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LA GUERRRA DEL ACRE

Desde los primeros tiempos de la conquista la Amazona fue percibida como una enorme frontera, como un
espacio de contactos y de limites siempre imprecisos y cambiantes entre los dos estados coloniales de la
América del sur: España y Portugal. Solo en los últimos años del periodo colonial fueron demarcadas las
posesiones de ambos estados, al menos de manera formal, con el tratado de Ildefonso (1777). Se intentó
superar así la controvertida pugna generada por el tratado de Tardecillas (1994). El nuevo tratado dibujo, por
así decirlo, el primer perfil de los territorios del norte de Charcas, que Bolivia heredaría al constituirse como
república.

En los viejos mapas coloniales y en muchos de los bolivianos del siglo pasado, aparece un enorme territorio al
norte de las llanuras de Mojos, aproximadamente desde el paralelo 12, que se extiende hasta la línea citada
del tratado de San Ildefonso, en el paralelo 7, muy cerca del río Amazonas. Por el este sus límites son los ríos
Memoré, y Madera y por el este, de manera vaga, el Perú.

Formalmente, este espacio el territorio boliviano durante sus primeras décadas de vida. Se trataba de una
importante porción de la Amazonía profunda, de bosques exuberantes y ecosistemas frágiles, atravesando
por grandes ríos tributarios todos de las amazonas, estaba poblado por varios pueblos indígenas, sus
habitantes originarios, cuyas antiguas prácticas culturales les permitían un equilibrado aprovechamiento de
los recursos naturales de su hábitat. Por siglos estos pueblos pudieron evitar el contacto de las poblaciones
vecinas de los estados coloniales, manteniendo y desarrollando sus costumbres, sociedades y territorios.

En épocas de los incas. Túpac Yupanqui intento acceder sin éxito a estas regiones descendiendo por el Amaru
Mayo (la actual madre de dios). También el el primero año de la colonia, algunos conquistadores intentaros
aproximarse a él en búsqueda del Dorado del soñado país, de la canela. Pero fueron intentos esporádicos que
normalmente terminaban ahogados en la misma floresta, en general constituyo un espacio “vacío” remoto y
marginal en la órbita de la influencia política y económica de los estados español y portugués primero, y
boliviano, brasileño y peruano, hasta la mitad del siglo XIX.

En 1867 Melgarejo firmo un controvertido tratado con el Brasil que establecía una línea de frontera que,
naciendo de la confluencia de los ríos Beni y Mamaré, se extendería por línea oblicua hasta entonces la
desconocida naciente del Yávari. Fue un primer intento por definir la frontera boliviana del norte, aunque con
la consiguiente pérdida para Bolivia del territorio original, estimada en más de 250000 kilómetros cuadrados.

En los años posteriores, varias comisiones binacionales de limites trabajaron tratando de fijar esta línea. Los
trabajos de campo, en los que intervino ya el después presidente de la republica durante los conflictos, el
general José Manuel Pando, no siempre coincidían con los debates diplomáticos entre los estados. Luego de
algunos intentos se logró en 1987 fijar con cierta conformidad la llamada línea Cunha-Gómez. Por entonces,
este ya reducido espacio adquirió finalmente un nombre: se llamó el territorio del Acre.

LA OCUPACIÓN BOLIVIANA

Durante la colonia. La corona española, a través de la Audiencia de Charcas, se preocupó por proteger y
consolidar sus posiciones limítrofes con los portugueses en Brasil. Sus dilatadas fronteras por el este y el
norte no eran sin embargo de su principal interés, centrado como estaba en la explotación de las minas
andinas y el mercado regional de Potosí.
De manera relativamente tardía estableció las misiones de Mojos y Chiquitos confiadas a las compañías de
Jesús. Ambas cumplieron sus propósitos de resistir los embates portugueses dentro de sus jurisdicciones y,
aunque constituían espacios marginales y en más de un sentido diferenciados del resto de la audiencia,
integraban el espacio regional del mercado de Potosí y pertenecían plenamente a los dominios políticos y
territoriales de Charcas.

La misión de Mojos se desarrolló en las llanuras de este mismo nombre y se extendió por el norte, como se a
señalado, hasta aproximadamente el paralelo 12. Santa Ana de Yacuma fue la misión más norteña de este
conjunto de misional. Sobre la base de esta provincia colonial de Mojos se creó ya entrada la republica (en
1842) el departamento del Beni, cuyos límites mantuvieron, por los primeros años de su creación, el mismo
carácter nominal de periodo colonial.

Después de los jesuitas, misioneros franciscanos avanzaron también hacia el norte por la región de Caupolicán
y el rió Beni, alcanzando a fundar la misión de Cavinas, también en las proximidades del paralelo 12.

En 1846 el ingeniero Agustín Palacios exploró el curso bajo del Mamoré y las cachuelas de la madera, en lo
que constituye la primera exploración boliviana sobre los territorios del norte. Su viaje inauguró en modesto
y dificultoso flujo comercial entre el Beni y el Amazonas que eventualmente alcanzaba el puerto de Pará en la
desembocadura de este río en el océano.

