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Antología
Material Compilado sin fines de lucro, en beneficio de la educación. Prohibida su
reproducción o distribución sin autorización de los autores.
INTRODUCCIÓN A LA ANTOLOGÍA
La antología “Derecho Constitucional I” es una compilación sin fines de lucro de
diferentes textos, pensada para ser una herramienta de apoyo que facilite a los
estudiantes el aprendizaje y desarrollo de habilidades relacionadas al contenido
de esta asignatura y por lo tanto se alcancen los objetivos planteados en el
programa de estudios.
Para lograr este objetivo el estudiante:
Obtenga los conocimientos básicos necesarios para entender las otras materias
que se relacionan de manera directa con el Derecho Constitucional, pues para
mi esta materia es la columna vertebral del derecho en un Estado, pues como
refiere Hans Kelsen, la Constitución “es la norma fundante”, de la que surgen las
demás leyes: Además es una materia muy extensa y dentro de la curricular de
la Licenciatura en Derecho se ha dividido en dos, Derecho Constitucional I y
Derecho Constitucional II, pero esto no es suficiente para dominar el Derecho
Constitucional, habrá que estudiar después de la Licenciatura, la Maestría en
Derecho Constitucional o incluso alguna otra especialización afín.
CONTENIDO DE LA ASIGNATURA
1. Teoría de la Constitución
1.1. Concepto de Derecho Constitucional
1.2. Concepto de Constitución
1.3. Clasificación de las Constituciones.
1.3.1 Constitución material y formal
1.3.2 Constitución escrita y no escrita
1.3.3 Constitución flexible y rígida
1.3.4 Constitución Democrática y no democrática
1.3.5 Constitución originaria y derivada
1.4. Orígenes del Constitucionalismo
1.5. Contenido de la Constitución
3. La Constitución de 1917
3.1 Estructura de la Constitución de 1917
3.2. Los principios de la Constitución de 1917
3.3. Los derechos humanos en la Constitución de 1917
3.4. Supremacía e inviolabilidad de la Constitución
Ramírez Millán expresa que para una comprensión de la Constitución, toda vez
que ésta es el objeto de estudio del Derecho Constitucional, se hace necesario
una debida definición de la misma; sin embargo, los conceptos expresados para
definirla, tal como ha sucedido con este derecho, sustentan diversos criterios.
Por lo anterior es importante definir la Constitución desde un punto de vista
formal o material:
Desde el punto de vista formal: es definida como el Documento Solemne
en el cual se contemplan las normas fundamentales de un Estado;
La Constitución desde el punto de vista material: se entiende como un
conjunto de normas jurídicas fundamentales que regulan la estructura y
organización del Estado, la determinación de los órganos, la relación de
estos órganos entre sí y con los particulares, la forma en que se
incorporan los particulares al ejercicio del poder público y al control del
mismo, así como los criterios programáticos que servirán de guía para la
actuación de los órganos del Estado. (Ramírez Millán 2000)
Principios Constitucionales
Parafraseando lo que sobre este tema expone Ramírez Millán, los principios
Constitucionales son aquellas cualidades o características de la Constitución y
que le permiten a ésta diferenciarse de las demás leyes que integran el
ordenamiento jurídico.
Y agrega Ramírez Millán, entre los principios Constitucionales de mayor
trascendencia se pueden mencionar a los principios de legitimidad, de
supremacía, de reformabilidad y de inviolabilidad.
Así mismo el referido constitucionalista, haciendo referencia a José Antonio
García Becerra, manifiesta:
“La Constitución, como ordenamiento fundamental del orden jurídico, tiene una
serie de principios sobre los cuales descansa. Estos principios dan sustento a la
Constitución y la hacen diferente de cualquier otro ordenamiento jurídico. Son la
base sobre la cual se sustenta nuestra Carta Magna” (Ramírez Millán. 2000).
Por su parte Rogelio Avilés Urquiza nos dice haciendo referencia a la obra de J.
Eduardo Andrade Sánchez:
En los principios Constitucionales se distinguen dos tipos: formales y materiales.
Para ello hay que estudiar las diferencias que existen entre ellos:
“Los principios formales atienden a la estructura de la propia
Constitución y del régimen jurídico que de ella deriva, se refieren al
continente y a las bases de la construcción constitucional con
independencia de los contenidos; en cambio, los principios materiales
aluden a las ideas rectoras que se plasman en la Constitución para definir
las características del Estado regulado por ella.” (Avilés Urquiza)
Principios Formales:
1. Carácter normativo de la Constitución: Significa que todo lo
establecido en dicha norma debe ser cumplido, es decir es de orden
obligatorio.
Principios materiales:
1. Liberalismo: Se desprende de ideología arcaica del pensamiento
inglés y francés de los siglos XVII y XVIII, que advierte al Estado proveer
al individuo de garantías, va encaminada a proteger la esfera jurídica
individual, como es la libertad, la igualdad, la propiedad o la seguridad
jurídica.
2. Soberanía popular: Advierte el poder supremo del pueblo para decidir
el rumbo del país. Artículo 39 Constitucional. Aquí agregamos el de
democracia en el sentido de que todos los gobernantes deben ser electos
por voto popular. Artículo 41 de la ley citada. Así mismo el de
representatividad que refiere los poderes de la unión representen al
pueblo. Artículo 40 de la Carta Magna.
3. Propiedad originaria de la nación: Advierte un derecho previo a la
propiedad privada, perteneciente a la colectividad denominada nación,
que posteriormente es transmitido a los particulares. Artículo 27 del
ordenamiento supremo.
4. División de poderes: Para evitar la concentración del poder, este se
divide en tres poderes: el legislativo, el judicial y el ejecutivo. Principio que
deviene del pensamiento del Barón de Montesquieu.
5. Federalismo: El Estado se conforma de varias entidades que disponen
de su propia soberanía y que deciden organizarse en un pacto federal
para mejor logro de sus fines.
6. No reelección: Impide a funcionarios de elección popular reelegirse en
periodos inmediatos. Artículo 59 constitucional. (Avilés Urquiza 2012)
Aunque hay que hacer notar que mediante la reforma Constitucional en
materia política-electoral de febrero del 2014 se estableció que se pueden
reelegir los diputados tanto federales como locales, senadores y
miembros de ayuntamientos, limitándose la reelección únicamente el
Presidente de la República y los Gobernadores de los Estados
7. Protección grupal: Proteger a grupos específicos de la población,
como los indígenas y los trabajadores.
8. Laicismo: Establece que el Estado debe estar libre de cualquier
inclinación religiosa o intervención de la misma. (Avilés Urquiza 2012)
Sobre el laicismo me parece importante mencionar que el Estado debe
respetar el derecho humano que cada persona tiene de profesar la religión
de su agrado y no impulsar una política antirreligiosa amparándose en la
libre manifestación de la ideas, pues, si bien es cierto, en las aulas se
deben enseñar todas las corrientes filosóficas y de pensamiento, pero,
esto con el fin de que los estudiantes formen su propio criterio.
De los principios antes expuestos Ramírez Millán resalta el de la supremacía
Constitucional, haciendo mención que una jerarquización de los principios de la
Constitución éste ocuparía un primerísimo lugar por ser el sustento mediante el
cual la Constitución adquiere el rango de Ley Suprema en el orden jurídico así
como por ser base para el mecanismo con que ésta cuenta para su defensa en
actos contrarios a ella, para lo cual el referido autor hace referencia a lo
expresado por Don Felipe Tena Ramírez:
La defensa de la Constitución consiste en la nulificación de los actos que la
contrarían, la cual incumbe principalmente a la Suprema Corte de Justicia en
instancia final. Los actos de la Suprema Corte, realizados en interpretación
Constitucional, son los únicos actos de un poder constituido que escapan de la
sanción de nulidad, lo que se explica si se tiene en cuenta que la Corte obra
siempre, no sobre la Constitución, sino en su nombre. El cambio de rumbo en la
jurisprudencia de la Corte por motivos políticos o sociales, como ha acontecido
algunas veces en Estados Unidos, plantea la posibilidad de que la Corte asuma
de hecho en tales ocasiones la función de Poder Constituyente. (Ramírez Millán,
2000)
Poder Constituyente
La Constitución de Apatzingán
Sus principios:
La Constitución de Apatzingán es en gran medida un texto original
pensado y dirigido a la Nación mexicana donde se manifiesta el deseo de
justicia, igualdad social y gobierno regido por principios y equilibrador de
las inequidades existentes. Recibió la influencia de las Constituciones de
la Revolución Francesa y del pensamiento del Siglo de las Luces, en
particular de las ideas de Rousseau y Montesquieu.
Este Decreto constitucional está compuesto por 242 artículos contenidos
en dos apartados. El primer apartado, denominado “Principios o
elementos constitucionales”, cuenta con seis capítulos, y el segundo,
llamado “Forma de gobierno”, con veintidós. La estructura de la
Constitución de Apatzingán se sustenta en cuatro principios rectores, a
saber: soberanía, división de poderes, supremacía de la ley y democracia.
1) La soberanía queda establecida en el Capítulo II. Se determina que
ésta se basa en la facultad de dictar leyes y establecer la forma de
gobierno que más convenga a la sociedad, y que por su naturaleza
será imprescriptible, indivisible y no se podrá enajenar La soberanía
reside originariamente en el pueblo, que será representado por
diputados, los cuales serán elegidos de acuerdo con las reglas
establecidas en la propia Constitución. En el mismo sentido, la
soberanía de carácter externo, es decir entre naciones, queda
establecida también en el texto constitucional al determinar que
ninguna nación tiene derecho a impedir a otra el uso libre de su
soberanía.
Conforme a lo establecido en la Constitución de Apatzingán, la soberanía
contaba con tres atribuciones: la facultad de dictar leyes, la facultad de
hacerlas ejecutar y la facultad de aplicarlas a los casos particulares. Esto
se materializaba a través de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial.
2) La división de poderes quedó consagrada como un principio
fundamental para hacer viable la materialización de la soberanía, así
como para evitar abusos en el ejercicio del poder. De este modo se
delimitaban las atribuciones y facultades de cada uno de los poderes
constituidos.
El Poder Ejecutivo se conformaba por el Supremo Gobierno, el Poder
Legislativo por el Supremo Congreso Mexicano y el Poder Judicial por el
Supremo Tribunal de Justicia y por el Tribunal de Residencia. Tres
individuos iguales en autoridad integrarían el Supremo Gobierno, y se
alternarían en la presidencia por cuatrimestres. Como es sabido, el
contexto en el que se promulgó la Constitución de Apatzingán era de
conflicto armado, razón por la cual al Supremo Gobierno se le confirieron
importantes atribuciones en materia de guerra y milicia, principalmente.
Por su parte, al Supremo Congreso lo integrarían diputados iguales en
autoridad y contaría con un presidente y un vicepresidente. Entre sus
facultades más importantes estaba la de designar a los miembros del
Supremo Gobierno y del Supremo Tribunal de Justicia, así como la de
examinar y discutir los proyectos de ley que se le propusieran. El Supremo
Tribunal de Justica estaba constituido por cinco individuos que debían
renovarse cada tres años. Cabe mencionar la existencia de otros
tribunales inferiores y un Tribunal de Residencia, cuya función sería
específicamente la de conocer sobre las causas acerca de los miembros
del Supremo Congreso, el Supremo Gobierno y el Supremo Tribunal de
Justicia.
3) La supremacía de la ley quedó plasmada en cuanto se estableció en
la Constitución que “La ley es la expresión de la voluntad general en
orden a la felicidad común”, es decir que tiene un fin social señalado
en los artículos 21 a 23 y sólo debe decretar penas muy necesarias y
proporcionadas a los delitos. Debe reprimir todo rigor que no se
contraiga precisamente a asegurar a los acusados de delitos. Además,
se señala que “La sumisión de un ciudadano a la ley que no aprueba
no es un comprometimiento de su razón ni de su libertad: es un
sacrificio de la inteligencia particular a la voluntad general”.
4) Por lo que se refiere a la democracia, la Constitución establece que
el derecho de sufragio para la elección de diputados pertenece sin
distinción de origen étnico a todos los ciudadanos en quienes
concurrieran los requisitos que previniera la ley, con lo que se otorgó
el derecho al voto tanto a los indígenas, tradicionalmente marginados,
a los africanos sometidos a la esclavitud y a las castas sujetas al
ostracismo social.
5) Derechos humanos. Uno de los elementos más relevantes del texto
de la Constitución de Apatzingán es el capítulo V, titulado “De la
igualdad, seguridad, propiedad y libertad de los ciudadanos”, lo que
hoy conocemos como derechos humanos. Hay que destacar que el
documento en cuestión no sólo se configuró como la primera
constitución elaborada en territorio nacional que estuvo vigente en
México, aunque en un territorio limitado, sino también como la primera
en incorporar un capitulado exclusivo sobre derechos humanos.
En el artículo 24 establece que la felicidad del pueblo y de cada uno
de los ciudadanos consiste en el goce de los derechos que son objeto
de la institución de los gobiernos y el único fin de las asociaciones
políticas.
En su texto quedaron estipulados los derechos a la igualdad, la
libertad, la propiedad y la seguridad. La igualdad se establece en el
artículo 13 de la Constitución, que dice: “se reputan ciudadanos de
esta América todos los nacidos en ella”; más adelante, el artículo 25
prescribe que “ningún ciudadano podrá obtener más ventajas que las
que haya merecido por servicios hechos al Estado”.
La libertad se garantiza en las categorías de libertades personales,
libertad de trabajo y libertad de expresión. Ejemplo de ello son el
artículo 21, el cual señala que “Sólo las leyes pueden determinar los
casos en que debe ser acusado, preso o detenido algún ciudadano”;
el 38: “Ningún género de cultura, industria o comercio puede ser
prohibido a los ciudadanos, excepto los que forman la subsistencia
pública”, y el 40, al determinar que “libertad de hablar, de discurrir y de
manifestar opiniones por medio de la imprenta, no debe prohibirse a
ningún ciudadano…”.
