamente a los casos de verdadera y positiva necesidad,
dándole un procedimiento fácil y expedito para que sea efectivo, como se servirá
ver la Cámara en las bases que se proponen para su reglamentación.
Carranza menciona que las garantías establecidas en el artículo 20 de la
Constitución de 1857 han sido enteramente ineficaces pues al lado de ellas han
surgido prácticas inquisitoriales, que dejan por regla general a los acusados
sujetos a la acción arbitraria y despótica de los jueces y aun de los mismos
agentes o escribientes suyos. Por lo que más adelante agrega: El procedimiento
criminal en México ha sido hasta hoy, con ligerísimas variantes, exactamente el
mismo que dejó implantado la dominación española,… Hace una crítica al
sistema penal que se aplicaba en esa época señalando los vicios y
arbitrariedades con que operaba, por lo que propone: La reforma que sobre este
particular se propone, a la vez que confirma a los jueces la facultad exclusiva de
imponer penas, sólo concede a la autoridad administrativa castigar la infracción
de los reglamentos de policía, que por regla general sólo da lugar a penas
pecuniarias y no a reclusión, la que únicamente se impone cuando el infractor no
puede pagar la multa.
Sobre la Institución del Ministerio Público Carranza expresa: Las leyes vigentes,
tanto en el orden federal como en el común, han adoptado la institución del
Ministerio Público, pero tal adopción ha sido nominal, porque la función asignada
a los representantes de aquél, tiene carácter meramente decorativo,… Los
jueces mexicanos han sido, durante el período corrido desde la consumación de
la independencia hasta hoy, iguales a los jueces de la época colonial: ellos son
los encargados de averiguar los delitos y buscar las pruebas, a cuyo efecto
siempre se han considerado autorizados a emprender verdaderos asaltos contra
los reos, para obligarlos a confesar, lo que sin duda alguna desnaturaliza, las
funciones de la judicatura. Posteriormente agrega: La misma organización del
Ministerio Público, a la vez que evitará ese sistema procesal tan vicioso,
restituyendo a los jueces toda la dignidad y toda la respetabilidad de la
magistratura, dará al Ministerio Público toda la importancia que le corresponde,
dejando exclusivamente a su cargo la persecución de los delitos, la busca de los
elementos de convicción, que ya no se hará por procedimientos atentatorios y
reprobados, y la aprehensión de los delincuentes.
Por otra parte, el Ministerio Público, con la policía judicial represiva a su
disposición, quitará a los presidentes municipales y a la policía común la
posibilidad que hasta hoy han tenido de aprehender a cuantas personas juzgan
sospechosas, sin más méritos que su criterio particular. Con la institución del
Ministerio Público, tal como se propone, la libertad individual quedará asegurada;
porque según el artículo 16, nadie podrá ser detenido sino por orden de la
autoridad judicial, la que no podrá expedirla sino en los términos y con los
requisitos que el mismo artículo exige.
Por lo que se refiere al reparto de la tierra, Carranza menciona que el artículo 27
de la Constitución de 1857, faculta para ocupar la propiedad de las personas sin
el consentimiento de ellas y previa indemnización, cuando así lo exija la utilidad
pública. Por lo que propone que se adquieran tierras para repartirlas al pueblo
que quiera dedicarse a las labores agrícolas, propone también dejar en vigor la
prohibición de las Leyes de Reforma sobre la capacidad de las corporaciones
civiles y eclesiásticas para adquirir bienes raíces, pues más adelante agrega “La
necesidad de esta reforma se impone por sí sola, pues nadie ignora que el clero,
incapacitado para adquirir bienes raíces, ha burlado la prohibición de la ley,
cubriéndose de sociedades anónimas; y como por otra parte, estas sociedades
han emprendido en la República la empresa de adquirir grandes extensiones de
tierra, se hace necesario poner a este mal un correctivo pronto y eficaz, porque,
de lo contrario, no tardaría el territorio nacional en ir a parar, de hecho o de una
manera ficticia, en manos de extranjeros.” Y sobre la adquisición de bienes por
los extranjeros dice: “En otra parte se os consulta la necesidad de que todo
extranjero, al adquirir bienes raíces en el país, renuncie expresamente a su
nacionalidad, con relación a dichos bienes, sometiéndose en cuanto a ellos, de
una manera completa y absoluta, a las leyes mexicanas,…”
Por lo que respecta al artículo 28 propone “se consulta para el artículo 28 a fin
de combatir eficazmente los monopolios y asegurar en todos los ramos de la
actividad humana la libre concurrencia, la que es indispensable para asegurar la
vida y el desarrollo de los pueblos…”
Con respecto a los derechos de los trabajadores propone una reforma a la
fracción 20 del artículo 72 en la que “se confiere al Poder Legislativo federal,
para expedir leyes sobre el Trabajo, en las que se implantarán todas las
instituciones del progreso social en favor de la clase obrera y de todos los
trabajadores; con la limitación del número de horas y trabajo, de manera que el
operario no agote sus energías y sí tenga tiempo para el descanso y el solaz y
para atender al cultivo de su espíritu, para que pueda frecuentar el trato de sus
vecinos, el que engendra simpatías y determina hábitos de cooperación para el
logro de la obra común; con las responsabilidades de los empresarios para los
casos de accidentes; con los seguros para los casos de enfermedad y de vejez;
con la fijación del salario mínimo bastante para subvenir a las necesidades
primordiales del individuo y de la familia, y para asegurar y mejorar su
situación…”
Por lo que respecta al artículo 30 dice que “se ha creído necesario definir, con
toda precisión y claridad, quiénes son los mexicanos por nacimiento y quiénes
tienen esa calidad por naturalización,…”
Por lo que se refiere al derecho del voto consagrado en el artículo 35 de la
Constitución de 1857, Carranza menciona que ha habido un debate en que si se
debe conceder el voto activo para todos los ciudadanos sin excepción alguna o
se conceda a aquellos que tengan determinado ingreso e instrucción, al respecto
menciona: Para que el ejercicio del derecho al sufragio sea una positiva y
verdadera manifestación de la soberanía nacional, es indispensable que sea
general, igual para todos, libre y directo. Al respecto menciona que la Revolución
de Ayutla se realizó contra la opresión y la dictadura, por lo que menciona:
aquella revolución fue hecha por las clases inferiores, por los ignorantes y los
oprimidos, la Constitución de 1857, que fue su resultado, no pudo racionalmente
dejar de conceder a todos, sin distinción, el derecho de sufragio, ya que habría
sido una inconsecuencia negar al pueblo todas las ventajas de su triunfo. Y
agrega: La revolución que me ha cabido en suerte dirigir, ha tenido también por
objeto destruir la dictadura militar, desentrañando por completo sus raíces, y dar
a la nación todas las condiciones de vida necesarias para su desarrollo; y como
han sido las clases ignorantes las que más han sufrido, porque son ellas sobre
las que han pesado con toda su rudeza el despotismo cruel y la explotación
insaciable, sería, ya no diré una simple inconsecuencia, sino un engaño
imperdonable, quitarles hoy lo que tenían anteriormente conquistado. El
Gobierno de mi cargo considera, por tanto, que sería impolítico e inoportuno en
estos momentos, después de una gran revolución popular, restringir el sufragio,
exigiendo para otorgarlo la única condición que racionalmente puede pedirse, la
cual es que todos los ciudadanos tengan la instrucción primaria bastante para
que conozcan la importancia de la función electoral y puedan desempeñarla en
condiciones fructuosas para la sociedad.
Por lo que se refiere al Legislativo y al Ejecutivo, Carranza hace notar que el
Constituyente de 1857 estableció un poder excesivo para el legislativo, siendo
casi un sistema parlamentario, por lo que propone reducir facultades al
Legislativo para darle mayor fuerza al Ejecutivo, ya que la elección del Ejecutivo
era indirecta a través de los Colegios Electorales. Por lo que menciona lo
siguiente:
La elección directa del presidente y la no reelección, que fueron las conquistas
obtenidas por la revolución de 1910, dieron, sin duda, fuerza al Gobierno de la
nación, y las reformas que ahora propongo coronarán la obra. El presidente no
quedará más a merced del Poder Legislativo, el que no podrá tampoco invadir
fácilmente sus atribuciones.
Si se designa al presidente directamente por el pueblo, y en contacto constante
con él por medio del respeto a sus libertades, por la participación amplia y
efectiva de éste en los negocios públicos, por la consideración prudente de las
diversas clases sociales y por el desarrollo de los intereses legítimos, el
presidente tendrá indispensablemente su sostén en el mismo pueblo; tanto
contra la tentativa de cámaras invasoras, como contra las invasiones de los
pretorianos. El Gobierno, entonces, será justo y fuerte.
Carranza también propone la supresión del vicepresidente
, por lo que al respecto dice: Conocida os es ya, señores diputados, la reforma
que recientemente hizo el Gobierno de mi cargo a los artículos 78, 80, 81 y 82
de la Constitución federal, suprimiendo la vicepresidencia y estableciendo un
nuevo sistema para substituir al presidente de la República tanto en sus faltas
temporales, como en las absolutas; y aunque en la parte expositiva del decreto
respectivo se explicaron los motivos de dicha reforma, creo, sin embargo,
conveniente llamar vuestra atención sobre el particular. La vicepresidencia, que
en otros países ha logrado entrar en las costumbres y prestado muy buenos
servicios, entre nosotros, por una serie de circunstancias desgraciadas, llegó a
tener una historia tan funesta, que en vez de asegurar la sucesión presidencial
de una manera pacífica en caso inesperado, no hizo otra cosa que debilitar al
gobierno de la República.
En lo que se refiere al Poder Judicial Carranza dice: Otras reformas sobre cuya
importancia y trascendencia quiero, señores diputados, llamar vuestra atención,
es la que tiende a asegurar la completa independencia del Poder Judicial,
(…)uno de los anhelos más ardientes y más hondamente sentidos por el pueblo
mexicano, es el de tener tribunales independientes que hagan efectivas las
garantías individuales contra los atentados y excesos de los agentes del poder
público y que protejan el goce quieto y pacífico de los derechos civiles de que ha
carecido hasta hoy.
Carranza concluye su discurso ante el Congreso Constituyente de Querétaro con
las siguientes palabras:
Señores diputados, no fatigaré por más tiempo vuestra atención, pues larga y
cansada sería la tarea de hablaros de las demás reformas que contiene el
proyecto que tengo la honra de poner en vuestras manos, reformas todas
tendentes a asegurar las libertades públicas por medio del imperio de la ley, a
garantizar los derechos de todos los mexicanos por el funcionamiento de una
justicia administrada por hombres probos y aptos, y a llamar al pueblo a
participar, de cuantas maneras sea posible, en la gestión administrativa. El
Gobierno de mi cargo cree haber cumplido su labor en el límite de sus fuerzas,
y si en ello no ha obtenido todo el éxito que fuera de desearse, esto debe
atribuirse a que la empresa es altamente difícil y exige una atención constante
que me ha sido imposible consagrarle, solicitado, como he estado
constantemente, por las múltiples dificultades a que he tenido que atender. Toca
ahora a vosotros coronar la obra, a cuya ejecución espero os dedicaréis con toda
la fe, con todo el ardor y con todo el entusiasmo que de vosotros espera vuestra
patria, la que tiene puestas en vosotros sus esperanzas y aguarda ansiosa el
instante en que le deis instituciones sabias y justas.

Como mencioné anteriormente, considero importante revisar el discurso que


pronunció Don Venustiano Carranza ante el Constituyente de Querétaro, ya que
menciona los aspectos más importantes del proyecto de reformas a la
Constitución de 1857. El Constituyente entra al debate sobre cada uno de los
artículos del proyecto y en muchos de ellos realiza modificaciones, se sabe que
en éste Constituyente no tuvieron presencia los zapatistas ni los villistas, pero
los diputados toman en cuenta las demandas que plantearon estos grupos
durante la revolución y las incluyen en la Constitución del 5 de febrero de 1917.

3.1. Estructura de la Constitución Mexicana

En la atención a la necesidad de analizar las disposiciones constitucionales,


también se ha sistematizado su contenido (Ramírez Millán, 2000), para lo cual
varios autores han propuesto diferentes divisiones, siendo la más común la que
la divide en parte dogmática y parte orgánica. En lo particular considero que uno
de los autores que propone una división más adecuada es el jurista mexicano
Elisur Arteaga Nava. Quien lo hace de la siguiente forma (las notas en cursivas
son mías):

• 1) La parte dogmática que abarca de los artículos 1º al 29, resaltando


que a lo largo del instrumento jurídico citado, también se encuentran
derechos a favor de los individuos, así se denomina por comprender
principios que se siguen sin la necesidad de comprobarlos o demostrarlos.
• 2) La parte orgánica relativa a la estructura, el funcionamiento y las
facultades de los poderes centrales y locales, artículos 49 al 122; toma el
nombre ya que es la parte que organiza al poder público y señala las
limitaciones que ese ente tiene.
• 3) La parte programática que define la naturaleza y las características
del Estado Mexicano, artículos 39 al 41.
• 4) La parte de derechos sociales, artículos 27 y 123.
• 5) La parte de las prevenciones generales, comprende un cúmulo
extenso de materias de diferente índole, como la ciudadanía, la
extranjería, supremacía, reformas y permanencia constitucional.
• 6) Como última la parte transitoria, que hizo operante la entrada en
vigor de la constitución de 1917, dispuso la derogación de las normas de
1857 que se le opusieran y reguló la transición entre una y otra. (Arteaga
Nava. 1999)

Ahora en este apartado mencionaré como está organizada en sus Títulos, Capítulos, apartados
y el articulado, para lo cual recomiendo ver en una sola vista toda la estructura de la
Constitución.

Arts. 1 al 29 Arts. 30, 31 y 32 Art. 33 Arts. 34 al 38

Arts. 39, 40 y 41
Arts. 42 al 48
Art. 49 Arts. 50 al 79 Arts. 80 al 93 Arts. 94 al 107

Arts. 108 al 114

Arts. 115 al 122

Art. 123

Arts. 124 al 134


Art. 135

Art. 136

3.2. Los Principios en la Constitución de 1917

De acuerdo con Miguel de la Madrid Hurtado la Constitución tiene una serie de


principios o decisiones políticas fundamentales, el referido jurista y expresidente
de la Republica nos dice: Del texto constitucional se puede desprender un
conjunto de principios o decisiones políticas fundamentales que el pueblo
mexicano ha venido adoptando desde los primeros días de nuestra
independencia, y que se ha plasmado en las diversas Constituciones que hemos
tenido (De la Madrid H. 2001)
El mismo autor al referirse a la Constitución de 1917 expresa: Esta no se limitó
a reformas o adiciones menores sino que incorporó el nuevo ideario que resultó
de la Revolución mexicana, cuyas preocupaciones principales giraron alrededor
de los ideales de la democracia, el nacionalismo y la justicia social. (De la Madrid
H. 2001)
Por su parte Pascual Alberto Orozco Garibay nos dice: Muchas aspiraciones de
los mexicanos de principios del siglo XX quedaron plasmados en el texto
Constitucional, sin embargo con el devenir de la historia, la sociedad ha
cambiado, sus costumbres, sus valores ya nos son los mismos. La Constitución
misma se ha tenido que adaptar a los nuevos tiempos, algunos de sus
postulados originales se han modificado. (Orozco Garibay 2006)
Para el referido autor la Constitución contiene 14 principios que son los
siguientes:
1. México es un Estado de tipo federal;
2. Su forma es un gobierno es una república, representativa, democrática,
(laica) y presidencialista;
3. Existe división de funciones entre los órganos de poder;
4. La soberanía popular;
5. El municipio libre;
6. Los Derechos Humanos;
7. Libertad de creencias, educación laica y separación de las iglesias y el
Estado;
8. La existencia de partidos políticos;
9. La rectoría del Estado en materia económica;
10. La múltiple nacionalidad;
11. El territorio como espacio geográfico y como ámbito espacial de validez;
12. Las responsabilidades de los servidores públicos;
13. La supremacía Constitucional y la jerarquía normativa, y
14. La justicia Constitucional.

Por su parte Miguel de la Madrid nos presenta otro orden de los principios
fundamentales en la Constitución de 1917, poniendo en primer lugar al
Constitucionalismo Social
En 1917 la Constitución mexicana dio origen al constitucionalismo social, que
prevalece hasta nuestros días, según el cual la ley fundamental de los pueblos
no se limita a establecer las bases de la organización política de los estados y a
reconocer y proteger los derechos del hombre, en su aspecto individual, sino que
agrega el valor de los derechos sociales y establece también las bases de
nuestro sistema económico.
Hay que resaltar que Miguel de la Madrid hace una distinción entre derechos
individuales y derechos sociales, al respecto dice: El artículo 1o. del título primero
de la Constitución de 1917 consagró las garantías individuales de los derechos
del hombre, aunque posteriormente se agregaron importantes derechos
sociales.
Sobre los Derechos Humanos y sus garantías, Miguel de la Madrid antes de la
reforma de 10 de junio del 2011 las menciona como garantías individuales,
mencionan las siguientes: En efecto, dicho capítulo garantizó la libertad de los
hombres, prohibiendo la esclavitud (artículo 2o.); estableciendo la igualdad ante
la ley del varón y la mujer (artículo 5o.); el derecho a decidir, de manera libre,
responsable e informada el número y espaciamiento de sus hijos (artículo 4o.);
la libertad de profesión, industria y trabajo, siendo lícitos (artículo 5o.); la libertad
de manifestación de las ideas (artículo 6o.); la libertad de escribir y publicar
escritos sobre cualquier materia (artículo 7o.); el derecho de libre petición,
siempre que ésta se formule por escrito, de manera pacífica y respetuosa
(artículo 8o.); la libertad de asociación o reunión en forma pacífica con cualquier
objeto lícito, sin que se proteja la reunión armada o en la que se profieran injurias
contra la autoridad, ni se haga uso de violencia o amenazas para intimidarla u
obligarla a resolver en el sentido que se desee (artículo 9o.); el derecho a poseer
armas en su domicilio para seguridad y legítima defensa (artículo 10); la libertad
de tránsito para entrar en la república, salir de ella, viajar por su territorio y mudar
de residencia (artículo 11); la libertad de profesar la creencia religiosa que más
le agrade y para practicar las ceremonias, devociones o actos de culto
respectivo, siempre que no constituyan delito o faltas penadas por la ley (artículo
24). Los artículos 14-16 contienen diversas garantías de seguridad respecto a
actos de autoridad para proteger la vida, la libertad o las propiedades,
posesiones o derechos (artículo 14), familia, domicilio y papeles (artículo 16). El
mismo artículo 16 y los subsecuentes, hasta el 23, establecen un régimen de
garantías frente a actos de autoridad que priven al individuo de su libertad o lo
sujeten a procesos penales. (De la Madrid Hurtado 2001)

Es importante comentar que con la reforma constitucional de Derechos


Humanos, publicada en el Diario Oficial de la Federación el 10 de junio del 2011,
se establecieron en el artículo 1° constitucional varios principios que ahora rigen
a los derechos humanos, estos son:
a) Se cambia el concepto de garantías individuales por el de Derechos
Humanos y sus garantías;
b) Se establece que la Constitución reconoce los Derechos Humanos porque
éstos son anteriores al Estado, por lo que ya no los otorga como antes
decía el texto constitucional;
c) Incorpora los Derechos Humanos contenidos en los tratados
internacionales que ha suscrito el Estado mexicano. Que los firme el
Presidente de la República y que los apruebe el Senado;
d) Se establece el principio de interpretación conforme, al establecer “Las
normas relativas a los derechos humanos se interpretarán de conformidad
con esta Constitución y los tratados internacionales de la materia;
e) Se establece el principio pro-persona, al establecerse “favoreciendo en
todo tiempo a las personas la protección más amplia”;
f) Se establece el principio de universalidad: El carácter universal de los
derechos humanos implica, entonces, que todos los miembros de la
especie humana, sin importar su sexo, edad, raza, lugar de
residencia, nacionalidad, religión, situación económica, o cualquier
otra condición semejante, gozan de ellos, pues su calidad de
personas, amén de cualquier otras cualidades o características, la
que los hace sujetos activos de dichos derechos.
g) Se establece el principio de interdependencia: El principio de
interdependencia tiene como base el hecho de que los derechos humanos
se encuentran relacionados o conectados entre sí, y que en
consecuencia, la satisfacción o la afectación a alguno de ellos tiene
efectos en el goce o eficacia de otros.
h) Se establece el principio de indivisibilidad: Este principio atiende a que los
derechos humanos forman un conjunto inseparable, esto es, a que
constituyen elementos de un todo que no admite separación.
i) Se establece el principio de progresividad: El principio de progresividad
se refiere a que todas las cuestiones relativas a los derechos humanos,
tales como su reconocimiento y protección, deben buscarse un constante
avance o mejoramiento; y, en contrasentido, apunta a la no regresividad,
esto es, a que una vez que se ha alcanzado un determinado estándar no
se admitan medidas de retroceso.
j) Así mismo se establece la obligación para todas las autoridades en sus
respectivas competencias el de promover, respetar, proteger y garantizar
los derechos humanos;
k) En consecuencia, el Estado deberá prevenir, investigar, sancionar y
reparar las violaciones a los derechos humanos, en los términos que
establezca la ley.
(Serie Derechos Humanos. Suprema Corte de Justicia de la Nación, 2013)

Los Derechos sociales


Por lo que respecta a los Derechos Sociales De la Madrid nos dice lo siguiente:
Los derechos sociales, al nivel de la ley fundamental, fueron establecidos por
primera vez en la técnica constitucional del mundo en la Constitución mexicana
de 1917, efectuando uno de los avances más ricos de esta carta suprema,
producto de la Revolución mexicana y posteriormente distingue los siguientes:
a) El derecho a la educación (establecida en el artículo 3°) —impartida por
la Federación, los estados y lo municipios— a nivel preescolar, primaria y
secundaria, siendo obligatorias la educación primaria y la secundaria. La
educación será laica y, por tanto, se mantendrá por completo ajena a
cualquier doctrina religiosa. (Actualmente el artículo 3° establece: La
educación preescolar, primaria y secundaria conforman la educación
básica; ésta y la media superior serán obligatorias) ,… la educación se
basará en los resultados del progreso científico, luchará contra la
ignorancia y sus efectos, las servidumbres, los fanatismos y los prejuicios,
y el criterio que orientará a esa educación será democrático, nacional y
contribuirá a la mejor convivencia humana, tanto por los elementos que
aporte a fin de robustecer en el educando, junto con el aprecio a la
dignidad de la persona y la integridad de la familia, la convicción del
interés general de la sociedad, cuanto por el cuidado que ponga en
sustentar los ideales de fraternidad e igualdad de derechos de todos los
hombres, evitando los privilegios de razas, religiones, grupos, sexos o de
individuos. La fracción VII del mismo artículo establece: Las universidades
y las demás instituciones de educación superior a las que la ley otorgue
autonomía, tendrán la facultad y la responsabilidad de gobernarse a sí
mismas; realizarán sus fines de educar, investigar y difundir la cultura de
acuerdo con los principios de este artículo, respetando la libertad de
cátedra e investigación y de libre examen de las ideas; determinarán sus
planes y programas;…
b) El derecho de los pueblos indígenas (artículo 2°) para que la ley proteja y
promueva el desarrollo de sus lenguas, culturas, usos, costumbres, y
formas específicas de organización social, así como el derecho de sus
integrantes al efectivo acceso a la jurisdicción del Estado.
c) El derecho a la protección de la salud (artículo 4o.).
d) El derecho de toda persona a un medio ambiente adecuado para su
desarrollo y bienestar… El daño y deterioro ambiental generará
responsabilidades para quien lo provoque. (artículo 4)…
e) El derecho de toda familia a disfrutar de vivienda digna y decorosa
(artículo 4o.).
f) El derecho de los niños y de las niñas a la satisfacción de sus necesidades
de alimentación, salud, educación y sano esparcimiento para su
desarrollo integral. Es deber de los padres preservar estos derechos de
los menores y la ley determinará los apoyos a la protección de los mismos,
a cargo de las instituciones públicas (artículo 4o.).
g) Las bases de la reforma agraria, mediante el reconocimiento de la
personalidad de los núcleos ejidales y comunales y la protección de su
propiedad sobre la tierra, tanto para el asentamiento humano como para
actividades productivas. Se prohíbe el latifundio y se define la pequeña
propiedad agrícola y la ganadería (fracciones VII-XVIII del artículo 27).
h) Derecho a la justicia expedita y honesta para los campesinos en lo que se
refiere a la tierra ejidal, comunal y de la pequeña propiedad (fracción XIX).
i) Derecho al desarrollo rural integral (fracción XX), para lo cual el Estado
promoverá las condiciones que generen y garanticen a la población
campesina el bienestar y su participación en el desarrollo nacional.
j) El derecho de toda persona al trabajo digno y socialmente útil, mediante
la creación de empleos y la organización social para el trabajo (artículo
123). Este mismo precepto contiene una amplia gama de disposiciones
para regular la relación de trabajo, en aspectos tales como la protección
a menores, el descanso semanal, las vacaciones, la protección a mujeres
embarazadas, disposiciones protectoras del salario, participación de los
trabajadores en las utilidades de las empresas, horas extras, vivienda
obrera, capacitación y adiestramiento para el trabajo, responsabilidad de
los patrones por accidentes de trabajo y por enfermedades profesionales,
normas de higiene y seguridad en los centros de trabajo, así como los
derechos colectivos de trabajadores y empresarios para coaligarse en
defensa de sus respectivos intereses, formando sindicatos, asociaciones
profesionales, etcétera, derechos de huelga y paro y, en fin, bases para
la justicia laboral a cargo de tribunales especializados (juntas de
conciliación y arbitraje) integrados por igual número de representantes de
obreros, patrones y uno del gobierno, así como también un amplio
catálogo de derechos individuales y colectivos de los trabajadores, entre
los que destacan la institución del patrimonio familiar y el establecimiento
del Seguro Social (artículo 123, apartado A).

Miguel De la Madrid dice que la base y la concepción de los derechos


individuales y los derechos sociales son distintos, pues los derechos
individuales, hoy derechos humanos son anteriores a la sociedad o como refieren
otros autores, son anteriores al Estado y a la ley, ... Los derechos individuales
del hombre exigen la abstención de las autoridades estatales de actos que
puedan vulnerarlos, y para ello se establecen los recursos jurídicos necesarios
en favor de los individuos (en nuestro caso, el juicio de amparo).
Y el mimo jurista refiere: Los derechos sociales parten del reconocimiento de que
la dignidad, la libertad y la justicia entre individuos y grupos sólo es posible si la
sociedad y su organización política, el Estado, se articulan en tal forma que se
generen las condiciones materiales e institucionales para su realización y
desarrollo. En el caso de los derechos sociales, el Estado está obligado a su
cumplimiento directo cuando las leyes así lo señalen, y en los términos que se
establezcan en ellas. En todo caso, el Estado está obligado a establecer el orden
normativo, las políticas públicas y las instituciones que propicien el goce y
disfrute de esos derechos sociales.
Los Derechos Políticos
Por lo que se refiere a los derechos políticos estos parten del derecho que tienen
las personas como miembros de un Estado en su carácter de ciudadanos, para
lo cual el artículo 34 de la Constitución nos define quienes son los ciudadanos:
Artículo 34. Son ciudadanos de la República los varones y mujeres que, teniendo
la calidad de mexicanos, reúnan, además, los siguientes requisitos: I. Haber
cumplido 18 años, y II. Tener un modo honesto de vivir.
Por su parte el artículo 35 establece los derechos del ciudadano y estos son: I.
Votar en las elecciones populares; II. Poder ser votado para todos los cargos de
elección popular… III. Asociarse individual y libremente para tomar parte en
forma pacífica en los asuntos políticos del país; IV. Tomar las armas en el Ejército
o Guardia nacional, para la defensa de la República y de sus instituciones,… V.
Ejercer en toda clase de negocios el derecho de petición; VI. Poder ser nombrado
para cualquier empleo o comisión del servicio público,… VII. Iniciar leyes, en os
términos y con los requisitos que señalen esta Constitución y la ley del
Congreso… y VIII Votar en las consultas populares sobre temas de
trascendencia nacional…
Por lo que se refiere a la acción política Miguel De la Madrid nos dice: El ejercicio
de la acción política mediante la organización colectiva se realiza a través,
principalmente, de los partidos políticos, que son definidos por la Constitución
como entidades de interés público, los cuales tienen el derecho de participar en
las elecciones federales, locales y municipales. Los partidos tienen como
finalidad promover la participación del pueblo en la vida democrática, contribuir
a la integración de la representación nacional y, como organizaciones de
ciudadanos, hacer posible el acceso de éstos al ejercicio del poder público, de
acuerdo con los programas, principios e ideas que postulan y mediante el
sufragio universal, libre, secreto y directo. Sólo los ciudadanos —no las
organizaciones— pueden afiliarse libre e individualmente a los partidos políticos
(artículo 41, párrafo segundo).

Principio de soberanía popular.


Respecto a este principio Miguel de la Madrid escribe: Otro de los principios
fundamentales que sustenta la Constitución de 1917 es el de la soberanía
popular. El texto constitucional señala: “La soberanía residen esencial y
originariamente en el pueblo. Todo poder público dimana del pueblo y se instituye
en beneficio de éste. El pueblo tiene, en todo tiempo, el inalienable derecho de
alterar o modificar la forma de su gobierno”.
Cuando un pueblo que durante muchos años estuvo dominado por rey o
emperador, no era soberano, a partir de que el pueblo lucha para lograr su
libertad, sacudiéndose la dominación que lo tenía subyugado, en ese momento
el pueblo gana su soberanía, y en facultad de esa soberanía elige a una
asamblea o Congreso Constituyente que es integrada por miembros de ese
mismo pueblo que lucho contra la dominación, para que en nombre de la
soberanía del pueblo redacte una Constitución con la que se constituye al Estado
o nación y también se plasmen los derecho del pueblo, los poderes y las
instituciones que habrán de gobernar a ese pueblo. La Asamblea Constituyente,
el establecer los poderes, les trasmite la soberanía de que el pueblo les dotó y
posteriormente desaparece. Po ello es de entender lo que establecen los
artículos 40 y 41 de la Constitución:
Artículo 40. Es voluntad del pueblo mexicano constituirse en una República
representativa, democrática, laica y federal, compuesta por Estados libres y
soberanos en todo lo concerniente a su régimen interior, y por la Ciudad de
México, unidos en una federación establecida según los principios de esta ley
fundamental.
Artículo 41. El Pueblo ejerce su soberanía por medio de los Poderes de la Unión,
en los casos de la competencia de éstos, y por los de los Estados y la Ciudad de
México, en todo lo que toca a sus regímenes interiores, en los términos
respectivamente establecidos por la presente Constitución Federal y las
particulares de cada Estado y de la Ciudad de México, las que en ningún caso
podrán contravenir las estipulaciones del Pacto Federal.
El Constituyente también en uso de la soberanía que le confirió el pueblo, deja
establecido a un poder reformador de la Constitución o también llamado
Constituyente Permanente y que está compuesto por el Congreso de la Unión y
las Legislaturas de los Estados y de la Ciudad de México, para que en el ejercicio
de esa soberanía realicen las reformas a la Constitución y la adapten a la
realidad actual de la sociedad, lo anterior de acuerdo a lo que establece el
artículo 135 de la Constitución Federal.
Así mismo el Presidente de la República en el ejercicio de la soberanía puede
suscribir tratados internacionales, los que deben ser aprobados por el Senado,
pero dichos tratados no pueden ser contrarios a la Constitución, o como expresa
Miguel de la Madrid “Respecto a la cuestión de eventuales cesiones de
soberanía a favor de organismos supranacionales mediante tratados
internacionales, el artículo 133 es claro: para ser ley suprema de la Unión, los
tratados deben estar de acuerdo con la Constitución de los Estados Unidos
Mexicanos y ser celebrados por el presidente de la república, con aprobación del
Senado. Ningún tratado internacional podría desconocer los principios políticos
fundamentales que sostiene la Constitución.” (De la Madrid H. 2001)
Como vemos, en uso de la soberanía el Constituyente Permanente puede
realizar reformas a la Constitución o el Presidente puede suscribir tratados
internacionales, pero en opinión de Miguel de la Madrid, la Constitución contiene
una serie de principios o decisiones políticas fundamentales que no se pueden
cambiar, veamos lo que al respecto nos menciona el referido jurista: Un ejercicio
derivado de la soberanía lo puede realizar el poder revisor de la Constitución que
prevé el artículo 135, el cual, en mi opinión, no puede suprimir o alterar
sustancialmente los principios o decisiones políticos fundamentales que dan
base e incorporan la Constitución vigente. En mi opinión, estos principios o
decisiones políticos fundamentales son los siguientes: a) soberanía popular, lo
cual lleva implícita la independencia nacional; b) el concepto de los derechos
individuales y sociales del hombre; c) el sistema representativo de gobierno; d)
la división de poderes; e) el sistema federal; f) la rectoría del Estado sobre el
desarrollo nacional y la economía mixta, y g) la separación del Estado y las
iglesias. .” (De la Madrid H. 2001)

La forma de Gobierno
De acuerdo con Miguel de la Madrid, en el artículo 40 de la Constitución se
establecen una serie de principios relacionados con la forma de gobierno. El
mencionado artículo establece: Es voluntad del pueblo mexicano constituirse en
una República representativa, democrática, laica y federal, compuesta por
Estados libres y soberanos en todo lo concerniente a su régimen interior, y por
la Ciudad de México, unidos en una federación establecida según los principios
de esta ley fundamental. De aquí se desprenden una serie de principios como
son el sistema republicano.

El sistema Republicano
De acuerdo con el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española
República es la organización del Estado cuya máxima autoridad es elegida por
los ciudadanos o por un Parlamento para un periodo determinado; éste sistema
es opuesto a los gobiernos injustos, como el despotismo o la tiranía, en cambio
es la forma de gobierno regido por el interés común, la justicia y la igualdad. Así
mismo el artículo 40 establece la democracia representativa, la que por medio
de elecciones periódicas los ciudadanos elegimos a nuestros representantes,
para que ellos tomen las mejores decisiones en beneficio de todo la nación, sin
embargo, actualmente nuestra Carta Magna establece ciertas formas de
democracia directa como lo son la iniciativa popular y las consultas populares,
ambas establecidas en el artículo 35 de nuestra Constitución. Ahora, como
sabemos, la palabra democracia se forma de dos palabras de origen griego:
demos=pueblo y kratos=gobierno, lo que sería gobierno del pueblo o gobierno
de las mayorías, pero la propia Constitución en su artículo 3ro nos proporciona
una definición de democracia: Artículo 3° Fracción II… a) Será democrático,
considerando a la democracia no solamente como una estructura jurídica y un
régimen político, sino como un sistema de vida fundado en el constante
mejoramiento económico, social y cultural del Pueblo.

El laicismo
Otro principio es el laicismo que se relaciona con la separación de las iglesias y
el Estado, la que se logró después del triunfo liberan en la Revolución de Ayutla
y que se plasmó en las Leyes de Reforma y en la Constitución de 1857 y que la
Constitución que actualmente nos rige conserva como un principio fundamental,
pero ese principio tiene que ver con que el Estado no debe favorecer a ninguna
corriente religiosa, reconociendo el derecho para que cada persona profese la
religión que quiera. Ahora, el laicismo no quiere decir que el Estado adopte una
postura antirreligiosa, sino que debe existir un respeto mutuo, las autoridades no
deben intervenir en los asuntos internos de las organizaciones religiosas y los
dirigentes de éstas no deben inmiscuirse en los asuntos políticos ni favorecer o
perjudicar a algún partido político. Así mismo, el artículo 3° de la Constitución en
su fracción I. establece: Garantizada por el artículo 24 la libertad de creencias,
dicha educación será laica y, por tanto se mantendrá por completo ajena a
cualquier doctrina religiosa.

El federalismo
Otro principio establecido en los artículos 40 y 41 de la Constitución lo es el
federalismo, que es la unión de Estados libres y soberanos con sus propias
Constituciones las que no pueden contrariar a la Constitución Federal, la que
constituye un Pacto de unión, el que se estableció desde que se constituyó la
federación con el Acta Constitutiva de la Federación del 31 de enero de 1824.
Sin embargo ese pacto de unión se rompió parcialmente en el gobierno
centralista de Antonio López de Santa Ana, con la Constitución centralista de
1836, sometiendo a los Estados en provincias, lo que provocó la separación de
Texas y en la que Yucatán estuvo a punto de independizarse.