Es el aprovechamiento de la goma y de su comercialización en los mercados europeos el acontecimiento que


realmente inicio el proceso de avance y conquista de los espacios del norte boliviano, constituyendo el
entramado histórico dentro del cual se desarrollan los conflictos acreanos.

La goma atrajo a aventureros inversionistas cruceños y andinos, que a su vez llevaron consigo en calidad de
enganchado”, indígenas de las misiones de mojos y chiquitos, patrones y siringueros ocupados paulatinamente
en el espacio del norte y tras ellos, marcho el estado. Entre todos desalojaron, cuando no exterminaron, a los
pueblos indígenas originarios del norte.

Los comienzos fueron difíciles. Hasta 1880 no se conocía el curso bajo del rió Beni, y los primeros
establecimientos gomeros estaban establecidos precisamente en su curso medio, en la altura de Reyes. Desde
ahí se hicieron los primeros envíos de goma boliviana a ultramar, por la vía de amazonas, siguiendo una penosa
ruta a través de las pampas, en carretones de bueyes, para comunicar el rió Beni con el Yacuma, y desde ahí
bajar el Mamore y el Madera, tramos en los que además se debían enfrentar a las dificultosas cachuelas.

En octubre de 1880 un aventurero americano descubrió Cachuela Esperanza y confirmo la confluencia del rió
Beni con el Mamoré. Las ventajas de estas nuevas rutas fueron inmediatas. Nicolás Suárez, que
posteriormente seria el más importante empresario boliviano de la región, tomo posesión de la dicha
cachuela, controlando desde ella el flujo comercial de la goma boliviana hacia las amazonas.

Inmediatamente después de Suárez, otros empresarios descendieron por los ríos y poblaron sus orillas con las
llamadas “barracas gomeras” hasta fines del siglo, docenas de estas, junta a “establecimientos” mejor
montados de los empresarios importantes, se habían expandido por los ríos Madre de Dios, Orton,
Tahuamanu, Manuripi. En los últimos años del siglo XIX, los más atrevidos llegaban con sus barracas al río
Abuná y finalmente al Acre, sonde Suárez compro a un pionero la Barraca “bahía” (actualmente la cuidad de
Cobija) para aprovechar sus ricas entradas.
El estado llego a consecuencia de esta ocupación, de madera lenta y frágil. Primero fueron las aduanas. La villa
Bela creada en 1883 que, al cabo de pocos años comenzó a producir ingresos inesperados para el tesoro
boliviano. Luego, con sede en Riberalta, se creó la delegación de colonias.

En enero de 1899 se fundó la aduana de Puerto Alonso, en homenaje al último de los presidentes
conservadores. Estaba situada sobre el rió Purus, frente a la población brasileña de Caqueta, justo debajo del
límite de la nueva línea de fronteras Cunha-Gomez Con el Brasil, y bastante más al norte de las barracas
bolivianas, los fundadores del puerto Alonso y sus primeras autoridades llegaban allí por la ruta Manaos.

La aduana de puerto Alonso, por sus crecientes recaudaciones y la afectación de intereses que produjo en la
región y en Manaos, se construyó en el epicentro de los conflictos del acre y el punto mas al norte que Bolivia
pudo ocupar.

LA OCUPACIÓN BRASILEÑA

A diferencia de los españoles, desde tempranas épocas el Portugal ejerció un control económico y comercial
en la desembocadura del rió Amazonas, desde el puerto de Pará, con el tiempo este constituiría en un
núcleo económico, político y regional de importancia.

Para mediados del siglo XVIII la presencia portuguesa a través de “bandeirantes” misioneros y colonizadores,
ya habían delimitado una suerte de fronteras de ipso a lo largo de los ríos madera y Mamaré, que sin estar
respaldada por norma internacional alguna, constituyo el claro límite con las misiones de mojos. Esta presencia
fue posteriormente reforzada con la construcción de fortines, algunas verdaderas fortalezas como la del
príncipe de Beira construido un año antes de la firma del tratado de San Ildefonso sobre el rió ITunes. Estos
tratados consolido legalmente estos avances y el dominio territorial portugués sobre esta región.

De este modo, el aprovechamiento de diferentes recursos forestales ya era importante en el Amazonas mucho
antes de la emergencia de la goma, pero evidentemente el comercio de la goma dio un impulso económico
sin precedentes a le región.

El aprovechamiento de la goma fue iniciado por los brasileños, quienes desarrollaban las distintas formas y
técnicas de su industrialización, las modalidades de ocupación del espacio en relación a la recolección de la
goma, las condiciones de navegabilidad del rió Amazonas, el establecimiento de mercados y los
financiamientos. En una palabra, el idioma del trabajo gomero fue el portugués: palabra como “siringuero”,
“estrada”, “tichela”, “machadiño”, etc. Fueron parte del lenguaje de la selva, incluso para lo pobladores
bolivianos.

EL CONFLICTO DEL ACRE

Los principales acontecimientos del acre tuvieron lugar entre los años 1890 y 1903, esquemáticamente
podría decirse que se desarrollo en dos tipos de escenarios, articulados entre si de manera compleja. En
ambos tuvieron que desenvolverse los representantes del estado boliviano en condiciones difíciles y
desventajosas.