El derecho de propiedad se observa en los artículos 34 y 35, los
cuales establecen que “Todos los individuos de la sociedad tienen
derecho a adquirir propiedades y disponer de ellas a su arbitrio con tal
de que no contravengan a la ley” y “ninguno debe ser privado de la
menor porción de las que posea, sino cuando lo exija la pública
necesidad; pero en este caso tiene derecho a la justa compensación”,
respectivamente.
La seguridad se garantiza en el artículo 27, cuando señala que deben
existir límites al poder, así como determinarse la responsabilidad de
los funcionarios públicos. Cabe mencionar que principios como la
presunción de inocencia y las garantías de carácter judicial también se
incorporan formalmente en el texto de la Constitución.
Mediante los Tratados Córdoba firmados por Agustín de Iturbide y Juan O’Donojú
se confirma lo que el Plan de iguala propone. Los primeros puntos de dicho plan
establecen lo siguiente:
I. Esta América se reconocerá por Nación soberana é independiente, y se
llamará en lo sucesivo Imperio Mejicano.
2. El Gobierno del Imperio será monárquico constitucional moderado.
3. Será llamado á reinar en el Imperio Mejicano (previo el juramento que designa
el artículo 4. del Plan) en primer lugar el Sr. D. Fernando Séptimo Rey Católico
de España, y por su renuncia ó no admisión, su hermano el Serenísimo Señor
infante D. Carlos; por su renuncia ó no admisión el Serenísimo Señor Infante D.
Francisco de Paula; por su renuncia ó no admisión, el Serenísimo Señor D.
Carlos Luis Infante de España antes heredero de Etrúria, hoy de Luca, y por
renuncia ó no admisión de este, el que las Córtes del Imperio designaren.
4. El Emperador fijará su Corte en Méjico que será la Capital del Imperio.
6. Se nombrará inmediatamente conforme al espíritu del plan de Iguala, una junta
compuesta de los primeros hombres del Imperio por sus virtudes, por sus
destinos, por sus fortunas, representación y concepto, de aquellos que están
designados por la opinión general, cuyo número sea bastante considerable para
que la reunión de luces asegure el acierto en sus determinaciones, que serán
emanaciones de la autoridad, y facultades que les concedan los artículos
siguientes.
7. La junta de que trata el artículo anterior se llamará junta provisional
gubernativa.
La oposición a Iturbide
Antes de ser emperador, Iturbide gobernaba como Regente, por lo que estaba
consciente de los graves problemas económicos que padecía el país, las
finanzas públicas estaban exhaustas, no se recaudaban suficientes impuestos y
muchos capitales españoles habían emigrado.
En lo político las cosas no estaban mejor, aunque el Plan de Iguala unió a las
clases altas criollas, a los jefes realistas e insurgentes, al alto clero y a los
propietarios, no pugnó por realizar ningún cambio importante respecto al régimen
colonial. Al contrario, apoyaba la tradición ante los cambios que pretendían
imponer miembros de la clase media que se estaban impregnando de ideas
liberales y republicanas a través de la acción de las logias masónicas.
Esta situación favoreció el surgimiento de una fuerte oposición contra Iturbide.
Dese antes de la instauración del Congreso ya existían varias facciones políticas
que se hicieron evidentes al entrar éste en funciones el 24 de febrero de 1822.
Los congresistas se dividieron en tres facciones: los partidarios de Iturbide o
Iturbidistas, los borbonistas, partidarios de la casa real española aun cuando ésta
había rechazado enviar un monarca, y los republicanos, que tenían la esperanza
de implantar un régimen republicano.
La Constitución de 1824
La Constitución de 1824 es la primer Constitución que tiene vigencia en todo el
territorio nacional, en plena lucha independentista se fueron creando
documentos que fueron antecedentes de una Constitución, como lo fue “los
Sentimientos de la Nación” de José María Morelos y Pavón, o los “Elementos de
Rayón” de Ignacio López Rayón, estos dos documentos fueron de importancia
para la Constitución de Apatzingán, la que sólo tuvo vigencia por un corto tiempo
y sólo en los territorios que controlaban los insurgentes. Para la Constitución de
1824, todos estos antecedentes les sirven de base a los constituyentes, pero
también reciben la influencia de la Constitución de Cádiz, de la Constitución
Francesa y de la Constitución de los Estados Unidos, pero también se nota una
influencia muy fuerte de la Iglesia Católica, sobre todo porque muchos de los
Constituyentes eran clérigos, de ellos, los que tenían estudios superiores, los
realizaron en Universidades católicas, pues en esa época sólo la iglesia impartía
educación, no había escuelas fuera de la iglesia, aunque ya había grupos
influenciado por las logias masónicas, quienes le van dando fuerza a la corriente
liberal, y que posteriormente se organizarían como partido liberal.
Lorenzo de Zavala
Diputado por Yucatán
Presidente
Florentino Martínez
Diputado por el estado de Chihuahua
Vicepresidente
Epigmenio de la Piedra
Por México
Secretario
Cuarta Ley
Organización del Poder Ejecutivo
Art. 1. El ejercicio del Poder Ejecutivo se deposita un supremo magistrado, que
se denominará Presidente de la República; durará ocho años. Y se elegirá de la
manera siguiente
2. El día 16 de agosto del año anterior a la renovación, elegirá el Presidente de
la República en junta del Consejo y ministros, el Senado y la alta Corte de
Justicia, cada uno una terna de individuos, y en el mismo día las pasará
directamente a la Cámara de Diputados.
Esta, en el día siguiente, escogerá tres individuos de los especificados en dichas
ternas, y remitirá la terna resultante a todas las juntas departamentales.
Estas elegirán un individuo de los tres contenidos en la terna que se les remita,
…
Quinta Ley
Del Poder Judicial de la República Mexicana
Art. 1. El Poder Judicial de la República se ejercerá por una Corte Suprema de
Justicia, por los tribunales superiores de los departamentos, por los de Hacienda
que establecerá la Ley de la materia y por los juzgados de primera instancia.
2. La Corte Suprema de Justicia se compondrá de once ministros y un Fiscal.
Sexta Ley
División del territorio de la República y gobierno interior de sus pueblos
Art. 1. La República se dividirá en departamentos, conforme a la octava de las
bases orgánicas. Los Departamentos se dividirán en distritos y en partidos.
…
5. El gobierno interior de los departamentos estará a cargo de los
gobernadores, con sujeción al gobierno general.
6. Los gobernadores serán nombrados por éste a propuesta en terna de
las juntas departamentales, sin obligación de sujetarse a ella en los
departamentos fronterizos, y pudiendo devolverla una vez en los
demás. Los gobernadores durarán ocho años, pudiendo ser reelectos.
Séptima Ley
Art. 1. En seis años, contados desde la publicación de esta Constitución. No se
podrá hacer alteración a ninguno de sus artículos
Puntos importantes:
Entre los cambios más trascendentales que incluyó la nueva constitución se
destacan la consagración de la libertad de expresión, la libertad de asamblea, la
libertad del porte de armas y otras libertades individuales para los ciudadanos
mexicanos.
Asimismo, confirmó la abolición de la esclavitud, eliminó la posibilidad de ir a
prisión por deudas civiles, así como las formas de tortura y la pena de muerte.
También eliminó las alcabalas y aduanas internas, prohibió los títulos nobiliarios,
monopolios y honores hereditarios, promulgó la educación laica y enajenó los
bienes raíces de la Iglesia Católica, otorgándole al Estado un rol preponderante
en los asuntos antes regidos por la religión.
Federalización
Otro de los grandes cambios introducidos por esta constitución tuvo que ver con
el carácter federal que le otorgaba al país, compuesto a partir de entonces por
23 estados y un territorio federal, superando los 20 consagrados en la
Constitución de 1824.
Estos estados eran: México, Guanajuato, Oaxaca, Puebla, Michoacán, San Luis
Potosí, Veracruz, Yucatán, Jalisco, Zacatecas, Querétaro, Sonora, Tabasco,
Tamaulipas, Nuevo León, Coahuila, Durango, Chihuahua, Chiapas, Sinaloa, y
los estados recién creados de Guerrero, Tlaxcala, Colima y Aguascalientes.
Promulgación
La constitución de 1857 fue juramentada el 5 de febrero de 1857, por el
Presidente de la República y el presidente del Congreso, en ese momento
Valentín Gómez Farías.
Reacciones
Luego de que el Papa Pío IX se pronunciara en contra del nuevo ordenamiento
jurídico y el Arzobispo Lázaro de la Garza Ballesteros anunciara que ningún
católico debía suscribirlo, muchos sectores conservadores iniciaron un
movimiento contrarrevolucionario.
Hubo un primer alzamiento en Zacapoaxtla y Puebla, que fue rápidamente
sofocado por el ejército, pero sería apenas un anuncio de la guerra que vendría.
Detractores de la Carta Magna como Félix María Zuloaga incitaron a un golpe de
Estado, llamando por escrito al desconocimiento de la nueva constitución. En
1857 se proclamó el Plan de Tacubaya que aspiraba a derogar la Constitución y
convocar a un nuevo Congreso Constituyente.
Muchos funcionarios públicos fueron apresados por las tropas conservadoras y
otros renunciaron a sus cargos, sumiendo el país en un caos del que saldría la
Guerra de Reforma.
Importancia
A pesar de lo turbulenta de su historia, la Constitución de 1857 es fundamental
en la historia liberal de México ya que supuso un salto adelante en materia de
reconocimiento de libertades individuales y derechos humanos, quizá incluso
demasiado adelantada para su época (y de allí muchos de sus inconvenientes).
Vigencia y derogación
La Constitución no se aplicó hasta 1861, cuando culminó la Guerra de Reforma.
Y a pesar de que los liberales la ganaron, el resentimiento conservador
permaneció y condujo a su colaboración con los franceses durante la Segunda
Intervención Francesa en México.
Así se produjo el derrocamiento temporal de los liberales en 1862 y la
declaración del Segundo Imperio Mexicano, que cayó en 1867 y devolvió el
poder a los liberales. La constitución de 1857 permaneció en vigencia desde
entonces hasta 1917, cuando se promulgó una nueva Carta Magna durante la
Revolución Mexicana. (10 características de la Constitución Mexicana de 1857)
En la Constitución de 1857 se hace una división por títulos y sección, que estos
fueron cambiados en capítulos en la Constitución de 1917, en la Sección I de los
Derechos del hombre, se plasman lo que hoy se conoce como derechos
humanos y sus garantías, ésta sección sigue una concepción ius-positivista de
los derechos, ya que es la Constitución la que los otorga. Por otro lado se
observa que los derechos los pone en ésta primera sección del Título 1º, al
respecto opino que si el pueblo fue el que lucho en la revolución, lo justo es que
los derechos del hombre vayan en primerísimo lugar, pues deben ser respetados
por los poderes, los órganos y autoridades que surjan de la Constitución y
cuando alguna autoridad viole algún derecho del gobernado, esta violación sea
una violación a la misma Constitución y tal violación debe ser reparada por los
medios y órganos que la propia Constitución establece. He pensado que el
Constituyente al iniciar la redacción de Constitución hubiera puesto como inicio
lo que establece el artículo 40: “Es voluntad del pueblo mexicano constituirse en
una república democrática federal, compuesta de estados libres y soberanos en
todo lo concerniente a su régimen interior, pero unidos en una federación
establecida según los principios de ésta ley fundamental”. Sin embargo el
Constituyente decidió poner primero los derechos del hombre, por la importancia
que éstos revisten en un estado de derecho. También es importante comentar
que es el establecimiento de la libre manifestación de ideas y pensamientos fue
un derecho que condenó el propio Papa Pio IX, ya que la Iglesia Católica durante
siglos ejerció un control sobre las ideas y pensamientos, pues aquel que osara
contradecir lo que la Iglesia establecía podría ser juzgado por hereje.
Aquí los artículos más relevantes de la Constitución de 1857:
Título 1º
Sección I
De los Derechos del hombre
ARTICULO 1. El pueblo mexicano reconoce que los derechos del hombre son la
base y el objeto de las instituciones sociales. En consecuencia declara que todas
las leyes y todas las autoridades del país deben respetar y sostener las garantías
que otorga la presente Constitución.
ART. 2. En la república todos nacen libres. Los esclavos que pisen el territorio
nacional recobran por ese solo hecho su libertad y tienen derecho á la protección
de las leyes.
ART. 3. La enseñanza es libre. La ley determinará qué profesiones necesitan
título para su ejercicio, y con qué requisitos se deben expedir.
El artículo 4º se refiere a la libertad de las personas para escoger libremente el
trabajo o profesión que les acomode.
ART. 5. Nadie puede ser obligado á prestar trabajos personales, sin la justa
retribución y sin su pleno consentimiento. La ley no puede autorizar ningún
contrato que tenga por objeto la pérdida, ó el irrevocable sacrificio de la libertad
del hombre, ya sea por causa de trabajo, de educación, ó de voto religioso.
Tampoco puede autorizar convenios en que el hombre pacte su proscripción ó
destierro.
ART. 6. La manifestación de las ideas no puede ser objeto de ninguna inquisición
judicial ó administrativa, sino en el caso de que ataque la moral, los derechos de
tercero, provoque á algún crimen ó delito, ó perturbe el orden público.
ART. 7. Es inviolable la libertad de escribir y publicar escritos sobre cualquiera
materia. Ninguna ley ni autoridad puede establecer la previa censura, ni exigir
fianza á los autores ó impresores, ni coartar la libertad de imprenta, que no tiene
más límites que el respeto á la vida privada, á la moral y á la paz pública. Los
delitos de imprenta serán juzgados por un jurado que califique el hecho, y por
otro que aplique la ley y designe la pena.
(…)
ART. 16. Nadie puede ser molestado en su persona, familia, domicilio, papeles
y posesiones, sino en virtud de mandamiento escrito de la autoridad competente,
que funde y motive la causa legal del procedimiento…
ART. 17. Nadie puede ser preso por deudas de un caracter puramente civil.
Nadie puede ejercer violencia para recobrar su derecho. Los tribunales estarán
siempre espeditos para administrar justicia. Esta será gratuita, quedando en
consecuencia abolidas las costas judiciales.