El Municipio libre
De acuerdo con el artículo 115 de la Constitución que establece lo siguiente:
Artículo 115. Los estados adoptarán, para su régimen interior, la forma de
gobierno republicano, representativo, democrático, laico y popular, teniendo
como base de su división territorial y de su organización política y administrativa,
el municipio libre,… Fracción I. Cada municipio será gobernado por un
ayuntamiento de elección popular directa,… Fracción II. Los municipios estarán
investidos de personalidad jurídica y manejarán su patrimonio conforme a la
ley…. Fracción III. Los municipios tendrán a su cargo las funciones y servicios
públicos siguientes… Fracción IV. Los municipios administrarán libremente su
hacienda… La fracción V establece que las facultades de los municipios se
establecerán en los términos de las leyes federales y estatales…

La división de Poderes
De acuerdo con lo que menciona Miguel de le Madrid: La Constitución de 1917
establece en su artículo 49 que el supremo poder de la federación se divide, para
su ejercicio, en Legislativo, Ejecutivo y Judicial, y que no podrán reunirse dos o
más de estos poderes en una sola persona o corporación ni depositarse el
Legislativo en un individuo, salvo en el caso de las facultades extraordinarias
otorgadas al Ejecutivo conforme a lo dispuesto en los artículos 29 y 131. El Poder
Legislativo federal se deposita en un Congreso general, que se divide en dos
cámaras, una de Diputados y otra de Senadores. Salvo las facultades exclusivas
de sendas cámaras, las demás facultades del Congreso, generalmente las de
naturaleza legislativa, son ejercidas por ambas cámaras. El Poder Ejecutivo
Federal se deposita en un sólo individuo denominado “presidente de los Estados
Unidos Mexicanos”, que es electo en forma directa y por voto universal. El Poder
Judicial de la Federación se deposita en una Suprema Corte de Justicia, en un
Tribunal Electoral, en tribunales colegiados y unitarios de circuito y en juzgados
de distrito, estando a cargo del Consejo de la Judicatura Federal la
administración, vigilancia y disciplina, con excepción de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación (artículo 105). Tanto el texto constitucional como su práctica
le han dado preponderancia al Poder Ejecutivo, el cual, a su vez, tiene el carácter
de jefe de Estado. Durante los últimos años ha habido una clara tendencia para
procurar un mejor equilibrio entre los poderes de la Unión, acotando las
facultades del presidente de la República. (De la Madrid H. 2001)
La división de poderes es fundamental para un estado de derecho, ya que si el
poder se concentra en un solo individuo se vulneran las libertades de toda la
sociedad y de las personas en lo individual, ya lo decía Charles Louis de
Secondat, señor de la Bréde y barón de Montesquieu “donde no hay división de
poderes, no hay Constitución”. Y es así, cuando se concentra el poder en una
sola persona, se convierte en una dictadura, y los dictadores imponen su
voluntad y no respetan a los otros poderes establecidos en la Constitución, y con
ello no respetan a la Constitución. En nuestro país hemos tenido a varios
dictadores que sometieron al pueblo por la fuerza, oprimiéndolo y restringiendo
sus libertades, pero esas dictaduras fueron terminadas por revoluciones en
donde toda la nación se involucró, luchando para que se le respetarán sus
libertades y de esas revoluciones surgieron las Constituciones que establecieron
la división de poderes para que se garantice un equilibrio en el ejercicio del poder
y con ello se respeten las libertades y la Constitución. Por ello, el principio de
división de podres es una decisión política fundamental en nuestra Constitución
y nunca se debe de quitar.

Régimen económico: economía mixta y rectoría del Estado sobre el desarrollo


nacional
Siguiendo con los principios que nos menciona Miguel de la Madrid, quien con
respecto al régimen económico escribe: “Tal como lo hemos indicado
anteriormente, la Constitución de 1917, desde su texto original, estableció un
régimen de economía mixta con rectoría del Estado sobre el desarrollo nacional.”
Y el expresidente nos hace mención de las reformas que se realizaron durante
su periodo presidencial a los artículos 25 y 26 de la Constitución y que para él
estos principios fueron ampliándose y precisándose.
El artículo 25 establece que corresponde al Estado la rectoría del desarrollo
nacional para que éste sea integral y sustentable, que fortalezca la soberanía de
la nación y su régimen democrático, y para que, mediante el fomento del
crecimiento económico y el empleo y la justa distribución del ingreso y la riqueza,
permita el pleno ejercicio de la libertad y la dignidad de los individuos, grupos y
clases sociales, cuya seguridad protege la Constitución.
Y el párrafo tercero del mismo artículo establece: El Estado planeará,
conducirá, coordinará y orientará la actividad económica nacional, y llevará al
cabo la regulación y fomento de las actividades que demande el interés general
en el marco de libertades que otorga esta Constitución.
Para Miguel de la Madrid el párrafo cuarto del artículo 25 de la Constitución
establece la economía mixta. Veamos lo que actualmente establece dicho
precepto: Al desarrollo económico nacional concurrirán, con responsabilidad
social, el sector público, el sector social y el sector privado, sin menoscabo de
otras formas de actividad económica que contribuyan al desarrollo de la Nación.
Y el párrafo quinto del mismo artículo establece lo siguiente: El sector público
tendrá a su cargo, de manera exclusiva, las áreas estratégicas que se señalan
en el artículo 28, párrafo cuarto de la Constitución, manteniendo siempre el
Gobierno Federal la propiedad y el control sobre los organismos y empresas
productivas del Estado que en su caso se establezcan. Tratándose de la
planeación y el control del sistema eléctrico nacional, y del servicio público de
transmisión y distribución de energía eléctrica, así como de la exploración y
extracción de petróleo y demás hidrocarburos, la Nación llevará a cabo dichas
actividades en términos de lo dispuesto por los párrafos sexto y séptimo del
artículo 27 de esta Constitución. En las actividades citadas la ley establecerá las
normas relativas a la administración, organización, funcionamiento,
procedimientos de contratación y demás actos jurídicos que celebren las
empresas productivas del Estado, así como el régimen de remuneraciones de
su personal, para garantizar su eficacia, eficiencia, honestidad, productividad,
transparencia y rendición de cuentas, con base en las mejores prácticas, y
determinará las demás actividades que podrán realizar.
Cuando Miguel de la Madrid realiza el estudio que estamos comentando y las
reformas constitucionales que se realizaron en 1983 a los artículos 25 y 26 de la
Constitución, era clara el establecimiento de la economía mixta, sin embargo,
con las reformas recientes a los artículos 25, 26, 27 y 28 de nuestra Carta Magna
la economía mixta se ha reducido. Veamos lo que al respecto nos comenta el
Jurista Jorge Witker Velázquez en su obra introducción al Derecho Económico,
en su edición del 2016 “El modelo de economía mixta rigió hasta diciembre de
2013, fecha en que varía hacia una economía de mercado, gracias a las reformas
de los artículos 25, 26, 27 y 28 constitucionales,…” (Witker 2016)
De acuerdo con el referido autor, con la reforma al artículo 25 se cambia la
rectoría del Estado de la economía mixta, por otra de mercado, ya que el artículo
reforma señala:
 Crean las empresas productivas del Estado, para atender nuevas áreas
estratégicas;
 Diluye el concepto de exclusividad estatal, pues acepta la participación
privada, punto esencial de la antigua economía mixta;
 Las empresas productivas del Estado (PEMEX y CFE) tendrán un
régimen especial, basado en la Constitución reformada, leyes y
mejores prácticas corporativas;
El artículo 27 reformado: este artículo esencial de la pasada economía mixta
modifica el párrafo VI, con el objetivo de: a) establecer que, respecto de
minerales radiactivos, no se otorgarán concesiones; b) excluir del texto a los
hidrocarburos, y regular exclusivamente en él de la industria eléctrica; c) la
electricidad, para el servicio público, no admite en principio concesiones, pero en
otros mercados eléctricos anexos se admiten contratos y concesiones a
particulares.
 Se incorpora un nuevo párrafo VII al artículo 27 constitucional, que
persigue prohibir retóricamente las concesiones en materia de
hidrocarburos, pero en el cuarto transitorio lo permite bajo contratos de
licencia, contrato de servicio y de utilidad y producción compartida. Por
otra parte, se indica que con ello se busca aumentar los ingresos del
petróleo para el desarrollo nacional; se establece que mediante contratos
con terceros se llevarán a efecto las actividades de exploración y
extracción de petróleo; se insiste formalmente que en las asignaciones y
contratos ellos deben contemplar una cláusula que declara que los
hidrocarburos son propiedad de la Nación, aunque una vez extraído del
subsuelo se transforman en mercancías que pasan a propiedad de
particulares.
Finalmente Witker comenta que el artículo 28 constitucional, constituía el eje
central de la economía mixta, pues reservaba de manera exclusiva al
gobierno federal las áreas fundamentales de la economía, referida a los
recursos naturales (hidrocarburos, electricidad) y a otras actividades claves
como ferrocarriles, telecomunicaciones, sistema financiero, etcétera.
En opinión de Witker se ha eliminado prácticamente la exclusividad en las
áreas estratégicas, eliminando toda la cadena productiva de las industrias
eléctrica y de hidrocarburos, incluyendo transportes y mantenimiento, pero la
industria eléctrica y de hidrocarburos formalmente se conservan con el nombre
de estratégicas, pero que, de acuerdo con los párrafos VI y VII del artículo 27,
incorporan la realización de actividades privadas, a través de concesiones,
contratos y licencias. (Witker 2016)
Con lo anterior el principio de economía mixta del que nos habla Miguel de
la Madrid ha sufrido un cambio radical, estableciéndose ahora el sistema d
economía de mercado.
Principio de separación del Estado y las Iglesias.
Durante los primeros años del México independiente la Iglesia católica gozó
de una influencia muy fuerte en el nuevo Estado Mexicano, ya que en las
primeras constituciones que rigieron se estableció como religión única a la
católica sin tolerancia de otra, y era la jerarquía católica la prácticamente
gobernaba a la nación mexicana, pero surgió un grupo de patriotas que
pesaban que el Estado debería ser totalmente independiente de la iglesia y
pugnaron para que se estableciera la separación de la iglesia y el Estado.
Así es como surge el partido liberal, del que fuera figura relevante Don
Valentín Gómez Farías, primer liberal que propuso cambios para limitar el
poder de la Iglesia, lo anterior sucedió cuando siendo vicepresidente de
Antonio López de Santa Ana y éste deja el poder, asume la presidencia
Gómez Farías y propone cambios liberales para reducir el poder de la Iglesia.
Pero los cambios no prosperaron, sino hasta el triunfo de los liberales en la
Revolución de Ayutla contra la dictadura Santanista, establecieron las leyes
de reforma y la Constitución de 1857 que surge de un Congreso
Constituyente con dominio liberal, estableciendo con ello la separación de la
Iglesia y el Estado. Principio que conservaron los Constituyentes de
Querétaro de 1916-1917 y que actualmente se establece en el artículo 130
de nuestra Carta Magna.
Artículo 130. El principio histórico de la separación del Estado y las iglesias
orienta las normas contenidas en el presente artículo. Las iglesias y demás
agrupaciones religiosas se sujetarán a la ley.
Con este principio se establece una relación de respeto entre el Estado y las
iglesias, como se desprende de algunos puntos establecidos en el artículo 130:
b) Las autoridades no intervendrán en la vida interna de las asociaciones
religiosas;
d) En los términos de la ley reglamentaria, los ministros de cultos no podrán
desempeñar cargos públicos. Como ciudadanos tendrán derecho a votar, pero
no a ser votados. Quienes hubieren dejado de ser ministros de cultos con la
anticipación y en la forma que establezca la ley, podrán ser votados.
e) Los ministros no podrán asociarse con fines políticos ni realizar proselitismo
a favor o en contra de candidato, partido o asociación política alguna. Tampoco
podrán en reunión pública, en actos del culto o de propaganda religiosa, ni en
publicaciones de carácter religioso, oponerse a las leyes del país o a sus
instituciones, ni agraviar, de cualquier forma, los símbolos patrios.
Queda estrictamente prohibida la formación de toda clase de agrupaciones
políticas cuyo título tenga alguna palabra o indicación cualquiera que la relacione
con alguna confesión religiosa. No podrán celebrarse en los templos reuniones
de carácter político…
Los actos del estado civil de las personas son de la exclusiva competencia de
las autoridades administrativas en los términos que establezcan las leyes, y
tendrán la fuerza y validez que las mismas les atribuyan.
Así mismo el artículo 24 de la Constitución Federal establece:
Artículo 24. Toda persona tiene derecho a la libertad de convicciones éticas,
de conciencia y de religión, y a tener o adoptar, en su caso, la de su agrado. Esta
libertad incluye el derecho de participar, individual o colectivamente, tanto en
público como en privado, en las ceremonias, devociones o actos del culto
respectivo, siempre que no constituyan un delito o falta penados por la ley. Nadie
podrá utilizar los actos públicos de expresión de esta libertad con fines políticos,
de proselitismo o de propaganda política.
El Congreso no puede dictar leyes que establezcan o prohíban religión alguna.
Los actos religiosos de culto público se celebrarán ordinariamente en los
templos. Los que extraordinariamente se celebren fuera de éstos se sujetarán a
la ley reglamentaria.

3.3. Los Derechos Humanos en la Constitución de 1917


Como hemos mencionado anteriormente, después de una revolución, el
pueblo elige una Asamblea o Congreso Constituyente, y lo primero que éste
Congreso establece son los derechos del pueblo que lucho en la revolución, por
eso, tanto la Constitución de 1857 y la de 1917, establecen en primer lugar los
derechos humanos, los que serán una freno a los abusos del poder.
El Constituyente de Querétaro de 1916-17, utilizó el termino garantáis
individuales, así mismo estableció que las Constitución las otorgaba, siguiendo
una postura jus-positivista. Con la reforma Constitucional de Derechos Humanos
del 10 de junio del 2011 hubo un cambio transcendental en la manera de
entender e interpretar los Derechos Humanos, se cambia el antiguo concepto de
garantáis individuales que era confuso y solo los expertos en derecho entendían,
y se establece el de Derechos Humanos y sus garantías; también se cambia el
que la Constitución otorgaba esas garantías , por el de que ahora reconoce los
Derechos Humanos contenidos en la Constitución y en los tratados
internacionales de los que el Estado Mexicano sea parte, adoptando con ello una
postura ius-naturalista, para la que los Derechos Humanos son anteriores al
Estado y a la Constitución que solo los reconoce, pues son derechos innatos, lo
que quiere decir que nacen con el hombre y le pertenecen por el solo hecho de
ser persona humana, sin importar alguna diferencia por razón de origen, género,
la edad, las condiciones sociales o alguna discapacidad, la condición social, la
salud, la religión, las opiniones,, las preferencias sexuales, el estado civil o
cualquier otra que atente contra la dignidad humana.
Como vemos, con la referida reforma, ahora los Derechos Humanos son muy
amplios, ya que no sólo tenemos los que reconoce la Constitución, sino todos
aquellos que se establecen en los tratados internacionales. Así mismo su
protección es muy amplia, ya que la Constitución establece los medios para su
protección y los órganos para exigir su respeto, a través del juicio de amparo, las
acciones de inconstitucionalidad, el juicio de los derechos político electoral, las
controversias constitucionales, entre otros. Y si una violación no se repara a
través de los medios e instituciones establecidos internamente, existen
organismos internacionales que actuando subsidiariamente, pueden entrar al
estudio de las violaciones que no se repararon con los órganos impartidores de
justicia interna y pueden establecer una sentencia de condena contra el Estado
por violaciones a tratados internacionales. (Serie Derechos Humanos. Suprema
Corte de Justicia de la Nación. 2013)

A partir de la llamada reforma Constitucional de derechos humanos que fue


publicada en el Diario Oficial de la Federación el diez de junio de 2011, se cambia
en el Título Primero, en el Capítulo I, de Garantías Individuales a De los
Derechos Humanos y sus Garantías. En el artículo 1o., se establecen los
principios con lo que se deben entender e interpretar los derechos humanos, así
como las obligaciones para todas las autoridades. Así en el primer párrafo,
señala:
Art. 1º. En los Estados Unidos Mexicanos todas las personas gozarán de
los derechos humanos reconocidos en esta Constitución y en los tratados
internacionales de los que el Estado Mexicano sea parte, así como de las
garantías para su protección, cuyo ejercicio no podrá restringirse ni
suspenderse, salvo en los casos y bajo las condiciones que esta
Constitución establece.
Se cambia la palabra individuos por el de personas, con lo que se amplía la
protección para personas jurídicas o morales y no sólo a las individuales; Otro
cambio importante en este párrafo es el de que ahora los derechos los reconoce
la Constitución y no los otorga, pues son derechos que ya tenemos por el simple
hecho de ser seres humanos, pues son derechos innatos e inherentes a la
persona humana; así mismo reconoce los derechos establecidos en los tratados
internacionales de los que el Estado Mexicano sea parte.
En el segundo párrafo se establece:
Las normas relativas a los derechos humanos se interpretarán de
conformidad con esta Constitución y con los tratados internacionales de la
materia favoreciendo en todo tiempo a las personas la protección más
amplia.
En este párrafo se establecen los principios de:
Interpretación conforme y el principio pro-persona, veamos lo que al respecto
nos dice la Suprema Corte de Justicia de la nación:
Principio de interpretación conforme: obliga a que, al determinarse el
significado de una norma relativa a los derechos humanos se observen los
principios y postulados contenidos tanto en la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos como en los tratados internacionales que reconozcan
dichos derechos de los que el Estado sea parte.
Principio pro persona: como establece Castilla Juárez, en términos de este
principio no debe prevalecer un sistema normativo –nacional o internacional–
sobre otro, sino “aquella norma que mejor proteja los derechos y libertades o
aquella que menos los restrinja, sin importar si es de origen nacional o
internacional”…. (Serie Derechos Humanos SCJN)
El tercer párrafo del artículo 1º. Establece:
Todas las autoridades, en el ámbito de sus respectivas competencias,
tienen la obligación de promover, respetar, proteger y garantizar los
derechos humanos de conformidad con los principios de universalidad,
interdependencia, indivisibilidad y progresividad. En consecuencia, el
Estado deberá prevenir investigar, sancionar, y reparar las violaciones a
los derechos humanos, en los términos que establezca la ley.
De acuerdo con la SCJN en este párrafo se establecen los principios y
obligaciones siguientes:
• Universalidad.
Ya se ha dicho que los derechos humanos son inherentes al hombre, lo que
implica que le son debidos por su propia naturaleza. Se trata de derechos que
tienen su origen en la dignidad de la persona, y es por eso que la pertenencia a
la especie humana es condición suficiente para disfrutar de ellos.
El carácter universal de los derechos humanos implica, entonces, que todos
los miembros de la especie humana, sin importar su sexo, edad, raza, lugar de
residencia, nacionalidad, religión, situación económica, o cualquier otra
condición semejante, gozan de ellos, pues su calidad de personas, amén de
cualquier otras cualidades o características, la que los hace sujetos activos de
dichos derechos.
• Interdependencia
El principio de interdependencia tiene como base el hecho de que los
derechos humanos se encuentran relacionados o conectados entre sí, y que en
consecuencia, la satisfacción o la afectación a alguno de ellos tiene efectos en
el goce o eficacia de otros.
• Indivisibilidad
Este principio atiende a que los derechos humanos forman un conjunto
inseparable, esto es, a que constituyen elementos de un todo que no admite
separación.
• Progresividad
El principio de progresividad se refiere a que todas las cuestiones relativas a
los derechos humanos, tales como su reconocimiento y protección, deben
buscarse un constante avance o mejoramiento; y, en contrasentido, apunta a la
no regresividad, esto es, a que una vez que se ha alcanzado un determinado
estándar no se admitan medidas de retroceso.
• Promover los derechos humanos:
Se deben adoptar medidas para impulsar su observancia y respeto, que todos
los agentes estatales estén conscientes de las obligaciones que los derechos
humanos les generan, pero también que las personas conozcan sus derechos,
pues entre mayormente se conozcan, mayor será la exigencia de su
cumplimiento y eficacia.
• Respeto de los derechos humanos:
Implica el deber del Estado de abstenerse de interferir en su disfrute.
Constituye una obligación de no hacer, esto es, una prohibición para el Estado,
consistente en no violar o limitar las derechos inherentes a la persona.
• Proteger los derechos humanos:
Esta obligación le exige al Estado que impida abusos a los derechos de un
individuo o grupo y, en consecuencia, que adopte medidas para garantizar que
terceras personas no interfieran con su disfrute.
• Garantizar los derechos humanos:
El Estado debe asegurar el pleno y libre ejercicio de los derechos de la
persona y, para ello, ha de adoptar las medidas necesarias tendentes a remover
cualquier obstáculo que pudiera existir.
• Prevenirlas:
El deber de prevenir las violaciones a los derechos humanos “abarca todas
aquellas medidas de carácter jurídico, político, administrativo y cultural que
promuevan la salvaguarda de los derechos humanos y aseguren que las
eventuales violaciones a los mismos sean consideradas como ilícito que se
sancione.
• Investigarlas:
Se refiere a que el Estado ha de llevar a cabo actuaciones serias y eficaces
tendentes a revelar la existencia de violaciones y a identificar a los sujetos que,
en su caso, las cometieren, a efecto de que no queden impunes.
• Sancionarlas:
Surge la obligación de que el Estado debe sancionar a los responsables,
aplicando las penas que, conforme a derecho correspondan, y si un servidor
público o agente estatal infringe los derechos de una persona, el estado no
puede eximirlo de su responsabilidad jurídica personal.
• Repararlas:
La obligación de reparar las violaciones a los derechos humanos se traduce
en el deber del Estado a resarcir la víctima de los daños que le ha causado.
(Serie Derechos Humanos SCJN 2013)

En nuestro país, los Derechos Humanos se prevén en la Constitución Política


de los Estados Unidos Mexicanos:
En el Título Primero, Capítulo I, que se titula “De los derechos humanos y sus
garantías”, del artículo 1.o. al 29.
Pero no solo en estos artículos se establecen derechos humanos, también,
en el 30, 31, 33, 34, 35 y 123, se prevén derechos humanos.
El tema Derechos Humanos es muy amplio, por lo que en este documento
solo menciono los principios establecidos en el artículo 1º. Constitucional y en
que artículos se establecen los derechos.

3.4. SUPREMACÍA E INVIOLABILIDAD DE LA CONSTITUCIÓN

De acuerdo con el artículo 133 de la Constitución, ésta es la ley suprema de


toda la Unión.
Suprema, quiere decir que está por encima de las demás normas del Derecho
positivo. Veamos lo que estable el artículo en comento:
Artículo 133. Esta Constitución, las leyes del Congreso de la Unión que
emanen de ella y todos los tratados que estén de acuerdo con la misma,
celebrados y que se celebren por el Presidente de la República, con aprobación
del Senado, serán la Ley Suprema de toda la Unión. Los jueces de cada entidad
federativa se arreglarán a dicha Constitución, leyes y tratados, a pesar de las
disposiciones en contrario que pueda haber en las Constituciones o leyes de las
entidades federativas.
Los precepto constitucional antes citado nos indica que los jueces de cada
Estado se arreglaran a la Constitución leyes y tratados, a pesar de que pudiera
existir una disposición contraria a la Constitución. Por lo que se refiere a los
tratados internacionales, ha existido la polémica en que si la constitución y los
tratados están a un mismo nivel, al respecto he escuchado al eminente jurista
mexicano Héctor Fix-Zamudio quien opina que está por encima la Constitución,
y así lo creo, ya que parar que el Presidente de la República suscriba un tratado,
éste no debe ser contrario a la Constitución, y si por alguna circunstancia, el
Presidente de la República suscribiera un tratado y no advirtiera que hay una
contradicción con la Constitución y el Senado aprobara dicho tratado, sin advertir
la contradicción, para ello, la propia Constitución establece el medio para
combatir esa contradicción por medio de la acción de inconstitucionalidad, la que
pueden ejercitar el 33% de los Senadores, de acuerdo con lo que establece el
artículo 105, fracción II de la Constitución, tal y como los establece el inciso b)
de dicha fracción: Dicho numera establece: Articulo 105. La Suprema Corte de
Justicia de la nación conocerá, en los términos que señale la ley reglamentaria,
de los siguientes asuntos:
Fracción II. De las acciones de inconstitucionalidad que tengan por objeto
plantear la posible contradicción entre una norma de carácter general y esta
Constitución. Las acciones de inconstitucionalidad podrán ejercitarse, dentro de
los treinta días naturales siguientes a la fecha de publicación de la norma, por:
Inciso b) El equivalente al treinta y tres por ciento de los integrantes del Senado,
en contra de las leyes federales o de tratados internacionales celebrados por el
Estado Mexicano.
Y si habiendo una contradicción en un tratado con la Constitución y el
presidente persiste en firmar dicho tratado, para no obligarse a cumplir algún
precepto del tratado que sea contrario a la Constitución, puede formular una
reserva, respecto de aquella parte del tratado que sea contraria a la Constitución.

La inviolabilidad de la Constitución
El artículo 136 establece que la Constitución no perderá su fuerza y vigor:
Artículo 136. Esta Constitución no perderá su fuerza y vigor, aun cuando por
alguna rebelión se interrumpa su observancia. En caso de que por cualquier
trastorno público, se establezca un gobierno contrario a los principios que ella
sanciona, tan luego como el pueblo recobre su libertad, se restablecerá su
observancia, y con arreglo a ella y a las leyes que en su virtud se hubieren
expedido, serán juzgados, así los que hubieren figurado en el gobierno emanado
de la rebelión, como los que hubieren cooperado a ésta.
Como vemos, la Constitución es inviolable, ya sea, si una autoridad realiza un
acto contrario a la Constitución en agravio de los Derechos Humanos
consagrados en la Constitución e en un tratado internacional, el gobernado
puede acudir por medio del juicio de amparo para que se repare dicha violación,
ya que cuando una autoridad viola un derecho humano, no solo afecta al
gobernado, sino que además viola la Constitución. Así mismo, cuando una
autoridad invade la esfera de competencia de otra autoridad establecida en la
Constitución o en las leyes, ésta puede acudir a través de la Controversia
Constitucional de la que conoce la Suprema Corte de Justicia de la Nación, de
conformidad como lo establece el artículo 105 en su fracción I. Así mismo el
Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, podrá resolver los casos
en que se vulneres los derechos político electorales de los ciudadanos
contenidos en la Constitución.
Y por último, si se diera una rebelión que desconozca la Constitución, tan
luego como el pueblo recobre su libertad, la Constitución volverá a ser vigente.
Con ello, la propia Constitución establece los medios para que se respete y toda
violación a sus preceptos se repare.

4. POBLACIÓN DEL ESTADO MEXICANO.

4.1 Concepto de Nación y nacionalidad. Cómo se adquiere y cómo se


pierde la nacionalidad.

De acuerdo con el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española la


palabra nación viene de la palabra en latín natío, -onis: lugar de nacimiento,
pueblo, tribu; Conjunto de habitantes regidos por un mismo gobierno; Territorio
de una Nación; Conjunto de personas de un mismo origen y que generalmente
hablan un mismo idioma y tienen una tradición común.
Al buscar en la red el significado de nación encontré la siguiente:
Nación:
Nombre femenino
1.- Conjunto de personas de un mismo origen étnico que comparten vínculos
históricos, culturales, religiosos, etc., tienen conciencia de pertenecer a un
mismo pueblo o comunidad y generalmente hablan el mismo idioma y comparten
un territorio.
Ejemplos: la nación judía, la nación india, la nación mexicana.
Sinónimos: pueblo.
2.- Comunidad social con una organización política común y un territorio y
órganos de gobierno propios, que es soberana e independiente políticamente de
otras comunidades.
Sinónimo: Estado, país.

La Constitución mexicana define la nación de la siguiente manera:


Artículo 2o. La Nación Mexicana es única e indivisible. La Nación tiene una
composición pluricultural sustentada originalmente en sus pueblos indígenas que
son aquellos que descienden de poblaciones que habitaban en el territorio actual
del país al iniciarse la colonización y que conservan sus propias instituciones
sociales, económicas, culturales y políticas, o parte de ellas.
Nacionalidad
El Diccionario Jurídico Español ESPASA nos da la siguiente definición
Nacionalidad. (D. Cl.)
Cualidad de nacional, como adscripción de la persona a una nación
determinada.
Originalmente, es el lazo o relación del individuo sujeto de derechos con su
grupo político (gens, sippe), que el Derecho romano identificó con el status
civitatis. Sentido de relación que, mudable con los tiempos respecto de su
trascendencia política, fue recuperado por el ideario de la Revolución francesa,
para fijar la relación del ciudadano con el Estado, concebido éste como
manifestación política unitaria hacia el exterior. Su trascendencia en el ámbito
del Derecho Civil deriva de expresar un estado de la persona, determinante de
derechos y deberes (…) La atribución de la nacionalidad suele fundamentarse
en dos criterios principales: el determinado por ius soli y el fijado por el ius
sanguinis o la combinación de ambos factores… (Diccionario Jurídico ESPASA
2007)
La Constitución Mexicana establece las diferentes formas de adquirir la
nacionalidad en su artículo 30:

Artículo 30. La nacionalidad mexicana se adquiere por nacimiento o por


naturalización.
A) Son mexicanos por nacimiento:
I. Los que nazcan en territorio de la República, sea cual fuere la
nacionalidad de sus padres.
II. Los que nazcan en el extranjero, hijos de padres mexicanos nacidos
en territorio nacional, de padre mexicano nacido en territorio
nacional, o de madre mexicana nacida en territorio nacional;
III.Los que nazcan en el extranjero, hijos de padres mexicanos por
naturalización, de padre mexicano por naturalización, o de madre
mexicana por naturalización, y
IV. Los que nazcan a bordo de embarcaciones o aeronaves mexicanas,
sean de guerra o mercantes.
B) Son mexicanos por naturalización:

I. Los extranjeros que obtengan de la Secretaría de Relaciones carta


de naturalización.
II. La mujer o el varón extranjeros que contraigan matrimonio con
varón o con mujer mexicanos, que tengan o establezcan su
domicilio dentro del territorio nacional y cumplan con los demás
requisitos que al efecto señale la ley.
Como vemos, nuestra Constitución contempla las formas de adquirir la
nacionalidad descrita anteriormente: por ius soli y el fijado por el ius sanguinis o
la combinación de ambos factores:
Por ius soli: por haber nacido en el suelo o territorio nacional. Hay que agregar
que las embarcaciones o aeronaves abanderadas como mexicanas, se
consideran de nacionalidad mexicana, por ello, los que nazcan a bordo de ellas,
se consideran mexicanos por nacimiento. Al efecto la Ley de Navegación y
Comercio Marítimo en su artículo 13 establece:
Artículo 13.- Se considerarán embarcaciones de nacionalidad mexicana:

I.- Las abanderadas y matriculadas conforme a la presente Ley;

II.- Las que causen abandono en aguas de jurisdicción nacional;

III.- Las decomisadas por las autoridades mexicanas;

IV.- Las capturadas a enemigos y consideradas como buena presa; y

V.- Las que sean propiedad del Estado mexicano.

Las embarcaciones comprendidas en las fracciones II a V de este artículo,


serán matriculadas de oficio.

Así mismo el artículo 44 de la Ley de Aviación Civil establece:


Artículo 44. Toda aeronave civil deberá llevar marcas distintivas de su
nacionalidad y matrícula. Las aeronaves mexicanas deberán ostentar además,
la bandera nacional.

Las marcas de nacionalidad para las aeronaves civiles mexicanas serán las
siglas siguientes: XA, para las de servicio al público de transporte aéreo; XB,
para las de servicios privados, y XC, para las aeronaves de Estado, distintas de
las militares.

Las aeronaves civiles tienen la nacionalidad del Estado en que estén


matriculadas.

Por el ius sanguinis: Los que nazcan en el extranjero, hijos de padres mexicanos
nacidos en el territorio nacional, o de padre o madre mexicano nacido en el
territorio nacional, y también se incluye los que hayan nacido en el extranjero,
hijo de padre o madre mexicano por naturalización.
La nacionalidad por naturalización la establece el apartado B del artículo 30 de
la Constitución, por lo que la Ley de Nacionalidad establece:
Artículo 19.- El extranjero que pretenda naturalizarse mexicano deberá:

I. Presentar solicitud a la Secretaría en la que manifieste su voluntad de


adquirir la nacionalidad mexicana;

II. Formular las renuncias y protesta a que se refiere el artículo 17 de este


ordenamiento;

La Secretaría no podrá exigir que se formulen tales renuncias y protestas sino


hasta que se haya tomado la decisión de otorgar la nacionalidad al solicitante.
La carta de naturalización se otorgará una vez que se compruebe que éstas se
han verificado.
III. Probar que sabe hablar español, conoce la historia del país y está integrado
a la cultura nacional; y

IV. Acreditar que ha residido en territorio nacional por el plazo que


corresponda conforme al artículo 20 de esta Ley.

Para el correcto cumplimiento de los requisitos a que se refiere este artículo,


se estará a lo dispuesto en el reglamento de esta Ley.

Artículo 20.- El extranjero que pretenda naturalizarse mexicano deberá


acreditar que ha residido en territorio nacional cuando menos durante los últimos
cinco años inmediatos anteriores a la fecha de su solicitud, salvo lo dispuesto en
las fracciones siguientes:

I. Bastará una residencia de dos años inmediatamente anteriores a la fecha


de la solicitud cuando el interesado:

a) Sea descendiente en línea recta de un mexicano por nacimiento;

Quedarán exentos de comprobar la residencia que establece la fracción


I, aquellos descendientes en línea recta en segundo grado de un
mexicano por nacimiento, siempre que no cuente con otra nacionalidad al
momento de la solicitud; o bien no le sean reconocidos los derechos
adquiridos a partir de su nacimiento;
b) Tenga hijos mexicanos por nacimiento;

c) Sea originario de un país latinoamericano o de la Península Ibérica, o

d) A juicio de la Secretaría, haya prestado servicios o realizado obras


destacadas en materia cultural, social, científica, técnica, artística,
deportiva o empresarial que beneficien a la Nación. En casos
excepcionales, a juicio del Titular del Ejecutivo Federal, no será necesario
que el extranjero acredite la residencia en el territorio nacional a que se
refiere esta fracción.

II. La mujer o el varón extranjeros que contraigan matrimonio con varón o


mujer mexicanos, deberán acreditar que han residido y vivido de consuno en el
domicilio conyugal establecido en territorio nacional, durante los dos años
inmediatamente anteriores a la fecha de la solicitud.

La pérdida de la nacionalidad

Hay que advertir que de acuerdo con la Constitución la nacionalidad


mexicana por nacimiento no se pierde, se conserva durante toda la vida
aunque la persona se ausente del territorio nacional por largo tiempo. Pero
los que adquirieron la nacionalidad por naturalización si la pueden perder,
veamos lo que establce la Constitución:
Artículo 37.
A) Ningún mexicano por nacimiento podrá ser privado de su nacionalidad.
B) La nacionalidad mexicana por naturalización se perderá en los siguientes
casos:

I. Por adquisición voluntaria de una nacionalidad extranjera, por


hacerse pasar en cualquier instrumento público como extranjero, por
usar un pasaporte extranjero, o por aceptar o usar títulos nobiliarios
que impliquen sumisión a un Estado extranjero, y
II. Por residir durante cinco años continuos en el extranjero.