El primero puede ser descrito como el escenario geográfico: el ya reducido territorio geográfico del acre que
hemos mencionado, era el espacio comprendido entre el río Madre de Dios en el sur, y la mencionada línea
oblicua Cunha-Gomez al norte, sin entrar en la precisiones y modificaciones que esta sufrió en el transcurso
de los años.

Sobre este escenario se dio la pugna por la ocupación de espacios entre colonizadores y empresarios
bolivianos y brasileños, y allí se dieron las batallas que libro el ejército boliviano apoyando por contingencia de
civiles organizados militarmente, como es el caso de la “columna porvenir”, para sofocar las llamadas
“revoluciones autonomistas acreanas”.

Los conflictos del Acre no eran los únicos que enfrentábamos en los primeros años del siglo. En 1900 se
produjo la llamada guerra federal que determino el traslado de la sede de gobierno a La Paz y el inicio del
gobierno liberal. La economía del estaño terminaba sobreponiéndose a la de la plata en un país volcado
totalmente sobre sus territorios andinos. La crisis interna dentro del naciente gobierno liberal era evidente.
Internacionalmente, Chile presionaba también a Bolivia en consolidar sus conquistas en el pacífico, y el Perú
participaba de las pugnas de las posesiones del territorio amazónico en las nacientes del Púrus, los conflictos
por el territorio del Acre aparecían así urgentes, pero remotos y desconocidos.

Tenemos dicho hasta el año 1899 se havia producido un importante avance de colonizadores brasileños que
avían ocupado el área de los ríos Purús y el Acre al sur de la línea de fronteras.

Desde Bolivia, los pioneros habían conseguido establecerse en el Abuná y comenzaban a ocupar el Acre. El
estado boliviano no tenía presencia alguna en las regiones y no podía por tanto ejercer control alguno sobre
uno y otros.

Con el propósito de remediar es parte esta situación, en enero de 1899 se creó la aduana de puerto Alonzo.
Era un acto legítimo de soberanía, con propósitos eminentemente administrativos. Se trataba de recaudar los
derechos de aduanas que al país le correspondía por la explotación de goma que explotaban bolivianos y
extranjeros dentro de su territorio. El poco tiempo que pudo funcionar como tal, produjo ingresos interesantes
para el fisco. Pero luego puerto Alonso se convirtió en el centro político y militar de los conflictos. Los gomeros
y barraqueros brasileños, alentados desde manaos donde se ejercía control del flujo comercial de la goma en
las amazonas, sintiéndose afectados en su interés, resistieron el impuesto para posteriormente declarar el
“estado independiente del Acre, Purús y Yacú”, liderizados por el colonizador español Luis Gálvez. Se inicio de
esta manera la primera llamada revolución del Acre, de carácter supuestamente local y autonomista. Los
acreanos se organizaron política y militarmente, ocuparon Puerto Alonso destituyendo violentamente a las
autoridades bolivianas.

Para conjurar esta revuelta, se nombró delegado nacional en el Acre y el alto Perú a Andrés S. Muños, que
salió de La Paz por la ruta del rió Beni. Poco después, tropas al mando del vicepresidente de la república, Lucio
Pérez Velasco salieron desde Cochabamba por la ruta del chapare y el ministro de defensa Dr. Ismael Montes
encabezo otro contingente por la difícil ruta de Larecaja, eran rivales políticos que competían por prestigio,
pero llegados al acre lograron aunar fuerzas y restablecer provisoriamente el orden.

Desde La Paz hasta el Acre las tropas tardaban desde tres hasta cuatro meses de penoso viaje, la mayor parte
a pie a través de los bosques. Sus avíos y pertrechos eran insuficientes dadas las limitaciones económicas del
estado. El clima era hostil a los soldados andinos y se lamentaron bajas por enfermedades y agobio, era una
lucha en un escenario extraño. Así y todo, pudieron enfrentar varis luchas con éxito, recuperando Puerto
Alonso y sofocando inicialmente esta primera revolución acreana antes de regresar a La Paz después de un
año de campaña.
Mientras en el acre las tropas bolivianas intentaban recuperar el orden el gobierno boliviano iniciaba urgentes
gestiones diplomáticas ante el Brasil. El embajador boliviano en Rió de Janeiro solicito en principio ayuda del
gobierno brasileño para sofocar ayuda para sofocar la revolución acreana. Pero la república federativa havia
heredado los impulsos expansioncitas del imperio. Y esta revuelta alentaba ya al Brasil a incorporar el acre a
su territorio. Bolivia recibió como respuesta una severa nota de la cancillería brasileña en la que, entre otras
cosas, se le recordaba que “al soberano le toca defender su soberanía, es su derecho y su deber”.

La cancillería brasileña con creciente agresividad diplomática adujo nuevas interpretaciones al tratado y se
establecieron nuevas imposiciones para el naciente del Yaviri y el curso de esta línea.

El resultado de varias marchas y contra marchas devino en que el Brasil declaraba el territorio acreano, al sur
de la dicha línea, en territorio “en litigio” desconociendo la soberanía e Bolivia sobre el mismo.