(…)
ART. 21. La aplicacion de las penas, propiamente tales, es esclusiva de la
autoridad judicial. La política ó administrativa solo podrá imponer, como
correccion, hasta quinientos pesos de multa, ó hasta un mes de reclusion,
en los casos y modo que espresamente determine la ley.
ART. 22. Quedan para siempre prohibidas las penas de mutilacion y de infamia,
la marca, los azotes, los palos, el tormento de cualquiera especie, la multa
escesiva, la confiscacion de bienes y cualesquiera otras penas inusitadas ó
trascendentales.
ART. 23. Para la abolicion de la pena de muerte, queda á cargo del poder
administrativo el establecer, á la mayor brevedad, el régimen penitenciario.
Entre tanto, queda abolida para los delitos políticos, y no podrá estenderse á
otros casos mas que al traidor á la patria en guerra estrangera, al salteador
de caminos, al incendíario, al parricida, al homicida con alevosía,
premeditacion ó ventaja, á los delitos graves del órden militar y á los de
piratería que definiere la ley.
(…)
ART. 27. La propiedad de las personas no puede ser ocupada sin su
consentimiento, sino por causa de utilidad pública y previa indemnizacion. La ley
determinará la autoridad que deba hacer la espropiacion, y los requisitos con que
ésta haya de verificarse.
Ninguna corporacion civil ó eclesiástica, cualquiera que sea su caracter,
denominacion ú objeto, tendrá capacidad legal para adquirir en propiedad
ó administrar por sí bienes raíces, con la única escepcion de los edificios
destinados inmedíata y directamente al servicio ú objeto de la institucion.
(…)
ART. 29. En los casos de invasion, perturbacion grave de la paz pública, ó
cualesquiera otros que pongan á la sociedad en grande peligro ó conflicto,
solamente el Presidente de la República, de acuerdo con el consejo de Ministros
y con aprobacion del Congreso de la Union, y en los recesos de éste, de la
diputacion permanente, puede suspender las garantías otorgadas en esta
Constitucion, con escepcion de las que aseguran la vida del hombre; pero
deberá hacerlo por un tiempo limitado, por medio de prevenciones generales y
sin que la supresion pueda contraerse á determinado individuo. …
SECCIÓN II
De los mexicanos
ART. 30. Son Mexicanos:
I.
II.
III. los extrangeros que adquieran bienes raices en la república ó tengan hijos
mexicanos, siempre que no manifiesten la resolucion de conservar su
nacionalidad.
ART. 31. Es obligacion de todo mexicano:
I. defender la independencia, el territorio, el honor, los derechos é intereses de
su patria. ..
ART. 32. Los mexicanos serán preferidos á los estrangeros, en igualdad de
circunstancias, para todos los empleos, cargos ó comisiones de nombramiento
de las autoridades en que no sea indispensable la calidad de ciudadano. Se
espedirán leyes para mejorar la condicion de los mexicanos laboriosos,
premiando á los que se distingan en cualquier ciencia ó arte, estimulando al
trabajo, y fundando colegios y escuelas prácticas de artes y oficios.
(…)
TITULO 2º
SECCION I.
De la soberanía nacional y de la forma de gobierno.
ART. 39. La soberanía nacional reside esencial y originariamente en el pueblo.
Todo poder público dimana del pueblo y se instituye para su beneficio. El pueblo
tiene en todo tiempo el inalienable derecho de alterar ó modificar la forma de su
gobierno.
ART. 40. Es voluntad del pueblo mexicano constituirse en una república
representativa democrática federal, compuesta de estados libres y soberanos en
todo lo concerniente á su régimen interior, pero unidos en una federacion
establecida segun los principios de esta ley fundamental.
ART. 41. El pueblo ejerce su soberanía por medio de los poderes de la Union en
los casos de su competencia, y por los de los Estados para lo que toca á su
régimen interior, en los términos respectivamente establecidos por esta
constitucion federal y las particulares de los Estados, las que en ningun caso
podrán contravenir á las estipulaciones del pacto federal.
SECCION II.
De las partes integrantes de la Federacion y del territorio nacional.
ART. 42. El territorio nacional comprende el de las partes integrantes de la
federacion, y ademas el de las islas adyacentes en ambos mares.
ART. 43. Las partes integrantes de la federacion son: los estados de
Aguascalientes, Colima, Chiapas, Chihuahua, Durango, Guanajuato, Guerrero,
Jalisco, México, Michoacan, Nuevo Leon y Coahuila, Oaxaca, Puebla,
Querétaro, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora, Tabasco, Tamaulipas, Tlaxcala,
Valle de México, Veracruz, Yucatan, Zacatecas y el Territorio de la Baja
California.
(…)
TITULO 3º
De la division de poderes.
ART. 50. El Supremo poder de la federacion se divide para su ejercicio, en
legislativo, Ejecutivo y judicial. Nunca podrán reunirse dos ó mas de estos
poderes en una persona ó corporacion, ni depositarse el legislativo en un
individuo.
SECCION I.
Del poder legislativo.
ART. 51. Se deposita el ejercicio del supremo poder legislativo en una asamblea
que se denominará Congreso de la Union.
Párrafo 1º.
De la eleccion é instalacion del Congreso.
ART. 52. El Congreso de la Union se compondrá de representantes, elegidos
en su totalidad cada dos años por los ciudadanos mexicanos.
(…)
ART. 55. La eleccion para diputados será indirecta en primer grado, y en
escrutinio secreto, en los términos que disponga la ley electoral.
(…)
ART. 59. Los diputados son inviolables por sus opiniones manifestadas en el
desempeño de su encargo, y jamas podrán ser reconvenidos por ellas.
(…)
ART. 63. A la apertura de sesiones del Congreso asistirá el presidente de la
Union y pronunciará un discurso en que manifieste el estado que guarda el pais.
El Presidente del Congreso contestará en términos generales.
ART. 64. Toda resolucion del Congreso no tendrá otro caracter que el de ley ó
acuerdo económico. Las leyes se comunicarán al Ejecutivo firmadas por el
presidente y dos secretarios, y los acuerdos económicos por solo dos
secretarios.
Párrafo 2º
De la iniciativa y formacion de las leyes.
ART. 65. El derecho de iniciar leyes compete:
I. al presidente de la Union:
II. á los diputados al Congreso federal:
III. á las legislaturas de los Estados.
Párrafo 3º
De las facultades del Congreso.
ART. 72. El Congreso tiene facultad:
I. Para admitir nuevos Estados ó Territorios á la Union federal,
incorporándolos á la nacion.
II. (…)
XXX. Para espedir todas las leyes que sean necesarias y propias para hacer
efectivas las facultades antecedentes y todas las otras concedidas por esta
Constitucion á los poderes de la Union.
Párrafo 4º
De la diputacion permanente.
ART. 73. Durante los recesos del Congreso de la Union, habrá una diputacion
permanente, compuesta de un diputado por cada Estado y Territorio, que
nombrará el Congreso la víspera de la clausura de sus sesiones.
SECCION II
Del poder ejecutivo.
ART. 75. Se deposita el ejercicio del supremo poder ejecutivo de la Union en
un solo individuo que se denominará Presidente de los Estados Unidos
Mexicanos.
ART. 76. La eleccion de presidente será indirecta en primer grado y en
escrutinio secreto, en los términos que disponga la ley electoral.
(…)
ART. 78. El presidente entrará á ejercer sus funciones el 1º de Diciembre y
durará en su encargo cuatro años.
ART. 79. En las faltas temporales del presidente de la república, y en la
absoluta, mientras se presenta el nuevamente electo, entrará á ejercer el
poder el presidente de la suprema corte de justicia.
(…)
ART. 83. El presidente al tomar posesion de su encargo, jurará ante el
Congreso, y en su receso ante la diputacion permanente, bajo la fórmula
siguiente: “Juro desempeñar leal y patrioticamente el encargo de
Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, conforme á la
constitucion, y mirando en todo por el bien y prosperidad de la Union.”
(…)
ART. 85. Las facultades y obligaciones del Presidente son las siguientes:
I. Promulgar y ejecutar las leyes que espida el Congreso de la Union,
proveyendo en la esfera administrativa á su ecsacta observancia.
(…)
SECCION III.
Del poder judicial.
ART. 90. Se deposita el ejercicio del poder judicial de la federacion en una Corte
suprema de Justicia y en los tribunales de Distrito y de Circuito.
ART. 91. La Suprema Corte de justicia se compondrá de once ministros
propietarios, cuatro supernumerarios, un fiscal y un procurador general.
ART. 92. Cada uno de los individuos de la Suprema Corte de Justicia durará en
su encargo seis años, y su eleccion será indirecta en primer grado, en los
términos que disponga la ley electoral.
(…)
ART. 97. Corresponde á los tribunales de la federacion conocer:
I. De todas las controversias que se susciten sobre el cumplimiento y
aplicacion de las leyes federales.
II. De las que versen sobre derecho marítimo.
(…)
TITULO 4º
De la responsabilidad de los funcionarios públicos.
ART. 103. Los diputados al Congreso de la Union, los individuos de la
Suprema Corte de Justicia y los Secretarios del Despacho son
responsables por los delitos comunes que cometan durante el tiempo de
su encargo y por los delitos, faltas ú omisiones en que incurran en el
ejercicio de ese mismo encargo. Los gobernadores de los Estados lo son
igualmente por la infraccion de la Constitucion y leyes federales. Lo es
también el Presidente de la república; pero durante el tiempo de su encargo
solo podrá ser acusado por los delitos de traicion á la patria, violacion
espresa de la Constitucion, ataque á la libertad electoral y delitos graves
del órden común.
TITULO 5º
De los Estados de la federacion.
ART. 109. Los Estados adoptarán para su régimen interior la forma de gobierno
republicano representativo popular.
(…)
ART. 111. Los Estados no pueden en ningun caso:
I. Celebrar alianza, tratado ó coalicion con otro Estado, ni con potencias
estrangeras. Escceptúase la coalicion que pueden celebrar los Estados
fronterizos para la guerra ofensiva ó defensiva contra los bárbaros.
II. Expedir patentes de corso ni de represalias.
III. Acuñar moneda, emitir papel moneda ni papel sellado.
(…)
ART. 113. Cada Estado tiene obligacion de entregar sin demora los criminales
de otros Estados á la autoridad que los reclame.
ART. 114. Los gobernadores de los Estados están obligados á publicar y hacer
cumplir las leyes federales.
TITULO 6º
Prevenciones generales.
ART. 117. Las facultades que no están espresamente concedidas por esta
Constitucion á los funcionarios federales, se entienden reservadas á los
Estados.
ART. 118. Ningún individuo puede desempeñar, á la vez, dos cargos de la Union
de eleccion popular; pero el nombrado puede elegir entre ambos el que quiera
desempeñar.
ART. 119. Ningún pago podrá hacerse que no esté comprendido en el
presupuesto, ó determinado por ley posterior.
(…)
ART. 121. Todo funcionario público, sin escepcion alguna, antes de tomar
posesion de su encargo prestará juramento de guardar y hacer guardar
esta Constitucion y las leyes que de ella emanen.
(…)
ART. 126. Esta Constitucion, las leyes del Congreso de la Union que emanen
de ella y todos los tratados hechos ó que se hicieren por el Presidente de la
República, con aprobacion del Congreso, serán la ley suprema de toda la Union.
Los jueces de cada Estado se arreglarán á dicha Constitucion, leyes y tratados,
á pesar de las disposiciones en contrario que pueda haber en las Constituciones
ó leyes de los Estados.
TITULO 7º
De la reforma de la Constitucion.
ART. 127. La presente Constitucion puede ser adicionada ó reformada. Para
que las adiciones ó reformas lleguen á ser parte de la Constitucion, se requiere
que el Congreso de la Union, por el voto de las dos terceras partes de sus
individuos presentes, acuerde las reformas ó adiciones y que estas sean
aprobadas por la mayoría de las legislaturas de los Estados. El Congreso de la
Union hará el cómputo de los votos de las legislaturas y la declaracion de haber
sido aprobadas las adiciones ó reformas.
TITULO 8º
De la inviolabilidad de la Constitucion.
ART. 128. Esta Constitucion no perderá su fuerza y vigor, aun cuando por alguna
rebelion se interrumpa su observancia. En caso de que por un trastorno público
se establezca un gobierno contrario á los principios que ella sanciona, tan luego
como el pueblo recobre su libertad, se restablecerá su observancia, y con arreglo
á ella y á las leyes que en su virtud se hubieren espedido, serán juzgados, así
los que hubieren figurado en el gobierno emanado de la rebelion, como los
hubieren cooperado á ésta.
ARTICULO TRANSITORIO.
Esta Constitucion se publicará desde luego y será jurada con la mayor
solemnidad en toda la República; pero, con escepcion de las disposiciones
relativas á las elecciones de los supremos poderes federales y de los de los
Estados, no comenzará á regir hasta el día diez y seis de Setiembre prócsimo
venidero en que debe instalarse el primer congreso constitucional. Desde
entonces el Presidente de la República y la Suprema Corte de Justicia, que
deben continuar en ejercicio hasta que tomen posesion los individuos electos
constitucionalmente, se arreglarán, en el desempeño de sus obligaciones y
facultades, á los preceptos de la Constitucion.
Dada
en el salon de sesiones del Congreso en México á cinco de Febrero de mil
ochocientos cincuenta y siete, trigésimo séptimo de la Independencia.
La Constitución de Apatzingán
La Constitución de Apatzingán se expidió casi en el mismo contexto histórico que
la Constitución de Cádiz. Sólo dos años separan a las dos cartas
constitucionales, si bien sus propuestas y planteamientos son, en algunas
partes, opuestos. (Uribe Arzate 2009)
La Constitución de Cádiz no fue en lo absoluto suficiente para contener el
impulso independentista de aquellos años. Antes bien lo alimentó, al aplicarse
parcialmente la Constitución en la Nueva España. Si bien hubo numerosas
conspiraciones a finales del siglo XVIII y principios del XIX, fue la de Querétaro
la que tuvo mayor continuidad y que finalmente culminaría en la independencia
mexicana en 1821. Hidalgo, Aldama, Allende, Galeana y Morelos, entre muchos
otros, se mantuvieron el tiempo suficiente para que otros grupos
independentistas dieran continuidad al proyecto inicial. Además de Hidalgo,
destaca en esta gesta la figura de Morelos, siendo uno de los participantes, el 21
de agosto de 1811, en plena lucha insurgente, de la Suprema Junta Nacional
Americana, con sede en Zitácuaro, que sentó las bases de lo que sería después
el Supremo Congreso Mexicano. En el Congreso participaron destacadamente,
Quintana Roo y López Rayón. Se destaca este último porque trató de tener una
actitud moderada frente a las intenciones separatistas del grupo de Morelos.