4.2. Ciudadanía, derechos y obligaciones del ciudadano y suspención


de sus derechos

El artículo 34 de la Constitución establce quienes son ciudadanos de la


República:

Artículo 34. Son ciudadanos de la República los varones y mujeres que,


teniendo la calidad de mexicanos, reúnan, además, los siguientes requisitos:
I. Haber cumplido 18 años, y
II. Tener un modo honesto de vivir.
Derechos del ciudadano
Derechos políticos: Son aquellos que se reconocen a la persona como miembro
de un Estado, esto es, en su carácter de ciudadano; derechos que tienden, entre
otras cosas, a facilitar el desarrollo democrático y el control del poder. Por
ejemplo, los derechos de votar, a ser votado y a desempeñar funciones públicas.
(Serie Derechos Humanos SCJN. 2013)
Estos derechos se encuentran establecidos en la Constitución en el artículo 35:
Artículo 35. Son derechos del ciudadano:
I. Votar en las elecciones populares;

II. Poder ser votado para todos los cargos de elección popular, teniendo las
calidades que establezca la ley. El derecho de solicitar el registro de
candidatos ante la autoridad electoral corresponde a los partidos políticos
así como a los ciudadanos que soliciten su registro de manera
independiente y cumplan con los requisitos, condiciones y términos que
determine la legislación;
III. Asociarse individual y libremente para tomar parte en forma pacífica en
los asuntos políticos del país;
IV. Tomar las armas en el Ejército o Guardia Nacional, para la defensa de la
República y de sus instituciones, en los términos que prescriben las leyes;
V. Ejercer en toda clase de negocios el derecho de petición.
VI. Poder ser nombrado para cualquier empleo o comisión del servicio
público, teniendo las calidades que establezca la ley;
VII. Iniciar leyes, en los términos y con los requisitos que señalen esta
Constitución y la Ley del Congreso. El Instituto Nacional Electoral tendrá
las facultades que en esta materia le otorgue la ley, y
VIII. Votar en las consultas populares sobre temas de trascendencia
nacional,…

Las obligaciones del ciudadano se establecen en el artículo 36 de la


Constitución:

Obligaciones del ciudadano

Artículo 36. Son obligaciones del ciudadano de la República:


I. Inscribirse en el catastro de la municipalidad, manifestando la propiedad
que el mismo ciudadano tenga, la industria, profesión o trabajo de que
subsista; así como también inscribirse en el Registro Nacional de
Ciudadanos, en los términos que determinen las leyes.
La organización y el funcionamiento permanente del Registro Nacional de
Ciudadanos y la expedición del documento que acredite la ciudadanía
mexicana son servicios de interés público, y por tanto, responsabilidad
que corresponde al Estado y a los ciudadanos en los términos que
establezca la ley,
II. Alistarse en la Guardia Nacional;
III. Votar en las elecciones y en las consultas populares, en los términos que
señale la ley;
IV. Desempeñar los cargos de elección popular de la Federación o de las
entidades federativas, que en ningún caso serán gratuitos; y
V. Desempeñar los cargos concejiles del municipio donde resida, las
funciones electorales y las de jurado.

He pensado que cuando se logró la independencia de México de la corona


española se ganaron derechos como el de votar y ser votados, ya que en la
Colonia, era el rey el que ponía a los gobernantes. Creo que todo derecho
implica obligaciones y límites, por ejemplo los mexicanos tenemos la obligación
de defender nuestra independencia nacional, defender nuestro suelo, así mismo
defender las instituciones que hemos creado a través de la historia, como
también tenemos la obligación de votar, ya que para que se lograra establecer
ese derecho tuvieron que haber primero una guerra de independencia, luego
dos revoluciones, la de Ayutla y la Revolución Mexicana, y otras tantas luchas
que hemos desarrollado como nación independiente. Y en esas luchas se
perdieron miles de vidas de patriotas que no les importo dar su sangre, con la
única finalidad de que hoy tengamos las libertades que hoy disfrutamos, no
asumir nuestras obligaciones, sería tanto como despreciar toda la sangre
derramada. Por ello debemos ejercer nuestros derechos, pero también asumir
nuestras obligaciones.

Suspensión de los derechos del ciudadano


Al respecto, el artículo 38 establece lo siguiente:
Artículo 38. Los derechos o prerrogativas de los ciudadanos se suspenden:
I. Por falta de cumplimiento, sin causa justificada, de cualquiera de las
obligaciones que impone el artículo 36. Esta suspensión durará un año y
se impondrá además de las otras penas que por el mismo hecho señalare
la ley;
II. Por estar sujeto a un proceso criminal por delito que merezca pena
corporal, a contar desde la fecha del auto de formal prisión;
III. Durante la extinción de una pena corporal;
IV. Por vagancia o ebriedad consuetudinaria, declarada en los términos que
prevengan las leyes;
V. Por estar prófugo de la justicia, desde que se dicte la orden de
aprehensión hasta que prescriba la acción penal; y
VI. Por sentencia ejecutoria que imponga como pena esa suspensión.
La ley fijará los casos en que se pierden, y los demás en que se suspenden
los derechos de ciudadano, y la manera de hacer la rehabilitación.

4.3 Extranjeros y migrantes: Derechos y restricciones

De acuerdo con la Constitución son extranjeros:


Artículo 33. Son personas extranjeras las que no posean las calidades
determinadas en el artículo 30 constitucional y gozarán de los derechos humanos
y garantías que reconoce esta Constitución.
El Ejecutivo de la Unión, previa audiencia, podrá expulsar del territorio
nacional a personas extranjeras con fundamento en la ley, la cual regulará el
procedimiento administrativo, así como el lugar y tiempo que dure la detención.

Los extranjeros no podrán de ninguna manera inmiscuirse en los asuntos


políticos del país.
Los extranjeros tendrán los derechos humanos y garantías que
reconoce la Constitución, pero tienen limitados los derechos políticos,
pues éstos solo son para los ciudadanos mexicanos, pero por ejemplo
pueden adquirir en propiedad tierras e incluso invertir sus capitales en nuestro
país, al respecto el artículo 27 en su párrafo onceavo prescribe lo siguiente:
La capacidad para adquirir el dominio de las tierras y aguas de la Nación, se
regirá por las siguientes prescripciones:
I. Sólo los mexicanos por nacimiento o por naturalización y las sociedades
mexicanas tienen derecho para adquirir el dominio de las tierras, aguas
y sus accesiones o para obtener concesiones de explotación de minas o
aguas. El Estado podrá conceder el mismo derecho a los
extranjeros, siempre que convengan ante la Secretaría de
Relaciones en considerarse como nacionales respecto de dichos
bienes y en no invocar por lo mismo la protección de sus gobiernos
por lo que se refiere a aquéllos; bajo la pena, en caso de faltar al
convenio, de perder en beneficio de la Nación, los bienes que
hubieren adquirido en virtud del mismo. En una faja de cien
kilómetros a lo largo de las fronteras y de cincuenta en las playas,
por ningún motivo podrán los extranjeros adquirir el dominio
directo sobre tierras y aguas.
El Estado de acuerdo con los intereses públicos internos y los principios
de reciprocidad, podrá, a juicio de la Secretaría de Relaciones, conceder
autorización a los Estados extranjeros para que adquieran, en el lugar
permanente de la residencia de los Poderes Federales, la propiedad
privada de bienes inmuebles necesarios para el servicio directo de sus
embajadas o legaciones.
Ahora veamos lo que respecto a la inversión extranjera establece la Ley
de Inversión extranjera:
ARTÍCULO 3o.- Para los efectos de esta Ley se equipara a la inversión
mexicana la que efectúen los extranjeros en el país con la condición de estancia
de Residente Permanente, salvo aquélla realizada en las actividades
contempladas en los Títulos Primero y Segundo de esta Ley.
ARTÍCULO 4o.- La inversión extranjera podrá participar en cualquier
proporción en el capital social de sociedades mexicanas, adquirir activos fijos,
ingresar a nuevos campos de actividad económica o fabricar nuevas líneas de
productos, abrir y operar establecimientos, y ampliar o relocalizar los ya
existentes, salvo por lo dispuesto en esta Ley.
Las reglas sobre la participación de la inversión extranjera en las actividades
del sector financiero contempladas en esta Ley, se aplicarán sin perjuicio de lo
que establezcan las leyes específicas para esas actividades.
Para efectos de determinar el porcentaje de inversión extranjera en las
actividades económicas sujetas a límites máximos de participación, no se
computará la inversión extranjera que, de manera indirecta, sea realizada en
dichas actividades a través de sociedades mexicanas con mayoría de capital
mexicano, siempre que estas últimas no se encuentren controladas por la
inversión extranjera.
La misma ley establece restricción a la inversión extranjera:

ARTÍCULO 5o.- Están reservadas de manera exclusiva al Estado las


funciones que determinen las leyes en las siguientes áreas estratégicas:

I. Exploración y extracción del petróleo y de los demás hidrocarburos, en


términos de lo dispuesto por los artículos 27, párrafo séptimo y 28, párrafo cuarto
de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y la Ley
reglamentaria respectiva;
II. (Se deroga.)
III. Planeación y control del sistema eléctrico nacional, así como el servicio
público de transmisión y distribución de energía eléctrica, en términos de lo
dispuesto por los artículos 27, párrafo sexto y 28, párrafo cuarto de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y la Ley reglamentaria
respectiva;
IV.- Generación de energía nuclear;
V.- Minerales radioactivos;
VI.- (Se deroga).
VII.- Telégrafos;

VIII.- Radiotelegrafía;

IX.- Correos;

X.- (Se deroga).


XI.- Emisión de billetes;
XII.- Acuñación de moneda;
XIII.- Control, supervisión y vigilancia de puertos, aeropuertos y helipuertos; y
XIV.- Las demás que expresamente señalen las disposiciones legales
aplicables.
Migrantes

• El artículo primero de la Constitucional Federal reconoce de manera


amplia (sin excepción) el derecho de toda persona de gozar de los
derechos reconocidos por el Estado Mexicano en la misma y en los
instrumentos internacionales suscrito por este. Este reconocimiento
amplio implica que no sólo los nacionales gozarán de los mismos, sino
que toda persona, por supuesto, extranjeros. Ante esto la población
migrante, con independencia de su condición jurídica en el país, le son
reconocidos todos los derechos que al resto de las personas y por ende,
deben serles respetados. El respeto irrestricto de los derechos humanos
de la población migrante es uno de los principios en los que se sustenta
la Ley de Migración publicada el 25 de mayo de 2011. (Comisión Nacional
de los Derechos Humanos)
• Derecho a la Nacionalidad. Toda persona nacida en México, sin importar
la nacionalidad de sus progenitores, tiene derecho a ser reconocida como
mexicana y gozará de todos los derechos en su calidad como tal,
incluyendo la regularización migratoria de sus padres.
• Derecho al libre tránsito. Toda persona, independientemente de su
origen étnico o nacional, tiene el derecho de circular libremente por el
territorio mexicano y la verificación migratoria sólo podrá ser realizada
exclusivamente por personal del Instituto Nacional de Migración.
• Derecho a la seguridad jurídica y al debido proceso. En México todas
las personas, sin importar su origen étnico o nacional y su estado
migratorio, tienen derecho a que se garantice que en cualquier proceso
administrativo o judicial se cumplan las formalidades esenciales y esté
apegado a derecho, con base en los lineamientos constitucionales e
Internacionales.
• Derecho a la atención consular. En caso de cualquier problema penal
o migratorio en que se vea involucrada una persona de nacionalidad
extranjera, sin importar su estatus migratorio, tiene derecho a que se le
comunique a su consulado su situación jurídica y a recibir asistencia por
parte del mismo.
• Derecho a no ser discriminado. La condición jurídica del migrante, su
nacionalidad, su pertenencia a un grupo étnico, su condición económica,
entre muchas otras condiciones, no es causa para ser discriminado y
negados sus derechos. La Constitución Mexicana ha incorporado la
cláusula de no discriminación al texto constitucional (artículo primero) en
concordancia con diversas normas internacionales que forman parte del
Derecho Internacional de los Derechos Humanos, por lo que ningún
migrante debe sufrir discriminación por tal circunstancia. La prohibición
de discriminación hacia las personas migrantes está igualmente
reconocida como uno de los principios en los que se sustenta la Ley de
Migración.
• Derecho al asilo. En México toda persona extranjera en caso de
persecución por motivos de orden político tiene derecho a solicitar asilo.
• Derecho al refugio. Toda persona extranjera cuya vida corra peligro en
su país de origen, puede solicitar refugio por razones humanitarias,
siempre y cuando cumpla con los requisitos que determina la ley en la
materia.
• Derecho a la protección de la unidad familiar. Toda persona, en
situación de migración, tienen derecho a la unidad y/o reunión familiar,
más aún en tratándose de niñas, niños y adolescentes en movilidad por
contextos de vulnerabilidad.
• Derecho a la dignidad humana. La condición de migrante no le resta
valía a ningún ser humano, por tanto, nadie (autoridades y civiles) tiene
derecho a dar un trato diferenciado y excluyente a estas personas. Su
paso y estadía por el Estado Mexicano no debería significar un riesgo
latente de abuso de sus derechos humanos ni probable afectaciones a su
integridad, patrimonio y su libertad.
• Derecho a no ser criminalizado. El ingreso no formal al país de la
población migrante no es motivo para criminalizar su actuar y tratarlo
como tal. Ser migrante no implica ser delincuente. Su ingreso contrario a
la norma al país implica una infracción administrativa, no un ilícito
penal. En ningún caso una situación migratoria irregular preconfigurará
por sí misma la comisión de un delito ni se prejuzgará la comisión de
ilícitos por parte de un migrante por el hecho de encontrarse en condición
no documentada. (Artículo 2, segundo párrafo de la Ley de Migración).
• Derecho ser alojados en una estación migratoria. En caso de
detención por encontrarse en situación migratoria irregular y al tratarse de
una infracción administrativa, el resguardo de la persona para determinar
su condición jurídica debe realizarse en los lugares oficialmente
destinados para ello y no en casas de seguridad o prisiones.
• Derecho a un alojamiento digno. Las personas migrantes deben recibir
en el lugar en que se encuentren alojados un trato acorde a su dignidad
como personas. Las instalaciones migratorias deben cubrir estas
exigencias y las autoridades deben dispensar un trato adecuado y
respetuoso de sus derechos humanos.
• Derecho a no ser incomunicado. A las personas migrantes no debe,
por ninguna circunstancia, serles negada la visita de sus familiares,
organismos públicos de protección y defensa de los derechos humanos,
representantes legales y autoridades consulares de su país.
• Derecho a un traductor. Para efecto de expresar sus necesidades y
contar con una adecuada defensa ante las autoridades migratorias,
aquellas personas que no hablen o entiendan el español, deberá
proporcionárseles un traductor por el Estado Mexicano.
• Derecho a no ser detenidos en Albergues. Las autoridades migratorias
no tienen la atribución conferida por ley de realizar detenciones de
personas migrantes que se encuentren alojados en albergues con este fin
patrocinados por Asociaciones Civiles o personas que presten asistencia
humanitaria a los mismos. El Instituto (Nacional de Migración) no podrá
realizar visitas de verificación migratoria en los lugares donde se
encuentre migrantes albergados por organizaciones de la sociedad civil o
personas que realicen actos humanitarios, de asistencia o de protección
a los migrantes. (Artículo 76 de la Ley de Migración)
• Derecho a la hospitalidad del Estado receptor y a la solidaridad
internacional. Este derecho implica que el Estado mexicano debe
proporcionar protección a aquellas personas que por circunstancias
adversas en sus lugares de origen, pongan en riesgo sus vidas y
requieran un nuevo lugar para vivir.
• Respeto al derecho a la diversidad cultural y a la
interculturalidad. Las personas migrantes que ingresan al país, con
independencia de la situación en que lo hagan, tienen derecho a
manifestar libremente su cultura y tradiciones, siempre y cuando no
vulneren derechos humanos o cometan delitos con tales conductas.
Además, tienen derecho a propiciar la interculturalidad, esto es,
interactuar con personas con culturas diferentes a las suyas, a efecto de
lograr canales de comunicación que favorezcan la interacción respetuosa
y armónica entre los grupos. (Comisión Nacional de los Derechos
Humanos)

5. ELEMENTOS GEOGRÁFICOS DEL ESTADO MEXICANO


5.1. Concepto de territorio
Elemento territorial o espacial
Tradicionalmente el territorio ha sido definido como el espacio geográfico
dentro del cual se ejerce el poder estatal. Modernamente el territorio es
considerado igualmente como el ámbito espacial de validez del orden jurídico. Al
respecto Hans Kelsen lo define en los siguientes términos “…el territorio del
Estado como ámbito espacia de validez del orden jurídico nacional, no es una
superficie sino un espacio de tres dimensiones. La validez, lo mismo que la
eficacia del orden jurídico nacional no sólo se extiende a lo ancho y a lo largo,
sino también en altura y profundidad. En un sentido semejante Nicolás Pérez
Serrano sostiene que dicho ámbito de validez no se limita: “…al suelo
propiamente dicho, sino abarca también el subsuelo, sin limitación, los mares y
aguas interiores, la zona de mar territorial y el espacio aéreo…igualmente han
de considerase como formando parte del territorio del Estado, los buques que
enarbolan el pabellón nacional, las aeronaves que reúnan igual condición…”
(Orozco Garibay. IIJUNAM 2006)
Nuestro orden jurídico reconoce los dos conceptos de territorio. En primer
lugar como espacio geográfico, ya que admite que el territorio comprende el de
las partes integrantes de la federación, el de las islas, cayos, arrecifes, las aguas
de los mares territoriales y las marítimas interiores, artículo 27 primer párrafo,
42, 43, 44, 45, 48 constitucional y en segundo lugar como ámbito espacial de
validez, ya que nuestra legislación considera que el territorio no sólo abarca la
superficie terrestre, sino también el subsuelo, y el espacio aéreo (tridimensional),
artículo 42 fracción VI, 27 párrafo cuarto y sexto constitucional. (Orozco Garibay.
IIJUNAM 2006)
El artículo 42 de la Constitución Mexicana nos menciona qué es lo que
comprende la definición de territorio nacional, que a la letra dice:
1. El de las partes integrantes de la Federación;
2. El de las islas, incluyendo los arrecifes y cayos en los mares adyacentes;
3. El de las islas de Guadalupe y las de Revillagigedo situadas en el Océano
Pacífico;
4. La plataforma continental y los zócalos submarinos de las islas, cayos y
arrecifes;
5. Las aguas de los mares territoriales en la extensión y términos que fija el
Derecho Internacional y las marítimas interiores;
6. El espacio situado sobre el territorio nacional, con la extensión y
modalidades que establezca el propio Derecho Internacional. (Universidad
Interamericana para el Desarrollo. Derecho Constitucional)

Además, el artículo 43 nos menciona que las partes integrantes de la


Federación son los Estados de Aguascalientes, Baja California, Baja California
Sur, Campeche, Coahuila, Colima, Chiapas, Chihuahua, Durango, Guanajuato,
Guerrero, Hidalgo, Jalisco, México, Michoacán, Morelos, Nayarit, Nuevo León,
Oaxaca, Puebla, Querétaro, Quintana Roo, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora,
Tabasco, Tamaulipas, Tlaxcala, Veracruz, Yucatán, Zacatecas y el Distrito
Federal.
Además, el siguiente artículo (art. 44) establece que “la Ciudad de
México es el Distrito Federal, sede de los Poderes de la Unión y Capital de los
Estados Unidos Mexicanos. Se compondrá del territorio que actualmente tiene y
en el caso de que los poderes Federales se trasladen a otro lugar, se erigirá en
el Estado del Valle de México con los límites y extensión que le asigne el
Congreso General.” (Universidad Interamericana para el Desarrollo. Derecho
Constitucional)

5.2. Características del territorio

Tridimensional:
La principal característica del territorio mexicano es que s tridimensional ya que
abarca el suelo, el subsuelo y el espacio aéreo.

El suelo o parte firme del territorio, lo comprenden los Estados de la Federación


y la Ciudad de México, sede de los Poderes de la Unión.

El subsuelo es lo que se encuentra debajo de la superficie terrestre.

El espacio aéreo es el que se encuentra situado sobre el territorio nacional, con


la extensión y modalidades que establezca el propio Derecho Internacional.

La mayor extensión del territorio está compuesto de agua y son las aguas de los
mares territoriales en la extensión y términos que fije el Derecho Internacional y
las marítimas interiores.

La superficie del territorio


El área de nuestro territorio se ha modificado a lo largo del tiempo, de acuerdo
con la mayor precisión de los levantamientos geográficos, y en nuestros días se
acepta como cifra oficial la de 1.9 millones de Kilómetros cuadrados de superficie
continental, 5 127 kilómetros cuadrados de superficie insular y 3.1 millones de
kilómetros cuadrados de Zona Económica Exclusiva, por lo que la superficie total
de México supera los cinco millones de kilómetros cuadrados. (INEGI)

5.3. Islas y mar territorial

Las islas:
De acuerdo con el artículo 42 de la Constitución se comprende como parte del
territorio nacional las islas, incluyendo los arrecifes y cayos en los mares
adyacentes, así mismo las islas de Guadalupe y as de Revillagigedo situadas en
el Océano Pacífico.
Una isla es una porción de tierra firme y/o rocas rodeada de agua. (INEGI)
Según el INEGI más de tres mil islas se encuentran en la Zona Económica
Exclusiva.
En el recuento del territorio insular se incluyen islas pequeñas, islotes, cayos o
rocas que no tienen nombre y se identifican por sus coordenadas geográficas.
Solo 81 islas están habitadas por 294 754 personas. (INEGI)
La Isla Tiburón es la más grande de México
Es la isla más grande de la República Mexicana (1,200 Km2). Se puede
comparar con la Ciudad de México, que es algo mayor, con 1,547 Km. 2. SE
localiza en el Golfo de California o Mar de Cortés, frente a la costa de Sonora y
separada por ésta por el Canal de Infiernillo. (INEGI)

Elementos acuáticos internos del Estado Mexicano


El artículo 27 de la Constitución Mexicana establece que la propiedad de las
tierras y aguas comprendidas dentro de los límites del territorio nacional,
“corresponde originariamente a la Nación, la cual ha tenido y tiene el derecho de
transmitir el dominio de ellas a los particulares, constituyendo la propiedad
privada.” Asimismo, este artículo nos menciona cuáles son los límites que se
pueden considerar aguas pertenecientes al territorio nacional. Entre ellas están:

El mar territorial
Artículo 27 Párrafo quinto: Son propiedad de la Nación las aguas de los mares
territoriales en la extensión y términos que fije el Derecho Internacional; las
aguas marinas interiores; las de las lagunas y esteros que se comuniquen
permanente o intermitentemente con el mar; las de los lagos interiores de
formación natural que estén ligados directamente a corrientes constantes; las de
los ríos y sus afluentes directos o indirectos, desde el punto del cauce en que se
inicien las primeras aguas permanentes, intermitentes o torrenciales, hasta su
desembocadura en el mar, lagos, lagunas o esteros de propiedad nacional; las
de las corrientes constantes o intermitentes y sus afluentes directos o indirectos,
cuando el cauce de aquéllas en toda su extensión o en parte de ellas, sirva de
límite al territorio nacional o a dos entidades federativas, o cuando pase de una
entidad federativa a otra o cruce la línea divisoria de la República; la de los lagos,
lagunas o esteros cuyos vasos, zonas o riberas, estén cruzadas por líneas
divisorias de dos o más entidades o entre la República y un país vecino, o cuando
el límite de las riberas sirva de lindero entre dos entidades federativas o a la
República con un país vecino; las de los manantiales que broten en las playas,
zonas marítimas, cauces, vasos o riberas de los lagos, lagunas o esteros de
propiedad nacional, y las que se extraigan de las minas; y los cauces, lechos o
riberas de los lagos y corrientes interiores en la extensión que fija la ley. Las
aguas del subsuelo pueden ser libremente alumbradas mediante obras
artificiales y apropiarse por el dueño del terreno, pero cuando lo exija el interés
público o se afecten otros aprovechamientos, el Ejecutivo Federal podrá
reglamentar su extracción y utilización y aún establecer zonas vedadas, al igual
que para las demás aguas de propiedad nacional. Cualesquiera otras aguas no
incluidas en la enumeración anterior, se considerarán como parte integrante de
la propiedad de los terrenos por los que corran o en los que se encuentren sus
depósitos, pero si se localizaren en dos o más predios, el aprovechamiento de
estas aguas se considerará de utilidad pública, y quedará sujeto a las
disposiciones que dicten las entidades federativas.
Además, el Artículo 48 nos menciona que las islas, los cayos y arrecifes de
los mares adyacentes que sean parte del territorio nacional, la plataforma
continental, los zócalos submarinos de las islas, de los cayos y arrecifes, los
mares territoriales, las aguas marítimas interiores y el espacio situado sobre el
territorio nacional, estos dependerán directamente del Gobierno Federal, con
excepción de aquellas islas sobre las que hasta la fecha hayan ejercido
jurisdicción los Estados, que sería ejercido por los Estados. (Universidad
Interamericana para el Desarrollo. Derecho Constitucional)

Elementos marítimos del Estado Mexicano


Según lo que hemos mencionado del artículo 27 Constitucional, los mares
territoriales “son propiedad de la nación en la extensión y términos que fija el
derecho internacional.” Si bien, varios autores coinciden en que la delimitación
de los mares ha ido cambiando y está siendo sujeta de acuerdo a los diversos
tratados internacionales.
De acuerdo a Bustamante y Maldonado (s/f) nos mencionan que para poder
establecer los límites marítimos se deben tomar en cuenta “los hechos históricos,
políticos, geográficos y otros concernientes a la zona por delimitar.” Asimismo,
estos autores nos dicen que una forma simple de enumerar los espacios
marítimos es la siguiente (Bustamante y Maldonado s/f):
a. Aguas interiores, dichas aguas se encuentran situadas “en el interior de la
línea de base del mar territorial“. b. Mar territorial, se le llama a la “faja de agua
situada entre las costas del territorio nacional, sean continentales o insulares, y
alta mar, su anchura es de 12 millas náuticas.” c. Zona contigua, es aquella “área
adyacente al mar territorial del Estado ribereño y su límite no podrá exceder las
24 millas náuticas desde las líneas de base a partir de las cuales se mide la
anchura del mar territorial.” d. Zona Económica Exclusiva, que se estudiará a
continuación. (Universidad Interamericana para el Desarrollo. Derecho
Constitucional)

Regulación constitucional de la zona económica exclusiva


La Zona Económica Exclusiva es una zona situada más allá del territorio y
mar territorial y adyacente este: su anchura no se extenderá más allá de 200
millas náuticas contadas desde las líneas de base a partir de las cuales se mide
la anchura del mar territorial en las que el Estado ribereño tiene: derechos de
soberanía para los fines de exploración y explotación de todos los recursos
existentes y jurisdicción con respecto a la instalación y utilización de estructuras
hechas por el hombre y expediciones de investigación.”
En este sentido, el artículo 27 Constitucional menciona que: “La Nación ejerce
en una zona económica exclusiva situada fuera del mar territorial y adyacente a
éste, los derechos de soberanía y las jurisdicciones que determinen las leyes del
Congreso. La zona económica exclusiva se extenderá a doscientas millas
náuticas, medidas a partir de la línea de base desde la cual se mide el mar
territorial. En aquellos casos en que esa extensión produzca superposición con
las zonas económicas exclusivas de otros Estados, la delimitación de las
respectivas zonas se hará en la medida en que resulte necesario, mediante
acuerdo con estos Estados. La cual es precisamente lo que hemos mencionado
anteriormente. (Universidad Interamericana para el Desarrollo. Derecho
Constitucional)

5.4. Límites Efectivos


Límites y fronteras:
Frontera Norte
El río Bravo –límite fronterizo-, durante el siglo XIX cambió su curso hacia el
Sur en un tramo, quedando varias hectáreas al Norte del antiguo cauce. Estos
terrenos, conocidos con el nombre de Chamizal, pertenecían a México, pero
Estados Unidos se negó a respetar el tratado. Finalmente, en 1963 se llegó a un
acuerdo mediante una transacción que contenía compensaciones territoriales
mutuas, pero de las 177 ha que señalaba el laudo sólo 148 se reintegraron a la
soberanía de México. El límite internacional entre México y Estados Unidos está
definido actualmente por una serie de líneas trazadas astronómicamente y
localizadas en el terreno por monumentos que están fijados por levantamientos
de la Comisión Internacional de Límites. Permanecen en conflicto las islas de
Coronado, situadas frente a San Diego, por no haberse mencionado en el
Tratado de Guadalupe Hidalgo; actualmente están ocupadas por
estadounidenses. También hubo un litigio con Francia sobre la Isla de la Pasión,
el cual se perdió.
Actualmente una línea fronteriza de 3 152 Km. marca el límite de la frontera
norte con los Estados Unidos de América.

Frontera Sur. Actualmente, México limita con las Repúblicas de Guatemala y


Belice mediante una línea fronteriza sinuosa, que alcanza 1 149 Km de extensión
total. Durante el Virreinato se puso límite al Sur con la creación de la Audiencia
de Guatemala, a la que pertenecían las provincias de Chiapas y Soconusco.
Los límites entre México y Guatemala fueron motivo de controversia durante
gran parte del siglo pasado; después de largas discusiones se firmó un convenio
el 27 de septiembre de 1882, en la que Guatemala renunció a los derechos que
pudiera haber tenido sobre Chiapas y Soconusco. Después de trabajos de
campo y de una prolongada negociación, el 1° de abril de 1895 quedó terminado
el trazo de los límites, con longitud total de 956 Km. El límite con Belice, en su
mayor parte ha sido trazada sobre el río Hondo y tiene una longitud total de 193
kilómetros.

Frontera este. Está delimitada por el océano Atlántico, el Golfo de México y la


porción que se conoce con el nombre del mar de las Antillas. Estos mares se
unen por medio del estrecho canal de Yucatán que se encuentra entre la isla de
Cuba y la península de Yucatán. Frontera oeste. A ella pertenece el océano
Pacífico y el Golfo de California con la presencia de la península de la Baja
California, paralela en lo general a la línea costera. (Referencias geográficas y
extensión territorial de México. INEGI)

5.5. Formación histórica de los Estados de la Unión y el Distrito


Federal (hoy Ciudad de México)

Las constituciones que nos han regido contemplan un apartado destinado a


la materia geográfica:
• La divisione territoriales, estados y territorios cuya existencia se reconoció
en el Acta Constitutiva de 1824 fue el reflejo de una realidad. No fue un
capricho o invención de quienes redactaron dicha carta.
Después del decreto de la constitución de 1824 se efectuó por primera vez la
división territorial por estados, sustituyéndose así por completo las planteadas
por el anterior régimen. De allí surgió los Estados Unidos Mexicanos que fue
organizado en 19 estados, 5 territorios federales y un distrito federal.

Fuente: Mapa de México en 1824


http://www.mapademexico.com.mx/mapa-de-mexico-en-1824

El territorio en el Acta Constitutiva del 31 de enero de 1824


Esta Acta Constitutiva es un documento que precedió a la Constitución de
1824. En ella se contenía una enumeración de estados:
Artículo 7º. Los Estados de la federación son por ahora los siguientes: el de
Guanajuato; el interno de Occidente, compuesto de las provincias de Sonora y
Sinaloa; el interno de Oriente, compuesto de las provincias de Coahuila, Nuevo-
León y los Texas; el interno del Norte. Compuesto de las provincias de
Chihuahua, Durango y Nuevo México; El de México; el de Michoacán; el de
Oajaca; el de Puebla de los Ángeles; el de Querétaro; el de San Luis Potosí; el
de Nuevo Santander, que se llamará de las Tamaulipas; el de Tabasco; el de
Tlaxcala; el de Veracruz; el de Xalisco; el de Yucatán; el de los Zacatecas. Las
Californias y el partido de Colima (sin el pueblo de Tonila, que seguirá unido a
Xalisco) serán por ahora territorios de la federación, sujetos inmediatamente a
los supremos poderes de ella. Los partidos y pueblos que componían la provincia
del istmo de Guzacualco, volverán a las que antes han pertenecido. La Laguna
de Términos corresponderá al Estado de Yucatán.
En el Acta Constitutiva del 31 de enero de 1824 no aparecía Chiapas, ya que
en ese momento era una provincia independiente, con la posibilidad de
convertirse en una nación independiente, como las centroamericanas o
adherirse a Guatemala o de ingresar a la federación mexicana.
Los Estados de la República en la Constitución de 1824
El 4 de octubre de 1824 se expidió la Constitución, en su artículo 5º se
enumeran las partes de la Federación, la lista la iniciaba Chiapas, ya sea por el
orden alfabético o para mostrar que era parte de la Unión o para parar cualquier
intento independentista o de adhesión a otro país.
Artículo 5º de la Constitución de 1824

5. Las partes de esta federación son los Estados y territorios siguientes: el


Estado de Chiapas, el de Chihuahua, el de Coahuila y Texas, el de Durango, el
de Guanajuato, el de México, el de Michoacán, el de Nuevo León, el de Oajaca,
el de Puebla de los Ángeles, el de Querétaro, el de San Luis Potosí, el de Sonora
y Sinaloa, el de Tabasco, el de las Tamaulipas, el de Veracruz, el de Xalisco, el
de Yucatán, y el de las Zacatecas: el territorio de la Alta California, el de la Baja
California, el de Colima y el de Santa Fe de Nuevo México. Una ley constitucional
fijará el carácter de Tlaxcala.