Ante la presión brasileña y sintiéndose sin capacidad de ocupar y controlar aquel conflicto y lejano territorio
nacional, el gobierno boliviano comenzó a madurar la idea de arrendar el acre a algún consorcio internacional
que pudiese hacerse cargo en su nombre de su administración. Era una idea típicamente liberal, gestado por
y encomendada por empresarios mineros. Félix Avelio Aramayo, entonces embajador de Londres, Asumió esta
iniciativa por encargo del gobierno y luego de prolongadas y controvertidas gestiones logro un acuerdo con el
consorcio Anglo Americano que termino de construir el “the bolivian sindicate” el cual debía administrar y
recaudar las rentas públicas en el acre por un periodo de 30 años a cambio de recibir el 40% de las rentas
recaudadas.

El historiador boliviano Valentín Abecia califica este contrato de administración como “un negocio desgraciado
en todos los aspectos”. Desde el inicio se advirtieron dudas en torno a la composición, capacidad y legitimidad
del consorcio extranjero. El contrato, como tal también fue observado, así como la ausencia de un
representante del sindicato en el país.

Las dificultades principalmente vinieron, sin embargo, desde el propio Brasil. La chancillería de ese país y la
del Perú reaccionaron airadamente pidiendo explicaciones formales sobre la presencia del “bolivian sindicate”
en el acre. El nuevo canciller brasileño. Barón de Rió Blanco, inicio una vigorosa campaña denunciando este
acuerdo señalando que el mismo permitía la presencia de intereses internacionales extraños en la amazona y
exigía su inmediata derogación. Al mismo tiempo reiteraba sus intereses en el territorio “en litigio” del Acre,
proponiendo al gobierno boliviano diversas proposiciones de canje territorial o la adquisición del mismo.

La posición del gobierno liberal fue debilitándose rápidamente. Propuso sin éxito un arbitraje internacional
sobre las posesiones del Acre, al tiempo que intentaba explicar los alcances del acuerdo con el sindicato
dudando ya de la pertinencia del mismo.

En el marco de esta delicada situación, las autoridades bolivianas de Puerto Acre el antiguo Puerto Alonso
incrementaron los impuestos de aduana. Esta circunstancia determino un nuevo alzamiento de los
colonizadores brasileros: fue el comienzo de la llamada segunda revolución del acre. Placio de Castro liderizó
este nuevo y contundente movimiento, atacando esta vez la posible presencia del sindicato extranjero en la
región. Tomo nuevamente Puerto Acre ocupando también otras posiciones bolivianas. La barraca bahia del
empresario boliviano Nicolás Suárez fue también acopada, resolviendo este, asumir la defensa de sus
propiedades organizando la famosa “columna porvenir” en la que tuvo destacada actuación el después
coronel y general del ejército Federico Román.
La contienda dentro de los territorios bolivianos del Acre alcanzo contornos de gravedad. El presidente de la
republica General José Manuel Pando, conocedor de aquellas regiones y de su valor, decidió ponerse el mismo
al frente de sus tropas bolivianas y marchar hacia el Acre. Los contingentes de 700 soldados tomaron otra vez
la penosa ruta de Larecaja y el rió Beni logrando llegar a Riberalta y tomar posiciones iniciales del combate en
abril de 1903.

La marcha del presidente Pando al Acre produjo la inmediata reacción del gobierno del Brasil que denuncio el
hecho como una provocación. Inmediatamente dispuso él envió de contingentes militares del ejército hacia la
frontera del Matto Grosso y al Acre, situándose estas cerca de las milicias revolucionarias de Placio de Castro.

El gobierno boliviano intento dar marcha atrás de su relación con la boliviana sindicate, solicitando la anulación
del contrato, la gestión no tuvo éxito. El consorcio alego que ya había iniciado inversiones. Poco después los
administradores extranjeros iniciaban conversaciones con el gobierno del Brasil que termino comprando sus
derechos. Unas experiencias de interés bolivianos habían terminado en un contundente fracaso.

El presidente Pando en el Acre debían enfrentar a las milicias revolucionarias de Castro, pero, además, a las
tropas muchas más numerosas y mejor disciplinadas del ejército brasilero, al mando del general Silveira. Su
posición era extremadamente desventajosa y el gobierno brasileño lo savia mientras pando marchaba al Acre.
El gobierno boliviano en La Paz decidía entre un a derrota militar o diplomática “mucho más deshonrosa que
una guerra desigual contra el Brasil”. Se decidió por evitar la guerra. E febrero de 1903 firmo un Modus Vivendi
que establecía la desmovilización de las tropas bolivianas y la suscripción de un nuevo tratado. Pando como
es Sabio. Recibió la noticia ya en el Acre y su primera acción es regresa a La Paz.

En noviembre de 1903 se firmó el tratado de Petrópolis. Bolivia cedía casi 200000 kilómetros cuadrados en el
Acre al Brasil a cambio de compensaciones económicas y el tratado actual de fronteras. En enero de 1904 el
legislativo ratifico este tratado en medio de un débil, aunque reprimida censura popular y casi, se diría, con
alivio.