López Rayón creía precipitado y peligroso proclamar la independencia de
España, y prefería seguir la tesis de los constituyentes gaditanos que afirmaban
actuar en nombre del Rey Fernando VII. Rayón era, además, el presidente de la
Junta. Fue la actitud de Rayón en lo referente a la soberanía lo que ha generado
el olvido de sus "Elementos constitucionales". Este documento es uno de los
pilares de la Constitución de Apatzingán, junto con los "Sentimientos de la
Nación" de Morelos. Estos últimos fueron presentados en la primera sesión del
Congreso de Chilpancingo y marcaron su tónica. (Uribe Arzate 2009)
La Constitución de 1824
La Constitución de 1824 es considerada la primer Constitución Mexicana, si bien,
le antecedió el llamado primer imperio encabezado por Agustín de Iturbide, con
el Reglamento Provisional Político del Imperio Mexicano de 1822. La
Constitución de 1824 sigue el modelo norteamericano en lo referente a la
adopción del modelo federal, pero adoptó la línea de la Constitución de Cádiz al
señalar que la soberanía residía en la nación. Consigna, asimismo, el principio
de división de poderes y la forma republicana de gobierno.
La influencia de la Constitución norteamericana fue decisiva, ya que los
progresistas encontraron elementos para fundar la adopción de un régimen
federal. Las constituciones mexicanas, al igual que la mayoría de las que
surgieron en la primera mitad del siglo XIX, no fueron producto de la evolución
jurídica del sistema, sino principalmente de la imitación de las cartas europeas y
norteamericana. Ello fue especialmente notorio en el congreso constituyente que
dio origen a la Constitución de 1824. (Uribe Arzate 2009)
El Plan de Iguala y los Tratados de Córdoba tenían un programa inaceptable
para muchos insurgentes.
LA CONSTITUCIÓN DE 1917
La Constitución de 1917 no puede desligarse del fenómeno revolucionario. La
Constitución nace por la imposibilidad de que la Constitución del 57 resuelva
todos los problemas y expectativas que planteaba la lucha armada. En ella se
reflejan los distintos movimientos que alimentaron la revolución: el maderismo,
el zapatismo, el villismo y el carrancismo entre otros varios. La Constitución de
1917 es el corolario de una lucha que tuvo múltiples motivos que se fueron
sucediendo conforme obtenían el poder uno u otro grupo y la mayo- ría de sus
planteamientos encontraron cobijo en ésta. (Uribe Arzate 2009)
El movimiento constitucionalista tuvo su origen en la usurpación de la
Presidencia por Victoriano Huerta. Venustiano Carranza posibilitó la elaboración
de una nueva Carta Constitucional, a pesar de que formalmente se pretendía
restaurar la vigencia de la de 1857, al consignar en el Plan de Guadalupe
exigencias que prácticamente planteaban una reforma profunda a la
Constitución. Estos son los puntos del Plan de Guadalupe:
1o. Se desconoce al general Victoriano Huerta como Presidente de la República.
2o. Se desconocen también a los poderes Legislativo y Judicial de la Federación.
3o Se desconocen a los Gobiernos de los Estados que aún reconozcan a los
Poderes Federales que forman la actual administración, 30 días después de la
publicación de este Plan.
4o. Para la organización del ejército encargado de hacer cumplir nuestros
propósitos, nombramos como Primer Jefe del Ejército que se denominará
"Constitucionalista" al ciudadano Venustiano Carranza, Gobernador
Constitucional del Estado de Coahuila.
5o. Al ocupar el Ejército Constitucionalista la ciudad de México se encargará
interinamente del Poder Ejecutivo el ciudadano Venustiano Carranza, o quien lo
hubiera sustituido en el mando.
6o. El presidente interino de la República convocará a elecciones generales, tan
luego como se haya consolidado la paz, entregando el Poder al ciudadano que
hubiere sido electo.
7o. El ciudadano que funja como Primer Jefe del Ejército Constitucionalista en
los estados cuyos gobiernos hubieren reconocido al de Huerta asumirá el cargo
de gobernador provisional y convocará a elecciones locales, después que hayan
tomado posesión de sus cargos los ciudadanos que hubiesen sido electos para
desempeñar los altos poderes de la Federación como lo previene la base
anterior. (Uribe Arzate 2019)
Estos puntos evidencian el principal problema al que se enfrentó posteriormente
el Constituyente de 1917: el de su legitimidad. No sólo era dudoso para otros
grupos revolucionarios el derecho de Carranza a fungir como jefe del Ejército y
Presidente interino. Los propios constitucionalistas parecieron traicionarse
cuando, en lugar de restaurar la vigencia de la Constitución del 57, crearon un
nuevo ordenamiento constitucional. Ello generó el clima propicio asimismo, para
el surgimiento de una de las diferencias más significativas entre la Constitución
del 57 y la del 17: la supremacía de hecho del Ejecutivo sobre el Legislativo.22
La disolución del Legislativo, inevitable por encontrarse vinculado al gobierno
usurpador de Huerta, favoreció la implantación 'de un régimen presidencial.
(Uribe Arzate 2019)
Independientemente de los motivos que pudiesen haber tenido los carrancistas,
lo cierto es que el texto constitucional de 1857 resultaba inadecuado para dar
cabida a todos los planteamientos que sobre la mesa había puesto la revolución.
Se conservó, no obstante, el talante liberal de la Constitución, adecuándolo a las
necesidades de la comunidad. Muchos de los artículos de la Constitución de
1857 son reconocibles en la del 17, incluido el que contiene las disposiciones
relativas al Constituyente Permanente. (Uribe Arzate 2019)
3 LA CONSTITUCIÓN DE 1917
Para entender la Constitución que actualmente nos rige, tenemos que estudiar a
fondo nuestra historia, ya que en la actual Constitución se plasman principios e
instituciones que se crearon desde los inicios del México independiente, además
el proyecto de Constitución presentado por Venustiano Carranza al Congreso
Constituyente de Querétaro recoge las aspiraciones del pueblo que luchó en la
Revolución y que el propio Constituyente en los debates que de cada artículo
discute, hace cambios a la propuesta de Carranza, ya que varios de los
Constituyentes fueron participes en la Revolución y conocían las causas de la
lucha y las demandas que dieron origen a la Revolución. De la obra de éste
Constituyente surge un nuevo proyecto de nación, como se lee en la obra que
con motivo del Bicentenario de la Independencia y el Centenario de la Revolución
Mexicana, de “La Sucesión Presidencial” de Francisco I Madero editó la LXI
Legislatura de la Cámara de Diputados:
Del movimiento armado de 1910 emanó un nuevo proyecto de Nación, el cual
recogió la herencia liberal del siglo xix y las demandas de las masas y de los
distintos grupos armados revolucionarios, enmarcándolas en un nuevo pacto
social de gran riqueza doctrinal, que se plasmó en la Constitución de 1917.
Nuestro compromiso ante la historia es comprender ese proceso y a todos los
que intervinieron en él. México ha sido muchas voces y rostros en su historia.
México son muchas voces y rostros en el presente. La diversidad fue un rasgo
de nuestro pasado y la pluralidad un elemento de nuestra actual democracia.
(LXI Legislatura. Cámara de Diputados)
El porfiriato y la Revolución Mexicana
Se llama el porfiriato al periodo comprendido entre los años 1876 y 1911,
tiempo durante el cual Porfirio Díaz fue presidente de México.
Este periodo largo de gobierno se interrumpió sólo por cuatro años comprendidos
de 1880 y hasta 1884, cuando ejerció la presidencia Manuel González. Con
nuevas elecciones presidenciales, y ganando Porfirio Díaz las mismas, el 1 de
diciembre 1884 regresaría al poder.
Si bien es cierto que durante el largo mandato presidencial del general Díaz,
consecuencia de sus sucesivas reelecciones, México logró un importante
desarrollo económico, el beneficio fue sólo para unos cuantos, en su mayoría
empresarios extranjeros y familias acomodadas simpatizantes de las ideas
políticas del gobierno de Díaz.
La clase trabajadora, a pesar del auge económico, nunca vio una mejora en su
calidad de vida, muy al contrario, fueron explotados en los trabajos que
realizaban en fábricas o haciendas, y remunerados con sueldos
extremadamente bajos, que no satisfacían ni siquiera las necesidades más
esenciales para vivir.
Los indígenas serían otro sector poblacional que durante el porfiriato vería
afectados sus derechos, siendo despojados de tierras comunales mediante
decretos que beneficiaban el latifundismo. Así los capitales nacionales y
extranjeros se hicieron de grandes extensiones de tierra en las que irónicamente
muchos indígenas trabajaban.
El porfiriato fue un periodo de claroscuro, o en palabras sencillas, desigualdades
extremadamente marcadas entre las clases sociales vulnerables y la clase
acomodada.
Si bien ya se ha mencionado el lado negativo de este periodo en la historia
mexicana, es necesario igualmente mencionar los aspectos positivos del
régimen porfirista en el desarrollo de México.
Cuando Porfirio Díaz asumió su primer periodo presidencial, las finanzas del país
estaban quebradas, y fue durante su segundo mandato que México comenzó a
despegar económicamente gracias a una seria de leyes que beneficiaban la
entrada de inversión extranjera y la inversión de capital privado mexicano.
Otro motor del crecimiento fue la ampliación de la red ferroviaria que comunicó
a poblaciones muy importantes por su producción minera y agropecuaria.
Las principales naciones que invirtieron en México durante el gobierno de Porfirio
Díaz fueron Inglaterra, Francia y los Estados Unidos de América. Todo este
progreso se vio frenado por la recesión económica que afectó al mundo entre
1907 y 1908, provocando un aumento en el ya existente descontento social.
Como se lee líneas arriba, el porfiriato se caracterizó por ser una época de
progreso económico pero en materia de derechos, éstos fueron seriamente
afectados y no se diga en lo político, se cerraron todos los canales de
participación, tanto en el gobierno de la República como en para los estados.
Quien nos explica de manera muy clara la situación política que se vivía en los
años del porfiriato es Don Francisco I. Madero, en su libro “La Sucesión
Presidencial”:
Ese indiferentismo criminal, hijo de la época, vino á recibir un rudo choque con
los acontecimientos de Monterrey el 2 de Abril de 1903. Hasta aquella época
permanecí casi indiferente á la marcha de los asuntos políticos, y casi casi á la
campaña política que sostenían los neoleonenses, cuando me llegaron noticias
del infame atentado de que fueron víctimas los oposicionistas al verificar una
demostración pacífica, que resultó grandiosa por el inmenso concurso de gente
y que tuvo un fin trágico debido á la emboscada en que cayó. Ese
acontecimiento, presenciado por algunos parientes y amigos míos que
concurrieron á la manifestación, me impresionó honda y dolorosamente. Con
este motivo, el problema se presentaba aun más difícil, pues claro se veía que
el gobierno del Centro estaba resuelto á reprimir con mano de hierro y aun
ahogar en sangre cualquier movimiento democrático, Y digo el "gobierno del
centro," porque éste supo todo lo que pasó en Monterrey, quizás se hizo con su
acuerdo previo, y por último, absolvió á aquel á quien acusaba la vindicta pública
de tan horrendo crimen. Sin embargo, si el problema se presentaba cada vez
más difícil, empezaba á sentirse la falta de esas garantías que nos otorga la
Constitución. Algunos amigos míos y yo, llenos de noble indignación, pudimos
percibir distintamente los fulgores siniestros de aquel atentado, que con su luz,
tinta en sangre, alumbraba nuestras llagas, y comprendimos que el sutil veneno
invadía lentamente nuestro organismo y que si no nos esforzábamos en ponerle
remedio enérgico y eficaz, pronto nuestro mal sería incurable, y debilitados por
él, no tendríamos fuerzas para luchar contra alguna de las huracanadas
tempestades que nos amenaza y estaríamos expuestos á sucumbir al primer
soplo del vendaval, peligrando hasta nuestra nacionalidad. (Francisco I. Madero)
Porfirio Díaz había estado en el poder por más de 30 años, reprimiendo cualquier
intento democrático en algún Estado y en el país, Madero creía que Díaz podría
reflexionar y permitir la alternancia, la oposición de la época tubo cierta
esperanza de apertura democrática con la entrevista concedida por Díaz al
periodista norteamericano James J. Cleelman, a mediados de noviembre de
1907, la que fue publicada 6 meses después por el diario “El Imparcial” de la
Ciudad de México, he aquí dicha entrevista:
Antes del inicio de la Revolución de 1910 ya había en el país una rebelión obrera
por las injusticias en que vivía la clase trabajadora. Toda esta inconformidad se
sumaría a la Revolución convocada por Madero.
En un artículo publicado por el CCH UNAM. Historia de México II, escrito por
Humberto Domínguez Chávez y Rafael Alonso Camarillo, nos narran el inicio de
la revolución maderista de la siguiente manera:
Con el fraude electoral todo parecía resuelto y el país se preparó en septiembre
para la celebración del centenario de la independencia, mientras Madero hacía
planes para la insurrección; que, sin ser convocada y en forma espontánea se
había iniciado en Tlaxcala, Morelos, Sinaloa y Yucatán. El 27 de septiembre el
Congreso declaraba Presidente y Vicepresidente a Díaz y Corral, y Madero huía
hacia los EUA el 5 de octubre, emitiendo el Plan de San Luis Potosí, donde
declaraba nulas las elecciones y se autonombraba Presidente provisional,
haciendo un llamado a la insurrección el 20 de noviembre, a las 6 de la tarde y
con distintivos tricolores como distintivo.