Origen del Distrito Federal


Como fuente histórica, la creación del Distrito Federal tuvo su origen en el
“acta constitutiva de la federación” y en “la constitución de 1824” , cuyo en el
artículo 50, en su fracción XXVIII, daba como facultad del congreso general la de
“elegir un lugar que les sirviese de residencia de los supremos poderes de la
federación y ejercer en su Distrito las distribuciones del poder legislativo de un
estado” , fue ahí donde surgió la duda del asentamiento de los poderes federales;
si debería de ser en Querétaro o la ciudad de México.
Establecimiento del Distrito Federal en la Ciudad de México

La comisión dictaminadora respectiva se inclinó por la primera solución


(Querétaro), pero Fray Servando Teresa de Mier, con argumentos de carácter
geográfico, histórico y político, abogo porque la residencia de dichos poderes
federales residiera en la ciudad de México, idea por la cual lo apoyó el congreso.
Mediante el decreto del 18 de Noviembre de 1824, dispuso que los poderes
de la federación debían radicar en esta ciudad y su radio en dos leguas, ya
concebido el Distrito Federal el derecho de acreditar diputados a la cámara
respectiva del mencionado congreso; por decreto del 11 de abril de 1826, al
establecerse el régimen federal en los dos documentos constitucionales citados,
la ciudad de México quedo comprendida dentro del territorio del estado de
México, cuyos diputados se opusieron en la tribuna y en la prensa a que el
Distrito Federal se formará a costa de esta entidad.
Sin embargo, la oposición para que la capital de la república, fuera la cede de
los poderes federales y, por lo tanto, el núcleo de dicho Distrito, se dio ante la
mayoría parlamentaria decretándolo.
En mayo de 1835, por virtud de una ley del Congreso de la Unión se separaron
varias poblaciones del Estado de Zacatecas. Dentro de ellas estaba la Ciudad
de Aguascalientes. Con estas se conformó un territorio que dependería de los
Poderes Federales.
Constitución de 1836, Las Siete Leyes
En 1835 Antonio López de Santa Anna se levantó en armas desconociendo
la Constitución de 1824 y el sistema federal que en ella se establecía.
Por virtud de la Constitución de 1836 llamada como Las Siete Leyes,
desapareció temporalmente la organización política federal. “La República se
dividiría en departamentos, conforme a la octava de las bases orgánicas. Los
departamentos se dividirían en distritos y estos en partidos (Artículo 1º Sexta
Ley)
En 1836 Texas se independiza de la República Mexicana
En 1936 los colonos ingleses asentados en Texas se levantaron en armas
desconociendo al gobierno mexicano, declarando su independencia.
Por los tratados de Velasco, firmado el 14 de mayo de 1836, se reconoció el
triunfo de los texanos y su independencia como república independiente.
Acta Constitutiva y de Reformas de 1847
En 1847 se reunió un Congreso Constituyente que el 21 de mayo de ese año
juró y promulgó el Acta Constitutiva y de Reformas; por virtud de ella se
restableció el sistema federal y se declaró como estados de la Unión a los
mismos que fueron reconocidos por la Constitución de 1824. Se dispuso la
creación del Estado de Guerrero, con territorios que aportarían los Estados de
México, Puebla y Michoacán.
La nueva entidad quedo conformada formalmente el 15 de mayo de 1849 y su
Constitución se emitió en 1851.
Los Estados en la Constitución de 1857
ART. 43. Las partes integrantes de la federación son: los estados de
Aguascalientes, Colima, Chiapas, Chihuahua, Durango, Guanajuato, Guerrero,
Jalisco, México, Michoacán, Nuevo León y Coahuila, Oaxaca, Puebla,
Querétaro, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora, Tabasco, Tamaulipas, Tlaxcala,
Valle de México, Veracruz, Yucatán, Zacatecas y el Territorio de la Baja
California.
Durante la vigencia de la Constitución de 1857 y conforme a ella, se fueron
formando nuevos estados y territorios: Campeche a costa de Yucatán en 1863;
Coahuila fue separado de Nuevo León; el astado de Hidalgo se formó a costa
del estado de México en 1899; ese mismo año, con cargo al estado de México
se formó Morelos.
El Congreso de la Unión por sí y sin contar con facultades para ello privó en
1898 al estado de Morelos y anexo al Distrito Federal. Por último en 1902, como
reforma a la Constitución se erigió el territorio de Quintana Roo, a costa del
estado de Yucatán.
Los estados en la Constitución de 1917
Las partes integrantes de la federación las establece el siguiente:
Artículo 43.- Las partes integrantes de la Federación son los Estados de
Aguascalientes, Baja California, Campeche, Coahuila, Colina, Chiapas,
Chihuahua, Durango, Guanajuato, Guerrero, Hidalgo, Jalisco, México,
Michoacán, Morelos, Nayarit, Nuevo León, Oaxaca, Puebla, Querétaro, San
Luis, Veracruz, Yucatán, Zacatecas, Distrito Federal y territorios de la Baja
California Sur y de Quintana Roo. (Leyes Fundamentales de México. Felipe Tena
Ramírez. 1957) (Constitución de 1917 con sus últimas reformas)

6. ESTRUCTURA POLÍTICA DE LA FEDERACIÓN


6.1. Historia del federalismo en México
Antecedentes
El federalismo es entendido en nuestros días como un sistema de gobierno
que combina los principios de autogobierno y gobierno compartido entre distintos
estados sujetos a una constitución suprema que representa su unión indisoluble
en un solo estado nacional. Sin embargo, como tantos otros conceptos actuales
de la ciencia política y del derecho constitucional, su origen se remonta más de
dos mil quinientos años: fue concebido en Grecia hacia el Siglo V a. C., como
una liga de Estados soberanos que tenían por objeto su defensa común y
garantizar la libertad de comercio, al mismo tiempo que cada Estado conserva
su autonomía interior, concepción que experimenta una importante evolución
durante el proceso de formación de los Estados Unidos a fines del Siglo XVIII.
(Daniel A. Barceló Rojas. Lección I. Los orígenes históricos del Federalismo:
www.jurídicas.unam.mx)
Muchos autores de historia de México y de Derecho Constitucional Mexicano,
coinciden en que México adoptó el federalismo del Constitucionalismo
Norteamericano y como refiere el autor antes citado, el federalismo experimentó
una importante evolución en la formación de los Estados Unidos. Esto es así,
hay que recordar que lo que hoy son Los Estados Unidos, inició con la formación
de trece colonias británicas que se asentaron en la costa atlántica del norte del
Continente Americano, pero cada una de esas colonias se fueron fundando por
cartas concedidas por el Rey de Inglaterra, por lo que cada una mantenía una
relación directa con la Corona Británica, entonces cada colonia fue fortaleciendo
su estructura de gobierno y fortaleciendo su economía. Cuando inicia su Guerra
de Independencia (1775-1783), las colonias se unen para luchar contra la
Corona Británica, pero al lograr su independencia, las colonias se convierten en
Estados independientes y crean cada uno sus constituciones y establecen sus
gobiernos, pero regulando las relaciones entre ellas por medio de los Artículos
de la Confederación.
Después de obtener la independencia en la Guerra Revolucionaria (1775-
1783), los estados se enfrentaron a todos los problemas de un gobierno en
tiempos de paz. Los estados tuvieron que imponer la ley y el orden, recaudar
impuestos, pagar una cuantiosa deuda pública y regular el comercio entre ellos
mismos. También tuvieron que lidiar con las tribus indígenas y negociar con otros
gobiernos. Destacados estadistas, como George Washington y Alexander
Hamilton, empezaron a hablar de la necesidad de crear un gobierno nacional
fuerte bajo una nueva constitución (Departamento de Estado de Los Estados
Unidos 2004)
Hamilton ayudó a la realización de una convención constitucional que se
reunió en Filadelfia, Pennsylvania, en 1787, para revisar los Artículos de la
Confederación. Sin embargo, la mayoría de los delegados de la convención
decidieron que, en lugar de eso, era preferible redactar un nuevo plan de
gobierno: la Constitución de los Estados Unidos. La Constitución no instituyó una
simple liga de estados, sino un gobierno que ejerció su autoridad en forma directa
sobre todos los ciudadanos. La Constitución define las facultades que se delegan
en el gobierno nacional. Además, protege las facultades reservadas a los
estados y los derechos de todos los individuos. (Departamento de Estado de Los
Estados Unidos 2004)
El gobierno establecido por los Artículos de la Confederación no era lo
bastante fuerte para gobernar a la nueva nación. Por ejemplo, carecía de una
rama ejecutiva y de un sistema de tribunales nacionales. No podía regular el
comercio entre los estados o gravar con impuestos a los propios estados o a sus
ciudadanos. Era poco más que una asamblea de los representantes de 13
estados independientes. (Departamento de Estado de Los Estados Unidos 2004)
Representantes de cinco estados se reunieron en Annapolis, Maryland, en
1786. Ellos propusieron que los estados designaran comisionados y que éstos
se reunieran en Filadelfia para decidir si era necesario revisar los Artículos de la
Confederación. El Congreso accedió a la propuesta y sugirió que cada estado
escogiera a sus delegados para una convención constitucional. (Departamento
de Estado de Los Estados Unidos 2004)
La Convención Constitucional
El inicio de la Convención estaba previsto para el 14 de mayo de 1787, pero
pocos de los 55 delegados habían llegado a Filadelfia en esa fecha. Por fi n, la
Convención se inauguró formalmente el 25 de mayo en el Independence Hall.
Doce estados habían respondido a la convocatoria para la Convención. Rhode
Island se negó a enviar delegados porque no quería que el gobierno nacional se
inmiscuyera en sus asuntos internos.
De los 55 delegados, 39 firmaron la Constitución de los Estados Unidos el 17
de septiembre de 1787.
LOS COMPROMISOS. La tarea de crear un nuevo gobierno no fue fácil de
realizar. Las disputas entre los delegados estuvieron a punto de acabar con la
Convención en varias ocasiones. Por ejemplo, los delegados de los estados más
grandes y populosos estaban en desacuerdo con los de los estados pequeños
en cuanto a la representación en la legislatura nacional. Los estados más
grandes eran partidarios del Plan de Virginia, según el cual el número de
representantes que cada estado podía enviar a la legislatura se basaría en la
población de cada uno. Los estados más pequeños apoyaban el Plan de Nueva
Jersey, el cual proponía que todos los estados tuvieran el mismo número de
representantes. Los delegados de Connecticut sugirieron un compromiso y así
se resolvió el problema. El plan disponía una representación igualitaria en el
Senado y, además, una representación proporcional a la población en la Cámara
de Representantes. Esta propuesta se llegó a conocer como el Compromiso de
Connecticut o el Gran Compromiso.
Los delegados acordaron que cada estado debía organizar una convención
especial para discutir y votar el tema de la Constitución. También decidieron que
en cuanto nueve estados hubieran ratificado (aprobado) la Constitución, ésta
entraría en vigor y ellos podrían empezar a organizar su nuevo gobierno.
La Constitución es ratificada
Menos de tres meses después de la firma de la Constitución, Delaware fue el
primer estado que la ratificó, el 7 de diciembre de 1787. Nueva Hampshire fue el
noveno estado que lo hizo, con lo cual la Constitución entró en vigor el 21 de
junio de 1788. Sin embargo, los Padres Fundadores no podían estar seguros de
que la Constitución llegara a gozar de aceptación general mientras los
importantes estados de Nueva York y Virginia no la ratificaran. En esos dos
estados, y también en otros, se había organizado una poderosa oposición a la
Constitución. Personajes como Elbridge Gerry, Patrick Henry, Richard Henry Lee
y George Mason hablaban en contra de la ratificación.
Las objeciones de los opositores eran que en el documento no se había
incluido una carta de derechos, que el Presidente tendría demasiada
independencia y que el Senado era aristocrático en extremo. Ellos creían
también que el Congreso tendría demasiadas facultades y que la autoridad del
gobierno nacional sería excesiva. Los amigos de la Constitución se unieron para
dar su apoyo a su ratificación. Se los llegó a conocer como los federalistas. A
sus opositores se los llamó antifederalistas. Los dos grupos promovieron sus
causas en la prensa, en panfletos y en debates durante las convenciones de
ratificación. (Departamento de Estado de Los Estados Unidos 2004)
Como vemos varios Estados estaban en desacuerdo con la Constitución que
establecía un sistema federal, la Constitución debería ser ratificada por nueve
Estados, entonces se desarrolló un debate, unos a favor y otros en contra de la
ratificación, tres de los llamados federalistas escribieron una serie de artículos
que fueron publicados en un periódico de Nueva York, estos fueron Alexander
Hamilton, James Madison y John Jay, a esta colección de artículos, más tarde
se le conoció con el nombre de El Federalista. Éste documento nos ofrece una
serie de argumentos a favor del federalismo.
En su primer artículo Hamilton escribe: “Sois llamados a deliberar sobre una
nueva Constitución para los Estados Unidos de América, ya que de sus
resultados dependen nada menos que la existencia de la unión, la seguridad y
el bienestar de las partes que la integran”(…) Quizá parezca superfluo presentar
argumentos con el objeto de demostrar la utilidad de la UNION. Pero lo cierto es
que en los círculos privados de quienes se oponen a la nueva Constitución, se
susurra que los trece Estados son demasiado grandes para regirse por cualquier
sistema general y que es necesario recurrir a distintas confederaciones
separadas, formadas por distintas porciones del todo. Será, pues, conveniente
que empecemos por examinar las ventajas de esta Unión, los males indudables
y los probables peligros a los que la disolución expondría a cada Estado. (El
Federalista)
Por su parte John Jay escribe: Bien vale la pena, por tanto, considerar si
conviene más a los intereses del pueblo de América el constituir una sola nación
bajo un gobierno federal, para todos aquellos objetos de carácter general, o
dividirse en confederaciones separadas, confiriendo a la cabeza de cada una de
ellas los mismos poderes que se le aconseja poner en manos de un único
gobierno nacional. (…)He observado a menudo y con gusto que la independiente
América no se compone de territorios separados entre sí y distantes unos de
otros, sino que un país unido, fértil y vasto fue el patrimonio de los hijos
occidentales de la libertad. (…)Un firme sentido del valor y los beneficios de la
Unión indujo al pueblo, desde los primeros momentos, a instituir un gobierno
federal para defenderla y perpetuarla. (…)Si alguna vez tiene lugar la disolución
de la Unión, América tendrá razones para exclamar con las palabras del poeta:
¡ADIOS! UN LARGO ADIOS A TODA MI GRANDEZA. (El Federalista)
En otro artículo Hamilton escribe “Una firme unión será inestimable para la
paz y la libertad de los Estados, como barrera contra los bandos domésticos y
las insurrecciones.” (…)La Constitución propuesta, lejos de significar la abolición
de los gobiernos de los Estados, los convierte en partes constituyentes de la
soberanía nacional, permitiéndoles estar representados directamente en el
Senado, y los deja en posesión de ciertas partes exclusivas e importantísimas
del poder soberano. Esto corresponde por completo con la noción del gobierno
federal, y con todas las denotaciones racionales de esos términos. (El
Federalista)
Por su parte James Madison escribe: “Entre las numerosas ventajas que
ofrece una Unión bien estructurada, ninguna merece ser desarrollada con más
precisión que su tendencia a suavizar y dominar la violencia del espíritu de
partido.” (…), la Constitución federal constituye una mezcla feliz; los grandes
intereses generales se encomiendan a la legislatura nacional, y los particulares
y locales a la de cada Estado. (…) En la magnitud y en la organización adecuada
de la Unión, por tanto, encontramos el remedio republicano para las
enfermedades más comunes de ese régimen. Y mientras mayor placer y orgullo
sintamos en se republicanos, mayor debe ser nuestro celo por estimar el espíritu
y apoyar la calidad de Federalistas.
Posteriormente Hamilton y Madison escriben: Entre las confederaciones de la
antigüedad, la más considerable fue la de las repúblicas griegas, asociadas bajo
el consejo anfictriónico. Según los mejores relatos que nos han llegado acerca
de esta celebrada institución, mostró una analogía muy instructiva con la actual
Confederación de los Estados americanos. Los miembros conservaban su
carácter de Estados independientes y soberanos y tenían igualdad de votos en
el consejo federal. Este consejo tenía autoridad general para proponer y decidir
cuánto juzgase necesario al bienestar común de Grecia; para declarar y hacer la
guerra; para resolver en última instancia todas las controversias entre los
miembros; para multar a la parte agresora; para emplear la fuerza entera de la
confederación contra los desobedientes, y para admitir nuevos miembros. Los
anfictiones eran los custodios de la religión y de las inmensas riquezas
pertenecientes al templo de Delfos, donde tenían el derecho de juzgar sobre las
controversias entre los habitantes de la ciudad y los que acudían a consultar el
oráculo. Para asegurar mejor la eficacia del poder federal, se juraban
mutuamente defender y proteger las ciudades unidas, castigar a los violadores
de este juramento y tomar venganza sobre los sacrílegos que despojaran el
templo. (El Federalista)
Como vemos el federalismo norteamericano fue adoptado por ellos de los
griegos, en los fragmentos de El Federalista que acabamos de transcribir,
Hamilton, Madison y Jay, tratan de convencer a los Estados que se oponían a la
ratificación de la Constitución Norteamericana y que estableció el sistema
federalista, sistema que adoptamos los mexicanos, pero con condiciones
iniciales diferentes, pesto que en los Estados Unidos, primero se fortalecieron
los Estados, crearon sus propias Constituciones y luego formaron la Unión bajo
el sistema Federal. En México, fue una sola colonia, organizada en provincias
que dependían de la autoridad del virrey y éste del rey, la cabeza del virreinato
era la Ciudad de México y centro del poder. Cuando se logró la independencia,
las provincias se convirtieron en Estados, pero, con una estructura débil, por lo
que predomino el poder central y en muchos casos el federalismo sólo fue en
papel. Pero en México no inicia el federalismo inmediatamente después de la
Independencia, ya que el primer gobierno independiente fue el Imperio de
Iturbide, que gobernó limitando las libertades a los Estados. Pero veamos lo que
establece El Acta Constitutiva de la Federación:
Acta Constitutiva de la Federación del 31 de enero de 1824:
Artículo 1. ° La nacion mexicana se compone de las provincias comprendidas
en el territorio del virreinato llamado antes Nueva España, en el que se decia
capitanía general de Yucatan, y en el de las comandancias generales de
provincias internas de oriente y occidente.
Art. 5. º La nacion adopta para su gobierno la forma de republica
representativa popular federal.
Art. 6. º Sus partes integrantes son estados independientes, libres, y
soberanos, en lo que esclusivamente toque á su administracion y gobierno
interior, segun se detalla en esta acta y en la constitucion general.
Art. 7. º Los estados de la federacion son por ahora los siguientes: el de
Guanajuato; el interno de occidente, compuesto de las provincias de Sonora y
Sinaloa; el interno de oriente, compuesto de las provincias Coahuila, nuevo Leon,
y los Tejas; el interno del norte, compuesto de las provincias Chihuahua,
Durango y nuevo México; el de México, el de Michoacan, el de Oajaca, el de
Puebla de los Angeles, el de Querétaro; el de San Luis Potosí, el del nuevo
Santander que se llamará de las Tamaulipas, el de Tabasco, el de Tlaxcala, el
de Veracruz, el de Jalisco, el de Yucatan, el de los Zacatecas, Las Californias y
el partido de Colima (sin el pueblo de Tonila, que seguira unido á Jalisco) serán
por ahora territorios de la federación, sujetos inmediatamente á los supremos
poderes de ella. Los partidos y pueblos que componian la provincia del itsmo de
Guazacualco, volverán á las que antes han pertenecido. La laguna de terminos
corresponderá al estado de Yucatan.
Art. 9. º El poder supremo de la federacion se divide, para su ejercicio, en
legislativo, ejecutivo y judicial: y jamás podrán reunirse dos ó mas de estos en
una corporacion ó persona, ni depositarse el legislativo en un individuo.
Ahora veamos lo que estableció la Constitución de 1824
Art. 4º. La nacion mexicana adopta para su gobierno la forma de republica
representativa popular federal.
Art. 5º. Las partes de esta federacion son los estados y territorios siguientes:
el estado de las Chiapas, el de Chihuahua, el de Coahuila y Texas, el de
Durango, el de Guanaxuato, el de Mexico, el de Michoacan, el de Nuevo Leon,
el de Oaxaca, el de Puebla de los Angeles, el de Queretaro, el de San Luis
Potosi, el de Sonora y Sinaloa, el de Tabasco, el de las Tamaulipas, el de
Veracruz, el de Xalisco, el de Yucatán y el de los Zacatecas: el territorio de la
alta California, el de la baja California, el de Colima, y el de Santa Fé de Nuevo
México. Una ley constitucional fijará el caracter de Tlaxcala.
Art. 6º. Se divide el Supremo poder de la federacion para su ejercicio en
legislativo, ejecutivo y judicial.
El federalismo se adoptó en México en 1824 para colmar una aspiración de la
nación recién emancipada: la democracia sustentada en las ideas de libertad e
igualdad de los individuos que integran los Estados Unidos Mexicanos. El
federalismo era el único medio técnico posible de la época para implantar un
sistema democrático en las antiguas provincias en las que se había dividido la
Colonia, pero sin perder el vigor que proporciona la unión de todas ellas para las
tareas compartidas de defensa y de comercio contra los apetitos territoriales de
la Corona Española y de los imperios europeos de la época. Como natural
reacción al gobierno unipersonal de la monarquía, la democracia mexicana había
de ser necesariamente republicana sustentada en la soberanía del pueblo.
(Barceló Rojas. 2016)
El federalismo mexicano adoptó en 1824 el modelo norteamericano, pero
adquirió desde su origen rasgos enteramente propios de su legado cultural
hispánico, entre ellos la institución del municipio establecido en las
constituciones de los estados. (Barceló Rojas. 2016)
El federalismo mexicano tuvo oposición en personajes como Antonio López
de Santa Anna, quien ejerció el poder de manera autoritaria, reduciendo el poder
de los Estados para convertirlos en departamentos, para gobernarlos desde el
centro, a través de la Constitución Centralista de 1836, y lo que provocó la
inconformidad de varios estados, produciéndose la Independencia de Texas y
la separación de Yucatán.
La Constitución de 1917 establece el federalismo en su artículo 40.
Artículo 40. Es voluntad del pueblo mexicano constituirse en una República
representativa, democrática, laica y federal, compuesta por Estados libres y
soberanos en todo lo concerniente a su régimen interior, y por la Ciudad de
México, unidos en una federación establecida según los principios de esta ley
fundamental.

El Poder.
Si nos preguntamos ¿qué es el poder? Es un concepto un tanto complejo de
definir, lo que aquí nos interesa el definir el poder político, veamos como lo
definen algunos autores:
Para Thomas Hobbes (1651) el poder es la gran fuerza que permite al hombre
articular intereses integrados y comunes que se formalizan en un contrato social.
Conforme a su teoría del contrato social los miembros de una sociedad utilizan
al poder como forma de existencia del Estado y de las organizaciones, mismo
que aglutina la gran fuerza o poder individual de los que se han apegado a ese
contrato para conformar una gran fuerza o poder supremo que permita
salvaguardar la paz en la sociedad, dándole al Estado el nombre simbólico del
“Leviatán” (Cisneros González. UNAM)
Conforme a John Lock (1690) el poder es una condición de creación o
conformación, permanencia y supervivencia de una forma legítima que surge de
la asociación de individuos. Para Lock, el poder se circunscribe a límites
concretos donde debe privar un orden e igualdad para los miembros, sea este el
gobierno civil o cualquier tipo se agrupación que tenga por objetivo la relación
social libre o soberana. La ejecución del poder puede utilizar la fuerza siempre
que se trate de ajustar o reajustar el comportamiento de los miembros de la
asociación, entendiéndose este como gobierno civil. (Cisneros González.
UNAM)
En J. Rousseau (1762), el poder es un medio en la realización dentro del valor
significativo de lo social, es decir de las relaciones sociales. Siempre interpretado
como resultado de una especie de convenio o contrato social. El poder,
entonces, es el instrumento que vence las diferencias y hacer prevalecer los
intereses generales sobre los individuales; es una condición del contrato social,
evitando la guerra de todos contra todos. (Cisneros González. UNAM)
Max Weber (1915) define al poder como, la probabilidad de imponer la propia
voluntad dentro de una relación social, aún contra toda resistencia y cualquiera
que sea el fundamento de esa probabilidad. En este sentido ha habido muchas
interpretaciones en torno a la argumentación de “imponer la propia voluntad”, de
hecho muchos autores han cometido el error de asociarlo con cuestiones
personales, pero no se ha presentado lo relativo a la completa definición que
antepone el elemento de relación social, esto es a la conducta plural entre
miembros. La relación social quiere decir que los miembros que han decidido
integrarse para conformar relaciones de grupo también tienen que actuar
socialmente, lo que implica que deberán dejar de lado sus individualidades y
apegarse a la conducta que se ha establecido, mismas que se apegan a un orden
legítimo con normas precisas como guía del comportamiento y con límites o
fronteras de ámbito. Con lo anterior Weber atribuye al poder la sujeción a un
orden legítimamente establecido que garantice la conducta conforme a reglas
pactadas. También se encuentra el hecho de que para Weber, de acuerdo con
sus categorías sociológicas, las relaciones sociales consisten sola y
exclusivamente en la conformación de una determinada conducta social
reciproca que regule las relaciones entre los miembros, por ello, el poder es la
probabilidad de hacer obligatoria el tipo de conducta que deben observar los
miembros de la relación social. (Cisneros González. UNAM)
En este sentido y de acuerdo con Michel Focuault (1971), Weber nunca
planteó al poder en sentido personal ni en la capacidad de la imposición forzada
como enajenación o explotación puesto que esto iría en contra de sus categorías
sociológicas, más bien, habla de probabilidad por el hecho de que esto no es
siempre necesario porque los miembros pueden o no cumplir el código de
comportamiento y que se ajusta a las necesidades sociales de acuerdo con el
orden legítimo que ha sido establecido y que se hará con validez para el
establecimiento de las normas que deberán cumplir sus miembros, el poder es
una forma de ejecución de la legitimidad que ha sido convenida para todos los
integrantes de una organización conforme al pacto de los interesados y en el
otorgamiento por una autoridad considerada como legítima, por tanto. El poder
no tiene como función esencial decir no, prohibir y castigar, sino ligar su espiral
indefinida: la coerción, el placer y la verdad; al mismo tiempo el poder implica un
contra-poder (p.1). Entonces, el poder es entonces una forma de exigencia de
los compromisos de relación social pactados y será ejecutado por el orden
administrativo pues este regulará la acción de la asociación. (Cisneros González.
UNAM)
De una manera u otra en un Estado el poder se ha ejercido de diferentes
formas, ya sea de manera autoritaria por un rey, emperador o dictador; pero en
una democracia regida por una Constitución, es la Constitución la que establece
quien debe ejercer el poder. Y así e, el creador de la Constitución, el Poder
Constituyente, esa asamblea electa por el pueblo, dotada de soberanía,
establece quien debe ejercer el poder, para que se cumpla lo establecido en la
Constitución, entonces crea los órganos que se encargarán de ejercer el poder,
para hacer cumplir la Constitución y las leyes que de ella emanen.
En el caso de la Constitución mexicana, el artículo 39 establece:
Artículo 39. La soberanía nacional reside esencial y originariamente en el
pueblo. Todo poder público dimana del pueblo y se instituye para beneficio de
éste. El pueblo tiene en todo tiempo el inalienable derecho de alterar o modificar
la forma de su gobierno.
El poder público dimana del pueblo y se estatuye para su beneficio.
Parafraseando a Roseau, quien en su obra El Contrato Social nos dice: El
hombre cuando vivía en estado de naturaleza, gozaba de todas las libertades,
en el contrato social, el hombre tiene que ceder parte de sus libertades para que
se establezca el Estado y trabaje en beneficio de la colectividad.
Ahora veamos lo que establece el artículo 41 en su primer párrafo:
Artículo 41. El pueblo ejerce su soberanía por medio de los Poderes de la
Unión, en los casos de la competencia de éstos, y por los de los Estados y la
Ciudad de México, en lo que toca a sus regímenes interiores, en los términos
respectivamente establecidos por la presente Constitución Federal y las
particulares de cada Estado y de la Ciudad de México, las que en ningún caso
podrán contravenir las estipulaciones del Pacto Federal.
Ahora veamos lo que establece el artículo 49 de la Constitución:
Artículo 49. El Supremo Poder de la Federación se divide para su ejercicio
en Legislativo, Ejecutivo y Judicial.

6.1.1. El Poder (y órgano) Legislativo


De acuerdo con la Constitución el Poder Legislativo se deposita en:
Artículo 50. El poder legislativo de los Estados Unidos Mexicanos se deposita
en un Congreso general, que se dividirá en dos Cámaras, una de diputados y
otra de senadores.
¿Qué es el Poder Legislativo?
Hacer referencia a nuestro Poder Legislativo seguramente implica incursionar en
senderos de magníficos paisajes que reflejan la luz que solo proviene de aquellas
instituciones llamadas a ser verdaderos depositarios de la representación
ciudadana. Aquí se encuentra la esencia de la República; Si no, recordemos la
expresión del Dr. Mario Moreno al hacer referencia al Congreso convocado para
organizar la naciente patria, cuando indica:
“Esta asamblea respetable formada por los votos de todos los pueblos,
encuentra dese ahora todas sus esperanzas, y los ilustres ciudadanos, que han
de formarla son responsables a un empeño sagrado, que debe producir la
felicidad o la ruina de estas inmensas regiones” (Hugo Ismael Rizo. Uruguay
2008)
El referido autor está haciendo mención del Poder Constituyente de Argentina,
pero, en las mismas palabras nos podemos referir al Constituyente Mexicano,
cuando redactó la Constitución de 1824. Éste Poder originario dejo establecido
los poderes creados, entre ellos el Poder Legislativo, integrado por los
representantes populares para elaborar las leyes que ordena la Constitución o
que de acuerdo a las necesidades de la sociedad son indispensables para
regular las actividades de los gobernados y las relaciones entre ellos y los
detentadores del poder.

6.1.2. El Unicameralismo y el Bicameralismo


En opinión de Rafael Serrano Figueroa, históricamente los sistemas
unicamerales legislativos se han distinguido por estar integrados
estructuralmente por un solo cuerpo deliberativo, el cual concentra esa función
dentro del Estado. Esta situación presenta ciertas ventajas por el lado de la
coherencia en los criterios que sirven de base en la toma de decisiones, toda vez
que los integrantes participan desde un inicio en las discusiones, reflexiones y
argumentos que dan lugar al contenido y emisión de las leyes, por lo que se
habla de cuerpos compactos que gozan de una marcada coordinación y una
imagen generalmente sólida frente a la opinión pública, sin detrimento de que
hacia el interior del cuerpo legislativo se efectúen intensas negociaciones y
cabildeos para lograr proyectos que pasen fácilmente la prueba definitiva de la
votación. (Serrano Figueroa. UNAM)
Países que han eliminado la segunda cámara:
Nueva Zelandia. País progresista que bastante tranquilo políticamente, bajo un
gobierno conservador eliminó la segunda cámara en 1950; Dinamarca hizo lo
mismo en 1954.
En el caso de los sistemas unicamerales se observa una tendencia a la
uniformidad de los criterios que puede resultar un riesgo para la comunidad en
la cual legisla, toda vez que existe la posibilidad de que se formen camarillas
representativas en un solo sector de dicha comunidad. Lo que pondría en riesgo
la posibilidad de un gobierno plural y democrático, lo que en consecuencia
convertiría al Derecho en un instrumento de la case hegemónica.
Además en los sistemas unicameralistas tiende a distinguirse una mayor
preponderancia por parte del Ejecutivo sobre el Legislativo, toda vez que cuenta
con mayor margen de maniobra en la negociación y las posibilidades de control.
Adicionalmente, los defensores de los sistemas unicameralistas sostienen que
la creación de leyes debe tener un origen puramente popular, en el cual no se
da cabida a otros criterios de revisión de las decisiones adoptadas por los
legítimos representantes del pueblo.
En todo caso, la distinción entre los responsables del Órgano Legislativo y el
Ejecutivo ha venido a significar la piedra angular del ejercicio democrático del
poder político… (Serrano Figueroa. UNAM)
En México la Constitución de 1857 estableció el sistema unicameral y se
renovaba en su totalidad cada dos años, veamos lo que al respecto establece
ésta Constitución:
Art. 51. SE deposita el ejercicio del Supremo poder legislativo en una asamblea,
que se denominará Congreso de la Unión.
Art. 52. El Congreso de la Unión se compondrá de representantes, elegidos en
su totalidad cada dos años por los ciudadanos mexicanos.
Hay que hacer notar que la Constitución de 1857 le dotó al Congreso General de
un poder extraordinario, pero de acuerdo con los que nos menciona en su
discurso ante el Constituyente de 1916-1917, Carranza propone disminuir ese
poder para que el Ejecutivo tenga más poder. Veamos lo que al respecto
menciona Carranza:
El Poder Legislativo, que por naturaleza propia de sus funciones, tiende siempre
a intervenir en las de los otros, estaba dotado en la Constitución de 1857, de
facultades que le permitían estorbar o hacer embarazosa y difícil la marcha del
Poder Ejecutivo, o bien sujetarlo a la voluntad caprichosa de una mayoría fácil
de formar en las épocas de agitación, en que regularmente predominan las malas
pasiones y los intereses bastardos.
Encaminadas a lograr ese fin, se proponen varias reformas de las que, la
principal, es quitar a la Cámara de Diputados el poder de juzgar al presidente de
la República y a los demás altos funcionarios de la Federación, facultad que fue,
sin duda, la que motivó que en las dictaduras pasadas se procurase siempre
tener diputados serviles, a quienes manejaban como autómatas.
Carranza estaba consciente de que para poder imponer su voluntad Porfirio Díaz
sometía al Congreso poniendo diputados serviles para que no ejercieran esas
facultades que les dotaba la Constitución de 1857 y propone disminuir esas
facultades y acrecentar el poder del Ejecutivo.
Bicameralismo
Para hablar del bicameralismo hay que revisar la historia para ver cómo surgió
éste sistema y cuáles son sus antecedentes. Al respecto acudo a lo que
menciona Khemvirg Puente Martínez:
“La institución política senatorial tiene sus primeros orígenes en la Roma Clásica
y posteriormente fue rediseñada como foro aristocrático de deliberación pública
y adopción de decisiones políticas a partir del siglo XVIII con la Cámara de los
Lores británica. El Bicameralismo no estaba relacionado con la democracia sino
con la aristocracia. La intención de imponer una segunda cámara revisora fue
asegurar los intereses de una clase, a través de la Cámara “alta”. El primer
acercamiento entre una segunda cámara legislativa y los sistemas democráticos
se dio a partir de la aprobación de la Constitución federal norteamericana de
1787 cuando varias legislaturas nacionales y subnacionales adoptaron el
bicameralismo como una forma innovadora de organización legislativa. No sólo
en estados federales sino en todo tipo de organización legislativa para difundirse
al grado que una tercera parte de los países del mundo cuentan hoy con
legislaturas bicamerales. (Puente Martínez UNAM 2017)
Como vemos, el bicameralismo tiene toda una historia, y fueron los
norteamericanos los que al adoptar este sistema lo difundieron en el mundo. Los
constituyentes mexicanos de 1824 deciden adoptar éste sistema siguiendo el
modelo norteamericano. Veamos lo que establece la Constitución de 1824:
Art. 7º. Se deposita el poder legislativo de la federación en un Congreso general.
Este se divide en dos Cámaras, una de diputados y otra de senadores.
Art. 8º. La cámara de diputados se compondrá de representantes elegidos en su
totalidad cada dos años por los Ciudadanos de los estados.
Art. 25. El senado se compondrá de dos senadores de cada estado elegidos á
mayoría absoluta de votos por sus legislaturas, y renovados por mitad de dos en
dos años.
De los artículos transcritos anteriormente se observa que los diputados son
electos por el voto de la mayoría de los cuidadnos, de ahí la idea de que los
diputados representan al pueblo y los senadores eran electos por las legislaturas
de sus estados, por lo que los senadores representan a los estados de la
República, tal y como sucede en el sistema bicameral norteamericano.
Actualmente en teoría en México los diputados son representantes de la
población de los distritos que los eligieron y los senadores son los representantes
de la población total de sus estados. Pero en la realidad vemos que tanto los
diputados como los senadores no consultan a sus representados sobre las
decisiones que habrán de tomar en su tarea legislativa y siguen los lineamientos
de los institutos políticos de los que resultaron propuestos para competir en una
elección o siguen las directrices del Presidente de la República que surgió de su
mismo partido.
La Cámara de Senadores y la Cámara de Diputados componen el Congreso de
la Unión y tienen como Congreso las facultades que establece el artículo 73 de
la Constitución Federal que consiste principalmente en crear las leyes federales,
fungiendo cada una de acuerdo en donde inicie el proyecto de ley, en Cámara
de origen o Cámara revisora. Pero también cada Cámara tiene sus facultades
propias, tal como lo establece la Constitución, y así tenemos que:
Artículo 74. Son facultades exclusivas de la Cámara de Diputados:
I. Expedir el Bando Solemne para dar a conocer en toda la República la
declaración de Presidente Electo…
II. Coordinar y evaluar, sin perjuicio de su autonomía técnica y de gestión,
el desempeño de las funciones de la Auditoría Superior de la
Federación,…
III. Ratificar el nombramiento que el Presidente de la República haga del
Secretario del ramo en materia de Hacienda,…
IV. Aprobar anualmente el Presupuesto de Egresos de la Federación,…
V. Declarar si ha o no lugar a proceder penalmente contra los servidores
públicos que hubieren incurrido en delito en los términos del artículo
111 de esta Constitución…
VI. Revisar la Cuenta Pública del año anterior,…
VII. Aprobar el Plan Nacional de Desarrollo en el plazo que disponga la
ley…
VIII. Designar, por el voto de las dos terceras partes de sus miembros
presentes, a los titulares de los órganos internos de control de los
organismos con autonomía reconocida en esta Constitución que
ejerzan recursos del Presupuesto de Egresos de la Federación, y
IX. Las demás que le confiere expresamente esta Constitución.

Por lo que se refiere al Senado, éste tiene las facultades siguientes:


Artículo 76. Son facultades exclusivas del Senado:
I. Analizar la política exterior desarrollada por el Ejecutivo Federal con
base en los informes anuales que el Presidente de la República y el
Secretario del Despacho correspondiente rindan al Congreso.

Además, aprobar los tratados internacionales y convenciones


diplomáticas que el Ejecutivo Federal suscriba, así como su decisión
de terminar, denunciar, suspender, modificar, enmendar, retirar
reservas y formular declaraciones interpretativas sobre los mismos;
II. Ratificar los nombramientos que el mismo funcionario haga de los
Secretarios de Estado,..
III. Autorizarlo también para que pueda permitir la salida de tropas
nacionales fuera de los límites del País,..
IV. Dar su consentimiento para que el Presidente de la República pueda
disponer de la Guardia Nacional fuera de sus respectivas entidades
federativas, fijando la fuerza necesaria.
V. Declarar, cuando hayan desaparecido todos los poderes
constitucionales de una entidad federativa,…
VI. Resolver las cuestiones políticas que surjan entre los poderes de una
entidad federativa cuando alguno de ellos ocurra con ese fin al
Senado,…
VII. Erigirse en Jurado de sentencia para conocer en juicio político de las
faltas u omisiones que cometan los servidores públicos,…
VIII. Designar a los Ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación,
de entre la terna que someta a su consideración el Presidente de la
República,…
IX. Se deroga.
X. Autorizar mediante decreto aprobado por el voto de las dos terceras
partes de los individuos presentes, los convenios amistosos que sobre
sus respectivos límites celebren las entidades federativas;
XI. Aprobar la Estrategia Nacional de Seguridad Pública en el plazo que
disponga la ley…
XII. Nombrar a los comisionados del organismo garante que establece el
artículo 6o. de esta Constitución,…
XIII. Integrar la lista de candidatos a Fiscal General de la República;
nombrar a dicho servidor público,…
XIV. Las demás que la misma Constitución le atribuya.