Los Conflictos en el remoto acre habían llegado a su fin


LA GUERRA DEL CHACO
La guerra del Chaco estuvo comprendida entre el 9 de septiembre de 1932 hasta el 21
de julio de 1935. Fue un enfrentamiento entre Bolivia y Paraguay por la intervención de
la región del Chaco Boreal.
Entre las principales causas territoriales de dicha guerra fue la pelea por la salida al
mar, problemas de límites y problemas de territorios con gr an cantidad de petróleo.
La Guerra del Chaco es considerada como la ofensiva más importante en Sudamérica
en el transcurso del siglo XX. Tuvo una duración de 3 años en donde ocurrieron una
serie de sucesos, entre ellos: Muertes, desaparecidos, enfermedades , falta de
alimentos, entre otros.
El resultado de esta guerra fue una fijación de límites que favoreció a Paraguay junto
con la firma de un tratado de paz por ambos países.

ANTECEDENTES DEL CONFLICTO


Esta región ya había sido objeto de disputas en la Guerra de la Triple Alianza (1865- 1870) tras la
cual el gran vencedor fue Brasil. Paraguay perdió 160 mil km² de territorio, y Argentina reclamó
derechos sobre el Chaco Boreal, que un laudo arbitral, por parte de Estados Unidos, le negó,
otorgando la posesión a Paraguay.
Entre 1852 y 1920, se iniciaron reclamos diplomáticos por el control de la zona, por parte de Bolivia
y Paraguay, estableciéndose fortines en el lugar, por parte de ambos estados. Bolivia, a partir de
1905, para controlar la poca agua potable de la zona, y Paraguay había comenzado con esta
práctica para impedir el avance portugués. Grupos de religiosos tradicionalistas menonitas,
procedentes de Canadá, se asentaron en esos lugares.

En 1928, el fortín “Vanguardia” de los bolivianos, fue tomado por los paraguayos, quienes dieron
muerte a seis guardias, e incendiaron el fortín, Esto trajo como consecuencia que los bolivianos
respondieran ocupando el fortín paraguayo llamado “Boquerón”. El problema fue resuelto por la
Sociedad de las Naciones que obligó a Bolivia a desalojar el fortín paraguayo, y a éstos, a
reconstruir el fortín “Vanguardia”, calificando a Paraguay como “país agresor”.

El Río Paraguay le adjudicaba al sector su importancia relevante, por permitir su comunicación con
el océano Atlántico. Bolivia había perdido en su contienda con Chile (Guerra del Pacífico,
desarrollada entre 1879 y 1883) su salida al Océano Pacífico.
Entre 1899 y 1903, Bolivia y Brasil protagonizaron la Guerra del Acre, que terminó con la firma del
Tratado de Petrópolis. Tras perder el territorio del Acre, Bolivia recibió entre otras compensaciones,
el Chaco Boreal por parte de Brasil, que no era dueño de la zona.

La idea de que allí pudieran existir pozos petroleros estimuló ambiciones de países externos al
conflicto. Así, Estados Unidos apoyó económica y militarmente a Paraguay, y Gran Bretaña, a
Bolivia.

