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JORGE CAMPOS
PROFESOR DE UNIVERSIDAD
EDICIONES PEGASO
HISTORIA DE GRECIA
ULRICH WILCKEN
"Carecía el público español de un libro de conjunto sobre Grecia. La obra : Ulrich
Wilcken, Historia de Grecia, viene a llenar este vacío. La traducción del profesor
FERNÁNDEZ RAMÍREZ ha sido hecha sobre la edición alemana de 1939. Se trata pues,
de un trabajo que, en lo fundamental, puede considerarse puesto al día. El profesor Wilcken
ha podido elaborar, con exquisita ponderación, un hermoso libro conjunto sobre la Historia
de Grecia, después de largos años de labor monográr esparcida en libros y revistas."
(Profesor S. MONTERO DÍAZ, Catedrático de la U versidad Central.)
Un vol. con grabados, 30 pías
LA CRISIS DE LA CONCIENCIA EUROi . A
PAUL HAZARD
Profesor del Colegio de Francia.
"Escrito con verdadera gracia literaria, es profundo, inteligentísimo y fundam,. tal para
conocer una de las épocas más intrigantes y sugestivas de la historia •é nuestra cultura." (J.
A. MARAVAIX, en Arriba. Madrid.) Uji^pl., 255 pías; 4
LOS ORÍGENES DE EUROPA ^B81 ' ¡ * *;
CHRISTOPHER DAWSON
"Realmente admirable." (ALDOUS HUXLEY.)
"Obra sorprendente y original." (The Times, Londres.) . Y)¡
"De valor capital para la cultura del europeo de nuestros días." (J. A. MARAVAÍS en el
diario Arriba. Madrid.) Un vol., 25 ptas,
HISTORIA DEL LIBERALISMO EUROPEO,. i!
I?
GUIDO DE RUGGIERO |\
Catedrático y Ministro italiano. [ , ¡-
"Obra de singular valor." (Unidad. San Sebastián.)
"Con mucho orden constructivo, el autor nos va mostrando las experiencias liberalismo en
los distintos países europeos." (Revista de Estudios Políticos. í> drid.)
Un vol. en 4.0, 50 ptas
HISTORIA SOCIAL E INDUSTRIAL DE INGLAIERR
F. W. TICKNER
"Es ésta una de las pocas obras en las que el título no defrauda ruestias an= de
entretenimiento y distracción al profundizar en sus páginas." (Bibliografía h pánica.
Madrid.)
"Les felicitamos por la magnífica presentación del volumen y su reproduce excelente."
(EDWARD ARNOLD, editor del original inglés.)
"Tickner presenta con magistral acierto el desarrollo de la historia de este p blo." (Unidad.
San Sebastián.) Un vol., 65 ptas
DE CÓRCEGA A SANTA ELENA
NAPOLEÓN
"Estos escritos y discursos deberían conocerse antes de saber la histona de poleón "
(Semanario Ha?. Madrid) Un vol., 16 ptas^fe
CENTRO nr '
JORGE CAMPOS
PROFESOR DE UNIVERSIDAD
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HISTORIA IMIVEESAL
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PEGASO
ES PROPIEDAD. QUEDA HECHO EL DEPÓSITO Y LA INSCRIPCIÓN QUE MARCA
LA LEY TODOS LOS DERECHOS De REPRODUCCIÓN PARCIAL O TOTAL DE
EST4. OBRA, Y DERECHOS DE TRADUCCIÓN, RESERVADOS A
EDICIONES PEGASO,
MADRID, I946.
Hijos de E Minuesa S L--Ronda de Toledo 20 Telefono 74802--Madrid
NOTA PRELIMINAR
Una Historia de la Literatura Universal ha de constituir necesariamente, dadas las
dimensiones de nuestra obra, una mirada de conjunto a la evolución de la producción
literaria desde sus primeros tiempos a través de las distintas etapas de la cultura,
procurando captar el mayor número de detalles, sin que el detenimiento en ellos signifique
pérdida de la visión general. El panorama es vastísimo y comparable a los que ofrece la
Naturaleza, en que, conforme se va descendiendo en el examen de los elementos
integrantes, se descubren nuevas bellezas, desde la contemplación aérea de una selva, hasta
el hallazgo en el portaobjetos, de fantásticos e inesperados paisajes ocultos en una hoja que
forma humilde parte del espléndido conjunto primitivo.
Esta enorme amplitud es el primer obstáculo que se ofrece al autor. Como en esa fórmula
esquemática que se repite en cuentos tradicionales, y en la que hay que sortear tres
contrariedades, aparece este riesgo original. Desgraciadamente son escasísimos en
castellano los manuales o ensayos de conjunto de este género, pudiendo afirmarse que no
existe ninguno que cumpla el propósito de ofrecer un estudio general superior al exigido en
el Bachillerato; pero todos ellos se inician recordando o haciendo saber al lector la
magnitud de la empresa y la desproporción con sus medios.
El segundo peligro, franqueado el terror ante la enormidad del empeño, surge en pleno
trabajo: la clasificación de autores y obras, el estudio de monografías, la lectura y el
conocimiento de publicaciones tenidas por menores o de escasa importancia, y el hallazgo
en ellas de bellezas artísticas o valores característicos de su momento
A
cultural; lo que va haciendo surgir espesos grupos de nombres que se ramifican en sus
obras. De tal manera, el viejo temor de que los árboles impidan ver el bosque, se traduce en
que la sucesión oíe nombres, títulos y fechas conviertan el panorama en un tedioso
diccionario.
A continuación, la tarea de clasificar y dar un orden a la vasta producción de todos los
tiempos. Verdad es que la observación de los procesos culturales facilita
extraordinariamente la tarea, pero no es menos cierto que ni a los autores ni a las obras se
les puede trazar una rígida frontera. Géneros, formas, influencias, desbordan los límites
históricos y dan lugar a nuevas corrientes y estilos. Siempre ef pasado se mantiene vivo en
cada nuevo escritor, y gracias a ello puede trazarse un esquema en que no se olvide el
sentido de continuidad que tiene la historia literaria, y que en su estado menos artístico y
refinado se mantiene en las formas populares conservadas a través del tiempo, y que en
algunos momentos afloran y se enlazan a la más elevada producción literaria.
Sirvan estas consideraciones de plan de conjunto y disculpen /as ausencias que en tan vasto
paisaje pudieren señalarse. Contar con mucho más espacio habría sido igualmente
insuficiente y no habría alterado nuestro propósito de lograr una síntesis del desarrollo de la
literatura a lo largo de la Historia Universal, relacionada especialmente con nuestra cultura
occidental.
A pesar de los obstáculos señalados, mantenidos en pie hasta la última página, hemos
conseguido llegar al final, ayudados por varios factores. Y no ha sido el menos influyente el
de la confortable convicción de poder con nuestro esfuerzo ofrecer a los universitarios y al
público lector una obra esencial de conjunto que faltaba en sus
bibliotecas.
J. C.
vi
*
INTRODUCCIÓN
i) La literatura y la escritura. i
La más sencilla acepción de literatura va ligada al hecho de comunicar por escrito las ideas
e impresiones, logrando con ello realizar una Gbra artística. Sin embargo, no basta como
definición: por un lado resulta excesna, y por otro, demasiado limitada.
Todo lo que se escribe no es literatura en el sentido que hemos de entender por tal. El
medio expresivo que utiliza es también usado para muchas otras manifestaciones que se
apartan del objetivo artístico señalado. Y si en los primeros tiempos de los pueblos y las
historias litera-lias van unidas esas diversas manifestaciones por la comunidad de origen,
en. im í»YaÁa más OTaniaAo <i.e su &e.saxYoVVo Wega.xv a. se-pa.ta.rae totalmente.
Esta es la razón de que en ningún tratado falten los filósofos griegos al lado de los poetas,
no sólo por lo que representan en la historia del pensamiento, sino por su propia situación
en relación con el lenguaje y la escritura. Lutero tiene importancia en cuanto a su papel en
la formación del alemán literario; los historiadores grecolatinos merecen figurar al lado de
los cultivadores de formas más imaginativas, etc.
Pero a medida que se avanza en los tiempos hay que prestar menos atención a todas estas
formas, que vienen a ocupar un espacio reclamado con verdadera fuerza por las puramente
literarias. Sólo la poesía lírica y la novela, como manifestaciones esenciales de la intimidad
creadora y h expresión narrativa, alcanzan tal magnitud en su expansión y variedad que
empujan a los ángulos a elaboraciones del pensamiento menos literarias.
Y aun dentro de lo esencialmente literario, como es la novelísima. queda lo que algunos
autores han llamado subliteratura por su inftnor calidad, aunque es lectura de grandes
núcleos, y en donde habrían de situarse gran parte de las novelas de China, muchísimas
bizantinas \ de
vn
Salvando estos dos obstáculos que se oponen a una definición cerrada, hay que considerar
literario cuanto se encuentra expresado por escrito con fines artísticos. La escritura, si no
indispensable, es su vehículo esencial.
llkii
1H HnHRHI
2) La literatura v el lenguaje.
Si la literatura en una idea general aparece unida a la escritura, mucho más cerca está del
lenguaje que comprende tanto la escrita como la oral. Literatura y lenguaje son términos
inseparables. Henri Berr caracteriza la humanidad diciendo: "Es mano y lenguaje. Técnica
material, la mano. \ lazo espiritual, lenguaje." Dejando aparte lo que corresponde al
lenguaje en la consideración de los distintos momentos de la literatura en cuanto a su
calidad artística, se nos aparece este repaso a su historia indispensablemente Lgada a la
geografía de las lenguas. La difusión de una obra, para que alcance influencia, cree
escuelas, dé lugar a movimientos imitatn os o que reaccionen en sentido contrario, necesita
esta comunidad de lenguaje. Sólo en una etapa de superior cultura y estrechas relaciones
-entre los países es posible, por medio de la traducción, el conocimiento de los grandes
autores separados por una frontera.
El aislamiento entre Occidente y Oriente, así como la distinta vida de sus culturas, ha
permitido la existencia de literaturas dispares que hasta tiempos posteriores no toman sus
contactos. En su tiempo, el hecho histórico literario, que es el clasicismo griego, no sale de
sí mismo hasta que Roma, al convertirse en su heredera, la amplía a su imperio y sienta los
cimientos para una posterior universalización. Quien ha de conferírsela no va a ser un
hecho literario, sino espiritual, el cristianismo, con su unificación lingüística, el latín, que
no conoce las fronteras establecidas por los pueblos que nacen a la vida medieval en lo que
fue mundo romano.
Tras esta constante pervivencia del latín en los monasterios sajones, francos, germánicos y
visigodos, se produce el momento que podría llamarse de babelización, empleando un
neologismo bastante gráfico. Cada nación empieza a hablar su propia lengua y busca la
inspiración literaria, no en la literatura monacal, que derivaba muchos temas narrativos de
la herencia clásica, sino de las literaturas que habían creado los pueblos en sus migraciones.
De la fusión de ambas nacen las nuevas literaturas que han de llenar la era medieval con su
rica producción, mientras el impulso islámico viene a aportar una directa relación con
Oriente, renovando al mismo tiempo el recuerdo de la cultura grecolatina, envuelta en los
restos del desaparecido edificio romano.
IX
3) Universalidad y nacionalidad.
Estas dos características que hemos advertido en la Edad Media siguen manifestándose, no
obstante, de la diversidad idiomática. El Mundo Moderno, a pesar de la universalidad de la
corriente renacentista, se inicia acentuando la personalidad de las naciones, tanto en lo
político como en lo cultural. A partir de entonces se puede hablar de lo que hay de
"espíritu" francés, alemán o de cualquier otro país, al referirse a una obra o autor
determinado. Las naciones parecen trazar una constante de sus afi= ciones preferidas y
marcar a lo largo del tiempo en diversos autores sus inclinaciones.
Así es fácil encontrar en tratados franceses el llamado "espíritu galo"' jalonado desde los
Fabliaux y Rabelais a mam testaciones contemporáneas tan dispares como Anatole France,
el vaudeville o el Colas Breugnon de Rolland.
Pero junto a esta diferenciación nacional está la universalidad que se manifiesta en las
grandes etapas culturales que cru?au la marcha evolutiva de los distintos países,
imprimiendo una similitud que sólo la personalidad de cada uno de ellos, al asimilársela
posteriormente, va a dotar de originalidad. El fenómeno renacentista hace que las formas
italianas lleguen a España, a Portugal, a Francia, a Inglaterra. Y esta comunidad de
sentimiento artístico viene a cortar el rígido reparto en naciones que quitaría a un estudio
planeado de tal modo la visión de conjunto, coma si se estudiasen las partes de un
organismo separadas de su sistema vital.
No solamente el Renacimiento, que tiene un claro foco de dispersión en Italia, sino las
tendencias barrocas apareciendo casi simultáneamente en diversos países, vienen a probar
el parentesco en el desarrollo de las diversas literaturas. Posteriormente, la ampliación al
resto de Europa bajo la influencia de los países de un más elevado estado literario,
especialmente Francia, que en el último siglo era considerada por muchos el centro literario
de Europa, hace que muchos países se incorporen a su etapa literaria y pasen rápidamente
por unas formas evidentemente renacentistas para llegar al naturalismo, recorriendo
rápidamente los escalones parnasianos y simbolistas, sin que dejen de coexistir muchas de
estas tendencias. Los países del Centro y Este de Europa son una exacta demostración de
este surgir literario, apresurándose a colocarse en la primera fila de las tendencias
imperantes. A veces, la asimilación puede dar lugar | a colocar al país y los autores en focos
de influencia por el talento lites-/-rario de sus cultivadores.
La prueba está en el caso de Rusia, que apenas nacida a una litera-
tura con personalidad da las figuras de Turguenev, Tolstoy y Dostoievski, que pasan a ser
indispensables a los novelistas franceses, pasando de éstos, cuando no directamente, a
influir en casi todos los países. El teatro noruego de Ibsen y Bjornson constituye otro caso
semejante. i-
La entrada del Nuevo Continente en la literatura viene a ofrecer una clara repetición de lo
que ya en Europa puede observarse, a pesar de la enorme influencia del mundo cultural
colonizador. Los primeros tiempos son de evidente imitación, y hasta días muy cercanos a
nosotros no se empieza a producir una literatura típica y diferenciada. De igual manera
vemos a la poesía aventajar en madurez a la novela, que se logra más tardíamente, como ya
había sucedido en las restantes literaturas: Whit-man precede a la novelística fundamental
americana, y en los países de habla hispana todavía no puede ofrecerse una figura en la
novela con la trascendencia de Rubén Darío en la lírica.
4) La madurez creadora y la personalidad literaria.
Acabamos de tocar dos cuestiones de trascendental importancia: el de la madurez y el de la
originalidad, que van inseparablemente unidos. Sólo cuando un país alcanza una madurez
cultural la cristaliza en una obra. No es casual que hasta muy próximo el siglo XVII no se
escri ja el Quijote, v que en la poesía, que suele aparecer en los primeros moru-mentos
literarios, sabemos es consecuencia de una obra no llegada a nosotros en su
desenvolvimiento más que por restos.
Los países americanos, que se ofrecen a nosotros en su evolución como los actuales
primitivos, cayeron bajo las miradas de los antropólogos, ss observa claramente esta
falta_de_una literatura hasta no tener una atmosfera cultural propia, y a Hispanoamérica
siguen Estados Unidos y Brasil, queUarr3omuy~atrás Canadá, que comienza ahora su vida
literaria.
Conjuntamente se despierta en el autor su capacidad creadora. En los primeros tiempos, el
escritor tiene un irreal mundo literario, que no ha sido capaz de crearse por sí mismo, sino
que obedece, en gran parte, al fondo tradicional de sus lecturas. No se da cuenta que de los
elementos materiales e ideales que le rodean ha de extraer asuntos e imágenes, temas e
ideas. Dos manifestaciones demuestran palpablemente esta relación entre la creación
literaria y la madurez: las que se refieren a los temas y las que corresponden a las fórmulas
en que expresa su lirismo, o el mundo en que hace vivir sus personajes.
Los temas de la novela estadounidense de los primeros tiempos están
XI
calcados de la novelística inglesa, hasta que ya en el siglo XIX el escritor de segunda fila
Hugo Enrique Brackenridge escribe Caballería moderna, donde toma por asunto la vida en
el Oeste, que iba a ser tema de ilimitados títulos. Italia, España, Francia e Inglaterra imitan
los cuentos del Decamerón, de Bocaccio; antes de crear su propia novelística los novelistas
de los países americanos, y del Centro-Este de Europa caen en la imitación romántica o
naturalista sucesivamente, sin que la personalidad de los países y autores llegue a una obra
propia en la mayor parte de los casos.
Baldensperger, en su obra La littérature, nos recuerda el hecho señalado por los
historiadores americanos de que hicieron falta cerca de cincuenta años de vida nacional
para que la alondra y el ruiseñor desaparecieran como elementos poéticos, teniendo en
cuenta que ninguno de los dos existen en el país. Sin embargo, los escritores seguían
haciendo uso de las mismas fórmulas expresivas que habían encontrado en Shakespeare,
como podrían seguir encontrando en Wordsworth o Keats. En 1834, en la revista The Dial
aparecen por primera vez. según los eruditos estadounidenses, el tordo y un pajarillo
llamado en castellano alionín para sustituir a las importadas aves poéticas.
En las letras de Hispanoamérica también tenemos patente esta sujeción a lo preestablecido,
y tiene que pasar mucho tiempo para que el escritor se desprenda del formulismo
tradicional creando uno propio. Pedro de Oña nos habla de unos paisajes americanos que
tienen mucho de los* ríos y prados tal como desde Garcilaso~Ios~ podía cantar un poeta
castellano :
Vense por arabas márgenes poblados el mirto, el sauce, el álamo, el aliso, el saúco, el
fresno, el nardo, el cipariso, los pinos y los cedros encumbrados, con otros frescos árboles
copados.
Pues por el bosque espeso y enredado ya sale el jabalí cerdoso y fiero, ya pasa el .gamo
tímido y ligero, ya corren la corcilla y el venado.
Hasta nuestros días no aparecen autores que incorporen el auténtico ambiente en que van a
mover sus personajes, y así contrasta con el anterior este pasaje, en que José Eustasio
Rivera describe la selva con el realismo que se desprende del conocimiento de las
caucherías, y la utilización de un vocabulario que atiende a la realidad:
XII
Nada de ruiseñores enamorados, nada de jardín versallesco, nada de panoramas
sentimentales. Aquí los responsos son de sapos hidrópicos; las malezas, de cerros
misántropos; los rebalses, de caños podridos. Aquí la parásita afrodisíaca que llena el suelo
de abejas muertas, la diversidad de flores inmundas que se contraen con sexuales
palpitaciones y su olor pegajoso emborracha como una d-roga; la liana maligna, cuya peluz
enceguece los animales; la pringamosa, que inflama la piel; la pepa del corujú, que parece
irisado globo y sólo contiene ceniza caustica...
i
5) La literatura como ser vivo.
La literatura es, pues, como el lenguaje, un viviente suceder. No alcanza mayoría de edad
hasta que no se desprende de las fueites tutelas que le acompañan en sus tiempos primeros.
Y en sus distintos momentos, si bien se defiende en la perpetuación de las modalidades
esenciales narrativa, lírica y dramática, o en los géneros establecidos, constantemente
cambia, atendiendo, por un lado, al momento cultural, y, por otro, a las influencias que sin
cesar se producen.
Este influir afecta unas veces a los géneros o formas. Ya hemos tenido ocasión de citar más
arriba cómo el soneto, desde Dante y Petrarca, pasa a España, Francia e Inglaterra, para
desde allí llegar a establecerse en todos los pueblos de Europa y América. Análogo ejemplo
tenemos en la novela histórica al modo de Walter Scott, que podemos comprobar, en el
texto, cómo se va produciendo en todos los países. Otras veces se refiere a los estilos o
fórmulas de expresión. Lo que hemos dicho en el apartado anterior viene a demostrarlo, y
el ejemplo de Pedro de Oña es característico. Podemos añadir una nueva ilustración: la
tradición trovadoresca que se manifiesta en Petrarca llena su poesía de elementos poéticos,
tales como "fuegos, llama'-, hierros, cadenas, prisiones, martirios, hielos, etc.", que hasta
ooetas muy recientes no son sustituidos. Cuando la influencia se refiere a los temas, es
posible una mayor personalidad por el modo de tratarlos. Así vemos el de Caín en
numerosos autores, entre los que se encuentran Byron y Leconte; el de Don Juan en Tirso
de Molina, Byron, Zorrilla, Lenau, Rostand, etc., y con frecuencia encontramos personajes
o acontecimientos que en último término son creaciones clásicas o de pueblos de la
antigüedad. La influencia es más importante, aunque en ocasiones menos manifiesta,
cuando no se trata principalmente del estilo ni del tema, sino de las ideas que la creación
viene a servir, aunque frecuentemente la sumisión al modelo llega a seguirles, no
XIII
sólo en la idea, sino en la expresión. No hay que ir más lejos en de ejemplo que al
naturalismo, reflejándose en numerosos países c. que vienen a servir sus tesis, sobre la
herencia al modo de Zola. en r.. velas que participan de su detallismo deseriptno ) hasta de
un estilo ana-logo, como puede verse en gran número de paise^ en el capítulo que pef--
camos al realismo y tendencias posterioies.
Hay que añadir que las figuras excepcionaleb de la literatura son <:„■ --.-ees por sí mismas
de influir en otros autores. El caso de Toe y E: laire en la literatura francesa, el de Dickens
en Daudet (a pesar de él mismo siempre negó haberle leído, lo que originaría una interés
coincidencia), el de las Noches de Young, imitadas en Francia, Alema-Italia, España,
Polonia, etc., o en el mismo tiempo del prerromántica inglés, los poemas ossiánicos.
Claro es que las influencias no son nunca ele un solo autor y que : hay escritor a quien no
puedan señalársele. Partiendo de que no ha de ■confundírselas con la imitación, son
observadas por los estudiosos de literatura comparada, y así vemos que Van Tieghem, en su
manual sobre esta disciplina, señala a Chateaubriand las de Hornero, la Biblia, Ossi:.-1
Tasso y Milton, y que Baldensperger, en la obra anteriormente citada, encuentra en Balzac,
a pesar de su observación y el contacto constante con la vida de su tiempo y lo poco
libresco de su formación, influencias nada menos que de los siguientes autores y obras: Las
mil y una noches. los terroríficos Radcliffe y Maturin, el Caleb Williams de Godwin, e!
Tristón Shandy de Sterne, el Wherter \ Fausto, las novelas históricas de Scott, cuentos de
Hoffman, Bocaccio ^ Bandello, y las obras de Sve-denborg.
Utilizando la conocida frase de Frobenius referida a la cultura, 'a literatura es un ser vivo
que cambia constantemente merced a la correspondencia con la historia de la cultura y las
influencias literarias.
¿r
6) Literatura universal.
Goethe hablaba a Eckermann en 1827 sobre una Weltliteratur, una literatura universal
formada por la unión de las literaturas particulares. Pero esta unión no puede hacerse por la
sencilla agrupación dentro de un mismo volumen como puede hacerse en una geografía.
Los colores del mapa literario se entremezclan, porque las fronteras políticas no siempre
coinciden con las lingüísticas; existe la universalidad correspondiente a las grandes etapas,
como acabamos de señalar, y la vida literaria mani-
XIV
t
festada por las influencias atraviesa ios periodos efe tiempo, y mucho más los
compartimentos rígidos en que pudiera pretender encerrarse la manifestación literaria
nacional.
Pero huyendo de esta clasificación tampoco puede caerse en la sujeción a una línea e\
olutiva y progresiva que, partiendo ingenuamente del primer poeta o narrador que se halle
en los tiempos primitivos, llegue hasta ios autoreb de nuestros días. El orden cronológico
no puede ser absoluto, }■ hemo-> atendido a las literaturas orientales que en su tiempo no
tienen una directa relación con Occidente, intentando agruparlas en dos grandes etapas
cronológicas, evitando situarlas al principio en un mundo aparte, fuera de toda influencia o
relación, dejando de ocuparnos de ellas cuando tras la era islámica no producen una obra
diferenciada importante para las letras de Europa. La atención a sus problemas posteriores y
la conjunción con nuestro mundo obligarían a una extensión que se sale de nuestro plan.
Hemos avanzado a lo largo de las grandes etapas culturales para que nunca el lector deje de
tener situados a autores y obras, y dentro de ellas hemos diferenciado los países, creyendo
que esta clasificación era necesaria } poco menos que imprescindible, al observar cómo
autores de la talla de Van Tieghem, en lo que respecta a literatura comparada, a pesar de su
tendencia a prescindir totalmente de las fronteras nacionales y estudiar !OJ género-, se ve.
en su última edición, obligado a atender a los grupos lingüísticos y las entidades nacionales.
Como una sencilla ojeada al índice del libro advierte, este ha sido nues-tri propósito,
tratando de evitar toda confusión al ofrecer el inmenso i.r.'1'.rima que es una literatura
universal.
LIBRO I
Orígenes de la literatura
CAPITULO I
LITERATURA DE LOS PUEBLOS PRIMITIVOS
La existencia de los ^én^ros literarios, en sus manifestaciones primitivas y rudimentarias,
es difícil de estudiar por la falta de producciones fijas que sirvan de fuentes directas al
historiador. Ya hemos visto cómo el lenguaje y la escritura son los dos instrumentos
fundamentales para la existencia de valores literarios. En pueblos cuyo lenguaje no ha
logrado un desenvolvimiento adecuado, 3 que no poseen medio de legar sus creaciones
literarias, es poco menos que imposible determinar con exactitud su grado de evolución, no
sólo literaria, sino de muchas otras formas culturales.
Sin embargo, la tradición, la recogida de elementos arcaicos en obras posteriores y la
comparación con pueblos de culturas más atrasadas permiten forjarse una idea de cuál sería
su forma literaria y, por tanto, cómo se manifestó ésta en sus orígenes.
Varios son los lugares a que puede acudirse para lograr ¡os puntos de apoyo necesarios para
conjeturar los primeros pasos de esta rama del arte:
1. Los pueblos prehistóricos.
2. Las actuales literaturas primitivas.
3. Las culturas precolombinas.
4. Los orígenes de las literaturas conocidas.
i) Los pueblos prehistóricos.
Xada nos queda como testimonio de algo que se pudiera llamar lite-Tatnra entre los
cazadores de renos o las sedentarias culturas neolíticas. A diferencia de las artes plásticas,
que han dejado una huella que permi-
I— EGIPTO
La división geográfica que separa África de Asia no se ajusta al des-nrrollo de los hechos
históricos en las épocas antiguas. "Existe una en-Itd.id histórico-geográfica, de poderosa
personalidad, que sobrepasa esta división preestablecida: el Oriente próximo." (A. y M.
Ballesteros: Historia del Mundo antiguo. Madrid, 1942.) Los pueblos que se establecen 1
ntrc Tibia, el Irán y el Golfo Pérsico dan origen a unas literaturas de
|tio, por lo menos, conocemos sus concepciones míticas, y Egipto, por su . nía estatal más
sedimentada, nos permite estudiar con mayor exactitud
ifcrcntes aspectos de su producción literaria.
Los
orígenes.
No hay todavía una decisión científica sobre la antigüedad, mayor (i menor, de las culturas
egipcia o mesopotámica. Comenzamos por la primera, más estudiada y con testimonios que
permiten seguir una evolución.
Kii la historia de Egipto se puede retroceder, con algunos puntos de npoyo, hasta el quinto
milenio, si bien hasta el 3200 no hay una historia Jirupianiento dicha, con un arte y una
escritura característicos.
¡1) La escritura. — Egipto es, probablemente, la región del mundo donde mejor se pueden
seguir los pasos evolutivos de una escritura. Ale-MftlltJrí Moret (1) los resume así:
(l) NUlonr de l'Orii'iil, mi la "Historia Universal", de Glotz. París, 1941.
19
HISTORIA UNIVERSAL DE LA LITERATURA
Fase pictográfica.—En vasos, esquistos, etc., hay figuras de hombres y animales con
significado traducible. Una muestra conservada en el Louvre, y bastante conocida, muestra
dos chacales, un ibis, un halcón v un rayo, plantados sobre un pavés acabado en una mano,
sosteniendo una cuerda que llega hasta un prisionero al que pisotea un toro, Se ha leído de
la siguiente forma: Un enemigo encadenado es conducido p01- ios totems al rey toro, que le
pisotea.
En el sistema hay ya dos convenciones: una, que representa a los seres en su forma
(prisionero), y otra, con sentido simbólico (ej toro es la fuerza que puede matar; por tanto,
simboliza al rey), junto a otro .sentido, que representa la acción.
De esta pictografía se pasa al jeroglífico, en que pueden señal;lrsC tres elementos
constitutivos, que fácilmente dan idea de tomo se va nioldean-do la expresión gráfica: los
ideogramas, o signos expresados pnr ima imagen, no son otra cosa que la pictografía
llevada al pequeño signo orá-fico, y tienen las tres significaciones expresadas lvii los
\onogri:iJna,^ el signo expresa un sonido, y es necesario completar la palabra con otro
signo. Finalmente, los llamados determinativo^ aseguran la especie de lo representativo,
evitan la confusión de sinónimos y ayudan a separar las palabras.
El paso de esta escritura monumental a los papiros, y la confección de textos literarios,
documentos, etc., dio origen a la escrituia hierática en que van desapareciendo los detalles,
y que, al fin del Imperio tebano, llega a su máxima abreviación con la llamada demótica, a
dos pasos <je la deducción del alfabeto, invención que había de corresponder a \os pueblos
del otro lado del mar Rojo.
Es lástima, para nuestro estudio, que se haya conservado mejor ej documento público, y las
actas de pleitos o negocios privados, que Ja novela o la poesía; pero de todos modos existen
los testimonios suficientes
que nos permiten distinguir sus características.
Í
b) Los comienzos literarios.—Una vez más se nos ofrece el origen de una literatura ligada a
las concepciones religiosas. La escritnra jeroglífica, poco apropiada a la abstracción, no
permite un dcsarrollo c|e Ja lírica, y los escritos grabados o pintados tienen carácter sagrado
o épico.
Aparte de las dos primeras dinastías, con el llamado Antiguo Imperio, que se sitúa entre
2778 y 2423, según la cronología de Meyer, el desarrollo cultural toma un rápido
movimiento ascensional, y los productos H-
20
EL ANTIGUO ORIENTE PRÓXIMO
tiranos son de carácter religioso. Los más importantes son los conocidos por fexjps de ¡as
pirámides, colección de sentencias que en parte proceden de la ¿poca primitiva, pero que se
encuentran por primera vez en la tumba (Id último rey de la V.a. Se refieren al rey fallecido,
y están destinad^ a auxiliarle en su viaje al cielo, donde ha de vivir con los demás <lioH.s;
también ha de preservar al soberano muerto de los malos es-pmtus (amigos y hacer que
los \iejos dioses le acojan benévolos.
')l' l.i misma época hay breves tratados para uso de los sacerdotes del culto al sol, que en
este momento queda establecido, fundado en una leyenda (|,,e conocemos por un
manuscrito muy posterior, refiriendo que '"s 1"'v> primeros soberanos de la V dinastía eran
hijos del dios del •"l| > de la mujer de un sacerdote del dios, y que toda clase de signos
milugi,,,Os anuncian, durante su niñez, el fin real a que están destinados, liHSHi (|lu> ya
adultos, derriban la dinastía.
"'* lii literatura profana se ha conservado poco. Una Doctrina de la
'"'"'""'«, atribuida a PTAHIIOTEF. \isir de la V dinastía, que es el *j*iu|ilo más antiguo que
se conserva del genio literario que los egipcios venían cultivando y estimando
anteriormente. Son una serie de sentencias IftlnliniiiNMiU' formuladas que dan normas
para orientar moralmente la pila con reglas de bondad. Demuestran el régimen autoritario
en algunas
»»IM In ..¡fruiente:
Inclina tu cuerpo ante el superior, ante el encargado de la administración real, y entonces tu
casa se perpetuará y tu dinero te sera mi regado puntualmente. Malo es ofrecer íesistencia al
superior, por-i|iic entonces sólo se vive si el superior es bondadoso.
7i
\
|Íni|,|, veres, manuscritos de este tiempo nos dan obras de fina insto • |ni|i|il,ii. como la que
Moret reproduce, explicando que el senil >|IH- lit peinan vida del pastor le llevará al
cementerio:
I I pastor está en el agua con los peces.
llitlihi con el siluro y cambia saludos con el oxirrinco.
I Oí 1 11I1 ule 1 , |)c dónde viene el pastor? Es un pastor de Occidente.
""' i''1 ¡"i-mas literarias.—En el período de transición que lHI|>eini, l.is características de la
literatura consisten en que i irnii nieiiic sobro papiro, lo c|ue da un aumento al número
HISTORIA UNIVERSAL DE LA LITERATURA
de las producciones, y el sentido religioso de las obras da paso a un sentido social.
Son de esta época las Advertencias de un profeta egipcio, que describe el estado a que lleva
la revolución producida entre los Imperios:
"Los que hasta entonces habían sido pobres fueron ricos, y el que hasta entonces había sido
algo se convirtió en pobre.....
Los que se habían mirado en el espejo del agua tuvieron ahora un espejo de metal
bruñido.....
No se volvió a oír la risa, y el luto estaba en todas las cosas.''
2) El Medio Imperio.
Y con el Imperio tebano, (|ue sucede a la anterior situación, nos lia-llamos en el mejor
momento de la literatura egipcia. La vida es pacífica sin conmociones que alteren la marcha
del Estado, y se llega a una madurez que se refleja en la obra intelectual.
(£l Son de señalar, en primer lugar, las gajTajnone¿_o^iej]itos/ Tres de
ellos se sabe exactamente proceden de la primera Monarquía tebana (2160-
Í 2000): Aventuras de Sinouhet, en que un príncipe de la familia real huye
de Egipto a la muerte de Amenemhet I, por miedo a verse envuelto en
un complot, y se refugia en Siria, donde acaba casándose con la hija de
• un jeque. El náufrago, que cuenta su llegada a una isla mágica, donde viven sesenta 3-
cinco serpientes divinas, 3' es bien acogido, hasta que un > navio le recoge para volverle a
su país. Cuando abandona la isla, la ve convertirse en olas del mar.
9 El tercer relato nos presenta un campesino que acude ante el Faraón
quejándose de su suerte, con un florido lenguaje.
(t) ¿dLJ22.esíaj aparece claramente diferenciada de la prosa por las tre • cuentes
aliteraciones y la simetría existente entre frases y miembros de , frases que se corresponden.
Casi siempre motivada por inspiración reli-
• giosa, se traduce en valiosos himnos. Uno de ellos, Himno al Nilo, se conserva en el
museo británico.
La pjoesía profana se nos aparece en el Canto del arpista de la casa del bienaventurado rey
Ante], en que el poeta se abandona al sentimiento de la nada, y convencido de lo inútil de
las cosas humanas, exhorta a huir de
1i
I i ¡I /
E. Los hebreos.
Ningún pueblo está ligado a una obra literaria como el pueblo hebreo a la Biblia. Fuente
histórica, relato de un pueblo que conserva la memoria de sus acontecimientos al través de
siglos y peregrinaciones, compendio de elevada doctrina moral y esencia de dogmatismo
religioso, es también importante desde el punto de vista literario.
Y esta importancia no lo es sólo por lo que representa en adelante, aportando
constantemente su valor a la civilización occidental, sino como obra artística en sí misma.
La Biblia está dividida en dos partes, que son. respectivamente, ei pintiguo y Niiri'o
Testamentos. Vamos a ocupamos aquí solamente del primero, por considerar que con el
NHCTO Testamento .se inicia la que vamos a llamar literatura cristiana.
El lenguaje en que está escrito Cbte ''Libro de los 1i'> '^"—que c-> el significado de su
nombre—es semítico, la mayor parte en hebreo, aunque presenta algunas diferencias
dialectales, y el resto en arameo. Las partes escritas en esta lengua se encuentran en los
libros del Génesis, Daniel, Esdras y Jeremías.
a) Descripción de los libros bíblicos. — Los cinco primeros libros, agrupados con el
nombre de Pentateuco, tienen una unidad continuada. El Génesis relata el origen del
mundo, los primeros pasos de la humanidad y de la raza israelita, con la historia de sus
patriarcas. El Éxodo, su estancia en Egipto, la salida cruzando el Mar Rojo, con la
promulgación divina de los diez mandamientos, y una parte legislativa. El libro siguiente.
Levitico, es casi exclusivamente un código. Números, llamado así por su comienzo, narra la
peregrinación de Israel por el desierto hasta la llegada al Jordán. Finalmente, el
Deuteronomio es la historia de Israel, desde la estancia en el Sinaí hasta el reparto de tierras
en la orilla izquierda del Jordán, y la muerte de Moisés.
A estos libros algunos especialistas de estudios bíblicos (p. ej.: Mon-tet: Historia de la
Biblia) añaden el libro de Josué, que recoge la conquista de Palestina, por entender que
completa los anteriores, dando al conjunto el nombre de Hexateuco.
Los libros restantes se han clasificado dividiéndolos en libros históri-' eos y literarios
(poéticos, didácticos, apocalípticos, cíe"), Los históricos son:
34
El libro de los jueces, que historia de^de la muerte de Josué y conquista de Canaán hasta
los últimos tiempos precedentes al establecimiento «le la Monarquía. El libro de Rut,
finamente escrito, '"bello idilio, cuya finalidad parece ser darnos la genealogía de David, en
la que aparece como abuela de éste una moabita, que, por esto, figurará después en la
genealogía del Salvador, en S. Mateo I, 5". (Introducción al libro en la Biblioteca de
Autores Cristianos.) (1)
El argumento es también sencillo:
Rut, procedente de Moab, donde había quedado viuda, y le era di-tícii el sustento, decide
volver a ]u 'a, en vnión de su suegra Noemi, a quien no abandonaría tn esc momento.
Llegan en la época de la siega de la cebada; Rut va a espigar a un campo de Voz, pariente
de Noemí, con quie:"1 finalmente se casa.
El libro de Samuel contiene fragmentos poéticos. Uno de ellos, según ^lontet, el Canto del
Arco, que es una elegía de Davi 1 sobre la mnerL '' Saúl y Jonatán, está extraído del Libro
del Derecho, antigua colec->'>n de cantos. Sea esto o no cierto, el hecho es que su
apariencia arcaica 1 > hace destacarse:
i.° Tu gloria. Israel, ha perecido en tus montes; I Cómo cayeron los héroes ? No lo
propaguéis en Set; no io Dubllquéís por las calles de Ascalor, eme no se reeocijen las hijas
de los filisteos.
Los libros de los Reyes relatan desde la vejez de David hasta el 37 ario cautividad. Las
Crónicas constan de largas tabl?s ^enealógicas, la his-i'iíl de Dmid y Salomón, el Reino de
Tuda hasta su cautividad, y el li-^io de Esdras la vuelta a la Patria, reconstrucción del
templo y vuelta |e Esdras.
Ell el libro de Ester volvemos a encontrar otra obra casi puramente literaria. Puede
considerarse como una novela, que recibe su nombre de heroína, que juega el papel
principal, en torno a una persecución de |ltr hicieron objeto los persas al pueblo de Israel.
(1) Todai las citas posteriores de textos bíblicos son de esa edición, traducción Ifli'Ni-
('nlitiwa, Madrid, 1945.
35
ilL
HISTORIA UNIVERSAL DE LA LITERATURA
b) Libros poéticos y literarios.—En primer lugar, la historia es una ■parte de las letras, si
bien no con el valor de la poesía o la novela, y en segundo, no se ha logrado establecer
claramente la distinción entre verso y prosa en los libros bíblicos, por lo que respecta a la
forma métrica. Con esto queremos decir que no hay una diferencia tajante en los libros que
se puedan considerar literarios y los que no lo son. En general, toda la Biblia es una obra
maestra de la literatura, y lo que queremos con esta distinción es señalar aquellas partes que
más se destacan por su forma.
Ya hemos visto cómo relatos llenos de vida y gracia—-Ruth, Ester, etcétera—animan las
páginas de áridas genealogías, y son excelente literatura. Los libros poéticos se camtten/an
por su grandeva, aliento poético y originalidad. Montet opina que se obstr\an restos de una
antigua poesía rimada que recuerda el redje/ árabe, y una parte de los Xúmeros —del 1/ al
ly, en el XXT—mantiene rimado en a, cada hemistiquio.
Su estructura ofrece dificultades para ser establecida. "Los esfuerzos realizados hasta ahora
para definir su naturaleza.... sólo han dado una multitud de opiniones, que muestran la
imposibilidad de llegar a soluciones cierta." (Ed. cit.) Lo único que se puede afirmar es la
existencia de algunas formas indudables: la división en estrofas, que a veces son
acompañadas de repeticiones, como los refranes; los versos de tres o cuatro hemistiquios, la
disposición alfabética y el paralelismo.
Un ejemplo de disposición alfabética nos lo da el Salmo CXTX. constituido por estrofas de
ocho versos cada serie, comenzando en cada una por una misma letra del alfabeto hebreo, y
sucediéndose estas letras en orden alfabético. También la cuarta lamentación de Jeremías
tiene veintidós versos alfabéticos (uno por cada letra del alfabeto hebreo), y la tercera,
sesenta y seis, repitiendo cada letra tres veces por grupo de tres versos.
El paralelismo es un ritmo lógico, no basado, por tanto, en la alternación de sonidos, sílabas
o acentos, sino de ideas. Se distinguen en la Biblia tres variaciones paralelísticas:
Paralelismo sinonímico, en que dos oraciones o hemistiquios se completan por
yuxtaposición, de modo que una repite lo que dice la otra. LTn ejemplo es:
¡Venid, cantemos jubilosamente a Yavé! ¡Cantemos gozosos a la roca de nuestra
salvación!
(SALMO 95.)
36
CAPITULO IV
£1 MUWDO fíflÉWíCO
L—GRECIA CLASICA
i) Introducción al estudio de las letras griegas.
Los pueblos del Oriente anterior han rebasado su punto de culminación cultural cuando
empieza a brotar la cultura griega, trascendental para la Literatura. Los monumentos
literarios primeros llegados a nosotros se encuentran en tal grado de perfección, que hacen
colegir la existencia previa de todo un desenvolvimiento perdido.
En este transcurrir debieron tomar parte todos los pueblos que ocupaban la península, pero
especialmente dorios, jonios y eolios.
Los jonios (Vid. Gustave Frougéres, Les premieres civilisations) gustaban de los relatos de
proezas y aventuras. Los aedas, poetas populares, evocaban en las fiestas los recuerdos de
un mundo heroico. Los dorios eran dados con preferencia al himno religioso y cívico, las
marchas guerreras y las danzas en que tomaban parte los jóvenes. Los eolios dieron
nacimiento a una lírica personal y apasionada. La causa principal que se ha señalado para
esta diferenciación es la dialectal, dentro de su unidad lingüística, que permitió a los jonios
del Ática reunir los mayores valores.
La tradición habla de cantores sagrados hijos de los dioses o favoritos de las musas:
ORFEO, LINOS, MUSEO, PAMPHOS, EUMOLPE, ligados algunos de ellos a tradiciones
míticas; pero los escritos que se les han atribuido son apócrifos, lo que no deja de mantener
la tradición de una antigua poesía ligada a los cultos religiosos.
Los poemas de la edad homérica a que corresponden las obras culminantes de la literatura
griega tienen por fundamento todo un ciclo de mitos y relatos heroicos elaborados
lentamente. Los más antiguos que
I/
HISTORIA UNIVERSAL DE LA LITERATURA
conocemos son ya producto de ese desarrollo, y la forma, elaborada, con una versificación
plenamente lograda, es indicio de toda una utilización
perfeccionándose.
Los himnos, que empezarían por cantos sencillos acompasando a los sacrificios, se irían
modificando para constituir enumeraciones de atributos, indicaciones genealógicas y breves
relatos.
De aquí derivarían los cantos heroicos, que cantarían el origen de las familias y tribus, la
genealogía de los héroes, sus contiendas, la fundación de ciudades y las guerras. Croiset
(Histoire de la littérature grecque. París, Broccard) las llama epopeyas elementales, sin
intervención de los
sentimientos individuales.
Coexistiendo con la evolución de la épica, se supone el desarrollo de otra poesía más
popular, que se reparta ía en lamentaciones fúnebres o trenos, himeneos o cantos nupciales,
peans, de acción de gracias y cantos que acompañarían a los trabajos campesinos La pi
unitiva poesía se acompañaba de música de instrumentos sencillos como la cítara. ^
2) Los tiempos primitivos.
a) La poesía homérica.—El canto épico, nacido en la parte eólica de Asia Menor, se
desenvuelve en la parte jónica. La Ilíada y la Odisea nos muestran elementos de ambas
tradiciones. Crois'et opina que los viejos cantos épicos, después de seguir un rápido y
brillante desenvolvimiento en Eolia después de la emigración, pasan a Jonia, donde nace la
epopeya
propiamente dicha.
Sobre estas dos obras y HOMERO, SU autor, hay planteados toda una serie de problemas
críticos. Desde atribuirse plenamente a HOMERO, hasta negarse su existencia, hay toda
una gama de posiciones. Federico Augusto Wolf, en sus Prolegómenos a Homero, opinaba
se trata de una simple soldadura de diversos cantares populares. Esta postura romántica,
que, llevada por su autor a todas las gestas, incluido el romancero español, era exagerada,
según ha demostrado Menéndez Pidal en sus obras sobre el tema, daba enorme importancia
a los aedas.
Los motivos que hacen pensar en que no se trata de una obra con unidad de concepción son
los elementos extraños al poema, entre los que se cuentan: la lista de las naves, en el canto
segundo, la existencia de un
EL MUNDO HELÉNICO
pacto que se concluye en el canto tepaefopara ser roto en el cuarto, y las incoherencias que
se han señalado en la primera batalla.
Pero frente a eso cabe argumentar que, aun admitiendo la anterior cuestión, el poema tiene
una indudable unidad en torno a un hecho que se mantiene vivo a lo largo de todo el
poema, y que es su tema fundamental : La cólera de Aquiles, causa de todo cuanto
acontece.
La posición más aceptada actualmente es que HJOMERO—de quien poco sabemos, pues
las biografías que nos le presentan nacido en Esmirna y desarrollando su actividad en la isla
de Chios son de época imperial, así como los bustos que le muestran ciego son de
concepción helenística—era un rapsoda de indudable talento poético, que, utilizando
canciones de un ciclo troyaiío que debía estar muy difundido, compuso el canto primero
aislado, análogo en la forma a los de su tiempo, cantando la cólera de Aquiles. Era fecundo
el tema, y de ahí surgieron en el mismo Homero los demás, quizá en forma de cantos
distintos que se unieran después.
Los aedas o rapsodas, que recitaban ante el público rico de villas 3 ciudades, acompañando
con su cítara las canciones que transmitían y ;, veces componían, conociendo las reglas de
la versificación y el arte poético, renovaban y retocaban constantemente los poemas,
introduciendo la» interpolaciones que se conservan en el texto de la Ilíada que conocemos.
Es de señalar como argumento importante para la teoría de la unidad homérica en la Ilíada
que el estilo que no ofrece diferencias esenciales está en relación-con la invención poética
de cada momento.
La Ilíada nace de evidentes recuerdos históricos, como han demostrado los trabajos de
Schliemann, y su argumento es como sigue:
En el segundo año de la guerra contra Troya estalla una violenta querella entre Agamenón,
rey de Argos, que ejerce el mando supremo, y el joven Aquiles, jefe tesaliano. Agamenón
roba a Aquiles una esclava que le había correspondido por su valor, y Aquiles se niega a
seguir combatiendo. Intervienen los dioses, y Thetis, madre de Aquiles, logra de Zeus la
promesa de que hará pagar a los aqueos la injuria infligida al herpe.
Agamenón trata de prescindir de Aquiles, y se apresta al combate; pero Héctor el troyano
ha propuesto, y se ha aceptado, que la suerte de la guefra se decida por un combate entre
Menelao y París. Tiene lugar, y París, vencido, va a perecer, cuando Afrodita, su protectora,
le traslada a la ciudad. Menelao le busca en vano, cuando un troyano le lanza una flecha,
que le hiere, y se desencadena una furiosa batalla, que acaba en nuevo duelo entre Ayax y
Héctor. , ,
HISTORIA UNIVERSAL DE LA LITERATURA
Otra batalla que se produce al día siguiente resulta desastrosa para los aqueos, con lo que se
cumple la promesa de Zeus. Agamenón se desespera, y varios héroes acuden a Ulises para
intentar convencerle,
aunque inútilmente.
La tercera y más largamente descrita batalla de la obra se sucede a la jornada siguiente. Los
troyanos llegan a las naves de los aqueos. Aquiles permite a su amigo Patroclo tomar las
armas, y cuando éste perece, Aquiles vuelve al combate. Revestido con armas divinas que
los dioses han hecho para él y reconciliado con Agamenón, que le entrega la esclava, se
lanza a la batalla. Nada detiene a Aquiles. Héctor muere a la vista de los suyos. El poema
concluye con los funerales del héroe troyano y de Patroclo.
La otra obra homérica es la Odisea. Verdadero antepasado de la novela es una epopeya de
fondo doméstico, con el que se entremezclan diversos elementos: viajes y aventuras
maravillosas, que recuerdan los temas de cuento infantil, temas pastorales y el sombrío
drama, sirviendo de relleno al esquema unitario del argumento; el deseo apasionado de
Ulises (Odiseo) por volver a su hogar, y la fiel constancia de Penélope.
En el hogar de Ulises, ausente, los pretendientes a la mano de su esposa muestran su
brutalidad esperando su decisión. La fiel Penélope envía a su hijo Telémaco en busca de su
padre.
Mientras tanto, Ulises sufre una aventura tras otra, que le retrasan el viaje. La ninfa
Calipso, un naufragio, las aventuras de los lotófagos, los cíclopes, Circe, el encanto de las
sirenas y la visita al país de los muertos son elementos que alargan la acción.
En el reino de Alcinoo, donde es bien acogido, se nos muestra un aeda que canta un
episodio de la guerra de Troya. Ulises, emocionado, se da a conocer y es enviado a su patria
en una nave.
A la llegada encuentra a Eumeas el porquero, que le refiere lo ocurrido durante su ausencia,
la insistencia de los procos o pretendientes, y la estratagema de Penélope, que está tejiendo
un velo antes de aceptar esposo, y deshace por las noches parte del trabajo del día. Ulises,
disfrazado por Minerva de mendigo, se presenta en el palacio, donde sólo es conocido por
el perro, que muere después de reconocer a su amo. Penélope, no pudiendo continuar su
engaño, promete casarse con aquel que mejor tire con el arco de Ulises. Ninguno de ellos
consigue poner en tensión la cuerda, y el mendigo pide permiso para tomar parte en el
concurso. Riéndose de él, se le conceden, y da en el centro de! blanco. Luego se vuelve
contra los pretendientes, y ayudado por Eumeas y otro servidor, les destruye, dándose a
conocer a Penélope.
b) La epopeya posthomérica.—La etapa de predominio de la epopeya dura desde el 950 al
650, a. de J. O, en que el género declina frente
54
EL MUNDO HELÉNICO
a^un r0b imi<ent0 de , ^ ^ ^ ^ ^
2 2ü¡ "• teT?°r ° nUmer°S0 dC k Pr°duCCÍÓn' d ~ de tragedia °' transf°mación
deI di^mbo y el nacimiento de la
Aunque la ma,yor parte de estos poemas se han perdido, los que res-
icrlos os cidos épicos'de ios que d— %z
Ciclo d Procíos te que se cree autor a un gramático del siglo II según aut ' ° ^ ° ^f** dd V' ^
^iá **os anteriores Xna dwrr" Z ^ PrÍmera °PÍnÍÓn- LeS faIta Ia -^ad
h fe v k lUada Y OdUea' tÍenden a Unir la W* con la verdad mstonca y se rec£,rgan con
acontecimientos no g¡empre ^^
antiguasTe1PÍla;ÍÓrt ^ PTOd°S ** ^ * ^^ P°emas ref™es' a las CORS™ o3? ^7^
Teogonias, Titanomaquias de EUMELO DE
na^aF C DEMlLET0> otros «frentes * ^ viejas razas Da-
ZÍlÍdT,'A7Taj €tC> L°S éXÍt°S d£ hér°eS Se — en 1- ^
refieren a , J° ^' * C°nStÍtUyen parte ^mental las que se
emon-o Vr ^^ ^ **** J ^ ^ Mi^ ** -puesto 1 c!
TZZ a T°N' "T rdata £n 6-°°° V6rS0S l0s desti«- de Edipo; la
no 2 en ^ m 7^ ** ^ **** * TebaS' ^ los ^ Tebas m P° 7-°°° VCrS0S SC
refiere a la se^da guerra de
nominaba t'°y™° T ^^^ ^sentado por la Cipñada, de-
numerosas Cadencias de la guerra y el final con el ardid del caballo dP
iun/a con a ^ * " * ™ ^' k mata' con 8™» ™e-
J con la epopeya germánica de Hildebrando
0 BpoPeyas ^/«««.-Atribuidas, como gran parte de los poemas
EL MUNDO HELÉNICO
Ios generales, en que Baco desciende a los infiernos a buscar un general pjor que los de su
tiempo.
CRATINOS (muerto hacia 420) satirizó a Pericles en Las Tracias, y en Ic/iíe.? realiza una
parodia de los viejos mitos.
El más lucido representante de esta era antigua de la comedia fue IRISTÓFANES. Vivió
entre el 445 y 388, y dirige todas sus sátiras contra 1 partido popular, defendiendo las
posturas conservadoras en arte y letras ente a todas las innovaciones. Dotado de un
ingenioso sentido de la comí-dad, consigue efectos notables en sus diálogos y cantos
corales. En aves,
dos ciudadanos hastiados de la vida ateniense deciden irse a vivir al reino de las aves,
donde fundan una ciudad. Otros hombres acuden, y pronto ofrece el mismo aspecto que la
abandonada Atenas, lo que sirve al autor para trazar gran número de cuadros de costumbres
en que se burla de las clases sociales. Los pájaros se ponen a imitarles, y para evitar que los
antiguos dioses crean que los sacrificios que hacen son en su honor, rodean el Olimpo con
una muralla, lo que obliga a los hambrientos dioses a enviar una humillante embajada. Es
una crítica de la arrogante política democrática de Alcibíades.
I Hez comedias más de este autor se conservan: Los acámeos, de pro-|AIK1II pacifista; Los
caballeros, dirigida contra Cleón, que se querelló; nubes, contra los sofistas; Las avispas,
contra pleitos y pleiteantes; (<iUS, en que el mítico Pegaso es caricaturizado en un
escarabajo que |)i lMI n a un campesino por los aires; Lisistrata, donde las mujeres obli-'iist
hombres a firmar una paz; Las ranas, contra Eurípides, a quien 1 irruptor de la tragedia, etc.
/1/ />rosa.
I MAN lanlía que la lírica en forma artística, no tenemos ninguna refe-llt» dr prosistas
anteriores al siglo VII, a. de J. C. Fragmentos de cró-kn luí-Bles, genealogías 0 textos
legales son todo lo que se puede mostrar Bn antecedente.
lid» fábulas que se transmitían por tradición oral y de las que se en-JíinUnt un recuerdo en
los apólogos de animales que introduce Hesíodo en 11I11 n, El primer fabulista de fama
universal y que ha servido de fuente 'i| cultivadores del género en todas las épocas es Esoro.
HERODOTO
65
logos o discursos de los personajes, como mucho más tarde ha de hacerse en mayor escala,
tarando la obra de algunos historiadores importantes.
JENOFONTE, nacido en Erquia entre 430-425, a. de J. C, ataca temas variados; es el autor
de la Anabasis, en que narra la retirada de los diez mil, y las Helénicas, que continúa la obra
de TUCÍDIDES.
Tomó parte y dirigió la retirada del ejército griego frente a los persas, por lo que el relato
está impregnado de verismo, lejos de la fantasía de las canciones épicas. Se cree murió en
354 y fue admirador de las teorías de Sócrates, de quien nos ha dejado una apología. En la
Ciropedia aprovecha la figura de Ciro para plantear sus propias teorías sociales y
pedagógicas.
Su prosa es elegante y superficial, por lo que se le tiene como un precursor del helenismo.
GRATIPO continuó la obra de Tucídides. EFORO DE CUMAS (hacia 408-330) escribió
una historia universal en treinta libros, que comenzaba con la migración doria y llegaba
hasta Filipo. TEOPOMPO DE CHIOS también escribió una continuación de la historia de
Tucídides, que en una especie de segunda parte describe y elogia el reinado de Filipo.
b) La Filosofía.—El apartamiento de las concepciones míticas, que por diversos caminos se
observa a partir del siglo VI, da lugar entre los jonios al nacimiento de la filosofía griega.
Unida en su principio a la observación de la Naturaleza, es también origen de las Ciencias
Naturales y la Física. La prosa de los primeros filósofos cosmogónicos carece de valores
literarios fundamentales.
ION DE CHIOS, filósofo de menor importancia, compone una obra de tendencias
pitagóricas, que titula La triple lucha, y un libro, Epidemias, que es el primer libro de
recuerdos de viaje conocido.
El movimiento sofista ya dio lugar a escritos relacionados con lo literario por su tendencia
práctica y su menor elevación de pensamiento. PRÓDICO DE CEOS escribió Las edades
de la vida, y se dedicó a estudios lingüísticos, fundando la sinonimia. HIPIAS, en el
Diálogo troyano, da normas de la vida y acciones que corresponden a los caballeros.
GORGIAS compuso un manual de retórica, y sé conoce su oratoria recargada de recursos.
SÓCRATES, que no ha escrito obra alguna, es el fundador de los diálogos filosóficos que
posteriormente se han cultivado. Su discípulo ANTÍS-
67
HISTORIA UNIVERSAL DE LA LITERATURA
TENES modeló en su Hércules el ideal del sabio, y fue utilizado como modelo hasta por
escritores de vidas de santos.
PLATÓN es, además de un filósofo fundamental, una primera figura de la prosa en la
época. Nacido en el 427, estudió con CRATINO y SÓCRATES ; después de una vida en
que realizó varios viajes, concluyó dedicado a la enseñanza y la redacción de sus obras,
muriendo en 347, a los ochenta años.
Sus Diálogos, que le acreditan como dominador del idioma, poseen elementos narrativos
para darles fluidez, intercalando mitos de su propia invención. En el Gorgias ataca a la
retórica sofística, y en el Banquete y el Fedón, considerados como los mejores, nos muestra
sus ideas sobre las artes y la sencilla contemplación de la Naturaleza.
Menor interés literario tiene ARISTÓTELES, a excepción de las doctrinas que en la Poética
—libro fragmentario de su Retórica y Poética— establece y que fueron perpetuados por
HORACIO, pasando posteriormente a constituir el canon de las doctrinas literarias
neoclásicas en Boileau, el teatro francés del siglo XVII, y su esfera de influencia en Europa.
c) La Oratoria.—Cicerón hacía remontar hasta Hornero el nacimiento de la elocuencia, con
el afán que señala Paúl Albert (La prosa, Madrid, "La España Moderna"), igual al de los
pueblos que buscaban por fundador a un dios o un héroe.
No es necesario tanto para comprender que mucho tiempo antes de que se redactasen
tratados de Retórica hubo oradores; la inclinación natural de los griegos por el discurso, el
sistema democrático y la gran cantidad de procesos, que llegaron a crear la profesión de
redactor abogado para dar a conocer los puntos de vista de la acusación o la defensa, son
otros tantos elementos que en figuras de talento llegan a producir la capacidad de Pericles,
dominando en la tribuna con su palabra, con frases del vigor y estilo de las pocas que se
conservan.
El fin del orador es convertir la palabra en un arma que le conduzca al logro de sus fines,
bien convenciendo al adversario, o mostrando tales razones que le sea imposible
desvirtuarlas o combatirlas.
Se conservan los nombres de ANTIFONTE DE RAMNO, defensor de su vida,
manifestando que no ganaba nada su situación personal con el triunfo de una revolución en
la que había tomado parte; LISIAS (440-380 aprox.), de quien aún pueden leerse treinta y
cuatro discursos en lengua severa y sencilla; ISÓCRATES (436-338), discípulo del sofista
GORGIAS, que man-
63
EL MUNDO HELÉNICO
tuvo una escuela de Oratoria y difundía sus discursos en folletos- Uno de éstos, Panegírico,
a Atenas le llevó varios años en su redacción.
El genio de la oratoria, DEMÓSTENES (384-322), formado en la actividad abogadesca,
logra los primeros puestos en la carrera política por la fuerza de su dialéctica. Su obra
maestra es el Discurso de la corona, en que se defiende contra Esquines, que trataba de
impedir se le concediera una corona de oro. Se conservan los tres discursos escritos de este
rival {389-314), jefe del partido macedónico. Y otros nombres de oradores que son de
menor importancia y rematan el período son HIPÉRIDES (389-322), DINARCO DE
CORINTO (nace en 360 aprox.) y ALCIDAMANTE PE ELEA, amigo de la improvisación
en los discursos.
II.—LO HELENÍSTICO
Desde el año 322 hasta el 146 a. de J. C. se sitúa la época helenística, en que la cultura
griega, con miras más amplias que las que surgen del estado ciudad, utilizando una lengua
común que había de usarse durante varios siglos entre los instruidos de Grecia, Egipto, Asia
Menor y el Sur de Italia, domina el mundo cultural. La carrera de Alejandro expande el
movimiento literario heleno, que es copiosísimo, abundan extraordinariamente los autores,
y a ello contribuye el momento triunfal, la protección de los soberanos, la producción de
papiro, y más tarde de pergamino, y el empleo de esclavos instruidos en la labor de
copistas.
Al público educado que se preocupa por los problemas culturales se une el lector popular
ávido de lecturas, en que predomina la imaginación.
La producción numerosa da origen, como señala W. W. Tarn (La civilisation hellenistique,
París, 1936), a dos nuevos tipos de autores: el literato, que escribe a propósito de otros
autores, y el bibliófilo, que se ocupa de recoger obras valiosas. A uno de éstos—Apellicón
de Teos—se debe el hallazgo en una cueva de la biblioteca de Aristóteles.
Los escritores se concentran en las grandes capitales, y los reyes fundan bibliotecas en
Antioquía, Pérgamo, Rodas y Alejandría, que, fundada por Alejandro en 332, tenía,
cincuenta años después, más de los trescientos mil habitantes. Cada una de estas ciudades
dio lugar, tras el desmembramiento del imperio de Alejandro, a un foco de cultura
helenística, admi-
69
IIII \>
HISTORIA UNIVERSAL DE LA LITERATURA
tiendo, a su vez, influencia del Oriente, con quien Grecia se hallaba en contacto.
Como característica general podemos apuntar el predominio de lo formal sobre los temas,
la imitación de los antiguos textos y el cultivo de la erudición o la fantasía.
i) La producción poética.
a) La epopeya.—Un intento de renovación de las grandes epopeyas del siglo V se produce
con APOLONIO DE ALEJANDRÍA (295-215 aprox), que en La argonáutica intenta emular
las glorias de Homei o. Pero su obra es la de un erudito, más que la de un creador, y la
levenda heroica pierde su sentido antiguo para hacer del tema motivo para una novela de
amor y un libro de viajes, géneros como veremos, muy del gusto de la época.
RHIANOS (hacia 250) hizo un relato de la guerra de Mesenia y el heroísmo de
Aristómenes, y una epopeya a base de la figura de Hércules. A finales del siglo III vivió
ANTÁGORAS DE RODAS, que escribió unai|>er-dida Tebaida.
b) Lírica.—El recuerdo y la enseñanza de los grandes maestros pesaba sobre la poesía
alejandrina, coartándole la libertad de creación y reduciéndole a la imitación de forma.
ANTÍMACO DE COLOFÓN dedica un libro de poemas de amor, llamado Lide, a su
amante, en forma elegiaca derivada hacia la balada.
Su discípulo HERMESIANAX le imitó con elegías a su amada Leontina. CALÍMACO DE
CIRENE (31I0-240 aprox.) es un prototipo de autor poético de este tiempo. Cultivó la prosa
y el verso, escribiendo más de ochocientos libros. Muchos de ellos son obra de erudito,
como el Catálogo de , los clásicos griegos, agrupados por géneros; las Memorables,
minuciosa ; compilación de acontecimientos interesantes o curiosos del mundo entero;
* Las causas, en metro elegiaco y de mayor valor literario, que señala los orígenes de
ceremonias y costumbres, donde ordena las narraciones en un • marco general, lo que
puede indicar un modo de hacer oriental. También cultivó yambos, epigramas y elegías.
ASCLEPÍADES DE SAMOS creó una combinación métrica, que lleva su nombre y fue
utilizada por Horacio.
70
EL MUNDO HELÍ.NICO
FILETAS DE Cos (340-285 aprox.) cantó a su mujer, Biitis, en elegías imitadas de
Mimnermo.
Como hemos visto, el renacimiento poético alejandrino adopta como formas más usuales el
idilio, el epigrama y la epopeya novelesca; pero la más característica de todas es el idilio,
que reúne en sí las características de un cuadro en pequeño y reviste diversas formas,
llegando, en ocasiones, a ser recitado. Ya hemos citado a Calímaco de Cirene, considerado
como maestro.
De TEÓCRITO DE SIRACUSA (nacido entre 315-312) nace el sentido moderno de la
palabra idilio. Sencillo y original, parece revestir de auténtica poesía cuanto toca: las
alabanzas de Ptolomeo, la conversación de las mujeres; pero especialmente sus pastorales,
en que presenta concursos de cantos entre pastores y cabreros, la joven abandonada que
trata de recon-^—■*■' quistar a su amante, o los pescadores del idilio veintiuno en su
cabana iSF~ de cañas. La perfección que alcanza hace que hasta las églogas virgilia-
nas semejen copias artificiales, y es el único alejandrino colocado entre los clásicos de la
poesía griega.
HERONDAS (hacia 250) dirige su vista hacia pequeñas escenas realistas, siendo la más
afamada la que describe a un zapatero elogiando las excelencias de su género a dos
mujeres. Aunque dialogadas, no tienen aspecto de escritas para la representación.
c) El teatro.—También la tragedia vive de la herencia de los grandes clásicos. Mas las
fiestas necesitan tragedia, y los premios importantes que se concedían hacen surgir a
numerosos poetas, de entre los que se destacan los siete que constituyen la llamada Pléyade
trágica.
LICOFRÓN DE REGIÓN, el que más sobresale de todos, que se inspiraba en FRINICOS,
extrae sus argumentos de asuntos contemporáneos. Tal es Los casandreos. ALEJANDRO
DE PLEURÓN, que en los jugadores de dados toma por asunto el homicidio cometido por
Patroclo en su juventud. FILI-
COS DE CORCIRA, SOSITREO DE ALEJANDRÍA, HOMERO DE BlZANCIO y Eu-
FRONIO.
La comedia, conocida por comedia ática nueva para diferenciarla del período anterior,
puede considerarse como en una transición hacia nuestro teatro moderno. El coro ve
restringido su papel, y en muchas ocasiones desaparece completamente, y la acción es una
intriga, generalmente por causa erótica. Figuras tomadas de la realidad que se hacen
tradicionales, son tan indispensables como el feliz desenlace.
n
HISTORIA UNIVERSAL DE LA LITERATURA
Descendiente de Aristófanes, pero prohibida la alusión a quienes ocupaban cargos públicos,
deriva hacia los tipos específicos, y llega a ser la forma de arte más viva de la Atenas, que
pierde su importancia política coincidiendo con la muerte de FILEMÓN (361-263 aprox.),
que fustiga a clases en general, médicos, filósofos, atletas, etc.
El espiritual y elegante MENANDRO es considerado maestro de la comedia (343-290).
Logró ocho veces la victoria, aunque el número de sus obras pasaría del centenar. Sus
frases son concisas y acertadas. Tres de ellas han pasado a ser proverbios ingleses, y otra
fue elegida por Goethe para colocarla al frente de su autobiografía. A él corresponde la
propiedad del decidido: La suerte está echada, de César.
Es de MENANDRO El arbitraje, que puede servir de modelo.
Un individuo que encuentra un niño abandonado, le entiega a un
carbonero, que hace poco ha perdido el suyo, paia que le atienda; pero
surge una discusión entre los dos por la posesión de la dote que han encontrado con la
criatura
Otras obras, Los rizos cortados, El citarista, El eunuco, El labrador, etc.
Al lado de Menandro, DÍFILO DE SINOPE cultivó la comedia nueva.
2) La prosa.
a) Historia.—El primer lugar corresponde en esta época a la historia. Alejandro Magno es el
héroe que da lugar a millares de páginas. PTOLOMEO I (después del 301) escribe su
Historia de Alejandro, tomada del diario del personaje biografiado y con el tono de un
testigo de los sucesos. CALÍSTENES DE OLINTO, sobrino de Aristóteles, escribe también
una historia de Alejandro, y una novela—por lo menos ha corrido atribuida a él—sobre la
misma figura. CLITARCO DE ALEJANDRÍA, escritor de talento, produce, antes del 270,
una historia retórica de Alejandro, que fija la tradición corriente y ha sido la fuente
principal durante cuatro siglos y medio, tan apasionante como una novela.
La época turbulenta que siguió a la muerte del conquistador, fue descrita en una obra
detallada, que es fuente capital, de JERÓNIMO DE CARDIA.
Amplían la época de su historia DURIS DE SAMOS, FILARCO DE ATE-
n
4
EL MUNDO HELÉNICO
ÑAS y TIMEO DE TAUROMENION, que toma como protagonista de su historia el golfo
occidental del Mediterráneo, siguiendo el viejo sistema de empezar con los héroes troyanos,
para llegar hasta la actualidad.
Las conquistas alejandrinas desarrollan la curiosidad por los pueblos lejanos, y griegos o
indígenas de otros lugares se dan a escribir libros sobre este tema. MENANDRO DE
EFESO escribe una Historia de los reyes de Tiro, siguiendo una crónica de aquel país.
BEROSO DE BABILONIA trazó una historia de su nación desde los tiempos primitivos
hasta Alejandro, que se conserva en fragmentos, y es interesante todavía para los
historiadores. Igual hizo MANETON con Egipto.
b) La Geografía.—No se escapa la Geografía de esta avidez cultural, y casi podíamos
decir editorial. Pero de sus principios, que son científicos, deriva hacia el relato novelesco.
También las conquistas de Alejandro tienen su influencia en estas dos direcciones que se
advierten en la joven ciencia al separarse de la Historia. Por una parte, el conocimiento de
nuevas regiones. Por otra, un fantástico más allá que se va alejando con el horizonte.
NEARCO DE CRETA, almirante de Alejandro, describe en su Navegación costera las
costas de Asia desde el Eufrates al Indo. MEGASTENES habla de la India que visitó,
introduciendo algunos elementos fabulosos. AGATÁRQUIDES describe el Mar Rojo con
gran detalle.
La gran geografía de ERATÓSTENES es buena para el Mediterráneo y lo que se conocía
por Alejandro, fantaseando en todo lo demás.
c) Relatos novelescos de viajes.—La imaginación describe países donde a veces las cosas
suceden a gusto del autor o con una intención utópica. Son lo que algunos autores llaman
literatura helénica de tendencias, y que está emparentada con el nacimiento de la Geografía.
HECATEO DE TEOS aprovecha lo que TEOPOMPO había escrito en su Historia de Filipo
sobre los hipérboles y meropos, pueblos utópicos, y nos cuenta su vida feliz, situándoles en
una isla frente al país de los celtas. ANTÍFANES DE BERGA puede considerarse el fijador
del tipo, con el relato del país donde hacía tanto frío que las palabras se helaban en el aire, y
había que esperar el deshielo primaveral siguiente para entenderlas.
Distintas utopías de pueblos viviendo en estado comunal y feliz describen AMOMETO,
IAMBULO y EVHEMERO DE MESANA, que narra cómo en un viaje llega a las islas
Panqueas, en el Indico, donde encuentra una columna de oro que revela la verdad de la
religión: Urano fue un rey perito
74
HISTORIA UNIVERSAL DE LA LITERATURA
/
en Astronomía; su nieto Zeus, un gran conquistador, luego celebrado como dios, etc. En el
libro Crónica sagrada hay descripciones de paisajes tropicales escritas con soltura atractiva.
De estas novelas, añadiéndoles como motivo de interés la pareja amorosa peregrinando
hasta encontrarse, nacerá la novela griega posterior.
d) La Filosofía.—Atenas conservó sus escuelas filosóficas, a las que se unieron la epicúrea
y la estoica, que van contribuyendo a la pluralidad de pensamiento disgregador del mundo
antiguo, y con el que se enfrentará el cristianismo.