Sin embargo, esta sublevación planeada para las ciudades fue contenida por la
represión porfirista, que tenía identificados a los dirigentes urbanos; así, en
Puebla el 18 de noviembre los hermanos Aquiles y Máximo Serdán fueron
denunciados y asesinados, antes de poder iniciar la revuelta; mientras que en la
sierra de Chihuahua se levantaron en armas Pascual Orozco y Francisco Villa;
en Coahuila lo hacían Luis y Eulalio Gutiérrez; en Sonora José María Maytorena;
en Zacatecas Luis Moya; en Guerrero Rómulo, Ambrosio y Francisco Figueroa
Mata y en Morelos Emiliano Zapata. La sublevación aún no trascendía a nivel
nacional, mientras que los EUA movilizaron 20 mil soldados en la frontera y
pusieron en alerta a su flota de guerra, mientras dejaban que los maderistas
actuaran libremente a lo largo de la frontera, sin interferencia del Departamento
de Estado norteamericano. Madero se internó en México el 19 de noviembre,
pero se encontró con una aparente pobre respuesta; la revolución se había
desarrollado en forma espontánea y popular, sin control de los cuadros políticos
urbanos del maderismo.
Mientras tanto los rebeldes aparecieron en diversas regiones del país, sin
organización ni control de las fuerzas maderistas; pronto se multiplicaron
autonombrados capitanes, mayores, coroneles y generales; todos contra Díaz
pero sin coordinación ni mando, lo que era un problema para Madero que ni
siquiera sabía de su existencia, ni obedecían sus órdenes, pero que dañaron
más que sus propias fuerzas al ejército federal, que no sabía combatirlos, ni
podía enfrentarlos, ya que eran múltiples movimientos sin una organización
nacional que los coordinara y a quien perseguir. Pascual Orozco, un ranchero
acomodado y enemigo de los políticos porfiristas chihuahuenses se lanzó a la
lucha con sus seguidores; lo mismo hizo Pancho Villa, antiguo bandido de la
sierra, incorporado a la lucha por Abraham González un dirigente maderista
serrano; mientras que Emiliano Zapata defendía las tierras comunales de
Anenecuilco, Morelos, que habían sido despojadas por hacendados azucareros.
La insurrección se había iniciado, pero cada quien entendía, y defendía, sus
propios objetivos y metas.
Madero planeo la toma de una ciudad fronteriza, con el propósito de llamar la
atención de los EUA; para ello entró nuevamente a México el 13 de febrero de
1911, mientras que Díaz intentaba calmar a las buenas conciencias citadinas
con anuncios de terminar el reeleccionismo, e incluso repartir las propiedades
rurales; sin embargo, la insurrección estaba en el campo. El 6 de marzo la tropa
de Madero intentó apoderarse de Casas Grandes, Chihuahua, en donde fue
derrotado por el ejército porfirista; se retiró a las afueras de Ciudad Juárez, donde
se le unieron las fuerzas armadas organizadas por Villa y Orozco. Ambos líderes
decidieron, el 10 de mayo y sin autorización de Madero, capturar Ciudad Juárez.
Esto causó un escándalo internacional y la presión norteamericana obligó a Díaz
a firmar un armisticio el 22, acompañándolo de su renuncia y destierro. Los
Tratados de Ciudad Juárez, que fueron firmados entre los maderistas y el
gobierno federal, establecían la renuncia de Díaz y de Madero como presidentes,
la disolución de las fuerzas rebeldes y la sucesión presidencial en el Ministro de
Relaciones Exteriores de Díaz, Francisco León de la Barra; quien debería
convocar a nuevas elecciones federales para Presidente de la República, y de
Gobernadores en Sonora, Chihuahua, Coahuila y Yucatán.
Con el licenciamiento de las fuerzas maderistas, salvo los grupos irregulares de
Maytorena, Orozco y Zapata, en Sonora, Chihuahua y Morelos, que quedarían
como fuerzas revolucionarias mientras se realizaban las elecciones estatales, se
indicaba que los cambios se darían por la vía democrática y únicamente para
cambiar gobernantes, sin atender ningún reclamo social o laboral y sin tocar al
latifundismo. Toda reforma posible quedaba en manos de un Congreso en
funciones hasta 1913, y un poder Judicial en manos porfiristas, sin la presencia
del dictador.
La Presidencia de Madero
Integró una nueva organización política para contender en las elecciones
extraordinarias de 1911, el Partido Constitucional Progresista, con el que se
separó de sus seguidores reyistas y de los revolucionarios más radicales, con
excepción de Villa. Inició una nueva campaña electoral que lo condujo a la
Presidencia, el 6 de noviembre, con el único apoyo de la Constitución y el voto
del electorado; para él las reclamaciones se deberían hacer por los canales
legales, en la barandilla del Ministerio Público o con empleados en oficinas de
gobierno, mientras que los cambios legales que fueran necesarios
correspondería realizarlos al Congreso de la Unión, integrado por porfiristas.
Aclaró su posición personal en la prensa: nunca prometió repartir la tierra que no
era suya, ni modificar las relaciones obrero-patronales al margen de la ley; lo que
si prometió, y cumplió, fue el gobernar impulsando la democracia de la sociedad,
considerando que con ello generaría las condiciones para que se cumpliera la
voluntad popular, permitiendo la existencia de organizaciones obreras, como la
Casa del Obrero Mundial y la formación de un Partido Católico, para felicidad de
la Iglesia.
La presidencia de Madero duró 16 meses y estuvo marcada por la inestabilidad
política que acompañaron las insurrecciones de diversos porfiristas, y de sus
antiguos seguidores; acompañó su gobierno la incomprensión de una sociedad
acostumbrada a la mano dura de la dictadura, que había olvidado el sentido de
la democracia; el terror urbano ante la emergencia política de las clases bajas y
del campesinado, “los pelados”; la ambición 2 desmedida de los militares
porfiristas y de todas las clases acomodadas y, en especial, el terror de los
inversionistas extranjeros que veían en peligro sus inversiones y riquezas, ante
la emergencia de un fuerte nacionalismo en toda la sociedad.
Los hermanos Vázquez Gómez, antiguos reyistas, le recriminaban su
moderación; los zapatistas no aceptaban el licenciamiento de sus tropas y
exigían la devolución de tierras comunales que habían sido despojadas por los
hacendados azucareros morelenses; los anarcosindicalistas del Partido Liberal
Mexicano trataron de radicalizar la revuelta al escindir al país, creando una
efímera república anarquista en Baja California, que fue combatida por fuerzas
federales con el apoyo de tropas irregulares de antiguos maderistas. Mientras
que, en general, los campesinos insurrectos hacían una lectura propia del Plan
de San Luis Potosí, en su artículo 3º, que señalaba la posibilidad de solicitar la
devolución de tierras por quienes consideraran que hubieran sido despojados;
para estos campesinos esto significaba la realización de un reparto agrario,
mientras que para Madero y su gobierno significaba el seguimiento, ante los
tribunales, de las demandas que fueran justificadas. Los tiempos de la
administración de la justicia, si es que se aplicara con tribunales porfiristas, eran
muy diferentes de los tiempos de la siembra y de las necesidades cotidianas de
los campesinos.
A menos de veinte días de que Madero tomara el poder, el 25 de noviembre de
1911, se reinició la guerra con la insurrección de Zapata en Morelos bajo el Plan
de Ayala; mientras que Orozco hacía lo propio en Chihuahua, el 3 de marzo de
1912, con el Pacto de la Empacadora. Estos movimientos revolucionarios
demandaban la aplicación inmediata de reformas sociales y laborales, y el
reparto agrario y de la riqueza del país. Las rebeliones serían controladas por el
ejército porfirista: Aureliano Blanquet y Felipe Ángeles en Morelos, y Manuel
Mondragón y Victoriano Huerta en Chihuahua.
El descrédito era total, tanto para los insurrectos exmaderistas, como para los
porfiristas que habían mantenido la estabilidad por tres décadas, después de dos
elecciones presidenciales y de insurrecciones fracasadas de antiguos
maderistas; de revueltas secesionistas del Partido Liberal Mexicano; de
insurrecciones de prominentes políticos porfiristas como el sobrino del dictador,
Félix Díaz, y del ex ministro de Guerra y exgobernador Bernardo Reyes.
El ejército federal se convertía en la única institución que podía, aparentemente,
ofrecer estabilidad al país; sobre todo si se consideraba que en la medida que
avanzaba la inestabilidad política, el bajo pueblo, “los pelados”, tenían cada vez
más mayor participación en la sociedad y la vida diaria, después de treinta años
de vida bajo las “buenas conciencias”.
El golpe militar de 1913 y sus consecuencias
Ahora en este apartado mencionaré como está organizada en sus Títulos, Capítulos, apartados
y el articulado, para lo cual recomiendo ver en una sola vista toda la estructura de la
Constitución.
Arts. 39, 40 y 41
Arts. 42 al 48
Art. 49 Arts. 50 al 79 Arts. 80 al 93 Arts. 94 al 107
Art. 123
Art. 136
Por su parte Miguel de la Madrid nos presenta otro orden de los principios
fundamentales en la Constitución de 1917, poniendo en primer lugar al
Constitucionalismo Social
En 1917 la Constitución mexicana dio origen al constitucionalismo social, que
prevalece hasta nuestros días, según el cual la ley fundamental de los pueblos
no se limita a establecer las bases de la organización política de los estados y a
reconocer y proteger los derechos del hombre, en su aspecto individual, sino que
agrega el valor de los derechos sociales y establece también las bases de
nuestro sistema económico.
Hay que resaltar que Miguel de la Madrid hace una distinción entre derechos
individuales y derechos sociales, al respecto dice: El artículo 1o. del título primero
de la Constitución de 1917 consagró las garantías individuales de los derechos
del hombre, aunque posteriormente se agregaron importantes derechos
sociales.
Sobre los Derechos Humanos y sus garantías, Miguel de la Madrid antes de la
reforma de 10 de junio del 2011 las menciona como garantías individuales,
mencionan las siguientes: En efecto, dicho capítulo garantizó la libertad de los
hombres, prohibiendo la esclavitud (artículo 2o.); estableciendo la igualdad ante
la ley del varón y la mujer (artículo 5o.); el derecho a decidir, de manera libre,
responsable e informada el número y espaciamiento de sus hijos (artículo 4o.);
la libertad de profesión, industria y trabajo, siendo lícitos (artículo 5o.); la libertad
de manifestación de las ideas (artículo 6o.); la libertad de escribir y publicar
escritos sobre cualquier materia (artículo 7o.); el derecho de libre petición,
siempre que ésta se formule por escrito, de manera pacífica y respetuosa
(artículo 8o.); la libertad de asociación o reunión en forma pacífica con cualquier
objeto lícito, sin que se proteja la reunión armada o en la que se profieran injurias
contra la autoridad, ni se haga uso de violencia o amenazas para intimidarla u
obligarla a resolver en el sentido que se desee (artículo 9o.); el derecho a poseer
armas en su domicilio para seguridad y legítima defensa (artículo 10); la libertad
de tránsito para entrar en la república, salir de ella, viajar por su territorio y mudar
de residencia (artículo 11); la libertad de profesar la creencia religiosa que más
le agrade y para practicar las ceremonias, devociones o actos de culto
respectivo, siempre que no constituyan delito o faltas penadas por la ley (artículo
24). Los artículos 14-16 contienen diversas garantías de seguridad respecto a
actos de autoridad para proteger la vida, la libertad o las propiedades,
posesiones o derechos (artículo 14), familia, domicilio y papeles (artículo 16). El
mismo artículo 16 y los subsecuentes, hasta el 23, establecen un régimen de
garantías frente a actos de autoridad que priven al individuo de su libertad o lo
sujeten a procesos penales. (De la Madrid Hurtado 2001)
La forma de Gobierno
De acuerdo con Miguel de la Madrid, en el artículo 40 de la Constitución se
establecen una serie de principios relacionados con la forma de gobierno. El
mencionado artículo establece: Es voluntad del pueblo mexicano constituirse en
una República representativa, democrática, laica y federal, compuesta por
Estados libres y soberanos en todo lo concerniente a su régimen interior, y por
la Ciudad de México, unidos en una federación establecida según los principios
de esta ley fundamental. De aquí se desprenden una serie de principios como
son el sistema republicano.
El sistema Republicano
De acuerdo con el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española
República es la organización del Estado cuya máxima autoridad es elegida por
los ciudadanos o por un Parlamento para un periodo determinado; éste sistema
es opuesto a los gobiernos injustos, como el despotismo o la tiranía, en cambio
es la forma de gobierno regido por el interés común, la justicia y la igualdad. Así
mismo el artículo 40 establece la democracia representativa, la que por medio
de elecciones periódicas los ciudadanos elegimos a nuestros representantes,
para que ellos tomen las mejores decisiones en beneficio de todo la nación, sin
embargo, actualmente nuestra Carta Magna establece ciertas formas de
democracia directa como lo son la iniciativa popular y las consultas populares,
ambas establecidas en el artículo 35 de nuestra Constitución. Ahora, como
sabemos, la palabra democracia se forma de dos palabras de origen griego:
demos=pueblo y kratos=gobierno, lo que sería gobierno del pueblo o gobierno
de las mayorías, pero la propia Constitución en su artículo 3ro nos proporciona
una definición de democracia: Artículo 3° Fracción II… a) Será democrático,
considerando a la democracia no solamente como una estructura jurídica y un
régimen político, sino como un sistema de vida fundado en el constante
mejoramiento económico, social y cultural del Pueblo.