Como vemos, ambas cámaras tiene facultades compartidas y cada una tiene
sus propias facultades de conformidad con lo que establece la Constitución
Federal.

6.1.3. El Congreso de la Unión en México

De acurdo con la Constitución el Poder Legislativo se deposita en un


Congreso General, así como lo establece el artículo 50 de nuestra Ley
fundamental:
Artículo 50. El poder legislativo de los Estados Unidos Mexicanos se deposita
en un Congreso general, que se dividirá en dos Cámaras, una de diputados y
otra de senadores.

Para Susana Thalía Pedroza de la Llave el Congreso General o Congreso de


la Unión son las denominaciones que le asigna el derecho positivo mexicano
a la institución representativa, mejor conocida en términos de dogmática
jurídica como Poder Legislativo y consagrado así en la Constitución. S divide
en dos Cámaras, una de Diputados y otra de Senadores. (Pedroza de la Llave.
IIJUNAM)
Ya vimos anteriormente las facultades que de acuerdo con la Constitución
tiene cada una de las Cámaras. Ahora abundaremos en otro órgano que es
parte del Congreso de la Unión y éste es la Comisión Permanente.
De acurdo con lo que nos dice Pedroza de la Llave la Comisión Permanente
es un órgano que pertenece al Congreso de la Unión, cuya función es suplirlo
en su totalidad o en alguna de sus cámaras durante sus recesos. Dicho órgano
realiza diversas actividades, por ejemplo administrativas de control.
Presupuestarias, representativas, electorales, entre otras, con excepción para
algunos, de la función legislativa. Sin embargo, en una clasificación más
amplia de lo que debe entenderse por proceso legislativo, éste no se
circunscribe únicamente a normas de carácter particular, concretos y dirigidos
a individuos determinados, es decir, a la creación de decretos, por lo que la
Comisión Permanente si realiza una función legislativa. (Pedroza de la Llave.
IIJUNAM).
La Comisión Permanente se encuentra establecida en la Constitución en su
artículo:
Artículo 78. Durante los recesos del Congreso de la Unión habrá una
Comisión Permanente compuesta de 37 miembros de los que 19 serán
Diputados y 18 Senadores, nombrados por sus respectivas Cámaras la víspera
de la clausura de los períodos ordinarios de sesiones. Para cada titular las
Cámaras nombrarán, de entre sus miembros en ejercicio, un sustituto.
La Comisión Permanente, además de las atribuciones que expresamente le
confiere esta Constitución, tendrá las siguientes:
I. Prestar su consentimiento para el uso de la Guardia Nacional en los
casos de que habla el artículo 76 fracción IV;
II. Recibir, en su caso, la protesta del Presidente de la República;
III. Resolver los asuntos de su competencia; recibir durante el receso del
Congreso de la Unión las iniciativas de ley, las observaciones a los
proyectos de ley o decreto que envíe el Ejecutivo y proposiciones
dirigidas a las Cámaras y turnarlas para dictamen a las comisiones de
la Cámara a la que vayan dirigidas, a fin de que se despachen en el
inmediato periodo de sesiones;
IV. Acordar por sí o a propuesta del Ejecutivo, la convocatoria del
Congreso o de una sola Cámara a sesiones extraordinarias, siendo
necesario en ambos casos el voto de las dos terceras partes de los
individuos presentes…
V. Se deroga.
VI. Conceder licencia hasta por sesenta días naturales al Presidente de la
República;
VII. Ratificar los nombramientos que el Presidente haga de embajadores,
cónsules generales, empleados superiores de Hacienda, integrantes
del órgano colegiado encargado de la regulación en materia de
energía, coroneles y demás jefes superiores del Ejército, Armada y
Fuerza Aérea Nacionales, en los términos que la ley disponga, y
VIII. Conocer y resolver sobre las solicitudes de licencia que le sean
presentadas por los legisladores.

Otro órgano que es importante mencionar es la Auditoria Superior de la


Federación, órgano que goza de autonomía y de gestión en la realización de
sus atribuciones pero que se ubica en la estructura de la Cámara de
Diputados. Y éste se encuentra establecido en el artículo:
Artículo 79. La Auditoría Superior de la Federación de la Cámara de
Diputados, tendrá autonomía técnica y de gestión en el ejercicio de sus
atribuciones y para decidir sobre su organización interna, funcionamiento y
resoluciones, en los términos que disponga la ley.
La función de fiscalización será ejercida conforme a los principios de legalidad,
definitividad, imparcialidad y confiabilidad.
La Auditoría Superior de la Federación podrá iniciar el proceso de fiscalización
a partir del primer día hábil del ejercicio fiscal siguiente, sin perjuicio de que las
observaciones o recomendaciones que, en su caso realice, deberán referirse a
la información definitiva presentada en la Cuenta Pública.
Asimismo, por lo que corresponde a los trabajos de planeación de las
auditorías, la Auditoría Superior de la Federación podrá solicitar información
del ejercicio en curso, respecto de procesos concluidos.
La Auditoría Superior de la Federación tendrá a su cargo:
I. Fiscalizar en forma posterior los ingresos, egresos y deuda; las
garantías que, en su caso, otorgue el Gobierno Federal respecto a
empréstitos de los Estados y Municipios; el manejo, la custodia y la
aplicación de fondos y recursos de los Poderes de la Unión y de los
entes públicos federales, así como realizar auditorías sobre el
desempeño en el cumplimiento de los objetivos contenidos en los
programas federales, a través de los informes que se rendirán en los
términos que disponga la Ley. También fiscalizará directamente los
recursos federales que administren o ejerzan las entidades federativas,
los municipios y las demarcaciones territoriales de la Ciudad de
México…
II. Entregar a la Cámara de Diputados, el último día hábil de los meses de
junio y octubre, así como el 20 de febrero del año siguiente al de la
presentación de la Cuenta Pública, los informes individuales de
auditoría que concluya durante el periodo respectivo…
III. Investigar los actos u omisiones que impliquen alguna irregularidad o
conducta ilícita en el ingreso, egreso, manejo, custodia y aplicación de
fondos y recursos federales, y efectuar visitas domiciliarias,
únicamente para exigir la exhibición de libros, papeles o archivos
indispensables para la realización de sus investigaciones, sujetándose
a las leyes y a las formalidades establecidas para los cateos, y
IV. Derivado de sus investigaciones, promover las responsabilidades que
sean procedentes ante el Tribunal Federal de Justicia Administrativa y
la Fiscalía Especializada en Combate a la Corrupción, para la
imposición de las sanciones que correspondan a los servidores
públicos federales y, en el caso del párrafo segundo de la fracción I de
este artículo, a los servidores públicos de los estados, municipios, del
Distrito Federal y sus demarcaciones territoriales, y a los particulares.
La Cámara de Diputados designará al titular de la Auditoría Superior de la
Federación por el voto de las dos terceras partes de sus miembros
presentes…
6.2. Los tres poderes de la Federación. Formas de elección y
facultades de cada poder
De acurdo con lo que establece la Constitución en su artículo 41 el pueblo
ejerce su soberanía por medio de los Poderes de la Unión y de acuerdo con
la división de poderes estos son: Ejecutivo, Legislativo y Judicial.
Por lo que se refiere al Poder Legislativo y el Poder Ejecutivo, éstos de
acuerdo con el segundo párrafo del artículo 41: La renovación de los poderes
Legislativo y Ejecutivo se realizará mediante elecciones libres, auténticas y
periódicas.
Por lo que hace al Poder Legislativo, éste se deposita en un Congreso
General, que se divide en dos Cámaras, una de Diputados y otra de
Senadores (Artículo 50)
La Cámara de Diputados se compondrá por representantes de la Nación,
electos en su totalidad cada tres años. (Art. 51)
La Cámara de Diputados estará integrada por 500 diputados: 300 electos por
el principio de votación mayoritaria de los correspondientes 300 distritos
electorales uninominales en que se divide la población total del país y 200
diputados electos por el principio de representación proporcional y el sistema
de listas regionales de cinco circunscripciones electorales plurinominales en
el país.
Es importante hacer notar que ningún partido político podrá tener más de 300
diputados por ambos principios (Fracción IV del artículo 54)
Requisitos para ser Diputado
De acuerdo con el artículo 55 de la Constitución, para ser diputado se
requiere:
I. Ser ciudadano mexicano, por nacimiento, en el ejercicio de sus
derechos.
II. Tener veintiún años cumplidos el día de la elección;
III. Ser originario de la entidad federativa en que se haga la elección o
vecino de esta con residencia efectiva de más de seis meses anteriores
a la fecha de ella…
IV. No estar en servicio activo en el Ejército Federal ni tener mando en la
policía o gendarmería rural en el Distrito donde se haga la elección,
cuando menos noventa días antes de ella.
V. No ser titular de alguno de los organismos a los que esta Constitución
otorga autonomía, ni ser Secretario o Subsecretario de Estado, ni titular
de alguno de los organismos descentralizados o desconcentrados de
la administración pública federal, a menos que se separe
definitivamente de sus funciones 90 días antes del día de la elección.
No ser Ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, ni
Magistrado, ni Secretario del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la
Federación, ni Consejero Presidente o consejero electoral en los
consejos General, locales o distritales del Instituto Nacional Electoral,
ni Secretario Ejecutivo, Director Ejecutivo o personal profesional
directivo del propio Instituto, salvo que se hubiere separado de su
encargo, de manera definitiva, tres años antes del día de la elección.
Los Gobernadores de los Estados y el Jefe de Gobierno de la Ciudad
de México no podrán ser electos en las entidades de sus respectivas
jurisdicciones durante el periodo de su encargo, aun cuando se
separen definitivamente de sus puestos.
Los Secretarios del Gobierno de las entidades federativas, los
Magistrados y Jueces Federales y locales, así como los Presidentes
Municipales y Alcaldes en el caso de la Ciudad de México, no podrán
ser electos en las entidades de sus respectivas jurisdicciones, si no se
separan definitivamente de sus cargos noventa días antes del día de la
elección;
VI. No ser Ministro de algún culto religioso, y
VII. No estar comprendido en alguna de las incapacidades que señala el
artículo 59.

Por lo que se refiere a la Cámara de Senadores, de acuerdo a lo que establece


el artículo 56 de la Constitución, ésta estará integrada por 128 senadores, electos
dos por cada Estado y de la Ciudad de México por el principio de votación
mayoritaria relativa y uno será asignado a la primera minoría, resultando electos
así 96 senadores y los 32 restantes serán electos por el principio de
representación proporcional, mediante el sistema de listas votadas en una sola
circunscripción plurinominal nacional. La Cámara de Senadores se renovará en
su totalidad cada seis años.
Requisitos para ser Senador:
Artículo 58. Para ser senador se requieren los mismos requisitos que para
ser diputado, excepto el de la edad, que será la de 25 años cumplidos el día de
la elección.
Reelección de Diputados y Senadores:

Artículo 59. Los Senadores podrán ser electos hasta por dos periodos
consecutivos y los Diputados al Congreso de la Unión hasta por cuatro periodos
consecutivos. La postulación sólo podrá ser realizada por el mismo partido o por
cualquiera de los partidos integrantes de la coalición que los hubieren postulado,
salvo que hayan renunciado o perdido su militancia antes de la mitad de su
mandato.

Sobre las atribuciones del Congreso de la Unión y las de cada una de las
cámaras, ya se mencionaron en un apartado anterior.

El Poder Ejecutivo: Jefe de Estado y Jefe de Gobierno

El Presidente de la República es el que realiza las facultades de ejecutar las


leyes que emite el Congreso y proveer en la esfera administrativa para su exacta
observancia. En México el Poder Ejecutivo es unipersonal, electo de manera
directa. Venustiano Carranza en el Proyecto de Constitución que presentó ante
el Constituyente de Querétaro, propuso un ejecutivo fuerte, con amplias
facultades, ya que en la Constitución de 1857, hubo un predominio del Poder
Legislativo, por lo que para afianzar su poder el Ejecutivo, se impuso por la fuerza
contra el Congreso, siendo un dictador, como lo fue Porfirio Díaz.
Después de la Constitución de 1917, en los primeros años de su vigencia se
vivió una inestabilidad política, los exjefes revolucionarios entraron en pugna por
el poder o por el reparto del poder, para acabar con esas pugnas, Plutarco Elías
Calles funda el Partido Nacional Revolucionario, en donde se agrupan a la
mayoría de partidos políticos y a los jefes revolucionarios, para que por medio
de esta estructura se distribuya el poder. El nuevo partido se convirtió en una
superestructura, y el Presidente de la República se convirtió en su jefe real,
aunque no de nombramiento, eso produjo que el Presidente incrementara su
poder enormemente, gozando de facultades no establecida en la Constitución
pero si, en la realidad política, a esas facultades Jorge Carpizo les llama
“facultades meta constitucionales del Presidente de la República”.
En La Constitución el Poder Ejecutivo se encuentra establecido en el Título
Tercero, Capítulo III. Del Poder Ejecutivo. Del artículo 80 al 93:
Artículo 80. Se deposita el ejercicio del Supremo Poder Ejecutivo de la Unión en un solo
individuo, que se denominará "Presidente de los Estados Unidos Mexicanos."

Artículo 81. La elección del Presidente será directa y en los términos que disponga la ley
electoral.

El artículo 82 establece los requisitos para ser Presidente

Artículo 83. El Presidente entrará a ejercer su encargo el 1o. de octubre y durará en él seis
años. El ciudadano que haya desempeñado el cargo de Presidente de la República, electo
popularmente, o con el carácter de interino o sustituto, o asuma provisionalmente la titularidad
del Ejecutivo Federal, en ningún caso y por ningún motivo podrá volver a desempeñar ese
puesto.
El artículo 84 establece la forma se suplir la falta absoluta del Presidente de la República.

Artículo 86. El cargo de Presidente de la República sólo es renunciable por causa grave, que
calificará el Congreso de la Unión, ante el que se presentará la renuncia.

Artículo 87. El Presidente, al tomar posesión de su cargo, prestará ante el Congreso de la


Unión o ante la Comisión Permanente, en los recesos de aquél, la siguiente protesta: "Protesto
guardar y hacer guardar la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y las leyes
que de ella emanen, y desempeñar leal y patrióticamente el cargo de Presidente de la República
que el pueblo me ha conferido, mirando en todo por el bien y prosperidad de la Unión; y si así no
lo hiciere que la Nación me lo demande."

Si por cualquier circunstancia el Presidente no pudiere rendir la protesta en los términos del
párrafo anterior, lo hará de inmediato ante las Mesas Directivas de las Cámaras del Congreso
de la Unión.
En caso de que el Presidente no pudiere rendir la protesta ante el Congreso de la Unión, ante
la Comisión Permanente o ante las Mesas Directivas de las Cámaras del Congreso de la Unión
lo hará de inmediato ante el Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
El artículo 88 establece los requisitos pueda ausentarse del país.
El artículo 89 establece las facultades del presidente de la Republica
Para mejor comprensión del Poder Ejecutivo, se recomienda estudiar los
artículos 80 al 93 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.z

El Poder Judicial de la Federación

¿Qué es el Poder Judicial de la Federación?

Es el Poder que cuenta con las atribuciones necesarias para impartir justicia
de manera cumplida y para mantener el equilibrio entre los demás Poderes. Los
integrantes de este Poder son, entre otros, los Ministros de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación, los Magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial
de la Federación, los Magistrados de los Tribunales de Circuito –Colegiados y
Unitarios– y los Jueces de Distrito. Ellos son responsables, entre otras
cuestiones, de interpretar las leyes; resolver las controversias que surjan entre
particulares, cuando se trate de asuntos de competencia federal; intervenir en
las controversias que se susciten cuando una ley o acto de autoridad viole
garantías individuales, y resolver conflictos entre autoridades, por ejemplo,
cuando aleguen una invasión en su ámbito de atribuciones. Además forma parte
de este Poder el Consejo de la Judicatura Federal que cumple con importantes
funciones de carácter administrativo, de disciplina y vigilancia y tiene bajo su
responsabilidad al Instituto de la Judicatura Federal que se preocupa de la
formación de Magistrados, Jueces, Secretarios y Actuarios a fin de que posean
los atributos constitucionales de independencia, imparcialidad, objetividad,
profesionalismo y excelencia que deben regir la carrera judicial. Una de las
funciones más importantes del Poder Judicial de la Federación es proteger el
orden constitucional. Para ello se vale de diversos medios, entre ellos, el juicio
de amparo, las controversias constitucionales, las acciones de
inconstitucionalidad y la facultad de investigación. Cabe señalar que todos los
medios señalados incluyen entre sus fines, de manera relevante, el bienestar de
la persona humana.(SCJN 2005)

En la Constitución se contempla al Poder Judicial de la Federación en el


Título Tercero, Capítulo IV, de los artículos 94 al 107:
Artículo 94. Se deposita el ejercicio del Poder Judicial de la Federación en
una Suprema Corte de Justicia, en un Tribunal Electoral, en Tribunales
Colegiados y Unitarios de Circuito y en Juzgados de Distrito.
La administración, vigilancia y disciplina del Poder Judicial de la Federación,
con excepción de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, estarán a cargo del
Consejo de la Judicatura Federal en los términos que, conforme a las bases que
señala esta Constitución, establezcan las leyes.
La Suprema Corte de Justicia de la Nación se compondrá de once Ministros
y funcionará en Pleno o en Salas.
En los términos que la ley disponga las sesiones del Pleno y de las Salas
serán públicas, y por excepción, secretas en los casos en que así lo exijan la
moral o el interés público.
La competencia de la Suprema Corte, su funcionamiento en Pleno y Salas, la
competencia de los Tribunales de Circuito, de los Juzgados de Distrito y del
Tribunal Electoral, así como las responsabilidades en que incurran los servidores
públicos del Poder Judicial de la Federación, se regirán por lo que dispongan las
leyes, de conformidad con las bases que esta Constitución establece.
El Consejo de la Judicatura Federal determinará el número, división en
circuitos, competencia territorial y especialización por materias, entre las que se
incluirá la de radiodifusión, telecomunicaciones y competencia económica, de los
Tribunales Colegiados y Unitarios de Circuito y de los Juzgados de Distrito.
Asimismo, mediante acuerdos generales establecerá Plenos de Circuito,
atendiendo al número y especialización de los Tribunales Colegiados que
pertenezcan a cada Circuito. Las leyes determinarán su integración y
funcionamiento.
El Pleno de la Suprema Corte de Justicia estará facultado para expedir
acuerdos generales, a fin de lograr una adecuada distribución entre las Salas de
los asuntos que competa conocer a la Corte, así como remitir a los Tribunales
Colegiados de Circuito, para mayor prontitud en el despacho de los asuntos,
aquéllos en los que hubiera establecido jurisprudencia o los que, conforme a los
referidos acuerdos, la propia Corte determine para una mejor impartición de
justicia. Dichos acuerdos surtirán efectos después de publicados…

Artículo 95. Para ser electo ministro de la Suprema Corte de Justicia de la


Nación, se necesita:
I. Ser ciudadano mexicano por nacimiento, en pleno ejercicio de sus
derechos políticos y civiles.
II. Tener cuando menos treinta y cinco años cumplidos el día de la
designación;
III. Poseer el día de la designación, con antigüedad mínima de diez años,
título profesional de licenciado en derecho, expedido por autoridad o
institución legalmente facultada para ello;
IV. Gozar de buena reputación y no haber sido condenado por delito que
amerite pena corporal de más de un año de prisión; pero si se tratare
de robo, fraude, falsificación, abuso de confianza y otro que lastime
seriamente la buena fama en el concepto público, inhabilitará para el
cargo, cualquiera que haya sido la pena.
V. Haber residido en el país durante los dos años anteriores al día de la
designación; y
VI. No haber sido Secretario de Estado, Fiscal General de la República,
senador, diputado federal, ni titular del poder ejecutivo de alguna
entidad federativa, durante el año previo al día de su nombramiento…
(En los artículos 95, 96 y 97 se establecen la forma de elección de los
ministros de la SCJN y de los Magistrados de Circuito y los Jueces de Distrito)
Artículo 96. Para nombrar a los Ministros de la Suprema Corte de Justicia, el
Presidente de la República someterá una terna a consideración del Senado,
el cual, previa comparecencia de las personas propuestas, designará al
Ministro que deba cubrir la vacante. La designación se hará por el voto de las
dos terceras partes de los miembros del Senado presentes, dentro del
improrrogable plazo de treinta días. Si el Senado no resolviere dentro de dicho
plazo, ocupará el cargo de Ministro la persona que, dentro de dicha terna,
designe el Presidente de la República…
Artículo 97. Los Magistrados de Circuito y los Jueces de Distrito serán
nombrados y adscritos por el Consejo de la Judicatura Federal, con base en
criterios objetivos y de acuerdo a los requisitos y procedimientos que establezca
la ley. Durarán seis años en el ejercicio de su encargo, al término de los cuales,
si fueran ratificados o promovidos a cargos superiores, sólo podrán ser privados
de sus puestos en los casos y conforme a los procedimientos que establezca la
ley…
Artículo 99. El Tribunal Electoral será, con excepción de lo dispuesto en la
fracción II del artículo 105 de esta Constitución, la máxima autoridad
jurisdiccional en la materia y órgano especializado del Poder Judicial de la
Federación.
Para el ejercicio de sus atribuciones, el Tribunal funcionará en forma
permanente con una Sala Superior y salas regionales; sus sesiones de
resolución serán públicas, en los términos que determine la ley. Contará con el
personal jurídico y administrativo necesario para su adecuado funcionamiento…

Artículo 100. El Consejo de la Judicatura Federal será un órgano del Poder


Judicial de la Federación con independencia técnica, de gestión y para emitir sus
resoluciones.
Las atribuciones del Poder Judicial Federal:
Artículo 103. Los Tribunales de la Federación resolverán toda controversia
que se suscite

I. Por normas generales, actos u omisiones de la autoridad que violen los


derechos humanos reconocidos y las garantías otorgadas para su
protección por esta Constitución, así como por los tratados
internacionales de los que el Estado Mexicano sea parte;

II. Por normas generales o actos de la autoridad federal que vulneren o


restrinjan la soberanía de los Estados o la autonomía de la Ciudad de
México, y
III. Por normas generales o actos de las autoridades de las entidades
federativas que invadan la esfera de competencia de la autoridad federal.

Artículo 104. Los Tribunales de la Federación conocerán:

I. De los procedimientos relacionados con delitos del orden federal;

II. De todas las controversias del orden civil o mercantil que se susciten
sobre el cumplimiento y aplicación de leyes federales o de los tratados
internacionales celebrados por el Estado Mexicano. A elección del actor
y cuando sólo se afecten intereses particulares, podrán conocer de ellas,
los jueces y tribunales del orden común.

Las sentencias de primera instancia podrán ser apelables ante el


superior inmediato del juez que conozca del asunto en primer grado;

III. De los recursos de revisión que se interpongan contra las resoluciones


definitivas de los tribunales de justicia administrativa a que se refiere la
fracción XXIX-H del artículo 73 de esta Constitución, sólo en los casos
que señalen las leyes. Las revisiones, de las cuales conocerán los
Tribunales Colegiados de Circuito, se sujetarán a los trámites que la ley
reglamentaria de los artículos 103 y 107 de esta Constitución fije para la
revisión en amparo indirecto, y en contra de las resoluciones que en ellas
dicten los Tribunales Colegiados de Circuito no procederá juicio o
recurso alguno;
IV. De todas las controversias que versen sobre derecho marítimo;

V. De aquellas en que la Federación fuese parte;


VI. De las controversias y de las acciones a que se refiere el artículo 105,
mismas que serán del conocimiento exclusivo de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación;

VII. De las que surjan entre una entidad federativa y uno o más vecinos de
otra, y
VII. De los casos concernientes a miembros del Cuerpo Diplomático y
Consular.

Artículo 105. La Suprema Corte de Justicia de la Nación conocerá, en los


términos que señale la ley reglamentaria, de los asuntos siguientes:

I. De las controversias constitucionales que, con excepción de las que se


refieran a la materia electoral, se susciten entre:
a) La Federación y una entidad federativa;
b) La Federación y un municipio;
c) El Poder Ejecutivo y el Congreso de la Unión; aquél y cualquiera de
las Cámaras de éste o, en su caso, la Comisión Permanente;
d) Una entidad federativa y otra
e) Se deroga.
f) Se deroga.
g) Dos municipios de diversos Estados;
h) Dos Poderes de una misma entidad federativa, sobre la
constitucionalidad de sus actos o disposiciones generales;
i) Un Estado y uno de sus municipios, sobre la constitucionalidad de
sus actos o disposiciones generales;
j) Una entidad federativa y un Municipio de otra o una demarcación
territorial de la Ciudad de México, sobre la constitucionalidad de sus
actos o disposiciones generales, y
k) Se deroga.
l) Dos órganos constitucionales autónomos, y entre uno de éstos y el
Poder Ejecutivo de la Unión o el Congreso de la Unión sobre la
constitucionalidad de sus actos o disposiciones generales. Lo
dispuesto en el presente inciso será aplicable al organismo garante
que establece el artículo 6o. de esta Constitución

Siempre que las controversias versen sobre disposiciones generales de las


entidades federativas, de los Municipios o de las demarcaciones territoriales
de la Ciudad de México impugnadas por la Federación; de los Municipios o
de las demarcaciones territoriales de la Ciudad de México impugnadas por
las entidades federativas, o en los casos a que se refieren los incisos c) y h)
anteriores, y la resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación las
declare inválidas, dicha resolución tendrá efectos generales cuando hubiere
sido aprobada por una mayoría de por lo menos ocho votos.
En los demás casos, las resoluciones de la Suprema Corte de Justicia
tendrán efectos únicamente respecto de las partes en la controversia
II. De las acciones de inconstitucionalidad que tengan por objeto plantear
la posible contradicción entre una norma de carácter general y esta
Constitución.

Las acciones de inconstitucionalidad podrán ejercitarse, dentro de los


treinta días naturales siguientes a la fecha de publicación de la norma,
por:
a) El equivalente al treinta y tres por ciento de los integrantes de la
Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, en contra de leyes
federales;
b) El equivalente al treinta y tres por ciento de los integrantes del
Senado, en contra de las leyes federales o de tratados internacionales
celebrados por el Estado Mexicano;
c) El Ejecutivo Federal, por conducto del Consejero Jurídico del
Gobierno, en contra de normas generales de carácter federal y de las
entidades federativas;
d) El equivalente al treinta y tres por ciento de los integrantes de alguna
de las Legislaturas de las entidades federativas en contra de las leyes
expedidas por el propio órgano;
e) Se deroga.
f) Los partidos políticos con registro ante el Instituto Nacional Electoral,
por conducto de sus dirigencias nacionales, en contra de leyes
electorales federales o locales; y los partidos políticos con registro en
una entidad federativa, a través de sus dirigencias, exclusivamente en
contra de leyes electorales expedidas por la Legislatura de la entidad
federativa que les otorgó el registro;
g) La Comisión Nacional de los Derechos Humanos, en contra de leyes
de carácter federal o de las entidades federativas, así como de
tratados internacionales celebrados por el Ejecutivo Federal y
aprobados por el Senado de la República, que vulneren los derechos
humanos consagrados en esta Constitución y en los tratados
internacionales de los que México sea parte. Asimismo, los
organismos de protección de los derechos humanos equivalentes en
las entidades federativas, en contra de leyes expedidas por las
Legislaturas;
h) El organismo garante que establece el artículo 6° de esta Constitución
en contra de leyes de carácter federal y local, así como de tratados
internacionales celebrados por el Ejecutivo Federal y aprobados por
el Senado de la República, que vulneren el derecho al acceso a la
información pública y la protección de datos personales. Asimismo,
los organismos garantes equivalentes en las entidades federativas,
en contra de leyes expedidas por las Legislaturas locales; e
i) El Fiscal General de la República respecto de leyes federales y de las
entidades federativas, en materia penal y procesal penal, así como
las relacionadas con el ámbito de sus funciones;
La única vía para plantear la no conformidad de las leyes electorales a la
Constitución es la prevista en este artículo.
Las leyes electorales federal y locales deberán promulgarse y publicarse
por lo menos noventa días antes de que inicie el proceso electoral en que
vayan a aplicarse, y durante el mismo no podrá haber modificaciones
legales fundamentales.
Las resoluciones de la Suprema Corte de Justicia sólo podrán declarar la
invalidez de las normas impugnadas, siempre que fueren aprobadas por
una mayoría de cuando menos ocho votos.
III. De oficio o a petición fundada del correspondiente Tribunal Unitario de
Circuito o del Ejecutivo Federal, por conducto del Consejero Jurídico
del Gobierno, así como del Fiscal General de la República en los
asuntos en que intervenga el Ministerio Público, podrá conocer de los
recursos de apelación en contra de sentencias de Jueces de Distrito
dictadas en aquellos procesos en que la Federación sea parte y que
por su interés y trascendencia así lo ameriten.

La declaración de invalidez de las resoluciones a que se refieren las


fracciones I y II de este artículo no tendrá efectos retroactivos, salvo en materia
penal, en la que regirán los principios generales y disposiciones legales
aplicables de esta materia.
En caso de incumplimiento de las resoluciones a que se refieren las fracciones
I y II de este artículo se aplicarán, en lo conducente, los procedimientos
establecidos en los dos primeros párrafos de la fracción XVI del artículo 107 de
esta Constitución.
Artículo 106. Corresponde al Poder Judicial de la Federación, en los términos
de la ley respectiva, dirimir las controversias que, por razón de competencia, se
susciten entre los Tribunales de la Federación, entre éstos y los de las entidades
federativas o entre los de una entidad federativa y otra.

Artículo 107. Las controversias de que habla el artículo 103 de esta


Constitución, con excepción de aquellas en materia electoral, se sujetarán a los
procedimientos que determine la ley reglamentaria, de acuerdo con las bases
siguientes: …

6.3. Organismos Constitucionalmente autónomos

Concepto
Los órganos constitucionales autónomos son aquéllos creados inmediata y
fundamentalmente en la Constitución, y que no se adscriben a los poderes
tradicionales del Estado. También pueden ser los que actúan con independencia
en sus decisiones y estructura orgánica, depositarios de funciones estatales que
se busca desmonopolizar, especializar, agilizar, independizar, controlar y/o
transparentar ante la sociedad, con la misma igualdad constitucional. (Ugalde
Calderón)

Antecedentes
Sobre los órganos constitucionales autónomos, el Tribunal Pleno de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación, al resolver la controversia constitucional
32/2005, menciona en el contenido de la respectiva ejecutoria, que surgen en
Europa y su establecimiento se expandió por Asia y América, como
consecuencia de la nueva concepción del poder, bajo una idea de equilibrio
constitucional apoyada en los controles del poder público. Con ello, la teoría
tradicional de la división de poderes evolucionó, por lo que se dejó de concebir
a toda la organización del Estado como una derivación de los tres poderes
tradicionales (legislativo, ejecutivo, y judicial). Actualmente se habla de que dicho
principio debe considerarse como una distribución de funciones o competencias
para hacer más eficaz el desarrollo de las actividades confiadas al Estado. En
un inicio, su creación se encontraba justificada por la necesidad de establecer
órganos encaminados a la defensa de los derechos fundamentales, y para lograr
controlar la constitucionalidad en las funciones y actos de los depositarios del
poder público. Por tal motivo, se establecieron en las normas jurídicas
constitucionales, dotándolos de independencia en su estructura orgánica y así
alcanzar los fines para los que se crearon, es decir, para que ejerzan una función
pública fundamental, y que por razones de su especialización e importancia
social requería la autonomía del órgano creado respecto de los clásicos poderes
del Estado. (Ugalde Calderón)
Naturaleza Jurídica
Son órganos públicos que ejercen una función primordial del Estado,
establecidos en los textos constitucionales y, por tanto, tienen relaciones de
coordinación con los demás poderes tradicionales u órganos autónomos, sin
situarse subordinadamente en algunos de ellos. El simple hecho de que un
órgano haya sido creado por mandato del constituyente, no resulta suficiente
para considerarlo como autónomo. En diversas constituciones hay órganos del
Estado a los que sólo se hace referencia y, otros, cuyas funciones son detalladas
pero sin ser autónomos, a los cuales se les denomina órganos de relevancia
constitucional o auxiliares, y su diferencia con los autónomos radica en que éstos
no están incluidos en la estructura orgánica de los poderes tradicionales; por
ejemplo, el Ministerio Público. (Ugalde Calderón)
Características
Del análisis de las características que según diversos autores deben tener los
organismos públicos autónomos, se puede concluir que gozan de las siguientes:
a) Deben estar establecidos y configurados directamente en la Constitución, con
lo cual tienen independencia jurídica de los poderes clásicos del Estado, lo que
se traduce en autonomía orgánica y funcional. Surgen bajo una idea de equilibrio
constitucional basada en los controles de poder, evolucionando así la teoría
tradicional de la división de poderes, dejándose de concebir la organización del
Estado derivada de los tres tradicionales
(Ejecutivo, legislativo y judicial); debe considerarse como una distribución de
funciones, haciendo eficaz el desarrollo de las actividades encomendadas al
Estado. b) Atribución de una o varias funciones primordiales del Estado, lo cual
implica autonomía técnica, es decir, deben atender eficazmente asuntos
primordiales del Estado en beneficio de la sociedad. En el texto constitucional se
les dotó de actuación e independencia en su estructura orgánica para que
alcancen sus fines, que ejerzan una función del Estado que por su
especialización e importancia social requería autonomía. c) Facultad para
expedir las normas que los rigen (autonomía normativa). d) Capacidad para
definir sus necesidades presupuestales y para administrar y emplear los
recursos económicos que les sean asignados (autonomía financiera-
presupuestal y administrativa). e) Deben mantener con los otros órganos del
Estado relaciones de coordinación. (Ugalde Calderón)
Justificación
En virtud de la necesidad de limitar los excesos en que incurrieron los poderes
tradicionales y los factores reales de poder, puesto que generaron desconfianza
social disminuyendo la credibilidad gubernamental, se dio lugar a la creación de
órganos constitucionales autónomos, encargados ya sea de fiscalizar o controlar
instituciones para que no violenten el apego a la constitucionalidad. Son
considerados una vía para conciliar la democracia de partidos, de los poderes
tradicionales y grupos económicos y sociales, por la autonomía que los
caracteriza; no se deben a su creador o a quien los designa, pues se busca con
ellos un equilibrio constitucional.7 Asimismo, la autonomía encuentra su
explicación en diversos motivos entre los cuales se pueden mencionar los
siguientes: a) la necesidad de contar con un ente especializado técnica y
administrativamente; b) la urgencia de enfrentar los efectos perniciosos de la
partidocracia;
c) la conveniencia de un órgano específico que ejecute las tareas que no
deben ser sujetas a la coyuntura política, pero que son parte de las atribuciones
naturales del Estado; o bien d) en el caso de las autoridades electorales, la
necesidad de contar con las máximas garantías de imparcialidad en los procesos
electorales. Un auténtico órgano autónomo cuenta con especialización en su
área y no se guía por intereses partidistas o situaciones coyunturales, sino con
estricto apego a la legalidad. En la medida en que un órgano tenga
independencia respecto de los poderes tradicionales y se evite cualquier
injerencia gubernamental o de otra índole, se asegura y garantiza su autonomía,
siempre en estricto apego al principio de constitucionalidad, pues la limitante de
la autonomía radica precisamente en que sus actos se encuentren apegados a
dicho principio. De igual forma, el doctor Joel Carranco, dice que en del Espíritu
de las Leyes, si bien sirve como referencia, no es suficiente su aplicación en los
sistemas jurídicos contemporáneos, puesto que el contexto histórico, político y
social nos demanda crear nuevas formas de organización (Ugalde Calderón)
¿Qué es la autonomía?
García Máynez la define como la facultad que las organizaciones políticas
tienen de darse a sí mismas sus leyes y de actuar de acuerdo con ellas. También
se puede concebir como la facultad de las personas o instituciones para actuar
libremente sin sujeción a una autoridad superior dentro de un marco de valores
jurídicos predeterminados. Asimismo, puede ser la libertad de organizarse para
actuar libremente en el cumplimiento de fines, sin que se interfiera en la
organización o actividad. Es la posibilidad para los entes de regir su vida interior
mediante normas y órganos propios, sin vulnerar el texto legal. Es una especie
de descentralización de funciones en un grado extremo, no sólo de la
administración pública, sino de los poderes del Estado, con el propósito de evitar
cualquier injerencia que pudiera afectar el adecuado funcionamiento del órgano.
(Ugalde Calderón)
1. Técnica: es la capacidad de los organismos para decidir en los asuntos
propios de la materia específica que les ha sido asignada, mediante
procedimientos especializados, con personal calificado para atenderlos. Según
Buttgenbach es cuando los órganos no están sometidos a las reglas de gestión
administrativa y financiera que son aplicables a los servicios centralizados del
Estado.
2. Orgánica o administrativa: que no dependen jerárquicamente de ningún otro
poder o entidad. Para Alfonso Nava significa independencia de acción entre
órganos u organismos públicos, los que no están sujetos a una subordinación.
Establecen parámetros de organización interna.
3. Financiera-presupuestaria: que gozan de la facultad de definir y proponer
sus propios presupuestos y, de disponer de los recursos económicos que les
sean asignados para el cumplimiento de sus fines. Ello garantiza su
independencia económica. En mi opinión es la capacidad para proyectar,
gestionar y ejercer su presupuesto, así como estar en posibilidad de generar
recursos propios, como los derechos que cobre por prestaciones de servicios
individualizados; por ejemplo, la expedición de copias o la formulación de
proyectos de investigación.
4. Normativa: consiste en que se encuentran facultados para emitir sus
reglamentos, políticas, lineamientos y, en general, todo tipo de normas
relacionadas con su organización y administración internas.
5. De funcionamiento: es una combinación de los otros tipos de autonomía,
implica que los organismos cuenten con la capacidad de realizar, sin restricción
o impedimento alguno, todas las actividades inherentes a sus atribuciones o
facultades, lo cual involucra, tanto a la autonomía técnica como a la orgánica,
financiera-presupuestal y normativa. 6. Plena: que implica una autonomía total,
es decir, una auténtica posibilidad de gobernarse sin subordinación externa;
como ejemplo: los artículos 116, fracción V y 122, apartado C, base quinta, de la
Constitución establecen tribunales de lo contencioso administrativo para los
estados y el Distrito Federal con plena autonomía, que es para dictar sus fallos.
5. De funcionamiento: es una combinación de los otros tipos de autonomía,
implica que los organismos cuenten con la capacidad de realizar, sin restricción
o impedimento alguno, todas las actividades inherentes a sus atribuciones o
facultades, lo cual involucra, tanto a la autonomía técnica como a la orgánica,
financiera-presupuestal y normativa.
6. Plena: que implica una autonomía total, es decir, una auténtica posibilidad
de gobernarse sin subordinación externa; como ejemplo: los artículos 116,
fracción V y 122, apartado C, base quinta, de la Constitución establecen
tribunales de lo contencioso administrativo para los estados y el Distrito Federal
con plena autonomía, que es para dictar sus fallos. (Ugalde Calderón)
Diferencias entre órgano y organismo
La diferencia principal entre órgano y organismo en su nivel de independencia.
Así, atribuye al órgano las siguientes características principales:
a) tiene confiada una actividad directa e inmediata del Estado;
b) está coordinado pero no subordinado a ninguno de los tres Poderes del
Estado o a otros órganos;
c) se encuentra en el vértice de la organización estatal y goza de completa
independencia.
El organismo, por su parte, se caracteriza por ser una unidad administrativa que
pertenece a alguno de los tres Poderes del Estado, constituyendo una manera
de organización administrativa que se relaciona estrechamente con la prestación
de un servicio público o la realización de una actividad pública relevante. (Ugalde
Calderón)
Cuadro 1 (Martínez Robledos, con actualización mía)
Organismos autónomos
Entidad Fundamento Establecido por reforma Legislación
Constitucional secundaria
Instituto Artículo 41, Fracción Reforma publicada en el DOF el Artículo 29 de
Nacional V, Apartado A 22/agosto/1996 la Ley General
Electoral El Instituto Nacional Se establece el Instituto Federal de Instituciones
Electoral es un Electoral como organismo público y
organismo público autónomo. Procedimientos
autónomo dotado de Reforma publicada en el DOF el Electorales
personalidad jurídica 10/febrero/2014.
y patrimonio propios Señala que la organización de las
elecciones es una función estatal
que se realiza a través del Instituto
Nacional Electoral