La Filosofía origina nuevas formas literarias, como son el protréptico-o exhortación a la \
ida filosófica, la epístola, como exposición de doctrina, y la diatriba, discurso de tono
popular que concluía en sátira.
EPICURO (341-270) cultivó preferentemente la epístola, a juzgar por lo que conocemos.
TIMÓN DE FILONTE, discípulo de Pirrón el escéptico, cultivaba las letras y satirizó el
dogmatismo, abriendo un campo que había de perpetuar Luciano.
De entre los cínicos, METROCLES introdujo la anécdota ingeniosa, y el satírico MENIPO
(hacia 250) utilizaba la prosa y el verso para sus ingeniosas composiciones, que han dado el
nombre de lo que es casi un género : sátira menípea.
74 .
CAPÍTULO V
ROMA
I.— PRIMEROS TIEMPOS
1) Los orígenes.
Difícil es hablar de los orígenes de la literatura romana, pues casi nada conocemos. Hasta
César, apenas si se conservan obras completas; y como la obra posterior va sufriendo cada
vez más la influencia helénica, no es posible seguir el arranque desde los primeros
pobladores.
La existencia de leyendas narrativas en una población latina primitiva, que se transmitían
por tradición oral, parece comprobada en la de Mucio Scévola, que arriesga su vida por
salvar a sus enemigos y concluye colocando la mano sobre los carbones en ascua, Clelia
atravesando el Tíber a caballo para escapar de la prisión, y Horacio Cocles, solo,
defendiendo el puente contra los de Toscana, hasta que pueden destruirlo sus partidarios, y
se retira a nado.
Catón' nos habla de antiguos himnos de los sacerdotes arvales/j que tenían a su cargo los
sacrificios de la diosa Día, los custodios del escudo de Marte, escritos en verso acentual y
de los que se conocen muy breves fragmentos. Otras canciones de tipo popular eran las
nenias funerarias, las fecennínas satíricas y canciones guerreras o triunfales. j Se suponen
orígenes de un naciente teatro las etruscas representaciones llamadas mimos y atelanas (de
Átela, ciudad de Campania). Como se mantuvieron hasta finales del imperio, las
conocemos por lo que eran posteriormente, y sólo podemos imaginarlas en su origen
gracias a haberse conservado ligadas a un público extremadamente popular.
Se desarrollaban con personajes consagrados £ Maccus el bobo, Pappus el viejo imbécil,
Manducus el glotón, Dossenus el giboso, Sannio el far-
75
HISTORIA UNIVERSAL DE LA LITERATURA
ROMA
sante, etc. Los actores salían sin más que un bosquejo de lo que iba a suceder, y se
improvisaba allí mismo. Los relatos escénicos eran cuadros de costumbres de las clases
bajas, y a veces concluían en sentencias morales ; pero otras se desenvolvían hacia el
sucedido obsceno.
Como primeras manifestaciones de la prosa—que también los pueblos hablan en prosa
algún tiempo antes de saberlo, como el personaje de Moliere—existían textos legales —
Ley de las XII tablas —■ o los anales Maximi, etc.
2) La poesía antigua.
El nombre con que comienza la historia de la poesía romana, que tan alto grado llegó a
alcanzar, es el del griego LIVIO ANDRÓNICO, hecho prisionero en la toma de Tarento, j
que se dedicó en Roma a dar clases para subvenir a sus necesidades. Su mayor valor está en
la empresa que llevó a cabo de traducir la Odisea, en una lengua que aun 110 había
adquirido léxico poético ni la flexibilidad necesaria. En lugar del hexámetro, adoptó un tipo
de verso latino primitivo, que fue denominado saturnio, formado por dos miembros. No
está aún decidido el problema de si se basaba en el ritmo o en el metro, aunque es probable
fuera acentual en sus comienzos, introduciéndose el ritmo con su perfeccionamiento.
Conocemos escasísimos restos de esta traducción.
No menos trascendencia tiene Andrónico en las letras latinas, por haber compuesto obras
trágicas al modo de las que habría leído o visto representar en su país. Lo mismo que su
Odisea, no sería un prodigio de estilística, pero dejó creados el senario yámbico latino, el
crético y el septenario trocaico, tan usados posteriormente.
Se conocen los títulos de nueve de sus obras, con exiguos fragmentos. Aquéllos—
Andrómeda, Ino, Tereus—demuestran trasplantó los ciclos heroicos griegos.
Finalmente, una prueba más de su importante significación como tras-plantador de las artes
literarias griegas está en el himno coral y danza de doncellas que a semejanza de la partenia
griega preparó el año 207 en honor de Juno.
El sucesor inmediato de ANDRÓNICO, de mayor valor literario, es CNEO NEVIO, cuya
vida se supone entre 270 y 201, a. de J. C. Cultivó la tragedia de asunto griego y comedias
llamadas fábula palliata, por el pal-
lión, especie de túnica griega, dando entrada en el género a la fábula togata, en que los
personajes eran romanos, vistiendo ropas propias, de donde viene la designación. También
es el fundador de la fábula praítex-tata, drama histórico nacional, en que los personajes
llevan la vestidura de las dignidades, que era la toga pretexta. Con Nevio, el teatro adopta
una postura satírica respecto a personajes contemporáneos, lo que valió el destierro a este
autor.
También enfrentó un tema épico, Bellum Punicum (La guerra púnica). El poema, aunque
arranca de la leyenda de Eneas, para situarnos a Dido y su reino Cartago, tiene la original
de atacar un tema histórico vivido por el autor, cosa no existente en la épica griega.
Se conserva un fragmento de sesenta versos saturnios, que demuestran un estilo rudo y muy
prosaico.
QUINTO ENNIO (239-169) cultivó distintos aspectos de la poesía, siendo el poeta romano
que ofrece más facetas, aunque perdidas para nosotros en su mayoría. Sus Anuales
comenzaban narrando un sueño en que, transportado al Parnaso, se le aparece Hornero, para
continuar con la historia de las guerras púnicas. La obra comprendía 30.000 versos, y se
encuentra dividida en dieciocho libros, aunque se cree es posterior este reparto. Su deseo de
lograr con esta obra convertirse en un Hornero latino se expresa en la forma. El libro en
hexámetros deja lograda la perfección de que era susceptible esta forma en el latín clásico.
Epicarmo es un poema filosófico que lleva el nombre de un comediógrafo siracusano del
siglo VI, de la escuela pitagórica y probablemente tomado de una poesía que le fue
apócrifamente atribuida. Tenemos noticias también de las siguientes obras suyas: Prcecepta
o Protrepticus, exhortación a la filosofía en metro trocaico; Sota, donde se introduce el
sotádeo griego; Heduphagética (Golosinas), versión en hexámetros de una obra latina;
Satures, colección de poesías diversas, donde nos interesa señalar una disputa entre la Vida
y la Muerte, y un panegírico a Escipión.
También cultivó el teatro, adaptando libremente obras griegas (Me-dea, Ijigenia en Aulida,
etc.), fábulas prgetextatas (El rapto de las sabinas, etc.), aunque no era el género para que
estaba mejor dotado.
C. LUCILIO (180-102), nacido en la Campania, de padres ricos, es el primer gran satírico
que producen las letras latinas. Más cuidadoso del contenido que de la forma, era agudo en
sus juicios, sin detenerse ante
77
HISTORIA UNIVERSAL DE LA LITERATURA
nada ni nadie, utilizando un vocabulario completísimo, en el que entraba la jerga de la
soldadesca y las clases bajas. Existe un millar de versos, resto de los treinta libros que
escribió.
3) La tragedia.
Al tratar los precedentes autores, han quedado establecidos los orígenes de la tragedia entre
los latinos. A diferencia de la comedia, que tiene un glorioso desenvolvimiento, sólo dos
nombres pueden señalarse que tengan cabida en las dimensiones de este manual:
PACUVIO y Accio.
MARCO PACUVIO (220-131), nacido en Brindisi, simultaneó el arte dramático con la
pintura, 3 sus obias se repusieron durante largo tiempo en la escena. Se tonocen do^e
títulos, procedentes de modelos griegos y en los que trató de introducir audaces
neologismos no coronados por el éxito: Juicio de las armas, Ctyscs, Niptra, etc.
L. Accio (170-85), de humilde origen y educado en Roma, fue fecundísimo, y sabemos de
cuarenta y cinco títulos de obras suyas, de las que se han conservado unos centenares de
fragmentos, que nos muestran su predilección por el ciclo troyano. Estilo elevado y
escogido léxico: Juicio de las armas, Filoctetes, etc.
También en su Didascálica (Crónica dramática) estudiaba problemas literarios, que
pudiéramos llamar de crítica históricoliteraria.
4) La comedia.
Por el contrario, la comedia es el género literario más popular y difundido, y ya hemos visto
su nacimiento y formas. Réstanos señalar los grandes autores de comedias latinos.
TITO MACCIO PLAUTO (254-184) nació en Sársina, en Umbría, de donde pasó a Roma,
educándose y teniendo ocupación como actor, lo que se deduce por el sobrenombre de
Maccus. Se le atribuyen más de cien obras, muchas de ellas apócrifas, con fines
productivos. Las veintiuna llegadas hasta nosotros son posiblemente auténticas.
Plauto orientó su producción hacia la fábula palliata, adaptando los modelos de la comedia
nueva ateniense, y en especial de Filemón, Dífilo y Menandro.
78
ROMA
El argumento de una de ellas, Aulularia (La olla) nos da una muestra de sus comedias:
Un viejo avaro encuentra una olla llena de monedas de oro. Por miedo a que se la quiten, la
oculta y pasa el tiempo vigilando el escondrijo, sin darse cuenta de lo que está sucediendo
en su casa, en la que Licónides corteja a una hija; del avaro.
Un tío de Licónides, ya de edad avanzada, va a pedir al avaro la mano de su hij a; pero este
momento es aprovechado por un esclavo de Licónides, que espiaba al avaro, para robarle su
tesoro.
El avaro se desespera, hasta que Licónides aparece con la olla, a condición de obtener la
mano de la hija, cosa que él hace lleno de contento.
El asunto fue tomado por Moliere para su Auaro. Otras obras de Plauto son Amphitruo,
Mehcecmi, Miles gloriosus, Captizi y Mosiellaria, que han merecido imitaciones de gran
importancia, como las de Shakespeare, el citado Moliere, Ben Jonson, Dryden, Lessing,
Holberg, Kleist, etc., con lo que su influencia en la literatura universal queda bien patente.
El estilo no es refinado, y se nutre de la lengua popular, lo que le hizo ser poco leído en la
Edad Media, mientras que otros autores más cultivadores del estilo pervivían. Es de una
gran diversidad métrica, y los personajes que saca a escena son frecuentemente esclavos,
jóvenes ociosos, soldados, etc.
PUBLIO TERENCIO AFER (185-159), de origen libio y nacido quizá en Cartago, fue
esclavo de un senador, que le educó esmeradamente. Conocemos seis comedias pailiatas, en
las que se sigue a Menandro: Andria, Hecyra (La suegra), Heautontimoroumenos (El que se
atormenta a sí mismo), El eunuco, y Adelphi (Los hermanos).
Naturalmente, en este autor, como en los anteriores, no se trata de una traducción del
modelo griego, sino de una versión en la que no sólo se altera el estilo hasta hacer posible
una maestra original, sino el mismo argumento sufre las llamadas contaminaciones, en que
se intercalan trozos de otras obras, desviando la acción.
El estilo en Terencio es más refinado que en Plauto, siendo sus obras propias para un
público más culto.
CECILIO ESTACIO (muerto en 170), llegado a Roma como esclavo—se cree era un celta
—, cultivó únicamente la fábula palliata. Y también siguió a Menandro. Aunque no es
posible dar un juicio de su obra por lo
79
HISTORIA UNIVERSAL DE LA LITERATURA
fielmente a los modelos,
escaso que se conserva, parece que seguía mas y no era de un estilo muy refinado.
De menor importancia son los autores Lucio AFRANIO, contemporáneo de TERENCIO, a
quien admiraba, fecundo autor, aunque de poco valor, TOTINIO, T. QUINCIO ATTA,
cultivadores de fábula togata.
Las primitivas farsas etruscas tuvieron un renacimiento hacia el siglo I con Novio y Lucio
POMPONIO. El tono es grosero, y lo obsceno abundaba.
5) La prosa.
Los orígenes de la prosa latina son tai dios. Los primeios escritores de obras históricas—
QUINTO FABIO PICTOR, CAYO ACILIO, etc.—utilizaron la lengua griega para su obra
nacional. La influencia helena se vio contrarrestada por la postura de CATÓN, que, tratando
de evitar la hele-nización del espíritu romano, dio origen a la prosa literaria.
MARCO PORCIO CATÓN (234-149) nació en Túsculo, en Sabina. Sus actividades
políticas y patrióticas caen fuera de nuestro estudio. Conservamos completo uno de sus
escritos: De agricultura, de escaso valor estilístico.
Sus Orígenes pretendían relatar el origen o historia de las principales ciudades italianas,
continuándose con las guerras púnicas y lusitanas, añadiendo a la exposición de hechos
militares algunos factores culturales. También fue orador, forma de la prosa muy extendida
entre los romanos.
a) La historiografía.—Son muy abundantes los anales, como hemos señalado al
comienzo, y pocos hay que sean algo más que una mera exposición cronológica de
hechos. Algunos de los autores son: Lucio CASIO HÉMINA, el más antiguo conocido;
Lucio CALPURNIO PISÓN, muy consultado posteriormente; Lucio CELIO ANTÍPATER,
que en vez de remontarse a los tiempos legendarios, como todos los anteriores, se limitó a
la guerra de Aníbal, dando así una monografía histórica. VALERIO ANCÍAS contó, al
modo primitivo, la historia romana en una obra copiosa, llena de inexactitudes y fantasías.
Se diferencian ya de los Anales obras como las Memorias de QUINTO CÁTULO, vencedor
de los cimbrios y otros, entre ellos, SULLA.
b) La oratoria,—De igual modo que entre los griegos, la oratoria
SO
ROMA
era una de las formas de la prosa literaria, cultivada en el Foro y las luchas políticas de este
período republicano; gana en estilo al advenir la costumbre de publicar los discursos, como
se hace a partir de Catón.
Para Paúl Albert (Ob. cit.), la historia de la elocuencia romana abarca tres períodos, y del
primero no se conservan obras, a pesar de haber existido la lucha entre plebeyos y patricios,
en que la elocuencia fue utilizada por ambos bandos.
La mayor parte de los escritos, que constituyen discursos de la época republicana, están
recogidos por autores posteriores, reconociéndose su mano fácilmente. Así, el discurso del
tribuno Canuleyo, de Tita I ¿vio.
Por los fragmentos que conocemos se pueden señalar valores literarios en los discursos de
ESCIPIÓN AFRICANO, CAYO GRACO (154-121), CAYO LICINIO CRASO (140-91) y
QUINTO HORTENSIO (114-50).
II.—LA EDAD DE ORO
A) Hasta el reinado de Augusto.
Pronto la literatura latina alcanza su más alto nivel, y desaparece el recuerdo de los
arcaísmos balbucientes. Ya en el final de la República se inicia lo que se viene llamando
Edad de Oro, y que suele dividirse en dos períodos: el primero, hasta Augusto, y el
segundo, correspondiente a la vida de este emperador.
1) Poesía.
TITO LUCRECIO CARO (99-55), de quien poseemos escasas noticias, se dice estaba
atacado de locura por efectos de un filtro, componiendo en los intervalos lúcidos el libro De
rerum natura (De la naturaleza de las cosas), que no concluyó, por haberse suicidado. El
poema, en hexámetros—unos 7.400—, está repartido en seis libros, y con un fondo
epicúreo combate la creencia en la intervención de los dioses en los destinos humanos. En
el primer libro, el sacrificio de Ingenia es utilizado ile modo muy distinto a un antiguo
griego, demostrando el resultado de IÍL superstición.
u 81
i » )
HISTORIA UNIVERSAL DE LA LITERATURA
Aunque existe algún arcaísmo, el estilo de Lucrecio tiene una gran fuerza poética, que se
manifiesta en pasajes como aquel en que una vaca errante por ios campos busca una
ternerilla perdida.
VALERIO CÁTULO (82-52 aprox.), que siguió más a los alejandrinos que a los antiguos
maestros, es, sobre todo, un gran lírico, y se conocen 116 poemas suyos. Tomó algún tema
directamente de los alejandrinos—La cabellera de Berenice, de Calimaco—, y en otros
emplea el dístico elegiaco propio de ellos—Bodas de Peleo y Tetis—; pero también cultivó
el yambo en pequeñas composiciones.
Parte de su poesía está dedicada e inspirada por Clodia, recogiendo todao las fests c'e su
amor Insta llegar al olvido. Muchos de sus vero» son ingeniosos, elegantes y amables, sin
íaltar un sentido de la naturaleza, no corriente en ia antigüedad.
De sus contemporáneos VALERIO CATÓN, FURIO BIBÁCULO, CA\O HELVIO CINN\
y LICINIO CALVO no quedan muestras suficientes para juzgar de su obra.
MARCO TERENCIO VARRÓN, aunque nacido antes (116-27), corresponde a este
momento por haber aparecido sus creaciones en los últimos años de la República. Es el
mayor erudito de la antigua Roma, y escribió numerosas obras. Las Sátiras menípeas,
imitadas de MENIPO, en verso y prosa, y numerosos tratados. Se conserva su obra sobre
agricultura, y parte de lo que era un tratado sobre la lengua latina.
2) Prosa.
a) Historiografía.—JULIO CÉSAR (100-44) ha dejado huella de su sencilla y exacta prosa
en las dos obras en que relata sus campañas, justificando su actuación militar o política:
Comentarios a la guerra de las Galias y Comentarios a la guerra civil, en siete libros la
primera, con un octavo de mano de AULIO IRCIO, y tres la segunda, que fueron
concontinuados por otro autor.
CORNELIO NEPOTE (99-24 aprox.), de cuya vida tampoco sabemos mucho, introdujo
dos modelos de origen griego: Los exempla, misceláneas de anécdotas, recuerdos y
lecturas, y una Crónica en tres libros.
Lo que de él puede leerse son los fragmentos que de una obra mucho mayor quedan en las
biografías de capitanes no romanos (De viris illustribus), y las de Catón y su amigo
Pomponio Ático.
82
ROMA
CAYO SALUSTIO CRISPO (86-35 aprox.), de familia acomodada y nacido en una
pequeña ciudad sabina, se trasladó a Roma, donde trans-111 re su vida. Supera a los
anteriores por la elegancia de su prosa, y ■ "imeemos dos obras de tipo casi monográfico en
que relata la conju-nn ion de Caiilina y la guerra de Yugurta. Se han perdido sus Historias,
111<", abarcando poco más de una década, comprendían la guerra contra ■ rtorio, la lucha
contra los esclavos y parte de la contienda con Mitrí-I 'les.
b) La oratoria.—Es ésta la época de mayor florecimiento de la elo-tiiuncia romana.
Momento de grandes luchas en el Senado y el país, tu II,KON ñus lia dejado en su diálogo
Brutus (De claris oratoribus) una 4t*tn ilc oiadoies con la apreciación de su mérito. En
cambio, no nos "'itscnan mas discursos completos que los del propio Cicerón, de quien
'JICÜ aumenta y siete discursos, fragmentos de otros diecisiete y los 1 'ulnq de bastantes
más, que van desde oratoria forense y judicial a los >-< lituanos panegiiicos de César,
Catón y Poicia, o los que se esen-1 'ti »iu llegar a ser pronunciados, divulgándose por
medio de la escri-ftii ICs ejemplo de ello la segunda de las famosas filípicas. t'ui'iu'iN (106-
43) nació en Arpiño, y siendo educado brillantemente, deliró a la vida judicial, demostrando
su afición literaria con tiaduc-" ilc obras griegas.
1 11 imicncia de esta afición a la oratoria son los tratados retóricos. cu su juventud,
compuso uno: De la invención, que más tarde 1 por prematuro, lanzando en De oratore una
obra mucho más \, Lili su otro tratado, Bruto hace una historia de la oratoria 1, Cuino
más arriba indicamos.
Filosofía y epístolas.—El legado ciceroniano queda también en filosóficos—De
república, Diálogos tusculanos, Sobre los debe--, hi.storiográíkos—De consiliis meis—,
poesías, en las que no dcHpimtar como en la oratoria, a pesar de dominar el idioma y Ull
cierto progreso sobre sus antecesores. De estas poesías no
ejemplo». ,
luiente, quedo como maestro del género epistolar, cultivado ya ^llagas, tlci 1 lustrando
también en sus variadas cartas a amigos,
irím u una in.iyor divulgación, su preponderante papel en el des-
Mii*'ilto y madurez de la lengua latina.
i
'1
1) La fábula.
La fábula, con el epigrama, son los dos únicos géneros que se desenvuelven y perfeccionan
sobre lo producido anteriormente. FEDRO utilizó la fábula esópica, en la que son
protagonistas los animales para lograr una consecuencia de índole moral, aunque en
algunas de las 145 que se conocen son seres humanos los que intervienen. Poco se sabe de
la biografía de Fedro, a quien se supone liberto macedónico, y no gozó del éxito en sus
días, a pesar de la gracia sencilla con que sus breves relatos están descritos en yámbicos
senarios.
2) El teatro.
En la época anterior, el teatro había seguido las normas clásicas ■—OVIDIO escribió una
Medea—, sin que conozcamos autores dignos de mención, y perdiendo su categoría
artística. La comedia, desviada hacia los géneros inferiores, mimos y pantomimas, tampoco
recobra su antigua altura, y el autor que destaca en este momento es Séneca.
Sus obras dramáticas son las únicas que han sobrevivido completas hasta nuestros días:
Medea, Fedra, Edipo, Agamenón, etc., en número de nueve, y Octavia, del género pretexta.
4^r- 3) La poesía.
Los tiempos de Nerón, en que se cultivó abundamente la poesía, no aportaron grandes
valores. CALPURNIO SÍCULO, en sus Bucólicas, sigue a VIRGILIO, elogiando
desmesuradamente al emperador, y PERSIO FLACO. en sus Sátiras, llega a tales
retorcimientos estilísticos, que hacen confusa y difícil su lectura.
De las obras contemporáneas se deduce la abundancia de poetas que leían sus
composiciones casi a diario; pero el hecho es que nada sale ganando la lírica con ello.
a) La epopeya.—La epopeya histórica da un paso más hacia la prosa con la supresión que
hace MARCO ANNEO LUCANO del principio, común hasta entonces y totalmente
indispensable a los autores, de una larga parte preliminar en que, arrancándose de los
dioses, se narraba un ciclo de leyendas que venía a enlazar con los personajes o hechos
tomados como londo.
LUCANO (39-65), en su Farsalia o De bello civili, relata las luchas entre Pompeyo y César,
siguiendo el relato por orden cronológico, aunque intercala demasiados discursos y
reflexiones filosóficas o científicas apenas relacionados con la obra.
No siguieron su punto de vista los restantes autores de epopeya, que continuaron
manteniendo la parte preliminar de tipo heroico griego en sus obras. CAYO VALERIO
FLACO elige como tema de su obra el mlt^de
60
HISTORIA UNIVERSAL DE LA LITERATURA
ROMA
Jasón y Medea. Las argonáuticas siguen el original de la obra de igual título de Apolonio de
Rodas, aunque muy libremente, y quedó inacabada, SILIO ITÁLICO (25-101), tomando a
Hornero como modelo, en su Epopeya púnica, en más de 12.000 versos, le imita en
destacar escenas—descripción de un escudo, catálogo de pueblos, etc.—y la intervención
de los dio-bes. Igualmente sigue los moldes griegos PAPINIO ESTACIO (40-96 aprox.), de
verso fácil e improvisado, en una Tebaida, en doce libros, y una Aqui-leida, que por muerte
dejó sin concluir. Su obra peca de extensa y minuciosa.
b) La poesía satírica.—No solamente de este período, sino de toda !a literatura univoi-vil,
es MARCO VALERIO MARCIAL (45-104 aprox.) uno de los autores que han llegado a
mayor altura en el dominio del genio satírico. Procedente ]< la España rorranizada—BíllJlis
—. se +ns!ad' a Roma y logró da- ?1 epigrama, que en un principio sólo había servido para
inscripciones, categoría de obra literaria. Eíxriíob en -u mayoría en dísticos elegiacos, y
1¿ ina_,ui parte, ruu_> bre\es, se destacan Jantn por el lenguaje elegante y perfecto como
por la punzante ironía o la burla cruel y descarada.
El otro satírico, JUNIO JUVENAL (58-138 aprox.), es muy distinto y no tiene de común
más que el propósito de combatir con sátiras a la sociedad contemporánea. No preside su
obra ni el humor alegre, ni el aspecto cómico de las cosas. Su pluma es sombría, y a
menudo se recarga de crudeza y tonos pesimistas. Además, no le preocupa la brillantez del
estilo. Se conocen casi totalmente sus dieciséis sátiras.
4) La prosa.
También en la prosa cabe señalar una copiosa producción, en la que se advierte
profundamente la decadencia. Sólo contadas figuras se destacan de la variada cantidad de
obras, que van abarcando cada vez más aspectos de la ciencia. PLINIO, el viejo, es un
ejemplo, con sus treinta y siete libros de Historia natural, del fervor por una obra cultural y
científica, al lado de un estilo torpe, que se hace peor cuando intenta alcanzar elegancia.
La Medicina de CELSO, la Geografía de POMPONIO MELA, O los libros de JULIO
FRONTINO sobre arte militar o la ingeniería romana, son muesj»!
90
tra de la especialización científica, que se iba apartando más y más de lo propiamente
literario.
Sentido contrario tiene la obra en prosa de SÉNECA, que en sus tratados filosóficos o
morales (De consolación, Cartas inórales, De la tranquilidad del ánima, etc.) queda como el
mejor prosista de la época, con un estilo que por la limpidez de la frase breve y la riqueza
de ideas puede compararse al epigrama en la poesía. El estilo de Séneca fue seguido e
imitado largo tiempo.
a) La novela.—De la época neroniana procede la primera novela a la que prcda oírse ese
nombre con el sentido qué hoy se utiliza, y con un a-gumeriLd de hechos contemporáneos,
basados en la realidad, descritos en prosa. Es fácil que los latinos no conociesen las novelas
griegas, a no ser al^u id de DIÓGENES O YAMÜLICO ; pero lo que sí debía serles
familiar eran las fábulas milesias, procedentes de Asia Menor y de las que se conservan
huellas en autores posteriores.
El Satiricen es la obra a que nos referimos. Atribuida a FETRONIO ARBITRO, existe el
problema de si este es el personaje a que alude Tácito, y que viviera en la corte de Nerón
como elegantice arbiter (algo así como gran director de ceremonia), o si, por el contrario,
no tiene nada que ver con él.
Tácito refiere que el elegante cortesano perdió el favor del emperador y se dio la muerte, no
sin antes enviar un escrito en que relataba las depravaciones e infamias de Nerón. El creer
que éste pudiese ser el Sati-ricón ha dado lugar a otra teoría, hoy poco compartida.
Lo que parece ser evidente es el que el Petronio de la historia y el autor literario sean el
mismo, sin que tenga nada que ver la acusación a Ncrc'n con la novela, relato satírico de las
costumbres de su tiempo, en que se ataca tanto a los ricos advenedizos como a las
opiniones literarias, o la intervención que los dioses tomaban en las narraciones épicas
anteriores.
No se conoce la obra comoleta; pero los fragmentos permiten establecer el sentido general
del texto.
b) La historia.—La figura esencial, no sólo de este período, sino de toda la historiografía
romana, es PUBLIO CORNELIO TÁCITO (50-120 aproximadamente). Originario de
familia ilustre del sur de Galia, estudió Retórica en Roma, lo que influyó poderosamente en
su estilo. Publicó una biografía de su suegro Julio Agrícola, siguiendo el sistema
panegírico, y
91
^
HISTORIA UNIVERSAL DE LA LITERATURA
Eliano (175-235 aprox.), escritas en griego, recogiendo las más diversas notas de la
historia, las ciencias, o simplemente curiosas o divertidas, ocupando catorce libros. Historia
de los animales es otra obra del mismo estilo, referente a curiosidades del mundo animal, y
las Cartas campesinas recoge veinte de autores del siglo IV, carentes de interés.
El convite de los sofistas, de ATENEO DE NAUCRATIS (siglo II), tiene únicamente
interés por la cantidad de datos que aportan las anécdotas.
e) La Aretalogia.—La Aretalogía es un género que participa del anterior en cuanto a la
recogida de elementos históricos, pero se encuentra más cerca de una degeneración de la
epopeya, y nace sin porvenir de vida, pues su evolución le conduiina a la novóla.
En realidad, las aretalogías son narraciones en prosa de hechos maravillosos de hombres }
aioseb Religiosas en su oiigen, y probablemente nacidas en Egipto, t," extendieron al
mundo helenístico y a lo profano. Una de ellas es La vida, de Pitágoras, de APOLONIO DE
TIANA.
La invención de hechos, o sea la función creadora del prosista, conducía inmediatamente al
género que más importancia alcanzó en el mundo helenístico, polarizando en verdadera
historia y novela el contenido de la Aretalogía.
f) La historia.—La figura central de la historiografía helenística es la de POLIBIO DE
MEGALÓPOLIS (201-120 aprox.), que llevado a Roma después de la derrota de Perseo se
convirtió en un admirador del Estado romano. Se conservan completos los cinco primeros
libros de su Historia, y extractos del resto. Su estilo es el propio del helenismo, culto de la
época, sobrio y sin estilismos, cuidando la solidez de sus datos y haciendo sitio a la
Geografía en su obra.
PLUTARCO DE QUERONEA (46-120 aprox.), educado en Atenas, Alejandría y Roma,
escribió biografías más que obras de historia, en un sencillo estilo, buscando el aspecto
ético y psicológico de las grandes figuras. Vidas paralelas es el título de la obra en que al
lado de una figura romana va una griega, para así demostrar la igualdad de ambos pueblos
en su desarrollo: Alejandro y César, Demóstenes y Cicerón, Feríeles y Fabio-Máximo, etc.
Puede decirse que Plutarco—autor también de obras filosóficas de mucha menor
importancia—, ha sido uno de los autores más celebrados a través de toda la Edad Media, el
Renacimiento, y predilecto de algunas figuras importantes posteriores.
Mil
GRECIA BAJO EL IMPERIO ROMANO
FLAVIO ARRIANO DE NICMEDIA (95-175 aprox.) muestra en su estilo la tendencia
contraria a la sencillez plutarquiana, y en los siete libros en que relata la Anabasis de
Alejandro aglomera arcaísmos del dialecto jónico.
A este aticismo se inclina también DION CASIO COSSEYANO DE NICEA (155-235
aprox.), que escribió una Historia romana en ochenta libros, con la influencia retórica de
autores anteriores.
g) La Filosofía.—El momento helenístico es de divulgación de la Filosofía, que ya no es
propia de un estrecho círculo, y a las distintas tendencias viene a añadirse la serie de
misterios y tendencias religiosas que se infiltraban desde Oriente. Desde el punto de vista
literario, sólo tiene interés señalar el estilo espiritual y elegante de POSIDONIO (135-51
aprox.), que le hizo muy leído en su tiempo.
3) Literatura hebrea helemzada.
Las conquistas de Alejandro ampliando el horizonte helénico, y posteriormente la extensión
de la dominación romana, pusieron al pueblo hebreo en relación con la cultura clásica
antigua, y aunque no apareció una poesía ni una narrativa hebrea en lengua griega o latina,
en sus formas creadoras, el contacto sí produjo obras más bien del dominio de la Historia o
la Filosofía.
a) La historia.—La primera historia judía en lengua griega es debida a DEMETRIO, que
vivía durante el reinado de Ptolomeo IV (222-205), y que se cree utilizó la traducción del
Antiguo Testamento. JASÓN DE CIRENE compuso la Historia de la sublevación macabea,
en el siglo II, en cinco libros, respondiendo a la necesidad sentida en la época de conocer la
historia de los pueblos con que se había trabado conocimiento.
Ya en la época romana destaca la figura de FLAVIO JOSEFO (37-97 aproximadamente),
fariseo que se trasladó a Roma y vivió en la corte de Nerón, tomando parte activa en la
rebelión de Galilea contra Roma, cayendo prisionero y siendo libertado por Vespasiano,
acabando su vida en la capital del Imperio. Su obra más importante es la Historia de la
guerra judía, que escribió en arameo, trasladándola posteriormente al griego.
También se le debe un libro de Antigüedades judaicas, en que su propósito es enaltecer y
dar a conocer las glorias de su pueblo, y una refuin-ción de los ataques del antisemita
Apión, que se conoce por el titulo Contra Apion.
107
HISTORIA UNIVERSAL DE LA LITERATURA
CAPITULO VII
LITERATURA CRISTIANA EN SUS PRIMEROS TIEMPOS
La literatura cristiana viene a caracterizarse desde sus orígenes por el ^carácter universal
que la domina. A pesar de desenvolverse dentro del i inundo pagano, enfrenta, con la
disolución de ideas, que caracterizan los finales de éste, su recia unidad dogmática y
apologética.
La literatura, al servicio de la idea cristiana, contribuye poderosamen-' te a imprimir
dirección a la cultura que se está formando. Esta propiedad, ya señalada en la obra de Ebert
(Histoire genérale de la litterature d'u Mayen Age en Occident, Glotz, París), es contraria a
la que se produce en los orígenes de otras literaturas, en que es la cultura quien imprime
dirección a las letras.
En sus primeros tiempos, la literatura cristiana—cuando el cristianis-niii lucha por asegurar
su existencia—es sólo un instrumento al servicio ili la comunidad, la sociedad cristiana de
que hablaban los Padres.
Las necesidades dan nacimiento a las creaciones literarias, y son un,a lid expresión de la
situación, aun no estable, y el progresivo desarrolLo tic la sociedad cristiana en Occidente,
destacándose como característica s~u unidad.
Consecuencia de su nacimiento en el mundo pagano es la utilización ele IAR dos lenguas
que utilizaba el mundo clásico antiguo en sus días finales»: el griego y el latín.
Numerosas son las obras en griego a partir de los Evangelios; pero • »n I.KIO se van
produciendo otras en latín, paralelas en género—apología principalmente—y fondo. Pero
pronto queda lo latino como único, J)arn formar en lo que fue imperio una latente vida
cultural, que manteniéndose al través de las invasiones y el mundo medieval, va a ser
origen úl» toda la cultura occidental.
108
10»
HISTORIA UNIVERSAL DE LA LITERATURA
I.—LITERATURA GRECOCRISTIANA
A.—ORÍGENES.
I) Nuevo Testamento.
Un estudio de la literatura cristiana en lengua griega ha de comenzar necesariamente por los
libros del Nuevo Testamento, y en especial los Evangelios, que contienen la vida y doctrina
de Jesucristo. En total, comprende el Nuevo Testamento veintisiete libros, todos ellos
escritos en griego, a excepción del Evangelio de San Mateo, escrito en arameo, aunque
nosotros lo conocemos solamente en griego.
A pesar de estar escrito en la lengua helenística corrientemente usada, el estilo, libre de
retorcimientos barrocos, señala con su sencillez una naturalidad inspirada, que permanece
como ejemplo y origen de toda la literatura cristiana en un momento en que la literatura
pagana se descomponía en artificios retóricos.
Los libros se dividen en históricos, que son los Evangelios y los Hechos de los Apóstoles;
proféticos, el Apocalipsis de San Juan, y didácticos, que son los restantes, en forma de
epístolas.
Tres de los Evangelios se llaman sinópticos, por seguir el relato paralelo. Son los de SAN
MATEO, el primero en el tiempo, pues se supone lo escribió hacia el año 42; el de SAN
MARCOS, entre esta fecha y el 67, y el de SAN LUCAS, médico y de notable formación
clásica, de fecha igual aproximadamente. El de SAN JUAN, posterior, de finales del siglo,
completa los otros tres y condensa los principios de la teología cristiana.
Los Hechos de los Apóstoles son debidos también al evangelista San Lucas, y muestran los
primeros días de la predicación en el mundo pagano, la vida y hechos de San Pablo, sus
viajes y predicaciones y su prisión en Roma.
La mayor parte de las epístolas se deben a SAN PABLO, cuya historia y conversión en el
camino de Damasco son de sobra conocidas. Es probable que su lengua materna fuese la
koiné helenística, por lo que escribe en esta lengua directamente, impregnando sus textos
con su estilo apasionado y claro. El objeto de las epístolas, dirigidas a los gálatas, romanos,
corintios, etc., es el de señalar el recto camino de la religión. SANTIA-
110 •
LITERATURA CRISTIANA EN SUS PRIMEROS TIEMPOS
<GO, SAN PEDRO, SAN JUAN y SAN JUDAS son los autores de las restantes
epístolas.
El Apocalipsis—revelación—de SAN JUAN, escrito el año 95, según se supone, es una
obra simbólica henchida de alegorías e imágenes, y con gran riqueza de vocabulario. A
Aimé Puech (Histoire de la littérature grecque chrétienne, París, 1928) le parece el griego
de un egipcio del Fayomu, y otros autores han señalado que está pensado y redactado en
hebreo, con caracteres griegos.
2) Libros apócrifos.
Existen varios textos considerados como apócrifos o no inspirados, encontrados, en parte,
en papiros egipcios. Sin ningún valor para el canon, sí le tienen desde el punto de vista
literario, y muestran la injerencia de ideas heréticas, óríicas o gnósticas. Adoptan la forma
de Evangelios, actas y epístolas.
Entre los Evangelios apócrifos se hallan el de Santo Tomás, que narra hechos
extraordinarios realizados por Jesús en su niñez. El de San Pedro, más conforme con los
auténticos, y el Protoevangelio de Santiago, que habla de los padres de la Virgen, el
desposorio de San José, etc.
Los Hechos apócrifos de San Pablo cuentan el martirio del apóstol, y contienen una falsa
correspondencia entre San Pablo y los corintios, así como la historia de Pablo y Tecla,
convertidos por el apóstol.
Los Hechos de San Pedro presentan las luchas de éste con Simón el Mago. De igual modo
hay hechos de San Juan, San Andrés y Santo Tomás, y unos hechos de Pilatos, en los que en
una carta relata el juicio y crucifixión de Jesús.
También hay epístolas y apocalipsis apócrifos. En el de San Pedro se presentan visiones del
cielo y el infierno, de influencia órfica. Una correspondencia entre Jesucristo y Abgar, rey
de Edesa, es también totalmente falsa.
La importancia literaria de estas obras, más que por el estilo, que en general es el mismo
que hemos señalado en los Evangelios canónicos, está en la divulgación e influencia que
tuvieron algunas de ellas durante la Edad Media.
11!
HISTORIA UNIVERSAL DE LA LITERATURA
3) Los padres apostólicos.
De los autores cristianos que median entre los evangelistas y la literatura apologética no se
conservan muchas obras, y apenas algunos nombres. Continuadores de la labor apostólica,
conocemos de ellos una carta de SAN CLEMENTE, otras de SAN IGNACIO, y una
llamada Segunda epístola de San Clemente, pero que, a no dudarlo, es de autor
desconocido.
La Didajé o doctrina de los doce apóstoles, anónima, de finales del siglo I, tiene interés,
aparte del dogma y las cuestiones litúrgicas, por presentar la vida interna de las pumeras
comunidades cristianas.
De esta época—o del siglo siguiente según algunos autores—es el Pastor de Hermas, cm a
datación más acertada parece la de mediados del siglo II, obra larga y alegórica, muy
apreciada en los primeros tiempos del cristianismo.
4) Los apologistas.
Inmediatamente, en el siglo II, aparece el primer género típicamente cristiano, que aunque
no tiene su mayor valor por lo literario, en lo que se refiere a estilo o valor narrativo, sí, por
lo que representa, al enfrentar al decadente mundo clásico envuelto en preocupaciones
formales, una producción en la que lo esencial es el fondo, lo que se viene a decir.
Tanto en griego como en latín, se produce la apologética, que vamos a examinar en su
aspecto greco. Su objeto es colocar en su verdadero lugar la doctrina cristiana,
desvaneciendo los errores o calumnias que la falta de un conocimiento exacto y la
enemistad hacían surgir. De la exposición simple de la verdad se pasó a la contestación a la
calumnia, y de ahí al ataque polémico, que al revestir forma dialogada o literaria da
nacimiento a nuevos géneros, como más adelante veremos.
Se ha perdido la mayoría de las obras apologistas primitivas, siendo la más antigua
conservada la de ARÍSTIDES DE ATENAS, dirigida a Antonino Pío; las de SAN
JUSTINO, dirigidas, una, a los emperadores y el pueblo romano, y la otra, demostrando
que la doctrina cristiana es más pura que las filosóficas griegas, y el Diálogo a Trifón, que
como va destinada a los judíos, tiene por finalidad demostrar la autenticidad de Jesu-
112
LITERATURA CRISTIANA EN SUS PRIMEROS TIEMPOS
cristo como Mesías. ATENÁGORAS, en su Súplica en favor de los cristianos, demuestra la
falsía del ateísmo y la inmoralidad que se les inculpaba.
B.—FINES DE LA LITERATURA GRECOCRISTIANA. I) La era constantiniana.
La libertad dada a la Iglesia por Constantino, en el 313, despejó notablemente la vida de los
autores cristianos, que pudieron dedicarse con más intensidad al estudio, al tiempo que el
conocimiento de los autores clásicos era mayor en ellos, lo que lleva a una adopción y
asimilación de las formas, sin perder el distintivo de su fondo esencial y vigoroso.
Continúan las grandes controversias, que cristalizan en numerosas obras.
Antes de que pasase al latín la literatura cristiana, quedan destacándose unas cuantas
figuras: SAN ATANASIO DE ALEJANDRÍA (295-373), Discurso contra los gentiles,
Discurso contra los arríanos, Vida de San Antonio, etc.; más cerca de la fuerte expresión de
sus sentimientos e ideas que de un estilo culto y refinado, SAN BASILIO, nacido en
Cesárea el 311, conocedor de la cultura clásica, refleja un estilo cuidado en sus Homilías,
cartas, llevando sus conocimientos al tratado sobre el estudio de los autores profanos. Su
amigo GREGORIO DE NAZIANZO (338-390 aprox.), es mucho más importante por su
dedicación a las letras, cultivando variados géneros, entre ellos discursos, epístolas y
poesías. Es el poeta cristiano más importante de su época, y aunque su característica es la
adopción de las formas clásicas, se observa en dos poemas—Canto a la tarde y Elogio de la
virginidad—una transición hacia la métrica acentuada. Están escritos en dísticos, como
todos, sus Poemas históricos. También escribió unas Cuartetas gnómicas y una
Autobiografía en verso.
En cambio, SAN JUAN CRISÓSTOMO (344-407) es el orador cristiano por excelencia.
Bossuet le calificaba de "demasiado sencillo y demasiado popular" ; pero su estilo, que
llegaba a las gentes a quienes se dirigía, era apasionado, y sublime en ocasiones.
Profundamente observador, no dejaba una sola ocasión de moralizar sobre sus oyentes.
"Creedme. Cuando me aplaudís, experimento un sentimiento humano—¿por qué no decir
verdad?—y me lleno de alegría. Pero cuando de vuelta a mi casa pienso que los que me han
aplaudido DO han tacado
* 113
HISTORIA UNIVERSAL DE LA LITERATURA
LITERATURA CRISTIANA EN SUS PRIMEROS TIEMPOS
I
ningún provecho de mis palabras, que todo el provecho que hubieran podido sacar se lo han
hecho perder esos mismos aplausos, me desconsuelo... "
Su obra, además de la exposición, es importante por las costumbres de su tiempo que
revela, conservándose numerosos discursos (Sobre las estatuas, Antes del destierro,
Homilías, etc.).
Los últimos escritos cristianos en lengua griega que merecen citarse, dada la dimensión de
nuestro estudio, son el de NEMESIO, obispo de Eme-sa en el siglo V, Sobre la naturaleza
del hombre, neoplatónico en demasía, y los falsamente atribuirlos a Dionisio Areopagita,
que gozaron de crédito e influencia en la Edad Media, como otras obras apócrifas señaladas
anteriormente.
2) Principios de la Ciencia cristiana.
A fines del siglo II florece en Alejandría una escuela de teólogos y escritores cristianos que
colocan con sus obras las bases de la Ciencia cristiana. La figura principal fue CLEMENTE
DE ALEJANDRÍA, nacido en Atenas hacia el 150, que en su obra apologética llamada
Protréptico, y en el Pedagogo y los Stromata, rebate la pretensión de la filosofía de dar una
enseñanza suficiente, teniendo, además de por su contenido, importancia por su exposición
literaria. Su discípulo Orígenes continuó su labor en í su fecundísima producción, de la que
destacan, para nosotros, sus Comentarios al Antiguo Testamento. El Discurso de acción de
gracias a Orígenes de SAN GREGORIO EL TAUMATURGO (203-275), exalta su figura
en obra de algún valor desde el punto de vista de su redacción.
De los demás autores, cuya principal preocupación sigue siendo el enfrentamiento con los
problemas dogmáticos, y la demostración de la superioridad ¿e su doctrina sobre las que
bullían en el mundo pagano, o la refutación de falsas atribuciones y condenación de las
desviaciones heréticas, merecen citarse, por su corrección literaria, los Encajes, de SAN
HIPÓLITO (160-235 aprox.), que son una miscelánea cristiana al modo helenístico en
veinticuatro libros, y el Banquete de las diez vírgenes, en que METODIO sigue el estilo
platónico.
3) La historiografía.
Frente a la historia de los paganos, de igual modo que frente a su filosofía, se va alzando
una historia que en vez de partir de los viejos mitos homéricos o las leyendas de la
fundación de Roma, toma su arranque de la verdad revelada y la historia del mundo hebreo.
Al mismo tiempo, la Iglesia, que sale triunfante de los duros golpes de las persecuciones y
las desviaciones heréticas, va trazando su propia historia en el transcurso del tiempo, que
nos es conocida gracias a obras de estos momentos.
SAN HIPÓLITO, ya citado en el párrafo anterior, llevó sus Crónicas desde el principio del
mundo hasta el año 234, y EUSEBIO PAMPHIL (260-340), que fue obispo de Cesárea,
escribió la más importante historia cristiana: una Crónica, que comenzaba con el
nacimiento de Abraham hasta el año 323, y una Historia eclesiástica, fundamental para el
estudio del cristianismo primitivo. Su Vida de Constantino, es más un panegírico que una
biografía.
II.—LETRAS LATINOCRISTIANAS
A.---SUS ORÍGENES.
El movimiento literario cristianolatino tiene un origen y evolución análogo al descrito en
sus obras en lengua griega. Es fundamental y decisiva la preocupación por el fondo; el
cultivo de la forma se va produciendo lentamente, a medida que el contacto y el estudio de
la literatura clásica antigua no son ya necesarios para combatirlos, sino una curiosidad y
aun una necesidad para el hombre culto.
Estas dos características nos colocan la literatura latinocristiana, por un lado, dentro del
mundo clásico, cuya continuación formal puede considerarse, aunque con aportaciones
propias, por la constante imitación de Virgilio y otros autores, así como por la continuidad
de la lengua usada, que sigue siendo el latín; por otro, por el profundo sentido doctrinal que
contiene, y que, extendiéndose a los países romanizados, va a contribuir a la formación de
unas naciones con sus lenguas propias en que desarrollar literaturas peculiares puede
también considerarse como punto inicio 1 de la literatura medieval. Ni una cosa ni otra
vamos a hacer aquí; aten diendo al criterio de ir dando pasos en todo lo posible por rutfti
CfOtin
114
^115
•
HISTORIA UNIVERSAL DE LA LITERATURA
lógicas, estudiaremos las letras cristianas hasta San Agustín, dentro del presente libro, y en
el siguiente, los autores y períodos posteriores durante la Edad Media.
i) Las apologías.
La literatura principal de los cristianos en el siglo II, y con ella se inicia el movimiento
literario. Nacen de la doble necesidad de ilustrar a los espíritus cultos del mundo pagano y
suministrar argumentos a los cristianos, pero llegan a convertirse en armas ofensivas o
defensivas contra las teorías del paganismo o las ideas heréticas.
MINUCIUS FÉLIX es el autor del diálogo Octavius, que inaugura el género. San Jerónimo
le llamaba abogado destacado del Foro romano, y debió abrazar el cristianismo al final de
su vida, posiblemente escribiendo su obra durante el reinado de Cómodo.
La obrita se caracteriza por una gian objetividad de observaciones, y el aliento de
humanidad que corre por sus páginas le asegura interés en todos los tiempos. En el estilo y
la composición no se observa contraste con la literatura pagana de su momento, y nos hace
pensar en las esculturas cristianas en que el Buen Pastor está ejecutado con el canon
romano.
El autor y su amigo Octavio, también cristiano, hacen una excursión de Roma a Ostia. Otro
de sus amigos, Cecilio, todavía pagano, se inclina ante una imagen, lo que hace surgir la
discusión hasta que el gentil se declara vencido.
La imitación que se advierte de la Natura deorum, de Cicerón, está salvada por la personal
interpretación.
TERTULIANO representa la tendencia firme y contraria, que huye de la asimilación del
mundo pagano. Sus fuentes están en el Antiguo Testamento, y la cultura oriental y semítica,
a la que da su estilo y tono, auténticamente cristiano.
Este último, hijo de un Centurión, nació en Cartago, hacia el ióo, y estudió jurisprudencia,
convirtiéndose en su juventud. Es uno de los más originales y fecundos de los primeros
autores. Sólo conocemos obras en prosa, pero hay en ellas ímpetu poético, que armoniza
muy bien con su imaginación oriental. El estilo, despreocupado de la forma, trata
simplemente de dar expresión al pensamiento, lo que es un punto de vista
118
LITERATURA CRISTIANA EN SUS PRIMEROS TIEMPOS
totalmente nuevo si recordamos las creaciones del mundo clásico greco-roihano.
Sus obras son de índole apologética y polémica, refiriéndose a las relaciones entre
cristianismo y paganismo, dogmáticas contra judíos y here-ies, o consagradas a la moral y
la disciplina eclesiástica. La más importante desde el punto de vista literario es el
Apologeticum, compuesto durante el verano de 197, en un momento de dura persecución.
Voz poética hay en De testimonio anima, en que el alma es citada y apostrofada
directamente. Las demás obras—Ad martyres, JDe patientia, etc.—, tienen menor valor
desde nuestro terreno.
SAN CIPRIANO nació a principios del siglo III, posiblemente en Cartago, y después de
alcanzar la dignidad de obispo, fue decapitado en el 258. Siguió el camino de Tertuliano, y
lo que le faltaba de originalidad y ge-"■ nio, lo suplió con una mejor ordenación y
disposición de los temas. De gg,s gratia Dei es un monólogo, dirigido a un amigo recién
convertido, y lanzando una mirada sobre el mundo pagano. De mortalitate, escrito con
motivo de la peste para fortificar y consolar, traza una viva pintura de interés literario.
También del Norte de África era ARNOBE, llegado al cristianismo, después de combatirle
vivamente, escribió siete libros contra los gentiles, que se resienten de las ideas paganas. Se
le atribuye, sin mucha verosimilitud, el texto De mortibus persecutorum, obra más de
partido que histórica, aunque fuente principal para la persecución de Diocleciano, y que
atribuye el final de los emperadores perseguidores a castigo divino.
Su discípulo LACTANCIO CIRMIANUS compone un Symposium, y describe en
hexámetros su travesía de África a Nicomedia. Su obra principal es Opicicio Dei.
2} La poesía.
De iguales características que la prosa en cuanto al fondo, la forma está más ligada al
mundo romano y helénico.
CÓMODO DE GAZA compiló, a mediados del siglo III, una colección de acrósticos bajo
el título Instrucciones, de seis a cuarenta versos, en gran parte apologéticos, o haciendo
advertencias a los cristianos, que tienden a hacer del acento el único ritmo de la
versificación.
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LIBRO IV
El mundo medieval
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CAPITULO VIII
1A PERVÍVENCIA DEL MUMDO CLASICO
Hemos llegado al momento en que, siguiendo el sistema tradicional en numerosos
manuales, concluye la Edad Antigua, para comenzar la Edad Media. Pero si la rigidez Je
esta separación no es valedera para el histo-íiador, lo es menos para la literatura.
Evidentemente, ha concluido la literatura de los clásicos griegos y romanos, y existe una
literatura medieval de características muy diferentes, rnas el tránsito es lento, y queda
latente el ejemplo de los grandes autores, que no desaparece del horizonte. Como veremos a
continuación, hasta muchos siglos después pervive el mundo clásico en las letras,
modificándose y siendo asimilado por los nuevos tiempos; y el factor principal es l;i
existencia de una lengua: el latín o el griego, que sigue siendo el vehículo del pensamiento.
A estas dos lenguas corresponden las dos modalidades culturales destinadas a mantener la
esencia clásica. Una, la que se perpetúa en el Impe-i¡o Bizantino, en un griego académico,
y siguiendo más que nada el cultivo formal de géneros y temas helenísticos. Otra, las letras
latinocristianas, tu i i versales en cuanto a fondo y doctrina, llevando a los territorios que
fueron Imperio Romano nuevas formas, derivadas por evolución de las <|tie fueron
tomadas a los clásicos.
No olvidemos que los mismos pueblos bárbaros, en contacto durante largo tiempo con el
Imperio, o el Islam, llevan en sí elementos del clasi-l'mtno. Sin embargo, son Bizancio y el
Cristianismo quienes aparecen co-liio continuadores de una cultura que parecía desaparecer
ante el aluvión ^r ¡nieliliis invasores.
127
HISTORIA UNIVERSAL DE LA LITERATURA
I.---BlZANCIO.
i) Primeros tiempos del Imperio.
La parte oriental del Imperio Romano, que a lo largo de diez siglos constituye el llamado
Imperio Bizantino, es la continuadora durante la Edad Media occidental del mundo clásico
en lengua griega, si bien con incesantes influencias orientales y cristianas, que no impiden
el mantenimiento de una producción literaria homogénea hasta las cruzadas y el contacto
con Occidente. Este hecho se ve cortado por la invasión turca (1453), que arroja hacia
Europa el conocimiento del mundo griego que el naciente renacentismo necesitaba.
En el idioma, se produce un lenguaje académico que usan los autores de obras cultas,
mientras el popular se va diferenciando. Estas dos lenguas se adscriben, en parte, una, a lo
cristiano, y a lo pagano, la otra; pero sobre todo, la popular al género novelesco, tan
abundante.
a) Dirección cristiana.—En los primeros tiempos de Bizancio, entre los siglos IV y VI, la
literatura responde a las relaciones entre el viejo mundo pagano y su civilización, y el
cristianismo, que surgía con una poderosa fuerza manifestada en las letras por la literatura
patrológica. De este momento, y de Asia Menor, son los tres famosos capadocios de que
hemos hablado al tratar la primitiva literatura cristiana: Basilio el Grande, Gregorio
Nazianceno y Gregorio Niseno.
La poesía cristiana está representada por ROMANUS, llamado el Mélo-de, o sea "el autor
del himno", que escribió a principios del siglo VI, utilizando acrósticos y rimas para sus
poemas, aunque lo de más valía en su producción son los hermosos himnos, de los que se
ha destacado como mejor el dedicado a la natividad. Para Krumbacher (Geschihte der
byzan-tinischen literatur), es el "Píndaro de la poesía rítmica". Otros varios autores
coinciden en designarle el mejor poeta de Bizancio.
b) Tradición pagana.—La literatura pagana tiene sus manifestaciones en el mismo
período, que derivan especialmente hacia la Filosofía y la Historia. TEMISTIO DE
PAFLAGONIA (segunda mitad del siglo IV), filósofo y orador cortesano que dirigió la
escuela de Constantinopla, escribió unas Paráfrasis de Aristóteles. PRISCO DE TRACIA,
que fue embajador entre los hunos en el siglo V, nos ha dejado en su Historia bizantina y
138
LA PERVIVENCIA DEL MUNDO CLASICO
Notas sobre la vida de los hunos la fuente de los historiadores latinos del siglo siguiente.
La Nueva Historia, de ZÓSIMO, interpretaba la historia, explicando la caída del Imperio
por la cólera de los dioses, a quienes se había perdido la veneración.
2) Era de Justiniano.
Con Justiniano, que cierra las escuelas de filosofía pagana, la literatura griega acentúa su
reclusión en Bizancio, siendo la producción literaria de tipo teológico—destaca la Scala
paradisi, de SAN JUAN CLÍMACO, que alude a la escala de Jacob como símbolo de
superación—, y es resultado de la profunda influencia de la vida eremítica en el sentido
cristiano de la época, o histórico, siendo PROCOPIO DE CESÁREA el máis afortunado
imitador de los autores clásicos, con sus ocho libros de historia.
Ya en este momento queda decidido el gran afán que han de tener todos los bizantinos por
la historia. "La historia fue la forma favorita que adoptó el pensamiento bizantino para
expresarse" (Carlos Diehl, Grandeza y servidumbre de Bizancio. Madrid, 1942). Y el hecho
evidente es que mientras en Occidente se vuelve a lograr el perfeccionamiento en el género
a pasos lentos, Bizancio cuenta con historiadores a lo largo de toda su vida cultural.
Ya hemos hablado de la poesía de Romanus, al que habría que añadir PABLO EL
SILENCIOSO, autor de descripciones poéticas en verso yámbico griego, lo que es
importante desde el punto de vista del mantenimiento del culto a las formas clásicas.
3) Las dinastías macedónicas.
La literatura bizantina se resiente en los siglos siguientes de los acontecimientos políticos,
luchas internas y guerras exteriores. Todo ti siglo VII es una lucha contra los enemigos que
rodean el Imperio, y c*l si-fruiente período iconoclasta, ve destruirse los escritos de los
partidario» de las imágenes.
Con la dinastía macedónica y su esplendor político, la literatura no logra alcanzar
creacionei originales, pero la nuniruma producción que
• 1W
I)
HISTORIA UNIVERSAL DE LA LITERATURA
se conserva caracteriza exactamente lo que en términos generales puede entenderse por
letras del mundo bizantino.
a) La poesía.—Continuando los géneros de la última época del helenismo se destacan
JUAN CIRIOTÉS (siglo X), "el geómetra", de quien se conocen epigramas, poesías de
circunstancias y una serie de obras religiosas de menor importancia, himnos en honor de la
Santísima Virgen, El Paraíso, obra ascética, etc. En la segunda mitad del siglo XI,
CRISTÓBAL DE MITILENE, uno de los mejores poetas bizantinos, compone correctos
trímetros yámbicos en forma de epigramas, o pequeños poemas dirigidos a diversas
personas, que se distinguen por su estilo gracioso.
Muy popular fue, hasta los tiempos modernos, la Epopeya de Digenis Akriias, héroe en l,i
lucha contra los musulmanes, que se conserva en va-rios manuscritos posteriores, el más
antiguo del siglo XIV, y del que aun quedan restos cu cancioncb populares de Asia Menor y
Chipre.
El entusiasmo por la htet atura clásica aumenta en los siglos siguientes, y Hornero,
Hesiodo, Platón, los tiágicos y Aristófanes, son imitados profusamente. MIGUEL
ACOMINATES, que cultivó numerosas modalidades tal como es propio de su tiempo,
escribió una elegía yámbica de la ciudad de Atenas, que se distingue por su perfección.
b) La novela.—Directamente relacionada, y continuadora de la novela helenística, utiliza
frecuentemente la rima, por lo que es necesario considerarla atendiendo a su característica
estructural más que a su forma. Menéndez y Pelayo no hacía ninguna distinción entre estos
dos momentos de la novela, al decir: "La novela extensa de amor y aventuras es un
producto de la extrema decadencia de la literatura griega, y se cultiva principalmente en la
época bizantina" (Ob. cit.). La simple mención de los títulos revela la identidad con los
que han sido detalladamente estudiados en su lugar correspondiente.
TEODORO PRODOMO, monje del siglo XII, dejó en Los amores de Rhodantes y Doricles
un modelo de novela versificada, cuya lectura se hace penosa por la acumulación de los
elementos característicos de esta clase de novelas, y de la que había de sacar mucho
después André Che-nier el tema para El joven enfermo.
La historia de Bellandró y Cloupantra, y la novela amorosa de Calí-maco y Clysorroe, ya
del siglo XIII, demuestran la continuidad del género, frente a una pretendida influencia de
la literatura caballeresca y las novelas provenzales, como consecuencia del contacto
producido por las
130
r
LA PERVIVENCIA DEL MUNDO CLÁSICO
cruzadas. Sin pretender negar la existencia de esta influencia, es conveniente ireducir su
importancia en este caso, ya que, como vimos, la novela amos-osa y de aventuras deriva de
la época griega.
Ya en el siglo XIV, la novela versificada de Lybistros y Rhodamné muestr a más influencias
occidentales en sus 4.000 versos, y se fija en el XV la vers-ión griega de Flores y
Blancaflor, poema toscano del siglo XIV, que mmiestra ya una penetración de cultura
europea occidental en suelo bizantizno.
La absoluta diferenciación del público lector en popular y culto hace que las novelas se
escriban en idioma popular, que la aridez de los lectores sea. tan grande que exige gran
número de títulos, y los temas se repiten, copiándose o intercalándose fragmentos, sin que
esto sea considerado defecto, atendiéndose sólo a lo intrincado de la narración y su sentido
novelesco.
c) La prosa filosófica.—La imitación de los géneros del helenismo llevó a producir
bastantes obras de corte análogo al Diálogo de los muertos de- Luciano, siendo el más
importante el llamado Timarión, en que cuenta su viaje a los infiernos y las conversaciones
que cruza con los muertos que encuentra. Se ha afirmado que Timarión sea el propio
nombre del autor, sin que se haya llegado a dilucidar este punto. Su fecha es mediados del
siglo XII.
JUAN TZETZES, que murió hacia 1180, cultivó la prosa y la poesía filosóficas. Su intensa
preparación en estos temas convierten sus libros en ■una recargada colección de citas
mitológicas, literarias e históricas. Basta citar su Libro de las historias, repetición incesante
de más de 12.000 versos de igual número de sílabas.
También TEODORO PRÓDROMO, ya mencionado, escribió diálogos satíricos y prosa
diversa, aunque es fácil que con el nombre de este autor se recojan los de varios que no
conocemos.
En la época del Imperio de Nicea, ya en el siglo XIII, NICÉFORO BLENOMYDES escribe
dos autobiografías y varias obras teológicofilosófi-cas en el lenguaje griego académico
artificial, que mantiene la cohesión con la edad helénica.
De la novelística en prosa, nada puede decirse diferente a la versificada.
d) ¡M historia,—-Ha. quedado de ínaiiiiiesio en ln breve exposición de las letras
bizantina* la atención que en <■! Imperte de Oriente te prestí
HISTORIA UNIVERSAL DE LA LITERATURA
tó siempre a la historia. La frase de Diehl antes citada se completa con lo que nos dice
Manuel Ballesteros (Historia de la cultura. Pegaso, 1945): "Nada hay más asombroso que la
producción histórica de los bizantinos. Cuando en Occidente las comunidades bárbaras
habían vuelto a caer en los balbuceos narrativos de la crónica, en Bizancio existían
historiadores como Procopio, Menandro, Psellos, Nicetas y Ana Com-meno." En lo
referente a estilo o valor narrativo, no superan a ninguno de los prosistas mencionados
anteriormente.
II.—LITERATURA EN LENGUA LATINA.
A partir de San Agustín y sus contemporáneos se inicia el período de la literatura
cristianolatina, que entra de lleno en lo medieval. Ya ha logrado desarrollar formas propias
y se ha asimilado elementos de la estética clásica. Como hemos visto, la narración de
asuntos bíblicos en hexámetros se opone a la epopeya romana; la poesía narrativa y
descriptiva se cultiva hasta el extremo a que la ha llevado San Paulino; el epigrama se
produce en todas sus formas; la sátira pasa al servicio de la apologética, y la lírica
encuentra en los himnos religiosos su mejor cauce.
Mas en el momento que comienza, los elementos que habían formado el clima en que nació
la literatura cristiana se van desintegrando. Los germanos desbordan los límites del
Imperio, y pueblos que antes estaban fuera de sus fronteras, se van estableciendo o logran
tratados de amistad. Los vándalos ocupan el norte de África, donde se produjeron
importantes manifestaciones del espíritu cristiano. Sin embargo, todos estos pueblos
parecen guardar un cierto respeto hacia la superior cultura romana, y conservan
instituciones como las escuelas tradicionales.
Una segunda época es más importante históricamente, aunque la vida literaria es mucho
menor. El Imperio Romano desaparece como tal, y los pueblos invasores se establecen
definitivamente en sus territorios, y el cristianismo emprende la tarea de ir penetrando en
los nuevos pueblos. Los monasterios vienen a ser los lugares donde se conserva la cultura
antigua, y junto con las obras de primitivos cristianos se conservan y copian autores latinos,
principalmente, y algunos griegos.
La formación en los nuevos pueblos de su propia nacionalidad y cultura va a aportar
elementos tan importantes como lo germánico y lo cél-
138
LA PERVIVENCIA DEL MUNDO CLÁSICO
tico, mientras va siendo cada vez menor el número de autores en lengua
latina.
Reunimos en este capítulo toda la producción medieval en lengua latina, pues no es fácil
incurrir en confusiones cronológicas, dada la constante alusión a hechos históricos y a la
evolución paralela de las nacientes literaturas en idiomas nacionales.
1) Primer período cristiano medieval.
En el primer período, que podemos hacer llegar hasta 540 aproximadamente, aun se notan
las corrientes apologéticas anteriores, y la mayor preocupación por el fondo que por los
géneros. Sin embargo, hay ya una diferencia, y los numerosos autores, que muestran
influjos paganos, hacen patente una preocupación por imitar a los clásicos, que no se queda
en la
forma.
■En esta época ha quedado ya totalmente cimentada una literatura cristiana, destinada a
perdurar durante toda la Edad Media.
a) Poesía.—Participando todavía de la misión apologética, deriva fuertemente hacia lo
narrativo, sobre modelos romanos, y tendiendo a la utilización de los libros bíblicos como
fuente de temas, según hemos visto es propio de los autores cristianos anteriores. Se
cultivan géneros típicamente de finales del Imperio Romano, y muchas veces no es sólo la
forma lo que los recuerda, sino que están imbuidos de espíritu pagano.
PRÓSPERO DE AOUITANIA, cuya obra en prosa tiene escaso valor, en verso es un hábil
constructor, al que 110 sobra demasiada inspiración. De ingratis es un poema en más de
cien hexámetros, dirigido contra los pe-lagianos del Sur de Galia, y su Libro de epigramas,
compuesto hacia 4S0, 110 es otra cosa que una colección de sentencias tomadas de San
Agustín, en algunos casos repetidas en dísticos simplemente.
SEDULIUS escribió su Carmen Paschale sobre la base de los Evangelios, en hexámetros, y
repitió la obra en prosa, bajo el título O pus Paschale.
De DRACONTIUS se conoce un largo poema sobre la historia de la creación, que se
conoce por Hexameron, y Satisfactio, una elegía a Gontti mundo, rey de los vándalos (484-
496). Los poemas narrativos sobre <■! (¡énesis tienen su representación en obras, tales
Metrwm in gentsitn, tu
183
HISTORIA UNIVERSAL DE LA LITERATURA
que el elemento lírico interviene de modo que hace suponer tuvo el desconocido autor a la
vista las Metamorfosis ovidianas, y un Comentario al Génesis, de CLAUDIO VÍCTOR.
A ALCIDIO EDIDIO AVITO—nacido en Auvernia, de familia senatorial, y obispo de
Viena en 490—corresponde la mayor obra de esta clase. De spiritales historia; gestis es la
obra poética más trascendental hasta el momento sobre la Biblia, de la que apenas toma el
asunto inicial, constituyendo su tema casi el mismo del Paraíso perdido, miltoniano.
Sólo falta citar para completar el panorama poético de este período la Vida de San Martín,
de PAULINO DE PERIGUEUX ; el Eucharisticon (canto de acción de »i;uuis), en que
PAULINO DE PELLA relata su vida; el Commonitorium, del galo ORENCIO, de tipo
didáctico; el Carmen de Christi Jesu Bcncju us, de un estilo rebuscado en exceso, debido a
RÚSTICO ELPIDIO.
Probablemente, más importancia poética tiene el Poema del Mosela, de DÉCIMO MAGNO
AUSONIO (m. 392), profesor de Retórica, procedente de Burdeos, que se destaca de una
obra retorcida artificial y poco valiosa, por la hábil observación con que va relatando el
tráfico en el río y la vida en sus orillas:
" Mirad cómo la ribera se retuerce temblorosa en el río; el sarmiento se estremece en el
curso del agua cristalina, donde los racimos se reflejan henchidos de jugo. El batelero,
engañado, comienza a contar los cantones de vid al resbalar por el agua, cuando empuja
suavemente la barca por la superficie de plata, en donde la imagen del otero verdoso se
abraza con la corriente del río y el espejo tembloroso de las olas confunde el contorno de
las imágenes."
b) Obras de sentido pagano.—Escritas por autores cristianos, gran número de obras
presentan un claro sentido pagano. Ejemplo es FLAVIO MEROBAUDES, de elegancia de
estilo poco frecuente en su época, de quien se sabe tuvo una estatua en Roma en el 435, y
que escribió panegíricos a Valentiniano III, su familia, el nacimiento de un hijo de Aecio,
epigramas para ornato, etc.
También domina el espíritu pagano las obras de CAYO PUBLIO SIDO-NIO APOLINAR,
autor de declamaciones y panegíricos en endecasílabos, y una Epístola poética a Fausto,
que no tiene de ello más que la forma. Es de señalar su afición reiterada a la aliteración:
'Et caligas caii Claudii ensura recuta est",
134
LA PERVIVENCIA DEL MUNDO CLÁSICO
que existe hasta en sus obras en prosa. Así, por ejemplo, en sus Nueve libros de cartas:
"Saltin saltuatim: no tan suspicioni quam fuisse suspecti".
A finales del siglo V o inicios del VI surge en la África vándala una poesía profana de que
son autores poetas cristianos. Se conoce una antología, reunida por uno de ellos, en que lo
más destacado lo constituyen un panegírico de FLORENCIO en la fiesta del rey Trasauro,
los Epigramas de FLAVIO FÉLIX y los de LUXORIUS, de bastante frialdad poética a
pesar de su mejor calidad.
Finalmente, ENNODIO, prosista y poeta, probablemente nacido en Arles en 473, nos ha
dejado dos libros de poemas. Uno contiene epigramas-epitafios, sátiras al modo de Marcial,
y seis de ellos para celebrar los amores de Pasífae, tal como los había visto representados
en una copa. Se resiente también de sequedad y falta de inspiración.
c) Obras históricas —PRÓSPERO DE AQUITANIA extractó la obra de San Jerónimo,
que continuó en un Cronicón consulare. Otro PRÓSPERO, que se suele llamar DE TIRO,
para distinguirle, dio una segunda continuación, y a finales del IV surge otra de IDACIO, a
la que siguió la de MARCELINO COMES, de Illiria.
También la historia de la literatura de San Jerónimo fue continuada por GENNADIO DE
MARSELLA. Todas ellas no tienen valor importante desde nuestro punto de vista. La
influencia de San Jerónimo, que se manifiesta en los ejemplos citados, es también
perceptible en las Vidas de Santos, La única obra de envergadura, entre todas ellas, es la
Historia de la persecución africana, de VÍCTOR.
d) Obras filosóficas.—Importante es la corriente que pudiéramos llamar erudita, y que,
sintiendo curiosidad por la cultura antigua, continúa manifestándose en su esencia cristiana.
Las obras de esta clase, muy conocidas durante la Edad Media, tuvieron una gran
influencia.
FABIO FULGENCIO, autor del Mitographorum latinoruin, da en su amanerado e
incorrecto estilo una explicación alegórica de la antigua mitolo gía, y análogo género es el
de las Bodas de la Filosofía y Mercurio, de que es autor MARCIANO CAPELLA.
Pero el más típico representante del espíritu enciclopédico es BOECIO ANICIO MANLIO
SEVERINO, nacido en Roma el 480, traductor de clásicos griegos, que comentó. Hizo con
su De consolatione pliilosophicv uno de los
135
HISTORIA UNIVERSAL DE LA LITERATURA
LA PERVIVENCIA DEL MUNDO CLÁSICO
libros más leídos durante la Era medieval. De consolationc philosophia es una obra
especulativa sobre las cuestiones más importantes de la vida del hombre. La obra comienza
con un poema elegiaco en que deplora su caída. Luego rinde homenaje a los muros que le
han acompañado y son su única consolación, ya que la muerte, sorda a la voz de los
desgraciados, le niega su consuelo. Entonces ve aparecer una mujer venerable, de mirada
penetrante, con un cetro en una mano y libros en la otra, que es la Filosofía, y le pide le
descubra su dolor. Al final le hace notar que no se conoce, ni sabe el fin de las cosas, y de
esta ignorancia nace su dolor.