CAUSAS DE LA GUERRA DEL CHACO


Entre los hechos que originaron la guerra de l Chaco fueron los siguientes:
La vaga delimitación heredada de la época colonial que llevó a tener que fijar cada uno
sus propios límites lo cual produjo varios conflictos entre las partes.
Debido a la Guerra del Pacífico, Bolivia perdió la salida al mar, lo que impulsó a buscar
nuevas alternativas a través de la zona del Chaco Boreal, la cual necesitaba para salir
al Océano Atlántico a través del río Paraguay.
Otra causa fue el conflicto petrolero que hubo entre Royal Dutch Shell y Gulf Oil
Company en la zona del Chaco Boreal, estas empresas contendieron acerca de la
explotación del petróleo y de quienes fueron los causantes en el conf licto.
CONSECUENCIAS DE LA GUERRA DEL CHACO
Entre las consecuencias que resultaron de esta gran guerra se destacan las siguientes:
En el año 1936, durante la Conferencia de Buenos Aires, Paraguay consiguió el
reconocimiento de casi todo el territorio en disputa a su favor.
Luego en el año 1938, Paraguay obtiene 234000 km² del Chaco Boreal, mientras que
por su parte los bolivianos conseguían el paso al río Paraguay y al poblado de Puerto
Casado, el cual pertenece a Paraguay.
Si bien nunca se encontraron los supuestos pozos petrolíferos, estos territorios
quedaron del lado de Bolivia, quien años más tarde encontraría grandes reservas de
gas natural.
En Paraguay se reportaron aproximadamente unos 25000 caídos y alrededor de 2.000
desaparecidos, además de los 2.500 prisioneros de guerra en Bolivia.
En Bolivia se reportaron 50000 muertos, 10.000 desaparecidos y alrededor de 25.000
prisioneros de guerra en Paraguay.
A la vez que la malaria y la falta de agua causaron muchas muertes en ambos países.
FIN DE LA GUERRA DEL CHACO
El fin de la guerra del Chaco llega a su fin en el año 1935, debido al descontento por
parte de ambas poblaciones y la constante presión para el cese de la guerra,
principalmente del pueblo boliviano.
Para el 12 de junio de 1935, en Buenos Aires, Argentina, se firmó el protocolo de
paz entre ambas naciones (Bolivia y Paraguay) en donde se dejaba asentado
formalmente el cese de la guerra.
Finalmente, luego de largas negociaciones se firma el Tratado de Paz en 1938, el cual
buscaba fijar definitivamente los límites entre ambas naciones. No fue hasta el 27 de
abril de 2009 cuando finalmente se firma el acuerdo definitivo que deja en claro el
establecimiento de los límites.
¿QUIÉN GANÓ LA GUERRA DEL CHACO?
Tras 3 años de dura batalla, el resultado es la victoria por parte de Paraguay, en donde
se fijó el tratado de paz y se establecen los límites territoriales por los cuales tanto
habían luchado.
El territorio en disputa quedó dividido de la siguiente manera: Una cuarta porción a
cargo de Bolivia y 3 tres cuartas porciones a cargo de Paraguay y una franja a orillas
del alto río Paraguay se le asignó a Bolivia.
GUERRILA DE ÑNACHUAZU
La Guerrilla de Ñancahuazú se refiere al grupo guerrillero comandado por Ernesto Che
Guevara en Bolivia entre 1966 y 1967, que finalizó con su muerte y la de la mayor parte de sus integrantes. El
grupo estableció su campamento base en una finca atravesada por el río Ñancahuazú, tributario estacional
del río Grande, a 250 kilómetros al suroeste de la ciudad de Santa Cruz de la Sierra.
PREPARACION
Luego de la retirada del Congo, Che Guevara se ocultó varias semanas en la embajada cubana
en Tanzania donde aprovechó para escribir su memoria de la fracasada experiencia que luego se publicaría en
1999 como Pasajes de la guerra revolucionaria: Congo.
Con posterioridad se trasladó a Praga donde permaneció por cinco meses en una casa de seguridad del
servicio secreto cubano. Se trata de uno de los períodos menos conocidos de su vida en los que analizó sus
próximos pasos que lo llevarían a iniciar la acción guerrillera en Bolivia.
Algunos de sus biógrafos consideran que es altamente probable que haya estudiado y escrito mucho, pero
hasta 2006 no había certeza de que existan los supuestos cuadernos de Praga.1 Sin embargo de este período
datan las anotaciones y comentarios al manual oficial soviético sobre Economía Política, con gran variedad de
críticas y reformulaciones del llamado "socialismo científico". Estos textos fueron considerados una herejíay
aún permanecen en su mayor parte inéditos.
Luego de analizar varias opciones, el Che Guevara con apoyo de Fidel Castro decidió establecer
un "foco" guerrillero en Bolivia, un país que estando en el corazón de Sudamérica y limitando
con Argentina, Chile, Perú, Brasil y Paraguay, permitía extender con facilidad la guerra de guerrillas a todo el
subcontinente, sobre todo a su país natal.
El 21 de julio de 1966 Guevara volvió secretamente a Cuba. Allí se reunió con Fidel Castro, su esposa Aleida
March, Orlando Borrego y el grupo de guerrilleros que lo acompañaría a Bolivia. El 2 de noviembre, sin revelar
su identidad, vio por última vez a sus hijos, con excepción de Hilda, la mayor, debido a que podría reconocerlo.
LA SITUACION EN BOLIVIA
En 1966 Bolivia estaba gobernada por una dictadura dirigida por el general René Barrientos, que había
derrocado al presidente Víctor Paz Estenssoro y puesto fin a la revolución nacionalista-popular iniciada
en 1952. La población era mayoritariamente campesina e indígena. La poderosa Central Obrera
Boliviana (COB), con base en los obreros mineros, llevó adelante una férrea oposición al régimen que
en 1965 expulsó del país a su secretario general, Juan Lechín Oquendo, hecho que a su vez generó disturbios
generalizados en todo el país y al establecimiento del estado de sitio.
La posibilidad de una acción guerrillera en Bolivia, con el objetivo de ampliarla a Argentina, venía siendo
preparada directamente por el Che Guevara desde varios años antes. La fracasada experiencia del Ejército
Guerrillero del Pueblo en Salta, dirigida por Jorge Masetti, en la frontera con Bolivia, en 1963/1964, es un
antecedente muy importante. Ya en 1964 Guevara había mandado a la argentina-alemana Tamara
Bunke (Tania)como agente encargada de infiltrar al gobierno militar en La Paz, mientras que Ciro Bustos debía
organizar una red de apoyo en Argentina, sobre la base de distintos grupos disidentes del Partido Comunista.
A mediados del año 1966, el Che envió a Bolivia a dos de sus hombres de confianza, Harry Villegas (Pombo)
y Carlos Coello (Tuma), donde ya se encontraba José María Martínez Tamayo (Papi o Ricardo), organizando los
contactos y analizando la situación.
El Partido Comunista Boliviano, dirigido por Mario Monje, mantenía una posición ambigua frente a la lucha
armada. Por un lado, el propio Monje y otros militantes del partido habían recibido entrenamiento militar en
Cuba. Por otro lado, Monje y otros dirigentes habían expresado en algunas circunstancias su oposición a una
acción guerrillera en Bolivia. La posición de Mario Monje y del PC boliviano ha sido muy cuestionada frente a
la acción del Che Guevara y sus hombres en Bolivia.