El laicismo
Otro principio es el laicismo que se relaciona con la separación de las iglesias y
el Estado, la que se logró después del triunfo liberan en la Revolución de Ayutla
y que se plasmó en las Leyes de Reforma y en la Constitución de 1857 y que la
Constitución que actualmente nos rige conserva como un principio fundamental,
pero ese principio tiene que ver con que el Estado no debe favorecer a ninguna
corriente religiosa, reconociendo el derecho para que cada persona profese la
religión que quiera. Ahora, el laicismo no quiere decir que el Estado adopte una
postura antirreligiosa, sino que debe existir un respeto mutuo, las autoridades no
deben intervenir en los asuntos internos de las organizaciones religiosas y los
dirigentes de éstas no deben inmiscuirse en los asuntos políticos ni favorecer o
perjudicar a algún partido político. Así mismo, el artículo 3° de la Constitución en
su fracción I. establece: Garantizada por el artículo 24 la libertad de creencias,
dicha educación será laica y, por tanto se mantendrá por completo ajena a
cualquier doctrina religiosa.
El federalismo
Otro principio establecido en los artículos 40 y 41 de la Constitución lo es el
federalismo, que es la unión de Estados libres y soberanos con sus propias
Constituciones las que no pueden contrariar a la Constitución Federal, la que
constituye un Pacto de unión, el que se estableció desde que se constituyó la
federación con el Acta Constitutiva de la Federación del 31 de enero de 1824.
Sin embargo ese pacto de unión se rompió parcialmente en el gobierno
centralista de Antonio López de Santa Ana, con la Constitución centralista de
1836, sometiendo a los Estados en provincias, lo que provocó la separación de
Texas y en la que Yucatán estuvo a punto de independizarse.
El Municipio libre
De acuerdo con el artículo 115 de la Constitución que establece lo siguiente:
Artículo 115. Los estados adoptarán, para su régimen interior, la forma de
gobierno republicano, representativo, democrático, laico y popular, teniendo
como base de su división territorial y de su organización política y administrativa,
el municipio libre,… Fracción I. Cada municipio será gobernado por un
ayuntamiento de elección popular directa,… Fracción II. Los municipios estarán
investidos de personalidad jurídica y manejarán su patrimonio conforme a la
ley…. Fracción III. Los municipios tendrán a su cargo las funciones y servicios
públicos siguientes… Fracción IV. Los municipios administrarán libremente su
hacienda… La fracción V establece que las facultades de los municipios se
establecerán en los términos de las leyes federales y estatales…
La división de Poderes
De acuerdo con lo que menciona Miguel de le Madrid: La Constitución de 1917
establece en su artículo 49 que el supremo poder de la federación se divide, para
su ejercicio, en Legislativo, Ejecutivo y Judicial, y que no podrán reunirse dos o
más de estos poderes en una sola persona o corporación ni depositarse el
Legislativo en un individuo, salvo en el caso de las facultades extraordinarias
otorgadas al Ejecutivo conforme a lo dispuesto en los artículos 29 y 131. El Poder
Legislativo federal se deposita en un Congreso general, que se divide en dos
cámaras, una de Diputados y otra de Senadores. Salvo las facultades exclusivas
de sendas cámaras, las demás facultades del Congreso, generalmente las de
naturaleza legislativa, son ejercidas por ambas cámaras. El Poder Ejecutivo
Federal se deposita en un sólo individuo denominado “presidente de los Estados
Unidos Mexicanos”, que es electo en forma directa y por voto universal. El Poder
Judicial de la Federación se deposita en una Suprema Corte de Justicia, en un
Tribunal Electoral, en tribunales colegiados y unitarios de circuito y en juzgados
de distrito, estando a cargo del Consejo de la Judicatura Federal la
administración, vigilancia y disciplina, con excepción de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación (artículo 105). Tanto el texto constitucional como su práctica
le han dado preponderancia al Poder Ejecutivo, el cual, a su vez, tiene el carácter
de jefe de Estado. Durante los últimos años ha habido una clara tendencia para
procurar un mejor equilibrio entre los poderes de la Unión, acotando las
facultades del presidente de la República. (De la Madrid H. 2001)
La división de poderes es fundamental para un estado de derecho, ya que si el
poder se concentra en un solo individuo se vulneran las libertades de toda la
sociedad y de las personas en lo individual, ya lo decía Charles Louis de
Secondat, señor de la Bréde y barón de Montesquieu “donde no hay división de
poderes, no hay Constitución”. Y es así, cuando se concentra el poder en una
sola persona, se convierte en una dictadura, y los dictadores imponen su
voluntad y no respetan a los otros poderes establecidos en la Constitución, y con
ello no respetan a la Constitución. En nuestro país hemos tenido a varios
dictadores que sometieron al pueblo por la fuerza, oprimiéndolo y restringiendo
sus libertades, pero esas dictaduras fueron terminadas por revoluciones en
donde toda la nación se involucró, luchando para que se le respetarán sus
libertades y de esas revoluciones surgieron las Constituciones que establecieron
la división de poderes para que se garantice un equilibrio en el ejercicio del poder
y con ello se respeten las libertades y la Constitución. Por ello, el principio de
división de podres es una decisión política fundamental en nuestra Constitución
y nunca se debe de quitar.
La inviolabilidad de la Constitución
El artículo 136 establece que la Constitución no perderá su fuerza y vigor:
Artículo 136. Esta Constitución no perderá su fuerza y vigor, aun cuando por
alguna rebelión se interrumpa su observancia. En caso de que por cualquier
trastorno público, se establezca un gobierno contrario a los principios que ella
sanciona, tan luego como el pueblo recobre su libertad, se restablecerá su
observancia, y con arreglo a ella y a las leyes que en su virtud se hubieren
expedido, serán juzgados, así los que hubieren figurado en el gobierno emanado
de la rebelión, como los que hubieren cooperado a ésta.
Como vemos, la Constitución es inviolable, ya sea, si una autoridad realiza un
acto contrario a la Constitución en agravio de los Derechos Humanos
consagrados en la Constitución e en un tratado internacional, el gobernado
puede acudir por medio del juicio de amparo para que se repare dicha violación,
ya que cuando una autoridad viola un derecho humano, no solo afecta al
gobernado, sino que además viola la Constitución. Así mismo, cuando una
autoridad invade la esfera de competencia de otra autoridad establecida en la
Constitución o en las leyes, ésta puede acudir a través de la Controversia
Constitucional de la que conoce la Suprema Corte de Justicia de la Nación, de
conformidad como lo establece el artículo 105 en su fracción I. Así mismo el
Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, podrá resolver los casos
en que se vulneres los derechos político electorales de los ciudadanos
contenidos en la Constitución.
Y por último, si se diera una rebelión que desconozca la Constitución, tan
luego como el pueblo recobre su libertad, la Constitución volverá a ser vigente.
Con ello, la propia Constitución establece los medios para que se respete y toda
violación a sus preceptos se repare.
Las marcas de nacionalidad para las aeronaves civiles mexicanas serán las
siglas siguientes: XA, para las de servicio al público de transporte aéreo; XB,
para las de servicios privados, y XC, para las aeronaves de Estado, distintas de
las militares.
Por el ius sanguinis: Los que nazcan en el extranjero, hijos de padres mexicanos
nacidos en el territorio nacional, o de padre o madre mexicano nacido en el
territorio nacional, y también se incluye los que hayan nacido en el extranjero,
hijo de padre o madre mexicano por naturalización.
La nacionalidad por naturalización la establece el apartado B del artículo 30 de
la Constitución, por lo que la Ley de Nacionalidad establece:
Artículo 19.- El extranjero que pretenda naturalizarse mexicano deberá:
La pérdida de la nacionalidad
II. Poder ser votado para todos los cargos de elección popular, teniendo las
calidades que establezca la ley. El derecho de solicitar el registro de
candidatos ante la autoridad electoral corresponde a los partidos políticos
así como a los ciudadanos que soliciten su registro de manera
independiente y cumplan con los requisitos, condiciones y términos que
determine la legislación;
III. Asociarse individual y libremente para tomar parte en forma pacífica en
los asuntos políticos del país;
IV. Tomar las armas en el Ejército o Guardia Nacional, para la defensa de la
República y de sus instituciones, en los términos que prescriben las leyes;
V. Ejercer en toda clase de negocios el derecho de petición.
VI. Poder ser nombrado para cualquier empleo o comisión del servicio
público, teniendo las calidades que establezca la ley;
VII. Iniciar leyes, en los términos y con los requisitos que señalen esta
Constitución y la Ley del Congreso. El Instituto Nacional Electoral tendrá
las facultades que en esta materia le otorgue la ley, y
VIII. Votar en las consultas populares sobre temas de trascendencia
nacional,…
VIII.- Radiotelegrafía;
IX.- Correos;
Tridimensional:
La principal característica del territorio mexicano es que s tridimensional ya que
abarca el suelo, el subsuelo y el espacio aéreo.
La mayor extensión del territorio está compuesto de agua y son las aguas de los
mares territoriales en la extensión y términos que fije el Derecho Internacional y
las marítimas interiores.
Las islas:
De acuerdo con el artículo 42 de la Constitución se comprende como parte del
territorio nacional las islas, incluyendo los arrecifes y cayos en los mares
adyacentes, así mismo las islas de Guadalupe y as de Revillagigedo situadas en
el Océano Pacífico.
Una isla es una porción de tierra firme y/o rocas rodeada de agua. (INEGI)
Según el INEGI más de tres mil islas se encuentran en la Zona Económica
Exclusiva.
En el recuento del territorio insular se incluyen islas pequeñas, islotes, cayos o
rocas que no tienen nombre y se identifican por sus coordenadas geográficas.
Solo 81 islas están habitadas por 294 754 personas. (INEGI)
La Isla Tiburón es la más grande de México
Es la isla más grande de la República Mexicana (1,200 Km2). Se puede
comparar con la Ciudad de México, que es algo mayor, con 1,547 Km. 2. SE
localiza en el Golfo de California o Mar de Cortés, frente a la costa de Sonora y
separada por ésta por el Canal de Infiernillo. (INEGI)
El mar territorial
Artículo 27 Párrafo quinto: Son propiedad de la Nación las aguas de los mares
territoriales en la extensión y términos que fije el Derecho Internacional; las
aguas marinas interiores; las de las lagunas y esteros que se comuniquen
permanente o intermitentemente con el mar; las de los lagos interiores de
formación natural que estén ligados directamente a corrientes constantes; las de
los ríos y sus afluentes directos o indirectos, desde el punto del cauce en que se
inicien las primeras aguas permanentes, intermitentes o torrenciales, hasta su
desembocadura en el mar, lagos, lagunas o esteros de propiedad nacional; las
de las corrientes constantes o intermitentes y sus afluentes directos o indirectos,
cuando el cauce de aquéllas en toda su extensión o en parte de ellas, sirva de
límite al territorio nacional o a dos entidades federativas, o cuando pase de una
entidad federativa a otra o cruce la línea divisoria de la República; la de los lagos,
lagunas o esteros cuyos vasos, zonas o riberas, estén cruzadas por líneas
divisorias de dos o más entidades o entre la República y un país vecino, o cuando
el límite de las riberas sirva de lindero entre dos entidades federativas o a la
República con un país vecino; las de los manantiales que broten en las playas,
zonas marítimas, cauces, vasos o riberas de los lagos, lagunas o esteros de
propiedad nacional, y las que se extraigan de las minas; y los cauces, lechos o
riberas de los lagos y corrientes interiores en la extensión que fija la ley. Las
aguas del subsuelo pueden ser libremente alumbradas mediante obras
artificiales y apropiarse por el dueño del terreno, pero cuando lo exija el interés
público o se afecten otros aprovechamientos, el Ejecutivo Federal podrá
reglamentar su extracción y utilización y aún establecer zonas vedadas, al igual
que para las demás aguas de propiedad nacional. Cualesquiera otras aguas no
incluidas en la enumeración anterior, se considerarán como parte integrante de
la propiedad de los terrenos por los que corran o en los que se encuentren sus
depósitos, pero si se localizaren en dos o más predios, el aprovechamiento de
estas aguas se considerará de utilidad pública, y quedará sujeto a las
disposiciones que dicten las entidades federativas.
Además, el Artículo 48 nos menciona que las islas, los cayos y arrecifes de
los mares adyacentes que sean parte del territorio nacional, la plataforma
continental, los zócalos submarinos de las islas, de los cayos y arrecifes, los
mares territoriales, las aguas marítimas interiores y el espacio situado sobre el
territorio nacional, estos dependerán directamente del Gobierno Federal, con
excepción de aquellas islas sobre las que hasta la fecha hayan ejercido
jurisdicción los Estados, que sería ejercido por los Estados. (Universidad
Interamericana para el Desarrollo. Derecho Constitucional)
El Poder.
Si nos preguntamos ¿qué es el poder? Es un concepto un tanto complejo de
definir, lo que aquí nos interesa el definir el poder político, veamos como lo
definen algunos autores:
Para Thomas Hobbes (1651) el poder es la gran fuerza que permite al hombre
articular intereses integrados y comunes que se formalizan en un contrato social.
Conforme a su teoría del contrato social los miembros de una sociedad utilizan
al poder como forma de existencia del Estado y de las organizaciones, mismo
que aglutina la gran fuerza o poder individual de los que se han apegado a ese
contrato para conformar una gran fuerza o poder supremo que permita
salvaguardar la paz en la sociedad, dándole al Estado el nombre simbólico del
“Leviatán” (Cisneros González. UNAM)
Conforme a John Lock (1690) el poder es una condición de creación o
conformación, permanencia y supervivencia de una forma legítima que surge de
la asociación de individuos. Para Lock, el poder se circunscribe a límites
concretos donde debe privar un orden e igualdad para los miembros, sea este el
gobierno civil o cualquier tipo se agrupación que tenga por objetivo la relación
social libre o soberana. La ejecución del poder puede utilizar la fuerza siempre
que se trate de ajustar o reajustar el comportamiento de los miembros de la
asociación, entendiéndose este como gobierno civil. (Cisneros González.