Instituto Artículo 26, Reforma publicada en el DOF el Artículo 52 de


Nacional de Apartado B 7/Abril/2006 Se crea el Sistema la Ley del
Estadística y La responsabilidad Nacional de Información Y Sistema
Geografía de normar y geografía, organismo con Nacional de
coordinar autonomía técnica y de gestión, Información
dicho Sistema estará personalidad jurídica y patrimonio Estadística y
a cargo de un propios. Geográfica.
organismo
con autonomía
técnica y de gestión,
personalidad jurídica
y patrimonio propios
Comisión Artículo 102, Reforma pública en el DOF el Artículo 2 de la
Nacional Apartado B, párrafo 13/septiembre/1999 Ley de la
de los 5 El organismo que por su parte Comisión
Derechos El organismo que establezca el Congreso de la Unión Nacional de los
Humanos establezca el se denominará Comisión Nacional Derechos
Congreso de la de los Derechos Humanos, el cual Humanos
Unión se contará con autonomía de gestión y
denominará presupuestaria, personalidad
Comisión jurídica y patrimonio propios
Nacional de los
Derechos Humanos;
contará con
autonomía de
gestión y
presupuestaria,
personalidad jurídica
y patrimonio
propios
Instituto Artículo 41, Fracción Reforma publicada en el DOF el Artículo 29 de
Nacional V, Apartado A 22/agosto/1996. Se establece el la Ley General
Electoral El Instituto Nacional Instituto Federal Electoral como de Instituciones
Electoral es un organismo público autónomo. y
organismo público Reforma publicada en el DOF el Procedimientos
autónomo dotado de 10/febrero/2014. Electorales
personalidad jurídica Señala que la organización de las
y patrimonio propios elecciones es una función estatal
que se realiza a través del Instituto
Nacional Electoral
Instituto Artículo 3, Fracción Reforma publicada en el DOF de Artículo 22 de
Nacional IX 26/febrero/2013 la Ley del
para El Instituto Nacional Se crea el Instituto Nacional para la Instituto
la para la Evaluación de evaluación de la Educación como un Nacional para
Evaluación la Educación será un organismo público autónomo, con la Evaluación
de la organismo público personalidad jurídica y patrimonio de la Educación
Educación autónomo, con propios.
personalidad jurídica
y patrimonio
propio
Instituto Artículo 6, Apartado Reforma publicada en el DOF el 7/ Artículo 33 de
Federal de A, Fracción VIII. La febrero/2014 la Ley Federal
Acceso a la Federación contará Señala la creación de un organismo de
Información con un organismo autónomo responsable de Transparencia
y autónomo, garantizar el cumplimiento del y Acceso a la
Protección especializado, derecho de acceso a la información Información
de imparcial, colegiado, pública y a la protección de datos Pública
Datos con personalidad personales en posesión de los Gubernamental
Personales jurídica y patrimonio sujetos obligados, definiendo su
propio, con plena naturaleza jurídica, competencia, el
autonomía técnica, carácter jurídico de sus resoluciones,
de gestión, integración y los principios que
regirán su funcionamiento.
capacidad para
decidir sobre el
ejercicio de su
presupuesto y
determinar
su organización
interna

Cuadro 2 (Martínez Robledos, con actualización mía)


2. Organismos autónomos descentralizados del Estado
Entidad Fundamento Reforma Legislación
Constitucional secundaria
Universidad Artículo 3, Fracción Reforma publicada en el DOF el Artículo 1 de la
Nacional VII Las universidades 9/junio/1980. Ley Orgánica
Autónoma de y las demás Eleva a rango constitucional la de la
México instituciones de autonomía de las universidades al Universidad
educación superior a establecer la facultad y Nacional
las que la ley otorgue responsabilidad de gobernarse a Autónoma de
Autonomía sí mismas México
Universidad Artículo 3, Fracción Reforma publicada en el DOF el Artículo 1 de la
Autónoma VII 9/junio/1980. Ley Orgánica
Metropolitana de la
Universidad
Autónoma
Metropolitana
Universidad Artículo 3, Fracción Reforma publicada en el DOF el Artículo 1 de la
Autónoma VII 9/junio/1980. Ley que crea
de Chapingo La Universidad
Autónoma
Chapingo
Universidad Artículo 3, Fracción Reforma publicada en el DOF el Artículo 1 de la
Autónoma VII 9/junio/1980. Ley Orgánica
Agraria de la
Antonio Narro Universidad
Autónoma
Agraria
Antonio Narro

Cuadro 3. (Martínez Robledos, con actualización mía)


Persona de derecho con carácter autónomo
Entidad Fundamento Reforma Legislación
Constitucional secundaria
Banco de Artículo 28, Párrafo 6 Reforma publicada el DOF el Artículo 1 de
México El Estado tendrá un 20/agosto/1993 la Ley del
banco central que
será autónomo en el Dispone que el Estado tendrá un Banco de
ejercicio de sus Banco Central que será autónomo México
funciones en el ejercicio de sus funciones y
y en su en su administración, siendo su
Administración objeto fundamental procurar la
estabilidad del poder adquisitivo
de la moneda nacional

Cuadro 4. (Martínez Robledos, con actualización mía)


Órganos Reguladores Coordinados en Materia Energética
(Autónomos que forman parte de la Administración Pública Centralizada)
Entidad Fundamento Reforma Legislación
Constitucional secundaria
Comisión Artículo 28, Párrafo 8 Reforma publicada en DOF de Artículo 1 de a
Nacional de El Poder Ejecutivo 20/diciembre/2013 Ley Orgánica
Hidrocarburos contará con los Se fortalecen los órganos de la
y Comisión órganos reguladores reguladores coordinados en Administración
Reguladora de coordinados en materia energética Comisión Pública
Energía materia energética, Nacional de Hidrocarburos y Federal.
denominados Comisión Reguladora de Energía Artículo 3 de la
Comisión Nacional de Ley de los
Hidrocarburos Órganos
y Comisión Reguladores
Reguladora Coordinados
de Energía, en los en Materia
términos que Energética
determine la ley

Cuadro 5. (Martínez Robledos, con actualización mía)


Órganos públicos autónomos

Entidad Fundamento Reforma Legislación


Constitucional secundaria
Fiscalía Artículo 102, Apartado Reforma publicada en el DOF el Artículo3 de
General de la A, Párrafo 1 10/febrero/2014 la Ley de la
República El Ministerio Público Establece la figura de Fiscalía Fiscalía de la
se organizará General de la República en la cual República
en una Fiscalía estará organizado el Ministerio
General de Público, describe su naturaleza
la República como jurídica, su integración, la
Órgano Público designación del Fiscal General de la
Autónomo, dotado de República, así como las funciones y
personalidad atribuciones de la institución
jurídica y de
patrimonio
propio

Cuadro 6. (Martínez Robledos, con actualización mía)


Órganos autónomos
Entidad Fundamento Reforma Legislación
Constitucional secundaria
Comisión Federal Artículo 28, Párrafo Reforma publicada en Artículo 10 de la
de 14 el DOF el Ley Federal de
Competencia El Estado contará 11/junio/2013 Competencia
Económica con una Comisión Se crea la Comisión Económica
Federal de Federal de
Competencia Competencia
Económica, que será Económica como un
un órgano órgano autónomo,
autónomo, con con personalidad
personalidad jurídica y patrimonio
jurídica propio que
y patrimonio propio garantizara la libre
competencia y
concurrencia.
Instituto Federal de Artículo 28, Párrafo Reforma publicada en Artículo 7 de la Ley
Telecomunicaciones 16 el DOF el Federal de
El Instituto Federal 11/junio/2013 Telecomunicaciones
de Se crea el Instituto y Radiodifusión
Telecomunicaciones Federal de
es un órgano Telecomunicaciones
autónomo, como órgano
con personalidad autónomo, con
jurídica y personalidad jurídica y
patrimonio propio, patrimonio propio,
que tiene por que velará por el
objeto el desarrollo desarrollo eficiente de
eficiente de la la radiodifusión y las
radiodifusión y las telecomunicaciones
telecomunicaciones
Consejo Nacional Artículo 26, Reforma publicada en Artículo 5 de la Ley
de Apartado C el DOF de 10/febrero del Consejo
Evaluación de la El Estado contará 2014 Nacional de
Política con un Consejo Se crea el Consejo Evaluación de la
de Desarrollo Social Nacional de Nacional de Política de
Evaluación de la Evaluación de la Desarrollo Social
Política Política de Desarrollo
de Desarrollo Social, Social, como órgano
que será autónomo a cargo de
un órgano la medición de la
autónomo, con pobreza y la
personalidad evaluación de los
jurídica y programas de la
patrimonio propios política de desarrollo
social.

Cuadro 7. (Martínez Robledos, con actualización mía)


Entidad autónoma del Poder Legislativo
Entidad Fundamento Reforma Legislación
Constitucional secundaria
Auditoría Superior Artículo 79 Reforma publicada Artículo 3 de la Ley
de la Federación La entidad de en DOF el de Fiscalización y
fiscalización superior 30/junio/1999 Rendición de
de la Se instituye la Cuentas de la
Federación, de la entidad de Federación
Cámara de fiscalización superior
Diputados, de la Federación, de
tendrá autonomía la Cámara de
técnica y de gestión Diputados.
en el Se establece que
ejercicio de sus dicha entidad tendrá
atribuciones y para autonomía técnica y
decidir de gestión en el
sobre su ejercicio de sus
organización atribuciones, así
interna, como de
funcionamiento organización
y resoluciones interna,
funcionamiento y
resoluciones

Cuadro 8. (Martínez Robledos, con actualización mía)


Tribunales autónomos
Entidad Fundamento Reforma Legislación
Constitucional secundaria
Tribunales agrarios Artículo 27, fracción Reforma publicada Artículo 1 de la Ley
XIX en el DOF el Orgánica de los
Para estos efectos y, 6/enero/1992 Tribunales Agrarios
en general, para la Establece la
administración de jurisdicción federal
justicia agraria, la sobre las cuestiones
ley por límites de
instituirá tribunales terrenos ejidales y
dotados de comunales así como
autonomía las relaciones con la
y plena jurisdicción tenencia de la tierra
de los ejidos y
comunidades. Se
instituyen tribunales
dotados de
autonomía y plena
jurisdicción, con
magistrados
propuestos por el
Ejecutivo Federal y
designados por la
Cámara de
Senadores. Así
Mismo se
establecerá un
órgano para la
procuración de
justicia agraria
Tribunal Federal de Artículo 73, Fracción Reforma publicada Ley Orgánica del
Justicia Fiscal y XXIX- H). en el DOF el Tribunal Federal de
Administrativa (El Congreso 27/05/2015 Justicia
tendrá facultades) Administrativa.
XXIX-H. Para expedir Artículo 1. La
la ley que instituya presente ley es de
el Tribunal Federal orden público e
de Justicia interés general y
Administrativa, tiene por objeto
dotado de plena determinar la
autonomía para integración,
dictar sus fallos, y organización,
que establezca su atribuciones y
organización, su funcionamiento del
funcionamiento y Tribunal Federal de
los recursos para Justicia
impugnar sus Administrativa.
resoluciones. El El Tribunal Federal
Tribunal tendrá a su de Justicia
cargo dirimir las Administrativa es un
controversias que se órgano jurisdiccional
susciten entre la con autonomía para
administración emitir sus fallos y
pública federal y los con jurisdicción
particulares. plena

6.4. Constituyente Permanente


Para hablar del Constituyente permanente es necesario hablar de Poder
Constituyente, aquella asamblea que elige el pueblo y que en el ejercicio de
la soberanía que el pueblo le dotó, redacta la Constitución, plasmando en ella
las aspiraciones del pueblo, creando los poderes que habrán de dirigir a la
nación; así también en Poder Constituyente, también llamado Constituyente
originario, crea un poder con facultades de reformar y actualizar su obra “La
Constitución”, éste poder ha recibido el nombre de Poder reformador de la
Constitución o Constituyente Permanente.
El Constituyente originario al crear la Constitución, constituye al Estado y crea
los poderes, así se puede hablar de poderes constituidos, por lo que Poder
reformador de la Constitución o Constituyente permanente es un poder
constituido, al respecto Miguel de j. Neria Gobea menciona: Como podemos
ver, en la doctrina constitucional existe una distinción general entre poder
constituyente y poderes constituidos. Con esta distinción también catalogan la
diferencia entre el poder que crea la constitución y el poder que la reforma. El
poder constituyente, un poder prejurídico, y que sólo al autorregularse se
juridifica. En tanto que el poder de revisión de la constitución es un poder
jurídico, derivado de la Constitución, y su función se encuentra dentro del
contexto de dar continuidad a la propia Constitución. (Neria Govea 2018)
En la Constitución mexicana, éste poder se establece en el artículo 135, lo
integran el Congreso de la Unión, las legislaturas de los Estados y la de la
Ciudad de México:
Artículo 135. La presente Constitución puede ser adicionada o reformada.
Para que las adiciones o reformas lleguen a ser parte de la misma, se requiere
que el Congreso de la Unión, por el voto de las dos terceras partes de los
individuos presentes, acuerden las reformas o adiciones, y que éstas sean
aprobadas por la mayoría de las legislaturas de los Estados y de la Ciudad de
México.
El Congreso de la Unión o la Comisión Permanente en su caso, harán el
cómputo de los votos de las Legislaturas y la declaración de haber sido
aprobadas las adiciones o reformas.
Hay que recordar como ya se dijo en un apartado anterior, por su
procedimiento para reformar la Constitución, la Constitución Mexicana se
considera rígida, ya que éste procedimiento es más complejo que el establecido
para la creación y reforma de las leyes ordinarias, las que sólo tienen que ser
aprobadas por la mayoría de los individuos presentes del Congreso de la Unión
y las reformas y adiciones a la Constitución tiene que ser aprobadas por las dos
terceras partes de los individuos presentes del Congreso de la Unión y por la
mayoría de las legislaturas de los Estados y de la Ciudad de México. Lo anterior
nos indica que la Constitución Mexicana es rígida, sin embargo, a pesar de su
rigidez, actualmente es la Constitución más reformada del mundo con más de
700 reformas.
Sobre la creación y la modificación de una Constitución Miguel de J. Govea
hace alusión a lo que menciona Maurice Hauriou quien señala también la
diferencia entre la creación de una constitución y su modificación o revisión. La
primera señala que es un acto fuera de la constitución y la segunda, es un acto
derivado de la propia constitución y sirve para una continuidad y rigidez de la
superlegalidad constitucional. (Neria Govea 2018)
Límites al Constituyente Permanente
Don Felipe Tena Ramírez en su obra Derecho Constitucional Mexicano, al
abordar el estudio del Constituyente permanente, citando a Karl Schmitt quien
al referirse a la Constitución de Weimar menciona que el órgano creado por la
Constitución para reformarla, sólo tiene competencia para modificar las leyes
constitucionales, pero no las decisiones fundamentales… (Tena Ramírez 1998)
La doctrina constitucional nos indica que una Constitución debe actualizarse
para estar acorde con las nuevas generaciones, en ese sentido Tena Ramírez
haciendo mención al tratadista norteamericano Munro, quien expresa lo
siguiente: “Una Constitución es manifestación de la soberanía popular, y una
generación del pueblo difícilmente podría imponer, para siempre, una limitación
a la soberanía de las futuras generaciones. Esto constituiría un gobierno de los
cementerios.” (Tena Ramírez 1998)
En relación con lo anterior se pueden ubicar cuatro diferentes grupos de
constituciones que admiten su actualización por medio de reformas. De acuerdo
con Tena Ramírez estos grupos son cuatro:
a) Las que admiten expresamente la posibilidad ilimitada de su propia
reforma o derogación por parte del órgano revisor, lo que significa que el
constituyente originario delegó en el instituido, deliberada y explícitamente,
la integridad de su soberanía. En éste grupo se ubica entre otras la
Constitución Revolucionaria de Francia de 1791en el artículo 1° del título
VII y la de 1793 en el artículo 28, donde se asentó enfáticamente el
principio (..) “Una generación no puede sujetar a sus leyes a las
generaciones futuras.”;
b) Las que excluyen de la competencia revisora los principios fundamentales
de la Constitución (a los que hace referencia Karl Schmitt. En este grupo
se encuentran entre otros, la Constitución griega de 1927, la Constitución
de Suiza y la Constitución Rumana;
c) Las que sin referirse a los principios fundamentales, dejan a salvo de futura
revisión determinados preceptos, destinados a preservar una aspiración
social o una conquista política de relevante importancia para el
constituyente. En este grupo se ubica la Constitución de Estados Unidos,
que prescribe en su artículo V que ninguna enmienda puede privar a
ningún Estado, sin su consentimiento, de la igualdad de votos en el
Senado, con lo cual los autores de la Constitución trataron de asegurar la
confianza de los Estados que se mostraban recelosos del pacto federal:
Las Constituciones actuales de Francia (artículo 95) y de Italia (artículo
139) establecen que la forma republicana no puede ser objeto de revisión
(…) De este tipo era nuestra Constitución de 1824, cuyo artículo 171
infundí perennidad a los principios más sagrados o a los más discutidos
en la época: “Jamás se podrán reformar los artículos de esta Constitución
y del Acta Constitutiva que establecen la libertad e independencia de la
Nación Mexicana, su religión, forma de gobierno, libertad de imprenta y
división de los Poderes supremos de la federación y de los Estados.”
d) Las que, sin pronunciarse en favor de ninguno de los anteriores sistemas,
instituyen la facultad indefinida y general de ser modificadas mediante
adiciones y reformas. Tal es el caso de nuestra Constitución vigente…
(Tena Ramírez 1998)
En conclusión podemos decir que el Constituyente originario dejó establecido
en la Constitución a un poder especial capaza de actualizar la Constitución y
adecuarla a las necesidades de la nuevas generaciones. Éste Poder se
conoce como Constituyente Permanente.
6.5. Reformas a la Constitución
Como hemos visto en el apartado anterior, el poder encargado de reformar la
Constitución es el Constituyente Permanente, y se encuentra establecido en
el artículo 135 de la Constitución. Hay que hacer mención que desde la
promulgación de la Constitución el 5 de febrero de 1917 y su inicio de vigencia
el 1 de mayo del mismo año, la Constitución ha tenido hasta el día 27 de
agosto de 2018 707 reformas:
Reformas Constitucionales por artículo al 27 de agosto de 2018 (Fecha de
última reforma)
Reformas por artículo Total
Artículo del 1° al 136: 693
Artículos transitorios: 9
Artículos transitorios de Decreto de 5
Reforma
Total de reformas al 27 de agosto 707
de 2018
Fuente: Cámara de Diputados
Como es de observarse, la Constitución Mexicana ha sufrido tantas reformas
que si los Constituyentes de 1916-17 se levantaran de su descanso eterno,
desconocerían su obra, aunque, ellos mismos dejaron establecido a un poder
que se encargara de realizar reformas o adiciones. Podríamos poner aquí
cuanto de los 136 artículos de la Constitución han sido reformados, pero para
mí es más fácil mencionar lo que no han sido reformados:
Artículos que no han sido reformados
Artículo
8° Sin reforma
9° Sin reforma
12 Sin reforma
13 Sin reforma
23 Sin reforma
38 Sin reforma
39 Sin reforma
47 Sin reforma
50 Sin reforma
57 Sin reforma
64 Sin reforma
68 Sin reforma
80 Sin reforma
81 Sin reforma
86 Sin reforma
91 Sin reforma
118 Sin reforma
126 Sin reforma
128 Sin reforma
129 Sin reforma
132 Sin reforma
136 Sin reforma
Total de artículos sin reforma 22
Artículo más reformado: 73 Con 79 reformas
Fuente: Cámara de Diputados
En opinión de diferentes juristas el exceso de reformas que ha tenido la
Constitución la hace muy compleja de interpretar y estudiar, por lo que se
vuelve una tarea de especialistas, siendo que la Constitución debería ser un
documento que fuera entendido y comprendido por todos aquellos a quienes
fue dirigida, estos es a todos los mexicanos. Al respecto Marian del Pilar
Olmeda García refiriéndose a la cantidad de reformas que ha tenido la
Constitución expresa: .. lo que ha dado lugar a un incremento, o como dicen
algunos “ensanchado”, “aumentado”, “crecido”, o “engordado” el texto
Constitucional… La misma autora haciendo referencial jurista Jorge Carpizo,
quien dice: “el número de reformas es indicativo, y expresa una realidad; si
sólo nos quedamos con ese dato no sería posible captar toda la problemática
y profundidad que encierra el asunto de la reforma constitucional en México”.
La misma autora refiere de Diego Valdez, quien afirma que las reformas: “se
han convertido en una Constitución para especialistas y no para beneficio de
la ciudadanía (…) y una Constitución por definición es una norma para
ciudadanos”. (Olmeda García IIJUNAM 2018)
Si comparamos nuestra Constitución con otras Constituciones de otros
países, la nuestra es una constitución longeva, con 102 años, sin embargo es
la más reformada del mundo, comparándola con la Constitución de los
Estados Unidos que tiene mucho más tiempo de haberse promulgado y con
sólo 27 enmiendas, por lo que ésta Constitución se considera la menos
reformada.
Sobre la longevidad de la Constitución Olmeda García, menciona que otro
factor que ha contribuido a su longevidad es el hecho innegable de su
evolución permanente, a través de la actividad legislativa del poder
constitucional reformador, quien ha incorporado cambios conforme al
desarrollo histórico nacional, mediante el procedimiento que determina la
propia Ley Fundamental en el artículo 135 constitucional. (Olmeda García
IIJUNAM 2018)
Es necesario que la Constitución se actualice a las nuevas necesidades de la
sociedad, sobre todo con el avance de la tecnología, van surgiendo nuevos
problemas que es importante que se regulen, por lo que algunos juristas
proponen que las reformas a la Constitución deben ser graduales, y siempre
hará falta seguir reformando la Constitución, en este sentido María del Pilar
Olmeda García hace mención al jurista Diego Valdez quien dice lo siguiente:
“Ninguna reforma es la última; toda reforma admite la prueba de ensayo y
error; quedan abiertas nuevas opciones; el tramo entre lo deseable y lo posible
se acorta, mantienen su vigencia las saludables expectativas de mejoría o por
lo menos de cambios, se matiza el inmediatismo y se programan y encausan
los nuevos estilos. Todo eso se consigna como parte de lo positivo de las
reformas sucesivas de las instituciones; percepción generalizada de
indefinición y transitoriedad; rutinización del debate y agotamiento argumental,
con el consiguiente riesgo de abandonar los términos aún de lo acordado”
Durante el periodo en que predominó en nuestro país un solo partido, el
Presidente de la República gozaba de un poder extraordinario, por lo que la
mayoría de reformas a la Constitución eran propuestas del Ejecutivo, las que
el Congreso y las legislaturas de los Estados aprobaban sin discusión. A partir
de que la oposición fue ganando presencia en el Poder Legislativo y el partido
del Presidente ya no tuvo la mayoría suficiente para reformar la Constitución
se vinieron produciendo reformas propuestas por diputados y senadores de la
oposición, impulsándose reformas para disminuir el poder excesivo del
Ejecutivo, creando los llamados Organismos Constitucionalmente autónomos
para que se encargaran de funciones que anteriormente tenía el Ejecutivo a
través de las diferentes secretarías, ejemplo de ello, tenemos a la Comisión
Nacional de los Derechos Humanos y el Instituto Federal Electoral, hoy
Instituto Nacional Electoral, que anteriormente sus funciones las tenía la
Secretaría de Gobernación, la que depende directamente del Ejecutivo, otro
ejemplo lo tenemos en la Fiscalía General de la República, que anteriormente
era la Procuraduría General de la Republica que dependía directamente del
Ejecutivo y que ahora es un órgano público autónomo.
A partir de que se dio la alternancia en la Presidencia de la República, y se
equilibraron las fuerzas políticas en el Congreso de la Unión, se vino dando
una actividad legislativa muy dinámica en donde las propuestas de reformas
surgieron de todas las fuerzas políticas representadas en el Congreso,
siguiendo reformas de gran trascendencia para el país, ejemplo de ello es la
reforma de justicia del 18 de junio del 2008, y la reforma de derechos humanos
del 10 de junio del 2011
A partir de que el Partido del Presidente de la República ya no tuvo el control
de la mayoría necesaria para realizar reformas a la Constitución ha sido
necesario que las reformas se hagan por consenso, tal es el caso de las
reformas estructurales impulsadas por el Presidente Enrique Peña Nieto, en
las que su partido tuvo que negociar con las principales fuerzas políticas
representadas en el Congreso de la Unión y sólo así se pudieron realizar las
reformas en materia energética, la reforma política que estableció la
reelección de diputados y Senadores, y la reforma que cambió el régimen
político de la Ciudad de México, para que tuviera su propia Constitución y
tuviera los mismos derechos que cualquier Estado de la República.
Después de la pasada elección del 1° de julio del 2018, el escenario político
cambió radicalmente, el Presidente de la Republica Andrés Manuel López
Obrador logró una votación histórica con más el 50% de los votos a su favor,
así mismo su partido y los partidos que apoyaron su candidatura, lograron
tener el grupo parlamentario más fuerte en el Congreso de la Unión, lo que
representa una gran fuerza de apoyo para su administración y las reformas
que quiera impulsar para implementar sus propuestas de gobierno, pero esto
lo podemos ver desde dos posturas: por un lado como se mencionó, tiene en
el Congreso los suficientes votos para implementar las reformas necesarias
para implementar sus propuestas; pero por otro lado, es un riesgo, pues se
concentra demasiado poder en el Presidente de la República, tal y como
sucedió en la épocas en que no había oposición y dominaba el partido del
Presidente de la República, y éste gozaba de un poder extraordinario, de tal
manera que sometía la Congreso y al Poder Judicial, haciendo letra muerta la
división de poderes establecida en la Constitución. Considero que es un gran
riego el que se concentre demasiado poder en un sólo hombre. Sobre éste
tema, los electores norteamericanos ya tiene mucha experiencia y para ellos
siempre tienen cuidado de no concentrar el poder en un solo partido, optando
por otorgar la Presidencia a un partido y la mayoría del Congreso al partido
opositor, de esa manera han logrado que se garantice la división de poderes,
teniendo una política más estable, sin cambios bruscos.