EL ESTABLECIMIENTO DEL ELN EN BOLIVIA

"La ruta del Che". La línea punteda señala el camino


del grupo guerrillero dirigido por Guevara hasta el
lugar en que fue fusilado. Hoy es un circuito de
memoria y turístico.
El 3 de noviembre de 1966 el Che Guevara llegó a
Bolivia bajo la identidad falsa de un economista
uruguayo llamado Adolfo Mena González. El 7 de
noviembre, día en que comienza su Diario de
Bolivia, se instaló con veinticuatro hombres, nueve de ellos bolivianos, en una gran finca adquirida por Roberto
Peredo Leigue (Coco), en la zona sudeste del país, justo en el límite del departamento de Santa Cruz con el
de Chuquisaca, donde las últimas estribaciones de la Cordillera de los Andes se unen con la región del Gran
Chaco.
El lugar no era bueno. Estaba ubicado en una zona casi deshabitada, demasiado lejos de la frontera con
Argentina y fue comprado prácticamente sin ningún análisis estratégico y sin clara conciencia de su ubicación.2
La base guerrillera fue ubicada en una propiedad de 1.500 hectáreas de selva en un área montañosa
atravesada por el río Ñancahuazú, tributario estacional del río Grande, en un área indígena correspondiente a
la cultura guaraní.
EJÉRCITO DE LIBERACIÓN NACIONAL DE BOLIVIA (ELN)
El grupo guerrillero tomó el nombre de ELN y contó con secciones de apoyo en Argentina, Chile y Perú.
El 31 de diciembre de 1966 llegó al campamento guerrillero de Ñancahuazú Mario Monje, el secretario
general del Partido Comunista Boliviano. La entrevista de Monje y Guevara tuvo un resultado negativo, ya que
Monje reclamó para si la conducción del ELN, ante la terminante oposición del Che Guevara. Monje autorizó
a sólo cuatro integrantes del Partido Comunista a permanecer en el grupo guerrillero: Jorge Vázquez
Viaña (Loro), Rodolfo Saldaña, Julio Luis Méndez Korne(Ñato) y Roberto Peredo Leigue (Coco). Monje se retiró
del campamento y nunca más volvió a mantener contacto con los guerrilleros. Inti Peredo, el hermano de
Coco, se convertiría en el líder de los guerrilleros bolivianos dentro del ELN. Poco después Moisés Guevara,
líder de un grupo maoísta disidente del Partido Comunista Boliviano, se sumó también al ELN con varios
hombres. Por ese entonces la guerrilla se consideraba integrada por 50 a 200 miembros.3
El 1 de febrero de 1967 el Che Guevara partió con la mayor parte del grupo con el fin de reconocer el terreno
circundante y realizar entrenamientos. Acosados por infinidad de dificultades, recién volvieron al campamento
el 20 de marzo, en momentos en que el gobierno boliviano ya sabía de la presencia de la guerrilla guevarista
y comenzaba a organizar una amplia operación represiva.
Poco antes, el 11 de marzo, dos hombres del grupo de Moisés Guevara, Vicente Rocabado y Pastor Barrera,
habían desertado y fueron detenidos tres días después por la policía. Rocabado confesó que se trataba de un
grupo guerrillero dirigido por el Che Guevara. Ese mismo día el gobierno boliviano solicitó la cooperación
de Estados Unidos y organizó un sistema de inteligencia coordinado con Argentina, Brasil, Chile, Perú y
Paraguay.
Simultáneamente Tamara Bunke (Tania), el francés Régis Debray, el argentino Ciro Bustos (Pelado-Carlos) y el
peruano Juan Pablo Chang (Chino) habían llegado al campamento. Estos últimos volvieron a partir unos días
después para organizar grupos de apoyo, pero Tania, que había sido descubierta, permaneció como
combatiente. La llegada de Tania, brillante oficial de Inteligencia, entrenada en los más avanzados métodos
de la época y encargada encubierta de la logística de la guerrilla desde La Paz, no tiene explicación aparente,
y el Che estalla cuando la ve, relato que vuelca en su diario. Recientemente, testimonios inéditos de Arnaldo
Piñeira y el amigo entrañable de Guevara, Alberto Granado abre otra hipótesis, tal vez más creíble que un
"capricho" de Tamara Bunke.4