Algunos poemas intercalados, dan expresión popular al relato filosófico. Su estilo se
caracteriza por una pureza v elegancia apenas contaminado del amaneramiento pretencioso
de la época
Contemporáneo es CASIODORO, también de cultura enciclopédica, y nacido hacia el 477.
Inclinado más hacia lo práctico que hacia la teoría boeciana, ha dejado numerosos escritos
sobre las sagradas escrituras, obras teológicas, De animes, pequeños escritos filosóficos,
epístolas Varice, de gran elegancia de expresión, y, sobre todo, su obra más divulgada: la
Historia eclesiástica tripartita, en doce libros, muy usada en la Edad Media, a pesar de la
confusión en la exposición cronológica, la oscuridad y las contradicciones que se observan.
2) Segundo período.
La etapa que se inicia hacia 540, es más pobre en obras y autores. Se sigue dando el mismo
tipo de poesía, y aumenta el número de crónicas o libros de Ciencia cristiana. El momento
es de pausa, que ha de preceder al llamado Renacimiento carolino.
a) La poesía.—Entre los escasos poetas que alcanzan los límites de nuestro estudio se
hallan el ligur ARATOR (mediados del siglo VI), que en forma alegórica desmedida, con
estilo procedente de los clásicos, relata las mismas cosas que los hechos de los Apóstoles.
El título de su obra, narra-tivo-didáctica, en más de 2.000 hexámetros, es De actibus
apostolarum.
SAN FORTUNA 1 o (nacido entre 530 y 540) reunió en once libros trescientos poemas, cu
metro elegiaco, ocasionales, y epigramas.
Su poema más conocido es su Viaje por el Mosela, desde Metz, que es un paralelo del
poema de Ausonio sobre el mismo tema, inferior por la
narración, pero con más destellos poéticos al describir las orillas y viñedos que contempla
desde su barco.
De Vita Martini es un gran poema épico, en que intervienen todos los artificios retóricos:
metáforas, antítesis, imágenes, etc., que tuvo gran influencia en la poesía carolingia y en los
poetas anglosajones latinos. Por el contrario, su estilo es sencillo en la Vida de Marcelo,
obispo de París, donde emplea frecuentes expresiones populares, y en la Vida de Albino,
arzobispo de Anjou, que se le atribuye con visos de certeza.
SAN GREGORIO EL GRANDE (hacia primera mitad del siglo VI) compuso himnos que
recuerdan a San Ambrosio, absolutamente métricos, aunque la rima no es más que por
parejas y poco rica.
b) La historiografía.—GREGORIO DE TOURS (538-593), contemporáneo del anterior,
dejó en su Historia jrancorum, que comienza con Adán hasta llegar a sus oropios tiempos,
una muestra del afán por establecer una historia que, partiendo de los libros bíblicos, pasa
al mundo medieval y fija la historia de uno de los pueblos establecidos que van a constituir
una nacionalidad. JORDANES, ostrogodo, considerado como predecesor de Gregorio de
Tours, tiene análogo valor en su obra De summa temporum vel origine actibusque gentis
romana, que es una verdadera historia universal. En ella entra el resumen de la historia de
los godos, que Casiodoro había mandado escribir. Otro historiador, GILDAS, más original,
nacido en Escocia en 516, escribe hacia 560 su De excidio britannice. En esta obra hay ya
elementos de lo que más tarde ha de ser la leyenda de Arturo. Gilda era celta; y, como dice
Ebert (Ob. cit.), "con este libro hace la raza céltica su primera aparición en la literatura
universal". Tales son sus características de estilo, la florida expresión poética y la existencia
de imágenes a veces en exceso.
La Crónica universal sigue dando sus manifestaciones, y es interesante reseñar en las obras
de este período, como característica general, que la idea de universalidad se sigue centrando
en el Imperio Romano. Para MARIO AVENTICENSIS (530-593) es el único Imperio
existente en la Tierra. Él se considera romano, y Bizancio la capital que mantiene el centro
de lo que ha de ser mundo imperial. También da análoga importancia a Bizancio VÍCTOR
TUNNUNENSIS, obispo de Túnez, fallecido en 593, que continúa la Crónica de Próspero.
El godo español JUAN MIDI \ RiENsis, que fue obispo de Gerona en 593, escribe su
crónica, <|"<" UCK •
136
J3T
HISTORIA UNIVERSAL DE LA LITERATURA
hasta el año 590, manteniendo viva la preponderancia de Roma sobre e! resto del mundo
conocido.
SAN ISIDORO ha dejado varias obras históricas. Un Cronicón, la Historia de Regibus
gothorum, vandalorum et suevorum y De viris illusjri-bus, que continúa la de igual título de
San Jerónimo. SAN ILDEFONSO continuó, a su vez, esta obra.
FREDEGARIO hizo llegar la Historia de Gregorio de Tours hasta el año 641, en la que se
observan dos resultados del desenvolvimiento de la vida de los pueblos románicos: Por un
lado, el latín revela una decadencia de la literatura erudita, y por otro, la leyenda producida
por la tradición oral va penetrando cada vez más en los textos.
Contemporánea, escrita el año 725 por un autor que no conocemos, es la Gesta regum
jrancorum, que coincide con la anterior en comenzar por un extracto de la obra de San
Gregorio. Aun es más seca de estilo y con más leyendas intercaladas, lo que, unido a la falta
de fechas, le hace tanto obra de fábula como libro de historia.
c) La Ciencia cristiana.—Muy bien puede situarse en SAN ISIDORO la cima del saber, por
su enorme cultura y la influencia ejercida en su. tiempo. Se le ha llamado el mayor
compilador de todos los tiempos, y su obra se sale de lo literario por su enorme extensión.
Ya nos hemos visto-obligados a referirnos a él al tratar de la historiografía. Vivió el último
tercio del siglo VII y el primero del VIII. Probablemente, una de sus obras fundamentales
es el Etymologiarum, enciclopedia de toda la Ciencia-por la etimología de las palabras que
en ella se emplean.
Los tres primeros libros tratan de las artes liberales, siendo uno de ellos únicamente
dedicado a la Gramática y la Métrica, con una precisa concisión. El libro IV corresponde a
la Medicina; el V, a las Leyes y los tiempos, con un resumen de la historia del mundo; el
VI, los libros de la Biblia, sus autores, bibliotecas, etc.; el VII se ocupa de las jerarquías
celestes y eclesiásticas; el VIII habla de la Iglesia y las sectas o escuelas filosóficas; el IX,
las lenguas de los pueblos; el X, el Estado, la magistratura, las clases de la población, los
parentescos, etc.; el XI, que se refiere a las partes del cuerpo humano, las edades y los
sentidos, tiene un interesante apéndice sobre monstruos; el XII se refiere al mundo animal,
y los siguientes, , a la tierra y sus partes, las habitaciones, los minerales, los cultivos, la
guerra, la construcción de barcos y casas, etc.
LA PERVIVENCIA DEL MUNDO CLÁSICO
Esta rápida indicación de temas da idea de la enciclopédica labor extraída de numerosos
autores, que hizo de la obra de San Isidoro libro inestimable para el saber de su tiempo.
Tienen interés también los Tres libros de sentencias, compilación de frases tomadas de
obras autorizadas, tal como las Morales de San Gregorio y las Alegorías de las Sagradas
Escrituras, que da la significación alegórica de personajes bíblicos tan utilizados en la
literatura y el arte medievales.
La obra de San Isidoro puede considerarse continuada por SAN ILDEFONSO, obispo de
Toledo (n. 667), y su sucesor, JULIANO, autor, entre otros libros perdidos de más
importancia literaria, de un escrito histórico sobre acontecimientos ocurrido en Galia en
tiempo de Wamba. Para Ebert, estos autores indican el alto estado de las letras españolas,
que habían conservado una antigua cultura tradicional, pero que fue paralizada por la
conquista islámica.
De esta época son dos cosmografías: una en prosa, sin el menor fundamento científico, que
puede compararse con el Gulliver, y de escaso valor literario, debida a un filósofo de Istria,
ETHICUS, y otra en verso, semejante al de los himnos, y cuyo texto no es otra cosa que
parte del libro de San Isidoro, con rima bastante frecuente.
Las vidas de santos también abundaron, y puede decirse que es la única rama de la
literatura que se mantiene en Francia durante los siglos VII y VIII, pero que se suelen
conservar en redacciones posteriores. Tienen visos de ser de esta época unas Vidas de San
Léger, escritas, una, desde el punto de vista de su actividad, y la otra, sólo resaltando el
martirio. Parece contemporánea una Vida de San Colombán, que no ofrece ninguna
novedad.
3) La Era anglosajona.
La literatura en latín va perdurando a lo largo de los siglos medievales, gracias a su
universalidad, y cuando parece decaer y dejan de surgir obras interesantes, aparece un
nuevo foco en otro lugar, que si no llega a extraordinarias manifestaciones, por lo menos
mantiene la continuidad de la obra literaria cristiana.
Los años finales del siglo VI y todo el VII son de un claro deicetlio en Francia e Italia, de
donde habían salido los importantes autores que
HISTORIA UNIVERSAL DE LA LITERATURA
hemos estudiado. En el norte de África y España, otro pueblo llamado a jugar un papel
trascendental en la Historia dominaba con una nueva religión y unas distintas formas y
sentido literarios.
Entonces, con frase de Ebert, la literatura cristianolatina se trasplanta a otro suielo, fértil y
nuevo. Los anglosajones pasan a ser los representantes de la literatura universal, siguiendo
los pasos dados por sus vecinos célticos, los irlandeses.
Los autores correspondientes a este período cultivan al mismo tiempo el verso y la prosa; y
esto, que es casi general en la literatura cristiana, se acentúa hasta el extremo de ser
imposible separar la poesía de las otras obras. Y en cuanto al contenido, continúan
elaborando a semejanza de los modelos establecidos anteriormente.
Representante típico e> SAN COLOMBÁN. En él se reúnen un severo ascetismo y un
gusto por la cultura estética de los antiguos. En las iniciales de un acróstico dirigido a
Tfunald se declara autor, y en el texto le exhorta a no trazarse más meta que U eternidad,
renunciando a las COSTS terrenales, superficiales e inútiles. Análogo es el sentido de la
epístola a Setum, que fijan su pensamiento al colocar la literatura y la poesía entre los
tesoros imperecederos que se salvan de la banalidad terrena. Una epístola a Fedolio,
también suya según los hexámetros en que concluye, está escrita en versos adónicos, y
parecen consistir en un puro juego formal, mientras critican los mitos de la antigüedad.
El Monasterio de Bangor fue el lugar donde se formó San Colombán, y en él se encuentra
un antifonario, probablemente del siglo VII, que muestra al lado del metro un carácter
rítmico. Parecido en la forma a los himnos de eras anteriores, la rima se muestra en pleno
desenvolvimiento. El más importante, por la forma y valor poético, es un panegírico del
Monasterio en estrofas de cuatro líneas de un ritmo análogo al yámbico cataléctico griego.
Como hemos señalado, los anglosajones reciben la cultura tradicional al través de los
irlandeses, pero también por los misionemos procedentes de Italia y las estrechas relaciones
que se establecen con el Papa. A finales del siglo VII realizaron su misión Teodoro y
Adriano, conocedores del latín y el griego, mientras letrados y hombres piadosos pasaban a
Italia, de donde volvían con libros y conocimientos. De esta manera, la cultura antigua y
cristiana, que en Italia no producía nada en tales momentos, logra brotar en el centro de una
nación germánica.
140
LA PERVIVENCIA DEL MUNDO CLÁSICO
Los autores más destacados son: SAN ALDELMO, de Wessex (mediados del siglo VII),
dotado de vocación por la enseñanza, que escribió una obra en verso destinada a las
monjas, glorificando la virginidad, que repitió en prosa, y una colección de enigmas en un
diálogo entre maestro y alumno. En este autor se advierte claramente su posición en el
mundo cultural de su momento. Por un lado, su tendencia a usar expresiones griegas
latinizadas revela su amor a la cultura antigua y la educación; por otro, el gusto por la
aliteración muestran el fondo germánico aún latente.
Contemporáneo (672-735) es BEDA, llamado el Venerable, desde el siglo IX, incansable
autor, que murió cuando daba cima a la tarea de traducir el Evangelio de San Juan al
anglosajón. Su obra más trascendente está en las de tipo histórico. La Historia ecclesiastica
gentis anglo-rum describe el país y hace historia desde la llegada de César, relatando la
conversión, hasta el 731. También es el autor de una Crónica universal.
Sus obras poéticas tienen menor valor, y se han perdido un libro de diversos himnos y otro
de epigramas, quedándonos Vidas de santos y un tratado de Arte métrica.
SAN BONIFACIO, nacido en 680 y que partió a efectuar la predicación a los germanos,
escribió, sobre Métrica y Gramática, De ocio partibus ora-tionis y Mnigmata, poema
formado por veinte acrósticos, que son otros tantos enigmas con la solución en las iniciales,
formando un todo, ya que se trata de diez vicios y diez virtudes.
4) El Renacimiento carolino.
a) La corte literaria de Carlomagno.—Sólo en Bretaña e Italia quedaban focos de cultura
antigua y cristiana, cuando se produce el llamado Renacimiento carolino, impulsado por la
atención que Carlomagno presta a las Letras. El gran emperador, que trata de crear un
nuevo Imperio universal, acoge en su corte a poetas y sabios de cualquier parte del mundo,
y logra estar rodeado de un grupo de hombres que impulsan extraordinariamente el estado
cultural en que se hallaba el más grande y poderoso de los nuevos reinos. No solamente
atendió al desenvolvimiento de la cultura cristiana, sino que quiso recoger las leyendas
bárbaras.
Se tiene por su principal colaborador, o, mejor dicho, realizador dr sus propósitos, a
ALCUINO, nacido en York en 735, que visitó Roma y que,
141
HISTORIA UNIVERSAL DE LA LITERATURA
establecido en la corte del emperador y hecho abad de Tours en 796, convierte la abadía en
una escuela modelo, donde hace acudir profesores que imprimen una gran actividad
cultural. Murió en 804.
Su abundante obra íué más influyente y duradera en lo que se refiere a la prosa. Escribó
diálogos en preguntas y respuestas, así como el catecismo sobre Gramática, Retórica y
Dialéctica, vidas de santos, retocadas de otras existentes anteriormente, y algunas de
Teología, siendo la más importante De fide trinitatis.
En poesía, De patribus, regibus y sanctis euboricez comienza por la cristianización en
Nortumbría, hasta llegar a la muerte del arzobispo Alberto, a quien dedica un patético
elogio. La forma revela una belleza no •exenta de cierta frescura, que recuerda a Virgilio y
Prudencio.
Escribió numerosos epigramas, aunque muchos no merecen tal nombre. Sirven de
comienzo o fin de sus obras, especie de resúmenes, que pueden utilizarse como índice.
Nada conocemos de su lírica, y para hablar de su voz poética nos tenemos que trasladar a
un poema en metro elegiaco sobre el ruiseñor, a quien pone de ejemplo a los cristianos por
su voz armoniosa, empleada en elogiar al Creador.
Una fábula, El lobo y la gallina, con interpretación cristiana, y una epístola llena de humor,
en que cuenta la ruta que ha de llevar la carta, completan la idea de su obra, que atendió
gran número de formas de la cultura antigua en provecho de un renacimiento de las letras
cristianas.
PABLO EL DIÁCONO nació en la tercera decena del siglo VIII, de una noble familia
longobarda, que le dio excelente educación, de la que formaba parte la lengua griega.
Retirado en Montecasino, fue llamado por Carlomagno para su corte. De sus obras
históricas, es la más importante la Historia de los obispos de Metz y una historia de los
longobardos. Su obra poética, en su mayor parte de obras circunstanciales, epístolas,
epitafios, etc., destacándose el poemilla dedicado a la reina Hildegarda, de •quien elogia la
belleza, que "sobrepasa a la del lirio unido a la rosa, pero en quien son mayores aún las
cualidades del corazón y el espíritu".
También es autor de tres fábulas en dísticos: la de La cigüeña y la vaca, La gota y la pulga y
la esópica de El león enfermo.
b) La poesía épica.—Uno de; los más interesantes aspectos de este rebrotar literario es la
aparición de obras épicas. La primera es la debida .a un llamado HIBERNICUS EXUL
(irlandés emigrado), con un estilo lleno
142
LA PERVIVENCIA DEL MUNDO CLÁSICO
■de elevación y desprovisto de énfasis, la victoria nada sangrienta de Carlos sobre el rej de
Baviera en 787. La forma es el hexámetro.
A ANGILBERTO, llamado el Hornero de la corte Carolina, de quien sabemos que murió en
814, se atribuye otro fragmento épico, en que el héroe es también el emperador, en que se
da importancia a la musicalidad del verso, deteniéndose el poeta con frecuencia en
descripciones pintorescas:
El poeta comienza comparándose a un piloto que se dispone a iniciar una travesía. De ahí
pasa a loar a Carlomagno, y se ei.tretiene en una descripción del bosque, en donde va a
cazar Aix-la-Chapelle, con tono1? casi idílicos. A continuación presenta a los allegados del
emperador y Uii sueño que éste tiene, por el que se entera de que el Papa está malherido.
Envía mensajeros, que le confirman la rotlcia, y así se entera de que ha sido obia de Satán.
Tras la curación mal avillosa, Cario-magno y el Papa se encuentran reunidos.
Se tiene la seguridad que pertenecen a este autor la alocución a Pipino, victorioso de su
campaña contra los avaros, en dísticos, y otro en hexámetros, entre epístola y égloga, que
imita a Virgilio.
c) Poesía didáctica. — El godo TEODULFO, obispo de Orleáns, tuvo ocasión de mostrar
su eminente cultura en la corte franca. Apenas si se tienen noticias de su vida. Poco
aficionado a la lírica, es por el aspecto lírico de uno de sus poemas dedicado al Domingo de
Ramos por lo que es más conocido.
También es autor de poemas didácticos, que tienen por tema los pecados capitales, un largo
poema sobre la Biblia y pequeños poemas mo-tales sobre sentencias bíblicas.
d) Odas y églogas.—Además de Angilberto, cultivóse este género por -varios autores. A
uno de ellos, que se conoce por NASO, se debe una égloga en hexámetros, dividida en dos
libros, que, imitando a los autores clásicos, presenta a un joven poeta—el autor—y un
veterano de la poesía dialogando hasta llegar a elogiar conjuntamente el renacimiento del
Imperio universal en Occidente, gracias a Carlomagno, recordando la Edad de Oro <de
Virgilio, Ovidio y Calpurnio.
Seguramente, se trataba de un poeta joven y humilde que buscaba de este modo la
protección imperial.
Otra oda, Conflicto entre el Invierno y la Primavera, que se conjetura pueda ser de Beda o
Milón, sin exactitud, es un claro ejemplo de los típicos debates que abundan tanto en años
posteriores.
143
HISTORIA UNIVERSAL DE LA LITERATURA
Los pastores que descienden de las altas montañas y se reúnen bajo un árbol ven llegar a la
Primavera y el Verano, que entablan un debate en que defienden cada uno su superioridad
sobre el otro.
Si, como Grimm opinaba, el fondo de estas disputas entre estaciones es puramente
germánico, quedaría demostrada una vez más la penetración que los elementos nacionales
van tomando en el mundo cultural.
e) Poesía popular profana.—El Renacimiento carolingio, no sólo se produce entre los
clérigos herederos de la literatura antigua, sino que también se manifiesta una literatura
profana que revela elementos esencialmente populares Una de sus características es la
presencia de versos rítmicos.
Un poema en honor de la victoria de Pipino sobre los avaros en 796, que interpreta como
un.i victoria sobre el paganismo por obra de la gracia divina. El autor ha debido vivir los
acontecimientos, y los discursos que pone en boca de los pcts< majes le dan aliento
dramático. La lengua tiene carácter popular, y los versos son tetrámetros de ritmo trocaico.
Otros dos poemas se atribuyen a PAULINO DE AQUILEA (m. 802), uno de los sabios que
rodeaban a Carlomagno, sin que esté decidida la atribución. El primero, ligeramente
posterior al de Pipino, es una elegía sobre el héroe Erich, vencedor de los avaros. Escrito en
trímetros yámbicos rítmicos, tiene un fuerte sentido poético que le distingue notablemente:
El poeta incita a los ríos a que lloren a su protagonista, y a las nueve ciudades a cubrirse de
duelo. Tras su alabanza y sus hechos» lanza imprecaciones contra la comarca, a la que
desea que ningún rocío ni lluvia fecunde, que no engendre flores ni frutos, olmos ni viñas.
Tras la muerte heroica y la tristeza que produce, cierra el poema una plegaria.
El tercer poema es un lamento por la ruina de Aquilea por Atila, que no alcanza el valor
literario de los anteriores.
El consejero de Carlomagno, EGINARDO (770-840), puede servir de ejemplo del lugar a
donde llega la cultura del momento. Su Vita Caroli es ejemplo malogrado del extremo a que
llega la cultura profana, y el estilo revela un profundo conocimiento de los clásicos. Igual
sucede con sus Cartas.
LA PERVIVENCIA DEL MUNDO CLÁSICO
5) Las letras latinas hasta el final del Imperio Franco.
a) Los Monasterios.—Con la muerte de Carlomagno no se produce una repentina
decadencia, y subsiste la escuela Imperial por él creada, pero ninguno de sus sucesores
llega a tener su preocupación por los problemas culturales. Si a esto unimos las causas que
se derivan del reparto del Imperio y las guerras civiles, se comprende el declinar de las
letras que se advierte.
El Imperio Franco del Este mantiene el centro cultural más importante: el monasterio de
Fulda. De él salen figuras como el alemán Hra-ban, que latinizó su nombre, convirtiéndole
en RABANUS, nacido hacia el 776, autor de Comentarios a la Biblia, una enciclopedia, De
Universo, en veintidós libros, de poca importancia para la literatura general, y algunas
poesías, que revelan su precario talento poético. Se conocen fragmentos de un poema en
dísticos de tipo narrativo que relata la emigración de los monjes de Fulda bajo la crueldad
de Ratgar.
También de Fulda salió STRABUS, discípulo del anterior y verdadero poeta. Su De
visionibus Wettini, cuenta cómo su maestro Wettini tuvo una visión antes de morir, en la
que se le presenta el Cielo, Infierno y Purgatorio. La analogía con la Divina comedia existe
no sólo en esta idea general, sino en la existencia de un guía, las alusiones constantes a la
historia contemporánea, la jerarquía celeste del Paraíso, la montaña del Purgatorio, que
llega hasta el Cielo, etc. Es muy interesante el tema de esta obra, ya que se han señalado
obras árabes análogas que pudo haber conocido el Dante, y sería de enorme interés un
estudio de todas ellas.
Su obra poética más conocida es el Jardincillo (Hortulus), donde des*' cribe el jardín del
monasterio, y cada una de las veintitrés flores tiene un capítulo especial, que a veces es
pura poesía, pero otras se extiende en las virtudes farmacéuticas de la planta.
GOTTSCHALK, condenado por sus doctrinas y muerto a finales del siglo VI, sin
reconciliarse con la Iglesia, tiene una obra en prosa de escasa importancia literaria, teniendo
alguna más sus poesías, una epístola a un amigo, de estilo torpe. NIGELLUS, de origen
alemán, y de quien apenas se saben noticias, hizo con De gestis Ludovici, largo poema en
dísticos, la primer obra épica en que la lucha contra los sarracenos es el tema central, que
tan difundido ha de ser posteriormente en tradición oral en lenguas nacionales.
HISTORIA UNIVERSAL DE LA LITERATURA
LA PERVIVENCIA DEL MUNDO CLÁSICO
Ii
En Francia se cultivaba menos la poesía, en beneficio de la teología y la polémica. En
SERVATO LUPUS (m. h. 862) encontramos un ejemplo del estudio de los clásicos latinos,
que se manifiesta también en la égloga de dos santos, de autor no conocido, hallado en un
manuscrito del siglo X, y que muestra la huella tanto de Virgilio como de Fortunato.
Únicamente tiene genio poético FLORUS, que no sólo versifica con gran facilidad, sino
que logra impregnar de gracia y sentimiento algunos poemas. En un poema sobre la
división del Imperio, después de' Ludovico Pío, compuesto en hexámetros, incita a los
elementos a que lloren como los hombres, ya que el corazón de éstos se ha helado y no
pueden hacerlo.
España, (\uinn UI.I pm los musulmanes, no puede tomar gran parte en el movinvei to í IU
1110 latino de esta época. EULOGTO y ALVARO, ambos de Córdoba, son i is únicas
figuras destacables.
b) La poesía popular 1 ítmica.—Además de los autores citados, es propia de esta época la
existencia de gran cantidad de poesías rítmicas populares, de poetas dos-u mondos,
hombres cultos o clérigos, de nacionalidad románica, germana o irlandesa. Los géneros son
planctus o lamentaciones, cantos de guerra, pequeñas poesías narrativas. La forma, versos
rítmicos en estrofas de tres versos.
Uno de ellos es un Lamento a la muerte de Carlotnagno, en trímetros yámbicos ,que
comienza:
A sohs 01 tu usque ad occidua Littoia maris planctus pulsat pcctora 1 Hen mihi misero!
Otro, lamentándose por la batalla de Fontanetum en 841, en la que había tomado parte el
autor, expresa su sentimiento por ambos bandos, y está compuesto en abecedario, no
pasando de la letra p.
También se encuentran una sátira contra un abad de Angers, y aun contra la villa; una
parábola, que presenta en cada estrofa enigmas matemáticos ; un abecedario en que se
presenta a Alejandro viaiero, etc.
c) Las sequences.—El mayor valor lírico viene dado por las llamadas Sequences
(Continuaciones), y cuya forma se atribuye a BALBULUS (n. h. 840), que cuenta cómo se
le ocurrieron al tratar de grabar en su memoria las largas melodías añadidas al Aleluya. Se
componen de una serie de líneas, versos, o versiculi, de diferente tamaño, que, a excepción
del primero y el último, tienen igual número de sílabas, terminación y
Si.*
r
acento. El tema está dado por la fiesta del Santo, y su valor poético varía de unas a otras.
Son de Balbulus cuarenta y una de las que se conservan. En Francia, las Sequences marcan
el tránsito a la poesía nacional escrita.
d) La historiografía.—El abundante cultivo de obras de historia, generales o parciales,
durante toda esta Era, puede reducirse a cuatro grandes géneros:
La Crónica universal al modo tradicional, de que puede ser modelo la de FRECHMET,
obispo de Lisieux, que es un mosaico de obras anteriores, o la de ADÓN, arzobispo de
Viena.
Las crónicas o Anales, como los Anuales Bertiniani, publicados por el Monasterio de San
Bertin, que abarcan desde el año 741 al 882; o los Aúnales Fuldenses, debidos al monje
ENHARD.
La historia nacional, llena de tradiciones, semejante a algunas que hemos indicado en
fechas anteriores, o la Historia britinum, escrita por NENNIUS hacia el 822.
e) Poesía épica profana.—En gran parte entra dentro de la historiografía, por su falta de
calidades literarias y su parecido a los Anales. Tres obras son claro ejemplo de este género,
que tiene ya alguna influencia de las gestas, que sin duda existían oralmente, mientras
imitan en la forma lo antiguo. El alemán SAXO escribió, entre 888 y 891, Annalis de gestis
Caroli Magni, que forman cuatro libros en hexámetros y uno en dísticos. ABBO,
contemporáneo suyo, relató en hexámetros los combates con los normandos frente a París,
de que fue testigo; mientras la Gesta del emperador Berenguer, ya en el siglo siguiente,
apenas es otra cosa que un panegírico.
6) El Imperio germánico.
Al convertirse Alemania en la nación dominante en Occidente, ya en tiempos en que la
evolución del idioma va dando lugar a la fijación de la literatura nacional, todavía se
cultivan las letras latinas, refugiadas en los monasterios célebres y en escuelas episcopales.
También en las lctv.is es Alemania el país de mayor producción latina, mientras que en
Francia aumenta en lengua popular, e Inglaterra desciende en la producción que logró
anteriormente.
" De igual modo que había sucedido con la corte de Carlomigno, »CU-
147
181
HISTORIA UNIVERSAL DE LA LITERATURA
LA LITERATURA DEL ISLAM
2) Los poetas del emirato.
rn\ x "\
Sin conservar colecciones de esta época, podemos hablar de las poesías de
ABDERRAMÁN, ya citado, y la importancia que tuvo el que el segundo de su nombre
hiciese acudir a su corte a ZIRIAB, el cantor negro que traía la escuela oriental de
canciones, y, por tanto, la poesía predominante en la corte de Haroun. Pronto se extendió la
escuela oriental entre músicos indígenas, y gozó de -fama el llamado AL-GAZAL (770-
864), que fue embajador cerca de los normandos y del emperador bizantino, datos
importantes paui romper la idea de un aislamiento de las culturas en que se ha insistido
algún tiempo. Se cree escribió un verso perdido sobre la conquista de España, que ha hecho
pensar a algunos investigadores en la posibilidad de una épica andaluza.
Del siglo siguiente es SAID-BEN-CHUDI, que vivía en 890, y cantó la batalla de Chad, o
su imposible amor a una esclava, cuando no las alegrías
de la vida.
Como vemos, no representa este período ninguna gran aportación a la literatura islámica
original.
i- . ,>l
3) La poesía de los colijas.
Este es el momento de mayor auge poético. Se cuenta de Almanzor la creación de una
oficina que clasificaba a los poetas según su categoría, y que éstos le acompañaban en sus
campañas, encargándose de perpetuarlas. Entre los más afamados poetas de su corte
literaria se encuentran SAI» DE BAGDAD (m. 1026), AL RAMADÍ, el visir ABÚ-L-
MOGUIRA, etc.
En esta época también floreció la obra de BEN ABI ZAMANIN, que impregna sus poesías
con una nota trascendente un poco pesimista. En una de ellas, incurre en el viejo y eterno
tema:
La muerte, en todo momento extiende su sudario, mientras nos olvidamos de que nos
visitará.
No disfrutarás del mundo y sus placeres aunque los adornes con sus más bellos atavíos.
¿Dónde están los amigos y vecinos? ¿Qué hacen? ¿Dónde están todos aquellos que nos
ofrecieron tranquilidad?
Dióles a beber el tiempo un vaso con aguas inmundas, y han venido 1 a ser rehenes de la
tierra húmeda.
18?
Con los Omeyas se destaca ABÚ ABD AL-MALIK MERUAN (963-1009), cortesano y
madrigalista, de quien García Gómez nos ha traducido una espléndida poesía en que se
describe una tempestad:
El trueno declama, lleno de deseo, y en la espesura circulan copiosamente los cálices de la
lluvia.
Cuando, de noche, los luceros caminantes *'
quedan perplejos, sin distinguir sus veredas,
el relámpago enciende su antorcha, ■•
y la faz de las tinieblas se torna iluminada.
Cuando brilla el relámpago, viste los arriates
con radiante túnica de tisú.
El oscuro nubarrón parece un corcel negro,
al que el íelámpago alboioia las crines cenicientas.
El mismo tema tentó a BEN SUHAID (992-1035), que más que el chubasco tormentoso
describe la caída persistente del agua:
Cada flor abría en la oscuridad su boca, buscando las ubres de la lluvia fecunda.
Y los ejércitos de las negras nubes, cargadas de agua, desfilaban majestuosamente, como
tropas etíopes, armadas con los sables dorados del relámpago.
Escribió también una narración en que presenta el viaje de un poeta al Paraíso, claro
precedente de la Risala de Maarri y de la Divina comedia.
Finalmente, BEN HAZAM, de Córdoba (994-1063), cultísimo polemista, entre sus
numerosas ocupaciones intelectuales atendió a la poesía, y se conservan muchos de sus
versos en el llamado Collar de la paloma, en que el amor es el motivo central.
4) Las cortes de Taifas.
Con la eclosión del poder omeya, surgen cortes brillantes, cada una un califato en
miniatura, en que la poesía se produce extraordinariamente. Cualquier labrador, inclinado
en su trabajo, podía improvisar sobre cualquier tema, y un poeta es un personaje que se
recibe y agasaja en cualquier corte. Por toda la España mulsumana aparecen importantes
autores.
183
HISTORIA UNIVERSAL DE LA LITERATURA
LA LITERATURA DEL ISLAM
ABÚ-BEN-ZAIDUN, de Córdoba (1003-1070), autor de una casida, que se tiene por el más
bello poema de amor, no sólo de España, sino de tod? la lírica musulmana, en la que no
abunda excesivamente la metáfora. Se le puede considerar discípulo de Mutanabbi, y la
mayor parte de las formas que emplea derivan de la casida.
Los reyes sevillanos MOTÁDID y MOTAMID fueron poetas. Este último (1040-1095),
falto de la crueldad del anterior, vivió como poeta y reunió una corte literaria. "Si alguna
vez la poesía se ha sentado en un trono de España, fue con Motamid de Sevilla, y si alguna
ciudad ha sido en un momento el paraíso de los poetas, lo fue la metrópoli del Betis en los
tiempos del monaicn \bbadi " (Un eclipse de la poesía en Sevilla: h época alinorávidc. F. G.
Gómez, Madrid, 1945.) Después de una existencia suntuosa y agitada, muere en Marruecos
encarcelado por los almorávides. BEN AMAR, IIIMAR y BEN HAMDÍS EL SICILIANO
fueron los má-destacados poetas de su corte.
También en Almería se formó una corte literaria en torno a MOTASIM (1051-1091), en la
que vivieron XARAF DE BERJA, autor de una colección de máximas, además de poesía, y
BEN-AL-HADDAD, de Guadix.
5) La poesía bajo las invasiones marroquíes.
La dominación almorávide se inicia bajo el signo de un importante retroceso cultural, que
queda señalado al decir que Jusuf, el primer emperador, apenas conocía el árabe. Los
invasores, no portadores de una poesía como la procedente de Arabia, se sitúan en la
imitación de la existente, y pronto la cultura andaluza logra dominar, y hay nombres como
los de BEN JAFACHA (1051-1130) y BEN-AL-ZAQQAQ (m. 1135), los dos de Alcira,
poetas eróticos y descriptivos de jardines. La lectura de una poesía c1e este último nos
revela cómo se conservaba la lírica tradicional cortesana en temas análogos a los del viejo
Oriente:
Su aroma es lo más delgado del céfiro, y su talle enamora a la palma de la duna. Pasó frente
a nosotros, contoneándose, desenvainando de los párpados la espada de sus ojos.
r
184
Y he aquí un cantar de mayo, popular, que se conserva a lo largo de la Edad Media hasta
tiempos recientes:
Entra mayo y sale abril, ¡cuan garridico le vi venir!
Entra mayo con sus flores, sale abril con sus amores, y los dulces amadores comienzan a
bien servir (1).
(1) La supervivencia de estas formas líricas llega hasta el siglo XVII, en que-se internan en
el teatro, formando el núcleo de canciones para animar la acción. En El baile de la maya, de
Miguel Sánchez Requejo, "el divino'', que vivía en 1615, hay variantes de este mismo
cantar. La obra puede leerse en el volumen XLIII de la Biblioteca de Autores Españoles, y
una selección del cantar, en Poesía lírica caste-llana.-Jorge Campos. Valencia, 1941.
186
LA LITERATURA DEL ISLAM
La falta de zéjeles en antologías árabes no permite buscar autores más allá del siglo X, y se
conocen los nombres de varios a partir de esta fecha: BEN ABD RABINI (m. 1022), ABÚ
BÉQUER AVENZOAR y BEN GUZMÁN (10S6-1160), de quien se conserva un
Cancionero casi íntegro que permite el estudio de esta forma poética. Colecciona 149
zéjeles de diversos asuntos, y nada hay en ellos que revele el alma beduína de los tiempos
pre-islámicos, tan conocida de los poetas cortesanos. Son numerosísimos los autores
posteriores a este cancionero.
La comparación de este cancionero con la lírica medieval ha llevado a sorprendentes
resultados. La enorme influencia de la lírica provenzal en Europa procede, a su vez, de la
adopción de estas formas andaluzas que se encuentran en el CONDE DE POITIERS (IIOI),
con la variante de que el estribillo va al final, y se hallan formas del zéjel puro en MOINE
DE MONTAUDON, RAYNOLD y MAGRET. El rondó medieval es la estrofa lírica
andaluza precedida y seguida de estribillo.
En Inglaterra, Alemania, Italia y Portugal se advierten ejemplos de zéjel que comprueban la
importancia del Languedoc en cuanto a la difusión y la del género hispanoislámico en su
origen.
La moaxaha, que se atribuye a MOCADÉN DE CABRA, el ciego (840-920), y cuyo
precedente se indica en orígenes indígenas, románico primitivo, gallego y de la estrofa
persa, sin llegar aún a ningún resultado, es una forma más erudita, pero en la que lo
esencial: estribillos, vueltas, mudanzas, etc., tienen mucho de común con el zéjel. El
lenguaje siempre es más refinado, y llegaron a sustituir a la casida. También en la lírica
provenzal se encuentran huellas de la moaxaha, muy apropiada a sus rimas cortesanas.
7) La novela.
Aunque no conocemos textos en la cantidad que de la prodigiosa floración poética, se sabe
de una abundante difusión de las fábulas y apólogos orientales, que por intermedio de la
España cristiana van a seguir uno Je sus caminos de introducción en Europa.
Reuniendo en un solo apartado toda clase de literatura de la que suele llamarse de
entretenimiento, y que por su forma prosada y el fondo narrativo de hechos o
acontecimientos se emparenta con el cuento o la novela, 1103 encontramos las siguientes
variedades: ''*>tKr>
m
HISTORIA UNIVERSAL DE LA LITERATURA
LA LITERATURA DEL ISLAM
í1 í
El género literario llamado Adab, que, siendo en un principio una recopilación de
elementos científicos, concluyó en colecciones de anécdotas y misceláneas de cuentos,
casos extraños, conocimientos, etc. Son conocidas las colecciones del poeta BEN ABD
RÁBIHI, el Libro del ornato de las asambleas, BEN ABD AL-BAR (978-1070), etc.
La difusión de las Macamos de HARIRI, de que hablamos al tratar de la poesía islámica en
Oriente. Su conocimiento en España hace pensar si tuvo alguna influencia en la peculiar
novela picaresca castellana. Fueron imitadas por BEN AL-QASIR (m. 1180) y
SARACOSTÍ AL-ESTERCUNÍ, escribiéndose también comentarios a las Macamos, de las
que la más importante en todo el mundo musulmán es la obra de ABÚ EL ABBAS
AHMED, de Jerez (m. 1222).
Los cuentos dejados por los moriscos después del fin del predominio musulmán son una
huella clara de este género en años anteriores. La mayor parte son leyendas o tradiciones de
origen árabe, sobre Mahoma o Jesús, procedentes en este caso de los E^ angelios apócrifos;
y alguno es de la colección conocida por las Mil y una noches, tal como la Historia de la
ciudad de Alatón y de las vasijas, existiendo derivaciones de la leyenda de Alejandro.
Por su difusión posterior sabemos que la novelística árabe conservó en su lengua tres obras
orientales, llegadas a la literatura castellana con los títulos de Calila e Dimna, Barlaam y
Josafat, y Sendebar. El primero es un fabulario indio, recogido en persa por BARZUYH, y
que AL MOCAF\ trasladó al árabe en 750, de donde se tradujo a varios idiomas. Debió ser
obra conocidísima en el mundo arábigoespañol. El Sendebar también llegó por análogo
camino, y la forma es parecida a las Mil y una noches en el modo de enlazar los cuentos
durante tres días que son necesarios para que un inocente pueda hablar, salvándose de un
peligro. Del Barlaam v Josafat no se conoce versión árabe; pero se deduce de obras
contemporáneas, de igual modo que los astrónomos anuncian un planeta antes de conseguir
verle, por las consecuencias que produce en la marcha de los demás astros.
Mención aparte merece la novela filosófica de BEN TOFAIL (1180-1185 aprox.), que
describe en una especie de robinsonada la estancia de un niño llevado a una isla desierta,
donde, dedicado a la reflexión, elabora una filosofía altamente individualista, llegando al
más puro y alto conocimiento, que, al intentar comunicar a un llegado de una isla vecina,
le hace comprender que la masa de los hombres no pueden llegar a esa perfección, y hay
que mantenerles en una religión en que, en vez de la luz clara, se les muestren oscuros
símbolos.
8) Los estudios gramaticales.
Pronto se hicieron en España textos para sustituir a los llegados de Oriente, lográndose
obras importantes tanto en Gramática como en Lexicografía o estudios literarios.
ABÚ ALÍ-AB-QALÍ (901-967), autor del llamado Libro del erudito, tratado filológico por
orden alfabético con más de 5.000 hojas; BEN MÁ-LIK (1208-1274), cuyas obras todavía
se usan, y el granadino ABÚ HAYAN (1257-1344), son tres jalones del alto grado
conseguido en los estudios gramaticales.
En la Lexicografía son de destacar el citado ABÚ ALT, con su Libro de las rarezas de!
lenguaje, y AHMED BEN SAYID (m. 993), que hizo el diccionario titulado Libro del
sabio. El ciego BEN SIDA (siglo X), de Murcia, también se dedicó a estos estudios,
conociéndose de él dos diccionarios, titulados Almojasas y Mohcam, alfabético éste y de
ideas afines el anterior.
La historia literaria, consecuencia del alto grado cultural y el gran desenvolvimiento
poético, existe entre los árabes españoles desde el siglo X. OTMAN BEN RABIA (m. 922),
de Sevilla, escribió un libro, Clases de poetas de España, y BEN MASAMAI (m. 1031)
Historia de los poetas españoles. La Risala de AL-SECUNDÍ (m. 1231) ofrece una
ejemplar selección de lírica andaluza, que puede recordarse entre las numerosas obras sobre
esta materia escritas por musulmanes españoles.
<)) IM Historia.
Kl viejo sistema clásico y el afán por condensar en un volumen toda la historia, tal como lo
hemos visto pasar del mundo antiguo a algunos atilores cristianos, también se produce entre
los árabes. Ya en los primeros tiempos, BEN ABIB (h. 796-854) escribe su Historia, en la
que deja rn(i;ir abundantes elementos fabulosos orientales y narra desde la creación
188
180
HISTORIA UNIVERSAL DE LA LITERATURA
LA LITERATURA DEL ISLAM
II
fll
del mundo hasta los jueces de Córdoba, pasando por los profetas y todos los califas
orientales. BEN AL-QUTIYA ha dejado en su Historia de la conquista de España una
fuente histórica de interés literario por el modo suelto en que presenta relatos y escenas,
algunas de clara procedencia popular.
Muchas obras árabes se han perdido, y de entre ellas bastantes de historia; pero bastaría
conservar el Fisal o Historia crítica de las religiones, sectas y escuelas de BEN HÁZAM
para darse idea del punto a que se había llegado, pues hasta la Europa contemporánea no se
ha enfrentado la cultura occidental con empresa semejante. También poseían gran amplitud
de intento el íabanH Aloman (de SAID DE TOLEDO, 1029-1069), que trataba de dar en su
libro una historia por razas y pueblos.
Historias fiagnieiitaiuis o locales son Historia de la segunda gvierra civil en África y
España de BEN AL-ABBAR, que cuenta la contienda entre almohades y almorávides
durante nueve años; la Historia de los almorávides de BEN SAITIB AZALA (m. 1182), que
se distingue por la elegancia de su estilo, etc. ;
«>!o
10) Las obras jilosójicoteológicas.
6) La poesía lírica.
a) La lírica trovadoresca. — Lanson atribuye un origen femenino a la lírica en un momento
en que la mujer recluida en el hogar y sin ninguna capacidad de acción había de entregarse
al sueño y la fantasía. Estas canciones del siglo X y XI no nos son conocidas; pero pueden
hallarse sus restos en refranes, estribillos o fragmentos intercalados en obras posteriores. El
tema es, generalmente, erótico y parecido al que se refleja en los romances amorosos o
narrativos castellanos: el caballero que pasa ante la casa, la madre que prepara otro
prometido, la malmaridada, etc. La expresión de los sentimientos es simple, y se atiende
más a la narración externa que a la vida anterior.
En Provenza, donde la vida era más fácil que en el bélico Norte, nace un gran movimiento
lírico, expresado por los trovadores, más culto \ sutil que desde su comienzo, en que es más
apasionado y personal. Su fundamento es la expresión del amor, sujetándose cada vez más
a reglas fijas y a una técnica complicada.
Se advierte que desde la época romana hasta este momento no se había vuelto a concebir la
poesía como un arte, buscando su perfección formal y trazando unas normas de las que no
se aparta.
A la forma corresponde también una idea central que mueve al poeta: la expresión del amor
cortesano, fundamento de toda nobleza y valor. El amante desea el bien de su dama y
defiende su honor antes que el propio, y si no es correspondido es dichoso por sufrir, y
aumenta su mérito sufriendo. Este tipo de amor novelesco, que perdura más o menos
encubiertamente a lo largo de siglos de novela, se envuelve en unos versos artificiosos,
retóricos, puramente verbales. En el capítulo correspondiente a la literatura islámica en
España se señalan las formas que los poetas pro-venzales tomaron de los poetas cortesanos
musulmanes, y a esto habría eme añadir que en los temas también se refleja la influencia,
como se ha podido comprobar en cantos de alborada.
La poesía provenzal pasa al Norte. Y se dan como factores principales las Cruzadas, que
reúnen hombres y costumbres, y los matrimonios de Leonor de Aquitania, sucesivamente
casada con los reyes de Francia e Inglaterra, llevando con ella sus cortes trovadorescas. ■
'-■■<'*
202
1!
m
Del XII al XIII, la imitación de lo provenzal prende en todas partes. Se destacan CONON
DE BHETUNE (m. 1224), el "CASTELLANO DE COUCY" (1201) y THIBAUT IV, que
estuvieron en las Cruzadas; BLONDEL DE NESLES y GACE BRULÉ, que se dirigieron a
Bretaña, etc., como muestra de las dos direcciones de influencia trovadoresca en Francia.
Pero el lirismo culto no dura más de un siglo, y se refugia en las comunidades burguesas
(Arras, Bodel, Moniot, etc.,) donde perdura hasta los finales del siglo.
Las formas de la poesía trovadoresca, muy variadas, se complican, ya que llega a
emparentarse el arte con la rareza y la dificultad. Las principales, de origen provenzal son
las canciones compuestas de cinco a siete estrofas, repartiendo los versos en tres grupos.
Los saludos de amor, en forma de epístola, en octosílabos, rimados dos a dos. La tenzón, en
que intervienen dos poetas, componiendo cada uno una estrofa.
El cultivo de estas formas y de unos temas preestablecidos llega a hacer desaparecer todo
fundamento lírico, no quedando más que virtudes especulativas.
b) El lirismo burgués. — Al mismo tiempo que florece la literatura cortesana se cultivan
otras formas más apegadas al realismo. La literatura de las ciudades se complace en
géneros como la pastorela, en que se enfrentan a veces el hombre de la ciudad y la pastora
en forma que recuerda las serranillas del Arcipreste, sin su fuerte crudeza. Los amores y
escenas campestres de las pastorelas muestran la naturaleza, sin alegorías, y en ocasiones
hacen aparecer en escena a sus propios autores. COLÍN MITSET, juglar campesino,
describe a un conde cómo es su casa, y JEAN MODEL, gran poeta, enfermo de lepra y
obligado a retirarse a una lepro-<ería, escribe un emocionado adiós en estrofas de trece
versos. ADAM DE I A HALLE, obligado a partir de Arras, lanza invectivas contra la
ciudad. I'isla es la causa de que LANSON (Ob. cit.) proponga para esta poesía el
'Iriumiinativo de poesía personal, ya que se ve al poeta latiendo en el ti nulo de los versos, a
diferencia de la fría poesía cortesana en que predomina lo artificioso.
IA ligura principal de la poesía francesa en este período correspondiente al siglo XIII es
RUTEBEUF. Parisino, probó fortuna con todos los Bañeros, a excepción de gestas y
novelas. En su obra está reunida la vida r|« lu ciudad bajo San Luis y Felipe el Temerario. A
veces es un cronista «lírico que llega hasta el rey o los monjes; pero esto no le impide ser
203
HISTORIA UNIVERSAL DE LA LITERATURA
LA FORMACIÓN DE LAS LITERATURAS NACIONALES
f f ,.
el autor de ardientes alabanzas a ía Virgen o indignadas poesías ante el enfriamiento del
espíritu de cruzada. Es autor de Vidas de Santos, El milagro de San Teófilo y Lamentos
fúnebres, escritos posiblemente por encargo. Conserva medidas características en sus
poesías: una pequeña estrofa de tres versos, en los que el último rima con los dos primeros
de la estrofa siguiente; otra estrofa de doce octosílabos; estrofa de cuatro alejandrinos
monorrimos, etc. L/i importancia de RUTEBEUF está, sobre todo, en la sinceridad de su
obra, y el talento oratorio le permite conducir adecuadamente sus ideas, y el lirismo, nada
ficticio, se desenvuelve en el terreno de la emoción personal y profunda que se transmite a
la poesía.
c) La Úrica del siglo XV. -T as formas medievales se van acotando y disolviendo, sin que
todavía surjan modalidades nuevas. La formación escolástica predomina aún en los autores
del siglo XV, que tratan de cantar con acento nuevo los mismos temas, que, tomados a los
clásicos antiguos, se \ leñen repitiendo. CRISTNA DE PISA (1363-1429), nacida en
Venecia e hija de un astrónomo en la corte de Carlos V, conocedora del latín, se esforzó en
imitar el estilo ciceroniano, recargando de citas clásicas y alusiones su Libro de los hechos
y buenas costumbres del rey Carlos V. Como poetisa escribió numerosas baladas, lais,
rondeles, etc., que no pasan de una envidiable facilidad, pero con un mediocre resultado.
Juana de Arco y el Libro de la visión son sus obras de más valor artístico y emocional,
señalándose en ellas un sentido patriótico francés.
ALAIN CHARTIER (1395-1449) posee acentuadas las características que señalábamos en
CRISTINA DE PISA. SU conocimiento de CICERÓN, SUE-TONIO y SÉNECA influyen
en la corrección de su prosa, tanto como su elevado sentimiento patriótico en el contenido
de sus libros, que muestran la indignación que le produce contemplar ¡as constantes luchas
que en In época ensangrentaban el suelo francés. Tal es el fondo del Breviario de los
nobles, Libro de las tres virtudes, Libro de las cuatro damas, etc.
Su obra poética adolece de prosaísmo, y el "noble poeta", como se Ir llamaba en sus días,
no pasa de ser un correcto versificador cortesano.
CARLOS DE ORLEÁNS (1391-1464), sobrino de Carlos VI, hecho pri sionero en la
batalla de Arzincourt, permaneció veinticinco años en Trifila térra, donde elaboró gran parte
de sus poesías, en las que da una pcr(c« ción fugaz y una exquisita gracia a la cada vez más
fría pocsia cab»ll»' resca. Canciones, rondeles, baladas, demuestran su conocimiento d& leí
204
autores italianos. La poca profundidad de sus poesías se ve suplida por las frescas imágenes
con que recubre manoseados temas:
PRINTEMPS
Le temps a laissié son manteau de vent, de froidure et de pluye, et s'est vestu de broderye,
de soleil luisant, cler et beau; il n'y a beste, ne oyseau, qu'en son j argón ne chante et crye:
Le temps a laissié son nunteau de vent, de froidife et de pluye.
Riviére, íontaiue el iuisseau. Portent en livrée jobe.
tf ' ' * Goutte d'argent, d'oríévi erie. Aw ^iw.talA-»,,*
Cbacun s'habille de nouveau: Le temps a laissié son mar.xcau de vent, de froidure et de
pluye.
FRANCISCO VILLON (I 131-1500), nacido en París, de oscuro origen, toma el apellido
del capellán Guillermo de Afilón, que se encarga de su educación, y hace una vida
asendereada, en la rué es condenado por ladrón y está a punto de ser llevado a la horca
cuando le indulta Luis XI. Pero, ante todo, VILLON es un poeta que ha producido la más
importante poesía del siglo. Son conocidísimas su Balada de las damas de antaño, el
Pequeño testamento, que en legados burlescos deja al barbero ION recortes de sus cabellos,
o el Gran testamento, obra en gran parte autobiográfica, irónica presentación de costumbres
de su tiempo y con-ión de culpas en un tono de profunda humanidad. f.a grosería popular
que a veces manifiesta, se ve contrapesada por la lindeza que le hace escribir la Balada en
forma de oración, que dedica » M¡ madre, y el agudo sentido que le muestra en la carne
floreciente la IfíniliTilumbre de mañana y el futuro esqueleto, recordando en medio de
liMimas a los amigos que murieron o los cuerpos de los ahorcados l« "tclclos, picoteados
por los cuervos, como estuvo a punto de ocu-■ él mismo.
■i doble íaz de VILLON, como su escolasticismo, nos le muestran ni; pero podría situarse
al principio de los poetas modernos por
908
HISTORIA UNIVERSAL DE LA LITERATURA
LA FORMACIÓN DE LAS LITERATURAS NACIONALES
el fondo lírico de su poesía, que expresa las resonancias de su alma angustiada.
d) Poesía didáctica y moral. — Procedente de la cultura clerical se origina en el siglo XIII
una corriente de literatura, que pudiéramos llamar divulgadora de los temas de los textos en
lengua latina, que $e circulaban entre los lectores de los monasterios. Obras de esta clase,
recargadas de cientifismo y de alusiones simbólicas, son: El libro de las criaturas, de
FELIPE DE THAN, especie de calendario rimado; el Bestiario divino, de GUILLERMO
DE NORMANDÍA ; el Bestiario de amor, de RICARDO DE FUR-NIVAL. recopilación de
tradiciones y enseñanzas fabulosas referidas a protagonistas del mundo animal, y el Viaje al
paraíso, de RAÚL DE HOUDAN, que contiene un Sueño del infierno, donde Lucifer
ordena servir a su mesa a los pecadores, condimentados con salsas simbólicas.
El Román de la rosa es como la cima de toda esta literatura recargada de sentido alegórico.
En realidad, la obra está formada por c|os partes totalmente diferentes de espíritu, de autor y
de época. La primera parte fue compuesta por GUILLERMO DE LORRIS en ei primer
tercio del siglo, y parece dirigido a la sociedad aristocrática, siendo la intendóri del autor
hacer un código del amor cortesano a la manera del Arte ¿e amar de OVIDIO. JUAN
CLOPINEL, llamado también JUAN DE JVIEUNG, autOr de la segunda parte, concluyó el
poema hacia 1277, añadiendo más de 18.000 versos a los 4.609 de su predecesor, y dándole
un sentido enciclopédico, donde vierte todos sus conocimientos sobre religión, moral, el
UniversCK
En el argumento de la primera parte se nos muestra a Guillermo que quiere penetrar en el
jardín del Amor, defendido por un muro almenado y adornado con estatuas que representan
los vicios (Odio Avaricia, Hipocresía, etc.). Gracias a una dama que representa la
Ociosidad, logra entrar en el jardín y quiere coger una rosa, símbolo de la dama que ama.
Después de una contienda simbólica con las contrariedades, en que le ayudan la Franqueza,
la Cortesía, etc., frente a la Vergüenza, los Celos, etc., concluye esta parte. En la segunda se
acumulan ios episodios hasta que la rosa es lograda.
Esta creación fue una de las obras que más éxito tuvieron, conlo ]o demuestran los muchos
manuscritos de ella que se han conservado
7) L*
historia.
f.
ce pueden considerar precedente de las primeras obras históricas es-cr'tas en lengua
francesa los poemas o romans que posteriormente a los ciclos legendarios toman como
asunto relatos de las Cruzadas, si bien se rnezcl3-n con elementos fabulosos y legendarios
que les restan veracidad. £On el siglo XIII nacen las primeras historias en prosa, unidas al
tiombfe c'e VILLEHARDOUIN (nacido cerca de Troyes entre 1150 y 1164), ¿jeta sus
Memorias sobre la toma de Constantinopla, que abarcan desde 119^' en (^vle se Prec!'ca ^a
cuarta Cruzada, hasta la toma de Constan-tinopl^ en I2O3- £-scrita. desde el punto de vista
de testigo presencial, ei relato es seílciH° y claro, sin divagaciones, con un lenguaje
arcaico, que consjgue en ocasiones altura épica.
TOTNVILLE (1224-1319) tomó parte en la séptima Cruzada y permaneció se's afi°s en
Tierra Santa, al lado de San Luis, lo que le dio la idea de escribir una Historia de San Luis,
en que incluyó las notas que había tomad0 durante la expedición, lo que proporciona un
tono personal a <Tran Parte del libro. La vida del santo rey había tentado ya a las plumas de
su confesor GEOFFROY DE BEAULIEU, GUILLERMO DE NANGIS, GUI-11 ER^0 DE
CHARTRES, etc.; pero ninguno logra lo que JOINVILLE, que une al conocimiento de las
obras de los anteriores sus recuerdos perso-1 riles, (lue son '° meJ°r del libro.
]7jj el siglo XIV, JEAN FROISSART (13133-1410) continúa la obra ini-ciida Por JEAN
LEBEL (m. 1370) con sus Verdaderas crónicas, reflejo de I-, vicia de su época, sin
profundizar en las causas de los acontecimientos (. pasan ante sus ojos. Las Crónicas de
FROISSART recogen sus numerosos v¡aJes a Escocia, Italia, Holanda, Inglaterra, y el
retroceso que re-s,.|itan para la historiografía no lo es para la literatura por la ameni-,I ,(| y
viveza de su estilo.
( /.,/ teatro.
n) / catro religioso. — Desaparecido el teatro clásico con el mundo iiiliifi1"1 no renace,
como otros géneros, al ser conocido en manuscritos, j I intento de HOUSWITA no tuvo
consecuencia práctica, y el género dra-inÉti"1 'lB^'a de nacer de nuevo por sus propios
pasos. Fueron éstos pe-
206
207
i
4m
HISTORIA UNIVERSAL DE LA LITERATURA
quenas interpolaciones en los oficios religiosos para que el pueblo que no comprendía el
latín captase el espíritu del servicio divino, a las que siguió una breve dramatización
litúrgica de conmemoraciones, en las que toda la acción se refería a la aparición de pastores
que entonaban el aleluya ante el altar. Estas iniciaciones dramáticas se van desenvolviendo
y ampliando a otras festividades, destacándose lentamente del culto, con lo que adquieren
un cierto tono profano, entrando en ellas la creación de anónimos autores y diferentes
formas métricas, que van desplazando la representación de su sentido religioso.
Se introduce en ellos la lengua vulgar, desapareando el latín. (En el Drama de Adán, del
siglo XII, todavía quedan pequeños versos intercalados que conservan el '•entido de oficio
religioso ) gu argumento es sim-pleríierue ia tentación y caída de los pumeios padres, ¡a
muerte de Abel y un desale de profetas que vienen a anundaí la redención del género
humano. En realidad, se trata de tres piezas ligadas por esta idea común.
El Juego de San Nicolás, que hi?o representar JEAN BODEL, lleva ya. acentuado el
carácter profano. Se representó en el último tercio del XII, y tiene ya todas las
características de los misteriOs medievales, que no dejaron de representarse hasta algunos
años después de la prohibición de 1548.
Los misterios continuaban la tradición religiosa; Misterio del Antiguo Testamento, Misterio
de la Pasión, Misterio de los hechos de los Apóstoles, etc., interviniendo al final de su vida
los ternas profanos; Misterio del Sitio de Orleáns, no muy posterior a la liberación de la
ciudad, y el Misterio de la destrucción de Troya, que, como el tema indica, es la obra de
algún escolar culto.
A veces, las representaciones duraban varios días (cuarenta el Misterio de los hechos de los
Apóstoles), interviniendo más de quinientos personajes y colocándose en la larga escena ios
diversos escenarios en que sucesivamente había de continuar la acción.
JACOBO VAN MAERLANT (m. 1299) es la primera figura señera de las letras en los
países bajos. Sus primeras obras se inspiran en la literatura-novelesca francesa: Toree
(escrito hacia 1255), Merlyn, El conde de San Graal y la Historia troyana, en 38.400 versos
directamente imitada del Román de Troya, para producir después su Wapene Martijn (¡Ay
Martin!), sátira contra los vicios de su tiempo, que concluye con un poco frecuente elogio
de las mujeres. Su obra más universal es aún posterior: El Rijmbijbel o Biblia rimada, que
es al mismo tiempo una crónica general y una sátira, que abarca 34.000 versos y está escrita
bajo la invocación de la Virgen para expiar sus pecados juveniles. Fue acabada en 1271.
En el siglo siguiente, JAN VAN BOENDALE O JAN DE CLERC (h. 1285-1305) da un
triple carácter a su obra • Patriótico en las Gestas de Brabante, didáctico en el Espejo de
legot y satírico en el Manifieslo de Juan.
b) La prosa.—Se tiene por el creador de la prosa artística neerlan--»^, desa a JAN
RUYSEROECK (1293-1381), eV.borador de un misticismo naturalista emparentado con
los contemporáneos alemanes ECKHART y su escuela. Las contiendas religiosas y
políticas y la posterior implantación del español como lengua oficial contribuye a impedir
un desarrollo literario.
c) El teatro.—El teatro se desenvuelve con bastante rapidez e independencia de los países
vecinos. Los temas son extraídos de lo novelesco, lo que da lugar a un teatro profano
primitivo, que en el siglo XV se vierte hacia lo religioso, consiguiendo obras de tanta
belleza y perfección como La primera alegría de María, de FRANCISCO VAN BALLAER,
en que intervienen personajes alegóricos, y sabemos se representó en 1444. La. obra
profana más importante del momento es el Marieken van Nimegen, que se ha repuesto
alguna vez, recientemente, con éxito.
IV.—INGLATERRA. i) Aparición del inglés literario.
Después de los agitados años para la historia inglesa, en que la "Muerte negra" y la guerra
de los Cien Años retrasan los avanres culturales, parece como si la literatura quisiera
resarcirse, dando un gran puo en BU desarrollo y madurez. Es en el siglo XIV en el que
i>tn'<le situarle el
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HISTORIA UNIVERSAL DE LA LITERATURA
verdadero fundamento de la literatura inglesa en su lengua con la llegada a un idioma
perfectamente apto para la creación artística.
Se trata de uno de los casos en que una figura recoge el espíritu de una época, dando forma
artística a los géneros que entre ella se manifiestan. El nombre es CHAUCER, y las
corrientes que se producen entre las clases populares son las imaginativas, que descienden
de las narraciones de Arturo y sus pares y el fermento que sirve de preludio a la reforma, y
que en diversos dialectos produce obras escasas desde el punto de vista del estilo, pero que
coinciden en describir la angustiada situación del pueblo y atacar a clérigos y cortesanos.
La más importante de éstas es La visión de Guillermo tejerente a Pedro el Labrador, que se
conoce en muchísimos manuscritos, aryas -variantes dan idea ele lo grande de su
divulgación. Atribuida a GUILLERMO LANGLAND O LANGLEY (Gertrudis Gornemau,
en Anglist. Forschungen, fase. 48. Heidelberg, 1915, opina que su nombre debía de ser
Roberto), de quien poco se sabe, si bien se conjetura estudiante en Oxford, predicador
errante y amanuense. El poema, que conserva la vieja forma aliterativa, presenta a Pedro el
Labrador, que muestra a todos el verdadero camino frente a los vicios de los malos
católicos.
2) La obra de Chaucer.
GEOFFREY CIIAUCER (13/5.0-1400 aprox.) aprovecha todos estos sentimientos para
hacer una obra que rebasa los límites de lo nacional inglés, adquiriendo importancia
universal. En primer lugar, crea una lengua flexible, perfectamente apta para la expresión
que había de unificar en el inglés escrito los numerosos dialectos existentes.
CHAUCER, hijo de un comerciante, fue paje en la corte y dominó varios idiomas, lo que le
proporcionó una gran cultura literaria, a lo que se une, como lo demuestran sus escritos, un
gran conocimiento de la literatura popular. Un viaje realizado a Italia fue para él decisivo, y
la influencia de Bocaccio, a quien pudo conocer, se nota en su obra más característica. Los
cuentos de Cantérbory (The Canterbury Tales), que presenta a una compañía de peregrinos
que para matar el tiempo acuerdan contar dos cuentos cada uno, premiando al mejor con
una comida. La diversidad de temas y personajes (el caballero modelo, como no puede
hallarse mejor en las novelas francesas, y el labrador piadoso y cumpli-
220
LA PORMAcION DE LAS LITERATURAS NACIONALES
dor de sus deberes; el buen cura de aldea, que se sacrifica por sus feligreses, y el vendedor
de indulgencias, que recorre el país cargado con reliquias falsas; una solterona devota y la
comadre cinco veces viuda; el bruto molinero; el estudioso escolar; el médico; la priora,
etc.) se corresponden con los distintos géneros literarios de la época, utilizando la leyenda,
la novela cortesana, la farsa popular, el elogio caballeresco a la mujer, o la sátira medieval
contra las mujeres, para formar un panorama completo de la vida inglesa en esta primorosa
narración de cuentos en
verso.
La producción de CHAUCER Se completa con traducciones de obras
importantes como el Román de la
rose y una adaptación de OVIDIO, Le-
ynda de las honestas damas. Obras suyas de menor importancia son, en verso, Frodo y
Cresida de inspiración aiegórica; d UhrQ de /fl duquesa¡
y Parlamento de los pájaros, eme nr^ ¿-J 1 '• -^
J rJ ' H e Poseen sentido alegórico. En prosa nos
ha dejado un 7'estamento de amor v nt „ t 1 7 • AT- '■, ■ -vi
j uLur y J-,J astrolabio. Ni el ni sus imitadores-
inmediatos lograron en la prosa un adelanto de k importancia que seña. lan para el manejo
del idioma LOs cuentos ¿e Cantérbory.
* •—ESPAÑA.
i) La poesía.
.-.) La éptca.-Lz lengua romance castellana se va manifestando allá per ,.| siglo X, según
nos muestran diplomas de la época y del XII es el pruno monumento literario español, El
cantar de Mió Cid, escrito ha-
cin 1140 por un juglar de Medina^r r J • ^ -u-
,, ^U111dceh, con un fondo rigurosamente his-
tórico, como ha podido comprobara T 1, ±- i- ■ i- <
1 l ruarse. La obra esta dividida en tres partes,
<JUe narran el destierro del Cid la tnm~ 1 M 1 1 u4 c *.
, ' '* coma de Valencia y la boda y afrenta
heehn a las hijas de Rodrigo nOr i~ • t ,. J ,-. • - -r-
J 5^ jjur ios mfantes de Carnon. Escrito en
Vernos asonantados de catorce sílaRa* 1 . ,1
sudoas generalmente, el lenguaje es austero,
y con breves trazos refleja personaipo t, u .1
J l UUctJes y hechos con grandeza de expresión.
No se conocen íntegros, aunaue o +- A- • , *< , •^
, s ""que se tiene noticias de ellos por las inter-
polaciones hechas en Crónicas nosW;~,.a ¿ J
* , interiores, otros cantares de gesta cuyos
HttlM eran la leyenda de Los infavt» A T ^T , r,
. , . / rr ajantes de Lara, El cerco de Zamora y
■ H»M#r(í 11 r lancho 11 y La derrotm A r- i r,
.,.,,. J om üe Carlomagno en Roncesvalles.
B) La lírica popular.—No se <S-,K A •J J f■ 1
. / be sabe demasiado de una linca popular
Wy»l raices se pierden en unos shHn - -c ■
' ' "K'os en que aun no se manifestaba una
V21
HISTORIA UNIVERSAL DE LA LITERATURA
L\ FORMACIÓN DE LAS LITERATURAS NACIONALES
Jfc
lengua propia. La precaria vida de los reinos castellanos corresponde a los esplendores
islámicos ya estudiados, que ocupaban la mayor parte de la Península. Sabemos de la
existencia de una lírica popular; pero "las primeras noticias de cantos populares son oscuras
y secas por demás" (ME-NÉNDEZ PIDAL, La primitiva poesía lírica española), y "la
pérdida de la lírica castellana más antigua es casi completa" (ídem). Ahora bien: la forma
zejelesca, estudiada al ti atar de la lírica popular hispanoislámica y que existe ya en los
siglos X y XI, y que señalábamos puramente nacida en España y de allí irradiada a Oriente
y Occidente, es producto de la mezcla de la cultura árabe con la romántica, y tiene de esta
última gran parte de los temas y el uso del estribillo y la estrofa, así como numerosas
palabras romances que se intercalan. Esta poesía primitiva debió mezclarse al repertorio de
los juglares, y sus huellas quedan en obras posteriores hasta siglos más tarde, como piueba
el ejemplo que elegimos para manifestar la prolongación del zéjel en la página 186.
c) Poesía juglaresca cortesana—La poesía cortesana se produce en tres lenguas difei entes:
en provenzal, en la zona de Cataluña; en gallego, no sólo en Galicia, sino en casi toda la
lírica que apenas si utiliza el castellano para algunas canciones, quedando este idioma casi
exclusivo de la épica.
La lírica catalana tiene las características de lo provenzal en sus poetas principales:
BERENGUER DE PALOL (1136-1170), GUILLEN DE BERGADÁ (segunda mitad del
siglo XII) y CERVERÍ DE GIRONA (1250-1280), logrando acentos propios én la obra
poética de RAIMUNDO LULIO (1232-13 I 5), autor del Libro de contemplación de Dios y
el Libro del amigo y del ainado, lejos ya de la poesía cortesana por su erudición y
profundidad.
Por los tres grandes cancioneros galaicoportugueses conocemos bien esta poesía, bastante
influida por lo provenzal y con alguna influencia zejelesca adquirida directamente o a
través de lo provenzal.
Las Cantigas de Santa María, del rey ALFONSO EL SABIO, están escritas en lengua
gallega, aunque son más meridionales por la forma, y los temas proceden de lo
cnstianolatino.
2) La poesía culta.
La poesía culta forma la escuela llamada mester de clerecía, propia de clérigos y caballeros
cultos, escrita en estrofas de cuatro versos alejandrinos, llamada cuaderna via. Se produce
en el siglo XIV, y son SUS
222
representantes principales el ARCIPRESTE DE HITA JUAN RUIZ, GONZALO DE
BERCEO, el rabino SEM TOB, JUAN LORENZO DE ASTORGA y PEDRO LÓPEZ DE
AYALA, con quien acaba la escuela.
Los temas de esta poesía han sufrido el mismo camino que las obras de cualquier
eclesiástico europeo de su época, y así encontramos las Vidas de Santos de BERCEO, O el
tema de Alejandro en JUAN LORENZO, O, en los poemas anónimos el Libro de Apolonio,
que nos trae la historia de Apo-lonio de Tiro, que hemos visto pervivir en la literatura latina
medieval, procedente de la novela helenística.
*) Li />,(-«,
El primer género en prosa que adquiere vida propia es la Historia: T,;i obra de AIFONSO
FL SABIO (1221-1284), T.1^ en Ia Grand e General hstona, gran piopósito de Historia
universal, y la Crónica general de Ispaña, tuvo a su alcance y utilizó copiosas fuentes de
procedencia latina, popula^, arábiga o literaria. Las Crónicas de PEDRO LÓPEZ DE
AYAL\ ^332-1407) son auténtica historia dotada de intenso dramatismo.
IC1 estilo ait'stico cobra vida ya en el Libro de Patronio o Conde Lu-anor, colección de
cuentos escritos por el infante D. JUAN MANUEL, que ht< cn^ru/an por la figura de
Patronio, preceptor del conde, que es quien Itj.i v,i < untando como ejemplos ante diversos
problemas que éste le plan-tm. 1C1 sistema recuerda la Disciplina clericalis o la obra de
CHAUCER, ya pil Diluirla, y precede a BOCACCIO, que da la mayor elevación al
procedimiento 1-a. variada procedencia de los temas es la correspondiente a todas |itHt
obras medievales que toman de la tradición local popular como de I* ribriw cultas llegadas
a ellos.