7. MEDIOS DE CONTROL CONSTITUCIONAL


La Constitución como norma suprema del Estado debe ser respetada por
gobernante y gobernados, y si alguna autoridad en su actuación comete una
violación a la Constitución, la propia Constitución establece los medios para
que dicha violación sea reparada, garantizándose así el Estado de Derecho,
de acuerdo con una obra Medios de Control Constitucional, publicada por el
Senado de la República: Los medios de control constitucional aluden a los
mecanismos jurídicos por los que se garantiza la preservación de la
regularidad constitucional, se traducen lisa y llanamente en el medio de
defensa de la misma, a través de la salvaguarda de las normas generales y
de los actos de autoridad, como vértice del Estado democrático. (Senado de
la República)
Sobre el control de la Constitucionalidad el Dr. Dante Jaime Haro Reyes nos
dice: … para dimensionar al control constitucional en el contexto jurídico
debemos ubicarlo en dos sentidos, uno amplio y otro restringido: Lato sensu
control constitucional lo constituyen aquellos medios jurídicos que previenen,
reparan, modifican o sancionan, la violación de las disposiciones
constitucionales, en stricto sensu son aquellos instrumentos jurídicos que
tienen por objeto restablecer el orden constitucional anulando actos y normas
generales contrarios la ley fundamental, en resumen se entiende que el
control constitucional de manera estricta es aquel que ejercen los órganos
jurisdiccionales. (Haro Reyes)
Sistemas de Control de la constitucionalidad
De acuerdo con el Dr. Haro Reyes, en primero lugar se encuentra el control
político el cual lo ejerce un órgano constitucional distinto a los poderes
tradicionales, este tipo de control pretende verificar la constitucionalidad del
acto normativo al interior del procedimiento de creación de la norma, por lo
que tiene un carácter preventivo respecto a la entrada en vigor del acto
normativo; en segundo término existe el control ejecutado por órgano neutro,
aludimos a éste cuando la actividad de control está encomendada a un órgano
constituido del Estado, a contrario sensu de lo que sucede con el control
político, llevando a cabo una actividad que no es de imperio sino simplemente
busca tutelar la vida jurídica del país. (Haro Reyes)
El control judicial o ejercido por órgano jurisdiccional, el cual tiene como
principal característica el confiar a los jueces el control de la
Constitucionalidad. Los jueces son pilares fundadores del Estado
constitucional moderno, un órgano de soberanía a la par de los poderes
Legislativo y Ejecutivo, es una circunstancia que nos siempre surge
claramente del debate acerca de los fundamentos del control de
constitucionalidad. (Haro Reyes)
Los jueces quienes tienen un conocimiento especializado en el sistema
jurídico, se basan en reglas previamente establecidas para ejercer la función
revisora, tienen independencia, y gozan de imparcialidad, situación que
representa una ventaja y lo hace el tipo de control idóneo en un sistema
jurídico. (Haro Reyes)
Ahora bien el control por órgano judicial acepta dos variantes importantes,
aquella que es ejercida por tribunales ordinarios, los cuales ejercen un control
indirecto de la constitución a través de una desaplicación de la norma que
consideren incompatible con la Ley Fundamental y por otro lado aquella que
esta conferida a un tribunal de que podríamos denominar especial por tener
como única y específica función suministrar el control de la constitucionalidad
en un sistema jurídico; estos dos modelos surgen de forma independiente sin
influencia alguna de uno con el otro y en tiempos diversos como analizamos
a continuación. (Haro Reyes)
Control difuso de la Constitucionalidad
El primer modelo, que funciona bajo la premisa de disipar el control
constitucional entre todos los órganos propios del poder judicial, ya sea
locales o federales, es conocido como control difuso o modelo americano por
haber sido concebido en Estados Unidos mediante la famosa sentencia
Marbury versus Madison dictada por el Juez de la Corte Suprema John
Marshall en el año de 1803, el contenido de esa sentencia tiene un doble
significado, en primer lugar determina que cuando un Juez se enfrente a una
norma ordinaria aparentemente contraria a la Constitución debe desentender
la primera en el caso en concreto que está conociendo, en razón de que una
ley ordinaria no puede ser aplicada si contradice la Ley fundamental, siendo
este el segundo elemento identificado en la sentencia y que pude ser
sintetizado como la preeminencia de supremacía constitucional. (Haro Reyes)
De acuerdo con Haro Reyes este modelo se ha expandido sobre todo en
América, gracias a la influencia que ha tenido la Constitución de los Estaos
Unidos, su sustento se basa en el hecho de que todos los jueces están
facultados para hacer una revisión de las normas que van a aplicar con el fin
de verificar si son o no compatibles con la Constitución, la facultad se reduce
a la desaplicación de la norma y nunca a la anulación. (Haro Reyes)
En relación con los efectos que poseen los pronunciamientos de los jueces
que ejercen el control difuso es que únicamente tendrán el carácter de
declarativos y por tanto no pueden anular una norma sino solamente nulificarla
al caso concreto circunscribiendo su espacio protector a la partes
intervinientes con la posibilidad de aplicar efectos retroactivos en el tiempo por
lo que el pronunciamiento de inconstitucionalidad será ex tunc o de
verificación preexistente. (Haro Reyes)
Al corresponder a todos los órganos judiciales de un ordenamiento jurídico el
poder de control con motivo de la competencia para solucionarlo en vía
incidental, se presenta la posibilidad que con el tiempo se pueda replantear el
mismo caso, cuya verificación de constitucionalidad ya ha sido examinada,
dando vida a una reexaminación, la cual pudiera ser resuelta con un criterio
diverso al primer criterio, esta problemática se supera con la instauración del
principio stare decisis; el cual opera de forma vertical y horizontal, hablamos
de un funcionamiento en forma vertical cuando se exige que los tribunales
inferiores resuelvan siempre de acuerdo con el criterio sentando por los
tribunales superiores, variando la fuerza vinculatoria según la jerarquía en que
se encuentre el tribunal en la estructura judicial, hasta llegar al criterio sentado
por los que ocupan la posición superior; la forma horizontal opera en el sentido
de vincular a un tribunal a actuar según sus propios precedentes, con esto se
logra la uniformidad de criterios evitando su contradicción. (Haro Reyes)
Por lo planteado hasta ahora podemos citar como características del modelo
americano las siguientes:
a). El sistema es “difuso”, pues cualquier juez puede plantear la cuestión de
constitucionalidad.
b). Esta se plantea por vía incidental o de excepción.
c). Los alcances de la resolución tienen efectos constreñidos al caso concreto.
d). Rige el principio de stare decisis.
e). Una corte suprema se pronuncia en última instancia sobre la cuestión de
la constitucionalidad, emitiendo jurisprudencia obligatoria para los demás
jueces. (Haro Reyes)
Control Concentrado de la Constitucionalidad
El sistema difuso fue el único modelo existente de control de constitucional
por casi más de un siglo, quizá no hubo ningún intento por parte de los países
europeos durante este tiempo por otorgar funciones de control a los jueces
por la reminiscencia de las ideas que dejo la Revolución Francesa
consistentes en la intocabilidad de los actos del órgano legislativo por ser
depositario de la voluntad popular, en consecuencia los jueces sólo estaban
para la aplicación de las leyes y no para su cuestionamiento; este
pensamiento es modificado hasta 1920 con la introducción de un modelo de
control contrapuesto al americano por proyecto de Hans Kelsen, este modelo
es conocido como concentrado o europeo. Entre las principales razones que
se esgrimen para la aceptación del modelo concentrado se encuentran la
necesidad de una instaurar un Tribunal Constitucional ante la desconfianza
que ganaron los jueces ordinarios por las experiencias nazi y fascista, además
de que posterior a la posguerra se buscaba establecer una verdadera
democracia tras los periodos de la dictadura y ya no se experimenta el temor
de atentar contra la soberanía del legislador pues este ha fracasado en su
misión, sucintado la necesidad de defenderse de él. (Haro Reyes)
Este modelo se caracteriza porque “otorga en forma exclusiva el control de
constitucionalidad a un órgano determinado y especializado” existiendo dos
supuestos bajo los cuales puede operar el órgano de control, el primero de
ellos es desde la cúspide de la jerarquía judicial, como es el caso de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación en nuestro país, el segundo modo de
operación es como órgano ad hoc, es decir que es creado con fines exclusivos
de control de la constitucionalidad sin ser partícipe de la estructura judicial y
cuyos miembros son elegidos por la función de dirección,. En cualquier caso
el órgano especializado tiene el monopolio para verificar que el acto o norma
impugnada sea compatible con la Constitución, además de tener entre sus
funciones un papel político importante en el equilibrio entre órganos
constitucionales. (Haro Reyes)
A contrario sensu de lo que sucede con el modelo americano el europeo se
ejercita en la vía principal, lo cual quiere decir que solo podrá operar este tipo
de control mediante una acción directa ante Tribunales Constitucionales los
cuales tienen como única función fiscalizar la compatibilidad del acto
impugnado en relación con la Constitución, constituyéndose un proceso
totalmente autónomo que significa una desvinculación de los procesos
comunes. En relación con los efectos que poseen los pronunciamientos del
juez constitucional en el control concentrado esta la anulabilidad que da a las
actos normativos declarados contrarios a la constitución, es decir expulsa la
norma anticonstitucional del sistema jurídico teniendo efectos de carácter
general pero sin tener efectos retroactivos en el tiempo porque sólo opera de
manera ex nunc o profuturo, es decir en lo sucesivo a la emisión de la
sentencia. Con lo anterior, y como lo hicimos con el modelo difuso
enumeramos algunas cuestiones características de este sistema:
a). El sistema es “concentrado”, pues la cuestión de constitucionalidad la
pronuncia un solo tribunal, estando limitado el número de instancias que
pueda plantearla.
b). Normalmente se presenta por vía de acción, y en ocasiones por vía de
excepción.
c). Los alcances del pronunciamiento tienen efectos erga omnes.
d). Es un solo tribunal el que emite única resolución obligatoria para todos los
casos.
e). El tribunal posee una calidad de jurisdicción única y excluyente. (Haro
Reyes)
El modelo de control constitucional en México
El proceso de formación de nuestro sistema de control ha sido paulatino y se
ha basado en fuentes de índole tanto políticas como formales, entre estas
últimas se encuentran diversas reformas constitucionales e interpretaciones
al artículo formales133 de la Ley Fundamental por parte de la Suprema Corte
de Justicia de la Nación, en este artículo descansa el sistema de fuentes y se
recogen los principios de supremacía y primacía constitucionales, el artículo
ha solido ser el punto de origen para ensayar una posible tipología de nuestro
modelo de control, el cual en la actualidad, como veremos, no puede aceptar
una caracterización perfecta ni del modelo americano ni del europeo, sino que
es resultado de una combinación de elementos de uno y otro sistema. (Haro
Reyes)
Desde la Constitución de 1857 por influencia angloamericana ya estaba
integrado el texto del 133 actual, aunque estaba contemplado en el
artículo 126, la redacción parece indicar la adopción de un modelo “difuso”
por lo suscrito en la última parte de la redacción, que a la letra dice: Los
jueces de cada Estado se arreglaran a dicha Constitución, leyes y
tratados, a pesar de las disposiciones en contrario que pueda haber en
las Constituciones o leyes de los Estados. (Haro Reyes)
A pesar de que el mencionado artículo aparentemente obliga a los jueces del
orden común a participar indirectamente del control de la constitución, la
tendencia normativa-histórica con las reformas principalmente de carácter
orgánico y diseño institucional de 1950, 1967, 1987 y de manera más reciente
de 1994 han orientado a que la Suprema Corte abandone paulatinamente el
ejercicio de la legalidad para concentrar, cada vez más, su actividad en el
control de la constitucionalidad; esta orientación normativa ha sido ratificada
por criterios del pleno de la Corte entre las que destacan los rubros: control
difuso de la constitucionalidad de las normas generales no lo autoriza el
artículo 133, en cual sustenta que el articulo al rubro citado no es fuente de
facultades de control de la constitucional para las autoridades que ejercen
funciones materialmente jurisdiccionales; otra tesis, lleva al rubro
inconstitucionalidad de leyes, la cual hace una correlación del articulo 133 con
el 105 y 107 de la Constitución Federal, estableciendo que el artículo 133 no
es fuente de competencia para que los Tribunales Federales hagan
declaratorias de inconstitucionalidad de una ley, con lo cual la Corte concentra
el conocimiento de algunos mecanismos de control de constitucionalidad,
específicamente el relacionado con la acción de inconstitucionalidad. (Haro
Reyes)
Bajo esta tesitura nos percatamos de que el modelo de control en México ha
ido inclinándose por el de tipo concentrado, sin adoptarlo en su en su totalidad
ya que contiene elementos del control difuso, para entender esta posición
haremos un análisis de los elementos que tiene el modelo mexicano del
modelo concentrado o europeo y posteriormente haremos lo propio con el
modelo difuso o americano. (Haro Reyes)
Al modelo europeo nos parecemos en el sentido de que tenemos procesos
especializados de control de la constitucionalidad, específicamente las
controversias constitucionales y las acciones de inconstitucionalidad y en el
hecho de que la invalidez de los mismos puede desembocar en una
declaratoria general siempre y cuando se cumplimenten los votos requeridos;
nos distanciamos del modelo europeo para acercarnos al difuso o americano
en el sentido de que el control lo ejercen un gran número de órganos
integrantes –todos– del poder judicial federal al conocer estos del juicio de
amparo, mecanismo que por cierto en sus pronunciamientos representa una
característica propia del modelo americano que por no tener efectos
plenamente anulatorios. Se pudo abonar como otra característica del modelo
europeo el conocimiento monopólico que conserva la Suprema Corte de
Justicia de la Nación sobre la acción de inconstitucionalidad y la controversia
constitucional según los dictados del 105 constitucional, lo que lo asemeja a
nuestro máximo tribunal a tener una calidad de tribunal único y especializado,
cualidad que recordemos corresponde a el modelo europeo y ha llevado a
sostener un fuerte debate en México sobre si la Suprema Corte de Justicia
materialmente es un Tribunal Constitucional. Por otro lado, se ha tenido que
virar hacia otros artículos, y no únicamente constreñirse al 133 para entender
el modelo de control en México, tal es el caso del 103 constitucional, el cual
señala que los Tribunales de la Federación son competentes para conocer del
juicio de amparo, es decir están facultados en la resolución de este
mecanismo de control los tribunales colegiados de circuito, los juzgados de
distrito, los tribunales unitarios de circuito y la Suprema Corte de Justicia de
la Nación, como recordamos esta característica de dispersión de órganos
competentes para conocer de la constitucionalidad es propia del modelo
americano, inclusive el tipo de efectos que producen las sentencias en materia
de amparo, emitidas por los órganos señalados son de calidad inter partes,
calidad que distingue al modelo difuso. En este orden de ideas podemos
esquematizar los elementos de nuestro esquema de control que se acercan
al control difuso y al control concentrado; en relación con el control americano
o difuso poseemos los siguientes componentes:
a). Dispersión de órganos que conocen al menos de un mecanismo de control
(amparo), aunque todos estos órganos se concentran en el poder judicial de
la federación, y los cuales fueron creados con la finalidad desahogar el rezago
que presentaba la Suprema Corte en materia de amparo.
b). Los efectos en materia de amparo en relación con sus alcances son inter
partes.
c). En relación con la eficacia, el pronunciamiento que hagan los órganos
facultados tiene carácter de declarativo y nunca anulatorio puesto que subiste
la norma pero solo es desaplicada al caso concreto.
Por lo que se refiere al control concentrado México adoptó los siguientes
componentes:
a). El conocimiento de mecanismos instados por autoridades políticas, en
específico de las acciones de inconstitucionalidad y de controversias
constitucionales solo pueden ser conocidas y resueltas por la Suprema Corte
de Justicia de la Nación, de forma única y excluyente.
b). Los mecanismos instados por autoridades políticas tienen efectos
generales siempre y cuando se aprueben por una mayoría de 8 ministros.
c). Los pronunciamientos de inconstitucionalidad que se hagan con motivo de
la acción abstracta de inconstitucionalidad tendrá efectos constitutivos de
invalidez, es decir que la elimina del sistema jurídico, siempre y cuando se
cumpla con la votación requerida en el pleno de la corte. (Haro Reyes)
Indudablemente han existido diversos posicionamientos que pretenden
eficientar el sistema de control, tal es el caso de la eliminación de relatividad
de las sentencias en el amparo, entre alguna otras; sin embargo una cuestión
prioritaria que encierra las aristas procedimental y orgánica es la tocante al
conocimiento bifocal que posee la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en
cuanto conoce en materia de legalidad y de constitucionalidad, es decir, la
interpretación de las leyes federales y la interpretación constitucional están a
cargo del poder judicial de la federación y en consecuencia al ser la SCJN la
última instancia del poder judicial federal posee una dualidad de funciones,
por un lado el control de regularidad de la legalidad y por el otro atribuciones
en materia constitucional (regularidad constitucional) Para la resolución de
esta problemática, nada sana a nuestro sistema de control, se han presentado
dos principales soluciones, la primera señala que debe existir un nuevo y
verdadero Tribunal Constitucional que conozca única y exclusivamente de
control de la constitucionalidad al mero estilo del modelo europeo, dejando a
la Suprema Corte el ejercicio de control de legalidad; la segunda postura más
moderada es aquella encabezada por Jorge Carpizo que propone la creación
de un Tribunal Superior de Justicia Federal que funja como órgano último de
legalidad y resuelva conflictos competenciales entre los diversos tribunales
dejando a la actual Suprema Corte de Justicia de la Nación únicamente lo que
corresponde al control de Independiente de la solución que sobrevenga al
problema antes planteado debemos resumir que en la actualidad nuestro
modelo mexicano de control de la constitucionalidad posee una combinación
de elementos de los modelos originarios, es decir se trata de un sistema mixto,
el cual no es exclusivo de éste pues también lo hay en Colombia, Perú Brasil
y Costa Rica, resultado de una mixtura de los sistemas difuso y concentrado
y sus posibles variaciones, adoptada como una tercera vía de las hasta ahora
conocidas; combinando un control de la constitucionalidad abstracto y
concentrado en la Suprema Corte de Justicia, instado por órganos políticos
(se refiere a las acciones de inconstitucionalidad y entrarían las controversias
constitucionales) , limitado en el tiempo y de efectos generales, y otro control
de la constitucionalidad de tipo concreto o incidental, difuso, instado por
cualquier ciudadano afectado en sus derechos (amparo) temporalmente
limitado y cuya sentencia es de efectos limitados solo conforme a las partes
que intervienen en el litigio. (Haro Reye)
El control de la convencionalidad
Ya que se abordó en este apartado a los diferentes sistemas de control
constitucional, vale la pena hablar de lo que se ha llamado control de
convencionalidad, el que con motivo de la reforma constitucional de derechos
humanos ha cobrado gran importancia en la protección de los derechos
humanos, sobre todo, por los casos en que México ha sido parte ante la Corte
Interamericana de Derechos Humanos. Veamos al Respecto lo que nos dice
el Dr. Dante Jaime Haro Flores:
Al ser promulgada el pasado 9 de Julio (de 2011) la reforma a varios artículos
de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en materia de
Derechos Humanos (1º, 3º, 11, 15, 18, 29, 33, 89, 97, 102 y 105) que entre
otros, permite el control difuso de la Carta Magna por parte de todo tipo de
jueces, locales y federales, se desató un amplio debate sobre el tema.44
Derivado de la sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos
en el caso Rosendo Radilla, resultan las siguientes obligaciones para el Poder
Judicial como parte del Estado mexicano, aclarando que aquí únicamente se
identifican de manera enunciativa y serán desarrolladas en los considerandos
subsecuentes:
a). Los Jueces deberán llevar a cabo un Control de convencionalidad ex officio
en un modelo de control difuso de constitucionalidad.
b). Deberá restringirse la interpretación del fuero militar en casos concretos.
c). El Poder Judicial de la Federación deberá implementar medidas
administrativas derivadas de la sentencia de la Corte Interamericana en el
caso Radilla Pacheco. El Control de convencionalidad ex oficio en un modelo
de control difuso de constitucionalidad. Una vez que se ha dicho que las
sentencias de la Corte Interamericana de Derechos Humanos en las que el
Estado mexicano haya sido parte son obligatorias para el Poder Judicial en
sus términos, hubo que pronunciarse sobre lo previsto en el párrafo 339 de la
sentencia de la Corte Interamericana que establece lo siguiente:
339. En relación con las prácticas judiciales, este Tribunal ha establecido en
su jurisprudencia que es consciente de que los jueces y tribunales internos
están sujetos al imperio de la ley y, por ello, están obligados a aplicar las
disposiciones vigentes en el ordenamiento jurídico. Pero cuando un Estado ha
ratificado un tratado internacional como la Convención Americana, sus jueces,
como parte del aparato del Estado, también están sometidos a ella, lo que les
obliga a velar porque los efectos de las disposiciones de la Convención no se
vean mermados por la aplicación de leyes contrarias a su objeto y fin, que
desde un inicio carecen de efectos jurídicos. En otras palabras, el Poder
Judicial debe ejercer un ‘control de convencionalidad’ ex officio entre las
normas internas y la Convención Americana, evidentemente en el marco de
sus respectivas competencias y de las regulaciones procesales
correspondientes. En esta tarea, el Poder Judicial debe tener en cuenta no
solamente el tratado, sino también la interpretación que del mismo ha hecho
la Corte Interamericana, intérprete última de la Convención Americana. (Haro
Reyes)
Lo conducente es determinar si el Poder Judicial debe ejercer un control de
convencionalidad ex officio y cómo es que debe realizarse este control, ya que
en cada Estado se tendrá que adecuar al modelo de control de
constitucionalidad existente. En este sentido, en el caso mexicano se presenta
una situación peculiar, ya que hasta ahora y derivado de una interpretación
jurisprudencial, el control de constitucionalidad se ha ejercido de manera
exclusiva por el Poder Judicial Federal mediante los mecanismos de amparo,
controversias y acciones de inconstitucionalidad. De manera expresa, a estos
medios de control, se adicionó el que realiza el Tribunal Electoral mediante
reforma constitucional de primero de julio de dos mil ocho, en el sexto párrafo
del artículo 99 de la Constitución Federal,45 otorgándole la facultad de no
aplicar las leyes sobre la materia contrarias a la Constitución. Así, la
determinación de si en México ha operado un sistema de control difuso de la
constitucionalidad de las leyes en algún momento, no ha dependido
directamente de una disposición constitucional clara sino que, durante el
tiempo, ha resultado de distintas construcciones jurisprudenciales, verbi
gratia:
En abril de 1919, el criterio del Tribunal era que todas las leyes que se
opusieran a lo dispuesto en la Constitución no debían ser obedecidas por
ninguna autoridad, éste criterio se expresaba en la tesis de rubro:
“constitución, imperio de la”. En mayo de 1934, la Segunda Sala, estableció
una tesis aislada con el rubro: “constitucionalidad de la ley”, la cual reflejaba
un criterio consistente en que conforme con el artículo 133 de la Constitución
Federal, todos los jueces de la República tenían la obligación de sujetar sus
fallos a los dictados de la misma, a pesar de las disposiciones que en contrario
pudieran existir en otras leyes secundarias. Al año siguiente, en agosto de mil
novecientos treinta y cinco, la misma Sala señaló que los únicos que pueden
determinar la inconstitucionalidad de algún precepto son los tribunales de la
Federación, al emitir la tesis aislada de rubro: “leyes de los estados, contrarias
a los preceptos constitucionales”. Cuatro años después, en febrero de 1939,
la Tercera Sala de la Corte, determinó en un criterio aislado que la observancia
del artículo 133 de la Constitución Federal es obligatoria para los jueces
locales de toda categoría, el rubro de la tesis es: “leyes, constitucionalidad de
las”. Posteriormente, en abril de 1942, la Segunda Sala se pronuncia
nuevamente en el sentido de que todas las autoridades del país deben
observar la Constitución a pesar de las disposiciones en contrario que pueda
haber en otras leyes, las tesis tienen como rubro: “constitucionalidad de las
leyes, competencia del tribunal fiscal para examinarla y estatuir sobre ellas” y
“constitucionalidad de la ley del impuesto al superprovecho competencia del
tribunal fiscal para decidir sobre ella”. En el año de 1949 la misma Segunda
Sala emite un criterio contrario a los anteriores, en donde vuelve a sostener
que solo las autoridades judiciales de la Federación puede conocer de los
problemas de “anticonstitucionalidad”, la tesis tiene como rubro: “leyes,
constitucionalidad de las”. En septiembre de1959, la Segunda Sala consideró
que la vía adecuada para resolver los problemas sobre la oposición de una
ley secundaria y la Constitución era el juicio de amparo, la tesis tiene como
rubro: “constitución y leyes secundarias, oposición en las”. En 1960 la Tercera
Sala resuelve que si bien las autoridades judiciales del fuero común no pueden
hacer declaratorias de inconstitucionalidad de leyes, en observancia al artículo
133 están obligadas a aplicar en primer término la Constitución Federal
cuando una ley ordinaria la contravenga directamente, la tesis es de rubro:
“constitución. Su aplicación por parte de las autoridades del fuero común
cuando se encuentra contravenida por una ley ordinaria”. En septiembre de
1968, la Tercera Sala emite un criterio en el que considera que sólo el Poder
Judicial de la Federación puede calificar la constitucionalidad de las leyes a
través del juicio de amparo, el rubro es: “constitucionalidad de las leyes,
examen de la, improcedente, por la autoridad judicial común”. En agosto de
1971, la Tercera Sala se pronunció en el sentido de que todas las autoridades
judiciales deben apegar sus resoluciones a la Constitución, la tesis tiene el
rubro: “leyes, constitucionalidad de las. Su violación alegada ante el tribunal
de apelación”. En junio de 1972, la Tercera Sala consideraba que el examen
de la constitucionalidad de las leyes solamente estaba a cargo del Poder
Judicial Federal a través del juicio de amparo, el rubro de la tesis es:
“constitucionalidad de las leyes, examen de la, improcedente por la autoridad
judicial común”. Ya en la novena época y mediante criterio plenario emitido en
mayo de mil novecientos noventa y cinco, reiterado en junio de mil novecientos
noventa y siete y en tres precedentes de mil novecientos noventa y ocho, se
determinó que el artículo 133 de la Constitución no autoriza el control difuso
de la constitucionalidad de normas generales, la tesis es la P./J. 74/99 y lleva
por rubro: “control difuso de la constitucionalidad de normas generales. No lo
autoriza el artículo 133 de la constitución”. Este criterio se reitera mediante la
tesis plenaria P./J. 73/99 de rubro: “control judicial de la constitución. Es
atribución exclusiva del poder judicial de la constitución”. En agosto de dos mil
cuatro, la Segunda Sala reitera el criterio en la tesis de jurisprudencia 2ª./J.
109/2004 de rubro: “contencioso administrativo. El tribunal federal de justicia
fiscal y administrativa carece de competencia para pronunciarse sobre los
vicios de constitucionalidad que en la demanda respectiva se atribuyan a una
regla general administrativa”. En la misma novena época, esta Suprema Corte
de Justicia al resolver la Contradicción de Tesis 2/2000, emitió la tesis P./J.
23/2002 de rubro: “tribunal electoral del poder judicial de la federación. Carece
de competencia para pronunciarse sobre inconstitucionalidad de leyes”, la que
quedó posteriormente sin efecto por la reforma constitucional al artículo 99
publicada el 13 de noviembre de 2007 en el Diario Oficial en la que se facultó
a las Salas del Tribunal Electoral para inaplicar leyes electorales contrarias a
la Constitución. (Haro Reyes)
El diez de junio de dos mil once se publicó en el Diario Oficial de la Federación
la reforma al artículo 1º de la Constitución Federal para quedar, en sus
primeros tres párrafos, como sigue: En los Estados Unidos Mexicanos todas
las personas gozarán de los derechos humanos reconocidos en esta
Constitución y en los tratados internacionales de los que el Estado Mexicano
sea parte, así como de las garantías para su protección, cuyo ejercicio no
podrá restringirse ni suspenderse, salvo en los casos y bajo las condiciones
que esta Constitución establece. Las normas relativas a los derechos
humanos se interpretarán de conformidad con esta Constitución y con los
tratados internacionales en la materia favoreciendo en todo tiempo a las
personas la protección más amplia. Todas las autoridades, en el ámbito de
sus competencias, tienen la obligación de promover, respetar, proteger y
garantizar, los derechos humanos de conformidad con los principios de
universalidad, interdependencia, indivisibilidad, y progresividad. En
consecuencia, el Estado deberá prevenir, investigar, sancionar y reparar las
violaciones a los derechos humanos en los términos que establezca la ley (…).
(Haro Reyes)
De este modo, todas las autoridades del país, dentro del ámbito de sus
competencias, se encuentran obligadas a velar no sólo por los derechos
humanos contenidos en los instrumentos internacionales firmados por el
Estado mexicano, sino también por los derechos humanos contenidos en la
Constitución Federal, adoptando la interpretación más favorable al derecho
humano de que se trate, lo que se entiende en la doctrina como el principio
pro-persona. Estos mandatos contenidos en el nuevo artículo 1º
constitucional, deben leerse junto con lo establecido por el diverso artículo 133
de la Constitución Federal para determinar el marco dentro del que debe
realizarse este control de convencionalidad, lo cual claramente será distinto al
control concentrado que tradicionalmente operaba en nuestro sistema
jurídico.46 Es en el caso de la función jurisdiccional, como está indicado en la
última parte del artículo 133 en relación con el artículo 1º en donde los jueces
están obligados a preferir los derechos humanos contenidos en la
Constitución y en los Tratados Internacionales, aun a pesar de las
disposiciones en contrario establecidas en cualquier norma inferior. Si bien los
jueces no pueden hacer una declaración general sobre la invalidez o expulsar
del orden jurídico las normas que consideren contrarias a los derechos
humanos contenidos en la Constitución y en los tratados (como sí sucede en
las vías de control directas establecidas expresamente en los artículos 103,
107 y 105 de la Constitución), sí están obligados a dejar de aplicar estas
normas inferiores dando preferencia a los contenidos de la Constitución y de
los tratados en esta materia. De este modo, el mecanismo para el control de
convencionalidad ex oficio en materia de derechos humanos debe ser acorde
con el modelo general de control establecido constitucionalmente, pues no
podría entenderse un control como el que se indica en la sentencia que
analizamos si el mismo no parte de un control de constitucionalidad general
que se desprende del análisis sistemático de los artículos 1º y 133 de la
Constitución y es parte de la esencia de la función judicial. El parámetro de
análisis de este tipo de control que deberán ejercer todos los jueces del país,
se integra de la manera siguiente:
 Todos los derechos humanos contenidos en la Constitución Federal
(con fundamento en los artículos 1º y 133), así como la jurisprudencia
emitida por el Poder Judicial de la Federación;
 Todos los derechos humanos contenidos en Tratados Internacionales
en los que el Estado mexicano sea parte.
 Criterios vinculantes de la Corte Interamericana de Derechos Humanos
establecidos en las sentencias en las que el Estado mexicano haya
sido parte, y criterios orientadores de la jurisprudencia y precedentes
de la citada Corte, cuando el Estado mexicano no haya sido parte.
(Haro Reyes)
Esta posibilidad de inaplicación por parte de los jueces del país en ningún
momento supone la eliminación o el desconocimiento de la presunción de
constitucionalidad de las leyes, sino que, precisamente, parte de esta
presunción al permitir hacer el contraste previo a su aplicación. De este modo,
este tipo de interpretación por parte de los jueces presupone realizar tres
pasos:
a). Interpretación conforme en sentido amplio. Ello significa que los jueces del
país, al igual que todas las demás autoridades del Estado mexicano, deben
interpretar el orden jurídico a la luz y conforme a los derechos humanos
establecidos en la Constitución y en los tratados internacionales en los cuales
el Estado mexicano sea parte, favoreciendo en todo tiempo a las personas la
protección más amplia. (Haro Reyes)
b). Interpretación conforme en sentido estricto. Ello significa que cuando hay
varias interpretaciones jurídicamente válidas, los jueces deben, partiendo de
la presunción de constitucionalidad de las leyes, preferir aquélla que hace a
la ley acorde a los derechos humanos establecidos en la Constitución y en los
tratados internacionales en los que el Estado mexicano sea parte, para evitar
incidir o vulnerar el contenido esencial de estos derechos. (Haro Reyes)
c). Inaplicación de la ley cuando las alternativas anteriores no son posibles.
Ello no afecta o rompe con la lógica del principio de división de poderes y del
federalismo, sino que fortalece el papel de los jueces al ser el último recurso
para asegurar la primacía y aplicación efectiva de los derechos humanos
establecidos en la Constitución y en los tratados internacionales de los cuales
el Estado mexicano es parte. (Haro Reyes)
Recordemos que actualmente existen dos grandes vertientes dentro del
modelo de control de constitucionalidad en el orden jurídico mexicano que son
acordes con un modelo de control de convencionalidad en los términos
apuntados. En primer término, el control concentrado en los órganos del Poder
Judicial de la Federación con vías directas de control: acciones de
inconstitucionalidad, controversias constitucionales y amparo directo e
indirecto; en segundo término, el control por parte del resto de los jueces del
país en forma incidental durante los procesos ordinarios en los que son
competentes, esto es, sin necesidad de abrir un expediente por cuerda
separada. Finalmente, es preciso reiterar que todas las autoridades del país
en el ámbito de sus competencias tienen la obligación de aplicar las normas
correspondientes haciendo la interpretación más favorable a la persona para
lograr su protección más amplia, sin tener la posibilidad de inaplicar o declarar
la incompatibilidad de las mismas. Ambas vertientes de control se ejercen de
manera independiente y la existencia de este modelo general de control no
requiere que todos los casos sean revisables e impugnables en ambas. Es un
sistema que, como hemos visto, es concentrado en una parte y difuso en otra
y que permite que sean los criterios e interpretaciones constitucionales, ya sea
por declaración de inconstitucionalidad o por inaplicación, los que finalmente
fluyan hacia la Suprema Corte para que sea ésta la que determine cuál es la
interpretación constitucional que finalmente debe prevalecer en el orden
jurídico nacional. Puede haber ejemplos de casos de inaplicación que no sean
revisables en las vías directas o concentradas de control, pero esto no hace
inviable la otra vertiente del modelo general. Provoca que durante su
operación, la misma Suprema Corte y el Legislador revisen respectivamente
los criterios y normas que establecen las condiciones de procedencia en las
vías directas de control para procesos específicos y evalúen puntualmente la
necesidad de su modificación. (Revista Jurídica Jaliscience número 53 Haro
Reyes)
7.1. JUICIO POLÍTICO
El Juicio Político es uno de los medios de control constitucional de carácter no
jurisdiccional toda vez que no se observa en el ámbito del Poder Judicial, su
trámite corresponde al Congreso Federal e involucra un procedimiento
formalmente legislativo y materialmente jurisdiccional. Por su objeto, es
también conocido como medio de control político, con base en el órgano
controlador ante el que se desahoga. La evolución del Juicio Político, como
medio de control constitucional, ha pasado desde la competencia de ambas
Cámaras como Gran Jurado; la Suprema Corte de Justicia de la Nación como
Jurado de Sentencia, hasta arribar a la competencia exclusiva del Senado
como Jurado de Sentencia, a partir de la reinstalación de dicha Cámara en
1874. El Juicio Político se encuentra presente en el Sistema Jurídico Mexicano
desde la Constitución de 1824, pasando por las Constituciones de 1836, 1843,
1857, hasta la Constitución de 1917. Fue hasta la reforma constitucional de
1982, presentada por el Presidente Miguel de la Madrid Hurtado, que se
incorporó al cuerpo normativo constitucional de manera expresa el término de
Juicio Político, a fi n de precisar la efectiva responsabilidad política de los
servidores públicos y se especificaron las diferencias políticas, penales y
administrativas que podían derivar de la actuación de todo servidor público.
(Garita Alonso y coautores. Senado de la República)
Actualmente, el Juicio Político es el Medio de Control Constitucional que
configura el mecanismo de responsabilidad política, a través del fincamiento
de eventuales responsabilidades a los servidores públicos previstos por el
artículo 110 de la Constitución Federal. La Suprema Corte de Justicia de la
Nación ha establecido que el Juicio Político conlleva el ejercicio de una función
de carácter jurisdiccional a cargo de un órgano político, que se ciñe a las
formalidades infranqueables del procedimiento, sin abordar el fondo de la
causa, toda vez que se avoca exclusivamente a la determinación de si en
efecto la conducta del servidor público redunda en perjuicio de los intereses
públicos fundamentales y de su buen despacho. (Garita Alonso y coautores.
Senado de la República)
El Juicio Político como procedimiento jurídico tiene por objeto el análisis y la
investigación de las conductas de los servidores públicos cuando en ejercicio
de sus funciones incurran en actos u omisiones que vulneren los intereses
públicos fundamentales de la Nación, cuya resolución involucra la destitución
del cargo o inhabilitación para obtener otro. En este orden de ideas, debe
destacarse que la materia jurídica del Juicio Político se encuentra constituida
por la responsabilidad política de los servidores públicos, por lo que el citado
procedimiento solo podrá iniciarse durante el tiempo en que el servidor público
denunciado se encuentre en funciones en desempeño de su cargo o comisión,
así como hasta dentro de un año después de la conclusión de las mismas.
(Garita Alonso y coautores. Senado de la República)
Se encuentra previsto desde la Constitución Federal en el Título Cuarto bajo
la denominación “De las Responsabilidades de los Servidores Públicos,
Particulares Vinculados con Faltas Administrativas Graves o Hechos de
Corrupción, y Patrimonial del Estado”, el cual comprende los artículos 108 al
114 y su regulación se observa puntualmente en el Título Segundo
“Procedimientos ante el Congreso de la Unión en materia de juicio político y
declaración de procedencia”, de la Ley Federal de Responsabilidades los
Servidores Públicos. (Garita Alonso y coautores. Senado de la República)
En torno a la procedencia del Juicio Político, el artículo 110 de la Constitución
Federal establece que sólo puede iniciarse en contra de Senadores,
Diputados, Ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Consejeros
de la Judicatura Federal, Secretarios de Despacho, el Fiscal General de la
República, Magistrados de Circuito y Jueces de Distrito, consejeros
electorales y el secretario ejecutivo del Instituto Nacional Electoral,
Magistrados del Tribunal Electoral, integrantes de los órganos
constitucionales autónomos, directores generales y sus equivalentes de los
organismos descentralizados, empresas de participación estatal mayoritaria,
sociedades y asociaciones asimiladas a éstas y fideicomisos público. (Garita
Alonso y coautores. Senado de la República)
Asimismo, el artículo referido previene puntualmente como sujetos de juicio
político por violaciones graves a la Constitución y a las leyes federales, así
como por el manejo indebido de fondos y recursos federales a los titulares del
poder ejecutivo de las entidades federativas, Diputados locales, Magistrados
de los Tribunales Superiores de Justicia Locales, miembros de los Consejos
de las Judicaturas Locales, así como a los miembros de los organismos a los
que las Constituciones Locales les otorgue autonomía. En este supuesto la
resolución que recaiga al procedimiento tendrá carácter declarativo y se
deberá comunicarse a las legislaturas locales a efecto de proceder como
corresponda. (Garita Alonso y coautores. Senado de la República)
Respecto del procedimiento, la Ley Federal de Responsabilidades de los
Servidores Públicos establece que cualquier ciudadano podrá formular la
denuncia correspondiente de manera escrita ante la Cámara de Diputados, la
cual deberá encontrarse sustentada en las pruebas de carácter documental y
demás elementos probatorios que permitan consolidar la presunción de
responsabilidad del denunciado. Dicho escrito deberá ser presentado ante la
Secretaría General de la Cámara de Diputados y deberá ser ratificado ante la
misma dentro de los tres días naturales siguientes a su presentación, una vez
ratificado, la citada Secretaría deberá turnarlo a las Comisiones Unidas de
Gobernación y Puntos Constitucionales y de Justicia para su debida
tramitación. (Garita Alonso y coautores. Senado de la República)
Las Comisiones Unidas designarán a cinco miembros de cada una de ellas, a
sus presidentes y a un secretario por cada comisión para integrar la
Subcomisión de Examen Previo, que contará con competencia exclusiva para
denuncias en materia de Juicio Político. Dicha Subcomisión contará con un
plazo no mayor a treinta días hábiles para determinar si el denunciado se
encuentra entre los servidores públicos que pueden ser sujetos de Juicio
Político, así como para analizar si la denuncia cuenta con los elementos de
prueba suficientes para permitir la presunción de una infracción y la probable
responsabilidad del servidor público acusado. (Garita Alonso y coautores.
Senado de la República)
Si la Subcomisión considera que los elementos presentados no son
suficientes para iniciar el procedimiento, la denuncia presentada será
desechada, sin embargo, el Pleno de las Comisiones Unidas podrá revisarla
a petición de los presidentes de las comisiones que las integran o del diez por
ciento de los diputados que las integren, así como ante la presentación de
pruebas supervenientes. Si la resolución declara como procedente la
denuncia, se remitirá al Pleno de las Comisiones Unidas de Gobernación y
Puntos Constitucionales y de Justicia, a fi n de formular la resolución
correspondiente y ordenar su turno a la Sección Instructora de dicha Cámara.
(Garita Alonso y coautores. Senado de la República)
La Sección Instructora de la Cámara de Diputados estará integrada por
Diputados de la Comisión Jurisdiccional y le corresponde practicar las
diligencias necesarias para la comprobación del hecho, a fin de precisar
puntualmente la intervención del servidor público denunciado y las
características del caso. Una vez ratificada la denuncia ante la Secretaría
General de la Cámara de Diputados, la Sección Instructora deberá informar al
denunciado, en los tres días siguientes, sobre la materia del asunto y hacer
de su conocimiento la garantía de defensa con la que cuenta, así como del
plazo de siete días naturales para comparecer o informar por escrito.
Concluido dicho plazo, la Sección Instructora abrirá un periodo de prueba que
constará de treinta días naturales, prorrogables a criterio de la misma, a fi n
de recibir las pruebas que ofrezcan las partes y las que la Sección estime
necesarias. Recibidas todas las pruebas la Sección Instructora calificará la
pertinencia de las mismas y podrá desechar aquellas que considere
improcedentes. (Garita Alonso y coautores. Senado de la República)
Terminada la instrucción del procedimiento, las partes contarán con un plazo
de tres días naturales a efecto de consultar el expediente y recabar la
información necesaria para la elaboración de los alegatos a que haya lugar,
los cuales se deberán presentar por escrito en los seis días siguientes a la
conclusión del referido plazo. Al finalizar el plazo para la presentación de
alegatos, la Sección Instructora deberá formular las conclusiones tras el
análisis correspondiente de la conducta y hechos imputados de los cuales se
resolverá sobre la continuación o conclusión del procedimiento con base en
las consideraciones jurídicas que correspondan. (Garita Alonso y coautores.
Senado de la República)
De resolverse la inocencia del encausado, las conclusiones deberán señalar
que no ha lugar a proceder, por lo que el servidor público podrá continuar en
el ejercicio del encargo. En tanto, si la resolución establece la responsabilidad
del servidor público encausado, por la mayoría absoluta de los miembros
presentes en la Sesión, las conclusiones en las que se señale la legal
comprobación de la conducta o el hecho referido en la denuncia, así como la
acreditación de la responsabilidad del encausado, deberán remitirse al
Senado de la República en concepto de acusación para lo cual se designará
a una Comisión de tres Diputados a fi n de exponerla ante dicha Cámara.
(Garita Alonso y coautores. Senado de la República)