UNAM)
En J. Rousseau (1762), el poder es un medio en la realización dentro del valor
significativo de lo social, es decir de las relaciones sociales. Siempre interpretado
como resultado de una especie de convenio o contrato social. El poder,
entonces, es el instrumento que vence las diferencias y hacer prevalecer los
intereses generales sobre los individuales; es una condición del contrato social,
evitando la guerra de todos contra todos. (Cisneros González. UNAM)
Max Weber (1915) define al poder como, la probabilidad de imponer la propia
voluntad dentro de una relación social, aún contra toda resistencia y cualquiera
que sea el fundamento de esa probabilidad. En este sentido ha habido muchas
interpretaciones en torno a la argumentación de “imponer la propia voluntad”, de
hecho muchos autores han cometido el error de asociarlo con cuestiones
personales, pero no se ha presentado lo relativo a la completa definición que
antepone el elemento de relación social, esto es a la conducta plural entre
miembros. La relación social quiere decir que los miembros que han decidido
integrarse para conformar relaciones de grupo también tienen que actuar
socialmente, lo que implica que deberán dejar de lado sus individualidades y
apegarse a la conducta que se ha establecido, mismas que se apegan a un orden
legítimo con normas precisas como guía del comportamiento y con límites o
fronteras de ámbito. Con lo anterior Weber atribuye al poder la sujeción a un
orden legítimamente establecido que garantice la conducta conforme a reglas
pactadas. También se encuentra el hecho de que para Weber, de acuerdo con
sus categorías sociológicas, las relaciones sociales consisten sola y
exclusivamente en la conformación de una determinada conducta social
reciproca que regule las relaciones entre los miembros, por ello, el poder es la
probabilidad de hacer obligatoria el tipo de conducta que deben observar los
miembros de la relación social. (Cisneros González. UNAM)
En este sentido y de acuerdo con Michel Focuault (1971), Weber nunca
planteó al poder en sentido personal ni en la capacidad de la imposición forzada
como enajenación o explotación puesto que esto iría en contra de sus categorías
sociológicas, más bien, habla de probabilidad por el hecho de que esto no es
siempre necesario porque los miembros pueden o no cumplir el código de
comportamiento y que se ajusta a las necesidades sociales de acuerdo con el
orden legítimo que ha sido establecido y que se hará con validez para el
establecimiento de las normas que deberán cumplir sus miembros, el poder es
una forma de ejecución de la legitimidad que ha sido convenida para todos los
integrantes de una organización conforme al pacto de los interesados y en el
otorgamiento por una autoridad considerada como legítima, por tanto. El poder
no tiene como función esencial decir no, prohibir y castigar, sino ligar su espiral
indefinida: la coerción, el placer y la verdad; al mismo tiempo el poder implica un
contra-poder (p.1). Entonces, el poder es entonces una forma de exigencia de
los compromisos de relación social pactados y será ejecutado por el orden
administrativo pues este regulará la acción de la asociación. (Cisneros González.
UNAM)
De una manera u otra en un Estado el poder se ha ejercido de diferentes
formas, ya sea de manera autoritaria por un rey, emperador o dictador; pero en
una democracia regida por una Constitución, es la Constitución la que establece
quien debe ejercer el poder. Y así e, el creador de la Constitución, el Poder
Constituyente, esa asamblea electa por el pueblo, dotada de soberanía,
establece quien debe ejercer el poder, para que se cumpla lo establecido en la
Constitución, entonces crea los órganos que se encargarán de ejercer el poder,
para hacer cumplir la Constitución y las leyes que de ella emanen.
En el caso de la Constitución mexicana, el artículo 39 establece:
Artículo 39. La soberanía nacional reside esencial y originariamente en el
pueblo. Todo poder público dimana del pueblo y se instituye para beneficio de
éste. El pueblo tiene en todo tiempo el inalienable derecho de alterar o modificar
la forma de su gobierno.
El poder público dimana del pueblo y se estatuye para su beneficio.
Parafraseando a Roseau, quien en su obra El Contrato Social nos dice: El
hombre cuando vivía en estado de naturaleza, gozaba de todas las libertades,
en el contrato social, el hombre tiene que ceder parte de sus libertades para que
se establezca el Estado y trabaje en beneficio de la colectividad.
Ahora veamos lo que establece el artículo 41 en su primer párrafo:
Artículo 41. El pueblo ejerce su soberanía por medio de los Poderes de la
Unión, en los casos de la competencia de éstos, y por los de los Estados y la
Ciudad de México, en lo que toca a sus regímenes interiores, en los términos
respectivamente establecidos por la presente Constitución Federal y las
particulares de cada Estado y de la Ciudad de México, las que en ningún caso
podrán contravenir las estipulaciones del Pacto Federal.
Ahora veamos lo que establece el artículo 49 de la Constitución:
Artículo 49. El Supremo Poder de la Federación se divide para su ejercicio
en Legislativo, Ejecutivo y Judicial.
Como vemos, ambas cámaras tiene facultades compartidas y cada una tiene
sus propias facultades de conformidad con lo que establece la Constitución
Federal.
Artículo 59. Los Senadores podrán ser electos hasta por dos periodos
consecutivos y los Diputados al Congreso de la Unión hasta por cuatro periodos
consecutivos. La postulación sólo podrá ser realizada por el mismo partido o por
cualquiera de los partidos integrantes de la coalición que los hubieren postulado,
salvo que hayan renunciado o perdido su militancia antes de la mitad de su
mandato.
Sobre las atribuciones del Congreso de la Unión y las de cada una de las
cámaras, ya se mencionaron en un apartado anterior.
Artículo 81. La elección del Presidente será directa y en los términos que disponga la ley
electoral.
Artículo 83. El Presidente entrará a ejercer su encargo el 1o. de octubre y durará en él seis
años. El ciudadano que haya desempeñado el cargo de Presidente de la República, electo
popularmente, o con el carácter de interino o sustituto, o asuma provisionalmente la titularidad
del Ejecutivo Federal, en ningún caso y por ningún motivo podrá volver a desempeñar ese
puesto.
El artículo 84 establece la forma se suplir la falta absoluta del Presidente de la República.
Artículo 86. El cargo de Presidente de la República sólo es renunciable por causa grave, que
calificará el Congreso de la Unión, ante el que se presentará la renuncia.
Si por cualquier circunstancia el Presidente no pudiere rendir la protesta en los términos del
párrafo anterior, lo hará de inmediato ante las Mesas Directivas de las Cámaras del Congreso
de la Unión.
En caso de que el Presidente no pudiere rendir la protesta ante el Congreso de la Unión, ante
la Comisión Permanente o ante las Mesas Directivas de las Cámaras del Congreso de la Unión
lo hará de inmediato ante el Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
El artículo 88 establece los requisitos pueda ausentarse del país.
El artículo 89 establece las facultades del presidente de la Republica
Para mejor comprensión del Poder Ejecutivo, se recomienda estudiar los
artículos 80 al 93 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.z
Es el Poder que cuenta con las atribuciones necesarias para impartir justicia
de manera cumplida y para mantener el equilibrio entre los demás Poderes. Los
integrantes de este Poder son, entre otros, los Ministros de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación, los Magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial
de la Federación, los Magistrados de los Tribunales de Circuito –Colegiados y
Unitarios– y los Jueces de Distrito. Ellos son responsables, entre otras
cuestiones, de interpretar las leyes; resolver las controversias que surjan entre
particulares, cuando se trate de asuntos de competencia federal; intervenir en
las controversias que se susciten cuando una ley o acto de autoridad viole
garantías individuales, y resolver conflictos entre autoridades, por ejemplo,
cuando aleguen una invasión en su ámbito de atribuciones. Además forma parte
de este Poder el Consejo de la Judicatura Federal que cumple con importantes
funciones de carácter administrativo, de disciplina y vigilancia y tiene bajo su
responsabilidad al Instituto de la Judicatura Federal que se preocupa de la
formación de Magistrados, Jueces, Secretarios y Actuarios a fin de que posean
los atributos constitucionales de independencia, imparcialidad, objetividad,
profesionalismo y excelencia que deben regir la carrera judicial. Una de las
funciones más importantes del Poder Judicial de la Federación es proteger el
orden constitucional. Para ello se vale de diversos medios, entre ellos, el juicio
de amparo, las controversias constitucionales, las acciones de
inconstitucionalidad y la facultad de investigación. Cabe señalar que todos los
medios señalados incluyen entre sus fines, de manera relevante, el bienestar de
la persona humana.(SCJN 2005)
II. De todas las controversias del orden civil o mercantil que se susciten
sobre el cumplimiento y aplicación de leyes federales o de los tratados
internacionales celebrados por el Estado Mexicano. A elección del actor
y cuando sólo se afecten intereses particulares, podrán conocer de ellas,
los jueces y tribunales del orden común.
VII. De las que surjan entre una entidad federativa y uno o más vecinos de
otra, y
VII. De los casos concernientes a miembros del Cuerpo Diplomático y
Consular.
Concepto
Los órganos constitucionales autónomos son aquéllos creados inmediata y
fundamentalmente en la Constitución, y que no se adscriben a los poderes
tradicionales del Estado. También pueden ser los que actúan con independencia
en sus decisiones y estructura orgánica, depositarios de funciones estatales que
se busca desmonopolizar, especializar, agilizar, independizar, controlar y/o
transparentar ante la sociedad, con la misma igualdad constitucional. (Ugalde
Calderón)
Antecedentes
Sobre los órganos constitucionales autónomos, el Tribunal Pleno de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación, al resolver la controversia constitucional
32/2005, menciona en el contenido de la respectiva ejecutoria, que surgen en
Europa y su establecimiento se expandió por Asia y América, como
consecuencia de la nueva concepción del poder, bajo una idea de equilibrio
constitucional apoyada en los controles del poder público. Con ello, la teoría
tradicional de la división de poderes evolucionó, por lo que se dejó de concebir
a toda la organización del Estado como una derivación de los tres poderes
tradicionales (legislativo, ejecutivo, y judicial). Actualmente se habla de que dicho
principio debe considerarse como una distribución de funciones o competencias
para hacer más eficaz el desarrollo de las actividades confiadas al Estado. En
un inicio, su creación se encontraba justificada por la necesidad de establecer
órganos encaminados a la defensa de los derechos fundamentales, y para lograr
controlar la constitucionalidad en las funciones y actos de los depositarios del
poder público. Por tal motivo, se establecieron en las normas jurídicas
constitucionales, dotándolos de independencia en su estructura orgánica y así
alcanzar los fines para los que se crearon, es decir, para que ejerzan una función
pública fundamental, y que por razones de su especialización e importancia
social requería la autonomía del órgano creado respecto de los clásicos poderes
del Estado. (Ugalde Calderón)
Naturaleza Jurídica
Son órganos públicos que ejercen una función primordial del Estado,
establecidos en los textos constitucionales y, por tanto, tienen relaciones de
coordinación con los demás poderes tradicionales u órganos autónomos, sin
situarse subordinadamente en algunos de ellos. El simple hecho de que un
órgano haya sido creado por mandato del constituyente, no resulta suficiente
para considerarlo como autónomo. En diversas constituciones hay órganos del
Estado a los que sólo se hace referencia y, otros, cuyas funciones son detalladas
pero sin ser autónomos, a los cuales se les denomina órganos de relevancia
constitucional o auxiliares, y su diferencia con los autónomos radica en que éstos
no están incluidos en la estructura orgánica de los poderes tradicionales; por
ejemplo, el Ministerio Público. (Ugalde Calderón)
Características
Del análisis de las características que según diversos autores deben tener los
organismos públicos autónomos, se puede concluir que gozan de las siguientes:
a) Deben estar establecidos y configurados directamente en la Constitución, con
lo cual tienen independencia jurídica de los poderes clásicos del Estado, lo que
se traduce en autonomía orgánica y funcional. Surgen bajo una idea de equilibrio
constitucional basada en los controles de poder, evolucionando así la teoría
tradicional de la división de poderes, dejándose de concebir la organización del
Estado derivada de los tres tradicionales
(Ejecutivo, legislativo y judicial); debe considerarse como una distribución de
funciones, haciendo eficaz el desarrollo de las actividades encomendadas al
Estado. b) Atribución de una o varias funciones primordiales del Estado, lo cual
implica autonomía técnica, es decir, deben atender eficazmente asuntos
primordiales del Estado en beneficio de la sociedad. En el texto constitucional se
les dotó de actuación e independencia en su estructura orgánica para que
alcancen sus fines, que ejerzan una función del Estado que por su
especialización e importancia social requería autonomía. c) Facultad para
expedir las normas que los rigen (autonomía normativa). d) Capacidad para
definir sus necesidades presupuestales y para administrar y emplear los
recursos económicos que les sean asignados (autonomía financiera-
presupuestal y administrativa). e) Deben mantener con los otros órganos del
Estado relaciones de coordinación. (Ugalde Calderón)
Justificación
En virtud de la necesidad de limitar los excesos en que incurrieron los poderes
tradicionales y los factores reales de poder, puesto que generaron desconfianza
social disminuyendo la credibilidad gubernamental, se dio lugar a la creación de
órganos constitucionales autónomos, encargados ya sea de fiscalizar o controlar
instituciones para que no violenten el apego a la constitucionalidad. Son
considerados una vía para conciliar la democracia de partidos, de los poderes
tradicionales y grupos económicos y sociales, por la autonomía que los
caracteriza; no se deben a su creador o a quien los designa, pues se busca con
ellos un equilibrio constitucional.7 Asimismo, la autonomía encuentra su
explicación en diversos motivos entre los cuales se pueden mencionar los
siguientes: a) la necesidad de contar con un ente especializado técnica y
administrativamente; b) la urgencia de enfrentar los efectos perniciosos de la
partidocracia;
c) la conveniencia de un órgano específico que ejecute las tareas que no
deben ser sujetas a la coyuntura política, pero que son parte de las atribuciones
naturales del Estado; o bien d) en el caso de las autoridades electorales, la
necesidad de contar con las máximas garantías de imparcialidad en los procesos
electorales. Un auténtico órgano autónomo cuenta con especialización en su
área y no se guía por intereses partidistas o situaciones coyunturales, sino con
estricto apego a la legalidad. En la medida en que un órgano tenga
independencia respecto de los poderes tradicionales y se evite cualquier
injerencia gubernamental o de otra índole, se asegura y garantiza su autonomía,
siempre en estricto apego al principio de constitucionalidad, pues la limitante de
la autonomía radica precisamente en que sus actos se encuentren apegados a
dicho principio. De igual forma, el doctor Joel Carranco, dice que en del Espíritu
de las Leyes, si bien sirve como referencia, no es suficiente su aplicación en los
sistemas jurídicos contemporáneos, puesto que el contexto histórico, político y
social nos demanda crear nuevas formas de organización (Ugalde Calderón)
¿Qué es la autonomía?