Kirraciones de piocedenua oriental tuvieron gran boga, y fueron 1» al romance o latín,
pasando después a lograr enorme difusión >». Con anterioridad nos hemos visto obligados
a citar el Calila e Semlcbar y la Leyenda de Barlaam y Josafat. interesante derivación de la
poesía épica son los Libros de ciba-• ocedente>j de los ciclos novelescos franceses, que
llega tardíamen-i,fui; pero s>e nacionaliza y gana en vigor, "hasta el punto de pavo a, ks
inibims gentes que nos le habían comunicado, y de im-1 1» moda cortesana en toda
Europa durante una centuria"
223
HISTORIA UNIVERSAL DE LA LITERATURA
LA FORMACIÓN DE LAS LITERATURAS NACIONALES
#iPW!tft¿Wíw *
(M. PELAYO, Orígenes de la novela). El libro que sirve de modelo es el Amadís de Gaula,
publicado en Zaragoza en 1508 y escrito por GARCI-RODRÍGUEZ DE MONTALVO,
suponiéndose la existencia de una versión primitiva en portugués no comprobada. Para
MENÉNDEZ PELAYO, el autor hizo algo más que un libro de caballerías a imitación de
los poemas del ciclo bretón: escribió la primera novela idealista moderna, epopeya de
fidelidad amorosa, código del honor y cortesía.
Las obras de este género que se produjeron a continuación fueron numerosísimas, y
llegaron a extremos de acumulación de lo imaginativo, que las hizo totalmente artificiosas y
enrevesadas, como a cada título explica el cura que hizo el escrutinio de los libros de Don
Quijote. Y con él hay que hacer una excepción para Tirant lo llanch (Tirante el blanco),
compuesto, por lo menos en parte por MOSFN JOHANOT MARTORELL, y JOAN DE
GALBA, sin haberse precisado hasta ahora la parte de cada uno, en que "comen los
caballeros v duermen y mueren en sus camas y hacen testamento antes de su muerte, con
otras cosas de que todos los libros de este género carecen" (Don Quijote, I-VI), con lo que
acertadamente se expresa el mayor realismo y verosimilitud de esta obra, que con la
anónima Curial y Gúelfa representan el estado a que llega la literatura catalana, que decayó
posteriormente al dedicarse los autores a escribir en castellano, que era la lengua nacional.
4) Poesía cortesana del sijlo XV.
De la corte de Juan II son los poetas reunidos en el llamado Cancionero de Baena,
recopilado hacia 1445, y en que se reúnen la tradición castellana medieval con los
principios del moderno italianismo. Los poetas al modo tradicional más importantes son
ALVAREZ DE VILLASANDINO, MACÍAS EL ENAMORADO, popular por la exaltación
romántica hecha con su figura, SÁNCHEZ DE TALAVERA, GERENA, etc. Igual sentido
tiene la obra de JUAN DE MENA, ÍÑIGO LÓPEZ DE MENDOZA, MARQUÉS DE
SANTILLANA. Con Enrique IV coincide JORGE MANRIQUE, que da en las Coplas a la
muerte del maestre Don Rodrigo el más elevado tono a la lírica de su tiempo.
5) Los romances.
A partir del siglo XV se dio este nombre a las composiciones narrativas en metro coito, que
cantaban temas de la historia nacional, o tomadas a los romans franceses. La extensión de
esta denominación ha hecho que se haya dado el nombre de novela a lo que en otros países
se llama romanzo, romance, román, etc. (Italia, Portugal, Francia).
Los primitivos romances derivaban de las gestas y se conservaban oralmente, siendo
imitados por los escritos, que se llaman juglarescos. Posteriormente se cultivaron por
autores modernos, siendo llamados los anteriores romances viejos, para diferenciarles. La
forma poética en verso octosílabo típica de este géneio se ha conservado hasta nuestros
días, teniendo su forma popular en Ja manifestación llamada romances de ciego, muy
divulgada durante todo el siglo XIX, oculta en la obra de casi todos los poetas, hasta los
más recientes.
I ^a clasificación que MENÉNDEZ Y PFLAYO hizo de los romances, y que Hiii se adopta,
es la siguiente:
Romances históricos, con temas de la tradición nacional, en que sue-1 11 ser protagonistas
el Cid, Fernán González, Bernardo del Carpió, o
■ '. <¡(ic se inspiran en el contacto fronterizo con los musulmanes.
h'omances carolingios y del ciclo bretón, derivados de los romans 'iHiiccses.
Romances novelescos o líricos.
(."on la imprenta se sucedieron las ediciones de pliegos de cordel en 1 IIP IUN romances
aparecían con diversas variaciones. Muchos de ellos fue-■m recogidos en cancioneros, pero
otros han quedado solamente en edi-
■ lime R «licitas.
\'T, 1'KIMI KOS IMSOS DL LA LITERATURA NACIONAL PORTUGUESA.
I I primer monumento literario portugués es una poesía que se atri-n\r tt J*AYO SOARES
DI. TAVMROS, y se fecha en 1180. aunque también I * • pfiuatlu pudiera ber autor el rey
SANCHO T. dedicada a la favorita i if Mirlu Ribeíro. La lírica, a partir de este momento,
abunda con 4 ' influmelft provenzal, que sin duda fue directa por la visita de
£25
"*MW^wms*,? v
iüSTORIÁ UNIVERSAL DE LA LITERATURA
trovadores como MARCABRÚ y GAVAUDÁN, que mencionan el país en sus
composiciones.
Los tres cancioneros, de Colocci-Brancuti, Vaticano y De ajuda, a que aludimos en el
capitulillo precedente, tienen las mismas características esenciales y la mayor parte de las
poesías que reúnen sin líricas, a excepción de alguna satírica o romance. El autor que más
aparece en ellos es el rey DON DIONÍÍ (reinó de 1278 a 1325), y la distancia cronológica
que abarcan va desde ñnes del siglo XII hasta mediados del XIV.
La época final de la Edad Media está recogida en el Cancioneiro geral, donde ya hay
poemas del siglo XVI y se anuncian los primeros atisbos
renacentistas.
En el resto de los aspectos literarios, la lengua portuguesa es pobre todavía. La difusión de
temas épicos de las gestas francesas prueba la inexistencia de una épica nacional, y los
pocos que hay en lectura nacional carecen de valores literarios. Hay referencias de un teatro
popular y de una novelística, que, según los críticos portugueses, dio lugar a la redacción de
Amadis, anterior a la que se conoce, sin que esté totalmente probado. La prosa didáctica y
moralista, traducida u original, cundió bastante, conservándose obras como El leal
consejero, atribuida a DON DUAR-TE; La virtuosa Benifeitoria, del regente DON PEDRO,
y un jabulario semejante a los abundantes en la Europa románica.
La historiografía se manifiesta en crónicas de reyes, que salen del tipo medieval latino, en
parte gracias a la creación del cargo de Cronista Mayor del Reino en 1434, siendo el primer
ocupante del cargo (1434) FERNÁN-LÓPEZ, el creador de la historiografía nacional.
VII.—LA LITERATURA ITALIANA.
I) Aparición tardía de su literatura nacional.
Premeditadamente hemos dejado a Italia para la última en este exn men de la aparición de
las literaturas nacionales. El retraso con que ap.i lece una lengua romance es debido a que
el italiano es el directo conli nuador del latín, aunque esta lengua se continuó usando como
idiotn» escrito hasta los comienzos del siglo XIII. (KARL VOSSLER, Historia <i« la
literatura italiana. Barcelona, 1941.) Basta comparar este hecho con U
LA FORMACIÓN DE LAS LITERATURAS NACIONALES
floración literaria que en los países vecinos acabamos de señalar antes de esta fecha para
comprobar el gran desnivel en que se encontraba el país italiano.
La proximidad y la comunidad de estado histórico y social hacen que desde la Provenza se
traslade a Italia la poesía trovadoresca por poetas provenzales, que pronto transmiten su
sistema a naturales de la región, a quienes es fácil dominar la lengua y la técnica que
adoptan. ALBERTO MALASPINA DI LUNIGIANA, RAMBERTO BUVALELLI, y
SORDELLO DE VIS-CONTI son los más conocidos de estos trovadores, que no aportan
nada al desenvolvimiento de las letras italianas.
2) La escuela siciliana.
La corte de FEDERICO II (de 1208 a 1250), reinante en Sicilia, donde iiiilluuin las culturas
árabe, bizantina y medie\al cristiana, fue una corte literaria, donde la poesía trovadoresca
comenzó a expresarse, no en su 1 lumia piopio, sino en la lengua vulgar, o sea un romance
italiano. Este
I rl motivo de que pueda afirmarse: "La literatura italiana ha nacido,
II luí, y ha nacido en Sicilia." (MARIO PENNA, Historia de la literatura • «liana. Madrid,
1944.) Esta afirmación se refiere al hecho de que por pri-
i«'i M ve/ aparezca un conjunto de creaciones literarias en lengua italiana;
ni también hay que señalar que los caracteres de esta poesía son los
HUIMOS de los géneros provenzales. El emperador FEDERICO, SU canci-
't-f I'IKK DE LA VIGNE, y cortesanos JACOBO DE LENTINI, GUIDO DE LA
DMINNA y GIACOMINO PUGLIESE, son los principales autores, y en su obra
riÉHjInf hacer notar que al lado de la imitación existe recuerdo de una
^^H popular de la época, aunque en proporción muy reducida, y cuya
^^Hr* mus lograda es la poesía Rosa fresca, del juglar CIELO DE
H"
^^H atiihuyo a CJIACOMINO PUGLIESE la invención del soneto como de-^^^Hpii -I»1
una canción provenzal.
^^H Mtld«r de dinastía cesa esta producción siciliana, que se extiende ^^Hl' '1cl Sur,
deformándose y haciéndose artificiosa. GUITTONE DF ^^Hp ■ -ijo-1 j«;4) fue el más
destacado de los poetas de la región tos ^^B pilleó en su juventud a la composición de
poesía, siguiendo la ^^H «i. illiiim, «{ bien hay una segunda etapa en su obra, que corre,
^^H§ -ii "U| madura, en que se orienta hacia lo religioso en una poesía
226
HISTORIA UNIVERSAL DE LA LITERATURA
conceptista y adornada con citas de la Biblia o la filosofía aristotélica. Imitaron a
GUITTONE, CHIARO DAVANZATI (1230-1280 aprox.) y RUSTICO DI FILIPPO (m. h.
1295), que utiliza el soneto, no sólo como instrumento de juego literario y de controversia
sobre temas científicos, como era corriente, sino que en su mano se convierte en agradable
arma satírica.
3) Otros géneros imitativos.
No solamente lo puramente lírico tiene su origen moderno en las obras de los países
cercanos. El francés Román de ¡a rose fue imitado por el florentino BRUJÍETTO LVTINI
(1220-! 294 aprox.) que residió largo tiempo en Francia, y cuyo Tesorelto, larga obra en
heptasílabos pareados, nos refiere un viaje del autor por países alegóricos hasta llegar al del
amor, :" donde Ovidio le liberta. Mucho más directa es la imitación que constituye el Detto
de amore y el Fiore. Este último es una refundición en sonetos del román. Y es posible sean
ambos del mismo autor, que se cree era ser
DURANTE.
La épica de las comarcas norteñas está grandemente influida por los temas germanofrancos
o las novelas francesas. La Canción de Roldan se nacionaliza con adaptaciones como las
lombardas tituladas Entrée de Es-Pagne y la Frise de Pampelune. De igual manera se
encuentran formas de la epopeya animal en obras donde hasta el título indica claramente la
procedencia: Rainardo e Lcscngrino.
La prosa se imitó totalmente, no empezándose a utilizar la lengua italiana hasta el siglo
XIII, y las primeras tentativas fueron traducciones: el Román de Troya, los Dodici conti
morali y numerosas variantes de las novelas del ciclo bretón.
Al lado de esta inñuen:ia. que pudiéramos llamar profana, está la que se deriva de las obras
que manejaban los eclesiásticos, y que por la afinidad de idioma señalada también
contribuyó a las primeras obras que se escribieron en lengua nacional. En poesía destaca
BONVESIN DA LA RIVA (murió hacia 1313), que escribe numerosas Disputas entre el
alma y el cuerpo, la mosca y la hormiga, la violeta y la rosa, etc. También es autor del Libro
delle tre scritture, que presenta una visión del Paraíso, tema que tentaba a los autores
italianos, como lo prueban varias obras anteriores, de las que la más importante es la
llamada Atroverc, de autor desconocido. En la prosa, las obras desgajadas del latín fueron
preferente-
1
228
LA FORMACIÓN DE LAS LITERATURAS NACIONALES
mente didácticas (Tratados morales, de ALBERTO DE BRESCIA, a mediados del siglo
XII; Introducción a la virtud, de BONO GIAMBONI, etc.), y se inicia la historia con las
Crónicas de Pisa, Florencia y la Descripción de la batalla de Montaperti.
4) La poesía franciscana.
Un importante foco literario en lengua italiana es el que con un contenido esencialmente
religioso se produce en Umbría, en la Italia central, en torno a la figura de SAN
FRANCISCO DE ASÍS. Nacido aproximadamente en 1182 de familia noble y entregado a
la religión después de una existencia despreocupada, produjo posiblemente dos años antes
de su muerte (1226) el poema conocido por Cántico al sol, basado en un salmo bíblico y de
enorme potencia lírica al cantar a Dios en todos los seres de la Naturaleza: el hermano sol,
la luna, el fuego, la tierra y hasta la hermana muerte. Este poema, "tal vez el monumento
literario más antiguo (Ir la Península" (M. PENNA, Ob. cit.), es como el comienzo y
culmina-< iún a un tiempo de una poesía popular religiosa, que a partir de allí se difunde
por todas las comarcas de Italia paralelamente a la orden religiosa <|uc fundara.
La obra de estos "juglares de Dios", como a sí mismos se llamaban, 114 mayor parte
anónimos, consistía, en su mayor parte, en laudi o loas. ti liñudas de una innegable poesía
no escrita, a juzgar por la forma, y que UlA» adelante, tomando forma de diálogo,
originaron representaciones sa-■ rtu, MHNÉNDEZ PIDAL (Poesía árabe y poesía europea,
Madrid, 1941) litti'r observar la hermandad gemela de la mayor parte de estas obras con jrii
«éjrles hispanoislámicos de que hemos tratado oportunamente, repro-|llt Irndo, entre otros,
el siguiente ejemplo, que puede compararse por los ípinditi'iilos al hablar de la poesía
arábigoespañola:
Dolce amor di povertade (¡uanto ti degiamo amare!
Poveil.ide povcrella umiltade é tua sorella, bou ti hasta la scodclla e al berc e al mangiare.
229
HISTORIA UNIVERSAL DE LA LITERATURA
LA FORMACIÓN DE LAS LITERATURAS NACIONALES
I)
5) El "dolce stil nuovo".
Umversalmente se conoce con este nombre a una escuela poética tos-cana, derivada de lo
trovadoresco y la obra de GUITTONE DE AREZZO. No hay que olvidar que a Toscana
corresponde, en este momento, la formación del lenguaje, que ha de convertirse en el de
todo el país, y que una de las causas, aparte de las puramente geográficas y su actividad
cultural y económica, reside en la serie de grandes autores, que hasta los primeros
renacentistas proceden de esta ciudad.
El stil nuovo, más reflexivo que la lírica cortesana, se fundamenta en las ideas filosóficas
de la época y en una arquitectura jerárquica del Universo, con intermediarios (ángeles,
cielos, astros) entre Dios y sus criaturas. La mujer es colocada entre estos intermediarios, es
el límite entre lo humano y lo celestial, que atrae por el amor, muestra del más elevado
instinto que eleva hacia Dios. Aquí se advierte la derivación de la lírica cortesana hacia lo
místico y celestial.
GUIDO CAVALCANTI (h. 1255-1300) es el expositor de las características de la escuela,
que se considera iniciada en el bolones GUIDO GUINI-ZELLI (1240-1276). Cavalcanti
tomó parte en las luchas políticas de Florencia y fue desterrado, escribiendo su famosa
Balada del destierro. DIÑO FRESCOBALDI, LAPO GIANNI y CIÑO DA PISTOIA son
los restantes poetas fle esta escuela.
Mas el valor supremo corresponde a un poeta, amigo de Cavalcanti que "aprendía por sí
solo a combinar las palabras en rima" antes de cursar estudios, DURANTE ALIGHIERI,
más conocido por DANTE (1265-1321). Conocedor del stil nuovo como del misticismo
franciscano y la escolástica, reúne en su obra la sabiduría universal de su época,
"constituyendo una trama consistente de fuerza y de entusiasmo imaginativo, comparable
tan sólo al de las orgullosas catedrales góticas" (KARL BRANDI, Dante y Europa).
>'
En su juventud tomó parte en las luchas de su ciudad y formó en las filas güelfas, pasando
al sector moderado al escindirse el partido. Desterrado posteriormente, anduvo por Italia,
concluyendo sus días en RA-1 ena. La Vida nueva es su obra de juventud, en que sobre la
base de su amor por Beatriz se traza la evolución de su pensamiento, desde la galantería
caballeresca a la adoración mística, y de ahí a la meditación filosó-
230
fica. El primer soneto de la obra debió ser compuesto hacia 1283, concluyendo el conjunto
diez años después.
Puede considerarse culminación de esta evolución su obra esencial, la Comedia, a la que se
antepone el apelativo de Divina, desde mediados del siglo XVI. Es un genial poema épico
teológico, donde resume el saber y la mentalidad de su tiempo en un tema que interesaba a
todos.
Dante relata cómo perdido en una oscura selva ve apaiccer una on/a, una loba y un león,
que le impiden subir a una colina que ilumina la luz del sol. Entonces se le apaiece Virgilio,
que le conduce, .guiándole a los nueve círculos concéntricos que forma el Infierno; el
primero es el Limbo, y en los t es siguientes se encuentran los lujuriosos, avaros, golosos y
pródigos Fl quinto círculo es la laguna Es-tigia, donde se encuentran los soberbios e
iracundos, y en el sexto, los herejes Los tres últimos círculos tienen una estructuia más
complicada, pues en ellos se encuentran nuevas subdivisiones que encierran a los usureros,
blasfemo1;, svreidas, etc , concluyendo en una gran laguna helada, donde un monstruoso
Lucifer de tres caías tritura a los tres grandes traidores: Judas, Bruto y Casio.
De allí llegan al Purgatorio, donde las almas ya no sufren, sino que esperan y se complacen
en el sufrimiento que las purifica. El Purgatorio tiene forma cónica ascencional.
En una mística procesión alegórica aparece Beatriz, que va a continuar la tarea de Virgilio,
ya que él, por pagano, no puede entrar en el Paraíso, situado en la cima del cono y formado
por nue^e esferas concéntricas, en el centro del cual se encuentra el Empíreo, formado por
una inmensa rosa fulguiarte en torno a un punto luminoso. Cada (sfera contiene a una
jerarquía de bienaventurados: los que faltaron a l.i castidad, los doctores en teología, los
mártires, los contemplativos y los ángeles que rodean la esencia divina.
I >mit<' íonversa con numerosas almas de las que encuentra en su viaje, >|im Ir 1I.1
ocasión para presentarnos figuras históricas o contemporá-líl 111I1 meado argumento
alegórico, que aún no ha sido totalmente '"It», pin de resumirse de este modo:
I >.uite es el Hombre perdido en los caminos de la selva del mal, 'liiiidi le asaltan las
pasiones. Virgilio personifica la razón y la sabi-'Imt.i .1 (|uo puede llegar el alma humana,
que le lleva hasta los um-hi.ili . di I Paraíso. Pero sólo la ciencia y la gracia divinas,
personificad.i-, 111 r>i ,itii<c, pueden guiarle de ciclo en cielo hasta la rosa celeste, qur it|
n> 1 uta la beatitud absoluta.
231
HISTORIA UNIVERSAL DE LA LITERATURA
La Divina Comedia está dividida en cien cantos, de los que una sirve de introducción y los
otros se reparten en tres grupos iguales correspondientes a las tres partes del libro, en
tercetos endecasílabos, "forma estrófica de su propia invención" (VOSSLER, Ob. cit.).
El problema de los antecedentes de la obra es uno de los más debatidos. Ya hemos podido
ver cómo a través de la persistencia de la litera-/ tura en latín durante la Edad Media
aparecen temas que pueden considerarse como precedentes en cierta manera. Y de igual
modo en las letras islámicas existen claros parecidos, hasta tal punto que pueden indicar
una transmisión indirecta, o incluso una fuente común. El problema se encuentra estudiado
pui \SÍN PALACIOS (La escatolog'ta musulmana en la Divina Comedia. Madud, 1043), sin
que esto, con palabras del propio autor, quiera suponer que se trata de "reivindicar para
algunos de los pensadores musulmanes una parte no exigua de los timbres de gloria con que
la crítica universal ha decorado la obra inmortal de Dante Alighieri".
La restante obra del DAIMTE, de menor importancia, está contenida en el Canzoniere,
donde se reúne toda su lírica; el Convivio, comentario a tres canciones alegóricas, y De
Monarchia, donde formula su credo político.
6) La prosa.
Los comienzos de la prosa italiana, que había de ser modelo para Europa durante algún
tiempo, se sitúan en el siglo XIII. Se da la Colección toscana Veinte cuentos de antiguos
caballeros y el Novellino o Cento novelle, de un desconocido autor toscano. Los asuntos
están toma dos de la vida de los santos, leyendas medievales y novelas francesas, pero con
una atención al carácter de los personajes, que constituye su aportación interesante. Esto
puede ser obra del autor, y quizá interviene también en ello el paso de estos relatos por la
transmisión oral.
Contemporáneo es el libro de FRANCISCO DE BARBARINO, Del reggU menta e
costwmi di donna, que contiene treinta y dos cuentos, en que It alterna la prosa y el verso.
232
CAPITULO XII
El LEJANO ORIENTE
I.—INDIA. l) Prolongación del clasicismo indio.
La literatura en la India se desenvuelve siguiendo las caractetíeticas estudiadas al hablar de
su edad clásica. En ella hemos recogido los monumentos esenciales; y durante siglos, y
muchas veces en tradición oral, ñe perpetúan colecciones de narraciones o relatos, llamados
a llegar hasta (Vacíente, como hemos podido comprobar en las páginas que anteceden.
Durante los tiempos que corresponden al mundo medieval europeo, Iw India sufre diversas
invasiones, que aportan su propia cultura, siendo la más importante la mahometana, que,
manteniendo su lengua religiosa. uhliga a crear el hindustaní, en que se usa de caracteres
árabes simplifi-^twirw y da un tono arábigopersa a la producción poética.
Sin embargo, el género que persiste bajo las culturas invasoras con 01 potencia, aunque
asimilando a veces el modo persa, es el más ca-■ 1 Miro de la India: la narración. Durante
todo este período, lo que • tilos llamar la novela india continúa produciéndose con idéntica
con-
Hl'iÓM,
I ti continuación de la literatura clásica puede jalonarse con los nom-1 rir
IV'M>M_HASCHF.KHARA, autor de varios dramas, y BILHANA, poeta Cftchrmira,
donde existió un resurgir literario en los siglos XI y XII, », como el polígrafo
KASHMENDRA, cultivó todos los géneros. Una tu <lc Cachemira se escribió por
KALHANA en 1148, con el título El ttl* de los reyes. ftfimiraciiSn por las obras maestras
clásicas llevó, no a la superación,
233
1SÍÍ2$
HISTORIA UNIVERSAL DE LA LITERATURA
EL LEJANO ORIENTE
fwWító^iííew»
sino al estudio de la lengua y el estilo en numerosas obras poéticas y gramaticales.
2) Obras poéticas y gramaticales.
Existen reglas preceptivas en la India, cuya forma más antigua es el Natiasastra, tratado de
arte dramático que se atribuye a MUNI BHARATA, cuyas fechas se ignoran.
La escuela poética más antigua es la que se nos manifiesta en Adornos de la poesía (siglo
VII), Espejo de la poesía, de DANDIN, y Explicación de los adornos poéticos, de
BAMANA, hacia el 800.
En cuanto a las gramáticas, la de PANINI es de mediados del siglo IV, antes de J. C, y en el
III escribió KATIAYANA una obra complementaria. Hasta tal punto ha sido clásica la
primera obra mencionada, que PATAND-CHALÍ, en el siglo siguiente, escribe un gran
comentario (el Mahabashia), y en el 66o, d. de J. C, DESCHAYADITYA y BAMANA
componen otro co mentario, conocido generalmente por el Comentario de Benarés, titulado
Kasshikavriki.
Multitud de autores parten de los anteriores para escribir a su vez nuevos comentarios. Sólo
citaremos las gramáticas de TCHANDRAGOMIN en el siglo VI, la de SCHAKATAYANA
del IX y la de HEMATCHANDKA del XII, para dar idea de la conservación de la ciencia
tradicional.
También existen diccionarios y glosarios, siendo el más conocido o I Tesoro de palabras de
Amara, datado entre el VI y VII siglos y debido a AMARASIMHA.
3) La novela.
No se puede dar exactamente el nombre de novela a la narración ¡M" dia que se sucede
durante todo el periodo medieval, ya que en ella ton» una parte substancial la alegoría;
pero, en cambio, el valor de los aH|»f*i tos imaginativos y narrativo la acercan bastante a lo
que de un un•■' amplio venimos entendiendo por novelesco en todo nuestro trat:nlu
Ya observamos la tendencia didáctica que se desprende de l.i I• • * > ■ tura de influencia
giaina o budista, en que se recurrió a la narranón < imm método instructivo. Tanto en el
Panchatantra y el Hitopadisa ut.nl..»
234
como en la Vetalapanciavinkati (Veinticinco novelas relativas al demonio Vétala) se
advierte la tendencia razonadora y la presentación de conceptos o ejemplos que se
desprenden de los hechos relatados.
De las novelas medievales indias, las más notables son el üacakuma~ raciarit (Aventuras de
diez príncipes), de DANDIN; el Vikramac'arita, o La aventura de los héroes, llamado
también Los treinta y dos sabios del trono real, colección de novelas relativas al gran ciclo
llamado de Vikra-maditya—una especie de Carlomagno legendario de la India—, y toda la
serie copiosa de novelas cíclicas que se refieren al gran rey Vikramaditya, la Vasavadatta,
novela de SUBANDHU, del que Vasavadatta es la heroína, v Kadatnbari, de
VANABHTTA.
El afán alegórico por crear un paralelismo entre el relato realista y el mundo mítico o
metafísico hace fatigosa la lectura de la novela india, tomo ocurre con los poemas
alegóricos medievales europeos.
La Kadatnbari es la más notable de las novelas medievales de doble i-ntido. Su argumento
es el siguiente:
Una mujer, Ciandala, del Dekhan — en la que se ha transformado Ja diosa Cri—, lleva un
día al rey Cudraka un papagayo maravilloso, llamado Vaicampayana, el cual, por la
sabiduría de sus discursos, causa la admiración del rey; después, el papagayo le cuenta la
historia de su nacimiento, vida y sucesivas transformaciones: Sobre un viejo árbol del
Calmali vivía una familia de papagayos, entre los que estaba el padre del narrador. Salvajes
Cavara, que entran en la selva, les dispersan, y el papagayo padre resulta muerto. El
pequeño papagayo vuela en busca de Harita, hijo del anacoreta Giabali, que no se
compadece de él. El joven aracoreta pregunta a su padre la causa de que el papagayo sea así
perseguido por la suerte, y el padre le hace comprender, por medio de una novela, que todo
sucede en consecuencia de una vida anterior:
Tarapida — el circundado de estrellas—. rey de Uggiayini, tenía un ministro, de nombre
Nariz de Papagayo, que gobernaba el reino, en tanto que el rey se divertía. Él y la reina es-
peral >an un hijo, que nace en una noche de luna, por lo que es llamado Circundado, o sea
Iluminado por la luna El muchacho crerc con un hijo del ministro, que era de su misma
edad. Cuando llrgó a los dieciséis años, el rey le regaló un hermoso caballo, nl)»p(|iiio del
rey de Persia.
Ti es años después se dirige con su caballo hacia- Suvarna-puiit - l.i ciudad del oro—.
Persiguiendo dos monstruosos Kin-niiri, le interna en un bosque y se dirige a un bello lago,
cuando
235
,L
M
HISTORIA UNIVERSAL DE LA LITERATURA
de un templo de Siva sale una voz suave de muchacha, que al concluir su canción invita al
príncipe a seguirla a una gruta, donde, después de obsequiarle con muchas frutas, le cuenta
entre lágrimas su propia historia:
Se llama La Gran Luminosa y desciende de las apsaras o ninfas celestes. Yendo un día con
su madre a bañarse en el lago de Acioda, vio un joven penitente, bellísimo, que tomaba su
baño, y de cuya corona de flores se expandía un suavísimo aroma. Se llamaba Flor de Loto.
Los dos jóvenes son presa de un violento amor, pero deben separarse. Por la noche se citan
para despedirse en la selva; mas es tanta su pasión, que, tardando un poco la muchacha en
llegar, Flor de Loto mucre de dolor La joven se desespera; pero aparece un mensajero
divino que la invita a vivir en la esperanza de encontrar pronto al esposo perdido, y
tomando al muerto entre los brazos vuela con él al cielo.
lnf-1', W*S-rfíSUtótaw»*» Gran Luminosa le espera siempre, cuando aparece el joven
príncipe Ciandrapida, que trata de consola i la Ella tiene una amiga llamada Kadambari
(que da nombre a la novela), hija de una familia descendiente de las apsaras nacidas de la
ambrosía, que ha decidido no casarse con nadie hasta que su amiga, reunida con Flor de
Loto, no sea feliz. Pero apenas el príncipe y ella se conocen, el amor entra en sus
corazones. Con la descripción de las relaciones amorosas de los dos jóvenes termina la
primera parte de la novela.
^n la segunda, escrita por el hijo de VAN'A,
continúa la descripción de las relaciones amenosas de los dos jóvenes amantes, que se
separan con íivo deseo de encontrarse.
En tanto, el joven príncipe había confiado su ejército a su compañero Vaicampayana; pero
por cierta magia se decía que éste no podía alejarse del lago de Acioda. La verdad es que
Vaicampayana se había enamorado de Gian Luminosa y había intentado seducirla, lanzando
la muchacha una maldición que causa efecto, muñendo Vaicampayana. El príncipe, que ve
a su amigo muerto, siente tal dolor, que se suicida, y Kadambari, que acude a su llegada, al
ver su cadáver, resuelve morir también. La blanca luz de la luna que aparece esparce un frío
.glacial, y una voz de seres invisibles se oye en el aire, prometiendo que pronto Gran
Lumirosa se habrá reunido con Flor de Loto, y aconsejando a Kadambari no se separe y
cuide el cuerpo del príncipe, que se conseiva fresco
236
ÉL LEJANO ORIENTÉ
y sano y ella lleva consigo, no separándose de él más que para el baño o los servicios
divinos.
Terminado el relato, el anacoreta Giavali revela que él era el renacido Flor de Loto, y que
Vaicampayana había renacido en forma de papagayo; el rey Cudraka era el renacido
príncipe, y la mujer que había llevado el sabio papagayo era la propia diosa Cri. Gran
Luminosa se reúne con Flor de Loto, y Ciandrapida con Kadambari.
Se trata de una novela mística inspirada por el misterio de los amores del dios Vishnu, que
aparece aquí como dios lunar, con la diosa Laksmi. El mito convertido en misterio toma un
carácter más vago, como ocurre con la leyenda céltica del caballero del cisne, o la leyenda
del santo Grial.
La no\ela Kadambari se funda probablemente sobre alguna Purana, y si se define como
novela puránica, no se aleja mucho de la verdad. Su valor artístico es pequeño, pero
constituye una muestra singular de novela oriental.
Se observa que algunos relatos puranos tienen características de novelas de nuestro
romanticismo. La leyenda, ligada a su procedencia religiosa, ha impedido la formación de
novelas independientes, como ocurre en la Edad Media cristiana, en que las vidas de los
santos no unidos a una estricta tradición ortodoxa producen relato- novelados, señalándose
Barlaam y Josajat como procedentes, no sólo de tradición cristiana, sino de procedencia
búdica.
■\) L« invasión musulmana.
La invasión de los musulmanes produce en la India una literatura de tipo completamente
tradicional, que es necesario considerar dentro de las Id ras árabes, sin dar nacimiento a
nuevos géneros ni formas.
II.—CHINA.
I ) / a poesía.
Después del período inseguro que sigue a la dinastía de los Hann se inutilice en China una
nueva época de apogeo cultural. "De fines del siglo V, a mediados del VI, la anarquía
cunde, y se prepara el camino a
HISTORIA UNIVERSAL DE LA LITERATURA
EL LEJANO ORIENTE
Í#P*> «?>£/!*
una nueva unidad, que es iniciada por los Soé y afirmada (siglo VII) por una nueva
dinastía: T'ang." (Historia de la cultura, M. BALLESTEROS.)
A partir del año 618 queda instaurada esta dinastía, que hace alcanzar su supremacía a
China, dándole una forma unificada, que los conquistadores mongoles y manchúes no
tuvieron más remedio que aceptar para mantener su dominación.
Es la era en que la escultura y pintura alcanzan sus mayores refinamientos, y el espíritu
contenido en rígidos moldes en la literatura clásica logra una mayor libertad y diversidad de
temas. El sentimiento individual se muestra en temas más originales y expresiones
matizadas. De este momento de brillo de la pintura y la poesía china es LI-TAI-PE.
Se cree que vivió por los años 702 a 763. Siempre errante, tan pronto embriagado como
haciendo vida santa, invitado a los palacios de los poderosos, tiene una leyenda que le
muestra dictando sus poesías al soberano, o recorriendo las calles vestido con un traje del
emperador, ebrio y haciéndose rendir acatamiento. Su muerte, ahogado, dio margen a la
leyenda del delfín que le recogió para llevarle al país de la inmortalidad, y su efigie fue
venerada. Su obra fue gustada de la corte y por el pueblo.
Su lírica está al servicio del placer de vivir y canta las más pequeñas cosas de la Naturaleza:
la nieve es como la primera flor del ciruelo; la mariposa marchita lleva un tenue polvillo
violeta en las alas, etc. Esta parte lírica es lo que le da una mayor influencia posterior. De
sus poesías reproducimos una, no traducida anteriormente:
INVITACIÓN A BEBER
¿No ves
el agua del Río Amarillo que viene del cielo corriendo hasta el mar sin nunca regresar?
¿No ves
al espejo cristalino compadecerse lo mismo de nuestros cabellos, infantiles y negros por la
mañana y blancos como la nieve a la tarde?
¡ Gocemos sin reserva de nuestra efímera alegría, no dejemos nuestra taza vacía ante la
luna!
El cielo nos da talento, que servirá para alguna cosa, y el dinero derrochado volverá a
nosotros todavía.
Regalémonos con buey y cordero bien condimentados. ; Bebamos buen vino, vaciemos de
un solo golpe trescientos vasos I
Maestro Yen, Tan-tchiou, amigo mío, es necesario beber sin des-voy a cantar y os ruep,*»
esrurharme: [canso,
"La vida lujosa, los banquetes fastuosos, la riqueza, la nobleza, no
[valen gran cosa.
Me gustaría embriagarme eternamente sin despertarme nunca. Los sabios, los santos del
pasado están todos olvidados en la memoria Sólo los que bebían han dejado sus nombres."
[de los hombres.
En otro tiempo el príncipe de Tch'en, para festejar alegremente la vació millares y millares
de toneles de vino. [paz de su reino,
Mi querido huésped, ¿por qué decir que no tienes dinero? Compra vino, beberé contigo.
Ordena a tu hijo traer la linda vestidura y la bella montura para cambiarlas por vinos
afamados: ¡Beberemos juntos para alejar nuestra implacable melancolía 1
Contemporáneos de LI-TAI-PE son THU-FU (714-764), autor de finas elegías, y PE-KIÜ-
YS (772-846), cuyas poesías fueron grabadas por orden del emperador Sien-Tsung en una
roca sobre una colina sagrada.
De la dinastía T"ang son también WANG WJ:I yTcHENG TCHI-UGAN, que demuestran la
calidad lograda por los poetas de este período, su suave I lirismo y la influencia que esta
poesía ha de tener para la creación de la peculiar lírica japonesa.
EN MI MORADA DE LOS BAMBÜES
Solo, me siento en medio de mi bosque de bambúes silenciosos, toco el arpa y canto
largamente; en el bosque profundo, desconocido de los humanos, la luna me acaricia y me
visita con su dulce claridad.
WANG WEI. SOLO
Yo no he podido ver los sabios del pasado, no veré los hombres del porvenir, y sueño en la
lejana inmensidad del Universo. Completamente solo, ¡oh amargura!, yo lloro.
TCHENG TCHI-UGAN.
1'oiteriores en el tiempo, pero de análogo sentido poético, son Sü-i'i-Po (1036-1 ior, (1. de
J. C), renombrado por sus poesías amorosas 11 {ifiealft Nave florida, y TAE-FU-KU (fines
del siglo XII), que des-
]>* I» Naturaleza en pequeños apuntes brillantes, separados, pero en
"io 11 un tinlo: la noche, el paisaje, etc.
,038
339
:3(
WÍS&Üá'»
HISTORIA UNIVERSAL DE LA LITERATURA
En el agua verdosa de la noche ni una arruga bajo el aire
encal-................................................ [mado.
Mi alma revolotea en ensueños al compás de los remos.
Puntitos de íuego, linternas de pescadores se alinean en la ribera sin
[edad.
La barca se dttiene bajo un puente derruido, y los árboles dejan caer
[gotitas de rocío.
2) La novela.
La novela, que en China nace antes que el teatro, no llega a <m apoge.) hasta después que
este género literario.
Todas las narraciones novelescas llevan el apelatho de Siao-chouo, al que se añade un
calificativo que indica el género. Así, por ejemplo, a partir de la época Sung: Pi-ki-siao-
chouo, para los cuentos o anécdotas, Touan-p'ien-siao-chouo, novelas; Tch'ang-p'ien-siao-
chouo, obras de larga duración, también llamadas novelas de capítulos o episodios, pues no
existen obras largas sin divisiones.
En la Crónica de los Hanni, llamada Yi-wen-tche (del siglo VII después de J. C), se
mencionan los autores de Siao-chouo, y se da un total de 1.380 obras, sin que ninguna
llegue a ser una verdadera novela, sino estudios costumbristas, doctrinas filosóficas de Lao-
Tse, etc.
Más cerca de la novela están los relatos y leyendas que no han sido recogidos en una obra
general, y que se encuentran dispersas en el Chan-Hai-King Libro sagrado de los mares y
las montañas y la Historia del rey Man, donde se le describe como simple mortal.
La primera obra imaginativa es el Relato de la fuente de los pescadores, de que es autor
T'AO-T'SIEN, aunque con los seis reyes la influencia budista hace derivar la marcha de los
géneros hacia obras doctrinales, como hemos señalado, y entre las que se destacan las
Notas sobre la Na turaleza (232 a 300 aprox.), de TCHANG HOUA ; la Investigación sobre
los espíritus (siglo VI), de J. KAN-PAO, y la Colección de cosas extraordinarias (de 390 a
4.70 aprox.), de que es autor LEON-KING-CHOU.
Con el florecimiento T'ang se nos dan obras novelescas perfectas en estilo y composición.
Son características del momento y señalan un evidente progreso respecto a lo anterior. El
estilo es refinado, rico en ¡m4-
EL LEJANO ORIENTE
es, lleno de elegancia, y los temas referentes a aventuras humanas dan so con frecuencia a
lo maravilloso.
Ou ITAI, en su obra Le román chinois (París, 1933), nos explica cómo itas novelas dan
motivo a que los poetas de las dinastías Yuan y Ming traigan los motivos para sus piezas
teatrales, por lo que pueden con-derarse como su precedente directo.
,a novela de los T'ang puede clasificarse del siguiente modo, siguien-a sistematización de
ITAI :
Haladas sentimentales: Historia de Houo-Siao-yu Kiang-Fang, que igteriormente se
convirtió en las dos piezas, La aguja de jade púrpura f.a ¡lauta púrpura; Historia de la
reunión verdadera, de donde hizo El hrllon de Occidente; Historia de Li-wa (La fuente de
Kin-Kia/ng), y Canción del regreso eterno, teniendo como tema los amores del em-;dor
Ming-houang y su favorita Yang, que inspiró La lluvia sobre el
4ong, y más tarde, con los Tsing, El palacio de la inmortalidad. ~Bnl.ii',is caballerescas:
Historia de Ilong-Sieng, Historia de Lion nú chnitang e Historia del huésped con
barba de dragón.
Hiladas maravillosas: La almohada Maravillosa e Historia del gober-lulin de Nankín.
\rifiimcnto de la balada sentimental Historia de Houo-Siao-yu:
II
Una cantante célebre, Houo-Siao-yu, se enamora de Li-Yi, joven letrado, y éste de ella.
Juran casarse. Dos años después, él es nombrado jefe de los registros en la capital, y deben
separarse. Él vuelve con su familia y se entera de que sin su conocimiento le ha casado su
ma-dn1 con una joven llamada Lou, y no se atreve a romper este com-liiuiniso, por lo que
no da más noticias a Siao. Ésta, a fuerza de pensar ni ól, cae enferma, y empobreciéndose
de día en día, acaba por vender IM joya que más estimaba: una aguja de jade púrpura para
el cabello.
Un día que Li entra en un templo, un hombre de largo vestido Hiiiiirillu le invita a la fuerza
a entrar en el domicilio de Houo-Siao. lílhi, venciendo su estado, sale a su encuentro, y,
alzando una taza de vino, la vierte en sacrificio, diciendo:
-Yo no soy más que una mujer, y el destino me es muy riguroso; W ere» un hombre, y de tal
modo ingrato. Bella y joven yo muero. Mi |l»Hia niiulru vive todavía, y yo no puedo
alimentarla. Las bellas telas f li inúniia han acabado para mí. En las fuentes amarillas (la
estancia ll» IOM muertos), si examino mi dolor, veo que proviene de ti. Debe-mm
arpáramos para siempre, Li. Pero muerta yo, seré un espíritu •lifliiPi'Mo, y haré <lc tal
manera que tu mujer y su concubina no estén tranquil** un 1ÓI0 dia.
241
H
HISTORIA UNIVERSAL DE LA LITERATURA
De 750 a 760, en el período de Na-ra, se escribieron los poemas que componen el
Manyoshu, reveladores de una cultura refinada estimulada por la lírica china. Algunos
parecen eco de antiguos cantares populares; pero otros son indudable producto de una
sociedad delicada. Predomina en ellos la fresca inspiración y un toque impresionista
característico ya siempre de la poesía japonesa.
Durante el siglo VIII aparecen también otros géneros: Fudoki, o Tradiciones de provincias,
y Shoku-Nihongi (Nuevas crónicas del Japón). que van de 700 a 791, escritas en chino.
La influencia de las doctrinas búdicas es muy importante y viene a acenluar el carácter
chino de la cultura japonesa. Los monasterios que s^ crean dan un tono a la vida intelectual,
y se copia no sólo el Tripitaka. donde están las doctrinas del maestro, sino gran cantidad de
textos budistas. Los monasterios son entonces objeto de una actividad febril.
mkm»P->-i>-'Á,'i
3) Literatura propiamente japonesa.
A partir del siglo X puede señalarse el afán de constituir una literatura propia. Ya existe el
sistema de escritura en que se han abreviado lo1; caracteres chinos, y que se atribuye a
KOBO DAISHI, calígrafo y estudioso del idioma sánscrito.
La poesía sufre un eclipse temporal y se limita a copiar modelos chinos hasta finales del
siglo IX, en que recibe un impulso. En 905 se comienza una obra, acabada en 922, llamada
Kokinshiu, o Colección antigua y me-derna, conteniendo más de 1.100 poemas cortos. El
prólogo de la obm debido a Ki NO TSURAYNKI, gran poeta y estilista, es tenida por la
primera obra maestra de la prosa nipona. También es autor de Tosa Nil: (Agradable libro de
viaje), fechado en 935. '
Las mujeres desempeñan un papel preponderante en la vida cortesana y cultural de esta
época. En la antología citada está representada la poetisa ONO NO KOMASHI :
Desde que en sueños vi al hombre
que mi corazón adora, desde entonces adoro las bellas mariposas de los sueños.
(Seg. KLABUND.) »'
248
EL LEJANO ORIENTE
4) Literatura cortesana.
La obra en prosa más importante de este período, Genyi Monogatari, fue escrita por una
dama de honor de la corte, llamada MURASAKI SHI-KTBTJ, entre 1008 y 1020. Una
novela importante, que es difícil describir sin exageración, "uno de los más magníficos
libros del mundo" (SAÍN-\OM, Ob. cit.). La obra refleja la vida de la alta aristocracia. El
héroe < s una especie de personaje tenoriesco, que se representa frecuentemente 1 u figuras
raptando a una dama. Frivola en general, hay en ella destellos <le tenue patetismo.
También contemporánea y cuadro de la vida en la corte es el Libn de la almohada, o
^Aisceláneas, escrito por SEI SHOXANGEW
La época Kamakura (de 1185 a 1392) ve aparecer grandes novelas de "iierra: Hoyen
Monogatari, escrito en prosa poética, por lo que se creyó I aba desairado a ser cantado con
acompañamiento de laúd; Heike Monogatari y Geinpei Seisuiki, escritos en estilo fluido y
ornamental. Más «TÍO es el de obras históricas, como lina, Kaganii (Espejo de los tieni-
los), que, a pesar de su deseo, es confuso de estilo.
Los zuihitsu son una especie de ensayos escritos al correr de la pluma, dejando enlazarse
las reflexiones muchas veces sobre temas religiosos
l'.l más conocido es el librito llamado Hojoki, de que fue autor KAMO
1 IIOMKI.
l'"n el terreno poético, que continuó su desenvolvimiento en la primera mil,nI del período,
se recogió el Shin Kokinshiu. HYAKUNIN ISSHU no» '!< 1 un poema de cada uno de
los cien maestros, y el libro tuvo tal boga 1 no durante gran tiempo ha sido obligatorio en
las escuelas del país.
Es fundamental para este período la total formación de la lengua es-1 ita, que en
composiciones del Shin Kokinshiu (Nueva antología) remueva la lírica tradicional:
TAN PRONTO
Vi al amanecer el gris rocío, sobre el jardín callado, y yo me dije: "Florecerá el convólvulo
en el día." Mas, mientras aún dormía, murió la flor.
(Poemas japoneses. Ed. privada. Buenos Aires 1928.)
249
HISTORIA UNIVERSAL DE LA LITERATURA
EL LEJANO ORIENTET
CAPITULO XIII
HUMANISMO Y RENACIMIENTO
I.—EL HUMANISMO Y LA RENOVACIÓN LITERARIA. ^- i) El pensamiento
renacentista.
Italia, el país que marchaba con gran retraso en cuanto a dominio de ! un idioma literario y
que ha llegado rápidamente a la perfección que hemos podido advertir en la obra de
DANTE, logra casi al mismo tiempo crear un movimiento de tal importancia, que no sólo
es decisivo para la literatura italiana, sino para la europea del porvenir.
El fondo, el motor que pone en marcha los espíritus, es el culto estético hacia el. mundo,
antiguo. Hoy no comprendemos el Renacimiento como un corte brusco en la historia de la
cultura, que hace surgir el gusto por las obras, arjtisticas-cláskas de en medio de una era de
negruras medievales. Hemos podido comprobar, en el compendio dedicado a los autores
lutinocristianos, cómo durante toda la Edad Media perdura el conocimiento y la imitación
de autores griegos y romanos, y cómo la filosofía es recogida por los pensadores árabes.
Hasta el pueblo habían llegado las tradiciones novelescas, y máximas, difundidas en sus
lenguas por los eclesiásticos, que las leían en latín. El problema, más que de conocimiento
<le los antiguos es de comprensión, de "voluntad" de gozar con su obra, de dar valor a la
forma y compenetrarse con su sentido, no simplemente imitarles dando un sentido
alegórico a los pasajes oscuros para la sensibilidad cristiana, sino seguir su amor al cultivo
de la forma, dotar de un nuevo estilo a sus creaciones y conseguir que la obra literaria tenga
ya valia como tal.
Este lento surgir del pensamiento, que se ha dado en llamar renacen-
255
ílifiMK
HISTORIA UNIVERSAL DE LA LITERATURA
tista y que se advierte en distintos intentos de los que el más importante es el de la poesía
franciscana, iba a llegar a una corriente general gracias a la tarea estudiosa de la antigüedad
realizada por numerosos hombres de letras.
2) El humanismo.
"Los primeros que ostentaron el título de humanista—nos dice Vos-LER—fueron GERI
D'AREZZO y LOVATO DEI LOVATI, de Padua, de quienes apenas tenemos noticia. De
ALBERTINO MUSATO (1261-1329), discípulo del anterior, \a podemos conocer su
aprecio a las letras latinas, que revela en sus cartas, así como en Ecerinis, tragedia para leer,
en que sigue a Séneca. Le imitó dilectamente FERRETO DE FERRETI (m. en 1377) pero
las ñguras esenciales que abren este período son las de PETRARCA y BOCACCIO.
FRANCISCO PETRARCA, contemporáneo de DANTE (I304-I374), ha de jado en sus
cartas (Epístola de rebus familiar, epístola seniles, epístola; sine titulo, etc.), no sólo el
primer ensayo del género epistolar en latín, tan característico poco después, sino un medio
de difundir su entusiasmo por la cultura clásica. El mismo sentido tienen sus obras De viris
illus-tribus y De rebus memorandis, que imita las colecciones antigua? de anécdotas y
máximas, al modo, por ejemplo, de Valerio Máximo, así como la traducción de Hornero en
prosa latina que encargó.
Pasando al terreno más práctico de poner en obra su creencia en la calidad del latín como
medio, escribió un poema heroico, África, inspirado en la figura de Escipión, una colección
de églogas (Carmen bucoli-cum) y epístolas (Epístola matrices) horacianas. Finalmente, el
enlace con la obra cristiana se encuentra en el Secretum, o Contemptu mundi, tratado en
prosa, en que se observa la impresión que le causaron las Confesiones de San Agustín.
JUAN BOCACCIO (1313-1375), amigo y admirador de Petrarca, enfoca también su
atención hacia la antigüedad, lo que se refleja exactamente en parte de su obra. Se le deben
De genealogiis Deorum gentilium, colección de antiguos mitos muy utilizada
posteriormente, dada la costumbre de hacer alusiones alegóricas en la literatura. De claris
mulieribus y De casi-bus zñrorum illustrium, de tendencia moralizadora, así como églogas
ini« piradas, más que en los antiguos, en las de su amigo. Bocaccio, instauró
256
HUMANISMO Y RENACIMIENTO
tina cátedra de griego en Florencia, y en unión de Petrarca impulsó la traducción de la
litada.
El entusiasmo humanista que se lanza a la busca de copias de obras antiguas, olvidadas
algunas en monasterios, llega a descubrir casi todos los textos que hoy conocemos, es decir,
que los códices que actualmente se < onservan vienen a ser los recogidos en esta época, y
se emprende la Inca de limpiarlos de interpolaciones y corrupciones introducidas por
«'ipistas sin cultura suficiente.
('OLUCCIO SALUTATI (1331-1406), que halló las epístolas de Cicerón;
Ni' 101,0 NICOLI (1364-1434), quizá el impulsor de estos estudios de ma-
J'rn importancia; el griego CIIRYSOLAEAS, que, piocedente de Bi"ancio,
Hinrfla, griego en Florencia; LORF.NZO VALLA (m en '457), crítico siste-
ITifílini, (¡ite da una primera edición impresa de Virgilio, el helenista Fi-
=JS{ÍTFO DI TOLEVTINO (1398-1481), son, entre tantos, nombres que seña-
■ffccl ;ilto nivel a que llega el estudio de las lenguas clásicas.
< inili.iigo, hay que obsenar que no por ello se produce un abari-(d il< la lengua nacional.
Son también los humanistas quienes producen 11 muestras en italiano y se empeñan en el
establecimiento de la gra-li- dirigiendo su vista hacia la producción popular.
1 liniiiiiiiisnio fue un movimiento nacional italiano. Su difusión le ■i"> ni una corriente
universal.
lint a
Uinlii' 11 I'IÍTKAKCA el iniciador de la lírica renacentista. Su obra, I Vil un Cancionero,
demuestra la perfección que alcanzó, dejando LidlU'HHte siglos la lengua poética italiana.
Comprende más de tres-[|""i. fu* -fonna que en sus manos adquirió contextura y esencia
rttnriuJH's, madrigales, sextinas y baladas. El tema principal [<iutrii. que el poeta conoció
en una iglesia teniendo él vein-ellti ilicrmuevc, cuya realidad ha llegado a discutirse, dado
IP puwlr saber o conjeturar de esa pasión. Lo interesante de COIItriiido al libro, dividido en
dos partes: Rima in vita ¡tile, tunmndo como origen de la división el fallecimiento de 1
urgUHti» parte se encuentran sus poesías más inspiradas. El Hintti y liu eNperan/a, que se
aviva con fugaces encuentros, Ift« mu I» muerte en un mundo de recuerdos.
257
HISTORIA UNIVERSAL DE LA LITERATURA
El soneto petrarquista, que se encuentra en todos los poetas del siglo XVI y que permanece
en la evolución literaria como clásico, queda caracterizado en el siguiente ejemplo:
Benedetto sia '1 giorno e'l mese e l'anno ¿ 1 e la stagione e'l tempo e l'ora e 1'punto
e'l bel paese e'l loco, ov'io fui giunto '
da due begli occhi che legato m'hanno: '
u , ni
)I
»■ <[<
§®kdñ?i>wmMtirj"T/W[v ■ ató tx>w <
e benedeUo il primo dolce affanno. ch' i'ebbi ad esser con Amor congiunto, e' l'arco e le
saette ond' i'fui punto, c le niri°he ch'infino al cor'mi vanno
Tiencdctto le voci tante ch'io, chiavuimin il rome di mia Horna ho spaite, c i SOJDÍIÍ e !e
lagrime e'l desio;
c bcned°tlo sian tutte 1e carte i * *
ov'\)O fanvi 1c acquisto, e'l penser mío ch'e sol di lci, si ch'altra non v' ha parte.
No llega a su altura como poeta BOCACCIO, que dedica sus poesías a vina dama de la
corte, a quien llama Fiammetta y que deja ver las influencias de Dante y Petrarca.
4) La novela. >
Donde BOCACCIO alcanza un papel trascendental es en el terreno de la novela. Puede
afirmarse que nada había como precedente más que los relatos breves del Novellino v las
antologías de anécdotas conocidas con el denominador común de Flores: Flor de la Biblia,
Florecillas de San Francisco, etc., redactadas en principio en latín y sólo puestas en italiano
en el siglo XIV. Una prueba del retraso en que se encontraba la prosa con relación ai verso
está en que aún se utilizaba el francés para transcribir obras como la narración de las
aventuras que ocurrieron a un veneciano llamado MARCO POLO, bajo el título de
Milione, y que igual sucedió con el Tresor, de BRUNETTO LATINO.
Sus primeros escritos novelescos tienen todavía una notable influencia del pensamiento
medieval. El Filoslrato es la historia de los amores de Troilo y Cresida, tal como ya se
encuentran en las historias caballerescas
258
HUMANISMO Y RENACIMIB
troyanas, aunque no se contenta con la imitación, sino que a los cabalí^ ios troyanos les
infunde alma y pensamientos contemporáneos. El Filo-copo se corresponde con el conocido
tema de Flores y Blancajlor. El Nin-jale fiesolano es una especie de novela pastoral en
octava rima, que mezcla la erudición clásica con recuerdos de la lírica popular.
Fiammetta, que puede servir de tránsito entre estas obras y su mejor creación, revela ya una
preocupación por la vida interior de los personajes, dejando los aditamentos eruditos como
un recurso aún indispensable. El libro no tiene gran valor artístico; pero lo más importante
es que quien viene a protagonizar la obra bajo las alusiones mitológicas y el argumen--_to
elegiaco es una pasión humana.
A pesar de que aún queden huellas de lo novelesco anterior a él, el Decamerón representa
una profunda innovación en la literatura narra-^íiva. Los hombres y mujeres están
presentados tal como se manifiestan . Hfllftriamente, y se producen sencillamente en los
relatos como si se tratase rir la vida real. El estilo, a pesar de su voluntad de seguir la
perfección > l.isica, lo que siempre da frialdad en una obra posterior al modelo, consigue
agilidad, que se manifiesta en el diálogo y en la penetración de los oi-iitimientos de los
personajes.
La obra contiene cien novelas—cuentos, en la acepción castellana—, que son contados por
siete damas y tres jóvenes que, huyendo de la poste que asolaba Florencia, se trasladan al
campo, donde entretienen (1 tiempo relatando anécdotas y viejas historias durante diez días
(ex-icpto viernes y sábados), con lo que resultan las diez jornadas que dan nombre al libro.
LBN ínclitos ele donde proceden los cuentos son muy variadas. Es fácil i Mni'fuvio
conociese alguna colección de relatos de procedencia orien-1 vn Hilos al latín, a lo que se
mezclan leyendas, hechos de la antigüe-HU'liiNo sucedidos de carácter local. En cuanto al
procedimiento de < con Indos ellos una obra, se nota el paralelismo con las coleccio-1
it|»tttleM con una diferencia esencial. En el Decamerón, los cuentos v*H engarzando unos
a otros, como hemos visto sucedía en la India iiA, Mitio que cada historia tiene su propio
desarrollo independiente tjiliiái, y la ligazón se consigue gracias al grupo de caballeros re-
#H 111 casa de campo y en los diálogos entre ellos que preceden o it rufntu.
259
HIbTOl{lA (íNl^ERSAL DE LA LITERAT^
HUMANÍSIMO Y RENACIMIENTO
La lnnlílción de la obra de BocaCClo g£ ^ ^ FRANCQ SACCH^TTI taao-í^). q"e escrlb10
3OO novelas> d£ ias ge conseryan 223> de
estilo ^ sencillo y carácter más ^¿^ se acercan d costum.
brismo DeSpués, JUAN DE FIRENZS, J^ ¿¿^ DE LlCA> AGNOLO FIRENXÜOLA,
inician la larguísima lista de ^^^ y seguidores de la
cokcción d¿ ^uelltos' 1ue se va acer^ndo cada vez más a los relatos populares, cotno en las
cuarenta novela dd ^^ ^^ ^^ Q h&_
da la hincb^ón retórica y alegónca ^ ^ SABBADIN0) autor de seten. ta y un cue«tos,
relatados por los con^.^ ^ un balnearÍ0; 0 la LMc/íff de mnOr mi s^en0> de FRANCESCO
CQLO
5) ¿a ¡lisíoriografia.
-,,;.« .. La« -¿nica» latinas, pasa.11 j, t¡ei _„ . , ,
rnék*t it«»m>< "■*> cioui _ i _ escritas en lengua vulgar con
algu-
na antp,-,^, idoá a la exigencia ríe und , . . . ,
uioi'u , a ]>rosi artética. A la segunda mitad
del si»i_ YI^I corresponde la Cruinc ,. l A/r
bl° Xi' . , , . , ., (l florentina, de RICORDANO MALES-
PINA. T historia de las luchas pohtiV_ . -^,
^a hisi- , „ , . Cas que conmovieron a Florencia se
encuen(,.n ^n dos obras: la tronica riQ ~. , ,
lla e , , , Cie DlNO COMPAGNI, de gran fuerza
nárrate,., n\ relatar los hechos en n , _
dC^a a-1 que tomó parte, y la de GIOVANNI
VILLAMT nue parte de los orígenes lo x , , . , , ,
Nl' ^ . . • ,■ 1 , Iegendarios de la ciudad hasta sus
cuas con n0torla imparcialidad.
Tai^k-'n a la historia de Florencia „,.,... ,
* ^tibie*1 * uase refieren la Crónica jatmhar, de
TUAN ]\/r^T,rLl'I> y Ia historia norentin^ , _ ,
; MoRfL^ ? *na de GREGORIO DATI, presentada en
íortna A /Hál°S°- -^n estilo sencillo . , •- 1
d de cii¿ 5 ^ oy j existe una coleccion de
biografío ^e contemporáneos que esrv;i-, ,r -n
6 ^Uas ^e l H Lnbio el librero VESPASIANO DA BIS-
TICCI ya eI, el siglo XV.
6) LQ ....su -ion inmediata.
imi
Ya hell)Os visto cómo los cuento, cultivadores poste-
nores a Bocacco, y puede general^ ndo ^ ^ ^
n£;uras A^\ sifflo son imitadas, hasta , " . . , .
& dS del sig » el ptint de constituir casi la única
meta ü... ,e proponen los autores jnm .. T ,, .
Hue ic ? ^ ^ nr^edlatamente posteriores. La linca
petorc, • tíi se continua en FAZIO DW
"mst . „ ^LI IÍUBERTI, FRANCO SACHETI, que
ya cotifv-errtos como prosista, y GUIDO -p, . .
J 'Qcem1^ ^ ^ . . , u ÜONATI El mome dominico FREZZI
DI ForTrK0 (1350-1416) imita la .£)• . " ,.
UlG^y v ^ -'vDimx (jomedia en su Quadnrregw,
oema escrito en las terzinas del Dante y en forma de viaje imaginario los cuatro reinos del
amor, del diablo, los vicios y la.s virtudes con más fortuna que JUAN GHERARDI DE
PRATO en su Filomena.
\7)
Literatura popular.
Únicamente puede destacarse una literatura de carácter popular al lado -]i! la escuela de los
tres maestros. El más conocido representante de la poesía, -narrativa es ANTONIO PUCCI
(1310-90 aprox.), aunque sigue en la ■ fnrnrn, el mismo camino. Era pregonero público, v
en sonetos y terzinas Jiulila burlescamente de hechos y costumbres locales También puso
en (ii'l.'ivíis poemas caballerescos, que él mismo recitaba, sobre Apolonio de I itn, La reina
honaa, etc.
Fstns temas novelescos franceses debían ser muy apreciados por ef
lilo, ,ivan/ indo hacia el Sur del país, desde la zona donde tmieron
,,, difusión, pasando a la prosa con ANDREA MAGNABOTI DE BARBERINO
I 131) y siendo transmitidos en abundancia. Las obras suyas más
ules son una historia fabulosa de la dinastía carolingia, Reali di
y la historia de un caballero italiano del Sur, Guerino il Mes-
11 Incluí contra los infieles.
nii'sia popular tiende fácilmente hacia lo burlesco, y en épocas de lili de partidos hacia la
política, DOMINGO DE JUAN (1404-1449), florentino llamado el Burchiello, es el
creador de una forma que 11 MU poesía jocosa o burlesca, llamada soneto ca/udato (soneto
con 1 i|iic yuxtapone cosas incongruentes de un modo que recuerda el ¡\ ik' imc-ilro siglo:
"l'i.i/os siencses y arcos siriacos con Nuevos Testamentos, ajos vie-Jilt y 1,Ululóte ve de, y
hongos secos con horcas de pedantes, nos re-i'Ultd.in |m idas de tabaios."
(Cita de Vossler en Ob. cit.)
260
261
Ii
fí»H ¡ wífi* i ya»
HISTORIA UNIVERSAL DE LA LITERATURA
II.—EL RENACIMIENTO ITALIANO. I) Literatura cortesana.
Consecuencia inmediata y fenómeno que se incuba en los mismos orígenes que el
movimiento humanista y la renovación de las formas literarias es el llamado Renacimiento
artístico. Procedente de Italia se extiende pronto a toda Europa, dando lugar en cada país,
de acuerdo con su fondo literario, a un momento de esplendor que marca los clasicismos
modernos. España y Portugal ;ninicio, luego Francia e Inglaterra, sufren una transformación
y un impulso en las letras, que las reúne desde nuestra lejanía histórica, frente a Alemania y
los países del Norte, en que la preocupación por cuestiones religiosas desvía el impulso
humanista hacia lo político más que hacia el arte.
a) Los Médicis.—El paso de la vida municipal a las señorías da lu gar a la aparición del
cortesano culto y las cortes en que se atiende la obra de los artistas. La corte de los Médicis,
Cosme y Lorenzo, especialmente durante el gobierno de este último, que consiguió un largo
período de paz y que tentó la vía de las letras con poesías superficiales, es un lugar donde
acuden sabios humanistas. LORENZO (1449-1492) infunde el neoplatonismo del griego
MARSILIO FICINO, que estuvo en la corte de su padre a sus Selve d'amore, historia de
amor desarrollada en octavas, o en las Altercazione, pequeño poema en tercetos. Ensayó
toda clase de géneros : la égloga de Teócrito en Corinto, la poesía popular en La caza con
halcón, Los borrachos, etc.
El prototipo de autor renacentista es POLIZIANO. Llamábase ÁNGEL AMBROGINI, y
tomó su nombre de Montepulziano, en Toscana, donde había nacido (1454-1494). Hizo
estudios de humanidades con tal aplicación, eme a los dieciséis años traducía la Ilíada en
correctos hexámetros latinos, siendo acogido en su casa por Lorenzo el Magnífico. En su
Miscelánea ha dejado prueba de su portentosa erudición, y los cuatro poemas didácticos
reunidos bajo el título de Silva:, o las elegías, le muestran también dominador del latín. Su
obra en lengua nacional se inicia con la Fábula de Orfeo, poema dramático que trata al
modo medieval el asunto clásico de Orfeo y Eurídice, y en el que intervienen pasajes líricos
que se cantaban, por lo que se ha creído ver en esta obra un precedente de la ópera.
262
HUMANISMO Y RENACIMIENTO
Su mejor obra la constituyen las Estancias para el torneo (Stanze per ¡a giostra), en octavas,
que alcanzan la cima de la perfección formal.
Luis PULCI (1432-84), al servicio de Lorenzo de Médicis, es autor del Morgante, donde,
partiendo de las refundiciones que habían corrido por Italia del poema de Roldan, elabora
una epopeya fantástica, en la que lo histórico ha pasado a simple motivo inicial.
Roldan y Morgante, con otros caballeros distinguidos de la corte de Carlos, son destenados
a Oriente por culpa de las intrigas del traidor Gano, que también cor sigue que el rey
pagano Marsilio declare la guerra a Carlomagno. Se produce la batalla de
Roncesvalles, donde
perece Roldan ■ rccio Cailomagno y los '.jyos llegan a tiempo para vcngai su
muei le
Lo más impoitante de la obra es quizá el elemento burlesco que existe a lo largo de ella.
Morgante es un gigante que no puede ir a caballo ]iorque no ha} anima1 eme pueda
sostenerle, se come un elefante y usa los colmillos como mondadientes. Con él va
Marguette, casi tan giande como él, picaro que tiene sobre sus espaldas setenta y siete
pecados mortales, coi no afirma al presentarse, y que mueren de modo pintoresco:
Morgante, ul ser mordido por un cangrejito, y su amigo, de risa. No conocemos un rsl udio
comparativo de este elemento en la epopeya de Pulci con la obra rnbclaisiana, cuya lejana
analogía se advierte.
b) Corte de Ñápales.—En la corte de Ñapóles se centraba el estudio (Ir bis letras e:i JUAN
PONTANO (1426-1503), que sólo escribió en lengua laliiia; cantó las alegrías y dolores de
la vida familiar en De amore coniu-fvlt y Versas jambici. Su Lepidina es un idilio en
hexámetros, que narra uní leyenda local ideada por el propio Pontano.
Su discípulo y amigo JACOBO SANNAZARO (1458-1530) no atendió solamente al latín.
La Arcadia, en italiano, es una novela pastoril en prosa,
'IIKT poesías líricas de diverso metro intercaladas. Tiene más impor-' IH |x>r ti éxito y
las numerosas imitaciones que por su valor literario.
K11 lengua latina creó las églogas piscatorias (Égloga piscatoria;), en traslada a los
pescadores el artificioso mundo pastoril de los idilios.
')F Pücritor en latín, es de un lenguaje delicado y una versificación
■mlogti, quo le produjeron la admiración de su tiempo y una gran in-
"CÍ* en los países a donde iba llegando la influencia corriente rena-
utt.
263
,
fl
-ís/^r/^ 4A.
HUMANISMO Y RENACIMIENTO
El plan de lograr una obra épica de la altura de las clásicas de la .mtigüedad fue totalmente
logrado, y la intervención de los dioses que persiguen o favorecen a los héroes, como en la
Ilíada, se une al realismo histórico, en que sobresale la legendaria historia de Doña Inés de
Castro, o la creación de personajes míticos, como el Gigante Adamastor, personificación
del Cabo de Buena Esperanza. En general, se mantiene el tono «•levado, abundante en
hipérboles, perífrasis e imágenes, pues donde alcanzan mayor belleza es en la descripción
de paisajes o fenómenos naturales.
_() La novela.
La novela de caballerías, semejante a la española, en boga en el si-KIÜ XVI, se ve
representada por la Crónica del emperador Clarimundo, ■ 11 ic- publicó JUAN DE
BARROS, y el Palnierín de Inglaterra, de FRANCISCO un MORALES. En Menina e
moga (Niña y moza), de BERNARDINO DE RI-HKiito, se unen características
caballerescas a elementos pastoriles, especialmente en la primera parte del libro, lo que da a
la obra, falta de unidad v sobrecargada de episodios, un tono de melancolía brumoso donde
reside iil belleza. FERREIRA DE VASCONCELLOS, en el Memorial de las proezas de la
Segunda Tabla Redonda, intenta hacer una historia hereditaria de la ■'iiliallería, que a partir
de Baco se perpetúa en Alejandro, Augusto y el >r>v Arturo con una enmarañada
mezcolanza de la historia con la fábula '•«Imlleresca.
11 La historia.
I .a crónica al modo medieval, sin preocupaciones estilísticas, se perpetua rti la Crónica de
Don Manuel I, de DAMIÁN DE GOES, y la Historia del fttcuhrimiento y conquista de la
India por los portugueses, de FERNÁN «WH DK CASTANHEDA, que destacamos de las
numerosas obras existen-I* <It> esta clase.
I ,ft influencia renacentista, con el recuerdo de TITO LIVIO y PLUTARCO, Hir MU
primer representante en JUAN DE BARROS (1496-1570), que se rrijimti una amplia obra
en que tratar su historia, comenzando con las citas <le lusitanos contra Roma, para
ensancharse en la expansión colo-
27S
,1 mb&ñv»Hn¿
HISTORIA UNIVERSAL DE LA LITERATURA
nial, subdividiendo en décadas la parte referente a las exploraciones y conquistas en África
y de las que llegó a escribir las tres primeras.
Felipe II nombró cronista mayor de la India a DIEGO DE COUTO (1542-1616), que
escribió las décadas cuarta a duodécima, que quedó inconclusa.
5) Libros de viajes y aventuras.
La vida aventurera, los sensacionales descubrimientos y la persisten-cía del espíritu
caballeresco en la novela dan lugar a numerosas relacto ríes de viajes, que generalmente no
tienen gran valor literario y constituyen una forma intermedia entre la geografía o la
historia y el relato novelesco. Ya hemos visto cómo los relatos novelescos geográficos
griegos caían fácilmente en la misma situación próxima a un germen de no vela,
despegándose de la actitud científica.
ALVARO VELHO escribió el libro de ruta de Vasco de Gama, y el virrey de la India,
JUAN DE CASTRO (1500-1548), trazó el relato de sus viajes, de Lisboa a Goa, de Goa a
Suez y de Goa a Diu. Todos estos libros no tienen apenas interés descriptivo. No ocurre lo
mismo con el relato de MENDES PINTO (I 509-1583), La peregrinación, donde cuenta el
descubrimiento del Japón por los portugueses, que conoció de cerca, extendiéndose en la
narración de fatigas y aventuras en que interviene siempre el autor.
Por algunos aspectos se relaciona esta obra con las numerosas descripciones de náufragos
recopiladas en la Historia trágicomarítima en el siglo XVIII, sobre manuscritos de esta
época. Su único interés literario está en la descripción realista y minuciosa, que contrasta
con los modelos preeestablecidos por los clásicos e imitados por muchos autores.
6) Obras morales y religiosas. ', '
La prosa religiosa tiene su representación en FRAY HÉCTOR PINTO, autor de Imagen de
la vida cristiana, en diálogos místicos, y FRAY THOME DE JESÚS (I529-1582), que,
acompañando la catastrófica expedición del rey Don Sebastián, fue hecho prisionero,
escribiendo Los trabajos de /#■ sus, en que consuela de los daños sufridos en la vida
terrenal. Es la mil importante obra de la mística portugueia.
Í27(>
HUMANISMO Y RENACIMIENTO
El historiador JUAN DE BARROS es autor de un Diálogo con sus dos lujos sobre
preceptos inórales, que se inspiran en SÉNECA, como las Sen-irncias, de FRANCISCO DE
PORTUGAL.
■) El teatro.