Una vez recibida la acusación en la Cámara de Senadores será turnada a la


Sección de Enjuiciamiento, constituida por cuatro de los Senadores que
integren la Comisión Jurisdiccional, la cual deberá emplazar tanto a la
comisión de los Diputados encargados de la acusación, como al acusado y su
defensor para que ambas partes presenten los alegatos a los que haya lugar
dentro de los cinco días naturales siguientes al emplazamiento. Transcurrido
dicho plazo, la Sección de Enjuiciamiento deberá formular las conclusiones
derivadas de las consideraciones, alegatos y demás diligencias pertinentes,
por lo que deberá proponer la sanción para el servidor público debidamente
fundada y motivada. (Garita Alonso y coautores. Senado de la República)
Tras haber emitido las conclusiones, la Sección de Enjuiciamiento deberá
entregarlas a la secretaría de la Cámara de Senadores para que el presidente
de la misma realice el anuncio correspondiente y se instruya que la Cámara
en comento debe erigirse como Jurado de Sentencia, durante las veinticuatro
horas siguientes a la entrega de las conclusiones mencionadas. Se citará
nuevamente a la comisión de la Cámara de Diputados, así como al acusado
y a su defensor para el desahogo de una audiencia en la que la secretaría
dará lectura a las conclusiones realizadas por la Sección de Enjuiciamiento y
tras ambas partes haber hecho uso de la palabra, el servidor público y su
defensor se retirarán. Los Diputados asistentes, permanecerán en la Sesión y
se procederá a la discusión y votación de los puntos de acuerdo que
contengan las conclusiones. Una vez discutido el asunto el presidente
realizará la Declaratoria correspondiente. Por cuanto hace a servidores
públicos del orden local, la sentencia tendrá estrictamente efectos declarativos
y deberá ser comunicada a la legislatura correspondiente para los efectos
conducentes. (Garita Alonso y coautores. Senado de la República)
La Constitución Federal establece que una vez concluido el procedimiento
correspondiente, las declaraciones emitidas tanto por la Cámara de Diputados
como por la Cámara de Senadores son inatacables, por lo que el efecto de la
resolución de que ha lugar proceder contra el inculpado será separarlo de su
encargo y en su caso, la inhabilitación para desempeñar cargos en el servicio
público hasta por veinte años. (Garita Alonso y coautores. Senado de la
República)
A menudo suele confundirse la Declaración de Procedencia con el Juicio
Político, sin embargo, la Declaración de Procedencia a cargo de la Cámara de
Diputados, se ciñe a las imputaciones realizadas en materia de
responsabilidad penal, mas no así en torno a la responsabilidad política, por
lo que no equivale a la acusación de la responsabilidad que dicha Cámara
realiza ante el Senado. Asimismo, no puede considerarse como un juicio que
compete al Congreso como tal, toda vez que no versa sobre la veracidad de
los hechos que se presumen, sino que se limita a la emisión de una
Declaración que elimina la protección del servidor público denunciado para
permitir la investigación judicial de sus actos. (Garita Alonso y coautores.
Senado de la República)
El Juicio Político como uno de los medios de control constitucional más
antiguos, al lado de las Controversias Constitucionales, en nuestro orden
jurídico, conlleva sin duda la evolución metodológica en torno a las
competencias de las Cámaras del Congreso que participan en el desahogo
del mismo. En el marco del combate a la corrupción, se han presentado
diversas iniciativas de impacto al respecto que plantean el robustecimiento de
las medidas sancionatorias, así como los sujetos de juicio político y las
hipótesis de procedencia. (Garita Alonso y coautores. Senado de la
República)
7.2. PROCEDIMIENTO INVESTIGATORIO DE LA (SCJN) CNDH
Sobre este tema es importante aclarar que mediante la reforma constitucional
de derechos humanos publicada en el DOF el 10 de junio del 2011, se
suprimió a la SCJN la facultad de averiguar (investigar) algún hecho o hechos
que constituyan una grave violación de laguna garantía individual (hoy
derechos humanos y sus garantías), por lo que sólo le quedo la facultad
establecida en el párrafo segundo del artículo 97 constitucional y que a la letra
dice: La Suprema Corte de Justicia de la Nación podrá solicitar el Consejo de
la Judicatura Federal que averigüe la conducta de un juez o magistrado
federal. Por lo que la facultad de investigar las violaciones graves a los
derechos humanos, por mandato de la Constitución se le pasó a la Comisión
Nacional de los Derechos Humanos. Por lo que para efectos de que este
apartado este actualizado, sería de la siguiente manera:
FACULTAD DE INVESTIGACIÓN DE LA CNDH
Dicha facultad se encuentra establecida en el párrafo décimo del apartado B
del artículo 102 de la Constitución, en la que se establece lo siguiente:
La Comisión Nacional de los Derechos Humanos podrá investigar hechos que
constituyan violaciones graves a derechos humanos, cuando así lo juzgue
conveniente o lo pidiere el Ejecutivo Federal, alguna de las Cámaras del
Congreso de la Unión, los titulares de los poderes ejecutivos de las entidades
federativas o las legislaturas de éstas.
Recomendaciones de la CNDH
El artículo 1° de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos,
establece que todas las personas gozarán de los derechos humanos
consagrados en la misma, que el Estado será el encargado de prevenir,
investigar, sancionar y reparar las violaciones graves a estos derechos. En
congruencia con el artículo 102, apartado B, último párrafo, del mismo
ordenamiento que faculta a la CNDH para investigar las violaciones graves de
los derechos humanos, sistemáticamente con la Ley de la Comisión Nacional
de los Derechos Humanos, su Reglamento Interno y el Reglamento del
Senado de la República, despliegan entre otros, el procedimiento para el
ejercicio de dicho medio de control constitucional. La Comisión Nacional de
los Derechos Humanos, en adelante CNDH, define los derechos humanos
como “…el conjunto de prerrogativas sustentadas en la dignidad humana,
cuya realización efectiva resulta indispensable para el desarrollo integral de la
persona...”. La Constitución de 1917 previene las garantías para la protección
de estos derechos, para lo cual las autoridades en el ámbito de sus
atribuciones están obligadas a respetar, proteger y garantizarlos, por lo que
corresponde al Estado investigar, reparar y en su caso, sancionar las
violaciones a los mismos. Desde la promulgación, correspondió a la Suprema
Corte de Justicia de la Nación, la facultad de averiguar las eventuales
violaciones a las entonces denominadas garantías individuales. Por virtud de
la reforma Constitucional, publicada en el Diario Oficial de la Federación en
agosto de 1987, se incorporó el calificativo “grave”, a fin de acuñar “grave
violación de alguna garantía individual” como eje rector de dicha atribución.
(Garita Alonso y coautores. Senado de la República)
Con fecha 10 de junio de 2011, el Diario Oficial de la Federación publicó la
reforma constitucional en materia de derechos humanos, por la que se deroga
la facultad de averiguar las violaciones graves a las garantías individuales del
ámbito de atribuciones de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, ubicada
en el segundo párrafo del artículo 97 constitucional y se transfiere a la CNDH,
a través del artículo 102, apartado B, bajo la denominación de “violaciones
graves de derechos humanos”, vigente a la fecha, como medio de control
constitucional con la participación del Senado de la República ante la negativa
del servidor público a cumplir o aceptar las recomendaciones emitidas. (Garita
Alonso y coautores. Senado de la República)
La Suprema Corte de Justicia de la Nación ha precisado en torno al concepto
de violaciones graves a los derechos humanos, que la “gravedad” radica
esencialmente en que se presenten las siguientes características:
multiplicidad de violaciones comprendidas dentro del fenómeno delictivo,
especial magnitud de las violaciones en relación a la naturaleza de los
derechos afectados y una participación importante del Estado, al ser los actos
cometidos por agentes estatales o con la aquiescencia, tolerancia o apoyo del
Estado. (Garita Alonso y coautores. Senado de la República)
Las violaciones graves a los derechos humanos, de conformidad con el marco
jurídico de referencia, podrán iniciarse de oficio o a solicitud del titular del
Ejecutivo Federal, el Congreso de la Unión, los Gobernadores de las
entidades federativas o sus legislaturas. (Garita Alonso y coautores. Senado
de la República)
La CNDH es la encargada de realizar la investigación correspondiente y
determinar si se trata de una violación grave a los derechos humanos, para lo
cual emitirá un proyecto de recomendación o acuerdo de no responsabilidad
en el que se analizarán los hechos, con la finalidad de determinar si la
autoridad violó o no los derechos humanos que sean motivo de la
investigación. (Garita Alonso y coautores. Senado de la República)
Cabe destacar que únicamente la CNDH cuenta con la facultad para la
investigación de violaciones graves; sin embargo, el Reglamento Interior de
esta última establece en su artículo 15, que en el caso que un organismo local
de protección de los derechos humanos de las entidades federativas reciba
una queja sobre alguna violación grave a los derechos humanos o se trate de
un caso urgente, podrá recibirla e iniciar el procedimiento para dar atención a
la misma, dando aviso inmediatamente a la CNDH y entregar la integración
del expediente dentro de un plazo máximo de 36 horas. (Garita Alonso y
coautores. Senado de la República)
Las recomendaciones finales emitidas por la CNDH señalarán las medidas a
seguir, las cuales pueden ser la destitución de los servidores públicos o la
restitución del daño o perjuicio, según sea el caso. Dichas recomendaciones
podrán ser aceptadas o no por el servidor público, de ser aceptadas entregará
las pruebas de que ha cumplido con la recomendación. (Garita Alonso y
coautores. Senado de la República)
El artículo 46 de la Ley de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos,
prescribe que las recomendaciones no tendrán el carácter de imperativo para
la autoridad o servidor público a los que se dirija, supeditando la
recomendación al siguiente procedimiento: Una vez recibida la
recomendación de la CNDH, la autoridad o servidor público señalado como
responsable deberá informar, dentro de un plazo de quince días hábiles, si
acepta o no la misma. De aceptar la recomendación, contará con un nuevo
plazo de quince días hábiles prorrogables cuando así lo amerite la propia
recomendación, para entregar las pruebas que acrediten su cumplimiento.
(Garita Alonso y coautores. Senado de la República)
En contravención a lo anterior, si las recomendaciones no son aceptadas o
cumplidas por la autoridad o servidor público, la responsable deberá hacer
pública la negativa debidamente fundada y motivada y, de ser el caso, deberá
de atender los llamados de la Cámara de Senadores o, en sus recesos, de la
Comisión Permanente, compareciendo ante los citados legisladores a efecto
de explicar la razón de su dicho. En ese supuesto la CNDH, consultará con
los órganos legislativos respectivos, si la fundamentación y motivación
presentadas son suficientes, informando el resultado de la consulta a la
autoridad o funcionario público que se hubiese negado a aceptar o cumplir
con la recomendación, y, en su caso, a sus superiores jerárquicos, debiendo,
dicha autoridad, informar dentro de un plazo de quince días hábiles si
persisten o no en la negación de aceptar o cumplir la recomendación. Si la
autoridad o servidor público persiste en negarse a cumplir o aceptar la
recomendación, la CNDH podrá denunciar ante el Ministerio Público o la
autoridad administrativa correspondiente dichos hechos. (Garita Alonso y
coautores. Senado de la República)
El Reglamento del Senado de la República prevé en su artículo 265 Bis, que
en las comparecencias ante el Senado estarán presentes el servidor público
que rechazo la recomendación y los integrantes de la Comisión de Derechos
Humanos del Senado, la persona que preside esta última le dará el uso de la
palabra al servidor público para que funde y motive la causa de su negativa.
Posteriormente, un legislador por cada Grupo Parlamentario integrante de la
Comisión tendrá el uso de la palabra. De existir cuestionamientos para el
servidor público, el titular de la presidencia de la Comisión le preguntará si lo
responde en ese momento o al final de la intervención; consecuentemente los
legisladores podrán hacer preguntas al servidor público, el cual tendrá que
responder al final de cada una de ellas y el servidor público emitirá un mensaje
final. (Garita Alonso y coautores. Senado de la República)
La participación de la Cámara de Senadores se constriñe a la comparecencia
del servidor público del que se trate, a fin de que exponga las razones de su
negativa para atender la recomendación emitida por la CNDH, con las
consecuencias legales que involucra el eventual caso de incurrir en falsedad.
Si desahogado el procedimiento ante la Cámara de Senadores el servidor
público continuare con la negativa, la CNDH podrá denunciar ante el Ministerio
Público para los efectos conducentes. A partir de la reforma por la que se dota
al Senado con la atribución para recibir las comparecencias de los servidores
públicos que se negaren a atender las recomendaciones de la Comisión
Nacional de los Derechos Humanos por violaciones graves, se robustece sin
duda el marco de la colaboración de funciones entre el Senado de la
República y los órganos autónomos protectores de los derechos humanos, lo
que previene además la participación del Ministerio Público. (Garita Alonso y
coautores. Senado de la República)
7.3. EL JUICIO DE AMPARO
El Juicio de Amparo tiene su antecedente formal en la Constitución yucateca
de 1841, en la que se incorpora como medio de control jurisdiccional de
protección de la Constitución, se eleva al orden federal hasta el Acta de
Reforma de 1847. La Constitución de 1857, estableció como competencia de
los tribunales federales conocer del Juicio de Amparo para la defensa de las
garantías individuales del gobernado ante eventuales violaciones. El texto
original de la Constitución de febrero de 1917 preservó las disposiciones en
materia de amparo previstas por la Constitución de 1857 e incorporó las reglas
procesales para su tramitación. (Garita Alonso y coautores. Senado de la
República)
El Juicio de Amparo es un medio de control constitucional cuyo objeto plantea
la resolución de controversias entre normas generales y actos u omisiones de
autoridades que contravengan o vulneren los derechos humanos o restrinjan
la soberanía de los Estados o la Federación y sus esferas de competencias.
El amparo es un sistema de defensa de la Constitución y de los derechos
humanos de tipo jurisdiccional que se tramita en forma de juicio ante el Poder
Judicial Federal, cuya finalidad es declarar la nulidad del acto que se reclama
y la reposición del quejoso en el goce del derecho vulnerado. (Garita Alonso
y coautores. Senado de la República)
La nueva regulación secundaria en materia de amparo, publicada en abril de
2013, abrogó la Ley de Amparo, Reglamentaria de los Artículos 103 y 107 de
la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, publicada en el
Diario Oficial de la Federación el 10 de enero de 1936 y dispuso entre otros
aspectos, la protección de los derechos humanos, incorporó el concepto de
interés legítimo y extendió los efectos generales del amparo para el caso de
la Declaratoria General de Inconstitucionalidad, con excepción de lo relativo a
normas tributarias. Preservó los principios rectores respecto de instancia de
parte agraviada, así como el de definitividad por el que el quejoso deberá
agotar previamente todos los recursos ordinarios previstos en la ley, el de
estricto derecho y de suplencia de la queja, a partir de los cuales la autoridad
que conozca del juicio deberá suplir la deficiencia de los conceptos de
violación o agravios, la relatividad de la sentencia, conocida también como
“Fórmula Otero”, aunque con algunas adecuaciones, como se desprende del
mecanismo denominado Declaratoria General de Inconstitucionalidad. (Garita
Alonso y coautores. Senado de la República)
La tramitación del Juicio de Amparo se ejercita tomando en consideración la
naturaleza del acto que se pretende reclamar. La ley de la materia prevé dos
vías: Amparo Directo, el cual procede en contra de sentencias definitivas,
laudos y resoluciones que pongan fi n al juicio y el Amparo Indirecto, que
procede en contra de normas generales, actos u omisiones cometidos dentro,
fuera o después de concluido un juicio, contra actos u omisiones de
autoridades administrativas, contra actos de autoridad que no tengan el
carácter de sentencias definitivas, así como contra actos en el procedimiento
que sean de imposible reparación, entre otros. (Garita Alonso y coautores.
Senado de la República)
En el caso del Amparo Indirecto en contra de normas generales, el Congreso
General es autoridad responsable en su carácter de órgano emisor de la
norma, como parte en el juicio adquiere los derechos y obligaciones previstos
por la ley de la materia, de ahí que corresponda a ambas Cámaras rendir el
informe correlativo en el que se justifica la razón de la constitucionalidad que
se aduce. El plazo para hacer valer este amparo es de 30 días, mismo que se
contará por días hábiles y comenzarán a correr a partir del día siguiente en
que surta sus efectos la notificación. (Garita Alonso y coautores. Senado de
la República)
La sentencia de Amparo Indirecto que declare la inconstitucionalidad de una
norma general conlleva la inaplicación de la norma únicamente respecto del
quejoso, es decir, resulta aplicable solo a quien ha promovido dicha demanda.
Otra de las causas que cobra particular interés en el ámbito legislativo por la
que procede el Juicio de Amparo Indirecto es la denominada comisión
legislativa, en torno a esta hipótesis, la Suprema Corte de Justicia de la Nación
ha emitido Tesis Aislada en la que expone que: “… el juicio de amparo es
procedente cuando se trate de una comisión legislativa o reglamentaria,
porque en ese supuesto no se pretende satisfacer un interés particular, sino
uno legítimo para el cumplimiento de un mandato legal ya existente.” En este
caso, si el Órgano Jurisdiccional Federal resuelve conceder el amparo al
quejoso, el órgano legislativo en su calidad de autoridad responsable deberá
atender lo relativo a la expedición de la norma. (Garita Alonso y coautores.
Senado de la República)
La sentencia que concede el amparo conlleva el efecto de restituir al quejoso
en el pleno goce del derecho violentado, regresando las cosas al estado que
guardaban antes de dicha violación y en su caso, obligar a la autoridad
responsable a respetar el derecho del que se trate. Su cumplimiento debe ser
puntual dentro del plazo de tres días hábiles, de no hacerlo así y sin que medie
causa justificada, la autoridad responsable podrá ser sancionada con multa y
se dará trámite al incidente de inejecución de sentencia, el cual tiene como
efecto la separación del cargo y consignación ante la autoridad competente.
El plazo para dar cumplimiento a la sentencia se podrá ampliar según la
dificultad que guarde su cumplimiento, en casos urgentes y notorio perjuicio
para el quejoso se puede ordenar su cumplimiento inmediato. (Garita Alonso
y coautores. Senado de la República)
El Juicio de amparo representa el medio de control constitucional por
excelencia a disposición de los gobernados, a fi n de reivindicar las eventuales
vulneraciones a los derechos humanos. A partir de la expedición de la Ley de
Amparo de 2013, el gobernado cuenta con mayores elementos para la
defensa de los mismos, asimismo se incorporó la fi gura de interés legítimo y
se dota de efectos generales a las sentencias de inconstitucionalidad de una
norma general por parte de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, tutelan
de esta manera los derechos de los mexicanos. (Garita Alonso y coautores.
Senado de la República)
En el caso de resolución desfavorable en el Amparo Indirecto, el quejoso
podrá acudir al Amparo en Revisión, cuyo impacto, dados los efectos
generales que se desprenden de la eventual Declaratoria General de
Inconstitucionalidad, resultan de la mayor importancia en el ámbito de
atribuciones del legislador ordinario para la actualización normativa que
corresponda. En los casos en los que los Órganos Jurisdiccionales Federales
competentes resuelvan la inconstitucionalidad de una norma general en dos
ocasiones consecutivas, la Suprema Corte de Justicia de la Nación lo
informará a la autoridad emisora de la norma, lo que representa la posibilidad
a cargo del legislador para la actualización normativa de los preceptos
impugnados. Ahora bien, si se establece una jurisprudencia por reiteración del
pleno de la Suprema Corte de Justicia, esto es, si se sustenta el mismo criterio
en cinco sentencias no interrumpidas por una en contrario, determinándose la
inconstitucionalidad de la misma norma general, la Suprema Corte de Justicia
de la Nación lo notificará al Congreso de la Unión, el cual contará con un plazo
de 90 días naturales, los cuales se computarán dentro de los días útiles de los
periodos ordinarios de sesiones, a efecto de que se resuelva el problema de
inconstitucionalidad de dicha norma. Si transcurrido este plazo no se reforma,
adiciona o la norma declarada inconstitucional, el Pleno de la Suprema Corte
de Justicia de la Nación emitirá la Declaratoria General de Inconstitucionalidad
siempre y cuando esta hubiese sido aprobada por una mayoría de al menos
ocho votos. (Garita Alonso y coautores. Senado de la República)
La Declaratoria General de Inconstitucionalidad será obligatoria, tendrá
efectos generales y deberá establecer, cuando menos, su fecha de entrada
en vigor y el alcance y condiciones en que se declara la inconstitucionalidad
de la norma. Cabe señalar que, en el supuesto de que el poder legislativo no
reforme o derogue la norma objeto de la Declaratoria General de
Inconstitucionalidad, no obstante la Suprema Corte de Justicia de la Unión
emitiese la declaratoria respectiva, existe la posibilidad de que la norma sea
aplicada por una autoridad, en cuyo caso, el afectado puede denunciar dicho
acto de autoridad por incumplimiento de la Declaratoria General de
Inconstitucionalidad, con el efecto, en caso de ser procedente, de que el
órgano jurisdiccional federal ordene a la autoridad aplicadora que deje sin
efectos el acto denunciado. (Garita Alonso y coautores. Senado de la
República)
Emitida la Declaratoria General de Inconstitucionalidad se deberá remitir al
Diario Oficial de la Federación y, en su caso, al órgano oficial en el que se
hubiera publicado la norma declarada como inconstitucional para que dentro
del plazo de siete días hábiles se publique. (Garita Alonso y coautores.
Senado de la República)
La Declaratoria General de Inconstitucionalidad es el pronunciamiento sobre
la inconstitucionalidad de una norma general que emite la Suprema Corte de
Justicia de la Nación. Permite al órgano emisor de la norma a partir de que es
notificado de la existencia de dos sentencias en un mismo sentido sobre la
inconstitucionalidad de una norma general, dar seguimiento y analizar el
asunto a fi n de que, concretadas cinco resoluciones en el mismo sentido, dar
trámite al proceso legislativo en el plazo de los noventa días que la ley
establece para subsanar lo conducente, en el entendido de que en caso de
existir una omisión legislativa, la Suprema Corte de Justicia emitirá la
Declaratoria General de Inconstitucionalidad respectiva con el carácter de
obligatoria y con efectos generales. En ese tenor, la Declaratoria General de
Inconstitucionalidad, constituye un medio de control constitucional que dota a
las personas de certeza jurídica en la aplicación de las normas generales.
(Garita Alonso y coautores. Senado de la República)
7.4. JUICIO PARA LA PROTECCIÓN DE LOS DERECHOS
POLÍTICO-ELECTORALES DEL CIUDADANO
La Ley General del Sistema de Medios de Impugnación en Materia Electoral
prevé en su artículo 79 las reglas aplicables para su procedencia,
estableciendo que solo puede interponerlo el ciudadano en lo individual, por
sí mismo, o a través de sus representantes legales, cuando se hagan valer
presuntas violaciones a sus derechos político–electorales, tales como el
derecho a votar y ser votado en las elecciones, asociarse individual y
libremente para tomar parte en forma pacífica en los asuntos políticos y de
afiliarse libre e individualmente a los partidos políticos. (Garita Alonso y
coautores. Senado de la República)
El JDC es un medio de control constitucional por vía de acción, en virtud de
que “la ley prevé para el ciudadano el derecho de acudir ante órganos
jurisdiccionales para que, mediante una sentencia dictada dentro de un
proceso, sea resuelto el litigio que verse sobre la conculcación de derechos
político-electorales y, en su caso, se realice la ejecución forzada de lo
juzgado.” (Garita Alonso y coautores. Senado de la República)
En este sentido, se debe precisar que el Tribunal Electoral ha emitido
jurisprudencia estableciendo que este juicio debe considerarse procedente,
no sólo cuando directamente se hagan valer presuntas violaciones a
cualquiera de los derechos de referencia, sino también “…cuando se aduzcan
violaciones a otros derechos fundamentales que se encuentren
estrechamente vinculados con el ejercicio de los mencionados derechos
político-electorales, como podrían ser los derechos de petición, de
información, de reunión o de libre expresión y difusión de las ideas, cuya
protección sea indispensable a fi n de no hacer nugatorio cualquiera de
aquellos derechos político-electorales, garantizando el derecho constitucional
a la impartición de justicia completa y a la tutela judicial efectiva…”. (Garita
Alonso y coautores. Senado de la República)
De conformidad con lo señalado en el artículo 80 de la ley de la materia,
procede su interposición cuando, cumplidos los requisitos establecidos, el
ciudadano no obtenga de manera oportuna el documento oficial que le permita
ejercer su voto o una vez obtenido no sea incluido en la sección que
corresponda a su domicilio en lista nominal de electores o sea excluido de
ésta de manera indebida; cuando siendo propuesto por un partido político se
le niegue sin justificación su registro como candidato a un cargo de elección
popular; cuando al estar asociado con otros ciudadanos la autoridad les
niegue injustificadamente su registro como partido o agrupación política;
cuando a su consideración la autoridad viole sus derechos político-electorales
con la ejecución de un acto o la emisión de una resolución o bien, tratándose
de precandidatos y candidatos a cargos de elección popular, consideren que
los actos o resoluciones del partido político al que se encuentran afiliados
violan alguno de dichos derechos. Adicionalmente a la actualización de alguno
de los supuestos señalados, para su procedencia, el actor debe haber
agotado todas las instancias y realizado las gestiones necesarias para estar
en condiciones de ejercer el derecho político–electoral presuntamente violado.
(Garita Alonso y coautores. Senado de la República)
Al respecto, la Jurisprudencia 9/2007 emitida por el Tribunal Electoral
establece que en el supuesto de que el agotamiento de la cadena impugnativa
pueda traducirse en una merma al derecho tutelado, el actor podrá acudir al
salto de instancias -per saltum- * directamente ante las autoridades
jurisdiccionales, siempre que esta opción se ejerza dentro del plazo previsto
para la interposición del recurso o medio de defensa que da acceso a la
instancia inicial contemplada en la normatividad interior partidista o en la
legislación ordinaria, de no hacerlo así será improcedente su interposición.
(Garita Alonso y coautores. Senado de la República)
 PER SALTUM. EL JUICIO PARA LA PROTECCIÓN DE LOS
DERECHOS POLÍTICO-ELECTORALES DEL CIUDADANO DEBE
PROMOVERSE DENTRO DEL PLAZO PARA LA INTERPOSICIÓN
DEL MEDIO DE DEFENSA INTRAPARTIDARIO U ORDINARIO
LEGAL. (México: 2002),

http://sief.te.gob.mx/IUSE/tesisjur.aspx?idtesis=9/2007&tpoBusqueda=S&sW
ord=9/2007 (consultado el 4 de junio de 2018).
De conformidad con lo previsto en el artículo 83 del ordenamiento en comento,
la Sala Superior del Tribunal Electoral es competente para resolver este medio
de impugnación cuando la controversia se relacione con las elecciones de
Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, Gobernadores y
Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, así como en las elecciones
federales de Diputados y Senadores por el principio de representación
proporcional. (Garita Alonso y coautores. Senado de la República)
Las Salas Regionales del Tribunal Electoral, en el ámbito territorial en el que
ejerzan su jurisdicción, serán competentes tratándose de controversias
promovidas con motivo de procesos electorales Federales o de las entidades
federativas, o relacionadas con las elecciones Federales de Diputados y
Senadores por el principio de mayoría relativa, o bien, de autoridades
Municipales, Diputados Locales, de la Asamblea Legislativa y titulares de las
Alcaldías de la Ciudad de México, entre otros. (Garita Alonso y coautores.
Senado de la República)
Por cuanto hace a la firmeza de las sentencias emitidas por el Tribunal
Electoral en este tipo de juicios, los fallos que resuelven el fondo del JDC
tienen la calidad de definitivos e inatacables. Los efectos de éstas pueden
consistir en confirmar, modificar o revocar el acto o resolución impugnados, lo
que implica que no tienen solamente un carácter negativo, consistente en
anular el acto o resolución combatidos, sino que también cuentan con un
carácter positivo consistente en que la decisión materia del fallo sustituye a la
impugnada. (Garita Alonso y coautores. Senado de la República)
La Sala Superior del Tribunal Electoral en sesión celebrada el veinte de mayo
de 2002, aprobó por unanimidad de seis votos la jurisprudencia que establece
precedente en el sentido de que con objeto de consolidar el imperio de los
mandatos que contiene la Constitución General sobre cualquier ley y
autoridad, las sentencias que emita dicho Tribunal obligan a todas las
autoridades, independientemente de que figuren o no con el carácter de
responsables, sobre todo, si en virtud de sus funciones les corresponde
desplegar actos tendientes a cumplimentar dichos fallos. (Garita Alonso y
coautores. Senado de la República)
En atención al principio de definitividad, para la interposición del JDC o del
JRC, el marco normativo establece que es necesario se hayan agotado todas
las instancias previas para impugnar el acto o resolución en materia electoral
que pudiera haber determinado su modificación, revocación o anulación, por
lo que tratándose del proceso electoral federal, en la etapa de resultados y de
declaraciones de validez, la Cámara de Senadores debe tener en
consideración que los partidos políticos o los candidatos que contienden
pueden interponer en primer instancia y antes de los medios de control
constitucional señalados, el juicio de inconformidad, a efecto de impugnar las
resoluciones de las autoridades electorales federales en las que se presume
se violan normas constitucionales o legales relativas a las elecciones de
Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, Senadores y Diputados. (Garita
Alonso y coautores. Senado de la República)
Al respecto, de conformidad con lo establecido en la Ley General de
Instituciones y Procedimientos Electorales, es atribución del Instituto Nacional
Electoral a través de los presidentes del Consejo General y Locales, remitir a
la Secretaría General de Servicios Parlamentarios de la Cámara de
Senadores, copia certificada de las constancias expedidas a las fórmulas para
Senador que hubiesen obtenido el triunfo por el principio de mayoría relativa
y por el principio de representación proporcional, así como un informe de los
medios de impugnación interpuestos. (Garita Alonso y coautores. Senado de
la República)
El artículo 50 de la Ley General del Sistema de Medios de Impugnación en
Materia Electoral, señala que son actos impugnables a través del juicio de
inconformidad, entre otros, la expedición de las constancias a los senadores
derivadas de la elección, otorgando tanto a la Sala Superior del Tribunal
Electoral como a sus salas regionales, la facultad de resolver las controversias
presentadas para que en el ámbito de su competencia, declaren en su caso
la nulidad de la elección de Senadores y procedan a la revocación de las
constancias expedidas. . (Garita Alonso y coautores. Senado de la República)
En el caso de los juicios de inconformidad relacionados con las elecciones a
senadores, las autoridades competentes deben emitir las resoluciones a más
tardar el día 3 de agosto del año de la elección y ser notificadas, a la Cámara
del Congreso que corresponda, dentro de las 48 horas siguientes a las en que
se dicte la sentencia. (Garita Alonso y coautores. Senado de la República)
A partir de la instauración de este tipo juicios, el ciudadano cuenta con un
medio de control constitucional que le permita más allá del Amparo recurrir las
eventuales vulneraciones a su esfera de derechos en el ámbito electoral, es
procedente contra eventuales violaciones a los derechos político-electorales
de los ciudadanos o a los derechos fundamentales que se encuentren
vinculados a éstos. Su finalidad es la de garantizar a los ciudadanos el libre
ejercicio de sus derechos político-electorales. (Garita Alonso y coautores.
Senado de la República)
7.5. JUICIO DE REVISIÓN CONSTITUCIONAL ELECTORAL
El artículo 86 de la Ley General del Sistema de Medios de Impugnación en
Materia Electoral, establece que el Juicio de Revisión Constitucional Electoral
tiene por objeto garantizar que los actos o resoluciones definitivas que emitan
las autoridades competentes de las entidades federativas encargadas de
organizar y calificar los comicios se encuentren apegados a la Constitución, o
bien, resolver las controversias que surjan durante los mismos. (Garita Alonso
y coautores. Senado de la República)
Para que proceda la interposición de este medio de impugnación es requisito,
además de que los actos o resoluciones sean definitivos y firmes -Principio de
Definitividad-, la violación de algún precepto de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos y que dicha violación pueda resultar determinante
para el desarrollo del proceso electoral o el resultado final de las elecciones,
así como que la reparación solicitada sea material y jurídicamente posible
dentro de los plazos electorales o sea factible antes de la fecha constitucional
o legalmente fi jada para la instalación de los órganos o la toma de posesión
de los funcionarios electos. (Garita Alonso y coautores. Senado de la
República)
La autoridad competente para resolver este tipo de juicio será la Sala Superior
del Tribunal Electoral, como única instancia en la resolución de elecciones de
gobernador y Jefe de Gobierno de la Ciudad de México y las Salas Regionales
en el ámbito de su competencia y jurisdicción, como única instancia para
cargos diversos a los anteriores. (Garita Alonso y coautores. Senado de la
República)
El artículo 90 de la ley de la materia establece el trámite para desahogar este
tipo de juicio, el cual sólo podrá ser promovido por los representantes de los
partidos políticos que acrediten estar debidamente registrados ante el órgano
electoral responsable, cuando éste haya dictado el acto o resolución
impugnado, o bien, el tercero interesado en el medio de impugnación sobre el
que recayó la resolución impugnada o los que sean representantes en
términos de los estatutos del partido político de que se trate. La falta de
legitimación será causal para que el medio de impugnación sea desechado de
plano. (Garita Alonso y coautores. Senado de la República)
Los efectos de las sentencias que emitan para resolver el fondo de los juicios
tanto la Sala Superior del Tribunal Electoral, como sus Salas Regionales,
confirmarán el acto o la resolución impugnada, o bien, podrán modificarla o
revocarla, caso en el cual la sentencia deberá establecer lo necesario para
enmendar la violación constitucional que se hubiere cometido. El actor y los
terceros interesados deberán ser notificados de las sentencias recaídas a más
tardar al día siguiente al que se haya dictado la misma, en los términos
previstos en el artículo 93 de la Ley General del Sistema de Medios de
Impugnación en Materia Electoral, así como a la autoridad responsable
mediante oficio al que se deberá anexar copia certificada de la sentencia,
dentro del plazo antes señalado. (Garita Alonso y coautores. Senado de la
República)
Tanto el Juicio de Revisión Constitucional Electoral como el Juicio para la
Protección de los Derechos Político–Electorales del Ciudadano, constituyen
los medios de impugnación en materia electoral que establece el orden
jurídico mexicano para que el ciudadano común o las organizaciones, se
inconformen ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, ya
sea por una ley presumiblemente inconstitucional que afecta sus derechos
políticos o bien contra actos y resoluciones de autoridades electorales. Dichos
mecanismos permiten dar certeza jurídica a los procesos electorales al
resolver de manera definitiva las controversias presentadas en su Sala
Superior o ante sus Salas Regionales, en el ámbito de sus respectivas
competencias. (Garita Alonso y coautores. Senado de la República)
El Juicio de Revisión Constitucional Electoral (JRC), procede para resolver en
forma definitiva las impugnaciones contra actos y resoluciones de autoridades
electorales del orden federal y local. Su objeto es garantizar que el desarrollo
de los procesos electorales a cargo de las autoridades de las entidades
federativas responsables de organizar y calificar los comicios se encuentren
apegados a la Constitución. (Garita Alonso y coautores. Senado de la
República)

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