García Máynez la define como la facultad que las organizaciones políticas
tienen de darse a sí mismas sus leyes y de actuar de acuerdo con ellas. También
se puede concebir como la facultad de las personas o instituciones para actuar
libremente sin sujeción a una autoridad superior dentro de un marco de valores
jurídicos predeterminados. Asimismo, puede ser la libertad de organizarse para
actuar libremente en el cumplimiento de fines, sin que se interfiera en la
organización o actividad. Es la posibilidad para los entes de regir su vida interior
mediante normas y órganos propios, sin vulnerar el texto legal. Es una especie
de descentralización de funciones en un grado extremo, no sólo de la
administración pública, sino de los poderes del Estado, con el propósito de evitar
cualquier injerencia que pudiera afectar el adecuado funcionamiento del órgano.
(Ugalde Calderón)
1. Técnica: es la capacidad de los organismos para decidir en los asuntos
propios de la materia específica que les ha sido asignada, mediante
procedimientos especializados, con personal calificado para atenderlos. Según
Buttgenbach es cuando los órganos no están sometidos a las reglas de gestión
administrativa y financiera que son aplicables a los servicios centralizados del
Estado.
2. Orgánica o administrativa: que no dependen jerárquicamente de ningún otro
poder o entidad. Para Alfonso Nava significa independencia de acción entre
órganos u organismos públicos, los que no están sujetos a una subordinación.
Establecen parámetros de organización interna.
3. Financiera-presupuestaria: que gozan de la facultad de definir y proponer
sus propios presupuestos y, de disponer de los recursos económicos que les
sean asignados para el cumplimiento de sus fines. Ello garantiza su
independencia económica. En mi opinión es la capacidad para proyectar,
gestionar y ejercer su presupuesto, así como estar en posibilidad de generar
recursos propios, como los derechos que cobre por prestaciones de servicios
individualizados; por ejemplo, la expedición de copias o la formulación de
proyectos de investigación.
4. Normativa: consiste en que se encuentran facultados para emitir sus
reglamentos, políticas, lineamientos y, en general, todo tipo de normas
relacionadas con su organización y administración internas.
5. De funcionamiento: es una combinación de los otros tipos de autonomía,
implica que los organismos cuenten con la capacidad de realizar, sin restricción
o impedimento alguno, todas las actividades inherentes a sus atribuciones o
facultades, lo cual involucra, tanto a la autonomía técnica como a la orgánica,
financiera-presupuestal y normativa. 6. Plena: que implica una autonomía total,
es decir, una auténtica posibilidad de gobernarse sin subordinación externa;
como ejemplo: los artículos 116, fracción V y 122, apartado C, base quinta, de la
Constitución establecen tribunales de lo contencioso administrativo para los
estados y el Distrito Federal con plena autonomía, que es para dictar sus fallos.
5. De funcionamiento: es una combinación de los otros tipos de autonomía,
implica que los organismos cuenten con la capacidad de realizar, sin restricción
o impedimento alguno, todas las actividades inherentes a sus atribuciones o
facultades, lo cual involucra, tanto a la autonomía técnica como a la orgánica,
financiera-presupuestal y normativa.
6. Plena: que implica una autonomía total, es decir, una auténtica posibilidad
de gobernarse sin subordinación externa; como ejemplo: los artículos 116,
fracción V y 122, apartado C, base quinta, de la Constitución establecen
tribunales de lo contencioso administrativo para los estados y el Distrito Federal
con plena autonomía, que es para dictar sus fallos. (Ugalde Calderón)
Diferencias entre órgano y organismo
La diferencia principal entre órgano y organismo en su nivel de independencia.
Así, atribuye al órgano las siguientes características principales:
a) tiene confiada una actividad directa e inmediata del Estado;
b) está coordinado pero no subordinado a ninguno de los tres Poderes del
Estado o a otros órganos;
c) se encuentra en el vértice de la organización estatal y goza de completa
independencia.
El organismo, por su parte, se caracteriza por ser una unidad administrativa que
pertenece a alguno de los tres Poderes del Estado, constituyendo una manera
de organización administrativa que se relaciona estrechamente con la prestación
de un servicio público o la realización de una actividad pública relevante. (Ugalde
Calderón)
Cuadro 1 (Martínez Robledos, con actualización mía)
Organismos autónomos
Entidad Fundamento Establecido por reforma Legislación
Constitucional secundaria
Instituto Artículo 41, Fracción Reforma publicada en el DOF el Artículo 29 de
Nacional V, Apartado A 22/agosto/1996 la Ley General
Electoral El Instituto Nacional Se establece el Instituto Federal de Instituciones
Electoral es un Electoral como organismo público y
organismo público autónomo. Procedimientos
autónomo dotado de Reforma publicada en el DOF el Electorales
personalidad jurídica 10/febrero/2014.
y patrimonio propios Señala que la organización de las
elecciones es una función estatal
que se realiza a través del Instituto
Nacional Electoral
http://sief.te.gob.mx/IUSE/tesisjur.aspx?idtesis=9/2007&tpoBusqueda=S&sW
ord=9/2007 (consultado el 4 de junio de 2018).
De conformidad con lo previsto en el artículo 83 del ordenamiento en comento,
la Sala Superior del Tribunal Electoral es competente para resolver este medio
de impugnación cuando la controversia se relacione con las elecciones de
Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, Gobernadores y
Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, así como en las elecciones
federales de Diputados y Senadores por el principio de representación
proporcional. (Garita Alonso y coautores. Senado de la República)
Las Salas Regionales del Tribunal Electoral, en el ámbito territorial en el que
ejerzan su jurisdicción, serán competentes tratándose de controversias
promovidas con motivo de procesos electorales Federales o de las entidades
federativas, o relacionadas con las elecciones Federales de Diputados y
Senadores por el principio de mayoría relativa, o bien, de autoridades
Municipales, Diputados Locales, de la Asamblea Legislativa y titulares de las
Alcaldías de la Ciudad de México, entre otros. (Garita Alonso y coautores.
Senado de la República)
Por cuanto hace a la firmeza de las sentencias emitidas por el Tribunal
Electoral en este tipo de juicios, los fallos que resuelven el fondo del JDC
tienen la calidad de definitivos e inatacables. Los efectos de éstas pueden
consistir en confirmar, modificar o revocar el acto o resolución impugnados, lo
que implica que no tienen solamente un carácter negativo, consistente en
anular el acto o resolución combatidos, sino que también cuentan con un
carácter positivo consistente en que la decisión materia del fallo sustituye a la
impugnada. (Garita Alonso y coautores. Senado de la República)
La Sala Superior del Tribunal Electoral en sesión celebrada el veinte de mayo
de 2002, aprobó por unanimidad de seis votos la jurisprudencia que establece
precedente en el sentido de que con objeto de consolidar el imperio de los
mandatos que contiene la Constitución General sobre cualquier ley y
autoridad, las sentencias que emita dicho Tribunal obligan a todas las
autoridades, independientemente de que figuren o no con el carácter de
responsables, sobre todo, si en virtud de sus funciones les corresponde
desplegar actos tendientes a cumplimentar dichos fallos. (Garita Alonso y
coautores. Senado de la República)
En atención al principio de definitividad, para la interposición del JDC o del
JRC, el marco normativo establece que es necesario se hayan agotado todas
las instancias previas para impugnar el acto o resolución en materia electoral
que pudiera haber determinado su modificación, revocación o anulación, por
lo que tratándose del proceso electoral federal, en la etapa de resultados y de
declaraciones de validez, la Cámara de Senadores debe tener en
consideración que los partidos políticos o los candidatos que contienden
pueden interponer en primer instancia y antes de los medios de control
constitucional señalados, el juicio de inconformidad, a efecto de impugnar las
resoluciones de las autoridades electorales federales en las que se presume
se violan normas constitucionales o legales relativas a las elecciones de
Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, Senadores y Diputados. (Garita
Alonso y coautores. Senado de la República)
Al respecto, de conformidad con lo establecido en la Ley General de
Instituciones y Procedimientos Electorales, es atribución del Instituto Nacional
Electoral a través de los presidentes del Consejo General y Locales, remitir a
la Secretaría General de Servicios Parlamentarios de la Cámara de
Senadores, copia certificada de las constancias expedidas a las fórmulas para
Senador que hubiesen obtenido el triunfo por el principio de mayoría relativa
y por el principio de representación proporcional, así como un informe de los
medios de impugnación interpuestos. (Garita Alonso y coautores. Senado de
la República)
El artículo 50 de la Ley General del Sistema de Medios de Impugnación en
Materia Electoral, señala que son actos impugnables a través del juicio de
inconformidad, entre otros, la expedición de las constancias a los senadores
derivadas de la elección, otorgando tanto a la Sala Superior del Tribunal
Electoral como a sus salas regionales, la facultad de resolver las controversias
presentadas para que en el ámbito de su competencia, declaren en su caso
la nulidad de la elección de Senadores y procedan a la revocación de las
constancias expedidas. . (Garita Alonso y coautores. Senado de la República)
En el caso de los juicios de inconformidad relacionados con las elecciones a
senadores, las autoridades competentes deben emitir las resoluciones a más
tardar el día 3 de agosto del año de la elección y ser notificadas, a la Cámara
del Congreso que corresponda, dentro de las 48 horas siguientes a las en que
se dicte la sentencia. (Garita Alonso y coautores. Senado de la República)
A partir de la instauración de este tipo juicios, el ciudadano cuenta con un
medio de control constitucional que le permita más allá del Amparo recurrir las
eventuales vulneraciones a su esfera de derechos en el ámbito electoral, es
procedente contra eventuales violaciones a los derechos político-electorales
de los ciudadanos o a los derechos fundamentales que se encuentren
vinculados a éstos. Su finalidad es la de garantizar a los ciudadanos el libre
ejercicio de sus derechos político-electorales. (Garita Alonso y coautores.
Senado de la República)
7.5. JUICIO DE REVISIÓN CONSTITUCIONAL ELECTORAL
El artículo 86 de la Ley General del Sistema de Medios de Impugnación en
Materia Electoral, establece que el Juicio de Revisión Constitucional Electoral
tiene por objeto garantizar que los actos o resoluciones definitivas que emitan
las autoridades competentes de las entidades federativas encargadas de
organizar y calificar los comicios se encuentren apegados a la Constitución, o
bien, resolver las controversias que surjan durante los mismos. (Garita Alonso
y coautores. Senado de la República)
Para que proceda la interposición de este medio de impugnación es requisito,
además de que los actos o resoluciones sean definitivos y firmes -Principio de
Definitividad-, la violación de algún precepto de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos y que dicha violación pueda resultar determinante
para el desarrollo del proceso electoral o el resultado final de las elecciones,
así como que la reparación solicitada sea material y jurídicamente posible
dentro de los plazos electorales o sea factible antes de la fecha constitucional
o legalmente fi jada para la instalación de los órganos o la toma de posesión
de los funcionarios electos. (Garita Alonso y coautores. Senado de la
República)
La autoridad competente para resolver este tipo de juicio será la Sala Superior
del Tribunal Electoral, como única instancia en la resolución de elecciones de
gobernador y Jefe de Gobierno de la Ciudad de México y las Salas Regionales
en el ámbito de su competencia y jurisdicción, como única instancia para
cargos diversos a los anteriores. (Garita Alonso y coautores. Senado de la
República)
El artículo 90 de la ley de la materia establece el trámite para desahogar este
tipo de juicio, el cual sólo podrá ser promovido por los representantes de los
partidos políticos que acrediten estar debidamente registrados ante el órgano
electoral responsable, cuando éste haya dictado el acto o resolución
impugnado, o bien, el tercero interesado en el medio de impugnación sobre el
que recayó la resolución impugnada o los que sean representantes en
términos de los estatutos del partido político de que se trate. La falta de
legitimación será causal para que el medio de impugnación sea desechado de
plano. (Garita Alonso y coautores. Senado de la República)
Los efectos de las sentencias que emitan para resolver el fondo de los juicios
tanto la Sala Superior del Tribunal Electoral, como sus Salas Regionales,
confirmarán el acto o la resolución impugnada, o bien, podrán modificarla o
revocarla, caso en el cual la sentencia deberá establecer lo necesario para
enmendar la violación constitucional que se hubiere cometido. El actor y los
terceros interesados deberán ser notificados de las sentencias recaídas a más
tardar al día siguiente al que se haya dictado la misma, en los términos
previstos en el artículo 93 de la Ley General del Sistema de Medios de
Impugnación en Materia Electoral, así como a la autoridad responsable
mediante oficio al que se deberá anexar copia certificada de la sentencia,
dentro del plazo antes señalado. (Garita Alonso y coautores. Senado de la
República)
Tanto el Juicio de Revisión Constitucional Electoral como el Juicio para la
Protección de los Derechos Político–Electorales del Ciudadano, constituyen
los medios de impugnación en materia electoral que establece el orden
jurídico mexicano para que el ciudadano común o las organizaciones, se
inconformen ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, ya
sea por una ley presumiblemente inconstitucional que afecta sus derechos
políticos o bien contra actos y resoluciones de autoridades electorales. Dichos
mecanismos permiten dar certeza jurídica a los procesos electorales al
resolver de manera definitiva las controversias presentadas en su Sala
Superior o ante sus Salas Regionales, en el ámbito de sus respectivas
competencias. (Garita Alonso y coautores. Senado de la República)
El Juicio de Revisión Constitucional Electoral (JRC), procede para resolver en
forma definitiva las impugnaciones contra actos y resoluciones de autoridades
electorales del orden federal y local. Su objeto es garantizar que el desarrollo
de los procesos electorales a cargo de las autoridades de las entidades
federativas responsables de organizar y calificar los comicios se encuentren
apegados a la Constitución. (Garita Alonso y coautores. Senado de la
República)
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