El teatro portugués coincide con el castellano en sus orígenes, que se h.in de iniciar con los
nombres de JUAN DE LA ENCINA y GIL VICENTA. H teatro, ya con formas
renacentistas, aparece en la tragedia Cleopatro, Ir S\ TIK MIRANDA, que no ha llegado
hasta nosotros. AYRES VICTORIA 'uiu-luvó en 1^30 una Venganza de Agamenón, que no
era otra cosa que muí imitación de Electro, probablemente no tomada directamente He su
-Uiuilclo, sino de otra imitación anterior.
ANTONIO FERREIRA (I 528-1569) cultiva la comedia clásica con un tono personalidad,
buscando la sustitución del destino griego como elemen-i" 1 le Lragedia en el amor, y
dejando el coro como fuente del lirismo que 1 un ,1-rva la obra Castro.
I ,;i comedia, de corte clásico, con su estatuida división en escenas y iciidcncia a las
unidades, tiene su origen en Extranjeros y Vilhalpandos, ■ In SÁ DE MIRANDA, que,
como hemos podido apreciar, encabeza exactamente todo el movimiento literario moderno
portugués. El citado FERREI-HÁ escribió dos piezas cómicas; pero el autor de más relieve
es JORGE FKHHNRA DE VASCONCELLOS, del que apenas se tienen noticias biográfi-
C1R (ni. 1585), autor de Eufrosina, Ulissipo y Aulegraphia, comedias para líldns, en que se
ha advertido una influencia de La Celestina.
V.—FRANCIA. I\'I nacimiento y humanismo.
I'.I italianismo y la pasión por la antigüedad se transmiten tambiéti 11I0 u Francia. Como
ocurría con España, el contacto con los Estado' ll ■'' IIÍO» es constante. Con Carlos VIII es
todo el Ejército y toda la no-1 quienes llegan si tierra italiana, y el hecho se repite con Luis
XI i 1 ituicitu'o I. Varias veces, en poco tiempo, cuerpos de invasión se ins
27Í
I
iit*m& Mu
HISTORIA UNIVERSAL DE LA LITERATURA
talan en Italia y regresan a Francia. "Hacia 1525, la penetración del espíritu de la
civilización italiana en el espíritu írancés era un hecho." (LAN-SON, Ob. cit.).
Para este mismo autor no representó el Renacimiento tanto una vuelta a los autores
antiguos, que se leían, admiraban y estudiaban, sino la introducción de la idea de arte en la
literatura francesa y su adaptación al espíritu francés.
El momento de transición está señalado por la corte de Francisco I y la obra humanista, que
se inicia con el helenista (los autores griegos eran mucho menos conocidos que los latinos
por la natural dificultad idio-mática) GUILLERMO BUDÉ (1460-1540), que publicó la
primera traducción latina de Plutarco, DENIS LAMBÍN (1516-1572), que edita a Plauto,
Cicerón y Lucrecio.
En 1500 aparecen en París los Adagios de ERASMO DE ROTTERDAM,. que vienen a
representar la primera cristalización del nuevo espíritu. A este libro siguen las obras de los
humanistas recién citados, y a los que habría que añadir HENRY ESTIENNE y
SANTIAGO AMYOT.
2) La corte de Margarita de Navarra.
MARGARITA, hermana de Francisco I, reúne en su figura todas las aspiraciones y deseos
del ideal renacentista. Muy culta, dominando varios idiomas y estudiando el hebreo y el
griego, participando en la política de las naciones, acogiendo escritores en torno suyo,
escribió ella misma varias obras, y mantenía correspondencia con CALVINO y toda clase
de teólogos y filósofos siempre que no profesasen el escolasticismo. Sus poesías se han
reunido con el título Les marguerites de la Marguerite des prin-cesses, donde se hace un
juego de palabras con la flor, la perla y su nombre. Pero su libro, que se ha conocido a
través de los siglos, es el Hep-iamefon (Siete días), donde, siguiendo el modelo bocacciano,
un grupo de caballeros y damas que han acudido a los baños de Cau-terets y que se ven
imposibilitados de regresar a sus casas a causa de una inundación que ha interrumpido los
caminos, para no aburrirse deciden contar "cada uno su historia, bien por lo que haya visto
u oído-contar a otros que sean dignos de fe. Al cabo de diez días habremos concluido los
cien".
®78
HUMANISMO Y RENACIMIENTO
Setenta y dos cuentos reúne esta obra, "extraña aleación de lascivia y platonismo", como
recientemente ha sido calificada (Homo ludens, Ilui-ZINGA, Lisboa, 1943).
Alguna parte de su obra: las farsas, misterios, etc., pertenecen aún a ¡o medieval; pero
aporta su lirismo, basado en la emoción personal, e interrumpe la tradición del cuento tal
como se manifestaba en los jab'raux, dotándole de un sentido edificante, basado en la
observación de las costumbres.
,
3) La lírica.
CLEMENTE MAROT (1496-1544) eb otra figura que abre el período renacentista francés.
Paje de Francisco I, al lado de quien fue herido en Pavía, y valet de cámara de la reina
Margarita, inició su cultura con la tradicional erudición medieval:
J'ai lu des saints la légende dorée, j'ai lu Alain, le tres noble orateur et Lancelot, le tres
plaisant menteur. J'ai lu aussi le Román de la rose.
Pero más tarde, Bocaccio, Petrarca, Virgilio, Ovidio y Cátulo se en-
1 cuentran entre sus lecturas. Su posición de hombre a horcajadas entre
"dos épocas se descubre en su situación pendular entre la reforma y la
[' Ortodoxia. Su Sermón del buen pastor se acerca al calvinismo. Su estilo,
que gusta de alegorías y abstracciones, no aprovecha las formas italianas,
y su poesía es poco profunda, pudiéndole calificar de poeta cortesano, que
('otwrva un sentido popular.
I -n ruptura con la tradición que aún se manifiesta en Marot tiene lu-Kiir ;il aparecer un
libro de poesías, Delta, objeto de la más santa virtud, He que era autor MAURICIO
SCÉVE, largo poema escrito a imitación de Potrarc-i Scéve se convierte en jefe de llamada
escuela lionesa, totalmente <lf lleno cu la influencia italianizante. Son dos mujeres las
representantes <!<• esta escuela: PERNETTE DU GUILLET (1520-1545), cuyo libro se
editó el «fio de su muerte (Ritmos y poesías de la gentil y virtuosa dama Per-HtHte de
(¡uillet), en <|ue se revela la sinceridad de su acento y la discreta ternura (¡r sus
sentimientos. LUISA LABE (1525-1565) es autora de tres
279
><$ i ^¡^uhi'
HISTORIA UNIVERSAL DE LA LITERATURA
elegías y veinticuatro sonetos, inspirados por el amor a un poeta cuyo nombre no nos ha
revelado. En sus versos se encuentra una armonía graciosa al lado de una ardiente pasión
soñadora. Es autora también de un diálogo en prosa, Debate de la locura y el amor, que
sirvió a Lafontaine para su fábula con el mismo tema.
Pero la figura central en la creación del lirismo moderno es la de PEDRO DE RONSARD
(1524-1585), en torno a quien se agrupan los poetas que constituyen la brigada, que cambia
su nombre por el que hoy tiene en la literatura universal de La Pléyade, a semejanza del
grupo que mencionamos en la escuela alejandrina: Du BELLAY, BAIF, RÉMY BELLEAU,
JO-
DELLE, PONTIITTR DF TYARD V DuRAT.
RONSARD go/ó ja en su tiempo de gloria universal. Reyes y poetas de diversos países
envidiaban a Francia este poeta, nacido el día de la derrota de Pavía, para reparar esta
pérdida, como llegó a decirse. Fundamentalmente lírico, imita a los griegos, en especial a
Píndaro, a los latinos 5 a Petrarca, restaurando el alejandrino y dejando a los poetas
venideros gran número de ritmos líricos.
Sus obras, difíciles de clasificar por géneros, cronológicamente se distribuyen en Odas, que
siguen a Píndaro y Horacio, abusando de las alusiones mitológicas; los Amores a Casandra,
a quien conoció en un viaje teniendo veinte años, y a María, que murió muy joven. A una
obra cortesana, a que pertenecen sus églogas, siguen los Sonetos a Elena, donde se
encuentra su lírica más penetrante y personal.
En su poesía se encuentra una saturación del amor por lo antiguo, que a veces hace pesada
su lectura para el lector de nuestro tiempo, aunque ha de tenerse en cuenta que responde a
un sentimiento personal de amoi a unas manifestaciones artísticas, que hacen sea tan
sincero en esos momentos como en el atrnr a la Naturaleza y la melancólica expresión de su
temperamento, que afloia en otros pasajes.
El otro miembro de La Pléyade que se destaca al lado de Ronsard es JOAQUÍN DU
BELLAY (1525-1560). Adelantándose un año a las Odas de RCNGARJ, publica su
Defensa e ilustración de la lengua francesa, donde se contiene el cuerpo doctrinal de los
poetas de La Pléyade y es "a la vez un panfleto y un arte poética, obra brillante y fácil,
elocuente y calurosa, primera obra de crítica literaria francesa" (LANSON, Oh. cit.). Du
BELLAY defiende el francés, la lengua vulgar, contra los latinistas, de-mostranao con sus
ejemplos que se debe acudir a los latinos y a los auto-
280
HUMANISMO Y RENACIMIENTO
res italianos para igualarles. Deben tomarse ms ideas generales, su mitología, sus géneros
literarios, dejando atrás los rondeles y baladas medievales para utilizar como instrumento el
epigrama de Marcial, la oda de Pín-daro, la epístola de Horacio, la égloga de Virgilio, el
soneto de Petrarca, etc. El idioma ha de enriquecerse con un vocabulario en el que
intervengan las lenguas antiguas, el viejo francés, los dialectos provinciales, formándose
substantivos con infinitivos o adjetivos, adverbios con adjeti-1 os, etc., dando a la
versificación gran riqueza de rima.
Como inmediatamente se advierte, Du BELLAY es el teorizador de la
obra que emprende Ronsard. Él mismo pasó a "hacer conocer el árbol
por sus frutos", publicando una colección de ciento cincuenta sonetos imi-
r tados o traducidos del italiano. El título Olive era un anagrama de la
^_*.eñoiita de Violle, en cuyo honor fueron coritos. En Antigüedades de
_ [\mna y los Retornos se mué >tra el mismo lírico melancólico y sincero.
Mucha menos importancia tiener los demás componentes del grupo. \i HY BELLEAU
imitó principalmente las anacreónticas, y no le falta gra-1,1 cu sus Pastorales. ANTONIO
DE BEAIF, más erudito que poeta, trató ¡ adaptar el idioma francés a la forma métrica
antigua, fundada sobre cantidad de las sílabas, conformando la ortografía a la
pronunciación incorporando comparativos y superlativos latinos, lo que hizo que Du
HICI.LAY le apelase:
Docte, doctieur et doctime Baif.
KTIKNNE JODELLE atendió más al teatro clásico que a otra forma lite-larin, y su tragelia
Cleopatra fue representada por él y sus amigos con gran éxito.
T'ONTUS DE TYARD, que había formado parte de la escuela lionesa, Judien el enlace
entre los dos movimientos, y publicó en 1649 sus Errores tmuresos.
|) I,a poesía épica.
\ Ronsard corresponde el intento de una epope}a nacional en su itHiutd, demasiado fría e
imitativa de los modelos clásicos, que dejó llittdn, eu el cuarto canto de los veinticuatro en
que había planeado |>rtti y IIKIMI.' iipeuas se llega a narrar otra cosa que la llegada a Fran-
281
HISTORIA UNIVERSAL DE LA LITERATURA
HUMANISMO Y RENACIMIENTO*
liJ
HUMANISMO Y RENACIMIENTO
FRANCISCO BACON (I 561-1626) es el filósofo de esta época, cuya obra ínstauratio
magna dejó inconclusa, ya que el Novwm organum que se conoce era sólo una parte. Su
idea de crear la ciencia experimental, descartando la deducción y el silogismo como
elementos esenciales de la especulación, precede al genio de Pascal.
Su valía literaria es menor por haber escrito en latín estas obras. En inglés dejó el Avance
de las ciencias y los Ensayos, en forma de apuntes, que pueden considerarse como el primer
intento de prosa contemplativa, que tiene una abundante continuación.
VIL—ALEMANIA.
Los países germánicos no han conocido la profunda renovación rena- ^ centista del modo
profundo y conmocional que hemos observado en las anteriores naciones. "Han pasado
directamente a través de un mediocre período de imitación clásica al retoñar del siglo
XVIII." (Compendio de historia literaria de Europa, PAUL VAN TIEGHEM. Madrid,
1932.) El mundo moderno trae para Alemania como renovación la llamada Reforma
religiosa, y la actividad espiritual en su torno impide la propagación del fenómeno literario
italianista, que llegaba al mismo tiempo.
1) El humanismo.
A pesar de ello, el humanismo se instala con firmeza en Alemania, y •de sus principales
figuras ERASMO DE ROTTERDAM (I467-I586), con su Elogio de la locura, impreso en
latín y vertido al alemán en 1534 por SEBASTIÁN FRANK, y ULRICO DE HUTTEN,
poeta coronado por el emperador, se deriva el movimiento religioso, que pudo haberse
orientado hacia el sentimiento nacional que Hutten revelaba en sus poesías.
En realidad, no existía una lengua nacional hasta la traducción de la Biblia, hecha por
MARTÍN LUTERO (1483-1516). Con ella el alto sajón se convierte en el alemán y queda
como la primera obra literaria en prosa. "Por ninguna parte se ve un lenguaje libresco, un
recuerdo del latín, que tan largo tiempo había prevalecido." (MAX KOCH, Ob. cit.) En esta
labor colaboraron FELIPE MELANCHTON y otros partidarios suyo^, consiguiendo
/I
'&j&ma 00 WMQimpdm
HISTORIA XI^JVERSAL DE LA LITERATURA
) r
de su afán por uegar aj pueblo la elaboración ae su estilo sencillo y pe- * netrante.
2)
a P°e$ía religiosa.
10 cOnsecuencia del desenvolvimiento general que hemos esbozado,.
' er* vez de tomar las formas italianizantes, desemboca en una flo-
e himnos religiosos, inspirados en la Biblia y especialmente en los
' propio LUTERO escribió cuarenta y un cánticos de escaso valor,
Y lencló le imitasen a cuantos anr'gos le seguían. Aunque de la ma-
■^ e ^e ellos se ha perdido el recuerdo de los autores, se saben los
de JUSTUS joxv. } PwLUS SPERATUS.
Gl-lo, el mantenedor de la lucha religiosa en Suiza, compuso can-ora<!Ión y poemas
alegóricos que. como El laberinto y la Fábula y> descubren ¡as }jases humanísticas de su
formación.
^ACHS, de quien ya hemos hablado por su condición de maestro ' P S9.do al luteranismo,
dedicó gran parte de su poesía a una obra
eri que falta vigor poético. Es conocidísimo su Ruiseñor de Wit-temberg en honor de
Lutero_
3) Literata popular_
con^aposición entre el latín mantenido como lengua culta y la exis-
e u^a i¡teratura pOpUlar abundante, como en ningún otro país ni
' . '^gar con la difusión de los medios de impresión a una abun-
1 eratura de cordel. Uno de los personajes que más éxito logran
es 'Pili Eulenspiegel, que tiene algún parecido con el picaro castellano por i •' 1
i • •
r -la sucesión de sus aventuras, aunque en vez de ir peregrinan-
USca- de un medio de vida, como Lázaro, lo que hace es engañar
uen°s burgueses. Hay una edición fechada ya en 1515, y a partir
ces se ha perpetuado hasta la literatura de nuestro tiempo en los
ajQs. Lo burlesco y satírico impregnan estas obras, aunque tam-
s^rvan tendencias moralizantes como en la famosa Historia del
doctor Juayi r- ± -¡ 1 1 ,■ r • J •
*■ Fausto, el famoso mago y hechicero, que se fue reproducien-
, as veces con notables añadiduras y variaciones, hasta llegar al
e -Harlowe que hemos citado.
HUMANISMO Y RENACIMIENTO
Para el público más culto existen en el siglo XVI otras obras del mismo género, en que se
nota una clara influencia francesa. El Amadís llega traducido del francés, y JORG
WICKRAM escribe con estos modelos la Historia del caballero Galmy y el Hilo de oro,
donde un pastorcillo logra el amor de la princesa de Bretaña. No tiene demasiado valor
literario.
ERASMO ALBERO cultiva la fábula en pareados en su Libro de la virtud y la prudencia, y
le sigue BURKARD WALDIS, franciscano protestante, que al lado de fábulas del
repertorio clásico coloca cien suyas con intención pedagógica. El mismo intento representa
la obra de JORGE ROL-LENHAGEN (n. 1542), que tomó la Batracomiomaquia de
HQMERO como falsilla de su Guerra de las ranas y los ratones.
4) Literatura tendenciosa y satírica.
JUAN FISCHART (I 545-1590) y TOAI'VS MUKNLR, de Strasburgo (1475-
11:537), son los dos autores que elevan la numerosa literatura satírica y popular a un nivel
más elevado. MURNER, monje franciscano, de vida agitada, escribió en su primera época
La conjuración de los locos y La corporación de los rateros; pero variando después de ideas
se convirtió en un ardiente enemigo de Lutero, al que atacó en El gran loco luterano,
conjurado por el Dr. Murner.
FISCHART, por el contrario, dotado de gran cultura y de ágil y acerada pluma, es el más
fecundo y espiritual de los autores de este género. El barco afortunado, que glorifica un
viaje por el Rhin de los burgueses de Zurich que se dirigían a un concurso de tiro en
Strasburgo en 1576' se destaca de los abundantes poemas narrativos sobre temas
semejantes. Imitó a Rabelais en su Gargantúa, a quien presenta como rey del reino de los
locos en el sentido bufonesco y medieval de la palabra. De entre las numerosas obras en
que la sátira lleva finalidades didácticas y de polémica destacamos el poema Flohhats (Caza
de pulgas), en que se expresa la conveniencia de no tratar de elevarse por encima de la
condición a que se pertenece.
Una pulga se queja ante una mosca de la persecución que las mujeres hacen sufrir a las
suyas. Acuden ante Júpiter, donde las mujeres se defienden, logrando ganar la causa.
293
292
¡A
HISTORIA UNIVERSAL DE LA LITERATURA
El Libro de los hogares, completo tratado sobre la educación doméstica, presenta escenas
de la vida familiar llenas de sencillez y encanto. El resto de su obra es puramente de
ataques a la iglesia de Roma y a la Compañía de Jesús.
La literatura luterana utiliza la fábula como medio propagador de su moral y tendencias por
la facilidad con que era acogida por el pueblo. De ahí la gran cantidad de fábulas que
pertenecen a este momento y en cuyas moralejas hay claras alusiones a la Iglesia o al
Estado.
Se destacan BURKHAR WALDIS, que combatía fundamentalmente al egoísmo, que
consideraba la fuente de todos los males, y el ya citado ER<\SMO ALBERO, más
vehemente en los ataques e inferior literariamente.
I II
5) Literatura dramática.
HANS SACHS, tan importante en el tránsito del nacimiento de la lengua alemana al mundo
moderno, había logrado con su teatro echar los cimientos de un drama profano alemán,
buscando sus temas en la historia antigua, la mitología o cuentos y leyendas medievales
populares. Sin embargo, el movimiento religioso protestante, con su exaltación de la Biblia,
colocándola como fuente principal de las producciones del espíritu (el propio Lutero dijo
que el libro de Judith era un excelente modelo de tragedia, como el de Tobías de comedia),
hace surgir el drama bíblico. El citado Sachs utiliza ambos temas, y hace otra comedia con
el argumento del Hijo pródigo. Estos títulos y otros muchos fueron variados y elaborados
multitud de veces con gran éxito, sin que se lograse una alta valía artística. Los únicos que
sobresalen son PAUL REBHUN, autor de una Casta Susana y Las bodas de Canaan, que
han sido elogiadas por el ambiente que se ha conseguido, y NICODEMO FRISCHLIN,
nacido en 1547 y muerto en 1590, al caer sobre unas peñas cuando intentaba fugarse de una
cárcel, donde escribió la mayor parte de sus piezas en latín, siendo traducidas después al
alemán, tal como la Rebeca y la Susana, que tradujo su hermano Jacob. Es lástima que a su
reconocido talento dramático no acompañase un mayor dominio del idioma.
El cultivo del drama clásico por escolares, como los pertenecientes al GIMNASIO DE
ESTRASBURGO, donde se repartían al público argumentos y programas que facilitaban su
comprensión y la existencia de cómicos ingleses que recorrían el país, impulsaron la
formación de repertorios de
294
HUMANISMO Y RENACIMIENTO
obras teatrales de tipo histórico. FRISCHLIN compuso Frau Wendelgard, hija del
emperador Enrique I y La gran Hildegarda. En Suiza, al espíritu de independencia y el
recuerdo de su héroe nacional hizo que al lado de los dramas bíblicos aparecieran en
seguida dramatizaciones de la historia cié Guillermo Tell, que fue escrita por JACOB RUR
en 1545, aunque ya anteriormente había tomado forma escénica en una elaboración popular.
JACOBO AYRER (m. 1618) representa un avance que, si se hubiese tenido en cuenta por
los autores posteriores, "habría dado lugar a un teatro nacional como los que Shakespeare y
Lope de Vega crearon en Inglaterra y España" (WEBER, Ob. cit.). La imitación de las
comedias inglesas está más en la utilización de fuentes afines que en otra cosa; no así en las
que escritas por el Duque de Brunswick, Enrique Julio, que mantenía un teatro en su corle,
llevan a la prosa los temas del teatro inglés.
VIII.—EL RENACIMIENTO EN EL XORTE Y ESTE EUROPFOS. 1) Retorno a la
antigüedad noruega.
El impulso renacentista va siendo menor según nos vamos alejando del foco italiano, de
donde partió. Fundamentalmente, fue el mundo románico quien pudo acoger un retorno a
un clasicismo que nunca había 11 leí totalmente olvidado. En los países germánicos, ya
hemos visto cómo 1! movimiento religioso se superpone a la renovación literaria, y a los 11
usos nórdicos llega precisamente bajo el signo de la protesta religiosa.
Noruega, políticamente bajo la influencia de Dinamarca, se encuentra <n los siglos XIV y
XV en un momento de confusión lingüística, en el 1 |tu* se mantenía una lengua escrita
"escandinava", de la que formaban parte el danés, el noruego y el sueco, como
representación de la Unión dé Kftliuar entre estos países. El danés fue predominando, y el
antiguo 110-fUggo escrito sólo quedó fosilizado en los textos legislativos.
No existió una literatura religiosa de consideración, y la corriente hu-mmist.i que hizo
llegar su influencia al país derhó, no hacia el conocimiento de un ideal artístico grecolatino,
con el que no existía ningún parentesco, sino hacia el estudio cariñoso de la antigüedad
nacional.
AMBALON I'EDERSON BEYER se lamenta de la decadencia por que atra-Viimlm el pnís
en su obra Del reino noruego, que publicó en 1547. PEDER
295
HISTORIA UNIVERSAL DE LA LITERATURA
HUMANISMO Y RENACIMIENTO
CLAUSSEN FRIIS (1545-1614) trabajó sobre las viejas sagas reales, dándoles una forma
nueva que las hizo sumamente populares. La Heimskrin-gla de SNORRE llegó a alcanzar
tanta difusión como la Biblia. ¡
2) Renacimiento en Suecia.
A Suecia también llegó el anuncio del mundo moderno con la oleada religiosa, y coincide
en una producción literaria verdaderamente escasa. Los impresores alemanes que se
establecieron en el país y la obra luchadora de OLAVUS PETRI (1493-1552) dieron a
conocer el Nuevo Testamento en su versión popular, himnos religiosos y los sermones de
Luteru, además de muchos folletos del propio OLAVUS, que llegó a ser popula-rísimo.
Al mismo PETRI se debe la instauración de un tipo de teatro inspirado en el religioso
medie\al, con fines educadores. Compuso la Comedia de Tobías, dialogando el relato
bíblico, y la elaboración de una Crónica sueca, donde trata de establecer la verdad histórica,
desposeyéndola de los elementos fabulosos antiguos.
El contacto con el Renacimiento italiano se establece más directamente con JUAN y
OLAVUS MAGNUS, que se vieron obligados a huir por su catolicismo, y en Italia se
impregnaron del amor humanista hacia la antigüedad, proponiéndose destacar los valores
de su pueblo, tal como el noruego Friis, y en Roma, y en lengua latina, publicaron sus
crónicas llenas de sentimiento nacional sueco.
La tardía llegada del elemento renacentista, cuando los países del Sur de Europa derivaban
hacia las ampulosidades barrocas, hace que penetren impregnadas de esta tendencia, que se
manifiesta ya en los autores de este momento.
li'hgua popular, como el llamado Bogarodzica, dedicado a la Virgen y que ücne tanto de
religioso como de épico, no se produce una lengua literaria hasta el siglo XV.
La coincidencia con el Renacimiento se une al hecho de que los hijos de la nobleza se
educasen en Francia o en Italia, lo que hace que la influencia italianista sea mucho más
fuerte que la de la antigüedad.
El autor más importante es JAN KOCHANOWSKI (I 530-1584), que re-idió en los dos
países citados y fue amigo de Ronsard. Los Trenos, inspirados por la muerte de su hija
Úrsula, los Salmos y el poema El sátiro ■ion sus obras más celebradas, que no supera en la
generación posterior WACLAW POTOCKI (1626-1696), fecundísimo autor que no publicó
gran parte de sus obras por contener constantes y violentos ataque al clero.
***
Con estos países concluye el límite de la expansión cultural renacen-I iHta, que en su
desenvolvimiento posterior barroco o neoclasicista alcanza 1 mu aún mayor zona de
influencia, llegando a las literaturas del Nuevo <'iiiitincnte y el despertar de los pueblos
eslavos en las letras modernas.
3) Italianismo polaco.
Polonia, cuyo idioma es el menos eslavo de todas las naciones del Oeste que rodean el
mundo románico y que sufrió la influencia de la antigüedad grecolatina, inició tardíamente
su literatura nacional. El latín fue durante mucho tiempo la lengua culta, y aunque haya
cantos religiosos en
296
297
30i)
BARROQUISMO
Mas la figura predominante es la de FRANCISCO DE QUEVEDO (J57°~ 1645), que en
poesía y prosa atiende a diversos géneros con su esta0 re cado en los conceptos, pero
sencillo en el lenguaje, que era riquísimo. Quevedo coexisten un espíritu festivo y bromista:
Cartas del Caballero de la Tenaza, Premáticas, etc., con una grave preocupación filosófica y
po 11-ca que se orienta hacia direcciones humanas y nacionales- La mue hombre y la
decadencia del poderío español le preocupan Por XSU • Marco Bruto, la Política de Dios
y Gobierno de Cristo
Además de estas obras y las de contenido novelesco que mencionamos •en otro lugar,
Quevedo es un excelente poeta que cultiva las modalidades de lo satírico y lo lírico, aunque
ambas cosas suelen estar tenidas de su formación filosófica, que es una de las razones de su
conceptismo.
Quevedo fue el principal enemigo de los cultismos, y su contienda poética con Góngora es
tan acerada como las constantes alusiones en sU ° ra' que no se halla totalmente exenta de
giros al modo culterano. Como ejemplo de poesía frente a los gongorinos reimprimió las
obras de ÍRAY U DE LEÓN y FRANCISCO DE LA TORRE.
BALTASAR GRACIÁN (1651-1658) extremó el estilo conceptista en la Agudeza y arte de
ingenio, donde expuso sus teorías literarias y e va o que daba a los conceptos, que define y
clasifica. Didáctico en el Héroe y el Discreto, es autor de una novela filosófica, donde, al
igual que las anteriores, se acusa su estilo conciso y recortado.
Culteranos y cultos no están separados por una rígida frontera. Gracián pone como ejemplo
de conceptos frases de Góngora> Y Quevedo es, a ■veces, cultista en sus poesías. Un
ejemplo claro es el ¿e P°L0 DE MEDINA, que se declara anticulterano e imita los
romances ¿e Quevedo, mientras <¡ue en una serie de poesías líricas es por completo
seguidor del estilo culto.
Un movimiento poético contemporáneo intenta huir de las tendencias barrocas, volviendo a
un clasicismo renacentista. Es el mismo sentimiento que hacía divulgar a Quevedo las
poesías de Fray Luis y de La Torre. Se agrupan en sevillanos y aragoneses.
Entre los primeros, el aún desconocido autor de la Epístola moral a Fabio y RODRIGO
CARO, RIOJA y JUAN DE ARGUIJ°- De los segundos destacan los hermanos
ARGENSOLA, que buscan la inspiración directa en Ju-venal y Horacio, y ESTEBAN
MANUEL DE VILLEGAS (I 589-1669), proíun-
1, 307
* ,1
HISTORIA UNIVERSAL DE LA LITERATURA
do conocedor de la métrica clásica, que cultivó las anacreónticas, introduciendo en la
poesía formas como la poesía sáficoadónica.
3) La novela.
También en la novela es este momento de culminación. Los géneros introducidos de otras
literaturas sufren con la obra capital de las letras españolas, el Don Quijote, una especie de
fundición de donde ha de salir depurada la novela en el sentido moderno de la palabra. Y
quizá el fermento esté en la novela realista al modo tradicional español tal como ^enía
constituyendo el t;enero llamado picaresco, que llega a su apogeo con la Vida del pían o
Guzmán de Alfarache, de MATEO ALEMÁN; el Marcos de Obregón, de VTCENTTC
ESPINEL; la Vida del buscón Don Pablos, de QUEVEDO, y El Diablo Cojudo, de VÉLEZ
DE GUEVARA, ya influido por los Sueños, de QUEM.DO, la Vida de Esicbanülo
González, hombre de buen humor, y muchas otras de inferior categoría que imitan los
títulos citados.
El relato satírico alcanza su mejor exposición en Quevedo, que en sus Sueños (Sueños de
las calaveras, El alguacil alguacilado, Las zahúrdas de Plutón, etc.) recuerda las obras de
Luciano y las Danzas de la muerte, medievales. El argumento sirve de pretexto para una
serie de estampas en que se fustigan los vicios y se censura a los malos cumplidores de sus
profesiones.
La novela filosófica se halla representada por GRACIÁN, que en su Criticón utiliza un
sencillo argumento para elaborar un relato alegórico que nos recuerda las simbologías del
Román de la rose, o aquellas novelas de los salones franceses en que al lado de los
personajes reales aparecen abstracciones tomando participación en la trama, y la
robinsonada de Aben Tofail, de que ya hablamos y que parece haber tenido una fuente
común en un anterior cuento árabe.
Critilo es arrojado por un naufragio a una isla desierta, donde se encuentra con un joven
salvaje que no conoce ni siquiera el lenguaje. Le enseña a hablar y le hace ir con él a
España, donde es víctima de los engaños de Falsirena.
En el segundo libro—que se refiere al Otoño de la varonil edad, como el primero a la
Primavera de la niñez—, Critilo y Cardenio via-
308
r
BARROQUISMO
jan por lugares alegóricos como el yermo de la hipocresía, el arsenal del valor, etc., en su
marcha hacia Francia.
De allí continúan su camino hacia Roma, conociendo los palacios de la vejez y la
embriaguez, la Rueda del Tiempo y la Muerte, para ir después a la Isla de la Inmortalidad,
donde se da fin al Invierno de la vejez, que constituye el libro tercero.
Otros tipos de novelas de esta época en que de la abundante cosecha ■del género había de
salir la obra de valor universal son las amorosas de aventuras semejantes a las bizantinas.
La traducción de Teágenes y Ca-ciclea, que hizo FERNANDO DE MENA en el siglo XVI,
abre el paso a Historia de los amores de Clareo y Florisea, que publicó NÚÑEZ DE
REINOSO, y la Selva de aventuras, de JERÓNIMO DE CONTRERAS, prolongándose ja
«11 la edad barroca en el libro de CÉSPEDES Y MENESES Poema trágico del ■pañol
Gerardo y desengaño del amor lascivo. El mismo CERVANTES dio su tributo con Los
trabajos de Per siles y Sigismunda.
MIGUEL DE CERVANTES (1547-1616), tanto en su Ingenioso Hidalgo on Quijote de la
Mancha como en las Novelas ejemplares, se muestra I principal novelista español, y ha de
reconocérsele su propia opinión al Ifcir: "soy el primero que ha novelado en lengua
castellana", conside-1 ando lo anterior como imitaciones de géneros importados. Hemos
visto orno rindió su tributo a la novela pastoril y la bizantina, sin lograr el < xito con que en
el Quijote reúne cuanto de sistema novelístico se había lircho hasta entonces en un genial
conjunto ligado a la historia central del luco hidalgo y su escudero.
I >as Novelas ejemplares pueden considerarse modelo y fundamento de tuda una larga serie
de novelistas que llenan los siguientes años de la *|MX:I y que han sido llamados por
algunos autores novelistas cortesanos.
I Mirante todo el siglo XVII se imprimen gran cantidad de novelas que i'.ulieipan de las
mismas características de las modalidades anteriores, ■nii(|iic participan de unas y otras.
Muchas toman como modelo las No-i'Wíkv ejemplares cervantinas, o recuerdan de cerca
los temas y procedimientos de la picaresca; otras derivan hacia la descripción de
costumbres.
SALAS BARBADILLO, MARÍA DE ZAYAS y CASTILLO SOLÓRZANO, entre muchos
más, son los representantes de esta fase de la novelística española.
309
II jl >l
i
JiL
HISTORIA UNIVERSAL DE LA LITERATURA
4) La Historia.
Después del Renacimiento se producen también obras de aliento en eí terreno de la
Historia. La seria labor investigadora de JERÓNIMO ZURITA (m. 1580) en sus Anales de
la Corona de Aragón, y la Historia de España, que el padre JUAN DE MARIANA (1535-
1624) escribió en latín, traducida luego al castellano, se continúa ya en pleno barroco con
FRANCISCO MANUEL DE MELÓ (1608-1666), conceptista, en la Historia de los
movimientos y separación de Cataluña, y la serie de narradores de hechos sucedidos en
Indias alcanzan su mayor exposición artística en la Historia de la conquista de Mciico, que
escribió VICENTE SOLÍS.
*5) El teatro. ' " " '«'» " > • • • ? - .
Otro lugar donde se advierte la perfección de la época es en el teatro, que cobra carácter
definitivo a partir de LOPE DE VEGA (I562-1635), cuya prodigiosa fecundidad estuvo al
nivel de su capacidad de refundir en un arte dramático el tono popular de la tradición
medieval con la cultura literaria de su tiempo. Los temas de sus obras están tomados de
lugares variadísimos : asuntos del Nuevo y Antiguo Testamento, vidas de Santos, hechos
históricos nacionales o extranjeros y temas novelescos. A veces, la inspiración que ha dado
lugar a la obra tiene como origen una anécdota o simplemente una copla popular.
Su valor de poeta lírico enriquece constantemente sus obras con romances, redondillas, etc.,
del modo que establece en su Arte nuevo de Ivacer comedias.
Se consideran autores dramáticos del ciclo de Lope a TIRSO DE MOLINA (I584-1648),
que cuida más que el anterior el carácter de los personajes por su mayor atención al sentido
de la realidad. GUILLEN DE CASTRO, MIRA DE AMESCUA, VÉLEZ DE GUEVARA y
Ruiz DE ALARCÓN completan el ciclo.
A esta escuela sucede la que se centra en torno a PEDRO CALDERÓN DE LA BARCA
(1600-1681), ya en el auge del sentimiento barroco, que muestra en sus obras su evolución
intelectual tal como ha señalado Val" buena Prat: Obras primeras, dentro de la escuela de
Lope, un período de transición donde se acentúa la simplificación de la trama y la perfec-
310
BARROQUISMO
tión técnica y la época de su plenitud, en que crea sus comedias filosóficas, mitológicas y
los autos sacramentales.
ROJAS ZORRILLA, AGUSTÍN MORETO. BAXCES CANDAMO, continúan el |ia.tro
barroco, que pronto va a empezar a sufrir la influencia del acade-■nuismo francés.
IV.—P o RTUGAL.
|l) ha lírica.
La evolución al 'barroco desde la literatura italianiza se había iniciado ya en Camoens y en
Jorge Ferreira. 1o que indica una ^oimación autónoma, que acogió con agrado las formas
barrocas castellanas al 'erle conocidas, convirtiéndose en poco más que una imitación suya.
La unidad política de la Península y el hecho de que muchos escritores portugueses I"
Imieian en castellano -viene a favorecer el conocimiento de los autores reniñóles, que son
además traducidos, como Gracián y Góngora. De este Último se sucedieron las ediciones y
llegó a alcanzar una difusión cercana 11 la de Camoens.
RODRÍGUEZ LOBO (1580-1622) es el autor más ligado a la tradición nifilicval e importa
de España el romance histórico. Cultiva églogas pástenles e introduce en sus novelas gran
cantidad de poesías líricas con va-<' IIKI métrica, que son lo mejor de su obra por el
sentido melancólico uiiidade que las impregna.
I'IMNUSCO DE PORTUGAL (I585-1632), en Las saudades, expresa su
'iliinii'iito de soledad, descubriéndose subjetividad de sentimientos, sien-
■ IIIÁ1* artificioso en los poemas culteranos que se hallan en Prisoens e
'1 HUÍ ilc huma alma, acompañados de una prosa filosófica y conceptista.
I''HAN( isc'O MANUEL DE MELÓ, que pertenece tanto a la literatura cas-
1 lUnti «niño a la portuguesa, sólo destaca, en su obra lusitana, en tres
lnyii , 1 mulé la naturalidad disiente del conceptismo general de su obra.
1 Mf'n a narrativa.
P#«piu*s de Os lusiadas abunda el poema épico nacional, sin llegar a •M íllUf». La
eleyiada, de Luis PEREIRA BRANDAO, que iba en el ejército <l*l my Don Sebastián para
cantar sus glorias, hubo de referirse a su vida
311
HISTORIA UNIVERSAL DE LA LITERATURA
y su desaparición. RODRÍGUEZ LOBO escribió un poema sobre los hechos de Don Ñuño
Alvares Pereira, titulado El Condestábre, con minuciosidad de crónica histórica. La España
libertada, de SOR BERNARDA FERREIRA DE LACERDA (I 590-1644), es una visión
culterana de la reconquista, que no llegó a concluirse, sin la menor animación en el relato.
Pero donde el barroco lusitano llega a sus muestras más acusadas es en el poema Los
novissimos do homen, de FRANCISCO CHILD ROLIM DE MOURA (1572-1Ó40), que
necesita de una versión como la que hemos reproducido de Las soledades gongorinas; a tal
extremo llega la dificultad de su lectura. No le acompaña el aliento poético del cordobés, y
la obra llega a ser pura técnica. El argumento es de tipo religioso, y relata la creación y una
visita al infierno que hace Adán, donde se le muestra lo que éste ha de ser por los pecados
de los hombres. Su Virgilio en esta visita es Abel.
Mucho lugar necesitaríamos para la enumeración de poemas épicos portugueses, que
añaden escasas diferencias de conjunto a los citados. Sólo BLAS GARCÍA DE
MASCAREÑAS (1596-1656), en su Viriato trágico, se aparta de los retorcimientos de
expresión y la fábula mitológica para cantar con efectos realistas hechos y paisajes en una
obra desigual, pero notable.
3) La prosa.
a) La novela.—Nada hay que añadir a los géneros que dentro de la novelística aparecían en
lengua castellana. Hasta mediado el XVII aparecieron nuevos títulos de novelas de
caballerías; las pastoriles hemos visto son llevadas a su mayor nivel por RODRÍGUEZ
LOBO (en la trilogía Primavera, Pastor peregrino y Desengaño, donde se prosiguen las
andanzas del pastor Lereno, enamorado de una belleza que descubrió en un bosque
misterioso, y que vaga dedicándose a una especie de "caballería" pastoril y amorosa,
interviniendo en querellas de enamorados, hasta que regresa desengañado).
La influencia castellana es clara en las Novenas ejemplares, de GASPAR PIRES
REBELLO, y en el relato picaresco Obras del diablillo de la mano horadada, que tiene
como protagonista a un soldado de Flandes que regresa a Lisboa, y en la que aparece hasta
una "ilustre fregona" para recordar el puesto que las letras españolas habían alcanzado en la
novela.
Una novela alegórica es el Predestinado peregrino y su hermano Pre-
312
BARROQUISMO
r
Í€ito, del PADRE ALEJANDRO DE GUZMÁN (I629-1724), de corte gongori-
¡«lo, que resume así FIDELINO DE FIGUEIREDO (Literatura portuguesa, 'Barcelona,
1927):
Es la historia de dos hermanos: Predestinado, casado con la Razón y padre de dos hijos,
Buen Deseo y Recta Intención, y Precito, casado con la Propia Voluntad y padre también de
dos hijos, Mal Deseo y Torcida Intención.
Los primeros, habiendo sido educados en la escuela de la Verdad, solamente propendían al
bien y a las virtudes cristianas; los de Precito recibieron las malis crsrñanzas de la Mentira.
Vivían las familias le los do, heimanos cu wi cudad de Egipto, siguiendo sus opuestos
destinos, hasta que un día delibciaion dejar cite país para correr mundo y seguir los deseos
y opiniones que de la escuela les traían los hijos. La familia de Predestinado dirígese a la
Ciudad Santa o Jeru-|S ■" salen; la de Precito, a la ciudad del vicio o Babilonia. Visitando
los , lugares santos, Predestinado fija su • esidencia en Jerusalén como ciudadano perpetuo
e hijo de Dios, dignidades que le son conferidas; y Precito, llegado a Babilonia y lanzado
por los propios ministros de Belcebú al profundo piélago del fuego, es condenado a eternos
tormentos.
Como se ve, la forma alegórica, tan medieval, se retuerce con el barrí ico y nos sirve de
ejemplo, al lado de los que hemos visto relativos a IR forma para ver cómo la estructura
argumental se complica. Es de señalar <|tK' el estilo de la novela es de gran sencillez, y que
al esquema reproducido más arriba hay que añadir que cuantos detalles van apareciendo
lu.s páginas tienen el mismo sentido alegórico: los personajes secun-É»rl<>N, la
topografía, hasta los manjares de las comidas.
b) Prosa moralista y religiosa.—MELÓ, en su Carta de guía de casa-101, aborda el tema
del matrimonio, muy frecuente en la prosa moralista portuguesa de este período. En el resto
de su obra utiliza la ironía al modo iK'innrsco en Diálogos entre objetos inanimados (dos
relojes, unas molida*, unas fuentes, etc.), constituyendo el cuarto de ellos, Hospital de las
tifos, un ensayo de crítica literaria para extraer deducciones moralistas. reputada ésta por su
más interesante obra en portugués. Un i* (le las obras más interesantes es el Arte de furtar,
en torno a la |U» «e ha suscitado desde largo tiempo un gran problema crítico sobre su
313
HISTORIA UNIVERSAL DE LA LITERATURA
autor, que sin elucidar totalmente se inclina hoy por ANTONIO DE SOUSA DE MACEDO
(I606-1682). El moralista autor de la obra se previene contra, el robo, que asegura existe en
todas partes y va desde los últimos puestos de la burocracia del Estado hasta la Corona, que
dice usurpan los. leyes de Castilla, descubriendo en este punto la intención política del
autor.
A Macedo se atribuye la iniciación del periodismo portugués, con lo? Mercurios
portugueses, con las noticias de la guerra entre Portugal y Castilla, del eme salieron
cincuenta números desde 1663 al T666. La Armonía política es una obra dedicada al
príncipe Teodosio como guía educativa del primer sucesor de la Restauración.
La mística, también abundante en obias, tiene su figuia capital en FRAY MANUEL
BERNARDA (1644-17T0). autor de unos Ejercicios espirituales y meditaciones \ Nueva
floresta. Su dominio de la lengua y su erudición contribuyen a la finalidad de elevación
espiritual. La Floresta es ' Una colección de narraciones morales, apólogos y sentencias,
recogidas de diversos autores, ordenadas alfabéticamente } completad's con observaciones
de Bernardes. El valor literario predomina en las narraciones, que son de una acertada
sencillez.
c) La historiografía.—Con FRAY BERNARDO DE BRITO (I 568-1617) se inicia la
llamada escuela alcobacense, que se desenvuelve en el monasterio de Alcobaca y que
representa un retroceso respecto a obras anteriores por su sentido medieval, por la ausencia
de crítica y la entrada del elemento maravilloso. La obra principal es La Monarquía
lusitana, que, comenzada por este autor, fue continuada por otros del mismo monasterio.
Comienza con la creación del mundo, según el sistema «eguido tantas veces, como hemos
visto, en las letras cristianas medievales, y tiene un contenido patriótico, que se inicia con el
afán de comprobar la descendencia de los lusitanos a partir de Noé.
Mayor rigor científico tiene FRAY ANTONIO BRANDAO, uno de los continuadores.
La crítica histórica posterior se ha visto obligada a limpiar de elementos falsos la obra de la
escuela alcobacense.
En el siglo XVII, el mismo impulso que hemos visto daba lugar a relatos de viajes y
descubrimientos, recae ahora en hechos más dentro del campo de la historia, aunque se
advierte una desviación hacia lo novelesco sin perder la veracidad. FRANCISCO
MANUEL DE MELÓ (I606-I666), al que se ha tenido que recurrir varias veces en diversos
aspectos de la lite-
314
BARROQUISMO'
ratura portuguesa en este momento, dio a la imprenta su Historia de los movimientos y
separación de Cataluña, en castellano, y en portugués relatos de esta otra clase en sus
Epanéforas, que recoge cada una un episodio histórico documentado, a excepción de La
amorosa, que es una novela sobre un tema legendario que cuenta ios amores de Roberto
Machín y Ana de Arfet, que huyen, refugiándose en la isla de Madera.^ ^
El otro historiador es FRAY LX,IS DE SOUSA, que coincidió con Cervantes en el
cautiverio argelino, jUllt0 a su teoría de que la verdad^ es el alma de la historia acumula
hechos legendarios y maravillosos. Historia de Santo Domingo y Anales de Juan ju Son sus
obras, limpias de estilo, sorprendiendo en la primera la atención que pt ^t,i .1 Us cuestiones
eco nómicas.
d) El leairo.—El teatro, al nlodo de Gil Vítente, se amplía en pm-cedimiento cercano a la
comedia con el Auto del hidalgo aprendir, de MELÓ, y reviste la grandeza barr0Ca de
escenarios, cantidad de personajes, argumentos que llegan a durar m4s de un día entero, y
larguísimas tu 1-das de versos en las obras que la Compañía de Jesús exhibía por y para sus
escolares y las familias, y a qvüen \os historiadores portugueses conceden una gran
importancia.
El iniciador de un teatro, con alguna diferencia del español que era bastante conocido, es
ANTONIO JOSÉ DE SILVA (lyoS-^W)* muy vario tn la construcción de sus obras, sin la
menor ligazón con los preceptos clasi-cistas. Vida del gran Don Quijote ¿e \a Mancha y del
gordo Sancho Panza, Esopaida y Faetón son los títulos de tres de sus obras, que nos dan
completa idea de las dos tendenciaS; española y clásica, dominantes en la escena
portuguesa, muy retrasad^ con respecto a otras modalidades literarias.
V,
-INGLATERRA.
J) El eufuisino.
En Inglaterra se había iniciado anteriormente, como señalamos, con JOHN LYLY una
tendencia barroc^ en su famosa novela Euphues, relato en prosa, verdadera "orgía de
metá_-foraSj antítesis, alusiones, con propensión al equívoco y los juegos de pala1-,ras" (V.
TIEGHEN, Ob. cit.), que ha recibido por ello el nombre de eu^ujsm0-
31S
STORIA UNIVERSAL DE LA LITERATURA
^tas lo que verdaderamente caracteriza este período inglés con las i^s políticas y religiosas
es la influencia que el puritanismo ejerce sobre ? ^teratura y con el que ya hemos tenido
ocasión de tropezar al dar el ^to de la prohibición de representar obras teatrales.
£l elemento doctrinal predomina y las letras se recargan de preocu-^c'°nes filosóficas y
morales.
*-a poesía.
^na hrka barroca es la que se halla en las poesías de los llamados °eí«-s mctafísicos JOHN
DONNE (1573-1631), deán de San Pablo, que es tvVeces oscuro en su iina»inación
profunda y aguda; RICARDO CAREW ; VJ^BERT GEORGE, aún más. conceptista: el
marinista CRASHAW, y HENRY 1 ATJGHAN (1622-1695), tuyo misticismo se inspiraba
en la Naturaleza y
Uerte.
Los llamados poetas caballeros o cortesanos derivan del petrarquismajr t^ra elaborar una
poesía amorosa en que abundan los conceptos y el simw j^Iisiíio. El menos recargado de
todos ellos es ROBERTO HERRICK (1591*1 v 4). que puede situarse entre ambos grupos.
Sus Hespérides son una| o^riada colección de poemas donde se encuentra bellamente
recogido su, ^miento del paisaje. f
A MILTON ha de colocársele entre estos poetas conceptistas metafísi-c ' y su lírica busca
más allá de la presencia de las cosas. Pero si se ha ^Vertido en el poeta del puritanismo, lo
ha sido por su obra principal,
* -M,
tv
cae de lleno en el apartado siguiente.
.3}
vi
La epopeya puritana.
JOHN MILTON (I608-I674), después de su educación esmerada, sus I ^-Jes por Italia y la
intervención en la revolución puritana, ya lejos de d - v'da pública, pobre y ciego, compuso
su obra principal, El paraíso per-^1 °, en verso blanco, al que infundió una singular
grandeza, que se pier-
^ las traducciones por lo logrado y difícil de su estilo.
En el libro primero se plantea el objeto del poema: la desobediencia del primer hombre y su
castigo. Se describe a Satanás y sus ángeles en medio de las tinieblas exteriores,
preparándose a la conquista
BARROQUISMO
del mundo que ha de formarse. Dios dice a su hijo, sentado a su diestra, que el hombre
caerá en la culpa y que todos han de perecer, a no ser que alguien expíe su castigo. El hijo
de Dios se ofrece voluntariamente a ello.
Satanás llega hasta el Paraíso, y, transformado en buitre, escucha su conversación sobre la
prohibición de tocar el árbol de la ciencia. El arcángel Rafael, que se presenta a los
primeros hombres, les previene contra su enemigo y les refieie los combates que tuvieron
lugar con los ángeles rebeldes hasta que fueron arrojados al abismo, donde se
encuentran.
Satanás vuelve por la noche al Paraíso y se introduce en la serpiente. Cuando a la mañana
Adán y Eva se separan, se dirige a la mujer, que, sorprendida al oír hablar a un animal, le
pregunta cómo es eso, y la serpiente le explica que es poi haber (omido del árbol de la-
sabiduría. Ella la ''mita v consigue, después, que Adán coma de la misma fruta, y entonces
se sienten desnudos y culpables.
Los ángeles abandonan el Paraíso al conocer la desobediencia del hombre. El Pecado y la
Muerte vienen a buscarle, tendiendo un puente entre el infherno y la tierra a través del caos.
El hijo de Dios intercede, y presenta sus oraciones a su Padre, que declara debe desterrarlos
del Paraíso. El ángel Gabriel se encarga de hacérselo saber y les lleva hasta una altura del
Paraíso, desde donde les muestra lo que han de ser los campos trabajados por el hombre: la
lucha entre Caín y Abel, los combates y depravación humanas, la construcción del arca por
Noé y el diluvio. Después les relata los sucesos posteriores, hasta la llegada de Jesucristo, y
les acompaña hasta las puertas del Paraíso, donde quedan vigilantes querubines para
impedir la entrada.
MILTON dio una especie de continuación a su obra en El paraíso reconquistado, que no
alcanza los valores de la anterior, y tentó el teatro' con su drama Sansón.
,|) La prosa.
Comparte la gloria de Milton el prosista JOHN BUNYAN (1628-1688), <|tie en su novela
El progreso del peregrino (1) narra en forma alegórica •i avance del cristianismo hacia la fe
y la virtud, poniendo en el texto ele-
3X
(t) El título exacto es El viaje del peregrino desde este mundo al venidero, ex-fhfiuti) bajo
el símü de un sueño, en el que se revela el modo de su partida, su pe-liyttiiti camino y
llegada feliz a la tierra deseada.
3ir
Q
wwtaí * /'w#m
"HISTORIA UNIVERSAL DE LA Ll'l LRATURA
mentos sinceros de confesión peí sonal, lo que le dio en Inglaterra una popularidad análoga
a la de la Biblia. Otras novelas, La guerra santa y Mr. Badman, no lograron tanto favor.
Encerrado en la cárcel por predicar sin permiso para ello, el inculto Bunyan logró una obra
que eclipsa toda .otra manifestación literaria de su tiempo.
VI.—ALEMANIA.
El siglo XVII es para Alemania el de la guerra de los Treinta Años. y su literatura cae en un
período imitativo en que la influencia extranjera es muy notable, especialmente la de
Francia, donde los Ensayos de Montaigne en la prosa y la poesía de La Pléyade ofrecían un
ejemplo a seguir para una literatura que no había pasado por la evolución propia a partir de
la influencia renacentista italiana. También las obras españolas e italianas son imitadas por
los autores que se agrupan en torno a las diversa^ cortes de la época.
i) La poesía.
El barroquismo de Marini y la florida versificación francesa llegan al mismo tiempo eme
las tendencias académicas, y los poetas alemanes se apoderan del alejandrino y de las reglas
preceptivas. No hay, por tanto, una poesía inspirada. Los autores se adueñan de la forma y
surge una producción erudita desprovista de valores originales.
a) La escuela silesiana. — MARTÍN OPITZ es el reputado jefe de la escuela silesiana
(1597-1639) y sirve de representante típico de este momento de la poesía alemana. De gran
cultura, conocedor de los clásicos de la antigüedad, establece una completa renovación en
la poesía germana, •oponiendo a las normas que usaban los maestros cantores su
reglamentación rigurosa, basada en la lírica grecolatina y francesa. A Opitz se debe la
introducción del alejandrino, sustituyendo al hexámetro, y una elevación del alemán
instituyendo una prosodia nueva.
Pero este valor de Opitz, en cuanto a la incorporación de Alemania al mundo literario
moderno, no le tiene su obra desde el punto de vista del contenido. "Su poesía es una poesía
de sentido común que se encuentra fría e insípida al lado de los calurosos escritos de Lutero
y de la poesía
318
BARROQUISMO
popular, tan llena de imaginación e inspiración" (WEBER, Ob. cit.). Su campo es la lírica
que impregna de un contenido didáctico, dada su creencia de que la poesía no sólo debe
divertir, sino también instruir.
Los poetas que siguen su estela son numerosos, y coinciden en perseguir el cultivo de la
forma hasta hacer desaparecer la escasa idea interior bajo los adornos de una rima
alambicada. La mayor parte de ellos pertenecían a la Sociedad Frugífera, de que hablamos
en otro lugar. Están entre los más importantes: SIMÓN DACH (1605-1G59), alrededor de
quien se agrupaban jóvenes poetas líricos que expresaban sus ideas en torno a la muerte en
poesías llenas de melancolía, que conservan recuerdo de la lírica popular; FELIPE DE
ZESEN, hamburgués (1619-1689"), seguidor de las tendencias extranjeras y exagerado en
su afán de purificar el idioma alemán hasta ser víctima de burlas, y JUAN RIST (m. 1667),
el más fecundo de todos, aunque no el más acertado en su barroquismo.
dios clásicos un indudable gusto por las farsas medievales y la comicidad popular de los
cuentos y ¡abliaux que supo incorporar a su teatro. Esta condición, unida a su aguda
observación de tipos y clases sociales que hace hablar en sus incorrecciones dialectales o
argots, le aseguraron un éxito rotundo. Fue comediante durante años en compañías
trashumantes, hasta que se instaló en París, protegido por el rey, y logra su primer triunfo
con la sátira de la sociedad preciosista en Las preciosas ridiculas. A continuación, La
escuela de las mujeres, El médico a palos, El ricachón en la corte, Tartufo, etc., elevan el
nombre de Moliere a una altura universal en el teatro por la creación de tipos, la utilización
de lo cómico en cada situación, sin dejar de existir una gra\edad en It trama, que representa
una moral contraria a la hipocresía y los excesos aunque éstos sean de virtud como en el
Misántropo.
Su estilo, al que se ha acusado de incorrecto, no tiene otras tíAt i-que las derivadas de la
rapidez con que ha elaborado algunas obras, pero siempre dotado de una extraordinaria
viveza teatral.
Contemporáneos y seguidores suyos, si no hasta el punto de que pueda hablarse de "su
escuela", sí desde aquel otro que revela la imitación de tipos y escenas, lo fueron, además
del citado TOMÁS CORNEILLE, que sigue de cerca a los autores españoles, E.
BOURSAULT (1638-1701), que lleva al teatro de costumbres hechos recientemente
sucedidos y trata de crear un teatro moral con sus Fábulas. J. F. REGNARD (1655-1709) no
pretende otra finalidad que lo cómico, despreciando el cuadro de costumbres, mientras que
DANCOURT (1661-1725) prefiere la pintura de este género, descuidando la unidad y
conjunto de sus piezas. La sátira amarga y de contenido social constituye en Tuscaret
(1709), de LE SAGK, un documento histórico, donde la risa parece lamentar producirse.
c) El teatro en el siglo XVIII.—Al examinar las últimas manifestaciones del género
esencial del teatro en el Gran Siglo, la tragedia, hemos dado las notas fundamentales de su
endeble perpetuación en el siglo XVIII. No ocurre lo mismo con la comedia, que se
manifiesta esencialmente en los autores, que van de una a otra de las dos figuras más
importantes: Marivaux y Beaumarchais.
CHAMBLAIN DE MARIVAUX (1688-1763), de quien dijo Voltaire que "conocía todos
los senderos que conducen al corazón humano, pero ignora el camino real", crea un teatro
donde abundan los temas filosóficos y alegóricos en un mundo ficticio, donde las
costumbres y la reali»
TENDENCIAS NEOCLÁSICAS
dad han sido desfigurados por una visión delicada y maravillosa, que ha hecho comparar
sus comedias a las pinturas de Watteau. Casi todas fueron representadas en la Comedia
italiana, donde había más facilidad de evadirse de las fórmulas académicas. Juegos del
amor y del asar, Las jalsas confidencias, Sorpresa de amor, son los títulos de algunas de sus
comedias que justifican se haya difundido la denominación de marivau-dage para designar
el análisis ingenioso hasta la sutileza, de las pasiones y su nacimiento.
FELIPE NERICAULT DESTOUCHES (1680-1754) intentó restaurar la comedia de
carácter, huyendo del carácter cómico que tenía el género y tratando de dotarla de un
sentido moralizador y edificante. NIVELLE D>: LA CHAUÍLE va más alia, aumentando
las escenas patéticas, hasta lle-gpr a suprimir totalmente de sus piezas lo cómico. Estos
dramas, que no tienen mucha importancia en sí, han de tenerse en cuenta por considerarse
el punto de partida de la comedia contemporánea.
Los numerosos imitadores que impulsa el éxito de Destouches hace que a mediados del
siglo se encontrase perfectamente establecido el género, aunque aún se había de tardar en
producir obras de trascendencia: Miguel Sedaine, El filósofo sin saberlo, Castillos en el
aire; Diderot, con u declamatorio Padre de familia, etc.
Hay que llegar también al final del siglo para encontrar la pujante personalidad de PEDRO
AGUSTÍN CARÓN DE BEAUMARCHAIS (1732-1799), que consigue con dos obras, El
barbero de Sevilla y El casamiento de
I ufar o, una popularidad que traspasa la frontera y se mantiene hasta nuestro tiempo.
Beaumarchais lleva al teatro los sentimientos e ideas
I1 ni', bullendo en los salones franceses, constituían un germen de las ten-1 leudas que iban
a derruir el régimen político. En sus obras juega un |i.i[)fl primordial el diálogo,
chispeante y luminoso, que tiene al público pendiente de su desenvolvimiento.
Aparte de la valoración histórica de las ideas de crítica que contienen MIS comedias y que
eran aplaudidas por la sociedad a que se atacaba, I'.eaumarchais representa, en lo literario,
el alejamiento de los formulismos y el establecimiento de un tipo de comedia en prosa más
animada e interesante, precedente indudable de la variada comedia del siglo siguiente.
í^^mniAívhh
sentar el mismo afán con que VOLTAIRE emprende su Diccionario filosófico y con que se
elabora la famosa Enciclopedia, diccionario sobre temas artísticos y científicos, donde se
recoge el pensar de la llamada Ilustración, que tiene por finalidad la creación de un
concepto razonador, saltando por encima de las instituciones y creencias tradicionales, por
lo que llegan a combatir la Monarquía y se predica en algunos de ellos el ateísmo.
Aunque colaboraron en la Enciclopedia VOLTAIRE y D'ALEMBERT, SU principal
redactor e impulsor fue DIONISIO DIDEROT (I713-1784), autor también de otras obras:
Cartas sobre los ciegos, Pensamientos sobre la interpretación de la naturaleza, etc.
JUAN JACOBO ROUSSEAU (1712-1778), amigo en su juventud de Diderot y los suyos,
se separa de ellos posteriormente; pero sus obras están completamente en el mismo lugar
desde la visión general de la época. Rousseau es el defensor de la vida natural del hombre
que "nace bueno y a quien la sociedad viene a corromper", y en sus tratados viene a de- ;
fender la educación basada en sus propias teorías, y la constitución estatal fundamentada en
el poder del pueblo.
Buen escritor, capaz de comunicar sus ideas al lector ganándole para sus teorías, tiene en la
literatura francesa un puesto en que lo más importante artísticamente es el sentimiento y la
descripción de la naturaleza. J 'or ahí va a enlazar con los primeros románticos, en los que
tiene enorme influencia.
MONTESQUIEU, con menos valor literario, pero iniciador de la sátira <lih las costumbres,
con intención social en sus Cartas persas, y FRANCISCO MARÍA AROUET (1694-I778),
conocido por su firma VOLTAIRE, modelo de escritor clasicista en la sencillez y exactitud
del lenguaje, atacando direc-1 ¡11 nente las creencias e instituciones que otros tratados
estudiaban y cri-liraban minuciosamente. Es el creador del cuento o novela breve, con in-
Irnción filosófica como modo de llegar fácilmente a las inteligencias menos rnlremidas en
la lectura de la producción de los escritores de "las luces", t|iic estudiamos en su apartado
correspondiente.
'/) I'rosa imaginativa.
¡1) /;/ relato novelesco.—La novela, descuidada en la época del cla-ili'isnii) francés, en que
había sido menospreciada, tuvo la ventaja de no Itttlnr .sitio sujeta a rígida estructuración,
como otros aspectos de las for-
335.
,<Sj***í«wi
Una vez en la corte, expone su pretensión de tal manera que es conducido a la Bastilla,
donde, encerrado con un jansenista, estudia y escribe, exponiendo su opinión sobre temas
tales como la historia antigua o el arte dramático.
Mientias tanto, sus tíos, al no recibir ninguna noticia de él, deciden h a buscarle, y así lo
hacen, provistos de cartas de recomendación paia autoridades religiosas, entre las que se
halla "el señor de Bossuet". I a joven, que se hallaba en el convento y a la que pretenden
casar, se pone en camino y llega también a Versalles. Para libertar al Ingenuo se ve obligada
a sacrificar su honra, y cuando éste sale de la prisión se pone enferma y muere. Después de
lo cual la acción del relato que ha decaído notablemente, concluye diciéndosenos que el
Ingenuo llegó a ser 1111 excelente oficia1, porque íué '"un guamo intrépido y Ui1 filósofo
peí ferio"
ROUSSI.AU, en La nucía Eloísa, utiliza también la novela para expresar sus teorías, que
escapan al interés de nuestro estudio; pero desde el punto de vista novelesco, Ki de tenerse
en cuenta el papel que en su novela tienen todos los detalles de la vida en el hogar y la
aparición de la naturaleza formando par con los personajes.
La Nueva Eloísa, escrita en forma epistolar, probablemente inspirada en modelos ingleses,
tuvo enorme resonancia, y de su influencia surgieron posteriormente abundantes novelas en
que la narración se desenvuelve por medio de cartas. Emilio o la educación se sale, en
realidad, de la novela para ser un tratado pedagógico.
Dentro de la influencia rousseauniana están RESTIF DE LA BRETONNE (1734-1806),
autor de numerosas obras que fueron muy populares, y de las que sólo merece recuerdo El
señor Nicolás por su realismo, mientras que, derivando del mismo origen el caballero
FLORIÁN, convertía en sosos idilios los cuadros campestres de su maestro. Galatea,
Estella, etc., no son más que un intento fallido de la entrada de la naturaleza en la novela
como elemento primordial, tal como va a suceder en el siguiente movimiento literario de
amplitud universal.
II.—ITALIA. l) Academicismo antibarroco.
La primera mitad del siglo XVIII, o para usar palabras de Vossler, ''el segundo período de la
decadencia" en la literatura italiana, se caracteriza por una reacción contra el entonces
considerado mal gusto barroco, condensada en La Arcadia; la forma posterior de esta
reacción nos dará el neoclasicismo, que va a dar paso al "resorgimento" de las decaídas
letras.
Las Academias, que durante todo el siglo anterior se habían generalizado en diversos
países, tienen el ejemplo de más influencia contemporánea en la que Cristina de Suecia—
tan relacionada con la cultura de su época—funda en Roma, en 1690, con la finalidad de
combatir el mal gusto y retornar a la sencillez en el contenido y la forma de la poesía.
Buscando esta sencillez creen hallarla en el género pastoril, y dan a su Academia el nombre
de Arcadia, imponiendo un tipo de poesía artificiosa y amanerada, "al nivel de un vacuo
juego de sociedad" (VOSSLER, Ob. cit.). La Academia multiplicó sus secciones, llamadas
colonie, en numerosas ciudades, y el resultado íué una infinidad de poesías que por su
calidad quedan fuera, no de este estudio, sino de otro mucho más extenso.
Dentro de la propia Arcadia se señalan tres momentos sucesivos que indican la marcha de
la reacción antibarroca. El primero, aun bastante dentro del marinismo, es el más afectado
en su pretendida sencillez y le representan JUAN BAUTISTA ZAPPI (1674-1734) y
PABLO ROLLI (1687-1765). El segundo es el de PEDRO TRAPASSI METASTASIO
(1698-1782), el "Sófocles itálico", que gozó de una admiración, desvanecida para una
visión general actual, autor de cansonettas, breves poesías en que predomina la musicalidad
de las frases. El período final representa un retorno hacia la grandilocuencia con CARLOS
FRUGONI (1692-1789), que utiliza el
^endecasílabo blanco, desdeñado por los anteriores arcades.
\
1 ') La poesía.
ICs evidente el contraste entre la poesía de las academias y la de JOSÉ I'.MUNI (r72<)-
i799)> que en sus odas (La vida rústica. La salubridad del •üAft, etc.) acude al tema
campestre y horaciano, pero no en un vacío juego
'33f!
ll
339
HISTORIA UNIVERSAL DE LA LITERATURA
TENDENCIAS NEOCLÁSICAS
MUtlfÜHtXtHnr i
de rimas y conceptos, sino para colocar al campesino en una tierra donde se trabaja, con su
pretensión de que su poesía pueda cumplir una finalidad útil.
El día, largo poema satírico en que trabajó varios años y del que sólo> llegó a publicar dos
partes. La mañana y El mediodía, dejando fragmentos de las otras dos, que se editaron
postumamente, escrito en endecasílabos sueltos y en que el autor aparece como preceptor
de un joven noble, al que ha de enseñar, no las ciencias o la actitud moral, sino todas
aquellas futilidades que pueden hacer de él un prototipo de elegante fatuo, tonto
presuntuoso. Además de la sátira moral, tiene interés en importancia la sátira literaria, que
significa el empleo del género heroico en el endecasílabo grave y en la intervención
constante de las edades del Olimpo para atender al joven héroe. No es una parodia ni una
obra cómica. Es un ataque irónico o mantenido en permanente seriedad a lo largo de " 'todo
el poema.
VICENZO MONTI (1754-1828) es clasicista en el dominio de las forma'-imitando a Dante
en La Basvilliana contra la revolución francesa, que enalteció en otra obra, La
mascheroniana, que tiene de común con la primera el estar dedicadas a difuntos, en quienes
se personaliza la acción mientras se encaminan al cielo, o cuando vuelven a presenciar lo
que sucede en la tierra.
HUGO FÓSCOLO (1778-1827), de agitada vida, en la que ya se advierten síntomas de la
próxima renovación romántica, es clasicista en cuanto a poesía y a su afán en llegar a la
belleza por la perfección de la forma. El poema Los sepulcros y el poema didáctico Gracia,
sobre tema artístico, que dedicaba a Canova, son el índice de su perfección académica.
HIPÓLITO PINDEMONTE, JOSÉ ZANOJA y FRANCISCO CASSOLI continúan la
tradición clásica, sin lograr destacar sobre los anteriores ni por su aportación ni por el
aliento de su lírica.
3) El teatro.
,111
ÍJL*.
Género típico de este siglo es el melodrama, en que lo musical va predominando sobre lo
literario, aunque METASTASIO, con sus veintiséis melodramas, le restituye parte del valor
que había perdido; pero no adquiere categoría hasta que VÍCTOR ALFIERI (1749-1803)
compone sus tragedias clasicistas sujetas rigurosamente a las unidades y de corte
completamente
340
neoclásico, donde expresa sus tendencias de libertad y nacionalismo patriótico. Saúl,
Orestes, Bruto, Octavia, se cuentan entre las mejores. Al clasicismo formal se une este
acento liberador, que le emparenta con el romanticismo. Igual carácter tiene su lírica, que
fluctúa, como en Monti, del aplauso por la revolución francesa a la posterior frialdad; pero
Al-fieri no incurre en la adulación a Bonaparte, y sus poesías contra el invasor francés se
conocen reunidas bajo el título de Misogallo.
Los géneros cómicos o de costumbres tenían en Italia un germen constante en La comedia
del arte, de escaso valor literario, pues los autores se limitaban a escribir el scenario, o
argumento que ocupaba poco más de dos páginas, quedando los diálogos a voluntad de los
actores que poseían I ropas para cada caso y conocían el carácter de los personajes, siempre
análogo. Ya hemos hablado de la existencia en Francia de comediantes i I alíanos de este
género y el tipo de personajes: Arlequín, Colombina, Pantalón, etc., en torno a Lelio y
Rosaura, que desenvolvían una sencilla (M 11,una amorosa. Un muchacho de nuestros días
comprendería perfectamente la estructura de estas comedias comparándolas con las
películas de los hermanos Marx, siempre iguales en esquema, en que la pareja desarrolla un
leve conflicto sentimental y da origen a cuadros que son variaciones dentro de una
estructura siempre idéntica.
FA renovador de la comedia italiana es CARLOS GOLDONI (1707-1793), í|tie se afana en
dar los papeles completos a los actores, suprimiendo la Improvisación, lo que no consiguió
sino poco a poco, empezando por la junto, del protagonista hasta que llegó a dar la obra
completa en La mujer ¡ h\th\l¡t1osa, volviendo a colocar la comedia en condiciones de
adquirir cate-IffoHn literaria. La observación costumbrista se manifiesta envuelta en una
U'Mcift ligera y con una tendencia moral sencilla. Instalado en París, al Im.ii de su vida
compuso algunas comedias en francés, que no llegan a diii'i l;i calidad de las italianas,
entre las que destacan La posadera, El <\t , I as enamorados, etc.
/^ prosa.
h% ^gura más interesante en la prosa italiana de esta época es la de léH BAUTISTA VICO
(1668-1744), que se diferencia de los filósofos ilu-lUlliHW de su liempo en el papel que da
a la historia como base de su tflii» flltiHÓfu'n, creyendo que sólo por medio de ella se
puede llegar al
341
HISTORIA UNIVERSAL DE LA LITERATURA
TENDENCIAS NEOCLÁSICAS
V '/
conocimiento de la verdad, y estableciendo en la historia leyes cíclicas, aunque su estilo no
es lo sobrio y sencillo que sería de desear en una obra de ese género.
La erudición y la crítica tienen importante papel en la obra del autor de melodramas
APOSTÓLO ZENO, que cultivó la crítica literaria, mientras JUAN MAZZUCHELLI
escribió biografías de escritores italianos. Luis ANTONIO MURATORI se dedicó
intensamente a la historia, publicando colecciones de fuentes, tratados y narraciones
históricas.
III.—ESPAÑA.
I) Reacción neoclásica.