LOS ENFRENTAMIENTOS ARMADOS


El 23 de marzo del 1967 el ELN emboscó una unidad militar, mató siete soldados, tomó veintiún prisioneros y
obtuvieron una copia del plan del ejército para combatirlos. Al día siguiente un avión bombardeó los
alrededores del campamento y el 27 de marzo el combate ganó la primera plana internacional.
Las tropas guerrilleras comenzaron entonces a circular por la zona con el fin de escapar del cerco que estaba
formando el ejército boliviano. El 17 de abril Guevara dividió sus fuerzas, poniendo a Juan Vitalio Acuña
Nuñez (Joaquín) al mando de la segunda columna, en la que permanecieron los enfermos, entre ellos Tania.
Ambas columnas se perderían y no volverían a encontrarse.
El ELN comenzó a sufrir bajas en combates aislados. El 10 de abril murió el cubano Jesús Suárez Gayol (Rubio).
Pocos días después, desapareció Jorge Vázquez (Loro). En realidad había sido herido y luego fue secuestrado
por el ejército desde hospital y arrojado vivo desde un helicóptero; ya en este asesinato quedó en evidencia
que para reprimir a la guerrilla, el ejército boliviano estaba plenamente dispuesto a utilizar métodos de guerra
sucia. Más adelante murió Eliseo Reyes (Rolando) que acompañaba al Che desde la campaña de Sierra
Maestra.
El 20 de abril la guerrilla sufrió a su vez un duro golpe al ser capturados a Régis Debray y Ciro Bustos cuando
intentaban dejar la zona.Ciro Bustos dibujó a todos los integrantes del ELN y brindando información sobre la
guerrilla. Fue entoncés cuando Regis Debray confirmó definitivamente la presencia del Che Guevara. 5 Los
actos de Debray y Bustos bajo tortura han sido muy discutidos, señalándolos a Bustos como delator.

MUERTE DE ERNESTO CHE GUEVARA[EDITAR]


Al entrar en la Quebrada del Yuro o Churo, el Che Guevara ordenó dividir el grupo en dos, enviando a los
enfermos delante y quedándose con el resto a enfrentar las tropas del gobierno
En el combate, Guevara fue herido de bala en su pierna izquierda y hecho prisionero junto con Willy por el
sargento Bernardino Huanca, cuando al intentar romper el cerco fueron a caer junto a las posiciones ocupadas
por un mortero del ejército y su dotación, poco después del mediodía del 8 de octubre. Instantes después
llegó el capitán de los rangers bolivianos Gary Prado Salmón, quien lo identificó, le ató las manos a la espalda
y mandó un radiograma a Vallegrande, que recibió el teniente coronel Andrés Selich, subjefe del
Regimiento Pando de ingenieros militares con sede en Vallegrande, Selich se dirigió inmediatamente a la zona
de combate y ordenó el traslado de los prisioneros a La Higuera, donde fueron recluidos en las dos aulas de la
escuela, un precario rancho de adobe con piso de tierra. Los militares bolivianos encontraron en poder del
Che varios documentos entre los que estaban dos cuadernos de su Diario. Ese día Selich mantiene varias
conversaciones, no muy extensas, con Guevara, mientras éste se encontraba atado de pies y manos y
sangrando de la herida sin atender, tirado en el suelo, donde también fueron colocados los cadáveres de los
guerrilleros abatidos.
En la madrugada del 9 de octubre, llegaron en helicóptero a La Higuera el coronel Joaquín Zenteno Anaya y el
agente de la CIA Félix Rodríguez, con uniforme militar boliviano y bajo el nombre de "Capitán Ramos". Este
último envió un mensaje cifrado a sus superiores, mantuvo también breves conversaciones con el Che y
fotografió cada página del Diario. A las 12:30 se recibió en La Higuera la orden de asesinar al Che Guevara,
pero no resulta claro quién recibió la orden, ya que tanto el coronel Zenteno como el agente Félix Rodríguez
sostienen haber sido ellos. La orden provino del mismo presidente Barrientos y existen dudas sobre el grado
de apoyo que la decisión tuvo por parte de Estados Unidos.
Luego de haber recibido la orden, Félix Rodríguez volvió a conversar con el Che Guevara y le sacó varias
fotografías, las últimas en las que aparece con vida. A eso de las 13:10 fue fusilado por el sargento Mario
Terán mediante ráfagas de ametralladora debajo de la cabeza para simular su muerte en combate, luego de
que corrieran la misma suerte Simeón Cuba Sanabria (Willy) y Juan Pablo Chang Navarro (el Chino).
RESTOS DE LOS GUERRILLEROS
La tarde del 9 de octubre el cuerpo del Che Guevara fue llevado en helicóptero a Vallegrande y fue colocado
en el lavadero del hospital Nuestro Señor de Malta, donde permaneció en exhibición pública durante ese día
y todo el día siguiente, inyectándosele gran cantidad de formaldehído para evitar la descomposición.
Cientos de personas (soldados, pobladores, curiosos, periodistas) concurrieron a ver el cuerpo. Hay gran
cantidad de fotos de esos momentos, en las que el Che aparece con los ojos abiertos. Las monjas del hospital
y las mujeres de la villa señalaron su parecido con Jesucristo y cortaron mechones de su pelo para preservarlos
como talismanes.10 Los soldados y funcionarios se quedaron con cosas que llevaba el Che al morir. Debido a
que ya estaba decidido que se haría desaparecer el cuerpo del Che Guevara, como el del resto de los
guerrilleros, la noche del 10 de octubre se le cortaron las manos al cadáver para conservarlas como prueba de
la muerte.

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