El siglo dieciocho español está perfectamente encuadrado en la reac ción antibarroca, que
representan el Padre Isla v Feijóo, y la supresión de los autos sacramentales, la introducción
de "los preceptos que usan las naciones cultas", según la frase de Luzán, la fundación de
Academias y la orientación hacia la erudición y los estudios críticos. A la vecindad con
Francia hay que añadir que en 1701 llega a Madrid Felipe V, y la influencia se hace mucho
mayor.
En general, "en este literario siglo XVIII, que puede considerarse como tal hasta mediados
del siguiente, la lírica luce con llamas mortecinas", hemos escrito en otro lugar, y con ello
expresamos el tono menor que en general alcanza la poesía, que busca perfección en la
forma y prefiere la delicadeza a la vehemencia.
Reflejo del Hotel Rambouillet fue la Academia del Buen Gusto, que se reunía en los
salones de la CONDESA DE LEMOS, y de las varias Academias poéticas o literarias que
se formaron son las más interesantes la de las Letras humanas, de Sevilla, y la madrileña de
la Fonda de San Sebastián.
Notable influencia ejerció en esta última NICOLÁS FERNÁNDEZ DE MORATÍN (1737-
1780), imitador de los clasicistas franceses e italianos, que cultivó el romance tradicional y
es autor de unas famosas quintillas, Fiesta de toros en Madrid. Las silvas, letrillas y
anacreónticas le hacen tan neoclásico como la Oda a Pedro Romero.
En el grupo salmantino se encuentra JUAN MELÉNDEZ VALDÉS (1754-1817), que fue
llevado por su afición a lo francés a seguir la retirada na-
342
1t
poleónica, muriendo en el destierro. Es el más perfecto de los academi-cistas españoles,
abarcando diversidad de formas métricas en su poesía amorosa y bucólica, con una
sensualidad apaciguada por la expresión. Se advierte en él un presentimiento del sentido
romántico en su amor a la soledad y las noches, que dan a su bucolismo un parentesco con
sus favoritos Gessner y Young.
En este grupo, que deseaba continuar el clasicismo de Fray Luis, hay que recordar a FRAY
DIEGO GONZÁLEZ, más prosaico que el anterior en su poesía bucólica; JOSÉ IGLESIAS
DE LA CASA, autor de poesías festivas nada hirientes, y el gijonés GASPAR MELCHOR
DE JOVELLANOS I'1744-1810), que en su poesía es sentimental y de un acusado estilo
pierren.v'm-tico, a pesar de la formal situación dentro de las características del grupo.
A la Tertulia madrileña pertenecen, con AIORATÍN, JOSÉ DE CADALSO, que también
formó parte de la escuela salmantina y que puede servir de exacto ejemplo que muestre la
situación próxima al romanticismo en que t,e encontraban estos poetas clasicistas.
CADALSO canta en versos sin ninguna elevación, al modo de MELÉNDEZ VALDÉS, y
en sus Noches lúgubres (n prosa es el más claro antecedente del romanticismo español.
El segundo de los Moratines, LEANDRO, es inferior a su padre como poeta lírico, y se
destacan sus Sonetos y su Elegía a las musas en ende-
< 1 sílabos.
La fábula está representada por IRIARTE y SAMANIEGO, que responden •il espíritu
docente y el afán moralista de la época tanto como a la imita-
< ¡ón de un autor del otro lado del Pirineo, en este caso Lafontaine. Las / ábulas literarias
de IRIARTE están basadas en comentarios a preceptos He Horacio, Boileau y Muratori.
Las de SAMANIEGO, con el título de Morales, tenían un directo propósito didáctico:
servir para la educación ilr los alumnos del Real Seminario Vascongado.
Kn la escuela sevillana, que tomaba como modelo al divino Herrera, > advierte mucho más
dibujados los elementos prerrománticos. ALBERTO i ISTA (T775-1848), sacerdote como
muchos de los componentes de este grupe, sigue el estilo de Fray Luis en sus poesías
sagradas y tiene ele-ItifTitos románticos en composiciones que ya por el título anuncian el
nuevo movimiento poético: La tempestad, La luna, La ausente, etc., dentro <1r 1111 moldo
totalmente clasicista.
Jmili 1 a él se hallaron MANUEL MARÍA DE ARJONA, JOSÉ REINOSO,
343
■fákmuimmt'
HISTORIA UNIVERSAL DE LA LITERATURA
JOSÉ MARÍA BLANCO (WHITE), que escribió también en inglés, y el abate JOSÉ
MARCHENA.
Finalizando el siglo, hay tres poetas de importancia que no tienen una nueva significación,
sino que continúan aferrados a las formas clásicas • sintiendo en ocasiones destellos ya
románticos. Son NICASIO ALVARE7 CIENFUEGOS (1764-1809); MANUEL JOSÉ
QUINTANA (1772-1857), que da contenido filosófico a formas clásicas en odas correctas y
grandilocuentes, A la invención de la imprenta, A la expedición española para propagar la
vacuna en América, etc., que causaron impresión y fueron muy imita das por autores
hispanoamericanos. JUAN NICASIO GALLEGO (I737-1835), perfecto en la forma, va, sin
embargo, más lejos que los anteriores er> cuanto al acercamiento a la escuela romántica, ya
que llega a constituir precedente en el empleo de la métrica.
2) Autores didácticos.
#* íA*k*W n¿* ífíf a h fe *%..,*«} yt iir ri
Propio de este siglo "razonador e ilustrado" es el predominio de la prosa didáctica.
IGNACIO LUZÁN (1702-1754) vivió y estudió en Italia, trayendo el clasicismo de
Muratori y expresando en Arte poética su ideal estético, que enunció diciendo: "El fin de la
poesía es el mismo de la filosofía moral", de donde se desprende el papel educador que
asigna a todos los aspectos de la misma. En cuanto a la forma, sigue a Boileau en el criterio
acerca de las unidades, como puede verse en el siguiente fra°-mento:
"... uno de los requisitos de la belleza, o en general, o en particulsi de la poesía es la unidad,
o, por mejor decir, la variedad reducida a la unidad: siendo pues necesaria a la poesía la
belleza, para que sea deleitable, y el deleite, para que sea útil; es claro, que si el poeta
quiere hacer bellos sus poemas, para que por consiguiente sean deleitables y útiles, habrá de
darles esta variedad reducida a la unidad, y cuanto st desviare de la unidad en sus versos,
tanto les quitará de belleza, y de perfección, y tanto irá más lejos de conseguir el fin, que
debe propo-ponerse ur buen poeta "
(Capítulo V.)
El padre BENITO JERÓNIMO FEIJÓO (I676-I674) es un magnífico ejemplo del espíritu
crítico del siglo, aplicándose a los conocimientos y creencias de su tiempo: en el Teatro
crítico universal y las Cartas eruditas.
344
TENDENCIAS NEOCLÁSICAS
Su discípulo, el benedictino FR. MARTÍN SARMIENTO, le defendió en la discusión que
suscitaron algunos de sus ensayos, y es autor de unas interesantes Memorias para la historia
de la poesía y poetas españoles.
Tomando como modelo el Journal des Savanis, de París, apareció en Madrid el Diario de
los Literatos, en que colaboraron Iriarte y el satírico ITERVÁS, que popularizó el
seudónimo JORGE PITILLAS.
_i) La novela y los textos satíricos.
Las obras puramente imaginativas no existen en este período Lo más destacado en la novela
es la obra satírica del P Tsr \ conüa los preda a-ilores barrocos de la época: Historia del
famoso predicador Fray Gerundio de Compasas, alias Zotes.
Dentro de la sátira hay que situar también Los eruditos a la violeta \ lis Cartas narruecas,
de CADAT so, y la Derrota de los pedantes, de
I .KANDRO MORATÍN.
En todas estas obras se advierte la influencia de MONTESQUIEU, ROUS-
kKAtJ y, en general de los enciclopedistas. Una réplica al Emilio quiso ser
■-1 íiusebio que escribió el P. MONTENGÓN, que en estilo lleno de lentitud
in-nta los sucesos que en Filadelfia ocurren al español Eusebio, educado
1'"i 1111 cuáquero, hasta demostrar que "no hay bienes ni tesoros en la tie-
I1 1 i|iic por sí solos puedan hacer felices a los hombres sin la virtud". Lo 111111 (so es
que la influencia del libro que se pretendía combatir hizo dar Un carácter racional a esta
virtud, y en el sistema pedagógico que propugna no hace entrar la religión hasta bastante
tarde, lo que le valió una Cumiena de la Inquisición. El libro, reformado posteriormente,
tuvo alguna aceptación en Italia.
/.(/ 11 adición.
I''I iml.ihlc impulso que toma la investigación científica y literaria ha HII» uiw pPQfunda
huella en obras que inician el estado actual de algu-• ititilio.s, y que en varios casos todavía
son objeto de consulta. Tales lim veinticuatro volúmenes de la España Sagrada, del PADRE
FLÓREZ; •fí/yr'/ií'j de la lengua española, de GREGORIO MAYÁNS Y SISCAR; la i
nh'ftión ¡le poetas castellanos anteriores al siglo XV, donde por primera
345
HISTORIA UNIVERSAL DE LA LITERATURA
TENDENCIAS NEOCLÁSICAS
)*¥5kwS:?*WS
vez TOMÁS ANTONIO SÁNCHEZ editó el Poema del Cid; las Investigaciones filosóficas
sobre la belleza ideal, del P. ESTEBAN ARTEAGA; el Catálogo de las lenguas de las
naciones conocidas, de HERVÁS Y PANDURO, y el Diccionario de autoridades, publicado
por la Real Academia Española.
5) Pervivencias del barroco.
El neoclasicismo español no es de gran duración. Ya hemos señalad» cómo en su momento
culminante lleva muchos gérmenes de romanticismo, que más adelante habremos de
indicar. De igual manera, hasta avanzado el siglo, la influencia barroca es notoria y no logra
ser destruida totalmente.
En la poesía, GABRIEL ALVAREZ TOLEDO (1662-1714), seguidor de Ouevedo en los
sonetos filosóficos, y en La burromaquia, es también gongorino en la forma. Sus romances
e^nuituales y religioso•> '"Tuerdan la manera de hacer de Alonso de Ledesma. EUGENIO
GERARDO LOBO (1659-1750) reúne la influencia de Góngora y la temática neoclásica. J.
ANTONIO PORCEL realiza en El Adonis una de las más tardías derivaciones del tema
ovidiano en diálogo pastoril. Se le ha señalado alguna influencia de Garcilaso, pero la de
Góngora es mucho mayor. La obra peca de exceso de hinchazón, y el cultismo se trueca en
pedantería.
La figura más interesante por la visión literaria de su Vida que tenemos escrita por él
mismo, y que coincide con el tono de sus obras, es DIEGO DE TORRES Y VILLARROEL
(1693-1770), admirador de Quevedo, a quien imita y saca a escena en Visiones y visitas de
Don Francisco de Quevedo por la corte, tanto como le evoca y hace aparecer como
confidente en sus poesías. Satírico, ataca al gusto importado de Francia. Y al lado de su
tradicionalismo barroco hay que señalar en él una continuación del realismo y la soltura de
la picaresca, tanto en la obra citada coniO' en sus andanzas de astrólogo, escritor y hombre
de ingenio: Vida, ascendencia, nacimiento, crianza y aventuras del Doctor Don Diego de
Torre? Villarroel.
6) El teatro.
El gusto francés se apodera pronto de los teatros reales de Aranjuez, San Lorenzo y La
Granja, y la política del Conde de Aranda logró que antes de 1770 se representaran Fedra
de RACINE, Casañero y Olimpia, de VOLTAIRE, etc. Los autores españoles se lanzan a la
imitación, y la Lucrecia, de NICOLÁS MORATÍN; el Pelayo, de JOVELLANOS, y el
Sancho García, de CADALSO, son las primeras de varias obras que no lograron la
representación pública, a excepción de la de Cadalso. He aquí el argumento tal como
aparece en una edición contemporánea, según él mismo r
"Doña Ava, condesa vi'ida de Castilla, madre y tutora del conde Don Sancho Gaicía,
príncipe -íe tierna edad, enamorada de Almanzor, rey moro de Córdoba, intenta dar veneno
a su hijo por complacer a su amante; cuya ambición aspiraba a ocupar el trono de Castilla,
más que a reinar en el coiazón de la Condesa. El cielo, \isihle j único juez de los soberanos,
dispone que la Condesa beba el veneno que sus impías manos habían preparado para su
hijo."
A lo que añadía la siguiente aclaración:
"Este asunto ha sido tratado en las tablas de nuestro antiguo teatro., según el gusto que
dominaba en el siglo pasado.
He compuesto este di ama conformándome al estilo de esta era.''
1.a mejor tragedia dentro del sistema clásico, pero con un hondo re-cuerdo del teatro de
Lope y Calderón, es La Raquel, de GARCÍA DE LA HlJiciiTA, sobre el tema tratado ya por
Lope en La judía de Toledo. Esta obra destaca entre las numerosas refundiciones y
adaptaciones que se hicieron del teatro español de la Edad de Oro a la moda francesa.
I .ti comedia llega con El sí de las niñas y La comedia nueva o el café, 4B l.KANDiio F. DE
MORATÍN, a alcanzar su mejor momento nacional den-tío fie] sistema de las -unidades, y
la busca de motivos populares hizo que h iiliru de D. RAMÓN DE LA CRUZ (1731-1794),
que en cerca de cuatro-■ utos saineteé supo recoger gran variedad de escenas y tipos del
Madrid
111 tiempo, se encuentre entre lo más representativo del teatro español ■iulo XVIII.
346
34?
HISTORIA UNIVERSAL DE LA LITERATURA
TENDENCIAS NEOCLÁSICAS
*•
TENDENCIAS NEOCLÁSICAS
f I8TOK IA UNIVERSAL fi
a
/Sri'na alemana orga^
\ Li^RATÜE
J
'as de '*os antiguos gri^os y
ro-
^nos. \segtínlas^
ELIAS SCHELEGE^ ( sentado LQS hermanos e» la 1 au~
rfie, inaugura los ter^V ^ ^abía pr^iacional cOn Hermann. #ada íun" ^mental representan ^
^ ^ historia £TIÁN fÉiix WEISE (1726-1804), q¿e se mantuvieron e^ ^^ de Cn^a hábil
combinación del clasicismo
el anterior teatro d« ,* ^ con Rugieses que había predommado en el país. Ricardo III, ^
^^diantes ^a liheración de Tebas, hacen des~ c¿«der el sentido her^\o /MZÍ<?ía,
j3urgüesa.
GOTTHOLD EFEAn,\la tragedia/I78l^ Catedrátio y teóric0 d« las . Aes, de enorme trast %
,G U72<J¡Aoc0onte 0 Umites entfe la poesia
/o /.íníwra, aíronta q\nd(l en su V en sus Contribución*5 a la Hts' -tofia y aceptación de¡ \^
¿e la esd pibUoUca teatral, que Publica de
^54 al 58. Su vista ^^ y en láteles, y cOmbate al teatr° francés, u,vando a la práctica ^r¡g6 a
Aris^gedias e^cesivamente construidas i\V teofías en ^ la patria. Llevando el drama a1 5í4e
niuerte PV y ^íW*a GaZoííí; ami3as en pro-se acerca más al ^V Safa Samf,m\^t y en Natán
el sabio recoge ls¿ ideas filosóficas y ^^ íSCénico b.ab,'an ocUpado en pol^^ Para ^presar
en yambos ^-^ que l^epdón de una religión ' """"
«1
.{no Filotas, aooteoí; \ cO _ L H teo
vibiente burgués en ^
basada en
amor.
1 . .r su co'
LESSING, que conu . francesa, Se vio desbordado por
Qyenes consideraban t^ ^ inñuení(ína traba para el genio. Las ^0ÍaJ
¿^ el featro deI P°^\ reila comV ^n la obra de KLINCER'/ÍM"M fííí drang, el Fausto
PCV* re^la com0^n Cl f0-> A3 T ^^Z coincí' ,1 Dj
>v LEIÍ
,íl Pintor ICLINGE. El jo^en Goethe'
¿e hierro?
ei) su primera obra te¡^i ¿piovevayUchingen, el de la mano • ^ltíplica caprichosanj^j G^tó
d¿ f sin nlngUna preocupación por las uJ)idades clásicas. Po^A¿ ^ accioi/je a Ttali^ son
IfigewA El Tasso' £imont, en verso, en V^ a su ^ cedido lugar a la pufeza de len~ gtl?je y a
un alto conl(^e ^ acción '
El viejo tema del ^\do slioral. , qUe hemQs tenido ocaSión de refe-H/aos por su gran di^ ^^
Fausto, de cordei en los primei'05 tiempos dí la literatura alematA.^ eü pliegí^ interés en
estos"tienip03 de Pro" tofromanticismo y agjA ^a a seí ,on exaltación del senti^161110 Y &
^■sonalidad. Varios ^S^ de idea?;, tentados por llevar al teatro ° ]a ;/ela la antigua leyeA^
se vieí^jr nadie la altura alca^ada Por el pí)ema filosófico en ÍOK ^ $¡n conseK Goethe-
3^
\a dfamatlca
%
3) La prosa.
a) LOÍ pensadores de la Ilustración.—Alemania posee unas características distintas a los
estudiados países de Europa, y se aparecen menos elimo una serie de reacciones del
clasicismo, frente a lo barroco, y románticos. La Edad de Oro alemana coincide con el
clasicismo y la integran elementos importantes románticos.
En este estado general influye notoriamente la obra de los enciclopedistas franceses, y el
período de la Au¡klárung (de las luces o racionalismo ilustrado), en que sobresale el ya
citado LESSING, que defiende la fe racional contra la dogmática en su Hipótesis sobre los
evangelistas considerados como historiadores y es au'or de un número considerable de
opúsculos y tratados en que aparecen sus profundos Lonocimientos y ^u personal visión,
que le han hecho ser comparado a un Diderot alemán. Quizá la obra que más se recuerda es
el Laocoonie, de gran importancia
i'\\ las concepciones estéticas.
Su amigo el librero NICOLAI, fundador de la Biblioteca rjencral alemana, fue el director
del grupo racionalista, que reducía la religión al •-imple mantenimiento de una rigurosa
moral tal como predicaba Spalding. Frente a ellos, el círculo místico de Múnster, formado
en torno de la princesa católica Galitzin y el predicador zuriqués LAVATES, defienden un
sentido religioso que les lleva a terrenos del misticismo.
En la pedagogía, JUAN BERNARDO BASEDOW (I 723-I 790), influido por c! Emilio de
Rousseau, lleva a la práctica sus teorías en la fundación del Filantropium y la publicación
del Libro elemental. Continúa su obra con más valor pedagógico el suizo PESTALOZZI
(1746-1827), que da forma no-volada a sus ideas en el libro traducido al castellano bajo el
título Cómo
(¡rrtrudis enseña a sus hijos.
No podemos extendernos en su estudio; pero sí es preciso señalar que de 1724 a 1804 A?ive
MANUEL KANT, cuyas obras filosóficas tienen una importancia decisiva en la evolución
del pensamiento, aunque desde el punto de vista literario no hayan representado un hecho
tan importante.
b) La novela.—Más tardíamente que en Francia e Inglaterra y, naturalmente, bajo su
influencia se produce una copiosa obra novelesca, que, ávidamente acogida, desaparece, sin
dejar rastro hondo, por ser en muchos casos adaptaciones, traducciones o imitaciones de
obras famosas. El género epistolar al modo de Richardson y Rousseau abunda, y deja su
359
m*M w*w
HISTORIA UNIVERSAL DE LA LITERATURA
obra maestra en Las cuitas del joven Werther de Goethe. El extraordinario éxito del libro
redobló las novelas parecidas, de las que sólo merecen el recuerdo Siegwart, de Müller, que
traza su novela en el escenario de un convento, y la parodia de Nicolai, en que pretende
ridiculizar las doctrinas inmorales que encontraba en la novela y que tituló Alegrías y
sufrimientos del joven Werther.
El procedimiento humorístico es muy propio de la narración alemana en este tiempo, que
tiene tanto del sistema de Sterne como de la lejana forma de Gil Blas o el Quijote. Entre
ellas se encuentran el Viaje de Sofía a Mémel, de HERMÉS (1738-1821); Viajes a la
Francia meridional, de THÜMMEL, etc.
JUAN PABLO—seudónimo correspondiente a Federico Richter—(1763-1825*1 es el
primero de estos autores humorísticos que llevan a los libros sus razonamientos filosóficos
y sus visiones personales. El héroe de sus obras es, como tal, un modelo en que el
sentimiento tiene un papel principal. Fue estimadísimo, a pesar de su estilo, que pudiera
llamarse barroco por lo que tiene de fantástico en la exposición, el gusto por las palabras
extrañas, las comparaciones y alusiones, aunque encantador en la descripción de las
pequeñas cosas de la vida diaria de la pequeña ciudad o el campo.
Ese predominio de los valores sentimentales y un gusto por la evocación de lo medieval y
lo imaginario, a veces llegando a lo terrorífico, le relacionan con los románticos, ante
quienes se mantuvo independiente en algunos terrenos, como demuestra su Introducción a
la estética, donde mantiene un punto de vista clásico.
Sus obras principales son Titán, Héspero, La logia invisible, Le-vana, etc.
Y volvemos de nuevo a Goethe, al señalar que este procedimiento novelístico en que la
formación y pensamiento del héroe sirve para ir trazando los pensamientos del autor sobre
la moral, la educación, la sociedad, etc., encuentra su más lograda expresión en su novela
Años de aprendizaje de Guillermo Meister.
360
TENDENCIAS NEOCLÁSICAS VIL—EL CLASICISMO EN LOS RESTANTES
PAÍSES EUROPEOS.
I .—Holanda.
Holanda pasa de su renacimiento tardío a la imitación francesa, y poco produce de original,
advirtiéndose siempre la influencia de modelos italianos o franceses. A esto hay que unir la
pervivencia del latín como lengua en que se escriben obras científicas o filosóficas, como
las de HUGO VAN GROOT sobre Derecho internacional, o las de BENITO SPINOZA
(1632-1677), -de tanta importancia en la formación de las ideas del siglo XVIII.
La personalidad que logra dcsta-aise es VAN DI H \ OVDEL (1587-1679), que en el cultivo
de la tragedia clasica recoge hechos contemporáneos que viste con la máscara de la
antigüedad Así, en Palamedes o la inocencia asesinada se refiere a la muerte en el cadalso y
la lucha contra Guillermo Orange, mantenida por Oldenbarneveldt. Su conversión al
catolicismo le -*** proporciona un nuevo caudal de temas como los que constituyen la
leyenda de Pedro y Pablo, o su obra más celebrada, Lucifer, especie de misterio, en que se
ha querido ver un parentesco con Milton y que presenta la rebelión de Lucifer y su derrota
en una serie de cuadros, en los que se encuentran momentos de elevado lirismo.
Vondel escribió también poemas líricos y sátiras, y su influjo sobre el silesiano Griphius es
evidente.
En la lírica, a la que ya llegan otras características aportadas de países que no son los
citados, y sin alcanzar un papel trascendental en la poesía europea, está la obra de DIRK
SMITS (1702-1752), autor del poema descriptivo Rottestroom, y los poetas VAN ALPHEN
y BELLAMY.
2.—Dinamarca.
Noruega y Dinamarca, formando una unidad política, encuentran en LUDWIG HOLBERG
{1Ó84-1754) el renovador de su literatura. Muy culto, viajero porros países del Sur de
Europa, introduce el espíritu de la Ilustración y la atención literaria hacia las formas
predominantes en el resto de Europa. Tentó diversos géneros, y a partir de su parodia épica
Peder Paars, en que crea dos tipos que viene a ser el Don Quijote y Sancho Panza daneses,
escribe una serie de comedias que tienen su precedente
361
HISTORIA UNIVERSAL DE LA LITERATURA
TENDENCIAS NEOCLÁSICAS
en Terencio y Plauto, y más cerca en Moliere. El estadista es una caricatura de figuras
políticas. Erasmus Montanus presenta a un campesino intoxicado por la erudición, que
olvida ante su atiborramiento cultural sus problemas vitales. Ulises de haca, parodia de las
comedias de improvisación tan en boga en Alemania.
La novela tuvo en HOLBERG un seguidor del género satírico al modo de Swift, aunque sin
la amargura escéptica del escritor inglés. El Viaje subterráneo de Nils Klim presenta a un
sacristán que, visitando una cueva, cae al interior de la tierra, donde visita una serie de
estados imaginarios, caricatura de los países europeos, y uno de ellos utópico, que ofrece
contraste con los anteriores y que está descrito sin perder la vena satírica utilizada desde el
principio.
La t)oes:a en Holberg es de tendencia moralizadora, y se trasluce en ella su a^íividid
filosófica, eme recuerda a Montaigne y Addison en suk ensayos sobre filosofía popular.
Finalmente, las act'v'dades de Holberg como historiador le colocan cV lleno ei su época, y
su Historia de Dinamarcc y Noruega pasa rápH ' mente sobre los tiempos antiguos para
detenerse en lo contemporáneo, dándole calidad literaria y no deteniéndose en el manejo de
fuentes.
Con Holberg se abre el período de la Ilustración en Noruega y Dinamarca, que coincide en
el primero de estos países con una agudización del sentimiento nacional, que el
romanticismo había de mantener e impulsar. En realidad, el movimiento romántico domina
pronto.
CLAUS FRIMAN, sacerdote, ensalza el bienestar de la vida sencilla en sus Heder
populares.
3.—Suecia.
En Suecia sucede a un barroco renacentismo un cultivo de las formas sencillas sin
desprenderse totalmente del uso de alegorías, alusiones mitológicas y temas pastoriles. El
espíritu francés se encuentra ya en la obra de OLOF DALIN (1708-1763), que publica El
Argos Sueco, periódico inspirado en los de Addison y Steele. Su poema épico, La libertad
sueca, recuerda inmediatamente La H enriada de Voltaire, y es famosa su Saga del caballo
Grolle y sus caballeros, poema satírico que en forma alegórica se refiere a la historia del
pueblo sueco.
Su amistad con la hermana de Federico el Grande, Luisa Ulrica, adnii-
362
nulora de Voltaire y D'Alembert, le llevó a la Secretaría de la Academia I .iteraría, fundada
por ella.
Esta influencia se continúa en la poetisa NORDENFLYCHT (1718-1763), autora de La
tórtola desconsolada; el conde FELIPE CREUTZ (1731-1785), que fue embajador en París,
y en su idilio pastoril Atis y Camila traza pstfimpas del más frágil rococó, con versos que
recuerdan a Racine y tienen un fondo rousseauniano. GUSTAVO GYLLENBORG (1731-
1808) es autor de oclas patéticas, tales como La miseria humana, llenos de escepticismo y
que en ocasiones caen en el prosaísmo. Estos poetas, que generalmente Ituscan en la
naturaleza el motivo de su inspiración, no logran hacer una 'fmesía inspirada del oaisaje,
sino que caen en la fría utilización de fórmulas afrancesadas.
Tras ellos viene la generación llamada gustaviana, por coincidir con = «1 reinado de
Gustavo III. Eoor (Ob. cit.) los define como "una gene^-¡Tfciúu de la Aufklarung, que
posee un elevado refinamiento en medio de una época en que 1a vida, dominada por el
sentimiento, desbordaba a su?1 iliciledor impetuosamente".
Rl más importante poeta de este período es JUAN ENRIQUE KELLGREN
I 1 51-1795), que en el poema La nueva creación y A Cristina se muestra
■ lirado y precursor del romanticismo por su aliento artístico. CARLOS
1 1 vrAvo LEOPOLD (1756-1829), dominador del modo clasicista, permanece
¡i 'errado en sus formas, sin atender los intentos renovadores que se ad-
» i'tian. Su obra más conocida son las Odas eróticas.
Lugar especial merece CARLOS MIGUEL BELLMAN (1740-1795), que es ■ 'Mi vi
dorado a veces como prerromántico, aunque no tiene de común con lu nueva tendencia más
que el alejamiento de los clásicos. Bellman com-Jione sus poesías con arreglo a su
inspiración, y si hay que situarle en ultima parte, sería como una prolongación de la poesía
pregustaviana, dotada de completa personalidad en sus canciones de taberna que Kellgren
i' ''Opiló.
DAUN inicia en el teatro la imitación de la dramática francesa, y su
1 IR /'./ envidioso, no obstante recordar las representaciones populares,
1 "'He Hincho de MOLIERE. Escribió tragedias en alejandrinos. El rey Gus-
1 'vo pretendió que el teatro francés a que era aficionado diese lugar a 1a
"'ftdón de un teatro nacional, intentando idéntico propósito respecto a la
M'cfft. Desde la ópera Thetis y Peleo hasta Gustavo Wasa, de Kellgren,
ii iv utui rápida evolución.
363
1! i
iü&i$*kM*r .mw'A
HlSTOKIA UNIVERSAL DE LA LITERATURA
l£l rey GUSTAVO participaba activamente en las obras, desarrollando sobre el molde de
una obra francesa un asunto nacional y dando después su boceto en prosa a un poeta para
que procediese a su puesta en verso. ADLERBET, con su Ifigenia, tomada de Racine, pero
más próxima a la obra griega que su modelo, y LEOPOLD, con Odín o la emigración de los
dioses, muestran de qué manera este momento de apogeo dramático está totalmente dentro
de la influencia del clasicismo francés.
4.—Polonia.
Las letias polacas, dentio del ámbito renacentista, como hemos indicado, estaban en buena
Situación de recoger las tendencias clasicistas que, aunque con posterioridad a otros países
europeos, llegan con las fórmulas de Boileau y seguidas de ceica por las ideas de la
Ilustración, que persisten hasta que el romanticismo se presenta con un renacimiento de la
literatura polaca.
El teatro es el "archiclásico", como se le ha denominado ya, de KNIAZ-NIN (1750-1807),
que escribe tragedias de corte francés, y las comedias de ZABLOCKI O ALEJANDRO
FREDRO, de corte molieresco. El primero de éstos une a la estructura teatral reglamentada
sus dotes de observación (El sarniatismo, El petimetre, etc.). NIEMCEWICZ (1757-1851)
está ya en la linde del movimiento de independencia nacional, coincidente con el
romanticismo, y su obra El retorno del embajador es de un señalado carácter político.
La poesía en manos de IGNACIO KRASICKI (1735-1801), introductor y maestro del
pensamiento Aujklarung, toma filos satíricos y combate en las Monacliomania las
costumbres claustrales, y escribe la primera novela del país: Mikolaj Dosiviadcynski, que
participa de la robinsonada y el utopismo al describir una isla a donde llegan unos nobles
por causa de un naufragio y descubren que no existen allí guerras, religiones, tiranía de
ninguna clase, etc.
En cambio, el obispo WORONICZ (también Krasicki era obispo) canta las glorias de su
país en Sibila y es autor de una Oda a Dios.
TENDENCIAS NEOCLÁSICAS*
5.—Rusia.
364
Rusia pasa por los siglos que en Occidente corresponden al Renacimiento y su evolución,
sin salir de su producción literaria y popular, escasa de importancia. A partir de Pedro el
Grande y su política de acercamiento a los países europeos comienzan las traducciones, y la
influencia de las corrientes literarias se hace sentir en la imitación de la literatura
versallesca o alemana.
El teatro sale de sus representaciones medievales con traducciones del francés no muy
afortunad'is, entre las que sabemos se encontraban Las preciosas ridiculas y otias de
MOLIERE. De esta aclimatación de la escena francoitaliana se despicndc la figura de
SUMARÓKOV (1718-1777)» quien escribió durante varios años obras para el teatro de
Vólkov, que fue el primero establecido en la capital erigida por el zar Pedro. Sus piezas
están dentro de las reglas francesas, aunque también se nota la huella cíe Shakespeare, y
buscó en la historia nacional los temas de tragedias como Jorev y Demetrio.
La comedia goza de más predicamento durante el reinado de Catalina II, que fue autora de
algunas de tendencia moralizante que no alcanzaron el éxito de FON VICINE (I745-1792),
que en El brigadier y Ne-dorosl ataca sucesivamente al ruso "europeizado" y al atraso
provinciano, habiéndosele señalado la influencia de Holberg.
La poesía académica se inicia con el príncipe KANTÉMIR (1708-1744)» que sigue a
Boileau en sátiras contra todo género de vicios, exaltando el valor personal.
TREDIAKOVSKY, inspirándose en una traducción al ruso de himnos luteranos, intentó dar
a sus versos una sonoridad silábica que no arraigó. LOMONOSOV (1711-1765) es autor de
Odas, género muy cultivado en el momento, de carácter patriótico, en que se advierte la
influencia de Gottsched.
Poca difusión han tenido en la posteridad BOGDANOVICH con la Fábula de Amor y
Psique y JERASKOV con su poesía épica. En cambio, las fábulas de JEMNITZER (I745-
I784) se recuerdan tanto como las de KRY-LOV (1768-1844), que aún se aferra a la
tendencia clásica cuando las nacientes letras rusas derivan hacia otra tendencia.
Podemos considerar a BATIUSHKOV (1788-1855) el último poeta de este período. Su obra
de tono anacreóntico, cantando al vino, el amor y la amistad, aparece en un momento en
que el romanticismo se hace sentir.
395
^ÍMIV t«(
JI I -. 1 () I-CIA UNIVERSAL DE LA LITERATURA
Y es que la atención por las novedades europeas no da tiempo a arraigar la corriente clásica,
y el impulso romántico llega a tiempo para que la literatura rusa adquiera con él un carácter
propio.
VIII.—ENTRADA DEL NUEVO MUNDO EN LA LITERATURA.
A.—La América hispana. i) La poesía renacentista y clásica.
La dura vida colonial de los primeros tiempos no deja mucho lugar a las actividades
literarias, y antes de que pueda señalarse el menor indicio de nacimiento de formas
literarias es forzoso señalar que el trasplante de las correspondientes a la Península van
llegando con el idioma y con visitantes como Gucierre de Cetina, Mateo Alemán y Juan de
la Cueva, que pasaron a Nueva España, y con los relatos de los descubridores, que en
ocasiones, como el poema épico de Ercilla, dan lugar a varias imitaciones. Los religiosos
que se establecen juegan también un importante papel en la transmisión de la producción
literaria, que hasta la época de la independencia no comienza a tomar personalidad. Las
historias literarias de los países americanos suelen comenzar sus lecciones con autores
españoles que vivieron en su país.
Se considera como primer poeta mejicano a FRANCISCO DE TERRAZAS, que comenzó
una obra épica, titulada Nuevo Mundo y Conquista, siguiendo el modelo de Ercilla, aunque
hay quien hace preceder este nombre del escritor BERNARDO DE VALBUENA, autor de
Grandeza mexicana, a pesar de ser nacido en España. No hay lugar a discusiones, dado que
en estos primeros autores el lugar de origen apenas puede tener intereses locales, pues el
hecho es que su obra entra de lleno en la literatura española. Probablemente, la obra de más
empuje son las Elegías de varones ilustres de Indias, de JUAN DE CASTELLANOS
(1522-1607).
Pronto se traslada el barroquismo al nuevo Continente con SOR JUANA INÉS DE LA
CRUZ (1651-1691), cultísima poetisa mejicana que "cultivó con acierto la lírica y la
dramática, pero pagó tributo al mal gusto de su siglo", como dice Ayala Duarte en su bien
documentado Resumen histórico crítico de la literatura mejicana, en que participa de la
académica impresión que no gustaba de las formas barrocas.
366
TENDENCIAS NEOCLÁSICAS
Sor Juana logró ser popular en España y recuerda al autor de Las soledades en el Neptuno
alegórico y el Sueño, y a Calderón c 11 obras dramáticas : Los empeños de una casa.
Ya vencido el siglo XVIII, el venezolano ALONSO DE KSCOBAK. be muestra gongorino,
junto al conceptismo de su contemporáneo Rui FERNÁNDEZ DE FUENMAYOR. En
Perú, que cuenta entre sus primeros autores con el inca GARCILASO DE LA VEGA, que
reclaman las literaturas españolas, dedicáronse las primeras imprentas a gran número de
obras de filología y lingüística sobre los dialectos indígenas, entre la barroca vida colonial
que rigió el PRUNCIPI DI EsQUiLACur, de 1615 al 22, que hi quedado descrita en
numeiosos poemas dedicados a fiestas y conmemoraciones, tan interesantes para la
comprensión del tiempo como la dedicada a la canonización de Santa Rosa, en que se
invirtieron más de 10 millones de pesetas, cubriéndose de plata el pavimento de la calle de
Mercaderes de Lima (AYAL<V DUARTE, Ob. cit.). Esto ayuda a comprender que el
barroquismo literario, tan aplaudido en JUAN DEL VALLE Y CAVIEDES, llegase con
DON PEDRO DE PERALTA a rebuscamientos, tales como el que supone el empleo de la a
como única vocal en el elogio que dedicó al virrey Armendáriz.
En Chile, la huella de Ercilla es seguida por PEDRO DE OÑA, "primero en tiempo de
todos los poetas de Chile" que continúa la obra a partir del canto XIII de Ercilla, y en donde
se puede observar el mismo fenómeno que existe en los poetas norteamericanos de los
primeros tiempos, y es la aplicación de fórmulas en la descripción del paisaje y los
sentimientos poéticos, de manera que los paisajes que Oña describe tienen más de lo que
puede leerse en las obras de los poetas castellanos que de la auténtica naturaleza
suramericana. El cultismo colombiano llega a su culminación en el Poema heroico de San
Ignacio de Loyola, del DOCTOR HERNANDO DOMÍNGUEZ CAMARGO.
No se hace esperar la reacción clasicista, que a veces coexiste con el gusto precedente, y
cuya fecha es variable en los distintos países de hoy, s<"gún su desenvolvimiento y relación
con España. En Méjico, los jesuítas DIEGO JOSÉ ABAD (1727-1779) y FRANCISCO
JAVIER ALEGRE (I729-I788) dedican al latín su actividad en el sentido de volver a la
tradición clásica
Rusto literario. Es otro religioso, el franciscano MANUEL DE NAVARRE-TK (1768-
1809), el fundador de la Arcadia mejicana, Academia a semejanza de las europeas , en que
tomó el nombre de Anfriso y de quien se
367
Ii
HISTORIA UNIVERSAL DE LA LITERATURA
recuerda el poema La divina Providencia. Ni éste ni sus seguidores han dejado una obra
sobresaliente en el panorama general.
En la Guatemala pujante del siglo XVIII, la vuelta al clasicismo tiene como resultado el que
un poema descriptivo sea escrito en latín. Es Rus-ticatio mexicana, largo poema de quien
dijo Menéndez Pelayo (Antología de poetas hispanoamericanos) que, de haber estado
escrito en castellano, superaría a todos los poetas mejicanos. Su autor fue el jesuíta
RAFAEL LANDÍVAR (1731-1793)- JUAN DIÉGUEZ (1813-1865) señala su clasicismo
en el canto inspirado por la muerte de Andrés Chenier, titulado El cisne.
Colombia, que tiene una gran tradición literaria, como ya fue señalado por Menéndez
Pelayo (Horacio en España y Antología citada), cuenta entre sus primeros poetas a la
MADRE FRANCISCA JOSEFA DEL CASTILLO (1671-1742), autora de una
Autobiografía y Poesías místicas, que son de un tono menor bastante semejantes en ritmo a
las de los clasicistas peninsulares :
DELIQUIOS DEL DIVINO AMOR
El habla delicada del A.mante que estimo miel y leche destila entre rosas y lirios.
Su meliflua palabra corta como IOCÍO, y con ella florece el corazón marchito.
Tan suave se introduce su delicado silbo, que duda el corazón si es el corazón mismo.
El ambiente neoclásico ha dejado como señal de su paso la traducción de parte de la
Eneida, así como otra de Fedra de Racine, de escasa altura poética, la Academia del buen
gusto, fundada en Bogotá, y los estrenos de El solitario de Eneas y El sacrificio de
Idomeneo, escritas por JOSÉ MARÍA DE SALAZAR (1785-1828).
Seguidor de Quintana en la forma es JOSÉ JOAQUÍN ORTIZ (1814-1892), que en su
poema Los colonos logra dar a la lira un tono personal,
368
TENDENCIAS NEOCLÁSICA
en cierto modo épico, que no recordamos haber visto destacado en otn lugar:
¡ Oíd cómo resuena adentro la montaña con los golpes del hacha! Ya en la loma más
distante prende voraz el fuego, y el humo azul camina lentamente.
Y mirad más acá cual va inclinado bajo el fecundo arado el toro, padre de la grey; el seno
de la tieria, rompiéndose, negrea, y la que antes espada destructora resplandeció ominosa en
la pelea, ora en reja cambiada, entre los grandes surcos centellea
Ya se había iniciado el siglo XIX cuando en Argentina se fundaba) agrupaciones al modo
de las clásicas Academias, en las que ya se encuen tran gérmenes del sentimiento de
independencia. La primera, llamada So ciedad patriótica literaria, que funda el primer
periódico, Telégrafo Mer cantil, Rural, Político, Económico e Historiógrafo del Río de la
Plata, ei l.° de abril de 1801. En su primer número aparece la Oda al Paraná, á MANUEL
JOSÉ DE LABARDÉN, el más importante poeta argentino de est, época.
Augusto Paraná, sagrado lío, primogénito ilustre del Océano, que en el carro de nácar
refulgente tirado de caimanes recamados de verde y oro vas de clima en clima, de región en
región, vertiendo franco suave verdor y pródiga abundancia.
Las invasiones inglesas de 1806 y 1807 dieron lugar a una explosiói |M)(;tica sin
precedentes. García Velloso (Historia de la literatura argén tuto Rueños Aires, s. f.)
reproduce quince títulos y afirma podría aumen tar con otros tantos, que van desde el
Romance heroico de la reconquisto
39
11
; *M !Ji4¿!*1
HISTORIA UNI^
v LA LITERATURA. ERSAL PE IJA LIÍÍ
en verso gloXIX:
cor^0"' ^
recuerda los romances de ciego españoles del si-
• Ea!, escuchadme, señores, que la relación comienza... La muy noble y leal ciudad de
Buenos Aires... (i Qué pena!)
t r PANTALEÓN RIVABOLA (1754-1821), hasta el clasicismo de que fue ^
pLANES (1785-1836) en el Triunfo argentino, lar-
de VICENTE ^^J^casílabos. con fragmentos casi literalmente tomados guísimo poetf^ de la
Eneida-
U í H »^
2) Lfi /TCftf'
{erido al hablar de la literatura española en relación Como he**105 re e , , t iado del
Océano, son abundantísimas las re-con las nuev* Rentos y conquistas. A ellas sigue
una, aun hoy ín-
laciones de ^^ de estudio de los aborígenes, sus lenguas y costum-teresantísim3''
r parte por las organizaciones misionales y reli-
bres, llevad»^ todas laS colonias.
giosas estable pertenecen desde la Crónica de la Nueva España,
A la P^J^^TES DE SALAZAR (I52I-I575), q«e <**ni el grupo de FRANCIS^
afíoles de Méjico, que comienza con el propio Her-
de historiad^eS eí? g Anaies de la Villa Imperial de Potosí, escritos ya nán Cortés. J^l^j ° or
BARTOLOMÉ MARTÍNEZ Y VELA ; el Marañan y en el siglo * MANUEL
RODRÍGUEZ (1633-1701); la Argentina manus-Amazonas, ¿e ' T1TTT nfAZ pE
GUZMÁN; la Historia del reino de Quito, crita, de M*1 DE VELASCO (1727-
1792), etc.
que escribí0 J ., g:ar ias costumbres y conocimientos de los abo-
La preocupacl°^ científica hacia el Nuevo Mundo se manifiesta en los rígenes y 1* .
nativos en las primeras generaciones de la coloniza-
viajeros y f^S. c¡eneral y natural de las Indias, islas y tierra firme
ción. A la / W °n g escl-ibiera FERNÁNDEZ DE OVIEDO, que inicia los es-
del Mar o^ano>. qU ntnplio enfoque, siguen obras como la Historia
ricamstaS con dwy -1 > &
tudios ame' ^ indias, del jesuíta JOSÉ ACOSTA, que escribió en
natural y ♦' sobre los idiomas indígenas: Vocabulario de la len-
Perú, y U>* eS
370
1
TENDENCIAS NEOCLASjCA_s
gua general del Perú, de FRAY DOMINGO DE SANTO TOMÁS, que se refería al
quichua, y las gramáticas y vocabularios aymarás de LUDOVICO Í3E^_ TONIO; los
araucanos de Luis DE VALDIVIA, todo ello dentro del siglo XVII, y el Catecismo,
vocabulario y tesoro de la lengua guaraní, rje ANTONIO RUIZ DE MAYO (I583-1652).
Escasa manifestación tiene la prosa literaria dentro de lo puramente narrativo e imaginario.
Lo que no es escueta relación de hechos se enfoca hacia la pomposa poesía. En el Ramillete
de varias flores poéticas, publicado por el jesuíta de Guayaquil JACINTO DE EVIA
(1629-?) hay algunos trabajos en prosa, entre los que destaca El sueño de Celio,
considerado como el primer intento cíe novela en Ecuador.
En Chile existe la Restauración de la Imperial, "primer ensayo de novela muy poco
interesante, de lenguaje enfático y pedantesco" (AVALA DUARTE, Oh. cit.), debida a FR.
JUAN DE BARRENECHEA.
B.—Brasil colonial.
El origen de la literatura brasileña es análogo al de la América hispana. Son los
conquistadores quienes aportan las formas literarias de la metrópoli, y hasta muy avanzada
su evolución no van a surgir influencias de lo primitivo, filtradas al través de una tradición
popular.
Las letras llegan a Brasil en pleno academicismo y se fundan nume-roMsimas Academias, a
partir de la Academia dos singulares en 1628 hasta la Academia Brasílica dos Renascidos
(1759-1760), que no están exentas al principio de un visible culteranismo.
Una novela alegórica al modo del Predestinado peregrino, de que h.e_ mus hablado al
referirnos a Portugal, es El peregrino de América, escrita por el brasileño ÑUÑO
MARQUÉS PEREIRA (I652-I728), que tiene el jnte_ vH del ambiente, que el autor
conocía muy bien, en la descripción (je¡ (misujo y de las costumbres. /
Este naciente americanismo se advierte también en las Academias \[^ rurias que se fundan
en el siglo XVIII: la Academia Brasílica dos Es~ queridos, que funcionó durante cinco años
a partir de 1720; la do Los tekctos en 1751; la Dos Renascidos, etc. Ha de advertirse que
sus fmes tío eran únicamente literarios, como las Academias italianas, sino que te-Hl»n una
amplia dirección cultural muy importante para el desarrollo co-leitlHl.
' mé/^^Mwi^ wf
HISTORIA ÜHIVBK^^ DE LA LITERATURA
Se con0Cetl ^ obras de algunos de los asistentes a estas Corporaciones, que no ^m^
originalidad. CLAUDIO MANUEL DA COSTA (1729-1780) escribió SQnetos y
cancioncillas que siguen a los poetas portugueses e italianos. Desconocemos sUS obras
dramáticas, que fueron muy representadas.
La épÍCa ^ queda en la imitación a Camoens en el Caramurú, de FRAY JOSÉ fiE ¿^ RiTA
DuRA0 (l722-I784), que sigue la forma clasica, aunque VQV ^ atenóón que presta al
indígena y sus costumbres puede ser un indicio M indianism0 que habia de invadir poco
después la literatura euroPea por d contrario. el Uruguay, de JOSÉ BASILIO DE GAMA
(I74I-I795), está en verso blanco y huye de la afectación de formas en el relato de %
episodio contemporáneo referente a la sublevación de los
ÍndÍ0S d£ las Misiones uruguayas.
Hasta en h ^ dd mas portUguéS de todos los autores brasileños de esta época, AIíT0NIO
GONZAGA (I744-1809), hay un sentido americanista, que es el qUe Va ^ ^^ qu£ k
literatura brasileña se vaya desprendiendo de la que le di, ^ acOgiendo con ilusión el
sentimiento romántico.
C.—América anglosajona.
1) La época
colonial.
!
Los priItleros tiempos de la vida literaria en las colonias inglesas de América del ^oxta
estan totaimente desprovistos de auténtica creación literaria. La vicla d.soersa en las
grandes extensiones de terreno, en lucha con la tierra sin roturar los indios y los problemas
de una industria naciente, sin cOllcentraciones urbanas que sirvieran de centros de la vida
es-pintual, no permitía d nacimiento de Una importante actividad literaria, y lo que se
prQduce se observa enormemente influido por las grandes obras europeas. ^Q ^^ £xtrañar
esta falta de personalidad creadora, ya que, como señala WlLUAM TRENT (Historia de la
literatura en los Estados Unidos. UMúd s {) mientras los colonos "destituían a los
gobernadores, perSeguk; a los indios y plantaban tabaco", en Europa se vivía el esplendor
de Luis XIV y Milton componía su poema épico. "¿Que tiene de extt.año__se pregunta_que
Se volviesen los ojos hacia la Europa de Galileo, ^.^ y Rembrandt?"
372
TE:
;I4DENC:
:IAS
NEOCLÁSICAS
co bles a
¿ de evolucionar y re-
u un afán literario capa caracteristka8 nota-Sin embargo, no faltaba £ de un pau *
)ger en días posteriores ¿V granas europ ^ ^ ^ en rea, oles capaz de influir er. las
ente de* »* ^ ^^ que
a) La poesto.-^ U^^TlZ**' ^ ***** ^^ lidad formaba parte, tiene ^ ¿e ghakespe»
son Jamestown, fundada e^ virgmia. ^ v£rem0S) surte
en los de Miltoo, o la anst ^^ tierras, q^ ^^ virginia, que El afán de dar a conocer ^^ta
en las {ecta_ MayOr valor
abundantemente a la pros* « ^ rima muy de La$ metamorjos^ escribió en 1610 ^^e Joi^ ^^
aunque, naturalmente, corresponde a la traJucaonO^ £11 JameStov, empezada en Inglaterra
y _flf1nr_ o_ Prn]M Boo]i¡ pnmei
j» «1 mér
ípezauci cu J-"&-- ^ cj-eador
no le corresponde el Bien ^ egte ^
La obra más importan ^^ libro editado en la Améoc
«1 rlP
^— , pay Psalm Book, primer
le £Ste T^falca^ó gran difusión, no tiene británica y qff i:waria.
bri^-1110*/ idadiiter»na-nuiu c— r- - silflple curio81 a bar
hoy más mérito que el a
«lomerií
osidad lileí\a;rocoSj en qUe tomaba
■n-iv--* «»"*-- í.ntoS> 1 „
1 cuatro elemem . . "Roma • -por tema los cuatro ^
ANA BRADSTKEET ^^ las edades u-
-por tema los cuatro elen* y Roma • rece m Nueva Ingla-
¿arauías: Asiría, Pers*^ ^ algún va or qU ¿ ^ fdato épic0 sobre
La primera figura poe^ (^"^^ (l63I-l7o5) escribe un
térra es BENJAMÍN rno^ WIGGLESWO, ^ ^.^ puritana. Su
la guerra del rey Felipe- > ^ impregnad ^ ^ wwiáfl¿w, en poema sobre el Día del
J* en las estancias valía poética está mas pa ^^ edicion. ^ ^.^ segundo período coló-
poema &uuic ^ - «te^0 '
valía poética está nu» Pa tefcera edición- segundo período colo-
cuartetas que anadio a" toriadores de la ^^^ se advierte un En el admitido por ^
^ su corflení hechQ ^ importante de
nial, y que coincide con e üterarias. Quiza ^^ ^ importante de despertar de las actividad
^ foIinadóo de I más representativa, el
la vida política del P^ ^ ha de vivir la
todo el siglo, Filadelña, dP ^^^ F^^.,^ ^ obra de NICOLAS primer escritor popular
señalar per patriótica a que
Pero en la poesía «° Se¿noS) y la abun J^ un larg0 ooema NOYES, henchida de <^náa. A
COCKINO^^^ ^^^ compar-da lugar la guerra cofl ^^ Treflt de ^ ^ asefflejan. titulado
War (Guerra), s escritores 4 RALPIÍ, TO-
tir este apelativo a los tf*^ cultivaron P
En la Filadelfia de * 373
'i v rtsí'Wíaüfci
I—INGLATERRA.
EDUARDO YOUNG, en ^ c -turas acerca de ¡a composición original, escrita en 1759,
manifestaba rotundamente su opinión de que la poesía debía arrancar del se^.^ al
dd autor> sin atender tan cuidadosamente a la imitaCión ^^ de k antigüedad.
EL
ROMANTICISMO
Este mismo sentimiento es el que hace volver la vista hacia la litera~ tura popular.
ADDISON, en su Espectador, recoge baladas antiguas, a Pe~ sar de su sentido clasicista, y
es otro contemporáneo suyo el librero de Edimburgo ALLAN RAIÍSAY, quien publica en
antologías viejas obras ute" rarias escocesas, en las que lo popular se une al antiguo sentido
caballeresco, que tan del agrado había de ser de la nueva tendencia literaria-
En 1719 aparece una balada, el poema Hardyknute, de quien decía WALTER SCOTT que
era el primero que había conocido y el último que podría olvidar, y que se presentó como
un hallazgo, siendo en realidad una falsificación de lady ISABEL HALKETT WARDLAW
(1677-1727). Idéntico hecho se produce con mucha más fortuna, y tiene una resonancia
capital al publicarse, los Poemas del bardo Ossián, editados por JAIME MACPHER" SON
(1736-1796), maestro de escuela en la montaña escocesa. Pronto sur~ gió la duda sobre la
autenticidad de los poemas del bardo gaélico, ci"eyen" dose hoy que utilizó algunos
materiales célticos para su mixtificación'
En los Cantos de Ossián hay \a todo un mundo romántico: evocaclon' melancólica del
paisaje, meditaciones sobre las ruinas, el destino hufl™110* expresión de sentimientos
tristes, etc.:
Mi ser sobrevive
a los héroes. Los busco con mis manos allí donde en los tiempos más felices los hallaba: en
la margen ftel riachuelo, donde soplan las auras más sutiles; mas sólo encuentro sus
calladas tumbas, ¡ay!, donde sólo en el olvido existen.
(El incendio de Tura.)
Mi voz es como el eco que se escucha del viento cuando deja el bosque umbrío. Para el
viejo Ossián, pronto esta lucha del alma cesará. Ve ese sombrío vapor que en breve llevará
su sombra; ve la niebla que el traje funerario le prepara en el éter, y adivina que pronto ha
de vestirle cuando, muerto, aparezca otra vez en su colina.
(El combate de Osear y Lermid.)
379»
HISTORIA UNIVERSAL DE LA LITEPATURA
EL ROMANTICISMO
IM>
¡Oh! Ser objeto de mi amor constante, ,
cual arbolillo de lozanas hojas, a tu presencia entonces florecían, y cuando muerto estás, en
tristes hoias, solitaria doquier vientos que abrasan mi juventud marchitan y devoran.
(La guerra de Croma.)
(Versiones en verso castellano de la Biblioteca Universal. Madrid, 1883.)
El obispo TOMÁS PERCY (1729-1811) contribuye a esta tendencia coa ía publicación de
Religues o; ancient english poeiry, al que siguieron bas tantes enamorados de las
antigüedades, entre ellos WALTER SCOTT, <¡IK coleccionaba romanzas escocesas
fronterizas.
El sentido lúgubre tan grato a la nueva poesía parte de los Pensu mientos nocturnos (The
complaint or Nigth-Thoughts), de YOUNG, y alcanza conmovedora sencillez en la Elegía
escrita en un cementerio d¡ aldea, de TOMÁS GRAY (1716-1771), erudito y clásico en sus
gustos, aunque cedía ya a la innovación temática.
La influencia de los escoceses llega a su límite en la poesía de ROBERTO BURNS (1759-
1796), que escribe en el dialecto popular. Muchas de sus canciones nacieron del recuerdo
de una melodía antigua, y quizá por ello se cantan aun hoy en día.
En su obra en lengua inglesa, el intento de darle valores literarios le liace seguir el camino
clasicista de Pope. En ella hay una parte satírica (Epístola al diablo) y poemas narrativos
llenos de vivas pinturas de los •tipos conocidos en su vida pobre y aventurera (Los alegres
mendigos, Tom O'Shanter).
HEY, THE DUSTY MILLER
Hey, the dusty miller and his dusty coat; he will wing a shillinq, or he spend a groat. Dusty
was the coat, dusty was the colour, dusty was the kiss that got frae the miller.
¡MOLINERO BLANCO!
i Molinero blanco del blanco jubón! Un chelín ganaba, gastaba un doblón. El jubón es
blanco, blanca su color, y blanco era el beso con que me besó.
(Trad. de M. Manent en Románticos y Victorianos. Ed. Lauro, 1945.)
380
t) La poesía.
La primera generación poética ya puramente romántica es la de los-|llaniados poetas
lakistas WORDSWORTH, COLERIDGE y SOUTHEY, que vinieron en la región de los
lagos de Cumberland y que tienen una producción bastante distinca, contra su corriente
agrupación.
WILLIAM WORDSWORTH (1770-1850), después de un viaje por Francia, publicó las
Baladas líricas, que rompía rotundamente con el modo clá-Iiico en la forma y en los temas.
En el libro colaboraba SAMUEL TAYLOR COLKRIDGE (1772-1834), que había viajado
por Alemania, con lo que en. estos dos autores se recoge el ambiente de rebeldía que
alentaba en el continente. Hay que unir como características el sentimiento del paisaje V la
expresión de lo personal. El primero publicó posteriormente El preludio, autobiografía
poética, y COLERIDGE algunas odas y meditaciones tjíkas.
l',l tercer lakista, ROBERTO SOUTHEY (1774-1843), es inferior a los HiiLeriores, aunque
muy fecundo. Se inspiró en el romancero español para su epopeya romántica Roderick, o en
baladas alemanas. Con él entra el exotismo como elemento integrador de lo pintoresco.
Lo narrativo en poesía tiene su principal representante de esta época en WALTER SCOTT,
que evoluciona desde la simple erudición en que le encontramos. El lay del último trovador,
La dama del lago, etc., son poe-Hius en que brilla lo caballeresco sin gran proíun lidad.
TOMÁS MOORE (l77>) 1850) representa a Irlanda en esta atención hacia la antigüedad
Itifdieval, y sus Melodías irlandesas, El bardo de Erin, reviven un falso euplendor de salón
y son de un estilo melodioso y lánguido, que se ha fcrl'in,ludo influyente en el francés
Vignyx
Tras ellos surgen los grandes poetas del romanticismo inglés. GEORGE 1 -"UTON, LORD
BYRON (1788-1824), que fue para Europa el prototipo del ' niántico, conserva aun hoy
mucha más popularidad en el Extranjero que en su país, llegando a ser acusado por críticos
actuales de falta de fuma poética creadora. Quizá el origen de esta crítica se halle ya en su \
riiner tomo de poesías, publicado en 1808 con el título Hours of Idleness (Horas de ocio), y
en los que ya podía admitirse una gran personalidad, pero que se recibieron con severidad e
ironía.
Una obra importante es ya el Peregrinaje de Harold, que recoge im-prtiiones áv un largo
viaje por el Mediterráneo hasta Turquía, y en el
381
uÉL
HISTORIA UNIVERSAL DE LA LITERATURA
que realizó la proeza de cruzar a nado el estrecho de los Dardanelos. Otro viaje posterior,
después de su poco afortunado matrimonio, se manifiesta en sus poemas. El corsario, hará,
Don Juan, expresan su lirismo exaltado, que en paralelismo vital le llevó a Grecia,"
strblevada contra los turcos, contrayendo unas fiebres de las que murió.
De mayor aprecio goza en su país PERCY EYSSHE SHELLEY (1792-1822), que fue
expulsado de Oxford por la exposición de un vago e ideal ateísmo. Otros escándalos de tipo
social, como el abandono de su primera esposa, le hicieron marcharse a Italia, donde halló
la muerte en un intento de cruzar a nado el golfo de Spezzia. Sus nueve años de vida
poética, ■desde las primeras poesías, donde ya hay algunas de la altura de la Oda al viento
del Oeste, ha¿Li el sublime Adonais tscrito a la muerte te Keats. Sus poemas largos, están
impregnados C<¿ un lirismo que brilh sobre el filosófico contenido: La reina Mab y Alasío¡
También joven, como siguiendo el ossiánico deseo de perecer en la juventud, murió en
Italia el otro gran poeta contemporáneo de Byron, JUAN KEATS (1795-1821), que buscaba
en Spencer, Shakespeare y Milton el precedente de su voz poética. Endimion, el incompleto
Hiperion y obras menores como la balada La hermosa dama sin piedad, o la oda A una urna
griega, demuestran cómo el más puro sentido de la belleza clásica puede coexistir con el
aliento romántico.
3) La novela.
WALTER SCOTT es el príncipe de la novela romántica y consigue una enorme popularidad
con sus novelas históricas, muy imitadas, que se inician a partir de Wawerley. De ambiente
escocés (Rob-roy, El anticuario), o evocadoras de una brillante época caballeresca
(Ivanhoe), reproducen costumbres y pasajes históricos, no siempre ajustándose a la
veracidad, ni sobresaliendo literariamente, pero ofreciendo un conjunto interesante que le
proporcionó triunfo e hizo que el género pasase rápidamente a los restantes países
europeos, de tal manera que el cultivo de la novela histórica va unido a la difusión del
romanticismo.
Ivanhoe puede tomarse como modelo de este tipo de novela. El ambiente, referido a las
luchas entre sajones y normandos a finales del siglo XII, une la reconstrucción histórica a lo
imaginado en un atractivo conjunto.
■382
EL ROMANTICISMO
En realidad, el arranque de esta clase de novela puede situarse en El castillo de Otranto, de
HORACIO WALPOLE (1745-1831), que inaugura, no sólo la novela de aventuras
históricas, sino también todo un ciclo de novelas terroríficas. El mismo Walpole, en carta
escrita en marzo de 1763, contaba cómo había nacido en él la idea de esta novela:
"Me desperté una madrugada después de un sueño del que recordaba hallarme en un viejo
castdlo (sueño naturalísimo para una cabeza repleta, como la mía, de historias góticas), y
que junto a la balaustrada de una escalera veía una mano de gigante armada. En la noche
tomé la pluma sin saber exactamente lo que iba a escribir o contar."
Esta restauración, de un foti<<> íuluio, con su decorado de '-islillos y . pasadizos y la
presencia de lo sobienatural fantástico medieval, dio lugar, |ior un lado, a la reconstrucción
novelesca histórica que Walter Scott se-fialaha al decir en su crítica a esta novela que no
sólo trata de destacar liorror y la sorpresa, sino, en primer grado, de describir la vida
privada < 11 los siglos feudales.
Por este segundo camino habían de marchar él y sus seguidores de todos los países; pero
tampoco el primero había de quedar intransitado. En 1'lo, toda una serie de novelistas
ingleses, cada vez de inferior calidad, 111 olían una literatura, muy favorablemente
acogida, de lo terrorífico. 1 1 M<\ REEVES (1729-1807), en El viejo Barón inglés, que
llevaba en su 111 miera edición el significativo título de El campeón de la virtud, historia
gótica, exagera los elementos terroríficos hasta lo grotesco y da lugar a ANA RADCLIFE
(1764-1829), la divulgadora del género, con su horripi-litnte Los misterios de Udolfo,
donde se revelaba su exuberante imaginación y un ingenio poético que se manifiesta en las
descripciones, capaz tir Impresionar un público sencillo y poco culto con sus monjes
salvajes, tiranos domésticos, lúgubres subterráneos. La novela de la selva y El italiano son
obras de esta autora que alcanzaron tanta popularidad como la " leriur.
MA'I I IMÍW LEWIS (1775-1818) fue aún más allá con su irreligiosa no-
in Anihiosio el monje, donde aparece un sádico satanismo, y MATURIN,
I Itis héroes empavorecedores Melmoth y Bertram, pone fin a la serie.
Se ha hablado de la influencia que estas novelas pudieron haber teni-
1 ■ doble líyron, Shelley y los románticos franceses. Es evidente el hecho
1 i|Uf l.i novel;i, derivada de éstas, fue inicia el sistema terrorífico-científi-
rtl l'hwkt'iHitcin o el moderno Prometeo, que escribió MARY SHELLEY,
í 383-
, I'
HISTORIA UNIVERSAL DE LA LITERATURA
la segunda mujer del poeta, y cuyo argumento es bien conocido por el cine, que ha
prolongado el escaso interés que merecen estas tramas, que degeneran en relatos
desprovistos del menor interés literario.
II.—FRANCIA.
I) La poesía.
La innovación romántica hubo de afectar, no sólo al modo de elegir y tratar los temas, sino
a la forma del verso y aun al lenguaje. El gusto clásico había excluido numerosos vocablos
que no parecían de buen gusto, v trataban de modclai las sensaciones en las mismas o
parecidas [rases qu< habían servido a los antiguos. Los románticos no se detienen ante
estos obstáculos, y utilizan el procedimiento que creen más adecuado para ln expresión áe
sus sentimientos.
Es característica del romanticismo la^-diversidad de ritmos, observándose la preferencia en
Francia hacia el octgsílabp y el alei'andrino. así como las combinaciones de ambos
sistemas, predominando lo armónico sobre la simetría de los versos. Los primeros
románticos eran aficionados al cambio de metro dentro del mismo verso, aumentando la
musicalidad de la poesía. i
ALFONSO DE LAMARTINE (1790-1869), llamado por Landson un "gran poeta, el más
natural de los poetas, el más poeta, si la poesía es esencialmente el sentimiento", se destaca
por la sinceridad y espontaneidad que pone en sus poesías totalmente llenas de las
emociones de su alma. Su primer libro, Meditaciones, mostraba su lírica melancólica y
delicada, descubriendo los sentimientos del poeta, que se elevan desde cualquier pequeño
motivo: una encina, un río, un lago. La poesía inspirada por este último tema es
umversalmente conocida. En sus siguientes libros, Nuevas meditaciones, Jocclyn, La caída
de un ángel, sigue predominando su lírica visión subjetiva del mundo exterior,
correspondiente a su definición de la poesía.
"Mais pourquoi chantais-tu? Demande á Philoméle pourquoi, durant la nuit, sa douce
voix se méle au doux bruit des ruisseaux sous l'ombrage roulant. Je chantáis, mes amis,
comme l'homme respire, comme l'oisseau gémit, comme le vent soupire, comme l'eau
murmure en coulant. Aimer, prier, chanter: Voilá toute ma vie..." •
384
EL ROMANTICISMO
ALFREDO DE VIGNY (I797-1863) tiene una producción poética escasa en número de
poemas, que por la forma se acercan a los clásicos, y en donde se reflejan, tras temas
narrativos, sus estados emocionales. En este sentido, su poesía es simbolista, arrancando de
una imagen que se desarrolla a lo largo del poema hasta ser una realidad viva, símbolo del
pensamiento original. El pesimismo y el angustioso sentido de soledad que se advierte en
sus libros (Poemas antiguos y modernos, Los destinos, Diario de un poeta) denotan su
calidad de pensador más que de poeta, a pesar de los excelentes poemas que se encuentran
en ellos.
VÍCTOR HUGO (1802-1855) se eleva sobre la poesía elegiaca de Lamartine y la lírica
filosófica de Vigny paia convertirse en el verdadeio jefe del romanticismo francés. Sus
versos, sonoros, están Iknos de colorido, predominando la sensación formal sobre el fondo.
Utili/a muy variados
tros, atendiendo principalmente a la musicalidad de las frases, y los 1 < 1 uas salen
frecuentemente de un lirismo personal para colocar la emo-■ inii y el poder imaginativo
que le caracterizan sobre temas narrativos o ilc tesis.
Orientales es un libro de poemas en que predomina la imaginación y l.i fantasía en torno a
un oriente que no conoce más que por lecturas y iin;i impresión intuitiva que le produjo su
estancia en España. Hojas de otoño contiene su poesía más personal, simbolizando esta
estación al alma Invadida por la tristeza de la existencia. Cantos del crepúsculo, Voces
interiores y Los rayos y las sombras revelan al poeta en su plenitud y ti frecen claramente
su mundo de sentimientos e ideas: el amor a los humildes, su sentido patriótico, junto a un
vago sentido de unión de las naciones, sus ternuras familiares, se unieron al brillante triunfo
de la escuela romántica, en su juventud, para hacer de él una figura de interés univer-HIII,
constituyendo su muerte un acontecimiento mundial.
ALFREDO DE MUSSET (1810-1857), que formó parte del Cenáculo romántico, se apartó
de él, rindiendo tributo a la escuela durante ese período. Los cuentos de España y de Italia
rinden culto al orientalismo, y Halla, que recuerda la amargura bironiana, produjo una
profunda impresión con su típico argumento, donde un joven, después de una noche (le
diversiones desenfrenadas, se suicida.
Posteriormente, su obra, más personal, se dirige hacia conseguir la emoción del lector (Vive
le mélodrame oü Margot a pleuré), desdeñando aparentemente la forma y la expresión
artística para preocuparse de expresar los estados de su alma. Es el único romántico dotado
de intuí-
an
386
HISTORIA UNIVERSAL DE LA LITERATURA
ción psicológica, y sus obras Las noches y Recuerdo siguen la trayectoria de sus sueños y
experiencias espirituales, que culminaron en el intento de realizar con JORGE SAND
(1833-18315) el ideal romántico del amor.
Mejor poeta en las poesías breves, y sin preocuparse demasiado de la perfección formal, ha
logrado por la sinceridad de su acento colocarse entre las figuras primeras de esta época tan
dotada de poetas de importancia.
TEÓFILO GAUTIER (1811-1872) es el ejemplo más valioso del valor de los elementos
pictóricos en la poesía romántica. Pintor en sus comienzos, llena sus poesías de tonos
coloristas y de volumen. Él mismo decía: "Yo soy un hombre para quien existe el mundo
exterior." A Gautier no le interesa la expresión de ideas, sino la descripción íormai perfecta
y rica en detalle, brillantemente expuescos No muy variado en formas métricas, logrr. ser u-
'estro en el empleo de los cuartetos de octosílabos en número variado, se~iin la magnitud
del poema. Esmaltes y camafeos basta para conocer conrjkti"ientc el lugar que le
corresponde dentro de la escuela.
Numerosos poetas brillan al lado de las grandes figuras, y su enumeración sería laiga. Nos
basta con el recuerdo de AUGUSTO SAINTE BEUVE (1804-1869), .me en sus Poesías de
José Deforme da al tono general de la escuela u¡i sentido íntimo y parisino; AUGUSTO
BARBIER (1805-1882), Yambos, sátiras v poemas, potente en la sátira, y GERARDO DE
NERVAL (1808-1855), tradudor del Fausto, y el malogrado MAURICIO DE GUERIN, de
quien sólo se conservan textos fragmentarios.
La poesía romántica, que mantiene aún en toda su pujanza Víctor Hugo, deriva hana otras
modalidades, siguiendo la corriente literaria general. Los últimos poetas que pueden
situarse en la escuela que acaba son TEODORO DE BAKVILLE (1823-1891), que
siguiendo el ^estilo de Gautier llega a un dominio perfecto de la técnica del verso, sin
cuidarse del fondo ni preocuparse de los temas (Cariátides, Estalactitas, etc.), y M. RICHE-
PIM. rico en métrica y vocabulario, une a su sentido romántico un intento de poesía realista
en La canción de los mendigos, Los blasfemos, etc.
Con CARLOS BAUPELAIRE (1821-1867) la poesía se encuentra ya ert plena
transformación. Precursor de grandes movimientos renovadores, "c'est qui ooinpte le pius
dant, l'histoire international de la poesie". (V. TIECKEN, Histc're littéraire de l'Europe et de
l'Amérique. París, 1941.) .Su obra, escasa en cantidad, se reduce a las Flores del Mal, los
Poemas en prosa y trabajos de otro tipo como ensayos, o las traducción
¡386 ' r..
EL ROMANTICISMO
nes de Edgar Poe, que emprende con gran interés y que prologa, dando a conocer un
espíritu hacia el que sentía extraordinaria simpatía. Las distintas escuelas que le han
sucedido le saludan como precursor, y convertido en un clásico de la poesía francesa, sirve
de encabezamiento a las antologías poéticas de nuestro tiempo.
2) El teatro.
a) El drama romántico.—En el teatro es donde el romanticismo francés se presenta con
mayores características de lucha contra el gusto clásico, y la "batalla de Hernani" ha pasado
a la historia literaria como el hecho de donde sale triunfante la escuela.
Los primeros pasos del romanticismo en el teatro hay que ir a buscarlos a la tragedia
Wallenstein, que publica BENJAMÍN CONSTANT en 1809 ; las palabras sobre el tema de
M. STAEL en su Alemania, el Teatro de Clara Gazul, que MERIMÉE edita en 1825, que
consiste en una serie de pequeñas obras dramáticas que atribuye a una comedianta
española, y que sólo tenían como objetivo ser leídas. Dos años después, VÍCTOR HUGO,
en el prefacio a Cronwell, sentaba los extremos de la teoría romántica sobre el teatro,
realizándose en 1829 el estreno del primer drama romántico, Enrique III y su corte, en
prosa, de que era autor ALEJANDRO DUMAS.
El drama romántico se presentaba, en primer lugar, contrario a toda reglamentación y a las
célebres unidades que habían presidido la dramática precedente. El autor es esencialmente
poeta, y mezcla en su concepción escénica todos los géneros que han existido, tanto
dramáticos como pertenecientes a otras formas literarias. La historia, la épica y la lírica
invaden el escenario.
El moro de, Venecia, de VIGNY, precede al estreno de Hernani (25 de febrero de 1830), de
VÍCTOR HUGO, a quien la censura había prohibido el año anterior Marian^Xelorme. El
estreno se convirtió en una pugna entre los partidarios de ambas tendencias, y gracias a
GAUTIER, que con su chaleco encarnado capitaneaba los grupos entusiastas tal como nos
cuenta en su Historia del romanticismo, conocemos los detalles del acontecimiento. Al fin,
triunfó la obra, y durante más de quince años el teatro romántico predominó en la escena
francesa.
El teatro en VÍCTOR HUGO peca de inverosimilitud en los argumentos y demasiada
complicación en la intriga, en la que abundan los trucos me-
<*•
387
HISTORIA UNIVERSAL DE LA LITERATURA
EL ROMANTICISMO
Di
lodramáticos (reconocimiento de personajes, enmascaramientos, venenos y suplicios, etc.),
logrando con su efectismo una poética visión histórica Je los momentos en que sitúa sus
dramas. El lirismo de su estilo es lo que eleva el valor de sus obras (Ruy Blas, Los
Burgraves, El Rey se divierte, etc.), y lleva al diálogo de los personajes los mismos temas
que ha tratado en poesía, siendo en ocasiones Carlos V o Ruy Blas simples voces por donde
habla el propio Hugo.
Tanto en este autor como en ALEJANDRO DUMAS (1803-1870), se observa una gran
influencia de los personajes bironianos, al lado de una reconocida admiración por
Shakespeare, y fue el primero que comprendió el gran campo que para la extracción de
temas representaba la historia de Francia: Cristina y Carlos VII, La torre de Neslé, etc. Hoy
se encuentra al teatro de Dumas excesivamente pintoresco y enfático; pero tenía un gran
sentido teatral que mantienen la atención constante en el desarrollo de la melodramática
intriga.
Alfredo de Vigny, que siguió de cerca a Dumas en la prioridad de representación de una
obra romántica (su Moro de Venecia se estrenó sólo unos meses después que Enrique III),
llega con Chatterton a una pieza teatral en que el cuadro local queda reducido a lo
imprescindible, porque lo que ha interesado al autor es la "acción moral", y el protagonista
es un símbolo o un prototipo más que otra cosa. La intriga casi nq existe, y sobre ella se
mantiene una idea filosófica, que gracias al interés que se da a los personajes logra ser
acogida con éxito por el público. El propio autor decía: "He querido mostrar al hombre
espiritualista asfixiado por una sociedad materialista donde el avaro calculador explota sin
piedad la inteligencia y el trabajo."
ALFREDO DE MUSSET escribió sus obras para publicadas por temor de enfrentarse con
el juicio de los espectadores, siendo puestas en escena posteriormente. Predomina en ellas
un lirismo acusado, y no tiende a la reconstrucción de grandes cuadros históricos, sino que
sitúa en países y momentos, tal como los concibe su imaginación, hechos desprendidos de
su propia vida. Un buen sentido del diálogo le hace dar a cada personaje unas frases de
acuerdo con su personalidad, lo que le separa de la impersonalidad ampulosa y reflexiva
que suele existir en casi todas las piezas de la época. Lorenzaccio, Fantasio, son dos títulos
que bastan para caracterizarle.
La influencia de los románticos en autores que no pertenecían plenamente a esta tendencia
se advierte en las obras de CASIMIRO DELAVIGNE
(1793-1843), partidario de la tradicción, que toma aspectos externos del romanticismo en
sus piezas sin ningún vuelo lírico: Marino Fallero, Luis XI, Los hijos de Eduardo, etc.
FRANCISCO PONSARD (1814-1867) enfrenta en los escenarios de París sus dramas
clásicos frente a la nueva modalidad. Lucrecia recuerda los buenos momentos de la tragedia
francesa. Ulises, tragedia con coros, es de una frialdad que había de contrastar
enormemente con la intriga agitada de Dumas.
Posteriormente, LATOUR DE SAINT-YBARS (1809), con Virginia, El viejo de la
montaña, etc., ha intentado sin éxito resucitar el teatro cla-sicista.
b) La coinedia.—No es género que tentase a los escritores románticos, por la necesidad que
tenían de llevar impetuosas pasiones y grandes cuadros históricos al teatro. La figura
principal de la época en la comedia es la de EUGENIO ESCRIBE (1791-1861), que
durante cincuenta años ha proporcionado títulos a la escena. Lo esencial es la construcción
de las obras que dominaba, sin llegar a hacer ni una interesante comedia de costumbres ni
profundizar en la creación de los tipos, llegando a ser el favorito de una clase media tan
superficial como su teatro, que no aspiraba más que a pasar un rato distraída. Una noche en
la Guardia nacional, de su primera época vodevilesca; Una jaita, de entre sus comedias, y
Ber-trand y Ratón, Camaradería, Batalla de damas, de sus comedias finales, bastan para
situar a este autor, que llegó a más de cuatrocientos títulos, entre los que no faltan los textos
de óperas como Los hugonotes y Roberto el diablo, y en los que tuvo varios colaboradores.
Sólo tienen interés literario, desde el punto del desarrollo de la farsa, 1as piezas que se
representaban en el Palais Royal o el Vaudeville, y en que predomina la comicidad
burlesca, excéntrica en tipos y situaciones.
i) La novela^
I -a condición neoclasicista de la cultura francesa que ejercía su influencia sobre toda
Europa hacía más difícil la instauración del nuevo movimiento estético. Sin embargo, en
autores del siglo XVIII, en ROUSSEAU v MIS .seguidores hay ya características de lo que
ha de ser la novela, el di.1111:1 o la poesía en la época siguiente.
Quizá el más digno de ser considerado en cabeza de la nueva tenden-
388
/
38(1
1
HISTORIA UNIVERSAL DE LA LITERATURA
cia es BERNARDINO DE SAINT PIERRE (1737-1814), que después de viajes a países
lejanos comienza a escribir, dando en su Viaje a la isla de Francia y Estudios sobre la
Naturaleza una visión pictórica, detallista y llena de sentimiento de la Naturaleza. Las ideas
filosóficas que contienen estas obras no son más que una débil continuación de las de
Rousseau; pero su riqueza expresiva es mucho mayor.
Su novela Pablo y Virginia le proporcionó un triunfo absoluto. Las descripciones y el papel
que la Naturaleza tenía en la trama novelesca era una novedad en los últimos tiempos de un
academicismo encerrado en divagaciones filosóficas, y el exotismo de los lugares donde la
acción se desarrolla causaban una sensación de pureza a una sociedad refinada en extremo
en sus costumbres.
La novela nos presenta a Pablo y Virginia, criados juntos desde niños, lejos de toda
civilización, amándose ingenuamente, felices y virtuosos. Una parienta rica reclama a
Eloísa, y la lleva con ella. El contacto con la sociedad no le resulta agradable, y, volviendo
a los lugares donde se crió, muere en un naufragio, ante los ojos de Pablo, que no la
sobrevive mucho tiempo.
Por esta síntesis se puede ver que no está en la trama el interés fundamental del relato.
Tampoco en el dibujo de los caracteres, y que es impreciso, haciendo de los protagonistas
tipos un poco irreales, sino de la descripción de paisajes y sentimientos.
/
GERMANA NECKER, mucho más conocida literariamente como Madame de Stael (1766-
1817), que por su espíritu novelesco y su vida de repetidos destierros se pone en contacto
con las tendencias de los países "vecinos, se convierte en la expositora de un romanticismo
inspirado en el predominio del entusiasmo y la inspiración sobre la perfección académica.
El estudio de los autores alemanes se revela en su obra Alemania, que ejerció gran
influencia en los románticos franceses. Sus novelas Delfina y Carina, escritas en forma
epistolar, tienen aún ese amor a Italia, que sustituye de modo confuso el gusto por la
antigüedad. Corina es una poetisa que viaja por Italia con un inglés, a quien ama, y al saber
que contrae matrimonio con otra mujer muere de desesperación.
A FRANCISCO RENE DE CHATEAUBRIAND (I 768-1848) corresponde lograr la
evolución de todos los principios de romanticismo existentes tn los anteriores para crear ya
una obra con características diferenciadas de los tiempos precedentes.-En primer lugar,
como descriptivo de la Natu-
EL ROMANTJCISM
raleza, de selvas exóticas, pueblos salvajes, ruinas y desiertos, tan d gusto romántico, no
encuentra contemporáneo que se le iguale, y toda literatura de este género hasta nuestros
días tiene algo de su manera < hacer. Es el sucesor de Saint Pierre, yendo mucho más allá
que él en captura de elementos sensibles en el paisaje que transmitir a sus lectore Átala es
la novela que le proporcionó aplauso, al tiempo que una vi discusión, que contribuyó a su
celebridad. Al estilo armonioso y el ren vado exotismo del fondo se unía un relato en que el
fondo era cristia después de tanto tiempo de enciclopedismo y teorías revolucionarias:
Un joven indio, Chactas, preso por una tribu enemiga, es libertó por Átala, que le ama y es
cristiana Se refugian en la gruta doi vive el padre Aubry, y Chactas decide convertí'se; peí o
Átala, 1 había hecho voto de castidad, se envenena.
Esta novela, como la siguiente Rene, forman parte de la obra de r yor aliento El genio del
cristianismo, donde defiende a la religión cris na como "la más poética, humana y favorable
a la literatura, las letra las artes" de todas las religiones. Son de gran valor las descripciones
r ticas y pintorescas que abundan en ella, y se advierte el gusto del rorr ticismo hacia lo
gótico, que había de ser una de sus esenciales cara rísticas.
Los Mártires quiere ser una epopeya cristiana, y si falla en cuaní conjunto, posee
magníficas descripciones históricas o paisajísticas. El nerario de París a Jerusalén,
Memorias de Ultratumba y Los Natc larga novela donde vuelve a continuar la acción con
los viejos person (Rene que va a América, donde encuentra a Chactas), completan los tít en
prosa de este importante autor, que encabeza la potente dirección mántica.
El romanticismo—el romantisme francés con palabra que emple en este sentido Madame
Stael—, que va a continuar con nuevo moldi tipos de novela individualista, cargada de
lirismo, de costumbres y el Utico, se manifiesta en sus comienzos con una modalidad
esencial: 1E vela histórica, en que se pretende conservar la veracidad del conjunti deando a
la acción de los protagonistas ideada por el autor y se cot un papel muy importante a la
descripción de monumentos, costurr reconstituyendo momentos históricos de modo fácil al
enaltecimien los valores pintorescos.
EL ROMANTICISMO
libertad romántica, evadiéndose de las reglamentaciones. Pentesilea, la leyenda de la reina
de las amazonas enamorada de su vencedor Aquiles, como el no acabado drama Roberto
Guiscardo, reflejan su lucha entre el formalismo y el vigor imaginativo que desborda sus
personajes. Escribió un drama, La batalla de Hennann, rebosante de odio a Napoleón.
Acabó sus días suicidándose en unión de una muchacha a quien buscó para ese
objeto.
FRANZ GRILLPARZER (1791-1872), que comenzó con el drama fatalista La abuela, gran
admirador de Lope de Vega, es uno de los más importantes dramaturgos alemanes: Olas del
mar y del amor, sobre el tema de Hero y Leandro; Safo, sobre el terna de Tasso; La judía de
Toledo, el tema de Alfonso YTII y li judía Raquel, siendo su obra más interesante ¿--
ibussa^sohre un a'unto mitológico checo que ya había tocado CLEMENTE M.
BRENTANO en La fundación de Praga en 1814.
La huella romántica se hace profunda y duradera en el teatro. FEDERICO IIEBBEL (1813-
1863"), que consigue altura trágica en personajes como la Judit de su obra de igual título,
que enfrenta su condición de r""jer con la de heroína. Le tientan los temas donde puede
centrar la acción en una figura con trazos gigantes. Herodes y Mariana, El anillo de Giges y
la trilogía Los Nibelungos nos le caracterizan alentado con el soplo romántico, pero dando
origen a la entrada de la psicología y el realismo en la concepción dramática.
A su lado hay que colocar a OTTO LUDWIG (18 I 3-I 865). a quien Heb-bel calificaba de
imitador, que busca su punto de partida en las obras de Shakesceare y ouiere alcanzar
elevado tono bíblico en Los macabeos.
Dentro de la misma esfera está GRABBE (1801-1836), autor de Bar-barro ja, Aníbal y la
obra en que enfrenta las dos figuras universales Don
Juan y Fausto.
RICARDO WAGNER (1813-1883"), el genial compositor que "resume llevándola a una
perfección última la ideología y las aspiraciones del movimiento romántico" (A.
SALAZAR, El siglo romántico. Madrid, 1936), es también interesante desde el punto de
vista literario. Se suele olvidar, a causa de su música, la importancia y la vocación de lo
dramático en su existencia. Hay que recordar que "los primeros impulsos literarios de
Wagner fueron escribir tragedias, en las que presumía la necesidad ele dotarlas de un
ambiente musical (Ob. cit.), y que en sus días de vida parisina fijó en Opera y drama, La
obra de arte del porvenir^, siisjpensa-nuentos sobre el arte dramático para darse cuenta de
la fusión que el texto
m
HISTORIA UNIVERSAL DE LA LITERATURA
y la música realizan en sus óperas. La tetralogía del Anillo del Nibelungo, el Tristón e
Isolda y la nueva forma del legendario Parsifal son el resultado de su creencia íntima. El
músico solo no es capaz de crear la frase musical; el poeta tampoco se basta para realizar la
función poética. Ambas cosas, apoyándose en la acción teatral, crean el drama musical tal
como el propio Wagner lo aclara en la carta a Federico Villot. (Puede consultarse en la
edición de los Dramas musicales. Ed. de Arte y Letras, Barcelona, 1885.)
3) La novela.
A semejanza de los restantes géneros, la novela propiamente romántica está arraigada en las
obras de juventud de GOETHE y en la potencia creadora de un autor de época precedente:
en este caso, el vario y fecundo JEAN PAUL.
Las direcciones de la novela romántica alemana no podían evitar entre ellas la influencia
del novelismo histórico de Scott. Ya hemos citado el Enrique de Ofterdingen, de
NOVALIS, y hay que añadir las novelas de WILLIBALDO ALEXIS. GUILLERMO
ENRIQUE HARING (1798-1871), que después de traducir en verso La Virgen del Lago, de
W. SCOTT, publicó obras originales: El Roldan de Berlín, Isemgrin, etc. CARLOS
SPINDLER (El bastardo) y GUILLERMO HAUFF (Lichtenstein) dan su contribución a
este tipo de novela, que en Antes de la tormenta, de TEODORO FONTANE (1819-1898),
alcanza una mayor amplitud recogiendo una visión viva de los días que precedieron a las
guerras napoleónicas. En la Suiza alemana CONRADO MELLER publicó El santo y otras
novelas históricas.
Más acentuado es en Alemania el resultado de su atención por los temas populares y
tradicionales que se incorporan a la edición literaria: TIECK, en sus Cuentos populares de
Pedro Leberecht; CLEMENTE MARÍA DE BRENTANO (1777-1842), en El bravo Gaspar
y la Historia del buen Kasperl y la hermosa Annerl, y los hermanos GUILLERMO y
JACOBO GRIMM, cuyos cuentos, como los de Andersen, han llegado hoy a todos los
niños del mundo. Ellos lo publicaron en, los volúmenes Cuentos de niños y del hogar y
Leyendas alemanas.
Típico de los novelistas alemanes es el cuadro descriptivo de costumbres que en la época
romántica alcanza todos los tonos que van desde un irreal idealismo hasta un desembocar
en el naturalismo. Posiblemente, el
400
EL ROMANTICISMO
creador del género es JEREMÍAS GOTTHELT — Alberto Bitzius — (1797-I°54) c°n Uli el
criado y Uli el labrador, aunque es necesario referirse a JUAN PEDRO HEBEL, que
anteriormente había publicado El amigo de la casa renana y Estuche. Sería necesario citar
muchos escritores de este genero, entre los que nunca faltarían BERTOLDO AUERBACH
y sus Narraciones campesinas de la selva negra, las Novelitas zuriquesas de GOTT-FRED
REIXER, O las Historias de aldea del vienes ARZENGRUBER.
Pero el autor de más alto valor imaginativo es ERNEST TEODOR AMA-DEUS
HOFFMANN (1776-1822), "centelleante y fantástico, verdadero talento de narrador" (M.
KOCH, Oh. cit.). Hoffmann, que fue juez de lo criminal, músico y pintor, poseía una
capacidad de evocación v juego con lo misterioso y lo fantástico, que hacen de sus Citados
obras maestras de la literatura puramente imaginativa. Y las resonancias de los
procedimientos históricos o costumbristas propios de su tiempo aparecen paliadas por su
fuerza creadora.
vil
En Las minas de Falív> nos cuciía cómo un joven marino, sin familia, que permanece
aislado en una fiesta, siente acercarse a un anciano que le habla de las minas de cobre de
Falún. Por la noche sueña con unos paisajes maravillosos, en que el suelo es transparente y
mostraba las raíces de las plantas que brotaban del corazón de muchachas. En el sueño se le
aparece el viejo minero otra vez, y, al despertar, se halla obsesionado por su visión. Varios
días vaga por la ciudad, pensando en aquellas cosas, hasta que uno de ellos le parece
descubrir la figura del anciano. Le sigue, y así emprende el camino de Falún, apa-
reciéndosele la figura cada vez que el camino ofrece alguna dificultad. De este modo llega a
Falún, se enrola de minero y se enamora de Fulda, la hija del capataz. Un día que se
encuentra en^fó profundo de la mina se le aparece de nuevo el viejo, y le dice que tenga
cuidado, pues está despreciando al príncipe de los metales por no pensar más qus en Ulda.
Al contar lo ocurrido, le dicen que se trata del viejo Torbern, que pereció en un desplome
que hubo un día de San Juan, y que se había aparecido alguna vez en lo más hondo de la
mina.
Regresa a la casa, y allí se entera de que Ulda ha sido prometida en matrimonio.
Desesperado, vuelve a la galería, llamando al viejo, y, siguiendo el filón, llega a un
maravilloso lugar igual al que conoció en su sueño. Sus compañeros le recogen inanimado,
y el capataz le explica no ser cierto la promesa de matrimonio, sino una ocurrencia suya
para saber si el joven y Ulda se amaban.
Llega el día de la boda. El joven se va corriendo a coger un granate que le fue mostrado por
la reina de la mina en su sueño, y cuan*
401'
HISTORIA UNIVERSAL DE LA LITERATURA
do todos los invitados no esperan más que la presencia del novio, un
hundimiento le sepulta en el íondo de la mina.
Cincuenta años más tarde, unos mineros encuentran un cuc.^
féchente conservado en un profundo pozo. Al sacóle, una v.c^a a qulen llaman "la anciana
de San Juan", porque en ese da acude todos los años, se lanza a él, le abraza y queda
muerta, y el cuerpo encontrado se convierte repentinamente en ceniza.
En el breve resumen que acabamos de dar se pierde casi por entero el impreciso tono
maravilloso que hay en el cuento. En este senüdc, tusta POE no encontramos otro autor de
su altura. Y a su lado hay que atar lienta de nülnnol, de Exento™ (x788-í857), ^ P^ ^ obra,
v el célebre Pedro SchlemiU, más conoado como El>.ho ubre que perdió su sombra, del
poeta ADALBERTO ,ON CHAMISSO (1,81-1838).
XV.—ITALIA-
I) La poesía.
Las traducciones de Ossián llegan a Italia en i773, Y * advie*e^su influencia en las Noches
romanas, que escribe ALEJANDRO VERRI donde ln un ambiente nocturno entre las ruinas
de la Roma antigua el autor "aloga con figuras del pasado. La llegada a Italia del impulso
— clefd. con los sentimientos de liberalismo político y de conoenoa de su unidad nacional,
que lian de incidir en las obras literarias.
Además, en el impulso que ALEIERI da a su voz y en el lirismo de HUGO FÓSCOLO
(Los sepulcros, etc.), o en su novela ta cartas de Jacobo Ortis, hay ya elementos de un
nuevo sentimiento literario que hace su aparición lograda con ALEJANDRO M«VNZONI.
nn]eAn{co
MANZONI (I785-T873) -vio en su juventud en el París ^T£' donde entró en contacto con
las teorías filosóficas derivadas del enado pedismo y la revolución, y con el entusiasmo por
los tiempos medievales Zl pos/a su amigo el filólogo Claudio Fauriel. Vuelto al
catohosmo, escribe unos Himnos sacros, que están totalmente lejos del sentido renacentista
de la poesía, y poco después escribe El cinco de mayo, oda que se refiere 3 la muerte de
Napoleón, que le coloca en prime, lugar ent« los poetas románticos y es traducida a gran
número de idiomas, siéndolo al alemán por Goethe.
EL ROMANTICISMO
En torno a Manzoni—que además de la poesía cultivó el drama y la novela, como veremos
—se agrupó la escuela romántica, que publicaba en la revista milanesa Conciliatore. JUAN
BERCHET, que orienta su lírica hacia temas patrióticos; SAMUEL BIAVA, que deriva
hacia el misticismo religioso ; JOSÉ NiccoLiNi,f que dio a conocer las obras de Byron y
Scott, y muchos otros que no alcanzan una gran altura poética.
GIÁCOMO LEOPARDI (1798-1837), "uno de los mayores líricos de la literatura italiana
que quizá tan sólo en Petrarca puede tener rival" (PENNA, Ob. cit.), por su gran
conocimiento de la literatura clásica es de una gran perfección formal, tras la que se
muestra un romanticismo delicado, que generalmente expresa su pesimismo. Su obra es
breve en cantidad, y los temas van desde las desventuras de su país a las inquietudes y
amarguras de su propia adolescencia.
Tras estos nombres, la poesía italiana, que coincide con el resurgimiento político, se
continúa en el sentido patriótico y romántico con JUAN PRATI (1815-1854), que en
canciones y sonetos revela influencia de Lamartine y autores nórdicos; ALEARLO
ALEARDI (1812-1878), de desvaído sentimentalismo; EMILIO PRAGA (1839-1875), que
imitó a los autores franceses, y GIÁCOMO ZANELLA, que vuelve a buscar en Manzoni el
modelo para sus poesías.
2) El teatro.
SILVIO PELLICO es autor de tragedias en que no rompe con las fórmulas clásicas, pero
cuyos argumentos están buscados en la Edad Media. No tienen un gran valor dramático,
pero alcanzaron un gran éxito, especialmente Francesca de Rímini, estrenada en 1815.
MANZONI es el verdadero introductor de la tragedia romántica sobre temas de la historia
italiana. El conde de Carmañola se basa en la historia del condotüere del mismo nombre, y
Adelchi se refiere a la derrota de los lombardos por Carlomagno, que aparece como
representante de la fuerza del papado contra los bárbaros. JUAN BAUTISTA NICCOLINI
(1782-1861) continúa este género dramático con Antonio Foscarini, Amoldo de Hrescia, el
antinapoleónico Nabucodonosor y el drama novelesco Beatriz penci.
' '
403
102
HISTORIA UNIVERSAL DE LA LITERATURA
EL ROMANTICISMO
3) La novela.
La novela histórica al modo de Walter Scott cuenta en Italia con una obra capital: Los
novios (I promessi sposi, Storia milanese del secólo XVII, scoperta e rifatta da A.
Manzoni). Se cuenta que el propio Scott, al oír que estaba escrita bajo su inspiración, dijo:
"En tal caso, es mi mejor novela."
Publicada en 1827, dio trece años más tarde una nueva edición mucho más depurada de
lenguaje. El argumento es la historia de dos enamorados, cuyo matrimonio trata de impedir
el señor feudal, enmarcada en un minucioso estudio de Lombardía en la época dominada
por los españoles y agobiada por la peste de 1630. Hoy encontramos un exceso de
prolijidad y fidelidad histórica en menudos detalles que entorpece el desarrollo de la trama;
pero el acertado dibujo de los personajes secundarios y la magnífica descripción de la peste,
entre otras, hacen que Los novios siga teniendo categoría universal.
Otro de los valores de esta obra es el lenguaje, desprovisto de todo rebuscamiento, con una
sencillez que concuerda con el tono del narrador, que sin pretensiones didácticas evidentes
va relatando con un suave humorismo o un acento realista desprovisto de énfasis.
Después de MANZONI se cultiva mucho la novela histórica, que toma dos direcciones que
no son antagónicas. Por un lado, la expresión de un patriotismo y un ansia de libertad, que
si es general en toda la literatura de este momento, en la novela histórica encuentra un
modo de hacerse más ostensible para un gran núcleo de lectores, y, por otro, la
degeneración hacia un popularismo, dados los elementos folletinescos que hay ya en la obra
de Manzoni (raptos, fugas, duelos, etc.).
Podemos citar a TOMMASO GROSSI (I790-1853), autor de Marco Vis-conti;
FRANCISCO DOMENICO GUERRAZI, La batalla de Benevento, El sitio de Florencia,
Isabel Orsini, de exaltado patriotismo; MÁXIMO DE AZA-GLIO, Héctor Fieratnosca y
Niccoló de Lapi; JOSÉ ROVANI, que escribe un ciclo de novelas: Los cien años, etc. Gran
parte de estas obras son de difícil lectura, perdido el anhelo hacia la unidad italiana que
alienta baja sus intrigas.
Idéntico carácter tiene otra obra muy distinta y también plenamente romántica: Mis
prisiones, de SILVIO PELLICO (1789-1854), uno de los redactores del Conciliatore, que
no pudiendo huir al extranjero como los
404
demás, fue encarcelado en Austria, sufriendo ocho años de prisión, cuyo recuerdo le inspira
su libro, en el que no se guarda ningún rencor y la paciente actitud del narrador es la más
violenta condena de sus encar-celadores. Para GUBERNATIS (Ob. cit.), toda esta literatura
vale tanto como una dura y victoriosa batalla ganada al extranjero.
V.—ESPAÑA.
I) La poesía.
Jfct
Las Lecciones de literatura dramática de Schegel fueron traducidas, en parte, por
NICOL'VS BOEL DE FABER, que publicó también la Floresta de rimas antiguas
castellanas, y AGUSTÍN DURAN, en el Romancero y en un Discurso sobre el teatro
antiguo español, proclama las excelencias del teatro español del Siglo de Oro, sobre las
modalidades neoclásicas, siguiendo el mismo punto de vista que la crítica de Schegel. El
Europeo. periódico publicado en Barcelona a partir de 1823, es el introductor de obras
románticas, y las traducciones se suceden desde 1825, en que apa-iecen El talismán e
Ivanhoe, de SCOTT.
A esta importación romántica hay que añadir la formación en suelo nacional de un gusto
coincidente. Ya hemos advertido cómo en muchos autores del neoclasicismo hay elementos
románticos. 'CADALSO, en sus Noches lúgubres, inspiradas por la lectura de Young, es un
perfecto representante de esta llamada poesía de las tumbas; en los poetas salmantinos hay
un sentido de la naturaleza que recuerda a Gessner y Rousseau; la escuela sevillana acentúa
aún esta tendencia, que es mayor en CIENFUEGOS y QUINTANA. En el teatro hay
prerromanticismo en la comedia lacrimosa El delincuente honrado, de JOVELLANOS, y
en El Duque de Viseo, que QUINTANA escribe en molde clásico, inspirado nada menos
que por El ■espectro del castillo, de LEWIS.
Sin embargo, es fundamental para la evolución del romanticismo español el regreso de un
grupo de emigrados políticos entre los que se encuentran los escritores que han de ser las
primeras figuras del movimiento literario: MARTÍNEZ DE LA ROSA, ALCALÁ
GALIANO, ESPRONCEDA, EL DUQUE DE RIVAS, etc., y que han tenido ocasión de
vivir en Francia o Inglaterra en relación con el movimiento romántico. i
FRANCISCO MARTÍNEZ DE LA ROSA (1787-1862) es en sus poesías juv6-
■K»
r
EL ROMANTICISMO
Los párrafos anteriores, de su artículo sobre la literatura española y su porvenir, en que hace
una especie de profesión de fe, nos muestran cómo la influencia del romanticismo francés
que se nota en su obra creadora pudiera ser sustituida más adelante por una obra
típicamente nacional, entroncando con lo tradicional español, recogiendo del siglo XVIII el
predominio razonador y del romanticismo el impulso individual.
En cuanto al lenguaje y estilo, su sencillez y limpieza le hacen no disonar al lado de
escritores de nuestro tiempo. No vacilamos en situar la mayor parte de sus artículos dentro
de lo que posteriormente se ha llamado "ensayo", por la profunda vivencia del pensamiento
del autor en mefTfo" deF costumbrismo o la crítica, que son objeto final del artículo. Larra
es el primer periodista con categoría difícilmente igualada.
b) La novela.- -Se da como la más antigua novela histórica española Los banios de Castilla
o el caballero del cisii", publicada en 1830 y de la que era autor RAVÓN LÓPEZ SOLER.
Cuatro años después aparecía la novela de LARR<\, y Sandio Saldaba o el castellano de
Cucllar, escrita por ESPRONCEDA.
Bastante considerable es el número de novelas basadas en la antigüedad española,
siguiendo el sistema de WALTER SCOTT O de sus imitadores franceses. GIL Y
CARRASCO es el autor de El señor de Benibibre, una de Jas más valiosas de todas;
FRANCISCO NAVARRO VILLOSLADA, Doña Blanca de Navarra y Amaya o los vascos
en el siglo VIII: MARTÍNEZ DE LA ROSA, la documentada Doña Isabel de Solís.
Del cuadro general se destacan De Villaherniosa a la China, de Nico-MiíUES PASTOR
DÍAZ, que traslada al espacio el salto en el tiempo con que los novelistas románticos
buscaban la evasión de su ambiente y lleva al héroe de su obra a una labor misional en
Oriente.
Lo terrorífico no llegó a constituir por sí sólo un tipo de novela, sino simplemente entra
como elemento en la novelística y la poesía narrativa {ejemplos en El estudiante de
Salamanca, Don Juan Tenorio, etc.). Únicamente AGUSTÍN PÉREZ ZARAGOZA, en su
Galería fúnebre de historias trágicas, espectros y sombras ensangrentadas, rinde culto a este
género derivado del prerromanticismo inglés, como hemos tenido ocasión de comprobar.
Durante mucho tiempo se continuó cultivando la novela histórica, pero < .ida vez con
menos elevación artística, y atiende más a la imitación del peor Dumas que al primitivo
modelo escocés. MANUEL FERNÁNDEZ Y GON-Z\I I / (182T-1888), fecundísimo y de
grandes dotes imaginativas, va des-
409
/
HISTORIA UNIVERSAL DE LA LITERATURA
de Men Rodrigues de Sanabria y Los monjíes de las Alpujarras, que aún pudieran tomarse
en consideración, a suministrar pasto a los folletones-por entregas, donde rivaliza con
WENCESLAO AYGUALS DE IZCO (1801-I873). que degenera la obra de Sue en obras
tan populares en su tiempo como María o la hija de un jornalero.
De esta decadencia a que se llega por evolución de los modelos románticos destaca
BÉCQUER con sus Leyendas, como hemos visto ocurre también en la poesía. Llenas de
lirismo, Maese Pérez el organista, El rayo de luna o El caudillo de las manos rojas se
cuentan entre lo más delicado y valioso de la literatura narrativa española.
c) El costumbrismo.—Además de Larra, se dedicaron a los artículos y relatos de
costumbres RAMÓN DE MESONERO ROMANOS (1803-1882), El curioso parlante, que
coleccionó sus artículos en Escenas matritenses y Tipos y caracteres. SERAFÍN
ESTÉBANEZ CALDERÓN (1799-1867), autor de las Escenas andaluzas. De varios
autores era la colección titulada Los españoles pintados por sí mismos, donde se retrataban
los prototipos del torero, la castañera, el fraile, el poeta, etc.
El costumbrismo, por la observación de la realidad que necesita, puede considerarse como
un precedente de la novela realista, que da sus primeros pasos durante el predominio de la
novela histórica. CECILIA BOHL DE FABER (I796-1877), que firmó FERNÁN
CABALLERO en sus Cuadros de costumbres y en novelas como La gaviota, es la primera
firma del naturalismo en la novela.
VI.—PORTUGAL.
Gran paralelismo con España ofrece una síntesis de la introducción del romanticismo en
Portugal. Mientras por un lado, en los escritores como el poeta BOCAGE O el novelista
TEODORO D'ALMEIDA, se va formando un gusto coincidente con el romanticismo, la
emigración política da lugar a que espíritus jóvenes se pongan en relación con el
movimiento que recorría Europa. El vizconde de ALMEIDA GARRETT (1799-1854) es la
figura principal. Emigrado a Inglaterra dos veces, fue después diplomático en Londres y
Bélgica, asimilándose de tal modo la corriente anticlasicista, we, abandonando el estilo de
sus primeras composiciones, da en el poema Cajnoens, que se publicó en 1825, la primera
obra romántica portuguesa.
410
EL ROMÁN I ICIHM'i
Escrito en verso libre, evoca la figura de un Camoens lleno do palim tismo y saudade
(sentimiento que por su vaguedad nostálgica es muy JM I to a los románticos), representado
más por el entusiasmo lírico que |»>> el rigor histórico. La muestra más acusada de su
lirismo se halla en l.i ■ poesías tituladas Hojas caídas.
De igual modo es el fundador del teatro romántico con su Fray Luis de Sousa, drama
histórico al que siguieron el Auto de Gil Vicente, Et armero de Santarem y otros.
1) La poesía.
Una gran abundancia de poetas líricos no se hacen corresponder por una obra muy
destacada. Después de Gariet y de Herculano, cuya poesía tiene una influencia de lo
filosófico que recuerda a Vigny, ejerció una especie de magisterio lírico el poeta ciego
ANTONIO FELICIANO DE CASTILHO (1800-1875), que, a pesar de haber cegado a los
seis años, cursó sus estudios y se dedicó a las letras. Profundamente clásico por su
formación (hizo una gran labor de traducción de clásicos), es romántico en la variedad de la
rima y en temas que a veces interpreta de modo clásico. Dirigió la Revista Universal
Lisbonense, uno de los órganos de la nueva tendencia, y escribió poesías (Amor y
melancolía, La, noche del castillo y los Ciumes del bardo). Su defecto le impide recoger
impresiones directas de la Naturaleza, lo que puede explicar su tendencia a las formas
bellas del clasicismo, aunque en ocasiones se refiere reiteradamente a impresiones-del
oído :
LA VISION
Melancólico y silvestre era todo aquel lugar: de un lado, montes desiertos; de otro, pinares
y mar.
Entré y llegué decidido hasta el fondo del santuario, profanando su quietud con mi paso
temerario.
Por todas partes vi noche, silencio por todas partes. ¡ Ninguna voz; sólo el ruido de mi
pisar vacilante 1
411
HISTORIA UNIVERSAL DE LA LITERATURA
/
Y fueia, el canto del buho, _,/ '
que triste se repetía, y por la bóveda extensa se alejaba y se perdía.
'
Luego, el reloj de la torre la media noche hace oír; despierta el templo a sus ecos , , y
torna luego a dormir.
(Trad. de M. M)
Un grupo importante es el de los llamados poetas medievalistas que se agrupan en Coimbra
alrededor de JP^É DE SERPA, que buscaban sus temas en la Edad Media, imitando los
romances populares conservado? por tradición oral. Obi as típicas son los Solóos del citado
SERPA y el Romancero de IGNACIO PTZARRO. El periódico literario El Trovador da
lugar 'a otra agrupación, que es la seguidora de Garret y de los modelos extranjeros
BYRON, LAMARTINE y EsPROMcrnA, entre quienes se hallaron JUAN DE LEMOS,
autor de Canciones de la tarde, Augusto Lima, Murmurios, etc.
El Nuevo trovador, que le sucedió, sigue en la línea de Ossián y Lamartine, al que se une la
influencia posterior de Heine. SOARES DE PASSOS, ALEJANDRO BRAGA y SILVA
FERRAZ son los líricos que mantienen hasta final de siglo la voz romántica en las rimas
portuguesas.
2) La novela. *
El sentido de la novela El feliz independiente del mundo y de la fortuna, en que
TEODORO D'ALMEIDA (I722-1804) cuenta las desventuras de un conde que busca la
felicidad cambiando de género de vida, es ya romántico, lo que explica su éxito hasta que
se establecen las de fondo histórico.
GARRET contribuyó con El arco de Santa Ana, que sitúa la acción en el siglo XVIII; pero
es ALEJANDRO HERCULANO (1810-1877) el renovador de la novela, que orienta en dos
direcciones, histórica y de ambiente campesino, a partir de las Leyendas y narraciones, que
han de culminar •en Eurico el presbítero, El monje del Cister y El bobo, por un lado, y El
párroco de aldea, por el otro. La primera de estas obras clásicas en el romanticismo
portugués puede servir como típica del género histórico al lado de las mejores de Inglaterra.
412
EL ROMANTICISS
Los seguidores del género, que a semejanza de los países rescñ dos tuvieron una gran boga,
fueron: OLIVEIRA MARRECA, con Manu de Sousa Sepúlveda, llena de divagaciones
líricas; REBELLO DA SILVA, 1 casa de los fantasmas, La juventud de Don Juan V, que,
partiendo < Herculano y ciñéndose luego al siglo XVIII, da un tono humorista a si relatos;
ANDRADE CORVO, Un año en la corte, y ARNALDO GAMA, que do de un gran
contenido de erudición los argumentos, con lo que el gene pierde en interés y valor
artístico.
A lo largo de las páginas de La ilustre Casa de Ramires, de EC,A I QUEIROZ, se satiriza
este género novelesco, que perduró cada vez con m ñor elevación estilístico.
Un aspecto marítimo emparentado con la obra de Sue y Cooper es de FRANCISCO
MARÍA BORDALLO (1821-1861) en sus Novelas marítimo de temas históricos o
contemporáneos.
3) El teatro.
El romanticismo portugués, resucitando al olvidado Gil Vicente y re taurando el Teatro
Nacional, creando un Conservatorio dramático y co tratando actores franceses, así como
dando a Garret la oportunidad representar sus obras históricas y patrióticas, abre el camino
a gran n mero de autores y posibilita una atención del público.
El contraste de esta atención del Estado con las obras es evidente. ] M ICNDES LEAL, con
sus temas históricos y truculentos, ni el costumbrisn ilc COSTA CASCAES logran dar una
obra de mediana importancia.
4) La historiografía.
J ^a atención por los tiempos pasados, característica del momento, se 1 en I IERCULANO,
que publicó en 1842 Cartas sobre la historia de Portugí donde sienta su gusto por el
medievalismo y el sentido de decadencia q atribuía al Renacimiento. La Historia de
Portugal, su obra fundament conserva la amenidad que le da el proceder del campo de la
novela, pesar de la seria erudición con que trabajaba.
Los estudios históricos se continúan en Luz SORIANO (1802-1891), q HV pierde en
digresiones y semejanzas (Historia del sitio de Porto), R
HISTORIA UNIVERSAL DE LA LITERATURA
BELLO DA SILVA, MENDES LEAL y LATINO COELHO, que ya afronta la historia de
un amplio punto de vista general y político.
VIL—HOLANDA.
La literatura en los Países Bajos no ofrece grandes originalidades en este período. Mientras
que en Bélgica cae de lleno dentro de la literatura francesa como una continuación de sus
grandes corrientes, en Holanda recoge las influencias románticas, desposeyéndolas de la
fuerte exaltación sentimental que l.is (,n ulcn/.i, chocando la nueva modalidad con las
tendencias claskistas in m< nu iilc enraizadas todavía.
Se comidera IUIUKIUH < de este período a VAN ALPHEN (1746-1803)» por el papel
vigoii/adoi <|in iepiementa dentro de la poesía de su país; a BELLAMY (1757-1836), que
ya participa de los temas patrióticos y sentimentales, y al popul.u \\ 11 1 1 \i BiLnrRTiíjK
(1756-1831), que vivió largo tiempo en Alemania como consecuencia de la invasión
francesa, escribiendo poemas en que se reconoce el aliento romántico, no obstante sus
formas académicas. Una vigorosa Oda a Napoleón y su inacabado libro La destrucción del
mundo primitivo son su mejor recuerdo, que nos le muestran acertado poeta descriptivo.
Ya de clara tendencia romántica son TOLLENS (I780-1856), autor de cantos patrióticos y
poemas de temas legendarios u hogareños, destacando entre todos sus escritos Un invierno
en Nueva Zembla, que es clásico para las letras de su país; el judío ISAAC DA COSTA
(I798-1860) es romántico, a pesar y precisamente por el ardor con que se manifiesta contra
el espíritu del siglo, contra el liberalismo y por la tradición.
La escuela llamada de los Aachtigen, o generación de 1885, deriva directamente de Shelley
y Keats, y la forman GUILLERMO KLOOS, VAN EDÉN, GORTER, etc.
En la prosa vemos instalarse la obra de reconstrucción histórica con las novelas de DROST
(18101839), que toma ^ sig-lo IV como fondo de su primer intento, y consigue mejor sus
propósitos en La peste de Katwij, que ofrece un pintoresco y viviente cuadro de la sociedad
holandesa del siglo XVIII. Con él comparte la gloria de ser llamado el Scott holandés VAN
LENNEP (I802-1868), que confía más intervención al azar en el desenvolvimiento de sus
tramas que a las reacciones psicológicas. El hijo adoptivo, Fernando Huyck, etc.
Imitándole, la señora BOSBOOM TOUSSATN
EL ROMANTICISM<
compuso Leicester, trilogía al modo del autor escocés, y posteriorment La Casa Lauernesse,
que ofrece ya el estilo personal en que dio numero sas obras de ficción.
Habría que citar también aquí al flamenco ENRIQUE CONSCIENC (1812-1883), que
escribió numerosas novelas, conjugando en ocasiones le temas de aventuras con los
costumbristas y transportando sus personaje a la vida del continente americano. El león de
Flandes y El tribuno o Cante son sus obras más citadas.
V1ÍT — PAISI S DI-L NORTE DE EUROPA. \ —Dinamarca.
ADÁN TEÓFILO OEHLENCHSLAEGER (I779-1850) es el introductor c romanticismo
en las tierras danesas. ^, se dice que su aceptación de 1 ideas románticas fue el resultado de
una conversación con el filóse Steffens, que iba a Suecia después de una estancia en
Alemania, don he había puesto en relación con los representantes de la escuela.
En su obra Los cuernos de oro se orienta ya hacia los temas popula V tradicionales daneses
que habían de latir en el fondo de los poemas c formaron el ciclo Los dioses del Norte. Su
medievalismo le lleva tamb luda temas cristianos: Axel y Walborg.
En el drama, Aladino y El Correggio se emparentan con las obras f tásticas de Tieck y están
llenos de brillante colorido. Escrita esta últi «MI alemán, no fue muy favorablemente
juzgada por Goethe. Tampoco llamlet hi logrado amortiguar la fama del de Shakespeare y
su lugar <-l panorama universal de las letras. Su discípulo GUILLERMO ATAFFI (1769-
1806) sigue de cerca sus huellas, tomando también como modelo ¡nitores alemanes, que
imita más que su maestro.
El drama romántico tiene un cumplido representante en JOHAN t ju.'KG, que imitó a los
autores españoles y franceses y que ha sido c Ii.irado a Scribe "por su fecundidad, su
talento para construir una intr MI observación superficial y sus grandes éxitos". La colina
de los Au r- un gran drama nacional, hecho muy popular. Menos valor tiene HAI ni ,ns
''Iberio, Juliano el Apóstata, etc.
Hii.i Ifidencia opuesta representa PALUDAN-MÜU ICR (1809-1? RIIIOI de un poema
pesimista, Adán homo, cuyo protagonista traicior
414
HISTORIA UNIVERSAL DE LA LITERATURA
amistad y el amor para conseguir sus ambiciones, y otros en que igual se inspira en la
mitología que en su tiempo: El amor y psiquis, La bailarina.
La novela histórica fue cultivada por INGEMANN (I789-1862), que imita a Scott en Una
serie de obras cuya acción se desenvuelve en la Edad Media danesa: Valdemar, El principe
Otto, etc., sin que tengan un interés especial. No ocurre lo mismo con los cuentos de
CHRISTIAN ANDER-SEN (1805-1875), qUe sobrepasó con ellos el éxito de algunas
poesías como la titulada El soldado, logrando fama universal. Traducidos a todos los
idiomas, tienen Una gran delicadeza y un ambiente de fantasía, sin perder naturalidad y un
realismo propio del mundo infantil. Las frases se leen con agrado, y a veces flota sobre
ellas una tenue ironía. De todos son conocidos cuentos como La verdadera princesa, El
vestido del emperador, que recuerda el cervantino Retablo de las maravillas, El patito feo,
etc. Ha contado sus recuerdos autobiográficos en El cuento de mi vida, y de ellos están
únpregnafios muchos de sus menos conocidos y no de menor valía.
La novela de ambiente campesino es cultivada por STEEN STEENSE.^ BLICHER (i782-
i84gN que reCoge la vida de los jutlandeses en un tono todavía idealizado, sm caer en
e¡ cercano realismo que se anuncia.
SOREN KIERKEGAAD (1813-1855), autor del Diario de un seductor, elabora una
filosofía poética en sus tratados y en El concepto de la angustia, influyendo primero en sus
compatriotas para traspasar después las fronteras.
La bifurcación ¿e ¡a literatura danesa en los autores noruegos, que se consideran
mdeperj(jjentes y coinciden con la independencia política del país, da lugar a qUe otras
actividades orienten la vida cultural nacional.
B.—Noruega.
Noruega, unida a Dinamarca hasta 1814, tarda en alcanzar una independencia literaria y por
eu0 el movimiento romántico nacional es poco más que una transición entre el
romanticismo danés y el pujante realismo escandinavo.
ENRIQUE WE^GELAND (1808-1845) se convierte en el centro de la literatura del país;
"gra esta una ¿poca en que la vida espiritual de Noruega podía definirse sencillamente con
las palabras: en favor o en contra de Enrique Wergeiancj/' (BEYER, Ob. cit.) Su actividad
política y pa-
416
EL ROMANTICISMO
$riótica, tanto como la literaria, le dieron pronto gran popularidad. A su ¡Juventud
pertenecen Stella, mito en que el ideal femenino, "estrella que le refleja en el río como la
amada en el corazón del poeta", existente
I "desde el día de la creación, ha de intervenir en la redención de la Humanidad. La
Creación, el Hombre y el Mesías es la obra siguiente, la más importante de la literatura
noruega, poema dramático que reúne a mo-'"nentos de altura escenas sin valor artístico en
un cuadro romántico un ||anto caótico y pretencioso.
Después de una agitada vida al servicio de su ideal popular recorrien-el país, fundando
bibliotecas o entregando semillas a los campesinos, y con una incesante labor poética, ha
clcj.ulo bellas colecciones de Heder, cuentos fantásticos (La golondrina, cu cutir para las
madres que han perdido sus hijos), reuniendo en volúmenes sus ciclos de poesías: El
hombre, F.l piloto inglés, La judía.
El afán romántico por el folklore tiene en Noruega una buena repre-i litación en los
Cuentos noruegos populares de PEDRO CRISTIAN ABS-loitSEN y JORGE MOE, de
donde procede toda la prosa noruega posterior. (VAE AASEN aún hizo más: la antigua
lengua noruega, que se había conservado en los valles, le proporcionó el landsmal (lengua
de la tierra) que oponer al lenguaje oficial influido por el dominio danés.
Otra variante del romanticismo lo constituye JUAN SEBASTIÁN WEL-IÍAVEN, cuyas
baladas se inspiran en las viejas leyendas y en el amor a !it tierra natal, y los fiords, siendo
para Noruega lo que Schiller para Memania. JORGE MOE, además de los cuentos citados,
es un lírico de la Naturaleza, y su compañero, en el volumen citado, por la descripción de
IIIM campesinos y sus costumbres, se encamina hacia el realismo.
AASEN, con sus Heder inspirados en los sentimientos campestres y en tul propio lenguaje
(La anémona), y ANDREAS MUNCH (1811-1884), que Iti'orría los campos en busca de
temas que cantar, cierran el romanticismo ■aniego, que si no fue de larga duración por
coincidir con un renacimien-|R nacional, está unido a la esencia misma de Noruega. Los
autores que liguen arrancan de este movimiento para dar en la corriente realista.
C.—Suecia.
Suele leerse que "el romanticismo sueco nace bruscamente hacia 1810 |Oli lita escuelas
rivales de fosforistas y góticos". Sin dejar de ser cierta ittt caracterización general, hay que
atender al cambio que desde años
«í
417
mana para que cuide del hogar. La muchacha no quiere, y marcha a bañarse, pereciendo en
el mar. Una liebre parte a dar la noticia.
Wainamoinen está un día pescando, cuando coge un pez que le dice ser la muchacha; pero
se le vuelve a escapar de las manos. Llora sin consuelo, hasta que brota de la tierra la voz
de su madre y le dice vaya a Pohjola a buscar mujer.
El hermano de la muchacha muerta, lleno de odio, forja un arca para matarle; le espía y le
mata el caballo, cayendo el héroe al mar y siendo arrastrado siete días al abismo. Un águila
le saca del agua y le lleva a Pohjola. Los gemidos que lanza son oídos por una mujer, que
monta en su trineo y acude a recogerle.
De este modo continúan sus peregrinaciones y aventuras.
Hasta tal punto es capital esta obra en la historia finlandesa, que el 28 de febrero de cada
año se celebra una fiesta nacional por ser el aniversario de la publicación de los primeros
ejemplares. Toda la literatura, finlandesa moderna deriva de la aparición de esta obra.
La perfección del finés literario corresponde a AUGUSTO E. AHLQUISI (1826-1889), que
eleva la categoría del idioma, mientras que otro contemporáneo suyo, JUAN LUDWIG
RUNEBERG (1804-1877), a quien hemos tratado con las letras suecas de este período,
utiliza el sueco para reflejar su entusiasmo nacional.
De gran parentesco con el Kálevala es un poema estoniano llamado Kalewip'óeg.
IX.—PAÍSES DEL CENTRO Y ESTE. A.—Hungría.
La nación húngara no había conseguido dar cima a su literatura nacional, que motivos
históricos frenan en el siglo XVI y que el impulso de la Reforma luterana hizo germinar de
nuevo. Es en el siglo XIX la llegada de la escuela romántica lo que hace despertar una
potencia literaria que se desprende del clasicismo dominante en ella.
ALEJANDRO KISFALUDY (1772-1844), prisionero en Francia, donde se puso en relación
con la actualidad literaria, publica los Amores de Himfy, colección de poemas que enlaza
una sencilla trama, constituyendo, en conjunto, una novela sentimental. También la novela
histórica penetra en Hungría con sus Cuentos de la antigua Hungría.
420
La unión de las ideas de independencia patria a las puramente literarias, propias del
romanticismo en estos países, produce la obra de ALEJANDRO PETÓFI (1822-1849), que
murió en combate. Además de sus poesías líricas, inspiradas por el sentimiento a que
aludimos, es autor de un poema, Janos Vites, que reúne la aventura maravillosa al idilio
campestre. y de otro poema, El apóstol, muy bironiano. Es uno de los mayores poetas
románticos de Europa. Aprovecha los temas de los cantos populares, pero sólo en lo
argumental, como en Juan el valiente, idilio campesino y cuento maravilloso.
Sería necesario estudiar a MIGUEL VCERCESMARTY (1800-1855), que en sus poemas
en hexámetros crea la lengua y el estilo poéticos de I.i lírica húngara moderna (La fuga de
Zalán y El valle encantado). En sus poesías líricas es de una austeridad sobre la que se
muestra un tierno ln ismo. Csongor y Tunde es una epopeya dialogada donde expresa sus
esperanzas .«n un glorioso porvenir nacional; los novelistas JOSÉ ECETVCES (1813-
1871), que en El cartujo traza la evolución moral de un personaje central con evidente
inclinación hacia la novela psicológica; las numerosas novelas históricas o campestres de
MAURICIO JOKAI ; las baladas populares de 'JANOS ARANY ; la épica de ZSIGMOND
MORICZ (Oro en el barro, La antor-'cha), y los dramas complicados de episodios violentos
a lo Dumas del ■citado VCERCESMARTY, para tener una muestra de cómo todos los
géneros propios de la escuela se nacionaliza en Hungría, adaptándose a sus peculiaridades y
participando ya en gran medida de tonos realistas.
KATONA (I790-I830) da un drama romántico que recuerda a Schiller ai Pank el palatino,
excelente de estudio de sentimientos y por su vigor dramático.
ECETVCES (1813-1873), El cartujo, estudio del perfeccionamiento de un ¡iltna que
recuerda a Musset y Constant.
B.—Polonia.
El reparto de Polonia entre Austria, Alemania y Rusia coincide con •el momento de su
floración romántica, lo que hace que los poetas de este Nperíodo sean emigrados; pero no
solamente no (disminuye su nivel literario, sino que, constituyendo un afán de perpetuar su
sentido nacional, consiguen uno de los mejores momentos de las letras polacas. Van Thie-
gfin señala como causa la necesidad de mirar al pasado en busca de una
421
Si
HISTORIA UNIVERSAL DE LA LITERATURA
era gloriosa. El fortalecimiento por el recuerdo y el estímulo en la esperanza se unen al
aliento romántico literario.
CASIMIRO BRDDZINSKI (1771-1835), admirador de Goethe, Schiller y Herder, escribe
un idilio, Wieslaw, que es casi una imitación del Hermann y Dorotea, sentando en su
Epístola a Dajnis, su ideal poético, lleno de sentimiento y patriotismo, sin los excesos
románticos que llevan a la truculencia o el arqueologismo. Van Thiegem, en la obra citada
anteriormente, ^ indica la coincidencia de ideas y fechas con los escritores milaneses.
ANTONIO MALCZKWSKI (I793-1826) se inclina por la imitación bironia-na, y escribe
un |...un.i donde al amor sucede el dolor: María, historia ucraniana, donde .|in'/;'i por
primera vez el infinito horizonte de la estepa toma vida de pinLigonista.
ADAM MICKÍKVTCCZ (^98-1855), el más destacado ¿e los autores polacos de este
momento, emigrado en diversos países europeos, logró despertar en muchas pcr-.on.is
simpatía hacia Polonia al tiempo que estimulaba la esperanza en una resurrección nacional.
La novela Conrado Hallen-rod, sobre el épico tema de una venganza nacional; las Baladas
y romances, y el poema inspirado en leyendas, Los antepasados o El libro de la
peregrinación polaca, son superados por Pan TaAeusz, poema evocador de la vida de la
nobleza lituana, uno de los libros capitales de las literaturas eslavas.
El recuerdo de las glorias históricas tuvo sus mayores éxitos en Pojala, de
BERNATOWICZ (I786-I836), que revivía la Lituania del siglo XVI, y Recuerdos de la
escanciadora Soplitsa, evocando la nobleza lituana dieciochesca.
Otros emigrados, JULIO SLOWACKI (1809-1849) deJa entrar en su obra los elementos
sobrenaturales y fantásticos. Escribe un poema inspirado en Ariosto y Byron, Beniowski, en
que ataca a Miockiewicz. ZYGMUNT KRA-SINSKI (1812-1859) es autor de dramas
recargados de filosofía y símbolos. La comedia no divina plantea la lucha entre pobres y
ricos con la intervención de la cruz como mediadora. Klabund señala €i coincidente
pensamiento de una frase poética del drama Iridio® con Santa Teresa:
¡No me asusta la mueite, sino la vida! Al ver flotar mundos vacíos ante mis ojos, la tierra
me parece un sepulcro, y muero, porque no muero. (.
422
I
EL ROMANTICISMO
Este fondo casi místico de su pensamiento impregna Ante el alba, donde domina un
mesiánico sentido de fe en el resurgimiento polaco.
La literatura de tipo romántico perdura a lo largo del siglo sin superar a estos autores:
GOSCZZYNSKI (1801-1876), poeta elegiaco y patriótico. ZALEVSKI (1802-1886),
inspirado en las llanuras cosacas en el Canto de Kosinski y Las rusalkas, etc.
KoRZENiowsia (1797-1863), principal representante del drama histórico, que publicó
Ensayos dramáticos liberados del canon clásico, que recuerdan a Shak y Schiller, y
Montañeses de los Cárpatos, que obtuvo gran éxito, FREDRO (f793"í®7^)' cn"
mediógrafo. Imita a Moliere y Galdoni en diecinueve comedias en verso. Hay en ellas
personajes originales v bien observados. El ambiente es de alta sociedad y no on mn\
profunda .
C.—Rusia.
El romanticismo llega a Rusia como consecuencia de la importación de los temas franceses,
y ya KARAMSIN (1765-1826) siente el sentimental entusiasmo por la Naturaleza o la
afición a los temas históricos, que k hacen escribir una Historia del Imperio ruso, aunque
por procedimiento; clásico» imitando a Tito Li\io.
Después de los años de guerra, en que los franceses son alejados d< la frontera rusa, "no
por esto dejaban de dominar sin rival en la litera tura" (BRÜCKNER, Ob. cit.), y cuando
desaparecen es para ceder su cía sicismo a la influencia romántica angloalemana. B. A.
SUKOVSKY (1783 1852) es el traductor de numerosísimas obras de Byron, Schiller, 1,
Odisea y obras indias. Imita a Ossián y es autor de una Epístola al za victorioso y otro
poema, El bardo en el campo de los guerreros rusos en que no llega a tener el empuje y
aliento de sus modelos.
Su papel es simplemente de .precursor, porque el de primer poeta ro fliántico ruso, como el
de primer autor nacional, corresponde a ALEJAN URO PUSCHKIN (1799-1837), cuya
vida de romántica turbulencia, su pre nitltltra muerte en desafío y la atención a gran
variedad de géneros se une A su talento de escritor para situarle entre las grandes figuras
universak Úe este período.
Puscbkin inició su carrera bajo la influencia francesa de Voltairi Puniy, etc., y a la poesía
ligera hace suceder Ruslan y Ludmila, poem eómleo heroico al modo de Ariosto. Un
destierro le lleva al Cáucaso
N ' »4í
Aída en El esplendor múltiple, y un gran cuadro, Todo Flandes, recoge antiguos relatos,
hechos heroicos, visiones infantiles, paisajes, etc.
Simbolista fundador de la escuela, que en su obra traza una evolución hacia el clasicismo,
es JUAN MORÉAS (1856-1910), que desde Syrtes a Las estancias abandona el verso
libre y busca un artificial estilo arcaico
francés.
Los belgas MOCKEL (1866), que renueva la prosodia y la orquestación del verso, y VAN
LERBERGHE (1861-1907), autor de la bella Canción de Eva, forman también parte de este
grupo.
Del simbolismo se desprende un grupo de poetas católicos: FRANCIS TAMMES (I868-
I938), que se tecrea en cantar su mundo provinciano, el culto católico en su sencillez
aldeana, simplificando en lo posible formas, frases y vocabulario: Del tooue de alba al
toque de oración. Geórgicas cristianas, etc. El belga PAUL FORT (1872) se le asemeja en la
inspiración y escribe en prosa muchas de sus estrofas, a pesar de su rima asonantada. lie de
France es su libro más logrado. PAUL CLAUDEL (1868), admirador de Rimbaud,
convertido hoy en cabeza de un grupo de poetas y que a lo largo del siglo ha ido
desenvolviendo su pensamiento católico y la forma de sus versos. El llamado Verset
(versículo) claudelien ha pasado de una manera de hacer original a un instrumento que han
usado, entre otros, Drieu la Rochelle y Montherlant. También CARLOS PEGUY (1873-
1914), que muere en la guerra, recogió en sus Cuadernos de la quincena sus constantes
confidencias. Esta interesante revista reveló figuras como las de Benda o Rolland. No
dominando con facilidad sus medios expresivos, expresa su acentuado misticismo con
repeticiones insistentes como ideas
fijas:
"Tú, Chartres, ciudad única del país francés, catedral única en el mundo; Chartres, diócesis,
ciudad única en el reino de Francia, que estás consagrada a Nuestra Señora; Chartres, que
estás consagrada, dedicada, otorgada a Nuestra Señora; Chartres, que estás consagrada..."
En sus versos se ha notado el abuso de esta tendencia a la letanía. Por ejemplo, La tapicería
de Santa Genoveva llega a la monotonía en la enumeración de las armas de Jesús y las de
Satán.
c) Tendencias posteriores.—La enorme producción poética, la atención a los distintos
momentos o escuelas que les han precedido, la imitación de los grandes modelos, o la
persistencia en el clasicismo, originan lo que ha llegado a llamar Van Tieghem "caos de
tendencias posteriores". La líte-
4B3
Mi
I' I 1 /
HISTORIA UNIVERSAL DE LA LITERATURA
ratura francesa de nuestro tiempo es riquísima y sería imposible tocar todos sus aspectos.
Pero hay un fuerte movimiento que, adoptando diversos nombres y aspectos, cumple un
vigoroso papel de renovar el mundo poético, y no se puede silenciar el que, partiendo del
cubismo, desemboca en el dadaísmo y el surrealismo.
El cubismo literario aparece con GUILLERMO APOLLINAIRE (1880-1918), amigo de los
pintores Picasso, Braque, Derain, etc., y que toma la jefatura de este grupo en que se
reunían pintores y literatos en un impulso de lucha contra las formas que vienen
predominando desde el clasicismo. Su impulso y su punto de partida está mucho más allá
que el de los románticos, y desde las barricadas del cubismo, las obras de Hugo u la pintura
del romanticismo caen tan de Heno dentro del cultivo de la forma como el renacentismo o
los propios grecolatinos.
Para ellos la imitación o la copia no son el objeto del artista. No basta .con expresar las
cosas, sino que hay que crearlas. El ingenio de Apollinaire le hizo explicar:
"Cuando el hombre ha querido imitar la marcha ha creado la rueda que no se parece nada a
una pierna. Así ha hecho surrealismo sin saberlo."
Todavía hoy se discute la potencia poética de Apollinaire. Mientras Lalou (Histoire de la
littérature jrangaise contemporaine. París, 1940) cree que era incapaz de un gran esfuerzo
creador y que cuando pretende alzar el tono revela una terrible indigencia de imaginación
poética, se le ha llamado por otros poetas franceses "el más formidable y completo
temperamento de poeta contemporáneo" (André Salmón) o "el úiaico poeta de Francia
durante doce años" (Blaise Cendrars). Lo evidente es que su papel es de interés en la
historia cultural de nuestro tiempo y que su prematura muerte impide ver los resultados en
que cristalizaría su obra después del torbellino renovador. Su afán innovador desdeña la
puntuación en algunas composiciones, y otras alcanzan formas de dibujos, superando la
atención a la tipografía que había caracterizado a Mallarmé. Alcoholes y Caligramas son
sus libros principales de poesía, a los que hay que añadir El poeta asesinado, El heresiarca,
etc., breves relatos en prosa que participan del mismo espíritu inquieto. En su poesía no hay
que buscar la lógica narrativa; quiere, como los pintores del momento, hacer presentes
todos los aspectos de un objeto a la vez, y para lograr la expresión lírica
2) La novela.
V
a) Verismo y autores idealistas.—La novela del naturalismo, el relato influido por el
determinismo y el positivismo, la prosa, que quiere ser reflejo de una realidad, tiene su
principal representante italiano en JUAN VERGA {184x5-1922) que viene a combatir el
manzonismo, romántico de contenido moral y doctrinero. Después de sus primeras novelas,
en que el verdadero protagonista es una pasión romántica y desgraciada, vuelve su mirada a
Sicilia y publica La vida en el campo, colección de cuentos "veribtas, entre los que se
encuclilla su más conocido, ( tthallcría rusticana. MATILDE SERAO (1856-10,27) lk'\.i iii
realismo haaa l.i icgion napolitana, dotando sus descripciones de pintoresco interés, y trata
tenias psicológicos de la vida burguesa de la ciudad: El vientre de Ñapóles. GR^ZZIA
DELEDDA (1839-1918) sigue esta senda de encontrar el exotismo en el propio país, y
Cerdeña es el escenario. Luis CAPUANA (1839), en argumentos fuertes cercanos al
naturalismo, observa minuciosamente la evolución psicológica de sus personajes a lo largo
de la trama. FEDERICO DE ROBERTO (1866-1927) orienta este verismo hacia la
reconstrucción histó-íica, y ALFREDO ORIANI (1852-1907), que vivió sin relacionarse
con el mundo literario en un rincón de la Romagna, llega con sus novelas Celos,
Holocausto y Abismo a la expresión de un naturalismo cruel por la fría descripción de sus
trágicos temas.
Se ha señalado (CRÉMIEUX, Ob. cit.) que casi todos los veristas proceden del Sur de
Italia, mientras que en el Norte se da una literatura de mayor finura expositiva, psicológica
"ejemplar" que une a convicciones ¡ulrióticas o morales una influencia más próxima de las
corrientes europeas. ANTONIO FOGAZZARO (1842-1911) concilla su catolicismo con las
ten-1 Inicias científicas y filosóficas de su tiempo, y se le puede considerar como 1111
continuador renovado de la obra manzoniana. Pequeño mundo antiguo, MI mejor obra, es
interesante para nosotros, sobre todo, por la sociedad i\\w ha quedado plasmada en sus
páginas y por el gusto hacia el paisaje, i|iic describe con gran belleza.
Una orientación social se inicia en la novela italiana, que puede advertirse ya en la obra de
EDMUNDO DE AMICIS, cuyo Corazón, cargado de patriotismo, afán didáctico y
sensiblería, ha circulado por las escuelas de ntinirrosos países y ha servido en algunos de
reciente independencia para dUponrr de cuentos nacionales, sin más que cambiar el color
de las ban«
471
i:
HISTORIA UNIVERSAL DE LA LITERATURA
aeras. JUAN CENA, SIBILLA ALERAMO y SALVADOR GOTTA son los principales
cultivadores de esta modalidad social.
Ya hemos hablado de D'ANNUNZIO poeta. Como novelista ha sufrido las influencias de
Maupassant, Tolstoi y Dostoyewski, transformándolas al paso por el sensualismo y la
visión impresionista que caracterizan su prosa. Un estetismo, a veces enfermizo, un análisis
de estados de tristeza o situaciones eróticas crueles o amargas, y un lirismo que se hace
barroco o pujante, según las novelas son las características de este autor, que alcanzó en el
Extranjero una extraordinaria difusión. Las vírgenes de las; rocas, El juego, El placer, El
triunfo de la muerte, se cuentan entre las novelas más conocidas.
b) Las letras de nuestro tiempo.—La literatura de guerra no ha producido una obra
sensacional, como ocurrió en otros países europeos. Le falta esa impresión de inevitable y
fatal que sume al protagonista de otro país en un mundo terrible, del que luego nos habla.
El autor italiano lleva a sus relatos sobre la contienda las preocupaciones vitales y aun
literarias que existían en la novelística precedente. Un ejemplo es el libro Examen de
conciencia de un escritor, escrito en los días de neutralidad italiana por RENATO SERRA,
que iba a morir a los cinco días de su llegada al frente. Numerosos diarios y relatos escritos
en primera persona tienen tanta objetividad como la novela de G. A. BORGESE Rubé, en
que se enfrenta el idealismo bélico con el ideal pacifista de un abogado que acaba por morir
casualmente en un acontecimiento de postguerra como un personaje de Anatole France.
Hay que considerar aparte la obra belicista de D'ANNUNZIO al servicio de su
nacionalismo imperialista.
Un gran movimiento humorista va alcanzando amplia difusión en las letras italianas.
Posiblemente, habría que derivarle de la obra de ALFREDO PANZINI (1863), que presenta
personajes inteligentes, cultos, espirituales, en notable desnivel con las situaciones que
produce la vida de nuestro tiempo. Su estilo grato y refinado es utilizado en numerosísimos
cuentos. La perra negra, Xantipa, etc., sirven a su objeto tanto como el libro Je viajes La
linterna de Diógenes.
MÁXIMO BONTEMPELLI es un típico representante del escritor atento a numerosos
problemas de su hora vital. Salido del futurismo, ha desarrollado un humor que hace acudir
a sus personajes a un mundo de fantasía, en el que se suceden las más dispares aventuras,
como un Ariosto moderno. Vida y muerte de Adria y sus hijos es una de sus más personales
472
EL REALISMO Y REACCIONES POSTERIORES
¡creaciones, y como director de la revista poo, ha dirigido la manifestación |de las más
nuevas tendencias literarias.
En ella han colaborado ORIO VERGANI (1898), que en su sensible ex-Itracción de valores
líricos y humanización de cosas y objetos artificiales ¡se ha comparado a las greguerías de
Ramón Gómez de la Serna (B. CRÉ-IMIEUX), y AQUILES CAMPANILE, que desorbita
su humor en un ágil y ¡exhaustivo jugueteo en torno a un sencillo tema, sin descuidar lo
invero-I símil como elemento esencial. Jovencitos, no exageremos y Si la luna me ttrae
fortuna son sus obras traducidas al castellano. Llegan a un tipo de ■humor dislocado
GUARESCHI, MANZONI y MOSCA, que en el fondo no en-cubren otra cosa que un
origen limo
A pesar de oue su fama es mayor como dramaturgo, hay que consignar los relatos de
PIRANDELLO, que le acreditan como cuentista de primera fila.
3) El teatro.
Un bajo nivel literario caracteriza el teatro italiano, dedicado a la imitación de modelos
extranjeros, sin lograr elevación hasta los dramaturgos de nuestras décadas. La dramática al
estilo de Dumas, hijo, y Augier fue seguida por PABLO FERRARI, PIETRO COSSA y
TORELLI, pero sin dar a la tesis social profundidad ni personalidad nacional. El
seguimiento de las fórmulas naturalistas, coincidiendo con el verismo que dominaba en la
literatura da pronto lugar a la obra de JOSÉ GIACOSA (1847-1906), llena de un
escepticismo sarcástico en Tristes amores; Caballería rusticana, del propio VERGA, y los
dramas de ROBERTO BRACCO (I862-1924), de gran influencia ibseniana.
Los llamados grotescos, según palabra y género creados por Luis OTIARELLI (1886),
causan un papel innovador en la escena. Sus protagonistas son muñeoos de farsa y drama al
mismo tiempo, y hay que considerar como humorismo esta modalidad teatral. Máscara y
rostro, de CIIIARELLI, estrenada en 1916, aunque se hubiese escrito algo antes, muestra el
caso de un marido que, al hallar a su mujer culpable de adulterio y careciendo de valor para
matarla, la hace marchar al Extranjero, mientras él se vanagloria del crimen. ANTONELLI
cuenta en La casa de tres pisos un argumento muy parecido al que constituye el fondo del
Crimen de Lord Arturo Savile, de WILDE. BONTEMPELLI crea en Nuestra diosa
4T3
HISTORIA UNIVERSAL DE LA LITERATURA
EL REALISMO Y REACCIONES POSTERIORES
una mujer sin ninguna personalidad, que la adquiere distinta con cada vestido que se pone.
Con estas características cerebrales y alegóricas coincide gran parte del teatro de Luis
PIEANDELLO (1867). Su obra Seis personajes en busca de autor, estrenada en 1927,
conocida en todo el mundo, que aborda el problema de la creación artística, es
representativa. Se ha explicado que Pirandello ha sustituido la acción en que residía toda
acción dramática por el sentimiento de la fatalidad. Este autor italiano ha ejercido
influencia a literaturas extranjeras. Vestir al desnudo, también relacionada con la creación
artística, y Enrique IV cuentan entre sus obras más celebradas.
4) Prosa critica -v filosófica.
La lucha contra el manzonismo partió principalmente de grupos de jóvenes universitarios.
Ya hemos aludido a los milaneses y los toscanos. Los de Ñapóles son quienes ejercen su
acción más que en la esfera de la creación literaria en el de la crítica y el pensamiento. El
idealismo hege-liano se opone al catolicismo de Manzoni. Sin embargo, es el carduccismo
quien va a recoger todo este sentimiento, llenando con su influjo los años que van hasta
1910. Historiador y crítico, su producción, que abarca numerosas épocas y .figuras, y su
escuela predominó en las cátedras italianas.
Vino a sucedería la figura de BENEDETTO CROCE (1866), de gran trascendencia para el
desenvolvimiento de todas las modalidades literarias que hemos esbozado. Filósofo,
historiador, crítico literario, pasa de un marxismo juvenil a Hegel, elaborando su propia
postura tal como queda explanada en Lo vivo y lo muerto de la filosofía de Hegel. Su
Estética, aparecida en 1902, ha favorecido la aparición del futurismo y el fragmen-tarismo
por su busca del lirismo puro y la intuición, únicos grados de categoría artística, que
considera verdaderamente tales, por lo que aun en obras como La divina comedia, junto a
fragmentos realmente poéticos, muestra otros nada artísticos.
Entre sus seguidores contamos a G. A. BORGESE, ADRIANO TILGHER y los
colaboradores de la revista La Voce, que apareció de 1909 al 1915. JOSÉ PREZZOLINI,
SLATAPER, GIOVANNI PAPINI y EMILIO CECCHI, crítico y autor de una importante
historia de la literatura inglesa.
474
III.—ALEMANIA.
I) La poesía.
a) Lírica post-romántica.—También en Alemania se va formando un espíritu de rebeldía
frente a las gastadas formas románticas, que se puede estudiar a partir del trabajo de los
hermanos HART, Pasos de armas críticos, en que abogaban por la necesidad de una nueva
poesía, en 1882. Sólo dos años más tarde, las Semblanzas de poetas modernos, que
publicaba GUILLERMO ARENT, revelan los primeros pasos de la nueva poesía.
Contemporánea del naturalismo y de la filosofía nietzscheana dern a haci'i los temas de la
gran ciudad y el patriotismo. A pesar de no poderse señalar una figura que destaque
excepcionalmente sobre el nutrido número de poetas, se recuerda a DETLEV VON
LILIENCRON (1844-I 909), militar, muy seguido por poetas posteriores, que cantan la
alegría de la \ida militar en una poesía sensual y colorista desprovista de profundidad:
Alegre carga. Cabalgadas de un ayudante de campo. Entra de lleno en el impresionismo
literario.
El ejemplo del parnasianismo francés se nacionaliza con STEFAN <¡I:ORGE (1868-1933),
que conoció a Mallarmé y tradujo sus poesías. Introduce innovaciones en la construcción y
el lenguaje, y a veces su poesía es oscura. De su grupo derivan otras dos interesantes
figuras: la de KMNER MARÍA RILKE (1875-1926), nacido en Praga y que residió algún
Mrmpo en París, de una exquisita sensibilidad, "el poeta más fino entre lodos los
modernos", según le ha calificado "Azorín", y un lirismo intelectual que se vierte en tenue
musicalidad. Los Sonetos a Orfeo y las lilegías de Dvtino señalan la culminación de su
poesía, y la prosa ence-1 rada en los Cuadernos de Malte Laurids Brijge participa de su
intensa emoción lírica, y en uno de sus fragmentos nos da una idea de cómo debe cr la
poesía:
"Para escribir un solo verso hay que haber -visto muchas ciudades, muchos hombres y
cosas; conocer a los animales, sentir cómo vuelan los pájaros y contemplar el gesto de las
flores al abrirse por las mañanas. Hay que retroceder mentalmente por aquellos caminos
que nos traen a parajes desconocidos, a encuentros y ocurrencias que no espe-
475
I
HISTORIA UNIVERSAL DE LA LITERATURA
EL REALISMO Y REACCIONES POSTERIORES
ramos, a dolorosas separaciones que se veían venir de atrás: a los días de la niñez aún
inexplicados...
... Y aun después de haber meditado, y meditado profundamente, en todas estas cosas,
sentimos que no basta...
... Y no basta tener recuerdos. Hay que saberlos olvidar cuando son muchos, y esperar y
tener la paciencia suficiente para que vuelvan. Pues los recuerdos en sí mismos no son
nada. Solamente cuando están tan adentro en nosotros, que nos penetran por completo, que
son sangre, gesto y mirada, cuando no tienen nombre ya y no se pueden separar de nuestra
propia esencia, entonces sí puede ocurrir que en una hora exquisita, en medio de ellos,
brote, por milagro, la primera palabra de un verso."
(Trad. de L. LANDÍNEZ )
HUGO VON HOMANNSTHAL (1874-I929), también en el momento antina-iuralista que
se caracteriza por su lirismo, rinde culto a la belleza en Poesías, y su obra dramática llena
r,n momento del teatro alemán.
RICARDO DEHMEL, a pesar de las influencias de Nietzsche y Emerson, conserva una
ligazón con la tradición romántica alemana. Dos seres humanos es un ciclo de poemas
amorosos de gran riqueza en imágenes.
b) Expresionismo y tendencias siguientes. — Una nueva concepción artística, el
expresionismo, se extiende por la literatura alemana. Coincidente con la inquietudes en el
arte francés de preguerra, llega a alcanzar en las artes plásticas, el teatro y el cine, una
influencia superior a los vanguardismos de la nación vecina. Más que un movimiento se
consideraban tina tendencia general del espíritu de su tiempo, y consistía, según uno de sus
más caracterizados teóricos en "la generalización de la vida basada eu la influencia
puramente espiritual. Se trata de dar a todo acto humano una significación superhumana
hasta el punto de que podría verse en ello una tendencia a la divinización". La antología
expresionista de Kurt Pin -thus (Berlín, 1920) recoge versos de veintitrés poetas, bajo el
título significativo de Crepúsculo de la Humanidad, y su nota sobresaliente es "lu
intensidad y el radicalismo del sentimiento, de la intención, de la exprc sión y de la forma".
Entre ellos se encontraban Luis RUBINER, autor del largo poema Lu luz celeste, de
preocupación universal y en que las cosas viven y se agitan siguiendo el hilo narrativo:
, ,
476
Pero han llegado los tiempos nuevos. ¡Y todavía no habéis visto ía [nueva luz en la ventana
resplandeciente de la tierra! Los hombres sudan. Están ciegos. Los techos tienen miedo, se
enrollan
[y se desploman.
Las ventanas chorrean ensombrecidas. Las casas abotagadas se transforman en una blanda
yesería.
Y vosotros los hombres, vosotros os arrastráis en las ciudades como
[pútridas hierbas de agua.
(En Literaturas europeas de vanguardia, de Guillermo de Torre.)
FRANZ WERFEL (1S90), ele influencia whitmaniana, como casi todos los poetas de este
momento, expresa un sentimiento de fraternidad hacia lodos los seres humanos que
contrasta con el pesimismo de su compañero <le antología ALBERTO EIIRESTEIN,
mientras GUILLERMO KLEMM condensa el sentimiento frente a la guerra tan distinto de
la lírica belicista anterior .1 1914. Bueno es recordar que algunos de estos autores pasaron a
Suiza, evitando su participación en la contienda.
Menos lograda, un intento de épica expresionista carece de interés, 1 1 como el dadaísmo a
que conduce el exagerado culto de la expresión ' « n que se destacaron HUELSENBECK,
BALL y BAADER.
La reacción a esta tendencia ha sido definida como Neue-Sachlickeit I (N e o objetivismo),
y tiene sus representantes en Bahr y Schaumann, que IE orientan hacia el cristianismo y la
tradición, sin excesivo aliento lírico. )t; igual modo se considera un neorrealismo, que se
orienta en las direc-:if)iicb naturalista y espiritualista. La primera, aun dentro de la
influenza ilc Nietzsche, arrancando desde los días del filósofo y seguido parala-luninile a
las nuevas modalidades. El espiritualismo realista encuentra su f|nr|iii íepresentación en la
poetisa GERTRUDIS LE FORT (1876), que hasta ),|, en que voluntariamente enmudece,
publica sus libro's en verso y 1 ■ 'sa henchidos de un sentido católico.
l.a novela.
ti) El modernismo.—En las derivaciones que la novela histórica deí luniiiiit ¡cismo sufre en
su perpetuación posterior hay que ver ya los orí-(mcít de la corriente naturalista en la prosa.
TEODORO FONTANE (1819-iNyS) tinc a los cuadros de historia nacional que constituyen
sus argu-
47r
HISTORIA UNIVERSAL DE LA LITERATURA
EL REALISMO Y REACCIONES POSTERIORES
u<
mentas un agudo sentido de la observación costumbrista. Antes de la tor-menia recoge el
ambiente de la Prusia que precedió a los días napoleónicos. GUSTAVO FREYTAG (1816-
1895) describe la vida burguesa de su tiempo en Debe y Haber, donde los pensamientos del
autor cortan la narración para hacerse presentes, o Los antepasados, gran expresión de la
vida nacional. FEDERICO SPIELHAGEN (1829-1911) da a la novela tonos costumbristas,
morales y didácticos en De las tinieblas a la luz, El diluvio, etc.
HERMANN SUDERMANN (1857-1928), en El camino de los gatos, La dama gris y otras
novelas, revela influencia de las literaturas francesa v nórdica junto a un depurado
costumbrismo que se hace más refinado en Relatos lituanos.
Fue llamado "el Zola alemán" MAX KRETZER (1854) por su naturalismo, aunque también
se le han señalado influencias de Dickens. En Maestro Thnpe refiere la decadencia de una
familia y de un negocio de pequeños artesanos a quienes arruina la competencia con la
naciente gran industria. El tema recuerda A la felicidad de las damas, de Zola, y en obras
posteriores derivó hacia un mayor contenido social para sus argumentos.
Este naturalismo, que se llamaba "modernismo" en Alemania, fue bien acogido y durante
bastante tiempo predominó en la novela. ARNO HOLZ {1863-1929), teórico de la escuela,
autor de El libro del tiempo, quiere acompasar el lenguaje al verismo de los temas, tarea en
la que le acompaña SCHLAF en Papá Hatnlet, que llega a un realismo que se ha llegado a
calificar de fotográfico. CONRADI (1862-1890) tiene destellos de elevado lirismo en su
prosa, que revela al individualista cercano al anarquismo • Cantos de un pecador, Frases y
Adán hombre, que fue condenada por los Tribunales. Probablemente, la obra más lograda
del naturalismo alemán es la de MAX HALBE, cantor de la Prusia oriental, autor de Tierra
materna, El río y La señora Mcseck, novela breve, fantástica en el fondo.
El cuento, que es propio también de este momento, tiene excelentes creadores en
FONTANE, que ya a los setenta años escribe algunos de excelente trama psicológica: La
adúltera, Cecilia, etc.; PABLO HEYSE (1830 I9I4)» y otros autores de menor importancia.
Todavía se escriben novelas históricas. Tales las de RICARDA HUCH (1864), sobre la
guerra de los Treinta Años, La gran guerra en Alemania, y LULÚ VON STRAUSS El
juicio final, en que se refiere a los anabaptistas ■en el siglo XVI. Y las de carácter regional
son tan numerosas que sería imposible citarlas a todas. FRENSSEN (1863) escribe Jorn
Uhl, que es la
historia de una granja, y CLARA VIEBIG Ciudad de mujeres, donde el realismo
psicológico y el movimiento de muchedumbres están en la ruta de Zola.
b) La novela contemporánea.—De la generación de novelistas anteriores a la guerra se
destaca una serie de autores que han logrado tra¿,-' cendencia universal. Más o menos
influidos del naturalismo o el impresionismo, albergan también las influencias en sus obras
posteriores de las tendencias más recientes. TOMÁS MANN (1875), autor de una de las
no\e-las más interesantes de nuestro tiempo, La montaña mágica, cuya acción transcurre en
un sanatorio suizo y donde la constante presencia de la muerte y los problemas -vitales
mantienen un interés que resiste a las discusiones o reflexiones que hacen lento el
desarrollo del 1 elato Junto a las largas conversaciones sobre temas universales hay
fragmentos como el que relata una tempestad de nieve, que acreditan a Mann como prosista
excepcional. La muerte en Venecia es una de las más bellas creaciones en prosa alemana, y
Los Buddenh ock sigue la historia de una familia alemana en decadencia. Su hermano
ENRIQUE MANN (1871), después de un período idealista al modo dannunziano, se orienta
hacia el colectivismo y la vida de las ciudades: La pequeña ciudad, El ángel azul, etc.
JACOB WAS-SKRMAN (1873-1934), cuya mejor obra es El hombrecillo de los gansos,
donde crea todo un mundo en torno a la figura central de un músico. En (,'olovin aprovecha
un episodio de la evacuación en el Mar Negro para »uudensar en un extraño personaje las
fuerzas en lucha como los espíritus <M mal y el bien de los viejos mitos. HERMÁN
HESSE (1877), es autor de Priniam. Atiende a las tendencias de su tiempo.
El expresionismo se enlaza con la obra de Enrique Mann en la prosa, v el representante más
clasificado es LEONARDO FRANCK (1882), influido por el freudismo y las teorías de la
época: El hombre es bueno, Causa 3 Hl cuarteto Maiiner de Ochsenfurt. El poeta WERFEL
también cultivó la novela. Canto de cervecería y Musa-Dagh se destacan entre las
publicadas.
A partir de esta tendencia, la novela alemana se caracteriza esenciaí-Itirnto por su
inquietud. Los autores siguen trayectorias espirituales que ie reflejan examinando sus
diversas obras. La guerra, el caos posterior, ti colectivismo a que se entregan casi todos los
literatos y las direcciones ■<>ri¡il f) nacionalista coinciden con los vaivenes de la vida de
su nación. Tan < ('roano a nosotros, es difícil de precisar este momento y descubrir l(i i|in'
lia de permanecer viviente en las futuras influencias universales.
478
479
HISTORIA UNIVERSAL DE LA LITERATURA
La novela de guerra aparece ya durante los combates con El sargento Grischa, de ARNOLD
ZWEIG, y El soldado Suhren o El campo Lafayette, cíe JORGE VRING. Pero han de
transcurrir diez años para que se produzca el gran éxito mundial de ERICH MARÍA
REMARQUE, Sin novedad en el jrente Oeste, y la enorme cantidad de títulos que van
desde la recreación poemática hasta el reportaje lleno de crudeza: Guerra, de LUDWIG
RENN; Los que teníamos doce años, de GLAESER, etc. De igual modo se continúan las
narraciones noveladas de los días inmediatos en obras generalmente de los mismos autores:
Después, de REMARQUE ; Paz, de GLAESER ; Los coolies del Kaiser, de TEODORO
PLIVIER, etc.
ALFREDO DÓBLIN (1878), en La plaza de Alejandro de Berlín, nos cuenta la vida de un
vendedor callejero. HANS FALLADA, en Y ahora ¿qué? y Quien ha comido rancho una
ves, sitúa sus narraciones en los medios humildes.
El cultivo de la biografía tiene dos representantes en EMIL LUDWIG, que no se preocupa
muoho de calar en la psicología de sus personajes, y en STEFAN ZWEIG (1881-1943),
autor también de cuentos en prosa de aguda observación y vigor expresivo.
3) Otras manifestaciones de la prosa.
De las manifestaciones de la prosa que no corresponden exactamente a la literatura, y que
necesariamente hemos de dejar aparte por las dimensiones de nuestro estudio, hay que
recoger lo que para la historiografía representa la obra de MOMSEN (1817-^1903),
verdadero monumento de erudición en su Historia romana, y la influencia que en el
pensamiento alemán tienen los libros de FEDERICO NIETZSCHE (1844-1900), como ya
hemos podido comprobar en las páginas anteriores. Los versículos bíblicos de su Así
hablaba Zaratrusta y las teorías sobre el superhombre y las concepciones dionisíaca y
apolínea de la vida, servidas en una ¡prosa brillante y atractiva, han sido decisivas para la
evolución de la cultura alemana. De autores más recientes no hay que olvidar a
WORRINGER y WOLFLIN, estudiosos de la historia del arte, la historia de la cultura de
EGON FRIEDELL, O los trabajos de La cultura considerada como ser viviente de LEÓN
FROBENIUS, los estudios sobre los mitos de Erwin Rohde, la original y discutida obra de
OSWALD SPENGI,ER sobre La decadencia de Occidente, que es una concepción
filosófica de
4fcO
El teatro tiene en HEBBEL, de que ya hemos hablado, la figura principal de los nuevos
tiempos, que enlaza el romanticismo con tendencias posteriores y da al drama histórico
valores simbólicos y naturalistas. Judit, Genoveva, Angeles Bernauer, son otras tantas
personalísimas interpretaciones de viejos temas, como la trilogía Los nil>ilini</os, a que
debió su fama. María Magdalena es ti titulo simbólico de una tiagedia basada en la falta de
una joven en un ambiente burgués, que puede considerarse como introducción de un tema
al que iban a ser muy aficionados Hfc-jJos dramaturgos de la e.poca. De igual modo
cultivan los dos asuntos históricos o de ambiente burgués moderno OTTO LUDWIG
(1823-1865), a quien Hebbel consideraba un imitador; ADOLFO WILBRANDT (1837-
1911), que acude al verso tradicional para dar forma a su detallismo realista.
Una renovación se opera con GERARDO HAUPTMANN (1862), que impone el
naturalismo. Antes de la aurora, sobre la tesis zoliana de la herencia alcohólica precedió a
su mayor éxito; Los tejedores, inspirado en la miseria de los obreros silesianos, y que en
una serie de sombríos cuadros reforzados por el empleo del dialecto consigue efectos de
primera calidad. Posteriormente pasa a un simbolismo impregnado de misticismo o
imaginación en La campana sumergida, El cochero Henschel, etc.
SUDERMANN, de quien ya hemos hablado como novelista, representa en la escena lo
mismo que en la prosa. El honor, El hogar, El mundo .\¡n Dios, le han servido para llevar al
teatro la crítica social. El último título citado es el de una trilogía en que los especuladores,
los mercaderes de arte y las actrices berlinesas muestran su esencial egoísmo. El novelista
HALBE obtuvo un único gran éxito teatral con Juventud, obra llena de audacia realista.
De HOFFMANNSTHAL hemos hablado como poeta y es quien lleva al Icatro un
esteticismo emparentado con el sensualismo de Maeterlinck y I VAnnunzio. El loco y la
muerte, La muerte de Ticiano, son superiores sus posteriores recreaciones de temas
clásicos: Edipo y la esfinge, I'ledra, etc.
1'
411
HISTORIA UNIVERSAL DE LA LITERATURA
EL REALISMO Y REACCIONES POSTERIORES
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Una consecuencia es el enorme cultivo del llamado drama social, cada vez más extendido
desde 1885 hasta 1934, adoptando diversas formas de acuerdo con las modalidades
literarias en uso y aun con la vida del país. Uno de sus primeros cultivadores y de los más
importantes, no sólo por la valía de su obra, sino también por su relación con una escuela
posterior, es FRANK WEDEKIND (1864-1918), que en su primer drama, Despertar de
primavera, expresa la tragedia del sensualismo contenido, teniendo como protagonista a
unos adolescentes alemanes. La audacia en la presentación de temas y problemas todavía
influye en la crítica que se le hace desde los manuales literarios. Mientras hay quien
observa que su3 personajes "tienden a la caricatura" por la expresión de sus pasiones, otros
le creen un magnífico creador de tipos, especialmente femeninos. Ambas cosas coinciden
en explicar por qué fue considerado como maestro por los expresionistas. Entre éstos
CARLOS STERN-HEIM caricaturiza la vida burguesa en obras como El burgués Schippel.
JORGE KAISER (1878), con auténtico talento teatial, miliza. ¡1 UIJ, ¿s< clásica variación
de lugares en De la mañana a la medianoche, dramatiza un asunto industrial en Gas y llega
a una gran concisión de estilo, basando su dramatismo en el ambiente general y en certeros
efectos.
El expresionismo conduce a innovaciones en el decorado y el montaje de las obras, por su
relación con la pintura, y se llega a representar obras en que el diálogo ha llegado a
convertirse en monosílabos o gritos (Schreidramen), o monólogos como en Seducción, de
PABLO KORNFELD, u otras obras de JOHST, HASENKLEVER y KLABUND. El neo-
objetivismo, que después de 1925 sigue a esta tendencia, exagera el papel del montaje
escénico, y así se llega al teatro de PISCATOR y MAX REINHARDT, en que este arte se
escapa de la esfera literaria.
Con ERNESTO TOLLER, BERT BRECH y HANS JOSIÍ REHFISCH podemos cerrar el
ciclo de dramaturgos expresionistas, a los que puede unirse el vienes ARTURO
SCHNITZLER (1862-1931), autor de dramas como Anatol. La cacatúa verde o Intermezzo,
en que más que valores teatrales hay una fina expresión de observaciones psicológicas. Se
le conoce también como novelista, siendo uno de sus mejores cuentos el titulado La última
aventura del caballero Casanova.
BLUNK en sus trilogías, y KOLBENHEYER en su Giordano Bruno, y <el espiritualismo
neorrealista del austríaco MELL, que intenta un renací" miento de los Misterios en la
sociedad moderna, o de LIPPL y WEINRICÍÍ, se esfuerzan en perpetuar las formas
tradicionales del drama alemán. '
5) El cine.
El expresionismo, que había conquistado la escena, llega a la pantalla, liaciendo que
durante los años de su influencia llegue a su apogeo artístico en Alemania. La película
representativa es El gabinete del doctor Coligan, de ROBERT WIENE, verdadera
"hechicería moderna, hechicería de estudio y de luz artificial, hechicería de laboratorio",
según frase de Cassou, refiriéndose a este período del cinema. En ella se partía de una
■concepción audaz del decorado y de la caracterización de los personajes, coincidiendo con
un tema de sueño y locura. Lew tres luces, Los nibe-lungos y Metrópolis, de FRITZ
LANG, señalan la adaptación del punto de Vista expresionista a las necesidades del
público, ya que el Caligari ha quedado como un film minoritario. En todas ellas se descubre
''la atrac-: cion de los grandes frescos filosóficos de que ha sentido siempre necesi-ad
Alemania. Son la prolongación de La mesiada, de KLOPSTOCK, y de la Crítica de la razón
pura, de toda la literatura alemana". (PIERRE LE-ritOHON, Le cinema allemand. Lille,
1928.)
Posteriormente, el cine alemán se inclina hacia el realismo, y los re-1 litados pueden
sintetizarse en Varíete, de DUPONT, que si desde el punto de vista puramente
cinematográfico tiene el valor de que por primera vez l,i cámara se pone en movimiento, en
vez de limitarse a fotografiar esce-11.is, añade a la concepción del relato un desarrollo
psicológico. El realismo tuvo un excelente director en FRITZ LANG.
El cine sonoro no logró dar a Alemania el puesto que en el panorama mundial de la
cinematografía había ocupado en otro tiempo, y la orientación hacia la opereta y la llamada
por algunos escuela vienesa le orienta hacia el espectáculo, desviándole de su auténtica
significación. La influen-na de- la literatura en las películas que pudiéramos llamar de tesis
y que ul>iind.iron hasta 1934 es extraordinaria.
IV.—INGLATERRA.
I,ti novela.
.1) La era victoria/na.—Se conoce con el nombre de victoriana la épo-< ,1 que sucede al
romanticismo inglés y que coincide con el reinado de la airlicnma de este nombre. En ella,
el realismo que hemos visto imperar
482
483
HISTORIA UNIVERSAL DE LA LITERATURA
EL REALISMO Y REACCIONES POSTERIOREi
El simbolismo se iba imponiendo, a pesar de los ataques de que se le hacía objeto, y llega a
dominar a partir de 1894, hasta 1912, llegando alguno de estos poetas a coincidir con las
tendencias futuristas y revolucionarias. Se considera precursor a ANNENSKY (1856-1909),
a pesar de un ser demasiado conocido de sus contemporáneos, inspirado en temas
EL REALISMO Y REACCIONES POSTERIORES
propios del decadentismo: la muerte, el otoño, el silencio... Muy poco natural, sufrió con
sus compañeros violentos ataques, especialmente desde la revista Tiempo Nuevo.
Pronto apareció un librito que bajo el título Simbolistas rusos recogía versos de poetas
entonces desconocidos junto a traducciones de Ver-laine, Poe y Maeterlink, que es quien
más influencia logró en el trasplante de la escuela a la lejana Rusia.
La batalla fue dada por VALERIO BRUSSOV (1873-1921), considerado jefe de la nueva
tendencia, que se asimila los procedimientos occidentales y es más un hábil pulidor de
versos que un poeta inspirado.
DEMETRIO MÉREJKOVSKY (1866) publicó dos libros. Poemas y Símbolos, aunque no«
es más conocido por sus obrns de tipo cutre histórico y filosófico, en prosa, escritas
posteriormente. Su esposa, ZENAIDA HIPPIUS (1867), tiene más importancia. Un
idealismo religioso domina en ellos, como en las numerosas novelas que escribió bajo
seudónimo.
FEDOR SOLOGUB'. seudónimo de FEDOR KOUTZMICII (1863-1927), es un variado y
fecundísimo poeta. De las ciento sesenta y siete composiciones fie su primer volumen hay
más de cien formas métricas distintas, y se ligan unas a otras por la comunidad de temas y
por complementarse. Es sobrio y sencillo, dentro de las características simbolistas.
CONSTANTINO BALJIOXT (1867) es quien da mayor importancia a la musicalidad,
introduciendo rimas interiores, y se deja llevar por ellas hasta el extremo de desentenderse
del tema al que concede escasa importancia.
Una segunda oleada simbolista, educada en las obras de los anteriores y en sus
traducciones, se forma en las Universidades y en las reuniones literarias de San Petersburgo
y Moscú. VIATCHESLAV IVANOV (1866) sirve de representación para el tipo de
intelectual de su tiempo. Había alquilado una serie de habitaciones, derribando tabiques y
albergando en ellas "toda una población de parientes, amigos y escritores. Kuzmin tenía
tíos habitaciones; Bely vivió allí semanas enteras". Las discusiones duraban toda la noche,
e Ranov trataba de conciliar las dispares opiniones que allí se expresaban. Se había educado
en Alemania y estudiado los" clásicos grecolatinos, especializándose en filología, llegando
al simbolismo, "cargado con todo el peso de la cultura universal", como dice Pozner. Rúen
sonetista, recarga su poesía de erudición, y el sentido de los símbolos, su escogido
vocabulario y la enredosa sintaxis dan tonos ele pesadez a su obra.
ALEJANDRO RLOK (1880-ÍQ2T) marca el tránsito del simbolismo, que
504
íí(V5
HISTORIA UNIVERSAL DE LA LITERATURA
se deshacía precisamente cuando parecía brillar más. Es el más importa^ íe poeta ruso de
los tiempos contemporáneos, y para quienes le conocían "era la poesía misma" (Pozner). Su
primer libro, Poemas de la bella dama, es claramente simbolista. En los siguientes
desciende a un realismo para cantar los objetos y seres de la ciudad con una aguda síntesis
del destino del hombre:
Noche. Calle. Reverbero. Farmacia. Universo insensato y frío.
Aunque vivas aún un cuarto de siglo, ,
todo será así. No hay salida.
Que muei as. y todo volverá a existir desde el pi inopio \ se íepctirá como en olio tiempo :
La noche, el escalofrío "lacial del canal, !«. uiniaud, la callt, L! revcibero
La revolución que presenció le inspiró Los doie, epopeya de otros tanto^ soldador que
tru/aii en la noclu -.obre Id. nieve que un viento hac" danzar. Las escenas se suceden en
montaje casi cinematográíico, y un simbólico misticismo hace caminar a Jesucristo delante
de los soldados. El mismo número de éstos revela cómo en la concepción de Blok al
realismo a que pretende entregarse se suma &u formación simbolista.
ANDRÉS BIELY, seudónimo de Boris Bougaev (1880-1934), en su-> primeras Sinfonías
en prosa es de un simbolismo con la influencia clara de Wilde y Maeterlink. Oro en el Azul
tiene un patetismo artificial, que es más verdadero en Cenizas y La ¡muí, ya en los años de
desintegración de la escuela.
b) El futurismo.—El futurismo y los manifiestos de Marinetti llegan rápidamente a Rusia, y
provocan un movimiento literario que jugaba, respecto a los simbolistas, el mismo papel
que éstos habían jugado en relación a sus predecesores. Su actitud combativa, heredada de
los manifiestos italianos, proclamaba la obligación de "lanzar a Puchkin, Tolstoy y
Dostoyevsky por la borda del barco del presente". Su afán por escandalizar, haciéndose así
propaganda, les llevó a vestirse de maneras extrañas —el traje anaranjado de Malakovsky
es el chaleco gautierano de este Hernani—, o a pintarse la's caras. No necesitamos
referirnos acmí a su> doctrinas ni su papel en las letras rusas, pues es idéntico al señalado
a! hablar de las tendencias análogas en Francia o Italia.
Divididos en dos grupos, los egofuturistas de San Petersburgo y lo> cubofuturistas de
Moscú, los primeros se agrupaban en torno a TGNATTEV,
506
EL REALISMO Y REACCIONES POSTERIORES
y apenas se destaca de ellos EGOR SEVERIANIN (1887), que al publicar La copct
hirviente de rayos alcanzó un éxito sensacional que no ha resistido al tiempo. En toda su
obra se advierte una mixtificación, producto de su falta de gusto y cultura. Sin embargo, es
personal y atractiva, y crea palabras y combinaciones. Por ejemplo, alear por volar,
baritonear, don-juanear, etc. Estas innovaciones no han tenido ninguna consecuencia para i
as letras rusas.
Más suerte tuvieron los futuristas de Moscú al agrupar entre sus componentes a algunos
escritores de auténtico talento. El que queda como representante puro del movimiento,
VÍCTOR KLEBNIKOV (1885-1922), poca conocido del público, filólogo, logra crear
neologismos que parecen haber existido siempre por estar basados en raíces arcaicas, o se
comprende instantáneamente lo que quieren representar. De igual modo inno\a la sintaxis y
desafía la verosimilitud, hasta el punto de que en una de sus na-1 raciones es la heroína una
estudiante, y el héroe, el hijo de un boyardo,
VLADIMIRO MAIAKOSKY (1894-1930) extrajo un gian paitido de las teorías de
Klebnikov. No trata de grandes innovaciones en el léxico; pero suprimiendo las
preposiciones de las palabras que por la declinación no la necesitan demasiado crea un
estilo telegráfico. Se le ha señálalo una influencia de Whitman, aunque escasa. Su enorme
dinamismo no carece de calores líricos, y ha dejado notable huella en poetas posteriores.
Mi verso os alcanzará, 1 o como una flecha en la caza de los amores y las liras, no como la
moneda borrosa llega al numismático, no como la luz de las estrellas extintas.
Con su esfuerzo mi verso romperá la presa enorme de los años, 3r aparecerá brutal, visible
o ponderable, así como ha surgido en nuestros días el acueducto edificado por los esclavos
de Roma. Yo no tengo la costumbre de acariciar las orejas con mis frases. La dulce oreja de
las muchachas oculta por sus tirabuzones todavía r.o ha volado en estampidos al choque
con una palabra gruesa.
Desplegando los ejércitos de mis páginas para la parada militar, paso revista al frente de
m:s líneas. ¡
Allá están los versos en pie, pesados como plomo, dispuestos a la muerte como para la
gloiia inmortal. Los versos se tensan apuntando los cañones de sus títulos abiertos.
•* ' "
f»r
mente al otro lado de las sierras." El encuentro de los hermanos es impresionante. Ella le
mira con miiada que roza las cejas como si tuviera la cabeza inclinada, y le pregunta: "
¿ Por qué están tan amarillas tus manos, hermano? ¿Has estado enfermo de mala
enfermedad, ' que despides ese olor a moho y a tierra?" Cuando parten, la hermana
sigue notando la presencia de algo extraño en los viñedos sin cosechar, que picotean las
negras urracas, y en las praderas sin segar, y el hermano le da razones concisas. Por fin,
llegan a la aldea. Gente asombrada les miraba con miedo contenido y se alejaba, huyendo...
Perros aterrorizados aullaban en los huertos con acento salvaje cargado de funestos
presagios. "Entonces es cuando la joven contempla cómo su hermano se transforma en un
vaho que, tornándose invisible, desaparece." La madre, que sale de la iglesia, se precipita
sobre ella, '"y abrazándose, envueltas en vivo llanto, se desplomaron muertas ante la
puerta".
(Puede leerse una versión completa del poema en CoRcn, Pílcaos- de poesía, núm o,
1.945, por T. Ncikov y J. Campos.)
Otra interesantísima figura es la de CHRISTO BOTEF, muerto muy joven, en 1876,
asesinado por los turcos después de haber cruzado el Danubio en una romántica empresa
liberadora. Su obra, pequeña en cantidad, es de lo mejor de la poesía búlgara. La más
conocida, Javi Dimiter, en que se siente la presencia del balean :
Llega la noche, surge la luna. El bosque inicia su rumor. El cielo se cubre de estrellas, el
viento empieza a soplar. El Balean canta su canto de haidut.
fíbta estrofa nos da ya idea del aliento liberador (haydut es el guerrillero patriota, a
diferencia del hayduc o hayduk, que es el bandolero), y las samodivas míticas intervienen
para hacer de este poema una especie de testamento poético como si presintiera su próxima
muerte.
La obra de Slaveikov encuentra perpetuación en PETA YAVOROV, seudónimo de
Kracholov (1877-1914), que con él colaboraba en El pensamiento (Miscl), desde donde
ejercía su orientación crítica el Dr. CRESTER. Influido por los rusos en sus comienzos,
luego se advierte la entrada en filis poemas de la vaguedad de Maeterlinck o Baudelaire,
más por la co-iriente que dominaba en Europa que por la influencia directa. Su intento <le
suicidio le tuvo tres años ciego.
ClRn.o IIRISTOV (1875-1944) es un ardiente lírico atento a todos los
54.J
HISTORIA UNIVERSAL DE LA LITERATURA
EL REALISMO Y REACCIONES POSTERIORES
problemas humanos y sensual amante de la Naturaleza. La ciudad de piedra canta
poéticamente la arquitectura, y da entrada entre sus temas a la figura de Casanova o
leyendas de procedencia medieval.
2) La novela.
La novela también se inicia con la figura de VASOF. La vida en. los campos o las ciudades,
los movimientos políticos, tienen su lugar en La epopeya de los olvidados, y en Bajo el
yugo traza un enorme cuadro de 1;i vida búlgara en los tiempos precedentes a la liberación.
Para las letras li su país viene a ser el Galdós v el Víctor Hugo al mismo tiempo.
La influencia de los autores rusos se inicia con KARAVELOV (r837 1879). 1ue introduce
la narración corta, que ya no va a dejar de cultivara' y es de un realismo sin exceso en la
serie de cuadros costumbristas qur llevan por título Búlgaros de otros tiempos.
STRACHIMIROV (1872-1937) escribe cuentos realistas y novelas de sen tido político.
PETKO I. TODOROV (1879-1916) describe la vida campesin.i y sus acontecimientos con
reflexiones llenas de lirismo como en su cuento El hombre del oso. IORDAN IOVKOV
(1887-1937) es el cuentista de la férlil Dobrudja, donde vivió como maestro rural. La peste,
Las águilas, Shibi!, están entre sus relatos breves, y El segador es una novela campesina ni
la que vemos, como en las grandes maestras del género, el paso cíclico o inevitable de las
estaciones, acompañando la vida de sus personajes en pinceladas breves y eficaces como
una iluminación impresionista.
Llegó, por fin, la primavera. Llegó repentinamente e inesperada. Todo se bañaba en luz.
Hacía más calor. La nieve se desprendía de los techos. Los canalones goteaban. Los
gorriones se reunían al sol sobre las cercas y lanzaban sus alegres chillidos. De hora en hora
templaba más. El cielo parecía más alto y profundo. Nubes blancas y finas como telarañas
aparecían aquí y allá.
Es como si el milagro se cumpliese en una noche... Los tallos jóvenes rompen la tierra
blanda.
(Trad. de T. Neikov y J. E. Zúñiga.)
DIMITRI SHISMANOV (1889-1945) describe la vida de la ciudad y es partidario de un
helenismo esteticista en Sueños al pie de la. acrópolis,
544
CONSTANTINO PETKANOF (1991) lleva esta visión del campo a sus novelas, La siega.
Hayduts, o recoge lo tradicional en cuentos como La nestinarca, en que se refiere a la
costumbre que tienen las mujeres así llamadas a danzar sobre las ascuas, y a la partida de la
muchacha que se casa y va a vivir en otra aldea entre desconocidos.
Finalmente, ELIN-PELIN. seudónimo de Dimitri Tvanov (1869). vale más que nada por
sus relatos breves, y ha sido el mejor narfador de la vida de la aldea. Uno de ellos, El
profeta, tiene un aire bíblico que sorprende en la figura del fustigador de los pecados, que
es el mayor pecador por su orgullo, y en el que sorprendentes imágenes—las águilas son
cruces negras—acaban por dar un fuerte sentido que gana al lector. Dos tipos, Pejo y
Pendo, que han hecho vivir distintas andanzas, son la encarnación del campesino chope,
que conoce muy bien.
D.—Rumania.
Hasta sus tiempos más recientes conservan las letras rumanas las ca-lacterísticas de lirismo
y contenido nacional con que se iniciaron.
Las corrientes modernas de la lírica se advierten en el parnasiano MACE-DONSKI (1854-
1920), o en la teñida de un clasicismo italianizante de ZAM-BIRESCU (1858-1922), autor
de Himnos paganos y Otros horizontes. El más importante es M. EMINESCU (1850-1889),
de gran vocación e influido por Schopenhauer, autor de Emperador y proletario y La
estrella de la noche. COSBUC (1866-1918), influido también por los alemanes, escribe
baladas, que alcanzan su mayor mérito cuando tienen tonos de epopeya.
El simbolismo apunta su procedencia de Laforgue en ARGHEZÍ (1880), que es de un
idealismo a veces religioso y claudeliano. MANIU (1891) es de un nuevo estilo, pintoresco
y expresivo, atendiendo al eterno tema del paisaje. BLAGA (1895) es el más considerado
en los últimos tiempos, y su poesía tiene un profundo sentimiento cósmico que le acerca a
Rilke.
La novela mezcla a las modalidades europeas enfocadas hacia la narración o costumbrista o
de tesis el recuerdo de los elementos populares tradicionales: KOGALNICEANU (1817-
1891), en Las ilusiones perdidas, estudia la sociedad: DEMETRIO BOLINTENEANU
escribe Elena, en que abundan sus ieflexiones muchas veces políticas, entorpeciendo el
valor costumbrista de las descripciones; CRASESCU (1849-1917), autor de cuentos de
ambiente campesino, en que se descubre bastante importación de su conocimiento
S45
V
HISTORIA UNIVERSAL DE LA LITERATURA
de los autores rusos, y CREANGA, más personal, que da un tono propio a ¡a observación
de la realidad.
En nuestro tiempo todavía se observa el reflejo del ambiente campesino en la obra de los
principales novelistas: TEODOREANU (1898) nos cuenta la historia de una familia de
labradores en Medeleni; SADOVEANU (1880J recoge la transformación operada en la
vida del país, y LIVIU RE-BREANU (1*885) cultiva el realismo psicológico en Ion,
novela de la vidi diaria transilvana; El bosque de los ahorrados, sobre un episodio de la
guerra, y otras novelas en que se ha hecho notar influencia rusa, entre las que se destaca
Ciuleandra.
PETRESCU (1892) describe la vida contemporánea en Calle de la Victoria, mientras que
uno de los más jóvenes cuentistas, DELAVRANCE\ (1858-1918), insiste en el colorido
paisajista y los temas regionales.
Este último autor es también el creador de Esteban el Grande y los suyos, gran drama
nacional, que viene a continuar el éxito del drama histórico que tuvo en ALFCSANDRI
(1821-1890) una gloria nacional.
E.—Grecia. \
La literatura griega contemporánea tiene su poeta en VALAORITIS (1824-1879), seguidor
de Hugo, de una lírica de tipo patriótico y psicológico en Athanasio Diakos.
También hay un sentido nacional en la lírica de PALAMAS (1859), autor de Cantos de mi
Patria, donde la inspiración es popular, y simbolista en los Cantos de mi alma. Los doce
cantos del bohemio y La ¡lauta del rey son largos poemas que toman frecuentemente rasgos
de epopeya. Compartió con él el éxito el lírico POLEMIS (1862), y sucede a ambos en el
favor general DROSSINIS (1859), buen sonetista y creador de idilios, en que tiene
importancia el paisaje.
En la prosa, si bien el cuento se cultiva más y con más éxito que la novela, ambas cosas
cimentan la producción de PSYCHARIS, que atiende a ttn estilo sencillo lleno de gracia
popular, sin incurrir en arcaísmos o neologismos de sonido clásico, peligros ambos que se
presentan a todo cuidadoso del lenguaje heleno. Mi viaje, obra larga en prosa popular, es
tan leída como Vida y soledad, especie de robinsonada, donde, si bien el protagonista no
tiene la compañía de Viernes ni la de la Biblia, se encuentra.
546
Asdrúbal, Una vida banal, etc. El médico católico DURICH (1886) lleva el lirismo a la
prosa, y En las montañas se inspira en la pobreza y el sufrimiento. Después de la guerra de
1914 dominan en la novela las de VANCURA (1891), autor de La fuga a Buda, en que
entran influencias contemporáneas occidentales.
La literatura eslovaca, mucho menos desenvuelta, sólo merece ser recordada, por lo que
tiene de sincero sentimiento nacional, patriótica y modernista al modo francés, en la poesía
de KRASKO (1876), o la más valiosa de NIZNANSKY (1903) que añora la vida
tradicional sin las actuales concentraciones urbanas. En la novela, URBAN (1904) ha
acertado a reflejar la -uda de las ciudades como consecuencia de la guerra.
G.—Yugoeslavia.
Servios, eslo\enos y croatas, unificados nacionalmente, tratan de llegar también a una
comunidad lingüística a partir de 1850, especialmente merced a los esfuerzos de
personalidades de los tres países. Y, falta de recia personalidad, cae bajo la influencia de la
corriente realista, que domini «n la prosa, si bien en la poesía se manifiestan largo tiempo
pervivencias románticas.
SVETOZAR MARCOVICH (1846-1875) jugó un papel muy importante en la lucha contra
el romanticismo y la introducción del verismo. Posiblemente influyó, sobre todo, en su
actitud la lectura de los autores rusos. Los servios tienen en Niegoch un poeta filosófico,
que publica en 1845 La luz <!el microcosmo, donde se enfrenta con el papel del hombre y
su destino.
ILITCH (1862-1894) representa el modernismo formalista, buen poeta, traza en elegías,
sátiras y baladas un camino que siguen numerosos discípulos. Se ha comparado su
aparición en las letras servias a la de Rubén Darío para las de habla hispana. Parnasianismo,
simbolismo e impresionismo alemán sobre un fondo nacional, que se perpetúa hasta nueb-
1i os días con los jalones sucesivos de DOUTCHITCH (1874) y RAKITCH (1876-1938).
La novela siente, como pocos otros países, la huella francesa, e IGNI\-■IOVICH (1824-
1884) es balzaquiano, con evidente intención social, en Un inundo extraño y El eterno
novio. MATAVULJ (1852-1908) está provisto <lr crueleza en los Cuentos del litoral, fina
expresión de costumbres de Dahnacia. STANKOWIC (1876-1927), autor de La sangre
impura, recoge
548
r>4i)
1
HISTORIA UNIVERSAL DE LA LITERATURA
despiadadamente el mundo diario y nos cuenta la degeneración de una familia.
Los eslovenos tienen su primera figura de valor con ASKERK (1856-1912), cantor épico de
las desventuras y glorias de su patria, sucedién-dole JOUPANTCHICH (1878), ya
contaminado de simbolismo, que no apaga su vibrante personalidad. También fue poeta
CANKAR (1876-1918), aunque se le conoce, sobre todo, por las novelas: Los extranjeros,
Cuadro-de sueños, etc., que no sólo describe la vida en su detallísmo, sino que denuncia y
ataca con finalidad moral.
Más importante es la literatura croata, que sale de su germen primitivo nacional después de
que MAZURENITCH (1814-1890) hace una brillan te descripción de la lucha de los
montenegrinos contra los turcos. La muerte de Ismael Aga Tchengitch, y SENOA (1838-
1881), que aparte de sus novelas históricas, en El mendigo Luka es de un realismo francés,
señalando abusos sociales. Esta influencia se mantiene en KOUMITCHICH (1850-1904),
lector apasionado de Zola y autor de La señora Sabina, Olga y Lina; GJALSKI (1854-
1935), que en su Marichton nos ofrece una Ma-dame Bovary balcánica, y NOVAK (1856-
1908), que en Los últimos Sti-fantchitchich recoge el fatal determinismo de la herencia y el
medio social. Ya en nuestros tiempos, la sociedad de postguerra es criticada duramente por
KRLEZA (1893), en La vuelta de Felipe Latinovitch, valiente de motivo y expresión y de
gráfico estilo personal.
NAZOR y DOUTCHICH son los representantes posteriores del simbolismo en la lírica.
XI.—LAS LITERATURAS AMERICANAS.
A.—Hispanoamérica.
1) La poesía.
Las literaturas de los países americanos de habla hispana prolongan un romanticismo, al
que se unen influencias decadentistas y parnasianas francesas, cuando se produce un
movimiento que deja de tener importancia nacional para alcanzar resonancia universal. Nos
referimos al modernismo, que ya hemos tenido ocasión de citar al hablar de ra literatura
española en este período. Característica general sigue siendo el predominio de la lírica
sobre las restantes manifestaciones.
rfiO
primera sesión en París, y ven con más claridad el papel correspondiente al nuevo invento
en cuanto a espectáculo y posibilidad industrial. Sus películas alcanzan pronto un tono
dinámico y nuevo, distinto de la expresión literaria. Pero a esta agilidad expresiva, bien
representada en los "seriáis" o films de episodios y en las películas del Oeste, correspondía
generalmente una ingenua temática superada ya siglos antes en la novela.
DAVID W. GRIFFITH es una de las figuras directoriales más importantes, por su busca de
medios en la imagen, que lleven al espectador lo que -para el escritor es la descripción.
Amanecer, producida en 1927 por MURNAU, marca la culminación de esta expresión
cinematográfica. El argumento es una novela de Suderman.
A partir de 1926, con la introducción de la sonoridad por los hermanos WARNER en una
película sobre el eterno tema de Don Juan, el cine cae más de lleno en la imitación de lo
literario, y su parentesco con el teatro se exagera. Los diálogos se hacen interminables y
quieren ocupar -el papel principal, que corresponde a la imagen.
Pasados los primeros tiempos, y dándose al sonido el papel que le corresponde, siguiendo
los ejemplos europeos, continúa la producción, que no logra desprenderse de la mano de las
letras. A pesar de las películas de CHAPLIN, JOHN FORD, CAPRA, VIDOR,
HITCHCOK, ORSON WELLES y otros realizadores, que dan a la cámara y al montaje su
papel esencial, generalmente se hace poco más que presentarnos obras que eran del
dominio de la literatura. En una ligera mirada a la obra Film, del Dr. Roger Manvel
(Londres, 1944), encontramos destacados títulos que ya nos son conocidos: Viñas de ira, La
buena tierra, La bestia humana, Crimen y castigo, Sin novedad en el frente, etc., que nos
traen a la memoria los nombres de Steinbeck, Pearl Buck, Zola, Dostoiewski y Remarque.
Actualmente, el logro del color y de nuevos medios domina en las películas de interés. De
esta segunda inquietud es buena muestra ORSON WELLES, y las películas en que la voz
se desprende de la imagen para relatar en primera persona. De igual modo, el libro de
cuentos se ha trasladado al lienzo, y Seis destinos, o Al margen de la vida, vienen a ser una
antología de relatos o un libro de novelas cortas, sin más unión que un ■I rae que pasa de
unos a otros, o los dos amigos que charlan, como los caballeros reunidos en las colecciones
del Renacimiento.
El color, al no lograr la naturalidad necesaria para ofrecer interpretaciones bellas más que
en contadas ocasiones, obliga a referirse los temas u asuntos exóticos o pintorescos. Se ha
tratado de llevar al cine obras
571
HISTORIA UNIVERSAL DE LA LITERATURA
simbolistas como El pájaro azul, de Maeterlinck. Hasta el momento, la única utilización
bien conjugada de imagen, sonido y color es la WALT DISNEY, que. como ya hemos
dicho, se evade de los temas literarios en su mejor obra: Fantasía.
D.—Canadá.
La literatura en lengua francesa del Continente americano es mucho más joven y menos
desenvuelta que la del resto de los demás países. Sit retraso se manifiesta en datos como la
falta de una imprenta aun en T763, y la fundación del primer diario al año siguiente, en el
que empezaron :i aparecer cuentos y poesías.
Es lógico que en tales condiciones la producción literaria se desprenda difícilmente de la
imitación. En la librería de CREHAZIE se reunían, a partir de T855, un grupo de poetas, el
mejor de los cuales era LUTS FRF-CTIETTE (1832-1908), cantor de la epopeya nacional
en La leyenda de un pueblo, de tonos románticos.
La Historia del Canadá, que publicó F. X. GARNEAU, lanzó a muchos novelistas por el
terreno de la narración histórica, destacándose AUBERT DE GASPI (I786-I869) con
Antiguos canadienses.
La llamada Escuela de Montreal atiende ya a los fenómenos parnasianos y simbolistas, y
entre sus autores se cuentan JUAN CHARBONNEAU, SU jefe, parnasiano, autor de Edad
de sangre; NELLTGAN (1882), imitador de Baudelaire; RIBAUD, que se volvió loco a los
dieciocho años, y LOZEAN" (1878-1924). cultivador de temas amorosos a lo Prudomme,
etc.
Posteriormente, numerosos cuentistas y novelistas empiezan a interesarse por asuntos
propiamente canadienses. El más conocido fuera de sur país es Luis HEMON (1880-1913),
que había trabajado con un roturador, y da en María Chapdelaine la vida del campo
canadiense, apacible, sin otra preocupación que roturar. CONSTANTINO WEYER, en Un
hombre mira hacia su pasado, describe la vida de ganaderos y cazadores. CHOMINARD,
con El ojo del faro; POTVIN, El traje negro, y GRANDBOIS, Nacido en Quebec,
continúan esta tendencia en un medio nada fácil por el pequeño número de lectores.
PEDRO ENIM ha relatado en Los del despojo la vida, de los habitantes de las pequeñas
islas de San Pedro y Miquelón, en Tc-rranova.
572
ÍNDICE
P.Ler
ísfota preliminar......
INTRODUCCIÓN.........
1) La literatura y la esciitura.. ... • .......
2) La literatura y el lenguaje.......................
3) Universalidad y nacionalidad....................
4) La madurez creadora y la personalidad literaria...
5) La literatura como ser vivo..................
6) Literatura universal............................
vil vil
IX
x
XI XIII XIV
LIBRO I.—Orígenes de la literatura.
CAPÍTULO I.—Literatura de los pueblos primitivos .. . . ...
1) LOS pueblos prehistóricos........: ...........
2) Las actuales literaturas primitivas..............
a) Literatura de los pueblos africanos......
*&) La poesía negra.........................
3) Las culturas precolombinas...................
4) Los orígenes de las literaturas conocidas........
3
4
6
10
12
1=;
LIBRO II.—Antigua literatura oriental.
CAPÍTULO II.—El antiguo Oriente próximo............... .....
I.—F.CIPTO ........................... .....
T) LOS orígenes........................
ii) La escritura..................
b) Los comienzos literarios......
r) Aparición de formas literarias.
19 19
10
20
211
673
Páginas
2) El Medio Imperio.............................. ..................... 22
3) El Nuevo Imperio................................................... 23
II.—LOS PUEBLOS ANTIGUOS DEL ASIA ANTERIOR.—i) Mcso-
potamia.—A) Los sumeroacadios.................. 26'
1) LOS antiguos mitos................................................... 26-
2) La epopeya......................................................... 27
3) La lírica............................................................ 2S
B.—Asirio-Babilonia.............................. •■- 29.
1) Mitos................................................... — ......... 29
2) Relatos históricos................................................... 29.
3) Los epistolarios...................................................... 3°'
C.—La literatura de los héteos........................ 30
¿¿,. 1) LOS relatos históricos................................................". „,;.".30
2) Mitos................................. :■............................. 31
3) Poesía..................,..............: ........................... 1 31
4) Epistolarios y prosa didáctica....................................... '; 32-
D.—Las letras fenicias.............................. 32"
E.—El pueblo cartaginés..................... ......... 33
F.—Los hebreos.................................... 34
a) Descripción de los libros bíblicos... ........................... 34
b) Libros poéticos y literarios......... ........................... 36»
c) Literatura hebrea postbíblica................................. 37
CAPÍTULO III.—Literaturas del Oriente lejano............... ............ 39>
I.—INDIA................................................, 39.
1) LOS Vedas......................................'. .................. 39"
2) Producción literaria bajo el budismo.............................. 40-
3) Los grandes poemas................................................ 41
4) La lírica y el drama................................................ 42-
5) Final de la época clásica............................................. 44
6) El cuento............................................................ 45.,
II.—CHINA.......................................... ... 45-
1) Orígenes..................... ....................................... 45
2) La-poesía................................................■......... 46
3) La prosa..............................................:.......... ... 47
4) El teatro... ......................................................... 48=
S74
Páginas
LIBRO III.—Mundo antiguo clásico.
LO IV.—JD1 mundo helénico....................................... St ■
L—GRECIA_CLÁSICA. .1 .................................... SL
1) Introducción al estudio de las letras griegas........................' 51
2) Los tiemposj^nmiüvoSjj. .......................................... 52
o) (LjjDg^síaJioméncaJ............................................ 52
6) La epopeya posthomérica...... ............ .................. 54
c) Epopeyas burlescas.......................................... 55
d) Himnos y epigramas homéricos.............................. 56
3) La lírica............................................................ 57
o) Yambo y troqueo............................................. 57
b) Poesía mélica................................................ 58
c) La lírica coral................................................ 59
4)'/El teatro./.......................................................... 61
o) El drama ático................„ .............................. 61
V) La comedia................................................... 64-
S) La prosa............................................................ 65
a) La historiografía............................................. 66
b) La filosofía................................................... 67
c) La oratoria................................................... 68
II.---LO HELENÍSTICO.................. .................. 69
1) La producción poética............................................. 70
o) La epopeya................................................... 70
b) Lírica......................................................... 70
c) El teatro.................................................... 71
2) La prosa..................... ....................................... 72
. o) Historia................................. ..................... 72
V) La geografía................................................... 73.
c) Relatos novelescos de viajes.................................... 73.
d) La filosofía....................................... ............ 74
CAPÍTULO V.—Roma.......................................... ............ 75
I.—PRIMEROS TIEMPOS.................................... 75
1) LOS orígenes.......................................................... 75
2) La poesía antigua................................................... 76
3) La tragedia................................................ ......... 78
MI
4
4) La comedia
5) La Diosa
II—LA ED\D m ORO—A) Hasta el tetnado de augusto
1) Poesía
2) Prosa
a) Histonogiafia 6) La oratoria ——-----* e) Filosofía y epístolas
B) I a era de Augusto
1) La poesía
2) La piosa
a) la novela
b) La historiografía
III—LA EDAD HL PI vr\
tsa,
I
1) la fíbula
2) El teatro
.3) La poesía '
a) La epopeya
b) La poesía satnica 4) La orosa
a) La 1 ovela
b) La historia
c) La oratona
IV—TIEMPOS FIN\LFS DE I \S TETRAS LATINOPACANAS
1) La poesía
2) La prosa
a) La novela
6) La historiografía
c) La piosa jurídica
CAPITULO VI—Grecia baio el Imperio romano
1) La poesía
a) La epopeya
b) El epigrama
c) La dramática
d) Poesía orfica y íeligiosa
■2) La prosa
a) La novela
b) La novela epistolai
78 80
81 , I 81
82 82 83 83
84
87 87 87
88
88 8b
90 90 91 91 92
93
93 95 9S 95 95
97
c) La piosa satírica
d) Miscelánea
e) La aietalogia /) La histona g) La filosofía
3) Literatuia hebrea helemzada a) La historia V) La filosofía
CIPITULO VII —Literatura cristiana en sus primeros tiempos
I—LITFRATURA GRECOCRISTIWA—A) Onqenes 1) 'VUCVO Testamento °)
Libios a>ocufos
3) Los Padies Aoostohcos
4) Lo<; anologistas
B) Fines de la literatura yrecncnst cmi
1) la eia constantimana
2) Pi mcipios de la ciei cía cristiana
3) La historiografía
II—TETRAS LATINOCRISTIANAS—\) Sus orígenes
1) Las apologías
2) La poesía
B) asimilación de la cultura antigua
1) La poesía epiconarrativa
2) Himnologia
3) El eoigrama
4) La orosa
C) Periodo agustmtano
1) LOS poetas
2) Los prosistas
LIBRO IV.-4<E1 mundo medieval
CAPIIULO VIII—La Bervivencia del mundo clásico
I —BlZANCIO
1) Pnnuios tiempos del Impcno a) Fra ck Justimano
37
Paginas IO5
ios 106 106 107
107
107 108
109
ITO
TÍO III 112
112
113
113 114
"5
115
lió
117
Il8
119 120 120 121
122 123
127 128
128 129
r>77
3)
i)
2)
3) 4)
6)
Páginas
Las dinastías macedónicas.
a) La poesía..........
b) La novela..........
c) La prosa filosófica...
d) La historia.........
II.—LITERATURA EN LENGUA LATINA.
a) b) c) d) <0
............ ■'■■ 130
130
............... 131
............... 131
......... ...... 132
............... 133
............... 133
............... 134
................ 135
............... 135
............... 136
............... 136
............... 137
............... 138
............... 139
..............,A,V, 141
............... 141
................ 142
............... 143
Odas y églogas................................................ 143
Primer período cristiano medieval.
a) Poesía......................
6) Obras de sentido pagano,.. .
c) Obras históricas............
d) Obras filosóficas............
Segundo período...................
a) La poesía...................
b) La historiografía............
c) La ciencia cristiana.........
La era anglosajona...............
El Renacimiento carolino.........
La corte literaria de Carlomagno..
La poesía épica..................
Poesía didáctica..................
Poesía popular profana.
S) Las letras latinas hasta el final del Imperio franco...
a) Los monasterios.............................................
b) La poesía popular rítmica...................................
c) Las sequences...............................................
d) La historiografía............................................
e) Poesía épica profana.........................................
El Imperio germánico...............................................
a) La poesía épica.............................................. T48
6) Otros géneros poéticos....................................... 14°
c) La prosa...................................................... T49
144 145 145 146 146 147 147
147
CAPÍTULO IX.—La aportación bárbara............
I.—LA LITERATURA ANGLOSAJONA.
1) LOS orígenes......
2) La epopeya......
3) La leyenda épica.
II.—LOS PUKELOS GERMÁNICOS............
151 152
153
153
155
157 157
1) LOS orígenes........................... .........................
2) La epopeya legendaria..............................................•• J5°
3) El contacto con el mundo cristiano...... ........................... '59
57 8
Pac
III.—LA APORTACIÓN CELTA................................. 160
IV.—LAS LITERATURAS DEL NORTE........................ 161
1) LOS eddas wikingos................................................ 162
2) Los escaldas................................................ ...... 163
3) Influencia cristiana en los escaldas.................................... 164
4) Las sagas............................................................ 164
5) Penetración cristiana en Islandia.................................... 165
V.—EL ESTE EUROPEO.................................... 166
CAPÍTULO X.—La literatura iel Islam.................................... 169
I.—LOS TIEMPOS PREISLÁMICOS........................... 170
1) Los poetas del desierto............................................. 170
2) Poesía palaciega y ciudadana.......................................... 171
3) La prosa............................................................ I7i
II.—MAHOMA Y SUS PRIMEROS SUCESORES.................. 172
1) El Corán............................................................ I72
2) La poesía..............................•........................... I72
III.—LA LITERATURA ÁRABE BAJO LOS OMEYAS............... 173
1) La poesía.................. ........................................ I7-i
2) La prosa............................................: ............... I74
IV/—ÉPOCA CLÁSICA ARÁBIGA................................. I74
1) La poesía............................................................ I74
2) La prosa......................................................... I7e
3) La historia................;....................................¡ ___ I7g
4) La filología y la gramática........................ ,' I77
vi'"
V.—LA LITERATURA PERSA.............................. ... 177
1) La Persia antigua................................................... I7g
2) La poesía.......................................................... I7g
3) La novela........................................................ Tg0
VI.—LA LITERATURA HISPANOISLÁMICA........................ 180
1) La poesía.............................. .............................. jgj
2) Los poetas del emirato..,........................................... ig2
3) La poesía de los Califas............................................. ^2
4) Las Cortes de Taifas................................................ jgj
5) La poesía bajo las invasiones marroquíes.............................. 184
579
Páginas
6) Los géneros populares.....................•........................... 186
7) La novela......................................................... 187
8) Los estudios gramaticales.......................................... 189
9) La historia......................................................... 189
10) Las obras filosóficoteológicas....................................... 190
VIL—LA LITERATURA JUDÍA EN LA EDAD MEDIA............ 190
CAPÍTULO XI.—La formación ñe las literaturas nacionales............... 193
I.—FRANCIA............................................. 194
1) LOS comienzos.................................................... 194
2) La epopeya ....................................................... 195
3) La prolongación de las gestas....................................... 197
4) Otros géneros narrativos............................................. 198
5) Literatura burguesa narrativa ..................................... 200
6) La poesía lírica...................................................... 202
a) La lírica trovadoresca...................................... 202
b) El lirismo burgués............................................. 203
c) La lírica del siglo XV....................................... 204
d) Poesía didáctica y moral.................................... 206
7) La historia......................................................... 207
8) El teatro............................................................ 207
a) Teatro religioso............................................. 207
b) Teatro profano................................................ 208
II.—ALEMANIA............................................. 210
1) La epopeya......................................................... 210
a) La poesía épica de los eclesiásticos........................... 210
b) La epopeya popular.......................................... 211
c) La epopeya caballeresca....................................... 213
2) La lírica............................................................ 214
a) Poesía trovadoresca.......................................... 214
b) Los maestros cantores.......................................... 215
3) Literatura didáctica................................................ 216
4) Literatura popular................................................... 217
5) La literatura dramática............................................. 217
III.—LA LITERATURA EN LOS PAÍSES BAJOS.................. 218
a) La poesía................................................... 2TR
b) La prosa.................................................... ... 219
c) El teatro...................................................... 219
580
itlHV
Páginas
IV.—INGLATERRA............•......... ;.................... 219
1) Aparición del inglés literario.......................................... 219
2) La obra de Chaucer................................................ 221
V. — Esi \I\A............................................. 221
1) La poesía......................................................... 221
a) La épica...................................................... 221
b) La lírica popular............................................. 221
c) Poesía juglaresca cortesana.................................... 222
2) La poesía culta...................................................... 222
3) La prosa............................................................ 223
4) Poesía cortesana del siglo XV....................................... 224
5) Los romances.................................................... 225
VI.—PRIMEROS PVSOS DE LA LITERATL'R\ NACIONAL
PORTUGUÉS \............................................. 225
■■-•--*-"■■- Yll.—L-\ LITERATURA ITALIANA..................'.*........... 22Ó
1) Aparición tardía de su literatura nacional........................... 226
-2) La escuela siciliana................................................... 227
3) Otros géneros imitativos.............................................. 228
4) La poesía franciscana................................................ 229
5) El "dolce stil nuovo'"................................................ 230
6) La prosa............................................................ 232
CAÍÍTULO XII.—El lejano Oriente....................................... 233
I.—INDIA................................................ 233
1) Prolongación del clasicismo indio.................................... 233
2) Obras poéticas y gramaticales....................................... 234
3) La novela......................................................... ... 234
4) La invasión musulmana............................................. 237
II.—CHINA............................................. 237
1) La poesía......................................................... 237
2) La novela......................................................... 240
3) El teatro......................................................... 244
III.—JAPÓN................................................ 247
1) Las antiguas tradiciones............................................. 247
2) Géneros primitivos................................................... 247
3) Literatura propiamente japonesa.................................... 248
<)) literatura cortesana................................. ............... 249
581
Pagmas
Paginas
5) Literatura de los monasterios
6) El teatro
7) Perpetuación de la ti adición literaria
8) Apogeo del hai kai j la novela
4) El teatro
a) I a t agedia
b) La comedia
c) El teatio en el siglo XVIII
5) La poesía
o) La reglamentación poética V) La poesía linca
6) La Diosa de la ilustración
o) Ensavistas y autores filosóficos
7) Prosa imaginativa
a) El relato no\ elesco
b) T a narración filosófica
II—Ii\ri\
1) Academicismo antibarroco
2) La poesía
3) El teatio
4) la prosa
III — ESPASA
1) Reacción neoclásica
2) Autores didácticos
3) La novela y los textos satíricos
4) La erudición
5) Penivencias del banoco
6) El teatio
IV—CLASICISMO PORTUGUÉS
1) Arcadismo lusitano
2) El teatro
V —INGLATERRA
1) El teatio de la Restauración
a) La tragedia
b) La comedia
2) La poesía
3) La novela
4) Otras manifestaciones de la prosa
VI —Ai FMANIA
!) (1 isu isnio poc 11( ) I I li 1I1 i
326 326 329 330
33¿ 332 332
334 334
33S 335 337
339
33^ 339 340 34i
342
342 344 345
345 346 347
348
348 349
35o
35o
350 350
35i 352 354
354
354
357
SS1!
I
■I
Páginas
3) La prosa........................... ■................................ 359
a) Los pensadores de la ilustración.............................. 359
b) La novela................................................... 359
VIL—EL CLASICISMO EN LOS RESTANTES PAÍSES EUROPEOS... 361
1) Holanda....................................... 361
2) Dinamarca.................................... 361
3) Suecia....................................... 362
4) Polonia....................................... 364
5) Rusia.......................................... 36S
VIII.—ENTRADA DEL NUEVO MUNDO EN LA LITERATURA...... 366
A) La América hispana........................... 366
1) La poesía renacentista y clásica.................................... 366
2) La prosa......................................................... ... 37»
B) Brasil colonial.............................. '.T. 371
C) América anglosajona........................... 372
1) La época colonial................................................... 373
a) La poesía........................... ........................ 373
b) Relatos históricos y novelescos.............................. 374
c) Prosa política, religiosa y moralizadora........................ 374
2) La era de transición................................................ 375
a) La poesía................................................... 375
b) La prosa....................................................... 375
CAPÍTULO XVI.—El romanticismo....................................... 377
I.—INGLATERRA....................................... 378
1) LOS prerrománticos........................... ..................... 378
2) La poesía............................................................ 381
3) La novela............................................................ 382
II.—FRANCIA......... ................................. 384
1) La poesía.................................... ..................... 384
2) El teatro......................................................... 387
a) El drama romántico....................................... ... 387
b) La comedia................................................... 389
3) La novela.......................................................... 389
4) La historia......................................................... ¿94
586
L
Páginas
III.—ALEMANIA....................................... 395
1) La poesía......................................................... 395
2) El teatro................................................... ...... 398
3) La novela...................................................... ... 400
IV.—ITALIA... ....................................... 402
1) La poesía......................................................... 402
2) El teatro......................................................... 403
3) La novela......................................................... 404
V.—ESPAÑA............................................. 405
1) La poesía......................................................... 405
2) El teatro......................................................... 407
3) La prosa......................................................... 408
a) El periodismo y el ensayo................................. 408
.¿ü¿.-: b) La novela... ..............................................., 409
c) El costumbrismo..................... ..................... 410
VI.—PORTUGAL............... ........................ 410
1) La poesía......................................................... 411
2) La novela........................... ........................... 412
3) El teatro......................................................... 413
4) La historiografía................................................... 413
VIL—HOLANDA....................................... 414
VIII.—PAÍSES DEL NORTE DE EUROPA..................... 415
A) Dinamarca................................. 415
B) Noruega.................................... 416
C) Suecia....................................... 417
D) Finlandia... ................................. 419
IX.—PAÍSES DEL CENTRO Y DEL ESTE.................. 420
A) Hungría.................................... 420
B) Polonia............ ........................ 421
C) Rusia....................................... 423
D) Los Balcanes.............................. 425
1) Rumania......................................................... 426
2) Grecia............................................................. 426
3) Servia............................................................ 427
• I) Bulgaria............................................................ 428
, 5) ('matas, eslovenos y chocos.......................................... 429
P gilas
P-ig n s
X —I \S LITFRATURAS AMERICANAS
A) Hispanoamérica
1) La poesía
2) Poes a gaucheia y popular
3) La piosa
B) Brasil
C) Fstados Unidos
1) Relatos novelescos
2) La poesía
3) Escritores tiascendentahstas
4) Historiografía \ cutida
OniLio X\ II—El realismo y reacciones posteriores
I —FRANCIA
1) La poesía
a) El Parnaso
b) El simbolismo
c) Tendencias posteriores
2) la novela
a) Fl natuiahsmo
b) I a novela postnaturalista
3) El teatro
a) Fl naturalismo
b) El simbolismo
c) Tendencias posteriores
4) El cine
5) La ciitica
II —ITALIA
1) La poesía
a) Reacción antimanzomana
6) Futurismo y fragmentansmo
2) La novela
a) Verismo y autores idealistas
b) La novela de nuestro tiempo
3) El teatro
4) Prosa critica y filosófica
430
430
430 43" 437
438 439
439
442
444
44
417 449
449 449 450 453
588
III —A.LEM«TI\
1) La noesia
a) Linca post romántica
/;) Fxpiesiomsmo 5 tendencias siguientes
2) La novela
a) El modernismo
/) La no\ ela contempoi anea
3) Otras manifestaciones de la piosa
4) El teatio
5) El eme
1\ INCL\IERR\
I)
I a novela
a*1 la eia \1ct011ana
b) la novela postvictoiíana
2) la poesía
a) Lirismo Victoriano
b) Prei rafaelismo
c) El fin de la era
d) La poesía contempoi anea
3) El teatro
4) Otras formas de la piosa
V —RUSIA
I) La novela
a) El realismo
b) la prosa simbolista
c) Los últimos tiempos
La poesía
a) Del romanticismo al simbolismo
b) El futurismo
c) Poetas poste lores
El teatro
2)
3)
VI —ESPAÑA
1) La novela
2) La poesía
3) El teatro
4) Otras manifestaciones de la prosa
475
475
475 476
477 477 479
480 481 483
483
4^
483 486
490
49O 491 491
492
495 497
498
498 498 501 501
504
504 506 508
509 510
510 513
S20
521
Páginas
VIL—PORTUGAL.......................................... 522
1) La poesía......................................................... 522
2) La novela......................................................... S24
3) El teatro............................................................ 525
4) Otras formas de la prosa............................................. 525
VIII.—HOLANDA.......................................... 526
1) La novela............................................................ 526
2) La poesía............................................................ 527
IX.—PAÍSES DEL NORTE DE EUROPA..................... 528
A) Dinamarca.............................. „. 528
1) La poesía........................................................ 528
2) La novela........................................................... 529
3) Otras manifestaciones de la prosa.................................... 530
B") Noruega.................................... 530
1) El teatro......................................................... 530
2) La novela............................................................ 531
3) La poesía............................................................ 533
C) Suecia....................................... 534
1) La novela........................................................... 534
2) La poesía........................................................ 535
D) Países bálticos.............................. 536
1) Finlandia......................................................... 536
2) Otros países bálticos................................................ 537
X.—PAÍSES DEL CENTRO Y ESTE DE EUROPA............ 537
A) Hungría.................................... 537
B) Polonia.................................... 539
1) La novela........................................................... 539
2) La poesía......................................................... =540
3) El teatro............................................................ S4I
C) Bulgaria.................................... 542
1) La poesía......................................................... 542
2) La novela......................................................... 544
590
D) Rumania.................................... 545
E) Grecia....................................... 546
F) Literatura checa.............................. 547
La poesía......................................................... S47
[La prosa............................................................ 548
i G) Yugoeslavia................................. 549
XI.—LAS LITERATURAS AMERICANAS..................... 550
* A) Hispanoamérica.............................. 55°
1) La poesía........................................................... 550
a) Transición .. ........................................ 551
b) El modernismo.................. ................. 552
c) Postmodernismo y tendencias recientes.................... 554
" "" ífl T.a poesía negra........ ........................... 558
¿iLa novela..................................................... 559
B) Brasil....................................... 561
1) La poesía..............................................., ............ 561
2) La prosa............................................................ 563
C) Estados Unidos.............................. 564
1) La novela......................................................... 564
2) La poesía......................................................... 568
3) El teatro............................................................ 570
4) El arte cinematográfico............................................. 570
D) Canadá................................... 572
Pili